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Temario Diversidad
Temario Diversidad
Una parte importante de las personas que viven en España proceden de otros países y
otros continentes; pertenecen a una pluralidad de etnias, tienen otras culturas y
profesan diferentes religiones. Además, en otros ámbitos de la diversidad social hemos
conseguido avances históricos, como en el reconocimiento de los derechos de las
personas homosexuales o con discapacidad; de tal forma que muchos colectivos
distintos se están haciendo visibles en la esfera pública, ante el resto de la sociedad y
ante el conjunto de las instituciones, como una parte más del conjunto de la ciudadanía.
• SENSIBILIDAD SOCIAL. Los agentes de policía tienen que ser cuidadosos con cada
entorno social, y preservar la singularidad; ser especialmente atentos con
aquellos entornos social y económicamente vulnerables, y defender los
derechos de las personas que viven allí.
Por otra parte, entre los miembros de un mismo cuerpo policial y con otras
organizaciones policiales, los miembros de las policías locales de Andalucía, deben
observar las normas de actuación de acuerdo con los valores siguientes:
1. No discriminación
Todos los agentes de policía tienen derecho a no ser discriminados por razón
de su raza, origen nacional o étnico, lengua, color, religión, edad, estética,
orientación sexual, identidad de género, opinión o cualquier otra circunstancia
personal o social.
2. Respeto a la diversidad
4. Trato respetuoso
2. EL ODIO Y LA DISCRIMINACIÓN.
A amplios sectores de la sociedad, entre los que se incluyen las mujeres, los niños y las
niñas, las personas mayores, las personas con discapacidad, las personas inmigrantes y
refugiadas, las personas gitanas, las personas que tienen una orientación sexual
diferente a la mayoritaria, etc.
Personas concretas (particulares) u organizaciones, que pueden ser tanto públicas como
privadas.
La discriminación:
Con la finalidad de entender mejor cómo funcionan los mecanismos que operan en la
generación del discurso del odio y en la discriminación, es importante conocer las
siguientes definiciones (pasa el ratón por encima de cada término para ver la definición):
Rechazo, aversión, hostilidad u odio contra personas que sufren alguna enfermedad o
son portadoras de esta.
Rechazo, aversión, hostilidad u odio a una persona que tiene una capacidad básica
limitada con respecto a la media o anulada por completo. Esta limitación puede ser
física, sensorial, psíquica o mental.
En relación con las situaciones de odio y discriminación, las infracciones pueden ser
tanto penales como administrativa.
La percepción subjetiva de la víctima o de los testigos sobre los hechos no significa que
finalmente el hecho se trate de un delito de odio, pero nos obliga a investigar la
motivación.
P.ej.: Una mujer de origen argelino explica que, desde que llegó al barrio, un grupo de
vecinos llaman reiteradamente al timbre de su casa a cualquier hora para insultarla a
ella y a su hija menor. Explica también que estos vecinos han roto el buzón de su casa y
han hecho pintadas en la fachada en las que dice “fuera de aquí”. Ella cree que su
aspecto y manera de vestir la identifican claramente como una persona extranjera y eso
provoca el rechazo.
Esta pertenencia o relación con el grupo puede ser real o percibida por el presunto
autor.
P.ej.: El autor se acerca a la víctima y con actitud hostil le dice: “Sudaca de mierda... ¡¡¡el
trabajo para los de casa!!!” con expresión de violencia y desprecio en la cara.
Es muy importante que los agentes aporten imágenes del vestuario y otros elementos
distintivos y las adjunten a la documentación policial.
En relación con los tatuajes y otros elementos corporales (piercings, cicatrices...), para
obtener las imágenes se tiene que pedir el consentimiento del presunto autor con
asistencia letrada efectiva (no puramente nominal) o autorización judicial.
P.ej.: Un hombre con estética cabeza rapada, con el número 88 tatuado y con distintivos
como esvásticas y pegatinas con el rostro de Hitler y Mussolini, agrede a un joven al que
identifica con movimientos de izquierdas.
P.ej.: Un grupo de extrema derecha que lleva alguna pancarta con la expresión
“Panchitos fuera” se desplaza por el espacio público y pasa por una zona de ocio
frecuentada por latinoamericanos.
7. El lugar o la fecha en los que se producen los hechos son relevantes por el significado
simbólico implícito, ya sea con respecto a las víctimas o a los presuntos autores.
