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PSICOLOGÍA

Grandes experimentos en
Psicología: aportes a la teoría
y a la práctica
GREAT EXPERIMENTS IN PSYCHOLOGY: CONTRIBUTIONS TO THEORY
AND PRACTICE

ARBOCCÓ DE LOS HEROS,


MANUEL*
Universidad Femenina del Sagrado Corazón
Recibido el 7 de diciembre 2018, aceptado el 23 de enero 2019

RESUMEN
En las siguientes páginas haremos un breve repaso de un grupo de experimentos famosos en el campo
de la Psicología. Se trata de experimentos, hallazgos y conclusiones que han ido sumándose al acervo
académico de la especialidad encargada del estudio de los procesos psíquicos y del comportamiento
humano individual y colectivo. Si bien la lista es enorme, en este artículo hacemos mención sólo a unos
pocos, por demás interesantes. Esperamos sean de interés para el lector.

Palabras claves:
Experimentos psicológicos El apego y la situación extraña. El experimento de Solomon Asch. El test
del marshmallow. El experimento de Rosenhan. Rosenthal y el efecto Pigmalión. El experimento de las
ventanas rotas. Zimbardo y la cárcel de Stanford. El experimento de Stanley Milgram. El efecto Halo.
PSICOLOGÍA

*
 3VLFyORJR&OtQLFR\3URIHVRU8QLYHUVLWDULR0DJLVWHUHQ3VLFRORJtDSRUOD81060$UWLFXOLVWDGHO'LDULR2¿FLDOEl Peruano.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8481-310X
Correo: manoloarbocco@gmail.com

Garcilaso 19
ABSTRACT

On the following pages we will make a brief review through a group of famous experiments in the field
of psychology. Experiments, findings, and conclusions that have been added to the academic collection of
specialty responsible for the study of psychological processes and of the individual as well as collective
human behavior. While the list is huge, in this article we do mention just a few, extremely interesting. We
hope are of interest to the reader.

Keywords:
Psychological experiments, The attachment and the strange situation, Solomon Asch experiment, The
marshmallow test, The Rosenhan experiment, Rosenthal and the Pygmalion effect, The experiment of
broken windows, Zimbardo and Stanford prison, The Stanley Milgram experiment, The Halo effect.

„ MARY AINSWORTH Y LA personas, tienden a ser más cálidos, estables y Con los demás, salud mental,
emocional y física
SITUACIÓN EXTRAÑA con relaciones íntimas satisfactorias. Además, se
enferman menos, sanan más rápido, tienen inicia-
John Bowlby (1907-1990) fue un famoso psi- tiva y exploran su medio.
coanalista inglés, investigador del comportamiento
infantil y pionero en los trabajos sobre el apego. Los niños con apego evitativo o evasivo tienen
Tras sus estudios con menores mal adaptados poca confianza en que serán ayudados, cierto
socialmente y su trabajo en una clínica infantil en miedo a la intimidad y prefieren mantenerse dis-
Londres llega a lo que hoy se considera su prin- tanciados de los otros.
cipal aporte: la teoría del apego. El apego es el
primer vínculo psíquico emocional que se establece Por su parte, los niños con estilos de apego
entre el bebé y su cuidador(a), generalmente la ansioso-ambivalente (o resistente), responden a
madre. Este vínculo es intenso entre los dos y se la separación del otro (antes fue con el cuidador)
manifiesta en la relación entre ambos, relación que con angustia intensa y mezclan comportamiento
le provee al bebé seguridad, protección y alivio. de unión con expresiones de protesta, fastidio
y resistencia. Y su conducta social es de mucha
Bowlby estaba interesado en encontrar cómo cautela ante los demás.
este primer vínculo genera manifestaciones ulte-
riores en la esfera mental, comportamental y so- Puede colegirse, entonces, que si de chicos no
cial del individuo. Prestó atención a la interacción tenemos una aceptable experiencia de apego, con
familiar en personas con desarrollo sano y otras cuidadores medianamente sanos que nos acom-
cuyo desarrollo tuvo carencias y patologías. Inspiró pañen exitosamente durante las primeras etapas,
a otros especialistas como Mary Ainsworth (1913- lo más probable es que seamos jóvenes con ca-
1999), quien diseñó una famosa situación experi- rencias anímicas e interpersonales. Los malos
mental (la situación extraña). Ella nos propuso tres estilos de apego se han asociado con madres au-
tipos de apego claramente diferenciados: el apego sentes, madres indiferentes y frías, madres que
seguro, el apego inseguro evitativo o evasivo, y el maltratan a sus hijos (sea de manera física o ver-
apego inseguro ansioso-ambivalente. bal) y madres sobreprotectoras y ansiosas; junto
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a una familia disfuncional. Los estudios reflejan


Los niños con apego seguro tienden a ser que los niños con apego seguro tienen madres
personas más positivas, integradas y con pers- afectuosas, estables emocionalmente, sensibles y
pectivas coherentes de sí mismos. Con las otras responsables con sus hijos.

