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Quemaduras
Por Damien Wilson Carter
, MD, Tufts University School of Medicine
Las quemaduras son lesiones de la piel y otros tejidos provocadas por el contacto térmico, radiactivo, químico o eléctrico. Las quemaduras se clasifican según su profundidad (espesor parcial superficial y
profunda y espesor total) y según el porcentaje de la superficie corporal total afectada. Las complicaciones consisten en shock hipovolémico, rabdomiólisis, infección, cicatrices y contracturas o
retracciones articulares. Los pacientes con quemaduras grandes (> 20% superficie corporal) requieren reposición hídrica. Los tratamientos para las heridas por quemaduras consisten en aplicar
antibacterianos vía tópica, limpieza periódica, elevación de las zonas quemadas y, en ocasiones, injertos cutáneos. Las quemaduras de las articulaciones requieren ejercicios en todo el rango del
movimiento y férulas.
Las quemaduras provocan alrededor de 3.000 muertes cada año en los Estados Unidos y aproximadamente 2 millones de consultas médicas.
(Véase también Quemaduras oculares e Ingestión de cáusticos.)
Etiología
Las quemaduras térmicas pueden ser consecuencia de la aplicación de cualquier fuente externa de calor (llamas, líquidos, objetos sólidos o gases calientes). Los incendios también pueden dar lugar a la inhalación de humo (Ver
también Envenenamiento con monóxido de carbono).
Perlas y errores
Evaluar la vía aérea y prepararse para la intubación si los pacientes
tienen síntomas respiratorios, esputo carbonáceo, quemaduras
peribucales, pelos nasales chamuscados o fueron confinados en un
entorno de grabación.
Por lo general, las quemaduras por radiación son consecuencia de una exposición prolongada a la radiación ultravioleta solar (quemaduras solares), pero pueden ser a causa de una exposición prolongada o intensa a otras fuentes
de radiación ultravioleta (p. ej., camas solares) o a fuentes de rayos X u otras radiaciones no solares (ver Exposición a la radiación y contaminación).
Las quemaduras químicas se producen por ácidos fuertes, álcalis fuertes (p. ej., lejía o cemento), fenoles, cresoles, gas mostaza o fósforo. La necrosis de la piel y del tejido profundo que se producen como consecuencia del
contacto con estas sustancias puede seguir progresando durante varias horas.
Las quemaduras eléctricas son el resultado de la generación de calor y la electroporación de las membranas celulares asociadas con las corrientes masivas de electrones. Las quemaduras eléctricas de alto voltaje (> 1000 voltios)
suelen causar daño tisular profundo y extenso a tejidos conectivos conductores de la electricidad, como músculos, nervios, y vasos sanguíneos, aunque la lesión cutánea aparentemente sea mínima.
Los eventos relacionados con la quemadura (p. ej., saltar desde un edificio en llamas, ser herido por restos, la colisión de un vehículo) provocan otras lesiones. En niños pequeños y pacientes ancianos con quemaduras, debe tenerse
en cuenta un posible abuso (ver Generalidades sobre el maltrato infantil y ver Abuso de ancianos).
Fisiopatología
El calor de las quemaduras provoca la desnaturalización de las proteínas y, por ende, la necrosis coagulativa. Alrededor del tejido coagulado se agregan las plaquetas, se contraen los vasos y el tejido mal perfundido (que se conocen
como zona de estasis) pueden necrosarse alrededor de la lesión. El tejido que rodea la zona de estasis está hiperémico e inflamado.
El daño de la barrera epidérmica normal permite
Invasión bacteriana
Pé did d lí id
Pérdida externa de líquido
Alteración de la termorregulación
Los tejidos dañados a menudo se vuelven edematosos, lo que aumenta aún más la pérdida de volumen intravascular. La pérdida de calor puede ser significativa porque existe una alteración de la termorregulalción de la dermis
dañada, en particular en las heridas expuestas.
Quemaduras profundas
Las quemaduras de primer grado (también llamado a veces superficial) se limitan a la epidermis.
Las quemaduras de espesor parcial (también llamadas de segundo grado) afectan una parte de la dermis y se subdividen en superficiales y profundas.
Las quemaduras superficiales de espesor parcial comprometen la mitad superior de la dermis. Estas quemaduras curan en 1 a 2 semanas y la cicatriz suele ser mínima. La cicatrización se produce a partir de las células epidérmicas
que recubren las conductos de las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos; estas células crecen hacia la superficie, luego migran por ella para reunirse con las células procedentes de glándulas y folículos vecinos.
