Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MATERIA: BIOQUIMICA .
BLOQUE I
Definición:
Definimos las quemaduras como las lesiones que se producen en la piel como consecuencia
de la acción de agentes físicos, térmicos o químicos que ocasionan la destrucción celular de
la piel, de sus anexos e incluso de los tendones y músculos. Además, las quemaduras
ocasionan edema y pérdida de líquidos debido a la destrucción de los vasos sanguíneos que
quedan afectados.
Dependiendo del tipo de quemadura, los órganos afectados son: Cualquier parte del
cuerpo tiene posibilidad de sufrir quemadura
ETIOLOGIA
• Quemaduras solares
De la radiación electromagnética que procede del sol, únicamente una parte alcanza la
superficie de la Tierra. De todas ellas la radiación UVB, de longitud de onda comprendida
entre 280 y 320 nm, constituye aproximadamente el 0,1% de las radiaciones que nos llegan
del sol y causa de las quemaduras solares, a pesar de que la luz del sol de mediodía contiene
cien veces más UVA que UVB. Esta luz posee la capacidad de formar el pigmento del
bronceado, o melanina, a partir del aminoácido tirosina. La melanina llega a la superficie de
la piel y presenta una oxidación que origina su oscurecimiento, lo que se conoce como
pigmentación indirecta, que es más tardía pero más duradera que la producida por la radiación
UVA (320-400 nm).
Además del bronceado y del eritema solar, la radiación UVB también es la responsable de la
disminución del sistema inmunitario de la piel, que se vuelve más susceptible a presentar el
ataque de agentes patógenos como el virus del herpes. Esta acción reductora del sistema
defensivo del organismo también está relacionada con las reacciones de fototoxicidad al
interaccionar la luz del sol con ciertas sustancias químicas como algunos medicamentos.
Esta es una de las causas más frecuentes de quemaduras graves, especialmente en los niños
pequeños. Los líquidos calientes se extienden con rapidez por la superficie cutánea
penetrando con facilidad hasta capas más profundas. Los líquidos de naturaleza grasa
(aceites) son todavía más dañinos, puesto que poseen una mayor adherencia a la piel.
Las sustancias cáusticas, ácidas o alcalinas producen quemaduras al contactar con la piel. En
el caso de entrar en contacto con un álcali, no debe ponerse la piel en contacto con el agua,
ya que puede producir quemaduras. Hay que tener especial precaución con los productos de
limpieza de uso habitual, en particular los que contienen amoníaco o decolorantes, puesto
que pueden ocasionar lesiones graves en los ojos y en la piel.
• Quemaduras por electricidad
Las quemaduras por electricidad pueden ser de dos tipos: por contacto y por fogonazo. En el
primer caso, se ve afectada una pequeña pero profunda zona, con cierta destrucción de los
tejidos, que acaban separándose y desprendiéndose. Por el contrario, las quemaduras por
fogonazo son más superficiales y afectan a una zona más extensa de la piel, por lo que su
tratamiento es similar al de las quemaduras superficiales.
Las lesiones producidas por una descarga eléctrica deben ser tratadas por un especialista, ya
que, a pesar de que en ocasiones parecen de carácter leve, pueden originar lesiones internas
graves. Si el choque eléctrico ha sido intenso, pueden producirse alteraciones del ritmo
cardíaco, puesto que el corazón funciona con pequeños impulsos eléctricos, por lo que podría
modificarse el ritmo del latido del corazón e incluso ocasionar un paro cardíaco y respiratorio.
Junto a las quemaduras producidas por contacto con líquidos calientes, el fuego directo es el
agente más frecuente de quemaduras graves.
Las lesiones producidas por una descarga eléctrica deben ser tratadas por un especialista, ya
que, a pesar de que en ocasiones parecen de carácter leve
La piel es uno de los mayores órganos del organismo y cumple una importante función
protectora frente a los agentes externos, así como de termorregulación y sensibilidad. Por
ello, la pérdida o destrucción de una parte importante de la piel es incompatible con la vida.
El organismo precisa cierta cantidad de calor para sobrevivir, pero un exceso o un defecto de
calor ocasionan lesiones cuando se traspasa algunos límites. Así, a partir de los 40 ºC la piel
empieza a presentar alteraciones y a los 70 ºC una pequeña exposición ya origina destrucción
de la epidermis. Cuando la piel se encuentra expuesta a un calor intenso se produce una
dermatitis de intensidad variable, que puede clasificarse en tres grados distintos.
