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UNIDAD I.

CONCEPTO DE ESTADO Y SOCIEDAD

El desarrollo político de una nación se alcanza a través de la construcción de un


Estado en el cual el conjunto de sus instituciones opera en beneficio del interés
general. El escenario de la democracia permite que esta operación se efectúe
contando con la voz mayoritaria de los ciudadanos y con la opinión que ellos
tienen acerca de los problemas y asuntos prioritarios por atender.

Se registra con persistente frecuencia una tendencia a la distorsión del escenario


democrático por la corrupción de las instituciones públicas mediante mecanismos
que las ponen al servicio de intereses privados y sectoriales. Cuando ello ocurre, y
sobre todo cuando ocurre de manera excesiva, la democracia se desvirtúa
absolutamente. En estas condiciones, se transforma en una fachada para legitimar
prácticas generalizadas de corrupción.

Esto sucede en condiciones de un muy precario desarrollo político de una nación,


y tiene la perversidad de constituir un escenario que se retroalimenta y agrava
hasta cuando un verdadero mecanismo de ruptura radical rompe el círculo vicioso
de su reproducción.

Por otra parte, la capacidad de interacción a nivel internacional y, en última


instancia, la soberanía de una nación, dependen de la existencia de instituciones
legítimas, dentro de las cuales se garantice la sucesión de gobiernos legítimos, la
existencia de instituciones parlamentarias respetables y la continuidad de una
justicia operante.

as carencias o distorsiones en uno o varios de estos aspectos generan una


situación de debilidad - que puede llegar a ser extrema-, en la cual la soberanía se
ve profundamente afectada por las presiones externas o por la incapacidad de
ejercer una interlocución adecuada con los otros actores del sistema internacional.

De acuerdo con lo anterior, el aprovechamiento de los recursos naturales, la


creación de ventajas comparativas en los mercados internacionales, la distribución
de la riqueza, -concebida esta distribución como igualdad en las oportunidades de
educación, de salud, de empleo, de bienestar-, la interacción internacional y en
general, la movilización de una sociedad a través de sus instituciones en la
búsqueda del beneficio general, tienen como requisito el desarrollo político,
entendido éste como el adecuado funcionamiento de las instituciones públicas,
liberadas de los nocivos mecanismos de corrupción antes descritos.

1.1 Concepto de Estado

Un Estado es una organización política constituida por un conjunto de instituciones


burocráticas estables, a través de las cuales ejerce el monopolio del uso de la
fuerza (soberanía) aplicada a una población dentro de unos límites territoriales
establecidos.
Muchas sociedades humanas han sido gobernadas por Estados durante milenios;
sin embargo, la mayoría de las personas en la prehistoria vivían en sociedades sin
Estado. Los primeros Estados surgieron hace unos 5500 años junto con el rápido
crecimiento de las ciudades, la invención de la escritura, y la codificación de
nuevas clases de religión. Con el tiempo, se desarrolló una variedad de formas
diferentes de Estados, empleando una variedad de justificaciones para su
existencia (como el derecho divino, la teoría del contrato social, etc.). Hoy día, sin
embargo, el Estado-nación moderno es la forma predominante de Estado a que
están sometidas las personas.

La palabra Estado viene del latín status, y este del verbo stare (estar parado). De
ahí pasó a significar a algo parado, detenido, como en statu quo. El verbo stare se
vincula con la raíz indoeuropea *sta-, presente en el verbo griego ίσταμαι
(histamai, que se puede traducir como: establecer, poner en pie, detener, estar en
pie).

Como término polisémico designa también a todo aquel país soberano, reconocido
como tal en el orden internacional, así como al conjunto de atribuciones y órganos
de gobierno de dicho país.

Todo Estado está dotado de territorio, población y soberanía.

1.1.1 Definición social del Estado

El Estado ha sido uno de los objetos de estudio más importantes en las ciencias
sociales, ha sido cuestionado, deslegitimado, demonizado y santificado desde
diversidad de enfoques e ideologías. Sin embargo, una visión ha triunfado
históricamente sobre todas las diferentes apreciaciones y concepciones del
Estado, la que supone la soberanía universal, la obediencia individual a la
autoridad legítima expresada en la ley, aquella que promete la protección de las
libertades y garantía de seguridad a cambio de obediencia y de renunciar al
derecho de auto-defensa. Se podría decir que esta teoría es la teoría bandera de
la modernidad. De la mano de autores, como Hobbes (1985) y Maritani (1983), se
construyó una teoría normativa de carácter maximalista y universal.

En esta se parte de un supuesto pesimista de individuo para luego normativizar el


mejor modo de organización social de acuerdo con la naturaleza de dicho
individuo.

La teoría afirma que el poder concentrado y la soberanía absoluta es la respuesta


a las penurias de una sociedad agresiva y desorganizada (Hobbes, 1985). Durante
toda la modernidad el pensamiento ilustrado le dio matices a esta idea de
soberanía, graduando la intensidad que debería tener el poder soberano sobre los
súbditos, discutiendo si los derechos individuales dependían de la soberanía, o
viceversa. Sin embargo, la idea central de que una sociedad debería organizarse
en torno a la autoridad de un fuerte soberano nunca fue cuestionada (Uribe, 2001);
un soberano que encarne la separación ente lo público y lo privado, que por medio
de la instauración de un sistema legal permita la distinción entre un estado de
guerra, violencia, desorganización y otro estado de paz y justicia (Martínez, 2014).

Estas ideas son las que durante siglos han determinado el análisis intelectual y
científico sobre el Estado. La academia y la intelectualidad han partido del
imaginario de un Estado fuerte hobesiano compuesto por un sistema legal y unas
burocracias surgidas de un derecho positivo, en el cual la obediencia a ley es
indiscutida y la participación política una realidad, y la esfera pública y privada
están claramente delimitadas y separadas (Uribe, 2001)

1.1.2 Definición jurídica del Estado

La palabra Estado proviene del latín status y fue utilizada por Maquiavelo para
designar la comunidad política organizada con pretensiones de estabilidad, con
carácter permanente. Pero en el lenguaje corriente tiene también otras
aceptaciones y así llamamos Estado, a veces, al conjunto de los gobernantes de
una nación y en los Estados descentralizados se suele utilizar este nombre para
identificar al poder central por contraposición a los periféricos. Por otro lado,
cuando utilizamos la palabra Estado hacia dentro de una comunidad social
organizada tiende a veces a confundirse con el concepto de nación, mientras que
hacia fuera la palabra se utiliza para designar a los sujetos de las relaciones
internacionales (aunque también aquí a veces se usa indebidamente la palabra
nación).

Pero, por encima de estas utilizaciones de la palabra, nosotros debemos


centrarnos en el concepto jurídico, en la medida de que un rasgo básico del
Estado lo constituye el de ser una organización política regida por el Derecho.
Sobrepasando a las relaciones de dominación y patrimoniales de la monarquía
absoluta ("el Estado soy yo", dijo Luis XIV de Francia), el Estado de nuestros días
es una persona jurídica que actúa mediante órganos y éstos establecen un
conjunto de relaciones jurídicas recíprocas con la base social de la comunidad
organizada, es decir con los ciudadanos.

1.2 La naturaleza del Estado

Consideramos necesario decir que nuestro estudio siempre debe partir del Estado
como ente que no es de forma corpórea, sino que se observa en su propia
actuación, por medio de sus instrumentos. Ello porque su regulación con el
derecho es de extrema importancia. ¿A qué nos remitimos cuando decimos
“naturaleza del Estado? Precisamente se refiere a qué entendemos por Estado,
cuál es su origen, elementos, estructura, etc.

Por otra parte es el Derecho Constitucional el que da forma a los órganos del
poder de gobierno, y órganos técnicos que dictan y aplican el derecho aplicable al
pueblo, que en él determina su pacto previo de convivencia, y para su territorio o
espacio físico de dominio. Allí los tres elementos clásicos del Estado.

Como sabemos el origen del Estado, como lo conocemos actualmente, es


relativamente reciente. Sin embargo se podía hablar, en la antigüedad, de
ciudades Estados. En esta afirmación observamos la evolución del Estado, que se
transforma, y que acompaña el querer del pueblo.

Más allá de estos elementos señalados, existen determinadas características que


surgen de los mismos, los que se relacionan a través de una relación de autoridad
y subordinación entre sus integrantes: a) el ejercicio monopólico de la violencia por
quienes son titulares de la autoridad; b) la existencia de un orden jurídico; c)
relativa permanencia.

El Estado es, entonces, una organización creada por el pacto de los hombres y
que, posteriormente, desarrolla la sociedad. En ese sentido, luego del acuerdo,
necesario porque el hombre necesita vivir en sociedad de conformidad con su
evolución, es un ente social organizado e institucionalizado. Su fin es el bien
común mediante la regularización coercitiva y, eventualmente, coactiva, del
hombre por normas jurídicas dictadas por los órganos competentes creados por el
Poder Constituyente que deben seguir, o adaptarse a la ley natural del Creador.
Por ello el Estado es un grupo de hombres que decide vivir en sociedad y se
organiza, creando una organización institucionalizada y política, para habitar en un
territorio.

Hay quienes sostienen que su causa primera del Estado consiste en una
exigencia de la naturaleza humana, en tanto que otros afirman que es un producto
de la libre voluntad de los hombres, que su génesis obedece a fuerzas que están
por fuera de la sociedad; que es la sociedad la que obliga al hombre a someterse
al Estado, o que el hombre se somete al Estado por deliberada voluntad, en fin
que el Estado es un organismo natural, o bien un mecanismo, una creación
artificial. Estas divergencias conceptuales tienen su origen en la circunstancia de
no percibir con claridad la distinción que separa lo natural de lo cultural,
confundiendo la sociedad con el Estado, en no comprender sino la realidad
exterior del Estado, lo objetivo del fenómeno estatal, referido a la interioridad
humana.
1.2.1 El Estado como un hecho

Se define aquí la existencia real de un estado, es decir que este no se limita a una
mera abstracción, ni es algo que existe simplemente en nuestro pensamiento: ¨no
hay que decir que el estado es y permanece lo que es y debe ser, según la noción
genérica de el : un hecho o una relación de hechos consientes en que los
hombres, en su totalidad o en su parte están sometidos a un mimo poder jurídico¨.
El hecho de encontrarse a varias familias establecidas de un modo duradero en un
territorio determinado y reunidas en forma de población se llama estado. ¨para
nuestra ciencia el estado puramente un hecho.

