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Desde luego que normas de Derecho agrario existieron en todas las legislaciones de
la antigüedad, pero es en Roma donde adquieren mayor relieve, hasta el punto que,
como muy bien lo apunta Bailarín Marcial, la Ley de las XII Tablas, la más vieja
compilación de normas latinas, tiene la consistencia de un verdadero código agrario.
Eso sí, se trata del código en el cual la propiedad de la tierra alcanza la total plenitud de
facultades y crece bajo el absoluto dominio de los terratenientes. No obstante, allí tuvo
lugar una modificación del concepto de propiedad, traducida en limitaciones y en
propuesta de redistribución, que le plantearon nuevos cometidos al Derecho agrario, si
bien sus mejores postulaciones perecieron con los Gracos. Desaparecido el imperio
romano, con éste cae el monumento a la juridicidad que levantara su pueblo y, en su
lugar, se constituye un Derecho amparado en el poder de los grandes señores de la
tierra, en el poder de los señores feudales, quienes se desempeñan como autoridad.
Con ellos el Derecho agrario se torna al Derecho feudalista y se pone de espaldas a los
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trabajadores rurales, a quienes regala a la servidumbre. Pasa el feudalismo, adviene la
revolución francesa y, porque el Derecho romano ejerce gran influencia sobre los
políticos de la época, la concepción antigua de la propiedad renace, pero muere el
Derecho agrario, yugulado por el extraordinario auge que el Código Napoleónico le
proporciona al Derecho civil. Y tienen que transcurrir muchos años, más de cien para
que aquél reviva, ahora con las características de un Derecho clasista, de un Derecho
de los campesinos.
El derecho agrario tiene etapas que van desde los mundos organizados como
Babilonia con el Código de Hammurabi o el derecho egipcio, el chino, el judaico o el
griego, en los cuales hay ideas sobre la manera de manejar conceptos que, hoy en día,
pudieran pertenecer al derecho agrario como se ha explicado: obedece su existencia a
las necesidades de aquellos tiempos sin conceptualizársele como si fuese diferente del
derecho urbano. El decaimiento del derecho agrario primigenio u original se produce
con la presencia de la codificación napoleónica del Código Civil de 1804, que tiene
como aplicación máxima y último fin establecer el derecho a la propiedad, visto éste
como una forma de expresión de la libertad patrimonial, señalándose que la propiedad
tiene un carácter ius naturalista lo cual lo hace sagrado, inviolable, absoluto y
fundamental.
Puede decirse en este aspecto de la evolución histórica del Derecho Agrario que los
tres elementos impulsores del mismo, fueron el nacimiento del capitalismo como la
respuesta burguesa frente al individualismo liberal, el establecimiento de la ruptura de
la unidad del derecho privado napoleónico y la constitucionalización de los Estados
como aporte al derecho social, constituyen los tres elementos que definitivamente le
dan forma al mundo del ius agrarium moderno. Lo anterior, contribuye entonces a la
determinación de por qué se habla del derecho agrario como nacido en la segunda
década del siglo pasado, como se ha expresado antes; con los hechos puntuales de
haber existido desde 1922 la Revista de Derecho Agrario, que dirigía Giangastone
Bolla, y cuya discusión pública durante los siguientes diez años constituye el elemento
que desde el punto de vista doctrinario conforma la existencia y materialización del
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derecho agrario como una expresión jurídica que se desprende del tronco común civil,
para estructurar una nueva concepción jurídica con principios y fórmulas propias.
Por lo que se refiere al origen del derecho agrario en esta doctrina se hace
mención de la presencia de dos escuelas en torno a lo que es el nacimiento u origen
del derecho agrario, para algunos el principio del mismo pertenece al inicio mismo de la
humanidad, para otros pertenece o comienza con la estructuración científico-jurídica de
lo que es el derecho agrario, conceptualizado como conjunto de normas destinado a
regular la vida del hombre en sus relaciones con el aspecto económico y técnico del
campo. Ambas posturas son perfectamente conciliables. En un comienzo el derecho
agrario pertenece a la generalidad del mundo humano, prácticamente la vida del
hombre gira en torno a la vida rural, más que a la vida urbana, con el transcurso del
tiempo se comienza a producir un mayor acercamiento del hombre hacia las ciudades,
y con ellas nace un derecho destinado a regular unas relaciones jurídicas distintas. Así
el derecho avanza hacia la conformación de una norma destinada a regular la vida del
hombre urbanizado y comienza a perder fuerza la existencia rural frente a la urbana.
