Está en la página 1de 17

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/337947148

La Pandemia de Gripe Española de 1918-1920. Análisis de la mortalidad en


Melilla TRAPANA 12 2019

Article · December 2019

CITATIONS READS

2 6,436

1 author:

Daniel Castrillejo
Consejería de Bienestar Social y Salud Pública de Melilla, Spain
34 PUBLICATIONS   197 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Cyceva View project

All content following this page was uploaded by Daniel Castrillejo on 16 December 2019.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

La pandemia de gripe «española»


de 1918-1920. Análisis de la
mortalidad en Melilla

Daniel Castrillejo Pérez. (MD, PhD)


Vocal de la A.E.M.
Servicio de Epidemiología. Dirección General de Sanidad y Consumo de la C.A. de Melilla
dcastr01@melilla.es; d.castrillejo@telefonica.net

RESUMEN
Hace 100 años padecimos la más mortífera de las pandemias de la época mo-
derna. En este artículo se hace una revisión de los que supuso la pandemia de
gripe entre 1918-1920 y se pretende analizar lo ocurrido y cómo pudo afectar a
Melilla. Se estudia la mortalidad en la Ciudad durante las diferentes ondas que
ocurrieron y se comparan los resultados con otros estudios realizados.
Entre las lecciones que deja el estudio de las pandemias, en especial las de gri-
pe, está la de pensar sobre nuestra capacidad de respuesta ante un hecho similar,
su planificación y sobre todo la preparación.
ABSTRACT
One hundred years ago we suffered the deadliest modern age pandemics. On
this article we will revise the influenza pandemic outcome in the years 1918-
1920 and we will try to analize what happened and how the city of Melilla was
affected. The mortality in the city will be studied in all different waves and the
results are compared with other studies.
One of the learned lessons, specially from influenza pandemics, is the thought
about our capacity of response, its planification and, over all, its preparation.

PALABRAS CLAVE
Gripe pandémica de 1918-1920, gripe española, España, Melilla.
KEYWORDS
1918-1920 Influenza pandemic, Spanish flu, Spain, Melilla.

1. 1. Introducción
ceso gripal. Aquellas personas más legas en
Como inicio de este artículo creo necesario ha- la materia verán facilitada la comprensión del
cer una somera descripción nosológica del pro- proceso patológico que se estudia.

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 123


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

La gripe es una infección respiratoria aguda, subtipos en función de la antigenicidada1de las


por lo general autolimitada, causada por el virus glicoproteínas situadas en la superficie del vi-
de la gripe de tipo A o B, que se produce en bro- rus, la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa
tes de intensidad variable, que en nuestro he- (N). En función de los diferentes subtipos de H
misferio norte se produce estacionalmente casi y de N hay diferentes subtipos de virus A. Los
todos los inviernos1. Suele comenzar de forma subtipos actuales de virus de la gripe A que cir-
brusca con fiebre y escalofríos, acompañados culan ampliamente entre los seres humanos son
de dolor de garganta, tos seca, dolor de cabeza, el A(H1N1) y el A (H3N2). A lo largo del siglo
congestión nasal, malestar general y/o dolores XX las pandemias de gripe han sido causadas
musculares. En niños las manifestaciones gas- por un virus A, por un A(H1N1) en 1918-19,
trointestinales (nausea, vómitos, diarrea) pue- por un A(H2N2) en 1957-58 y por un A(H3N2)
den acompañar la fase respiratoria, mientras en 1968-69. El tipo B tiene dos linajes (Victo-
que en pacientes de edad avanzada es más fre- ria y Yamagata) antigénicamente distintos que
cuente la aparición de dificultad respiratoria, el circulan entre los humanos.
empeoramiento de las patologías subyacentes y El genoma de estos virus de la gripe pre-
es posible que la temperatura no esté elevada2. senta una elevada tasa de mutaciones y con-
Etimológicamente el término podríamos de- lleva la aparición de nuevas variantes. Dos
cir que proviene del francés grippe: garra, gan- son los principales mecanismos y se denomi-
cho, porque la enfermedad “agarra” de forma nan: deriva antigénica (antigenic drift) y va-
brusca y del inglés influenza, que proviene del riante antigénica (antigenic shift). El primero
italiano influenza (influencia) que lo vinculaba es producido por la acumulación de mutacio-
con factores externos como el aire, la tempe- nes puntuales, y llevan a eludir las defensas hu-
ratura, … y es una expresión de lo que fueron manas constituyendo la base virológica de las
las teorías miasmáticas sobre las causas de en- epidemias estacionales. Es también la razón
fermar. de que cada temporada tengamos que adaptar
La mayoría de las personas infectadas por el las vacunas gripales a las cepas de virus gri-
virus de la gripe se recuperan en una o dos se- pales que creemos que circularan en la tempo-
manas, pero en algunos casos pueden desarro- rada siguiente. El segundo (antigenic shift) son
llarse complicaciones. Las complicaciones más mutaciones que conducen a saltos de la barrera
frecuentes de la gripe estacional, que año tras interespecie dando lugar a nuevos virus con po-
año nos visita sin falta, son la neumonía viral tencial pandémico, siempre que causen enfer-
primaria o la infección respiratoria bacteriana medad en seres humanos, que tengan una alta
secundaria, que ocasionalmente puede llegar transmisibilidad y tengamos poca o ninguna in-
a ser grave y derivar en neumonía. El riesgo munidad frente a estos nuevos virus en la po-
de enfermedad grave y de muerte es mayor en blación. Sólo el virus de la gripe A es capaz de
niños menores de 2 años, adultos mayores de sufrir estos cambios antigénicos mayores3.
64 años y personas de cualquier edad con pa- Por lo general, los seres humanos nos infec-
tologías subyacentes que incrementan el riesgo tamos por virus de la gripe humana A(H1N1),
de desarrollar complicaciones derivadas de la A(H3N2) y B, y somos su principal reservorio.
gripe. Existen otros reservorios animales (aves, cer-
El virus de la gripe es un virus ARN (fami- dos, caballos…) que de forma excepcional y es-
lia Orthomysoviridae). Existen tres tipos deno-
minados A, B y C. Los dos primeros son los
responsables de las epidemias que aparecen los
a
Antígenicidad: capacidad de producir una respuesta
inmune específica a la acción de los antígenos.
inviernos y el C generalmente causa una enfer- Antígeno: sustancia que, introducida en un organismo
medad respiratoria moderada, esporádica e in- animal, da lugar a reacciones de defensa, tales como la
cluso asintomática. El tipo A presenta varios formación de anticuerpos.

