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Presentación
AUTORES
China
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Redacción
Lucie Rault (2012)
UNIMA China (2012)
Traducción
El teatro de títeres en China es, como el de actores, un Kathy Foley (2012)
acontecimiento total que incluye a todas las artes: música, canto, Fan Pen Chen (2012)
Habría que esperar hasta 1980 para asistir al renacimiento del arte
del títere en China. Desde entonces, se han creado nuevas obras,
se han estudiado nuevas tecnologías y se ha promovido la
conservación de las artes antiguas. Los vínculos rituales prosiguen
en ciertas zonas rurales de China y en Taiwán (ver Ritos). Desde
2006, las autoridades chinas comenzaron a contrarrestar las
amenazas a las que se enfrenta este patrimonio cultural
inmaterial, fomentando que las compañías sigan desarrollando y
preservando este arte. En China continental, Hong Kong, Taiwán, e
incluso en muchos de los países que acogen a los emigrantes
chinos, el arte del títere sirve tanto como manifestación
tradicional, como de expresión artística contemporánea.
Evolución histórica
Las fuentes escritas antiguas alusivas a los títeres son
relativamente raras y están dispersas. El primer documento con el
que contamos es Jia Yi xinshu (Nuevos escritos de Jia Yi, 201-169 a.
C., dinastía Han) que dice, “Mientras resuena el tambor, los títeres
se colocan para bailar”. Según aparece en Yanshi jiaxun (Las
instrucciones de la familia Yan) de Yan Zhitui (531–591), literato
durante la dinastía Qi del norte (550-577), “Guo Tu se denomina
comúnmente títere”, lo que demuestra que el personaje del calvo
Guo era popular en ese momento. Incluso hoy en día, el
espectáculo de títeres de Heyang en la provincia de Shaanxi
cuenta con un personaje especial llamado Laibaozi (Calvo), que
probablemente es la misma figura. Según los textos históricos,
podemos afirmar que los títeres manipulados por hombres se
utilizaban para representar historias sencillas en China antes del
periodo de la dinastía Qi del norte. De este modo, el Ji Hanshu
(Memorias de los Han) de Liu Chao de los Liang (siglo VI) nos
informa que “bajo la dinastía Han, las gentes de la capital
fabricaban muñecos para las fiestas y las bodas, y para los
entierros se cantaba y se manejaban los muñecos al son de la
música de funeral…”. En Tongdian (Instituciones completas), la
obra enciclopédica escrita por Du You, de 766 a 801, se indica que
“se fabricaban muñecos para manejarlos, hacerlos cantar y bailar.
En sus orígenes, utilizábamos estos muñecos para los ritos
fúnebres, pero hacia finales del siglo III, la gente comenzó a
utilizarlas para todo tipo de festividades”. Aunque el texto se
redactó con posterioridad al periodo Han (206 a. C.–220 d. C.),
reafirma la idea de la adaptación de los títeres de los ritos
funerarios a otro tipo de actos. La utilización cada vez más
frecuente de los títeres implicó el desarrollo de técnicas de
manipulación más elaboradas, correspondiendo a un desarrollo
gestual y coreográfico, sin duda influenciados por los “cien juegos”
(baixi), desarrollados bajo la dinastía Han, que incluían acrobacias,
malabares y otras diversiones. A día de hoy, los títeres siguen
presentándose como fiestas circenses.
Hubo que esperar hasta principios del siglo XX para asistir a una
nueva difusión del teatro de sombras, paralela al progreso de la
ópera. Pero el paso de las décadas, las guerras, el cambio político
y la competencia de nuevos medios (cine, televisión) han hecho
estragos en este género, ligado a las creencias y costumbres
tradicionales de los campesinos chinos. Los cambios en las
creencias han limitado las oportunidades de representar este arte.
Personajes y repertorio
Los personajes de las distintas formas teatrales, desde el teatro
de actores, a las sombras y los títeres (también bajo la forma de
ópera tradicional), están a menudo relacionados: los papeles
principales suelen ser sheng (el papel masculino), dan (el
femenino), jing (el rostro pintado) y chou (el cómico con la nariz
blanca); así como otros papeles de rostros pintados, con una
personalidad concreta, que se reconocen por un color dominante,
los adornos de su cabeza y su peinado. El rostro rojo representa la
honradez y lealtad, el rostro negro la justicia implacable, el rostro
verde la valentía y la fuerza, el rostro amarillo la crueldad y la
fiereza y el rostro blanco la deslealtad y la traición. Todas las
figuras lucen el maquillaje y los colores correspondientes a los
rasgos de los personajes a los que representan. El repertorio de
los títeres de sombras y del teatro de actores se inspira en las
tradiciones comunes. Los antiguos y legendarios soberanos se
representan como portadores de cultura, mientras que se ha
dotado de poderes y virtudes ejemplares a los antepasados de los
clanes. Los reyes y héroes, cuyas gestas están recogidas en los
libros dinásticos, fueron elevados al rango de modelos con
capacidad para distinguir el vicio de la virtud.
Perspectivas y expectativas
En la década de 1950, el gobierno chino permitía la práctica del
arte del títere tradicional y de sombras de conformidad con las
ideas del Presidente Mao pronunciadas en Yen’an. Al tratarse de
un arte popular, los títeres se consideraban una forma adecuada
del “Arte del Pueblo”, que contribuyó al progreso y la
modernización del país. En 1955, se celebró la primera reunión de
la Asamblea Nacional del Teatro de Títeres de Sombras en Beijing.
A ella asistieron treinta y un compañías de títeres de gran nivel,
incluyendo más de 180 titiriteros procedentes de trece ciudades y
provincias. Fue un acontecimiento con gran repercusión en todo el
país. A partir de ese momento, los titiriteros de sombras
organizaron tres encuentros, en los que desarrollaron nuevas
ideas y transformaron las obras de estilo tradicional en
producciones modernas, creando obras infantiles y musicales con
un enfoque educativo, una tendencia que viene practicándose
desde la década de 1980. En cuanto a los personajes, el Rey Mono
de la obra Xiyou ji (Viaje al oeste) aparece en la parte cómica y
acrobática del espectáculo, del mismo modo que otros personajes
conocidos mundialmente como Pinocho o la Sirenita. En las
ciudades, cada vez se recurre menos a las divinidades, ancestros
que implican poderes trascendentales o figuras exorcistas como
Zhong Kui, cazador de demonios.
Bibliografía