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Los robots Capítulo

7
IMAGEN
SONIA “ROBOTIZADA” está dentro de un supermercado entre las gón-
dolas. Mirando cajas con manitos robots, antenitas, productos roboti-
cos… y dice “Los chicos de hoy en día no se cuidan los brazos ni las
piernas, ¿dónde voy a conseguirle un pie número 37 y _ a Bruno y una
mano nº 18 a José?”

Bruno: ¡Qué te pasa, que te veo levantarte tan abrumada y con los pelos • ¿Qué es un robot?
como si hubieras metido los dedos en el enchufe! • Los robots, parecidos
Sonia: ¡He tenido un sueño horrible! a los humanos
Bruno: ¿Qué soñaste?
• Androides y aparatos
Sonia: Estábamos en las sierras, vos, José y yo.
automáticos
Bruno: ¡Qué lindo! Junto a un río de agua cristalina… la naturaleza, los
pájaros… los amigos, los fogones… • La palabra robot: su origen
Sonia: Pero de repente, entre medio de las montañas apareció un gigan- • Desarrollo moderno
tesco e increíble ser enlatado. Me asusté mucho. de los robots
Bruno: ¿Y eso fue todo? • Los robots se ponen
Sonia: Entonces, corrí por la playa buscándolos, y resulta que ustedes a trabajar
me dijeron que sí, todo estaba tranquilo, que era Megatronix, un nue- • Programación y
vo amigo. Se fueron a jugar con él a las montañas… y volvieron, uno mensajes eléctricos
sin un brazo y el otro sin un pie. • El brazo del robot
Bruno: ¡Qué bueno, a mí me encanta la sangre!
• Robots industriales
Sonia: ¡Nooooo! Eso no fue lo peor. A ustedes no les chorreaba la
• Las ventajas de los robots
sangre sino que les chorreaba aceite verde y les hacían chispas por las
venas que les colgaban y ustedes felices. • Los robots se diversifican
Bruno: Jiji, ¿y como siguió el sueño? • Robots en el espacio
Tecnología 3

Sonia: Los dos, muy tranquilamente, me mandaban al supermercado a • Robots inteligentes


buscarles los repuestos… ¡Eran seres enlatados también! • Robots de la tercera
Bruno: ¿Éramos Robots? Jajaja, qué bien viene tu sueño para este nuevo generación
120 capítulo, cuyos contenidos son…
Un robot es una entidad virtual o mecánica, artificial que por lo general,
es un sistema electromecánico que, por su apariencia o sus movimien-
tos, ofrece la sensación de tener un propósito propio. La palabra robot
puede referirse tanto a mecanismos físicos como a sistemas virtuales de
software. Existe acuerdo entre los especialistas sobre el hecho de que los
robots tienden a moverse, percibir y manipular su entorno y mostrar un
comportamiento inteligente. Aunque tienen una larga historia, las má-
quinas totalmente autónomas no aparecieron hasta el siglo xx. El primer
robot programable y dirigido en forma digital, el Unimate, fue creado en
1961 para levantar piezas calientes de metal.
Por lo general, la gente reacciona de forma positiva ante los robots;
no obstante, existe cierta preocupación sobre el impacto económico de
la automatización y la amenaza del armamento robótico, preocupación
que se ve reflejada en el retrato de robots, a menudo cruel y malvado, en
obras de la cultura popular.
Durante muchos años, los robots han estimulado la imaginación de la
gente en libros, películas, ferias y parques de atracciones; sólo reciente-
mente han salido del campo de la ficción. Están siendo utilizados por los
seres humanos en múltiples maneras. Cómo ha tenido lugar este cambio
y cómo continuará en los próximos años, es el tema de este capítulo.
Actualmente hay miles de robots trabajando por todo el mundo. Sus
actividades van desde delicados trabajos de ensamblaje hasta la eleva-
ción de enormes cargas, y pueden encontrarse en cualquier sitio, desde
fábricas y centrales nucleares hasta en el espacio exterior. En el futuro, los
robots muy posiblemente llegarán a constituir una parte todavía mayor
de nuestras vidas cotidianas.
Con la ayuda de “cerebros”, que en realidad son poderosas computa-
doras, los robots llegarán a ser, en algún momento, casi tan inteligentes
como las personas. Podrán hacerse cargo de una amplia variedad de tra-
bajos en oficinas, fábricas y hogares. Podrán también trabajar en lugares
especialmente complejos, como las minas o el fondo oceánico.

