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JULIETH ROCIO IZAMAR DE LEON LOPEZ 3010-20-19923

FUNDAMENTOS DE LA TERAPIA ANALITICA PSICOLOGIA 7.MO SEMESTRE

RESUMEN DE LA TRANSFERENCIA SEGÚN FREUD


Según las teorías de Freud, cada vez que experimentamos nuevas sensaciones
estamos evocando parte de las experiencias pasadas que dejaron una marca en
nuestro inconsciente. La transferencia es, justamente, el modo en el que las ideas
y sentimientos acerca de vínculos con personas con las que nos hemos
relacionado antes son proyectados hacia otra persona, aunque sea la primera vez
que la veamos.
Por lo tanto, la transferencia es el modo en el que la mente humana revive ciertas
experiencias relacionadas con vínculos (que han quedado fijadas en nuestro
inconsciente) al interactuar con alguien en el presente, según Freud.
Partiendo de las ideas de Sigmund Freud, las transferencias están muy
relacionadas con los vínculos más tempranos y emocionalmente relevantes para
las personas, que en la mayoría de los casos son las relaciones con las figuras
parentales y maternales. La interacción con los padres y madres (o sus
substitutos, según Sigmund Freud) dejaría marcas muy importantes en lo
inconsciente, y estas podrían manifestarse en transferencias futuras.
Aunque teóricamente la transferencia es un fenómeno generalizado que se
produce en nuestro día a día, Sigmund Freud puso especial énfasis en la
necesidad de considerar el efecto que la transferencia tiene durante las sesiones
de psicoanálisis. A fin de cuentas, creía Freud, el contexto en el que se realiza la
terapia no anula automáticamente el funcionamiento del inconsciente, y este sigue
rigiéndose según sus normas.
Por tanto, durante las sesiones puede ocurrir la transferencia, que significaría que
el paciente proyecta en el analista contenidos de su inconsciente y revive vínculos
afectivos del pasado. De este modo, según Freud el paciente verá cómo su
relación con el psicoanalista tendrá reminiscencias de relaciones ya vividas, por
muy ilógico que parezca. Podrá enamorarse y desenamorarse del analista, sentir
aversión por él, odiarlo como se odió a una figura importante del pasado, etc.
Pero para Freud no era malo que se iniciase una transferencia desde el paciente
hacia el analista. De hecho, formaba parte de la terapia, ya que creaba un vínculo
emocional desde el cual el terapeuta podría guiar al paciente en la resolución de
conflictos psicológicos y de bloqueos basados en traumas. Dicho en otras
palabras, la transferencia sería un ingrediente necesario para que la relación
terapéutica se oriente hacia la resolución de los problemas de los pacientes.

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