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Por tanto, los doctrinarios que han incursionado en esta moderna rama del derecho
han planteado la necesidad de ubicar el Derecho Agrario en sus orígenes mismos, en
la humanidad, haciendo un paralelo entre agricultura y el Derecho Agrario, aunque
analizando las legislaciones agrarias más antiguas, o la Legislación Rural, con lo que
confirman la existencia de la ciencia del Derecho Agrario. La existencia del Derecho
Agrario como fenómeno histórico no ha existido siempre; esta aparece a partir del
momento en que se dan una serie de condiciones económicas, políticas, sociales e
incluso culturales, lo que permite su nacimiento. Al no ser el Derecho Agrario un
fenómeno constante en el mundo jurídico, y al encontrar su razón de ser en virtud de
una serie de condiciones extrajurídicas, resulta un Derecho Histórico.
Los estudios realizados en gran parte del siglo XVIII no se tomaron como origen del
Derecho Agrario como ciencia, todas las acciones tomadas hasta el momento fueron
desvirtuadas por el Código Napoleónico de 1804 y como representación jurídico-
política de las ideas revolucionarias de la época, es decir, la instauración del derecho
de libertad del individuo y de la tierra como símbolo del Feudalismo, las consecuencias
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fueron negativas. Para la doctrina, durante la revolución francesa el individuo era el
centro de toda riqueza y la propiedad de la tierra se encontraba ligada a la voluntad de
éste.
El factor determinante para considerar nuestro derecho como una rama autónoma se
circunscribe en determinar si ésta puede producir sus propios principios generales o si
debe mantenerse dentro del derecho común (Derecho Civil). No fue sino entre los años
1928 y 1931 cuando en Italia el debate cobró mayor significación, en esta época,
algunos se manifestaron a favor y otros en contra sobre la debida autonomía; el
planteamiento era demostrar si el Derecho Agrario era autónomo en los planos
legislativos, didácticos y científicos. El debate de la autonomía del Derecho Agrario,
indudablemente, le dio un impulso fundamental a la necesidad de retomar el
planteamiento de este tema que se ha dado en llamar clásico.
En cuanto a la formación del derecho agrario, este se considera como la rama del
derecho social que constituye el orden jurídico que regula los problemas de la tenencia
de la tierra, así como sus diversas formas de propiedad y la actividad agraria que se
realiza sobre ella, está formado por los postulados de justicia que constituyen el orden
normativo e institucional de una sociedad. Se trata del conjunto de normas en materia
agraria que permiten resolver los conflictos sociales principalmente relativos a la
distribución y tenencia de las tierras, y que además está vinculado a la agricultura, los
trabajos relacionados con el tratamiento del suelo, la plantación de vegetales y la
transformación del medio ambiente para la satisfacción de las necesidades del ser
humano.
En cuanto a las nociones del derecho agrario, este puede definirse como el
conjunto de principios, disposiciones e instituciones que regulan las diferentes formas
de tenencia de la tierra, así como los sistemas de explotación agrícola, con el objetivo
de alcanzar justicia social, el bien común y la seguridad jurídica. Es considerada una
rama jurídica de naturaleza mixta en razón de que regula la tenencia y el uso de la
tierra, la actividad agraria y el desarrollo rural, siempre con la intención de realizar una
adecuada estructura de la propiedad rústica, el aprovechamiento racional y la
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conservación de los recursos naturales renovables, lo mismo que el bienestar de la
población, en particular la clase campesina, siempre con la intención de fomentar el
crecimiento económico y justicia social.
En cuanto a una definición más concreta del Derecho Agrario, es aquella rama del
derecho que contiene las normas que regulan el conjunto de las relaciones jurídicas
que se establecen en virtud de la agricultura o con respecto a ella. Hablando en un
Sentido más estricto. Conjunto de normas eminentemente del derecho público, que
participando con disposiciones de derecho privado regula el régimen de propiedad rural
y las explotaciones agrícolas mediante leyes, reglamentos, jurisprudencias y doctrina,
de acuerdo con su especial cometido social.
