sin duda alguna como uno de los más grandes juristas de todos los tiempos y el más influyente en el siglo XX. Los estudiosos reconocen innegables aportes a la ciencia y a la Filosofía del Derecho por parte del ilustre maestro, Kelsen es el representante del moderno positivismo jurídico (iuspositivismo), ya que puso todo su empeño en desprestigiar el Derecho natural como algo irracional y caduco frente a la superioridad del Derecho positivo, ese derecho que nos indica que el conjunto de normas jurídicas escritas por una soberanía, por ese Estado que ejerce el poder sobre los ciudadanos. Los juicios de valor no pasaban de ser, para Kelsen, simples expresiones de irracionalidad según su teoría jurídica que perseguía una estricta ciencia de normas positivas. Mediante esta «teoría pura del derecho», Kelsen llegó a la conclusión de que toda norma proviene de una legalidad anterior, con origen último en una «norma hipotética fundamental» situada en el derecho internacional. Su concepción del derecho como técnica para resolver los conflictos sociales le convierte en uno de los principales teóricos de la democracia del siglo XX. En 1906, concluyó una larga carrera de derecho con un doctorado en la Universidad de Viena. En el camino, había cultivado un gran conocimiento en la filosofía, literatura, matemáticas y ciencias naturales.