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El pastor: su agenda y su vida espiritual

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Fernando Rodríguez, Pastor en República Dominicana 31 de mayo de 2017

Introducción
Cuando un hombre entra al ministerio con la convicción de ser llamado por Dios lo más
probable es que lo haga con las expectativas del éxito. Sin embargo con el paso del tiempo
muchos son los que vuelven tras sus pasos con el rostro cabizbajo por la derrota, mientras
que en otros que aún permanecen se nota a leguas que ya no disfrutan de las tareas que en
un tiempo eran las delicias y de gozo de sus corazones. Entonces nos preguntamos cuales
son las razones por las que tantos valientes caen en el mar de la derrota y la amargura.
En el presente trabajo sobre el pastor: su agenda y su vida espiritual nos proponemos abordar
un aspecto de vital importancia para aquellos ministros que desean cumplir su ministerio en
forma eficiente y con un corazón lleno del gozo que produce saber que se está en comunión
con Dios, su familia y los miembros de las iglesias que están bajo su dirección.
EL PASTOR: SU AGENDA DE TRABAJO Y SU VIDA ESPIRITUAL
Si hay una obra que demanda dedicación es la obra ministerial. Sin embargo ningún ministro
debiera verse atrapado en la experiencia de Martha quien en un momento de su vida se sentía
“abrumada por
que tenía mucho que hacer”* al punto de no tener tiempo para sentarse a los pies de Jesús
(Véase Lucas 10: 38-42).
La obra pastoral es de vital importancia para el plan de Dios de ministrar el evangelio al
mundo. Refiriéndose a esta obra Elena de White señala que “La obra mayor, el esfuerzo más
noble a que puedan dedicarse los hombres, es mostrar el Cordero de Dios a los pecadores.
Los verdaderos ministros son colaboradores del Señor en el cumplimiento de sus
propósitos”.1
Pero ante el hecho de que la obra pastoral abarca varios aspectos de la vida de la iglesia, se
hace necesario entonces que el ministro tenga una agenda de trabajo que le permita atender
la amplia gama de responsabilidades que implica su cargo, sin descuidar su comunión con
Dios y su relación con su familia. Y es en este aspecto donde pudiera quedar atrapado, lo que
impedirá que ocupe su puesto como portavoz de Dios a la gente. A continuación echemos un
vistazo a la importancia que tiene para un ministro tener una agenda de trabajo que le permita
hacer sus tareas sin descuidar su vida espiritual y su familia.
El Ejemplo de Jesús
Nuestro señor Jesucristo no solo es nuestro salvador, sino también nuestro ejemplo a seguir.
El mismo se auto proclamó como el buen pastor, que da su vida por las ovejas (Jn 10:11).
Durante su ministerio terrenal este pastor tenía una agenda bien apretada, pero nunca
descuido la comunión con su Padre. Es así como los evangelios lo presentan dedicando las
primeras horas del día a los ejercicios espirituales. Jesús tomaba las primeras horas de la
mañana para ir a lugares solitarios a orar. (Véase Mar 1:35). Y no solo en la mañana, sino que
también en medio del trajín del día también tomaba tiempo para orar (Véase Mat 14:23). En su
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vida y ministerio, los evangelistas resaltan el equilibrio con el que Jesús elaboraba su agenda
diaria.
Cuando Jesús llamo a sus discípulos lo hizo para que estuviesen con él y enviarlos a predicar
(Mar 3:13-14), lo que indica que el trabajo del ministro tiene dos dimensiones. Según Daniel
Sosa al usar esta frase “Jesús está dividiendo el ministerio en prioridades internas y externas;
es decir, aquellas que tienen que ver con su relación personal con Dios y su familia, y aquellas
que tienen que ver con la iglesia y el mundo exterior”.2
Siguiendo el ejemplo de Jesús, todo pastor debería procurar tomar tiempo, no solo en la
mañana para efectuar sus ejercicios espirituales que lo mantendrán en constante comunión
con el príncipe de los pastores, porque ser espiritual es una cualidad esencial del líder
cristiano, tal y como escribe Pierson:
“No se llega a ser un dirigente espiritual por nacimiento, por figuración social ni por educación.
La espiritualidad no es derramada sobre una persona por una comisión administrativa o por una
junta de iglesia. La dirección espiritual se recibe mediante el poder del Espíritu Santo, a través
de la oración, de las lágrimas y la confesión de pecados”.3