Falta texto en la ilustración:

Imagen de Bruno y Edu, mirando un “LAVERAP” des-


de la vidriera…
Bruno le dice: “Entonces para que un lavarropas au-
tomático sea un robot completo, lo único que le falta
es que planche, seleccione la ropa y la coloque dentro
de sí mismo”.
Capítulo 7 | Los robots

Edu dice: Sí… y que al terminar la doble y la acomode


en el ropero.
Edu (globito de pensamiento): ¡Qué bien me vendría
ese robot para mi casa!
121
Los robots, parecidos a los humanos

José: ¿Viste, Edu, que siempre en el cine de ciencia ficción se representa


todo lo extraterrestre, lo que no es humano, como si lo fuera?
Eduardo: Sí, claro.
Bruno: ¿Por qué se muestra así?
Sonia: ¡Sí! Y además, sin siquiera un gramo de exceso de peso…
Eduardo: Eso es porque necesitamos tener empatía con los personajes,
aunque sea con los villanos; sentirnos identificados en ellos.
José: Claro, voy entendiendo, a pesar de que sean orejas grandes o de-
formes tienen que tener orejas… lo mismo con la boca, los ojos…
Eduardo: Sí, aunque no siempre exactamente igual a nosotros mismos,
deben ser parecidos. Lo mismo pasa con los robots. Si yo les pidiera
que dibujen un robot, seguramente ustedes le darían forma humana, Pero ante todo, ¿qué
con cabeza, brazos… pero no siempre un robot tiene aspecto humano. queremos decir con la palabra
“robot”? La definición más
Sonia: Casi nunca, Edu, es cierto. Siempre son cilíndricos o cúbicos y
amplia es “máquina que
deformes, digamos… imita a una persona en su
Eduardo: Son máquinas complejas; por lo tanto, su forma deberá adap- aspecto o actividad”.
tarse a los fines que tenga.

Los fabricantes de robots han tenido especial interés en diseñar máqui-


nas que de alguna manera parecieran seres humanos, lo que ha dado a
los robots su reputación sobrehumana. La idea de que una máquina pue-
da copiar fielmente lo que hace una persona, o incluso superarla amplia-
mente, produce sentimientos que van desde la admiración y el asombro
hasta el miedo total.

Androides y aparatos automáticos

Los robots con los que estamos más familiarizados son los de ciencia-
ficción, que adoptan fielmente la apariencia y las acciones de hombres o
mujeres. Tales artificios, que podríamos caracterizar como la forma más
avanzada del robot, deberían llamarse más propiamente “androides”. La
palabra procede de las griegas andros, que significa “hombres”, y eidos,
que significa “forma”.

Los muñecos que andan y hablan,


o que hacen cosas a imitación del
hombre, también suelen llamarse
robots. Pero mucha gente confun-
de los robots con simples aparatos
automáticos o autómatas. Meca-
nismos como los relojes o los se-
máforos para el tráfico funcionan
automáticamente, pero no son ver-
Tecnología 3

daderos robots.

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La palabra robot: su origen

El gran público conoció la palabra “robot” a través de la obra R.U.R.


(Rossum's Universal Robots) del dramaturgo checo Karel Capek, que se
estrenó en 1921. La palabra se escribía "robotnik". Sin embargo, no fue
Capek quien inventó la palabra. En una breve carta escrita a la editorial
del Diccionario Oxford, atribuye a su hermano Josef la creación del tér-
mino. En un artículo publicado en la revista checa Lidové noviny en 1933,
explicó que originalmente los quiso llamar labori (del latín labor, trabajo).
Sin embargo, no le gustaba la palabra y pidió consejo a su hermano Jo-
sef, quien le sugirió "roboti". La palabra robota significa literalmente “tra-
bajo esclavo”. El término “robótica”, utilizado para describir este campo
de estudio, fue propuesto por el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov.

