Está en la página 1de 25

UNIVERSIDAD PANAMERICANA

CENTRO REGIONAL DE SAN VICENTE


FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS
LIC. EN CIENCIAS JURIDICAS

CATEDRATICO:
LIC. JASMIN CAROLINA LICO.

MATERIA:
TEORIA GENERAL DEL ESTADO.

TEMA:
EL ESTADO Y EL DERECHO COMO PRODUCTOS SOCIALES.

RELACIONES ENTRE EL ESTADO Y EL DERECHO.

EL ESTADO DEL DERECHO QUE LO CARACTERIZA PROYECTANDOLO A


NUESTRA REALIDAD SOCIAL.

LA TESIS DE IDENTIDAD DE KELSEN.

LOS ELEMENTOS DEL ESTADO Y SU ANALISIS SEGÚN KELSEN COMO


PARAMETRO A NUESTRA REALIDAD.

INTEGRANTES:
BRENTON JOSUE RAMIREZ ACEVEDO.
KEVIN EDUARDO LEMUS.
YASSER IGNACIO LIEVANO DIAZ.
KEVIN ALEJANDRO CONSTANZA RIVAS.
OBJETIVOS:

Objetivos Generales:

Objetivos Específicos.
JUSTIFICACION.
I. EL ESTADO Y EL DERECHO COMO RPODUCTOS SOCIALES.

¿Qué es el Estado?
Se entiende por Estado la organización humana que abarca la totalidad de la población
de un país, estructurada social, política y económicamente mediante un conjunto de
instituciones independientes y soberanas que regulan la vida en sociedad.

Dicho de otro modo, un Estado equivale al conjunto de atribuciones y órganos públicos


que constituyen el gobierno soberano de una nación, y en ocasiones el término es
usado también para referirse a la nación como un todo: el Estado Guatemalteco, el
Estado Salvadoreño, etc. Para que un colectivo humano organizado sea reconocido
como un Estado, deberá contar con ciertas condiciones, pero también con el
reconocimiento internacional de sus pares.

Los elementos comunes a todo Estado son:

a) Población: Ningún Estado existe sin una población que lo integre, por grande o
diminuta que sea, o por diversa que ésta pueda resultar en materia cultural,
racial o lingüística. De hecho, existen muchos Estados plurinacionales (varias
naciones organizadas en un mismo Estado), ya que lo importante es que los
pobladores estén de acuerdo en regirse por las mismas instituciones y compartir
un destino político afín.

b) Territorio: Todos los Estados poseen un territorio y unas fronteras que delimitan
su área de soberanía y ejercicio de ley, de la de los Estados vecinos. Dicho
territorio es suyo para administrar, ceder, proteger o explotar económicamente
de la manera que mejor le parezca, siempre y cuando no ponga en jaque los
territorios vecinos.

c) Gobierno: Todo Estado debe contar con instituciones firmes y duraderas para
gestionar la vida en sociedad, así como con autoridades para regirlas y métodos
soberanos para decidir quién ejercerá dicha autoridad en su territorio. Dicho
gobierno ejercerá la política y la administración del Estado por un tiempo
definido en base a las reglas jurídicas, culturales y políticas de la población.
d) Soberanía: Ningún Estado existe si otra toma por él sus decisiones, así que
todo estado requiere de autonomía y de fuerza para ejercer y defender sus
decisiones. De no poseerlo podremos estar frente a una colonia, un Estado
asociado u otras formas de dominación de un Estado sobre otro.

¿Qué es El Derecho?

Es el conjunto de normas que imponen deberes y normas que confieren facultades,


que establecen las bases de convivencia social y cuyo fin es dotar a todos los
miembros de la sociedad de los mínimos de seguridad, certeza, igualdad, libertad y
justicia. En general se entiendo por Derecho, conjunto de normas jurídicas, creadas por
el estado para regular la conducta externa de los hombres y en caso de incumplimiento
está prevista de una sanción judicial.

Fines del Derecho:


a) Seguridad: El ordenamiento responde a la ineludible necesidad de un régimen
estable, a la eliminación de cuanto signifique arbitrariedad. Normas bien
determinadas y cumplimiento cabalmente garantizado. La certeza debe basarse
en la seguridad: “garantía dada al individuo, de que su persona, sus bienes y sus
derechos no serán objetos de ataques violentos o que, si estos llegan a
producirse, le serán asegurados por la sociedad, protección y reparación”.

b) Justicia: Es la adaptación de la conducta del hombre a las exigencias de su


naturaleza social. Como virtud, la justicia es, según explica Santo Tomas, el
hábito según el cual, alguien, con constante y perpetua voluntad, da a cada uno
de su derecho. Y se entiende por “suyo” en relación con otro todo lo que le esta
subordinando.

c) Bien Común: Es el conjunto organizado de las condiciones sociales gracias al


cual la persona humana puede cumplir su destino natural y espiritual. Es la
forma de ser del ser humano en cuanto el hombre vive en comunidad.
Abundancia necesaria para el mantenimiento y desenvolvimiento de nuestra vida
corporal, paz, virtud para el alma son fines que ha de cumplir la acción
gubernamental para realizar el bien común.
o El Estado como producto de la sociedad:

El ser humano necesita vivir en sociedad para sobrevivir, vivir en sociedad significa
convivir con los demás y para convivir con los demás debemos organizarnos, por lo
que al organizamos nuestra convivencia a través de la política (Aristóteles 400 años
a.c, el hombre es un ser político).

La política pretende alcanzar el bien común a través de las leyes y las instituciones
políticas, cual a la vez las leyes y las instituciones políticas ponen límites a
comportamientos contrarios al bien común, cuando una sociedad en busca de su bien
común tiene la capacidad de gobernarse a sí misma y de organizarse políticamente
surge el estado.

Pero cómo surge y por qué surge el estado, el estado no ha sido el mismo desde su
origen, es un fenómeno que ha estado en constante evolución, desde consistir en
formas organizativas simples hasta dimensiones más complejas. De acuerdo
historiadores, antropólogos, la sociedad humana ha pasado desde el estado primitivo,
que data de hace aproximadamente 5000 años, pasando por el estado feudal, hasta
llegar al estado nación que actualmente conforman nuestra sociedad, qué se funda en
el reconocimiento de la personalidad jurídica de cada uno y en la aceptación de la
interacción con las entidades políticas autónoma del estado.

