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La masificación como

herramienta para la
globalización:
De la sociedad de
rendimiento a The Beatles.

María Ángeles Ángel Lobato


20098014Q
Facultad de Filosofía y Letras
Música y Sociedad Actual
Enfrentarse a elaborar un ensayo de forma tan libre siempre me ha provocado
cierta sensación de inseguridad, relacionada tal vez con la costumbre de estar sometidos
a elaborar esto o aquello concretamente, ni más ni menos. Y funciona de esta forma
porque el proceso no importa en este caso, el objetivo es el qué se dice y no cómo se ha
llegado a la idea. Despojada durante mi etapa educativa de mi propia individualidad en
cada asignatura o materia, desde el colegio hasta la universidad, los elementos de
evaluación siempre han definido un aprendizaje que nunca he sentido como propio.
Debido a que tengo la posibilidad y no el deber, ahora me gustaría mostrar parte
de mi proceso de aprendizaje, que va mucho más allá de la elaboración de textos
expositivos sobre, por ejemplo, el tambor cerámico andalusí, como fue el caso, y que
me provocan un rechazo que es duro de reconocer como futura graduada en
Musicología. Mi intención, en este caso, es encontrar el punto en común compartido
entre todas las ideas relacionadas con espacios y formas de consumo. Por ello es por lo
que este texto está dedicado a la persona que puso en mi vida el ensayo La sociedad del
cansancio de Byung-Chul Han1, ya que no puedo evitar inclinarme hacia sus ideas al
encontrar el punto común de las formas de consumo y los espacios en la globalización.
Es un eco constantemente presente durante las reflexiones y viajes internos que he
realizado entorno al tema. De este ensayo me han surgido diferentes preguntas
referentes a la escucha y al consumo de música, y utilizo el término «consumo» de
forma totalmente consciente e intencionada.
Por ello me pregunto cómo ha afectado la globalización a este consumo. Siendo
Tik Tok el fenómeno en las redes más reciente, encontramos la presencia de la música
en la mayoría de su contenido. Además de ser, en algunos casos, el elemento principal,
también de forma secundaria acompaña a cualquier tipo de imágenes, y me refiero a
casi cualquier tipo. El algoritmo se encarga de encontrar las preferencias individuales. Y
se puede escuchar música durante los cortos vídeos de los que se nutre la plataforma,
reflejo de la aceleración general a la que estamos sometidos. Por ello, la música que se
utiliza en las plataformas debe formar parte de la estrategia algorítmica y ser
identificable, debe llamar la atención, pero no tanto como para resultar incómoda o
desagradable a sus consumidores. Es por esto por lo que se crea una retroalimentación
que a la vez que cumple una función, define los gustos de sus consumidores, ya que
condiciona el gusto musical y sus tendencias. Esta música difícilmente se lleva a la
escucha contemplativa. Forma parte de uno de los mecanismos del sistema de
rendimiento definido en La sociedad del cansancio que apoya esta contemplación y que
indica que dos de las cosas más importantes para llevar a cabo esto es el control de los
impulsos y la necesidad del aburrimiento. Y mi pregunta relativa a ello es ¿cómo
podemos pretender realizar una escucha contemplativa de música que nace, de alguna
manera, de un lugar creado expresamente para interrumpir y perder el control de los
impulsos? El multitasking me invade mientras escribo, haciéndome mirar las Redes
Sociales al estar hablando de ellas, son un ouróboros del que formo parte. Y esta es una
característica del sistema de rendimiento que más me llena de rabia, la consciencia de
esta dependencia y la aparente indiferencia, la cual combato con diferentes distracciones
como un analgésico. Escapar de esta rabia se vuelve cada vez más difícil, pero aprendo
a ser consciente de que mi capacidad de mejora personal se deposita en la concentración
a una sola cosa, una cosa que de verdad quiera hacer, aunque conlleve realizar muchas
otras cosas que me aburrirán.
1
Han, B. C. (2010). La sociedad del cansancio. Herder Editorial.