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Dos grandes psicólogos: Mary Ainsworth junto a John Bowlby.
Imagen tomada de: https://attachment-training.com/

Este acápite ha sido desarrollado dentro de chaban, pero aun así en algún momento muchos
un trabajo más extenso sobre afecto y sexuali- de ellos terminaban cambiando su respuesta y
dad. Puede encontrarse en la Revista Avances en señalando la misma dada por el grupo. Cuando
Psicología (Arboccó, 2017a). los cómplices no emitían un juicio unánime era
más probable que el sujeto disintiera. Los sujetos
„ EL EXPERIMENTO DE que no eran influenciados tanto por la opinión de
SOLOMON ASCH la mayoría no tenían ningún problema en dar la
respuesta correcta.
En 1951 el psicólogo estadounidense Solo-
mon Asch (1907-1996), interesado en el estudio Una variación a este experimento fue el incluir
del comportamiento colectivo, ideó un experi- dentro de este grupo a uno o dos sujetos que
mento por demás interesante sobre la exposición darían las respuestas –a todas luces– correctas.
de un sujeto a una situación de presión grupal. Se observó que bastaba que una persona más
Dentro de un grupo de cómplices del experimen- brindara la respuesta correcta para que el sujeto
tador (entre 5 y 8 individuos), un individuo de- examinado mantuviera su propia respuesta.
bía brindar respuestas ante un test psicológico
de tipo gráfico: tarjetas con líneas impresas en Estos trabajos hablan de presión grupal “indi-
ellas. Después de observar una línea el partici- recta”, pues nadie solicitaba al participante que
pante debía elegir, entre tres alternativas, cuál cambiara su respuesta ni había intentos por influir
era la idéntica a la primera mostrada. Al inicio el directamente en su opinión. El hecho de estar en
sujeto brindaba sus respuestas muy seguro de un grupo y observar una tendencia particular de
sí mismo, pero grande era su sorpresa cuando éste, hace que las personas atiendan y se preo-
sus compañeros de prueba (cómplices de Asch) cupen por “quedar bien”, por “no desentonar”
daban todos como respuesta una alternativa con ese grupo. Somos seres sociales y nos gusta
errada. Lo que se quería investigar era hasta qué adaptarnos y encajar en el entorno.
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punto cambiamos nuestras respuestas o mante-


nemos las que consideramos correctas. En todos Ahora, ¿qué implicancias tiene un estudio
los casos, los sujetos puestos a prueba se sor- como el de Asch en la vida cotidiana? Muchas.
prendían con las respuestas erradas que escu- Pensemos en los procesos electorales, en el

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manejo de la publicidad, en las encuestas y sus „ MISCHEL Y EL TEST DEL
preferencias, en la “voz del pueblo”, en las discu- MARSHMALLOW
siones por las redes, entre otros.
El siguiente es un experimento realizado con
Solomon Asch deja claro con este experimento infantes, que ha sido denominado por los psicó-
que la presión social sobre las personas puede logos como el test del marshmallow (o el test de
inducirlas voluntariamente al error y a la toma la golosina). Ideado en los años sesenta por el
de ciertas decisiones. A tenerlo en cuenta, sobre psicólogo Walter Mischel (1930- ) consistía en
todo cuando decimos eso de que “no me importa hacer pasar a los infantes a una habitación y dar-
la opinión de los demás”. Parece que sí importa y les, uno a uno, un marshmallow e indicarles que
hasta influye en nuestras conductas. si esperaban unos minutos y no lo comían, luego
recibirían uno más, como premio por la espera.
Mientras esto ocurría, a los niños se les grababa
con cámara oculta.