Se trata de una quemadura de pronóstico grave, ya que en este caso se produce una pérdida
de tejidos en todo el espesor de la piel (así como todos sus anexos cutáneos), comprometiendo
su sensibilidad. También afecta al tejido adiposo, nervios, músculos e incluso huesos, por lo
que no se dispone de tejido epitelial para la regeneración de la piel. Por ello, cuando se
produce esta quemadura se origina una ulceración, una escara seca, blanquecina o negruzca
(es frecuente observar áreas carbonizadas, de color negro o deshidratadas, de aspecto
blanquecino). Puede acompañarse de un dolor intenso alrededor de la quemadura o su
ausencia si se ha producido un gran daño en el tejido nervioso de la zona. Acaba dejando
secuelas y cicatrices visibles con partes atróficas, hipertróficas o queloideas. La gravedad de
este tipo de quemaduras es variable, en función de la extensión o superficie afectada, de su
profundidad y, por supuesto, de su localización. Además, hay que tener en cuenta que la
lesión puede evolucionar en las siguientes 24-48 horas, en las que la presencia de edema
dificulta conocer exactamente su profundidad. En general, el pronóstico es peor cuando
afecta a más tejido vascular y se considera especialmente grave para la vida si se han
quemado más de dos terceras partes de la superficie del cuerpo. Asimismo, son más graves
las lesiones producidas en personas de edad avanzada, durante el embarazo o puerperio o en
los pacientes con alteraciones cardiovasculares. En este tipo de quemaduras es necesario
practicar injertos para restablecer la normalidad cutánea.
Además de la profundidad que alcanza una quemadura y de la edad del paciente, para evaluar
el pronóstico o gravedad de una quemadura, hay que tener en cuenta la superficie afectada
por ésta. Para ello, uno de los métodos que se ha empleado tradicionalmente es la «Regla de
los Nueve de Wallace»
• Quemaduras de cuarto grado.
Las quemaduras de cuarto grado son las más graves y pueden derivar en una necrosis y en la
pérdida de la extremidad afectada. Este tipo de quemaduras aparecen por congelación y frío
extremo, por el contacto con fuego o con líquidos muy calientes y dañan los huesos y los
músculos.
o Leve: 35 a 32º
o Moderada: 32 a 30º
o Intensa: <30º
Cuadro clínico.
Lesiones locales.
• Sabañón o pernio. Lesión focal leve de piel y tejido celular subcutáneo, caracterizada
por lesiones cutáneas rojo-purpúricas en cara, superficie tibial anterior, dorso de
manos y pies, producida por exposición al frío de intensidad moderada, puede ser
húmedo (pescadores) o seco (alpinistas), cicatriza con rapidez.
• Pie de trinchera. Lesión sin congelación producida por exposición prolongada y
crónica a humedad y temperaturas por arriba del punto de congelación, afecta sobre
todo a las manos y pies (soldados, marineros, pescadores). En las primeras 24 a 48
horas hay vasoespasmo que alterna con vasodilatación arterial, posteriormente
aparece hiperemia, la cual se acompaña de dolor intenso y disestesia. El daño tisular
se presenta con edema, vesículas, equimosis y ulceraciones, las cuales predisponen
a infección.
• Lesión por congelación. Se caracteriza por la formación de cristales de hielo
intracelulares, oclusión vascular y anoxia. La humedad y el viento aumentan el daño
producido por la congelación. La zona afectada se encuentra pálida, dura, fría y
anestesiada. Se debe realizar un recalentamiento rápido sumergiendo la zona afectada
en agua caliente (40º a 44ºc) durante 20 mins, se recomienda elevar la extremidad
para disminuir el edema y la administración de vacuna antitetánica y antibióticos en
caso de estar indicados.
La vía aérea supraglótica es muy susceptible de obstruirse, pero los signos de obstrucción
pueden no ser evidentes de inmediato, generalmente se presentan después de 24 horas, hay
ciertas condiciones que sugieren lesión por inhalación y por lo tanto, mayor riesgo de
obstrucción posterior. Estos pacientes deben ser ingresados y evaluados con una radiografía
de tórax y gasometría arterial. El estridor es una indicación de intubación endotraqueal
inmediata.
Condiciones que sugieren lesión por inhalación:
• Quemaduras faciales
• Esputo carbonáceo
DIAGNOSTICO
• Quemaduras menores. Son las de primer grado o segundo grado superficiales con
menos del 15% de extensión (10% en niños) y del tercer grado con menos de 1% de
extensión.
• Quemaduras moderadas. Son las de segundo grado con un 15-30% de extensión o
las de tercer grado con menos del 10% de extensión.
