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AG Lectura Habilidades y Roles Directivos
AG Lectura Habilidades y Roles Directivos
El libro de Henry Mintzberg, "La naturaleza del trabajo directivo", permite conocer más a fondo la
actividad directiva. En él clasifica las actividades de los directivos en diez categorías, desgranando
los roles que cada una lleva implícitos y describiendo los comportamientos que a ellos se
adhieren. En su clasificación pueden diferenciarse tres grandes áreas: las relaciones
interpersonales, los roles informativos y la toma de decisiones.
Relaciones interpersonales
En este área se engloban todos los comportamientos que se estructuran en torno a las
asociaciones de dos o más personas, en términos de largo plazo. La naturaleza del vínculo puede
tener carácter personal, si se basa en sentimientos o emociones; o profesional, cuando implica un
interés concreto u alude a un determinado negocio.
Existen tres roles directivos que pueden aglutinarse en el área de relaciones interpersonales que
propone Mintzberg:
● Cabeza visible: destaca su faceta de representante de la organización frente a otras
Roles informativos
La categoría de los roles informativos de Mintzberg describe los comportamientos de los directivos
en su faceta relacionada con la comunicación. En este área se engloban todas las acciones que
de este intercambio bidireccional o multidireccional se requieren, en último término, para la toma
de decisiones. Su misión la configura como una de las áreas más importantes del trabajo de
cualquiera que ostente un cargo de este tipo.
Toma de decisiones
La elección es una parte inherente a la realidad de cualquier directivo. Entre sus funciones se
encuentra el decidir y escoger lo que es mejor para la empresa, seleccionando entre todas las
alternativas posibles. El uso de metodologías cuantitativas suele ser habitual en este área, cuando
lo importante es resolver situaciones de la mejor manera y, muchas veces, en un plazo que no
deja tiempo para las dudas. La precisión es fundamental para ejecutar cualquier de los siguientes
roles:
● Empresario: esta faceta del directivo hace hincapié en su misión de búsqueda de
oportunidades para la organización. Explorar opciones y detectar posibles situaciones
adversas es necesario para emprender cualquier cambio. Actuar con el margen de tiempo
Cualquier persona que se dedique al management debería presentar al menos tres, tal como
Robert Katz (1974) establece. Desde su profundo conocimiento de la materia, Katz identificó las
habilidades directivas básicas, agrupándolas en tres categorías:
● Técnicas: son aquéllas desarrolladas con objeto de originar competencias en una tarea
concreta. Hacen referencia a la capacidad para aplicar el know how a un campo
determinado dentro de la empresa, poniendo en práctica los conocimientos y transmitiendo
la experiencia. Su trascendencia es mayor cuanto más se desciende en el organigrama, y
cobra una importancia crítica en la interacción con los niveles operativos.
● Humanas: comprenden las habilidades sociales y relacionadas que ayudan al directivo en
sus vínculos con otras personas. Implican la capacidad de trabajar con otros y de, al
mismo tiempo, ser capaz de motivarles y guiarles en la consecución de logros, tanto
individuales como de equipo. Esta habilidad es fundamental, ya que las relaciones
interpersonales son una constante para un directivo, y debe ser puesta en práctica junto
con las habilidades comunicacionales.
● Conceptuales: definen la capacidad para evaluar los problemas de la organización, tanto
internos como externos, de forma sistemática los problemas. Percibir interrelaciones y
evaluar la cuenta de resultados son la otra parte de esta habilidad que describe la
capacidad para prever y analizar situaciones complejas. la importancia de esta función
crecerá a medida que se alcancen niveles más altos en el organigrama.
Al mismo tiempo, en función del nivel en el que se desarrolle la labor directiva, primarán unas
habilidades sobre otras. Habilidades técnicas cobrarán protagonismo en la interacción con los
empleados mientras que en posiciones de carácter más estratégico se valorará sobre todo el
aportar habilidades conceptuales. Es obvio que algunas habilidades, como las humanas, deben
siempre estar presentes en los roles ejecutivos.
Aunque la personalidad, la predisposición y el perfil pueden simplificar mucho determinados
procesos de adquisición de habilidades, lo cierto es que todas ellas se pueden aprender. Además,
no son exclusivas de mandos directivos, sino que el acceso a las mismas debería plantearse
como un camino a escoger por cualquier miembro de la organización, ya que beneficia sus
capacidades de autogestión y su eficacia en términos de desempeño.
Por último, debe tenerse en cuenta que ninguna de las habilidades mencionadas tiene carácter
excluyente. Todas son necesarias para la labor de un buen directivo y todas útiles para conducirle
hacia el éxito. La orientación de su trabajo marcará, junto con su posición en la empresa, cuáles
son las que debe priorizar en cada momento.