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PROCEDIMIENTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL Y PROCEDIMIENTO

DE SUSTITUCIÓN DE LACONSTITUCIÓN.

Esta materia se encuentra regulada en el Capítulo XV de la Constitución, artículos 127 a


143, bajo el título “Reforma de la Constitución y del procedimiento para elaborar una
nueva Constitución de la República”.

En su texto original, la Carta solo regulaba su modificación. Sin embargo, la ley de reforma
constitucional N° 21.200, de 24 de diciembre de 2019, en una dudosa decisión técnica,
impulsada fundamentalmente por consideraciones políticas, incorporó un conjunto de
disposiciones destinadas a regular el eventual reemplazo del texto vigente.

Cabe agregar que mientras la reforma de la Constitución es un procedimiento regular y


permanente; el eventual reemplazo de la Carta Fundamental vigente está concebido como
un procedimiento excepcional y transitorio, que se extingue una vez aplicado la primera
vez, sea que concluya o no con un nuevo texto constitucional. Es decir, el procedimiento de
sustitución de la Constitución no es un procedimiento permanente y, en ese sentido, habría
sido más razonable incorporarlo, precisamente, en las disposiciones transitorias.

Analizaremos estas materias en forma separada.

LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN.

Las leyes de reforma constitucional pueden iniciarse por mensaje del Presidente de la
República o por moción parlamentaria, siendo aplicables, en la especie, las limitaciones
establecidas en el art. 65 en relación con la cámara de origen obligado para ciertas materias.
Estos proyectos se tramitan, en general, según el procedimiento establecido para las demás
leyes, diferenciándose, desde el punto de vista formal, principalmente en los quórum
aplicables y en las normas sobre veto y plebiscito.

Quórum. La carta distingue dos quórum distintos, según sea el capítulo de la Carta que se
requiere reformar.

Así, si la reforma recae sobre los capítulos I (Bases de la Institucionalidad), III (Derechos y
Deberes Constitucionales), VIII (Tribunal Constitucional), XI (Fuerzas Armadas y de
Orden y Seguridad Pública), XII (Consejo de Seguridad Nacional) o XV (reforma de la
Constitución), necesita la aprobación de las dos terceras partes de los diputados y senadores
en ejercicio.

Respecto de los proyectos de reforma que se refieren a los demás capítulos de la Carta, se
necesita la aprobación de las tres quintas partes de los diputados y senadores en ejercicio.

Veto y plebiscito.
Si el proyecto de reforma constitucional aprobado por el Congreso es también sancionado
por el Presidente, debe este promulgarlo y ordenar su publicación en conformidad a lo
dispuesto en la Carta Fundamental.

Pero puede ocurrir que el Presidente de la República vete el proyecto.

En tal caso, si el Presidente rechaza totalmente un proyecto de reforma aprobado por ambas
Cámaras y éstas insisten en su totalidad por las dos terceras partes de los miembros en
ejercicio de cada Cámara, el Presidente debe promulgar dicho proyecto, a menos que
consulte a la ciudadanía mediante plebiscito.

Ahora bien, si el Presidente observa parcialmente un proyecto de reforma aprobado por


ambas número Cámaras, las observaciones deben ser aprobadas con el voto conforme de las
tres quintas o dos terceras partes de los miembros en ejercicio de cada Cámara, según
corresponda de acuerdo con la materia a que se refieran, y se devuelve el proyecto al
Presidente para su promulgación.

Por el contrario, si las Cámaras no aprueban todas o algunas de las observaciones del
Presidente, no hay reforma constitucional sobre los puntos en discrepancia. Sin embargo,
en esta situación las Cámaras pueden insistir, por los dos tercios de sus miembros en
ejercicio, en la parte del proyecto aprobado por ellas. Producida la insistencia, el Presidente
debe promulgar el texto vetado e insistido, a menos que decida consultar a la ciudadanía
para que se pronuncie respecto de las cuestiones en desacuerdo.

De esta manera, vetado en forma total o parcial un proyecto de reforma constitucional, e


insistido por las Cámaras, el Presidente tiene la opción de promulgarlo o de convocar a
plebiscito.

Con lo dicho, el plebiscito se configura únicamente como un mecanismo de solución de


conflictos entre el Presidente de la República y el Congreso Nacional, en el proceso de
tramitación de un proyecto de reforma constitucional, sin que pueda aplicarse a otras
situaciones de controversia entre el Ejecutivo y el Congreso.

De acuerdo al art. 129 CPR, el plazo para convocar a plebiscito es de 30 días contados
desde que ambas Cámaras insisten en el proyecto aprobado por ellas. En realidad, debemos
entender que este plazo se cuenta desde que el Presidente recibe el oficio por el cual se le
comunica el rechazo del veto y la insistencia de las Cámaras, toda vez que, antes de ese
hecho, no tiene conocimiento oficial de la insistencia y mal podría exigírsele, por ende, que
decidiera sobre si convoca o no a plebiscito.

