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Título del ensayo: Los estudiantes como sujetos de experiencias

Cuerpo del ensayo:

Para desarrollar el siguiente ensayo, realizamos entrevistas a personas de diferentes


edades (de 19 a 81 años), para conocer sus testimonios particulares acerca de cómo han
vivido y han sentido acontecimientos en la escuela. Sus respuestas cargadas de
subjetividades, nos fueron acercando a sus emociones y maneras de pensar y entender
circunstancias en la escuela y las relaciones que fueron construyendo con los
conocimientos, con sus compañeros y docentes. Pensar en los estudiantes como sujetos
de experiencias, es esencial para comprender a la escuela como institución, y al sistema
educativo, con sus problemas, cambios y desafíos.

La escuela es el lugar donde se enseñan y se aprenden un determinado conjunto de


saberes, que tienen un valor para un contexto en particular y que se enseñan con una
finalidad. En los diferentes modelos educativos que han ido cambiando a lo largo de la
historia en nuestro país, los conocimientos que comparten ciertas características,
categorías de análisis, formas similares de construir las teorías e hipótesis, se han
organizado en diferentes disciplinas, o “materias” como estamos acostumbrados a
nombrarlas cuando íbamos a la escuela. Carlos Cullen en el libro “Critica de la razones
de Educar”, sugiere que hay que encontrar la justa proporción entre los contenidos
disciplinares y los transversales, que son aquellos conocimientos que están en relación
con la problemática y las demandas sociales. Cullen plantea que no se deben negar
posibles relaciones entre las disciplinas que apuntan a un mismo objeto de estudio y que
pueden realizar aportes cada una desde su campo disciplinar; sin forzar vinculaciones
porque se pueden generar falsos objetos de conocimiento.

En las entrevistas que realizamos, observamos que el 98% de las personas, consideran
que durante su educación, había materias que eran más importantes que otras, y que
destinaban más tiempo para su enseñanza y aprendizaje, como Lengua y Matemática;
en algunos casos, esas materias no eran las que más les gustaba aprender. Nos
preguntamos entonces, si ha permanecido en el tiempo el Modelo jerárquico que Cullen
menciona dentro del formato disciplinar y que corresponde al modelo escolar antiguo
que organizaba los conocimientos escolares, en función de saberes que eran
considerados superiores y otros inferiores. Nos ayudaría a responder a esta pregunta,
observar cómo en la actualidad, están distribuidas las cargas horarias de las diferentes
materias, en los distintos niveles escolares… sabemos que es importante que los
estudiantes cuenten con buenos conocimientos en materia de Lectoescritura y
Matemáticas, pero también sabemos que el estudio del arte promueve el desarrollo de
las personas como seres creativos, pensantes y críticos, que reflexionan acerca de la
realidad que viven, y buscan transformarla para lograr la emancipación.

Preguntamos a los entrevistados si las actividades que los docentes proponían, los
invitaban como estudiantes a pensar, o a repetir pensamientos de profesores u otros… el
51% respondió que algunos profesores los invitaban a pensar, y otros a repetir
pensamientos de docentes o autores que trabajaban en la propuesta editorial; el 32 %
respondió que los docentes promovían en sus actividades la construcción de un
pensamiento crítico. El 17%, que corresponde a personas de variadas edades, en su
mayoría menores de 35 años, respondió que los docentes enseñaban conocimientos que
debían ser repetidos sin ser pensados y reflexionados por los estudiantes… en una
práctica educativa así, no hay posibilidad de relación entre los conocimientos, ni
articulación posible con los saberes previos, de las experiencias y de la cultura de cada
uno de los sujetos. Esta expoliación de los saberes previos, tiene una relación con la
tabula rasa que menciona Cullen, y que se hacía en el paradigma de la modernidad, que
estaba dirigido por la burguesía y tenía la intención principal de generar sujetos para la
distribución de trabajo pero también quería generar sujetos culturalmente
homogeneizados; esto implicaba que todos los contenidos previos al ingreso del sistema
educativo fueran considerados innecesarios, no válidos equivocados, entonces debían
ser eliminados. Que jóvenes de 19 años cuenten que en sus experiencias como
estudiantes, tuvieron algunos profesores que les transmitían conocimientos para que
sean repetidos, significa que en la actualidad aún hay docentes que cuando enseñan
ponen en práctica la idea de tabula rasa.