1.2.2 El Estado como una persona moral

Es una personalidad jurídica conformada por personas físicas y/o morales que se
unen para la realización de un fin colectivo. Son entes creados por el derecho, no
tienen una realidad material o corporal, sin embargo, la ley les otorga capacidad
jurídica para tener derechos y obligaciones.

Las 7 sociedades mercantiles que existen en México para crear una empresa son
personas morales.

Sociedades mercantiles

La ley establece 7 tipos de sociedades mercantiles para crear una empresa en


México. 

La diversidad da respuesta a las variables que participan durante la constitución,


entre ellas: 

 Si emprendes solo o en sociedad. 


 El capital con el que se dispone.
 El tipo de administración deseada.
 El tamaño de la empresa y volumen de ingresos.
 Entre otros. 

Compara y elige el tipo de persona moral adecuada para tu proyecto.

Sociedad por Acciones Simplificada (S.A.S.)

Definición: Es aquella que se constituye con una o más personas físicas que
solamente están obligadas al pago de sus aportaciones representadas en
acciones.

Socios: Una o más personas físicas. En ningún caso las personas físicas pueden
ser simultáneamente accionistas de otro tipo de sociedad mercantil si su
participación en dichas sociedades mercantiles les permite tener el control de la
sociedad o de su administración.

Constitución: Mediante el sistema electrónico establecido por la Secretaría de


Economía (Sistema Electrónico de Constitución de SAS).

Integración del capital: No existe un mínimo de capital. Está representado por


acciones de igual valor y confieren los mismos derechos. .

Objeto social: Cualquier tipo de actividad comercial lícita.

Administración: A través de un Administrador Único que forzosamente debe ser


accionista de la sociedad.

Vigilancia: No aplica

Responsabilidad: Responden hasta por el monto de sus aportaciones. Deben


realizar la publicación de informes financieros de manera anual. La falta de dichas
publicaciones da lugar a la disolución de la sociedad.

Ingresos: Los ingresos totales anuales no pueden rebasar los 5 millones de pesos.
No existe fondo de reserva.

Liquidación y disolución: 1. Disolución simplificada, siempre y cuando se cumplan


los requisitos previstos en los artículos 249 BIS y 249 BIS 1 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles. 2. Mediante fedatario público.

Sociedad Anónima (S.A.)

Definición: Es la que existe bajo una razón social y se compone exclusivamente de


socios cuya obligación se limita al pago de sus acciones.

Socios: Dos o más socios, pueden ser personas físicas o morales.

Constitución: 1. Mediante fedatario público. 2. Suscripción pública.

Integración del capital: El capital mínimo para su constitución se establece en el


contrato social, el cual es representado por acciones de igual valor que confieren
los mismos derechos.

Objeto social: Cualquier tipo de actividad comercial lícita.

Administración: Se conforma por un Administrador Único o por un Consejo de


Administración, y pueden ser socios o personas ajenas a la sociedad.

Vigilancia: A cargo de uno o varios comisarios, temporales y revocables, quienes


pueden ser socios o personas ajenas a la sociedad.
Responsabilidad: Los socios se encuentran obligados únicamente al pago de sus
acciones y no responden de forma personal por las deudas sociales.

Ingresos: No existe un límite de ingresos. De las utilidades netas se debe separar


anualmente el 5% para el fondo de reserva.

Liquidación y disolución: 1. Disolución simplificada, siempre y cuando se cumplan


los requisitos previstos en los artículos 249 BIS y 249 BIS 1 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles. 2. Mediante fedatario público.

Sociedad de Responsabilidad Limitada (S. de R.L)

Definición: Es la que se constituye entre socios que solamente están obligados al


pago de sus aportaciones, sin que las partes sociales puedan estar representadas
por títulos negociables, a la orden o al portador, pues sólo son cedibles en los
casos y con los requisitos que establece la Ley General de Sociedades
Mercantiles.

Socios: Dos y hasta cincuenta socios, personas físicas o morales.

Constitución: Mediante fedatario público.

Integración del capital: El capital social se establece en el contrato social; se divide


en partes sociales que pueden ser de valor y categoría desiguales, pero que en
todo caso son de un múltiplo de un peso. Al constituirse la sociedad el capital debe
estar íntegramente suscrito y exhibido, por lo menos, el cincuenta por ciento del
valor de cada parte social. El capital mínimo requerido para la constitución es de
$3,000.00.

Objeto social: Cualquier tipo de actividad comercial lícita.

Administración: La administración está a cargo de uno o más gerentes, que


pueden ser socios o personas ajenas a la sociedad, designados temporalmente o
por tiempo indeterminado. Salvo pacto en contrario, la sociedad tiene el derecho
para revocar en cualquier tiempo a sus administradores.

Vigilancia. Si el contrato social así lo establece, se procede a la constitución de un


Consejo de Vigilancia, formado de socios o de personas ajenas a la sociedad

Responsabilidad: Los socios son responsables de las operaciones de la sociedad


hasta un monto de igual valor a las aportaciones realizadas. En caso de que la
sociedad incurra en deudas o no pueda cumplir con sus obligaciones, los socios
solo deben responder en proporción a sus aportaciones.
Ingresos: No existe un límite de ingresos. De las utilidades netas se debe separar
anualmente el 5% para el fondo de reserva.

Liquidación y disolución: 1. Disolución simplificada, siempre y cuando se cumplan


los requisitos previstos en los artículos 249 BIS y 249 BIS 1 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles. 2. Mediante fedatario público

Sociedad en Comandita Simple (S. en C.S)

Definición: Es la que existe bajo una denominación social y se compone de uno o


varios socios comanditados que responden, de manera subsidiaria, ilimitada y
solidariamente, delas obligaciones sociales, y de uno o varios comanditarios que
únicamente están obligados al pago de sus aportaciones.

Socios: Uno o varios socios comanditados y uno o varios socios comanditarios.

Constitución: Mediante fedatario público.

Integración del capital: No existe un mínimo de capital.

Objeto social: Cualquier tipo de actividad comercial lícita.

Administración: El socio o los socios comanditarios no pueden ejercer acto alguno


de administración, ni aun con el carácter de apoderados de los administradores;
pero las autorizaciones y la vigilancia dadas o ejercidas por los comanditarios, en
los términos del contrato social, no se reputan actos de administración.

Vigilancia. Existe la figura del Interventor que vigila los actos de los
administradores. Asimismo, los actos de vigilancia pueden ser establecidos y
ejercidos por los comanditarios, en los términos del contrato social.

Responsabilidad: Los socios comanditados que responden, de manera subsidiaria,


ilimitada y solidariamente, de las obligaciones sociales, y de uno o varios
comanditarios que únicamente están obligados al pago de sus aportaciones.

Ingresos: No existe un límite de ingresos. De las utilidades netas se debe separar


anualmente el 5% para el fondo de reserva.

Liquidación y disolución: 1. Disolución simplificada, siempre y cuando se cumplan


los requisitos previstos en los artículos 249 BIS y 249 BIS 1 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles. 2. Mediante fedatario público
Sociedad en Comandita por Acciones (S.C.A.)

Definición: Es la que se compone de uno o varios socios comanditados (forman


parte de la administración), y de uno o varios socios comanditarios (no participan
en la administración).

Socios: Dos o más socios, pueden ser personas físicas o morales.

Constitución: 1. Mediante fedatario público. 2. Suscripción pública.

Integración del capital: No existe un mínimo de capital. Está representado por


acciones de igual valor y confieren los mismos derechos.

Objeto social: Cualquier tipo de actividad comercial lícita.

Administración: Se conforma por un Administrador Único o por un Consejo de


Administración, y pueden ser socios o personas ajenas a la sociedad..

Vigilancia. A cargo de uno o varios comisarios, temporales y revocables, quienes


pueden ser socios o personas ajenas a la sociedad.

Responsabilidad: Él o los socios comanditados responden de manera subsidiaria,


ilimitada y solidariamente de las obligaciones de la sociedad, y el socio o los
socios comanditarios únicamente por el pago de sus acciones

Ingresos: No existe un límite de ingresos. De las utilidades netas se debe separar


anualmente el 5% para el fondo de reserva.

Liquidación y disolución: 1. Disolución simplificada, siempre y cuando se cumplan


los requisitos previstos en los artículos 249 BIS y 249 BIS 1 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles. 2. Mediante fedatario público

Sociedad en Nombre Colectivo (S.N.C.)

Definición: Es aquella que existe bajo una razón social y en la que todos los socios
responden, de modo subsidiario, ilimitada y solidariamente, de las obligaciones
sociales.

Socios: Dos o más personas físicas o morales, que pueden tener la calidad de
socios industriales o capitalistas. La condición de socio es intransferible sin el
consentimiento de los demás socios..

Constitución: Mediante fedatario público.

Integración del capital: No existe un mínimo de capital..

Objeto social: Cualquier tipo de actividad comercial lícita.


Administración: A cargo de uno o varios administradores, quienes pueden ser
socios o personas ajenas a ella.

Vigilancia. Los socios no administradores pueden nombrar un interventor que


vigile los actos de los administradores.

Responsabilidad: Los socios responden, de modo subsidiario, ilimitada y


solidariamente, de las obligaciones sociales.

Ingresos: No existe un límite de ingresos. De las utilidades netas se debe separar


anualmente el 5% para el fondo de reserva.

Liquidación y disolución: 1. Disolución simplificada, siempre y cuando se cumplan


los requisitos previstos en los artículos 249 BIS y 249 BIS 1 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles. 2. Mediante fedatario público

Sociedad Cooperativa (S.C.)

Definición: Es una forma de organización social integrada por personas físicas con
base en intereses comunes y en los principios de solidaridad, esfuerzo propio y
ayuda mutua, con el propósito de satisfacer necesidades individuales y colectivas,
a través de la realización de actividades económicas de producción, distribución y
consumo de bienes y servicios.

Socios: Mínimo cinco socios (personas físicas), con excepción de las Sociedades
Cooperativas de Ahorro y Préstamo, que se constituyen con un mínimo de 25
socios.

Constitución: 1. Mediante fedatario público. 2. A través de la inscripción de sus


estatutos sociales ante un juez de distrito, juez de primera instancia en la misma
materia del fuero común, presidente municipal, secretario, delegado municipal o
titular de los órganos político-administrativos de la Ciudad de México o del lugar en
donde la sociedad cooperativa tenga su domicilio.

Integración del capital: Se define en las bases constitutivas de la sociedad. Está


integrado por certificados de aportación, los cuales pueden hacerse en efectivo,
bienes, derechos o trabajo.

Objeto social: Cualquier tipo de actividad comercial lícita.

