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El Tiempo es Dios

Todas las cosas ocurren según los dictados del tiempo; tanto lo bueno como lo malo
dependen del tiempo; la prosperidad así como la pobreza dependen del tiempo; el tiempo
es el factor determinante de todas las cosas; no hay nadie en el mundo que no esté sujeto
al tiempo; ésa es la Verdad.

¡Encarnaciones del Atma Divina! Los sabios han descrito a Dios como la encarnación del
tiempo. Realicen el verdadero objetivo de su vida en el mundo, ustedes están
experimentando continuamente el mismo ciclo de días y noches. Realizan las mismas
acciones y se dedican al mismo proceso de llenar el estómago. Así continúan año tras año.
Sin embargo, ¿qué esfuerzos están haciendo por llevar una vida que tenga un propósito y
los ennoblezca? Pasan por las mismas experiencias una y otra vez, haciendo las mismas
cosas una y otra vez. Si siguen viviendo de este modo, ¿qué valor tiene su vida? ¿Cuál es el
objetivo de la vida? ¿Cuál es su propósito primordial? A pocos les interesa hacerse estas
preguntas básicas.

Por lo tanto, lo que tienen que examinar es cómo llevar una vida ideal, llena de
bienaventuranza y orientada hacia lo espiritual, que sirva como ejemplo para otros. Las
personas se dedican a hacer "prácticas espirituales". Sin embargo, cuando se examina el
resultado de estos ejercicios, se descubre que no tienen sentido. Todos estos ejercicios están
destinados puramente a proporcionar algún tipo de satisfacción mental y nada más. Las
personas se dejan llevar por lo que imaginan que son sus experiencias espirituales en su
práctica espiritual. Sin embargo, lo que deberían buscar realmente es renunciar al apego
por lo no espiritual. No deberían depender del poder y de las riquezas del mundo. Dios
acepta sólo lo que viene de un corazón puro. Él no cede ante ninguna ofrenda mundana.

Todos los logros y las adquisiciones en este mundo son temporales y efímeros. Seducidos por
ellos, los seres humanos se llenan de engreimiento y finalmente se exponen a la ruina. Por lo
tanto, renunciando a la idea de ser el hacedor, el hombre debe considerar a Dios como el
único hacedor. Él es el dador, Él es el que recibe y también Él es el objeto dado.

El tiempo es la misma forma de Dios. El nacimiento y la muerte están contenidos en el


tiempo. Por lo tanto, todos deberían considerar al tiempo como divino y utilizarlo para
realizar acciones sagradas. No deberían malgastar ni un instante. El tiempo perdido es vida
perdida. Los frutos de sus acciones están determinados por el tiempo. Todas sus experiencias
son los resultados de sus acciones, ya sea la felicidad o el pesar, la riqueza o la pobreza. En
consecuencia, lo bueno y lo malo dependen de lo que ustedes hacen. Así como sean sus
acciones, serán los frutos que obtengan de ellas. El modo en que utilizan su tiempo
determina el resultado.
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Cuando tienen buenos pensamientos, adquieren una verdadera comprensión de lo real. Los
reflejos pueden cambiar, pero el objeto en sí no cambia. Por ejemplo, el reflejo del Sol en un
arroyo que corre, en un lago tranquilo o en un estanque lodoso puede variar, pero el Sol en
sí sigue siendo el mismo. El cuerpo de ustedes es como una vasija. Su mente es el fluido
dentro de ella. El Atma que se refleja en él es una imagen. La imagen es clara, fluctuante o
turbia de acuerdo al estado de la mente. La mayoría de las personas no pueden
comprender fácilmente estas verdades espirituales.

Los Vedas han descrito a todos como “hijos de la Inmortalidad”. La gente habla acerca del
espíritu, pero se comporta de un modo que contradice su creencia. Debería haber unidad
de pensamiento, palabra y acción. Para alcanzar esta unidad, uno tiene que comprender
la verdad acerca del Atma (Espíritu).