¿Qué desenlace tuvo todo esto? Veamos, los


más pequeños (alrededor de dos años) no se re-
sistían a la golosina frente a ellos y terminaban
por comerla. Los de mayor edad (tres, cuatro
años) si bien les costaba hacerlo, lograban to-
lerar el deseo inmediato y conseguían el segun-
do dulce prometido. Los mayores, finalmente,
esperaban sin tanto esfuerzo los minutos de la
prueba.
Las cartas usadas en el experimento. La carta de la
izquierda es la línea de referencia y la de la derecha ¿Qué demuestra este experimento? Aspec-
muestra las tres líneas para comparar. Imagen tomada tos por demás interesantes. Que a medida que
de internet. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/ se va creciendo se logra tolerar las tentaciones,
Experimento_de_Asch#/media/File:Asch_experiment. controlar el impulso, anticipar consecuencias más
svg
favorables y tomar mejores decisiones. Mientras
más pequeños somos, cerebralmente se activan
más zonas que se asocian al comportamiento
impulsivo y la emoción, y mientras nos vamos ha-
ciendo mayores, entran más en funcionamiento
las zonas pre frontales y frontales, encargadas
del autocontrol, el juicio y la planificación.

Ojo con esos niños y niñas que no toleran


esperar ni un segundo y exigen complacencia
inmediata a todos sus requerimientos. Es muy
probable que no alcancen mayor éxito en lo aca-
démico, laboral y económico, pues para alcanzar
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grandes logros se requiere tolerancia, una mayor


Imagen del experimento original de Solomon Asch. Tomada de:
https://www.google.com.pe/search?q=solomon+asch&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjbh8bDgojbAh
WFf5AKHZ-SAKgQ_AUICigB&biw=1366&bih=588#imgrc=PudVEKz0xCcCJM:

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dosis de paciencia, planificación, algo de sacrifico consideraba como evidencia de que la enferme-
y mucho esfuerzo. Los adultos podemos (y debe- dad mental se percibe como una condición irre-
mos) enseñarles a conseguirlo. Por su bien y por versible, que crea un estigma para toda la vida,
el nuestro. El cerebro es plástico y se modifica antes que como una enfermedad curable o por lo
según el entrenamiento y la educación recibida. menos manejable y no invalidante.

Cuando nos encontremos con esos adultos Algo interesante fue que si bien ningún espe-
impacientes, impulsivos e intolerantes, pense- cialista de estas instituciones descubrió a los im-
mos ¿cómo habrían salido ellos del test del mar- postores, sí lo hicieron algunos pacientes reales,
shmallow? quienes pensaban que se trataba de periodistas
o investigadores. Luego se conoció que los regis-
„ EL EXPERIMENTO DE tros de estos hospitales indicaron que el personal
ROSENHAN interpretaba gran parte del comportamiento de
los seudopacientes como un aspecto de su con-
El trabajo del psicólogo David Rosenhan ducta patológica. Por ejemplo, una enfermera eti-
(1929-2012) forma parte de un interesante es- quetó el hecho de que un paciente tomara notas
tudio que criticó severamente la validez de los como “el paciente se dedica a escribir” y lo con-
diagnósticos y tratamientos psiquiátricos de aquél sideró sospechoso cuando no patológico. Pensa-
entonces (década de los años 60-70). El experi- mos qué ocurriría si de pronto una tarde alguno
mento consistió en pedir citas médicas aduciendo de ellos hablaba consigo mismo como lo hacemos
una manifestación psicótica (alucinaciones auditi- muchos; seguramente, hubiese sido sospechoso
vas), sin que los centros de salud elegidos (públi- de “locura” (para que suene más científico dire-
cos, privados, rurales, universitarios) estuviesen mos “verbalizaciones autodirigidas”).
al tanto del experimento. El mismo Rosenhan y
un grupo de voluntarios –los seudopacientes– La conclusión de Rosenhan y sus colabora-
(personas sanas fingiendo problemas mentales) dores fue que en un lugar percibido tradicional-
fueron hospitalizados y medicados y obligados, mente como insano, como lo es una institución de
una vez dentro, a aceptar que tenían una enfer- salud mental, hasta la persona más cuerda puede
medad mental y que debían tomar su medicación, ser vista como un “loco”. Rosenhan no criticó que
a pesar de que eran personas eran sanas, se los simuladores fueran admitidos (en cualquier
comportaban bien, eran amistosos, colaborado- campo de la salud en general y de la salud mental
res y declaraban ya no tener síntomas extraños. en particular, el diagnóstico se hace teniendo en
Los participantes utilizaron seudónimos, y aque- cuenta la declaración de síntomas del paciente de
llos que trabajaban en profesiones relacionadas quien no se puede sospechar que esté mintien-
con la salud mental (había psicólogos, pediatras do) sino que la hipótesis de la enfermedad mental
y psiquiatras entre el grupo) alegaron otra ocu- fuese mantenida a pesar de la buena salud men-
pación con el fin de evitar algún tipo de trata- tal aparente de los pacientes.
miento especial. Además de dar falsos nombres
y empleos, no se efectuó ninguna otra alteración Rosenhan y los otros seudopacientes denun-
de su biografía. Por otro lado, ninguno tenía an- ciaron también la deshumanización, la invasión
tecedentes de enfermedad mental. de la privacidad, y el aburrimiento que sufrieron
mientras estaban hospitalizados. Informaron que
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Luego de pasar, en promedio, tres semanas aunque el personal parecía bien intencionado, en
hospitalizados (algunos más) todos fueron dados general deshumanizaba a los pacientes; verbigra-
de alta con un diagnóstico de esquizofrenia “en cia, a menudo discutían sobre los pacientes en su
remisión”. Un diagnóstico que David Rosenhan presencia como si no estuvieran allí, y evitaban el