Los robots en la ficción

El autor más prolífico de historias sobre robots fue Isaac Asimov (1920-
1992), quien colocó los robots y su interacción con la sociedad en el
centro de muchos de sus libros. Este autor consideró seriamente el con-
junto ideal de instrucciones que debería darse a los robots para reducir el
peligro que estos representaban para los humanos. Así, llegó a formular
sus Tres Leyes de la Robótica:

1. Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inac-


ción, que un ser humano sufra daño;
2. todo robot obedecerá las órdenes que le den los seres humanos, a
menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley;
3. y todo robot debe proteger su propia existencia, siempre que esa pro-
tección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.

Esas tres leyes se introdujeron por primera vez en su relato corto de


1942, “Círculo Vicioso”. Más tarde, Asimov añadió la ley de Cero: "Ningún
robot causará daño a la humanidad ni permitirá, con su inacción, que la
humanidad sufra daño".
Existen muchas películas sobre robots, como Inteligencia Artificial, de Ste-
ven Spielberg, Terminator, de James Cameron, o las dos películas basadas
en los relatos de Isaac Asimov: Yo, Robot y El hombre bicentenario, como así
también Cortocircuito y la versión de Walt Disney Pictures: Wall-E.
En televisión, existen series muy populares como Robot Wars
y Battlebots, de batallas de estilo sumo entre robots.
En la serie "Futurama", de Matt Groening,
los robots tienen una identidad propia,
como ciudadanos, poseen inteligencia ar-
tificial, libertad y poder de decisión.
Capítulo 7 | Los robots

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Desarrollo moderno de los robots

El artesano japonés Hisashige Tanaka (1799-1881), conocido como el


"Edison japonés", creó una serie de juguetes mecánicos extremadamente
complejos, algunos de los cuales servían té, disparaban flechas retiradas
de un carcaj e incluso trazaban un kanji (carácter japonés).
Por otra parte, desde la generalización del uso de la tecnología en pro-
cesos de producción con la Revolución Industrial, se intentó la construc-
ción de dispositivos automáticos que ayudasen o sustituyesen al hombre.
Entre ellos se destacaron los Jaquemarts, muñecos de dos o más posicio-
nes que golpean campanas accionados por mecanismos de relojería.

Sonia: Esa es una araña… ¡les tengo mucho mie-


do!
Eduardo: No, este es un robot hexópodo.
Sonia: ¡Igu-- Igual le tengo miedo!

Con más de cuatro piernas, estos robots son estáticamente estables, lo


que simplifica el trabajo con ellos. Sólo recientemente se han hecho pro-
gresos hacia los robots con locomoción bípeda.
En 2002, Honda y Sony comenzaron a vender comercialmente robots
humanoides como “mascotas acompañantes”. Los robots con forma de
perro o de serpiente se encuentran, sin embargo, en una fase inicial de
producción. El ejemplo más notorio ha sido Aibo de Sony.

Actividad

• Diseñar un robot:
a. Definir sus cualidades y funciones.
b. Realizar un bosquejo.
c. Investigar en Internet si existe alguno semejante.

Robot Aibo
El cuerpo humano contiene dos clases de componentes relacionados
con la acción. La primera está compuesta por el cerebro y el sistema
nervioso, y la segunda, por los miembros y las otras partes móviles del
cuerpo. Los robots están constituidos por componentes con funciones
semejantes, pero el robot más avanzado de la actualidad no es tan com-
plicado –ni muchísimo menos– como un ser humano. Por una parte, su
campo de acción está limitado por el hecho de tener un solo “brazo”. Sin
embargo, las instrucciones que lo controlan son transmitidas de manera
semejante a los mensajes que el cerebro envía al resto del cuerpo hu-
Tecnología 3

mano a través del sistema nervioso. En un robot, la tarea del “cerebro” la


realiza una computadora. Esta puede acumular información obtenida del
mundo exterior por medio de sensores, que asumen un papel semejante
124 al de los ojos y los oídos de las personas.
Los robots se ponen a trabajar