Administración: A cargo de una Asamblea General y de un Consejo de


Administración. Las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo, además de
los citados órganos, deben contar, cuando menos con: un Comité de Crédito o su
equivalente, con un Comité de Riesgos, con un director o gerente general y con un
auditor Interno, dependiendo del tamaño y nivel de operación de la Cooperativa.
Vigilancia. A través de un Consejo de Vigilancia, el cual estará integrado por un
número impar de miembros no mayor de cinco con igual número de suplentes, que
desempeñan los cargos de presidente, secretario y vocales, designados en la
misma forma que el Consejo de Administración. Asimismo, este tipo de
sociedades pueden ser vigiladas por las dependencias locales o federales que, de
acuerdo con sus atribuciones, deban intervenir en su buen funcionamiento.

Responsabilidad: La responsabilidad es limitada, cuando los socios solamente se


obliguen al pago de los certificados de aportación que hubieren suscrito. Es
suplementada, cuando los socios responden a prorrata por las operaciones
sociales, hasta por la cantidad determinada en el acta constitutiva.

Ingresos: El fondo de reserva se constituye con el 10 al 20% de los rendimientos


que obtengan las sociedades cooperativas en cada ejercicio social.

Liquidación y disolución: 1. Disolución simplificada, siempre y cuando se cumplan


los requisitos previstos en los artículos 249 BIS y 249 BIS 1 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles. 2. Mediante fedatario público

1.2.3 El Estado como una organización social

Los seres humanos siempre han buscado congregarse, primero en grupos


familiares, bandas o clanes, y luego en organizaciones con distinto grado de
complejidad. Los Estados son una de estas formas históricas de convivencia, con
características determinadas y tienen preponderancia en el mundo moderno.

El Estado es un concepto político referido a una forma de organización social, que


cuenta con instituciones soberanas, que regulan la vida de una cierta comunidad
de individuos en el marco de un territorio nacional.

Diversas definiciones han sido dadas por pensadores de todas las épocas, con
distintos énfasis, pues históricamente diferentes tipos de agrupaciones fueron
calificadas como Estados.

Modernamente, Carré de Malberg (1988) lo define como “una comunidad humana,


fijada sobre un territorio propio, que posee una organización que resulta para ese
grupo, en lo que respeta a las relaciones con sus miembros, una potencia
suprema de acción, de mando y coerción”.

Esta definición tiene sus raíces en la Europa del siglo XVII, producto de los
tratados de paz conocidos como la “Paz de Westfalia” (1648). Que fue el primer
congreso diplomático moderno que estructuró el orden europeo basado en el
concepto de soberanía nacional e integridad territorial como fundamento de los
Estados, en oposición a concepciones feudales. Este modelo es el que existe
hasta nuestros días, siendo ellos los principales actores de la comunidad
internacional.

Con todo, es posible pensar en agrupaciones mayores, tal es el caso de la Unión


Europea que constituye un modelo sin precedentes de integración entre los
Estados y los pueblos de Europa que está aún en construcción.

Origen y clasificación

El modelo de Estado descrito solo se refiere a la existencia de un poder


centralizado, pero nada se dice respecto de la forma de ejercer dicha autoridad.
Estos Estados que concentraban fuertemente el poder en el monarca fueron
conocidos como absolutos. A partir de sucesos como la Independencia de los
Estados Unidos de América (1776) y la Revolución Francesa (1789) la situación
de los Estados absolutistas se ve alterada por las ideas liberales, dando paso a un
Estado más democrático, constitucional y con división de poderes.

Antes de dar una clasificación de los Estados, es necesario precisar dos


conceptos: forma de Estado y forma de gobierno.

 Forma de Estado: estructura del poder del cual el Estado es titular y a su


distribución espacial.
 Forma de gobierno: ordenamiento político que se adopta, es decir, manera
en que se ejerce el poder y cómo son designados los gobernantes.

Existen Estados de estructura semejante, pero regidos por formas de gobierno


distintas y a la inversa. Estados federales semejantes en su estructura como
Estados Unidos y Alemania Federal, con gobierno presidencialista el primero y
parlamentario el segundo; o Estados de estructura distinta, uno unitario como
Chile y otro federal como México, pero ambos con una forma de gobierno simila, la
presidencialista.

En relación con la clasificación de los Estados existen dos grandes grupos:

Estado Simple o Unitario Estado Federal


 Posee solo un centro de poder,  Su actividad es objeto no solo de
ejercido a través de órganos descentralización administrativa, sino
encargados de diferentes que también de descentralización
funciones, con sede en la política.
capital del Estado.  Reconoce a varias fuentes originarias
 Las personas obedecen a una de poder político, una que
sola Constitución y la corresponde al gobierno central y
organización política abarca otra que es propia de los gobiernos
todo el territorio nacional. regionales, actuando de forma
 La administración puede coordinada pero independiente cada
ejercerse de manera uno.
Estado Simple o Unitario Estado Federal
centralizada o descentralizada
 Existe además una pluralidad de
administrativamente,
ordenamientos constitucionales entre
entendiendo por esta última, la
los cuales destaca uno como
forma que tiene el Estado de
principal y al cual están subordinados
hacer más eficiente su
los demás.
funcionamiento, otorgando
 Dos principios sustentan al sistema
personalidad jurídica,
federal: la autonomía gubernativa-
atribuciones, patrimonio y
administrativa y la participación a
responsabilidad propia a
través de una Cámara Federal.
organismos sujetos
indirectamente al poder central.

1.2.4 El Estado como un organismo natural

Consideran al Estado como una formación orgánica de carácter físico con todas
sus consecuencias: Existencia acondicionada por leyes materiales e
independientes de los individuos que la forman. Entre estos podemos encontrarla
teoría Antropomórfica de Platón que concibe al Estado como “UN HOMBRE EN
GRANDE“ asignándoles a cada uno de sus elementos una función biológica, así,
el gobierno sería el sistema nervioso, el territorio el muscular etc. Esta teoría es
criticable porque es absurdo pretender al Estado como una naturaleza sensible y
no orgánica

Es una formación orgánica de carácter físico, tiene una existencia condicionada


por elementos naturales independiente de quienes la conforman.

1.3 Concepto de sociedad

Sociedad es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una


cultura en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus
costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una
comunidad. Aunque las sociedades más desarrolladas son las humanas (de cuyo
estudio se encargan las ciencias sociales como la sociología y la antropología),
también existen las sociedades animales (abordadas desde la sociobiología o la
etología social).

Las sociedades de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los
habitantes y su entorno se interrelacionan en un contexto común que les otorga
una identidad y sentido de pertenencia. El concepto también implica que el grupo
comparte lazos ideológicos, económicos y políticos. Al momento de analizar una
sociedad, se tienen en cuenta aspectos como su nivel de desarrollo, los logros
tecnológicos alcanzados y la calidad de vida.

UNIDAD II. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL ESTADO

En teoría jurídica se entiende por elementos del Estado o elementos constitutivos


del Estado al conjunto de factores que tradicionalmente deben estar presentes
para que un Estado pueda existir, o sea, a son los factores que permiten la
existencia de un Estado.

Yendo a lo básico, un Estado es una institución política surgida para garantizar la


satisfacción de las necesidades colectivas de justicia, organización y liderazgo, a
través de un ordenamiento jurídico impuesto, o sea, de una ley. Para que ello sea
posible, ciertas condiciones fundamentales deben cumplirse, dado que no toda
comunidad humana es equivalente a un Estado

2.1 La Población

Es el primer elemento constitutivo del Estado. Se refiere al conjunto de personas


que están ubicadas dentro del Estado

Función de la Población:

 Integrar un Estado.
 Elemento humano principal o fundamental del Estado para que el mismo
realice sus actividades.

Característica de la Población:

 Sin población no se concibe un Estado


 La población no está aislada, al momento de conformarse el Estado.
 Ya existe anteriormente un grupo de personas a un territorio

2.1.1 La sociedad estatal

Una empresa pública, empresa estatal, empresa nacional, corporación pública o


sociedad estatal es una empresa cuyo propietario es el Estado y por consiguiente
es dirigida, administrada y controlada —ya sea de forma total o parcial— por las
instituciones y organismos correspondientes emanados del gobierno de un país o
de una entidad subnacional. Sin embargo, la Unión Europea define a una empresa
pública como cualquier empresa en la que los poderes públicos puedan ejercer,
directa o indirectamente, una influencia dominante en razón de la propiedad, de la
participación financiera o de las normas que las rigen.
Este concepto no se debe confundir con la "public company" de algunos países de
habla inglesa.

En el caso de darse la propiedad parcial de la entidad, el criterio a seguir para


determinar si una empresa se considera o no pública, no es tanto el porcentaje de
acciones en poder del sector privado, como el control efectivo que el Estado tenga
sobre el proceso de toma de decisiones en la empresa. El elemento crucial en la
empresa pública es la capacidad del Estado para ejercer presión política directa
en la compañía. El accionista mayoritario es el Estado, con unos objetivos que
pueden ser muy diversos y, lo que es más, cambiantes con el proceso político. En
opinión de J. K. Galbraith, hay muchas y muy características similitudes entre las
grandes empresas privadas y las grandes empresas públicas.[cita requerida]

La gran mayoría de los estados del mundo controlan empresas con diferentes
fines –aparte del fin existencial de toda empresa de maximizar utilidades–, que
pueden ser proveer servicios públicos, incentivar la producción del país o generar
empleo, por nombrar algunos.

2.1.2 Importancia de la sociedad como organización política del Estado

Su importancia es que a partir de la misma se define la existencia social. Así


mismo mediante la organización política se desarrollan muchos procesos que son
de gran importancia para el desarrollo social. Por ejemplo, a partir de esta
organización se establecen distintos derechos y deberes.

2.2 El Territorio

Un elemento de referencia esencial para la unidad de una asociación de


dominación es, en el moderno estado territorial:

Como el espacio en el cual pueden ejercerse las facultades de regulación de esta


asociación, es decir, el estado moderno es una “corporación territorial”

Es el espacio geográfico en el cual se despliega la acción soberana. Permite saber


hasta dónde puede llegar la acción del poder público. La noción del territorio
implica la existencia de límites.