Antes de un estado, el hombre vivía en una edad primitiva de total libertad en un plano
de igualdad con los demás. Obviamente la necesidad de subsistir hizo que el hombre
empezara a desarrollarse, haciendo con ella al enfrentamiento y la desigualdad entre
los hombres y dando fin al estado primitivo. Sin embargo, para recuperar la libertad
optaron por someterse a un gobernante dando vida al estado en donde los hombres
ceden a la comunidad quien fuera la depositaria de la soberanía sus derechos que
serían devueltos mediante protección.
Era un pacto habido entre hombres en el cual excedían el gobernante soberano la
voluntad colectiva, desafortunadamente hubo abuso de poder y por ello fue necesario
hacer uso del derecho. Quedando tanto los gobernantes como los gobernados dentro
del marco de la ley, es decir los gobernantes solo pueden hacer lo que la ley les
permite y los gobernados pueden realizar todo lo que no se les prohíba, un estado
regido por normas jurídicas vigentes se considera como un estado de derecho.
Cabe decir que el artículo 83 de la república de el Salvador dice lo siguiente, El
Salvador es un estado soberano, la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce en la
forma prescrita y dentro de los límites de esta constitución.
Cuál en el aparece cimiento de una nueva clase social, la burguesía, y el apartamento
de la iglesia de la participación en la organización política, social y económica en las
cuestiones de gobierno, marcan el fin del estado feudal y abren las puertas a una forma
de estado: el liberal o moderno. Su consigna es la libertad, que implica pensar que los
ciudadanos participen en la instancia de poder que controla la sociedad, por medio de
organismos y que establece para ello, como los parlamentos, los congresos y
entidades que precautelen que el poder de decisión no recaiga en una sola persona.

Esto implica también que el poder se reparte entre varias instituciones, garantizando
que se cumpla con el ejercicio de la libertad, con los derechos civiles, y se proteja la
propiedad privada.

o El Derecho como producto de la sociedad:

El derecho se origina por los grupos y fuerzas que de manera desigual operan en cada
sociedad concreta, por tanto, es parte de ella y se relaciona con los demás factores y
productos sociales, demográficos, políticos, económicos, culturales etc. De tal manera
se puede afirmar que existe una conexión entre los contenidos de las relaciones
jurídicas, las diferentes relaciones sociales, y los factores que las condicionan.

En este sentido las interrelaciones originadas durante los procesos históricos, marca en
el momento de la creación jurídica estatal a la vez que la condiciona, y una vez iniciado
se convierte en un elemento relativamente independiente para regular a la sociedad,
con lo que se llega a identificar al derecho como una realidad autónoma.

La creación normativa es a la vez resultado de las luchas y logros socios políticos de


clases grupos y sectores sociales representados en el órgano supremo de poder y con
los agentes sociales que lo aseguran.
Consecuentemente el derecho tiene carácter regulador, fija y consagra lo obtenido, lo
querido y como resultado de transfusión se dictan las disposiciones aseguradoras de
las conquistas, ejemplos múltiples, se obtienen a través de toda la historia luego de
grandes revoluciones se aprobaban constituciones, esta función muestra el derecho
como un fenómeno posterior al hecho como ente legitimador jurídico portador de la
validez formal posterior en tanto existe el cambio pero considerando jurídicamente las
modificaciones que en las costumbres concepciones e instituciones de la sociedad se
vienen produciendo durante un determinado periodo histórico las que no tendrían
ninguna estabilidad sino obtienen una consagración jurídica.
No cabe duda de que desde tiempos ancestrales las sociedades más antiguas
disponían de normas que dotaban de cierta organización a sus individuos, no obstante,
se antoja arriesgado calificar estas “normas” como Derecho, más bien se trataría de
una serie de rutinas o costumbres que solían venir impuestas por la persona que
ejercía la autoridad.

Algo a destacar y que se daba en la edad antigua en las sociedades más primitivas, por
este orden; hordas, clanes y tribus, era el carácter oral de las normas, algo lógico si
tenemos en cuenta que eran colectivos ágrafos. Aquellas rutinas de comportamiento
más o menos normalizadas distaban mucho de ser justas, pero obviamente la relación
entre los conceptos de Derecho y Justicia requiere de otro análisis independiente.

En lo que respecta a la autoridad, en un primer momento ésta era ejercida por los
hombres más fuertes de la comunidad que aplicaban la violencia para conseguir sus
fines. Con el paso del tiempo los sujetos dominantes se rodearon de otros individuos,
como brujos y hechiceros, al disponer estos de conocimientos sobre la salud, los cultos
religiosos y la naturaleza. Sobre lo que sí existe un acuerdo más o menos unánime, es
al considerar el Código de Hammurabi elaborado por el sexto rey babilónico
Hammurabi (1728-1686 a. C.), como el primer gran texto jurídico de la historia.

Este Código contenía entre otras leyes, la ley de talión (ojo por ojo, diente por diente),
la cual dotaba de evidente dureza a la aplicación práctica de este Código.

Posteriormente vendrían las Tablas de la Ley (Ley Mosaica), las cuales fueron
reveladas por Yahvéh a Moisés (siglo XIII a. C.), en el monte Sinaí, consistentes en un
conjunto de principios éticos y de adoración, que juegan un papel importante en el
judaísmo y el cristianismo, incluyendo instrucciones precisas de como adorar a Dios.
Estas leyes destacaban por su profundo entroncamiento con la religión y los dioses,
hasta el punto de que se crearon dos tipos de obligaciones, uno entre los ciudadanos y
Dios y otro entre los ciudadanos mismos.

La ley de las 12 tablas, esta fue la primera ley escrita en Roma. Fue exigida por los
plebeyos para contrarrestar los abusos y el monopolio de los patricios en la
interpretación y aplicación del derecho no escrito o consuetudinario.
Esto tuvo lugar entre los años 460 y 450 a. C, dejando el derecho consuetudinario e
imponiendo el derecho escrito. Por ejemplo, las normas morales-jurídicas de “vivir
honestamente” (honeste vivere) y “no dañar a otro” (alterum non laedere) no eran
cumplidas fielmente por los patricios, con la nueva ley se impuso la norma jurídica de
“dar a cada uno lo que le pertenece (suum cuique tribuere). En concreto, lo que se hizo
fue dejar de mezclar los preceptos morales-jurídicos con los primeros preceptos
netamente jurídicos.