Durante muchos años, los ingenieros buscaron trabajos que pudieran ser
realizados por robots. Pero aparte de los parques de atracciones o del
mundo de las películas, esto resultaba muy difícil. La razón era sencilla:
los ingenieros carecían de la técnica y de las herramientas esenciales para
hacer que los robots fueran suficientemente fiables para ejecutar tareas
en la vida real.
Dos acontecimientos cambiaron este rumbo. Primero, ingenieros de
Estados Unidos se fijaron metas más bajas y decidieron que los robots
no tenían que imitar al hombre. No necesitaban parecerse en absoluto
a él. Los robots simplemente debían imitar las acciones de los brazos
humanos, controlados por computadoras. El segundo acontecimiento es
que la tecnología, especialmente en el campo de las computadoras, ha
progresado a pasos agigantados. Brazo robótico

Programación y mensajes eléctricos

La mayoría de los robots, entonces, debe recibir información por un me-


dio que no tiene paralelismo directo en los humanos o en otros animales:
la programación secuencial. Para programar un robot, el operador huma-
no proporciona a la computadora mensajes sobre los tipos de acciones
que quiere que realice.
El aspecto realmente importante de los robots es que la computadora,
a través de una serie de programas y un operador, puede hacerle ejecutar
una amplia variedad de tareas. Por ejemplo, el operador puede dar los
detalles para limpiar una ventana y observar su comportamiento. Al mi-
nuto siguiente, apretando otra tecla, puede ordenarle recoger una masa
de chatarra. Esa capacidad para saltar rápidamente de una tarea a otra es
la que hace a los robots útiles en la industria.
Como el ser humano, el robot necesita un medio para transportar la
información desde su “cerebro” a su “elemento de ejecución”, que en
este caso es su único brazo. En el ser humano, este medio está formado
por una serie de nervios. Miles de impulsos eléctricos circulan por ellos y
le indican, por ejemplo, a una mano, a través de sus músculos y tendo-
nes, que tome una manzana, o a un pie que golpee la pelota. De manera
similar, en un robot, el canal de la información son los cables eléctricos.
Estos alimentan motores que mueven los diferentes componentes del
brazo del robot.

El brazo del robot

Aunque tiene que conformarse con un solo miembro como equipo cor-
poral, un robot industrial moderno puede hacer muchas cosas. Un brazo
Capítulo 7 | Los robots

de robot puede situar objetos con precisión de un milímetro. Algunas


máquinas robotizadas pueden elevar pesos de hasta una tonelada. Un
brazo robótico típico consta de “antebrazo”, “codo” y “brazo”, además de
la “mano”. En otras palabras, es muy parecido al del hombre. Las articu-
laciones del hombro, el codo y la muñeca permiten al brazo mover un
total de seis ejes. 125
Los mecanismos que impulsan las diferentes partes del brazo son de
tres tipos. Se basan en el movimiento del aire comprimido (neumáticos),
en líquidos que se mueven a presión (hidráulicos) o en la energía propor-
cionada a una serie de motores eléctricos.
Una de las partes más importantes del cuerpo del robot es su “mano”.
En ella recae la función final del trabajo del robot, por lo tanto, es la parte
actuadora real. Puede tener diferente forma o función, para las diferentes
tareas: una garra, una manguera de succión o un imán. También puede
ser una unidad especial en la que se aloje una herramienta para deter-
minado trabajo.

Movimiento
vertical

Movimiento
horizontal

Movimiento
rotatorio

Robots industriales

Existen actualmente en el mundo cientos de miles de robots, de los cua-


les probablemente el 90% funciona en fábricas. No hay nada notable en
este hecho: los robots realizan muy bien trabajos simples, y los lugares
más evidentes donde pueden hacerse cargo de estos trabajos son las
fábricas.
En ellas se producen grandes cantidades de artículos de todo tipo. Has-
ta la Revolución Industrial, la fabricación de objetos no se hacía de ma-
nera muy organizada ni sistemática. De allí en adelante, tanto el nivel de
organización como el uso de maquinaria no han parado de evolucionar.
Así pues, no hay nada nuevo en que las máquinas hagan el trabajo del
hombre, pero hasta hace poco la mayoría de las máquinas de las fábri-
cas hacían tareas repetitivas en las que no intervenía la habilidad de las
manos.
Por ejemplo, una máquina automática podía ser muy buena para po-
ner pernos en una serie de agujeros de una plancha metálica. Pero los
pernos debían ser siempre del mismo tamaño y forma, y los agujeros
Tecnología 3

