Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RESOLUCIONES:
Como sabemos, en cualquier parte del mundo y como sucede en nuestro país, existe una
gran diversidad lingüística. Así, el castellano- nuestra lengua oficial- convive con otras
lenguas: la de los pueblos originarios (por ejemplo, el guaraní, el quechua, etc.), la de los
inmigrantes provenientes de países asiáticos, europeos, brasileños y norteamericanos.
Así como existen diferentes lenguas, también existen variedades de una misma lengua
que se van desarrollando en un tiempo y espacio determinado. Es decir, la cultura de un
pueblo se irá transformando de acuerdo a sus hablantes, a su civilización. En el caso del
guaraní- Tupí tenía un grado bastante elevado de cultura, revelado a través de su
religión, su moral, sus conocimientos cosmológicos, su arte y la ciencia. Y en cuanto a
civilización, tenían manifestaciones y hechos bastantes importantes en su organización
familiar, social y política, en industrialización y conocimientos aplicados, etc. Aunque en la
actualidad, hemos olvidado muchos de los tesoros creados por estos pueblos originarios,
es importante destacar que nos legaron una lengua riquísima, organizada y de gran
precisión felizmente recogida y preservada, especialmente por catequizadores y
misioneros, entre otras cosas.
La pregunta es ¿por qué en la actualidad hemos perdido la práctica por esa bellísima
lengua guaraní? A decir verdad, las culturas de la imprenta han inventado los diccionarios,
en los cuales pueden registrarse los diversos significados de una palabra según los textos
donde aparezca. Así, los diccionarios señalan las distintas acepciones para marcar
diferencias semánticas. En las culturas orales, por supuesto, no contaban con diccionarios
y tenían pocas discrepancias semánticas, ya que su pensamiento era indiferente a las
definiciones y las palabras solo adquirían su significado en el momento en que eran
usadas, que no consisten simplemente en otras palabras, sino que incluye gestos,
modulaciones vocales, expresión facial y todo el marco humano en el que se produce la
palabra hablada. Dicha práctica ha quedado abandonada.
Debido a que en las culturas orales el conocimiento que no se repite en voz alta
desaparece pronto, las sociedades orales deben dedicar gran energía a repetir lo
aprendido a través del tiempo. El conocimiento es precioso y difícil de obtener, y la
sociedad respeta mucho a los adultos sabios que se especializan en consérvalo.
Nosotros, como sociedad actual, debemos hacer lo posible por conocer la historia,
contarla y valorarla.