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Falacias de atinencia 143

"Es el momento..." este canto de las sirenas mueve a la mente moderna: el


cambio es natural; por lo tanto, el cambio es progresivo, el progreso na tural
de la humanidad se encuentra en la emancipación cada día mayor de los
"tabúes" y otras "ataduras" que impiden el autodesarrollo. Las non sequiturs
se encadenan como vagones de un ferrocarril rumbo a la barbarie.13

EJERCICIOS

I. Identifique las falacias de atinencia en los siguientes pasajes y


explique cómo aparecen en cada caso.
* 1. No todos nosotros podemos ser famosos, puesto que no todos
podemos llegar a ser bien conocidos.
— JESSE JACKSON, citado por Elizabeth Drew, "A Political Journal",
The New Yorker, marzo 12, 1984, p. 140
El sabio expresa alegría respecto a las cosas que propiamente la
merecen y enojo con las que realmente despiertan enojo. Por lo tanto, la
alegría y el enojo del sabio no están conectados con su mente sino con las
cosas mismas.
— CH'ENG HAO, citado por Fung Yu-Lan en su
Historia de la filosofía china
Como académico, el profesor Benedict J. Kerkvliet ha demostrado
ser prejuicioso y poco científico... es patético ver al profesor Kerkvliet, un
no filipino, deplorando las condiciones políticas y sociales de un país
extranjero como Filipinas, cuando su propio país requiere de regenera-
ción moral y social.
— VICENTE ROMERO, Cónsul general de Filipinas, carta al editor,
The Honolulu Advertiser, diciembre 5, 1974
4. ¿Por qué sé más que otras personas? ¿Por qué, en general, soy tan
listo? Nunca he abordado siquiera problemas que no lo merezcan. Nunca
he desperdiciado mi talento.
— FRIEDRICH NIETZSCHE, Ecce Homo
* 5. La inquisición debió haber sido benéfica y estar justificada, dado que
pueblos enteros la invocaron y la defendieron, hombres intachables la
fundaron y crearon en forma severa e imparcial, y sus propios adversarios
recurrieron a la hoguera para combatir sus llamas.
— BENEDETTO CROCE, Filosofía de la práctica
6. "Estoy totalmente en favor de que las mujeres tengan iguales
derechos que los hombres", dijo Paco Camino, presidente de la Asociación

"George F. Will,"The Incest Lobby", en The PUrsuit of Virtue and Other Tory Notions,
Simon and Schuster, Inc., Nueva York, 1982, pp. 65-66.
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Taurina, "pero, repito, las mujeres no deben torear, porque los toreros son
y deben de ser hombres"
— San Francisco Chronicle, marzo 28, 1972
En su melancólico libro titulado El futuro de una ilusión, el doctor
Freud, uno de los grandes teóricos de la clase capitalista europea, ha
enunciado con asombrosa claridad la imposibilidad de la creencia religio-
sa para el hombre educado contemporáneo.
— JOHN STRACHEY, La lucha venidera por el poder
"Pero observa", dijo Cleantes, "en lo que concierne a ti, Filón, y a
todos los escépticos especulativos, tus doctrinas y tus prácticas difieren
tanto en los más abstrusos puntos de la teoría como en la conducta de la
vida cotidiana".
DAVID HUME, Diálogos sobre la religión natural

