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UNIDAD 7.

ESTUDIOS
TRADICIONALES
USADOS EN EL
SERVICIO DE
TRANSFUSIONES
UNIDAD 7. ESTUDIOS TRADICIONALES USADOS EN EL SERVICIO DE TRANSFUSIONES

7. Estudios tradicionales usados en el servicio de transfusiones.


7.1. Tipo de muestra usado en el servicio de transfusiones para las pruebas
pretransfusionales.
 Identificación correcta del paciente y etiquetado del espécimen.
 Requisitos del espécimen.
7.2. La solicitud médica para la búsqueda de sangre compatible con fines
transfusionales.
7.3. Pruebas de compatibilidad.
 Revisión del historial del paciente en los archivos del servicio de
transfusiones.
 Rectificación del grupo sanguíneo y Rh(D) para hemocomponentes y su
determinación en pacientes.
 Determinación de anticuerpos irregulares (generalidades).
 Selección de unidades de hemocomponentes.
7.4. Prueba cruzada.
7.5. Prueba de antiglobulina directa.
 Factores que afectan la prueba.
7.6. Prueba de antiglobulina indirecta.
7.7. Causas de error en la prueba de antiglobulina humana.
 Resultados falsos-positivos.
 Resultados falsos-negativos.
7.8. El autocontrol/autotestigo.
7.9. Tecnologías automatizadas y semiautomatizadas usadas en los servicios de
transfusiones para las pruebas de compatibilidad eritrocitaria.
 Tecnologías de fase sólida.
 Test en gel (columna de gel).
7.10. Circunstancias especiales.
 Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión de emergencia.
 Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión masiva.
 Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión neonatal.
 Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión intrauterina.
7.11. Emisión o despacho de hemocomponentes en el servicio de transfusiones.
7.12. Conservación de las muestras.
UNIDAD 7. ESTUDIOS TRADICIONALES USADOS EN EL SERVICIO DE TRANSFUSIONES

7.1. Tipo de muestra usado en el servicio de transfusiones para las pruebas


pretransfusionales.

Las instalaciones deben seguir estrictamente las políticas y los procedimientos para
identificar a los pacientes y recolectar muestras debidamente etiquetadas para mitigar los
errores de identificación y mejorar la seguridad del paciente.

Identificación correcta del paciente y etiquetado del espécimen. Si bien las


complicaciones pulmonares son la causa principal de muerte asociada con la transfusión
en el Reino Unido y los Estados Unidos, los errores administrativos y las transfusiones ABO
incompatibles continúan ocurriendo y tienen consecuencias clínicas potencialmente
graves. Según el 2021 el informe de la Serious Hazards of Transfusion (SHOT) el 74,5% de
los informes de hemovigilancia analizados estaban relacionados con incidentes de error.
Además, 264 posibles transfusiones ABO incompatibles se informaron como cuasi
accidentes. Se informaron tres transfusiones ABO incompatibles, dos de las cuales
resultaron en una morbilidad importante. Un estudio de errores de transfusión en el
estado de Nueva York durante un período de 10 años demostró que ocurrieron
administraciones erróneas con una frecuencia de 1 en 19 000 unidades de glóbulos rojos
administrados. Los errores incluyen errores de flebotomía y análisis, administración en
receptor equivocado, o emisión de la unidad donante equivocada. Los errores de
transfusión continúan siendo un riesgo significativo que requiere sistemas para evitar fallas
en la identificación del paciente, el etiquetado de muestras y la administración.

Con el fin de evitar la identificación errónea de los pacientes y las fallas en la


administración, la mayoría de las instituciones requieren que los pacientes usen una
pulsera de identificación generada por el centro desde el momento de la admisión hasta el
alta. Esta pulsera debe contener dos identificadores únicos, generalmente el nombre y
apellido del paciente y la fecha de nacimiento o el número de registro médico. Los
Objetivos Nacionales de Seguridad del Paciente de la Joint Commission requieren dos
identificadores únicos para identificar a los pacientes y garantizar que se administren los
medicamentos y el tratamiento correctos. Se puede usar otra información, como el número
de licencia de conducir, el número de seguro social y una identificación con fotografía para
una verificación adicional. Si el paciente no tiene una pulsera o si se desconoce la
identidad del paciente, se debe adjuntar al paciente alguna forma de identificación
positiva. Las alternativas aceptables a las muñequeras son las tobilleras o las etiquetas
adheridas a una parte expuesta del cuerpo del paciente, como la cabeza o el torso de un
paciente quirúrgico cubierto.

Antes de la recolección de la muestra, el flebotomista debe confirmar que la información


de la pulsera sea precisa y contenga toda la información requerida. La práctica común
incluye pedir al paciente que diga su nombre y fecha de nacimiento, si son coherentes. Las
solicitudes de pruebas deben estar autorizadas por un proveedor que las solicite e incluir
dos identificadores únicos para identificar positivamente al paciente. La información y las
solicitudes de la pulsera deben ser legibles e indelebles. Cualquier discrepancia entre los
dos conjuntos de información debe resolverse por completo antes de recolectar la muestra
previa a la transfusión.

Una vez recolectada, la muestra debe etiquetarse con precisión al lado de la cama. La
información del paciente en la etiqueta, la pulsera y la solicitud deben estar
completamente de acuerdo. Además, la fecha y la hora de extracción de la muestra y la
persona que la recolectó deben poder rastrearse hasta la recolección de la muestra del
paciente (todo esto sería lo ideal). Deben cumplirse los procedimientos operativos
estándar cuando la muestra recolectada se recibe en el laboratorio. El personal de prueba
debe confirmar que la información de la etiqueta en la muestra recolectada sea completa,
precisa y de acuerdo con la prueba solicitada. Si se sospecha una identificación errónea de
la muestra por cualquier motivo, se debe incautar la muestra.

Los sistemas como los lectores de códigos de barras y la identificación por radiofrecuencia
(RFID) están disponibles y pueden implementarse como parte de un programa de
seguridad del paciente en todo el centro. Los sistemas de identificación fabricados
comercialmente que utilizan etiquetas y números preimpresos, también son útiles.
Independientemente del sistema, es crucial que existan protocolos para identificar
positivamente a los pacientes y que se definan los procedimientos de flebotomía. Todo el
personal involucrado debe estar capacitado y tener competencia evaluada.

Requisitos del espécimen. Las muestras anticoaguladas o coaguladas son aceptables para
las pruebas previas a la transfusión. A menudo se prefieren las muestras anticoaguladas
debido a su facilidad de manipulación. Los glóbulos rojos de una muestra anticoagulada
son ideales para preparar una suspensión celular uniforme para la prueba. Los glóbulos
rojos coagulados pueden requerir pasos de lavado adicionales para minimizar la
interferencia en las interpretaciones de las pruebas. Además, el suero puede contener
pequeños coágulos de fibrina que pueden ser difíciles de distinguir de la verdadera
aglutinación. Las muestras anticoaguladas pueden inactivar los anticuerpos que se unen al
complemento debido a que la quelación del calcio interrumpe la cascada del
complemento. A pesar de esta posibilidad, los beneficios de usar muestras anticoaguladas
superan este riesgo potencial. También es muy importante tomar las indicaciones del
fabricante acorde a la prueba automatizada o semiautomatizada que está montada en su
unidad de trabajo.

La contaminación de la línea intravenosa (IV) es inaceptable y se debe evitar el uso de


muestras hemolizadas. Los contaminantes intravenosos del líquido de infusión diluyen los
anticuerpos detectables en la muestra y pueden producir resultados erróneos. Las
muestras deben recogerse del brazo opuesto al catéter intravenoso y nunca por encima. Si
el acceso venoso es limitado y la muestra debe recolectarse de la línea IV, se debe detener
el líquido de infusión y enjuagar la línea. Se recomienda desechar una cantidad de sangre
igual a tres o más veces el espacio muerto del catéter. El uso de muestras hemolizadas
puede enmascarar la hemólisis mediada por antígeno-anticuerpo y crear dificultades en la
evaluación de los resultados de la prueba. Si no se puede obtener una nueva muestra, los
resultados deben interpretarse con cuidado.