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Evidentemente el Derecho Agrario es especial y que su autonomía puede
distinguirse y precisarse, desde cuatro puntos de vista:
a.- Autonomía Didáctica. aquella que se distingue por haberse fundado por varios
países la metódica y especializada enseñanza en las Facultades de Derecho y
de Ciencias Económicas, tales como las Universidades de México, España,
Argentina, Rusia, Italia, entre otros.
b.- Autonomía Científica. es la que define para el estudio de esta materia, una
sistematización especial. La autonomía científica es alcanzada porque los estudios e
investigaciones han permitido elaborar una doctrina agraria.
d.- Autonomía de Codificación. Se distingue por la labor que hasta este momento,
han emprendido varios países que ya tienen asentado Derecho y bases jurídicas
agrarias para catalogarlas en cuerpos legales unísonos y sistemáticos.
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Los principios generales del derecho agrario han coadyuvado a aceptar que el
derecho agrario venezolano es un derecho especial, y asume como principios
generales los siguientes:
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sostener válidamente su autonomía científica, lo cual está reconocido y respaldado por
las universidades, Organizaciones y Eventos Científicos. En la actualidad, el contenido
del Derecho Agrario Venezolano se encuentra sistematizado por obra de la legislación,
doctrina y jurisprudencia nacionales, en una parte reformista, en otra proteccionista y
conservacionista, y en una procesal. Durante los últimos veinte años, la orientación
dominante del Derecho Agrario Venezolano ha sido exegética, aunque en la última
década tiende a ampliar su línea sustantiva, hasta abarcar el régimen de los recursos
naturales renovables. En Venezuela, el Derecho Agrario se ubica en el Derecho Social,
en razón de que tiende a llevar a las relaciones jurídicas agrarias la Justicia Social.
c.- Principio de conservación de los actos procesales. Este principio indica que
cuando hay un vicio en el proceso, lo realmente importante no es el origen del vicio
procesal, sea este absoluto o relativo, sino que interesa más evaluar sus efectos reales
en el proceso. El juez al decidir la exclusión de un acto o etapa procesal, no debe
analizar los vicios en su origen, sino en sus efectos, determinando si tales errores en el
procedimiento han producido irreparable indefensión o no pueden ser subsanables.
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En lo que se refiere a la actividad agraria como objeto del derecho agrario, es la
rama del derecho que se ocupa de regular jurídicamente la actividad agrícola.
Etimológicamente “Agrario” se deriva del vocablo latino “ager” que quiere decir
“campo”. Carrozza define a la actividad agraria como el "desarrollo de un ciclo
biológico, vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las fuerzas y
de los recursos naturales, la que se resuelve económicamente en la obtención de frutos
tanto vegetales como animales, destinados al consumo directo, o bien previa una o
más transformaciones; estas actividades dependientes de ciclos biológicos se
encuentran ligadas a la tierra o a los recursos naturales y están condicionados por las
fuerzas de la naturaleza, y ello es lo que diferencia, lo que individualiza y distingue a la
agricultura de las actividades secundarias en tanto que en estas los procesos
biológicos se encuentran totalmente dominados por el hombre".
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producción que inicia con las labores primarias de cultivo de vegetales sembrados por
el hombre en el fundo y que incluye actividades conexas de transformación y
enajenación del producto agrario, y de aquellas formas de explotación agraria que no
precisan de un soporte fundiario, es decir, que no requieren de una superficie agrícola,
aquella actividad agraria no territorial, con presencia de un ciclo biológico de
producción, de organismos vegetales o animales, pero en las que no entra en juego el
elemento tierra, tal es el caso de los cultivos hidroponicos, los cuales se desarrollan
fuera del fundo y no hacen uso del factor tierra, pero el éxito de la empresa depende
del ciclo biológico.