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contacto directo con los pacientes excepto cuan-
do lo exigían sus obligaciones. Algunos ayudantes
cometían abusos verbales y físicos hacia los pa-
cientes cuando otros miembros del personal no
estaban presentes. Tampoco recibían visitas. El
contacto medio con los psiquiatras, psicólogos,
y residentes, todos ellos en conjunto, fue de
una media de 6.8 minutos al día. El trabajo de
Rosenhan generó fuertes controversias cuando
fue publicado. Y coincidía con la voz alzada de
los integrantes del movimiento antipsiquiátrico y
del movimiento humanístico en Psicología de los
años setenta.

Por nuestra parte, hemos visitado más de una


vez el clásico hospital de salud mental “Víctor
Larco Herrera” y hemos visto que no siempre las
condiciones de vida y convivencia son las mejores David Rosenhan. Imagen tomada de: https://
www.soomolearning.com/blogs/posts/rosenhan-s-
en ese lugar. La indiferencia política y administra-
pseudopatient-study
tiva contrarresta las buenas intenciones de los
profesionales de la salud que aún mantienen la nósticos y diferentes recetas por parte de distin-
promesa hipocrática de ayuda y respeto por el tos especialistas consultados al mismo tiempo. Es
que sufre. Revisando textos académicos encon- decir, no había un acuerdo entre lo que aquejaba
tramos información acerca de esta realidad y a muchas de estas personas y, sin mayor examen
vemos que antes era peor. Duele constatar que que el llamado “ojo clínico” (siempre subjetivo y
no existe interés por el sector de salud mental en algo miope hay que reconocer), recibían recetas
nuestras instituciones, salvo algunas excepciones con la autorización para tomar no uno sino hasta
que se reducen a personal idóneo y especialistas cuatro psicofármacos al mismo tiempo.
conscientes y sensibles; pero como política públi-
ca, no; como prioridad de los gobiernos, no. Hay quienes consideran que este experimento,
junto a otras críticas que provenían de los secto-
Luego del trabajo de David Rosenhan surgen res más vanguardistas de la psicología clínica, de
la preguntas siguientes: ¿Será que los diagnós- la psiquiatría y de la sociología, aceleró el movi-
ticos médicos no son siempre tan exactos como miento de reforma de los hospitales psiquiátricos
suponemos? ¿Será que los síntomas están no y de desinstitucionalización del tratamiento de los
tanto en el paciente sino en la mirada particu- enfermos mentales en la medida en que fuera
lar (propatológica) del “especialista” ¿Cuántos posible.
médicos o cuántos psicólogos y psicoterapeutas
podemos caer en esto que encontró Rosenhan? Recordamos películas como Atrapado sin sali-
da –conocida también como Alguien voló sobre el
Hace unos cuantos años, en los EE UU, para nido del cuco– (Fantasy Films, 1975), protago-
la elaboración del documental El fraude de la psi- nizada por Jack Nicholson, o El sustituto, conoci-
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quiatría (CCDH, 2009), sobre usos y abusos de la da como El intercambio (Imagine Entertainment,
medicina psiquiátrica, algunos seudopacientes – 2008), con Angelina Jolie, por mencionar sólo
con cámara de vídeo encubierta– nos mostraban dos de muchas que han mostrado cómo esos lu-
cómo ante la misma queja recibían diferentes diag- gares, que fueron creados para albergar, acom-

