En relación con las intervenciones virtuales para la ansiedad y la depresión, se han

realizado investigaciones en las que se corrobora la efectividad de la atención virtual sobre

los síntomas ansiosos. Es el caso de Garrido et al. (2019), quienes realizaron una revisión
sistemática con el fin de determinar factores relacionados con los resultados del
tratamiento, la adherencia y el compromiso de dichas intervenciones. Los resultados
indican que las intervenciones virtuales son más efectivas cuando hay altos niveles de
participación y supervisión por parte del terapeuta, a través de materiales multimedia,
contenido psicoeducativo, contacto directo con el terapeuta, juegos, etc. Soportando la
importancia de la interacción humana en los tratamientos psicológicos por mediación
virtual. Sin embargo, en otra revisión literaria en la que se evaluó la eficacia de
intervenciones telefónicas, a través de internet y mediadas por realidad virtual, se
encontraron resultados heterogéneos en los efectos de la intervención sobre los síntomas
ansiedad y fobias. (Colombo et al., 2022; Paul et al., 2020; Roca et al., 2021).

Actualmente muchos estudios resaltan la importancia en el tratamiento de la ansiedad y

otros trastornos mentales por medio de la realidad virtual, generando así un incremento
en el interés por la aplicación de estas tecnologías, en las técnicas de exposición, esto
permite crear algunos ambientes tridimensionales generados por un computador para
simular la realidad, el objetivo de este tratamiento es que el paciente interactúe con el
medio virtual, posibilitando la sensación de estar inmerso en un ambiente casi idéntico al
que vive en su entorno, con el fin de facilitar y potencializar el proceso de cambio de
conducta, pensamientos, experiencias y emociones, dentro del tratamiento psicológico.

Los tratamientos de realidad virtual nacen como una nueva propuesta que facilita recrear
situaciones, eventos o estímulos a los cuales las personas le temen y no son posibles
acceder en la vida real. Así como para eliminar barreras en consultantes quienes
presentan dificultades con la imaginación y visualización. (García et al., 2011).
Garrido, S., Millington, C., Cheers, D., Boydell, K., Schubert, E., Meade, T., & Nguyen, Q.

V. (2019). What Works and What Doesn’t Work? A Systematic Review of Digital

Mental Health Interventions for Depression and Anxiety in Young People.

Frontiers in Psychiatry, 10(November), 1–19.

https://doi.org/10.3389/fpsyt.2019.00759

Colombo, D., Suso-Ribera, C., Ortigosa-Beltrán, I., Fernández-álvarez, J., García-Palacios,

A., & Botella, C. (2022). Behavioral Activation through Virtual Reality for

Depression: A Single Case Experimental Design with Multiple Baselines. Journal

of Clinical Medicine, 11(5). https://doi.org/10.3390/jcm11051262

García-García, Emilio S, Rosa-Alcázar, Ana I, & Olivares-Olivares, Pablo J. (2011).

Terapia de Exposición Mediante Realidad Virtual e Internet en el Trastorno de

Ansiedad/Fobia Social: Una Revisión Cualitativa. Terapia psicológica, 29(2), 233-

243. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-48082011000200010