II. RELACIÓN ENTRE EL DERECHO Y EL ESTADO.

Al hablar de estado y derecho primero debemos de diferenciar cada concepto por


separado a manera de comprender lo que significan estos y como es que son
considerados inseparables. La palabras Derecho que como la mayoría deriva del latín
“directus” que significa dirigir, que puede ser entendido como lo que está conforme a la
regla, a la ley o norma, siendo así derecho un concepto sumamente aplicado, tanto en
la vida diaria como en la jurídica, todos y cada uno ha impuesto su ideología sobre que
nadie tiene derecho de privar de un derecho a alguien más, Como por ejemplo, nadie
tiene derecho de quitarle el derecho a la vida, a la salud, a la educación,
sobreentendemos entonces que el derecho nos dice que no hay derecho en hacer
ciertas cosas o dejarlas de hacer, pero sin embargo si hay derecho para exigir otras.
Puesto que el derecho es un sistema normativo que regula conductas a través de
motivaciones indirectas que representan ventajas o desventajas según su observancia
o inobservancia, quiere decir que el derecho es de carácter coactivo puesto que las
sanciones son impuestas en contra de la voluntad de quien viola la normativa. Pues
bien, habiendo definido de manera sencilla lo que es derecho, podemos dar por
sentado que el derecho es el conjunto de normas que por medio del poder y la ley
podemos exigir que se nos dé, se haga algo o se abstenga de hacer algo. Pero cual
poder es el que hace valer esos derechos, es ahí donde entra el Estado, palabra que
deriva del latín “statum” la cual puede definirse como la entidad política-jurídica que
vela por el bienestar social común y que ejerce por esta razón poder legal.
El estado podemos definirlo como la personificación del derecho pues está constituido
por el derecho, el cual lo rige y dicta su conducta y establece las normas para su
prosperidad y el bien común.
El Estado y Derecho forman esta estrecha relación ya que es el Estado el que crea el
Derecho para el correcto funcionamiento de la conducta social estableciendo así una
relación de control del Derecho sobre el Estado.

Pero ¿Cómo el estado es capaz de hacer cumplir estos derechos?


Como un estado de derecho podría ser capaz de hacer valer todos los lineamientos
que dicta el derecho, pues bien, para poder cumplir con esto el estado se basa en la
soberanía, pero ¿qué es la soberanía?, ¿Qué relación tiene la soberanía con el estado
y derecho? El problema para definir la relación entre el derecho y el estado se
encuentra relacionado con la soberanía y el fundamento de la soberanía. La soberanía
se caracteriza por el poder, pero no un poder absoluto, más bien en el poder como
formador del derecho, y los problemas que surgen a raíz de la ética y las relaciones en
un orden determinado, el estado es quien los regula a través de la norma jurídica
dictada por la voluntad soberana.
Entonces comprendemos que la soberanía es el poder para resolver todos los
conflictos que pudieran presentarse dentro de su jurisdicción, y en el caso que un
conflicto se diera fuera de un estado soberano, será el derecho internacional el que lo
regule, pero no debe de confundirse soberanía con poder, pues no es lo mismo, la
soberanía solamente hace “uso” del poder que le brinda el derecho, para efectuar lo
que se manda.
Fue Jean Bodin (1530-1590) quien acuña el termino soberanía y hace hincapié en
diferenciar entre soberanía y poder, por lo que hace uso del término legibus solutus,
que significa, arbitrariedad absoluta del soberano en su actuar (en la era medieval).
Pero para esclarecer esto de mejor manera “Car si nous dissons que celuy a la
pussiance absolue qui n'est point suget aux lois il ne se trouverai prince au monde
suverain vu que tous les princes de la terre sont sujets aux lois de dieu de la nature et à
plusiers lois communes a tous les peuples” (Jean Bodin ,1576, p.52)
Que significa, “Porque si decimos que quien tiene poder absoluto, no está sujeto a las
leyes, no se encontrará príncipe en el mundo soberano, ya que todos los príncipes de
la tierra están sujetos a las leyes de Dios, de la naturaleza, y a varias leyes comunes
de todas las personas”. Para resolver esta contradicción el mismo Bodin nos explica la
diferencia entre Ius y Lex, es decir, entre derecho y ley, entre principio y precepto, y
acompañado al concepto de ley, va la voluntad del soberano que manda y que se vale
de la ley para romper la antigua jurídica y crear una nueva. Es decir que la soberanía
tiene el poder para modificar el derecho y crear uno nuevo y es este mismo derecho
por el cual se rige el estado, pues comprendemos entonces que nadie está exento del
derecho, ni el mismo estado creador de este.
Habiendo desglosado ya ciertos aspectos relevantes para entablar la relación entre
derecho y estado cabe decir que este vínculo tuvo su inicio notable en la época del
renacimiento en donde el proceso de secularización alimentado por las ideologías de
reformas, potenciadas por las luchas religiosas de la época y el proceso de unificación
y centralización del poder político, llevó a la aplicación del derecho dentro de una
determinación territorial del poder político y que a su misma vez impulso el proceso de
institucionalización de modo que el poder político fue adentrándose cada vez más en el
sistema que estaba más vinculada a la monarquía.
En esta etapa el estado comenzó a asumir el proceso de creación y aplicación del
derecho, puesto que el estado no solo intentó ser el legislador supremo y único, si no
que hizo lo posible por dar garantía de las leyes que creaba monopolizando el poder
judicial, para comprender esto existen tres planteamientos juzgados durante esa época
que nos explican de mejor manera la relación entre el derecho y el estado.
 La primacía del Estado frente al Derecho.
 La primacía del Derecho frente al Estado.
 La equiparación del Derecho y el Estado.
La primacía del estado frente al derecho: es una posición doctrinal en la cual el
alcance, existencia y vigencia depende estrictamente del derecho, y todo ordenamiento
jurídico debe de ser reconducido por el estado que es el que lo va a aplicar y sostener,
dentro de este planteamiento el derecho y su eficacia depende completamente del
estado ya que este es el único que tiene a su completa disposición ese poder.
La primacía del derecho frente al estado: según este planteamiento el derecho es
anterior al estado, no solo cronológicamente, si no también visto desde el punto de
vista lógico, puesto que el derecho es en principio el ordenador contemporáneo del
hombre, existencia la cual precede a cualquier organización política. De manera que al
derecho le corresponde prioridad sobre el estado, ya que esta última basa todo su
poder de dominio y soberanía en el derecho y legitimado por el mismo.
Por último, en la equiparación del estado y el derecho no existe conflicto para definir la
primacía de ambos, el estado solo existe a medida que el derecho se expresa y
avanza, el estado es el derecho como actividad normativa, personificando en su
totalidad la normativa, y el derecho es el estado como situación normada, lo cual se
refiere a los mismo.
Relación entre el estado y el derecho según la doctrina tradicional.
Las doctrinas jurídicas y políticas han visto al estado y al derecho como dos objetos
diferentes, pero relacionados entre sí.
Pero es difícil diferenciarlos precisamente, puesto que no hay unanimidad en los
conceptos de estado y derecho. Grosso modo la doctrina ha visto en el derecho una
entidad ideal y al estado le ha reconocido carácter real. El derecho es un conjunto de
normas, ósea de pensamiento imperativos, reconocidos y aplicados obligatoriamente
en la sociedad. El estado por otro lado es el aparato represivo, la burocracia, el
conglomerado de personas gobernantes, un conjunto de súbditos sobre los cuales se
ejerce el poder político.
La doctrina parte de la base que el mundo del derecho y el mundo de la efectividad
social son diferentes: una cosa es la norma y otra es la conducta regulada por la
norma. De esta forma la relación jurídica es ideal, y cabe en el “deber ser” y la relación
social, propia del poder político cabe en el “ser”.
Esta opinión tradicional parece corresponder al sentido común, que encuentra
diferencias notables entre el orden ideal que postula el derecho y el que el Estado
realiza en la práctica. Es fácil observar las distorsiones que sufre el derecho en su
choque con la realidad: se lo aplica a medias, se lo desobedece abiertamente, se
distorsiona su sentido, los hechos lo desbordan, etc.
De sobra son las discusiones sobre la relación lógica, histórica y la subordinación entre
estado y derecho. Estos problemas no han podido resolverse dentro del marco de la
doctrina tradicional pues los conceptos de derecho y estado aparecen muy ligados y es
imposible separarlos con el fin de definir las influencias de uno sobre el otro.
Los puntos de contacto que enlazan al derecho en la doctrina tradicional son:
a. Todo Estado crea, por así decirlo, un orden jurídico destinado a regular los
comportamientos de sus súbditos. Así, la comunidad política coincide necesariamente
en el orden jurídico.
b. Todo orden jurídico necesita el apoyo de algún aparato coactivo que garantice su
aplicación eficaz.
c. El poder del Estado reviste sin embargo la modalidad de poderes jurídicos, de
competencias otorgadas y regidas por el derecho. La calidad del órgano del Estado
sólo puede reconocerse por una norma de imputación jurídica que le establezca.
d. Los demás elementos del Estado también pueden analizarse bajo categorías
jurídicas, como ámbitos de validez personal (la población) y espacial (territorio) del
orden normativo. Habiendo tantos puntos de contacto y siendo insuficiente cualquier
intento de establecer precedentes sobre el derecho y el estado, se concluye contra la
tendencia inicial del sentido común, no es posible diferenciarlos.

