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Formativa: (Obligatorias)
Fases de la Auditoría
2. Completar
Actividad N°1
Introducción
Cualquier proyecto a nivel empresarial, requiere sin dudas de una planificación que
ordene el proceso a desarrollar. Naturalmente intuimos que la actividad de planear
una auditoria, exige una estrategia profunda en un trabajo de auditoria de estados
financieros.
Según la normativa NIA 300, planificación de la auditoría de estados financieros no
debe convertirse en una rueda suelta dentro del proceso de una auditoría general.
Por ello se debe hacer hincapié en que el plan de auditoría se revise al mismo
tiempo que avanza la auditoría.
Concretamente, se debe tomar los errores o falencias de corte anterior, y evaluarlos
de manera prioritaria para la auditoría del próximo año, para planear así un proceso
mejor y más eficiente.
Todo proceso necesita una estrategia
La estrategia es el principio de cualquier victoria. En cuanto a la auditoría, se traduce
en la combinación del enfoque de auditoría que se utilizará y el alcance, por ejemplo,
de transacciones y cuentas significativas, con riesgo de fraude, también de la
gestión y asignación de recursos, el momento en el que se desarrolla una auditoría
y la forma en que se gestiona el trabajo de auditoría.
¿Cuál es el objetivo de una estrategia de auditoría?
La estrategia debe estar diseñada para considerar cuestiones que van desde el
control de calidad, pasando por la forma en que se gestionan, dirigen y supervisan
los recursos de los que se dispone, cuándo se harán las reuniones de equipo, etc.
La finalidad de una estrategia de auditoría es asegurar que los auditores entiendan
y establezcan el alcance real y consciente de una auditoría, estableciendo
parámetros sobre la dirección del encargo de auditoría y el desarrollo de un plan de
auditoría para el éxito de este encargo de auditoría.
Una buena estrategia basada en NIA 300, planificación de la auditoría de estados
financieros, debe considerar diversas claves para llegar a buen puerto. Repasemos
algunas de ellas:
Establecer parámetros claros: la NIA 300 requiere que el auditor considere asuntos
específicos para lograr una estrategia bien articulada, por lo que la planificación es
una clave infalible. El plan de auditoría debe contener respuestas detalladas a los
riesgos específicos identificados al obtener una comprensión de la entidad auditada
y se debe ser específico en cómo la estrategia abordará la auditoria, cómo
establecerá su alcance, y cuál será el momento y cómo se dirigirá la auditoría.
Identificar las características del trabajo: es realmente importante evidenciar el
alcance de una auditoria. Tampoco se puede perder de vista las normativas
internacionales y de carácter aplicativo local para auditar los estados financieros de
las compañías. Recuerde que los trabajos de auditoría tienen características
específicas que se traducen en que la auditoría tenga un alcance más amplio en
compañías más grandes o de auditoría grupal, que, en aquellas entidades pequeñas
con menos empleados, por ejemplo.
Tener alto juicio profesional: Es parte de la estrategia de auditoría que los auditores
estén en la capacidad de identificar o descubrir cuáles son los factores claves o
áreas claves que requirieren de poner la lupa allí. Si hay algún factor o área
requerida para el juicio profesional, el auditor podría considerar si tiene suficientes
recursos con alta competencia para hacer el trabajo. De considerar que no debe
hacerla o no tiene las competencias, no se comprometa o busque otros recursos.
Conocimiento vs resultado: inicie por evaluar si el conocimiento adquirido por los
auditores y el resultado de su revisión pre analítica, son los correctos. Resolver esta
ecuación es un proceso que se hace comparando el conocimiento de los auditores
al compartir con la gerencia y comprender la naturaleza del negocio versus el
resultado del equipo de auditoría que realiza la revisión pre analítica en los estados
financieros que obtienen de los clientes. Si al final el resultado es consistente,
entonces la integridad administrativa debería estar bien.
Actividades de planificación
En esta etapa, el auditor requiere establecer una estrategia general de auditoría que
le permita plasmar el alcance, momento y la dirección de la auditoría, y además que
le sirva como hoja de ruta durante el desarrollo del plan de auditoría:
El auditor debe identificar de primera mano las características del trabajo que
definen su alcance. Es preciso auditar y revisar los estados financieros del
cliente solo en períodos específicos. Si la auditoría no logra identificar a
tiempo esto en el plan, el informe de auditoría que publica el auditor podría
no ser necesariamente el que obtenga el cliente. No se puede dejar a la
deriva otro factor importante, como el de la garantía y la seguridad razonable
requerida para que el auditor realice sus detalles de prueba y/o revisión o
compilación de estados financieros.
Los requisitos de informe definidos son vitales para el auditor toda vez que le
permite identificar el objetivo de usar los informes de auditoría y el tiempo
requerido para los entregables. Su línea de tiempo le debe permitir realizar
sus trabajos y administrar sus recursos, en espacios en los que asegure
poder cumplir al cliente. Por supuesto, todo este proceso debe quedar
evidenciado en un informe de auditoría y en la carta de encargo de seguridad
razonable. Algunas entidades requieren de informes adicionales para lograr
cumplir con las regulaciones de gobierno corporativo o con algunos requisitos
propios de la industria, por lo que el auditor debe comprender estos requisitos
desde el comienzo de la auditoría.
Evaluar el conflicto de interés es otra característica dentro de la planificación.
Se debe considerar sí existen factores que puedan afectar el juicio
profesional del auditor y de paso, la calidad del informe de auditoría. En caso
de existir un conflicto de intereses, es entendible que se deba acudir a una
evaluación para identificar qué tan grave es, documentando los argumentos.
Por ejemplo, sí resultara el líder del equipo de auditoría como gerente del
equipo de finanzas, entonces no debe permitir liderar al equipo, haciendo que
sus trabajos relacionados con este encargo sean revisados nuevamente por
otros gerentes independientes.
Evaluar el requisito de recursos es quizá uno de los principales objetivos
dentro del desarrollo de la estrategia de auditoría. Permite asignar recursos
de manera efectiva al equipo de auditoría y también, determinar la
naturaleza, momento y la extensión de los recursos necesarios para ejecutar
bien la estrategia. Por citar un ejemplo, sí la auditoría está andando
presionada por el tiempo debido a una fecha límite ajustada, lo mejor sería
asignar entonces más recursos para garantizar que se complete el proceso
y se pueda entregar en el lapso establecido; puede ocurrir el caso que el
auditor adicionalmente deba negociar con el cliente la extensión de plazo
para que los recursos puedan gestionar adecuadamente su trabajo. La
finalización con éxito de un informe de auditoría depende de los recursos que
se destinen en ella, como la cantidad de miembros del equipo de auditoría,
sus altas calificaciones y la experiencia que tenga cada integrante de este
grupo.
La evaluación de riesgos es otro componente esencial del plan de auditoría.
El auditor debe realizar evaluaciones de riesgos a través de la revisión de
entornos de control y procedimientos claves. El control sobre la información
financiera es clave, si este no es lo suficientemente fuerte, debe pensar de
inmediato cambiar el enfoque de auditoría. La evaluación del fraude es una
pieza fundamental de la planificación de riesgos y por esta razón, es labor de
los auditores evaluar los que correspondan a incorrección material no solo
por error sino también por fraude.