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La puesta en marcha de un programa

de investigación abandonado

(...) De lo que se trata en esta elucidación de Lacan que critico es de un programa de investigación
que, después de treinta años, se ha puesto plenamente en funcionamiento. Consiste, como todo
programa de investigación, en un conjunto, un cuerpo central de conceptos -hoy vamos a trabajar la noción
de concepto en Lacan-, que tiene, además, un cinturón protector de ideas complementarias, para hacerlo
más resistente. (p. 49)

(...) sostenemos una lectura de la enseñanza de Lacan, en la cual: 1) Frente al “No hay Otro” del
lacanismo, nosotros sostenemos que sí hay Otro y, en todo caso, a este Otro lo pensamos bajo la luz de “No
hay Otro del Otro”. Más aún, sostenemos que es importante afirmar que hay Otro ya que, en tanto
psicoanalistas, nos ofertamos como Otro en la sociedad. (...) Distinguimos, además, entre Otro y A; a este
último lo planteamos como estructura de lenguaje, lugar de la verdad y lo escribimos [(A/) (Significante del
Otro barrado)] que indica su estructura lógica; al primero lo concebimos como su encarnadura. 2) Frente a
lo que se suele afirmar que, como el goce proviene del cuerpo biológico y no hay Otro, entonces el sujeto es
responsable de su goce. En Apertura, siguiendo a Lacan, no sostenemos esa posición, porque seguimos
trabajando con que $ implica partir de la función del inconsciente: un saber no sabido que proviene del
discurso del Otro y que, consecuentemente, ataca profundamente la función individualista de la
responsabilidad. (...) El inconsciente solo existe como inmixión de Otredad. 3) Respecto a lo que se tiende a
sostener en ámbitos psicoanalìticos, que interpretan el sinsentido como la afirmación que tiende a que la
vida no posee sentido; nosotros postulamos al objeto a, lo que inscribe la dimensión de valor, que se articula
a lo que entra, si se lo pierde, en la dialéctica del duelo. Pero no porque hayamos hecho la experiencia de que
existe el objeto a, o que hayamos hecho la experiencia de que existe el $, sino que son las nociones previas de
Lacan con las cuales vamos hacia la clínica y constituimos dicha clínica en función de la posición que
asumimos respecto de esta discusión. El objeto a implica nuestra posición ética frente al nihilismo. (p. 50-
51)

He investigado la concepción que sostuvo Lacan sobre qué es la naturaleza, su teoría es “contra-
naturaleza”; también cuál es su posición sobre la sustancia (...) ¿Cuál es la teoría de Lacan sobre la sustancia?
La teoría de Lacan es la de “insustancia”. Vamos a estudiar la teoría de Lacan sobre la materia a la que
denomina con el neologismo motérialisme, donde sustituye la “a” por la “o”, y queda mot, que en francés
significa “término de lenguaje”. Con la cual, Lacan postula para el psicoanálisis un materialismo de los
términos del lenguaje. (p. 56)

Hombre y mujer, como significantes, habitan pero


bajo la forma de exiliados en el lenguaje

Comencemos con el análisis de citas de Lacan. Uno de los neologismos que produjo -lo encontramos
en una cita revisada la reunión pasada- es stábitat, que opera evidentemente sobre hábitat 1. Lacan

1 Hábitat es una palabra técnica creada sobre el latín habitare, que tiene varias acepciones, entre ellas, una en biología: habitáculo,
habitación o estación de una especie vegetal o animal; y también: conjunto local de condiciones geofísicas en que se desarrolla la vida
solamente lo utilizó en L’Etourdit (...) Allí Lacan afirma, entonces: “[...] por habitar el lenguaje [...]” y se
pregunta: “¿Es la ausencia de esta relación lo que lo exila [al hombre y a la mujer] en estábitat [stábitat],
[...]”. Es por la ausencia de relación sexual. Lo real para Lacan es lo imposible, pero ¿qué es lo específico de
ese imposible para el psicoanálisis? Lo imposible de escribir lógicamente la relación sexual. (p. 57-58)