El peligro que acecha al pastor siempre será “dejar absorberse a tal grado por la tarea de
resolver problemas y dirigir la obra, que llegue a carecer de tiempo para dedicase al estudio de
la biblia, cuando un dirigente está demasiado ocupado para dedicarle cada día tiempo a Dios y
a su palabra, está más ocupado delo que el cielo alguna vez se propusiera”.4
No queda entonces más remedio para el pastor que imitar a Jesús en la elaboración de una
agenda integral que le permita atender la viña del Señor sin descuidar su comunión con el
Señor de la viña. A continuación ofrecemos una lista de ejercicios espirituales que permitirán
al ministro alcanzar este ideal. En este punto es necesario que el pastor tenga una agenda que
contenga su programa devocional y debe incluir tanto los materiales que la iglesia publica,
como la lección de Escuela Sabática, el matinal así como también otros libros y materiales
que elegirá a su discreción.
Disciplinas Espirituales
A fin de mantenerse conectado con aquel que lo llamo, las siguientes disciplinas o actividades
le ayudaran a alcanzar este objetivo.
La Oración. Elena de White dice que “Las tinieblas del malo cercan a aquellos que descuidan
la oración”.5 Por lo tanto orar es una disciplina importante para el ministro, así que el pastor
que no ora es un perdedor porque en la oración hay poder que si no lo aprovecha caerá
abatido ante las tentaciones del enemigo. Además ella afirma que la consagración diaria es el
primer trabajo del cristiano. 6
En una entrevista concedida a la revista Ministerio Adventista el Pastor Israel Leito, presidente
de la División Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día afirma que “la vida
devocional del ministro, así como del miembro de iglesia, no es algo opcional, que se puede
dejar para cuando tenga tiempo”.7
El estudio de la palabra de Dios. Otra disciplina importante que el pastor necesita para vivir
una vida consagrada es alimentarse de la palabra de Dios y obedecer la. Cada ministro debiera
ser un hombre conocedor de la Biblia, bien lo expreso Elena de White cuando dijo:
“Los predicadores que quieran trabajar eficazmente para la salvación de las almas deben ser a
la vez estudiantes de la Biblia y hombres de oración. Es un pecado para los que intentan
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enseñar la Palabra a otros, descuidar su estudio. ¿No son acaso poderosas las verdades que
ellos presentan? Deben entonces presentarlas hábilmente. Sus ideas deben ser presentadas
con claridad y fuerza. Entre todos los hombres que viven sobre la faz de la tierra, los que
proclaman el mensaje para este tiempo deben ser los que mejor comprendan la Biblia, y
conozcan cabalmente las evidencias de su fe. Aquel que no posea el conocimiento de la
Palabra de vida no tiene derecho a intentar instruir a otros en el camino al cielo”.8
Sin embargo se hace necesario resaltar que el ministro no debe en estudiar la biblia con el
único propósito de conseguir materiales para sermones, esta actitud podría constituirse en un
verdadero problema. El ideal es que el predicador estudia su Biblia con el propósito de
alimentarse. Pero mientras está en la pradera de la de la palabra y encuentra un pasto fresco y
delicado, bajo la conducción permanente del Príncipe de los Pastores, preparara un sermón.
En este tópico Thomas E. Trask afirma “Todo ministro debe apartar tiempo para las
devociones y el estudio de la Palabra de Dios aparte de la preparación del sermón. Esto es
donde se alimenta nuestra alma. De ese tiempo de meditación y estudio viene la revelación”.9