2.3 El orden jurídico (Gobierno)

Suelen confundirse términos como Estado, nación y gobierno. La distinción entre


un Estado, tal y como lo hemos definido en este artículo, y una nación o un
gobierno radica en:

 Los gobiernos son gestiones de los recursos e instituciones del Estado, que
varían conforme a las reglas políticas y jurídicas de un país, y que luego ceden
el turno a otros actores políticos para ejercer su propio gobierno, sin que ello
implique normalmente cambios drásticos en la estructura del Estado. Los
gobiernos pasan y están constituidos por una clase política electa o
dominante; los Estados, en cambio, son duraderos y abarcan al total de la
población de un país. La suma de todo el patrimonio público por ende equivale
al Estado, no al gobierno.
 Las naciones, por su parte, son conjuntos de personas que comparten
vínculos históricos, culturales, a veces étnicos, por lo general lingüísticos, y
que se reconocen como una colectividad, ya sea que tengan o no un Estado
propio para administrar. El concepto de nación es similar al de “pueblo”: en un
mismo Estado pueden existir diversas naciones o pueblos, como es el caso
del Estado Plurinacional de Bolivia, compuesto por una población mixta de
diversas etnias o naciones indígenas.

2.3.1 La ley

El derecho estatutario, ley orgánica o derecho escrito es ley escrita promulgada


por un organismo del poder legislativo. Esto se opone al derecho oral o
consuetudinario; o ley reglamentaria promulgada por el ejecutivo o la ley común
del poder judicial.1 Los estatutos pueden tener su origen en las legislaturas
nacionales, estatales o en los municipios locales

2.3.2 Importancia de la ley

La importancia de la Ley radica en que brinda orden y certidumbre jurídica a los


ciudadanos. Ellos están obligados a cubrir solamente las contribuciones que
dispone el marco jurídico. Las leyes establecen deberes y derechos a todos los
ciudadanos por igual, para que la convivencia social sea posible.

2.3.3 Sanción al incumplimiento de la ley

La sanción es un término legal que normalmente puede ser usado como


sanciones penales, civiles y administrativas, ya que está definido como un
impuesto que se debe pagar cuando una persona física no cumple con ciertas
cosas o con pagos, etc. y tiene como consecuencia unas sanciones jurídicas. Las
sanciones también son un derecho de o una obligación por el incumplimiento de
los pagos.

De la mano de las sanciones existen las multas, ya que éstas igualmente son
castigos que se tienen que pagar económicamente, por el hecho de que no se
haya cumplido alguna ley o norma dentro del Estado. Estas multan varían según
los códigos civiles de cada uno de los Estados.
Asimismo, cuando los incumplimientos con la ley son más grandes o graves,
existe el derecho del embargo, esto es que a las personas se les detiene algunos
de sus bienes que tengan, ya que sería el pago a una deuda grande que se puede
tener con el gobierno. Un juez o un organismo del Estado son quienes pueden
tomar la decisión de embargar uno de sus bienes o todos ellos, dependiendo de
las deudas que se tengan y el valor de los bienes.

Existen dos tipos de embargo el preventivo y el ejecutivo. En el preventivo, la


persona embargada puede permanecer con sus bienes, pero tiene cierto tiempo
para saldar las deudas. Y en el ejecutivo, las personas obligadas a realizar el
embargo lo harán quitándole sus bienes a los embargados, hasta que salden las
deudas.

Es importante que estén informados de todos estos procedimientos, así si en


algún momento pasan por una situación así, no tengan la confusión de no saber
qué hacer, o de qué derechos tienen para solucionar sus problemas. Cada Estado
de la República Mexicana tiene sus leyes, por lo tanto, hay que verificar los
derechos que tienen, dependiendo del Estado en el que radican.

Sin duda alguna, hay que respetar las leyes y seguirlas para poder evitar
sanciones, multas o embargos, y con ello el estrés que el problema puede
causarles.

2.4 El poder

Se entiende por autoridad o poder, a la facultad de mandar y ser obedecido; y por


Poder Público a la capacidad que tiene el estado para obligar a alguien a realizar
un acto determinado.

La autoridad y el poder público resultan ser necesarios para el funcionamiento de


grupos sociales. Se requiere de un orden y del establecimiento de reglas que
permitan la convivencia humana, la que se traduce en el ejercicio del poder.

En toda sociedad se conforman grupos que, de una u otra manera crean un centro
de poder que irradia su acción en diversas direcciones, tales como la religión, la
economía, la cultura, e incluso la moda.

Jellinek señala: “Toda unidad de fines en los hombres necesita la dirección de una
voluntad. Esta voluntad, que ha de cuidar de los fines comunes de la asociación,
que ha de ordenar y ha de dirigir la ejecución de sus ordenaciones, es
precisamente el poder de asociación. Por eso, toda asociación por escasa fuerza
interna que posea, tiene un poder peculiar que aparece como una unidad distinta
de sus miembros”.
En el derecho público moderno el poder se refiere a la autoridad que tienen los
órganos del Estado en quienes se deposita la soberanía del Estado.

El poder es a la vez una fuerza jurídica y una fuerza material. La primera lo


encausa y lo justifica, la segunda le permite cumplir y realizar los fines de una
comunidad política.

El orden jurídico que integra el Estado sin el poder del que se le reviste es
inconcebible, Estado y Poder mantienen una relación estrecha

2.4.1 El poder de la sociedad; análisis del art. 39 constitucional

El pueblo soberano, es en el que se sustenta el poder supremo del Estado, como


lo establece el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, mismo que en su único párrafo dicta:

ARTÍCULO 39.- La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el


pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la
forma de su gobierno.

El poder soberano crea los poderes públicos, las instituciones, las


facultades y las autoridades. Proviene de la razón, de los principios de la filosofía
política, del derecho natural y del de gentes.

La soberanía es una característica del poder del Estado que consiste en dar
órdenes definitivas, de hacerse obedecer en el orden interno del Estado y de
afirmar su independencia en el exterior.

Consiste también en el derecho del Estado de mandar en última instancia, o de


hacerse obedecer en el territorio estatal, fijando las normas a las cuales
circunscribe su actuación y afirmando su independencia respecto a los demás
Estados, sin más límites que los que crea convenientes la organización mundial de
Naciones.

Aristóteles la reconocía como la organización política, el Estado-Ciudad es la vida


buena de los iguales.

Serra Rojas la define como la sociedad política perfecta que organiza la autoridad
política. Hermán Heller, como la facultad del Estado para crear y garantizar el
derecho positivo. Es el poder del Estado, es la atribución de decisión, acción y
mando conferida por la ley.

Finalmente Jean Jacques Rousseau, señala que soberanía es la misma voluntad


general que reside en el pueblo o en la nación, y que constituye la fuente de la
normatividad jurídica, primordialmente de la constitucional. Esa voluntad general
entraña un poder de autodeterminación y de autodelimitación, lo que implica que
sobre ella no existe ni debe existir ninguna otra voluntad ajena.

Soberanía significa lo que está por encima de todo, y se extiende al poder que no
reconoce otro poder.

En principio no hay límite legal a la soberanía, salvo aquellos casos en que el


propio Estado resuelve autolimitarse. En un Estado sólo su voluntad, expresada a
través de la ley, es la única que impera sobre las demás voluntades, cualesquiera
que sean los intereses que ellas amparen.

La soberanía interna proyecta la voluntad del Estado hacia su propia comunidad


política. Legalmente impone su voluntad en todas aquellas situaciones que define
y encausa.

La soberanía externa se proyecta hacia el exterior, hacia las relaciones que un


Estado mantiene con otros Estados, aceptando dentro de su orden constitucional,
ciertos principios que son indispensables para mantener la paz, la cordialidad, el
entendimiento y las relaciones entre los Estados. No es exacto que este tipo de
soberanía permita a un Estado intervenir en los procesos políticos de otros
Estados, ni que lleve a un control o subordinación de otras entidades
internacionales

2.4.2 Poder ejecutivo

El poder ejecutivo es uno de los tres poderes públicos que constituyen al Estado
moderno, junto al legislativo y al judicial. A diferencia de los otros, el ejecutivo es el
responsable de la conducción y la gestión política del Estado, es decir, de la toma
de decisiones y de las labores diplomáticas. Así, administra y ejecuta la voluntad
popular.

El poder ejecutivo es uno de los más visibles y disputados, ya que desde él se


pueden proponer distintos proyectos de sociedad. Por eso, quien lo detenta suele
considerarse responsable directo de los éxitos o fracasos que el país experimente
durante su gestión, que suele tener fecha de inicio y de fin preestablecida
conforme al texto constitucional vigente.

El rol del ejecutivo dentro de los Estados, o sea, de su conducción, fue detentado
antiguamente por otros modelos de jefe de Estado, generalmente absoluto y
vitalicio, como los Reyes, los caudillos y otras figuras que normalmente provenían
de la rama militar y/o de las élites sociales.
Desde la caída del Antiguo Régimen y de la Monarquía Absolutista, el poder
ejecutivo se entiende siempre bajo control de los demás poderes públicos, para
así disminuir el riesgo de las tiranías.

2.4.3 Poder legislativo

El poder legislativo se ocupa de la legislación, o sea, de la elaboración de leyes


que rijan la vida en el país y que sirvan de contrapartida al poder ejecutivo.

Muchas de las decisiones presidenciales, de hecho, deben ser refrendadas por el


legislativo antes de poder aplicarse. Usualmente este poder es el encargado de
enjuiciar políticamente a los funcionarios de cargos públicos, pues la suya es la
voz del pueblo en su representación directa.

Generalmente el poder legislativo reside en manos de una Asamblea Nacional,


Congreso o cualquier otro tipo de Parlamento. Sus integrantes son electos por el
voto popular y pertenecen usualmente a diversos partidos políticos. Existen
parlamentos bicamerales (con diputados y senadores) o monocamerales (sólo con
diputados).

2.4.4 Poder judicial

Es el encargado de hacer cumplir las leyes, interpretando lo establecido en la


Constitución para que el Estado funcione en pleno respeto de la ley. Para ello
cuenta con diversos organismos judiciales, a la cabeza de los cuales está el
Tribunal Supremo de Justicia, pero que se extiende como un árbol, de mayor a
menor jerarquía, a lo largo y ancho de la nación.

Además, el poder judicial se encarga de resolver las controversias y conflictos


entre los demás poderes públicos, siempre a la luz de lo establecido en la Carta
Magna.

Garantiza el cumplimiento de la ley, el castigo de quienes la violenten, así como


las distintas instancias jurídicas necesarias para que el Estado funcione
regularmente: lo administrativo, lo penal, lo constitucional, lo procedimental, etc.

De este modo, el poder judicial transmite sus decisiones mediante sentencias, que
constituyen documentos jurídicos y forman parte de la historia jurídica de la
nación.