o Relación entre el Derecho y El estado según la doctrina Kelseniana.

Kelsen se atrevió a rebasar la doctrina tradicional afirmando que la identidad sustancial


de estado y derecho.
Vamos a recalcar un pensamiento suyo plasmado en muchos de sus escritos, “Una
teoría del estado depurada de todo elemento ideológico, metafísico o místico solo
puede comprender la naturaleza de esta institución social considerándola como un
orden social que regula la conducta de los hombres”.
El análisis revela que este orden organiza la coacción social y que debe ser idéntico al
orden jurídico, ya que está caracterizado por los mismos actos coactivos y una sola y
misma comunidad social no puede estar constituida por dos órdenes diferentes. El
Estado es, pues, un orden jurídico, pero no todo orden jurídico es un Estado, puesto
que no llega a ser hasta el momento en que establece ciertos órganos especializados
para la creación y aplicación de las normas que 10 constituyen. Es preciso, por
consiguiente, que haya alcanzado cierto grado de centralización "(Kelsen, "Teoría Pura
del Derecho", Eudeba, Bs. Aires, 1960, p. 189). En otra parte de su obra escribe: "El
Estado, como acabamos de ver, es un orden jurídico de especie particular, aunque no
se distingue cualitativamente de los otros órdenes jurídicos. Encontramos la
confirmación de lo expuesto en el hecho de que toda su actividad se presenta
necesariamente bajo la forma de actos jurídicos, de actos que crean o aplican normas
jurídicas. El acto de un individuo no es un acto estatal, salvo si una norma jurídica le
otorga tal calificación. Considerado desde el punto de vista dinámico, el Estado se
manifiesta en una serie de actos jurídicos y plantea un problema de imputación, ya que
se trata de determinar por qué un acto estatal no es imputado a su autor sino a un
sujeto ubicado, por decirlo así, detrás del mismo. Solamente una norma jurídica permite
responder a esta pregunta, pues la conducta de un individuo sólo puede ser referida a
la unidad del orden jurídico si una norma de este orden le da esa significación. Ahora
bien, el Estado en su calidad de sujeto de actos estatales es precisamente la
personificación de un orden jurídico y no puede ser definido de otra manera" (Kelsen,
"Teoría Pura del Derecho", ed., p. 191). El estado para Kelsen es entonces el derecho,
pero ¿qué es el derecho para Kelsen? "El derecho es un orden de la conducta humana.
Un orden es un conjunto de normas. " (Kelsen, "Teoría General del Derecho y del
Estado" UNAM, México, 1969, p. 3).
Kelsen considera que la realidad del derecho y, por ende, la del Estado, es de carácter
lógico y fiel a su principio de la pureza metódica, excluye de la consideración de la
teoría del Estado las cuestiones relativas al ser social. Cómo se implanta el Estado en
la realidad, cuáles son las influencias que sufre del sistema económico o el cultural, de
qué manera supera los conflictos y tensiones sociales y cómo lo afectan, cuál es el
papel de las clases sociales en la vida estatal, etc. En la "Teoría General del Estado"
rechaza toda posibilidad de estudiar al Estado y a las demás organizaciones sociales a
través de los métodos propios de la ciencia natural el Estado, así como cualquier otro
grupo social, sólo puede ser conocido a través de la idea de un orden normativo válido
que le confiera unidad a la multiplicidad de actos humanos que los sociólogos
pretenden destacar como constitutivos de la realidad social, esta no puede conocerse
ni mediante el análisis de las interacciones, por cuanto éstas suceden en el psiquismo
de los individuos, ni en las representaciones mentales de los mismos, también de orden
psíquico y extremadamente variables.

o Relación entre El Derecho y El Estado en la actualidad con base en Herman


Héller.

