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Evaluació n final

Durante este trabajo desarrollaré las ideas y aspectos centrales sobre los autores
Daniel Cassany, Walter Ong y Jorge Larrosa, que me servirá n como fundamento y guía para
mi tarea como docente en el nivel secundario.
Los aportes de Walter Ong y Daniel Cassany será n desde la Lectura y la Oralidad,
en cambio Jorge Larrosa me aportará el pensar a la educació n a partir de la experiencia y
qué signifca esto en la prá ctica docente.
Este ú ltimo plantea que la experiencia es eso que me está pasando, no lo que está
pasando sino lo que “me” está pasando, recalcando en ese me, poniéndome en foco a mí
misma. En lo referido de “eso que me pasa”, en base a la experiencia, que supone un
acontecimiento pasa a ser “algo que no soy yo”, que también significa algo que no depende
de mí y el significado es “Otra cosa que yo” que no es lo que yo pienso, lo que yo siento ni lo
que yo quiero.
Esto lo “principio de alteridad”, “principio de exterioridad”, o incluso
“principio de alineación”. Si lo denomino “principio de exterioridad”, es porque está
contenida en la ex/ periencia, eso significa que no hay experiencia y que es exterior a mí,
que no está en el lugar que yo le doy, que está fuera de lugar.
Si lo denomino “principio de alteridad” es porque eso que me pasa otro, radica
tiene que ser otra cosa que yo. Algo completamente algo completamente otro.
Y si lo denomino “principio de alineación”, es porque eso que me pasa tiene que
ajeno a mí, que no pude estar previamente capturado o previamente por mis palabras. En
base a las denominaciones en la experiencia, esa exterioridad del acontecimiento no debe
ser interiorizada, sino que se mantiene como exterioridad. La experiencia no reduce el
acontecimiento, sino que lo sostiene como irreducible.
Reflexividad, subjetividad, transformación: Pero el lugar de la experiencia soy
yo, en mi o en mis palabras, donde se da experiencia, donde la experiencia tiene lugar. Lo
denominaremos “principio de subjetividad”, O “principio de reflexividad”. O, incluso
“principio de transformación”.
Si lo denomino “principio de reflexividad” es porque ese me de lo que “me pasa”,
es un pronombre reflexivo podríamos decir que la experiencia es un movimiento de ida y
vuelta, de ida porque la experiencia supone una salida de uno mismo; y de vuelta porque
la experiencia supone que el acontecimiento me afecta a mí que tiene efectos en lo que yo
soy, podríamos decir que el sujeto de la experiencia se exterioriza en relació n al
acontecimiento que se altera, que se enajena.
Si lo denomino “principio de subjetividad”, es porque el lugar de la experiencia
es el sujeto, dicho de otro modo, porque la experiencia siempre es subjetiva, se trata por
consiguiente de un sujeto abierto sensible vulnerable, etc. Supone también que no hay
experiencia en general.
Si lo denomino “principio de transformación” es porque ese sujeto sensible,
vulnerable y ex/ puesto es un sujeto abierto a su propia transformació n. O a la
transformació n de sus palabras, de ahí que la experiencia me forma y me transforma, de
ahí que el sujeto de la experiencia no sea el sujeto del saber, de ahí que el sujeto de la
formació n no sea el sujeto del aprendizaje ni el sujeto de la educació n, si no el sujeto de la
experiencia.
Pase y pasió n en lo que tiene que ver con el movimiento mismo de la experiencia,
con el pasar de “eso que me pasa”.
Porque la experiencia tiene que ver, también con no-saber, con el límite de lo que
ya sabemos, con el límite de nuestro saber etc.
Lo que hasta aquí vimos, es como el autor nos hable sobre la experiencia en la
lectura y en la escritura misma, lo que nos va a tratar el tema a fondo sobre la escritura y la
oralidad es el siguiente autor.
Walter Ong: en “La oralidad del lenguaje”; la capacidad de leer y el pasado oral en
las décadas pasadas el mundo erudito ha despertado nuevamente al cará cter oral del
lenguaje y a algunas de las implicaciones má s profundas de los contrastes entre oralidad y
escritura. Antropó logos, soció logos y psicó logos han escrito sobre su trabajo de campo en
sociedades orales. Los historiadores culturales han ahondado má s y má s en la prehistoria.
A partir de Saussure, la lingü ística ha elaborado estudios sumamente complejos de
