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CASO PRACTICO N.

º 01:

Una señora decide comprar una casa y para ello pide un crédito al Banco, la entidad le exige la
suscripción de un PAGARE, el cual solo será puesto a cobro si la señora se retrasa en el pago 2
cuotas consecutivas o no. Al cabo del segundo año de pago, de un total de 5 años, la señora
deja de pagar la cuota de julio y noviembre por lo que el Banco decide ejecutar el pagare.

Usted es abogada de la señora, que estrategias jurídicas realizarla para solucionar la


controversia.

El acreedor ante el incumplimiento de su deudor podrá ejercer la “acción ejecutiva”, que no es


otra cosa que el derecho que tiene el acreedor de provocar el ejercicio de la jurisdicción en la
forma de la ejecución forzada, poniendo las manos (los órganos jurisdiccionales) sobre el
patrimonio del deudor para que con su realización se satisfaga el derecho del acreedor.
(Casassa Casanova, 2016, p. 232)

En otras palabras, como regla general, antes de entablarse un proceso ejecutivo deberá haber
existido previamente una relación jurídica obligatoria compuesta por un lado activo (acreedor
o acreedores), un lado pasivo (deudor o deudores) y un objeto (cuya prestación podrá consistir
en un dar, hacer o no hacer). Pudiendo el acreedor exigir al deudor el cumplimiento de dicha
prestación. No obstante, a pesar de estar obligado el deudor para con el acreedor, se muestra
reticente a satisfacer su interés. A partir de ese momento, el órgano jurisdiccional podrá forzar
al deudor a cumplir con lo que se obligó originalmente.

El pagaré se emplea para dejar constancia de que se pagará el dinero acordado por un
producto o servicio. El objetivo es que las dos partes establezcan las condiciones del mismo
para que este título de crédito no pierda la seguridad en la que se basa.

Uno de los principales beneficios que tiene el emisor del pagaré es el plazo que obtiene para
pagarlo, pues cuando se emite este documento contable, se establece una fecha. Hasta que no
pase de la misma, no es necesario desembolsar el monto económico pactado.

Por su parte, para el tenedor de este documento escrito su principal ventaja es contar con la
confianza y transparencia que hará el cobro en un tiempo establecido. Cabe precisar que es
posible que el emisor del pagaré (librado) cumpla el pago de la venta o servicio efectuado
antes de la fecha acordada.

El pagaré es un contrato jurídico vinculante. Por eso, el emisor está obligado a cumplir con la
entrega del dinero acordado. De no realizarlo, un juez decidirá a favor del prestatario.

Este documento escrito solo se puede emitir si las dos partes implicadas están de acuerdo.
Además, suele ser empleado cuando la relación comercial es consolidada. Sin embargo, si la
relación es nueva y se desconoce si la otra parte tiene fondos suficientes para cumplir, el
compromiso puede generar dudas.

Los Pagarés que garantizan operaciones de crédito pueden ser desmaterializados o


anotados en cuenta mediante su registro electrónico en CAVALI, siendo esta acción
realizada por el Participante en cuya cuenta matriz se alojará dicho título valor. 
La Ley de Títulos Valores en sus artículos 158° y 159° establecen las formalidades
para que el Pagaré tenga mérito ejecutivo, por lo que en cumplimiento de lo señalado
por la Ley, si se anota en cuenta un Pagaré incompleto en CAVALI, en caso requiera
su ejecución por incumplimiento del pago, deberá completarse en el Registro Contable
la información necesaria, como es el monto neto pendiente de pago, las tasas de
interés respectivas, entre otros datos, conforme al acuerdo de llenado. 

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