Si buscáramos este hábitat ¿cuál sería? Es decir, ¿cuáles serían las condiciones espaciales y
materiales del hombre y la mujer? Cuando uno dice “hombre y mujer” ya está salvado del problema de la
biologización del hombre, porque ya sabemos que estamos hablando de la diferencia sexual que,
sorprendentemente, pasó en la actualidad a designarse como género. Es sorprendete, porque con
toda la biologización que hubo, la discusión del sexo empezó a decirse menos biológicamente,
porque pasó a ser “de género”, que es una categoría linguística. (...) ¿Dónde moran como exiliados
hombres y mujeres, en tanto y en cuanto partes creadas por el lenguaje? Dice Lacan: “Pero ¿de qué se
trata? De la relación del hombre y de la mujer en tanto precisamente fuesen apropiados, por habitar el lenguaje,
para hacer enunciado de esta relación”. De esa relación no se puede hacer un enunciado formal, no se
puede escribir matemáticamente la relación sexual (...) Biológicamente hablando hay relación -
coito- ya que, caso contrario no habría especie humana. Pero ya sabemos que hombres y mujeres -no
machos y hembras-, habitan en el lenguaje. Moran exclusivamente como exilados en el lenguaje.

En la cita anterior sobre el stábitat dice “exilado”. El exilio es una forma de habitar. Vivimos en una
época de exilios. (...) Exiliado es una forma muy peculiar de habitar un lugar. (...) Heidegger
plantea que “El lenguaje es la casa del ser. En su morada habita el hombre” 2. Lacan, si bien tomó
esto de Heidegger, agregó algo: que como hombre y mujer, como significantes, habitan pero bajo
la forma de exiliados en el lenguaje, que es notablemente distinto y quizás sea la diferencia que los
psicoanalistas debamos considerar. Porque estimo que la diferencia radica en que Heidegger no trabajó el
problema formal de la falta interna que caracteriza al lenguaje (lo que sí propuso Lacan bajo la forma de la
tachadura que cae sobre el Otro, (A/), que en su enseñanza adquiere el valor de “No hay Otro del Otro” y
que es tramitado con herramientas matemáticas) ni tampoco el imposible de escribir lógicamente la relación-
proporción sexual, debitaria, entre otros, del problema del significante fálico como significante impar. (p.
59-60)

(...) Exilados en el lenguaje es muy distinto que habitarlo, ya que habitar de la sensación de una
relación de inclusión, en gran medida pacífica y armoniosa. (...) Así “hombre” y “mujer” no poseen
lugar natural ni en la naturaleza ni en el lenguaje, ya que su relación ahí es imposible de
escribir. (...) “Este ser se distingue por esa morada, la cual es una morada fofa, […]”. Otra diferencia: el
lenguaje es una morada fofa, blanda, no brinda apoyo firme, donde “hombre” y “mujer” habitan como tales
exilados. “[...] fofa en el sentido de que lo hace plegarse, a ese ser, hacia toda suerte de conceptos, como dije para
empezar, Begriff, que no son sino toneles, todos ellos a cada cual es más futil (es decir, con fugas) ”. (...) Begriff,
una palabra alemana muy importante para los temas que vamos a estudiar.

de una especie o de una comunidad animal o vegetal. Esta última es, creo, adecuada para relacionar a stábitat.
2 Heidegger, M (2000). Carta sobre el humanismo. Madrid: Alianza
Frege & psicoanálisis: la conceptografía,
Begriffsschrift

