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Condenas y procesamiento de
homicidios sin haberse hallado el cuerpo
Y VISTOS:
Notifíquese y devuélvase.
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Notas sobre condena por homicidio sin cuerpo
Fuera del universo de los juicios por crímenes de lesa humanidad (Justicia
Federal), no son tantos los antecedentes de condenas por homicidio cuando
no aparecen los cuerpos de las víctimas. Éste es el objetivo del Ministerio
Público Fiscal en el debate oral que está llegando a su fin en la justicia penal
de Salta por el caso del turista francés Mathieu Martin, desaparecido en
2018. Los acusados son dos hermanos, que lo habrían matado y habrían
ocultado su cadáver en un territorio inhóspito sólo controlado por ellos.
Algunos juicios finalizados en Argentina demuestran que, sin dar con el
cadáver, se llega a condenas por el delito de homicidio. No alcanza con una
confesión, ni con testimonios, ni con indicios, pero todo junto y con sentido,
y descartando que la persona pueda estar viva, puede conducir a condenas.
No es la primera vez que hay condena por homicidio sin delito. El más
reciente, por caso, volvió a ser noticia el año pasado cuando la Suprema
Corte Bonaerense ratificó la sentencia del Tribunal Oral Criminal N°9 de
Lomas de Zamora, firmada en julio de 2018, y confirmó la condena a 22
años de prisión para Daniel Lagostena por el crimen de Érica Soriano, de
quien nada más se supo desde hace 2010.
El fallo de este miércoles fue dictado por el Tribunal Oral Federal N°2 de
La Plata, integrado por los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y
Fernando Canero, que consideró a Carrazzone (66) autor de los delitos
de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse
cometido mediando violencia de género en concurso real con el delito
de falsa denuncia”.
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Infobae-18/8/2021
Un crimen sin cuerpo: la Corte bonaerense confirmó la condena de 22
años contra el asesino de Érica Soriano
Lagostena fue encontrado culpable hace tres años del delito de “homicidio
en concurso ideal con aborto”. El hombre intentó sin éxito consumar
el crimen perfecto. En algún momento de la noche del 20 de agosto de
2010 mató a Soriano, que llevaba un embarazo de ocho semanas, en su casa
de Lanús.
“La importancia del fallo de la Corte que confirma la condena no tiene que
analizarse solo como una instancia más sino que tiene que interpretarse
como un parámetro político para todos los jueces, incluyendo el Ministerio
Público Fiscal”, comentó a este medio el juez de Garantías que investigó el
caso, Gabriel Vitale, el mismo día que la propia Corte confirmó que habrá
un nuevo juicio contra los acusados del femicidio de la joven Lucía Pérez,
inicialmente absueltos.
“Yo tengo 71 años y por la pandemia me quedé quieta, pero cuando todo
esto pase, voy a insistir. Queda algo muy pendiente que es la declaración de
Daniel o de alguien que haya estado en ese momento o lo haya
ayudado. Alguien que pueda decir lo que pasó exactamente”, dijo a
Télam María Ester Romero, la madre de Érica Soriano.
Lagostena lleva casi 11 años sin decir qué hizo con el cuerpo de Érica
Soriano. Lo que no logró esconder es la larga colección de pruebas que
para el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 9 de Lomas de Zamora explican su
responsabilidad directa en la muerte y la desaparición de su pareja.
Esa perversidad alcanzó su pico el 20 de agosto 2010. Ese día fueron juntos
a una revisación ginecológica. El último contacto que tuvo Soriano con
otras personas fue a las 22.13: una conversación telefónica con una
amiga. Ella le dijo que “Daniel manejaba con fastidio” y le contó que
habían discutido.
Doce minutos antes de esa charla, alguien pidió una pizza en la casa donde
vivían Lagostena y Soriano. Todavía hoy no se sabe quién fue, pero se
sospecha que podría tratarse de algún cómplice del asesino.
Cuando los investigadores le preguntaron a Lagostena por ese llamado, él
dijo que habían sido ellos, que pidieron una pizza de salsa golf y palmitos.
Pero los horarios, constatados, no cerraron jamás. Según su coartada,
pidió la pizza desde el teléfono de línea de la casa 12 minutos antes de que
Soriano hablara con su amiga, a quien le dijo que iban por la avenida 9 de
Julio.