En todo caso, el plazo es de días corridos y de carácter fatal, es decir, si transcurre el


término sin que el Presidente de la República convoque a plebiscito, se entiende
tácitamente sancionado el proyecto de reforma constitucional vetado e insistido, y el
Presidente debe proceder a promulgarlo y ordenar su publicación.
El plebiscito se convoca mediante la dictación de un decreto supremo que debe contener
según, corresponda, “el proyecto aprobado por ambas Cámaras y vetado totalmente por el
Presidente de la República, o las cuestiones del proyecto en las cuales el Congreso haya
insistido”, agregándose que, “en este último caso, cada una de las cuestiones en desacuerdo
deberá ser votada separadamente en el plebiscito”.

Además, el decreto de convocatoria debe fijar la fecha de la votación, la que se celebrará


120 días después de la publicación de dicho decreto si ese día corresponde a un domingo.
En caso contrario, la votación se realiza el domingo inmediatamente siguiente.

Desde el punto de vista del control, en el proceso plebiscitario pueden intervenir tanto el
Tribunal Constitucional como el Tribunal Calificador de Elecciones.

Al Tribunal Constitucional corresponde “resolver las cuestiones que se susciten sobre


constitucionalidad con relación a la convocatoria a un plebiscito, sin perjuicio de las
atribuciones que correspondan al Tribunal Calificador de Elecciones” (art. 93 Nº 5),
disponiéndose que, en este caso, el requerimiento puede ser planteado por el Senado o por
la Cámara de Diputados, dentro de diez días contados desde la fecha de publicación del
decreto que fije el día de la consulta plebiscitaria (art. 93 inciso 8).

Si efectuado el requerimiento se concluye por el Tribunal Constitucional que el plebiscito


es procedente, el mismo Tribunal debe establecer, en su sentencia, el texto definitivo de la
consulta plebiscitaria.
Además, si al tiempo de dictarse la sentencia faltan menos de treinta días para la realización
del plebiscito, el Tribunal debe fijar en dicha resolución una nueva fecha para la realización
del plebiscito, la que deberá quedar comprendida entre los treinta y los sesenta días
siguientes al fallo.

Por su parte, el Tribunal Calificador de Elecciones, como ya se estudiara, se encarga del


escrutinio general, la calificación y la proclamación de resultados en los plebiscito de
reforma constitucional. Agrega el art. 129 que este Tribunal “comunicará al Presidente de
la República el resultado del plebiscito, y especificará el texto del proyecto aprobado por la
ciudadanía, el que deberá ser promulgado como reforma constitucional dentro de los cinco
días siguientes a dicha comunicación”.

Finaliza este mismo artículo 129 ordenando que “una vez promulgado el proyecto y desde
la fecha de su vigencia, sus disposiciones formarán parte de la Constitución y se tendrán
por incorporadas a ésta”.

EL PROCEDIMIENTO DE SUSTITUCIÓN DE LA CONSTITUCIÓN.


Como consecuencia de las movilizaciones sociales iniciadas el 18 de octubre de 2019, se
dictó la ley de reforma constitucional N° 21.200, publicada el 24 de diciembre de 2019, que
incorporó al capítulo XV de la Constitución, un procedimiento transitorio de para una
eventual sustitución del texto fundamental, agregando los artículos 130 a 143.
Decimos que es un procedimiento transitorio, porque no establece un mecanismo
permanente de reemplazo de la Constitución, sino un procedimiento especial para ser
aplicado solo en las fechas expresamente previstas en la Carta.
Además, el reemplazo de la Constitución es eventual, porque está sujeto a la decisión de la
ciudadanía, que debe ser consultada, a través de plebiscito, tanto al inicio del proceso como
para la eventual aprobación o rechazo de un nuevo texto.
Estas dos características quedarán mejor evidenciadas al hacer un esquema del
procedimiento.

Podemos señalar que el procedimiento tiene tres etapas.


a) La decisión inicial acerca de elaborar o no un nuevo texto constitucional.
Esta decisión se adoptó en un plebiscito, originalmente fijado para el 26 de abril de 2020,
pero que, por efectos de las movilizaciones sociales y de la pandemia producida por el
coronavirus, se desplazó al 25 de octubre de 20201.
Según el artículo 130 de la Constitución, en el plebiscito señalado, la ciudadanía dispuso de
dos cédulas electorales. La primera contenía la siguiente pregunta: "¿Quiere usted una
Nueva Constitución?", y las opciones eran “Apruebo” o “Rechazo”.
La segunda cédula con tenía la pregunta: "¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva
Constitución?", siendo la alternativa una "Convención Mixta Constitucional" o una
"Convención Constitucional".
La "Convención Mixta Constitucional" debía integrarse en partes iguales por miembros
elegidos popularmente y parlamentarios o parlamentarias en ejercicio". La Convención
Constitucional, en cambio, se integraba exclusivamente por miembros elegidos
popularmente.
Si en el plebiscito obtenía mayoría la opción “Rechazo” el procedimiento terminaba en ese
momento, y continuaba rigiendo la constitución vigente.