• Quemaduras graves. Son las de segundo grado con una extensión superior al 30%,
las de tercer grado con más del 10% de extensión y las eléctricas profundas.
Intoxicación por monóxido de carbono.
Complicaciones
Hay que tener en cuenta que después de producirse una quemadura grave hay que esperar
unas 24 horas para descartar síntomas de shock y de toxemia debidos a la absorción de los
tejidos necróticos de la piel quemada. El shock hipovolémico es la principal complicación
sistémica, cuya aparición depende de la extensión de la quemadura. Puede presentarse a partir
de un 20% de superficie corporal afectada en adultos y de un 10% en niños. Consiste en la
pérdida de líquidos al exterior desde los vasos destruidos y el espacio intersticial,
especialmente en las primeras 48 horas. Los síntomas más característicos son hipotermia,
palidez, sudación fría, sed y ansiedad y una taquicardia que supera los 100 latidos por minuto.
En caso de shock, debe llamarse con urgencia a una ambulancia, si es posible, de cuidados
intensivos.
Otras complicaciones importantes de las quemaduras son la pérdida de las proteínas del suero
y las alteraciones del equilibrio hidroelectrolítico con una caída importante de la presión
osmótica que puede conducir a una insuficiencia hemodinámica. El shock se asocia a la
aparición de taquicardia e hipotensión.
Una de las complicaciones de mayor gravedad es el fallo renal agudo debido a la reducción
del aporte de oxígeno a los tejidos, que puede conducir a la muerte. Además,
el shock hipovolémico puede complicarse con la aparición de un shock séptico causado por
microorganismos, frecuentemente por Pseudomonas.
No hay que olvidar que son grandes los riesgos de infección de la herida debido a la
contaminación con gérmenes tanto grampositivos (estafilococos y estreptococos) como
gramnegativos y que puede producirse sepsis con diseminación a otros órganos vitales. La
sobreinfección de las heridas retrasa y complica la cicatrización de éstas y puede originar
queloides.
Tratamiento
Medidas generales.
El dolor se controla con dosis pequeñas y frecuentes de narcóticos por vía intravenosa, no se
recomiendan los sedantes porque pueden enmascarar los signos de hipoxia o hipovolemia.
Los antibióticos profilácticos no están indicados, deben ser reservados para el tratamiento de
la infección establecida.
Se debe colocar una sonda nasogástrica para vaciar el estómago y disminuir el riesgo de
aspiración; está especialmente indicada en los pacientes con más de 20% de superficie
corporal quemada. La sonda de Foley se coloca para cuantificar la diuresis.
Es recomendable que todos los aseos quirúrgicos, curaciones y escarectomias sean realizados
en quirófano, respetando condiciones de asepsia y antisepsia en todas sus etapas, y realizando
prevención de hipotermia. La curación inicial incluye el retiro del tejido desvitalizado,
flictenas y otros contaminantes, lavado con suero fisiológico, escarotomia y fasciotomia,
desbridamiento de comportamientos musculares cuando existe necrosis del musculo y
finalmente cobertura (excepto cara y periné).
Quemaduras químicas.
Se producen por una fuente de energía eléctrica que hace contacto con el cuerpo, el cual sirve
de conductor y el calor que se produce genera lesión tisular. La piel se observa prácticamente
normal, pero en general coexiste con necrosis tisular. Estos pacientes requieren monitoreo
cardíaco, ya que estas quemaduras se asocian con arritmias. Se coloca también una sonda de
Foley.
- un autoinjerto
- un aloinjerto
- un xenoinjerto,
- un sustituto de piel artificial
6. Para evitar una excesiva perfusión de líquidos hay que controlar la presión venosa
central y la diuresis del paciente, que no debe superar 0.5-1ml/kg/h en adultos
(50ml/h) o 1-1.5ml/kg/h en niños. Para calcular el volumen de fluidos que se deben
perfundir se puede utilizar fórmulas como la de Parkland, que los calcula en función
de la edad y de la superficie corporal quemada (4x el peso del paciente en Kg x el
área de superficie corporal quemada, en la cual no se deben incluir las quemaduras
de primer grado). Normalmente se suele administrar la mitad del volumen calculado
en las primeras 8horas. Respecto del tipo de fluidos, se aconseja administrar Ringer
lactato durante las primeras 24 horas y cristaloides en las siguientes 24h. El lactato
actúa como un buffer o tampón de la acidosis metabólica que suele producirse como
consecuencia de la hipoperfusión y del Shock frecuentes en los quemados graves.