Las quemaduras profundas de espesor parcial compromenten la dermis profunda y tardan ≥ 2 semanas para cicatrizar. La cicatrización sólo se produce a partir de los folículos pilosos, y las cicatrices son comunes y pueden ser
graves.
Las quemaduras de espesor total (tercer grado) se extienden a través de toda la dermis y afectan la grasa suyacente. La curación se produce sólo desde la periferia; estas quemaduras, a menos que sean pequeñas, requieren
injerto de piel.
Complicaciones
Las quemaduras causan tanto complicaciones sistémicas como locales. Los principales factores que contribuyen a las complicaciones sistémicas son la rotura de la piel y la integridad y pérdida de líquidos. Las complicaciones locales
incluyen escaras contracturas o retracciones y cicatrices.
Signos y síntomas
Quemaduras de espesor parcial superficial: estas quemaduras se blanquean con la presión y son dolorosas y sensibles. Las vesículas o ampollas apaercen dentro de las 24 h. Las bases de las vesículas y ampollas son rosas
y posteriormente aparece un exudado fibrinoso.
Quemaduras de espesor parcial profundas: estas quemaduras pueden ser blancas, rojas o moteadas en rojo y blanco. No se blanquean con la presión y son menos dolorosas y sensibles que las quemaduras más
superficiales. Un pinchazo con una aguja se interpreta como una presión en lugar de un pinchazo. Pueden aparecer vesículas o ampollas; estas quemaduras suelen ser secas.
Quemaduras de espesor total: estas quemaduras pueden ser blancas y elásticas, negras y chamuscadas, marrones y con aspecto de cuero curtido o rojo brillantes por la hemoglobina que se ha fijado en la región
subdérmica. Las quemaduras pálidas de espesor total pueden parecerse a la piel normal excepto porque no se blanquean con la presión. Las quemaduras de espesor total en general presentan anestesia o hipoestesia. El pelo
puede arrancarse fácilmente de sus folículos. No se desarrollan vesículas ni ampollas. A veces, las características que diferencian las quemaduras de espesor total de las de espesor parcial tardan entre 24 y 48 horas en
desarrollarse.
Diagnóstico
Evaluación clínica de la extensión y profundidad de la quemadura
(A) Regla de los nueves (para adultos) y (B) Diagrama de Lund-Browder (para niños) para estimar el alcance de las quemaduras
(Rediseñado de Artz CP, JA Moncrief: The Treatment of Burns, ed. 2. Philadelphia, WB Saunders Company, 1969; reproducido con autorización).
En los pacientes hospitalizados, deben medirse la hemoglobina y el hematocrito, los electrolitos séricos, urea, creatinina, albúmina, proteínas, fosfatos y calcio ionizado. También deben realizarse un electrocardiograma, un análisis
de orina para determinación de mioglobina y una radiografía de tórax. La mioglobina se sospecha si la orina es muy oscura o si aparece un resultado positivo para sangre en la tira reactiva de orina en ausencia de hematíes en el
estudio con el microscopio. Estas pruebas se repiten siempre que sea necesario. Los compartimientos musculares se evalúan en pacientes con mioglobinuria.
La infección por quemadura se sospecha por el exudado de la herida, la alteración de la cicatrización o la presencia de signos sistémicos de infección (p. ej., por fiebre o leucocitosis). La fiebre y la leucocitosis son frecuentes en las
quemaduras sin infección y en consecuencia son signos poco fiables de la sepsis en desarrollo. Si el diagnóstico no está claro, la infección se confirma con una biopsia, ya que los cultivos obtenidos en la superficie de la herida o en el
exudado no son fiables. Muchos centros evalúan a los pacientes al ingreso para detectar la colonización con estafilococo aureus resistente a la meticilina (SARM).
Tratamiento
Líquidos IV para quemaduras > 10% de la superficie corporal
Medidas sintomáticas
Cirugía y fisioterapia para las quemaduras de espesor parcial profundas o de espesor total
Tratamiento inicial
El tratamiento comienza antes de llegar al hospital. Las prioridades son las mismas que en cualquier paciente traumatizado: vías aéreas, respiración y circulación. Se asegura la vía aérea, se ventila al paciente y se trata una posible
inhalación de humo asociada con oxígeno al 100%. Se apagan las zonas que aún continúen quemándose y se retira el material que arde o está caliente. Se quita toda la ropa. Se enjuagan con agua todos los productos químicos,
excepto los polvos que deben retirarse antes del lavado. Las quemaduras causadas por ácidos, álcalis o compuestos orgánicos (p. ej., fenoles o cresoles) se lavan con una cantidad de agua continua al menos durante 20 min después
de que parezca que ya no queda nada de la solución original.