siempre tenían que estar en la misma posición dentro de la plancha. La


máquina no podía variar el trabajo de ninguna manera, por ejemplo,
poniendo pernos de diferente modo.
126
Las ventajas de los robots

Entre los trabajos más comunes realizados por los robots están la solda-
dura y la pintura de automóviles. Armados con una pistola de pintura,
pueden ser programados para cubrir piezas de formas complejas. Para
esos quehaceres, los robots aventajan a las personas en cuanto a salu-
bridad y eficiencia.
Otro trabajo realizado por los robots es el simple levantamiento y aca-
rreo de objetos de un lugar a otro de una fábrica: desde piezas de má-
quinas a bolsas de cemento. Un robot, por ejemplo, puede apilar cui-
dadosamente los objetos de acuerdo a un programa preestablecido de Robot que pinta objetos irregulares
instrucciones. Si el director de la fábrica los quiere apilados de forma
diferente o apilar la serie de objetos en otro lugar, todo lo que tiene que
hacer es cambiar el programa.
Los robots también se usan para alojar piezas tales como componen-
tes electrónicos en otras partes de un equipo, por ejemplo tableros de
circuitos impresos para equipos eléctricos. Son útiles para sacar objetos
de máquinas automáticas, tales como las máquinas-herramienta, o los
troqueles usados para moldear. Así, el robot es un sirviente, ya que realiza
un trabajo que normalmente haría una persona.

Los robots se diversifican

Los robots van realizando cada vez más tareas de mayor diversidad. Por
ejemplo, una tarea que siempre ha sido peligrosa para los trabajadores
es la inspección y el mantenimiento de las centrales nucleares. Actual-
mente son los robots quienes realizan ese trabajo.
La parte fundamental de una central nuclear es el reactor, donde tiene
lugar la reacción nuclear, generando una enorme cantidad de calor. En
una central nuclear clásica, la energía calórica es convertida en energía
eléctrica. Dentro del reactor hay barras de uranio radioactivo que cons-
tituyen el combustible del proceso. A medida que se van usando, las
barras de uranio tienen que ser sustituidas. Las máquinas ordinarias no
tienen dificultad en sacar y meter las barras, pero además, es necesario
inspeccionarlas para detectar posibles fallos una vez que están dentro
del reactor.
Hace años que los trabajos esenciales dentro de los reactores los ha-
cen mecanismos no robóticos. Se los llama dispositivos teleoperadores. A
veces se los confunde con robots, pero en realidad son brazos mecánicos
que responden a las instrucciones de un operador (y no un ordenador,
como en el caso de los robots). En una central nuclear, el operador se
sienta fuera de la zona de peligro, en una sala de control.
Actualmente se está desarrollando una nueva generación de robots
adaptados al trabajo en centrales nucleares. Taylor Hitec, una compañía
Capítulo 7 | Los robots

inglesa, está trabajando en un mecanismo que puede deslizarse a través


de un orificio de entrada en el reactor y luego abrirse como un paraguas,
convirtiéndose en una mano robótica. Una computadora situada fuera
del reactor controla la mano actuadora mediante un cable, para realizar
una inspección (en ese caso, el brazo sostiene una cámara de video) o
para quitar piezas metálicas. 127
Antebrazo
Brazo
Dedos
Mano
Muñeca
Codo
Hombro