Una vez que la permeabilidad capilar exagerada disminuye (8 a 12 horas después de
la quemadura) la utilización de coloides o de solución hipertónica albuminada reduce
la retención sistémica de fluidos y ayuda a mantener el volumen intravascular al
aumentar la presión oncótica.
7. Respecto de la pérdida de conciencia o “Disability”, se puede utilizar la escala AVPU
(Alert, Verbal, Pain stimuli, Unresponsive) para determinar el nivel de conciencia del
paciente. (Alert: el paciente está alerta, despierto, responde a la voz, y está orientado
en tiempo y espacio y sabe quién es. Verbal: el paciente abre los ojos ante los
estímulos verbales, pero no está orientado.
• Painful: el paciente responde a estímulos dolorosos, como la presión en el
lecho ungueal, pero no responde a estímulos verbales.
• Unresponsive: El paciente no habla y no responde a estímulos dolorosos
8. Hay que descartar la existencia de hipoxia, disminución de la perfusión sanguínea
cerebral por hipovolemia y la lesión cerebral secundaria a un traumatismo cráneo-
encefálico. Se debe observar la respuesta de las pupilas del paciente a la luz y las
funciones motoras y sensitivas.
• Exposure/Environmental control: hay que eliminar cuidadosamente las ropas
no adheridas y las joyas para evitar la persistencia de la lesión tisular por el
calor. Si el paciente se ha quemado la cara, hay que retirar las gafas o las lentes
de contacto. Se debe cubrir al paciente con una sábana seca estéril para evitar
la contaminación y proporcionarle calor. Se debe controlar cuidadosamente al
paciente para que, si padecen una infección, ésta no se convierta en una
Sepsis. Las bacterias más frecuentes en las Unidades de Quemados son
Estafilococo aureus, Pseudomonas aeruginosas y Acinetobacter.
9. Los avances conseguidos durante las últimas décadas en aspectos del tratamiento de
los quemados graves, como la resucitación, nutrición, escisión y la colocación de
injertos, han reducido mucho la morbimortalidad, pero la incorporación de la
Farmacoterapia puede reducir las complicaciones que sufren éstos pacientes.
10. La Heparina mejora la microcirculación y la circulación linfática:
11. En las quemaduras se produce un intenso estrés oxidativo y por ellos son muy útiles
los antioxidantes, como la Albúmina y las Vitaminas C y E. La administración
continua de Vitamina C durante la resucitación aguda mejora la cicatrización, reduce
la peroxidación lipídica, el edema local y la retención sistémica de fluidos y el número
de días que el paciente precisa ventilación mecánica.
12. Las quemaduras inducen ansiedad y dolor que, si no son controlados desde el
momento inicial pueden inducir secuelas psicológicas a largo plazo. Precozmente se
deben administrar pequeñas dosis de un narcótico por vía IV., generalmente opiáceos,
bezodiacepinas y ketamina para conseguir la sedación de los pacientes. Pero también
son muy importantes las medidas no farmacológicas, como la hipnosis la realidad
virtual de inmersión y la musicoterapia.
13. La respuesta hipermetabólica que se produce en pacientes quemados graves y que
persiste hasta 3 años después de la lesión, se caracteriza por circulación
hiperdinámica, catabolismo, sobre todo de las proteinas musculares e inhibición del
sistema inmune. El fracaso para satisfacer las aumentadas necesidades energéticas y
proteicas puede inducir una disfunción multiorgánica, con resistencia periférica a la
Insulina a nivel post-receptor, hiperglucemia, aumento de la susceptibilidad a la
infección y muerte. En ésta situación aumentan los niveles séricos de mediadores
proinflamatorios y de hormonas, como las Catecolaminas (la Epinefrina retorna a
valores normales a los 2 meses, pero la Norepinefrina permanece elevada 18 meses),
el Glucagon, el Cortisol (se mantiene elevado hasta 3 años) y hormonas
gluconeogénicas. Aunque la respuesta hipermetabólica, indudablemente se produce
para lograr la supervivencia de los pacientes quemados, ésta respuesta fisiológica
también puede comportar efectos maladaptativos que pueden afectar negativamente
a su supervivencia y retrasar su recuperación. Los niveles suprafisiológicos de éstas
hormonas de estrés contribuyen a la persistencia a largo plazo de la taquicardia, el
catabolismo y la inmunosupresión que caracterizan a la respuesta hipermetabólica.
Por éste motivo, la reducción de ésta respuesta hipermetabólica mediante diversos
fármacos anabólicos o anti-catabólicos constituye en la actualidad un componente
esencial en el tratamiento de los pacientes quemados graves La consecuencia es que
ésta hormona mejora el catabolismo proteico muscular, reduce la pérdida de peso y
del contenido mineral óseo, acelera la curación de las zonas donantes de piel de los
pacientes y reduce la duración de la estancia hospitalaria.