En cuanto al derecho agrario como ciencia y como parte de la rama jurídica de las
ciencias sociales, es una materia en constante transformación, entre otras cosas
porque a partir de la modificación al Artículo 115 constitucional, de esa reforma
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constitucional del 1999, desde la perspectiva oficial se subraya la garantía jurídica del
derecho de propiedad como un logro importante. El término “agrario” y su incidencia en
el Derecho Agrario, en ese sentido ubica el origen de la palabra en el vocablo latín
agrarius, que deriva de ager, campo y, por lo tanto, comprendería todo lo que tenga
que ver con el campo, sin embargo, es una categoría demasiado amplia y no puede
abarcar todo lo relativo al contexto y sus diversas actividades económicas, por esa
razón, el Derecho Agrario no tendría competencia para regularlo todo.
El Objeto del derecho agrario como rama importante del Derecho puede
desdoblarse en una doble vertiente, uno, el aspecto formal constituido por las normas y
otro, el material, que se conforma por hechos y valores. Teóricamente, la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario, como columna vertebral del Derecho Agrario Nacional,
persigue el cumplimiento de las líneas gruesas trazadas por el constituyente en 1999,
como es el establecimiento de estrategias y planes para el desarrollo rural integral y
sustentable, con la finalidad mediata de dar cumplimiento a la garantía de la seguridad
alimentaria de la población, lo que se define a su vez como la disponibilidad suficiente y
estable de alimentos en el ámbito nacional, aunado a la capacidad de la población para
adquirir los bienes requeridos para su dieta diaria. Para cumplir con este objetivo macro
de la ley, deben combinarse factores de diversa índole como financieros, comerciales,
tecnológicos, crediticios, tenencia, previsiones de importación de insumos, etc., lo que
implica el trazado y ejecución de armoniosas políticas de Estado.
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Es así como el Derecho Agrario en Venezuela ha dispuesto los que en su estructura
normativa agraria el legislador predijo para la Reforma Agraria con su Ley y hoy en día
con la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, vinculado a la idea de fortalecer un sistema
de propiedad basado en la pequeña y mediana propiedad, y muy especialmente a la
propiedad familiar rural, contribuyente a la creación de una clase media rural
productiva, sólida, digna y libre; que pueda constituirse en la base de la estabilidad
social y la prosperidad económica del medio rural. En consecuencia, persigue los
siguientes objetivos:
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luego la construcción de normas jurídicas que posteriormente pueden traducirse en
preceptos legales.
En lo tiene que ver con la interpretación jurídica del derecho agrario, esta va a
constituir el instrumento indispensable para darle un sentido sistemático a las fuentes
del Derecho agrario contemporáneo. Porque el agrario aspiró a tener organicidad y
completes para resolver todos los problemas de la disciplina. Eso solo se logra a través
de la interpretación jurídica. Porque ante los vacíos del ordenamiento solo el recurso a
los principios generales (normativos, axiológicos o fácticos) ofrecerá una disciplina
orgánica y completa, susceptible de un tratamiento sistemático.
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Con la interpretación el agrario debe afirmarse, consolidarse, afianzarse aún más,
como ciencia y como respuesta al desconocido mundo del vacío jurídico. Esto no es un
misterio sino una realidad porque el agrario siempre ha sido un derecho de pocas
normas donde se requiere un gran esfuerzo constructivo permanente. Quienes se
dejen llevar por los nuevos fenómenos jurídicos, o los nuevos problemas y se inclinan
por tesis segregacionistas o antitéticas a los fundamentos mismos del agrario no
interpretan, son lectores olvidadizos o desconocedores de la larga historia y los aportes
de la ciencia del Derecho agrario. La sistemática en el Derecho agrario contemporáneo
constituye el reto más importante. Es el sueño de encontrar respuesta en la misma
disciplina a todo interrogante y problema surgido, dándole el valor merecido a los
fenómenos nuevos, y muchos otros inimaginables plenos de sorpresas y dinamicidad.
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e) El Derecho Agrario constituye un cuerpo de garantías mínimas para el trabajador
campesino, que tienen carácter irrenunciable para él y su formulación no excluye otras.