Cintura

Robots en el espacio

Los científicos han hecho gran uso de las máquinas en el espacio. Aunque
mucha gente querría imitar a los astronautas y darse una vuelta por el
espacio, sabemos que se trata de un lugar extremo, inviable para la vida,
si no se cuenta con la protección de trajes espaciales adecuados. Los as-
tronautas recurren a ellos para realizar, en el exterior de las naves, tareas
que no se pueden llevar a cabo de otra manera. Pero las funciones más
importantes en el espacio son realizadas por artefactos que no requieren
de la presencia humana. Es el caso de las compañías de comunicaciones,
las cuales ponen en órbita satélites que envían información de una parte
a otra del planeta, conectan llamadas de teléfono, Internet, video, etc., y
que funcionan automática y autónomamente, aunque siempre monito-
readas desde la Tierra. Otros tipos de naves espaciales nos envían infor-
mación sobre fenómenos más distantes y toda clase de datos científicos
sobre la naturaleza del sistema solar, imágenes de otros planetas, sus
satélites, anillos, etc.
Tecnología 3

Aunque la mayoría de estos dispositivos espaciales no entraría en la


idea que tenemos de los robots, lo cierto es que muchos de ellos revisten
las características para considerarlos como tales. Por ejemplo, los (ya an-
128 tiguos) vehículos Viking que los Estados Unidos enviaron a Marte en 1976
tenían dispositivos en forma de cuchara que excavaban el suelo para
tomar muestras, mientras eran controlados por computadoras a bordo
de la nave. La última nave Voyager que los Estados Unidos enviaron a las
profundidades del sistema solar en 1977, contiene computadoras que
pueden ser reprogramadas por señales de radio emitidas desde la Tierra
para guiar la nave.
Hacer trabajar en el espacio a robots en vez de a seres humanos, tam-
bién ahorra mucho dinero. Según cálculos hechos en los Estados Unidos,
mantener en el espacio a una persona durante una hora asegurándose
de que vuelva viva a la Tierra, cuesta poco más de 1 millón de dólares.
Los robots espaciales son caros de desarrollar y fabricar, pero, una vez en Robot explorador “Sojourner” en Marte
órbita, implican un gasto de mantenimiento considerablemente menor
que las personas. Además, si un robot espacial se estropeara, podría ser
sustituido fácilmente, sin lamentar la pérdida de vidas.

Robots inteligentes

Ninguno de los robots mencionados hasta ahora puede competir con


las personas en un aspecto importante: el de pensar. Incluso los robots
de “segunda generación”, con la incorporación de sensores que captan
información del entorno, están muy lejos de las personas en cuanto a su
capacidad de interpretar esa información y actuar en consecuencia.
Las máquinas de “segunda generación” reaccionan simplemente como
un reflejo frente a lo que esté sucediendo a su alrededor, automática-
mente, según el propósito para las que fueron diseñadas y programadas.
La capacidad de evaluar la situación, tomar múltiples datos de sus sen-
sores interrelacionándolos y comparándolos con la experiencia previa,
pertenece a una generación posterior de estas máquinas.
El pensamiento implica un modo de procesar datos muchísimo más
complejo que el de las computadoras, los “cerebros” de los robots actua-
les. El camino hacia el pensamiento está ligado al desarrollo de “super-
computadoras”, sobre la base de modelos de redes neuronales semejan-
tes al funcionamiento del cerebro humano. Esto generó una importante
área de investigación científica llamada inteligencia artificial o IA.
Con las técnicas de IA las computadoras podrían llegar a ser mucho
más potentes y versátiles que en la actualidad. Podrían tomar decisiones
y ser excelentes sustitutos de los trabajadores humanos, actuando como
cerebro de una nueva raza de robots de tercera generación, “inteligentes”.
Tales máquinas se asemejarían a los androides de la ciencia ficción, por-
que realmente pensarían de forma similar a como lo hacen las personas.

