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REVISTA CLÍNICA """"

ESPANOLA ••
Director: C. JIMENEZ DIAZ. Secretarios: J. DE PAZ y F. VIVANCO
Redacción y Administración: Antonio Maura, 13. Madrid. Teléfono 22 18 29

15 DE MAYO DE 1955 NUMERO 3 •

REVISIONES
1 ••

DE CONJUNTO

enll aña de su ¡.,ropia evolución está el alcanzar. por


progresivo crecimiento y desarrollo, una organiza- セ@ .
Foct orcs ,,w lo I'OI,dirionan y regulan: Su fisio-
patoLogía.
ción funcicnal que permita la plEnitud de .;us ca-
pacidades vitales. .
¡,
h
Y esto es así porque el crecimiento representa,
A. セ Z ᅪNャBchez@ AGE&TA. también, diferenciación. Conceptualmente se acos-
tumbra a establcc-r una distinción entre ambos tér-
Fac ultad d(' :\1t'd i cin& d t' Gran ada.
Clinka Médit'a U ni\'l'l'illla ru\. P1·ofesor: E . OuT i z
l >l'l laセオN| L ᄋ N[ ri N@
minos y engloba:- los dos e n el más amplio de des-
arrollo. El desarrollo es el proceso por el <]Ue un
.
embrión se trausforma e n un ser adulto (BAU-
MANN ··) ; comprende ptws, a su vez, el de crecimien-
to, o sea el aumento de masa y talla, y el de dife- " .•
I
renciación, esto es, !a modificación de las estructu-
ras microscópica y maaoscópica, más en un sen-
.•
Constituye el crecimiento una de las característi-
cas más específicas de las ュ。ョゥヲN セ ウエ。」ゥッョ・@ vitales. tido cualitativo que cuantitativo. Pero por lo co-
Si las funciones de asimilación y recambio energé- mún, y 。エ・ョ、ゥ セ ョ、ッ@ a que ambos procesos se imbri- セ@

tico, la res¡ iratoria y circulatoria, por ejemplo, pue- can en la natu r aleza y es muy difícil el concebir
den 」ッューイョ、 セ イウ」@ según !as leyes físico-químicas y uno ccn absoluta inde¡: endencia del otro, i5e suele
」ッュー。イウセN@ aun(Jue sea un parelelo grosero. con los emplear como sinónimos desarrollo y crecimiento,
fenómenos del mundo físico, al enfrentarnos con el en cuya acepción e.1'te último supone igualmente di-
proceso del crecimiento y morfogéncsis h·emos de ferenciación, y es sólo en este sentido como es vá- ,,·
reconocer que nos hallamos ante algo sin par en el
mundo inanimado, pues no lo es desde luego el cre-
cimiento de ci<>rlas formas cristalinas, y e n todo
lida la afirmación apuntada.
Importa. sin embal'go, .subrayar la distinción en-
tre crt>cimiento "sen.sus stricti" y diferenciación,
...
1 ·--
ca.so éste o cualquier otro ej{'mplo de la naturaleza pues ambos fenómenos no se suceden en el desarro-
mmeral no ofrece· parangón posible con lo que ocu- llo del organismo rigurosamente a la par y más
イセ@ en los seres superiores. Es por tanto el creci-
miento algo intrínsecamente vital, ya que uno de
bien, como tendremos ocasión de mostrarlo, lo .ha-
cen en Z[セョエゥ、ッ@ inverso. Se cumple aquí. e n realidad,
••
los atributos esenciales de la vida es su evolución una lt:y biológica general por la que se establec.e un
en セ Q@ espacio manifestada por el crecimiento y des- compromiso entr0 crecimiento y diferenciación, de
。イセャッL@ de acuerdo con la definición que del or- tal forma que el impulso hacia aquél parece limitar
ganismo viviente expresara COGHILL' como "un la potencia de ésta y, al \!ontrario, a mayor grado
Proceso dinámico espacio-temporal", en el Hスuᄋセ@ se de difHenciación ュ セ ョッイ@ poder de crecimiento. En
cumplen como ineludibles funciones de su ciclo de la serie filogénica pueden encontrarse numerosos
actividad las de desarrollo reproducción y senes- ejemplos de lo dicho; así, si el gusano es capaz de
cencia. Mas cabría preguntarse qué sentido tiene regenerar un segmento entero del cuerpo y hasta
・セ@ .Proceso del crecimiento, el porqué de s u espe- la cabeza, tal capacidad de regeneración o creci-
ft Q セ Q 、。@ biológica. La respuesta quizá podamos ha- miento va siendo más limitada a medida que ascen-
セ@ a en que mediante él se expresa lo que es pro-
m· le.rne.nte el carácter más singular de la vida, su
demos -en la escala zcológica y, por consigui ente,
hallamos seres más diferenciados; todavía en los .. ;
gas. lnbma y radical esencia : el principio de la or- anfibios, como la salamandra, dicha facultad per-
llisan¡zaclon, · · pues el ser vivo no es un mero mcca- mite la regeneración de una exb'emidad, y t n tos
セ@ .
. mo o estructura s ino una "totalidad" 2 qu"- fun-
na, se regula y mantiene por sí misma. y en la
reptiles la cola, miEntras que en el hombre, para las
células ganglionares de su tejido más noble el sis-
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tema nervioso- , la regeneración es completamente callo de fractura; es pos ible todavía para tej'd 1
imposible. Igua l conducta vemos en el desarrollo on- más nobles, como el parénquima hepático, segú os
togénico. Los clásicos experimentos de H . DRIESCH \ t iene ocasión de observar en la his topatologi: se
efectuados ya hacia f inal del siglo pasado, mostr a - las h epatitis y cirrosis, mientras que a penas si ・クセ@
ron cómo en las primer as fases de partición del te para el m úsculo esquelético y es nulo para !Si
huevo fecundado- con dos o cuatro blastómeros mio.cardio y, com? ya dijimos a ntt's, セ ッエ 。 ャュ・ョエ ・@ ゥセN@
era posible, a partir de es tas células, el desarro llo posible en 」セエ。 ャ ア ュ ・イ@ forl?a para las celulas ganglio.
de un organismo completo, es d ecir, todavía cada nares del s istema ner vwso central. Merece reco.
una de e llas era omnipotente. Esta omnipotencia se darse que gracias a este 1equeño a horro de 」 ←ャオセ@
pierde sin embargo con celeridad, al compás r¡u e la indiferenciadas 、 セ@ que el . ser a dulto ?ispone, es
diferenciación del embrión avanza, a unque aun. du- como se hace posible que este, e n su maxima dife.
rante largo tiempo, pueda evidenciarse una pluri- r enciación , sea capa z de d ar ori gen a un ser nuevo ·
potencia de las células del mismo, que no se reduce en ef ecto, la doctrina del plasma germinal, que ケセ@
simplemente a aquella anej a a la hoja germinativa w e i sャGiaセn@ formula ra en 1892, ha recibido posterio.
a la cual pertenecen , como nos ,prob ó S PEMAN)< ' en res conf ir maciones mediante la ex perimentación y
sus investigaciones sobr e la f is iología del d e<:;arro- estudios " n el emb ri ón huma no y en fecha イ・ 」 ゥセ^ョエ ・@
llo : trasplantando teJido gastrular de una determi- encue ntra un apoyo mu y seguro por las ゥョカ セウ エ ゥァ。 N@
nada región de un embrión joven a la hoja ecto- ciones de D A. 'TgCH >\KOFF cn el embiión de pollo.
dérmica de la gás t rula de otro embrión , e n un pun-
to en que normalmente hubiera conducido a !a fo r-
mación de tejido epidérmico, conseguía la aparición II
de la placa medular, es decir, a aquella dispo" ición
embrionaria- "Anlage"--qu e da origen al sistema BASE EST RUCTt'RAL DEL CR f:CL'\11 E!"TO.
nervioso; si la mis ma experiencia se repetía e n u na
fase más avanzada de la gas trulación. entonces ya An tes de a dentr a r nos en la f isiopatología del cre-
el te jido trasp!anta do seguía la nor mal evolución cimi nto as preciso que abordemcs otros asnectos
de la capa celular en que se hqcía , engendra ndo te - de l mismo que tiene n s u marco en una cons-idera·
jido epidérmico : la p luripotencia había des a¡:are::i- ción de s u patología general. Uno de é.."tos es cómo
do. Que aquella facultad de omnipotente cr ecimL n to se ver if ica mor fológicamc nte, cuál e.s su 「。ウセ^@ <s·
revelada en las experiencias de H. DRIESC H, para t ru ctural. E n cuanto significa aumento de volumen
una especie animal inferior , es posible aceptarla y talla, est o iiPn<> luga r de t r es maneras CBAl n ' ):
también en el hombre nos lo muestra, como un ex-
perimento natural, el caso de los gemelos univiteli- I. Por nwltípli('af'ÍÓ1l celular.- E sta es la :noda·
nos; también aqu í, una vez que el h uevo fecu nda do lidad más l írica d los órganc s embr io narios: セ@
ha efectuado una primera división en dos hlastó- estudios de I'\ORRI5 Jo sobr<' las paraliroidrs, por
meros, puede cada uno de éstos dar origen a un ser eje mplo, prueban que cntn los trec; y Cinco ll' ·e:.'
humano completo. de la vida intrauterina este órgano aumenta de ta·
maño de modo considerable, pero que dicho aumen·
En qué reside esta pérdida progresiva del poder to es exclusivo por multiplicación celular, puesto
de crecimiento conforme evoluciona el ser en su di- que las células no aumentan de volum-en. Más aún,
ferenciación no lo sabemos exactamente, pe ro es in- siendo esta forma de crecimiento muy característica
dudable que tiene que ver con la capacidad mitó- del embrión, no es de su s ólo patrimonio. En la
sica; las pacientes investigaciones de PETER 5 y vida postnatal también se encuentra idéntica moda·
WASSERMANN 6 nos han hecho conocer , en ef-ecto,
lidad en ciertos órganos, de los que puede servir de
que en las primeras fases del desarrollo embriona - paradigma el desarrollo del se no mamario-sobre
rio, en que aún no hay estructuras diferenciadas, el todo de su árbcl glandular- , como ha mostrado DA·
número de mitosis es muy alto en r elación con el
.,.
BELOW 11 • Y en la piel, las f a nera s y el sistema he·
número de células existentes, mientras que más tar- mor:oyético, para aducir otros eje mplos, se verifica
de el mismo cómputo (mitosis/ número celular) r e- igualmente una actividad mitósica después del na·
vela un cociente más bajo.
cimiento a la que antes hicimos r eferencia.
El ser adulto representa la máxima diferencia-
ción y por tanto el ュ■ョゥセッ@ poder de crecimiento; ll. Por aumento de volumen celular.--Esta, al
pero en este compromiso a que antes hemos hecho contrario que la anterior, se da más bien en la épo·
referencia entre ambas modalidades de desarrollo, ca postnatal, de la que un e jemplo clásico es el
•• aumento del útero en la preñez, así como en ?tros
el .sacrificio del crecimiento orgánico no es total, ni
aun en el ser más diferellciado que es el hombre, músculos de fibra lisa sometidós a un trabaJo de
pues hay un limite en este h<Ylocausto en aras de sobrecarga- estenosis pilórica, estenosis intestinal
la diferenciación, que es el exigido por las necesi- crónica, e tc.- ; es también común al músculo セアオ・ᄋ@
dades de rejuvenecimiento y reparación de los te- !ético y el modo ncrmal de crecimiento del m10car·
jidos. Así, en el hombre, el constante proceso de dio en la infancia y adolescencia 12 , en el que, .en
reparación del epitelio dérmico y mucosas ha hecho condiciones patológicas, como la hipertrofia cardia·
preciso como necesidad biológica el mantenimiento ca, sus fibras pueden doblar su diámetro y 。ャイァセウ・@
sin que se verifiquen mitosis (BAUD y cols. 13). ¡uSS
de unas zonas indiferenciadas, muy bien estudiadas
por SCHAPER en colaboración con COHEN 7 , y que se con la misma reciprocidad que en la ュッ、。ャゥNセ@ 。セZ@
sitúan en el "stratum cylindricum" para el primero terior, también puede rastrearse en el embnon el
y en el cuello glandular-en el límite entre el epi- guna fase en que ゥョエ ・ イカゥ セ ョ・@ fundamentalmente.zá
telio superficial mucoso y €1 epitelio glandular es- aumento de volumen: el e jemplo más daro アセ←ᄋ@
pecífico-para la mucosa del estómago; el tejido sea el e ngrosamiento cervical y lumbar de la
hemopoyético y el mesénquima conjuntivo gozan dula en el feto.
igualmente de un gran poder de reparación y cre - III. Por aumento de la sustancia ゥョエ・イ」ャオセᄋ[@
cimiento, que se patentiza en el tejido 6seo en el En fin, una última modalidad es por aumento
ToMO LVII
NOliERO 3
PATOLOGIA GENERAL DEL CRECIMIENTO

sustancia intercelular, como es el caso de los ten- tedo este período juegan fuerzas mecánicas de ex- lo
dones. El cartílago de conjunción genera prepon- te nsión, arrollamiento y convergencia. La tercera y

..
derantemente sustancia intercelular y es de esta última eta¡:a, la del desarrollo de los órganos, es
forma como intervi·::ne de modo esencial en el cre- otra vez de crecimiento, de intensa actividad mitó-
cimiento óseo. sica y, en cierto modo, autónoma para cada uno de
Hoy estamos f·n condiciones de perseguir aún más ellos.
allá, ultraestructurazmente, el proceso material del Resulta, pues, que el desarrollo embrionario se
crecimi-ento. Gracias, en efecto, al microscopio elec- verifica por un alte rnativo suceder de procesos de
trónico, lNGgLMARK 1 ' ha podido mostrarnos cómo diferenciación y crecimiento, aunque en ningún mo-
las fibrillas · colágenas submicroscópicas, que son mento cesen uno cualesquiera del todo, si bien pre-
ィ。」 セ ウ@ de protofibri \las extraordinariamente finas, valeciendo de tal forma uno u otro, en una etapa
aumentan su calibre con la edad y el entrenamiento determinada, que la señalan como un hito carac-
por adici.ón de ョオ・セ。ウN@ p:otofibrillas, セ@ VAN BREE- terístico. Algo análogo ocurre en el desarrollo post-

. . .....
ME'<, ;, como las miOfibnllas, que estan formada> natal, como veremos después.
por filamentos de actomiosina, se hacen más nu- El desarrollo embrionario debe su origen a un
merosas y espesas en el curso del crecimiento y de impulso fundamentalmente genético, de acción cro- •• •
la hipertrofia muscular. La génesis y crecimiento mosoma!, pero es natural que precisa para realizar- •
de estas fibrillas proteicas no nos es todavía com- se de un material plástico, aportado por la madre, •,.
pletamente conocido; se sabe que las partículas ele- y que se halla sujeto, ¡:or vía placentaria, a las in-
ュ セ ョエ。ャ・ウ@ se alinean en rrotofibrillas y éstas a su fluencias perturbadoras que puedan obrar sobre
vez en haces, cada vez más gruesos, y que este pro-
ceso se desarrolla bajo la acción de diversos iones
y enzimas ( B.\ UD y cols . .n) , y, en fin, que las sus-
aquélla, motivándose embriopatía.s, algunas de las
cuales pueden ser de definitiva trascendencia para .......
el desarrollo y evolución del crecimiento en !a vida
tancias ・ウャ セ イッゥ、 ・ ウ@ ej<:> rcen sobre él una acción de- postnatal. Concretándose a este último aspecto, se
finida. : por Jo menos , según SZENT-GYORGYI セ\L@ los conocen, en efecto, un grupo de afecciones que tie-
glucósidos digitálicos ー。イ セ 」・ョ@ favorecer grandemen- nen su raíz en un defectuoso desarrollo del tejido •
te la transformación de la actina globular en nctina mesenquimal, y para las que hoy se acepta que de-
fibrosa y las hormona.;; esteroides tienen sobre el ben su origen a una embriopatía: tales la acrocefa- t•
músculo liso una acción s emejante. losindactilia, el síndrome de Klippel-Feil o sinós-
En último término, todo proceso de crecimiento tosis vertebral, el "status Bonnevie-Uilrich'' con
••
¡,
tiene por base la sínVsis 、セ@ proteínas celulares, que "pterígium colli", la artrogryposis multiplex congé-
como han mostrado las pacientes investigaciones de nita, etc., todas las cuales pueden anotivar un acor-
CA&PERSON " , y más recientemente BRACHET 1 9 , se tamiento de la talla. Carecemos todavía de precisa
hace en virtud de una ゥョエ セ イ・ャ。 」 ゥ￳ョ@ entre el nucleo- información sobre el modo como se han engendrado.
lo, heterocromatin'l del núcleo celular y el citoplas-
ma, en que participan de modo esencial ャッセ@
nucleicos, y más especialm::nte los ribosa-nucleicos.
extremo sobre el que no pod=mos extenJernos
ácidos Algo más sabemos sobre la embriopatia originada
por el virus de la rubeola, capaz igualmente de dar lu-
gar a anomalías congénitas- del cristalino, de los dien-
. ... ••
ahora. tes, del corazón, etc.-con repercusión sobre la talla
(infantilismo cardiaco de los vicios congénitos). A par- .,
tir de las observaciones de GREGG"' en Australia, con
III ocasión de una epidemia de rubeola, confirmadas am- t
pliamente en otros paises, se ha podido estab'ecer que
DESAitROLLO E;.'llBRIONARIO. EMBRIOPATÍAS Y CRLCI-
MIENTO.
las embarazadas afectas de dicha enfermedad durante
las primeras semanas de su gravidez--hasta el segundo • .
o t ercer mes-dan nacimiento a hijos que son frecuentes
El .¡;roceso de desarrollo, dijimos, compreade Ja portadores de estas anomalias. El porqué de ello pa-
transformación del embrión en un ser adulto. Debe- rece ser la gran apetencia que dicho virus posee para
su multiplicación por los ácidos nucleicos; ahora bien, •
. - 4

.
mos, pues, detenernos, aunque sea .sOlo un instante,
en los rasgos principales del desarrollo embrionario las células sujetas a rápidas mitosis son las más ricas en
para significar cómo en éste , igual que en el des- estos ácidos, y esto es lo que sucede en los órganos en ,
la fase de su desarrollo, y de aquí que sean parasitados Gᄋセ@
arrollo postnatal que nos ocupará en seguida, jue- con predilección.
?an en fases distintas los dos procesos en que se

..- .,
mtegra, es decir, el de diferenciación y crecimiento, IV
Y para mostrar cómo las embriopatías pueden ser
causa de un trastorno de éste. DESARROLLO Y CRECIMlENTO POSTNATAL.
Hay, en efecto, en el e!llbrión una primera etapa,
ll_IUY breve, de rápidas mitosis, de crecimiento, en
fin, durante la cual se constituye el agregado celu-
Lo mismo que en el desarrollo embrionario, jue-
gan aquí procesos de diferenciación y crecimiento
セ@

•'
1 • "•
lar de la mórula y que es puramente preparatoria 20 , que se actualizan distintamente en cada época. La
así como la suhsiguiente en que se origina la cavi- diferenciación se traduce: I. En la aparición de los lf '
、セ@ blastular. A ella sigue una segunda de dife ren- puntos de osificación, en los que se distinguen los #1
セ。ゥ￳ョL@ sin apenas crecimiento, la gastrular, en que primarios o diafisarios, que ya aparecieron durante
。jセN@ la acción de procesos de modelación y orde- la vida fetal· los secundarios o epifisarios, que lo
セ。」AoョL@ se agrupan las células del embrión en las hacen 、オイ。ョセ@ la infancia, y los terciarios o apofi-
amadas hojas germinales, de donde partirá el pro- sarios, que surgen en la adolescencia. II ..En セ。@ for-

medular
ceso de neuralización- o sea, formación de la placa
t .
y tuboneural·- y en fin por evolución ul-
mación de los di'entes. ITI. En la morfogenes1s cor-
poral y desarrollo sexual. El crecimiento se expresa
.
por el aumento de volumen y talla. ·
1 '
セイjッ@ de Ias diferentes partes de la gástrula, el es-
zo o disposición embrionaria que dará lugar al Por la integración de ambos-crecimiento y di-
、セウN。イッャ@ de los diferentes órganos, según el prin- ferenciación-se alcanza la fórmula final del adulto,
Clpto llamadO' de la "diferenciación dependiente" ; en pero como no cursa de modo paralelo, la evolución
'1
146 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA 15 mayo 1955

... del desarrollo no rs uniforme en el espacio ni en el Una cuestión de gran intl'rés biológico es la de si
tiempo, pudiendo señalarse diferentes etapas. que 1gua1 en su ritmo el crecim iento de las diferentes ・ウセ@
G<>oiN セコ@ ha distinguido esquemáticamente en perío- cíes animales y el hombre. Para comprender las difi.

