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La relajación completa es ideal, pues en esta forma la sangre circula libremente, permitiendo
así, que las escenas que se han impreso en nuestro átomo simiente en el corazón, puedan ser
borradas con más facilidad mediante el fuego del remordimiento. Recordemos que de la sangre
depende todo nuestro desarrollo espiritual, pues el Ego tiene su morada en el calor de nuestra
sangre.
Al analizar nuestros actos del día en orden inverso durante la retrospección en la noche,
estamos estableciendo patrones de pensamiento, los cuales nos inclinan a actuar conforme a
ellos. Estos patrones de pensamiento, a medida que son repetidos noche tras noche forman
canales mentales por los cuales elevamos nuestro estado de conciencia.
Cuando reproducimos cada escena en orden inverso vemos primero el efecto y luego vemos la
causa que origino la acción. Esto nos permite ver realmente por que sucedió, sin la intervención
del cuerpo de deseos, el cual, al aliarse con la mente, tiende a mostrarnos un panorama
borroso y confuso de los hechos.
Hay muchas ocasiones en que lo que hemos dicho o hecho, ha dado una impresión falsa lo
cual no era nuestra intención provocar. Es importante señalar al respecto, que lo más
importante es el pensamiento que esta detrás del hecho, y no el hecho mismo.
Debemos procurar sentir en nuestro propio corazón el daño que hayamos hecho, con
una intensidad parecida a la que sentimos cuando nos frotamos una herida con sal. Es
este dolor el que borra la escena que hemos grabado en nuestro átomo simiente que
se encuentra en el corazón.
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Pero no nos descorazonemos por no poder todavía llevar a cabo la retrospección en la forma
ideal. Es bueno anotar que por muy imperfecto que hayamos realizado este ejercicio, siempre
tendrá resultados positivos en nuestra vida espiritual. Porque cuando nos esforzamos en sentir
el remordimiento, y nos regocijamos por nuestras buenas acciones, estamos en verdad,
quitándole poder a nuestro yo inferior, y al mismo tiempo dándole poder a nuestro Yo Superior.
No hay mejor método para avanzar espiritualmente, permitiéndonos aprender ahora lecciones
que estaban reservadas para vidas futuras.
La retrospección nos trae la salud de nuestro cuerpo físico, ya que realizamos la restauración y
armonización conscientes y en un menor tiempo que durante el sueño, quedando la mayor
parte de nuestro trabajo como auxiliares invisibles. Así también expulsamos diariamente los
sucesos desagradables de nuestra memoria subconsciente.
Es de gran beneficio espiritual para el aspirante que durante el análisis de cada escena, pida al
Cristo bendiciones para la persona que ha sido agraviada por nuestras acciones. Esto ayudará
grandemente a establecer un lazo fraternal entre ambos, puesto que habrá sido tocada en el
plano mental por la petición del aspirante.
Nuestro cuerpo vital queda fortalecido en los dos éteres superiores, el luminoso y el reflector,
los cuales componen el cuerpo alma.
Cuando sufrimos por nuestras malas acciones y nos regocijamos por las buenas, nuestro
cuerpo de deseos se va purificando, aumentando de tamaño y en luminosidad, de tal forma,
que el de un Santo, es un objeto glorioso.
Al imaginar cada escena con la mayor fidelidad posible en este tribunal interno de la verdad, en
el cual nuestro Yo Superior debe ser el juez, nuestra mente aporta el material (éter reflector)
para las escenas de este proceso, esto la convierte en un instrumento más flexible para el uso
del Espíritu.
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Aún con toda la persistencia que ha desplegado en sus obligaciones espirituales durante el
primer año, su conciencia experimenta otro sentimiento: Como se ha estado esforzando por
cambiar su vida, piensa que debería ser premiado generalmente con el amor de alguien del
sexo opuesto, que profese los mismos ideales, si es el caso de un soltero. En los casados se
produce a menudo un fuerte deseo, casi una presión para que su consorte se decida a tomar
sus ideales.
En ambos casos, si el aspirante tiene persistencia en la retrospección, con toda seguridad que
saldrá vencedor en cuantas pruebas puedan aparecerle, ya que podrá ver las cosas con la
verdadera luz, y actuar de acuerdo a ella. Pero, salir vencedor en una prueba, no quiere decir
que vayan a cumplirse los deseos del aspirante.
Ahora trataremos sobre la principal dificultad que enfrenta el aspirante con relación a la
retrospección: el quedarse dormido durante le ejecución del mismo.
El sendero espiritual es tan individual, que el enfrentar éste problema varia de una persona a
otra.. Generalmente, lo que sucede es que se ha estado perdiendo la voluntad. Por eso
debemos estar vigilándonos constantemente para darnos cuenta que se espera de nosotros, ya
que las Grandes Jerarquías están más deseosas de que avancemos que nosotros mismos.
Una gran cantidad de estudiantes no dispone en su hogar de las condiciones que puedan
facilitarle una buena retrospección. A menudo somos afectados por ruidos externos y demás.
Es necesario persistir para que dichas condiciones sean mejoradas; porque la persistencia trae
automáticamente la ayuda necesaria.
Podemos estar seguros, que las condiciones nos serán modificadas en el futuro, después que
hayamos aprendido las lecciones que se quiso que aprendiéramos. Pero no implica esto un
sacrificio? Desde luego que si, pero no nos sacrificamos durante varios años, pasando noches
sin dormir, estudiando para hacernos de una profesión honrosa?
Podemos alcanzar mucho desarrollo espiritual si hacemos las pequeñas cosas que los demás
no hacen caso, pero que están en nuestro sendero cotidiano. Es decir; el material para nuestro
desarrollo espiritual, esta más cerca que nuestros pies y manos.
El autor del principito nos resume de la siguiente manera al respecto: Unir la filosofía de la vida
a la cotidianidad, que por cercana pasa inadvertida y se rechaza como prueba de ese afán del
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hombre de encontrar lo mejor, sin darse cuenta de que lo tiene en sus manos. He aquí mi
secreto; es muy sencillo, consiste en que no se ve bien sino con el corazón, pues lo esencial es
invisible a los ojos.”
Por ultimo, queremos finalizar diciendo que: La retrospección va cambiando nuestro carácter y
automáticamente nuestro destino, por lo cual decimos que carácter es igual a destino. Esta es
la explicación lógica de las palabras de Cristo: “Seguid las leyes de Dios, y todas las demás
cosas os serán dadas por añadidura. Mateo 6- 33.