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pañar, tratar y disminuir las penas anímicas de „ ROSENTHAL Y EL EFECTO
sus ocupantes, fueron empleados para controlar, PIGMALIÓN
violentar, chantajear y hasta quebrar a personas
que quizá no merecían estar ahí. En los años sesenta el psicólogo Roberth Ro-
senthal (1933) hizo una evaluación a un grupo
Este artículo no trata de desprestigiar la de estudiantes de colegio y los dividió en dos
práctica clínica de un psicólogo ni de un médico grupos, según los resultados de la evaluación,
psiquiatra; tampoco, negar la existencia de la en- como “alumnos con mejor potencial” y “alumnos
fermedad mental. Más bien nos invita a repensar promedio y/o de bajo nivel”, y así los presentó
cuántos estigmas tenemos nosotros mismos en a sus profesores, quienes debían hacer el mejor
la cabeza, cuánto influye en nosotros el trabajar trabajo posible con ellos el resto del año escolar.
cientos de horas con personas con problemas ¿Qué ocurrió? Pues lo esperado: los estudiantes
de salud mental y cómo podemos enfermar más del primer grupo obtuvieron promedios más altos
(iatrogenizar) a algún paciente que, confundido y que los del segundo grupo. Sin embargo, Rosen-
preso de su angustia existencial, saldrá del con- thal había ocultado a los profesores (como parte
sultorio sabiendo ahora que tiene una etiqueta y del experimento) que en realidad ambos grupos
que normal no es. Y lo peor de todo, que quizá eran mixtos, con estudiantes de niveles altos, me-
nunca lo será. dios y bajos.

Terminamos con lo que dijo David Rosenhan Con este experimento se comprobó que las
en una entrevista luego que su experimento fuera actitudes y creencias de los docentes influyen di-
público: rectamente en el rendimiento de los alumnos. Es-
tas actitudes pasaban, según investigó Rosenthal
“Les dije a mis amigos, a mi familia: ‘Saldré (y sus colaboradores), a generar un mejor clima
de allí cuando tenga que salir, eso es todo. en el aula, dar mayor posibilidad de respuestas y
Estaré allí un par de días y luego saldré’. ¡Na- oportunidades, un mejor trato al alumno, una ma-
die tenía ni idea de que pasaría dos meses yor retroalimentación, así como más esfuerzo del
allí! El único modo de salir era aceptar que docente para que el alumno entienda los temas.
tenían razón. ‘Dicen que estoy loco, pues lo Al fin de cuentas, estos alumnos “tenían poten-
estoy, pero estoy mejorando’. Era una afir- cial” según las pruebas iniciales.
mación de la imagen que ellos tenían de mí”.
Este experimento es conocido como “Efecto
David Rosenhan en el programa de la BBC Pigmalión” en alusión al mito griego donde Pig-
“The Trap” (BBC, 2007). malión, un escultor, decide crear a la mujer de
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Escena de la entrevista a David


Rosenhan para el Documental The Trap
(La trampa), muchos años después de
su experimento. Disponible en: http://
www.dailymotion.com/video/x2c1w79