El tiempo de recolección de la muestra utilizada en las pruebas previas a la transfusión es


crucial. Si una paciente ha recibido una transfusión o ha estado embarazada en los últimos
3 meses o si se desconoce el historial de la paciente, se debe recolectar una muestra cada
3 días para la detección de anticuerpos y las pruebas de compatibilidad. La fecha de la
recolección se considera el día 0 y la muestra vence a la medianoche del día 3. Por
ejemplo, si una muestra se recolectó un lunes (día 0), se puede usar la muestra para
transfusión el martes (día 1), miércoles (día 2), y jueves (día 3) hasta las 23:59. La ventana
de prueba de 3 días minimiza el riesgo de una reacción adversa debido a un aloanticuerpo
emergente en un receptor que ha recibido una transfusión recientemente. Algunas
instalaciones extienden esta ventana de prueba en pacientes quirúrgicos que han sido
programados con anticipación para evitar demoras el día del procedimiento. Sin embargo,
los antecedentes de transfusión y embarazo deben conocerse con certeza y ninguno
puede haber ocurrido en los 3 meses anteriores. Este párrafo anterior es una
recomendación internacional, sin embargo, cada unidad de trabajo es diferente y puede
tomar medidas mas robustas para la seguridad de las personas que se transfunden.

Los especímenes previos a la transfusión y los segmentos de la unidad del donante


generalmente se almacenan entre 2-8ºC y deben conservarse en caso de que se requieran
pruebas adicionales. La muestra del paciente y un segmento de la unidad del donante
deben conservarse después de la transfusión durante al menos 7 días. Esto permite la
investigación de cualquier evento adverso relacionado con la transfusión, como una
reacción transfusional hemolítica retardada. Esto es una recomendación internacional, sin
embargo, los países deben apegarse a sus normativas vigentes o pueden tomar medidas
más robustas que ayuden a aclarar cualquier problema que se presente en alguna
transfusión.
7.2. La solicitud médica para la búsqueda de sangre compatible con fines
transfusionales.

Todas las pruebas de laboratorio se generan a partir de la solicitud de un médico u otro


profesional de la salud autorizado para realizar pruebas o proporcionar componentes
sanguíneos. Los estándares de la AABB exigen que la solicitud de componentes
sanguíneos y los registros que acompañan a la muestra del receptor contengan
información suficiente para la identificación positiva y única del receptor. Esto incluye dos
identificadores independientes (nombre completo y fecha de nacimiento los más
importantes) y la fecha de la recolección de la muestra.

Además de la información descrita en el apartado anterior, no es raro encontrar requisitos


de solicitud que aportan información adicional sobre el paciente/destinatario:

 La edad o fecha de nacimiento del paciente es útil para determinar el alcance de las
pruebas que se realizarán. Por ejemplo, los bebés menores de 4 meses de edad se
les hace otro tipo de pruebas pretransfusionales a diferencia de un adulto.

 Las pruebas solicitadas deben marcarse para que se pueda evaluar el volumen de
muestra requerido y el tipo de tubo de recolección.

 Es importante conocer la premura de la transfusión “Urgente”, “Ordinario”,


“Prequirúrgicos” son algunas de las designaciones o términos utilizados para definir
la prioridad.

 La ubicación del paciente también puede ayudar a determinar la prioridad de las


pruebas: por ejemplo, la ubicación de una sala de emergencias o un quirófano
implica urgencia.

La información sobre la edad, el sexo, la raza, el diagnóstico, el historial de transfusiones y


embarazos, los medicamentos y las soluciones intravenosas del paciente pueden brindar
pistas valiosas en los estudios de identificación de anticuerpos, particularmente en casos
complejos. Conocer la raza del paciente puede ser beneficioso, ya que algunos anticuerpos
están asociados con una raza en particular. Por ejemplo, anti-U se asocia más
frecuentemente con personas de ascendencia africana porque la mayoría de los individuos
U-negativos se encuentran en esta población. El conocimiento de los antecedentes de
transfusiones y embarazos también es beneficioso, ya que es más probable que los
pacientes que han estado expuestos a glóbulos rojos ajenos a través de transfusiones o
embarazos hayan producido anticuerpos inmunitarios. Se deben sospechar anticuerpos
naturales (p. ej., anti-M, anti Leb) en pacientes sin antecedentes de transfusión o embarazo.
Además, es beneficioso saber si un paciente ha recibido IVIG RhIg y globulina
antilinfocitaria, ya que estos medicamentos pueden transferir pasivamente anticuerpos
como los anticuerpos anti-A o anti-B, anti-D y antiespecie, respectivamente. Esto dará
como resultado la presencia de un anticuerpo sérico inesperado que probablemente
confunda la interpretación de los estudios.

La historia del paciente es especialmente importante cuando el control autólogo o (prueba


de antiglobulina directa) DAT es positivo. Ciertos trastornos infecciosos y autoinmunes
están asociados con la producción de autoanticuerpos eritrocitarios, y se sabe que algunos
medicamentos causan DAT positivos. Además, en un paciente transfundido en los últimos
3 meses, un resultado DAT positivo puede indicar una reacción transfusional hemolítica
retardada.

Recepción de muestras. Las muestras deben analizarse lo antes posible después de la


recolección. Las muestras utilizadas en las pruebas previas a la transfusión se almacenan
entre 1 C y 6 C durante un mínimo de 7 días después de la transfusión. Para cumplir con
este requisito, las muestras generalmente se almacenan durante 7 a 10 días. Esto último es
una recomendación internacional, sin embargo es importante estar alineado a la normativa
vigente o política de cada hospital.

7.3. Pruebas de compatibilidad

Revisión del historial del paciente en los archivos del servicio de transfusiones. Los
resultados actuales, como el grupo ABO y el tipo de Rh, la detección de anticuerpos
clínicamente significativos, los eventos adversos significativos y los requisitos especiales de
transfusión, deben compararse con los registros históricos. La identificación del paciente y
los errores de prueba se pueden encontrar con la comparación de ABO/Rh históricos y
actuales. Para los pacientes sin registros históricos, muchas instalaciones han
implementado una muestra adicional para confirmar el tipo de sangre. Además, muchos
títulos de anticuerpos disminuyen a niveles indetectables, por lo que es esencial una
revisión exhaustiva del historial. Entre el 30 % y el 35 % de los anticuerpos alcanzan niveles
indetectables en 1 año, y casi el 50 % se vuelven indetectables después de 10 años.
Cualquier discrepancia entre los registros históricos y los resultados de las pruebas
actuales debe resolverse antes de la transfusión.

Rectificación del grupo sanguíneo y Rh(D) para hemocomponentes y su


determinación en pacientes.

- Tipificación ABO. El grupo sanguíneo ABO sigue siendo el grupo sanguíneo más
importante en transfusiones y trasplantes debido a su inmunogenicidad. La agrupación
ABO requiere reactivos autorizados y se puede realizar utilizando tubos, tecnología de
aglutinación en columna o en pruebas de fase sólida. Los reactivos requeridos incluyen
anti-A y anti-B para detectar los antígenos en los glóbulos rojos y células A1 y B para
confirmar los anticuerpos naturales en el plasma. Todas las discrepancias ABO deben
resolverse para poder transfundir adecuadamente. Si no se puede resolver una
discrepancia ABO antes de la necesidad de transfusión, se deben seleccionar glóbulos
rojos del grupo O.