La reforma agraria del 60 a través del IAN contribuyó a la distribución de las tierras
con vocación agrícola al sector campesino, así como potenciar el desarrollo agrícola
del país. Pero en los últimos 20 años su impacto social fue decayendo, las tierras que
están en pocas manos aún mantienen esa condición, persistiendo el latifundio. La
estructura agraria creada a partir de esta reforma agraria impulsó de manera
importante el establecimiento de un mercado de la tierra aspecto que desfavoreció al
sector campesino, las políticas de tierras se centraron en su distribución y no
percibieron la importancia estratégica que tienen campesinas y campesinos en el
desarrollo de sus territorios. Los resultados son sugerentes para considerar que en la
nueva estructura agraria, el INTI juega un papel relevante ya que parte de una visión de
democratización de las tierras y postulados de justicia social. Así como la importancia
estratégica que tienen en la construcción de una soberanía alimentaria y su
contribución al PIB agrícola.
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La reforma agraria de 2002 impulsada por el Presidente Hugo Chávez Frías ha sido
la punta del iceberg, la cual ha hecho reformas profundas a la estructura agraria de ese
país, bajo el principio de equidad y justicia para el pueblo venezolano. Estos
planteamientos son de importancia para entender las reformas que actualmente
impulsan los movimientos campesinos en América Latina y como estas realidades
configuran un nuevo concepto de desarrollo rural sustentable.
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primera ley procesal que se dicta con ocasión del proceso de la reforma agraria estaba
destinada exclusivamente para esa rama. Era una ley ideada para resolver los
problemas derivados de la reforma agraria. Es en 1982 cuando con la Ley Orgánica de
Tribunales y Procedimientos Agrarios se amplía el contenido de la competencia
procesal agraria para llevarlo a los asuntos que van más allá de la reforma agraria: En
este cambio es justo reconocer la labor concientizadora y de trabajo constante por
parte de algunos autores nacionales, entre otros, Román José Duque Corredor, AIí
Venturini e Israel Argüello, quienes pusieron la nota que ha llevado al mejoramiento
indiscutible de lo que es la competencia agraria.
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En el caso venezolano, y como una referencia parcial a un método hermenéutico
que permitiría la aplicación de estas fuentes de derecho en el ámbito agrario, el artículo
335 constitucional faculta a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
para que interprete el contenido y alcance de las normas y principios constitucionales,
en cuyo caso su criterio es obligatorio para todos los tribunales dela República. De
todos modos la inobservancia legislativa es evidente. De esta forma la jurisprudencia,
aliada con la doctrina, puede cumplir la función que se les ha negado a los jueces
agrarios en la ley.
La Ley es la fuente primordial del derecho y señala que la norma jurídica agraria
positiva es la que ordena y regula jurídicamente las relaciones sociales y económicas
agrarias constituyendo el instrumento fundamental para la aplicación de toda política
agraria al regular la conducta de los sujetos. Las segundas fuentes del Derecho Agrario
son las normas especiales y excepcionales que se aplicarán rigurosa y limitadamente
de carácter supletorio, algunas, y siendo completadas en cuanto a lo previsto en las
mismas por el Derecho Común. Las terceras son las normas constitucionales o
fundamentales que tiene la naturaleza de mandato constitucional con efectos de que la
mayoría vigente se acomode a sus principios y de que ninguna nueva disposición
atente contra las mismas.
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nueva dinámica en el ámbito productivo, el modelo tradicional de productivismo da
paso a una nueva concepción de crecimiento donde la protección del medio ambiente
es parte integrante del desarrollo. Este planteamiento de identificar ambiente y
desarrollo tiene especial significación, no sólo por haber sido una constante
permanente en los últimos años en distintos foros y congresos internacionales, sino por
los efectos que genera en una nueva concepción del desarrollo, por ello dedicaremos
algunos párrafos al análisis de su origen y consecuencias.
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preambulares o programáticas indicativas; es decir, se establece como premisa del
sistema un postulado constitucional, en este caso, el Estado venezolano reconoce, el
derecho de propiedad como reiterativamente lo ha venido admitiendo en todas las
constituciones desde 1811, inspiradas en el precepto consagrado en el artículo 544 del
Código Napoleónico de 1804, que textualmente señalaba: “La propiedad es el derecho
de disfrutar y disponer de las cosas de la manera más absoluta, siempre que no se
haga de ellas un uso prohibido por las leyes o los reglamentos”. Joaquín De Camps y
Arboix, señala, que a partir de esta norma la propiedad está ya asistida por la triple
prerrogativa de ser inviolable, sagrada y absoluta, conjunto que hermana con el
concepto categórico tan conocido del derecho justinianeo.