Respecto a este último término, a partir de los años ‘70 la referencia teórica fundamental en la
enseñanza de Lacan es Frege. Autor de lectura ineludible para la compresión de la propuesta de
Lacan. En esta misma intervención 3 también Lacan plantea que Frege sabía bien que los números
pertenecen a lo real. Desde la clase del 13 de Marzo de 1968 el Seminario 15 Lacan había articulado la
conceptografía de Frege al psicoanálisis; por sus otros aportes Lacan analiza la obra de Frege desde el
Seminario 4 y hasta el final de su enseñanza con gran insistencia. La conceptografía, Begriffsschrift, es la obra
de Frege mediante la cual éste renovó en forma absoluta la lógica aristotélica medieval. Frege fue el primero
en transformarla en un lenguaje de fórmulas, una escritura formal. (p. 61)

También Lacan toma de Frege el hecho de que el 1 proviene del 0, no la nada sino la inexistencia
lógica; y la distinción entre Sinn y Bedeutung, desde 1964 hasta 1980. Según Lacan, Frege dirá que el
0 se origina en el objeto lógicamente imposible que cuenta por 1. El número no proviene de ninguna vía
empírica, se trata de pura lógica. La pertenencia de esta referencia a Frege radica en lo siguiente:
Lacan relaciona “signo del signo” con el cifrado y el desciframiento del inconsciente; y al
inconsciente con la cifra, y ésta con el número, tal como lo elabora Frege, quien desarrolla una
lógica que afirma ser la base de la aritmética.

Lo que brinda un recurso de apoyo frente a este estado no es la consistencia imaginaria del
cuerpo, sino el Begriff, el concepto en el sentido de la Begriffsschrift, la escritura lógica en
fórmulas algebraicas. Pura lógica matematizada, que así opera como ciencia de lo real, ya que
mediante su letra, puro matema, aporta lo real como la imposibilidad de escribir en álgebra
cualquier cosa y lo único que con certeza vuelve siempre al mismo lugar. Consecuentemente será
la lógica, como la lógica del fantasma y la de las fórmulas cuánticas de la sexuación, lo que
brinde apoyo a las posiciones sexuales. El psicoanálisis, según Lacan, no sólo requiere de la lógica
matematizada por la aportación de lo real, sino que la interpretación del cifrado y el descifrado del
inconsciente requiere de lo real como imposible lógico de la letra matematizada para impedir interpretar
cualquier cosa; sin ella se caería, por ejemplo, en el inconsciente de Jung, sín límite ni frontera. (...) caso
contrario, la otra posibilidad que resta es afirmarse en el cuerpo biológico (con pulsiones y libido). Pero para
Lacan el cuerpo biológico y las pulsiones planteadas como energías provenientes de la sustancia viva sólo
brindan una engañosa consistencia imaginaria. (p. 62)

Freud intentó obtener el límite a la interpretación por la vía de la sexualidad y la muerte, pero son
límites, en última instancia, biológicos; Lacan propuso el concepto lógico-matemático de la
escritura fregeana. Otros, en la actualidad, proponen el ejercicio psicoanalítico de la poesía, pero
eso implica que se diga cualquier cosa y se carezca de límite racional. (...) Observen que esto nos da un
hábitat que es muy distinto del hábitat que se supone en la actualidad. Se supone en general que se habita,
que se vive en el cuerpo propio. Que cada uno vive en su cuerpo biológico, que es lo que plantea Freud. El
problema es que ese cuerpo, para Freud, está confrontado con la cultura y eso comporta el malestar, ya que,
3 Intervención en el 6° congreso de la E.F.P en 1973.
según él, la cultura es adversa a la satisfacción de las pulsiones que son realización individual del cuerpo
natural; lo que orienta la cura hacia un individualismo sustancialista evidente. (p. 62-63)

Comentario: ¿Por qué el lenguaje sería fofo y los conceptos no?. AE: (...) es porque los significantes
del lenguaje carecen de consistencia, entonces todos se deslizan metonímicamente y se sustituyen
metafóricamente; el concepto en cambio, como por ejemplo el de significante fálico, no. (...) Por un
lado, en el universo significante se introduce necesariamente el problema del sentido planteado como más
allá del significado, y que nunca puede ser plenamente agotado. Pero en el universo del lenguaje, al menos a
partir de la ciencia moderna, no todo es significante: hay concepto, Begriff. Por tal motivo Lacan escribe las
fórmulas de la sexuación, el concepto, Begriff, del lado del hombre y el lado mujer, que dan apoyo a tales
posiciones y establece que la fórmula de su relación es imposible. Adviertan que Lacan ya había postulado
que es una fórmula algebráica la que sostiene la realidad: la fórmula del fantasma.

