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Caracas,09 de febrero del 2021

Universidad Santa María

4to semestre Turno: Nocturno Sección A

Nombre: Anais Muñoz CI: 27.647.822

Cátedra: Filosofía del derecho

Profesor: Guillermo Blanco

CUARTA EVALUACION.

1. Compare los conceptos dentro de la Filosofía del Derecho de Hans Kelsen y Carl
Schmitt

Intelectualmente contrincantes, Hans Kelsen y Carl Schmitt encabezan la


contraposición del pensamiento constitucional, ambos fueron dos de los más
destacados especialistas de derecho público de la época, forasteros en cuanto al
despliegue de la joven República. Se comparan entre uno y otro dos filosofías con
una relación compleja, para Kelsen el derecho positivo es el modelo que puede
operar por encima del sistema de valores, presuponiendo una idea de justicia, un
derecho en el que puedan manifestarse los valores por igual, la democracia y la
tolerancia.
Para Schmitt, la constitución debe servir para dar seguridad al sistema decisorio del
Estado. Esto, explica su preferencia por las medidas que abarcan situaciones
administrativas tradicionales, así como las acciones del Presidente que protege la
Constitución. En su libro, La dictadura (1921) critica a Kelsen la confusión entre
“norma de derecho” y “norma de realización del derecho”. Aunque no era el primer
trabajo que atacaba la teoría de Kelsen, resulta sugerente observar como la defensa
de la constitución se va formando.
Kelsen estaba convencido de que los hombres pueden organizarse, reconocer
derechos y crear instituciones que velen por su libertad. Por otro lado, en Schmitt el
“Ser” político es representado por un Soberano, quien decide sobre el estado, y que
se identifica como monarca.
A diferencia de Kelsen, Schmitt no escribe sobre una teoría de Estado, sino de la
Constitución, manifestando así su intención de cambiar el orden según el antiguo
positivismo: Primero la Constitución, posteriormente el Estado.
A principios de 1925, Kelsen hace referencia crítica a sus ideas sobre el parlamento,
ocupándose de manera expresa de Schmitt, cita que el Parlamento no se fundamenta
en una metafísica absoluta. Sin duda estos dos se sitúan frente a esta disyuntiva,
según Kelsen, esto es la expresión de una sociedad divida desigualmente en dos
clases, dejando en claro en su obra Esencia y valor de la democracia (1920) críticas
contra el parlamentarismo. De este modo advierte en las propuestas para la reforma
del Parlamento, no terminar dando la razón a los que acusan al mismo de excluir al
pueblo. A diferencia de Schmitt, representaba la fiel oposición del pensamiento
político de Kelsen, en este sentido consideraba que los partidos políticos alemanes
no estaban en condiciones de imponer su programa a la caída del Imperio.
Se puede señalar, para Kelsen la democracia necesita una serie de instituciones sin
las cuales no puede defenderse la libertad política, en definitiva revela un
pensamiento que va mas allá del relativismo filosófico.
Para Schmitt, toda Constitución reúne una serie de normas para organizar el poder,
expresada en la voluntad del pueblo. Supone la imposibilidad de construir un Estado
sin el pueblo.

Por lo consiguiente, se crea la controversia en torno a quien debe ser el guardián de


la constitución, y es que después de las distintas concepciones que sostuvieron
ambos autores sobre la constitución y la democracia, las consideraciones de Kelsen
se desarrollan en distintos análisis.
Por una parte, acomete la defensa de sus teorías a favor del control jurisdiccional de
la Constitución, este estudio se conforma como una contribución de valor general
para todos los estados democráticos. Cabe destacar, desde que Montesquieu
formulara su teoría acerca de la división de los poderes, no hubo un autor tan ligado
a una teoría constitucional como Kelsen se empeña en demostrar el carácter
conservador y nada novedoso de la teoría de la interpretación juridicial y la noción
del presidente Reich como poder neutro.
Kelsen busca probar su naturaleza ideológica, no científica. En ese sentido, el
principio central que se afirma es que nadie puede ser juez de su misma causa. De
manera que Schmitt sigue la doctrina del constitucionalismo monárquico y de
acuerdo con la teoría kelseniana, la diferencia entre ley y sentencia es cuantitativa,
ya que ambas son un acto de producción de derecho.
Schmitt reacciona contra la construcción kelseniana, toda su argumentación tiene
por objeto demostrar la función de la justicia en el marco de una constitución
liberal, sostiene que “una norma protege a otra norma”. Schmitt da un brinco de lo
cualitativo a lo cuantitativo que para Kelsen es inadmisible.
Según Schmitt, la respuesta de quien deba ser el defensor de la Constitución debe
partir de un Estado total configurado como Estado legislativo. Para el, la
Constitución es expresión de la unidad del pueblo.
Se concluye que, entre Schmitt y Kelsen es posible encontrar diferencias que tienen
que ver con la manera en que ambos autores relacionaban las ideas de Estado y
derecho. En Kelsen, la garantía de la constitución y la democracia se interconectan,
mientras que en Schmitt la regulación social puede sucumbir frente al poder
arbitrario. Notablemente la contraposición entre estos dos autores se encuentra en
los considerables ejemplos a lo largo de sus respectivas obras. No solo planteándose
desde la perspectiva metodológica sino también, desde una perspectiva conceptual.
Kelsen consideraba al derecho como instrumento principal de organización y de
control de la fuerza, mientras que Schmitt consideraba al derecho como producto de
la capacidad de decisión de quien detenta el poder político.

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