La obra de Héller se contrapone a la Teoría del estado de Kelsen, la doctrina ha venido


considerando que entre el estado y el derecho media una relación dialéctica. Dice
Héller "Mientras se contraponga, sin género alguno de mediación dialéctica entre
ambos, el derecho al poder de voluntad del Estado no podrá comprenderse de modo
cabal ni lo específico del derecho ni lo característico del Estado y, por consiguiente,
tampoco la relación que existe entre uno y otro. Son, sobre todo, incomprensibles la
validez y la positividad del derecho sin una correlación entre el Estado y el Derecho.
Hay que concebir al Derecho como la condición necesaria del Estado actual y,
asimismo, al Estado como la necesaria condición del Derecho del presente. Sin el
carácter de creador de poder que el derecho entraña no existe ni validez jurídica
normativa ni poder estatal; pero sin el carácter de creador de derecho que tiene el
poder del Estado no existe positividad jurídica ni Estado. La relación entre el Estado y
el derecho no consiste ni en una unidad indiferenciada ni en una irreductible oposición.
Por el contrario, esa relación debe ser estimada como una relación dialéctica, es decir,
"como relación necesaria de las esferas separadas y admisión de cada polo en su
opuesto" (Héller, "Teoría del Estado", FCE, México, 1955, páginas 208-9).
Según García Máynez “Derecho es un orden concreto, instituido por el hombre para la
realización de valores colectivos, cuyas normas integrantes de un sistema que regula la
conducta de manera bilateral, externa y coercible, son sancionadas y, en caso
necesario, aplicadas o impuestas por la organización que determina las condiciones y
los límites de su fuerza obligatoria" (García Máynez, ID, p. 135).
Dentro del orden jurídico o derecho coexisten el sistema normativo o conjunto de
normas, consideradas como pautas de conductas, y la organización "que determina la
forma de creación o reconocimiento de esas normas, establece las condiciones y los
límites de su fuerza vinculante, regula los procesos de aplicación y ejerce el monopolio
de los poderes coactivos" (García Máynez ID, p. 134).
Tal como lo describe el íus filósofo mexicano a la organización, ésta viene a ser, ni más
ni menos, lo mismo que el Estado en la doctrina tradicional. El sistema normativo y la
organización dan lugar al "orden concreto que deriva del sometimiento normal de la
conducta a ese conjunto de normas" (García Máynez, ID, p. 133). Ese es el orden
jurídico en el cual vienen a englobarse, según lo expuesto, el Estado y el derecho.
Según Héller no se puede conceptualizar tanto al derecho como al estado de una
manera universal, por lo que del mismo modo es imposible establecer una relación
definida en cuanto concierne al derecho y al estado, pues en cada generación en que
se trata este asunto, siempre se trata con un planteamiento dominante, lo que podemos
definir es que el estado cabe dentro de la realidad histórico-social, pero es la realidad
social el punto de partida para determinar el derecho, pero no a cualquier derecho,
sino, al derecho positivo.
Siendo la realidad social una actividad humana que siempre se debe de considerar,
puesto que siempre hay convivencia social, allí donde están las masas de los hombres
y estos últimos no podrían lograr una convivencia, sin un ordenamiento social.
El derecho positivo, es el único al que puede referirse la Teoría del Estado, no es una
ordenación natural, sino que pertenece al grupo de las ordenaciones sociales que
nunca seguimos de manera absoluta y sin excepciones sino, tan solo, por regla
general. Dentro de estas ordenaciones sociales cumple, empero, distinguir aquellas
que presentan un mero carácter de regularidad efectiva, de normalidad, de aquellas
otras que aparecen como exigidas, como normativas
(Héller, H, teoría general del estado, p.200)
De esta manera concebimos que la relación que existe entre el derecho y el estado es
una relación de creación, basada en la teoría de Héller, el derecho es el principio
creador del estado, y es el estado el que reconoce, adapta y aplica las normas que el
derecho dicta, puesto que, aunque ambos sean complementarios, el derecho se alza
con primacía sobre el estado, pues, entendiendo que el derecho no son más que
ideales que sin el estado no pueden ser aplicados, son esos mismos ideales los que
forman una civilización (estado).

III. EL ESTADO DE DERECHO QUE LO CARACTERIZA PROYECTÁNDOLO


A NUESTRA REALIDAD NACIONAL

Entendiendo que vivimos en una sociedad en la que el hombre, de manera voluntaria,


desarrolla formas de organización colectiva a través de la consecución de una armonía
de intereses para la posterior materialización de los mismos, el Estado como máxima
figura y/o entidad de organización social establece sus formas respondiendo a lo que
represente un deseo o interés colectivo mayoritario, pues la figura del Estado no es
más que la representación de una parte de la sociedad a la que arraiga su existencia.
El Estado debe su creación a la existencia misma de la sociedad, por lo que se
encuentra implícita una relación o vínculo esencial entre ambos y cuyo desarrollo
repercute en el papel que ambos pueden cumplir en el desenvolvimiento de estos
sistemas.
el Estado tiene por esencia ciertas falencias que requieren de alguna regulación o
limitación por parte de la sociedad para perfeccionar su forma y que su labor sea
favorable al desarrollo de la misma, empezando porque el Estado está representado
por funcionarios que sin lugar a dudas pueden cometer errores en nombre del mismo y
perjudicar de esta manera a la comunidad, o bien sea por el hecho de que, una forma
de Estado que ejerza el poder de la sociedad resulta una fuente de avaricia que puede
terminar perjudicando a una gran población en virtud de los caprichos de una minoría
que tenga el poder en sus manos.
El Estado puede ser, por un lado, la gran herramienta garantía del bienestar social, o
por otro, el álter ego social de la comunidad a la que regula y controla la realización de
sus capacidades.
¿Por qué se considera entonces de vital importancia la libertad de las sociedades?
Porque sin libertad, sencillamente, no habría desarrollo. Una sociedad libre crecerá
más rápido y de manera más eficiente que una sociedad coaccionada por la
competencia del Estado.
Si bien deseamos formular un modelo para alcanzar la transformación y/o
consolidación de una sociedad libre, debemos tener en cuenta que tanto el Estado
como la sociedad deben cumplir un rol orientado hacia el cumplimiento de supuestos
de hechos fundamentales que arraigan en las libertades individuales, de manera que
se construyan mecanismos determinados a escalar estas características a un nivel
colectivo.