2.5 La soberanía

Ningún Estado existe si otro toma por él sus decisiones, así que todo estado
requiere de autonomía y de fuerza para ejercer y defender sus decisiones. De no
poseerlo podremos estar frente a una colonia, un Estado asociado u otras formas
de dominación de un Estado sobre otro.

UNIDAD III. JUSTIFICACIÓN Y FINES DEL ESTADO

A lo largo de los últimos siglos han debatido los filósofos del Derecho y de la
Política sobre cuál puede considerarse el origen y la justificación del Estado.
Ahora bien, tal como se enfoca la cuestión hay que decir que más bien se indaga
sobre el origen y la legitimidad del poder en cualquier sociedad política, que
específicamente en el Estado.

En todo caso, se han dado múltiples respuestas, que el norteamericano John


Williams Burguess (1844-1931), pionero de la ciencia política de su país, agrupó
en tres: la teológica, la pactista y la histórica, conciliables entre sí porque destacan
dimensiones distintas, desde las filosóficas especulativas hasta las estrictamente
sociológicas.

De acuerdo con la justificación teológica, el Estado es, en última instancia, obra de


Dios, bien por haberlo creado directamente (entiéndase, la sociedad política), bien
por haber impreso en la naturaleza humana la necesidad de vivir en sociedad,
haciendo pues legítimo el poder del Estado y en consecuencia de sus
gobernantes. Sin embargo, no se debe olvidar que, como señalara Jellinek, han
sido muchos y contradictorios en sus ideas quienes han esgrimido el argumento
teológico en su favor (para justificar unos el absolutismo regio o la revolución
puritana, otros el “derecho divino de los reyes” de Jacobo I de Inglaterra o la
doctrina “democrática” de la Escuela Española de Derecho Natural, etc.).

Para la justificación pactista, el Estado es fruto de un pacto entre los hombres, en


virtud del cual la autoridad política y el deber de obediencia a los gobernantes se
convierte en legítimo. El problema está en que según qué autores, el pacto social
tiene unas causas y unas consecuencias radicalmente diferentes, como sucede,
por ejemplo, entre las doctrinas pactistas de Hobbes, Locke y Rousseau. la
justificación histórica se limitaría a reconocer un hecho acaecido en un momento
determinado sin entrar en especulaciones sobre su legitimidad o no: el Estado
existe y es una realidad política multisecular e irreemplazable en la actualidad.
Como todos los argumentos de naturaleza estrictamente sociológica, la
justificación histórica del Estado adolece de un sentido moral, exigible por la
dignidad innata del ser humano, que dé legitimidad al poder del Estado. ¿Por qué
ha de ser legítimo un poder cuya única justificación es que de hecho ha existido
cierto tiempo?

Otros tipos de justificación que se han dado son: la naturalista (no sería la causa
del Estado la Divinidad sino la misma Naturaleza, en la que prevalece la
desigualdad “con la consecuencia obligada de que los fuertes se impongan y los
débiles hayan de someterse… las fuerzas sociales exigen que los hombres,
convencidos de que no pueden resistirlas, se resignen a sus imperativos. El
Estado es poder, es dominación; la fuerza se justifica por sí misma… y al modo
como no es posible vivir sin los agentes naturales, tampoco es posible la vida
humana sin esa organización de predominio de los poderosos”14), las teorías
jurídicas (el Estado se justifica sobre la base de una institución jurídica
preexistente, sea la familia –patriarcalismo de Filmer–, la propiedad –desde platón
y Cicerón hasta Haller– o el pacto social antes mencionado) o la necesidad
racional (sea una necesidad psicológica, sea la perfección moral, desde
Aristóteles a Hegel) o el mismo fenómeno jurídico (ubi societas ibi ius).

Todas ellas tienen parte de razón: el ser humano es social por naturaleza y no por
convención, necesita para el desarrollo de su vida, material y moral, un marco
estable de convivencia política en el que impere el Derecho justo, lo cual en el
momento histórico de evolución social que abarca desde el Renacimiento hasta
hoy sólo el Estado puede garantizar. El Estado, y con él su Derecho y el poder
político, se justifican por exigencias de la naturaleza humana, por la historia, por el
mismo Derecho y en última instancia por Dios como autor de la naturaleza
humana y origen de toda autoridad. Que haya gobernantes que utilicen el poder
del Estado para corromper a la sociedad no significa que el Estado no sea
instrumento válido para la realización de la justicia en la sociedad, sino que los
gobernantes, como todos los hombres, pueden utilizar la libertad para hacer el
bien o para hacer el mal a sus semejantes y a ellos mismos.

3.1 La justificación social del Estado

El problema de la justificación del poder implica el examen racional de porque


manda el que manda y porque obedece quien obedece, a fin de determinar
porque los seres humanos deben dedicar una parte de su actividad y sujetar su
conducta a la acción del poder en el Estado. En relación con este problema se
encuentran las cuestiones de la finalidad de la organización politica y la legitimidad
de la autoridad como encarnación del poder en el estado. Estas cuestiones están
todas implícitas en el problema de la justificación del poder, tema dominante en
la Teoría del Estado, por la cuestión de la necesidad de fundamentar
racionalmente el poder político, porque este se nutre y existe en función de su
justificación. Es claro que resulta indispensable para este poder tanto en lo
espacial como en lo personal sus caracteres de dominante e irresistible y el
aspecto teleológico, si se quiere, que es su finalidad respecto de la realización del
orden social, acreditar las razones de la dominación que ejerce y de la
obediencia que imperativamente exige. En la forma politica moderna dicha
respuesta se expresa en términos jurídicos el elemento modal de la estructura es
la dominación legal, en virtud de lo cual el poder se transforma en un poder
jurídico, cuya existencia se justifica como intermediario y ejecutor e interprete de
la idea de derecho que tiene una comunidad determinada en un momento dado de
su vida, conforme al modelo ideológico imperante de dicha comunidad o el
sistema de creencias y valores que en este ordenamiento influya.

La doctrina actual se orienta a justificar el poder:

-Por su función.

-Por el derecho.

-Por la obediencia.

Al lado de dichas doctrinas encontramos a las tradicionales:

-Doctrina religiosa.

-Doctrina de la fuerza.

-Doctrinas jurídicas.

-Desarrollo de la doctrina psicológico moral.

Pero aún más tenemos a las doctrinas negativas de las anteriores (positivas):
Consideran al poder como la negación más flagrante y completa de la humanidad,
que quiebra la solidaridad universal entre los hombres y asegura el dominio de
unos pocos por sobre los demás. Ven en el poder un elemento explotador y
violento, como una mistificación de la violencia y la explotación del hombre por el
hombre:

-Marxismo.

-Anarquismo.

3.2 La justificación teológica religiosa del Estado

De acuerdo con la justificación teológica, el Estado es, en última instancia, obra de


Dios, bien por haberlo creado directamente (entiéndase, la sociedad política), bien
por haber impreso en la naturaleza humana la necesidad de vivir en sociedad,
haciendo pues legítimo el poder del Estado y en consecuencia de sus
gobernantes. Sin embargo, no se debe olvidar que, como señalara Jellinek, han
sido muchos y contradictorios en sus ideas quienes han esgrimido el argumento
teológico en su favor (para justificar unos el absolutismo regio o la revolución
puritana, otros el “derecho divino de los reyes” de Jacobo I de Inglaterra o la
doctrina “democrática” de la Escuela Española de Derecho Natural, etc.).
3.3 La justificación económica del Estado

EL SISTEMA DE EMPRESA PRIVADA

En la mayoría de las economías occidentales, la producción y la distribución de


bienes recae principalmente en el sector privado más que en el público. Los que
creen en el sistema de empresa privada piensan que este tipo de organización
económica tiene ciertas características que lo hacen deseable: por sobre todo,
permite asignar eficientemente los recursos (principio antiguo de la economía).

LA EFICIENCIA DE LOS MERCADOS COMPETITIVOS: LA MANO INVISIBLE

Adam Smith en “La riqueza de las naciones” (1776): la competencia inducía a los
individuos en la búsqueda de sus propios intereses privados, a fomentar el interés
público, como si fueran conducidos por una mano invisible. Lo único que busca es
su propia ganancia y una mano invisible lo lleva a promover un fin que no estaba
en sus intenciones. Y ello no es necesariamente malo para la sociedad. Al buscar
su propio interés a menudo promueve el de la sociedad más eficazmente que si
realmente pretendiera promoverlo.

IMPORTANCIA DE TEORÍA DE A. SMITH

Antecedentes en teoría mercantilista (riqueza se genera a partir de la acumulación


de metales) de los siglos XVII y XVIII, con diferente visión sobre el papel del
Estado. Para servir de la mejor manera posible a los intereses del pueblo era
necesaria la intervención del Estado. Eran partidarios de una intervención firme
para fomentar el comercio.

Aunque algunos países se habían beneficiado del activo papel asumido por el
Estado, otros, en donde se había mostrado más pasivo, también habían
prosperado. Smith: ¿puede una sociedad conseguir que aquéllos a los que se les
ha encomendado el gobierno busquen el interés público? Según la experiencia,
aunque a veces los gobernantes adoptaban medidas que parecían compatibles
con el bien público, otras seguían una política que no podía conciliarse con él. A
menudo, perseguían sus propios intereses a costa del interés público.

SMITH SOSTIENE

que no es necesario recurrir ni al Estado ni a ningún sentimiento moral para


hacer el bien.
que se sirve al interés público simplemente cuando cada individuo hace lo que
redunda en su propio beneficio.

que el egoísmo es una característica de la naturaleza humana mucho más


persistente que la preocupación por hacer el bien, y por lo tanto, constituye una
base más sólida para organizar la sociedad.

que las personas tiene más probabilidades de saber con una cierta precisión
qué les resulta bueno que saber qué es bueno para el interés general.

FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DE SMITH

si existe algún bien o servicio que la gente valora pero que actualmente no se
produce, se estará dispuesto a pagar por él.

los empresarios, en su deseo de hacer dinero, siempre están a la caza de esas


oportunidades.

si el valor que tiene un determinado bien para un consumidor es superior al


coste de producción, el empresario tiene la posibilidad de obtener un beneficio, por
lo que decidirá producirlo. Asimismo, si existe un método más barato para producir
una mercancía que el que utiliza actualmente, el empresario que lo descubra
podrá producirla a un precio más bajo que las empresas rivales y obtener así un
beneficio (la búsqueda de beneficios por parte de las empresas es una búsqueda
de métodos de producción más eficientes y de nuevas mercancías que satisfagan
mejor las necesidades de los consumidores).