9. En 1959, en el Senado, jOe McCarthy anunció que había logrado


penetrar la cortina de hierro del secreto de Truman. Tenía 81 expedientes
de personas en el Departamento de Estado a quienes él consideraba
comunistas. Del caso 40, dijo "no tengo mucha información sobre éste,
excepto el enunciado general de la dependencia de que nada en los
archivos refuta sus conexiones comunistas".
— RICHARD H. ROVERE, El senador Joe McCarthy
* 10. Cuando Rodger Babson, cuya predicción acerca del colapso de la
Bolsa le hizo famoso, enfermó de tuberculosis, regresó a su hogar en
Massachusetts en lugar de seguir el consejo de su médico de permanecer
en el Oeste. En el frío del invierno, dejó las ventanas abiertas, se puso un
grueso abrigo, una gorra y pidió a su secretaria que usara guantes para
escribir a máquina. Babson mejoró y atribuyó la curación al aire fresco. El
aire de los pinos, de acuerdo con Babson, tiene propiedades químicas o
eléctricas (o ambas) de gran valor.
— MARTIN GARDNER, Novedades y falacias
en el nombre de la ciencia
De acuerdo con R. Grunberger, autor de una Historia social del
Tercer Reich, publicada en Inglaterra, los nazis acostumbraban enviar el
siguiente aviso a los lectores que abandonaban /a suscripción a sus
publicaciones. "Ciertamente nuestro periódico requiere del apoyo de
todos los alemanes. Continuaremos enviándole copias de nuestras publi-
caciones y deseamos que no quiera exponerse a consecuencias infortu-
nadas en el caso de que decida cancelar su suscripción".
Parade, mayo 9, 1971
...solamente cuando uno piensa que pudo haber actuado de otra
manera es cuando se siente moralmente responsable de sus actos. Porque
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una persona no piensa que es moralmente responsable de una acción que


no estaba en sus manos evitar.
— ALFRED J. AYER, "Libertad y necesidad",
Polemic, Núm. 5, 1946
Pero, ¿cómo podemos dudar de que el aire tiene peso cuando
tenemos el claro testimonio de Aristóteles, quien afirma que todos los
elementos, excepto el fuego, tienen peso?
— GALILE0 GALILEI, Diálogos sobre dos nuevas ciencias
No existe grupo sin líder. Aunque el estilo y la función del lide-
razgo diferirá dentro de cada grupo y situación, un líder o varios líderes
surgirán siempre en una labor grupal o, simplemente, la labor nunca se
realizará.
— Ms, septiembre de 1976
* 15. Testifico que cada hombre escuchará las palabras proféticas de este
libro. Si alguien desoye esas palabras, Dios enviará sobre él las plagas que
están escritas en este libro: y si alguien se aleja de lo aquí prescrito, Dios lo
alejará del camino de la vida, y de la ciudad de Dios y de las cosas escritas
en este libro.
— Revelación, 22:18-19
Benjamín Fernández, candidato para la nominación republicana,
nació en un trailer en Kansas City, hijo de inmigrantes mexicanos, hace 53
arios. Cuando se le preguntó por qué es republicano, dijo que cuando
estudiaba en una preparatoria en California, alguien le dijo que el partido
republicano era el partido de los ricos. Y, dijo "!Es mi partido! ¡Ya he
padecido suficientes pobrezas!"
— GEORGE F. WILL, Washington Post, agosto 23, 1979
Como un caballero armado, como un guerrero medieval, James G.
Blaine marchó a los recintos del Congreso americano y arrojó sus dardos
contra todos aquellos que infaman este país y manchan su honor.
Para el partido republicano, abandonar a un caballero es ahora peor
que si un ejército abandonara a su general en medio de la batalla.
— ROBERT G. INGERSOLL, discurso de nominación
en la Convención nacional republicana, 1876
18. Pues, si la distinción de grados es infinita, de tal suerte que no hay
un grado tal que no pueda ser superado, nuestro razonamiento nos
conduce a la conclusión de que la multiplicidad de naturalezas misma no
está limitada por frontera alguna . Pero solamente un hombre demasiado
tonto puede dejar de rechazar como absurda esa conclusión. Entonces, hay
necesariamente alguna naturaleza que es tan superior que todas las demás
son inferiores en comparación con ella.
— SAN ANSELMO, Monólogo, Capítulo VI
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19. Un boletín de prensa de la Asociación Nacional de Educación