124 Daniel Castrillejo Pérez


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

porádica son capaces de infectar al ser humano. brotes de gran envergadura que aparecen sin
Serían virus de la gripe de origen aviar, como el una secuencia determinada provocando ele-
A(H5N1) o porcino que infectan a los humanos. vadas morbi-mortalidades. Progresan con ra-
La susceptibilidad es universal, así las perso- pidez afectando a todas las zonas del planeta,
nas que no han pasado la enfermedad o no están asociándose con el surgimiento de un nuevo
adecuadamente inmunizadas son susceptibles. El virus contra el que la mayoría de la población
principal medio de transmisión de la gripe es a no tiene inmunidad. Es frecuente su aparición
través de la tos y los estornudos de las personas fuera de la estación habitual, incluso en verano.
infectadas, existiendo también una transmisión También es de destacar la mortalidad elevada,
por contacto indirecto donde el virus se deposita especialmente entre individuos jóvenes antes
en superficies por manos sin lavar con secrecio- sanos5. Otra característica es la aparición de va-
nes respiratorias. En las infecciones humanas de rias oleadas de enfermedad justo antes y des-
origen aviar o porcino, éstas se han relacionado pués del gran brote.
con el contacto directo o indirecto con animales Podríamos decir que desde finales del siglo
infectados vivos o muertos. XIX hemos asistido a las siguientes pandemias
De aquí la gran importancia en estas enfer- intensas de gripe6,7:
medades de la adopción de medidas preventi- ••1889-1890. Que tuvo un rebrote en 1892.
vas de higiene general, tales como: cubrirse la Denominada “Gripe Rusa”
nariz y la boca al toser o estornudar con un pa- ••1918-1919. “Gripe española”
ñuelo de papel o con la parte interior del codo, ••1957-1958. “Gripe asiática”
lavarse regularmente las manos y evitar tocarse ••1968-1969. “Gripe de Hong Kong”
los ojos, nariz o boca. En 2009 la OMS declaró la considerada
Para ayudarnos a comprender mejor lo que como primera pandemia de gripe del Siglo
supone una gripe estacional, hoy en día, po- XXI, extremadamente leve, denominada “gripe
demos dar los siguientes datos: se estima que A”, “gripe porcina” y “gripe AH1N1”
en la temporada 2017-2018 la gripe estacional Hablando de gripe, y antes de centrarnos en
produjo en España 700.000 casos leves, 52.000 la gripe de 1918-1919, no puedo dejar pasar la
casos hospitalizados, 14.000 con complicacio- oportunidad de resaltar un hecho, la identifica-
nes graves, 3.000 admisiones en UCI y unas ción de la primera epidemia del Nuevo Mundo,
15.000 defunciones relacionadas con gripe4. que fue de influenza, por una figura preeminente:
En lo que vamos a centrarnos en este artí- el profesor Francisco Guerra. Tras años de inves-
culo es en las pandemias, y la gripe pandémi- tigación en 1986 identificó la primera epidemia
cab2puede tener resultados devastadores. Son americana, la influenza o gripe de 1493, en Santo
Domingo (Hispaniola o Isla Española), introdu-
b
Recordemos los términos: una enfermedad es Esporá-
cida durante el segundo viaje de Colón por los
dica (del gr. σποραδικός sporadikós ‘disperso’.): cuando caballos y cerdos enfermos por el virus, que en
en la incidencia de casos no se observa ninguna continui- breve tiempo acabó con los indígenas del Caribe
dad en el tiempo y el espacio. y la mitad de los españoles. De esta forma que-
Endemia (del gr. ἔνδημος éndēmos ‘endémico’: del terri- daba explicada la primera gran sima demográfica
torio propio): es la presencia habitual de una enfermedad
en un área geográfica determinada.
americana, la que había hecho clamar a Barto-
Epidemia (del gr. ἐπιδημία epidēmía, epi-: sobre; demos: lomé de las Casas en defensa de los indios. Dos
pueblo): es la presentación en una comunidad (Brotes) o años después en el 46th International Congress of
región de casos de enfermedad que excede la incidencia Americanists, en Amsterdan, se destacó la epide-
normal esperada. Que ataca al mismo tiempo y en el mis- mia de influenza de 1493, decisiva para la histo-
mo país o región a un gran número de personas.
Pandemia (Del gr. πανδημία pandēmía ‘reunión del pue-
ria de América, y quedó firmemente establecido
blo’. pan-: todo; demos: pueblo): es una epidemia que el papel de las epidemias en la despoblación ame-
afecta a varios países o continentes. ricana8.