CONCLUSIONES DE TEORÍA DE SMITH

ninguna comisión gubernamental tiene que decidir si debe producirse o no una


mercancía: se producirá si pasa la prueba del mercado. Si lo que los
consumidores están dispuestos a pagar por ella es superior a sus costes de
producción.

tampoco necesita comprobar si una determinada empresa está produciendo de


manera eficiente ya que la competencia se encarga de expulsar a los productores
ineficientes.

EXCEPCIONES: existen algunos casos importantes en los que el mercado no


funciona tan bien como insinúan sus más ardientes defensores: la economía ha
atravesado períodos en los que ha habido un elevado paro (desempleo) y
recursos ociosos. Ej.: la Gran Depresión de los años treinta.

3.4 Justificación social del Estado

Cuando en la teoría del Estado se presentan como causas de justificación les


simples hechos, por ejemplo, relaciones genealógicas, verdaderos convenios o el
poder, hay de por medio un sencillo error de, razonamiento o una concepción
iusnaturalista, abierta o disimulada, como sería una teoría. del poder expuesta
como doctrina del "derecho"' del más fuerte

L as teorías de justificación, en sentido estricto, no se ocupan de explicar


simplemente el por qué y el cómo existe en realidad el poder del Estado, sino de
demostrar que es legítimo. Tal cosa no puede probarse a través de la historia de,
su origen, sino únicamente mediante categorías éticas (o teológicas) . Se trata,
pues de demostrar que el Estado es racional y moralmente: (o también
teológicamente) necesario o, por lo menos,
legítimo; o -bien, que es un producto del azar, una "enfermedad en la evolución de
la historia de la humanidad" (Jellinek, 185; TGE, 150) que es preciso superar a la
mayor brevedad posible.

Esta cuestión de la justificación no puede ser examinada por una ciencia


avalorativa. Las doctrinas éticas de justificación desembocan típicamente en la
demostración de que ciertos fines, especialmente valiosos, sólo pueden
alcanzarse a través del Estado, fines de mayor peso que las restricciones que su
existencia impone a los individuos. En este punto debe hacerse una distinción
entre la justificación básica de las comunidades estatales en general (§ 17 I-III) y
la justificación de manifestaciones y programas específicos del Estado (§ 17 IV).
Como justificación básica de las asociaciones estatales de dominación se
acostumbra citar les siguientes fines primordiales, cuya actualidad varía según la
situación histórico-política: la protección frente al egoísmo y la agresividad de los
hombres; la garantía del orden y de la paz, así como la creación de un orden justo,
único en el que los hombres puedan alcanzar la formación y desenvolvimiento
plenos de su personalidad, y que asegura ayuda y complernentación reciprocas.

Estos fines sor de tal importancia que parecen justificar al Estado, en el caso que
éste sea el único medio, o el más adecuado, para su consecución. En lo particular
se presentan como causas de legitimación: la función ordenadora y pacificadora
de la comunidad jurídica estatal (§ 17 1) y el establecimiento de un orden
comunitario. justo, en el que los individuos logren su desenvolvimiento personal (§
17 I).
3.5 Los fines del Estado

La palabra fin vinculada al Estado generó mucha polémica, pues se consideraba


que ésta no tenía un significado específico o justificación válida. Aristóteles en su
libro primero Política, manifestaba que toda comunidad se constituía en vista de
algún bien, por lo que el Estado desde su creación se fijaba una meta, un objeto o
un fin. Para cumplir con este se constituyen órganos para llevar a cabo las
principales funciones como: gobierno y administración; impartición de justicia y la
elaboración de leyes y normas que regularán las relaciones entre el Estado y sus
gobernados.

Para que se origine el Estado primero se requiere la sedentariedad como


superación de nomadismo primitivo. El asentamiento permanente en un
determinado espacio geográfico, limitado por el de los pueblos vecinos, hace
necesaria una unidad de mando que defienda ese territorio y lo amplíe si es
preciso. Se requiere también de una división del trabajo social y una red amplia y
basta de relaciones de intercambio o interdependencia.

El estado sólo aparece y cumple su función hasta que las comunidades hu-

manas, por la densidad de su población, ya sea por la organización de mercados

en lo económico o de encuentros culturales entre los pueblos vecinos, llegan a

adquirir esa diferenciación entre el trabajo y esa multiplicidad de relaciones.33

Cuando se dan los fenómenos de la sedentariedad del grupo humano en un


territorio delimitado, la división del trabajo y un conjunto cada vez más nutrido de
relaciones de intercambio e interdependencia, podemos decir que aparece casi
automáticamente la necesidad de una ordenación unitaria de esas relaciones y un
poder de mando que defienda a la comunidad frente a agresiones del exterior y
establezca, en el interior, un orden material y jurídico que aseguren la paz y la
justicia. Es el momento en el que surge el Estado como tal.

El autor George Jellinek señala en su obra Teoría del Estado, cuales son los fines
del mismo: primero, el bienestar del individuo y de la colectividad manteniendo y
protegiendo su existencia; segundo, asegura la igualdad, la seguridad y el
mantenimiento de la vida del derecho; tercero, darle a la comunidad condiciones
exteriores favorables, bajo las cuales pueden desenvolverse algunas actividades
vitales que no están, ni pueden estar, bajo la influencia directa del Estado, como
las artes, la moralidad, la ciencia y el sentimiento religioso; cuarto, conservar,
ordenar y fomentar, las manifestaciones sistemáticas de la vida solidaria de los
hombres; quinto, la defensa del territorio contra los posibles ataques externos,
propendiendo al mismo tiempo por el prestigio internacional, y por último asegurar
los servicios públicos.

Con lo anterior podemos entender que el fin del Estado es el bien común l e
corresponderá crear y mantener las condiciones necesarias para que desempeñe
sus funciones al máximo. Promoverá, ayudará, coordinará, corregirá desviaciones,
asegurará la necesaria tranquilidad para que se desarrolle un trabajo fructuoso.
Así la ciencia, el arte, la religión, la economía, la educación, deberán realizar
funciones con legítima autonomía.

A veces el Estado no puede cumplir con todas y cada una de sus funciones, pero
ello no le impide apoyarse en las organizaciones privadas encargadas de realizar
algunas de éstas, sin embargo, no perderá el control y la autoridad sobre ellos
pues estarán bajo la supervisión del mismo, por ejemplo con el tema de la
educación, que puede estar a cargo de escuelas privadas con la debida
incorporación a la Secretaria de Educación Pública (SEP), quien se encargara de
vigilar y supervisar sus actividades.

De esta forma el individuo o la comunidad integrante de un Estado podrá tener la


libertad de elegir cuál de las dos opciones es la más conveniente, según sus
necesidades. Lo mismo sucede con lo referente a los servicios de salud,
seguridad, etc...

Podemos concluir manifestando que el fin fundamental del Estado es el bien


común, la búsqueda de la satisfacción de una mayoría, tratando de hacerlo
mediante la existencia del derecho, un derecho que se considere legítimo, es
decir, que sea aceptado por los gobernados, de lo contrario generaría Estados
ilegítimos con gobiernos autoritaristas. Las necesidades y fines irán cambiando al
igual que el derecho y las formas o medios para satisfacerlos.

Como vimos en el presente trabajo, la creación del concepto Estado pasó por
muchas variantes durante el transcurso de los años, lo cual ha permitido
establecer de manera clara y precisa, cuáles son los fines del mismo; sin
embargo, al inicio del presente trabajo se mencionó que en la antigüedad, la
palabra fin presentaba una gran dificultad para aquellos intelectuales de la época,
quienes querían darle un significado a esta palabra, la dificultad se manifestaba
cuando quería comprobar su función de una manera científica, cosa que era y es
difícil hasta nuestros días. Pero ello no ha impedido que se tenga una mayor
claridad en los conceptos vinculados entre sí, tanto del estado, fin y derecho

Es importante que se tomen en cuenta que los fines del Estado, siempre serán a
favor de sus integrantes y en ningún momento podrán vulnerar sus derechos.
Nuestra Constitución plasma en los artículos del 1 al 23 las garantías individuales,
dentro de ellas están algunos fines del mismo, tales como la libertad (art. 2o.),
educación (art. 3o.), tránsito y residencia (art. 11), legalidad de actos de autoridad
(art. 14), libertad personal y seguridad (art. 16), religión (art. 24) entre otros.

3.5.1 El bien público temporal

El bien público, es un integrante del elemento teológico del Estado en su esencia.

En cuanto a su materia consiste en el Bien del Estado como institución política, a


lo que comprende 2 aspectos, y estos son: la existencia del Estado y la
conservación del mismo; la existencia del Estado abarca la defensa contra sus
enemigos; la conservación del estado se inclina al buen funcionamiento de la
administración y una sana economía. El bien que persigue el Estado se considera
más como un medio para el bien de las personas que lo conforman.

En si la materia propia del bien público queda formada por la totalidad de los
intereses humanos. Entonces el bien común público el cual es perseguido por el
Estado es más humano, es decir, busca mejorar los intereses del mismo, total o
parcialmente, todo va encaminado a la consecución del mismo Estado.

En cuanto al aspecto económico, es una parte fundamental de los intereses


humanos, por lo cual también se integra en el concepto del bien común. La
cuestión económica hacia la consecución debe dirigirse también a la actividad del
Estado y debemos buscar el justo medio. Al estudiar los elementos del bien
público, el Estado debe coordinar esa actividad de los particulares para que no se
salga del círculo. En la economía, el Estado está llamado a ordenar, a prestar
ayuda y a suplir, en este aspecto es donde se necesita más un establecimiento del
orden regulador de la justicia, por parte del Estado, quien se encarga de la
correcta regulación del orden entre obreros y patronos, productores y
consumidores, de esta manera la política entra en la economía, como una
consecuencia de la idea del bien público y de sus elementos. Debe dejar libertad,
pero cuando esta rebase los límites, renunde en beneficio de una sola persona o
institución según le caso, de ahí el Estado debe intervenir encauzando esa
actividad y coordinándola para que tenga el efecto de beneficio a todos.

3.5.2 La satisfacción de la necesidad social

En el aprendizaje-servicio la necesidad social es la justificación del servicio a la


comunidad que van a desarrollar los niños, niñas o jóvenes: una situación en el
entorno que va mal o se puede mejorar y sobre la cual es posible aportar alguna
cosa: un parque sucio, unos abuelos que se sienten aislados, un bosque que se
ha quemado, unos niños con discapacidad que necesitan moverse…
En definitiva, la necesidad social se refiere a un problema que está fuera de
nosotros, pero que nos interpela, nos incumbe y sobre el cual podemos actuar
responsablemente intentando, sino solucionarlo, al menos mejorarlo.