(NEA) distribuido en noviembre comenzaba con el siguiente enunciado:
"Los maestros americanos perciben los grupos reducidos como el elemen-
to más crítico para hacer un mejor trabajo, tal como lo indica una encuesta
de la NEA..."
Pero, por supuesto, la NEA está interesada en tener tantos maestros en
las escuelas como le sea posible. Por ejemplo, en un sistema de 3 000
alumnos, con 30 alumnos por clase, el cuerpo de profesores sería aproxi-
madamente de 100. Pero si el tamario de los grupos se redujese a 25, el
número total de profesores sería de 120. Y en un momento de reducciones
presupuestarias, esta es una forma de incorporar más personas a las
nóminas...
Lástima que una organización que tiene la reputación nacional de la
NEA se conduzca atendiendo solamente a sus propios intereses.
— CYNTHIA PARSONS, Cltrístian Science
Monítor Service, febrero de 1976
* 20. Tenía siete años cuando ocurrió la primera camparia electoral de mi
distrito de la que tengo memoria. En aquél entonces, no teníamos partidos
políticos, así, el anuncio de esta camparia se recibió con escaso interés. Pero
el sentimiento popular creció rápidamente cuando se descubrió que uno
de los candidatos era "el Príncipe". No había necesidad de ariadir un
nombre propio para saber a qué príncipe nos referíamos. Era el propietario
de la mayor hacienda formada por la ocupación arbitraria de vastas
extensiones de tierra reclamada en el siglo anterior por el Lago de Fucino.
Cerca de ocho mil familias (esto es, la mayoría de la población local) aún
está empleada en cultivar las 14 mil hectáreas de esa propiedad. El Prín-
cipe solicitaba a "sus" familias que votaran en su favor para que pudiera
llegar a ser diputado. Los agentes del Estado, quienes estaban trabajando
para el Príncipe, dijeron con frases impecablemente liberales: "Natural-
mente", dijeron, "naturalmente, nadie será forzado a votar en favor del
Príncipe; se entiende, de la misma forma, que nadie obligará al Príncipe a
dar trabajo a las personas que no voten por él".
— IGNAZIO SILONE, El dios caído
21. El siguiente pasaje está tomado de la obra El arte de las preguntas
cruzadas, de F. L. Wellman (Nueva York, Macmillan Publishing Company,
Inc., 1946). La conclusión aquí es implícita, no explícita.
Un bien conocido médico había proporcionado su testimonio impor-
tante en un caso donde su amigo más íntimo aparecía como el consejero
opuesto. Estos dos hombres — médico y abogado— eran igualmente
competentes en sus respectivas profesiones y habían sido amigos cercanos
durante muchos arios. De hecho, prácticamente habían crecido juntos. El
abogado se enteró de que su amigo había proporcionado un testimonio
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irrefutable aun ante un examen cruzado. Por lo tanto, él se confinó a las