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 125


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

Tal como nos indica Francisco Guerra, “las 3. Resultados


descripciones coetáneas, su concordancia en
cuanto a signos clínicos básicos, la confirma- 3.1. La Gripe de 1918-1920, llamada “española”
ción de detalles complementarios y los hechos
epidemiológicos posteriores permiten afirmar Hace 100 años padecimos la más mortífera de
que la pandemia aparecida en la Isla de Santo las pandemias de la historia moderna. Se cal-
Domingo en 1493, principal responsable de la cula que entre 25 y 50 millones de personas
desaparición de los indígenas americanos en el murieron por ésta10, más muertos que en toda la
primer cuarto de siglo tras el descubrimiento, Primera Guerra Mundial. Hay quienes llegan a
fue la influenza: por su causa surgió el clamor estimar que se alcanzaron los 100 millones de
del obispo Las Casas y sus efectos sirvieron de personas. Se estima que infectó a un tercio de
pretexto principal a la Leyenda Negra. la población mundial y necesitó solamente tres
La epidemia fue descrita por dos testigos meses para extenderse a todo el mundo.
presenciales inmediatamente después de que Según el Anuario Estadístico de España,
ocurriera en diciembre de 1493, Cristóbal Co- en 1917 fallecieron por gripe 7.479 personas.
lón y Diego Álvarez Chanca, en documentos En 1918 la cifra por muertes declaradas como
auténticos, veraces e incontrovertibles. Des- gripe, sin contar la mortalidad inducida, es de
cripciones preciosas también las ofrecen Mar- 147.114 personas. Otros indican que podría lle-
tir de Anglería, Fernández de Oviedo, el obispo gar a estimarse que en España la pandemia oca-
Las Casas. Coinciden todas las fuentes en las sionó entre 260.000 y 270.000 muertes11. Ya
descripciones. Diego Álvarez Chanca fue el comentada la importancia derivada de su ele-
primer graduado en medicina que ejerció en vada morbi-mortalidad, la mención de la pala-
América”9 bra pandemia dispara el temor en la población.
A principios del siglo XX en España existía la
conciencia de vivir un gran atraso, siendo califi-
2. Métodos cada la situación sanitaria, por algunos, de desas-
tre. Es también en este periodo cuando se forja
Dado lo acontecido en 1918-1920 y que es cer- una voluntad de modernización tanto de la vida
cano en nuestra memoria, merece que realice- española como del Estado. Consistía en adaptar
mos un análisis de lo ocurrido y también como a las condiciones españolas las pautas y estruc-
pudo afectar a nuestra Ciudad. turas vigentes en los países que se consideraban
Para ello analizaremos la mortalidad en Me- “ejemplarmente” civilizados, como eran los eu-
lilla durante las diferentes ondas epidémicas ropeos occidentales.
obteniendo resultados que permitan su compa- Así las acciones a llevar a cabo en el campo de
rabilidad con otros estudios. Los datos se han la Sanidad debían conducir a disminuir la elevada
obtenido de los registros de mortalidad del Ar- tasa de mortalidad tanto infantil como materna;
chivo de Melilla y las variables demográficas controlar las enfermedades trasmisibles mediante
de los censos de población del Instituto Na- la intervención del Estado; actuar sobre la higiene
cional de Estadística y de los censos de pobla- pública e intentar garantizar la cobertura médica
ción de Melilla publicados a 31 de diciembre de la población12. En este sentido se inicia el ca-
de 1916, 1917, 1918 y 1920. Se creó una base mino hacia lo que será el sistema público de pre-
de datos con el software SPSS (Stadistical Pac- visión social español, cuando en 1908 se crea el
kage for Social Science) V.20. Se han calculado Instituto Nacional de Previsiónc,3antecedente más
Tasas por 1.000 habitantes, analizando por gru-
pos de edad y sexo, se han obtenido estadísti- c
Ley de 27 de febrero de 1908 de creación del Instituto
cos descriptivos y realizado pruebas paramétri- Nacional de Previsión, impulsada por el gobierno de An-
tonio Maura y Montaner. Gaceta de Madrid nº 60 de 29
cas de contraste de hipótesis. de febrero de 1908.

126 Daniel Castrillejo Pérez


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

directo del sistema de seguros sociales obligato- anterior la infección se extendió, a medida que
rios. los jóvenes estadounidenses se sentían atraídos
En contraste con el patrón epidemiológico por el ejército, a los establecimientos de entre-
actual de predominio de enfermedades no trans- namiento naval de la fuerza expedicionaria es-
misibles, a principios de siglo el patrón infec- tadounidense (FEA) y a la guerra en Europa.
cioso era el prevalente. La alta mortalidad de Aunque se registraron un gran número de ca-
causa infecciosa era interpretada como prueba sos, la infección no parecía ser más virulenta de
de la importancia del problema sanitario. La es- lo que se había visto en el pasado.
peranza de vida en España a principios de siglo La gran mayoría de los autores están de
(1901) era de 40 años con una tasa de mortali- acuerdo en que la infección llegó por barco
dad general de 28 por 1.000 habitantes y una a Europa portada por el personal de la FEA a
elevada tasa de mortalidad por enfermedades Bourdeaux, Francia, en abril de 1918. Desde
infecciosas, cuya tasa estandarizada de morta- aquí, la infección se propagó a la fuerza expe-
lidad era de 1588 por 100.000 habitantes13. dicionaria británica (FEB) y otras fuerzas in-
Una mayor mortalidad general, junto a de- volucradas en la guerra en abril/mayo de 1918,
ficiencias tales como unos pésimos suminis- y en los mismos meses llegó a Italia y España.
tros de agua y alcantarillado urbano así como Este período también vio brotes en Alemania,
una amplia presencia de enfermedades infecto- influyendo claramente la pandemia en el curso
contagiosas era interpretado como prueba de la de la guerra. En junio, la enfermedad llegó a
importancia del problema sanitario y del atraso Gran Bretaña y desde allí fue transmitida por
relativo de España en comparación con los paí- la FEB a Murmansk y Rusia, donde se propagó
ses a los que aspiramos a igualarnos14. con gran rapidez. La infección llegó al norte de
La sensación en la población de la situación África en mayo de 1918 y circundó África para
sanitaria será sentida dramáticamente con mo- afectar a Bombay y Calcuta y luego a China,
tivo de la pandemia gripal15. Nueva Zelanda y Filipinas en junio de 191818.
En cada país, la infección se propagó rá-
El inicio pidamente durante unas pocas semanas y
Una serie de episodios, antes del inicio de la luego disminuyó bruscamente. Los eventos de
primera onda en la primavera de 1918, podrían marzo-julio de 1918 no fueron vistos como ex-
definir el prólogo de lo que sucedió. Miles de cepcionales; las pandemias de gripe ya eran co-
soldados británicos padecieron infecciones res- nocidas, y el número de muertes registradas fue
piratorias agudas en una base situada en Fran- comparable con la experiencia pasada. En con-
cia (Étaples) entre 1916 y 1917. Luego, se pro- traste, el evento que siguió fue exclusivo de la
dujo la llamada “neumonía de los annamitas” historia de la gripe.
que afectó a soldados indochinos que lucharon La extensión de la infección en los diferen-
en Francia entre 1916 y 1918. En febrero de tes contingentes militares era muy importante
1918 apareció una epidemia en Nueva York y estratégicamente porque influía en el desarro-
finalmente los brotes que afectaron a miles de llo de la guerra. Las estadísticas de soldados
soldados y reclutas americanos en diferentes afectados y primeros fallecidos se encuentran
campos militares. en los Archives des services de santé des ar-
Estos primeros brotes ocurrieron, aproxima- mées, en París19.
damente al mismo tiempo, en diferentes lugares Sin embargo, los análisis filogenéticos del
de los EEUU en marzo de 191816. La mayoría genoma viral, los datos históricos y epidemio-
de los investigadores coinciden en señalar que lógicos no han sido suficientes para identifi-
la primera notificación se efectuó en el Campa- car el origen geográfico del virus,20, 21. Actual-
mento Funston en Fort Riley, estado de Kansas, mente, existe un cierto consenso en que este
el 4 de marzo de 191817. Desde el punto focal virus no fue una introducción directa de un vi-