La escuela tiene una función social y es el lugar donde se enseñan y se aprenden los
conocimientos válidos y significativos. Esos conocimientos que se enseñan y que se
aprenden son los contenidos y deben estar sujetos al contexto social, histórico y cultural
en el que se desarrollan; también van a depender de la institución, de los docentes y de
las características del grupo de estudiantes con los cuales se trabajan. Los contenidos
van a determinar la intención del acto de enseñar y el deseo del saber ya que sin ellos las
tareas de enseñar y aprender no tienen sentido y estarían vacías. Todas las prácticas
educativas, están delimitadas por las políticas educativas que están sujetas a los
modelos económicos y gubernamentales que se desarrollan en determinado momento y
según el contexto histórico y geográfico en el cual se encuentren. Para que una
educación que sea liberadora, transformadora y popular, hay que tratar de considerar
que los contenidos sean significativos, que tengan la capacidad de transformar el
contexto en el cual se desarrolla.

Cuándo preguntamos a las personas que entrevistamos, qué era ser un “buen alumno”,
el 48% respondió que el “buen alumno” tenía que tener notas altas y ser estudioso; el
33% afirmo que para ser buen alumno tenía que tener “buena conducta”, ser responsable
y cumplidor con lo que pedían los docentes; y el 19% considera que un “buen alumno”
tenía que ser respetuoso, humilde y buen compañero. Todas las respuestas fueron dadas
por personas de edades variadas… ¿Por qué tenemos y sigue vigente esta idea del bueno
alumno?¿Cuántas veces hemos visto a docentes, poner como ejemplo a seguir a aquel
compañero que en la escuela era visto como el “buen alumno”? ¿Cómo estudiantes, nos
reconocíamos como “buenos alumnos”? ¿Quiénes no nos autodenominábamos como
buenos alumnos, éramos “malos alumnos? … Usamos comúnmente la palabra
“alumno” y la palabra “estudiante”, para referirnos a quienes estudian, pero estos dos
términos tienen sus diferencias. La RAE señala que el alumno es aquella persona que
recibe enseñanza, respecto de un profesor o una escuela, colegio o universidad donde
se estudia. Desde la pedagogía critica de Freire, esta definición da por sentado que el
alumno es un sujeto pasivo que adquiere y acumula conocimientos en el proceso de
enseñanza- aprendizaje; y justamente contradice el enfoque de la educación liberadora
que desarrolla la Perspectiva Crítica. Luego de hacer esta reflexión, podemos entender
que este concepto del “buen alumno” nos está indicando que quien es reconocido como
tal, es porque ha logrado adquirir conocimientos y patrones de conductas que
responden a un estereotipo de educando. El estudiante es la persona que estudia, y
estudiar en una educación problematizadora, supone que el docente y los estudiantes
construyan juntos el conocimiento y se pueda superar la contradicción entre educador y
educando en el acto educativo. Qué positivo seria para la educación, que la idea del
buen alumno basada en la meritocracia, quedara en el olvido, porque todos tenemos
formas y tiempos de aprender diferentes, las posibilidades no son las mismas y venimos
de contextos con diferentes condiciones de vida diferentes….
Como estudiantes, a lo largo de nuestra vida escolar, construimos experiencias en torno
a la escuela, y el sentido que tiene para cada uno de nosotros estudiar. Para concluir con
este ensayo, vamos a citar algunas respuestas que recibimos, cuando les preguntamos a
los entrevistados si les gustaba ir a la escuela:

- “Sí, porque jugaba con mis compañeros, además nos daban la leche y las
maestras eran buenas”
- “Siempre me gustó, excepto cuando me discriminaban o hacían bulling o algo
así. Porque siempre tuve grandes deseos de aprender, conocer y superarme
personalmente”
- “Sí, para estar con mis compañeros y amigos”
- “Si, pero más lo tomaba como una obligación”
- “Sí, rotundamente sí. Nosotros somos siete hermanos, mamá no tenía ni la
primaria completa pero nos enseñaba, y no es ego ni nada parecido pero
teníamos excelentes notas. Los siete tenemos estudios porque en mi caso
nuestros padres se preocuparon que sea así. No era tan vital estudiar pero ya se
veía que era necesario para crecer como persona y sociedad”

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