Actividad
Capítulo 7 | Los robots

• Visionar la película “Inteligencia Artificial”, protagonizada por Haley


Joel Osment y Jude Law, escrita y dirigida por Steven Spielberg
sobre una idea de Stanley Kubrick. Posteriormente, debatir acerca
de lo que propone el film.
129
Robots de la tercera generación

¿Cómo proponen los investigadores desarrollar un nuevo tipo de compu-


tadoras, mucho más poderosas? Hay dos ideas como base de esta tarea.
En primer lugar, el principio está en cambiar la estructura de los progra-
mas, donde sus instrucciones operan una tras otra, secuencialmente. En
su momento, la estructura fue desarrollada de acuerdo con las posibili-
dades de la tecnología electrónica existente, porque las computadoras
no son tan complejas, su diseño es muy simple si las comparamos con el
cerebro humano.
En el cerebro pueden tener lugar a la vez, en paralelo, muchos pensa-
mientos o ideas, concientes e inconcientes, por eso los seres humanos
pueden pensar a la vez en muchas cosas incluso no relacionadas. Hay
personas capaces de conectar ideas llegando a conclusiones sorprenden-
tes o produciendo trabajos brillantes, como es el caso de Isaac Newton,
que desarrolló las leyes de la gravedad, o A. Einstein con la idea de la
relatividad, o J. S. Bach al componer su música, entre tantos otros. Diseñar
computadoras con microprocesadores con procesamiento paralelo no es
fácil. Hay que poner en movimiento diferentes ramas de “pensamientos”
(procesamientos) y volver a enlazarlas entre sí cada tanto.
El segundo método para hacer ordenadores inteligentes es rediseñar
las memorias. Los ordenadores actuales ya tienen dos bloques de memo-
ria: una almacena programas y datos relativos a la tarea ejecutada en el
momento, y la otra es una “base de datos” que almacena la gran masa
de conocimientos generales que permiten al hombre desenvolverse y
funcionar normalmente.
Es necesario enlazar la “base de datos” con la memoria de procesa-
miento del ordenador y la unidad central de proceso (CPU) de la má-
quina, si queremos que los robots de la “tercera generación” sean una
realidad.
Tecnología 3

130
Robots construidos por robots

En los más terroríficos relatos de ciencia ficción vinculados con robots,


ocurre que en algún momento estos se apoderan del mundo y esclavizan
a la población humana. Aunque los robots con capacidad para replicarse
aún no han aparecido en la vida real, los investigadores han establecido
recientemente las directrices técnicas que se podrían seguir para lograrlo.
Todo comenzó en los años 40 con John Von Neumann, un científico
húngaro-estadounidense, quien estableció que las máquinas deberían
ser capaces de reproducirse siguiendo ciertas reglas. Más tarde, los cien-
tíficos descubrieron que esas reglas son notablemente parecidas a las
que siguen las células animales en su reproducción. Según esta teoría, un
sistema robótico autor-reproductor necesitaría cuatro partes. La primera
es una fábrica automática que acopia materias primas y las convierte
en productos de acuerdo con instrucciones escritas. La segunda es un
duplicador que toma una instrucción escrita y la copia. La tercera, un
controlador que envía la instrucción al duplicador: una copia pasa a la
fábrica para su ejecución y la otra a las piezas finales producidas por la
fábrica. La cuarta parte, la final del sistema, es la instrucción que ordena a
la fábrica la construcción de una nueva fábrica automática completa con
las piezas que ha hecho.

Actividad

a. Ingresar a YouTube con el siguiente link: Argentina Latente (4)


Capítulo 7 | Los robots

http://www.youtube.com/watch?v=0VqjRIcA70U
b. Analizar la vivencia que se comenta sobre la inclusión de los
robots en la fábrica Ford.
c. Redactar conclusiones que vinculen las palabras: seguridad laboral,
eficiencia, eficacia, trabajo, desocupación, movilidad laboral.
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Los robots del futuro

Una cosa es segura: los robots que circulen por hogares y fábricas du-
rante el siglo próximo no serán los monstruos metálicos y voluminosos
de las películas de ciencia ficción. Estarán especialmente diseñados para
encajar en su entorno, probablemente serán relucientes, aerodinámicos
y con aspecto de aspiradoras ultra eficientes. Poco a poco los robots se
harán tan familiares como los motores eléctricos o las computadoras que
abundan hoy en hogares y fábricas.

Para jugar on line

Armar un propio robot en


http://www.j-u-e-g-o-s-online.com/Juegos-Robots/Juego-Crear-Robot-2.htm#
Tecnología 3

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