..
cultade.<; envueltas en su planteamiento, es preciso refe.
dos de res€rva, esto es, de au mento de la masa cor- rirnos a la distinción entre · lit>mpo biológico" y "tiem.
' poral sobre todo, y períodos de alargamiento de las po astrofísico" .
partes. En todo organismo VIVIente hay fenóm<'nos que se
Durante la primera infancia -{) sea. hasta los suceden de una manera prriódica, t•s decir, tienen lugar
treinta meses o fin de la primer dentición , domina manifestacionrs similarrs que se rcpitrn dentro de un
• la reserva; en la segunda--hasta los seis años o co- cierto plazo, a las que es común una cualidad de "ren.
mienzo de la segunda dentición- , por el contrario, dimicnto" o trabajo. Por esta razón, ha llamado GiWTE'·
a _セ。@ cat<'goría エ」ューッイセャN@ en qu e s-esucrden ''Leistung-
es característico el alargamiento d" lo_c; miembros zett : r n ella se mscnb1nan la acc1ón per1ódica de los
y el tórax; hacia el final de la tercera -doce o ca- fenómenos respiratorios, del l!·abajo cardíaco. de la ac-
·.. • 11
torce años, incluyendo el período prepulX'ral, que
dura aproximadamente dos-tiene lugar 11n nuevo
tividad rítmica ce>·rbral, Ple. Pero también ッ」オセイョ@
los sprcs vivos "acontecimientos" qu e sólo se dan una
en
1
período de resErva, prepuberal, durante <'1 que se vez en el curso dr su vida y quP tienen por esto un
inician las difere ncias s-?xuales, p<>ro combinado carácter "fásico". s in re producción ullcrio1· posible
-ahora con un alargamiento, típico, de los mi mbros como son la.<; difl'rcntcs épocas dr l crrcimiento , y
superiores, mitad superior del tórax y fémur, que que s,•ñalan así un h1lo ··a<lical en la existencia, un
origina un aumento de la talla prepubcral; y ya, a "tiempo dPl ser", por lo qur Gnon; los ha des•gnado
"Seinszeitcn". Entre ambas ca tegorías de tiempo bió-
partir de la pubertad, se puede patentizar tant:::> lógico existe una cv1denle イ セャ 。」ゥ￳ョL@ ya que la primera
acúmulo de reserva, bien ostensible セイ@ el aumento st> acomoda a las m•crstdadt>s dt• cada organismo de
de peso der;endiente del desarrollo muscular, como crecimiento, maduración, etc y t;stas se exteriorizan
estirón de la talla debid:::> al característico alarga- en "fases" en la 'iegunda. Ah ora bien, estos "Seinsu1-
miento del cuello que ocurre e n esta <>dad y del ten" o tiempos dl'l ser son mhPn•nte.s y d1slintos para
abdomen inferior, este último muy acusado en la cada especie animal. como 1•s difer<'nlP la duración de
mujer. Todavía durante la adolescencia, que se ex- su vida, de tal forma que no n•presrnta lo mismo el
tmderá desde la pubertad nasta los dieciocho o vein- transcurso dC' un セNャゥ。@ para un msPcto, la rala o el hom-
te años, en que el desarrollo propiamente concluye, bre. De aquí qu C' C'l l il'mpo astrofísico sea una medida
inadecuada para la C'sti ma c1ón di' los fenóm<'nas más
se alargará la mitad inferio1· d 1 tórax y la distal entrañablemente biOlógicos. C'omo el necimicnto, y que
de los miembros-pierna y antebrazo con la con- en oposición a él haya qut• propugnar· un l!cmpo bioló-
siguiente elevación, última. de la talla. gico. o como quJPI'(' apt'llldarlo GRo n ., con prurito St'·
t。ュセ 」ッ@ es uniforme la intensidad del crecimien- mántico "b1ótlco" i\セャ@ anatómico sut•co B.\U\\1A:\ ·, por
to considerada globalmente. BROMAK y cols. " han anális:..<; matcmát1co de la.<; thstmtas \'elocidades de cre-
mostrado, en un estudio reciente verificado en la cimiento en lo" drferPnles organismos C'n cada iase de
población sueca, cómo dicha int.nsidad disminuye su cic!o \'ita!, ha lll•gado a 1 xpresar· ¡·slt• tiempo orgá-
' . desde el nacimiento hasta la pubertad, momento en
nico -como él Jo llama .smónimo del biológ-ico o bióti·
co , como tma función 1 n1 11 d1 1 loganlmo 、セャ@ t i!'mpc
que experimenta una aceleración para declinar de físico, dc modo que srría posible predecir el curso pos·
nu evo. La misma curva han observado 1BRUNING y terior y e1 momento en qu<' tendría lugar un aconteci-
SCHWALBE セ Q @ miento fásico vital-una determinada época del crecí·

..
Pero dentro de este crecimiento global del orga- miento, por ejemplo por el estudio de un segmento de
nismo hay partes u órganos de involución pre- la cun·a d e este tiempo orgánico.
cッョ セ」ゥ・ ョエ ・@ de estas ideas BROD\" ", resolvió ingeniosa·
coz, como el timo, en que dicho fenóm. no S<' mani-
fiesta desde la tercera infancia, mientras que otros mente el problema mediante un diagrama que hacia
este cotejo posible. Para ello C'xpresó el crecimiento
- d e que es ejemplo ·el sistema muscular--llegan a para cada edad como un tanto por ,ciento del peso del
la plenitud de su desarrollo algo más tarde del mo- animal adulto y el ti empo en unidades arbitrarias que
mento en que se ・オュNセャ@ el total del cuerpo, y otros,
•• en fin, como la hipófisis, que después de haher al-
representaban fraccionrs del total de duración de la
vida, obteniendo entonces una gráfica- con los valores

., canzado una primer cúspide en la adolescencia, ex-


perimentan un nuevo auge e n la vejez, de tal forma
que podría hablarse de crecimientos y イ・HjセゥッョNウ@
de crecimiento en la línea de ordenadas y los de tiempe
en la de absc isas-C'n la que se veía cómo muy diferen·
les especies animal<'s pic11ón, oveja, conejo, cobaya,
1 ata paloma, pollo, ole. coincidían exactamente en una
parciales.
」オイセ。@ de crecimiento en forma de parábola, con イ£ーゥ、セ@
La gran variabilidad. de las numerosas influen- gradiente de ascensión al principio, suave luego Y cast
cias que r:;gulan y controlan este gran proceso- ge- en m€seta al final, mientras que proyectando sobre la
•• néticas, endocrinas, nutritivas, etc.-., y qHe ya en misma la obtenida del hombrr con idéntica fórmula dt·
el sujeto n ormal se acusan en diferencias individua- vergia bastante de aquélla durante el periodo de crecí·
les, constituciona!es y raciales, han exigido la adop- miento que se rxliende desde rl nacimiento hasta la
ción de unos patrones de normalidad o fisiológicos ado'escencia el gradiente de ascensión era mucho me·
que sirven como canon de referencia para estimar nor en el hombre durante la infancia y pubertad セL@
coincidiendo sólo a partir de este momento. Esto parece
la desviación patológica. Tales métodos de estudio indicar cuánto más laborioso y complicado es el pro·
del crecimiento descans2.n, como es lógico, e n 1a va- ceso del desarrollo y crecimicnlo humanos como curo·
loración de lo que son sus caracteres más acusados, ple a su superior organización.
talla, peso y desarrollo óseo, bien estableciendo va-
lores medios ¡:;ara una edad determinada mediante
el cálculo estadístico, bien mediante una expresión V
gráfica e n que ウセ@ manejan aquellos valores en fun-
ción del エゥ セ ューッ M ャッウ@ denominados auxogramas con FISIOPATOLOGÍA DJo:L CRI!:CIMI J-.:NTO.
arreglo a una formulación matemática. Una cum-
plida exposición de este problema, con a¡:;ortaciones Una vez concluída, en rápido esquema, Qセ@ .expoj
propias, puede verse en el reciente libro del profesor sición de los rasgos más salientes que de.f111en e
SUÁREZ 2
:'. crecimiento embrionario y postnatal, vamos a exa·
tッセ@ LVIl
;\'úM!lRO3
PATOLOGJA GENERAL DEL CRECIMIENTO 141

minar ahora los factores que intervienen en su con- otras .anomalías que las de la talla y la de las ot•·as
dicionamiento y regulación. Estos pueden resumirse セァュエオ、・ウ@ del cuerpo, con normal vitalidad y fer-
tn tres fundamental es: un impulso genético una re- tilidad, de herencia dominante, según GILFORD, y
gulac.ión neurohormonal y un factor ョオエイゥセッ@ y me- para el que se halla un paralelo ..;n la escala zooló- ,..;
tabólico. gica <>n el poney de Shetland o el perro pekinés.
1 ...
HANHART 12 distingue una variedad, que cabría lla- •
mar nanismo de Hanhart, qu e se trasmite recesi-
A) Factor g enético. R f.ceptividad. Tra:c;tornos del vamente, y que sólo se disdngue del anterio!' e n que
accimiento herr ditarios.
el 0nanismo AZセ@ manifiesta un poco más tarde, hacia
los dos años, según セ ウエ ・@ investigador. L a contra-
La 」クゥセエ ョ」ゥ。@ de un factor genético es indudable· partida de ambos sería el llamado gigantismo esen-
es caracterís tico de N」。セ@ especie y es este im puls¿ cial, más raro, del que realmente e xisten pocos ca-
ancestral el que prm cipalmcnte rige todo el des- sos estudiados si se exige una talla superior a los
arrollo embrionario Y en gr a n medida el postnatal dos metros, y que habría que distinguir de las sim-
sobr3 todo durante' las primeras edades. En efecto: ples tallas altas- "Hochwuchs" de los alemanes, en
se ha probado de una mane ra experimental rata oposición al "Riesenwuchs" , que serían sólo una
hipofisectomizada al nacer o antes de los treinta variar.t.e con2titucional. Ultimamente HANHART ha •••
días después del nacimiento セョM アオ・@ el cr2cimiento •
。ヲゥイュセ、ッL@ como fruto de sus estudios genéticos, que
en longitud es posibk en edad temprana sin hipófi-
hay ciertas formas de infantilismo-esto es deten-
sis, e igual nos muestran los casos de infantilismo ción del desarrollo en una etapa infantil-,' no en-
hipofisario, que en nada t1ifi =ren del niño normal
durante' los p:rimeros años. Por el contrario, cuando docrinos, en los que se ha mostrado una herencia
recEsiva-sencilla o dominante-sencilla, pero en los
este impulso se halla afectado genéticamente. como 1 ••

que se trataría más bien 、セ@ infantilismos parciales,


es el caso de la nanosomia primordial, el niño nace
igual que hay forma,;; de gigantismos parciales--ele-
ya pequeño, y sin que existan otras alteraciones en
fantiasis, lipodistrofia, etc.--en los que el!l manifies-
los factores reguladores-endocrinos, metabólicos,
ta la génesis hereditaria.
Etcétera se desarrollará ya en ¡:roporciones ena-
nas: "hommcs en miniature'' de los franceses. Pero si bien de todas estas formas generales de
alteraciones genéticas del crecimiento sólo podemos
La ?istinta Nイ」 」セー エゥカ、。@
otras mfluencias reguladoras de crecimiento tiene
de los tejidos para las
dejar consta ncia• sin añadir nada de su ¡;atogenia 1 ••
セN@

también una raíz genética, y ello explica, entre que permanece Ignota, ya no nos es tan descono- ¡1
otras イ。セョ・ウL@ que el crecimiento de todos los órga- cida la de ciertos enanismos desproporcionados, que
nos y teJidos no se haga a la par. Esta distinta re- sabemos originados por un disturbio del desarrollo
」セーエゥカ、。@ puede ser absoluta, como es el caso, po1· ost.eo-cartilaginoso, y para los que igualmente te-
eJemplo, para los diferentes segmentos del miembro nemos certeza de su condición hereditaria. El más
infericr; así, al nacer, el muslo y la pierna tienen común de este grupo es la acrondroplasia de Parrot
igual longitud, pero después, en su crecimiento, el
muslo se alarga hasta siete veces y media, mientras
o condrodistrofia de Kauffmann, de herencia domi-
nante; según los modernos estudios de MORSCH 3 ·1
- 194] -en Dinamarca. El trastorno- que ya se
. ""
que la pierna sólo cuatro y el pie nada más que
tres; ¡:ero puede se:t· también relativa, es deci!' sólo hace patente e ntre el segundo y tercer mes de la
vida intrauterina- reside en un defectuoso desarro-
.•
セョ@ el tiempo, como ocurre con el tejido muscular y
oseo, que alcanza su acmé de crecimiento más allá llo de! car tílago de osificación primario H 、ゥ。ヲセイッ I@
y secundario (epifisario), bien sea porque falta la
..
del momento en que se realiza el total del cuerpo,
hecho que distinguió HAMMAR como "crecimiento di- potencia natural de desarrollo, bien por una recep- 1 •

ferencial de los sistemas''. Si en algún individuo tividad disminuida de estas formaciones cartila-
esta diferente receptividad natural de un sistema ginosas. FERRIER y cols. S セ@ ¡:ostulan recientemente
se exagera extraordinar ia mente puede originar un que tal disminución de la receptividad tendría su
trastorno d e .cr ecimiento que, siendo temporal, en- base en una lesión del s istema nervioso autónomo,
traría en el concepto de cronopatías que con fortu- que podría ser a nivel periférico, en la "red simpá- •'
tica terminal", o a nivel central, e n los centros ve-
na, a nuestro juicio, ha expresado MARAÑÓN :10 • Se-
getativos infundibulares, y creen confirmar su hi-
, '·
ría, más que un disturbio definitivo o absoluto, s im-
plemente en el tiempo, como en la pubertad precoz pótesis en los favorables resultados conseguidos en
constitucional, de carácter familiar, en la que el tr<:s casos e n que se realizó un drenaje quirúrgico
equilibrio sexual se restablece más tarde. de su •hidrocefalia. Por otra par te, ANCEL 3 \ apo-
En 」オ。ョセッ@ a la esencia del trastorno genético que yándose en sus tr abajos ;;obre la acondroplasia ex-
puede motivar trastornos de crecimiento no la co- perimental en el embrión de pollo, sostiene la teoría
nocemos. Unicamente podemos estimar 、 セ@ un modo de una acción química sobre tales estructuras me-
aproximado el número de genes イ・ウーッョ。「ャ セウ@ para senquimatosas y que -Esta anomalía de crecimiento
el desarrollo del tejido osteo-cartilaginoso, gracias pudiera ser tanto de origen genético como tóxico-
a las mataciones de los mismos que motivan aqué- infeccioso. Consecuencia del trastorno de desarrollo
llas, Y que VERSCHEUR 31 ha calculado en unos trein- del cartílago de crecimiento epifisario es la osifica-
ta. Probablemente resumen la mayoría, ya que los ción endocondral defectuosa, siendo ésta la causa
trastornos heredita rios de la talla deben su causa a de las alteraciones esqueléticas que se hacen cada
un セ・ヲ」エッ@ e n el desarrollo de este tejido. vez más ostensibles después del nacimiento, a sa-
de Sin_ pセ[エ・ョ、イ@ su enumeración completa, ni su ber: la bóveda craneal grande y desproporcionada