P.ej.: Se han encontrado unos grafitis de carácter fascista en las paredes de una
sinagoga.
P.ej.: Una chica marroquí que viaja en transporte público es agredida por un joven sin
que haya mediado ninguna conversación ni acción previa que haya podido
desencadenar el ataque. Mientras la ataca, la insulta y menosprecia haciendo alusión a
su origen extranjero.
10. La existencia de antecedentes policiales del presunto autor por hechos similares a
los que conoce el agente de policía.
P.ej.: El presunto autor tiene un perfil de Facebook donde ha hecho proclamas contra
las personas pobres y donde sigue grupos que son hostiles respecto de este colectivo.
P.ej.: En las últimas semanas, varios negocios del barrio gestionados por personas de
origen chino han aparecido con pintadas que les llaman mafiosos y que les piden que se
marchen a su país.
LA PREVENCIÓN.
Así pues, con el fin de favorecer tanto la prevención como la detección de los incidentes
de odio y discriminación es muy importante que los cuerpos policiales generen un clima
de confianza y complicidad con la ciudadanía en general y, especialmente, con los
colectivos susceptibles de sufrir estas situaciones, con las instituciones públicas que
luchan por la igualdad y la no discriminación, con las asociaciones de víctimas y las
organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos y con los
medios de comunicación.
Por otra parte, también es importante que los cuerpos policiales difundan un mensaje
de rechazo de las conductas que generan odio y discriminación a la población en
general, a fin de que sean proactivos en el rechazo a estas conductas. Asimismo, los
cuerpos policiales tienen que poder llegar a los potenciales infractores y crear un efecto
de prevención a fin de que no realicen estas conductas.
Los responsables de crear estos canales tendrían que ser las unidades de relaciones con
la comunidad o de proximidad de los respectivos cuerpos policiales, ya que disponen de
la infraestructura, pericia técnica y conocimiento del territorio adecuados para hacerlo.
Algunas de las pautas a seguir por los cuerpos policiales en sus relaciones con la
comunidad son:
Este interlocutor tiene que conocer su comunidad en toda su diversidad y actuar como
impulsor y dinamizador de las políticas transversales en materia de delitos de odio y
discriminación en toda la organización policial y, a la vez, tiene que hacer de interlocutor
de la policía local con las comunidades susceptibles de sufrir incidentes de odio o
discriminación en el término municipal.
El hecho de que los miembros de estos colectivos conozcan personalmente a los policías
y los sientan próximos y sensibilizados con su diversidad ayuda a que los tengan como
referentes y les trasladen sus inquietudes y problemáticas.
En el marco de la prevención, cada organización policial tiene que poder identificar a los
colectivos susceptibles de sufrir situaciones de odio y discriminación dentro de su
municipio.
Esta información se tiene que recopilar y se tiene que dejar constancia documental de
la misma, mediante las técnicas de policía de proximidad, como son la creación de fichas
de contacto que se tendrán que adecuar a la normativa vigente en materia de
protección de datos de carácter personal. De esta manera, el interlocutor comunitario
podrá implementar diferentes acciones preventivas adaptadas al colectivo destinatario.
Desde las organizaciones policiales se tienen que impulsar iniciativas para informar y
sensibilizar a los diferentes colectivos en situación de vulnerabilidad sobre este tipo de
situaciones con connotaciones de odio y discriminación. Se tienen que dar a conocer sus
derechos y obligaciones legales y promover acciones para favorecer la seguridad
ciudadana, la prevención y la denuncia.
Las visitas, las actuaciones y el resto de intervenciones con la comunidad se tienen que
reflejar mediante las técnicas de entrevista propias de la función policial de proximidad
y se tienen que recopilar para hacer el seguimiento necesario.
• 3.2.1.2 COORDINACIÓN CON OTROS OPERADORES Y ACTORES SOCIALES.
Se tiene que llevar a cabo la misma tarea con los servicios sociales municipales, servicios
de cultura, centros docentes, medios de comunicación, etc. para intentar conectar el
máximo de información y para coordinar las acciones preventivas, dando un mensaje
homogéneo en la lucha contra el odio y la discriminación.
En este sentido hay que destacar que existen servicios de la Junta de Andalucía o de los
ayuntamientos y de otros organismos de ámbito local de asesoramiento y seguimiento
en esta materia.
En la atención a las víctimas de odio y discriminación hay que tener en cuenta que el
autor selecciona a las víctimas por su adscripción a un grupo determinado, hecho que
incrementa su sensación de vulnerabilidad.