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 127


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

rus aviar en humanos, sino que varios eventos tares. Tal como describe el profesor Erkoreka26:
de reagrupación entre virus humanos, porcinos «en el contingente americano hubo 1.850 ca-
y aviares tuvieron lugar durante los años pre- sos de influenza en abril, 1.124 en mayo, 5.700
vios a la pandemia,22, 23. en junio y 5.788 en julio, momento en que se
La pandemia gripal de 1918-1920, provo- produjeron los primeros cinco fallecimientos
cada por un virus extremadamente virulento, americanos. Entre los soldados franceses hubo
tuvo tres características fundamentales: pro- 24.886 afectados por grippe en mayo de 1918,
vocó una gran mortalidad, las muertes ocurrían de los que fallecieron 7; 12.304 afectados en
rápidamente después de la aparición de los pri- junio, con 24 fallecidos, y 2.369 enfermos y 6
meros síntomas y la mayoría de las víctimas fallecidos en junio. Este brote primaveral en
fueron jóvenes adultos24. Francia también fue extremadamente leve en la
población civil».
La primera onda En España, las primeras noticias que apare-
En abril de 1.918 la pandemia llegó a Europa cen se hacen eco de un brote epidémico en Ma-
desde los Estados Unidos de América, apare- drid el 21 de mayo de 1918 en “El Liberal”.
ciendo los primeros casos en Bordeaux, Bre- El 22 de mayo la noticia aparece en “El Sol”
taña y Le Havre, así como en Roma25 (Figura y en el “ABC” como epidemia gripal de carác-
1). ter leve27.
Se produjo el inicio de una epidemia be- El 23 de mayo el “El Telegrama del Rif” (Fi-
nigna en la población civil francesa y los mili- gura 2) publica la primera noticia titulada: «Ex-

Figura 1. Difusión de la gripe en Europa. Primavera de 2018. Adaptado de Patterson y Pyle25 (1991).

128 Daniel Castrillejo Pérez


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

Figura 3. Noticia acerca de la gripe publicada en


el Telegrama del Rif el 8 de junio de 1918.

nitarias para tratar de las medidas a adoptar e


impedir que se extienda la epidemia».
A partir de este día la población de nues-
tra Ciudad irá informándose, de forma prác-
ticamente diaria, de la evolución que irá ad-
quiriendo lo que se convertirá en la pandemia
gripal.
Los medios de comunicación, tanto nacio-
nales como locales, se referirán a la epidemia
como la enfermedad de moda (Figura 3), en-
tre otras.
En estos momentos de la epidemia la prensa
internacional se hace eco y es el 2 de junio de
1918 cuando “The Times” por medio de su co-
rresponsal en Madrid emplea el término de Spa-
Figura 2. Noticia aparecida el 23 de mayo de 1918 nish Infuenza (gripe española). Este término se
en el Telegrama del Rif. adopta a partir de entonces en la literatura espe-
cializada tal como se puede ver en el Journal of
traña epidemia. Alarma. Numerosos atacados. the American Medical Association (JAMA) de
Una extraña epidemia afecta desde hace varios 24 de agosto de 1918 que publica un artículo ti-
días Madrid y ha producido una extraordina- tulado: “Spanish Influenza”28.
ria alarma. Se presenta con caracteres benig- Esta primera onda, que se circunscribe en-
nos, asemejándose a la grippe, pero la pobla- tre primavera y verano, en Melilla se acotaría
ción está alarmada por la frecuencia de los a la época veraniega. Las noticias que recibe
casos, contándose por centenares y afectando a la población, prácticamente a diario, muestran
los cuarteles de la ciudad. En el Ministerio de la afectación de la epidemia en todos los ámbi-
Gobernación se han reunido las autoridades sa- tos de la sociedad. Cómo se extiende y afecta
por toda España, las declaraciones y recomen-

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 129


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

daciones, incluso el cierre de establecimien- nalidad y eficacia de estos métodos31, pero la


tos. Así el 27 de mayo leían, en nuestra Ciu- opinión de las autoridades locales prevalecie-
dad, como se cuentan por miles los afectados ron32. El equipaje de los viajeros y los vagones
en muchos lugares de España y que ha ocurrido de ferrocarril y tranvía también fueron desin-
el primer fallecimiento en Valladolid. Al día si- fectados. Teatros, cafeterías e iglesias también
guiente el Telegrama del Rif publica la afecta- fueron desinfectados. Incluso el correo fue des-
ción de varios Ministros e incluso del Rey. infectado. En algunas ciudades españolas, las
El 2 de junio el cañonero Bonifaz, con en- calles se limpiaron con una mezcla de agua e
fermos de gripe a bordo, se dirige a Chafari- hipoclorito de sodio, y se prohibió el escupir.
nas, afectando a la práctica totalidad incluido el En Madrid, también se desinfectaron los edifi-
médico de la embarcación por lo que son aten- cios del Congreso y del Senado33.
didos y aislados en el hospital de la isla, re- Las recomendaciones de los Oficiales de Sa-
saltando que la enfermedad no reviste graves lud Pública sugirieron diferentes mecanismos
caracteres. para prevenir la transmisión de la epidemia.
A mediados de julio, las noticias de Melilla Entre las medidas, aparentemente simples, se
informan del descenso de casos entre el vecin- encontrarían: la limpieza y desinfección de la
dario y que ya son contados los hospitalizados boca y las fosas nasales con peróxido de hidró-
por la enfermedad de moda. Situación que tam- geno (H2O2, también conocido como agua oxi-
bién se da en las posiciones cercanas29. genada) o una mezcla de aceite y mentol; evitar
reuniones o reuniones en lugares cerrados; evi-
La segunda onda. Otoño - invierno de 1918 tar el contacto directo con personas enfermas;
El 13 de septiembre la Dirección General de seguir una dieta saludable, caminar a menudo
Sanidad comunica al Ministro que se ha recru- al aire libre, ventilar hogares y también el uso
decido en la península la grippe con caracte- de mascarillas15, 32.
res benignos en muchos puntos, pero graves A medida que avanzaba la epidemia el sis-
en otros. La gripe se complica con afecciones tema sanitario no conseguía proporcionar una
bronco-pulmonares produciéndose en estos ca- respuesta eficiente. Las insuficiencias sanita-
sos las defunciones. En estas fechas funcio- rias y sociales de nuestro país se hicieron más
nan tres estaciones sanitarias y hospitales en la evidentes. Los médicos e incluso la propia Real
frontera francesa para recluir a los emigrantes Academia Nacional de Medicina34 denunciaron
sospechosos. La alarma en este mes se va ex- esta situación y la relacionaron con la magnitud
tendiendo al ir aumentando los casos en todas alcanzada por la epidemia. Alguno de los fac-
las provincias30. En Melilla el 21 de septiembre tores considerados fueron la insalubridad de las
se reunió la Junta de Sanidad de la Ciudad con viviendas, el hacinamiento, la falta de una le-
el fin de tomar medidas para combatir la epi- gislación sanitaria moderna, la insuficiente in-
demia. fraestructura sanitaria, etc. El reemplazo de los
A medida que pasan los días la alarma se ex- sanitarios que morían a causa de la gripe no era
tiende por causa del aumento de las defuncio- fácil, dificultad que iba en aumento a medida
nes, tal y como lo reflejan las noticias que van que las poblaciones disminuían en tamaño.
apareciendo en la prensa. En esos momentos y ante la imposibilidad
La vida normal de los españoles se vio al- de aclarar la etiología de la enfermedad epidé-
terada. Hubo desafíos difíciles al tratar de im- mica no se podría, por tanto, disponer de medi-
plementar medidas de control de salud pública. camentos específicos contra la gripe. Discusio-
Entre las medidas adoptadas por las autorida- nes científicas que llevan a que la propia Real
des se incluía la desinfección con creolina (Zo- Academia de Medicina lo reconozca35.
tal, un popular desinfectante en esta época). La Ante esta situación se propone una amplia
Real Academia de Medicina cuestionó la racio- gama y diversa de recursos para combatir los sín-