セウエ。@
scripciOn clínica, que desde el .p unto de vista de
exposición se hallaría fuera de lugar, nos limi-
aremos a señalar los "modos" más importantes con
- por la osificación pericondral que no se afecta-
en relación con la base craneal, cuya osificación se
efectú a endocondralmente, de donde resulta la clá-
..
quy dichos trastornos del crecimiento se verifican. sica deformación nasal, en silla de montar, altera-
セ@ hemos mencionado el nanism.o prim07'dial, pro- ciones del bloque hipotálamo-hipofisario por reduc-
llOrcionado, que se acusa desde el nacimiento, sin ción del estuche óseo (MARAÑÓN ), etc.; la despro-
148 REVISTA OLINIOA ESPA!J'OLA 15 mayo 19113

porción entre los miembros, cuyo crecimiento longi- cía fisiopatológica. MARAÑÓN (loe. cit.), basándose
tudinal de origen endocondral se ve muy reducido, en las anomalías congénitas que son la regla e
y el tronco, que se realiza normalmente. Si el d€s- este estado, supone una イセウーッョ。「ゥャ、@ conjunt:
arrollo del feto llega a su エ←イュゥョッ セ ーオ ・ ウ@ es una mu- del bloque hipotálamo-hipofisarío; pero el hipotá.
tación de una alta letalidad precoz- , en el ser adul- lamo parece poco afectado (BENDA) .
to no se hallarán otras alteraciones que las dichas, Como resumen de todo lo expuesto, ーオ・、Nセ@ afir-
pues tanto el desarrollo sexual como la fertilidad e marse que el impulso genético es responsable d
inteligencia son normales. ュセケ@ vari.ados trastornos en el proceso de 」イ・ゥセ@
• Muy afín en sus consecuencias perturbadoras so- m1ento, b1en porque carezca de la potencia natural
1
bre el crecimiento óseo es el llamado gargulismo, de desarrollo para todos los tejidos o por el contra-
disóStosis tnúltiple o enfermedad de Httrler, cuya rio la exagere bien porque electivamente se lirnite
herencia parece ser recesiva (HANHART) y en que, este ctefecto a las estructuras de formación del hue-
igual que en la anomalía antes estudiada, ・セゥウエ@ una so o al desarrollo del meséne¡uima, bien por últirno
alteración del cartílago de crecimiento y nucleos de porque no dote a los tejidos de receptividad norrnal
osificación. Parece demostrado que se debe a un para los estímulos reguladores. Asimismo es este
error congénito metabólico, que daría lugar a la il\- impulso ancestral el qu3 parece que determina la
clusión de un lipoide 36 , o del glucógenc 1 ', en dichas talla del adulto, como par0ct· desprenderse del co.
estructuras, bloqueando así su desarrollo. te:jo antropométrico verificado por MORA:'\T 1 .. en la
En la osteopsatirosis congénita, por el contrario, población británica de los ú!timo.<> cien años. en el
si bien existe también un trastorno del cartílago de que este autor puso de manifiesto que si bien la ve-
crecimiento, es pred::minantemente la osificación locidad .de. 」イ・■セゥョエッ@ se había ィ セ」ィッ@ más rápida
perióstica la que se halla afectada-que en el des- en las ultimas decadas, se mantema igual la talla
arrollo normal contribuye a dar espesor y consisten- del individuo plenamente desarrollado. El cuanisrno
cia al hueso, por engrosamiento de la cortical-, re- racial- lapones, pigmeos, hotentotes, rte. no cn-
sultando una extrema fragilidad de los huesos con cuadrable entt·e los trastornos del crecimient", se-
frecuentes fracturas y facilísima incurvación de los ría sólo un caso extremo de este límite que la he·
largos de les miembros-cuyo crecimiento longitu- rencia cromosoma! impone t dicho procrso.
dinal es normal- por la acción muscular, fracturas
e incurvaciones que motivan el acortamiento de la
talla. Para la forma llamada de Lobstein-en que B) La regulación ll !:uroho r mcm al: la influ t:J. Icia ele
la hipójisis, tiroidrs, grJIHtdas ,11 ウオーイ。」キャNセ@
se añaden otras anomalías congénitas (escleróticas
El ti•nn. Papel del ldpotúlamo.
••• azules, etc.), como también sucede en el gargolis-
mo-se ha comprcbado que la herencia es domi- I. La hipófisis: hormonu d([ en cimiu1l'.. Hace
nante. unos treinta y dos años que EV,\!\S y Lo!\c: 11 descu-
Mucho menos expresivo es el trastorno de cred- brieron el efecto que sobre ,.¡ c•ru:imil•nto d<' las ra·
1 •
miento en la enfermed!ld marmórea de los huesos, tas tenía la administración de una su.spcns1ón sa-
ausente a veces, en que el defecto radica en una apo- lina de glándula pituitana, de donde deduJeron que
sición de osificación del cartílago de crecimiento ésta elaboraría una sustancia que lo estimulaba, y
- iniciada ya en la transformación del esqueleto car- KEMP 42 , en 1934, publicó su haJlazgo de アオセ@ la in·
• 1 tilaginoso-con desaparición de la cavidad medular, hibición del crecimiento en la rata enana d& Snel!
y fractura, a menudo también fácil, en las formas - debido a un -defecto congénito de la hipófisis con
con consistencia de tiza. Y existe, en fin, una reduc- ausencia de células eosinófi!as en el lóbulo anterior
ción estatura! mayor o menor, según los casos, en un pituitario-podía ser contrarrestado por la inyec-
grupo de afecciones del mesénquima, con herencia ción de un extracto de lóbulo anterior. Estrt línea
dominante en su mayoría, y a las que pertenecen el de investigación culmina el nño 1944, cuando LI 43,
grupo de disóstosis - cráneo-facial, cleído-craneal, colaboradcr de EVANS, consigue aislru· la ho:-mona
mandíbulo-facial- y la endocondromatosis múltiple, del crecimiento como una proteína específica horno·
o proliferación cartilaginosa tumcral, que cuando génea, que poco más tarde se aisla como una hormo-
afecta también a los huesos de las extremidades y na cristalizada por セisma n@ y sus cols . .,..- 1947-
de la columna vertebral produce un manifiesto acor- Y en el mismo laboratorio de EvANS '"- 1948.
tamiento de la talla (enfermedad de Ollier). El efecto de esta hormona se realiza directamen-
Réstanos mencionar el mongolismo, en el que son te sobre los tejidos, por aumento de la multiplica-
muy frecuentes Jos rasgos hipotiroideos, así como ción y volumen celular, favoreciendo de este modo
•• otros defectos endocrinos (gonadales, por ejemplo), el crecimiento : de ahí que se le designe también
aunque desde luego no es incluíble en los retrasos como hormona somatotropa- STH, notación abre-
de crecimiento de origen hipotiroideo. Este retraso viada de "somatotropic hormone" de la ャゥエ・イ。オセ@
del crecimiento, que es proporcionado y afecta tam- anglosajona- . Y con predilección sobre los de ralz
bién al desarrollo sexual, es evidente sobre todo en mesenquimatosa: crecimiento de fibroblastcs, vas· 46
la primer infancia y en el período prepuberal, con cularización, hiperplasia de los órganos linfoides •
crecimiento normal entre ambas épocas, y se acom- Su acción sobre el cartílago de crecimiento, Y por
paña, además de una oligofrenia, que es uno de sus consiguiente sobre la osificación endocondral que
rasgos característicos, de numerosas anomalías con- determina el crecimiento longitudinal de los huesos
génitas. largos, se ha podido verificar experimentalmente セョ@
Aunque PENROSE, HANHART y otros genetistas algunos animales, entre los que la rata es el mas
han defendido su origen hereditario, BENDA 38 se apropiado por su cierre tardío de les cartílagos セ・@
pronuncia enérgicamente contra esta opinión y sos- crecimiento. En la rata privada de hipófisis se orl¡
tiene que su etiopatogenia debe verse en un hipopi- gina una atrofia de dicho cartílago, reduciéndose e
tuitarismo congénito-no hereditario- condicionado número y tamaño de las células eartilaginosas.Y ce:
por anomalías de la gestación, insuficiencia hipofi- sando la penetración de los capilare• en セQ@ ュャsQセZ@
aaria a la que también CAÑADELL 39 concede prima- la administración de STH en estas condiciones re
PATOLOGIA GENERAL DEL OREOIMIENTO 149

blece y aumenta la proliferación cartilaginosa, in-



sas efectuado por esta hormona proporcionaría un
ta sión vascular, etc., cambios que son particular- mayor rendimiento calórico, permitiendo así un in-
va nte ostensibles en el hueso de la tibia, de extra- cremento en el depósito de proteínas.
イョセゥ。@ st:nsibilidad, por lo que se viene utilizan- Los pocos ensayos publicados hasta el presente
セイ@ 0 como test biológico de esta hormona. E3 justo no autorizan a trasladar, sin más, al hombre, estos
ordar que ya en ] 926 ERDIIEIM 47 , con prioridad resultados conseguidos en las experiencias anima-
rec stos datos experimentales, había observado en les. Los estudios metabólicos efectuados en el hom-
a e trabajos anatomopat ol'ogtcos · que en l os casos bre sometido a la administración de STH han sido
5
セオ@ destrucción hipofisaria el cartílago epifisario de incapaces de comprobar, en efecto, dicha retención
c;ecimiento no s?lo セッ@ cerraba, セイュ。ョ・」ゥGA、ッ@ セ ョ@ nitrogenada y más bien, por el corh..'ario, se observó • 1 \
estado infantil, smo que tambten se hacm mas un aumento de su excreción mientras aquélla se
セョャァ。、ッ@ por disminuir la proliferación cartilagincsa. -··
L: acción de la STH parece limitarse a excitar el
mantenía セG Q G@ y "· , disparidad de resultados entre la
especie humana y animal que se ha atribuído a in-
recimicnlo longitudinal de hueso, pero no su ma- tolerancia del producto, su inactivación por enzimas
セオイ。」ゥ￳ョ@ en los 。ョゥュセャ」ウ@ 、 セ@ ・ クセ」イゥ・ョ。@ (ratas) En tisulares o dosis inadecuada; lo propio sucedió en 1 ••
fecto gracias a las mvesllgacicnes efectuadas por los perros de BARLF.TT y GAEBLER ''. Sin embargo,
eel grupo ' de E VANS en _eslO_s.. amma . 1es- expues t as en CARBALLr;IRA y sus cols. '·:1 han comunicado última- ••
conjunto en una pubhcacwn de Sll\1PSON, AULIK y mente en el Congreso Internacional de Fisiolo-
EvANS en 1951 T セ M sabemos cómo en la rata hipofi- gía, celebrado el año 1953 en Montreal, que si se
sectomizada treinta días después de nacPr - se in- elige la vía de administración endovenosa-en vez
hibe el crecimiento longitudinal de los hut:s os y de la subcutánea o intramuscular que ha sido de
poco más tarde su maduración. Si entonces se ad- uso común-se puede comprobar un descenso de 1 ••

ministra STH se logra provocar un gigantismo del los aminoácidos de la sangre sin que al mismo tiem-
animal, pero la maduración del hue.so no se カ・イゥヲ」セL@ po aumente el N no proteico de la misma, de donde
lo que sólo ocurre si. se. da エゥイックセ。N@ ⦅r・セャエ。@ evi- deducen que aquéllos se han incorporado a la sínte-
dente de dicha experwncta que la mhibiCJOn de la sis proteica. De ser así, ésta sería la primer expe-
maduración que origina la hipofisectomía no es con- riencia que confirmara el efecto anabólico de la S'fH
secuencia del déficit de la S'l'H- que sólo ゥョヲャオケセ@ el en el hombre.
crecimiento longitudinal- , sino que se debe a la Otra acción metabólica de la STH en la rata es el
ausencia de la hormona tireotropa, y es en último aumento del P inorgánico del suero, característico
término dependiente del tiroides, que como ya pro- del animal en crecimiento (LI y EVANS '' 1 ) , y que
bó SMITH 4 u sufre una atrofi:l con esta intervención. tampoco pudo rt:petir FORSHAM y cols. :;u en sus ex-
Aunque en el estudio histológico de la acción de la periencias en el hombre.
STH el interés se ha polarizado en estas estructu- Un hecho de extraordinaria importancia para que
ras del hueso-en el que también excita la prolife- la S'IH despliegue el efecto anabólico proteico es la

..
ración subperióstica y por tanto su crecimiento en necesaria presencia de insulina, como ha sido puesto
f$pesor- , su efecto somatotrópico parece extender- de manifiesto en la experiencia de MILMAN y sus
se a la generalidad de las partes blandas del orga-
.
colaboradores 60 : en su gato pancreatectomizado no
nismo: BEZNAK ·.o, por ejemplo, en una experiencia tenía lugar retención de N por la STH a no ser que
elegante, acaba de mostrarnos la necesidad de la se diera al mismo tiempo insulina y aquélla sólo •
presencia de dicha hormona para que se produzca era máxima cuando la cantidad de insulina admi-
la hipertrofia del corazón cuando éste trabaja fren- nistrada rebasaba las nece;;idades del animal hipo-
te a una resistencia, como sucede en un animal nor- fisectomizado . Esto plantea el problema de las re-
mal en la misma circunstancia. laciones entre la STH y la secreción endocrina pan-
La investigación actual se halla empeñada en pre- creática, así como de su impacto metabólico, al que
ciear cuál es la base metabólica de su inducción del
crecimiento. El qato más sobresaliente セョ@
pecto es la retención de nitrógeno comprobada en
este as-
por su trascendente interés en la fisiopatología del
crecimiento hemos de dedicar unas líneas.

.. -
Desde la experiencia de HoussAY tn en su perro
el animal de ・クーイゥョ」。 セ セ@ y セ N コL@ que como se ha con- pancreatectomizado se sabe que la hipofisectomia
seguido también en el animal en ayunas, aun sin •'· l ·,
mejoraba el disturbio hidrocarbonado de estos ani-
aumento de peso, se pretende sea debida a una ac- males y que la administración de un extracto pitui-
ción específica de la STH sobre el metabolismo pro- tario a un perro normal originaba hiperglucemia,
teico 53 • SzEGO y WHITE 5 1, por el contrario, opinan,
como resultado de sus experiencias en la rata, que
glucosuria y cetonuria; EVANS 62 repitió esta misma
observación en 1932, en sus intentos para provocar .- f

lo primario sería una catabolización de las grasas gigantismo animal, y YOUNG 63 más tarde (1936-

.•
- movilización de los lípidos hacia el hígado-, que 1937) consiguió producir un síndrome diabético per-
a su vez ejercería un efecto de ahorro sobre el me- manente en los mismos 。ョゥュNャセウ@ intactos por la in- セ@

tabolismo proteico, quedando en libertad mayor pro- yección prolongada de lóbulo anterior hipofisario, セ@

セイ」ゥ￳ョ@
セ」。[@
de N de los aminoácidos para síntesis pro-
esta movilización de Jos lípidos proporciona·
イセ。@ además sistemas liberadores de energía necesa-
comprobando en el examen histológico una degene-
ración de los islotes pancreáticos 64 • Cuando en es-
tos últimos años se ha dispuesto de un extracto pu-

na para satisfacer los requerimientos energéticos rificado de STH, YouNG 6 ;; y CAl\IPBELL 66 con sus
de la síntesis de proteínas. De acuerdo en cierto colaboradores han reproducido con éste el mismo
IDodo con esta interpretación, cabe explicar el sor- efecto diabetógeno en gatos y perros normales, y
vendente hecho comunicado イ・」ゥョエュセ@
55
OUNG : en perros sometidos a una dieta fija, ca-
por HOUSSAY "' en el perro parcialmente pancreatecto-
mizado, pudiendo eliminar además que tal efecto se ..
Gセ。コ@ ウセャッ@ de mantener su peso, se obtuvo un aumento debiera a una impureza de ACTH en los extractos
be) n:usmo administrándoles STH; la razón pudie_ra manejados. Por otra parte, DE Booo y su escuela 68
ta,allarse en una utilización más económica de la die- han podido demostrar que la hipersensibilidad in-
Ya que el aumento de ·la combustión de las gra- sulínica del perro hipofisectomizado disminuye con
156 REVISTA CLINJCA ESPA:ROLA 15 mayo 195.)

la S'l'H e incluso puede provocarse una intolerancia patrón metabólico característico del crecim·
hidrocarbonada indicadora de un trastorno di'abé- ahorro de proteínas y en menor medida de セエッZ@ 1
tico si su administración se h ace suficientemente carbonados y catabolismo de las grasas. La ins / 0 '
ahorraría prot<'ínas, aumentando el consumo du セ N。@

prolongada. Aunque existe a lguna experiencia dis-
.••-. cordante con los anteriores resultados tit•, todos estos
hechos parecen apu ntar la evidencia de un antago-
nismo entre la STH y la insulina en su acción so-
drocarbonadcs, aunque además favorecería la ; ¡.
sición de grasas y la STH reforzaría el balanceepo.
sitivo nitrogenado motivado por la insulina al po.
bre el metabolismo hidrocarbonado o por lo menos pio tiempo.qu<' sr opondría a la acción de ←ウエ。﾿セ@
que la administración de aquélla aumenta los reque- los 」。イ_ j ィQ、イセエッウ@ y .las ァイ。ウセ@ .. neutralizándola: el
rimientos de ésta en el organismo. Que esta relación Glucagon sena . un 1nterm<:dwno de estos u'!t'unos
STH-insulina, en el sentido expuesto, es fisiológica efectos. De lo dtcho no se debe deducir, sin emb
go, que 1a a<:tuac10n · · d e amb as hormonas pancreát' 。セ@
y no artificio experimental por las dosis empleadas,
parece asegurarse en las investigaciones más r ecien- cas fuese fisiológicamente opuesta; al contrar10 l·
tes de DE Booo y SINKOFF ·", rn que las cantidades pretende que trabajan sinérgicamente: la hipergls:
administradas de STH fueron muy pequeñas. cem.ia al.imer,t.icia no セャッ@ estimularía la ウe」イ・ゥセ@
En último término, permanece s in dilucidar en de ャ_セオ N ャュ。L@ sino tamb1en la de Glucagón (Fox イセIN@
qué estriba este efecto diabdógeno o antiinsulínico mov1hzandose de esta forma el glucógeno hepáti
para ィセ」・イ@ un 、セー￳ウゥエ⦅ッ@ de reserv:l en la ー・イゥヲ。」セ@
·. de la STH. Los resultados experimentales de los
preparandose ast el htgado para admitir la gluccsa
,, CORI 71 a fueron interpretados por elles admitiendo
que los extractos de lóbulo anterior ejercían una
acción inhibidora sobre la hC>xoquinasa, enzima que
absorbida por el tractus 、ゥァセウエカッN@
relación entre la STH y el Glucagón se hallan tam.
En favor de esta

favorecería la fosforilización de la glucosa a expen- bién las pacientes investigaciones de FERNER ;, en


sas de la adenosina trifosfato (ATP ), paso previo Alemania, que ha podido observar una disminución
para su util:zación, mientras que la insulina, por el del número de células Z[セ Aヲ 。@ en la rata y cobaya hi·
contrario, contribuiría a la 2-cción enzimática de la pofisectomizadas, así como que la proporción de cé·
hexoquinasa; la fracción del lóbulo anterior inhi- lulas alfa beta es mucho mayor en ('1 joven que en
bidora de la hexoquinasa s ería la diabetógena , que el adulto, concluyendo que la STH es la hormona
hoy se cree identificable a la STH. YOUNG 71 , en alfacitotrópica. En fin, como una ¡lrueba más di·
cuyo laboratorio se confirmaren las experiencias de recta del papel del Glucagón en el crecimient , adu·
los CORI, sugiere últimamente otra hipótesis en que ce ELRICK "' en sus ensayos con <'Ste principio en
intervendrían dos enzimas: una, la hexoquinasa, animales hipofisectomizados, en los que se ha visto
cuya acción se favorecería por la insulina fosforili- un aumento del disco epifisario , si bien tal demos·
zando la glucosa a expensas del ATP, y otra enzi- tración no parece muy convincente.
ma distinta que favorecería la STH y facilitaría
la penetración de aminoácidos en el interior de No obstant1• todo t>sle acúmulo de h1·cho:; e mterpreta.
c1ones. la intima razón d<'l 。ョエセァッュ@ entre la STH
la célula también a expensas del ATP. Resulta- y la insulina contmúa plant<'ada <"omo una cu!'sttón prr.
ría así que a mbos sistemas precisarían del ATP, blemática. Las experiencias efectuadas con este fm so.
y suponiendo que este ··uerpo se hallara en canti- bre el diafragma aislado de la rata tampoco permiten
dad limitada en la superficie celular, ambos com- una respuesta unívoca; así, STADI E y cols. "', empleando
petirían en su consumo. de donde indirectamen- este preparado, han visto que el cons umo de glucosa es
te podría desarrollarse un ef ecto a ntagónico. LF;VI- menor cuando este músculo procede de un animal hipo·
' 1 NE W セL@ como resultado de sus últimas investigaciones fisect omizado y tratado con STH que cuando procede
con sus colaboradores, admite también la existencia de un 2nimal control bipofisectomizado, pero al que no
se ha administrado STH; pero este efe-cto aparentemen·
de un sistema para el transporte de la glucosa a l te inhibidor sobre la utilización de la glucosa puede ィ。Nセᄋ@
interior de la célula, que se vería facilitado por la ta invertirse- aumentando el consumo de la misma-ae·
acción de la insulina, aunque desecha la participa- gún las condiciones técnicas en que se efectúa la expe·