La Meditación. Los hombres de Dios, en el Antiguo y el Nuevo Testamento, tuvieron su
momento de meditación, destacándose entre ellos David, quien escribió de su regocijo en
meditar en Dios (Sal 63:6, 77:12 y 119:48). De igual forma el ministro de hoy debería
diariamente tomar tiempo para para meditar en lo que Dios ha hecho por su vida, la marcha de
su ministerio, y en cómo mejorar cada día. Tal y como dice Elena de White:
“Si los ministros meditaran con atención en las acciones de cada día y las revisaran con
cuidado, con el fin de llegar a conocer sus propios hábitos de vida, se conocerían a sí mismos
mejor. Al hacer un recuento de su vida diaria en todas las circunstancias conocerían sus propios
motivos, los principios que los impulsan. Esta revisión diaria de nuestros actos, para ver si la
conciencia aprueba o condena, es necesaria para todos los que desean llegar a la perfección del
carácter cristiano”.10
Según Kenneth Boa, quien viva de este modo, no i mporta qué suceda alrededor de ellos,
pueden vivir con plena confianza de que los principios correctos han dado forma a sus valores
y guían sus decisiones. Esa confianza les dará estabilidad emocional y espiritual. Les dará la
capacidad de ser líderes a los que Dios puede utilizar para su gloria.11
Otras Disciplinas. Además de las disciplinas espirituales a las que hemos hecho mención, hay
otras actividades que contribuyen a que el ministro se mantenga en conexión con dios, entre
ellas podemos citar el ayuno, las alabazas, la lectura de libros de índole espiritual, entre otros.
La Agenda del Pastor
Daren Croft afirma que “el ministerio es un trabajo que nunca se completa. Nunca llegamos al
punto en que hemos visitado suficiente personas, realizado suficiente reuniones, alcanzado
suficiente blancos, conducido suficientes estudios bíblicos, bautizado suficiente gente, o
aconsejado suficiente individuos”.12 A pesar de lo agotadora que puede resultar esta tarea el
ministro debe disfrutarlas y esto solo ser posible si tiene una agenda que le permita llevarlas a
cabo sin sentir que sus energías se agotan en forma progresiva. Esta situación se complicaría
si el ministro carece de una agenda elaborada en forma estratégica que le permita cumplir su
ministerio sin poner en riesgo su salud espiritual, física y social de él y su familia. Si el pastor
no tiene una agenda fácilmente podría sentirse que va corriendo tras el viento.
Saviour Chimfwembe13, un pastor adventistas de África que atendía 53 congregaciones,
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(según el en África hay pastores con cien ofrece cuatro aspectos en los cuales los pastores
deben concentrar su agenda. Estos son:
a. Labor interna y externa. Formar equipos que trabajen en el evangelismo interno, es decir
con los nuevos creyentes, mientras otros se dedican al evangelismo
b. Creyendo y viviendo. Motivar permanentemente a los mi embros a creer y vivir su fe. Una
congregación que vive lo que cree encontrara la forma d resolver sus problemas.
c. Visión y misión. Una iglesia que tiene una visión y un mapa de su misión no puede
permanecer estancada y problemática.
d. Planificando e impartiendo poder. Delegar responsabilidades y planificar el trabajo en
equipo.
Esto concuerda con la opinión del pastor Cami Bolívar Cruz, un antiguo administrador
adventista que afirma que fracaso de muchos pastores se debe a que no tienen capacidad
para poner a otros a trabajar. El afirma que “el éxito del pastor en su trabajo evangélico
depende en gran medida de su capacidad de distribuir responsabilidades entre los
miembros”.14

