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Universidad Nacional de Chimborazo

Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas


Carrera de Derecho

Materia: Derecho Administrativo Institucional


Tema: Control de lectura “Los Principios Generales del
Derecho Administrativo”

Nombre: Villacrés Cevallos Laura Jhoana


Docente: Dr. Alex LLuguin

Quinto Semestre “B”

Fecha de entrega: 18 de diciembre del 2020


Periodo: noviembre 2020- abril 2021
Los Principios Generales del Derecho Administrativo

1. Antecedentes

Dar un concepto sobre principio siempre ha acarreado un grado de dificultad por las

diversas perspectivas históricas, jurídicas, etc., que han considerado diversos juristas al

estudiar este tema, a la vez que estamos en un mundo jurídico muy cambiante, lo que ha

dificultado tener una noción en común.

Partiendo desde el punto etimológico, la palabra principio proviene del latín

principium comienzo, primera parte, parte principal, a su vez derivado de prim primero,

en primer lugar y cap que es tomar, coger, agarrar, por lo que literalmente principium es

lo que se toma en primer lugar. (Wikipedia, 2020)

Algunos de los autores que más han destacado por estudiar el significado de

principio y su lugar en el mundo jurídico según (Montes, 2011) son:

Ronal Dworkin quien usaba el término principio en sentido genérico,

para referirse a todo el conjunto de estándares, que no son normas, que

apuntan siempre a decisiones exigidas por la moralidad o impelentes de

objetivos que han de ser alcanzados. A la vez, Robert Alexy señala que

los principios son mandatos de optimización que ordenan que algo sea

realizado en la mayor medida posible dentro de posibilidades jurídicas y

reales existentes. (p. 398)}

Los principios en el ámbito general del derecho desempeñan entonces una función de

optimización, que dirigen los estándares y viabilidad de como debería organizarse el

ordenamiento jurídico, ya que son las bases de la construcción jurídica, a la vez que

permiten llenar vacíos que deja la norma.

En cuanto al Derecho Administrativo, al ser un ordenamiento jurídico que integra un

sistema orgánico, posee un grado de autonomía respecto de otras ramas del derecho, lo
que significa que posee principios propios que en la mayoría de los casos resultan

inaplicables en otros casos.

Los principios que son empleados por el Derecho Administrativo rigen la actuación

de la Administración Pública, impidiendo que se violen derechos e intereses de los

administrados, a la vez sirven para interpretar las normas ahí donde la aplicación literal

no es posible y también para suplir vacíos en el ordenamiento administrativo. Los

principios deberán ser empleados incluso como parámetros para la elaboración de

normas legales que regule procedimientos administrativos (Napuri, 2009).

Se debe tener en cuenta que la Administración Pública actúa conforme al interés

general, esto es que favorece a todas las personas que componen la sociedad, pero que

debe ser equilibrada entre los intereses de los administrados y el mismo interés general,

que debe ser tutelado por la Administración Pública (Montes, 2011). Por la misma razón

de que el único objetivo o función que persigue la Administración Pública, es el de

servir a la colectividad.

2. Análisis del Objeto de la Lectura

En materia Administrativa se aplicarán los principios consagrados en el artículo 227

de la Constitución, en los Tratados Internacionales y en la Ley.

Entre los principios más importantes del Derecho Administrativo tenemos los

siguientes:

Principio de Legalidad

El principio de legalidad es el principio mas importante del Derecho Administrativo.

En nuestra Constitución lo tenemos consagrado en el artículo 226 que establece:

Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias, las servidoras o

servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal

ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la


Constitución y la ley. Tendrán el deber de coordinar acciones para el

cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos

reconocidos en la Constitución.

Esto implica que los organismos de la Administración Pública deberán actuar en base

a las funciones y limites que le otorgue la ley, en este caso no goza de una libertad

negativa, atendiéndola a esta como que nadie está obligado a hacer lo que la ley no

manda, ni impedido a hacer lo que esta no prohíbe. Por lo tanto, solo puede hacer lo que

se le ha facultado de forma expresa.

Según (Montes, 2011) este es un principio que directamente está relacionado con el

sometimiento del Estado y la Administración Pública a la ley y tiene su origen

básicamente en el contrato social de John Locke.

En un contexto de una monarquía absoluta, lo que se buscaba era limitar el

poder absoluto y ello solo se podía distribuyendo el poder estatal, pero que no

debía ser el monarca quien haga las leyes puesto que sería impropio que quien

deba acatar la norma sea quien la haga, además que el ser humano es por

naturaleza aferrado al poder y siempre querrá tener todo en sus manos (Montes,

2011) (p. 231).

Es por lo anterior expuesto que, mediante la renuncia de cada individuo a su libertad

se buscaba la seguridad que le otorga el Estado, que era el ente que debía garantizar

bienestar a las personas y ejecutar un servicio de calidad. Es así como el Estado debía

subsumirse a la ley, dando como consecuencia que este principio de legalidad sirva

como una efectiva limitación a su poder en beneficio de los derechos de los individuos.