..
' t ción de la h exoquinasa. Sin embargo, la objeción riencia. ÜTAWAY " , en una investigación similar, acaba
principal para estas teorías basadas en el h a llazgo de sorprendernos al comprobar que si la concentración
セ@
de los CORI, es que el resulatdo de las experiencias de STH es de 25 1 se obtiene constantemente un efecto
de estos autores no ha podido ser repetido con la re- insulínico--cs decir, aumento del consumo de glucosa-
gularidad deseada 71 • siempre que la glucemia de .'a rata no rebase lo.s 150
miligramos por 100, e interpreta sus resultados en el
La investigación de estos últimos años parece dar sentido de que la STH liberaría insulina de la sangre
nueva vida a otra hormona oancreática activa sobre del músculo, que se hallaría en una forma inactiva: en
•• el metabolismo hidrocarbonado, postulada hace mu- las ratas hechas diabéticas, con hiperglucemia superior
chos años por BURGER y su escuela 71 , y que se h a- a la mencionada, dicho efecto no se mostraría por ca·
llaría en estrecha r elación con el efecto metabólico recer la sangre de toda insul ina.
de la STH. Nos referimos al Glucagón, para el que
una serie de experiencias en animales (DUWE 7 :;) se- Como resumen de todo lo expuesto puede decir·
ñala su origen en las células alfa de los islotes y se que la acción anabólica, de ahorro ョゥエイッァ・。セ@
una naturaleza hormonal y cuyo órgano efector se- dP. la STH, va ligada a la presencia de ゥョウオャセ@ l!lll
ría el hígado, en el que motiva glucogenolisis con la cual el ef ecto se invierte (catabolismo proteico),
secundaria elevación de la glucemia. La observación y que esta pr ecisa colaboración de la insulina セ。イ・ᄋ@
de BORNSTEIN, REID y YOUNG 71; de que la STH pro- ce consistir en f acilitar la utilización de los hidro·
duce un principio hiperglucemiante (comprobado en carbonados, único modo de que sea posible la セL・ᄋ@
el gato intacto), permite la s ugerencia de que dicho posición ·proteica. Es posible que en la realizacion
principio sea eficaz en el proceso de cr ecimiento de este módu.lo mPtabólico en que el crecimien · · to se

como un eslabón importa nte en su acción metabó- verifica intervenga ta mbién el Glucagón, セ ・@ do
lica. Según YoUNG, la STH estimularía simultánea- t uaría sinérgicamente con la insulina ュッカエィコ。セ N@
mente la producción de Glucagón e insulina, ayu- y utilizando de forma rápida la glucosa Y アNセ・@ por
dánd06e e n Eetas increcicnes para el desarrollo del bas incre tas sean estimula da!'! e n su producctoO
PATOLOGIA GENERAL DEL CRECIMIENTO 151 ••
la sTII como ウセ@ ョ ・」セウ。イゥッ@ _colaborador_es. Aún mosis, hipoplasia del pene. infantilismo vaginal, et-
,,
オ」、セ@ sin イセウッャオ」キョ@ セ。エjウヲNッョ@ セᄀ@ po: アセキ@ la S1'H cétera como en Ls secundarios -vello sexual, voz, '
セョエ。ァッゥコ@ el ・ヲ」セエッ@ msulmiC?: s_1 es Inhibiendo la
hcxoquinasa, S<'gun la expcncnc1a de los CORI. o
po·· una acción competidora d<· sistemas cnzimáticos
morfología torporal, mamas, cte.-, por lo que la
frase con la que BRISSAUD describió este enanismo
- "le fruit est mur, mais c'est un pctit fruit"-. con 1 .•
,..;
...
"obre un substratum común, com:l sugiere YouNG olvido de este rrtraso gonadal, resulta inadecuada. •
o si セZᄀ[@ por el eslabón intermediario del Glucagón,
0 Si el déficit tirvideo es más acusado, SC' dibujaría el
ue no sólo motivarla hipergluc:l mia por gluc, geno- síndrome del infantilismJ tiro-pituitario de LE MAR-
セウゥ@ hepática, c:;íno que tambihn, según los trabajos
de R. c|ZMLGdセ[l\@ "2 , inhibirí a directamente a la insu-
lina, 0 en fin, por otras modificacionr¡. metab6!i(!as
QUAND y TOZER '·. simple variante d2l anteri:lr. El
hecho de que la STH se haya mostrado hasta ahora
ineficaz en estos casos. como hemos comentado. así
.. •• •
omo las expuestas por SOSl<JX y LEvL:r.:. El hecho come el más importante de qul• en algunos se haya
セ・イ、。ュョエ@ importante. y sobre el que no < xiste verificado que la hipófisis estaba intacta ' 7 y ", han
disparidad de opinión, es 1:1 necesaria prcs2ncia de conducido a algunos autores a dudar de la directa
insulina para que la >.:iTH produz(!a retención nitro-
セョ。、L@ hac;ta el punto dl· que l_a insulina. pudiera
イ・ウーッョセ。「ゥャ、@ d<' dicha glándula en la géne!';is dPl
trastorno, por lo menos e n todos estos tip_s de in- " .•
.,
considcrnrse, en este aspectr>, ca,c;1 tan esencial comD fantilismo · hirofisario". HORST:\1 \-..::-:' . por ejem- セ@

la STH para el crecimiento. El mayor auge que al plo, basado en PI control anatom patológico de la •...
papel de la insulina se le concede en este proceso mayoría de los casos publicados y en los de su pro-
acaba de recibir un nuev:J impulso con las experien- pia experiencia, mantiene la opinión de que, en gPne-
cias de SAL1 ER y BEST '', en que se demuestra cómo ral, es muy problemático para ellos su origen pitlJi-
la protamin-zinc-insulina es capaz de hacer crecer J :
tario. Aunque n o puede negarse que el <'X'amen h.s- 1

a la rala hípofisectomizadn si bien no r·n la pro-


porción rn qu<' lo realiza en los rnís_mos_ 。ョゥュセ」ウ@
STH . mientras que en la イ。エセ@ hlpof1sectom1zada
la
topatológico -con las técnicas que hasta hace unos
años se ha dispuesto-puede ser demasiado gros o ,'..
para '·certificar" el estado funcional de un par ,-
y ーセュ」イ・。エッゥコ、@ la STH no sól:J no provoca quima glandular y que las más sutiles pruebas bio-
セョ」ゥュ・エッL@ sino que éste se hace nPgativo: es de- químicas que rápidamente van enriqueciendo nues-
cir, que si bien la insulina pmde estimular creci- tros recursos de expl : : ración endocrina pueden mos-
miPnto en ('} animal sin hipófisis, la STH no puede trar una deficiencia de aclividad en un órgano que
hacerlo sin insulina. Esto abrr el interrogante de antes considerábamos en plena aptit•.!d funcional, no •
que hr.;;ta qué punto un cirrto déficit de insulina por ello dejan de ofrecer los argume:-1tos antes apun- "
no podría ser más rcspo·,sable que la propia hcr tados un punto de reflexión para in, "iones JOS-
mona del crecimiento en la セ←ョ」ウゥ@ de ciertos ena- tcriores y sugerir que un . . de los 」。オ・セ@ pudi r::t ·er
n!smor qu(• hasta el momento se han -.:onsiderado comprobar la capacidad total no simplemente 1a
de naturnleza ¡1ituitaria y abrillnnta la hipótesis dt requerida para impedir una diabetes -de !a función
YOu:\G • . que últimamente ha expresado su creen- endocrina pancreática. según ios resultarlos LX¡.)eri - ..
Cia dl' qu, la acción ーイッュエセ@ de crecimiento de mentales que antes hemos referido.
la STH depende, en parte al menos, de su poder de
.,
• 4
La fisiopatología del g¡gantism, pituitario-de'
producir insulina extra.
que existen muy pocos ejempL::s auténticos アオセ@ ha-
yan sido bien estudiados en la clínica humana, como
* * * el famoso de ALTOX, el de HURXTHAL, cte.-seria
equiparable al cor>seguido en la rata hipofisectomi-
En el infantilismo hipofisario de la clínica huma- zada y tratada con STH, pues se acompaña también
na hallamos una correspondencia casi completa Cvn de un déficit gonadal y tiroideo, e-n maduración del
lo visto en el animal hirofic;C'ctomizado. l'_,omo en hueso muy lenta, lo que permite, junto con la ptr-
éste- con la debida proporción en el tiempo y rit-
mo de crecimiento que se hace c.stensible en las cur-
:;istencia de la cstimulación somatogénica, ・セ@ creci-
miento longitudinal exagerado; sin embargo si el •
.. ;

vas d<' BRODY-, el retraso corporal no se manifies- paciente vivt mucho, la morfología ccrporal se al-
ta durante los primeros años, y cuando ya se pa- tera, porqur las placas epifisarias cierran al fin. 1 .,.
tentiza se puede comprobar una falta de crecimien- mientras que la aposición en la superficie del hueso
to en longitud y maduración de los huesos con per- continúa: el gigante hip0fisario más viejo エゥ・ョセ@
siempre alguna característica acromegálica (WEISs-

sistencia del cartílago epifisario. H ay, sin embargo,
un par de observaciones en la literatura recogida i\IAX ,,). Un rasgo muy 」。セエ・イ■ウゥッ@ de estos indi- •
por HORSTJ\IANN " de enanos, que alcanzaron una viduos sería el gran desarrollo de los senos cranea-
edad avanzada, en Jos que se encontró cerrado; esto les, sobre el que MARAÑóx ha insistido de una ma-
es interesante, porque prcbaría, de confirmarsé con nera especial; ya ERDHEil\I !'O y CoRYN 91 hicieron , ,1
イセァッ@ en mayor número, qur el cierre de dicho car- notar que en los estados hipf'rpituitarios aumentaba ••
•,•
# •
エセャN。ァッ@ puede tener lugar l.!n ausencia o en disminu- el desarrollo del hueso esponjoso y la neumatiza-
Cion de la acción pituitari:l. Es un enanismo "pro- ción de aquellos que ya normalmente le exhibían.
Porcionado" ninguno en realidad lo es auténtica- Más frecuente es el hiperpituitarismo juvenil.
mente en el que por los rasg\.S clínicos y pruebas descrito por LE MARQUAND y TOZER, especie de gi-
oportunas de laboratorio e;; posible rastrear los sig- gantismo transitorio con no rara asociación de o.,;-
セPNX@ de insuficiencia gonadal y tiroidea que lo cor- teopatías-enft>rmedad de Perthes, Kahler o Schlat·
1eJan ( ·) . De todos elles, los de mayor relieve son ter-, que cae dentro de ese concepto de cr:::nopa-
os corrr.spondientcs a la falta dr desarrollo sexual,
tanto en los caracteres primarios-criptorquidia, fi-
tias sugerido por MARAÑó:-:, y en el qne cabe pen-
sar si esta disregulación dPI crecimiC'nto sería por .
un intempestivo estímulo de la STH, declinante Jue-
セ・ゥG^@ Son muy raros los cnso:o dNwt·itos de enanismo t•on go, o por una receptividad aumentada. pero rela-
taqecto el<'ctivo del factor de crPcimiPnto: el df' !IE1n:R (<'t-
・。ウセ@ 1'POr D. HunnLP., Lancct, 1, 1.123, 1952) por ejemplo, con tiva. es decir, sólo en el tiemPO de L s cartílagos epi-
ota¡ au¡.encia de cosinófilos en su hipófisis. fisarios.
QUセ@ REVISTA CLINIOA ESPAIV"OLA

Tiroides. Dentro de la constelación endocrina es del aporte del yod 1, sino en un trastorno en h ela.
el tiroides el que sigue en importancia a la hipófisis boración hormonal de la glándula '"
en la r egulación del crecimiento. En las mismas ex- Extraordinariamente' rara es la Lireotoxicosis in.
periencias antes aludidas del grupo de EVANS se fantil, pero cuando ocurre moti\·a un exagerado ere.
pudo ver que en la rata tiroidectomizada se inhibía 」ゥュ・ョエセ@ longitudinal de los huesos, s iempre イセ オ\G@ los
- igual que e n la hipofisectomizada-el crecimiento síntom:ls t0xicos no sean muy acusado.q (caso セ@
longitudinal y madu ración de los ィオ・ウ セNウ@ sin cesar KEXXEDY セ@ . por ejpmplo). Sr ha dudado s i ZセQ@ mis.
del todo, pero que administrando entonces STH sc mo tiempo la maduración del hueso se acnJera · se.
reanudaba el crecimiento en longitud. 。オョア セ@ no la gún RnLLY V•· e¡ m tuvo oca...,i"ón de <>xaminar -14 ni·
maduración, que exigía también la de tiroxina; ésta ños afL•ctos d<' este proc. so , esto t's lo que en rea.
sola, por otra parte, úuicamentP conseguía Pn el lidad suced(', dt> tal modo que la edad ósea es 、セ@
mismo animal tiroidectcmizado restablecer el pro· dos a tres años mús avanz:1da dP lo que C\ll'l'L'S]londe
'.. ., ceso de maduración, p2ro sin influir el crecimiento a la t·dnd d<-1 niño.
Est paree<' ser una contraprueba más de que d cre-
cimi ento en longitud es cferto dirC'cto d<' la STH Y Gonutlas. La experinwntfl('ÍÓn animal l'S eontra.
la maduración del tiroid s: de otras investigacio- dictoria <'n euanto a la acción de las gonadas sobre
nes · se deduce que ambas hormonas actúan sinér- <.'! desarrollo ¡•statural. Histológicamente, la castra.
gicamente o que la tiroxina tiene un <'fecto spnsibi- ción va seguida dl' una hip!.'rplasia l' hiprrtrofia del
lizantc para la S1'H en el desarrollo d!' las placas cartílago <'pifisario, con retraso del proceso de ab.
epifisarias (test de la tibia). Pero aun si nos aten<'- sorción y ci<.rre tl<'l mi:-.mo. Sin <.'mbargo, TURNER
mos al esquema de acción hormonal proptH'slo y sus 」ッャ。「セイ、ョᄋウ@ ··- obscrn1ron que la castración
=
., STH crecimiento longitudinal del hueso
roxina -= maduración del mismo-, es posible ha-
ti- Pn las rltas no inhibl' l'l cr cirr ipnto, ¡x:ro en otros
animales se ha dPscrito retraso de la. maduración
ÓsC'a y del crecimic·nto Pn longitud os.
llar una justificación al h echo de que la tiroidecto-
mía simple suprima el crecimiento longitudinal Pn Los l'esultados conseguidos con la administración
la rata, gracias a las observaciones de ZECKEH y ,gu:; hormonal tamp:::co son concluycntl'S. Así, e1>n los
... colaboradores o. 1935-, que comprobaron en la hi- antlrógl•nos. <.•n la rata intacta, GャuhZA\Nセr@
boi adorps 1'· no registraron pfpcto alguno, ni SIMP·
y sus co:a-
pófisis de este animal tiroidcctomizado unas altera-
ciones morfológicas similares a la llamada hipúfisis セック@ P" ct>n los sujos c·n el nnimal hipofisectomizado

de castración, es decir. la aparición de unas células o cnst:·ad :>. :\las, por otro Indo, t>xiste un grU!lO dP
claras, en anillo de sello, con diswinución dt! las obsen·acioncs 1 , 1 1 y 112 <jue nsl•guran parn tes·
••• eosinófilas, en las que se supone se elabora la hor- toslt.:rona y mctiltcstosterona. una acción po.sitiva
sobre t'l crl·cimh·nto longitudinal del rmeso, con au·
mona del crecimiento. Este hallazgo no parece ha-
' berse repetido en la especie humana, Pn la que adí'-
más el efecto de maduración de la hormona tiroidea
mento dt• p <;o y rl'teneión ele X, y quP bt<' efecto
anabúlico protPico se consigu(' tanto en anima:es
no es desde luego tan manifiesto como en los ani- nor m:• ,, s, e 1 Ir o dr nakdo 1 11 •d. c1 mo tn
males, aunque no deje de traslucirse (la llamada epí- la rata hipofisectomizada ,.,., en oposición a los re·
fisis punteada de Wilkins en los defectos hipotiroi- s ultados de Sil\1PSON"-- , por· lo que debe concluirse
deos). que esta acción es directa y no, como supuso SL'.IP·
SON, con el concurso hipofisario. Pero es preciso
En consonancia con lo visto en la rata tiroidecto- añadir r¡ue el efecto depende de las dosis emplea·
mizada, el déficit de esta glándula en el hombre das: son las dosis pequeñas las que pueden estimu·
cri'g ina un retraso del crecimiento e inhibición dP lar el crecimiento; las grandes, al contrario, inhibir·
maduración de los huesos. Esto es lo que vemos l'n lo, provocando prematura madurez y soldadura de
el nanismo o infantilismo tiroideo, bien en su for- las epífisis. Similares observaciones se han verifi·
ma infantil, en que la defkiencia radica desde el na- cado en el hombre, la mayoría en pacientes eunu·
cimiento, bien en la juvenil o tipo Brissaud, en que coi des; una de las más interesantes por su rigor es
,. se acusa en edad algo más tardía. El retraso a f ecta la llevada a cabo por SIIELTON y cols. w• en cuatro
también a la inteligencia y al desarrollo sexual, per o parejas de eemelos prematuros, en los que un niño
sobre todo a la primera, ya que la vida sexual, aun- de cada par sirvió como tes ligo: touos los tratados
que tardía y de vivacidad muy reducida, puede en con metilteslosterona mostrar on un desanollo so·
ocasiones permitir la concepción y una fertilidad li- mático más favorable e igual resultado se obtuvo en
mitada. Es interesante, porque apoya la interpreta- un lote de 74 prematuros, de los que 20 se utiliza·
•• ción patogénica antes apuntada, que la administra- ron como control, administrándoscles a los restan-
ción de tiroxina, aun siendo precoz y en doais óp- tes propionato o metiltestosterona.
tima, no impide que la talla final sea siempre más Los ensayos animales con estrógenos, aunque tam·
corta, en similitud con le visto en la rata tiroidec- bién variables según la especie elegida, parecen per·
tomizada y tratada . nútir una conclusión más cuncordante: en la rata
Muy afín es el cretinismo, de fisiopatología más se h a v isto que inhibe la reabsorción del cartílago.
compleja sin embargo. La insuficiencia tiroidea es interfiriendo de este modo la osificación endocon·
aquí prenatal y condicionada por la deficien cia yó- dral 10"; en otras especies se s uprime la prolifera·
dica dominante, a las que habría que añadir otras ción de 1 cartílago epifisario y la formación d<! nue·
de orde n higiénico y alimenticio. Este déficit fun- vo hueso. En definitiva, Pl crecimiento del hueso pa·
cional tiroideo en la vida embrionaria originaría de ce.
una perturbación en el desarrollo de las otraa glán- L a experiencia clínica es unánime, si n embargo.
dulas incretoras y de los t ejidos ef ectores, lo que en consider ar que el défi cit go nadal origina un N エセ 。ウ ᄋ@
justifica las diferencias que en cuanto al crecimien- torn :1 d el crecimiento por persistencia sin ッウjヲゥセZᅪ@
to orgánico y r espuesta terapéutica lo separa n del ción d e los cartílagos epifisarios . 'l'al es el cas_o es
hipotiroidismo infantil. Para el cretinismo esporá- eunuquis mo, o castración, au nque las ッ「ウセイカ。」ャゥᄋ@
di'c o con bocio el defecto no radicaría en la falta de W AGENSEIL 10'; en los eunucos del Sudan Y
PATOLOGIA GENERAL DEL OREO/MIENTO 1;}3