- Tipificación Rh. La tipificación Rh se realiza para detectar la presencia o ausencia del


antígeno D. Los reactivos anti-D autorizados son mezclas monoclonales de componentes
IgM e IgG. La IgM promueve la aglutinación directa de glóbulos rojos a temperatura
ambiente, mientras que la IgG se utiliza en la prueba de antiglobulina indirecta (IAT) para
la detección del antígeno D débil. Un control de Rh está indicado cuando se sospecha una
aglutinación espontánea de glóbulos rojos, como en pacientes tipificados como AB
positivos. Además, se debe probar un control Rh en paralelo con el reactivo anti-D en la
prueba de antiglobulina indirecta para la determinación débil de D. Si el control de Rh es
positivo en cualquier fase de la prueba, los resultados de las pruebas no son válidos y se
requieren pruebas adicionales. La prueba de D débil es opcional en los receptores de
transfusiones, pero se requiere para las unidades de donantes durante la fabricación.

Los receptores Rh negativos deben recibir glóbulos rojos Rh negativos para prevenir la
producción de aloanticuerpos anti-D. Debido a que los glóbulos rojos D débiles son el
resultado de un número reducido de sitios de antígenos, los pacientes que poseen
antígenos D débiles no corren el riesgo de desarrollar anti-D. Los pacientes con el fenotipo
D parcial, sin embargo, poseen genes híbridos que dan como resultado la pérdida de
epítopos D en el antígeno. Por lo general, estos pacientes tienen tipo Rh positivo y su
fenotipo D parcial se desconoce hasta el desarrollo de un aloanticuerpo anti-D. Los
fenotipos D parciales son comunes en la comunidad afroamericana y crean desafíos en la
transfusión.

Determinación de anticuerpos irregulares (generalidades). Deben detectarse


anticuerpos contra antígenos de grupos sanguíneos y evaluarse su importancia clínica. Los
anticuerpos clínicamente significativos se han asociado con la destrucción de glóbulos
rojos, las reacciones transfusionales hemolíticas y la enfermedad hemolítica del feto y del
recién nacido (HDFN). Los conjuntos de detección de anticuerpos de 2 y 3 células
preparados comercialmente están disponibles y deben cumplir con los requisitos de
licencia. La FDA exige que los glóbulos rojos utilizados en las pruebas de detección de
anticuerpos expresen los siguientes antígenos: D, C, E, c, e, K, k, Fya, Fyb, Jka, Jkb, Lea, Leb,
P1, M, N, S, y s. Los glóbulos rojos del fabricante no pueden contener todos los antígenos
de los grupos sanguíneos. No se requieren antígenos de baja incidencia como V, Cw, Kpa o
Jsa porque rara vez provocan el desarrollo del anticuerpo correspondiente.

La incidencia de aloinmunización en todos los receptores de transfusiones es


aproximadamente del 2% al 5% y es significativamente mayor en las poblaciones que
requieren transfusiones múltiples. Por lo general, los anticuerpos clínicamente
significativos reaccionan a 37ºC y son detectables en la fase de prueba de antiglobulina.
Sin embargo, los anticuerpos clínicamente significativos en las primeras etapas de
desarrollo o que son principalmente del isotipo IgM pueden detectarse a temperaturas
más bajas, como en la fase de prueba a temperatura ambiente. Independientemente de la
fase en la que se detecte el anticuerpo clínicamente significativo, el requisito de
transfusión es la transfusión de glóbulos rojos antígenos negativos. Los requisitos de
transfusión varían entre las instalaciones cuando se detectan anticuerpos clínicamente
insignificantes. La mayoría considera seguras las unidades de donantes que son
compatibles con pruebas cruzadas mediante la prueba de antiglobulina indirecta (IAT).

Hay muchos métodos de prueba disponibles, incluidas las pruebas de tubo, la tecnología
de aglutinación en columna y las pruebas de adherencia de glóbulos rojos en fase sólida
con una efectividad que varía entre cada una. Las pruebas de tubo permiten la
modificación química de los glóbulos rojos o el plasma del paciente y la flexibilidad de las
pruebas en varias fases. La tecnología de aglutinación en columna y las pruebas de
adherencia de glóbulos rojos en fase sólida están disponibles como plataformas de prueba
automatizadas, creando estandarización y eficiencia de la carga de trabajo.
Selección de unidades de hemocomponentes. Un objetivo común que comparten los
proveedores de sangre y los servicios de transfusión es proporcionar un componente
sanguíneo seguro y eficaz que beneficie al receptor previsto.

- Pruebas del hemocomponente. Los proveedores de sangre deben realizar una gama de
pruebas de los componentes sanguíneos antes de la distribución. Las pruebas realizadas
son agrupación ABO, tipificación Rh, una prueba D débil si el resultado inicial de
tipificación Rh es negativo y una detección de anticuerpos contra antígenos de grupos
sanguíneos comunes. Debido a que el antígeno D débil tiene la capacidad de estimular la
producción de anti-D, las donaciones de sangre que dan positivo en D débil deben
etiquetarse claramente como Rh positivo para evitar transfusiones accidentales a
receptores Rh negativo. Además, los proveedores de sangre deben analizar los marcadores
de enfermedades infecciosas para prevenir la transmisión de enfermedades. Las pruebas
de enfermedades infecciosas requeridas en las unidades de donantes incluyen detección
de Hepatitis B, Hepatitis C, sífilis, VIH tipo 1 y 2 y Trypanosoma cruzi. Una vez que se
cumplen los criterios de aceptabilidad, las unidades se distribuyen a las instalaciones de
transfusión (servicios de transfusión de hospitales).

Para garantizar el etiquetado y las pruebas adecuadas de la unidad donante, el centro de


transfusión debe confirmar la agrupación ABO en todas las unidades y el tipo Rh en todas
las unidades Rh negativas al recibirlas del proveedor. El acceso a la unidad donante se
obtiene a través de uno de los segmentos unidos integralmente. Todas las pruebas deben
realizarse con reactivos autorizados de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
Cualquier discrepancia debe informarse a la instalación de recolección.

- Criterios de selección ABO/Rh. Los antígenos ABO en los glóbulos rojos de la unidad
del donante deben ser compatibles con los anti-A y/o anti-B que se encuentran
naturalmente en el plasma del receptor. Si la sangre completa es la única opción, el
producto y el receptor deben ser ABO idénticos debido a la porción de plasma del
componente sanguíneo. Sin embargo, la mayoría de las extracciones de sangre completa
se procesan en componentes individuales, como concentrados de glóbulos rojos y plasma,
lo que permite flexibilidad en la selección de unidades de donantes.

Los glóbulos rojos Rh negativos pueden administrarse a receptores Rh positivos. Sin


embargo, este recurso limitado debe reservarse para receptores Rh negativos,
especialmente mujeres en edad fértil, para prevenir la aloinmunización. Aproximadamente
el 80 % de los receptores Rh negativos sanos que reciben transfusiones de glóbulos rojos
Rh positivos producen anticuerpos anti-D. En situaciones de emergencia en las que el
inventario de Rh negativo es limitado, los riesgos asociados con la no transfusión pueden
superar los riesgos de una posible aloinmunización. Las instalaciones deben tener políticas
para abordar estas circunstancias especiales, que generalmente incluyen la aprobación del
director médico y la notificación al médico que ordena (ver tabla 7.1).

Tabla 7.1. Orden de selección del grupo ABO para la transfusión de glóbulos rojos.