Estos delitos de odio se caracterizan, además, por causar un impacto profundo sobre el
grupo con el que la víctima se identifica, ya que son una amenaza dirigida al colectivo al
que pertenecen.
Por lo tanto, todas las actuaciones policiales que se lleven a cabo tienen que ir
orientadas a evitar una segunda victimización.
Ante una actuación policial con víctimas de odio y discriminación, tanto en el lugar de
los hechos como en las dependencias policiales, se deben tener en cuenta las medidas
de actuación que se detallan a continuación:
Las actuaciones con las personas presuntamente autoras de las infracciones de odio y
discriminación se tienen que regir por los mismos principios que se aplican al resto de
presuntos autores.
La única diferencia es la relativa a cómo se llevan a cabo sobre estas personas las
diligencias de investigación tendentes a asegurar y demostrar que nos encontramos
ante una infracción motivada por el odio y la discriminación.
Así pues, hay que prestar una especial atención a la indumentaria, los comentarios y el
entorno que rodea a la persona presuntamente autora, y recoger debidamente todos
estos indicios de una manera exhaustiva.
No obstante, puede haber personas que pertenecen a algún colectivo específico o que
tienen unas características diferenciadas del resto y a quienes, por lo tanto, se tiene que
dispensar un trato determinado de acuerdo con sus características personales, con la
finalidad de garantizar los derechos y libertades, de la manera más efectiva.
Algunos de los ejemplos podrían ser las personas transexuales, pero también lo pueden
ser las personas practicantes de determinadas religiones, como la musulmana o la sij, o
las pertenecientes a minorías étnicas con rasgos físicos diferenciados...
- Identificación.
- Cacheo.
Por otra parte, como en cualquier otro caso, cuando la situación sea de grave
peligro para los agentes, para la persona identificada o para terceros, como por
ejemplo la sospecha de tenencia de armas de fuego, tiene que efectuar el
cacheo el agente actuante, sin esperar la llegada de terceros e
independientemente de su sexo.
- Detención.
Para hacer más efectiva esta previsión genérica, hay que analizar en cada uno
de los casos cuáles son las formas menos perjudiciales de practicar las
detenciones, de acuerdo con la persona a detener.
- Custodia.
La custodia posterior a una detención policial hay que hacerla con una atención
especial, ya que se trata de una situación con una doble complejidad: por una
parte, porque hay un periodo relativamente prolongado durante el cual se
tienen que garantizar todos los derechos a la persona detenida y custodiada
(excepto el de la libertad deambulatoria); por otra parte, existe una situación
de peligrosidad tanto para la persona custodiada como para los agentes que
efectúan la custodia.
Una de las dudas que se pueden generar en esta fase es respecto del tipo de
tratamientos médicos de la persona detenida. Claro está que la persona
detenida tiene derecho a recibir tratamiento médico durante la detención y
custodia, pero se podían plantear ciertas dudas sobre el alcance de estos
tratamientos. En este sentido, hay que dejar claro que, por ejemplo, los
tratamientos médicos y hormonales de los transexuales están incluidos en este
derecho.
Otra duda podría ser con respecto a las prendas de ropa o complementos que
se llevan durante la detención y custodia. En este sentido, solo se privará de las
prendas de vestir que cubran partes del cuerpo como la cabeza cuando estas
puedan ser utilizadas contra la propia vida o la integridad física de terceros.
P.ej.: Los turbantes que llevan los sijs –por el riesgo de ser utilizados para
ahogarse. En todo caso, con el fin de garantizar esta costumbre religiosa, se
intentará sustituirlos por otras maneras de recoger el pelo que no pongan en
riesgo su integridad.
Una gran parte de las infracciones de odio y discriminación no llegan a formar parte de
las estadísticas como tales, porque no llegan a entrar en el circuito jurídico o porque
dentro de este se pierden y son tratadas y clasificadas como de otro tipo. Otras, a pesar
de entrar en el circuito adecuado, no pueden llegar a ser castigadas por falta de pruebas.
Este fenómeno se da, entre otras causas, por la inexistencia de un tipo autónomo de
delito o infracción administrativa de odio y discriminación. Además, los indicios de estos
hechos acostumbran a ser “invisibles”, las víctimas pueden tener miedo a denunciar,
puede existir cierto desconocimiento por parte de los diferentes operadores o dificultad
para identificar y perseguir estos tipos de delitos, entre otros factores.