Dedíquense a realizar acciones sagradas: esta Atma es tiempo y el tiempo es Dios. Por lo
tanto, no deberían malgastar el tiempo. Llenen su tiempo con buenas acciones. No hay
práctica espiritual más grande que ésa. Santifiquen el tiempo que se les ha otorgado
mediante buenos pensamientos y buenas acciones. Para esto, necesitan cultivar la
compañía de los buenos, lo que a su debido tiempo los conducirá a la liberación. Llenen su
mente con pensamientos de Dios. Dedíquense a realizar acciones sagradas. Esa es
verdadera práctica espiritual. Las personas afirman que pasan horas en meditación. Sin
embargo, ¿de qué sirve esto si no hay concentración mental? Es mejor que se dediquen a
sus deberes regulares, presten servicio social o participen de los cantos devocionales. Por
estos medios traten de controlar la mente. Además, tal trabajo se transformará en
adoración. Dediquen todos sus pensamientos y acciones a Dios.

Cuando todas las acciones sean realizadas para agradar a Dios sus actos se purificarán. Si
quieren experimentar a Dios, tienen que hacerlo a través de sus deberes y sus acciones. Esto
no es tan fácil. Ustedes me han estado escuchando por muchos años. Toman notas y
escuchan las grabaciones. ¿Ha habido el más mínimo cambio en ustedes? Así es su vida.
Sólo cuando algún cambio tiene lugar en ustedes, ese es el fruto de su práctica espiritual.
Pasan sus días y noches en la misma rutina, ¿pero están haciendo algún esfuerzo por
cambiar su vida? Esfuércense por llevar vidas ideales. Sin ningún cambio positivo en su
conducta diaria, todo la práctica espiritual que realicen será inútil.

He aquí una historia que viene al caso. En cierta oportunidad, todos los ciervos del bosque
se reunieron en una asamblea y llegaron al consenso de que eran superiores a los perros en
diferentes aspectos: podían correr más rápidamente y saltar más alto que ellos; comían
alimento sátvico, a diferencia de los perros, que comían alimento rajásico.

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Por lo tanto, decidieron unánimemente, en medio de fuertes aplausos, que a partir de ese
momento jamás volverían a temer a los perros. Acababan de tomar esa resolución cuando
oyeron el ladrido estridente de un perro en el bosque. No perdieron ni un instante y corrieron
para salvar su vida; su resolución se había ido con el viento; ni un solo ciervo permaneció en
el sitio de la reunión. Las asambleas y resoluciones de los así llamados sadhakas (aspirantes
espirituales) corren la misma suerte.

Tengan sus manos en la sociedad y su cabeza en el bosque Sin la valentía de una


convicción y determinación firmes, de nada sirven las prácticas espirituales rutinarios
llevadas a cabo por aspirantes que oscilan de un momento a otro como el péndulo de un
reloj. Por otro lado, una persona que jamás se desvía de su determinación incluso en
circunstancias difíciles, es llamada ‘héroe’ y tal persona obtiene la gracia del Señor.

Deberían tratar de buscar la realización en la vida diaria, basando sus actividades


mundanas en los valores espirituales.

Esta es la verdadera práctica espititual que les proporcionará paz perdurable. Recuerden
que ustedes son ese origen inmutable: el Atma. Todos sus prácticas deberían estar dirigidos
hacia esta firme convicción y fe, culminando en la realización de su vida.

Por lo tanto, ¡Oh, encarnaciones del Amor Divino! Reconozcan que el año nuevo significa
Dios, quien recibe diversos apelativos referidos al Tiempo. Santifiquen el año nuevo
dedicándose a actividades puras, desinteresadas y ennoblecedoras.

Hasta donde sea posible, eviten causar daño o dolor a otros. Cosecharán lo que siembren.
Cuando se sientan perturbados por un sentimiento de ira, envidia, orgullo, celos y demás,
estén alertas y recurran a la contemplación del Señor.

Sri Sathya Sai Baba


Discurso del 1 de enero de 1991

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