130 Daniel Castrillejo Pérez


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

tomas, activar las defensas y mantener las ener- una tasa de mortalidad atribuible o relacionada
gías de los enfermos de gripe. Exponente de esta con la gripe pandémica y que para 1918 en Me-
diversidad terapéutica fue la respuesta dada por lilla es de 10,74 por 1.000. Esta cifra se encon-
la Real Academia de Medicina al Ministro de traría más cercana a otras publicadas para Es-
Gobernación el 29 de octubre de 1918 sobre los paña como Echeverri15 que estima una tasa de
tratamientos considerados por dicha institución mortalidad por la gripe pandémica de 12,1 por
como eficaces contra la gripe. En dicha respuesta 1.000 habitantes.
figuran como medicamentos los siguientes pro- Si dividimos el periodo de estudio con el fin
ductos: “sales de quinina, opio y sus derivados, de poder comparar los resultados con otra ciu-
yodo y yoduros, digital y sus derivados, acetato dad, en lo que se correspondería con las ondas
y carbonato amónicos, antipirina, aspirina, ento- pandémicas, los resultados que obtenemos son
rina, piramidón, esparteína y sus sales, cafeína y los siguientes (Tabla 2):
sus sales, estricnina y sus sales, adrenalina, co- Al analizar las defunciones ocurridas en Me-
lesterina, benzoato sódicos, alcanfor, salicilato lilla durante los meses de junio y Julio de 1918,
sódico, novocaína”. Junto a estos productos se que se correspondería con la primera onda pandé-
incluyeron desinfectantes (cresol, creolina, hipo- mica, obtenemos una tasa de mortalidad por gripe
cloritos y formol) y sueros (mencionaba el suero de 0,24 por 1.000 habitantes. Si en ese mismo pe-
antidiftérico y otros como el antineumocóco y an- riodo incluimos las muertes por otras patologías
tiestreptocócico para tratar complicaciones)36. No del sistema respiratorio no tuberculosas, obtene-
olvidemos que el sangrado también fue usado a mos una tasa de mortalidad de 1,68 por 1.000.
menudo. Como comparativa, en Madrid durante los meses
Vacunas experimentales también fueron uti- de mayo y junio la tasa de mortalidad por gripe
lizadas. Pero como ya hemos comentado no es- fue de 0,42 por 1.000 y de 1,31 por 1.000 si in-
taba resuelto el problema de la etiología de la cluimos las del sistema respiratorio24.
gripe y por lo tanto no había vacuna ni medio Durante los meses de octubre y noviembre
preventivo específico contra ésta. La mayo- de 1918 en Melilla tenemos una tasa de morta-
ría de las vacunas fueron mixtas y contuvieron lidad por gripe de 1,92 por 1.000. En ese mismo
neumococos y estreptococos. Otras llevaban periodo, si incluimos las muertes por otras pa-
además estafilococos, otras meningococos y tologías del sistema respiratorias no tuberculo-
bacilos de Pfeiffer36.
1917 1918 1919
Análisis de la mortalidad en 1918. Melilla España Melilla España Melilla España
(1ª y 2ª olas pandémicas) TBM 29,3 22,5 33,9 33,08 23,6 23,3
La tasa bruta de mortalidad en Meli- TMG 0,04 1,6 3,43 6,99 0,86 1,02
lla durante 1918 fue de 33,9 por 1.000
Tabla 1. Tasa Brutas de Mortalidad (TBM) y Tasas de
y la tasa de mortalidad por gripe fue de Mortalidad por Gripe (TMG) por 1.000 habitantes en
3,43 por 1.000. En nuestra Ciudad, ten- Melilla y España, 1917-1920.
dríamos una tasa de mortalidad por gripe
Octubre – Noviembre
más baja que en otras localizaciones. Así Junio - Julio 1918
1918
en España se alcanza una tasa de 6,99 por
Melilla Madrid Melilla Madrid
1000, en Madrid de 5,27 y en París de
TMG 0,24 0,42 1,92 0,62
6,0824. (Tabla 1)
Si bien nuestra tasa de mortalidad por TMG+SR 1,68 1,31 3,22 1,79
gripe durante 1918 es más baja, si a ésta Tabla 2. Tasas de mortalidad por gripe (TMG) y Tasas
sumamos la tasa de mortalidad por pa- de mortalidad relacionada con la gripe pandémica
tologías asociadas a complicaciones res- (TMG+SR), TMG + Tasa de mortalidad por enfermedades
piratorias no tuberculosas, obtendríamos del aparato respiratorio. Comparativa Melilla y Madrid24.