El Debido Procedimiento Administrativo

El debido proceso es un conjunto de garantías indispensables para que un proceso

pueda ser considerado justo. Este principio lo tenemos consagrado en la Constitución en


el artículo 76 que manifiesta que “en todo proceso en el que se determinen derechos y

obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso”.

Por lo tanto, no es un debido proceso solamente aplicado a los órganos

jurisdiccionales, sino también a los entes administrativos, dado que en todos los

procesos en los que una persona esté inmersa es necesario que esta pueda gozar de

garantías como a ser escuchado, a recibir una decisión motivada, a obtener y producir

pruebas, etc.

Pero este debido proceso administrativo presenta según (Montes, 2011) varias

diferencias con respecto al debido proceso judicial, una de ellas es que cuando se habla

de Administración Pública no cabe hablar de cosa juzgada ya que cuando se ha agotado

la vía administrativa se puede impugnar por vía judicial a través del proceso

contencioso administrativo.

La justificación de que exista un debido proceso administrativo, es por la lógica de

que no exista arbitrariedades en los procesos, lo cual puede vulnerar derechos de las

personas, con relación directa a la razón de ser del principio de legalidad que reside

precisamente en el control de la arbitrariedad estatal. Esta existencia del debido proceso

permite que el órgano de control, pueda evaluar el comportamiento de la administración

pública.

El Principio de Impulso de Oficio.

Dentro de los principios del procedimiento administrativo, especial importancia tiene

el principio de oficialidad. Eduardo García de Enterría y Tomás Ramón Fernández,

indican “que la administración pública como gestora del bien común, tienen el deber de

actuar ex officio en la prosecución del interés público, impulsando el procedimiento para

llevarlo a cabo, cualquiera fuere la intervención o impulso que tuviere los

administrados” (Alvarez, 2019)


Juan Carlos (Cassagne) respecto del principio de oficialidad sostiene:

Del principio de la oficialidad emergen una serie de consecuencias que se

proyectan en una ampliación de facultades del órgano administrativo que lleva a

cabo la instrucción. Así, el órgano administrativo instructor puede revocar un

acto una vez dictado y notificado, de oficio o a pedido de parte, cuando existiera

una nulidad absoluta y el acto no hubiere tenido principio de ejecución y ordenar

la producción de toda clase de medidas de prueba, aun cuando no fueran

peticionadas por el administrado (p.646).

El legislador desarrolló un catálogo de principios en el Código Orgánico

Administrativo, desde el artículo tres hasta el treinta; no obstante, no reconoce a este

principio doctrinario, sin embargo, en el artículo 139, inciso primero manifiesta lo

siguiente:

“Impulso procedimental. A las administraciones públicas les corresponde el impulso

oficial del procedimiento administrativo” (COA)

Como consecuencia, el principio de impulso de oficio es un componente esencial del

debido proceso en sede administrativa, al permitir la tramitación adecuada y eficiente de

los procedimientos en beneficio de los administrados, lo que permite generar celeridad

en los procesos ya que el objetivo es que no haya obstaculizaciones y dilaciones en la

eficiente Administración Pública.

El Principio de Razonabilidad y de Proporcionalidad

El principio de razonabilidad radica en que las decisiones de la autoridad

administrativa, cuando tomen decisiones respecto a los actos de gravamen, que son

aquellos que incluyen sanciones, obligaciones, etc., se debe mantener una proporción

entre los medios a emplear y los fines públicos que se deban tutelar. (Napuri, 2009)
Por ende, tiene correlación con el principio de proporcionalidad, que según (Napuri,

2009) engloba tres aspectos muy importantes como son:

idoneidad, necesidad y ponderación. En cuanto es necesario que la afectación

a los intereses del administrado se encuentre dirigida al fin perseguido por la

medida. Se requiere en segundo lugar que, ante varias posibilidades de

limitación, la Administración Pública escoja aquella que sea menos gravosa

respecto del derecho fundamental a limitar. Es necesario, finalmente, que el

grado de afectación al derecho se encuentre acorde con el nivel de obtención de

la finalidad perseguida con la limitación (p. 239).

Por lo tanto, estos principios persiguen que una resolución administrativa sea justa, que

no sea arbitraria o que puedan vulnerar derechos fundamentales del administrado.

El Principio de Imparcialidad

Es un principio constitucionalmente consagrado, que implica que las autoridades

administrativas actúan sin ninguna clase de discriminación entre los administrados,

otorgándole tratamiento y tutela igualitarios frente al procedimiento resolviendo

conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés general.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha sostenido que la

imparcialidad implica que el juez o funcionario “debe aparecer actuando sin estar sujeto

a influencia, aliciente, presión, amenaza o intromisión, directa o indirecta, sino única y

exclusivamente conforme a el Derecho” (Caso Apitz Barbera y otros vs. Venezuela.

Sentencia del 5 de agosto del 2008).

Por lo tanto, el servidor público, sea que actúe en primera o segunda instancia, debe

intervenir con la más absoluta imparcialidad, despojado de cualquier atadura que pueda

comprometer su recto entendimiento y aplicación del orden jurídico.