preguntas restantes y, temiendo que no podría mantener la mirada mien-
tras interrogaba al testigo, se mantuvo con la cara vuelta hacia una ventana
lateral.
P: Doctor, usted dice que es un médico practicante. ¿Ha practicado su
profesión por algún tiempo en la ciudad de Chicago?
R: Sí, he ejercido en Chicago durante unos 40 arios.
P: Bien, doctor, supongo que durante ese tiempo ha tenido usted
oportunidad de tratar a varios de los más prominentes ciudada-
nos. ¿Me equivoco?
R: No, así es.
P: Por alguna razón, doctor, ¿usted ha sido llamado como médico
familiar para recetar al alguacil?
R: Sí, he sido su médico familiar durante varios arios.
P: ¿Por cierto, cómo se encuentra él actualmente? No he tenido noti-
cias suyas desde hace algún tiempo. (Dijo mirando todavía hacia la
ventana.)
R: Ha muerto.
P: Lo siento. ¿Ha tratado usted al serior McCormick?
R: Sí, durante muchos arios.
P: ¿Le molestaría decirme cómo está él actualmente?
R: Ha muerto.
P: ¡Lo siento!
Continuó preguntando acerca de otras ocho o nueve personas bien cono-
cidas de Chicago, de quienes sabía que habían sido atendidas por su
amigo y que ya habían muerto. Habiendo terminado la lista, se sentó
tranquilamente y dijo a los sorprendidos miembros del jurado: "Creo que
no es necesario hacer más preguntas".
II. Identifique las falacias de atinencia en cada uno de los siguientes
pasajes y explique cómo el argumento involucra la falacia.
* 1. Se cuenta que el abolicionista Wendell Phillips se encontró un día
compartiendo el mismo vagón del tren con un grupo de clérigos sudistas
que regresaban de una reunión. Cuando los sudistas se dieron cuenta de
la presencia de Phillips, decidieron divertirse un poco a sus expensas.
Uno de ellos se aproximó y le dijo, "¿Es usted Wendell Phillips?"
"Sí, serior", replicó.
"¿Es usted el gran abolicionista?"
"No soy grande, pero soy abolicionista."
"¿Es usted quien ha pronunciado varios discursos en Boston y Nueva
York contra la esclavitud?"
"Sí, yo soy."
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"¿Por qué no va usted a Kentucky a pronunciar uno de esos discur-


sos?"
Phillips miró a su interlocutor durante un momento y luego le
dijo,"¿Usted es un cura?"
"Lo soy", dijo el otro.
"¿Está usted tratando de salvar almas del infierno?"
"Sí."
"Bien, ¿por qué no se va para allá?"
debemos aceptar las tradiciones de los antíguos, quienes afirman
ser la descendencia de los dioses — eso es lo que ellos dicen — y segura-
mente deben haber conocido a sus ancestros. ¿Cómo podemos dudar de la
palabra de esos hijos de los dioses?
— PLATON, Tinzeo
El maestro dijo que [el hombre recto] no se molesta con la gente que
no reconoce sus méritos. Más bien se preocupa de que no sea capaz de
reconocer los méritos de los demás.
— CONFUCIO, Los analectas
4. Sin embargo, ahora importa muy poco lo que diga o deje de decir el
rey de Inglaterra, pues él ha dejado atrás toda obligación moral y humana,
ha violado la naturaleza y ha pisoteado la conciencia, y por su espíritu de
insolencia y de crueldad se ha granjeado un odio universal.
— THOMAS PAINE, Sentido común

* 5. Así como la imposición de una pena ejerce un efecto disuasivo sobre


el criminal en potencia, así una pena más severa hace que el crimen sea
menos atractivo, y así hace menos probable su ocurrencia. Porque la
muerte es percibida por la mayoría de los infractores de la ley como la
máxima penalidad posible, es probablemente la forma disuasiva más
eficaz .
— FRANK G. CARRINGTON, Ni cruel ni raro
En una película protagonizada por el famoso comediante Sacha
Guitry, unos ladrones están discutiendo acerca del reparto de siete valio-
sas perlas que habían sido extraídas de la Corona Real. Uno de ellos le da
dos perlas a cada uno de sus cómplices y se queda con las tres restantes.
Uno de sus comparieros le dice: "¿Por qué tú has tomado tres?" "Porque
soy el jefe", responde. "¿Cómo has llegado a ser el jefe?" "Porque tengo
más perlas".
Aunque los médicos y administradores de hospitales frecuentemen-
te son acusados de elevar el costo de los cuidados médicos, es un hecho que
el carácter de los servicios hospitalarios ha cambiado. El desarrollo de
nuevas técnicas quirúrgicas como el transplante, los nuevos tipos de
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equipo electrónico y los nuevos métodos para el diagnóstico y la terapia,