La confusión más frecuente se da entre necesidad social (del entorno) y necesidad


educativa (del alumnado). Vamos a ver algunos ejemplos:

Las necesidades sociales que detectamos en el entorno se enlazan con las


necesidades educativas que detectamos en nuestro alumnado, pero hay que
distinguir ambas cosas si queremos poner en valor que los chicos y chicas son
capaces, realmente, de actuar sobre el entorno y no sólo sobre ellos mismos.

¿Cómo formular la necesidad social?

Podemos formularla como un problema (tal como está formulada en el cuadro


anterior) pero también podemos formularla como un reto. Siguiendo los ejemplos
anteriores, una formulación tipo reto podría ser:

 ¡Vamos a devolver al parque un aspecto bonito y cuidado!


 ¡Vamos a ayudar a las personas mayores a usar el móvil!
 ¡Vamos a motivar a los niños y niñas pequeños a que aprendan a leer!

Vinculación de la necesidad social con el servicio a la comunidad

Una misma necesidad social puede inspirar servicios diferentes, y eso dependerá
de las capacidades de los chicos y chicas, de las condiciones del entorno, del
tiempo disponible, etcétera. Vamos a poner el ejemplo del parque sucio y
abandonado.
Una reflexión antes de la acción

La necesidad social llama a la acción, pero si no reflexionamos antes acerca de


las causas y consecuencias del problema, el servicio a la comunidad podría
acabar siendo superficial, paternalista o de escaso impacto.

Detectar una necesidad social y querer actuar sobre ella es también una
oportunidad para profundizar en el problema y comprender su alcance real.
Siguiendo el ejemplo del parque, la reflexión podría ser:

 ¿Por qué está sucio y abandonado el parque?


 ¿Qué consecuencias tiene?
 ¿Qué importancia tiene vivir en un lugar feo, sucio o abandonado?
 ¿Quién debería responsabilizarse de mantener el parque en condiciones?
 Si el ayuntamiento pone papeleras y planta árboles y flores pero el parque
está sucio ¿cuál es el problema?
 ¿Qué ocurre si no hacemos nada?

UNIDAD IV. FORMAS DE ESTADO Y DE GOBIERNO

El Estado se caracteriza desde el punto de vista sociológico, como hace notar


Groppali, por los diferentes matices de su elemento humano, de su población; por
la religión de la misma, por su raza, por la lengua, por las costumbres, por el
pasado histórico, por la cultura particular, es decir, por los ingredientes que
contribuyen a constituir la nacionalidad considerada como adjetivo sociológico.
Todos esos matices. toda esa serie de caracteres que contribuyen a formar la
nacionalidad, le dan una personalidad. propia, que se deriva de las características
sociológicas de su población.

El Estado también adquiere un matiz propio, una personalidad especial, un


carácter peculiar, que lo distingue de las otras organizaciones políticas similares,
por las circunstancias especiales de su territorio, por su geografía. Pero, además,
desde el punto de vista jurídico, el Estado se individualiza, se distingue de otras
organizaciones políticas, también por la especial estructura de sus órganos
fundamentales y la situación en que los mismos, en que estos órganos del Estado,
se encuentran respecto de los otros, de los elementos constitutivos de la sociedad
estatal, de la población y del poder, y respecto de ese Maxiliar indispensable para
la. vida del Estado, que es el territorio. Entonces vemos que la personalidad
concreta del Estado, aquello que nos hace distinguir un país de otro, tiene su
apoyo en el triple aspecto sociológico, geográfico y jurídico. El aspecto
sociológico, constituido por tos matices especiales de su población. El geográfico,
por la ubicación especial de su territorio, y el jurídico, por la particular estructura
del orden de esta calificación, por su peculiar estructura jurídica.

Tomando en cuenta esos aspectos del Estado, en cuanto a las características de


sus elementos, se clasifica el Estado y se distinguen las formas de gobierno y las
formas de la misma organización política, Aun cuando en el lenguaje vulgar se
confunden Estado y gobierno, no obstante, ya tenemos nosotros los elementos
necesarios para poder afirmar que no son términos equivalentes. La palabra
"Estado" designa la organización política en su conjunto, en su completa unidad
formada por los diversos elementos que la constituyen. "Gobierno" se utiliza para
designar el conjunto de los eres públicos, de los órganos a quienes se atribuye el
ejercicio supremo de la soberanía. El Estado es un concepto más amplio; abarca:
el todo. El gobierno únicamente se refiere a uno de sus elementos, el que tiene la
dirección misma del Estado, o sea, según estudiamos al analizar el poder público,
los órganos a través de los cuales éste se manifiesta.

El Estado se integra por la unión de las dos grupos, gobernantes v gobernados.


El gobierno es definido por Orlando, según cita que de él hace Groppali, como el
conjunto de medios por los cuales la soberanía se Traduce en actos. El gobierno
es el conjunto de instituciones, organizadas por el ordenamiento jurídico, para el
ejercicio de la soberanía. El gobierno se encuentra en la cúspide del Estado, en el
vértice del ordenamiento jurídico; representa el órgano supremo central instituido
para actuar, para realizar la voluntad del Estado; la vida de éste recibe impulso y
dirección del gobierno.

Otros autores definen al gobierno como el conjunto de individuos a quienes el


ordenamiento jurídico confiere la potestad de dirigir el Estado. Esta definición no
abarca más que el aspecto subjetivo del gobierno, al decir "conjunto de individuos.
. . ", sin tomar en consideración su aspecto, objetivo, o sea, el constituido por los
órganos, por las organizaciones gubernamentales en si mismas,
independientemente de sus titulares, de ese conjunto de individuos que se
encuentran formando parte de la definición. El gobierno no es sólo el conjunto de
individuos (gobernantes), también son parte del gobernar órganos mismos. Las
formas de gobierno se refieren a los diferentes modos de constitución de los
órganos del Estado, de sus poderes y de las relaciones de esos poderes entre si.

Por el contrario, las formas de Estado se refieren a la estructura misma de la


organización política en su totalidad y unidad. Las formas de gobierno se refieren
a ese aspecto mis restringido del Estado cuya definición he reos dado. La forma
del Estado se refiere a la especial configuración de la organización política,
tornada en su totalidad.

La consecuencia de esta distinción, es que puede variar la forma de gobierno, sin


que varíe concomitantemente la forma del Estado, y viceversa; ambas situaciones
son independientes.

4.1 La monarquía

La monarquía (del latín: monarchĭa; y este del griego antiguo: μοναρχία


[monarkhía]; que proviene de μονος (uno) y αρχειν (gobierno) como "gobierno de
uno") es una forma de Estado (aunque en muchas ocasiones es definida como
forma de gobierno) en la cual un grupo integrado en el Estado, generalmente una
familia que representa una dinastía, encarna la identidad nacional del país y su
cabeza, el monarca, ejerce el papel de jefe de Estado. El poder político del
monarca puede variar desde lo puramente simbólico (monarquía parlamentaria), a
integrarse en la forma de gobierno: con poderes ejecutivos considerables pero
restringidos (monarquía constitucional), hasta lo completamente autocrático
(monarquía absoluta).

En una monarquía, la jefatura del Estado o cargo supremo es:

 Personal, y estrictamente unipersonal (en algunos casos históricos se han


dado diarquías, triunviratos, tetrarquías, y en muchas ocasiones se
establecen regencias formales en caso de minoría o incapacidad o
valimientos informales por propia voluntad).
 Vitalicia (en algunos casos históricos existieron magistraturas temporales
con funciones similares, como la dictadura romana, y en muchos casos se
produce la abdicación voluntaria o el derrocamiento o destronamiento
forzoso, que puede o no ir acompañado del regicidio).
 Designada según un orden hereditario (monarquía hereditaria), aunque en
algunos casos se elige, bien por cooptación del propio monarca, bien por un
grupo selecto (monarquía electiva).

El término «monarquía» proviene del griego μονος mónos ‘uno’, y αρχειν arkhein:
‘mandar, guiar, gobernar’, interpretable como «gobierno de uno solo». A ese único
gobernante se le denomina monarca o rey (del latín rex) aunque las
denominaciones utilizadas para este cargo y su tratamiento protocolario varían
según la tradición local, la religión o la estructura jurídica o territorial del gobierno
(véase sección correspondiente). El Estado regido por un monarca también recibe
el nombre de monarquía o reino.

El primer precedente europeo de esta institución, bajo el término concreto de


«reino» (regnum), se dio tras la llegada de los suevos a la provincia romana de la
Gallaecia (noroeste de Hispania) en el año 409, cuando acuerdan un foedus con
Roma en el 410, por el que se establecen en la provincia y se otorga a su caudillo
Hermerico (409-438) el título de rey (rex), aceptando como superior la autoridad
del emperador de Roma. Así, en la Gallaecia, como primer reino (regnum) de
Europa con tal denominación, se consolida el primer paso hacia la estructuración
del poder político en el espacio europeo medieval en reinos bajo la autoridad
moral, cada vez más meramente teórica, de un emperador.

4.2 La república

Una república (del latín respublĭca,1 ‘cosa oficial’, ‘cosa pública’, ‘lo público’; y esta
de res, ‘cosa’, y pūblica, ‘pública’, viene de populus, ‘pueblo’)2 es una forma de
Estado cuya máxima autoridad no es un monarca u otra de las demás autoridades
que ocupan el poder a través de una forma de gobierno como la aristocracia, el
parlamentarismo, la oligarquía, etc. En las repúblicas actuales la figura del jefe de
Estado es representada por el presidente.

El término república fue acuñado por primera vez en el año 500 a. C. en Roma,
pero con el tiempo el término ha sufrido varios cambios de significado.
Inicialmente, el término latino res publica significaba la anterior "forma parcial de
democracia" como se encuentra en Roma desde 500 a. C. hasta 27 a. C.. En esta
primera democracia parcial romana, el poder de la clase aristocrática o Patricios
que tenía todos los escaños en el Senado romano fue controlado por la institución
del consulado, cuyos dos cónsules / vice-gobernantes fueron elegidos anualmente
por los ciudadanos libres o plebe de Roma. La antigua definición romana de la
palabra difiere del uso moderno del término, donde no se considera que las
posiciones de liderazgo se limiten a la "clase dominante".