Líquidos intravenosos
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En pacientes en shock o con quemaduras > 10% de la superficie corporal se administran líquidos intravenosos. Se coloca una vía venosa de calibre 14 o 16 G en 1 o 2 venas periféricas en un área de piel no quemada, si es posible.
Deben evitarse la venotomía o la canalización, porque tienen un riesgo muy alto de infección.
El volumen de líquido inicial se determina de acuerdo con el tratamiento del shock clínicamente evidente (1). Si no hay shock, la administración de líquidos tiene como objetivo reemplazar los líquidos de mantenimiento de déficit y
de suministro previstos. La fórmula de Parkland (4 mL/kg × % SCT quemada) (quemaduras de segundo y tercer grado) se utiliza para estimar las necesidades de volumen de líquido en las primeras 24 h después de la quemadura (no
después de la presentación en el hospital) y determina la velocidad de administración de liquidos IV. La mitad de la cantidad calculada se administra durante las primeras 8 h; el resto se aporta durante las siguientes 16 h. El liquido
se da como solución de Ringer lactato debido a que grandes cantidades de solución fisiológica normal podría resultar en acidosis hiperclorémica.
Por ejemplo, en un hombre de 100 kg con un 50% de su superficie corporal total quemada, el volumen de líquido que debe recibir según la fórmula de Parkland será
La mitad del volumen, 10 L, se administra en las primeras 8 h después de la lesión como una infusión constante, y los 10 L restantes en las siguientes 16 h. En la práctica, ésta fórmula sólo es el punto de partida, y las tasas de
infusión se ajustan según la respuesta clínica. La producción de orina, medida en general con un catéter permanente, es el indicador habitual de la respuesta clínica; el objetivo es mantener la producción ente 30 y 50 mL/h en los
adultos y entre 0,5 y 1,0 mL/kg/h en los niños. Cuando se administran grandes volúmenes de líquido es importante evitar la sobrecarga y las consiguientes insuficiencia cardíaca y síndrome compartimental. Los parámetros clínicos,
incluidos la producción de orina y los signos de shock o de insuficiencia cardíaca, se registran por lo menos cada hora en la historia clínica.
Perlas y errores
La fórmula de Parkland y otras fórmulas de reposición hídrica para
quemados solo son un punto de partida; el volumen y la velocidad de
reposición se ajustan según la respuesta clínica.
Algunos médicos administran coloides después de 12 h a los pacientes con quemaduras más extensas, ya sean jóvenes o ancianos, o con insuficiencias cardíacas y que necesiten grandes volúmenes de líquido.
Si la producción de orina es inadecuada a pesar de la administración de un gran volumen de cristaloides, es necesario consultar a un centro de quemados porque estos pacientes tienen un mayor riesgo de complicaciones de la
reanimación, incluidos los síndromes compartimentales del abdomen y los miembros. Los pacientes con producción inadecuada de orina a pesar de la administración de un gran volumen de cristaloides pueden responder a una
infusión de coloides u otras medidas. En los metanálisis, se demostró que la administración de albúmina disminuye los volúmenes totales de líquido a la mitad a las 72 horas de la lesión. Otros estudios han demostrado una
asociación entre la disminución de los volúmenes totales de los líquidos para reanimación y una menor mortalidad del paciente. Está en marcha un gran ensayo prospectivo multicéntrico que compara cristaloides y coloides (2, 3).
Para pacientes con rabdomiólisis, la administración de líquidos es la base del tratamiento, y el objetivo debe ser mantener una producción de orina de al menos 0,5 y 1 mL/kg/hora. Aunque algunas autoridades han recomendado la
alcalinización de la orina mediante la administración de líquidos IV que contengan bicarbonato de sodio para tratar la rabdomiólisis, hay poca evidencia que avale mejores resultados en los pacientes, y ya no se recomienda la
alcalinización.
CALCULADORA CLÍNICA:
Vendajes comerciales que incorporan plata (p. ej., vendajes de plata nanocristalina de liberación sostenida)
Vendajes biosintéticos para heridas (también llamados productos para la piel artificial)
Los apósitos de plata solo deben considerarse en quemaduras de espesor parcial con humedad significativa de la herida porque la activación de la plata requiere humedad de la herida. La sulfadiazina de plata puede inducir una
leucopenia transitoria. Algunos (pero no todos) los apósitos impregnados con plata debe mantenerse húmedos, pero se pueden cambiar tan infrecuentemente como cada 7 días (para minimizar el dolor asociado con el cuidado d
repetidase heridas).
