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14/01/2023

Sahi Yael Ruelas Flores

Guía para el autoanálisis de la práctica docente


Durante mi vida he visto el quehacer docente como un noble trabajo ya que desde
muy pequeño veía a mi padre trabajar en distintas escuelas primarias, siempre
estaba donde él trabajaba he incluso llego a darme clases, también reconozco el
valor del trabajo de mi Tía hermana de mi papá, quien era profesora de prescolar y
mi Tío profesor de primaria, a quienes veía muy poco, únicamente en vacaciones
de verano o en navidad, ellos siempre insistían en nuestras platicas que el
magisterio era lo mejor que les había sucedido, que ellos así salieron adelante y
sostenían a su familia.

Acabando las vacaciones regresábamos a clases en los cuales recuerdo algunos


métodos de enseñanza un poco cuadrados cuando estuve en primer grado, con
actividades muy tradicionales y poco efectivas para la enseñanza de la
lectoescritura.

Durante mi trayecto en la escuela comencé a tomar mucho gusto por la


arquitectura, el diseño de edificios, casas o simplemente diseñar algún objeto o
imagen me causaba demasiada emoción, mis planes eran entrar al Tecnológico
de Durango para poder tomar la carrera de arquitectura que era lo que mas me
apasionaba, sin embargo los tiempos no fueron los mas adecuados en términos
económicos y fue por ello que me obligue a buscar nuevas alternativas, y empecé
a recordar mi niñez, a mi padre dar clases que lo hacia de una manera bastante
divertida, las platicas de mis Tíos y primos docentes, y empecé a buscar opciones
para tomar una carrera docente, para mi sorpresa un día en la preparatoria unos
jóvenes universitarios entraron a nuestra aula y comenzaron a dar promoción de
una escuela formadora de docentes, la cual se me hizo bastante interesante y
guarde el folleto que me entregaron en mi mochila, para platicarlo con mis padres
en casa y considerar la opción ya que la escuela ofrecía un 100% de beca escolar.
Estando en casa llegue y comente primero con mi mamá todo lo que había
escuchado de la promoción que los jóvenes habían expuesto, después lo comente
con mi papá y el se alegro mucho que considerara tomar la carrera para profesor
de educación primaria.

Y es así como llegué al magisterio, con muchas ilusiones de conseguir un trabajo


seguro, salir adelante y poder sobresalir en la vida, conocí muchísimo dentro de la
normal aparte del quehacer docente a relacionarme mas con distintas maneras de
pensar, amigos, compañeros forjar una nueva personalidad que considero se ha
ido mejorando a lo largo de mi trayecto.

Durante mis primeros momentos incluyéndome aún más el quehacer docente


aprendí muchas cosas, a tomar mas seguridad al hablar, e incluso cosas que
suenan sencillas como escribir en un pizarrón, a tomar gusto por este noble
trabajo y relacionarme mas con mis compañeros docentes.

El lugar que ocupa en mi vida mi trayecto profesional es muy importante ya que


quisiera obtener una estabilidad económica, poder desenvolverme en la sociedad
sin preocupación, también darle una buena vida a mi hija, que no falte nada en el
hogar y seguir superándome profesionalmente.

Lo que aprecio mucho de mi profesión es saber que estoy abonando un granito de


arena en la larga formación de cada uno de los niños y saber que en ellos dejare
aprendizajes significativos que tendrán para toda su vida.

Con el paso del tiempo surge el interés por una superación personal y profesional
mucho mas elevada, de no quedarme estancado con lo que estudie y seguir
avanzando dentro del magisterio, es por ello que me encuentro cursando la
Maestría de Intervención Didáctica.

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