Otra diferencia a considerar, además de la fórmula algebráica, es el número. Indudablemente el número


surge del lenguaje pero no como un significante cualquiera: el número toca lo real. Lacan lo sostiene
así: “El sujeto es lo que hace falta al saber. El saber, en su presencia, en su masa, en su acrecentamiento propio es
regulado por otras leyes que las de la intuición, es regulado por las del juego simbólico y de una estrecha
copulación del número con un real, que es ente todo lo real de un saber.”4 También: “[...] 5del número, es decir,
de algo que [...] es más real que cualquier cosa: como lo manifestó el discurso de la ciencia”. Incluso: “[...] el
número forma parte de lo Real.6” Les propongo la siguiente cita de Ifrah, un gran especialista de la historia
del número, para que reflexionemos con detenimiento: “[...] los números figuran entre los conceptos más
abstractos que los humanos enfrentan.”7 Para Lacan, lo más abstracto toca lo real. (p. 64)

Comentario: ¿Y el concepto de letra?. A.E.: El planteo de Lacan sobre la “letra” gira en torno de la
siguiente fórmula: letra es el soporte material que el significante encuentra en el discurso concreto 8; es decir,
la letra, como concepto en psicoanálisis, indica en el material del caso aquello que del significante -lo que
representa un sujeto frente a otro significante- pasa a la letra por una localización en el discurso concreto;
siempre se establece caso por caso, por lo tanto, no puede ser concepto. (...) Es como cuando uno le dice a
otro: “Pero vos siempre dijiste que no te gustaba”, “Es verdad, pero ahora me empezó a gustar”. Eso es letra.
Es lo que se puede citar como precisamente ubicado en un discurso al que se puede hacer referencia. (p. 64-
65)

La sustancia gozante, resulta de la


eficacia del lenguaje

(...) vamos a analizar ahora la concepción de Lacan sobre “sustancia”, tema fundamental de su
enseñanza. En el Seminario 23, El sinthome, afirma: “Para eso está la vía de nuestro nuevo mos geometricus,
[…]”. Está haciendo referencia a Spinoza, a la Ética de Spinoza; la ética presentada bajo el modo geométrico.

4 Lacan, J. Seminario XII. Clase del 9 de junio de 1965.


5 Lacan, J. Seminario XIX. Clase del 1 de junio de 1972.
6 Idem. Clase del 8 de diciembre de 1971.
7 Ifrah, G (1994). Histoire universelle des chiffres.
8 Lacan, J. (2008). La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud.
Es decir, Lacan también está presentando su concepción de sustancia bajo un modo geométrico,
pero nuevo, que es el de la topología de superficies y así mediante la función del agujero. “[...] es
decir, de la sustancia que resulta de la eficacia propia del lenguaje, y cuyo soporte es la función del agujero.”.
Así presenta su concepción de la sustancia, a la que terminará nombrando “sustancia gozante” que es la que
resulta de la eficacia del lenguaje -no de su ineficiencia, o sea, no se trata de lo inefable-, y cuyo soporte es el
agujero, el agujero considerado bajo el modo geométrico, topológico, y no como esfínter del cuerpo
anatómico.