"Los dos grandes puntos de diferencia entre una democracia y una república son:
primero, la delegación del gobierno, en esta última, a un pequeño número de
ciudadanos elegidos por el resto; en segundo lugar, el mayor número de
ciudadanos, y la mayor esfera del país, sobre el cual puede extenderse este
último.”

No debe confundirse a las repúblicas modernas con las antiguas repúblicas bajo
un régimen de democracia directa (del griego δημοκρατία, dēmokratía, ‘poder del
pueblo’; y este de δñμος, dḗmos, ‘pueblo’ y de κράτος, krátos, ‘poder’), pues
aluden a principios distintos; la república moderna es el gobierno de la ley
mientras que democracia directa significa el gobierno del pueblo. Las dos grandes
diferencias entre una democracia directa y una república representativa son:
primera, que en la segunda se delega la facultad de gobierno en un pequeño
número de ciudadanos, elegidos por el resto; segunda, que la república
representativa puede comprender un número más grande de ciudadanos y una
mayor extensión de territorio.

En inglés estadounidense, la definición de república también puede referirse


específicamente a un gobierno en el que las personas elegidas representan el
cuerpo ciudadano y una república que ejerce el poder de acuerdo con el estado de
derecho con una constitución que incluye la separación de poderes con un jefe
ejecutivo electo por los ciudadanos y respeto por los derechos individuales (una
república constitucional) o una democracia representativa.

La primera república representativa fue la de Estados Unidos después de la guerra


de independencia se fundó como una confederación y luego se reformuló como
una república constitucional federal libre y de derecho implementando conceptos
nuevos de la época como la separación de poderes, característica inspirada en las
antiguas democracias y perfeccionada con las teorías de Montesquieu, lo cual,
unido a la representación del parlamentarismo inglés, dio inicio a una nueva forma
de gobierno, la democracia representativa, por lo que a Estados Unidos
corresponde el primer concepto y creación de lo que es la constitución escrita, el
presidencialismo y la justicia independiente

4.2.1 Representativa

Es el tipo de democracia en el que el poder político procede del pueblo pero no es


ejercido por él sino por sus representantes elegidos por medio del voto.

El académico italiano Norberto Bobbio señala que históricamente se fue


consolidando el modelo a partir de los movimientos constitucionalistas de las
primeras décadas del siglo XIX a través de dos vertientes: 1) la ampliación del
derecho al voto hasta llegar al sufragio universal y, 2) el avance del
asociacionismo político que formó a los partidos políticos modernos. El paso de los
regímenes monárquicos a los republicanos representó el arribo de la Democracia
Representativa a través del mayor cargo del Estado bajo la figura de la
Presidencia. De esta forma, es común que en los regímenes democráticos
actuales se consideren una forma para ejercer el poder político democrático en
sociedades de masas, argumentando que permite una decisión eficaz por un
número suficientemente pequeño de personas en nombre del mayor número.

La Constitución Política señala en los artículos 50, 51, 52, 53, 54 y 56 la esencia
del sistema democrático-representativo para México.
4.2.2 Democrática

El entendimiento usual de representativo es el de una forma de gobierno en el que


el poder legislativo tiene un poder marcado y está constituido por personas que
llegan a su posición por medio de elecciones directas.

Consecuentemente es un arreglo político por el que los gobernantes son


entendidos como representantes de los gobernados. Es decir, los ciudadanos
comunes no toman las decisiones políticas, las toman esos a quienes ellos han
seleccionado en su representación.

El punto puede parecer sutil, pero es vital: los representantes de los ciudadanos
no representan a otra cosa que a ellos, sus libertades y sus intereses.
Representan a los todos los ciudadanos, no a sus partidos, ni a sus ideologías.

4.2.3 Federal

Una federación (del latín foederatio, ‘unión’) es una agrupación institucionalizada


de entidades sociales relativamente autónomas. La federación suele asociarse a
la formación de Estados conformados a su vez por la reunión de varias entidades
territoriales y políticas. También suele denominarse Estado federal o república
federal y, generalmente, tiene un sistema político republicano y excepcionalmente
monárquico. El término se contrapone al de Estado unitario o centralizado.

La organización política o estructura constitucional que caracteriza a una


federación se conoce como federalismo.

En el plano macropolítico las federaciones están compuestas por divisiones


territoriales que se autogobiernan, a las cuales se llega a dar con frecuencia el
nombre de estados, cantones, regiones, provincias u otras, que gozan de un
mayor o menor grado de autonomía pero que, en cualquier caso, tienen facultades
de gobierno o legislación sobre determinadas materias, distintas de las que
corresponden a la administración federal (gobierno de la federación). El estatus de
autogobierno de las regiones que lo componen está establecido por su
constitución y, de ordinario, no puede alterarse unilateralmente por decisión del
gobierno de la federación.

El modelo federal puede alcanzar incluso al derecho de autodeterminación de los


territorios federados, que fue precisamente lo que ocurrió durante el
desmembramiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Las federaciones pueden ser multiétnicas o extenderse por amplios territorios,


aunque no necesariamente ha de darse alguna de estas situaciones. Con
frecuencia las federaciones se constituyen sobre un acuerdo original entre
Estados soberanos. Los estados que forman la federación no suelen tener
derecho a separarse unilateralmente de la misma. Entre las federaciones más
conocidas se encuentran Alemania, Argentina, Austria, Australia, Brasil, Canadá,
Estados Unidos, India, México, Rusia, Suiza y Venezuela.

Las partes que componen una federación se conocen generalmente con el


nombre de "estados", por lo que para diferenciarlos de los "Estados nacionales"
suelen ser denominados "estados federados". Dichos estados pueden
considerarse dotados de cierta soberanía, ya que ciertas competencias les quedan
reservadas con exclusión del gobierno federal. Sin embargo, una federación es
algo más que una mera alianza de estados independientes. Los estados que
forman una federación no suelen tener competencia en asuntos de política exterior
y por tanto carecen de la consideración de independientes bajo el derecho
internacional.

Algunos países utilizan nombres distintos (y distintivos) para denominar a sus


partes federadas: en Suiza se conocen como "cantones" y en Canadá y Argentina
se les denomina "provincias".

Las federaciones normalmente exhiben una estructura administrativa en la que


dos niveles de gobierno ejercen sus facultades sobre una sola jurisdicción,
quedando algunas atribuciones reservadas al gobierno federal, otras a los
gobiernos locales, y un tercer grupo de ellas que pueden ser concurrentes.
Pueden darse excepciones, en las cuales algunas partes de la federación quedan
bajo control directo del gobierno federal, como ocurre en el caso de los 'territorios'
autónomos de Canadá y Australia, con el Distrito de Columbia de los Estados
Unidos, con el extinto Distrito Federal en México, o los extintos Territorios
Nacionales -todos provincializados-, así como al antiguo sistema vigente en la
Capital Federal, hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina). En este
último caso, el gobierno federal está dotado de facultades constitucionales
especiales en materia de instalación y eliminación de algunas estructuras del
gobierno local, lo que impide que la entidad sea un verdadero estado federado.

Pese a lo anteriormente señalado, no es necesariamente característico de una


federación el que exista una gran región central (una "metrópolis") bajo el control
directo del gobierno federal. Abundando en el ejemplo de México, la zona
metropolitana de la Ciudad de México abarca tal extensión que en ella concurrían
un gobierno federal, dos gobiernos locales, cincuenta y dos municipales y dieciséis
administraciones delegacionales, y fue el caso que a lo largo de la última década
el gobierno federal disminuyó su injerencia, hasta que se decidió que Ciudad de
México fuera autónoma al pasar a ser el estado 32 de la República Mexicana.

4.2.4 Confederada

La confederación o Estado confederal agrupa a distintos estados en virtud de un


acuerdo común. Este tipo de organización establece un vínculo jurídico entre la
unidad o confederación y cada uno de los Estados que la integran. No hay relación
jurídica entre la confederación y los ciudadanos, como sí ocurre en el caso de la
federación, sino entre Estados miembros y confederación.

Es una manera de organización política donde territorios autónomos y soberanos


se unen para regirse por determinadas leyes comunes.

4.3 Importancia de la división de poderes

La división de poderes: un fenómeno novedoso en la historia política del mundo.-


Para definir el concepto de división de poderes tenemos que tener bien en claro
que el mismo es muy novedoso si lo comparamos con la historia política mundial.

Aunque ya lleva más de doscientos años existiendo, la división de poderes resulta


siendo la punta de una larga historia mundial de monarquías y poderes absolutos.
Ahí radica su importancia ya que comporta una nueva manera de entender la
política y el gobierno en la cual el poder ya no esté concentrado totalmente en una
persona sino que nacen diversas instituciones que se lo repartirán y deberán
ejercerlo con las mismas responsabilidades.

Entendiendo el concepto de división de poderes: una abstracción aplicada a


la realidad

Cuando nos encontramos frente a la tarea de definir la idea de división de poderes


observamos que la tarea se vuelve dificultosa debido a que el concepto es, como
todos los relacionados con la política, muy abstracto y tal vez alejado de la
práctica real. Sin embargo, es posible encuadrarlo dentro de ciertas prácticas
institucionales para entenderlo mejor.

La división de poderes es el concepto que surge a mediados del siglo XVIII


cuando filósofos de Occidente comienzan a reclamar a las monarquías reinantes
por los abusos de poder cometidos. Así comienza a surgir la idea de que el poder,
hasta ese momento detentado por una sola persona, debe estar representado por
varias personas o instituciones que se controlen entre sí y que impidan que un
gobernante concentre todas las funciones y prerrogativas del poder.

La división de poderes establece en la era en la que vivimos que existen en un


gobierno democrático tres poderes con iguales capacidades para ejercer sus
funciones: el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo. Esto es así
debido a que cada uno de ellos debe cumplir diferentes tareas y tiene diversas
responsabilidades que no tienen los otros poderes. Al mismo tiempo, surge la
noción de que cada uno de los poderes debe regularse pero también debe ser
controlado por los otros para evitar abusos.
Las distintas concepciones de la división de poderes en los países del
mundo

Si bien la teoría sobre la división de poderes es bien clara sobre las funciones y
prerrogativas de cada poder, la realidad demuestra que en diferentes países del
mundo se puede aplicar de mayor o menor modo. Esto da por ejemplo en muchos
países con tendencia al personalismo que poderes como el Ejecutivo tengan
tendencia a ejercer más autoridad que en otros donde el Legislativo controla con
mayor poder los designios o decisiones de los otros dos. Esto prueba que la teoría
política no siempre es fácil de aplicar y que, como todo lo relacionado con lo
humano, es un fenómeno muy subjetivo.

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