inia demostraran que la talla puede ser normal. El cía pueden originar idéntico retraso del crecimiento.
,,
セ。エッ@ más saliente en este aspecto es el extraordi- La pubertad precoz y tardía, aunque constituyen
nario crrcimicnL longitudinal de los miembros, con un aspecto muy importante de los trastornos del
mayor envergadura que la talla; si se sigue .:-1 ere- 1.-
crecimiento en sentido amplio, corresponden más
' .:.
• • 1 セ@

cimiento .dr estos sujetos se ve que en イ・セャゥ、 。、@ no bien a la.. fisiopatología del dcsarrolL sexual, por lo
haY estiron puberal ICROOlm 1 "·•), pues aquel c·s con- que no nos ocuparemos aquí de ellos. • 1 セ@ '

tinuo por <'1 defecto de maduración del hth'.SO. L o


mismo puede 、・」ゥセ@ del cunuc vidismo-o déficit go-

.. ••
Timo 1f crerimiento. La participación drl timo
nadal, sin castracwn . Tanto en uno como rn ッセイL@ en e! crecimiento rs punmente pasiva. No existe
no hay que d<'cirlo, hay una falta o retraso cons!de- ninguna prueba cxp<'rim ntal objetiva que a.<;egure \
rable del desarrolla sexual, y es claro que <'stos efec- a este órgano una función endocrina, pues ni la
tos sobre el crecimiento ..::ólo tien<'n ャュセ。イ@ si el dé- pretendida hormona 、セ@ asiセerL@ ni las más recien-
(icit ァッョ。、セャ@ se ゥョウセ 。ャ@ 。ョエZセ@ de. haberse cumplido tes experiencias de BoMSKOW, rrcibieron posterior
definilivam<'nte el cterr<' op¡f¡sariO. c::nfirmación. Sólo existe el dato anatomoclínico, a
El síndrome que dl'Scribicra Tun :;r:¡¡ en QYGセX@
infantilismo. pterigium colli y cubitus Yalgus
1
"' que ya antes hicimos referencia. de que su aumento
de volumen C'S hasta cierto punto paralelo al creci- lt ·.,
en el que más tarde se comprobaría la agcn 'Sia ová- miento y que involuciona sn !a pubertad. observa-
rica 10 ' , no parece tampoco ser una excep(·ión 'l cstr ción que ha dado pie a esta línea de investigación
c. mrartamicnto del esqueleto en el déficit gonadal. fallida. peセュ [L@ el endocrinólogo italiano, dt>iiend セ@
puC's la cortedad dC' la talla que exhiben Pstas mu-
..
no obstante la r'Palidad de una acción endvcrina tí-
jeres que nunca es 1:ronunciada se C'Stima debida mica que en su ィゥー・Qセヲオョ」￳@ daría lugar al sbdrome
a una anomalía congénita e independiente de la fal-
1.
•·
ta gonadal 11' , es decir, de idéntica etiología a los
otros elementos principales del síndrome. L.• pre-
por él dfscrito como hiperlímico constitucional 11 •
con aumento discreto de la talla, hipoplasia gonadal .,.
y estado tímico-linfátic ::: , pero que puede interpre-
sencia de un aumento de gonadotrofinas en la orina tarse fisiopatológicam enle srgún セゥarᅮMュ£ウ@ de
excluye p r otra parte su origen pituitario como
.
acuerdo con la ortodoxia d2 nuestros conocimientos
erróneamente sugirió turセv@ en su descripcié•n ori- endocrinológicos actuales- como un caso más de hi-
gina!; y algún caso descril"> con talla alta 110 ·s otra セ@

'
pogonadismo con retraso puberal e hiperplasia tí-
razón mús que arguye en contra de un 」エ\Gセ [」Z ゥエ@ de mico-linfática. '¡,
la STH. セッ@ falta sin embargo ?.lgún autol', como
CROOKE "'··, que ligan el retraso estatura!, manifies- Hipotálamo, órgano Ppifisario y crecirniento. -
to sólo a partir de la pubertad, con el trastorno U! Las alteraciones de los 」・ョエイセウ@ diencefálicos, si bien
docrino drri\'ado de la agen0sia ovárica, suponiendo pueden ser origen de trastornos en el desarrollo se-
que 1.1 insuficiencia gonadal determinaría qu... falte xual, no parece que lo sean del crecimiento. HoussAY
el estirón puberal. aunque no sería suficien• セ@ para
1mped!r la maduración ᅮsセGャN@
final. Es un síndrome exclusivo de la mujer; pero
de donde la cort?. talla
(hijo) 11 • en efecto. como resultado de sus expe-
riencias en el perro y la rata, niega que estos cen-
tres puedan ten('r alguna influencia directa ウッ「イセ@
. ....
recientemente se ha descrito algún caso también en
el hombre 111 , en que se darían, junto a les セ。ウァッ@
dicho proceRo, mientras que sí parece probable so-
bre el desarrollo sexual, como parece deducirse de
.•
del llamado síndrome de Klinefelter-Reifenstein-Al- los trabajos de BUSTA1IANTE y SPATZ. y es patrimo-
bright, o muy semejantcs-awospermia, tests pe-
nio de observación clínica en las meningitis basi-
queños, gonadotrofinas altas y ginecomastia- las
lares, encefalitis, hidrocéfalo, etc. Tampoco WED-
alteracicnes esqueléticas y brevedad de la talla pro-
LER 11 ' ha podido atestiguar una perturbacién del
pias del de TUR:I\""ER.
crecimiento en sus traumatizados craneales de la
Adrenales. Los datos que hoy poseemos nos per-
miten afirmar que las adrenales no son indispensa-
última guerra mundial.
La conclusión de WEINBERGER y graセt@ 11

los tumores de la región rpifisaria con pt bertad


' sobre

..
bles para el crecimiento. La adrenalectomía en las '
ratas produce, es verdad, una inhibición del mismo precoz, basada c.n un examen de la casuística uni-

en estos animales, pero d crecimiento continúa si
se les da simplemente cloruro sódico 99 • Sin embar-
versal y arortación de un caso propio cuidadcsa-
mente estudiado, es que el trastorno del desarrollo ..
1 ᄋセ@

go, esto no quiere decir アオセ@ la secreción de las hor- sexual que puede presentarse en estas circPnstan-
monas corticales no pueda ejercer una influencia
sobre este proceso; así en la rata intacta tratada
cias se debe a la destrucción del hipotálamo poste-
rior y no al cese de una acción inhibidora ejercida •
con ACTH se origina un enanismo por retardo de por la "glándula pineal" s. bre aquél, ya que en to-
la condrcgénesis o osteogénesis (BECK, SIM:PSOX, Lr dos ellos el tumor había afectado dicha parte del
YEVANS (1944) 112 , y similar efecto se observa con diencéfalo y por otro lado no pudieron reco.g;;r nin-
la administración de la hormona adrenocortical guna experiencia inequí\·oca que asegurase a! cuer-
fSIMPSON, a セ likg@ y EVANS (1950) 1". La con¿spon- po pineal una secreción endocrina. Pcr consiguien-
dencia clínica de esto último la hallaríamos en los t e, lo afirmado anteriormente en este aspecto sobre
イセッウ@ casos de síndrome> de Cushing infantil, que el hipotálamo rodría suscribirse para los tumores
ウセァオゥ\NGイ Z ョ@ un curso crónico y en que se pudo paten- de la r egión pineal y rechazar para la epífisis tcdo
tizar un retraso estatura! con producción excesiva influjo directo scbre el crecimiento; la obse1vación
de 11-hidroxicorticoides 111 •• • Por otra parte, las ob- de MARTIN y DAVIS 1', que con lesiones estereotá-
servaciones de SILVERMAN, DAY y LODE 1 n en niños
Prematuros tratados con ACTH por f ibroplasia re-
xicas muy selectivas de la pinral lograron provocar
en animales machos inmaduros la aparición de la .
o

t:olental, y las de wiljセns@ y sus cols. 111 con cor- pubertad y un aumento manifiesto de la talh, que-
ゥセウッ ョ 。@ en la pubertad precoz y pseudohermafrodi- da como una experiencia aislada que mientras no
QUセL@ han demostrado que los glucocorticoides en r¡_ úna a su ヲ。カセイ@ otro apoyo de la investigación no
dosts elevadas y administrados con cierta constan- es capaz de conmover el punto de vista Rustcntado
154 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA 15 mayo 1955

C) 1'rcl-'ltor nos del crecimiento por déficit : factor ilumin a de modo más íntimo la necesidad funda.
nutritit·o y m.ctabólico. ョ[」セエ。ャ@ de estos cuerpos _en dicho ーイセ」ウッ N@ Parece
log1co de acurrdo ademas con la cv1dencia clíni.
I. Desde un punto de vista mateeial, el creci- ca quC' estns particularidades dC'l metabolismo arni-

.. miento puede definirse como u n proceso anabélico de


nut!VO tejido pr otoplásmico que sup0ra al cata.bolis-
mo. E sto quiere 、」 LN セゥイ@ que para qu · aquél ウセ@ efec-
n ácido, puC'stas dC' manifiesto en la expcrirnrnta.
ción animal. puedan postularsr también para el or.
ganismo humano, en el r¡ue sr ha ofrecido algún
túe セ@ pr ecisa del aporte de un material plástico y que otro dato de esta índole' que las confirman; así
que en su defecto 、・「セイ£@ ocurrir nlgún エイ。ウセQョッ@ dt: por ejemplo, cュZi^tensセA|QG@ y STREICHER ,._.,, han カゥウエセ@
dicho proceso. Vamos P Pxaminar rápidamente esl que el nivel de aminoúcidoc; en la sangre del .:ordón
aspecto. pero conviene r·ecordar. antes de ィZセ」イャッN@ umbilical es de una y mC'dia a dos veces may<>r que
que ent re este factor nutritivo-metabólico y Jos que rn el plasma materno. Y !W.ra terminar, es pteciso
acabamos de estudiar existen íntimas relacicnes añadir una reciente rxperirncia de HOFI-i\IAN v
• 11
- interrelación entre los principios inmed'ato-> y las :\fc::\nL 2 ' lo ha probado por vez primera en ;1
vitaminas y entr e éstos y las hormonas -que en úl- hombre de forma cuantitatiYa que para la cbten-
ti mo término se anudan en un nivd セョコゥュ£エッN@ ción df' un t'q uilibrio nitrog-rnado no basta que e!
pues ias hor monas purden ser concebidas como ··un organismo disponga dC' los aminoáddos indispensa-
meca nismo regulad r para la coordinación de los bles C'n las cantidadt•s mínimas requeridas ウ・セョ@ el
enzimas ti!i'ulares prl existentes" (Sosrnx y LE- patrón de RosL sino que es nec<',:ario ademá<; el
\'IXE ᄋセ P I N@ aporte d<' una cantid'Hi エセ。ャ@ dderminada de nitró.
La necesidad de prvteínas ce; básica para el cre- geno que puedt• Sl'l' supL mentan<' con un <lmino·
cimiento. Estas sustancias son !os componentes ácido sencillo y no indispC'nsablc, como la glicina .
,, esenciales dC'! protoplasma y núe!Po CE'lular. ;.· cada para 1ue el balance SC' hm;'l po.siti\'o. Sr comprende
especie animal construye su propia prot.·ína cspf'- qur este otro factor limitante que margina les re·
cífica a partir de las unidadcc:: elem ·ntales d セ@ ami- querimientos mínimos proteicos la cantida1l total
noá cidos qu:- suministra la dieta. Ahora bie!1, como de nitrógf'no aminoúcido disponiblt> dcbC' estar in-
se sabe desde las experiencias fundamentales de crementado durante el período dE' crecimiento.
RosE en la rata blanca. prosiguiendo anteriores de Lo quE' podemos decir clínicamente es que ins ne·
Ü SBOR!I.'E, セi exdl@ y HOPTUXS, es Preci;;o que este 」・セゥ、。ウ@ proteicas son mucho mayou·s mientras セ・@
aporte de aminoácidos - produrto d<' la hidrolisis verifira estl' proceso. de modo aproximado cuatro
veces mayor por unidad de pew durante Jo¡; tres
••
enzimática de las proteínas en · 1 tubo intest!nal
sea en una cierta cantida,:i y ealidad. es decir, que primeros años de la \'ida. y el doble de las d• l adul·
suminist re además u n cierto número de naturaleza to referido a la miRma unidad hal"ta la adolC$Cen·
qu ímica deter minada, los que llamó RosE aminoáci- cia. según apreciación de Lt:WIS 127 (valores muy pa·
dos indispensables pues sin el concurso de ambos rccidos cbtuviero 'n HOLT y F.\l,J"S t• ) y qtH' como
requisitos el crecimiento del animal pa decía. Por ha mostrado ST' \1 " " ll t セョ@ s ·on 1• n·
ejemplo, en las experiencias de rッ ウ ᄀN セ@ se observa que tes t ipos de leche, la curva de ret ención del nitró-
si se da una mezcla de aminoáciaos que cont iene geno tiene un gradiente tanto más cuanto mayor
sólo el 11 por 100 de estos aminoácidos indispensa- es la ingestión proteica realizada.
bles, el crecimiento del animal es norma l, mientras No obstante lo dicho, es difícil presentar un solo
que si la proporción de éstos en la dieta alcanza ejemplo de retraso de crecimiento condicionado úni·
únicamente el 5,8 por 100 el crecimiento t><; muy camente por u na carencia proteica, ya que en la
lento. práctica la carencia nutritiva suele ser más g-lobal
Aunque f a llan estudios completos, se presu:ne que y compleja. Quizá pudiera. serlo el s índrome c-onoci·
las conclusiones de est as experiencias de RosE son do con el nombre de Debré-De Toni-Fancon1 for·
' 1
aplicablrs, en su generalida d, a la especie human a, ma de insuficiencia de las túbulos renales proxima·
en la qu e últimamen te se h an verificado expct imen- les, con defecto de reabsorción de aminoácidos, glu·
tos parecidos- trabajos de RosE y ALBANESE y su es cosa y fosforilasa, con lr:u,torno también de 1:1 fun
cuela 12 1 con supresión de lis ina, t riptófano y a rgi- ción ácido-base renal- , p:' ra el que F ANCONI ··.o su·
nina ; trabajos 'POSt erior es del propio RosF; y cola- pone. pr ecisamente, que ser ía esta aminoacid11ria la
boradores 122 con la valina, metionina, treonina, leu- responsable del enanismo que la acompaña, origi·
nando un disturbio del metabolismo proteico que re·
,, セ@ cina, isoleucina y f enila lanina- , si bien e n adultos
por lo que no nos interesa n de una ma nera directa percut iría en la for mación de la matriz orgán:ca del
En: cuanto a la función de estos aminoácidos esen - hueso, per o el trastorno iónico-mineral que e:1 él se
ciales, aparte de la formación de nuevo protoplas- produce no qu eda absuelto del todo.
ma, debe hallarse ligada a la s íntesis de productos L as g r asas no tienen un papel demostrado セョ@ el
de me.r cada jera rquía biológica en el organismo: proceso del crecimiento, y otro t anto cabe 、 ・セ j イ@ .de
así la f enilalanina par a la formación de adrenalina los hidra tos de carbono, si no es nor una acc10n m-
y tiroxina, la histidina para la hist a mina, la metio- directa de a hor ro proteico. Sin embar go, se .:onoce
nina como precursor de la cistina, en la elaboración un tipo de infa nt ilismo en que la utilización de los
de la ins ulina y como dona dor de metilos, etc. L as hid rocarbonados se !halla perturbada : es la セ ョ セ・イᄋ@
investigaciones llevadas a cabo en diferentes espe- medad de Gierke o de atesoramiento glucogpnJco.
cies biológicas en los últimos a ños han mostrado que pr obablemente corr esponde a la descrita ror. 1.05
cómo el interca mbio de a minoácidos se halla incr e- clínicos f r anceses del sialo pasado como inf::mflhs·
mentado durante el proceso de cr ecimiento 123 y cómo mo hepático. Los datos bioquímiccs que 、・ ヲゥョ セョ@ ・ウセ。@
éste condiciona una r et ención selectiva de r ier tos perturbación son , en esencia, el almacenamiento .e
aminoácidos, cu ya concent r ación a nivel de las mem - glucógeno en el hígado, con dif icult ad de su ュ ッセ[ᄋ@
branas celula res- expresión de una actividad bio- lización, y la hipoglucemia en ayunas con cet:murJn:
lógica de las mismas-es t anto más intensa eu a nto consecue ncia de aqu élla, de modo que po.drJa pees
mayor es el ritmo de crecimiento 124 , t odo !o cua l sarse que el retardo de cr ecimiento, que s1em:>re
PATOLOGIA GENERAL DEL CRECIMIENTO li'i.j
••
muY evidente, fuese motivado por dicho trastorno no en el crecimiento. ya iniciado por aquélla. Para • ,,
metabólico, para el que se ha supuesto como causa la hipófisis esto par.:: ce un hecho probado; tenemos,
un defecto enzimático congénit disminución de la en efecto, una serie :l ... testimonios, experimentales y
fosfatasa a lcalina del hígado (T HAX'\"HAUSER), indis-
pensable para el proceso de glucogenolisis, :> difi-
cultad del f éTmcnto para nonerse en contacto con
clínicas, que afirman esta creencia: en las ratas,
tanto machos como hembras, uno de los primeros
efectos de una dieta inadecuada es la disminución
..
su substrato, según la hipótesis de LESER, que ad- de las gonadotrofinas a\ pero también se produce
mite una srparación de ambos en el interi vr de la nn descenso en la 1 ormación de hormona del creci-
célula . Pero los rasgos clínicos de tal2s niños, con miento J.w y de la tirotrópica Ho, y en fin, según la
su hábito pastoso, que recuerda el de la distrofia interesante experiene:ia de GoRDO!\' y sus cols. Q Nセ@
。、ゥーッウMァ」ョセエャL@ como ya hicieron hincapié Bmrn:rt- no sólo hay déficit de STH, sino que también la 1 •• \