que ahora son capaces de prolongar la vida de enfermos antes deshau-
ciados, han incrementado los costos de los cuidados hospitalarios.
— GERALDINE ALPERT y MARSHA HURST, "A Plague
on Our Hospitals", The Nation, junio 14, 1980
Mientras el general Grant ganaba batallas en el Oeste, el presidente
Lincoln recibía muchas quejas acerca del alcoholismo de Grant. Cuando
una delegación le dijo un día que Grant era un adicto incurable al whis-
key, el presidente replicó, según se dice: "Desearía que el general Grant
enviase un barril de whiskey a cada uno de mis demás generales".
El libre mercado... responde a la escasez elevando los precios. Pero
esto anima a otros comerciantes a entrar a ese segmento del mercado a
causa de las elevadas ganancias y beneficia así al consumidor puesto que
el precio bajará cuando se incremente la oferta.
— JOHN HOSPERS, "Free Enterprise as the
Embodiment of Justice"
* 10. Cuando fue ministro de Salud, Kenneth Robinson dijo al Parlamen-
to que la cienciología era "potencialmente perjudicial" y una "amenaza
potencial".
Se le pidió a Elliott, el ministro local de la Iglesia de cienciología, que
respondiera a esas críticas. Entre su comentarios ante el Parlamento dijo:
"Temo que el serior Robinson ha sufrido la derrota de dos de sus mo-
ciones y en las últimas semanas ha sido relegado dentro de la administra-
ción Wilson".
— Honolulu Advertiser, noviembre 22, 1969
Para decirlo brevemente, entonces, podemos mantener que la
razón natural no puede probar que la resurrección es necesaria, ni por
medio de razones a priori tales como las basadas en la noción de un
principio intrírtseco en el hombre, ni por argumentos a posteriori, por
ejemplo, en razón de alguna perfección o de una operación inherente al
hombre. Por tanto, debemos aceptar que la resurrección debe ser cierta
sólo sobre la base de la fe.
— DUNS SCOTO, Oxford Commentary
on the Sentences of Peter Lombard
La paz parece ser una condición deseable para las democracias
industriales, representa la composición de fuerzas, la ausencia de lucha.
En contraste, para los dirigentes soviéticos, la lucha no termina con el
compromiso sino con la victoria de una de las partes. La paz permanente,
de acuerdo con la teoría comunista, sólo se puede lograr con la abolición
de la lucha de clases y ésta sólo puede finalizar con una victoria comunista.
Por tanto, la estrategia soviética, no importa que tan beligerante sea, sirve
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a la causa de la paz, mientras que cualquier política capitalista, no importa