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sus sueños, Galatea, deseando cada noche que Se buscó probar, en una situación experimen-
algún día la estatua cobrara vida. Tanto fue su tal, cuánto dolor infligiría un ciudadano corriente
deseo que la diosa Afrodita le concedió la dicha a otra persona simplemente porque se lo pedían
de tener a la amada dándole vida a la fría escul- para un experimento científico. La férrea autori-
tura. De esta manera, el deseo, la expectativa y dad se impuso a los fuertes imperativos morales
la esperanza se convirtieron en realidad, como de los sujetos participantes de lastimar a otros a
en los trabajos del psicólogo Rosenthal. Luego pesar de las quejas y gritos (simulados) de las
se hablaría en Psicología del efecto en positivo “víctimas”.
(para conseguir resultados óptimos) y del efecto
en negativo (lo contrario). Lo que quería estudiarse era hasta qué punto
una persona continuaba el experimento aplican-
Este efecto vale no sólo en el ámbito educati- do como castigo la descarga eléctrica, que iba
vo. Pensemos lo que ocurre en casa, en una em- aumentando peligrosamente de intensidad –in-
presa o en un club deportivo. Las expectativas, clusive con señales de peligro en el tablero de
actitudes y creencias en el comportamiento de un mando– tan sólo porque una autoridad –en este
padre para con su hijo, de un profesor para con caso un psicólogo a cargo con mandil blanco y
su alumno, de un jefe para con su empleado y rostro muy serio– se lo solicitaba. Previamente
de un entrenador para su dirigido influyen direc- los participantes habían sido entrevistados para
tamente en el rendimiento y la conducta de los descartar a personas con problemas psicológi-
mismos. ¿Estaremos actuando como Pigmalión? cos, pues es entendible que alguien con rasgos
¿o no? (Arboccó, 2016a). sádicos o psicopáticos bien pudiera hasta gozar
de un ejercicio así. No. Las personas eran indivi-
„ EL EXPERIMENTO DE duos dentro de los estándares, digamos, prome-
STANLEY MILGRAM dio o “normales” (palabra que escribimos entre
comillas por su particularidad e implicancia). Los
Stanley Milgram (1933-1984) fue un psicó- participantes eran personas de entre 20 y 50
logo estadounidense que, en los años sesenta, años de edad y de diferente nivel de educación.
estudió la obediencia a la autoridad. Para su
propósito ideó una interesante situación expe- Antes de realizar el experimento, Stanley Mil-
rimental: tomó voluntarios a quienes hizo creer gram consultó a especialistas en Psicología sobre
que participarían en un experimento psicológico su parecer acerca del porcentaje de personas que
sobre aprendizaje, memoria y dolor, y que a ellos podrían continuar el experimento hasta el final,
les tocaba el papel de “evaluadores”, pero los hasta aplicar descargas muy altas como castigo
“evaluados” eran en realidad cómplices de Mil- a las respuestas erradas (hasta 450 voltios). Se
gram, que uno a uno iban pasando a una sala estimó un rango promedio de 1% a 5%, con un
contigua y debían responder, por un micrófono, máximo de 10%. Grande fue la sorpresa cuando
a una serie de preguntas de un test, y cuando más de la mitad de los participantes terminaron
cometían un error recibían una descarga eléctrica el experimento; claro que no muy a gusto. Sobre
directa a la mano, a través de un dispositivo elec- este último punto Milgram narra que veía cómo
trónico que el evaluador accionaba. La intensidad gente adulta titubeaba, le hacían preguntas so-
de la descarga iba en aumento, desde pequeña bre el sujeto que estaba en la otra habitación, se
hasta llegar a grandes voltajes; el quejido de los mostraban ansiosos, se demoraban en seguir el
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evaluados también iba en aumento. Por supues- experimento, volteaban, estaban inquietos, pero
to que no se enviaba ninguna descarga eléctri- finalmente seguían la orden dada por él y esto a
ca –todo era simulado– pero los evaluadores lo pesar que eran voluntarios, no estaban obligados
ignoraban. por ninguna razón a continuar hasta el final. Cierto

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es que una buena parte se detenían y daban por pesar de la incomodidad, podemos cumplir órde-
terminado el ejercicio antes de llegar a enviar cas- nes que van contra lo que consideramos correc-
tigos con voltajes altos, pero, ya lo hemos dicho, to. La buena voluntad de los adultos de aceptar
más de la mitad siguió –a pesar de la incomodi- casi cualquier requerimiento ordenado por una
dad– con la intención de cumplir la orden dada. persona considerada una autoridad constituye el
principal descubrimiento del estudio de Milgram.
Se observó que cuando los “evaluadores”
alcanzaban los 75 voltios, se ponían nerviosos „ LAS “VENTANAS ROTAS” DE
ante las quejas de dolor de sus “alumnos” y ZIMBARDO
deseaban parar el experimento, pero la férrea
autoridad del investigador les hacía continuar. Al En la década de los años sesenta un psicó-
llegar a los 135 voltios, muchos se detenían y se logo social de la Universidad de Stanford, Philip
preguntaban el propósito del experimento. Otros Zimbardo (1933), realizó un interesante experi-
hacían la advertencia de que ellos no se hacían mento. Colocó dos autos idénticos en dos lugares
responsables de las posibles consecuencias a muy distintos de los EE UU. Uno de ellos en una
los “evaluados”. Algunos participantes incluso zona pobre y violenta, y el segundo auto en una
comenzaban a reír nerviosos al oír los gritos de zona de mejores ingresos y de mayor comodidad.
dolor (fingidos) provenientes de su “alumno”. Y dejó los autos ahí; los abandonó. ¿Qué cree us-
ted que sucedió luego? Sí, el primer auto fue en
Este experimento ha sido repetido y los resul- pocos días saqueado, hurtaron sus partes, hasta
tados han sido muy similares. Demuestra que, a que al final, cuando ya no había nada valioso por
robarle, fue prácticamente destruido. El segundo
auto permanecía intacto. ¿Cómo lo explica usted?
Seguramente dirá que la pobreza de la zona y de
sus habitantes era responsable del hurto, el pillaje
y el vandalismo. Pero no. Ocurre que en la segun-
da parte del experimento, los científicos rompieron
una de las ventanas del auto que permanecía in-
tacto ¿y qué creen? pues se desencadenó un pro-
ceso parecido al anterior. El auto fue poco a poco
desmantelado hasta que finalmente quedó reduci-
do a cero. Pero ¿por qué ocurrió esto? entonces
no se trataba solo de pobreza. Evidentemente es
algo que tiene que ver con la Psicología, el com-
portamiento humano y con la convivencia pública.

