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2020

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA. CONTROL ARQUEOLÓGICO DE


LOS TRABAJOS DE SUSTITUCIÓN DE REDES EN LA CALLE CUNA (SEVILLA).
(tramo c/Cerrajería-Plz del Salvador).

Alvaro Jiménez Sancho

Resumen: El seguimiento arqueológico de las obras de sustitución de redes en la calle


Cuna ha permitido detectar tramos de las cimentaciones de los edificios de la fachada
de los números pares. Igualmente, en el centro de la calle se han encontrado los muros
del primer sistema de saneamiento de época moderna, instaladoa comienzos del siglo
XX, que ha venido siendo renovado hasta hoy.

Abstract: This infrastructure replacement work has uncovered the first sewerage system
in modern times, related to the re-supply of running water to the city.

ANTECEDENTES.

Esta actuación se enmarca en el “PROYECTO DE SUSTITUCIÓN DE LAS


REDES DE ABASTECIMIENTO Y SANEAMIENTO EN CALLE CUNA ENTRE PLAZA
EL SALVADOR Y CALLE CERRAJERÍA, POR COORDINACIÓN DE ENDESA.
DISTRITO CASCO ANTIGUO, SEVILLA”, promovido por Emasesa y que afecta a 215
m de la calle.
La figura de protección que el Plan Especial del sector 8.3 "El Duque-El
Salvador" otorga a la zona de actuación, es de cautela arqueológica en espacio
público, y el art. 96 de dicho planeamiento establece que el tipo de excavación que se
aplicará con carácter preferente será el de control de movimientos de tierras.

CONTEXTO URBANO.

Al menos desde 1384 era conocida indistintamente como Carpinteros y


Carpinterías. A mediados del s. XVI ambos nombres se redujeron al tramo final de la
calle (entre Acetres y plaza del Salvador), pues el primero pasó a conocerse como
Cuna, por la casa de expósitos allí instalada en 1558. En 1845 este último topónimo se
extendió a toda la calle, hasta 1903, en que se rotuló como Federico de Castro,
catedrático de la Universidad de Sevilla. En 1938 recupera su nombre actual.
La calle ofrece numerosos entrantes y salientes, resultado de sucesivas
alineaciones que tuvieron lugar sobre todo en los primeros años del siglo XX. La zona
más ancha se encuentra en la confluencia con Acetres y Cerrajería. Ya desde el s. XV
hay noticias de barreduelas y cierres de callejones interiores
La calle Cuna ha sido una los ejes norte-sur más importantes del casco
histórico, los estudios geoarqueológicos más recientes señalan su génesis como vía
paralela al curso del río. Pero esto solo fue posible a medida que este se fue
desplazando hacia el Oeste, se considera que hacia el cambio de Era, el cauce ya
estaría a la altura de calle Sierpes, lo cual permitiría la progresiva ocupación de la orilla
izquierda. Esta circunstancia fue confirmada en la intervención arqueológica en c/
Cuna, 10, donde se documentó estructuras de almacenamiento de época flavia.
En la mitad sur de la calle, no contamos con datos tan antiguos, sin embargo,
según varios sondeos geotécnicos realizados en la iglesia del Salvador, refrendan esta
hipótesis.
El desplazamiento del río desde su máxima proximidad a la terraza fluvial
generó un importante desnivel que fue lentamente corrigiéndose con la propia
ocupación urbana, pero también con un retorno temporal del cauce hacia el Este, lo
que significó una subida de cotas natural importante. Ello supone que para el siglo X,
cuando se construye la mezquita aljama de Ibn Addabas, el río a continuada su
desplazamiento y la ciudad retoma esa expansión que ya no se interrumpirá.

DESARROLLO DE LOS TRABAJOS.