Podemos enumerar estas proposiciones fundamentales de la siguiente manera:

 La democracia como sistema de organización política es el mecanismo a través


del cual el Estado manifiesta el poder del pueblo; el Estado no debe ejercer
poder sobre la sociedad, sino la sociedad a través de este.

 La protección de la propiedad privada como impulso de las capacidades de


desarrollo económico a través del incentivo a la inversión privada y la libertad
económica; el Estado no debe interferir en la economía de forma que opere el
mismo mecanismo del punto anterior y sea el pueblo quien administre sus
capacidades económicas ligadas inherentemente al poder.

 El establecimiento de un Estado de derecho que permita la limitación de las


capacidades del gobierno que instituya y haga cumplir leyes objetivas con la
finalidad de proteger los derechos individuales.

Características que cumple el estado en nuestra realidad:

 Supremacía de la ley: En un Estado de Derecho, la ley es la suprema autoridad


y nadie, ni siquiera el gobierno, está por encima de ella. En una realidad
nacional, esto significa que las acciones y decisiones del gobierno deben estar
en conformidad con la ley y ser sujetas a revisión judicial si se considera que
violan la ley. La supremacía de la ley actúa como un freno al poder del
gobierno. Esto evita que el gobierno tome decisiones arbitrarias o abusivas y
garantiza que esté sujeto a restricciones y regulaciones legales.
Garantiza que los ciudadanos tengan acceso a la justicia y a un sistema legal en
el que puedan hacer valer sus derechos y reclamar reparación si se sienten
agraviados por acciones gubernamentales u otras violaciones legales. Cuando el
gobierno viola la ley o los derechos de los ciudadanos, se espera que sea
responsable y rinda cuentas por sus acciones. Los tribunales y otros
mecanismos legales pueden ser utilizados para garantizar esta responsabilidad.

 Igualdad ante la Ley: La igualdad ante la ley es un principio fundamental en un


Estado de Derecho que significa que todas las personas, sin importar su
posición social, raza, género, religión u otras características personales, son
tratadas por igual por el sistema legal.

Trato Iguales para Situaciones Similares: La igualdad ante la ley requiere que
todas las personas sean tratadas de manera igual en situaciones similares. Esto
significa que las leyes y las políticas no deben discriminarse ni otorgar privilegios
injustos a ningún grupo o individuo. La discriminación basada en características
personales como la raza, el género, la religión, la orientación sexual o la
discapacidad está prohibida en un Estado de Derecho. La ley debe ser aplicada
de manera justa y sin prejuicios.

Protección de los Derechos Fundamentales: Este principio protege los derechos


fundamentales de todos los individuos. Nadie debe ser excluido de la protección
de la ley debido a sus características personales.

Protección de Minorías: La igualdad ante la ley también implica que las minorías,
que a menudo son más vulnerables a la discriminación, tienen el mismo derecho
a la protección legal que la mayoría. Esto es esencial para proteger a las
minorías de posibles abusos por parte de la mayoría las autoridades encargadas
de hacer cumplir la ley, como la policía y los tribunales, deben aplicar la ley de
manera uniforme, sin favorecer a ciertos grupos o individuos. Esto garantiza la
confianza en el sistema de justicia. Todas las personas tienen derecho a una
defensa legal adecuada en procesos legales, lo que asegura que todos tengan
la oportunidad de presentar su caso y ser escuchados de manera justa.

 Independencia Judicial: El poder judicial debe ser independiente y no estar


sujeto a la influencia directa del poder ejecutivo o legislativo. Los tribunales
deben tomar decisiones basadas en la ley y no estar sujetos a presiones
políticas.
La independencia judicial es esencial para garantizar que se haga justicia de
manera imparcial y equitativa. Los jueces deben ser capaces de tomar
decisiones basadas en la ley y las pruebas presentadas, sin temor a represalias.
Los jueces deben estar protegidos de cualquier influencia externa, incluida la
política, el dinero y otros intereses. Esto se logra mediante la seguridad en sus
cargos y procedimientos de selección objetivos. En muchos países, los jueces
son nombrados de manera independiente y tienen garantizada la seguridad en
sus cargos. Esto significa que no pueden ser despedidos o reemplazados
fácilmente en respuesta a decisiones controvertidas. La independencia judicial
es esencial para garantizar que los procesos judiciales sean justos y que todas
las partes involucradas tengan confianza en que recibirán un juicio imparcial.

Los tribunales constitucionales, en particular, deben ser independientes para que


puedan revisar y, en su caso, invalidar leyes que sean inconstitucionales.
Aunque los jueces deben ser independientes, también deben ser responsables
de sus acciones. Esto se logra mediante mecanismos de rendición de cuentas
internos y externos, como la revisión de decisiones en instancias superiores.

La independencia judicial es esencial para mantener la confianza del público en


el sistema de justicia. Cuando los ciudadanos creen que los tribunales son
independientes, es más probable que respeten las decisiones judiciales y
recurran a los tribunales para resolver disputas. La independencia judicial es un
factor clave para garantizar la protección de los derechos humanos en un Estado
de Derecho. Los tribunales pueden actuar como un contrapeso al poder del
gobierno y proteger los derechos de las minorías y los individuos.

 Protección de Derechos Fundamentales: El Estado de Derecho protege los


derechos y las libertades individuales, como la libertad de expresión, la libertad
de prensa, el derecho a un juicio justo y otros derechos humanos
fundamentales.

Los derechos fundamentales son derechos inherentes a todos los seres


humanos, como el derecho a la vida, la libertad, la igualdad, la libertad de
expresión, la privacidad, la propiedad y otros derechos protegidos por la ley y
reconocidos en las constituciones y tratados internacionales.

En un Estado de Derecho, el gobierno y sus instituciones están obligados a


respetar y proteger estos derechos fundamentales. Esto significa que el gobierno
no puede violar estos derechos ni limitarlos de manera arbitraria, Aunque los
derechos fundamentales son fundamentales, pueden ser limitados en ciertas
circunstancias, pero solo de manera legal y legítima. Estas limitaciones deben
estar justificadas por razones legítimas, proporcionadas y necesarias en una
sociedad democrática.