maセGn@ y HERT 1' 11 y los dC' infantilism.1 hipofis:uio respuesta de los tejidos frente a la m1sma cs me-
que ha señalado JIMf:Nf:z DÍAZ 1 セN@ inclinan a C'Stos nor, como si para una cuantía determinada de STH
autores a pensar que la raíz del infantilismo y del endógeno el ritmo de crecimiento dependiera de la
disturbio mrlabólico sea un déficit funcional del ló- proteína exógena que ;;e da con la dieta. Similares
bulo anterior d<' la hipófisis. El profesor rspañol
halla nuevos argumentos en los trabajos de los
observaciones se han recogido en la clínica huma-
na, s::brc todo en los campos de concentración de la
,, ·.,
CoRI ya antes citad s . segú11. los 」オセャ・ウ@ la acción última guerra mundbl, entre las que d2stacan los h

de la hormona contrainsular posiblemente ident;fi- ¡::ignos de insuficiem·ia gonadal en ambos sexos (SY-
cablr con In del crecimiento sr vt:rificaría f!·enan- DE:\HAN セN@ JACOBS 11 •• PER HELWEG-LI\RSEX y cola-
QT

do el proceso dt' fosf mu•ación dP la hexoq'tin:l!:a , boradores 11 , etc.), que han sido atribuídos a un de-
paso obligado en la utilización periférica del azúcar fec:to primario de la adenohipófisi.s, es decir, a un
por les trjidos, que por el contrario activaría la in-
1 ••
descenso en la producción de las gonadotr::finas,
sulina; al faltar la hormona contrainsular, y por
conc:iguiente el freno en セ@ sta utilización, se ー」GB、イᅪセ@
que sería, así, aquella actividad del lóbulo anterior
de la hipófisis que en caso de penuria biológi:::a ' ..
un estímulo para la movilización del glucógeno qur -- como la desnutrición-recibiría primero la orden
se atesoraría en el hígado. ULSTRO::\I y cols. 111 han de sacrificio. Se supone que en el ser humano igual
commobado -recientemente en una niña de vPinte a lo visto en l:::s &nimales, también padecería la for-
meses afrcta de esta enfermedad la ausencia de la mación de hormona de crecimiento en estas condi- • 1

n. rmal hir:crglucemia qu" produce el factor hiper- ciones de hipoalimeTJtación, ya que su déficit co- ••
¡,
glucemiante-gl ucogenolítico extraído de la insulina existe muy a menudo con el de las gonadotropas
(Glucagón) aun en dosis cinco veces superior a la (HUBBLE 14 ·•), y lo hace además muy verosímil el he-
que la induce en un Nセオェ」エッ@ control, lo que abre otra cho de que en las aut:::psias verificadas en estos hi-
interesante perspectiva patogénica que encadenaría poalimentados crónicos se ha comprobado general-
a través del siRtcma "Job. ant. ィゥー セ ヲN@ (hormona del mente un aumento r1e las células cromófobas del

. .-.
crecimiento) __. células alfa o de islotes pancré- lóbulo anterior hipofi!;ario a expensas de las eoai-
ticos (Glucagón) • tesaurismosis glucogénica he- nófilas. aunque este hallazgo no ha sido cons-
pática" el defecto de cre<:imiento y el trastorno hi- tante 1 ' •
••
drocarbonado. Sea イセQ。ャ@ fuere en definitiva la razón
de la perturbación metabólica, si alguna de las hi-
TI. Calcio y fósforo. Vitamina D y raquitismo.
Formas de infantilismo renal e intestinal, proba-
.•
pótesis apuntadas o la anormal estructura del glu- blemente ligadas a セュ@ disturbio metabólico de estos
cógeno hepático 1 ' u otra aún desconocida, lo pro- minerales.
bable de todos ュッ、セ@ <:s c·ue el retraso de <:recimien- La síntesis del tejido óseo precisa de mine rales.
to tiene un origen hip" fisario, e( '110 también sus- El aumento de la masa mineral total es justamente
tenta MARAÑÓN 3°, no
una de las características del crecimien to y un ::: de
rt
Los hidrocarbonaclos y las gras¡u,, com:J decía- los mejores criterios para saber que se verifica. En
mos, contribuyen indirectamente al crt:cimiento por ccndiciones fisiológic ..ts el organismo necesita sólo . セ@
una acción de· ahorro proteico y elevando el valor de una cantidad rel ativamente reducida de minera- ••
calórico total de la dicta. Que esta último es una les que en solución iónica tienen una carga positiva '
condición precisa un nivel determinado calórico to- (calcio, magnesio, sodio, potasic); la evidencia de '· 1 'p
tal-, no parece que pueda dudarse. TALB::n y cola- que la necesidad es mayor es un índice de un esti-
boradores 1.;c. en un"' investigación realizada sobre rón en el crecimiento del esqueleto o de reparación
este aspecto en 100 niños anormalmente bajos, pudo o almacenamiento mineral en el mismo (M'ACY 147 ) .
comprobar que aunque la ingestión proteica era El 90 por 100 del calcio que se retiene de la in-
adecuada la cuota calórica total era insuficiente; gesta se emplea en la construcción del esqueleto y
igual experiencia obtuvieron FRIED y 11EYER 1 • en los dientes, y de aquí que los requerimientos de
el examen de Ls niños de una institución, y Cu;- este mineral se hall::!h incrementados durante la
MENTS QS セ@ acaba de mostrarnos que la diferencia época del crecimiento, lo que ya se pone de mani-
en el ritmo de crecimiento observado entre los ni- fiesto '3i S<' hace un eómputo de la ingestión d iaria
ñcs de las clases pobres y el de las más socialmente y la fracción que de ésta es retenida durante los
privilegiadas de Escoc!a e Inglaterra, a favor de las diferentes períodos de la infancia y en la edad
segundas, que ha ido paulatinamente disminuyendo adulta (el 19 y el 16 pvr 100, respectivamente, en
en el curso de los años y que puede atribuirse a la cálculo aproximado). D e un m:::do muy demostra-
セ・ェッイ■。@ en la alimentación global (que en este sen- tivo se reveló la importancia del apor te cálcico
diario para el crecimiento en los trabajos de
..
lido casi las ha ni .re lado), sólo se ha visto inte-
rrump ido durante los calamitosos de la primera Y STEARNS Q セ Q @ que empleando un tipo de leche de vaca
ウ・ァセョ、。@ guerra mundial. Además, en una alimen- estandardizado pudo verificar cómo el crecimiento
tacJOn insuficiente, :1 un sin déficit vi tamínic:J, sc lineal de los niños e:; directamente proporcional al
Producen alteracioTJ.es funcionales endocrinas SC'- Ca retenido. Esta mineralización del hueso. qut> h a
cundarias que a su vez pueden acentuar un trastor- sido muy bien estudiada por steN | rセsN@ se inicia en
lfi6 REVISTA GLINIGA ESPAÑOLA 15 mayo 1955

loe; tres últimos mese:-; de la vida intrauterina, en wado su 。「ウセイ」ゥ￳ョ@ no sr realiza, de donde result
curva progresivament•' 。ウ」・ョ、エセN@ de tal forma que un ・ ョウ。」ィ 。ュゥ・セエッ@ dr. la masa de. células 」。イエゥャァセ@
rn el octavo mes el contenido de Ca del frto aún nosas que al ser mvad1das por capilares y osteoblas.
rs sólo la mitad del que tendrá al nacer; por rsto, tos se destruyen, aunque sin el alineamiento regu.
el niño prematuro rnuPstra una gran necrsidad de lar que queda ョッセュ。ャ・HGL@ セL@ permaneciendo algu-

.
"
Ca y es tan sensib1e <ti raquitismo. Por otra parte.
las investigaciones de So::-."TAG 11 ' en los huesos de
los niños y las de セGヲelanby@ 11
'', ScnouR y e ls. '
1
nos restos de Ü'Jtdo carl!lagmoso; por otra parte
la actividad de 1 s osteoblastos セョァ」、イ。@
osteoide, que no S<' mineraliza ror rl disturbio en
un エ・ェゥ、セ@

y SWANSON t..a en los dientes. han probado cuán sen- la dl•posición drl Ca y P, o lo haec incompletamente
sible es el tejido óseo a los trastornos metabólicos originándose así "un hueso orgánico sin hueso in:
del calcio en la época de su formación. En rste as- orgánico", desminernlizad en rl que sólo puede
pecto, la proporción de Ca y P rn la dieta es de im- hallarse trabéculas irregltlrres condro-csteoides. sッセ@
p:rtancia decisiva nara su absorción y mdabolis- justamrnte esta<> zonas raCJuíticaq intermedias las
• p mo: un exceso de P ingerido redunda en un aumen- responsables d(' las drformidadcs quC' tan típicas
1 to en la excreción del Ca y al cont1 ario. Adrmás. f:'On de esta afección: su incurvación por la acción
el 70 por 100 del P retenido se combina con el Ca dr la gravedad y la fuo za muscular hace que varíe
para la formación dr>l hueso y sólo d 30 por 100 la dirección C'n <'1 C]UC' ('1 hm'"O '>t' continúa forman-
restante se combina con el N para la formación del do, acentuándosr así las drf rmicladLs con el con-
., tejid セ@ nervioso glandular y muscular. Sr compren-
de df' todo lo dicho cémo un déficit rn la ingesta
d"l Ca o una perturb;,c:ión de su normal metabolis-
siguiente acortamiPnto Pstatural. La alteración bá-
sica en el raquitismo no rs t•l dt'f<'cto en la forma-
ción del hueso, sino Pl de su calcificación; las ex-
mo pueden ,c;er causa d<' alteracionrs rn el creci- pC'riencias clásicas d<' セAipley@ y HAHHI:-; 1 " sume 1-
miento. sión del hueso raquítico <·n StH'ro sanguínC'o normal,
El excelente estudio lle\'ado a cabo en nuestra con lo que la ::sificación se rcstahlN·p pruC'ban que
patria por GRAXDE y RoF y sus cols. -, ampliado la acción de la \'Í tamina D Pn t'!ile proct>so C'S la de
Y pr seguido en otros aspectos por VI\ AXCO y los crear un ambiente min<•ml adt'cuado a disposición
セオケッウ@ • en determinados grupos de n;ños de la po-
1
del hueso que se forma. El raquitismo <'S también
... blación hipoalimentados de セi。、イゥ@ parece similar; por <'Sto t'nfermC'dad <'xclusiva del pl'ríodo de crt-
en efecto, una prueba de la veracidad del primer mimiento; si éste por otras causas no SP VC'rifica o
aserto, ya que si bien la deficiencia alimenticia era lo hace a un ritmo más lento. <'1 raquitismo no st·
más global y el consumo calórico muy por bajo de ¡1rescnta. Es exprricncia común que los ョゥ￱ッセ@ rx·
11 •• las necesidades fisiológicas , es el aportr insuficien- tremadamentC' mal nutridos no se afectan de él,
t{: de Ca el datJ アオセ@ más destaca en el examen de porque el crecimiC'nto se ve retrasado p r otros fac-
la dieta consumida y al que se hace más responsa-

.
tores; por eso <'1 viejo pro\'l'rhio ゥョセャ←ウ@ "Xo gro.\'th.
ble en el retraso corporal v menor edad ósea co- no rickcts", ha confirmado su \'Pmcidad a través
' rr<>spondiente a su edad que tales niños ッウエ・ョセ「。@
del tiempo.
r-i<>ndo de notar además que el crecimiento lineal
rsquelético estaba más afectado que el desarrollo Ciertas formas de enanismo renal parecen tener

. dr 1 s núcleos de osificación, como si Pl organismo, también el mismo origen. Así en la insuficiencia


, en el trance de una deficiencia cálcica exógena, pre- gloméru,lo-tubular crónica con uremia, bien sea de-
iiriera sacrificar e! crecimiento en longitud para bida a •ma hipogenesia renal con nefritis intersti-
mantener en lo posible una estructura ósea más cial se ndaria. bien a una nefritis primitiva que
próxima a lo normal LNMセ N@ Todo esto se halla de acuer- !:e inst precozr e nte en la infancia, se origina un
do con las experiencias de SHERMANN 1 '>1, en que se trastor .o -e;lico que en último término es de
mostró cómo el déficit cálcico disminuía la veloci- sentid : -it ;eno. En efecto, la retención de P
dad del crecimiento. que la 10 ,ón de la función renal produce, au·

La vitamina D tiene un papel aceptado en la ab- menta 1 ' ' ' Latemia, que a su vez da lugar a una
s:;rción del Ca por la pared intestinal 1 ''·'; se duda hip::ca! d.-a la que no C'S ajena tampoco la aci-
セゥ@ influye también en la del P, pero en cambio pa- dosis- nipocalcemia que evoca una reacción hiper-
rece más seguro que facilita su reabsorción por el paratir-oidea con aumento de la activiiiad osteoclás-
エセQ「オャッ@ renal. Su intervención en la formación del tica y desmineralización ósea 1 :' 7 • Y al!ijo semejante
hveso se revela en el raquitismo, que es una de las en su consecuencia final, aunque con un ・ウャ。「ッセ ᆳ
formas más comunes de retraso del crecimient:. miento fisiopatológico diferente, ocurre en el .s,n·
•• El disturbicl de éste descansa fundamentalmente en dr::me de acidosis hiperclorémica, con nefrocalcino-
una alteración estructural del hueso y las lesiones sis y raquitismo tardío, descrito por LIGHTv·ooD en
aparecen más activas allí donde el crecimiento es 1S35 y estudiado postC'riormentc muy bien por AL-
más rápido, es decir, en la unión de las epífisis con RRIGHT 1 ;;', en el que se produce una insuficiencia
las diáfisis d e los huesos largos y zonas correspon- tubular distal bien por pielonefritis ascendente, ウセᆳ
dientes de los plan:s. Cuando el crecimiento es nor- gún la tesis de ALBRIGIIT, bien por lesión sulfam.l-
mal, !'l cartílago de esta zona crece y prolifera ha- dica como sostiene GREENSPANN Q セYM insuficiencia
cia la diáfisis, degenerando en su extremo diafisario エオ「セャ。イ@ que produce un disturbio de' la regulación
simultáneamente ante;:; de ser invadido por los ca- ácid:-base renal que trae como corolario una ーZセョ@
pilares y osteoblastos; la intervención de la vitami- pérdida de bases (Ca Na, K), calciuria y deposJcJon
11
na D en este proceso es aumentando el P orgánico cálcica renal n efrocalcinosis , y esta calciuria mo·
del hueso y su conversión en P inorgánico, que en ti va a su vez hi pocalcemia con hiperparatiroidismo
pr esencia del Ca precipita con éste, con el concurso r f'accional subsiguiente:. DebC'mos dejar consignado,
de los osteoblastos y la fosfatasa de r セ 「ゥョウッN@ En c;in embargo, que para alguna de <'blas ヲッイュ。セ@ de
el raquitismo, por el contrario, la dC'generación de infantilismo renal las C]uc sr acompañan de hlPr
las columnas celulares del cartílago de crecimiento genesia renal, p:Jr ejemplo se ha pC'nsado que tan °
no tiene lugar ordenadamente y rn el momento ade- la lesión renal como el retraso de crecimiento ten·
PATOLOGIA GENERAL DEL CRECIMIENTO 157 t '

eran eu causa común en una alteración hipofisaria influencia. en el crecimiento de algunos animales y
" ,,
"\JARA nMᅮセG@ ·' ' " ' TTLLMANN Y SCIIORR 11; 0 ) • que el déficit de algunas causa trastornos bien co-
1 t
L

.' .....
·Otra forma de infantilismo visceral, el intestinal nocidos en la especie humana beriberi, arribofla-
, celiaquia, podría pensarse de primera intc:1ción
0
vinosis, pelagra, etc.-, no se han descrito en cam-
y así se ha V<'nido admitiendo que obedeciera bio para ésta retraso &lguno del crecimiento, en su
·walmente a un trastorno del metab: lismo áldco srntido global y estatura!, condicionado por la ca-
10 • > '
mejor de su absorción, ya que la esteatorrea típi- rrncia de ellas. De tedas formas, aunque sea de una
oa de esta afección deja en libertad gran cantidad manera indirecta, sería irrazonable negarla ya que

'. ••
セ・@ ácidos grasos C'n rl medio inte.:>tinal , p::r .fer- sab<'m s hasta qué punto intervienen en diferentes
mentación de las grasas no absorbidas o vertidas sistemas fermentativos que son esenciales para la \
en su Juz (JIMÉNEZ DíAZ) "".los que se combinarían vida celula r y porque la anorexia y trastornos in-
con el Ca formando ェ。セッョ」ウ@ y ウセエイ←ョ、ッャ@ a la testinales que tan frecuentemente y d" un modo
absorción, la que adrmas Pe vena dificultada por precoz suelrn aparecer en la sintomatología de ::s-

.. ·-.
el déficit de vitamina D, que como liposolubl e tam- tas carencias beriberi, pelagra, arriboflavinosis-
bien sería mal absorbida. Sin embargo, igual que se dcbrn repercutir ?n la ingesta calórica total y ab-
ha argumentado para la enfermedad de Gierke, los ウセイ」ゥ￳ョ@ y aprovechamiento de los alimentos. RO!\UN- ,, .
r¡:sgos clínicos de insuficiencia hip:fisaria que cabe GER ''·' sostiene rPcientemente quo el déficit de vi-
señalar en estos niños y el hecho de que en las for·
mas de esprue del adulto superponibles, salvo el
tamina ,\ en los niños mntiva una detención de!
crecimiento y un estado distrófico que él designa
.• セ@

retraeo del crecimiento a la celiaquia en su pertur- como "Dystrophia alipogenética".