En resumidas cuentas, el experimento nos


dice: cuando en una propiedad (o en un lugar)
aparecen señales de descuido, desorden o de-
terioro, esto puede ser suficiente para que la
En la imagen, el investigador (V) persuade al colectividad vea en eso la ausencia de dueño, au-
participante (L) para que dé lo que éste cree son toridad y de normas, y es en esas circunstancias
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descargas eléctricas dolorosas a otro sujeto (S), el cual


es un actor que simula recibirlas. Muchos participantes donde el civismo se pierde. La primera ventana
continuaron dando descargas a pesar de las súplicas rota dejaba ciertos mensajes: “aquí no hay nadie
del actor para que no lo hiciesen. Tomado de: https:// que cuide de esto”, o peor aún “acá puedes ha-
es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram#/
media/File:Milgram_Experiment.png cer lo que te dé la gana”.

Garcilaso 27
Experimentos como este son valiosos para en- ante un cambio radical de ambiente y al obtener
frentar problemas sociales. Pensemos en algunos un nuevo rol en ese ambiente. ¿Cambiaría una
lugares del país donde las calles están llenas de persona? ¿Se volvería –el que hace las veces de
basura, sucias, deterioradas, con las pistas destrui- policía de una prisión– un joven dominante, cas-
das y sus fachadas pintarrajeadas. ¿Qué mensaje tigador o abusivo? ¿Qué ocurriría, por su parte,
da ese barrio o ese distrito? Las autoridades muni- con el reo: desafiaría a la autoridad o se inhibiría
cipales, alertas de esto, deberían ejercer el orden de hacerlo?
y la limpieza y, por ejemplo, mandar a recoger la
basura diariamente, pintar las calles, colocar lu-
ces (hay investigaciones sociales que demuestran
mayor incidencia de delitos en zonas donde reina
la oscuridad), recuperar parques, jardines, lozas
deportivas, etc. Es mejor arreglar los problemas
cuando aún son pequeños, y hacerlo lo más rápido
posible, ya que parece que el descuido y desinterés
para corregir irregularidades menores lleva inevi-
tablemente a un efecto en cadena. Si una comuni-
dad exhibe signos de deterioro y desorden, y esto
es algo que no es tomado con la debida impor-
tancia por las autoridades, entonces allí se crean
las condiciones para que surja y prospere el delito.

Este es un pequeño ejemplo de cómo la Psi- Philip Zimbardo. Imagen tomada de: https://twitter.com/
cología y la investigación social pueden y deben philzimbardo
llevarse a la práctica en la búsqueda de solucio-
nar problemas ciudadanos y construir una mejor El estudio, que había sido planificado para dos
sociedad para todos. semanas, tuvo que ser detenido por Zimbardo
mucho antes al ver los abusos que empezaban
„ EL EXPERIMENTO DE LA a cometer los, ahora sádicos, guardias y al notar
CÁRCEL DE STANFORD los niveles de estrés y depresión que mostraban
los presos. ¿Qué había ocurrido? La conclusión
EEn los años 70, nuevamente Philip Zimbardo, es muy clara: podemos ser peores (más mal-
condujo un experimento sobre comportamiento, vados, crueles y perversos) de lo que somos si
roles y agresión. Convocó a jóvenes estudian- se dan ciertas condiciones en el entorno. Cierto
tes universitarios para que asumieran los roles es que no todos los guardias mostraron ese ni-
de guardias y de reos, en una celda ficticia am- vel de sadismo, pero es de suponer que lo más
bientada en los laboratorios de Psicología de la probable es que ciertas personas perderían más
Universidad de Stanford. Los jóvenes reos fueron fácilmente el autocontrol y el juicio moral si se
“arrestados” sin previo aviso y llevados a esta dieran ciertas órdenes, permisos o condiciones
prisión donde los esperaban sus “compañeros” en su medio. En este experimento los guardias
policías, quienes habían recibido porras y vestían habían interiorizado ciertas atribuciones que Zim-
uniformes militares, además de portar gafas de bardo propició y habían representado muy bien
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espejo que impiden el contacto visual. el rol asignado.