Comentario: ¿No se podría decir que esto es como una suerte de metafísica o de ontología particularísima
de Lacan? A.E.: Lacan es mucho más contundente aún, afirma que esta es su nueva filosofía. Esta es una
nueva filosofía, lo plantea así. Lacan tomó la red fundamental de conceptos de la filosofía occidental y los
puso patas para arriba, los subvirtió a partir del psicoanálisis y del inconsciente. (...) El problema de leer a
Lacan, dado que su maniobra es de esa índole, es que se pierde la referencia, porque ya ni siquiera queda tan
claro qué es lenguaje o qué son el hombre y la mujer, ya no se sabe bien de qué se está hablando, porque casi
todos los términos cambiaron su valor. Es un trastocamiento tan generalizado, que la elucidación que se
oferta tiene doble ventaja: evita el arduo trabajo de estudiar e investigar, pero, a su vez, permite seguir
viviendo en el mundo del sentido común en el que parcialmente Freud nos dejó (...). (p. 66)

Entre el concepto y el agujero: “hombre” y “mujer” se pliegan sobre el concepto y su soporte es el agujero,
ya que el concepto mismo, a pesar de ser firme, está agujereado. Ustedes saben, tan bien como yo, que se
suele decir que Lacan, en su última enseñanza, es un Lacan del goce y ya no del lenguaje, ya no es
más lingüístico, ya es de la sustancia-goce, es de la biología lacaniana. (...) Veamos qué sostuvo
Lacan en la “Conferencia en Columbia” sobre los hechos y qué es, según él, el ser: “ Es sobre el hecho que es
por el lenguaje que nosotros tenemos esta locura de que hay ser". (...) no hay para nosotros, al menos en
psicoanálisis, otros hechos más que hechos de lenguaje. (...) Para Lacan sostener el ser es una locura,
quizá se pueda decir que es “la” locura. (...) Conviene recordar aquí lo que podría considerarse la ley
fundamental propuesta por Lacan: “Que se diga como hecho queda olvidado, detrás de lo que es dicho, en lo
que se entiende/escucha9”. Como escuchan, para Lacan, el hecho es “que se diga”, pero eso queda olvidado.
La cita de la “Conferencia de Columbia" continúa así: “Porque es seguro que nosotros creemos en eso [el ser].
Creemos en eso a causa de todo lo que parece hacer sustancia, pero ¿qué es este ser fuera del hecho que el lenguaje
usa del verbo ser?.” (...) Creemos en el ser, dado que el lenguaje oferta el verbo ser y, entonces, hemos creído
que hay sustancia, pero ésta se hace a partir del verbo ser, que es material lingüístico 10. (p. 66-67)

Volvemos ahora a la concepción de Lacan sobre la sustancia. En el Seminario 22, R.S.I., clase III, Lacan
sostiene: “[...] si esta ex-sistencia es de alguna manera eso alrededor de lo cual se evapora una sustancia [...]”.
La ex-sistencia, la propiedad fundamental de lo real, evapora la sustancia. Para Lacan “hay” el nudo
borromeo, en el cual lo imaginario es planteado como consistencia, lo real como ex-sistencia y lo simbólico
como agujero. Nosotros por habitar en el mundo del nudo borromeo, padecemos la evaporación de

9 Lacan, J. Seminario XIX. Clase del 21 de junio de 1972.


10 Dado que el idioma griego oferta el verbo ser, los filósofos griegos pudieron construir la reflexión filosófica sobre el ser
objetivándolo; veremos que la crítica de Lacan recae en el desplazamiento del ser de su condición de verbo y de cópula, a la idea del
“ser del ser”. (...) Nosotros tenemos filosofía metafísica y ontológica porque los griegos la tuvieron; nuestra metafísica y ontología no
provinieron de ningún otro lado que de una lengua que contaba con el elemento ser, pero que olvidó que era un verbo, en el proceso
de su objetivación y sustancialización. (p. 68-69)
la sustancia ya que la ex-sistencia -lo real- evapora la sustancia. Pensemos, justamente, que con la
“sustancia gozante” hay autores lacanianos que afirman justamente todo lo contrario. (...) En el
mismo seminario: “La estofa de algo es lo que por nada haría imagen de sustancia [...] ”. La
palabra étoffe del francés posee en español dos traducciones que son “estofa” y “estopa”. “Estopa” era el
antiguo relleno de almohadones, que requería del punto de capitoné, que es lo que Lacan trabaja para la
lógica cuaternaria de metáfora paterna. El “punto de capitoné”, es el nudo de cuatro botones
correlacionados entre sí. (p. 69)