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 131


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

bre. En nuestra Ciudad se registran


durante 1918 un total de 1549 defun-
ciones y en este periodo, que vamos a
estudiar más detalladamente, un total
de 1063 defunciones.
De las defunciones producidas en
este periodo un 14,8% lo fueron con
diagnóstico de Gripe (grippe, gripe
epidémica, pneumonía gripal, bron-
coneumonía gripal, bronquitis gri-
pal); un 5,9% por tuberculosis y un
19,1% por patología respiratorias
(Neumonía, bronconeumonía, bron-
quitis, pleuroneumonía…), y repre-
sentan un 39,8% del total (Figura 4).
Si analizamos los diagnósticos dentro
Figura 4. Defunciones por gripe, tuberculosis y patologías del grupo de Gripe nos encontramos
respiratorias. Melilla, Junio a Diciembre de 1918. con un predominio de grippe, gripe
epidémica (Figura 5).
sas, obtenemos una tasa de mortalidad de 3,22 Al analizar los fallecidos por gripe en Meli-
por 1.000. En Madrid , durante los meses de lla, se observan los siguientes resultados:
24

octubre y noviembre, la tasa de mortalidad por El 61% eran varones y el 39% mujeres, con
gripe fue de 0,62 por 1000 y de 1,79 por 1000 una relación varón/mujer de 1,56, de los falle-
si incluimos las del sistema respiratorio, infe- cidos por gripe. La mediana de edad fue de 23
riores a las de nuestra Ciudad. años para el varón y de 26 para la mujer.
No apreciaríamos completo el trabajo si no La distribución por edad y sexo de las muer-
reflejásemos los datos sanitarios del Ejército tes en Melilla por gripe en este periodo que ve-
español. Es la Sección de Sanidad Militar del mos en la Figura 6, que presenta un gráfico con
Ministerio de la Guerra la que nos aporta la es- un perfil w, es una firma de gripe pandémica,
tadística sanitaria de 191837.
En relación con el último decenio fue 1915,
con 6,81 por 1.000 del contingente, la que hasta
ese momento había dado una mayor tasa de
mortalidad. Pero la terrible epidemia de gripe
había hecho subir extraordinariamente la mor-
talidad en 1918 hasta 11,03 por 1.000 del con-
tingente. Destacó el informe que en ese año la
guarnición de Melilla, entre aquellas cuyo efec-
tivo es superior a 1.000 hombres, sufrió una
mortalidad de 21,51 por 1.000 del efectivo, co-
rrespondiendo la menor a Santa Cruz de Tene-
rife con 2,65 por 1.00037, 38.

Análisis de las defunciones de junio a


diciembre de 1918 en Melilla
La mortalidad por gripe en Melilla durante Figura 5. Defunciones según el diagnóstico de
1918 ocurrió entre los meses de junio y diciem- Gripe y sexo. Melilla, Junio a Diciembre de 1918.

132 Daniel Castrillejo Pérez


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

muestra en su trabajo los datos de su estudio


en Madrid y Paris, que podemos ver compara-
dos con los encontrados en nuestra Ciudad (Ta-
bla 3).
Estos datos de fallecidos por grupo de edad
contrastan con los que podemos encontrar en
una temporada de gripe estacional. Así, en la
temporada 2017-2018, las defunciones en Es-
paña de casos graves hospitalizados confirma-
dos de gripe son del 84% en los mayores de 64
años y sólo el 3% en los menores de 45 años,
situándose la mediana de edad de los fallecidos
en 82 años42 (Figura 8).
En consonancia con la edad de los fallecidos
el estado civil predominante es el de soltero/a
con un 66,4%, casado/a un 31,4% y 2,2%
Figura 6. Mortalidad por Gripe, edad y sexo. viudo/a (Figura 9)
Melilla, Junio a Diciembre de 1918.
Defunciones.
Casos Graves Hospitalizados de Gripe. Temporada 2017-2018
900

800

700

600
Número de Defunciones

500

400

300

200

100

0
0-4 5-14 15-44 45-64 > 65
Años de edad

Figura 8. Defunciones de casos graves hospitali-


zados de gripe en España. Temporada 2017-2018.
ISCIII.

Figura 7. Distribución por edad y sexo de las per-


sonas que fallecen en Melilla por Gripe entre Junio
y Diciembre de 1918.

como lo han señalado numerosos autores 24, 39,


40, 41
, e indica que es el período más intenso de
la pandemia.
La proporción de muertes por influenza en
el grupo de edad de 15 a 44 años llega hasta
el 76,7%. La proporción entre los 0 y 4 años
fue de 10,9%, mientras que en los mayores de Figura 9. Defunciones por gripe y estado civil.
65 años fue de un 3,6% (Figura 7). Erkoreka24 Melilla, junio a diciembre de 1918.

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 133


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

Madrid 1918 Paris 1918 Melilla 1918 losis encontrándose también diferencias
Edad
(Oct.-Nov.) (Sep.-Dic.) (Jun.-Dic.) significativas al analizarlo por grupos de
0-4 5,7 4,5 10,9 edad.
5-9 2,9 2,0 1,5
10-14 2,5 3,1 La tercera onda. Primeros meses de
15-24 22,9 20,6 43,8 1919
25-34 26,3 31,1 24,1
La tercera ola en España se extende-
ría en un periodo que abarca enero a ju-
35-44 17,7 16,5 8,8
nio de 1919. En nuestra Ciudad a fina-
45-54 8,6 10,1 5,1
les de enero existe la sensación de que lo
55-64 7,6 5,7 2,2
peor ha pasado (Figura 10) pero la curva
>65 5,9 6,4 3,6 de mortalidad de estos meses en Melilla
Total 100 100 100 tiene un aspecto bimodal, una onda que
Tabla 3. Distribución proporcional (%) por edad de las venía en declive y se estaciona en enero-
muertes por gripe. Tomado de Erkoreka (Madrid y
24
febrero, cae en abril y asciende en mayo-
Paris) y elaboración propia (Melilla). junio (Figura 11). Este hecho se resalta y
tiene su expresión en las noticias locales
Al realizar el contraste de hipótesis (chi- (Figura 12) pareciendo que vuelve la intensi-
cuadrado de Pearson y estadístico de Fisher) en dad sufrida durante el invierno.
este estudio se han encontrado diferencias esta- Las Tasa de Mortalidad en España durante
dísticamente significativas entre aquellas per- este periodo están en el rango comprendido en-
sonas que fallecieron en el hospital con diag- tre 0,07 a 1,4 muertes por gripe por 1.000 ha-
nóstico de gripe frente a los que fallecieron con bitantes15, 33. En Melilla la TMG se sitúa en
diagnósticos de patología respiratoria. También 0,86 por 1.000 habitantes y la TBM en 23,6 por
hay diferencias en el sexo y haber fallecido en 1.000 (Tabla 1).
el hospital a favor del varón, en los fallecidos Con el fin de comparar los datos de nues-
diagnosticados de gripe, en los diagnosticados tra Ciudad con los de otro territorio y que com-
de patología respiratoria y en los de tubercu- prendan en su análisis el periodo que abarca las
tres ondas pandémicas de la gripe española, lo
haremos con el estudio de Erkoreka43 para el
País Vasco.
Se calculan ambas tasas de mortalidad para
el periodo comprendido entre Mayo 1918 y
abril de 1919 y se obtiene una tasa de morta-
lidad por gripe de 6,8 por 1.000 y una tasa de
mortalidad de 5,3 por 1.000 para muertes aso-
ciadas con complicaciones del sistema respira-
torio, que en esas fechas seguramente tuvieron
relación con la infección gripal. La suma nos
da una tasa de mortalidad atribuible o relacio-
nada a la gripe pandémica de 12,1 por 1.000
habitantes. Con el fin de poder comparar con
los hallazgos anteriores, si hacemos el cálculo
de tasas en Melilla con la diferencia de presen-
tación temporal de las ondas y tomamos el pe-
Figura 10. Noticia acerca de la gripe publicada en riodo comprendido entre julio de 2018 y junio
el Telegrama del Rif el 31 de enero de 1919. de 1919 las tasas resultantes para Melilla se-

134 Daniel Castrillejo Pérez


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

rían: una tasa de mortali-


dad por gripe de 4,29 por
1.000 y una tasa de 6,43
por 1.000 por patologías
respiratorias y una tasa
de mortalidad atribuible
o relacionada de 10,72
por 1.000. (Tabla 4).