En otro orden de ideas, surge una pregunta sobre la escucha contemplativa. Si se
imposibilita esta escucha por la aceleración, ¿para qué escuchamos? ¿con qué finalidad
escuchamos música hoy en día? Esto me remite directamente al término «catarsis», que
de alguna forma tiene implícita una necesidad de purificación, ya sea de forma
emocional o en el sentido de la Antigua Grecia. Este término se utiliza para justificar en
muchos casos la importancia de la música en la Antigüedad, y pueden notarse hoy en
día resquicios de este pensamiento en las formas de escucha actuales. Según la Real
Academia Española2, el término «catarsis» en su primera acepción: “Entre los antiguos
griegos, purificación ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza”; o el caso
de la tercera acepción: “Purificación, liberación o transformación interior suscitadas
para una experiencia vital profunda”. Estas definiciones, a pesar de no ser nada precisas
en lo que se refiere a la supuesta transformación purificante, dan una idea de una de las
diferentes utilidades de la música vigentes hoy en día. La gente se “purifica” con la
música. También hay opiniones opuestas en las que utilizan la música para cambiar su
estado de ánimo. Sin embargo, la idea de purificación, aun siendo crítica con el término
de «pureza», me lleva a preguntarme de qué nos purificamos. Entiendo entonces esta
purificación como una evasión, algo nos provoca tal rechazo que debemos negar su
existencia a modo de alivio o consuelo durante un tiempo. Retomo aquí la globalización
del sistema de rendimiento que agota al individuo hasta el punto de la necesidad de
evasión para soportar el peso de su propia existencia.
Este agotamiento que lleva a la evasión se da según Byung-Chul Han por la
cantidad de elementos iguales presentes en la sociedad. Es la manera que ha encontrado
el sistema de unificarnos en pocos grupos, por no decir uno solo y poder crear productos
que nos gusten o se consuman por la mayoría, siendo el consumo masivo su único fin.
Así pues, está presente en la música de forma innegable. Los artistas musicales
mayoritarios son objetos de consumo que se venden en todas las formas posibles,
incluso utilizando estrategias donde ya no importa la creación musical en sí, también
importará su relación con el arte visual, ya que la inmediatez de estos tiempos se reduce
a una jerarquía de la vista por encima de los demás sentidos. Se busca también la
identificación con estos artistas, por ello es por lo que se muestran en las Redes Sociales
de forma espontánea en su día a día y así poder ver el reflejo de lo igual tanto en ellos
como en nosotros mismos para que no se pueda identificar el sobrepaso y por lo tanto
no se lleve a análisis. Refleja lo masivo esta sociedad basada en la producción para el
consumo constante, traducido inevitablemente en la economía circular. Una rueda
puesta en funcionamiento gracias a las economías neoliberales y capitalistas que tiene
una inercia peligrosa de parar por el riesgo inevitable de colapso. En esta rueda, la
sociedad necesita anestesiarse, ya sea con drogas o con la evasión que se ha mencionado
antes. Ahora la música que parecía aliviar el dolor infligido al individuo se convierte en
una herramienta del sistema circular de consumo y producción. El problema es que no
hay equilibrio entre el alivio y el daño, a pesar de ser difícil de identificar, porque el
sistema se encarga de ser persuasivo y aparentar inocencia, el dolor de los individuos se
convierte en muchos casos en enfermedades neuronales relacionadas con la
sobreexposición a estímulos, interrumpiéndose continuamente, con la pérdida de noción
de su vida personal por la vida productiva o laboral, así como indica Han.3
La masificación es el síndrome de la globalización. Cualquier artículo se
construye de forma masiva, y no encuentro mejor ejemplo musical de masificación que
2
Real Academia Española. (s.f.). Catarsis. En Diccionario de la lengua española. Recuperado en 23 de
enero de 2022 de https://dle.rae.es/catarsis?m=form
3
Han, B. C. (2010). La sociedad del cansancio. Herder Editorial.
