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REPENSAR EL
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DERECHO
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a etapa actual, existe una necesidad compartida con
ación a la cultura jurídica de que es imprescindible re
nsar el derecho. La dinámica de las sociedades, el pre­
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dominio de las ideas económicas aposentadas en el mercado,
la uniformación de las técnicas (incluyendo las que suministra
el orbe jurídico). la conveniencia de alcanzar en las pautas de
hermenéutica el predominio de criterios funcionales que con­
juguen las verdades dogmáticas con un enfoque contextual
que sepa escuchar y orientar los modernos ruidos de la co­
munidad, indica que el sistema del derecho se nutre funda­
mentalmente de valores, que rodean privilegiadamente a la
persona, que es el centro solar de ese universo y que deman­
da la efectividad de las garantías para proveer a una Mela opor­
tuna, continua, de sabor actualmente mucho más preventivo
(impedir daños) que reparatorio.
Los desafíos a que todo ello condiciona la formación de los
alumnos y los deberes de los docentes (aspectos cuantitativos
y cualitativos) impacta en los planes de estudios al igual que en
la metodología de enseñanza­aprendizaje. Se asiste. asimis­
mo, a un proceso de evaluación de las universidades, sea a lo
que concierne a la autoevaluación cuanto a la que proviene
externamente. Se ve ello como el instrumento útil para medir
objetivamente los rendimientos y una continua superación en
los objetivos propuestos.
Debe propiciarse una visión concurrente de tres dimensiones
que, como diagonales, cruzan el mapa jurídico procesal: la
primera, es la visión constitucional; la segunda, la dimensión
social y; la tercera, la transnacional, en cuya síntesis se aposen­
ta lo dogmático de una ciencia jurídica útil (Scialoja).
En este orden, han ascendido a un nivel subordinante ideas
nucleares que van fijando los hitos de la evolución y cuya
custodia se pone a cargo de los operadores jurídicos for­
mados estos desde la Universidad y luego el posgrado.
De una manera no conceptualista sino abierta a las tópicas
(problemas en concreto). Nadie puede hoy en lo proce­
e A M B I O
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sal silenciar el factor tiempo, las construcciones (de las
explicaciones y justificaciones) dinámicas que atiendan a
las consecuencias que han de seguirse de las soluciones a
brindarse a los conflictos o controversias. El juego combi­
nado de los principios de legalidad, razonabilidad y segu­
ridad jurídica; la diversidad de los tipos de tutela; lo que
procede pedir a los jueces, sin abuso de la jurisdicción, y
lo que estos pueden o no están dispuestos a dar frente a
tales reclamos.
La Universidad no debe formar solo un estilo del abogado, el
que en lo adversaria! lucha para vencer al otro. La sobrecarga
de conflictos obliga a la disuasión y a los métodos alternativos
de composición de litis. Generar desde las casas de estudios
una cultura encaminada no solo a hacer justicia sino. además
y en grado preferente (pequeñas causas, protección de los
consumidores, etc.). a asegurar la paz social.
El diseño del plan de estudios de las diversas carreras que
incluya al abogado especialista (derecho público, privado
transnacional, arbitraje) no debe desentenderse de carreras
intermedias y de utilización gradual ( en ascenso de responsa­
bilidad según los años de práctica de cada estamento). Así. en
lo relativo a la negociación, la intermediación inmobiliaria; el
agente especializado en la actividad administrativa. etc. Tal
escalonamiento conlleva a asumir, en labor interdisciplinaria.
el análisis profundo de la habilitación profesional. la
reformulación de incumbencias y una adaptabilidad continua
en la formación y reciclaje que. en el presente. se serse · E
en tomo de los derechos personalísimos y libertades" � �ca­
mentales.
El derecho de aprender y a superarse realizando cada cual su
plan vital. no puede ser limitado ni restringido de manera no
democrática.
(Mayores desarrollos y fundamentación: "Los Abogados», segunda edi­
ción. Platense Abeledo 1999, Berizonce, .. Derecho Procesal Civil Actual,
Platense Abeledo Perro!, 1999).
(") Profesor de la Universidad Nacional de La Plata
Presidente Honorario de la Asociación Argentina de Derecho Procesal