Destinatario/Paciente 1ra elección 2da elección 3ra elección 4ta elección

AB AB A B O
A A O
B B O
O O

- Antígeno negativo. Si un paciente tiene antecedentes o tiene anticuerpos clínicamente


significativos detectables, las unidades de donante seleccionadas para la transfusión deben
ser negativas para los antígenos correspondientes. En ciertas situaciones clínicas, podría
ser necesario hacer coincidir fenotípicamente los glóbulos rojos para evitar la producción
de anticuerpos o disminuir la necesidad de estudios costosos en el futuro. Por ejemplo, la
tasa de aloinmunización es de aproximadamente el 30 % en pacientes con enfermedad de
células falciformes que han recibido transfusiones de forma crónica. La compatibilidad
limitada de glóbulos rojos para los antígenos Rh, Kell y Duffy ha demostrado ser eficaz
para disminuir la tasa de formación de nuevos anticuerpos al 0,5% en pacientes con
enfermedad de células falciformes. En pacientes con mieloma múltiple tratados con
daratumumab, las unidades fenotípicamente coincidentes para todos los antígenos de
grupos sanguíneos comunes pueden disminuir la necesidad de estudios serológicos
costosos. Daratumumab es un agente terapéutico anti-CD38 que reacciona con CD38 en
glóbulos rojos reactivos. La interferencia hace imposible la exclusión de aloanticuerpos en
los procedimientos de identificación de anticuerpos sin el tratamiento de DTT o tripsina. La
recomendación de la AABB es obtener un fenotipo por ADN y hacer coincidir los glóbulos
rojos con todos los posibles aloanticuerpos clínicamente significativos para evitar la
necesidad de estudios extensos. Esta última parte es importante que el personal de los
servicios de transfusión la conozcan, la mayoría no tiene equipamiento para hacer
fenotipos en sus lugares de trabajo, sin embargo, es importante conocer esto, para tener
un lenguaje adecuado cuando se requiera un apoyo a los servicios de inmunohematología
de referencia que hacen estudios especiales.

7.4. Prueba cruzada

Una prueba cruzada serológica consiste en mezclar el plasma del receptor con células
obtenidas directamente de la unidad del donante para detectar incompatibilidades de
anticuerpos ABO o de grupos sanguíneos. Una prueba cruzada serológica “no reactiva”
indica que la unidad del donante es compatible y segura para la transfusión.

Grados de aglutinación. Hay varias metodologías de prueba, que incluyen tecnologías de


gel, microplacas y pruebas de tubo, que se utilizan para realizar pruebas de detección de
ABO/Rh y anticuerpos. Independientemente del método seleccionado, el objetivo es
detectar la interacción entre el antígeno y el anticuerpo. El signo visible de la interacción
entre el antígeno y el anticuerpo depende de la metodología utilizada. En la tecnología de
gel, una clasificación de 0 representa un botón de células en la parte inferior o en la punta
del microtubo, una clasificación de 4+ representa un "grupo" de células en la parte
superior de la superficie del gel, y las clasificaciones de reacción 1+, 2+ y 3+ son
determinada por la dispersión de las células por todo el gel en el microtubo. Las
microplacas emplean tecnología de fase sólida en la que el antígeno y el anticuerpo
reaccionan y se adhieren a los lados de los pocillos, lo que indica una prueba positiva;
ninguna adherencia o botones de celda en el centro del pocillo indican una prueba
negativa; la fuerza de la reactividad se basa en la dispersión de las células por todo el
pocillo. Para las pruebas de tubo, las reacciones de aglutinación se clasifican en función del
tamaño de un botón de celda que se desprende del fondo de un tubo de ensayo. Un
ejemplo de un esquema de clasificación de la fuerza de la reacción es 4+, 3+, 2+, 1+, +/- y
0. (ver tabla 7.2, ver figura 7.1, ver figura 7.2, ver figura 7.3).

Tabla 7.2. Interpretaciones de las reacciones de aglutinación.

Fuerza de la
Apariencia
reacción

4+ Un solo aglutinado, sin células libres.

3+ Reacción fuerte, muchos aglutinantes grandes.

2+ Aglutinados grandes con grumos más pequeños, sin células libres.

1+ Muchos pequeños aglutinados y un fondo de células libres.

+/- Pocos aglutinantes y aglutinantes débiles microscópicamente.

0 Una suspensión uniforme de células, sin aglutinados detectados.


Figura 7.1. Reacciones de aglutinación en tubo.

Reacciones de aglutinación: A: Una reacción de 4+, representa un cúmulo grande y


fondo claro. B: una reacción de 3+, representa uno o dos cúmulos grandes y varias
matas pequeñas, fondo claro. C: Una reacción 2+, representa varios grumos
pequeños, fondo claro. D: Una reacción de 1+, representa muchos grumos pequeños
y un fondo turbio. E: Negativo, se observa sin grumos, los glóbulos rojos fluyen
libremente.

Figura 7.2. Reacciones de aglutinación para tubo en gel.


Reacciones de aglutinación: Las mezclas de eritrocitos y anticuerpos se colocan sobre
la superfice de un gel, contenido en microtubos de un dispositivo en forma de tarjeta
que se puede centrifugar. Los grumos aglutinados son retenidos en la parte superior
del gel, con distintas intensidades de aglutinación representadas con los símbolos 4+
hasta 1+, mientras los eritrocitos libres son capaces de filtrarse a través de los poros
del gel hasta llegar al fondo (0).

Figura 7.3. Reacciones de aglutinación para adherencia eritrocitaria de fase sólida.

Hay varias tecnologías disponibles para realizar pruebas de anticuerpos inesperados. El


método elegido debe tener la sensibilidad y especificidad para:

• detectar la mayoría de los anticuerpos clínicamente significativos.


• no detectar reacciones no deseadas.
• permitir la finalización oportuna de las pruebas (ver la tabla de 7.3).
Tabla 7.3. Fases de la prueba de la antiglobulina indirecta.

Fase Incubación Propósito

Detecta incompatibilidad
Centrigugación rapida a
No ABO y anticuerpos fríos
temperatura ambiente
fuertemente reactivos.

Detecta anticuerpos fríos.


Rara vez se realiza porque
Temperatura ambiente 15 min
estos son anticuerpos
clínicamente insignificantes.

Permite que los anticuerpos


IgG, particularmente los
anticuerpos Rh, o el
El tiempo varía según el
complemento se unan a los
37ºC medio potenciador o de
glóbulos rojos. A veces se
mejora utilizado.
puede observar la
aglutinación directamente
después de esta incubación.

Sin tiempo de incubación;


Elimina las proteínas no
Lavado el lavado debe ser
unidas.
ininterrumpido

Detecta IgG o
Antiglobulina Sin incubación complemento unido a
glóbulos rojos.

La aglutinación demuestra
que se agregó suero
Comprobación de las antiglobulina, que el lavado
No requiere incubación
células fue adecuado y que el
suero antiglobulina tiene
reactividad anti-IgG.
Si no se detectan anticuerpos clínicamente significativos y no hay antecedentes de
anticuerpos, es suficiente una prueba serológica para detectar la incompatibilidad ABO.

El plasma receptor se mezcla con células de la unidad donante, se centrifuga


inmediatamente y se observa la aglutinación y/o la hemólisis. La ausencia de cualquiera
indica compatibilidad ABO, mientras que los resultados positivos requieren más
investigación.

Las pruebas cruzadas incompatibles pueden ocurrir por muchas razones y deben
resolverse antes de emitir unidades para transfusión. Las posibles razones de
incompatibilidades y resoluciones posteriores incluyen las siguientes:

1. Agrupación ABO incorrecta del receptor o de la unidad donante seleccionada:

• Repita la agrupación ABO de la muestra receptora y confirme con una nueva


muestra, si es necesario.

• Verifique que la unidad del donante sea compatible con ABO con el receptor y
repita la prueba de confirmación del donante, si es necesario.

2. Aloanticuerpos o autoanticuerpos reactivos al frío en el plasma no detectados en las


pruebas de detección de anticuerpos:

• Si la prueba de detección de anticuerpos fue negativa, realice la identificación de


anticuerpos a temperatura ambiente ya que la incompatibilidad es detectable en
esa fase de la prueba. Incluya un autocontrol para distinguir entre un aloanticuerpo
reactivo en frío y un autoanticuerpo.

• Puede estar indicado el precalentamiento del sistema de prueba para eludir la


reactividad en presencia de un anticuerpo reactivo al frío. Seleccione las unidades
de donantes según el anticuerpo identificado y la evaluación de importancia clínica.

• Según el tipo de sangre del receptor, puede ser útil incluir células A1, A2 y B al
analizar el plasma para descartar la presencia de anticuerpos ABO adquiridos
pasivamente o mediados por el sistema inmunitario. Un historial completo de
trasplante de células madre o de órganos sólidos puede ser útil para resolver este
tipo de discrepancia.