Durante los trabajos se han sucedido la sustitución de la red de saneamiento y


la de abastecimiento eléctrico. La primera realizada por la empresa Martín Casillas y la
segunda Villa Flores Martín.
La excavación ha comenzado en el cruce Cuna-Cerrajería y ha continuado hacia
la confluencia con la plaza del Salvador.
La anchura de la zanja realizada ha sido de 1.30 m. Cada tubo nuevo de
saneamiento mide 2.5 m y 0.40 m de diámetro. En este sentido, el proceso de obra ha
sido demolición, retirada de saneamiento antiguo y colocación de nuevos tubos con la
conexión de las acometidas de los edificios colindantes. Se han colocado 5 pozos
nuevos. (figs.1,6)
La cota máxima de rebaje, es decir, de renovación del saneamiento previo se va
elevando 2 cm cada tubo, señalando que la pendiente se desarrolla desde la plaza del
Salvador hacia la calle Cerrajería. La profundidad media alcanzada ha sido de 2 m.
En cuanto a los movimientos de tierra realizados por Endesa, la zanja ha
discurrido pegada a la fachada de los números pares (lado oeste). La anchura de la
misma ha sido de 1.50 m y una profundidad de -1.20 m.(fig.2)
La estrechez de la calle Cuna y su trazado lineal norte-sur propicia la
concentración de numerosas instalaciones, tanto infraestructuras obsoletas como fibra
óptica, gas, electricidad. En este sentido, el cruce con la Plaza del Salvador está
especialmente saturado de estas.
El único hallazgo reseñable es una infraestructura de saneamiento, conformada
por una alcantarilla configurada con dos muros de ladrillos y bóveda de cañón, de la
que no se conserva ninguna evidencia. Se trata de muros de 50 cm de anchura (pie y
medio) de ladrillo y mortero de cemento. La cota superior de estos muros está a 80 cm
de profundidad. La anchura del canal es de 0.90 m. El trazado de esta estructura gira
hacia la calle Cerrajería.
Esta canalización ha sido sistemáticamente afectado por instalaciones
posteriores. La más evidente de estas afecciones es la renovación del propio sistema
de saneamiento. En este sentido, hacia mediados del siglo XX, la sustitución de estas
infraestructuras abovedadas por tuberías y pozos significó la anulación del sistema
previo, destruyéndose el abovedamiento y el fondo para colocar las nuevas
infraestructuras. A día de hoy, la presencia de los muros laterales facilita los trabajos
de excavación, pero a nivel arqueológico, imposibilita analizar los perfiles de la propia
zanja.(fig.3)
Restos de este antiguo sistema de saneamiento han sido documentados en
varias calles, repartidas por todo el casco histórico. Por ejemplo, en calle Don
Remondo, Jesús del Gran Poder, Mendigorría, Federico Sánchez Bedoya, Jesús de las
Tres Caídas, Goles, etc.
La instalación de alcantarillado que hemos descrito ha de relacionarse con el
reabastecimiento de agua corriente que tiene lugar a fines del siglo XIX y principios de
siglo XX.
En 1871 el Ayuntamiento abre un expediente para el abastecimiento de agua
mediante tuberías a presión. Hasta el año 1882 se reciben diferentes propuestas de
varios países. El 4 de marzo de ese año se realiza la concesión por 99 años a un
ingeniero inglés llamado George Higgin para abastecer a la ciudad por dos sistemas:
uno de agua potable procedente de Alcalá de Guadaíra y el otro para riego mediante
una toma directa al Guadalquivir. Higgin le cedió el proyecto a James Easton, uno de
los responsables de la empresa Easton and Anderson, especializada en obras de
abastecimiento, que a su vez llega a un acuerdo con una empresa, The Seville
Waterworks Company, que por entonces no se había constituido, para conceder la
explotación. Las obras para dotar a la ciudad de la red comenzaron en 1883, pero el
traspaso efectivo a la Seville Waterworks Company no se hizo prácticamente hasta el
año 1900.
En relación a restos de la alineciones previas, señalar que en el perfil oriental,
delante del número 51, al desprendirse restos del lateral del alcantarillado ha dejado a
la vista la cimentación de argamasa de lo que sería la fachada anterior al ensanche de
este tramo de la calle. Estos restos se distancian 1.80 m desde el umbral del edificio
actual.(fig.4)
En cuanto a los resultados de la zanja perimetral realizada para la sustitución de
la red de abastecimiento eléctrico, hemos de señalar los rebajes se han ajustado a los
cimientos de los edificios de la fachada de los pares. En primer lugar, llama la atención
que hay inmuebles construidos en el siglo XX pero no afectados por los ensanches se
apoyan en cimentaciones anteriores. Del mismo modo, los que se alinean siguiendo los
nuevos trazados suponen un leve retranqueo respecto a la anterior. En este sentido,
estas cimentaciones antiguas presentan diferentes características, desde estructuras
de ladrillo hasta cimientos de argamasa, algo que podría sugerir diferentes cronologías.
Siguiendo el trazado de las cimentaciones previas a las realineaciones se
comprueba que estas no fueron tan acentuadas como en otras calles de Sevilla.

CONCLUSIONES.

La vigilancia de los movimientos de tierras asociados a las obras de


reurbanización de la calle Cuna en su tramo final (calle Cerrajería-Plaza del Salvador)
no ha deparado resultados destacados más allá de la constatación de la primera
infraestructura de saneamiento.
Pese a tratarse de una calle fundamental en el urbanismo del casco histórico de
la ciudad por su proximidad a espacios destacados como la colegial del Salvador,
antigua mezquita califal, no se han registrado ni estratos ni estructuras anteriores al
siglo XIX. No obstante, el hecho de que la alcantarilla documentada se desvíe por la
calle Cerrajería sugiere que el tramo restante de la calle Cuna hasta la confluencia con
Martín Villa carece de esta infraestructura y por tanto futuras renovaciones de la red de
abastecimiento sí podrían afectar a sedimentos previos a las propias zanjas de
instalación. Es por ello que pese a los resultados de esta intervención debe
mantenerse la cautela en el resto de la calle Cuna.

Figura 1. Vista de los trabajos


Figura 2. Vista general de la zanja de red eléctrica.

Figura 3. Restos del saneamiento abovedado de inicios del siglo XX.


Figura 4. Cimentaciones aparecidas en la zanja de red eléctrica.
Figura 5. Plano de intervención.

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