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El principio de legalidad

Es la garantía y tutela de la seguridad jurídica. Si bien se despliega por todo el sistema


jurídico, cobra mayor importancia en los ámbitos penal, administrativo y tributario.

De hecho, es uno de los principios sobre los que se sustenta el Derecho Administrativo, es
decir, el aplicable a la administración pública.En forma general implica que todos los
poderes públicos y los ciudadanos están sometidos a la ley, y que solo pueden hacer lo que
está permitido o no prohibido por las leyes. El principio de legalidad actúa junto con otros
principios generales del derecho.

A su vez, legitima la actuación del Estado al sujetar esta a las mismas leyes que la
ciudadanía.
El principio de legalidad en el ordenamiento jurídico
El principio de legalidad, junto con otros principios generales del Derecho, es el origen y
fundamento de las normas. Los principios generales tienen primacía frente a otras fuentes
del derecho. Constituyen el fundamento del derecho positivo.

Su rol en el ordenamiento jurídico es el siguiente:

Garantiza la protección y ejercicio de los derechos fundamentales de las personas.


Implica la supremacía constitucional.
Representa la articulación constitucional de las fuentes del derecho.
Rige todas las actuaciones de la Administración Pública, en especial su poder sancionador.
Son complementarios del principio de legalidad, los principios de jerarquía normativa,
publicidad de las normas, irretroactividad y seguridad jurídica.
El principio de legalidad en el Derecho Administrativo
La importancia del principio de legalidad es indiscutible en todos los campos, pero en modo
particular en el Derecho Administrativo. Entre otras cosas porque de acuerdo a este
principio, la Administración debe ceñirse a un ordenamiento jurídico jerarquizado.

La principal aplicación del principio de legalidad en el derecho administrativo es sobre su


poder sancionador. Implica que la atribución de la Administración Pública para sancionar
solo puede realizarse a través de las leyes.

Dentro del principio de legalidad, se actúa junto con el principio de interés general, por el
cual el interés privado debe ceder ante el interés público o social, y con el principio de
división de poderes, según el cual el poder público se distribuye en órganos con funciones
específicas y limitadas para cada uno de ellos.

Por otra parte, la Administración puede dictar sus propias normas, siempre dentro de los
límites que establecen las leyes.

El principio de legalidad en el Derecho Penal


Según el principio de legalidad en el derecho penal:
No puede aplicarse una pena que no esté prevista por la ley.
Todos los delitos deben tener señalada su pena específica.
No puede imponerse una pena sin juicio previo.
De aquí se derivan las diversas garantías del sistema judicial en el aspecto penal.

El principio de legalidad en el derecho tributario


La legalidad de la tributación se conoce también como reserva de ley.
En el sistema tributario, el sistema de legalidad opera junto con los principios de
proporcionalidad y equidad.
También, junto con el de no confiscatoriedad, en relación con el derecho de propiedad, ya
que la porción del patrimonio que toma el tributo, debe mantenerse dentro de límites
razonables.
En un sentido más amplio, el principio de reserva de ley es el conjunto de disposiciones
cuya regulación concierne exclusivamente a los parlamentos y que deben ser definidas en
forma de ley.

Así, desde el punto de vista tributario, excluye determinados sectores y materias de la


regulación por parte de la Administración, actuando como una técnica protectora del Estado
de Derecho. Por ejemplo, la creación, modificación y supresión de tributos solo puede
realizarse por ley.

FISCALIA PENAL DE MIRAFLORES

A pesar de que la discriminación por vestimenta está completamente prohibida, en la


Fiscalía Penal de Miraflores mantienen un cartel en donde señalan que no dejarán ingresar
a quienes usen shorts, bermudas, minifaldas, faldas cortas u otros similares.

Debido a este cartel, la abogada Cynthia Silva fue impedida de entrar, en un primer
momento, a la Fiscalía cuando tenía que avanzar un proceso de violencia psicológica contra
una mujer a la que estaba patrocinando.
La Defensoría del Pueblo ya ha señalado que “la vestimenta no es razón para impedir el
ingreso de ciudadanos a instituciones públicas”, las únicas razones para impedir la entrada
es por razones completamente justificadas de salubridad y seguridad, por lo que impedir el
pase por la vestimenta no tiene ninguna justificación y es inconstitucional porque viola el
derecho a la igualdad y no discriminación.

En un momento de grave violencia contra las mujeres, ¿es dable que se les prohíba entrar a
hacer una denuncia, un trámite o a ver cómo avanzan sus procesos judiciales por la ropa
que usan? ¿En qué está pensando la Fiscalía para emitir este tipo de prohibiciones basados
en prejuicios, estereotipos y estigmas hacia las mujeres, las y los jóvenes e incluso,
sospechamos, las personas LGTBI?

El principio de informalismo y los requisitos formales en el procedimiento


administrativo

1.-Introducción

En el presente artículo abordaremos el principio de informalismo y los requisitos formales en el


derecho administrativo, los cuales se encuentran estrechamente relacionados. Asimismo, si buen
pueden parecer dos conceptos contradictorios, no lo son si se comprenden correctamente las normas
que los regulan.

2.- principio de informalismo

2.1. El Principio en el TUO de la Ley 27444

Por una parte, este principio se encuentra desarrollado en el articulo 1 del TUO de la Ley:

«1.6. Principio de informalismo.- Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma
favorable a la admisión y decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus
derechos e intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que puedan ser
subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte derechos de terceros o el
interés público.»