Los ungüentos tópicos deben cambiarse diariamente. Los productos de piel artificial y vendajes impregnados en plata no se cambian sistemáticamente, pero puede resultar necesario hacerlo si existe un exudado purulento
subyacente, en particular cuando las heridas son profundas. Las extremidades quemadas deben mantenerse elevadas. Deben usarse vendajes compresivos como vendas elásticas para reducir el edema y mejorar la cicatrización de
las heridas.
Se aplica un refuerzo de toxoide tetánico (0,5 mL por vía subcutánea o IM) a todos los pacientes con quemaduras menores que han sido previamente vacunados y que no han recibido una dosis de resfuerzo durante los últimos 5
años. A aquellos cuyo resfuerzo tiene más de 5 años o los que no han recibido una serie de vacunas completas, se les aplica inmunoglobulina antitetánica 250 unidades IM y vacunación activa (ver Prevención).
La escarectomía (la resección de las escaras) puede ser necesaria para permitir una expansión adecuada del tórax o la perfusión de una extremidad. Sin embargo, si el traslado al centro del quemado puede producirse en pocas
horas, la escarectomía se posterga hasta entonces, si es posible. Si la derivación a tiempo no es posible, debe realizarse la escarotomía con la ayuda de la información de un centro de quemados consultor.
Medidas sintomáticas
Debe tratarse la hipotermia y aliviar el dolor. Los opoides (p. ej., morfina,) siempre se deben administrar por vía intravenosa, y pueden ser necesarias dosis altas para lograr un control adecuado del dolor. El tratamiento del déficit de
electrolitos puede requerir el suplemento de calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio (K) o fosfato (PO4).
El soporte nutricional está indicado para pacientes con quemaduras > 20% de la superficie corporal total o desnutrición preexistente. El apoyo con una sonda de alimentación comienza tan pronto como sea posible si la nutrición
oral no es factible o adecuada. Rara vez es necesario usar la nutrición parenteral.
Hospitalización y derivación
Después del tratamiento inicial y la estabilización, se evalúa la necesidad de hospitalización. Se recomienda consultar con un centro de quemados para
Quemaduras de espesor total > 1% de la superficie corporal
Las quemaduras de las manos, la cara, los pies o el periné (de espesor parcial o profundas)
Debido a los muchos factores involucrados en el resultado de la quemadura, la discusión temprana de los detalles de cada caso con un centro de quemados es probablemente más útil que la aplicación de criterios rígidos sin
interconsulta.
Además, la hospitalización puede ser necesaria si
Los pacientes son < 2 años o > 60 años.
El cumplimiento de los cuidados hogareños es probable que sea insuficiente o difícil (p. ej., si es difícil mantener una elevación continua de las manos o los pies en el hogar).
Muchos expertos recomiendan que todas las quemaduras, excepto las de primer grado que afectan < 1% de la superficie corporal, reciban tratamiento a cargo de médicos con experiencia y que se plantee un seguimiento urgente
en un centro de quemaduras en todos los quemados con afectación de > 2% de la superficie corporal. El mantenimiento de la analgesia adecuada y el ejercicio pueden ser difíciles para muchos pacientes y sus cuidadores. Incluso los
pacientes que no se internan para su tratamiento pueden beneficiarse con la transferencia o la derivación temprana a un centro de quemados para poder iniciar el cuidado de las heridas, los vendajes especializados y los ejercicios
tempranos de amplitud de movimiento.
Infección
No se administran antibióticos profilácticos sistémicos.
El tratamiento antibiótico empírico para una infección aparente durante los primeros 5 días debe estar dirigido a destruir estafilococos y estreptococos (p. ej., con vancomicina para pacientes hospitalizados que tienen un hisopado
positivo para la colonización por SARM). Las infecciones que se desarrollan después de los 5 días se tratan con antibióticos de amplio espectro que son efectivos contra las bacterias grampositivas y gramnegativas. La selección de
antibióticos se ajusta luego de acuerdo con los resultados del cultivo y el antibiograma. La exéresis de una herida por quemadura con infección más profunda optimiza la posibilidad de resolver la infección. El injerto de piel debe
retrasarse hasta que se resuelva la infección.
