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Se dice que en China lo utilizaron hace aproximadamente . 2.200 años para llegar a la
inmortalidad. Stalin lo tomaba y Ronald Reagan lo consiguió por medio de los Japoneses, y así
controló su cáncer. Se trata del hongo Kombucha. Proviene de Asia del Este y llegó a muchos
países a través de Rusia. Vive y se reproduce en una solución de té y azúcar. Tratándolo
correctamente el hongo nunca muere y permanece vivo. Está compuesto por células de
levadura y bacterias.
Durante el proceso de fermentación y oxidación se efectúan las diferentes reacciones complejas
(proceso de asimilación y desimilación); al ser absorbida el azúcar produce otros elementos
valiosos: ácido glucorón, ácido láctico, ácido acético, Vitaminas C + B, aminoácidos, elementos
antibióticos, antitóxicos y varios más. De esta manera, el té de Kombucha es verdaderamente
una pequeña fábrica bioquímica.
Contrariando los efectos secundarios desagradables que tiene muchos fármacos, los elementos
del té se esparcen en el sistema corporal por completo, y normalizan el estado de las
membranas celulares sin efectos secundarios por sus propiedades agradables al metabolismo,
promoviendo así el bienestar general.
Aprovechemos entonces estas fuerzas naturales para conservar y recuperar nuestra vitalidad,
actividad, capacidad mental y física.
En los distintos informes, tanto antigüos como modernos, se mencionan una gran cantidad de
enfermedades que se combaten con el té de Kombucha:
Regula la actividad del tubo digestivo (gastroenteritis)
Estimula la defecación
Cura las hemorroides
El reumatismo y la artritis
Regenera las paredes celulares y cura así la arteriosclerosis (normaliza la presión alta, quita el
miedo, la irritabilidad, el dolor de cabeza, el mareo, etc.)
Combate las enfermedades señiles y prolonga así la vida
Elimina rápidamente indigestiones
Tiene efectos depurativos, disuelve las impurezas y es excelente para eczemas malignos del
rostro
Elimina dolores de cabeza
Elimina dolores en las articulaciones
Elimina la gota
Elimina los cálculos en los riñones, vesícula y en los vasos capilares del cerebro
Regula el nivel del colesterol
Normaliza la presión arterial y enfermedades nerviosas
Elimina forúnculos
Evita y elimina la formación de grasas
Cura la amigdalitis
Cura la diabetes
Cura diferentes enfermedades internas, especialmente inflamatorias (por Ej.: del intestino
grueso y delgado).
Cura el catarro estomacal
Se utiliza con éxito también contra la disentería, impotencia, flujos extraños y cáncer, sobre todo
en sus fases iniciales.
También se recomienda para los deportistas y para personas que sufren de la tensión.
El té de Kombucha llama la atención a la gran cantidad de molestias que desaparecen por
medio de él. Esto se debe a que el té no cura sólo un órgano en especial del cuerpo, sino que
influye positivamente en la totalidad del organismo, estabilizando el metabolismo y
desintoxicándolo. En consecuencia, aumenta las defensas del cuerpo, repara el metabolismo
dañado y restablece el bienestar general.
Algunas de las cualidades curativas necesitan aún ser investigadas, mientras que otras ya se
han comprobado científica y experimentalmente, por ejemplo, la regulación de la flora intestinal,
el fortalecimiento de las membranas celulares, la desintoxicación y la depuración, la
armonización del metabolismo, el efecto antibiótico y el favorecimiento del equilibrio de la base
de los ácidos.
Como el hongo se protege sí mismo (posee ácidos orgánicos, un porcentaje mínimo de alcohol,
ácido carbónico y elementos antibióticos), detiene el desarrollo de cualquier microorganismo que
no es propio.
Es una buena costumbre pasar el hongo de Kombucha a otras personas como símbolo de
amistad y ayuda mutua.
Preparación
Se necesita
El hongo de Kombucha
Agua
Una olla (no dañada) de acero inoxidable (no de aluminio)
Un envase de vidrio (frasco), porcelana o arcilla (con una abertura ancha)
Un paño que deje pasar aire (lino, gasa o algodón)
Un trapo fino y una banda elástica para cerrar el envase
70 gramos de azúcar fina blanca (no azúcar morena o negra) por cada litro de agua
(aproximadamente 3 cucharadas).
Y 5 gramos de té negro, verde o de hierbas.
Preparación
(medidas por un litro de agua)