3. Anomalías en el plasma del receptor:


• El fenómeno de Rouleaux imita la aglutinación y puede estar presente en
enfermedades como el mieloma múltiple.

• El fenómeno de Rouleaux es detectable solo cuando hay plasma presente. Realice


el lavado y resuspensión de eritrocitos con solución salina.

Prueba cruzada antiglobulina indirecta. A los pacientes que tienen anticuerpos


clínicamente significativos, ya sea por pruebas actuales o por antecedentes, se les debe
realizar una prueba cruzada que incluye una fase de incubación a 37 C y la prueba de
antiglobulina. También se puede realizar una prueba cruzada IAT para pacientes que no
muestran anticuerpos clínicamente significativos. Una prueba cruzada IAT consiste en
analizar las células del donante y el suero del paciente con un medio de mejora como la
albúmina o LISS en una incubación a 37 °C e incluye la adición de una fase de
antiglobulina. El tiempo de incubación a 37 C depende de la elección de la solución de
mejora. El reactivo de antiglobulina utilizado puede ser monoespecífico (IgG) o
poliespecífico (IgG y C3d). Históricamente, cuando se consideraba necesario investigar los
motivos de la reactividad en todas las fases de la prueba, normalmente la centrifugación
rápida y una incubación a temperatura ambiente de 15 minutos formaban parte de una
prueba cruzada IAT. Los estudios han informado que las pruebas de compatibilidad
realizadas a 37 C en una solución LISS son tan sensibles para la detección de
incompatibilidad ABO como la prueba cruzada de centrifugación rápida y, por lo tanto,
podrían eliminarse en la prueba cruzada IAT. Al igual que con las pruebas de detección de
anticuerpos, la lectura de reactividad después de 37 C la incubación, aunque se realiza con
frecuencia, no es necesaria.
Consideraciones adicionales para pacientes con anticuerpos. Los pacientes con
anticuerpos identificados, ya sea por pruebas actuales o por antecedentes, generalmente
requieren pruebas adicionales de la unidad donante. Cuando un paciente demuestra un
anticuerpo clínicamente significativo, las unidades seleccionadas deben analizarse con
antisuero preparado comercialmente y tipificarse como antígeno negativo para el
anticuerpo infractor. Por ejemplo, un paciente tiene un anticuerpo identificado como anti-
Kell. Se obtiene una muestra de sangre de un segmento de donante y los controles
positivo y negativo y se analizan con anti-Kell preparado comercialmente siguiendo las
instrucciones del fabricante. Si las células del donante son Kell negativas y la unidad es
compatible con pruebas cruzadas IAT, la unidad se considera aceptable para transfusión.
La tipificación del antígeno de la unidad donante se puede realizar antes o después de la
prueba cruzada IAT.

Interpretación de las pruebas cruzadas

La ausencia de hemólisis o aglutinación en todas las fases de la prueba puede interpretarse


como no reactiva o compatible, y las unidades se consideran aceptables para la
transfusión.

La hemólisis o aglutinación detectada en cualquier fase de la prueba se interpreta como


positiva y la unidad no se considera aceptable para transfusión o incompatible.

Cuando una prueba cruzada de IAT es positiva, considere lo siguiente:

• La unidad seleccionada puede ser incompatible con ABO.


• La unidad puede tener una prueba de antiglobulina directa positiva.
• Es posible que no se haya tipificado el antígeno de la unidad o que la unidad se
haya designado incorrectamente.
• El paciente puede estar desarrollando un anticuerpo adicional.
• El paciente puede tener un anticuerpo contra un antígeno de baja incidencia que
no estaba presente en las células de detección.
• El sistema de prueba podría estar contaminado.

Estudio de grupo ABO y el tipo Rh en menores de 4 meses. Los bebés menores de 4


meses de edad tienen requisitos de prueba únicos. Después de obtener una muestra
previa a la transfusión inicial, la necesidad de recolectar muestras adicionales depende de
los resultados de la detección de anticuerpos y de la selección de sangre para la
transfusión. El grupo ABO se determina analizando una muestra de glóbulos rojos del
bebé con anti-A y anti B. La expresión de los antígenos A y B puede ser más débil en este
grupo de edad, por lo que también se pueden realizar pruebas con anti-A,B y discriminar
un grupo O de un no grupo O. Debido a que los anticuerpos anti-A y anti-B que ocurren
naturalmente no se demuestran hasta aproximadamente los 6 meses de edad, no se realiza
un tipo inverso. No se requiere repetir la prueba de ABO/Rh durante una única admisión
hospitalaria.

Estudio prueba cruzada o de anticuerpos en infantes. Se puede utilizar la muestra


materna porque los anticuerpos detectados a esta edad se adquieren pasivamente de la
madre y la dificultad de obtener un volumen de muestra adecuado de un lactante de esta
edad suele ser un problema. Si la prueba de detección de anticuerpos es positiva, se
realizan estudios de identificación de anticuerpos analizando el suero de la madre o del
bebé. Si se identifican anticuerpos clínicamente significativos, se requiere la selección de
unidades negativas al antígeno o unidades compatibles mediante pruebas cruzadas de
antiglobulina hasta que ya no se demuestre el anticuerpo adquirido pasivamente.

7.5. Prueba de antiglobulina directa.

La prueba de antiglobulina directa (DAT) detecta la sensibilización in vivo de los glóbulos


rojos con IgG o componentes del complemento. Las condiciones clínicas que pueden
resultar en el recubrimiento in vivo de glóbulos rojos con anticuerpos o complemento son
las siguientes:
• Enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido (HDFN)
• Reacción transfusional hemolítica (HTR)
• Anemia hemolítica autoinmune e inducida por fármacos (AIHA).

La prueba de Coombs directa encuentra anticuerpos unidos a los glóbulos rojos. Los
anticuerpos pueden ser los de su propio organismo, generados debido a una enfermedad,
o los adquiridos en una transfusión de sangre.

El DAT no es una prueba requerida en los protocolos previos a la transfusión de rutina.


Eder probó la utilidad clínica del DAT en un gran hospital de atención terciaria en Filadelfia.
Se realizó un estudio retrospectivo de 1999 a 2002. Se realizaron DAT con anti-IgG en 15
662 muestras de pacientes antes de la transfusión; 15% fueron positivos. Las pruebas
posteriores de eluato revelaron que el 76 % no eran reactivos, el 9 % eran panreactivos y el
12 % adquirieron anticuerpos ABO o D de forma pasiva. Solo un caso demostró un
anticuerpo eritrocitario en el eluato que no se detectó en el suero, lo que concluyó que
incluso en un entorno de atención terciaria, la DAT de rutina es ineficiente y arroja un valor
predictivo positivo de 0,16%. Judd y colaboradores revelaron hallazgos similares en 65 049
muestras de sangre en un período de 29 meses, donde solo el 5,5 % de las muestras
dieron como resultado un DAT positivo.

Los DAT iniciales incluyen analizar una gota de una suspensión del 3 % al 5 % de glóbulos
rojos lavados con un reactivo poliespecífico (anti-IgG, anti-C3d). Los resultados positivos
son monitoreados por un panel DAT usando anti-IgG y anti C3d monoespecíficos para
determinar el tipo específico de proteína que sensibiliza a la célula. En un esfuerzo por
ahorrar tiempo técnico valioso, algunas instituciones ejecutan reactivos poliespecíficos y
monoespecíficos al mismo tiempo, así como un control de solución salina. El control salino
sirve para detectar la aglutinación espontánea de células o reacciones que ocurren sin la
adición de reactivos AHG. En anemia hemolítica autoinmune caliente, incluida la anemia
hemolítica inducida por fármacos, los glóbulos rojos pueden estar recubiertos con IgG o
C3d, o ambos.