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que ésta estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que
establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general.
El Directorio del INTI es el órgano máximo a quien corresponden todas las funciones
de dirección y administración. Conformado por un Presidente y 4 Directores, designado
por el Presidente de la República al igual que los suplentes. Las decisiones se toman
por mayoría simple de votos y en caso de empate, el voto del Presidente es decisivo.
Entre las funciones del directorio, están la elaboración de su propio presupuesto,
creación o supresión de Oficinas Regionales y conoce como superior jerárquico de sus
decisiones; decide en último grado administrativo los procedimientos de rescate,
declaración de tierras ociosas, derecho de permanencia y demás procedimiento de
Ley.
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registro agrario, un jefe de área técnica y uno de área de riego y conservación de
suelos.
c.- El Instituto Nacional de Desarrollo Rural (INDER): Tiene por objeto contribuir con
el desarrollo rural integral del sector agrícola n infraestructura, capacitación y extensión.
Adscrito al Ministerio de Agricultura y Tierras, personalidad jurídica y patrimonio propio,
distinto e independiente de la República. Su sede nacional se encuentra en la ciudad
de Guanare, estado Portuguesa, y funciona de manera descentralizada en 23 oficinas
regionales y estadales cada una.
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referente a la casación agraria. El artículo 152 de la Ley de Tierras establece las
situaciones donde debe intervenir, aun de oficio, el Juez Agrario, para tutelar o
preservar bienes, la actividad agroproductiva, servicios públicos, recursos naturales o
ambientales, infraestructura, biodiversidad y otros de interés social o colectivo, o bien
para hacer cesar actuaciones que pudieran menoscabar esos mismos bienes o
actividades. La competencia corresponde a los Tribunales de Primera Instancia,
cuando el daño o la omisión causante del mismo provengan de un particular. Si el daño
es causado por la ejecución de un acto administrativo o por funcionarios de un ente
público agrario, actuando en nombre de éste, el conocimiento corresponde a los
Tribunales Superiores con competencia por la ubicación del bien. En la reforma del
2010 se incorporó, conforme al cual el juez en cualquier grado y estado del proceso,
debe proteger y aplicar el principio socialista según el cual la tierra es de quien la
trabaja.
La jurisdicción agraria está integrada por la Sala de Casación Social y los demás
tribunales señalados por la Ley estos son los Tribunales Superiores Agrarios y los
Tribunales de Primera Instancia Agraria. Los Tribunales de parroquias o de municipios
no conocen en este fuero especial, por lo que todos los asuntos entre particulares,
independientemente de su cuantía, deben iniciarse ante el Tribunal de Primera
Instancia Agraria con competencia por el territorio. Los Tribunales de Primera Instancia
conocen a través del procedimiento ordinario agrario, los conflictos entre particulares
con motivo de las actividades agrarias. En relación a los Tribunales Superiores Agrarios
tienen competencia para conocer: a) por apelación, las sentencias dictadas por los
Tribunales de Primera Instancia Agraria, b) en primer grado de jurisdicción, los recursos
contencioso administrativo de nulidad contra las providencias dictadas por los entes
estatales agrarios; c) en primer grado de jurisdicción, las demandas patrimoniales
contra los entes del Estado, relacionado con la materia Agraria y de Ambiente.
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contenidas en la Ley de Tierras, siempre que el peticionante demuestre interés
inmediato y directo sobre el alcance y explicación de una norma para un caso concreto.
Con base en los artículos 154 y 155 de la Ley de Tierras señalan los siguientes
principios como característicos del procedimiento agrario: la oralidad, la informalidad, la
brevedad, la gratuidad, la inmediación, la concentración, la publicidad, la conciliación y
el carácter social del proceso, que corresponden igualmente al contenido del artículo
257 de la Constitución Nacional.
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Referencias
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