Además de los derechos civiles y políticos, un Estado de Derecho también


puede proteger los derechos sociales y económicos, como el derecho a la
educación, la atención médica y un nivel de vida adecuado. La educación y la
conciencia pública son esenciales para garantizar que las personas conozcan
sus derechos y estén dispuestas a defenderlos. La sociedad civil y las
organizaciones de derechos humanos desempeñan un papel importante en esta
área.

 Legalidad y Transparencia: Las acciones del gobierno deben llevarse a cabo de


manera transparente y de acuerdo con la ley. Los procesos legales deben ser
accesibles y comprensibles para el público.

La legalidad implica que todas las acciones y decisiones del gobierno deben
estar en conformidad con la ley. Esto significa que el gobierno no puede actuar
arbitrariamente y debe respetar los límites establecidos por las leyes y la
Constitución. La legalidad es fundamental para la separación de poderes en un
Estado de Derecho. El poder legislativo crea leyes, el poder ejecutivo las
implementa y el poder judicial las interpreta y aplica.

La transparencia implica que las acciones del gobierno y los procesos de toma
de decisiones sean abiertos y accesibles al público. Esto garantiza que las
personas puedan conocer y comprender lo que está haciendo el gobierno.

El derecho a la información es un componente importante de la transparencia.


Los ciudadanos tienen derecho a acceder a información gubernamental, siempre
que no haya razones legítimas para restringir ese acceso. La transparencia
también promueve la participación ciudadana en la toma de decisiones
gubernamentales. Cuando las personas tienen acceso a la información y pueden
participar en el proceso, se fortalece la democracia.

La transparencia es esencial para la rendición de cuentas gubernamentales


cuando el gobierno actúa de manera transparente, es más fácil para el público y
los medios de comunicación supervisar sus acciones y responsabilizarlo por
cualquier conducta inapropiada.

También es una herramienta importante en la prevención de la corrupción.


Cuando las acciones del gobierno están sujetas a escrutinio público, es menos
probable que ocurran actos de corrupción. es fundamental para la protección de
los derechos humanos, ya que permite que los abusos sean identificados y
denunciados. La legalidad y la transparencia son esenciales para garantizar la
ética en el gobierno y la confianza pública en las instituciones gubernamentales.

 Preservación del patrimonio cultural.

Un estado de derecho toma medidas para preservar y proteger el patrimonio


cultural esto incluye la conservación de sitios históricos la promoción de
manifestaciones culturales y el apoyo a las artes y la cultura

La preservación del patrimonio cultural es una tarea fundamental para un estado


de derecho, ya que implica salvaguardar la herencia cultural, histórica y artística
de una sociedad. Esto se logra a través de una variedad de medidas y políticas
destinadas a proteger y promover la riqueza cultural de un país. Aquí te
proporciono más información sobre las principales áreas de enfoque en la
preservación del patrimonio cultural:

Conservación de sitios históricos: Los sitios históricos incluyen edificios,


monumentos, ruinas arqueológicas y áreas naturales que tienen un valor
histórico, cultural o arquitectónico significativo. Un estado de derecho debe
establecer leyes y regulaciones que protejan estos lugares de la degradación y
la destrucción. Esto puede incluir la restauración y el mantenimiento de
estructuras antiguas, la delimitación de zonas de conservación y la restricción de
actividades que puedan dañar estos lugares.

 Protección de recursos naturales.

Promueve la conservación de los recursos naturales para nosotros tanto como


para las generaciones futuras entonces implica que los recursos se utilicen de
manera inteligente para que no se agote ni se dañe el medio ambiente

La protección de los recursos naturales es una preocupación fundamental para


garantizar la sostenibilidad de nuestro planeta y el bienestar de las generaciones
presentes y futuras. Implica la gestión responsable y la conservación de los
recursos naturales para evitar su agotamiento y minimizar los impactos
negativos en el medio ambiente

IV. LA TESIS DE IDENTIDAD DE HANS KELSEN.


Hans Kelsen fue un influyente jurista y filósofo del derecho del siglo XX, conocido por
su enfoque en la teoría pura del derecho. En su obra "Teoría Pura del Derecho" (1934),
desarrolló la tesis de identidad para abordar la relación entre el Estado y el derecho de
una manera más profunda.

La tesis de identidad de Kelsen es un concepto importante en la filosofía del derecho


desarrollado por el jurista austriaco Hans Kelsen. Esta tesis sostiene que el Estado es
idéntico al orden jurídico que lo define. En otras palabras, el Estado y el sistema legal
que lo constituye son inseparables y se definen mutuamente. Kelsen argumentó que el
Estado no puede existir sin un sistema legal que lo respalde y lo organice. A su vez, el
sistema legal solo cobra vida y significado a través de la existencia del Estado como su
autoridad suprema. Esta tesis destaca la importancia del orden jurídico como la base
fundamental de la autoridad estatal y la organización de la sociedad.

Es importante mencionar que la tesis de identidad de Kelsen ha sido objeto de debate y


crítica en el campo de la filosofía política y legal, y no todos los teóricos del derecho
están de acuerdo con esta perspectiva. Sin embargo, sigue siendo una idea influyente
en la teoría del derecho y la filosofía política. Abordaremos unas partes muy
importantes de la tesis.

El Estado y el Orden Jurídico: Según Kelsen, el Estado no es simplemente una entidad


política o geográfica, sino que se define por su orden jurídico. El orden jurídico es el
conjunto de normas legales que rigen una sociedad, incluyendo leyes, constituciones y
reglamentos. Kelsen argumenta que el Estado existe solo en la medida en que haya un
orden jurídico que lo establezca y organice.
La Relación de Dependencia: Kelsen sostiene que el Estado y el orden jurídico están
en una relación de dependencia mutua. El Estado necesita un orden jurídico para
ejercer su autoridad y mantener el orden en la sociedad. A su vez, el orden jurídico solo
tiene sentido si hay un Estado que lo respalde y aplique.