El experimento buscaba ver si el comporta- Se discutía así con los resultados esa idea
miento habitual de una persona podía modificarse entre algunos psicólogos de que la personali-

28 Garcilaso
dad es una y sigue siendo la misma pase lo que Veamos: la percepción es un proceso mental
pase, estemos donde estemos, es decir que la por el cual interpretamos la información senso-
personalidad es inmodificable. Pero, a la luz de rial que nos llega o que somos capaces de cap-
los hechos, parecía que las situaciones provocan tar. Pero la percepción suele estar influenciada,
ciertas conductas que no corresponden a la per- además de las capacidades sensoriales, por el
sonalidad individual previa. estado de ánimo, las experiencias previas, la ca-
pacidad de entendimiento, los prejuicios, el nivel
¿Cómo termino todo? Pues mandaron a todos de fatiga, entre otras variables.
a sus casas y al cabo de algunos días todos re-
gresaron a su patrón de comportamiento básico, Ahora bien, ¿qué pensamos de las demás
regular, al acostumbrado, propio de jóvenes es- personas cuando las vemos por primera vez? El
tudiantes universitarios. nombre de Efecto halo fue acuñado por el psicó-
logo estadounidense Edward Lee Thorndike lue-
Este experimento ha inspirado el trabajo cine- go de investigaciones empíricas durante las pri-
matográfico, hasta en dos oportunidades, como meras décadas del siglo XX. Este sesgo cognitivo
hemos analizado en otro momento (Arboccó, consiste en una desviación en el procesamiento
2017b, p. 13) de lo percibido, por lo cual solemos calificar mejor
a las personas que nos dan una buena impresión
„ LA APARIENCIA Y EL EFECTO o “nos parecen simpáticas” (Arboccó, 2016b, p.
HALO 12).

¡Cómo te ven, te tratan! Frase que recordamos En sus experimentos, los psicólogos han nota-
haber escuchado a los mayores por casa, cuando do que las personas percibidas como atractivas
siendo muy jóvenes nos disponíamos a salir rau- son evaluadas como más amistosas y honestas.
damente a la calle sin haber reparado en nuestro Por tanto, si nos gusta una persona tendemos a
vestuario, calzado y apariencia. Pensábamos que calificarla con características favorables, a pesar
era una exageración o un simple comentario po- de que no disponemos de mucha información so-
pular. Sin embargo, a la luz de lo investigado en bre su manera de ser y actuar; podemos incluso
el campo de las relaciones humanas, parece que asumir que viene “de buena familia”, “que debe
tenían algo de razón. ser inteligente y de buenas costumbres” o “que
es una chica saludable y correcta” sólo por una
interpretación favorable a priori.

Por ejemplo, un sujeto que es percibido como


atractivo, en una entrevista de trabajo, debido a
su físico, también será percibido como responsa-
ble, generoso o inteligente. El rol del atractivo en
la aparición del efecto halo ha sido respaldado
por muchos estudios; así, un estudio reveló que
el atractivo puede afectar a la percepción que te-
nemos sobre la vida de esa persona, su nivel de
éxito y hasta su personalidad en conjunto.
PSICOLOGÍA

La Psicología social suele recordarnos que


Imágenes del experimento original. Tomado de: http://
elhistoricon.blogspot.pe/2017/01/el-experimento-de-la-
tendemos a atribuir mayor éxito (intelectual, so-
carcel-de-stanford.html cial, sexual, familiar, económico) a la vida de las

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personas que nos parecen agradables, y menor l5yI7g. Recuperado el sábado 12 de mayo
éxito a las que nos parecen poco agradables a del 2018. Página web de la Comisión http://
pesar de que no disponemos de mucha informa- www.cchr.mx/cchr-reports/massive-fraud/
ción sobre ellas. Este efecto se da en muchos introduction.html
ámbitos de la vida cotidiana, incluyendo en las
7. Fantasy Films (1975). Atrapado sin salida.
aulas, la política, los programas de concursos, la
Película. Director Miloš Forman. EEUU.
publicidad y en los procesos judiciales. ¡A tenerlo
en cuenta! 8. Imagine Entertainment, (2008). El sustituto.
Película. Director Clint Eastwood. EEUU.
„ REFERENCIAS

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oportunidad, inclinación y desafío”. En
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efecto halo”. Diario Oficial El Peruano, del
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modernidad”. En Revista Avances en Psi-
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4. Arboccó, M. (2017b). “El experimento”.
Diario Oficial El Peruano, del 1 de abril del
2017; página 13. Disponible en: http://www.
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nible en: http://www.dailymotion.com/video/
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mayo del 2018.
PSICOLOGÍA

6. CCDH, Comisión de Ciudadanos por los De-


rechos Humanos, (2009) Documental El
fraude de la psiquiatría. Disponible en: ht-
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