1
LRC N° 21.200.
Como es sabido, en el plebiscito triunfó la opción “Apruebo” y la alternativa de la
Convención Constitucional2, por lo que debió pasarse a la segunda etapa, la elección de los
convencionales constituyentes y la instalación de la Convención Constitucional.

b) Elección, instalación y funcionamiento del órgano constituyente.

La elección de los convencionales constituyentes se realizó nes relevantconforme el


procedimiento electoral definido para las elecciones de diputados, con dos modificacioes3:
- Se permitió la formación de listas de candidatos independientes.
- Se incorporó un criterio de paridad de género en los resultados, disponiéndose que “El
sistema electoral para la Convención Constitucional se orientará a conseguir una
representación equitativa de hombres y mujeres. Con este objetivo, en los distritos que
repartan un número par de escaños, deben resultar electos igual número de hombres y
mujeres, mientras que en los distritos que repartan un número impar de escaños, no podrá
resultar una diferencia de escaños superior a uno, entre hombres y mujeres”.

Instalación.
La Convención Constitucional se instaló el 4 de julio de 20214.

Limitaciones a la Convención.
La Convención no podrá intervenir ni ejercer ninguna otra función o atribución de otros
órganos o autoridades establecidas en esta Constitución o en las leyes.
Mientras no entre en vigencia la Nueva Constitución en la forma establecida en este
epígrafe, Constitución actual seguirá plenamente vigente, sin que pueda la Convención
negarle autoridad o modificarla.
En conformidad al artículo 5º, inciso primero, de la Constitución, mientras la Convención
esté en funciones la soberanía reside esencialmente en la Nación y es ejercida por el pueblo
a través de los plebiscitos y elecciones periódicas que la Constitución y las leyes
determinan y, también, por las autoridades que la Constitución establece. Le queda
prohibido a la Convención, a cualquiera de sus integrantes o a una fracción de ellos,
atribuirse el ejercicio de la soberanía, asumiendo otras atribuciones que las que
expresamente le reconoce esta Constitución.

2
De acuerdo a la información del SERVEL, la opción Apruebo obtuvo 5.899.683 preferencias, y la opción
Rechazo 1.634.506 votos. Por la Convención Constitucional se inclinaron 5.673.793 electores, y por la
Convención Mixta lo hicieron 1.492.260 electores. En https://www.servel.cl/resultados-provisorios-
plebiscito-nacional-2020/. Consulta al 28 de septiembre de 2021.
3
Ver disposiciones transitorias vigesimonovena a trigesimoprimera, introducidas por ley de reforma
constitucional N° 21.216, de 24 de marzo de 2020.
4
Ver DS N° 1684, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, publicado el 22 de junio de 2021.
El texto de Nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de
República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y
ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes.

Funcionamiento de la Convención.
La Convención tiene un plazo máximo de 9 meses para funcionar, que se puede prorrogar
por tres meses más. Señala el artículo 137 que “Una vez redactada y aprobada la propuesta
de texto de Nueva Constitución por la Convención, o vencido el plazo o su prórroga, la
Convención se disolverá de pleno derecho”.
El quórum para aprobar las normas, y el reglamento de votación de las mismas, es de los
dos tercios de los convencionales constituyentes en ejercicio.
Señala la Constitución, en su artículo 136, que se puede reclamar contra las infracciones a
las reglas de procedimiento aplicables a la Convención, pero en ningún caso se puede
reclamar sobre el contenido de los textos en elaboración.
La reclamación debe ser suscrita por al menos un cuarto de los miembros en ejercicio de la
Convención, y la conocen cinco ministros de la Corte Suprema, elegidos por sorteo por la
misma Corte para cada cuestión planteada.
Se dispone, finalmente, que ninguna autoridad, ni tribunal, podrán conocer acciones,
reclamos o recursos vinculados con las tareas que la Constitución le asigna a la
Convención.

c) Aprobación o rechazo del nuevo texto constitucional.


Si la Convención aprueba un nuevo texto constitucional, lo comunicará al Presidente de la
República, quien debe convocar a un plebiscito para que la ciudadanía se pronuncie en
definitiva.
El sufragio en este plebiscito será obligatorio para quienes tengan domicilio electoral en
Chile.

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