La Jerarquía de Normas: Kelsen introduce la idea de una jerarquía de normas en su


teoría. Esto significa que las normas legales están organizadas en una estructura
jerárquica, con una norma fundamental en la cima que otorga autoridad a todas las
demás normas. Esta norma fundamental es la que establece la existencia del Estado y
define su estructura.
La Importancia de la Norma Fundamental: La norma fundamental es crucial en la tesis
de identidad de Kelsen, ya que es la que conecta al Estado con el orden jurídico. Sin
esta norma, el Estado carecería de autoridad y el orden jurídico carecería de validez.
La norma fundamental es la que da sentido y coherencia a todo el sistema legal.

V. LOS ELEMENTOS DEL ESTADO Y SU ANALISIS SEGÚN KELSEN COMO


PARAMETRO A NUESTRA REALIDAD.

El Estado, es una sociedad territorial, jurídicamente organizada, con poder soberano,


que persigue el bienestar general, entendido como la satisfacción de las necesidades,
intereses y valores de los ciudadanos, a través de una organización administrativo-
burocrática.
Los elementos de un Estado son tres:

a) Población:
Es el primer elemento constitutivo del Estado. Se refiere al conjunto de personas que
están ubicadas dentro del Estado. La función de la población, integrar un Estado.,
elemento humano principal o fundamental del Estado para que el mismo realice sus
actividades.

Característica:
 Sin población no se concibe un Estado.
 La población no está aislada, al momento de conformarse el Estado.
 Ya existe anteriormente un grupo de personas a un territorio.

b). Territorio.
Un elemento de referencia esencial para la unidad de una asociación de dominación
es, en el moderno estado territorial. Como el espacio en el cual pueden ejercerse las
facultades de regulación de esta asociación, es decir, el estado moderno es una
“corporación territorial “. Es el espacio geográfico en el cual se despliega la acción
soberana. Permite saber hasta dónde puede llegar la acción del poder público. La
noción del territorio implica la existencia de límites.

c). Gobierno.
El tercer elemento constitutivo es el gobierno: Como la capacidad o autoridad de
dominio, freno y control de los seres humanos, con objeto de limitar su libertad y
reglamentar su actividad. Este poder puede ser por uso de la fuerza, coerción
voluntaria, como el caso del carisma o por diversas causas El poder del estado es el de
mayor fuerza en el ámbito del desarrollo territorial donde ejerza, y ocurre de diferentes
maneras de conformidad al régimen de gobierno adoptado.

o Análisis de la teoría pura del estado según Hans Kelsen.

La pureza en la doctrina kelseniana se relaciona con la tesis de la independencia que,


de un lado, significa la separación entre el ser y el deber ser, en virtud de la cual no es
posible justificar enunciados normativos mediante enunciados empíricos y, de otro,
exige que la justificación de los enunciados normativos se refiera únicamente a otros
enunciados normativos. El derecho en la teoría pura es un orden normativo, porque lo
concibe desde el deber ser objetivo que comportan las normas que lo integran. Una
norma es lo que “debe ser”, es decir, lo que se espera que oriente una determinada
conducta.

La teoría pura concibe a la norma jurídica como un juicio hipotético que expresa el
vínculo específico que se establece entre un hecho condicionante y su consecuencia.
Una norma es, entonces, el sentido de un acto con el cual se ordena o permite y, en
especial, se autoriza un comportamiento. De aquí que deba también diferenciarse entre
el acto de voluntad que estatuye una norma y su validez jurídica. Ello, por ejemplo,
distingue al asesinato de la pena de muerte. Como acontecimientos empíricos, son
iguales, pero su significación jurídica es radicalmente opuesta.

La segunda distinción se mueve exclusivamente en el ámbito del deber ser y trata


sobre las normas jurídicas y las normas morales. Lo que las diferencia no es su
contenido, sino su estructura: la forma como establecen lo debido. Kelsen define al
derecho como un orden coactivo, es decir: un sistema de normas que busca motivar
conductas a través de la amenaza de un mal que debe imponerse institucionalmente.
En la mayoría de los casos, la norma jurídica no ordena directamente la conducta que
el sistema quiere motivar, sino que, por el contrario, articula una sanción a su conducta
contraria.
Por ejemplo, para establecer la prohibición de matar, el derecho no recurre a
enunciados del estilo: “está prohibido matar”, sino que más bien suele valerse de
enunciados como: “el que matare a otro incurrirá en pena de x años”. Los sistemas
morales, al contrario, no cuentan con un sistema coactivo institucionalizado, y las
normas morales tienen la característica estructural de ordenar positivamente la
conducta debida. Por ejemplo, para el caso de la prohibición de matar, una norma
moral establece dicha prohibición a través del enunciado: “no se debe matar”. Por esta
razón estructural, una teoría del derecho con pretensiones científicas debe establecer
conceptualmente una estricta separación entre el derecho y la moral.

o La validez del sistema jurídico.

Sobre el fundamento de validez del sistema jurídico, dirá Kelsen que una norma vale
porque otra norma superior así lo establece. A través de una “cadena de validez”, se
llegará hasta la primera constitución histórica. Aquí aparece el problema de cuál es la
norma que valida a la primera constitución histórica. Pues, si se adujera que la misma
vale por su eficaz imposición, entonces se produce un salto del ser al deber ser, lo cual
Kelsen ha descartado como lógicamente posible. Por ello, reconstruye el concepto de
“norma fundante básica”. La misma, a diferencia de las otras normas jurídicas, no es
una norma puesta por una autoridad, sino que se trata de una norma presupuesta por
todo aquel que adopta una perspectiva jurídica. Todo aquel que pretenda describir
científicamente al derecho debe presuponer dicha norma e interpretar como su sentido
objetivo al sentido subjetivo de la imposición de esa primera constitución histórica.

La norma fundamental desempeña varias funciones en la teoría pura: explica la


naturaleza sistemática de las normas jurídicas y constituye el fundamento de una
explicación no reductiva de la validez jurídica y de la normatividad del derecho. En este
punto, surge la relación entre la validez y la eficacia, es decir, el hecho de que las
normas sean cumplidas por las personas a quienes se aplican.

Una norma es jurídicamente válida con la condición de que pertenezca a un sistema de


normas que, en general, sea eficaz. La validez de una norma depende de la eficacia,
pero no de su propia eficacia –lo cual conduciría a afirmar que una norma que no se
cumple deja de ser válida–, sino a la eficacia del sistema jurídico donde dicha norma se
halla inserta. Un determinado contenido de un ordenamiento jurídico es considerado
normativo, si un sujeto lo considera como una razón válida para la acción.
CONCLUSIONES.

También podría gustarte