fonología, la manera como el lenguaje se halla incrustado en el sonido. Un contemporá neo
de Saussure, el inglés Henry Sweet (1845-1912), había insistido previamente en que las
palabras se componen no de letras sino de unidades funcionales de sonidos o fonemas, la
oralidad aquí tratada es esencialmente la oralidad primaria, la de las personas que
desconocen por completo la escritura, sin embargo, la lingü ística aplicada y la
sociolingü ística han estado cada vez má s la diná mica de la articulació n oral primaria con la
expresió n verbal escrita, parecía ineludiblemente obvio que el lenguaje es un fenó meno
oral. Los seres humanos se comunican de innumerables maneras, valiéndose de todos sus
sentidos; cierta comunicació n no verbal es sumamente rica: la gesticulació n, Por ejemplo.
Sin embargo, en un sentido profundo el lenguaje, sonido articulado es capital. Donde
quiera que haya seres humanos, tendrá n un lenguaje, y en cada caso uno que existe
bá sicamente como hablado y oído en el mundo del sonido (Siertsema, 1955).
Los lenguajes complejos gestuales son sustitutos del habla y dependen de sistemas
orales del mismo, incluso cuando son empleados por sordos de nacimiento (Kroeber,1972;
Mallery, 1972; Stokoe; 1972).
La escritura, consignació n de la palabra en el espacio, extiende la potencialidad del
lenguaje casi ilimitadamente. “Leer” un texto quiere decir convertirlo en sonidos, en voz
alta e en imaginació n, silaba por silaba en la lectura lenta o a grandes rasgos en la rá pida,
acostumbrada en las culturas altamente tecnoló gicas. La escritura nunca puede prescindir
de la oralidad. Lo que hasta aquí vimos es la escritura y la oralidad a lo largo de la historia,
como se practicaba aun sin ser estudiada como es hoy en día.
El ultimo autor: Daniel Cassany; lo que má s nos enseñ a es sobre la escritura y sus
textos académicos como ser presentados y demá s características que son de gran ayuda.
Sobre la legibilidad: Daniel Cassany dice “el concepto de legibilidad designa el
grado de felicidad con el que se puede leer, comprender y memorizar un texto escrito. Hay
que distinguir la legibilidad tipográ fica, que estudia la percepció n visual del texto
(dimensió n de la letra, contraste, fondo y forma), de la legibilidad lingü ística, que trata de
aspectos estrictamente verbales, como la selecció n léxica o la longitud de frase”.
El estilo llano: “con la progresiva expansió n de la burocracia, la legislació n y la
tecnología, la vida cotidiana se había inundad de escritos imprescindibles que no siempre
se comprendían. Esas asociaciones comenzaron a exigir que se escribiera con un estilo
llano, asequible para todos.
El impulso inicial culmino en un importante movimiento de renovació n de la
reaccionen los á mbitos pú blico y laboral, conocido con el nombre de movimiento del Estilo
llano (…)”.
Con los aná lisis correctos de estos tres autores podemos darnos cuenta que sea la
carrera y/ o título que tengamos son de gran ayuda a la hora de poder estar a cargo de una
clase y parados en un aula frente a los alumnos cuya enseñ a es la que queremos transmitir
de la manera correcta para poder brindarles la mejor herramienta para su futuro.

Bibliografía:
Cassany, Daniel (2014) La cocina de la escritura. Barcelona. Editorial Anagrama.

Kroeber, A. L. (1972), "Sign language inquiry", end Garrick Mallery (ed.), Sign
Language among North American Indians, La Haya: Mouton. Reimpress
Washington, D.C.: 1981.
Jorge, Larrosa (2003) La experiencia de la lectura. Estudios sobre literatura y formación.
Barcelona. Fondo de cultura Económico.
Mallery, Carrick (1972), Sign Language among North American Indians
compared with thar among other Peoples and Deaf-Mutes, con articles de A. L.
Kroeber y C. F. Voegelinian, La Haya: Mouton, Approaches to Semiotics, 14.
Reimpression de una monographic publica end 1881 end ell primer Communicator
del Department de Ethnologic.
Ong. Walter. Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. Fondo de Cultura Económica.
Buenos Aires, 1993.

Wiersema, B. (1955), A Study of Glossematics: Critical Survey of its


Fundamental Concepts, La Haya: Martinis Neuhoff.
Stokes (1972).

Sweet, Henrry (1945-1912)

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