Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Grupo: 1m2-IS
El aspecto físico del robot creado por Honda nos recuerda a un niño enfundado en
un traje especial. Esta apariencia amigable es parte de la estrategia del fabricante
para evitar que el robot despierte desconfianza en el público. A tal punto Asimo ha
sido bien recibido, ya que tiene trabajo. En efecto, tanto en las oficinas del IBM en
Japón como en el Museo Nacional de las Ciencias Emergentes y la Innovación, en
Tokio, hay un Asimo trabajando como recepcionista, respondiendo preguntas de
los visitantes y guiándolos en el recorrido por las instalaciones.
En el caso particular de Asimo, su cabeza cuenta con videocámaras cumpliendo
su función de ojos, y un algoritmo propiedad de Honda que le permite interpretar
reconocer objetos y moverse entre ellos, aun si su orientación o iluminación no es
exactamente la misma que tiene almacenada en su base de datos.
Este mismo algoritmo es el encargado de reconocer las caras de los humanos que
le son familiares, o de interpretar gestos tales como detenerse si alguien se pone
adelante y levantar una mano en seña de ¡pare! Las cámaras montadas en la
cabeza de Asimo pueden transmitir vía USB lo que ven a una PC, por lo que el
robot puede funcionar como una cámara ambulante. Aunque pueda parecer,
Asimo no es un robot 100 por ciento autónomo, al menos no lo es en el sentido de
que no puede entrar en una habitación desconocida y tomar decisiones de cómo
moverse en ella. Previamente, debe ser programado con detalles específicos de
su entorno, y de las tareas que él debe realizar o en caso contrario, ser controlado
remotamente por un humano.
La mochila que carga en su espalda no es más que una computadora (hace las
veces de cerebro, aunque no se encuentre en su cabeza) que controla los
movimientos de Asimo. En realidad, se puede controlar de tres maneras
diferentes: desde una PC remota, inalámbricamente con una especie de joystick o
mediante comando de voz.
RESUMEN SOBRE LA LECTURA