Cirugía
La cirugía está indicada en las quemaduras que aparentemente no vayan a curar antes de las 2 semanas, que incluye la mayoría de las quemaduras profundas de espesor parcial y todas las de espesor total. Las escaras se resecan
en cuanto sea posible, idealmente antes de 3 días, para prevenir la sepsis y facilitar la colocación precoz de un injerto en la herida, lo que acorta la hospitalización y mejora el resultado funcional. Si las quemaduras son extensas y
está en peligro la vida del paciente, las escaras más grandes se resecan primero para conseguir el cierre precoz de la máxima superficie quemada posible. (Véase también Cómo hacer una escarotomía por quemaduras.)
Una vez resecadas, se procede a colocar un injerto utilizando idealmente autoinjertos de espesor parcial (la piel del paciente), que son permanentes (4). Los autoinjertos pueden trasplantarse en forma de láminas (piezas de piel
continua) o como injertos reticulados (láminas de piel con orificios como una malla que se puede estirar para cubrir una zona mayor). Los injertos reticulados se usan en regiones corporales donde la apariencia es menos
importante, cuando las quemaduras son > 20% de la superficie corporal y la piel del donante es escasa. Los injertos reticulados curan con un aspecto de enrejado irregular, a veces con una cicatriz excesivamente hipertrófica.
Cuando las quemaduras ocupan > 40% de la superficie corporal y la cantidad de material para autoinjerto parece ser insuficiente, puede utilizarse dermis artificial para regeneración como cubierta temporal (4). Los aloinjertos (piel
viable en general a partir de donantes cadáver) o los xenoinjertos (p. ej., piel de cerdo) pueden usarse temporalmente; a veces son rechazados dentro de los 10 a 14 días. En última instancia, ambos tipos de cobertura temporal
deben reemplazarse con autoinjertos.
La fasciotomía se realiza cuando el edema dentro de un compartimiento muscular eleva la presión compartimental > 30 mmHg. El síndrome compartimental es raro en las quemaduras que no sean quemaduras eléctricas de alto
voltaje (5).
2. Eljaiek R, Heylbroeck C, Dubois MJ: Albumin administration for fluid resuscitation in burn patients: A systematic review and meta-analysis. Burns 43(1):17-24, 2017. doi: 10.1016/j.burns.2016.08.001
3. Navickis RJ, Greenhalgh DG, Wilkes MM: Albumin in burn shock resuscitation: A meta-analysis of controlled clinical studies. J Burn Care Res 37(3):e268-78, 2016. doi: 10.1097/BCR.0000000000000201
4. Kagan RJ, Peck MD, Ahrenholz DH, et al: Surgical management of the burn wound and use of skin substitutes: An expert panel white paper. J Burn Care Res 34:e60–79, 2013. doi: 10.1097/BCR.0b013e31827039a6
5. International Society for Burn Injury (ISBI) Practice Guidelines Committee: Steering Committee; Advisory Committee. ISBI Practice Guidelines for Burn Care. Burns 42(5):953-1021, 2016. doi: 10.1016/j.burns.2016.05.013
Conceptos clave
Las pistas para quemar profundidad incluyen presencia de vesículas o ampollas (sugiriendo una quemadura de espesor parcial); y disminución de la sensibilidad, escaras correosa seca, hipoestesia, y la capacidad
para tirar fácilmente pelos (sugiriendo una quemadura de espesor total).
Si las quemaduras son > 10% SCT, dar solución de Ringer lactato IV, a una velocidad inicial guiada por la fórmula de Parkland (4 mL/kg × % SCT quemado durante las primeras 24 horas después de la quemadura) y
ajustada en base a la producción de orina por hora.
Las medidas de apoyo incluyen la analgesia adecuada y, si las quemaduras son > 20% TBSA, apoyo nutricional temprano.
Se debe considerar seriamente la consulta al centro de quemados si las quemaduras comprometen las manos, los pies o el periné (de espesor parcial o más profundas); afectan > 5% de la superficie corporal (de
espesor parcial o más profundas); afectan > 1% de la superficie corporal (de espesor total); o si los pacientes son > 60 años o < 2 años o es poco probable que cumplan plenamente con las medidas de atención
domiciliaria.
Tratar quirúrgicamente si una escara está presente, la presión compartimental es > 30 mmHg, o, por lo general, si las quemaduras son de espesor parcial completa o profunda.
Para las infecciones, aplicar antimicrobianos tópicos (para la prevención); buscar quemaduras en forma sistemática (para el diagnóstico precoz de complicaciones); y usar antibióticos sistémicos, cambiar el
tratamiento tópico según sea necesario, y en ocasiones especiales resecar la zona infectada (para su tratamiento).
Comience la terapia física y ocupacional pronto para minimizar las cicatrices y contracturas.
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