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DE SUSTITUCIÓN DE LACONSTITUCIÓN.
En su texto original, la Carta solo regulaba su modificación. Sin embargo, la ley de reforma
constitucional N° 21.200, de 24 de diciembre de 2019, en una dudosa decisión técnica,
impulsada fundamentalmente por consideraciones políticas, incorporó un conjunto de
disposiciones destinadas a regular el eventual reemplazo del texto vigente.
LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN.
Las leyes de reforma constitucional pueden iniciarse por mensaje del Presidente de la
República o por moción parlamentaria, siendo aplicables, en la especie, las limitaciones
establecidas en el art. 65 en relación con la cámara de origen obligado para ciertas materias.
Estos proyectos se tramitan, en general, según el procedimiento establecido para las demás
leyes, diferenciándose, desde el punto de vista formal, principalmente en los quórum
aplicables y en las normas sobre veto y plebiscito.
Quórum. La carta distingue dos quórum distintos, según sea el capítulo de la Carta que se
requiere reformar.
Así, si la reforma recae sobre los capítulos I (Bases de la Institucionalidad), III (Derechos y
Deberes Constitucionales), VIII (Tribunal Constitucional), XI (Fuerzas Armadas y de
Orden y Seguridad Pública), XII (Consejo de Seguridad Nacional) o XV (reforma de la
Constitución), necesita la aprobación de las dos terceras partes de los diputados y senadores
en ejercicio.
Respecto de los proyectos de reforma que se refieren a los demás capítulos de la Carta, se
necesita la aprobación de las tres quintas partes de los diputados y senadores en ejercicio.
Veto y plebiscito.
Si el proyecto de reforma constitucional aprobado por el Congreso es también sancionado
por el Presidente, debe este promulgarlo y ordenar su publicación en conformidad a lo
dispuesto en la Carta Fundamental.
En tal caso, si el Presidente rechaza totalmente un proyecto de reforma aprobado por ambas
Cámaras y éstas insisten en su totalidad por las dos terceras partes de los miembros en
ejercicio de cada Cámara, el Presidente debe promulgar dicho proyecto, a menos que
consulte a la ciudadanía mediante plebiscito.
Por el contrario, si las Cámaras no aprueban todas o algunas de las observaciones del
Presidente, no hay reforma constitucional sobre los puntos en discrepancia. Sin embargo,
en esta situación las Cámaras pueden insistir, por los dos tercios de sus miembros en
ejercicio, en la parte del proyecto aprobado por ellas. Producida la insistencia, el Presidente
debe promulgar el texto vetado e insistido, a menos que decida consultar a la ciudadanía
para que se pronuncie respecto de las cuestiones en desacuerdo.
De acuerdo al art. 129 CPR, el plazo para convocar a plebiscito es de 30 días contados
desde que ambas Cámaras insisten en el proyecto aprobado por ellas. En realidad, debemos
entender que este plazo se cuenta desde que el Presidente recibe el oficio por el cual se le
comunica el rechazo del veto y la insistencia de las Cámaras, toda vez que, antes de ese
hecho, no tiene conocimiento oficial de la insistencia y mal podría exigírsele, por ende, que
decidiera sobre si convoca o no a plebiscito.
Desde el punto de vista del control, en el proceso plebiscitario pueden intervenir tanto el
Tribunal Constitucional como el Tribunal Calificador de Elecciones.
Finaliza este mismo artículo 129 ordenando que “una vez promulgado el proyecto y desde
la fecha de su vigencia, sus disposiciones formarán parte de la Constitución y se tendrán
por incorporadas a ésta”.
1
LRC N° 21.200.
Como es sabido, en el plebiscito triunfó la opción “Apruebo” y la alternativa de la
Convención Constitucional2, por lo que debió pasarse a la segunda etapa, la elección de los
convencionales constituyentes y la instalación de la Convención Constitucional.
Instalación.
La Convención Constitucional se instaló el 4 de julio de 20214.
Limitaciones a la Convención.
La Convención no podrá intervenir ni ejercer ninguna otra función o atribución de otros
órganos o autoridades establecidas en esta Constitución o en las leyes.
Mientras no entre en vigencia la Nueva Constitución en la forma establecida en este
epígrafe, Constitución actual seguirá plenamente vigente, sin que pueda la Convención
negarle autoridad o modificarla.
En conformidad al artículo 5º, inciso primero, de la Constitución, mientras la Convención
esté en funciones la soberanía reside esencialmente en la Nación y es ejercida por el pueblo
a través de los plebiscitos y elecciones periódicas que la Constitución y las leyes
determinan y, también, por las autoridades que la Constitución establece. Le queda
prohibido a la Convención, a cualquiera de sus integrantes o a una fracción de ellos,
atribuirse el ejercicio de la soberanía, asumiendo otras atribuciones que las que
expresamente le reconoce esta Constitución.
2
De acuerdo a la información del SERVEL, la opción Apruebo obtuvo 5.899.683 preferencias, y la opción
Rechazo 1.634.506 votos. Por la Convención Constitucional se inclinaron 5.673.793 electores, y por la
Convención Mixta lo hicieron 1.492.260 electores. En https://www.servel.cl/resultados-provisorios-
plebiscito-nacional-2020/. Consulta al 28 de septiembre de 2021.
3
Ver disposiciones transitorias vigesimonovena a trigesimoprimera, introducidas por ley de reforma
constitucional N° 21.216, de 24 de marzo de 2020.
4
Ver DS N° 1684, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, publicado el 22 de junio de 2021.
El texto de Nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de
República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y
ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes.
Funcionamiento de la Convención.
La Convención tiene un plazo máximo de 9 meses para funcionar, que se puede prorrogar
por tres meses más. Señala el artículo 137 que “Una vez redactada y aprobada la propuesta
de texto de Nueva Constitución por la Convención, o vencido el plazo o su prórroga, la
Convención se disolverá de pleno derecho”.
El quórum para aprobar las normas, y el reglamento de votación de las mismas, es de los
dos tercios de los convencionales constituyentes en ejercicio.
Señala la Constitución, en su artículo 136, que se puede reclamar contra las infracciones a
las reglas de procedimiento aplicables a la Convención, pero en ningún caso se puede
reclamar sobre el contenido de los textos en elaboración.
La reclamación debe ser suscrita por al menos un cuarto de los miembros en ejercicio de la
Convención, y la conocen cinco ministros de la Corte Suprema, elegidos por sorteo por la
misma Corte para cada cuestión planteada.
Se dispone, finalmente, que ninguna autoridad, ni tribunal, podrán conocer acciones,
reclamos o recursos vinculados con las tareas que la Constitución le asigna a la
Convención.