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LA POLÍTICA
del Proceso, Derecho Procesal 1
Civil y Derecho Procesal Penal. I
LEGISLATIVA
De esta forma, se facilita mucho
la comprensión de las mstitucio-
nes procesales y la aplicación
práctica de los principios estudia-
dos en la teoría general. ENCUANTO 1
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Otra cuestión a tener en cuenta 1
es el carácter realizador del de-
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recho procesal. Este carácter se
muestra en cuanto se considera mNFIRMAOON I
al orden Jurídico en su integridad
y en cuanto unas normas resul-
tan dictadas para servir a otras, en
PROCESAL
el sentido - como lo afirma
Podetti- de que si existiera el de-
recho sustantivo, el derecho pro-
cesal carecería de eficacia. Por
eso, resulta necesario que la en- POR· ADOLFO ALVARADO
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VELLOSO(*)
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«cómo». alizando la actividad que debe
umplir el juzgador en la etapa
Interesa hacer una reftexión final. onfirmatoria (o probatoria, en el _;,
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inconciliablemente a quienes practican previo proceso seguido conforme a cla dos a juzgamiento. Como se ve, el tema
el autoritarismo procesal (clara muestra ras y expresas garantías constitucionales es reflejo actualizado del antiguo enfren
de totalitarismo político)que los hay, que derive en una sentencia fundada en tamiento de dos sistemas de enjuicia
y muchos de quienes sostienen que ley anterior al hecho del proceso) se le . miento que ya he explicado en otra oca
el proceso es garantía de libertad en un da el nombre de garantista o libertaria sión: inquisitivo y dispositivo, que sigue
plano constitucional. Esta antinomia no (por oposición a la antagónica, claramen vigente en forma inexplicable y con vi
es novedosa, ya que tiene profundas rai te totalitaria). sos de no mejorar, al menos en el cam
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A gambres en la historia, tanto antigua
como reciente. En la actualidad, los ban No se me escapa que las banderas que
levanta el solidarismo (la Justicia, la Ver
po del Derecho Procesal Civil. En efec
to: los procesalistas civiles sostienen cada
.. 1 dos antagónicos se hallan claramente día más denodadamente la necesidad de
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configurados: por un lado existe una de dad, el compromiso del juez con su dotar al juez de mayores poderes
.,..' cidida vocación popular ( claro producto tiempo, con la sociedad, etcétera) ga instructorios; a tal punto, que se ha lle
,. nan adeptos rápidamente. pues /quién
de la inseguridad reinante en nuestros gado al extremo de sostener algún au
países) sostenida por numerosos no quiere la Justicia? /Quién no quiere la tor la irrelevancia del debate procesal
medios de información que pregona Verdad? Pero no se trata de abandonar cuando al juez actuante sin escuchar
la necesidad de castrar al violador, matar o sustituir esas banderas para siempre previamente a aquél contra quien se di
al homicida, cortar la mano del ladrón, sino así de simple de no colocarlas rige la pretensión (i!) le parece que
por encima de la Constitución (ruego
L etcétera. Esta posición filosófica se co
noce en el derecho penal con la deno recordar que los códigos procesales nazi
quien pretende tiene la razón. Y por ello,
aconsejan doctrinalmente otorgársela sin
minación de solidaria, generadora del y comunista soviético pretenden un juez más (por ejemplo, en lo que denomi
·;,r.::.,. solidarismo procesal, y se caracteriza por altamente comprometido con la filoso nan como medidas autosatisfactivas). En
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la tendencia doctrinal que procura de fía política imperante en el gobierno del cambio, los procesalistas penales que
nodadamente que los jueces sean cada Estado. Y ruego también recordar en trabajan con la vida, el honor y la liber
más activos, más viriles (en el decir de qué y cómo terminaron los países que tad de las personas (y no sólo con sus
algún estudioso), más comprometidos todo ello proclamaban ... !). Recuerde el patrimonios) exigen cada día con más
:;·�;\1 con su tiempo, con la Verdad y con la lector que la Inquisición Española, por fuerza que se retacee desde la ley toda
Justicia (a tal punto que muchos magis ejemplo, procurando la Verdad y con la posibilidad de actividad probatoria en el
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trados que sufren la influencia de esta confesada vocación de hacer Justicia a juez! Muy recientemente fines de
,a todo trance, institucionalizó la tortura 1998-- ha comenzado la vigencia de
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tesis ya no se sienten vinculados al or
den legal vigente sino que pretenden como adecuado método para lograr los un nuevo código procesal penal en la
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=' fines que se propusiera. El garantismó
actuar como los antiguos pretores. ha Provincia de Buenos Aires (Argentina)
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>S rj ciendo literalmente lo que quieren y con procesal no tolera alzamiento alguno que, enrolado en un claro sistema acus
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prescindencia de los textos legales contra la norma fundamental (que.ien atorio, prohibe bajo pena de nulidad que
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'a preexistentes). En contra de esta posi el caso. prohibe la tortura en cualquiera el juez decrete oficiosamente medios de
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IS ción existe otra línea doctrinal aferrada de sus manifestaciones); por lo contra confirmación! Extraño movimiento con
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1 al mantenimiento de una irrestricta vi rio, se contenta modestamente con que ceptual que muestra un exótico cruce
!- gencia de la Constitución y, con ella, del los juecesinsisto que comprometidos filosófico doctrinal: en tanto se preten
1,. sólo con la ley declaren la certeza de
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! orden legal vigente en el Estado en tan de penalizar cada vez más al proceso
n \; las relaciones jurídicas conflictivas otor
to ese orden se adecue en plenitud con· civil, se civiliza cada más el proceso pe
o las normas programáticas de esa misma gando un adecuado derecho de defen nal. Que estas modestas reflexiones sir
la Constitución. En otras palabras: los au sa a todos los interesados y resguardan van para comenzar el debate serio que 1
i- tores así enrolados no buscan a un juez do la igualdad procesal con una clara aún se deben los procesalistas argenti !
,, comprometido con persona o cosa dis imparcialidad funcional. a fin de lograr el nos acerca del papel que toca cumplir al
1 tinta de la Constitución, sino a un juez fin último de su actividad: mantener la juzgador en los distintos campos de su 1
i- que se empeñe en respetar y hacer res paz social y la adecuada convivencia en actuación.
1a petar a todo trance las garantías consti tre los hombres. Y ello, particularmente
:!;..; : tucionales. A esta posición filosófica que en el campo de lo penal. pues las garan
je se muestra antagónica con el solidarismo tías constitucionales son como el sol, que 1
(") Profesor de Derecho Procesal
i- procesal (no quiere ni admite castrar ni sale para todos. Muy epecialmente, para
a matar ni cortar la mano de nadie sin el quienes más las necesitan: los sometí 1
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