Los primeros meses de


1920
Durante los primeros me-
ses de 1920 apareció un
nuevo brote epidémico de
gripe que podría ser con-
Figura 11. Mortalidad en Melilla, por gripe y patologías respiratorias, de siderado como la última
enero de 1917 a Junio de 1920. ola de la gripe española24.
En este brote epidémico,
que más bien parece una
onda epidémica estacional, se alcanza una tasa
de mortalidad por gripe en Melilla de 0,46 por
1.000 (Madrid alcanzó el 0,72 por 1.000), una
disminución que expresa también la existencia
de una mayor población inmune frente al virus.

4. Conclusión

Los datos presentados en este estudio sobre la


mortalidad en Melilla se podrían resumir en las
figuras 11 y 13. Podemos apreciar las diferen-
tes ondas de pandemia gripal que asolaron la
Ciudad expresadas en estas curvas de morta-
lidad.
La epidemia apareció de forma brusca,
causó gran alarma en la población tal como lo
reflejaron los medios de comunicación y afectó
a todos los estratos de nuestra sociedad. Cons-
tituyó una dura prueba para la sociedad espa-
ñola e hizo evidentes las deficiencias socio-sa-
nitarias.
En Melilla se cumplieron las tres caracterís-
ticas fundamentales: provocar una gran mor-
talidad, las muertes ocurrían rápidamente y la
mayoría de las víctimas fueron jóvenes adul-
Figura 12. Noticia acerca de la gripe publicada en tos. Las tasas de mortalidad en nuestra Ciu-
el Telegrama del Rif el 11 de junio de 1919. dad no difieren de las halladas en otros lugares,

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 135


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

Melilla País Vasco La pandemia de gripe española su-


puso una tremenda tensión en el sistema
Julio 1918 – Junio 1919 Mayo 1918 – Abril 1919
TMG 4,29 6,8 de salud y sobre los profesionales médi-
TMG+SR 10,72 12,1 cos. Entre las lecciones que deja el es-
tudio de las pandemias, en especial las
Tabla 4. Tasas de mortalidad por gripe (TMG) y Tasas de gripe, está la de pensar sobre nues-
de mortalidad relacionada con la gripe pandémica tra capacidad de respuesta ante un hecho
(TMG+SR), TMG + Tasa de mortalidad por enfermeda- similar, su planificación y sobre todo la
des del aparato respiratorio. Comparativa Melilla y País preparación44, 45, 46, 47. Cuando aparece lo
Vasco43. hace bruscamente y no podemos dejar
las cosas “para mañana”. La sensibilidad
pero nos ayudan a comprender mejor un episo- de nuestra sociedad hace que las graves epide-
dio hasta ahora no estudiado. Hemos compro- mias de gripe puedan trastornar de forma im-
bado cómo la gripe de 1918-1920 acaecida en portante el funcionamiento del sistema de salud
Melilla tuvo las mismas características que en por su complejidad. La vigilancia de las enfer-
el resto del territorio. La afectación de los mis- medades transmisibles, esencial para la detec-
mos grupos de edad que, a diferencia de las gri- ción de nuevos eventos en las poblaciones, el
pes estacionales, habla de los grupos de riesgo trabajo en red de los profesionales sanitarios y
en una futura pandemia, con similares caracte- su preocupación constante por nuestra salud,
rísticas a ésta, hombres y mujeres entre 15 y 34 tanto en Melilla como en la España actual, son
años. En nuestro estudio se encuentra una ca- una garantía de valor añadido a su labor.
racterística estadística significativa: los diag- El estudio de las pandemias pasadas, en es-
nosticados de gripe fallecieron en el hospital en pecial las de gripe, debe continuar como expre-
mayor proporción y con preferencia del varón. sión del análisis de un problema con implica-

Figura 13. Mortalidad en Melilla de enero de 2017 a junio de 1920.