セ。」ゥ←ョ@ mrtabólica rl hábito corporal del enfermo La vitamina B , ha ウゥ、セ@ objeto en este último
sugiera también un dC'frcto funcional del lóbulJ an- tiempo de algunos ensayos que tienden a demos- '.'
terior de la hipófisis, inducen a trasladar la respon-
sabilidad de este infantilismo intestinal a una in-
!rar c¡ue es capaz de influir en el crecimiento in-
fantil. Así WETzr;L y sus cols. ''-, por la adminis- ...
suficiencia antepituitada, aunque no se pueda ab- tración de 10 ¡t de B .! a niños desnutridos con
solver de aquélla. totalmente el dcsar reglo metabó- f>dad comprendida entre cinco y doce años. obser- •
:ico como en las nefropatías qll' antes hemos citado. varon un manifiesto aumento del desarrollo corpo-
Todas ellas tienen dl' común, en efect::, un tras- ral controlado mediante su sistema de "cana- セ@
torno en la mineralización del hueso, precisamente les" Pn cinco de ellos, y CHOW ''"' un aumento de セN@
en la época en que las necesidades de éste en mi- r2so tanto en niños crónicamente desnutridos como
nerales sobre t... do dr Ca rstán más elevadas por r.ormales con dosis de 25 ¡;.. de B, 2 prolcngadas "
el proceso de crecimiento. En el raquitismo, es la ti ce;; y seis meses, respectivamente; pero Dow-
absorción cálcica, y sobre l. do el juego de la de- NIN'G '"' no pudv probar este efecto en niños pr e-
poEición fósforo-calcio en el ィオ・ウセ@ Jo quP se per- maturos y BEXJA:\n:-; y PINIE ''" fueron igualmente
turba; en las nrfropatías, el equilibrio en la ex- incapaces de confirmar セッウ@ resultados de WETZEL y
creción de ambos minerales, con sucesivo desnive- Cnow rn niñ.s desnutridos; será. pues. preciso es-
larniento de sus constantes hemáticas y moviliza- perar a más amplios ensayos para decidir este pun-
to, ya que como el mismo CHow opina sus hallaz-
.,
ción excesiva del Ca óseo por r eacción hiperpara-
tiroidea; en el intestinal, en fin, la absorción cál- gos s n simplemente sugeridores de experimenta-
cica. aunque el metabolism:: del P tampoco queda ción ("merely considered suggestive of trends").
impune, como parece indicar la hipofosfatemia que Parece probable, por el contrario, que en las de-
BE:\XET y HUNTER "'! encuentran con regularidad ficiencias ュオセ@ pronunciadas de vitamina e, si se
en sus casos. Es presumible que en la enfermedad prolongan suficientemente, el crecimiento se afecte
fibroquística del páncreas, también con esteatorr::a, セyoumans@ w 9 , SPIES y Bt.JTT 1 ' 0 ) . La intervención de
por ausencia o retención por estasis retrógrado de esta vitamina en el metabolismo de los aminoácidos

..
los fermentos pancreáticos u;'<, y p:::r un mecanismo aromáticos (tirosina, fenilalanina) ·que hoy parece
parecido al apuntaQo para la celiaquia, pueda per- asegurada por los trabajos de SHEALOCH y cols. 101 ,
turoarse el proceso de osificación con subsiguiente FISHLEY BセN@ MORRIS y cols. 101 , cte.-inclina a You- f
retraso de la talla; pero en este aspecto faltan has- 1\IANS a pensar que el retraso de crecimiento sería
ta el presente estudios clínicos precisos. No debe debido a la alteración del metabolismo proteico. Si

olyidarse, p:::r último, que aun admitiendo en la se añade la accién que ejerce esta vitamina en la
etlopatogenia de estos infantilismos viscerales una formación de la sustancia fundamental intercelular,
génesis hipofisaria, el trastorno funcional endocrino
Puede a su vez ser secundario a la hiponutrición y
perturbación metabólica, según las pruebas antes
y que en .su defecto los haces colágen:::s desaparecen
y aquélla se convierte en una sustancia de consis-
セ@
•,
tencia acuosa, y que aunque dicha alteración se ex-
aducidas, o acentuarlo al menos. comJ nos ha en- tiende a todos los tejidos es más acusada en los ,1
•eñalado la triste experiencia de los campos do con- sometidos a más rápido crecimiento como s:::n los f
•, '
•,•
centración y hambre colectiva en la pasada guerrP
mundiaL
huesos y su matriz orgánica, no puede sorprender- •
nos que tal retraso estatura! pueda presentarse.
Otras perturbaciones metabólicas presentes también
lll. Posible influencia de otras deficicnrios dta- en el escorbuto descenso de la fosfatasa, esterasa,
mínicas. xidasas, exigua capacidad de oxidación de la glu-
cosa, defecto de la utilización del Ca, etc. -contri-
CAunque desde las pri.!'nitivas experiencias de MAC buirían además a justificarlo.

.
OLLUM se sabe que la vitamina A es indispensabk Es casi seguro que aparte de todos los factores
Para el crecimirnto de ciertos animales la rata. dietéticos y metabólicos que en rápido esquema he- •
セイ@ ・ェセーャッ@ , no se concce ninguna forma clínica mos ido señalando como de influyente papd en el ;
/enanismo infantil c¡ue sra achacable a esta caren- cr<'cimicnlo del organismo humano, existan otros.
dia Y otro tanto cabe decir de la B 1 y complejo B. hoy desconocidos. que la investigación futura se en-
e las que si bien tenemos patentes muestras de su cargará de demostrar. Así parecen sugerirlo las re-
158 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA 15 mayo QY セ@

cientes experiencias de yオッkiセ@ 1


' ', que después de antes de tPrrninar, y es el de ·si el proceso mism
..
' •
haber comprobado que un suplemento de hígado ori-
ginaba un mayor crecimiento en ratas bien alimen-
del crecimient:: purde sEr una condición para el 、・ウセ@
arrollo de algunas enfermedades. Ya <.'n la exposi-

... tadas y con una dieta completa de alimentos no pu- ción que hemos rcaliz,ldo se ha mencionado alguna
rificados, realizó un ensayo similar en un grupo de corno el raquitismo, que s.i bien es debido a un dé:
niños con buen estado de nutrición de unos dos ficit de vitamina D. prec1sa la coparticipación del
•• años de edad, a los que administró durante エイセ」・@ se- aumento de necesidades dc Npセエ。@ カゥエセイョ。@ que el ere.
manas un preparado de hígado de buey dtsccado dmit•nto implica; pero qmzn <'1 eJemplo más inte-

.... •
en f orma especial, cbservando al cabo de {'Stc tiem- ョMNセhjャエ」@ sca l l de la dial-:Jctls infantil, que a su vez
po un aumento de talla estadísticamente significan- puede ac, mpaiiarsc d( infantilismo.
te. El bajo· contenido de E . de dicho preparado eli- Las rt.'laciones patogt;nicas dC' la diabetes infan-
mina la posibilidad de que- tal incremento pudia<> til con C'l crceimicPlo cabe C'Xaminarlas desde dos
deberse a esta vitamina y, según el propio YunKI'\, puntog d(' vista: d dínico y el experimental. Lu
• ti tampoco es probable que en él ィ。セᄋ@ intervcnidtl Ll ( Jínica proporciona do<; hecho:; el gran interés: 1.
1 llamado "repi'.Jducti\'C factor R". en que es rico el Qtw su iniciación coincide con uno d(' 1 s acmés de
hígado de ciertos pescados. La naturaleza. JHil's. de cn•cimiento: así \YHin; 1 :. la VL' d<.'sarrollar;,e en.
este nuevo estimulante del crecimiento aislado por t イセNZ@ los t re." y seis años y a los doce años, con un
YUDIUN permanece hasta ahora desconocida. r..úximo u•· fr( cuc:Jcia para ambos st>xos a los dorr
De todo lo qu<.' antecede puede concluirsL' en la años gtneralmcnte múc:; prC'eoz para hc; mucha-
trasccndente importancia que una alimentación ad - c>has Hッョ」セ@ ailos l y más tardío para 1 s mueharhos
cuada eierce sobre el cr<.'cimient :: infantil. ,\unque (trece años) ; y TI. Que la oh('sidad no pan..,.e ju·
la ョ 」 ゥ￳セ@ no es nueva, sí puede decirse que ha ad- セZョᄋ@ un papl'l C'n su r,·alización. lllH'.s sólo el 5 por
quirido más viva realidad en los últimos años. y 100 de (•stos niños diabéticos !'ran obc.c:;os en el mo·
esto tanto por el avance en nuestros conocimh'IÜO'> me:nto de d('sarrollarsP su dialwtt•s. Podría añadir-
sobre la nutrición. que ha permitido además ofre- se 1¡ue el niño diabético. al iniciars(' su ('nfermedad.
cern::s testimonios de irrecusable objetividad, como <.' S alto (Wmn;) y tiene un avanzado d\•sarrollo dt·
por las desgraciadas experiencias colectivas vividas los huc.sos t.s y los di('ntt's 1 " 1'. Estos hechos inrli·
tn muchos pasíes en el pasado decenio. Xo s. pues . nan a ー・ョセ。イ@ <}ue la diahetc.s infantil tiene algo que
importuno insistir sobre ello, tanto más s1 <;(' aña- \'t'r con rl proceso de cn•cimicnto. puesto que sur;.:e
de que si nos impresiona la detención en el ritmo C'Uando la evol ución de (•st•• SC' intensifica y se pr('·
de crecimiento experimentado por la p::blación in- st'nta con más frecm·ncia en los qu e エゥセョ」@ un rit·
fantil de aquellas naciones que se vieron sometidas n:o más rápido dí' thsarrollo. sin que, por otra pa1·
a una intensa restricción alimenticia durante la pa- te la ober·ddad, circunstancia favorecedora tan co·
sada guerra mundial u y nu. más aún deben con- mún en la diabetcs rl<'l adult , pueda ■ョ」オャー。イセp@
movernos aqu<.'llas observaciones recogidas entre aquí en su patog<'nia. Lo qu" t·onoeemos de la C'X·
•• niños procedentes de comunidades que se vieron li- r·m(lt• en m l l ¡Joi•Jr \' ¡ uÍ"'' st1sr•
bres de este azote, perv en los que Igualmente SL' !ac10nes. Citaremos solo las de mas ínlt.reb. En 1932,
demuestr a cómo una desnutrición crónica, tal vez EVAKS, con sus c. laboradort.s de California, セG L@ ob·P

) . inapar en te, condicion aba un déficit en la velocidad


y calida d del crecimiento (SPIES 10 .') .
servó que la administración de extractos antepitui-
tarios estimulantes del crecimiento a cachorrvs du·
rante un período de seis a nueve ュ・ウセN@ ccnseguía
VI provocar una diabetes :::ll par que el crecimiento
se detenía. Casi al mismo tiempo, HoussAY y B IA·
ÜTRAS INFLUENCIAS AMBIENTALES O ¡.;XÓGENI\S :>;O ALI- SOTTI 1 ' 1 obtuvieron un efecto similar en animales
MENTICIAS. intactos y parcialrn<::ntc pancrcatectomizados con un
extracto crudo hip0fisario. Las experiencias de
Es muy empírica la acción que otras influencias Your-.;c Mセ@ durante los a ñcs 1936-37 en gatos Y pe·
exógenas, no nutritivas, pueden tener sobre el cre- rros intactos a los que se inyectaba un extracto
cimiento. Se ha afirmado, por ejemplo, del ejercicio hipofisario, consiguieron igualmente provocar un
muscular, pero no existen experiencia seria, ni nin- trastorno diabético. si 'rnpre que el animal no se .ha·
gún estudio r ig uroso estadístico que lo confirme, ll ara en período d<' rrecimiento, pues 、オイ。ョセ」@ este
fuera de la acción que como es natural ejerce sobre sólo se obtuvo una aceleración del mismo. Sm em·
el crecimiento parcial de este tejido. Y otro tanto burgo, más tarde, con una administración muy pr ·
•' puede decirse de la luz y otras influencias meteoro- longada de extracto hipofisario promotor del ere·
lógicas. Sin embargo, el acuerdo es común en que cimiento, logró producir un síndrome diabético エ。セᄋ@
todos estos factores no deben dejar de influir, si- bién en· cachorros, al mismo tiemp::J que el cree!·
quiera sea indirectamente-a través de la regula- miento de estos animales se detenía; si entonces
ción n eur ohormonal y nutritivo-metabólica- , sobre se les administraba insulina, éste volvía a イ ・セ ョ オᄋ@
aquél, así como que una higiene correcta debe fav::;- darse. La conclusión de YouNG '' es que la ・ウセュᄋ@
r ecerlo; basta recordar la acción de la luz para la !ación del crecimiPnto provocada por dichos ex. ra ·
síntesis de la vitamina D por el organismo como tos hipofisarios sólo es p::;sible mediante un.a wsu·
ejemplo más indiscuti ble. Iina "extra" fabricada por <.'! propio ッ イ ァ。 ュ ウュッセ@ セ@
sea que durante el creci:niento acelerad? se precJs.
VII más insulina. Si esta interpretación es Justa Y pセヲ。@
de trasladarse a la diabetrs infantil nos ofrece a·
ENFERMEDADES CONDICIONADAS POR ャセl@ CRECIMIENTO. una fórmula satisfactoria para explicarnos su / 1a
DIABETES INFANTIL E INFANTILISMO DE M\URIAC. togenia y el retraso de desarrollo que a ve:! in·
asompaña; el esquema sería: Pxceso dc S1'H. una
La patología general del crecimiento plant.::a to- capacidad de las células beta de los. islotes ー。ャセカ・ョᄋ@
davía un último probl em a que no queremos eludir sobreproducción de insulina セ@ diabetes セ@
PATOLOGJA GENERAL DEL CRECIMIENTO 159 i

t a]rnentc enanisrr.o al faltar el efecto anabólico la diabetes pueden ser cualquiera de los antes apun- " ,,
セッエ・ゥ」@ de la STH por insuficiente coparticipación tados y que no hay necesidad de repetir, pero en de-
'
.....
セ・@ la insulina. Dentro de esta relación es interesan- finitiva, de un modo más o menos indirecto, supo-
recordar qu<' la alta mcrtalidad fetal que presen- nen una mayor Pxigencia de secreción insulínica has- ,..;
セZョ@ las mujer<'s diabéticas que estudios recientes ta un límite en que ésta va no es capaz de subvenir
. rnprucban que ocurre ya en embarazos anteriores a las necesidades metabólicas creadas por el creci- • 1
0
el desarrollo dC' su diabetes Bセ@ y ''' -, así como la miento y la disr.:gulación hidrocarbonada se des-
セ。」イッウュゥ@ de sus recién nacidos, se ha atribuído borda en un síndrome diabético.
セ@ factor hipofisario de crecimientJ y no al propio La diabetes de los niños se acompaña a veces de
trastorno metabólico diabético como se venía admi-
tiendo. BARNS ·y sus cols. '"; han conseguido provo-
infantilismo; si el hígadc es gran de se constituye
C'ntonces el síndrome de 1\fauriac. No existe una opi-
• 1 •• \

car hasta un 100 por 100 de abortos en ratas pre- nión unánime sobre su patogenia. Según los datos
ñadas a las que se administraba un extracto del ló- ;>ctuales, el déficit -relativo o absoluto de insulina
bulo anterior 、ゥ。「pエᅮセcGioL@ lo que parece sustentar lo justificaría, ya que, aun ex.istiC'ndo un exceso de
experimcntalmPntC' dicha opinión, y hace muy ]JOCO セti@ El crganismo cesa de crecer y la STH invierte
unos clínicos franc<'S<'S ''' han perfilado un nuevo su acción anabólica proteica cuando falta insulina.
síndrom<' bautizado (.;Omo síndrome de Young con Si esto es así, sería un caso paradójico de retraso
estrecha <>f'm('janza a loR hechos aludidos, y que S<' del crecimiento precisamc!!le por un exceso de STH
caracterizaría por mujt•rcs dt> talla exagerada, alta y el empleo más claro en que se revelaría la influen-
mortalidad fetal o ョ」 セ ョ。エャL@ macrosomia del recién e:ia de la insulina sobre este proceso. Pero la ex-
m:ddo. obesidad y chahet<'s. Riendo su respnnsabiC' ー\Gイゥセョ」。@ clínica es aue la corrección del síndr0me
un excesJ de STH. Como la herencia juega un pa- diabético no es suficiente para modificarlo, por lo
pe! indisculiblC' <'n la diabetes, no sería ilógico menos en los casos acusados: se ha pensado que tie-
aceptar que aquélla Sl' manifrstara en e<;tos ca- n< un origen gonadal 1 ':', una deficiencia andro-
sos rn una tendencia 'l !a producción excesiva de génica principalmente-que actuaría deprimiendo el
STH. que ccn o sin una debilidad congénita de <1na b hsmo proteico-, pues el 63 por 100 de estos
los islolt'S pancr1áticos 'lbocara en los niños más infantilismos pertenecen al sexo masculino, y la
predispuestos al deRarrollo de un síndrome diabé- nPdida terapéutica que se ha mostrado más eficaz
tico. igual (Jll(' ohluviNon en sus experiencias ani- es la administraci5n de andrógenos (WHITE). En
malrs EVANg, IIOU!';SA Y y YOUNG y sus ccls. todo caso, el retraso estatura! no parece debido a
Sin cmbar·go, por atractivo que sea este modo de un defecto de la STH, pues ・ウセッ@ no estaría de acuer-
pensar, no pueden olvidarsC' las objeciones que se do e n el aumento de gonadotrofinas que se ha
derivan dd resultado c](' otros investigadore" y que hallado en la mayoría de los casos en que se ha in-
futrzan a considera" com0 problemáticas algunas vestigado.
de las sug('l'Pncias a!>Untadas. Así RABE;o.; y WEs-
tエZrセオ[ョ@ ' afrrman que con sus extractos hip::fi- VIII
sarios sólo han consegu!do estimular el crecimiento
y nunca un síndrome diabético por duradera que
fuese su administración. Prro mayor disparidad de
Hemos visto la multiplicidad de factores que pue-
den imbricarse en la fisiopatología del crecimiento.
No debiera extrañarnos, ya que para asegurar di-
.1
opinión existe en el modo cómo la STH interfiere