En el estudio de una reacción a una transfusión, el DAT puede detectar la presencia de IgG
o C3d, o ambos, según la naturaleza y la especificidad del anticuerpo del receptor. En la
investigación de HDFN, la prueba de proteínas del complemento no es necesaria ya que se
supone que la proteína que sensibiliza a los glóbulos rojos del recién nacido es la IgG
materna. Pueden surgir problemas en la tipificación D precisa en el caso de un recién
nacido con un DAT positivo. Si el DAT es positivo debido a IgG y el giro inmediato para la
tipificación D es negativo, no se puede realizar una prueba de D débil. Lo mismo es cierto
para un paciente con anemia hemolítica autoinmune debido a un anticuerpo IgG tibio que
recubre las células del paciente. El anticuerpo debe eliminarse de los glóbulos rojos para
obtener un fenotipo preciso. Se pueden utilizar otras técnicas para eliminar los anticuerpos
de los glóbulos rojos del paciente. Estos incluyen difosfato de cloroquina, EDTA-glicina y
anticuerpos monoclonales murinos.

La consideración clínica debe dictar la medida en que se evalúa un DAT positivo.


Interpretar el significado de un DAT positivo requiere el conocimiento del diagnóstico del
paciente, la terapia farmacológica y el historial reciente de transfusiones. Puede ocurrir una
DAT positiva sin manifestaciones clínicas de hemólisis por mediación inmunológica.

El Manual Técnico de la AABB establece que “un resultado DAT positivo por sí solo no es
diagnóstico de anemia hemolítica. Comprender el significado de este resultado positivo
requiere conocer el diagnóstico del paciente; historial reciente de medicamentos,
embarazo, transfusión y trasplante hematopoyético; y la presencia de anemia hemolítica
adquirida o inexplicable”. Responder las siguientes preguntas antes de investigar un DAT
positivo para pacientes que no sean recién nacidos ayudará a determinar qué pruebas
adicionales son apropiadas:

• ¿Hay evidencia de hemólisis in vivo?


• ¿El paciente ha recibido una transfusión recientemente? En caso afirmativo, ¿el
paciente recibió hemocomponentes o componentes que contenían plasma ABO
incompatible?
• ¿El suero del paciente contiene anticuerpos inesperados?
• ¿El paciente está recibiendo algún medicamento?
• ¿El paciente está recibiendo globulina antilinfocítica o globulina antitimocítica?
• ¿El paciente está recibiendo inmunoglobulina intravenosa (IVIG) o inmunoglobulina
Rh intravenosa (IV RhIG)?
• ¿Ha recibido el paciente un trasplante de médula u otro órgano?

Factores que afectan la prueba de antiglobulina directa.

El DAT puede detectar un nivel de 100 a 500 moléculas de IgG por eritrocito y de 400 a
1100 moléculas de C3d por eritrocito. Para el IAT, debe haber entre 100 y 200 moléculas
de IgG o C3 en la célula para obtener una reacción positiva. El número de moléculas de
IgG que sensibilizan a un glóbulo rojo y la velocidad a la que se produce la sensibilización
pueden verse influidos por varios factores, incluidos los siguientes:

• Proporción de suero a células.


• Medio de reacción.
• Temperatura.
• Tiempo de incubación.
• Lavado de glóbulos rojos.
• Solución salina para lavar.
• Adición de AHG.
• Centrifugación para lectura.

Proporción de suero a células. El aumento de la proporción de suero a células aumenta


la sensibilidad del sistema de prueba. En general, se puede lograr una proporción mínima
usando 2 gotas de suero y 1 gota de un 5 % de volumen de soluto por volumen de
solución (v/v) de suspensión de células. Cuando se usan células suspendidas en solución
salina, a menudo es ventajoso aumentar la proporción de suero a células en un esfuerzo
por detectar anticuerpos débiles (p. ej., 4 gotas de suero con 1 gota de una suspensión de
células al 3 % [v/v] darán una proporción de 133:1).

7.6. Prueba de antiglobulina indirecta (IAT).

El IAT se realiza para determinar la sensibilización in vitro de los glóbulos rojos y se utiliza
en las siguientes situaciones:
• Detección de anticuerpos incompletos (no aglutinantes) contra glóbulos rojos de
donantes potenciales (prueba de compatibilidad) o contra células de detección
(detección de anticuerpos) en suero.
• Determinación del fenotipo de glóbulos rojos usando antisueros conocidos (p. ej.,
D débil, cualquier otra prueba de antígeno que requiera IAT)
• Titulación de anticuerpos irregulares. (ver tabla 7.4 y 7.5).
Tabla 7.4. Prueba de antiglobulina indirecta.

Aplicación Test Sensibilización in vitro

 Anticuerpo receptor que


 Pruebas de
reacciona con las células
compatibilidad
Detección de anticuerpos del donante.
 Estudio de anticuerpos
 Anticuerpo que reacciona
con las células de cribado

 Los anticuerpos
Identificación de
 Panel de anticuerpos reaccionan con células del
anticuerpos
panel.

 Títulos de anticuerpos  Anticuerpo y células Rh


Titulación de anticuerpos
Rh seleccionadas

 Deleción de antígenos  Antisueros específicos +


Fenotipo eritrocitario. eritrocitarios (D débil, K glóbulos rojos para
Fy) detectar antígeno
Tabla 7.4. Tareas y Propósitos de la Prueba indirecta de antiglobulina.

Tarea Propósito

Da tiempo para que la molécula de


Incubar glóbulos rojos con antisueros anticuerpo se adhiera al antígeno
eritrocitario

Realizar un mínimo de tres lavados con


Elimina moléculas de globulina libres
solución salina

Forma aglutinados de eritrocitos (antígeno


Agregar reactivo de antiglobulina
de eritrocitos + Anticuerpo + anti-IgG)

Acelera la aglutinación acercando las


Centríguga
células

Interpreta la prueba como positiva o


Examinar por aglutinación
negativa.

Reacciones por grado de aglutinación Determina la fuerza de reacción.

Comprueba la neutralización de los


antisueros por moléculas de globulina libre
Agregue glóbulos rojos recubiertos de
(las células de control de Coombs son
anticuerpos a las reacciones negativas
glóbulos rojos D-positivos recubiertos con
anti-D)
7.7. Causas de error en la prueba de antiglobulina humana.

Todas las reacciones negativas de la prueba de antiglobulina deben verificarse mediante la


adición de células sensibilizadas con IgG. La adición de glóbulos rojos recubiertos con IgG
a las reacciones de prueba negativas debe demostrar la hemaglutinación de los glóbulos
rojos con el anti-IgG en el reactivo AHG. Si no se produce hemaglutinación después de la
adición de células de control recubiertas de IgG, el resultado de la prueba no es válido y
debe repetirse. Los errores técnicos más comunes que dan como resultado que no se
demuestre la hemaglutinación después de la adición de glóbulos rojos recubiertos con IgG
son el lavado inadecuado, el reactivo AHG no reactivo y la falta de adición del reactivo
AHG. La reactividad anti-C3d monoespecífica se puede verificar con la adición de glóbulos
rojos recubiertos con C3d a las reacciones negativas (ver tabla 7.5)
Tabla 7.6. Fuentes de error en las pruebas de antiglobulina humana