Los objetivos de la policía, como primer operador jurídico que entra en contacto con las
infracciones de odio y discriminación, tienen que ser:
Es necesario que las unidades instructoras clasifiquen los atestados por delitos de odio
y discriminación en el aplicativo de tramitación del que dispongan y, en caso de no
disponer, mediante el sistema estadístico manual que utilicen.
Con el fin de garantizar que la fiscalía especializada pueda hacer esta tarea, será
necesario anotar “DELITO DE ODIO” en la diligencia de remisión y en la carátula y
entregar una copia de las diligencias al Servicio de Delitos Odio y Discriminación de la
fiscalía provincial correspondiente, además del resto de copias que se envían
habitualmente.
La agudeza del agente de policía es primordial para poner de manifiesto los elementos
que posteriormente constituirán la prueba del ilícito. Esta tarea corresponde tanto a las
unidades instructoras (cuando recogen la denuncia de la víctima o instruyen las primeras
diligencias de investigación) como a los agentes actuantes a pie de calle (cuando, en
caso de ser testigos del hecho o tener la primera noticia, extienden las actas
correspondientes para plasmar los primeros indicios).
Una descripción del escenario donde se han producido los hechos destacando aquellos
elementos que puedan resultar explicativos sobre la motivación discriminatoria de la
infracción: propaganda, estandartes, banderas, pancartas de determinado signo,
ambiente de ocio frecuentado por colectivos homosexuales, de latinoamericanos...,
proximidad a un centro de culto...
Indicación de la fecha de los hechos por si pudiera tener alguna connotación simbólica
que contribuya a dar significación a los hechos que se han producido o coincide con una
fiesta o celebración relevante para algún colectivo.
Si unos agentes de la policía local de aquel municipio observaran una discusión entre
dos ciudadanos, en la vía pública, en la que uno de ellos le dice al otro: “Eres un moro
de mierda, a ver si te sacas la túnica asquerosa que llevas”, tendrían que redactar un
acta o boletín de denuncia, identificando al autor, y describir, de manera exhaustiva, no
solo el insulto con componente discriminatorio, sino también el resto de circunstancias
mencionadas con anterioridad con respecto a los hechos penales, como podría ser que
el hecho se haya producido en la entrada de una mezquita, que el autor tenga estética
cabeza rapada...
Hay que tener presente que, en caso de que un hecho constituya claramente un delito
de odio y discriminación y también una infracción administrativa del mismo tipo, deben
iniciarse las dos vías.
Por lo tanto, además de la tramitación del atestado por la vía penal, se tiene que enviar
la documentación relativa a los hechos al órgano administrativo competente, a fin de
que valore el inicio y suspensión del procedimiento administrativo sancionador
correspondiente hasta la resolución del proceso penal, en aplicación del principio non
bis in idem.
Por una parte, hay que tener en cuenta que el Código Penal no utiliza una nomenclatura
específica que identifique ni los delitos discriminatorios ni los delitos de odio ni tampoco
los regula conjuntamente sino que recoge, en diferentes títulos, una serie de conductas
que pueden ser catalogadas como conductas discriminatorias o incardinarse bajo el
término de “delitos de odio”.
Por otra parte, debe remarcarse que hay tipos penales específicos que prevén estas
motivaciones de odio y discriminación (p. ej.: art. 510, 511 y 512), y en otros casos se
aplica el delito general (p. ej.: lesiones) y es el agravante del artículo 22.4 del Código
Penal el que especifica la motivación de odio y discriminación.
Con respecto a las infracciones administrativas, debe remarcarse que no hay una
recopilación única de infracciones en materia de odio y discriminación ya que no hay
una ley integral que las regule.
Existe una normativa administrativa fragmentada y de diferente rango legal, como las
ordenanzas municipales de civismo, la Ley 19/2007, contra la violencia, el racismo, la
xenofobia y la intolerancia en el deporte; la Ley 8/2017, para garantizar los derechos, la
igualdad de trato y no discriminación de las personas LGBTI y sus familiares en
Andalucía, entre otras, que establecen infracciones administrativas relativas al odio y la
discriminación.
Por ejemplo, las actas de denuncia levantadas por estas infracciones se tienen que
enviar al Servicio de Juegos, Espectáculos y Actividades Recreativas de la Consejería de
la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía. En el caso de
infracciones a otras normas administrativas, al órgano sancionador competente.