Entonces, la materia, lo material, al menos para el psicoanálisis según Lacan, es lo que no hará nunca imagen
de sustancia. (...) lo que en psicoanálisis es material, el material de una sesión, nunca es sustancia,
aunque sea la estofa y la estopa de nuestras vidas. Ya que: “[...] y no es por nada, que yo lo he
nominado pequeño a, es a saber vuestra sustancia, vuestra sustancia de sujeto, ya que, como sujeto
ustedes no poseen ninguna [...]11”. Recuerden que en nuestra tradición lingüística y filosófica “sustancia”
se utiliza por lo general para indicar el ser, la esencia y la naturaleza de algo, y así aquello dado que permanece
en lo que cambia. (...) es, entonces, individual y concreta. En “La Tercera” podemos leer: “El urdromo
[ourdrome] éste me permite simplemente poner la voz en la rúbrica de los cuatro objetos [oral, anal, escópico e
invocante] llamados por mí a minúscula, es decir, volver a vaciarla de sustancia que podría haber en el ruido
que hace, es decir, volver a cargarla en la cuenta de la operación significante, la que especifiqué con los efectos
llamados de metonimia”. La voz es uno de los cuatro objetos a de Lacan. (...) ¿Cuál es el efecto de la
metonimia? Introducir la falta en ser. Todo lo que concibamos y planteemos como objeto a debe ser,
existir carente de ser sustancial. “De modo que a partir de ese momento la voz, podría decirse, es libre, libre
de ser otra cosa que sustancia”. (...) Cuando en una discusión clínica, se piensa en el objeto a invocante, la voz,
entonces, no puede estar referido a ninguna sustancia sonora. Queda vaciado de sustancia. (p. 69-70-71)

Comentario: El concepto de paraser que aparece acá y también en el Seminario 20, ¿es por esto que
decíamos que “se agarra” para parecer un ser? El concepto paraser ¿es el engaño de agarrarse?. A.E.: Todo lo
que habría del ser en el sentido de la filosofía ontológica que es la reinante entre nosotros, es para Lacan una
locura, engaño, si se lo plantea sustancialmente y así no es más que un paraser, un paretre. Siempre el ser con
el que nosotros nos encontramos, al menos en psicoanálisis, va a estar “al lado del ser”, corrido del ser, fuera
del ser: ex-sistere, por los efectos de la articulación significante que son, por un lado, el de introducir la falta
en ser en nuestro mundo, especialmente en lo que hace a la sustancia y por el otro, crear el parletre -el
hablanser, como prefiero traducirlo- y el objeto a. (...)

En el seminario 17, en la clase XI, Lacan plantea: “Desde este momento, sólo podemos calificar el espacio
donde se despliegan las creaciones de la ciencia como la insustancia, como la acosa, l’acosa con apóstrofo. Hecho
que cambia completamente el sentido de nuestro materialismo.” (...) El espacio se convirtió en espacio
geométrico, se lo matematizó. No hay que perder de vista que un espacio geometrizado -porque
estrictamente la ciencia moderna nace con ese movimiento y en ese espacio- solamente pueden colocarse
objetos geométricos y no objetos naturales, sustanciales, tridimensionales, con una sustancia que se puede
agarrar con la mano, pesar en una balanza y ver con los ojos a través de un microscopio -la ya antigua
metáfora de la actividad científica-. (...) (p. 71-72)