Así las cosas, no cabe duda de que la imparcialidad es un principio rector del derecho

administrativo que debe ser aplicado integralmente en toda actuación sancionatoria, y

cuya violación podrá ser alegada ante el juez que ejerza el control judicial del acto

sancionatorio para obtener su nulidad.

El Principio de Celeridad en el Procedimiento Administrativo

La celeridad establece que todos los procedimientos deben ser resueltos de una

manera oportuna, evitando dilaciones y actuaciones que dificulten su tramitación o que

constituyan formalismos innecesarios, a fin de alcanzar una decisión razonable con el

tiempo.

Este principio asegura la satisfacción del derecho de petición administrativa, ya que

la Administración Pública está obligada a resolver en el plazo establecido, pero que, a la

vez ante la inactividad de la autoridad administrativa, se establece un silencio

administrativo, que a mi parecer no estarían cumpliendo con ningún tipo de principio

consagrado en la ley y la Constitución.

En cuanto a la economía procesal, este principio implica según (Napuri, 2009)

“ahorro de costos en dinero, tiempo y esfuerzo, entendiendo que no debe vulnerar

derechos al debido proceso en ninguna etapa del proceso como tal” (p.244).

Dicho principio, tiene relación con el principio de simplicidad, de predictibilidad, de

uniformidad de los procesos administrativos ya que implica que los trámites

establecidos por la autoridad administrativa deberán ser sencillos, debiendo eliminarse

toda complejidad innecesaria; además de brindar a los administrados información veraz,

completa y confiable sobre cada trámite, de modo tal que a su inicio se pueda tener

certeza de cuál será el resultado final y por último que la autoridad administrativa

deberá establecer requisitos similares para trámites similares, originando así celeridad

en todos los procesos administrativos y una pronta respuesta al administrado.


3. Conclusiones

Al establecer el concepto de principio, se tiene la idea de que, según Robert Alexy,

son mandatos de optimización, que dirigen los estándares y viabilidad de cómo debería

organizarse el ordenamiento jurídico, ya que son las bases de la construcción jurídica, a

la vez que permiten llenar vacíos que deja la norma.

En este caso los principios en el Derecho Administrativo, responden de cierta forma

a principios que se han consagrado en la Constitución y que deben estar presentes en

toda rama del derecho, como pueden ser: principio de legalidad, de celeridad, de

imparcialidad, etc.

En cuanto al principio mas importante que tiene el Derecho Administrativo, está el

principio de legalidad. Su importancia radica en que todos los organismos y entidades

de la Administración Pública deben hacer solo lo que establezca la ley. A la vez, este

principio previene la arbitrariedad de la Administración Pública como tal.

La Administración Pública para garantizar los derechos de los administrados, a fin de

cumplir su única y especial misión de servir a la colectividad, deberá siempre

enmarcarse en los principios establecidos en la Constitución, los Tratados

Internacionales y la Ley.
4. Criterio Personal.

Al analizar la lectura, entiendo que los principios establecen las pautas que se deben

llevar para un correcto manejo de la Administración Pública, esta al ser una rama del

derecho autónoma y perseguir el interés general, contienen principios que en ciertos

casos son inaplicables a un proceso en vía judicial ordinaria, pero que, en la mayoría, se

asemejan en cuanto tienen consagrados principios constitucionales que son garantías de

todos los individuos como tal.

Según se ha analizado, la función primordial y el objetivo por el cuál la

Administración Pública se ha creado, es para satisfacer las exigencias de los

administrados y de servir a la colectividad.

Pero esta tarea en servicio de la colectividad debe cumplir con los principios de

legalidad, eficiencia, eficacia, celeridad, simplicidad, imparcialidad y demás que

consagran la gama de principios generales de la Administración Pública. Esto con el

afán de dar un servicio de calidad, oportuno, sin dilaciones, para que los derechos y

garantías de los administrados se vean satisfechos y no vulnerados o violentados por el

ente que debería resguardarlos.

Hago acotación la película “El Ministro y Yo” que nos muestra como ni uno de estos

principios se cumplían, una realidad que hasta ahora se sigue dando, pero que depende

de todos hacer de la Administración Pública un servicio de bien y de calidad, ya que

solo con un buen desarrollo de esta, los derechos de toda la colectividad se verían

resguardados y protegidos.
Referencias

Alvarez, Á. J. (2019). Importancia de implementar un proceso administrativo único

para la administración pública. Quito.

Cassagne, J. C. (s.f.). Derecho Administrativo.

Montes, R. I. (2011). Colaboraciones Juridicas UNAM. Obtenido de https://revistas-

colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/anuario-derecho-

constitucional/article/download/3974/3490

Napuri, C. G. (2009). Los principios generales del Derecho Administrativo. Obtenido

de Revistas PUCP:

http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/iusetveritas/article/view/12203

Wikipedia, C. d. (2 de Septiembre de 2020). Wikipedia. Obtenido de Principio:

https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Citar&page=Principio&id=1

28964430&wpFormIdentifier=titleform

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