136 Daniel Castrillejo Pérez


REVISTA TRÁPANA Nº 12
2019, pp. 123-138
ISSN 0213-8069

ciones en el futuro. Como diría Sun Tzu: «estar “Spanish” influenza pandemic. Bulletin of
preparado para cualquier circunstancia es lo the History of Medicine 2002;76(1):105–
que garantiza una victoria segura…», en este 115.
caso frente a las enfermedades transmisibles. 11 EIROS BOUZA JM, BACHILLER LUQUE
MR, PÉREZ RUBIO A et al. La gripe de
1918. Centenario de una crisis sanitaria de-
5. Referencias bibliográficas vastadora. Gráficas Montseny, 2018.
12 MARTÍNEZ NAVARRO JF. La salud pú-
1 TREANOR JJ. (2006)Virus de la gripe. En blica como referencia histórica. Revista de
Mandell, Douglas y Bennet, Enfermeda- Sanidad e Higiene Pública 1994;68:1-4.
des Infecciosas, 6ª ed, Elsevier, Madrid. pp 13 MARTINEZ NAVARRO JF. Salud pública
2060-2085 y desarrollo de la epidemiología en la Es-
2 HEYMANN DL. (2017) El control de las paña del siglo XX. Revista de Sanidad e Hi-
enfermedades transmisibles. Washing- giene Pública 1994;68:29-43.
ton: American Public Health Association 14 RODRÍGUEZ OCAÑA E. La salud pública
(APHA), Organización Panamericana de la en España en el contexto europeo, 1890-
Salud (OPS), 1917. 1925. Revista de Sanidad e Higiene Pública
3 Centro Nacional de Epidemiología. Insti- 1994;68:11-27.
tuto de Salud Carlos III. Red Nacional de 15 ECHEVERRI DÁVILA B. La gripe espa-
Vigilancia Epidemiológica. Protocolos de ñola: la pandemia de 1918-1919. Madrid:
la Red Nacional de Vigilancia Epidemioló- Centro de Investigaciones Sociológicas,
gica. Madrid, 2013. Disponible en: https:// 1993.
www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/Vi- 16 CROSBY AW. America`s forgotten pan-
gilanciaSaludPublicaRENAVE/Enfermeda- demic. The influenza of 1918. 2º ed. Cam-
desTransmisibles/Paginas/ProtocolosRE- bridge University Press, 2004.
NAVE.aspx 17 TAUBENBERGER JK, MORENS DM.
4 Información disponible en: http://vgripe. 1918 Influenza: the mother of all pandemics.
isciii.es/inicio.do Acceso el 21/04/2019. Emerging Infectious Diseases 2006;12:15-
5 SIMONSEN L, CLARKE MJ, 22
SCHOMBERGER LB et al. Pandemic ver- 18 POTTER CW. A history of influenza. Jour-
sus epidemic influenza mortality: a pattern nal of Applied Microbiology. 2001;91:572-
of changing age distribution. The Journal of 579.
Infectious Diseases. 1998;178:53-60. 19 ERKOREKA BARRENA A. Y se llamó
6 PATTERSON K. David. Pandemic influ- gripe española. Investigación y ciencia.
enza, 1700-1900: a study in historical ep- 2017; 489:52-53.
idemiology. Totowa: Rowan & Littlefield, 20 TAUBENBERGER JK, REID AH, FAN-
1986. NING TG. The 1918 influenza virus: a killer
7 POTTER C. A history of influenza. Journal comes into view. Virology. 2000;274:241.
of Applied Microbiology. 2001;91: 572-579. 21 REID AH, TAUBENBERGER JK, FAN-
8 GUERRA F. (1999). Epidemiología Ameri- NING TG. Evidence of an absence: the ge-
cana y Filipina. 1492-1898. Ministerio de netic origins of the 1918 pandemic influ-
Sanidad y Consumo. Madrid. pp. 10-11. enza virus. Nature Reviews Microbiology
9 GUERRA F. (1999). Epidemiología Ameri- 2004;2:909-914.
cana y Filipina. 1492-1898. Ministerio de 22 PUMAROLA T, ANTÓN A. La pande-
Sanidad y Consumo. Madrid. pp. 114-126. mia de gripe de 1918. Una incógnita 100
10 JOHNSON NP, MUELLER J: Updating the años después. Enfermedades Emergentes
accounts: global mortality of the 1918–1920 2018;17(2):63-66.

LA PANDEMIA DE GRIPE «ESPAÑOLA» DE 1918-1920. ANÁLISIS DE LA MORTALIDAD EN MELILLA 137


ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES

23 SMITH GJ et al. Dating the emergence of 38 ROSER N, FATJÓ P, “Morbilidad y morta-


pandemic influenza viruses. Proceedings lidad de los soldados del Ejército español,
of the National Academy of Sciences USA. 1886-1933”. Asclepio 2016;68(1):129.
2009;106:11709-11712. 39 SIMONSEN et al. Pandemic versus epide-
24 ERKOREKA A. The spanish influenza pan- mic influenza mortality: a pattern of chan-
demic in occidental Europe (1918-1920) ging age distribution. The Journal of Infec-
and victim age. Influenza and other respira- tious Diseases 1998;178:53-60.
tory viruses. 2010;4(2):81-89. 40 OLSON DR et al. Epidemiological evidence
25 PATTERSON KD, PYLE GF. The geogra- of early wave of the 1918 influenza pandemic
phy and mortality of the 1918 influenza pan- in New York Citi. Proceedings of the Natio-
demic. Bulletin of the History of Medicine nal Academy of Sciences 2005;102:11059-
1991;65:4-21. 11063.
26 Cita 19, y se llamó gripe española 41 TAUBENBERGER JK, MORENS DM.
27 Hemeroteca ABC (Madrid). 22 de mayo 1918 Influenza: the mother of all pandemics.
1.918: 17, 24. Noticias disponible en la si- Emerging Infectious Diseases 2006;12:15-
guiente dirección URL: http://hemeroteca. 22.
abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/ma- 42 Instituto de Salud Carlos III. Informe de Vi-
drid/abc/1918/05/22/017.html gilancia de la Gripe en España. Temporada
28 Ver cita 19, y se llamó gripe española. 2017-18. Sistema de Vigilancia de la Gripe en
29 Telegrama del Rif 12/07/1918. España. Disponible en: http://www.isciii.es/
30 Telegrama del Rif 14/09/1918. ISCIII/es/contenidos/fd-servicios-cienti-
31 RICO-AVELLO C. Historia de la sanidad fico-tecnicos/fd-vigilancias-alertas/fd- en-
Española (1900-1935). Madrid: Giménez, fermedades/gripe.shtml (Acceso el 2 de ju-
1969. nio de 2019).
32 TRILLA A et all. The 1918 “Spanish Flu” 43 ERKOREKA A. La pandemia de gripe es-
in Spain. Clinical Infectious Diseases pañola en el País Vasco (1918-1919). Bil-
2008;47:668-673. bao: Museo Vasco de Historia de la medi-
33 BERTRAN H. Historia de las epidemias en cina y de la Ciencia, 2006.
España y sus colonias (1348-1919). Madrid: 44 OFFLINE HR. From 1918 to 2018 – the les-
La esfera de los libros, 2006. sons of influenza. Lancet 2018;391:14.
34 Anales de la Real Academia Nacional de 45 HOLLENBECK JE. Lessons learned from
Medicina. 1918,38:487-510. the 1918-1919 influenza pandemic. In-
35 Anales de la Real Academia Nacional de dian Journal of Medical Microbiology
Medicina. 1918,38:511-528. 2009;49:348-351.
36 PORRAS GALLO MI. Sueros y vacunas en 46 MORENS DM, TAUBENBERGER JK,
la lucha contra la pandemia de gripe de 1918- FAUCI AS. The pesistent legacy of the 1918
1919 en España. Asclepio 2008(LX)2:261- influenza virus. New England Journal of
288. Medicine 2009;361:225-229.
37 La estadística sanitaria del Ejército espa- 47 EIROS JM, BERMEJO J, ORTIZ DE LE-
ñol (Año 1918). Revista de Sanidad Mi- JARAZU R. La gripe: siempre actual. Evi-
litar. 1920;14:426-428. Disponible en: dencias en Pediatría 2009;5:57.
http://hemerotecadigital.bne.es/issue.
vm?id=0002746235

138 Daniel Castrillejo Pérez

View publication stats

También podría gustarte