The Beatles. Ellos fueron el detonante de la creación de una industria musical masiva
que los convirtió en productos internacionalmente. Es cierto que, para la sociedad
actual, su relevancia ya no es privilegiada, sin embargo, no se puede negar que pese a
ser un grupo que hace años que dejó de producir, sigue estando presente en la industria
de una forma o de otra renovando sus estrategias de venta continuamente, aprovechando
la expansión temporal que tiene el fenómeno.
Por otro lado, analizando a The Beatles desde el punto de vista de Han4 en su
ensayo, he podido identificar que las características de los sujetos de la sociedad de
rendimiento están presentes en su mayoría en The Beatles. En primer lugar, pertenecen
a una sociedad llena de libertades y en su mayoría pacifista, por lo que la forma de
actuar hacia diferentes injusticias no será la violencia como tal, sino la violencia
sistemática, produciendo canciones relacionadas con un posicionamiento antibelicista.
Por otra parte, el uso de las drogas como estimulante para la producción. Es bien
conocida esta faceta del grupo relacionada con el uso de las drogas de forma
continuada. Era una realidad que, se quiera o no, se vincula directamente con la música
que producían, buscando en estas drogas la inspiración y la recreación. Además, el uso
de estas les hacía dispersarse y evadirse de la misma forma que escuchar música o como
el uso de las Redes Sociales y lo que provoca en los sujetos, haciendo así que la
economía circular siga su curso junto al sistema de sujetos anestesiados. Relacionado
con esta producción, se identifica también que el proceso creativo al que estaban
sometidos era el responsable en parte de la necesidad del uso de drogas, lo que subraya
que están sometidos al proceso y, por lo tanto, el sistema ejerce represión sobre ellos.
En otro orden de cosas, el grupo estaba siendo atomizado, de hecho, la separación del
grupo es un punto de inflexión en la historia de la música popular urbana. Cada vez, los
vínculos iban perdiendo peso y los integrantes del grupo se alejaron socialmente. Es una
de las características que lleva a que el sujeto se encuentre solo y tenga una visión
individualista. Así se crea esta situación de identificación tanto con la víctima como con
el verdugo, es él mismo el que se inflige daño y lo recibe de sí mismo. Y se hace muy
complicado identificar este daño debido a que es la misma violencia sistemática la que
actúa sobre nosotros. Por esto, The Beatles es sometido a la coacción por el sistema al
ser un producto y formar parte del mismo y por otro lado expresan libertad en su
música, ejemplo claro de esta ambivalencia. Por último, el grupo consigue reducir al
público a una masa que no puede identificarse de forma individual y se identifica con la
masividad de las granjas de los animales, con un rebaño. De la misma forma, la
industria convirtió a The Beatles en un formato que se copió en muchos países del
mundo como parte de las estrategias de marketing, creando elementos iguales en la
música para convertirlos en un producto.
En conclusión, The Beatles es un ejemplo claro de la masificación en música y
por lo tanto de la globalización. Los grupos o artistas posteriores al grupo ya tenían un
espejo donde poder mirarse para copiar estrategias de venta, ya sea mediante la imagen,
el aspecto, la música, la forma de exponer su vida privada o los diferentes escándalos
referidos a estos. La masificación de la música comienza aquí, y todo lo que después ha
venido es una extensión del grupo de alguna forma. Sirven y servirán de modelo para el
sistema económico al cumplir con los requisitos para formar parte de la sociedad de
rendimiento. Es un ejemplo claro de cómo funciona el sistema, es imparable y no se
justifica en sí mismo. La industria musical se iguala a todas las industrias, no se escapa
y funciona de la misma forma, pese a tener ciertas carencias y problemas, como son la
violencia o la represión, nunca se reflejarán en el sistema mismo, sino en los sujetos. El
4
Ibid.
sistema exige a los individuos colmar sus carencias y les transmite la responsabilidad de
estas como si fuesen su culpa, y con ello es con lo que cargan los sujetos, sintiendo
desde dentro de sí mismos el peso del sistema como propio.

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