Se debe realizar el ABCDE y garantizar una vía aérea permeable, ventilación adecuada
y reponer el volumen intravascular de ser necesario. Se debe mover al paciente del sitio
frío y reemplazar sus ropas frías y húmedas por otras calientes. Las técnicas de
recalentamiento dependen del grado de hipotermia.
• El recalentamiento pasivo externo se utiliza en la hipotermia leve y moderada.
Consiste en colocar al paciente en un cuarto caliente, utilizar ropa y mantas calientes y
calentar los líquidos intravenosos que se administran.
Los pacientes con hipotermia y paro cardiorrespiratorio o muerte no deben ser declarados
muertos hasta que hayan sido recalentados.
Las pérdidas sensibles son aquellas que pueden medirse sin dificultad; por ejemplo, las
pérdidas en la diuresis o las pérdidas gastrointestinales. Por el contrario, las pérdidas
insensibles son aquellas que no podemos medir y se encuentran virtualmente desprovistas de
sodio, como el líquido perdido a través de la sudoración o la respiración.
Pérdidas insensibles
Pérdidas cutáneas insensibles: Debido a que no pueden ser medidas directamente, se estiman
de acuerdo con el balance del día anterior tomando en cuenta factores que puedan influir en
su modificación, como el uso de fototerapia, ventiladores humidificados, entre otros.
Suponen entre 700 y 1000 ml día, aproximadamente el 35 % de la pérdida total de agua
eliminada al día, y normalmente aumentan en presencia de algunas patologías como en las
quemaduras, fiebres, cambios climáticos bruscos, hiperventilación o en situaciones como el
ejercicio exhaustivo.
El balance hídrico, con sus pérdidas sensibles e insensibles, puede ser calculado mediante
fórmulas preestablecidas de acuerdo al peso, el sexo o a la patología del paciente, pero debe
tenerse presente que los valores no son exactos sino aproximados, según consensos
internacionales.
• Pérdidas pulmonares
La temperatura del aire inspirado influye: entre más frío, mayor será la pérdida en la
espiración.
Las pérdidas insensibles basales se calculan mediante la fórmula 0.5 ml/kg/hora, y se le debe
añadir la situación excepcional según la patología presentada por el paciente.
La fiebre aumenta las pérdidas cutáneas por evaporación de 10 a 15 % por cada 1 °C de
incremento de la temperatura por encima de 38 °C.
Lactantes prematuros de muy bajo peso puede producir pérdidas insensibles de 100 a 200
ml/kg/24 hrs. A menor peso, mayor volumen de pérdidas insensibles.
En pacientes en UCI con intubación, se debe agregar 500 ml cada 24 horas de pérdidas
respiratorias insensibles.
Las pérdidas insensibles aproximadas diarias en condiciones normales, sin estrés o patologías
se calculan multiplicando el peso del paciente en kg por 0,7, y el resultado se multiplica por
las 24 horas del día. El resultado obtenido es en ml y representa un aproximado de las
pérdidas insensibles esperadas en un día.
De igual forma, en los casos en los que la sumatoria de los líquidos eliminados (pérdidas
sensibles pérdidas insensibles) sea considerablemente inferior a la sumatoria de los líquidos
ingeridos sobre todo en casos de cardiopatías, síndrome nefrótico, cirrosis, entre otros la
indicación es la restricción de la ingesta de líquidos a fin de evitar el edema.
Prevención
La mayoría de las quemaduras son debidas a accidentes caseros provocados por un descuido.
Los niños pequeños (menores de tres años) son los más afectados. Habitualmente el accidente
se produce en presencia de un familiar y la principal causa de la quemadura en niños es el
contacto con líquidos calientes en la cocina (cuando se dejan muy cerca del borde, al alcance
del niño y accidentalmente se le vierten encima). En mucha menor proporción la quemadura
se produce por fuego directo, sustancias químicas o la electricidad. De este modo, la
localización más habitual de las quemaduras son los brazos, las piernas, la parte superior del
tronco y la cabeza. Estos datos indican la importancia que la familia tiene en la prevención
de las quemaduras y la necesidad de eliminar el exceso de confianza cuando los adultos
manejamos sustancias peligrosas en presencia de los más pequeños.
Referencias:
Guía de practica clinia. (2017) Diagnóstico y Tratamiento: gran quemado.(IMSS, clínica:040-08). Recuperado:
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/040_GPC_GranQuemado/IMSS_040_08_GRR.pdf