Por otra parte, los principios de celeridad y de eficacia lo abordan y complementan:

«1.9. Principio de celeridad.- Quienes participan en el procedimiento deben ajustar su actuación de


tal modo que se dote al trámite de la máxima dinámica posible, evitando (…) meros formalismos, a fin
de alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin que ello releve (…) [el] respeto al debido
procedimiento o vulnere el ordenamiento.»

«1.10. Principio de eficacia.- Los sujetos del procedimiento administrativo deben hacer prevalecer el
cumplimiento de la finalidad del acto procedimental, sobre aquellos formalismos cuya realización no
incida en su validez(…).

(…) la finalidad del acto que se privilegie sobre las formalidades no esenciales deberá ajustarse al
marco normativo aplicable (…).»

2.2. Alcances del principio de informalismo

Respecto a los alcances de este principio, de acuerdo a lo señalado por ACURIO, el principio de
informalismo se erige como principio por su carácter cotidiano y democratizador:

«(…) toda vez que la posibilidad de que cualquier ciudadano acuda a la administración pública está
ligada a su quehacer diario, a su derecho de petición, de participación; a diferencia del proceso civil,
al cual se acude sólo para resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre jurídica, y
en el cual la defensa es cautiva, y seguramente cuidará de observar las formas procesales para
resguardar los derechos de la parte a quien patrocina»[ACURIO, Héctor Mujica. Principio de
informalismo. Ius Et Tribunalis, 2015, p. 75].
En esa línea, de acuerdo con IVANEGA, «consiste básicamente en la dispensa a los administrados
de cumplir con las formas no esenciales, es decir aquellas que no están ligadas o exigidas por el
orden público administrativo.»[ IVANEGA, Miriam Mabel. El principio del informalismo en el
procedimiento administrativo. Derecho PUCP: Revista de la Facultad de Derecho , 2011, no 67, p.
165.]

Asimismo, este autor sostiene que este principio busca que el administrado no se vea perjudicado
por cuestiones meramente procesales, por lo que relativiza exigencias adjetivas. Este principio busca
que las actuaciones y decisiones de la administración se interpreten a favor del administrativo y que
el procedimiento favorezca la viabilidad del acto.}

3. Las formalidades en el procedimiento administrativo

El TUO de la Ley 27444 dispone en el artículo 4 que actos administrativos deberán expresarse por
escrito. Sin embargo, esta norma pone una excepción a esta regla y señala que, por la naturaleza y
circunstancias del caso, el ordenamiento jurídico puede prever otra forma, siempre que permita tener
constancia de su existencia.

Dentro de las formalidades que observa el TUO de la Ley a esto se encuentra es posible enumerar
las siguientes:

El acto escrito indica la fecha y lugar en que es emitido, denominación del órgano del cual emana,
nombre y firma de la autoridad interviniente.

Cuando el acto administrativo es producido por medio de sistemas automatizados, debe garantizarse
al administrado conocer el nombre y cargo de la autoridad que lo expide.

Cuando deban emitirse varios actos administrativos de la misma naturaleza, podrá ser empleada
firma mecánica o integrarse en un solo documento bajo una misma motivación, siempre que se
individualice a los administrados sobre los que recae los efectos del acto. Para todos los efectos
subsiguientes, los actos administrativos serán considerados como actos diferentes.

En contraposición a esto, el artículo 14 del TUO de la Ley 27444 trata la conservación del acto y
señala que es válido el acto administrativo emitido con infracción a las formalidades no esenciales del
procedimiento

.Al respecto, este artículo considera como tales formalidades no esenciales aquellas cuya realización
correcta no hubiera impedido o cambiado el sentido de la decisión final. Asimismo, son formalidades
no esenciales cuando su incumplimiento no afectare el debido proceso del administrado.

4. El principio de informalismo y los requisitos formales. ¿Contradicción?

Para ilustrar esta aparente contradicción normativa presentamos dos artículos de una misma norma
que observan escenarios de aplicación del principio de informalismo y de requerimiento de
formalidades que podrían contraponerse, pero que en realidad no sucede así.

Por un lado, tenemos el artículo 26 que trata las notificaciones defectuosas.

Artículo 26.- Notificaciones defectuosas

26.1 En caso que se demuestre que la notificación se ha realizado sin las formalidades y requisitos
legales, la autoridad ordenará se rehaga, subsanando las omisiones en que se hubiesen incurrido,
sin perjuicio para el administrado.

26.2 La desestimación del cuestionamiento a la validez de una notificación, causa que dicha
notificación opere desde la fecha en que fue realizada.
Por otro lado, tenemos tenemos el artículo 19 de la Ley que «dispensa» de notificar a la autoridad
en determinadas circunstancias:

Artículo 19.- Dispensa de notificación

19.1 La autoridad queda dispensada de notificar formalmente a los administrados cualquier acto que
haya sido emitido en su presencia, siempre que exista acta de esta actuación procedimental donde
conste la asistencia del administrado.

19.2 También queda dispensada de notificar si el administrado tomara conocimiento del acto
respectivo mediante su acceso directo y espontáneo al expediente, recabando su copia, dejando
constancia de esta situación en el expediente.

¿Significa esto una contradicción? en efecto, no es así. El TUO de la Ley concurre en estos
supuestos porque coloca como prioridad la realización de los intereses de los administrados en la
medida que estos sean válidos y legales.

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