Resultados falsos negativos

• Lavado inadecuado o incorrecto de las


células.
Resultados falsos positivos • No realizar lavados adicionales cuando se
utilizan mayores volúmenes de suero.
• Contaminación de AHG por proteína
• Una muestra inadecuada (refrigerada,
extraña.
coagulada) puede provocar la unión del
• Alta concentración de paraproteínas IgG en
complemento in vitro.
suero de prueba.
• Sobrecentrifugación y sobrelectura.
• Disociación temprana de la IgG unida de
• Centrifugación después de la fase de
los glóbulos rojos debido a la interrupción
incubación cuando se utilizan PEG u otros
de las pruebas.
polímeros cargados positivamente como
• Disociación temprana de la IgG unida de
medio de mejora.
los glóbulos rojos debido a una
• Contaminación bacteriana de células o
temperatura de prueba inadecuada (es
solución salina utilizada en el lavado.
decir, solución salina o AHG demasiado fría
• Cristalería sucia.
o caliente).
• La presencia de fibrina en el tubo de
• Suero AHG no reactivo debido a deterioro
ensayo puede imitar la aglutinación.
o neutralización (almacenamiento
• Las celdas con un DAT positivo producirán
inadecuado de reactivos).
un IAT positivo.
• Calor excesivo o congelación y
• Células poliaglutinables.
descongelación repetidas del suero de
• Solución salina contaminada con metales
prueba.
pesados o sílice coloidal.
• Suero no reactivo debido al deterioro del
• Usar una muestra de suero para un DAT
complemento.
(usar sangre anticoagulada con EDTA, ACD
• Reactivo AHG, suero de prueba o medio de
o CPD).
mejora no agregado.
• Las muestras recolectadas en tubos con
• Subcentrifugado o sobrecentrifugado.
separador de gel pueden tener una unión
• Suspensión celular demasiado débil o
del complemento no auténtica.
demasiado pesada.
• Adjunto complementario cuando las
• Las proporciones de suero a células no son
muestras se recolectan de líneas de infusión
ideales.
que infunden soluciones de dextrosa.
• Hay anticuerpos raros que solo son
• Anticuerpo dependiente de conservantes
detectables con AHG poliespecífico y
dirigido contra reactivos.
cuando hay complemento activo.
• pH bajo de solución salina.
• Condiciones de incubación inadecuadas en
el IAT.
• Mala técnica de lectura.
7.8. El autocontrol/autotestigo.

Es una prueba adicional que se realiza paralelamente con la prueba cruzada. Consiste en
agregar en un tubo debidamente identificado:

a) Dos gotas de suero del paciente.


b) Una gota de una suspensión al 3-5% de eritrocitos del paciente.

Este tubo se procesa simultáneamente con el de la prueba cruzada mayor, siguiendo


exactamente cada uno de sus pasos. Permite detectar una prueba cruzada mayor,
siguiendo exactamente cada uno de sus pasos. Permite detectar una prueba de
antiglobulina directa positiva, así como la presencia de Rouleaux y otras anormalidades
séricas que puedan causar problemas en la prueba cruzada mayor.

La presencia de un autocontrol positivo afecta la interpretación de las pruebas y puede


afectar el manejo clínico del paciente. Entre las posibles razones para el autocontrol
positivo, se incluye:

1. Presencia de autoanticuerpos fríos o calientes. A veces es muy dificil identidicar un


aloanticuerpos en presencia de autoanticuerpos, los cuales reaccionan con
antígenos determinantes presentes en las propias células. Por ejemplo, es notable
el caso del anti-I en presencia de autoanticuerpos fríos y de los anticuerpos anti-Rh
en el caso de autoanticuerpos calientes.
*En estas situaciones, la reactividad del autoanticuerpo puede enmascararse el
aloanticuerpo. La importancia de identificar el autoanticuerpos es discutible, pero
no existen dudas de que sí es muy importante identificar el aloanticuerpo.
2. Presencia de aloanticuerpos. En caso de reacciones hemolíticas tardías, el
anticuerpo puede reaccionar con las células transfundidas. El autocontrol mostrará
una reacción de aglutinación de campo mixto, siendo importante diferenciar entre
un auto y aloanticuerpo, para las futuras transfusiones.
3. Presencia de aloanticuerpos dirigidos contra medicamentos que esté recibiendo el
paciente puede conducir a un autocontrol positivo.
4. Aloanticuerpos dirigidos contra algunas sustancias presentes en el sistema, por
ejemplo, el caprilato de sodio presente en algunas albúminas bovinas.
5. Aloanticuerpos maternos presentes en el recien nacido reaccionando con las
células de éste, son causa de autocontrol positivo.
6. El fenónemo de Rouleaux, el cual puede ser confundido con aglutinación sino se
observa al microscopio.
7.9. Tecnologías automatizadas y semiautomatizadas usadas en los servicios de
transfusiones para las pruebas de compatibilidad eritrocitaria.

- Tecnologías de aglutinación en columna. La prueba de gel, que se realiza en un


microtubo especialmente diseñado, es una prueba de hemaglutinación basada en la
centrifugación controlada de glóbulos rojos a través de un gel de dextrano-acrilamida que
contiene reactivos predosificados. Cada microtubo se compone de una cámara de reacción
superior que es más ancha que el propio tubo y una parte larga y estrecha denominada
columna.

En la prueba de gel, se utiliza una tarjeta de plástico con microtubos en lugar de tubos de
ensayo. Una tarjeta de gel mide aproximadamente 5x7 cm y consta de seis u ocho
columnas. Cada microtubo contiene gel, diluyente y reactivos predosificados, si
corresponde. Los volúmenes medidos de glóbulos rojos y suero o plasma se dispensan en
la cámara de reacción del microtubo, la tarjeta se incuba y luego se centrifuga.

La cámara de reacción es donde los glóbulos rojos pueden sensibilizarse (unión de


anticuerpos antigénicos) durante la incubación. La columna de cada microtubo contiene
partículas de gel de dextrano-acrilamida suspendidas en un diluyente con reactivos
agregados, si corresponde. La forma y la longitud de la columna proporcionan una gran
superficie para un contacto prolongado de los glóbulos rojos con las partículas de gel
durante la centrifugación. Las partículas de gel constituyen el 75 % de la mezcla de gel y
líquido que el fabricante carga previamente en cada microtubo. Las partículas de gel son
porosas y sirven como medio de reacción y filtro, tamizando los aglutinados de glóbulos
rojos según su tamaño durante la centrifugación. Los aglutinados grandes quedan
atrapados en la parte superior del gel y no se les permite viajar a través del gel durante la
centrifugación de la tarjeta. Los glóbulos rojos aglutinados quedan atrapados en el gel,
mientras que los glóbulos rojos no aglutinados viajan sin obstáculos a lo largo del
microtubo, formando un sedimento en el fondo después de la centrifugación.

Las reacciones de aglutinación en la prueba de gel se clasifican de 1+ a 4+ y son de campo


mixto, similares a las reacciones en la técnica de hemaglutinación en tubo de ensayo. En la
prueba aglutinación en columna, una reacción 4+ se caracteriza por una banda sólida de
glóbulos rojos aglutinados en la parte superior de la columna. Por lo general, no se ven
glóbulos rojos en la parte inferior de la columna. En una reacción 3+, la mayoría de los
glóbulos rojos aglutinados permanecen cerca de la parte superior de la columna, con unos
pocos aglutinados escalonados debajo de la banda más gruesa. La mayoría de los
aglutinados se observan en la mitad superior de la columna. En una reacción 2+, los
aglutinados de glóbulos rojos se distribuyen por las mitades superior e inferior de la
columna, con unos pocos aglutinados en la parte inferior del microtubo. En una reacción
1+, los aglutinados de glóbulos rojos se ven predominantemente en la mitad inferior de la
columna, con algunos glóbulos rojos en la parte inferior del microtubo. Estas reacciones
pueden ser débiles y solo quedan unos pocos aglutinados en el área justo encima del
sedimento de glóbulos rojos en la parte inferior del microtubo. En una reacción negativa,
los glóbulos rojos forman un sedimento bien delimitado en el fondo del microtubo. El área
sobre el gránulo de RBC está clara y libre de aglutinantes. En una reacción de campo mixto
(mf), la reacción se caracteriza por una capa de glóbulos rojos aglutinados en la parte
superior de la columna y un sedimento de células no aglutinadas en la parte inferior del
microtubo. Se pueden producir reacciones de campo mixto de falsos positivos cuando se
utiliza suero incompletamente coagulado en la prueba de tecnología en columna. Las
hebras de fibrina en dicho suero pueden atrapar glóbulos rojos no aglutinados, formando
una línea delgada en la parte superior de la columna. Otras células no aglutinadas pasan a
través de la columna durante la centrifugación y viajan al fondo del microtubo. Antes de
interpretar una reacción como de campo mixto, se debe considerar la historia clínica del
paciente. Por ejemplo, se espera que los pacientes recientemente transfundidos o los
receptores de un trasplante de médula ósea tengan poblaciones mixtas de glóbulos rojos,
y sus glóbulos rojos comúnmente producen reacciones de campo mixto. La hemólisis se ve
como un líquido rojo claro en la cámara.