..
en el metabolismo hidrocarbonado según se expuso cho proceso. tan enraizado en la evolución vital, la
anteriormentr: r ecuérdC'sc la acción frenadora de naturaleza debe haber desplegado casi el mismo
la hexoquinasa supuC'sta por los cセriL@ la que esla- celo con que hace posible la existencia misma del
bonan el Glucagón como producto de una secreción organismo. No es sorprendente, por ello, que su
delas células alfa insulares estimuladas por la STH impulso inicial sea, como el de la propia vida, ge-
f
-Giucagón que según las experiencias de CANDE- nético. P ero esta energía ancestral no bastaría a
LA •;t no sólo motivaría glucogenolisi.s, .sinJ también イセZ。ャゥコ@ su cometido si no se viera asistida, casi ..'
una inhibición del efecto insulina-, la disminución c}(>sde el mismo instante que nace, de una conste-
de la secreción insulínica pur la STH, que ANDERSON lación de condiciones que la fomentan y encauzan,
Y LONG 1 ' ' observaron en sus experimentos de per- por donde resultan éstas tan indispensables cerno la ' 'rf

fusión del páncrC'as de ratas, etc., todo lo cual obli- fuerza primitiva con que se engendró. La Patolo-
ga a dejar provisionalmente la hipótesis clab:rada Gía del crecimiento, efectivamente. si bien arranca
por YOUNG como susceptible de ulteriores retoques. algunas veces de un vicio genético, es en más nu- 11 •
Pero sean cual fueren estas rectificaciones, los he- merosas ocasiones consecuencia de una mala dispo- ,.
chos clínicos comentados y el イセウオャエ。、ッ@ dL las ex- sición de estas condiciones o factores que, en nor-
periencias animales parecen autorizarnos a c:ncluir mal concurso, garantizan un recto der rotero, pues
que en la etiología de la diabetc·s infantil juegan la multiplicidad de los mismos encierra en sí el pe- •セ@ '
dos factores: uno, genético, que según la :.:stadística
de WHITE puede comprobarse en el 20 por 100 de
los casos en el momento en que se desarrolla la dia-
ligro de su desproporción. Este desequilibrio es, en
ciertos casos, irreparable, sin esper anza de ulterior
compensación-como los de raíz genética o embrio-
•,•
'

セエ・ウ@ Y. se eleva hasta el 60 por 100 cuandJ ésta pática ; otros, los más, con posible co:rrección en
ャセカ。@ vemte años de evolución, y un segundo, hor- un balance favorable--como los debidos· a déficit
rnonal, una sobreproducción de STH en la etapa del proteicos, vitamínicos, hormonales, etc.-; gracias a
crecimiento, qu e quizá, a su vez, vendría genética- esta circunstancia la talla final del adulto no suele

.
rnente determinado macrosomia del rrcién nacido, LC'ner desviaciones desmesuradas: los extremos ver-
セu。 N@ alta de los niños antes del desarrollo de su dadC'ramente patológicos son en su mayoría los que セ@

;abetes, síndrome de Young materno-y que actua- llevan el sello de la mutación genética o los estig- ;
r-Ia, sobrepasando su propósito fisiológico, como rra- mas de la alteración embriopática.
ャセz、ッイ@ de la enfermedad. Los eslabones fisiopato - Es preciso añadir que estos factores no son inde-
gicos por los que estC' exceso de STH conduce a ーセョ、ゥ・エウN@ Entre ellos existe una interconexión evi-
160 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA 15 rnayo 1956

dente y que motiva que el trastorno de uno rep€r- miento carece de sentido para un fin biolósnco
cuta casi siempre sobre algún otro o varios. Así, o t ros perc1'b'1mos que es una pausa Impuesta . o•
Poen 1

una alimentación irumficiente puede no sólo afectar un trance vital, una adaptación en que el ere .r
el normal crecimiento porque éste no disponga de mi.ento . ・ウエ。オイセャ@ se sacrifica. Por otra parte, Q セ@
aquellos materiales que le son precisos, sino que ex1genc1as funciOnales que arrastra consigo e] cr .
además puede deprimir funcionalmente la actividad cimi-ento pueden ser causa d<' enfermedad o 」ッョ、セ ᆳ
ineretora de la hipófisis; un defecto congémto como ción favorecedora para ella.
la hipogenesia renal puede dar lugar a una nefritis Constituye así, pu<'s, la Patología del crecirnient
crónica, que a su vez produce un disturbio meta- un capítulo crucial de la Patolo.gía general, pues ・セ@
bólico desencadenador de un hiperparatiroidismo una atalaya desde la que el palologo abarca casi to-
r<'accional con desmineralización ósea y retraso del dos sus temas, abstrae ccn ceptos genéricos, se en.
(;l'ecimiento, etc. Observe mos que en algunos de es- ヲイ・ョセ。@ con el. organismo como totalidad y se siente
tos casos, como en los dos ejemplos mencionados, ァセ。カャエイ@ hac1a uno d<' los grandes misterios de la
parece ocurrir un sacrificio del crecimi-ento en aras VIda.
de la supervivencia del organismo ante una circuns-
BTDLlOGHAFlA
tancia adversa; si el trance se vence, aquél se re-
anuda de nuevo, como si superado el asedio ahora Coc.H .' u .. -Cit. K S . セ ᄋセZオN@ <'11 "Finalidad de ャ。セ@ ac-
pudiese dedicarse libremente a la realización de un l!\' JdadN< ッアセ。ョエ」ᄋウ@ . BU!'I1os Ait·cs , 191R
2. DRlEsCH, H.- Phylosonhie ・ャセ\@ oイセ。ョゥhcィ・@ 4 Aufl.
fin que no es imprescintllible en todo momento. Es Leipzig. 1928.
decir, cabe suponer que ciertos retrasos del creci- 3. bNョᄋセhG^@ J A. SC'hwt'iz. !\1t••l. \\'sdu·.. 1, 179. 1953.
4. sャGヲB|hセ@ H :>;utUJ'\\'iBI<. 12. l.(YJ:!. 1924.
miento son como una adaptación ante una condi- 5 PPTFil. K. Cit Bt'f'll セAZr@ 1'11 ,'\llg-t•tnt•il1t• Pathologie
ción desfavorable para la totalidad del organismo. ::\Iünchc11. Berl111. 19!'10.
ll \Y a^\sfNrセj@ セ N@ Clt Bt'Cif -.;¡:n t'11 !oc·. dt.
t>na demora necesaria para salvar un riesgo; y f'S SCIIAPEil, A. ,. COIIP."-', C.-Roux Ar!'h., 19. 341!, 1905
•• probable que las pausas y estirones que ya en el
7
'\ D.'l'Th<'II.\Km; V Das Aufhnu dt•>< GcsdJ!echtes beim
desarrollo estatura! fisi:::lógico observamos, tenga hoherc11 \\'irh<'ltit'J', Jt·11H, J!)-11,
9 B•t·n, C \ Sc·h\Yt•iz. !\1t>(l, \Vs!'ht·., 1, l'i.'l, 1953.
( 1 mismo significado trascendente y sean sólo ex- 10 XuRRI!' , E H Cit. 1).\t t• NI loe. c•i•.
rresión alternada de situaciones de agobio y pujan- ll D.\U.EJ.OW, A . !\1orphol Juhrhuc h, l<i. :lti1, 19·11 .
12 :<rntr.Tn:t:t•l:< KER , H. l'lug••rs At·ch., QセN@ ·199, 1916.
za, normales, en el juego vital entre el ser que se 13 B.n·n, C'. A ., Qセ|hANGッ[ᄀL@ F y H<rtll:, L. - Arch セA。ャN@
desarrolla y el mundo circundante. Coeur. 42, 373. 1919.
14 Ix:.t:BJARK, fl K Ac:tn ,\unt, fj, 113. 1!11>-.
Una contrapartida de este sentido de adaptación 15. BR!X\IE"-' , V. L , Vnn, ,\nnt. Ht'<', 113, 179, 1952.
serían las enfermedades del crecimiE'nto. Este re- JG. BAl'll, C. A, MoRIXll, J. C. y l'r.ttx<ll X, I•; , C. r. Ar.ad.
Sci .. 233. 2711. l!l5 l.
セ@ •' presenta una prueba de capacidad del organismo, 17 sコヲGZNtMHセyhiL@ A . QuJrnJcn <l•• lu contrncnún muscu·
requiere un mínimum de exigencias, pone a tensión lar. ::lfadrid, 1!152
18. cN|セpエZr^GoB L@ T. 0. Ct•ll grn\\lh nn1l t•t•ll ヲオョセエゥッZ@ a Cl·

..
ciertos órganos y equilibrios metabólicos, y si est s to<'h!•rnlrul 1\tllcl\' ;\;rw York 1!150.
resortes funcionales no son suficientemente elás- 19. BHM'.lii:T, !:'. Les rólcs des ncldrs nuclelc¡ut•s dnns la
Vl(\ df" la C'CIJ':!It· •' ·!•· セᄋャGヲゥjNM •• r. J.· .'t trt52
ticos aparecerá una situación patológica que ha sido 20. t\ᄋセ@ ,. (; s. '"'•·tz 'l· d \\' • セNイ@ 1 175. ᄀ・セᄋ@
condicionada por aquél. Hemos mostrado un ejem- 21. GRF.'x:, M. M. Cit FR IEilBElRG, CH. K .. en Disea.ses of
the heart. Phlladelphia. London, 1951.
plo típico de ello en la diabetes infantil. Aquí ocu- 22. GooT:-.-, P. Recherc'1es antropomctriques sur la crois-
rre justamente lo contrario de lo que hemos su- sance des divcrses parties du coros. París. 1935.
23. broセlG^ZL@ B., BATII.IlE'RI:, G, y LlCI!TEXSTEllX.-,-Ac•a 'Pae·
puesto cuando hablábam:::s de detención del creci- diatr., 30, 1, 1942.
miento por adaptación: el impulso por crecer no se 24. BRO)IlKG, H. y SCII WALilfl, E. Cit. HORSTMA.'\X, P..
en 89.
doblega, quizá porque es ya anómalamente enérgica 25. SuAREZ, M. Crecimiento. Métodos de estudio. Zara·
la producción de hormona somatotrópica, y el des- goza, 1953.
26. GR<YI'll.-L. R. Acta Med. Scancl. Suppl. 278, 145, 26.
enlace es el desarroll::J d·2 una diabetes como fracaso 27. BACKl'IIA."', G.-Wachstum und organische Zeit. Leipzig.
de una compensación. 1943.
28. BROOY, S.-Science, 67, 43, 1928.
En resumen: El crecimiento como proceso intrín- 29. A SLING, C. W., WALKER, B. C., SIMP:>ON, N. E. y EVA.'\S,
secamente vital y que tiende al desarrollo del má- H. M.-Anat. Rec., 106, 555, 1950. .
30. MARA RóK, G .- EI ct·ecimiento y sus trastornos. Madnd,
ximum de posibilidades biológicas de un organismo '1953.
se inicia de la misma combinación genética en que 31. VflRRf'HI'lUR, G. Fr. v. Dctsch. Med. Wschr., 2, 1.245.
19152.
el ser se concibe, y en sus primer:::s estadios es a!'- 32. HANHART, E.-Schweiz Med. Wschr., 1, 198, 1953.
tificiosa toda línea de separación entre vida del em- 33. MORCH, E.-Cit. HA;>;HART en loe cit. 32.
34. FElRRlER, M., CHONOtl\'r:, R. y VA.'J Pl'1l'ERGIIEX, J.-Rev.
brión y crecimiento de éste; pero conforme se va Clln. Esp., 47, 7, 1952.
alcanzando un momento de diferenciación orgánica 35. ANCP:L.-Cit. FERRIIiR y cols. en 33.
•• que permite la supervivencia sin crecimiento- aun- 36. WHASINGTON, S. A.-Git. marセᅮn@ en 30.
37 SCHMIDTS, E. B. V cols.-Ann. In t. Med., 36. 652, 1952.
que esta supervivencia sea muy limitada en su ca- 38. BEIXDA, C. E. - Mongolismo y cretinismo. Barcelona
pacidad biológica-, la función de crecer precisa ser 1954.
39. CAÑADELL, J. M .-Traslomos del crecimiento Y del des·
sostenida por les estímulos incretores del propio or- arrollo sexual. Bat·celona, 1949.
ganismo y asistida de un material nutritivo proceden- 40.
41.
MoRA..'IT, G. M.-Brit. M ed. Bull., 8, 316, 1951.
EVA:>:S, H. M. y LoNr;, S. A. -Anat. Rcc., 21, 62• 1921
te del mundo exterior que anteriormente era sumi- 42. KF:hiP. T.-Klin. W schr., 13, 1.854, 1934. !)44
nistrado por vía placentaria. Desde el instante en que 43.
44.
Lr, C. H. y EVA;-.>S, H M.-Sclence, 99, 183, 1 J ·A
FISHMAN, J. B., Wll.IIEL.\11, A. E. y Rt•ssELL, · .-
la función de crecer ya no es absolutamente nPce- Science, 106, 402, 1947. S · ce
saria para que prosiga la vida del organismo, pue- 45. Lt, C. H., EVANH, H. M. y siセGhoAL@ M. E . - cJCO .
108, 624, 1948. 53
de establecerse una disociación entre ambos proce- wセi s iAeckGZrN@ Deutsch. Mc!l. Wscl11'., 1, 238, Qセ
sos, que unas veces hallará su causa en la misma
46.
47. ERBIIEIM, S. Ergebn. d. Allg-. Puthologic, 21, セ@ .:_yale R@ · 1926

4S SIMPSON, ;M. E., A RJ,II'G, C. W . y EVANS, H. ·


combinación genética de que arrancó y otras en la J. Biol. a Mcd., 23, 1, 1950-51.
inadecuada atmósfera endocrina que debiera fomen- 49. SM rTrr, J. Journ. A m. Mcd . Asll. , 88, 158, 1927.
50. BElzNAK, M. J. Physlol., 116, 74 , 1952. . bor·
tarla o regularla o en que el material plástico-ener- 51. LJ, C. H. y EVANH, H. M. Rcccnl progress 10
gético no es en la cuantía y calidad precisa o ,falla mone research, vol. 3. pág-. 3 .•Ncw yッイォLeQセ」ゥョᄋ@
en algún punto su distribución metabólica. Pero si 52. SosKrN, S. y l.JEviNF:, R. P1·ogrcsos de la n
log1a cl!nica, pág. 1. Bat·celona, 1951.
bien en muchos casos esta perturbación del crecí- 5il. WHITE, A. , en pág. 9 de loe. cit. 52.
PATOLOGIA GENERAL DEL CRECIMIENTO 161 • 1

51
sz¡x:u, C. M. y whAtセ[N@ A. - Endocrinolo¡.,')', 44, 150, 112. BECKH, H., sャセᄋウックL@
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M. E., Lr, CH. y EVASS, H. M. " lo
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55. Yol''<<:. Cit sャセヲpoxL@ J. L .. en Bt·it. Med. J .. 1, 725, 113 StLVt:R.:ItA:-:, W. A., BAY, R. L. y LonE, F. C.-Pedia-

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ORIGINALES

EL BOCIO ENDEMICO EN LA ISLA DE grados de las cifras medias referidas en los


SAN MIGUEL DE LA PALMA pueblos situados a 300 ó más metros de altura.
Los cultivos más importantes son plátanos,
M. HERKÁNDEZ felAciaセoN@ patatas, tomates, cereales, boniatos, algodón,
caña de. azúcar, \id, hortalizas, frutales y ñame.
Entre la vegetación silvestre destaca el Pinus
Consideramos útil advertir la existencia de canariensis, faya y brezo, con los que alternan
セ@ . un foco de bocio endémico en la Isla de San
Miguel de La Palma (Canarias), cuyas carac·
pastizales de tedera y tagazaste. zonas herbá·
ceas de gramíneas y algunos ejemplares de Dra.
terísticas peculiares ya fueron recogidas por
..
go (Dracaena Draco) •.
ÜRTIZ DE LA..""DÁZURI, a través de nuestra comu· Posee algunos manantíale-,, que en ciertos lu·
nicación, en su Ponencia de la I Reunión de la gares son numerosos, pero en s u mayoría ュセオ ᄋ@
Sociedad Española de Endocrinología 1 • ficientes para abastecer de agua al vecindario
La circunstancia poco frecuente de que ello
, . ocurra entre personas que conviven en el lito-
ral, unida a la posibilidad de aclarar alguna de
y los terrenos; existen pocos embalses y nume-
rosos aljibes; casi todos los manantiales bro·
tan a más de 1.000 metros de altura y alguno
las causas que puedan influir en su desarrollo a más de 2.000 metros.
para encaminarnos hacia la profilaxis, es lo
que fundamentalmente nos ha dispuesto a este La población de la Isla es de 63.809 habi·
estudio, que en su día se hará más extenso al tantes, correspondiendo 29.708 al sexo ma.scu·
objeto de tesis doctoral. lino y 34.101 al femenino.
La Isla posee, de Norte a Sur, 47 kilómetros, El grupo humano primitivo de las Islas Ca-
y de Este a Oeste, 28 kilómetros de extensión; narias lo formaban, según FALKEMBURGER 5 : un
es extraordinariamente montañosa, con a lgu- 35 por 100, guanche o Crommagnón; 11 por 100,
nas alturas que sobrepasan los 2.000 metros 2 • negroide; 30 por 100, mediterráneo; 13 por 100,
Geológicamente, en el Norte y Centro se apre- mixto, y 11 por 100, braquicéfalo.
cian principalmente dos formaciones : una, an- Para el estudio de la <:asuística adoptamos la
ol
tigua, integrada por basaltos y diasbasas, y otra, clasificación seguida por el profesor ÜRTIZ DE
más moderna, situada por encima de la ante· LANDÁZURI en la endemia de Granada, por con·
rior, constituida por una capa traquinofolítica siderar que es la más útil y completa 6 •
profusamente surcada por corrientes de lavas Por su morfología: A) Nodulares. B ) Difu·
y bancos de tobas y arenas. En la parte meri- sos. C) Sin bocio.
dional abundan la vas más modernas, que llegan Por su función: a) Hipofun.cionales. b) Nor·
con frecuencia¡al m ar, e inclusive rebasan mu· mofuncionales. c) Disfuncionales. d) セゥー・イヲオョᄋ@
chísimo el litoral, como ocurre con la proce- cionales. e) Tóxicos. f) Cuadros especiales.
dente de la última erupción volcánica, acaeci-
Todos ellos, según su tamaño, en: I) Palpa-
da en 1949.
ble y poco visible. Il) Francamente visible. IIlJ
El clima es en general benigno, con tempe-
ratura media de máxima de 24" y media de mí- De gran tamaño.
nima 17,6° en el litoral 3 ; pero como las alturas 1. C. M. M., 66 afío.9, casada , de Los ·¡¡a·
Llanos. Bocio
aumentan rápidamente al adentrarse en la I sla, tipo A-III·c. Comienzo a los 10 afío.9. Algunos farnJ
las temperaturas descienden de tres a cuatro r es lo han tenido. Mct. B. más 2.

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