11 Lacan, J. Seminario XIV. Clase del 24 de mayo de 1967.


La materia del psicoanálisis surge
del material significante

Ahora analizaremos “materia”. (...) En la segunda respuesta a Televisión, afirma: “Es lo real que permite
desanudar efectivamente en qué consiste el síntoma, a saber un nudo de significaciones. Anudar y desanudar
no son aquí más que metáforas, pero a considerar como esos nudos que se construyen realmente para hacer
cadena de la materia significante.” Lacan sostiene que la materia en juego en el nudo del síntoma es la
materia significante que hay que considerar “realmente”. Nos enseñan que es, por el contrario, materia del
cuerpo biológico y que la palabra no puede capturar salvo parcialmente, o sea, lo originado en una
concepción vitalista de la pulsión y el goce. Recuerden que estamos leyendo citas de lo que se tiende a
denominar “el último Lacan”. En la “Conferencia de Yale”, Lacan dice que: “Como materia verbal
provienen del material lingüístico, material del lenguaje [...] La histérica fuerza la materia significante.” (...)
Del síntoma conversivo se suele decir que es lo contrario, que en la histeria se habría “histerizado” el cuerpo
por desplazamientos, por ejemplo, como en el caso de Dora analizado por Freud, de la libido de la zona
vaginal a la oral. Lo que Lacan enseña es que es al revés: se forzó la materia significante, por ejemplo, se la
convirtió en dolor de hombro, en parálisis de las piernas. (p. 72-73)

En el seminario 22, R.S.I., clase VI, encontramos: “[...] que un saber no es supuesto más que por una
relación con lo Simbólico, es decir con algo que se encarna por un material como significante [...] pero es cierto
que la idea misma de materia no es pensable estrictamente sino surgida del material significante donde ella
encuentra sus primeros ejemplos” En forma absolutamente explícita, Lacan propone que la materia proviene,
surge, se origina en el material significante. En este párrafo nos remite, a mi entender, por ejemplo, a
Aristóteles y sus stoikeion12, “elementos” en griego. (...) Nosotros creemos siempre que es al revés, que de la
materia surge el espíritu (...) primero el cuerpo biológico y luego el saber. Primero la sustancia, luego el
accidente. Así se piensa y al parecer no dejaremos de pensar así, porque la ciencia -que ya no sostiene en
absoluto tales ideas- se fue por su lado y el sentido común no es para nada científico. Freud posee una
concepción de la ciencia coincidente con el Círculo de Viena (...) Lo que dicen el resto de las corrientes
epistemológicas es que no hay posibilidad de encuentro si no hay previamente búsqueda, lo primero es la
pregunta; las físicas modernas (siglos XX y XXI) afirman exactamente esto mismo , pero en una forma
mucho más radical. (p. 74-75)

Comentario: Imaginaba que en una discusión con un psiquiatra o un neurólogo este diría que no existiría
nada de esto que estás planteando si no hubiera neurotransmisores y neuronas conectándose. A.E.: Si, eso es
lo que ellos creen, eso es lo que se dice y eso es lo que se acepta como evidente, no sólo psiquiatras y los
neurólogos. (...) Un modo mediante el cual se puede escapar al moderno “materialismo ingenuo” de
las neurociencias es justamente con la teoría de Lacan, por ejemplo, del “eso piensa”. Con “eso
piensa”, ça pense, queremos decir que hay algo que piensa sin neurotransmisores. Eso es el
inconsciente. (...) Recuerden que el sujeto de Lacan es impersonal e insustancial; es “incorporal” ,