- Tecnología de fase sólida. Los inmunoensayos en fase sólida se han utilizado durante
muchos años en los laboratorios de inmunología y química. En estos sistemas de prueba
(inmunoensayos), uno de los reactivos de la prueba (ya sea antígeno o anticuerpo) se une
a un soporte sólido (generalmente un pocillo de microtitulación) antes de comenzar la
prueba. La capacidad de los plásticos, como el poliestireno, para absorber proteínas de la
solución y unirlas de forma irreversible hace que los pocillos de microplacas de plástico
sean ideales para ensayos serológicos en fase sólida.

Algunos ensayos disponibles se pueden realizar con plasma o suero, pero es preferible el
plasma. Cuando las muestras coaguladas no están completamente coaguladas, el suero es
difícil de eliminar durante el ciclo de lavado; permitiendo que el suero residual no unido se
coagule y haga que el punto final de la prueba sea ilegible. Para obtener los mejores
resultados, el fabricante recomienda agregar un tampón estabilizador de pH a la solución
salina isotónica para lavar las microplacas. (El fabricante dispone de un tampón adecuado).

Para realizar la prueba se agrega suero o plasma del paciente y solución salina de baja
concentración iónica (LISS) a micropocillos que están recubiertos con el antígeno objetivo.
Las microplacas se incuban a 37 C, dando tiempo para que los posibles anticuerpos se
adhieran a los antígenos en el pocillo. Después de la incubación, los pocillos se lavan con
solución salina isotónica tamponada con pH para eliminar las proteínas séricas no unidas.
A continuación, se agregan glóbulos rojos indicadores recubiertos con anti-IgG y se
centrifugan los micropocillos. La centrifugación obliga a los glóbulos rojos indicadores a
entrar en estrecho contacto con los anticuerpos IgG del suero/plasma de prueba que están
unidos al antígeno objetivo inmovilizado, es decir, la técnica de sándwich. Si el anticuerpo
se une al antígeno durante la fase de incubación, las células indicadoras forman una
monocapa de glóbulos rojos. Si no hay ningún anticuerpo presente, no hay nada adherido
al antígeno y las células indicadoras forman un botón claramente delineado en el centro
del pozo de la microplaca durante la centrifugación.

7.10. Circunstancias especiales.

Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión de emergencia. Antes de


completar las pruebas previas a la transfusión, pueden surgir situaciones urgentes en las
que sea médicamente necesario transfundir componentes sanguíneos. El servicio de
transfusión debe tener políticas que aborden la selección de unidades de donantes
apropiadas para evitar retrasos en las transfusiones. Si se desconoce el tipo de sangre del
receptor, se requieren glóbulos rojos del grupo O. Los glóbulos rojos específicos del grupo
ABO pueden administrarse una vez que se obtiene el grupo sanguíneo. Se prefieren las
unidades de glóbulos rojos Rh negativo, pero pueden limitarse a mujeres en edad fértil
para conservar el inventario.
Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión masiva. La transfusión masiva se
define como la administración de 8 a 10 unidades de glóbulos rojos a un paciente adulto
en menos de 24 horas o la administración aguda de 4 a 5 unidades dentro de 1 hora. El
American College of Surgeons recomienda la transfusión de glóbulos rojos, descongelados
plasma y plaquetas en una proporción de 1:1:1 para una reanimación eficaz de los
componentes sanguíneos. El objetivo del tratamiento es restablecer rápidamente el
volumen sanguíneo a un nivel adecuado para mantener la hemostasia, la capacidad de
transporte de oxígeno, la presión oncótica y los parámetros bioquímicos. Si no se han
completado las pruebas previas a la transfusión antes de una transfusión masiva, se deben
seguir los procedimientos de liberación de emergencia. Si el tiempo lo permite, se deben
cumplir los requisitos especiales de transfusión, como proporcionar unidades irradiadas o
con antígeno negativo. Si el riesgo de retrasar la transfusión supera la necesidad de un
requisito especial, se debe contactar al director médico.

Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión neonatal. Las pruebas previas a
la transfusión pueden acortarse en bebés menores de 4 meses de edad. Para la agrupación
ABO, solo se requieren reactivos anti-A y anti-B. Se puede usar el plasma del bebé o de la
madre para la detección de anticuerpos y cualquier prueba de compatibilidad necesaria. Si
se identifica un anticuerpo clínicamente significativo, la unidad donante seleccionada debe
ser negativa al antígeno para el anticuerpo correspondiente o compatible con pruebas
cruzadas de antiglobulina hasta que el anticuerpo ya no sea demostrable en el plasma del
bebé. Si un bebé tiene una prueba de detección de anticuerpos negativa y solo recibirá
transfusiones de glóbulos rojos del grupo O, se puede omitir la repetición de la prueba por
el resto de la hospitalización. Los glóbulos rojos que no pertenecen al grupo O pueden
administrarse a un bebé que no pertenece al grupo O. Sin embargo, se requiere una
prueba de antiglobulina para detectar anti-A y/o anti-B maternos adquiridos pasivamente.

Lo que todo químico debe de saber sobre transfusión intrauterina. Las transfusiones
intrauterinas (TIU) están indicadas en casos graves de anemia fetal. Las transfusiones
intrauterinas se realizan insertando una aguja en la vena umbilical usando ecografía de alta
resolución para guiar el procedimiento. Se pueden obtener muestras fetales para realizar
pruebas que incluyan el tipo de sangre, la prueba directa de antiglobulina, la tipificación de
antígenos y los niveles de bilirrubina. Por lo general, se desconoce el tipo de sangre fetal y
se deben seleccionar glóbulos rojos Rh negativos del grupo O. La unidad debe ser fresca
(<7 días), con leucocitos reducidos, irradiada para prevenir la enfermedad de injerto contra
huésped asociada a la transfusión y negativa para la hemoglobina asociada con la anemia
falciforme. En los casos en los que haya anticuerpos maternos, la unidad debe ser antígeno
negativo y compatible con pruebas cruzadas en la fase de prueba de antiglobulina.

7.11. Emisión o despacho de hemocomponentes en el servicio de transfusiones.


Las unidades donantes deben estar debidamente etiquetadas en el momento de la
emisión. Se debe adjuntar un formulario o etiqueta a la unidad que contenga los dos
identificadores únicos del destinatario previsto, el número de identificación de la donación
o el número de grupo y una interpretación de compatibilidad. La unidad del donante, el
formulario adjunto y los registros históricos deben compararse para verificar su precisión. y
compatibilidad por parte del personal del servicio de transfusiones. Se deben cumplir
todos los requisitos especiales de transfusión y la unidad debe inspeccionarse visualmente
para detectar cualquier anomalía, como hemólisis o la presencia de coágulos. Los
componentes sanguíneos no deben entregarse hasta que se hayan resuelto todas las
discrepancias.

El transfusionista es responsable de confirmar la identificación del receptor previsto y la


información de la unidad del donante al lado de la cama. Se debe utilizar un proceso de
verificación de dos personas antes de iniciar la transfusión. Se puede usar un sistema de
identificación automatizado, como un código de barras, si no hay dos personas
disponibles. Los componentes sanguíneos se administran de acuerdo con la política del
centro, la normativa y se investiga cualquier evento adverso relacionado con la transfusión.

7.12. Conservación de las muestras.

Las muestras deben analizarse lo antes posible después de la recolección. Las muestras
utilizadas en las pruebas previas a la transfusión se almacenan entre 1 C y 6 C durante un
mínimo de 7 días después de la transfusión. Para cumplir con este requisito, las muestras
generalmente se almacenan durante 7 a 10 días. Todo esto debe ser apegado a normativa
y apolíticas internas de cada país.

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