Pero a pesar de estas estrategias el ministro necesitara elaborar su agenda. A continuación


ofrecemos lo que sería una agenda sugerente para el ministro que le permitirá cumplir su
tarea en forma eficiente.
5:30 AM. Levantarse
6:00 AM. Devoción personal
7:00 AM. Culto Familiar
7:30 AM. Ejercicio
8:30 AM. Aseo y desayuno
9:15 AM. Estudio y preparación de sermones y seminarios y trabajo de oficina
11:00 AM. Asuntos administrativos
1:00 PM. Almuerzo y descanso
2:30 PM. Tiempo de visitar
6:00 PM. Regreso a casa y cena
7:30 PM. Reuniones y Juntas
9:30 PM. Lectura
11:00 PM. Descanso

Esta agenda diaria podría confundir a algunos que piensan que el trabajo del ministro esta
exclusivamente en la calle y la iglesia. Sin embargo debe tomarse en cuenta que ser pastor no
se trata solo de cumplir tareas, sino más bien de un estilo de vida, por lo que podríamos
afirmar que cuando un ministro está dedicando tiempo a la comunión con Dios, está
realizando parte de su trabajo.
Estableciendo Prioridades
Un pastor desorganizado, que no sabe lo que va a hacer ni hoy ni mañana , que gasta todo su
tiempo llevando el niño a la escuela, la esposa al médico, al dentista y al mercado de seguro
que será un verdadero fracaso. Pero si se quiere saber la clave del éxito, organícese y trabaje
duro y aprenda a establecer prioridades. Al introducir este element o, establecer prioridades,
conviene al ministro tomar en consideración el principio de Wilfredo Pareto15, también
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conocido como el principio 80-20. El principio dice que el 20% de una acción producirá el 80%
de los efectos, mientras que el 80% restante sólo origina el 20% de los efectos.
Para aplicar esta ley en su agenda de trabajo, el ministro debe identifica cuales son ese 20 %
de actividades y recursos a su disposición que producen más resultados. Una vez identificado
este segmento, el ministro procurara dedicarle el 80% de su agenda, mentras que al 80% que
no produce le dedicara solo el 20% de sus esfuerzos Esto se traducirá en mejores resultados
de su trabajo, le darán más satisfacción al tiempo que disfrutara de mas salud física social y
espiritual.
Conclusión
En este trabajo que hemos realizado hemos presentando lo importante que es para el pastor
tener su agenda de trabajo equilibrada, puesto que a veces se trabaja sin un debido orden. En
la tarea diaria del pastor debe tomar en cuenta dos cosas importantes para el avance de su
ministerio, número uno mantener una relación estrecha con su Dios y numero dos mantener
una relación con la iglesia en la cual trabaja.
En este material se ha explicado las estrategias necesarias para que el pastor pueda mantener
ese equilibrio, y así rendir una labor fructífera. En esta obra tan importante es la consagración
del pastor, como su trabajo bien hecho en la iglesia, y eso se puede realizar con un buen
equilibrio, esperamos que este material pueda ser de utilidad a fin de que los ministros del
Señor, planifiquen su agenda en forma tal que su vida espiritual no sea minada por las
tentaciones y las tensiones propias del ministerio.
Bibliografía
Boa, Kenneth, El Líder Perfecto: Practicando Las Cualidades Del Liderazgo De Dios. Miami, FL:
Editorial Vida, 2007.
Chimfwembe, Saviour. “Past oreando Distritos Grandes: Una Perspectiva Africana”. Ministerio
Adventista (Noviembre Diciembre 2001): 28-29.
Crofort, Darrren. “Como Enfrentar las Tensiones del Ministerio”. Ministerio adventista. (Julio
Agosto 2007): 27-29.
Cruz, Cami B. El Programa Pastoral: Seminario para Pastores. Puerto Rico: Unión Antillana. S/F
Leito, Israel “En la vida del Ministro la Oración no es Opcional”. Ministerio Adventista (Julio-
Agosto 2007): 14-15.
Pierson, Robert H. Para Usted Que Quiere Ser Dirigente. Nampha, Idaho: Pacific Press
Publishing Association, 1998.
Sosa, Daniel. “El Rol Misional del Ministro Adventista”. Revista Ministerio Adventista (Sept-
Oct. 1996): 23-27.
Trask, Thomas E. “Ministerio para toda una vida: l as disciplinas de un pastor saludable”
http://ministers.ag.org/pdf/spanish/articles/ministeriopara
White, Elena G. de. Obreros Evangélicos. Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1977.
__________________ .El Camino a Cristo .California: Publicaciones interamericanas, 1963.
__________________. Obreros evangélicos. Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1977.
__________________. Testimonios para la Iglesia, 9 vols. Bogotá, Colombia: Asociación
Publicadora Interamericana, 2007.
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____________
* Todos los textos de esta monografía serán tomados de la Nueva Versión Internacional, a
menos que se indique lo contrario.
1 Elena G. White. Obreros Evangélicos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,
1977).
2 Daniel Sosa.“El Rol Misional del Ministro Adventista ”. Revista Ministerio Adventista (Sept-
Oct. 1996), 24.
3 Robert H. Pierson. Para Usted Que Quiere Ser Dirigente . (Nampha, Idaho. Pacific Press
Publishing Association, 1998) 16-17.

4 Ibid. 19
5 Elena de White. El Camino a Cristo (California, Publicaciones interamericanas, 1963), 95.

6 Ibíd. 69-70.
7 Israel Leito “En la vida del Ministro la Oración no es Opcional”. Ministerio Adventista (Julio-
Agosto 2007 ): 15.
8 Elena de White. Obreros evangélicos. (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1977), 262.

9 Thomas E. Trask: Ministerio para toda una vida: las disciplinas de un pastor saludable
http://ministers.ag.org/pdf/spanish/articles/ministeriopara.
10 ———-—————— Testimonios para la Iglesia, 9 vols. (Bogotá, Colombia: Asociación
Publicadora Interamericana, 2007), 2:254.

11 Kenneth Boa, El Líder Perfecto: Practicando Las Cualidades Del Liderazgo De Dios (Miami,
FL: Editorial Vida, 2007), 44.
12 Darrren Crofort, Como Enfrentar las Tensiones del Ministerio . Ministerio adventista. (Julio
Agosto 2007): 27.
13 Saviour Chimfwembe, “Pastoreando Distritos Grandes: Una Perspectiva Africana”.
Ministerio Adventista (Noviembre Diciembre 2001): 28-29.
14 Cami B. Cruz, “El Programa Pastoral” (Seminario para Pastores, Unión Antillana, Puerto
Rico), 3.
15 Principio de Pareto, es. wikipedia.org/wiki/
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