12 Recuerden las discusiones de los presocráticos sobre cuáles eran los elementos que constituían el cosmos, que podían ser según
los sistemas dos, tres o cuatro. Tomemos, por caso, una cita de la enciclopedia de libre acceso en Internet: Será una especie de
principia media científicos. Estos elementos, stoikeion, serán cinco: tierra, aire, fuego, agua y éter. [...]. (...) no eran materia prima,
materia prima en el sentido de lo que podía agarrarse con la mano o lo que se podía poner en una bolsa, sino que ya eran una
elaboración “principia media científicos”.
en el sentido del concepto de los estoicos. (...) El paradigma de la neurología puede ser subvertido con
el inconsciente de Lacan, que afirma que existe el hecho del decir y que para ese decir no es
necesario un autor. El psicoanálisis lacaniano, en el fondo, no le va a discutir a la neurología, porque
tiende a lo mismo, mediante la hipervaloración de la “responsabilidad subjetiva”, que requiere que alguien
piense y lo haga con su cerebro. (p. 75-76)

Trocar el imposible como real, he allí la


dirección contra-naturaleza

Pasemos ahora a la concepción sobre la naturaleza: Lacan propone “contra-naturaleza”. Como


pueden observar, siempre en la misma dirección. (...) Es un término que sólo lo encontré en sus textos de los
últimos diez años: “Lo natural, hablemos de él, pues de él se trata. Lo natural, es todo lo que se viste con la
librea del saber y Dios sabe que eso no falta y un discurso que está hecho únicamente para que el saber haga de
ropaje, es el discurso universitario. Está totalmente claro que el ropaje del que se trata es la idea de la
naturaleza. No está pronta a desaparecer del primer plano de la escena. No es que yo trate de sustituirle otra.
No imaginen que soy de los que oponen la cultura a la naturaleza. Aunque fuese en primer lugar porque la
naturaleza es precisamente un fruto de la cultura, [...]13” (...) Tres años después sostiene lo siguiente: “De
aquí incluso vino la distinción entre naturaleza y cultura. Y justamente es preciso que aquí caractericemos a
esa naturaleza por no ser tan natural. Porque allí donde vivimos, la naturaleza no se impone. Lo que nos
impone es otro modo de ese saber, un saber que en manera alguna es atribuible a un sujeto que allí presidiría
el orden, que allí presidiría la armonía: y por eso, muy al principio, en mis primeros enunciados, para
caracterizar al inconsciente de Freud había una fórmula -a la que volví varias veces- que propuse en Santa
Ana: “Dios no cree en Dios”14. Entonces, para Lacan: 1) la naturaleza no se impone; por lo tanto niega lo que
en términos del psicoanálisis más moderno diría: el goce se impone; 2) lo hace un saber y 3) el saber no es de
ningún sujeto, no puede ser autorreflexivo, implica siempre la función del Otro y del (A/) bajo el modo de la
inmixión. (p. 79-80)

“En resumen, el despertar, es lo real bajo su aspecto de lo imposible, que no se escribe sino con fuerza o por la
fuerza –esto es lo que se llama la contra-naturaleza–. La naturaleza, como toda noción que nos viene de la
mente, es una noción excesivamente vaga. La contra-naturaleza es a decir verdad más clara que lo natural.
Los Presocráticos, como se los llama, tenían una inclinación a la contra-naturaleza. Esto es todo lo que merece
que se les atribuya a la cultura. Era preciso que estuviesen dotados para forzar un poco el discurso imperativo,
del que hemos visto que adormece.” Entonces, para Lacan: 1) lo real como imposible se articula al despertar,
2) este despertar se escribe con fuerza o por la fuerza, pero 3) esta fuerza no es instinto, ni pulsión, ni goce
del interior del cuerpo anatómico, ya que es lo que Lacan designa contra-naturaleza, y va en contra del
discurso imperativo –que yo leo como el Discurso Amo– que adormece. Para Lacan: “[...] la naturaleza de
las cosas, que es la naturaleza de las palabras, [...]”. (...) “Es, si me permiten emplearlo por vez primera, en ese
palabrerismo [motérialisme] (materialismo de la palabra) donde reside el asidero del inconsciente [...]” (p. 81)

13 Lacan, J. Seminario XIX. Clase del 4 de noviembre de 1971.


14 Lacan, J. Seminario XXI. Clase del 21 de mayo de 1974.

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