qué tan conciliatoria sea, sirve a la guerra.
— HENRY KISSINGER, Mis arios en la Casa Blanca
...es imposible hablar o pensar sin recurrir a conceptos generales;
sin ellos, el conocimiento y el lenguaje resultan imposibles...
— DANIEL CALLAHAN, "The WHO Definition of Health",
The Hastings Center Studies, Vol. 1, Núm. 3, 1973
"...Siempre he pensado que mirar a la luna llena es una de las cosas
más imprudentes y tontas que uno puede hacer. El viejo Bunker lo hizo una
vez y en menos de dos arios se volvió un borracho y se cayó de una torre
y fue a dar al panteón, dicen ellos, pero yo no lo vi. Papá me lo dijo. Pero
de cualquier manera no es bueno ver la luna como un tonto".
— MARK TWAIN, Las aventuras de Huckleberry Finn
* 15. El serior Quintus Slide era entonces, como lo había sido por mucho
tiempo, editor del People's Banner, pero ocurrió un cambio muy impor-
tante sobre el espíritu de su suerio. Su periódico se seguía llamando igual
y Slide decía proteger los derechos de la gente y demandar nuevos dere-
chos para el pueblo. Pero lo hacía como conservador... Se convirtió en un
deber de Slide referirse como patriotas bien nacidos de las mismas perso-
nas a quienes un mes o dos antes de ese cambio había llamado aristócratas
alimentados con la sangre del pueblo. Por supuesto, se hicieron comenta-
rios muy poco amables respecto a este súbito cambio. Un periódico
vespertino se tomó el trabajo de dividir en dos una de sus columnas y
publicó de un lado los rudos comentarios publicados por el periódico de
Slide en septiembre pasado, acerca de ciertos personajes de la nobleza
británica, del otro lado publicó los actuales comentarios de Slide acerca de
las mismas personas que eran totalmente laudatorios. Pero un periodista
con la experiencia y el tacto de Slide conoce su negocio demasiado bien
como para dejarse atrapar por esa sencilla estratagema . Él no se preocupó
por defenderse a sí mismo, sino que atacó incansablemente la mendicidad,
duplicidad, inmoralidad, la gramática, el papel, la tipografía y hasta a la
esposa del editor del periódico de la tarde. Dentro de toda esa vertiginosa
confusión le ha sido innecesario defenderse. "Y por si fuera poco", escribe
al final de uno de sus virulentos y exitosos artículos, "los lacayos
de osan acusarme de inconsistencia". Los lectores del People' s
Banner pensaron que su editor había dejado fuera de combate a su
adversario.
— ANTHONY TROLLOPE, Phineas Redux
16. En lo personal, Nietzsche fue más filosófico que su filosofía. Su
charla acerca del poder, la dureza y la inmoralidad suprema fueron el
pasatiempo de un joven erudito e incapacitado constitucional.
— GEORGE SANTAYANA, Egotism in German Philosophy
Falacias de ambigüedad 151

Las apelaciones son gratuitas para el denfensor: no se pueden


aumentar las penas ni imponer otras. La fiscalía no puede apelar. Esto hace
seguro para los jueces producir sentencias. En todo caso, piensan ponién-
dose en el lugar del defensor, si un juez pronuncia una sentencia de
culpabilidad, el acusado recurrirá a una apelación. Si decide contra la
fiscalía, el juez está protegido porque no hay apelación posible. Por lo
tanto, cuando tiene una duda, prefiere inclinarse en favor de la defensa.
— ERNEST VAN DEN HAAG, Punishing Criminals
Cuando uno gasta el dinero que trabajosamente ha ganado, somos
cuidadosos en cómo lo gastamos, pues sabemos que nos ha costado mu-
cho trabajo ganarlo.
— JOHN HOSPERS, "Free Enterprise as the Embodiment of Justice"
19. Si deseamos basar nuestros actos en la certeza, entonces no debe-
mos actuar sobre la base de la religión, porque no es segura.
— BLAS PASCAL, Pensamientos
* 20. No existe el coriocimiento que no se pueda poner en práctica, porque
tal conocimiento en realidad no es conocimiento en absoluto.
— WANG SHOU-JEN, Libro de instrucciones
21. Anito: "Sócrates, pienso que tú eres demasiado propenso a hablar
mal de la gente y, si sigues mi consejo, te recomendaría que seas cuidadoso.
Quizás no hay ciudad en la cual resulte más fácil perjudicar a los hombres
que hacerles bien que la ciudad de Atenas, y tú lo sabes".
— PLATÓN, Menón

3.3 Falacias de ambigüedad


A veces, los argumentos fracasan porque su formulación contiene pala-
bras o frases ambiguas, cuyos significados cambian en el curso del argu-
mento, produciendo así una falacia. Estas son las falacias de ambigüedad
—sofísmas se les dice a veces— y si bien algunas de ellas suelen ser crudas
y fácilmente detectables, otras resultan sutiles y peligrosas. Abajo se
distinguen cinco variedades de ellas.

1. Equívoco

La mayoría de las palabras tienen más de un significado literal y en gran


parte de los casos no tenemos dificultad en distinguir en cuál sentido se
usan, al apelar al contexto y a la capacidad para interpretar lo que
escuchamos o leemos. A veces, los distintos significados de una palabra o

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