El objetivo de las pruebas pretransfusionales es seleccionar hemocomponentes que no afecten al receptor y tengan una sobrevida post transfusional aceptable. Sí se realizan en forma correcta, confirman la compatibilidad ABO entre el componente y el receptor y detectan la mayoría de los anticuerpos imprevistos significativos. Los estándares para bancos de sangre y servicios de Medicina Transfusional de la A.A.B.B., exigen la realización de los siguientes procedimientos antes de la entrega de hemocomponentes para transfusión: • Identificación del receptor y su muestra de sangre. • Tipificación ABO y Rh de la sangre del receptor. • Pesquisa de anticuerpos antieritrocitarios en el suero o plasma del receptor. • Comparación de los hallazgos actuales, con los registros de resultados previos. • Confirmación del tipo ABO de los componentes eritrocitarios. • Confirmación del tipo Rh de las unidades Rh negativo. • Selección de los hemocomponentes de tipo ABO y Rh apropiados para el receptor. • Compatibilidad cruzada serológica o informatizada. • Rotulado de los productos con la información que identifica al receptor. Solicitudes de transfusión Las solicitudes de transfusión podrán formularse por medios electrónicos o manuales y deben contener información suficiente como para identificar al receptor. Los estándares requieren dos (2) elementos independientes que confirmen la identidad del paciente. Estos elementos podrán ser el nombre y apellido, un número único, la fecha de nacimiento u otro sistema(DNI). Además, es preciso indicar el componente necesario, la cantidad, especificaciones especiales como la irradiación o leucorreducción y el nombre del médico responsable. El sexo, la edad del receptor, el diagnóstico, los antecedentes transfusionales y obstétricos, podrían ser útiles para solucionar problemas eventuales. Todos los servicios deben contar con políticas escritas (Manual de Procedimientos) que definan los criterios de aceptación de las solicitudes. No deben aceptarse pedidos sin la información pertinente o ilegibles. Pueden aceptarse solicitudes telefónicas, pero deben documentarse o confirmarse a través del formulario correspondiente, antes de entregar la sangre. Identificación del Paciente La recolección de una muestra de sangre del receptor potencial, rotulada en forma correcta, es crucial para la seguridad de la transfusión. La mayoría de las reacciones hemolíticas transfusionales resulta de errores en la identificación de la muestra o el paciente.
La persona que extrae la muestra debe individualizar
sin lugar a dudas al receptor potencial. Todos los servicios de Medicina Transfusional deben desarrollar e implementar políticas y procedimientos de identificación de los pacientes y de obtención de las muestras. Es importante recordar al personal que no deben transfundirse pacientes no individualizados de manera adecuada. Los pacientes ambulatorios podrían identificarse mediante el uso de pulseras, el registro del conductor u otro documento con fotografía. Siempre que sea posible, se preguntará el nombre, la fecha de nacimiento y el domicilio. Si se advierte alguna discrepancia, se posterga la recolección de la muestra hasta aclarar la situación. La identificación de las muestras empleadas en la evaluación inicial debe cumplir con los mismos requerimientos de los pacientes internados: la identidad de la muestra y el paciente debe ser indudable. Como en la actualidad los pacientes suelen internarse el día de la intervención, los hospitales deben disponer de mecanismos para identificarlos cuando las muestras se obtienen días o semanas antes del ingreso. Cualquiera sea el sistema, los extraccionistas deben conocerlo y aplicarlo. En condiciones ideales, los procedimientos de identificación deben ampliarse a todos los métodos terapéuticos y no solo a las transfusiones. Rotulado de las muestras Antes de dejar al paciente, el extraccionista debe rotular los tubos con dos identificadores y la fecha de recolección. Podrán utilizarse rótulos manuscritos o impresos. Asimismo debe existir un mecanismo que individualice al extraccionista; esta certificación puede figurar en el tubo, el formulario de pedido o los archivos informáticos. Confirmación de la identidad de la muestra en el laboratorio Cuando el laboratorio recibe una muestra, un integrante capacitado debe confirmar que la información del rótulo y la solicitud de transfusión son idénticas. Sí existe alguna duda acerca de la identidad del paciente, se obtiene una nueva muestra.
Es Inaceptable corregir la información de una
muestra mal rotulado. El laboratorio debe establecer políticas y procedimientos que definan la información apropiada y describan como documentar la recepción de muestras mal rotuladas. Muestras de Sangre Las pruebas pre transfusionales pueden efectuarse el suero o plasma. En algunos procedimientos, como los que usan el gel, podría preferirse el plasma, pero podrían crear problemas técnicos. Las muestras de sangre no coaguladas por completo podrían exhibir redes de fibrina que secuestren los glóbulos rojos en agregados similares a aglutinados. El suero o plasma con niveles elevados de fibrinógeno podría inducir la formación de pilas de monedas que se confunden con aglutinación. Aspecto de la muestra El aspecto físico del suero o plasma podría dificultar la detección de hemólisis inducida por anticuerpos. Si es posible, se deben reemplazar las muestras hemolizadas. Los resultados de las determinaciones realizadas en suero lipémico, también pueden ser problemáticos. Antigüedad de la muestra Las muestras de sangre para compatibilidad deben recolectarse no más de tres días antes de la transfusión, excepto en pacientes sin antecedentes gestacionales o transfusionales en los tres meses previos. Si los antecedentes son inciertos o inaccesibles, las pruebas de compatibilidad se realizan en muestras obtenidas en los tres días previos a la transfusión de glóbulos rojos. Se garantiza así que la muestra evaluada refleja la inmunidad actual del paciente, porque las transfusiones y gestaciones recientes podrían estimular la formación de anticuerpos inesperados. Como no es factible anticipar el desarrollo de anticuerpos ni el momento de aparición, el límite del tres días es un intervalo arbitrario práctico y seguro. Cada institución debe definir la vigencia de las muestras. Las pruebas deben llevarse a cabo con los reactivos apropiados para muestras almacenadas. La falta de espacio también podría restringir el período de conservación de las muestras. Almacenamiento de las muestras de sangre Las muestras de sangre del receptor y de glóbulos rojos del donante deben sellarse y guardarse en la heladera durante por lo menos siete (7) días después de la transfusión. Los eritrocitos del donante podrían provenir del material empleado en la compatibilidad o de un segmento de la tubuladura. Sí se conserva la muestra utilizada en las pruebas de compatibilidad, debe colocarse en un tubo cerrado, rotulado con el número de la unidad. Estas muestras permiten efectuar estudios adicionales si el paciente experimenta efectos adversos. Pruebas serológicas Para transfundir componentes ABO y Rh compatibles, es preciso determinar el grupo ABO y tipo Rh del paciente. Los estándares requieren tipificación ABO y Rh de los glóbulos rojos del receptor y pesquisa de anticuerpos esperados e irregulares en el suero o plasma. Cuando sólo se administra plasma y plaquetas o en crioprecipitado, no es necesario repetir la tipificación ABO. No obstante, en ausencia de por lo menos dos evaluaciones previas, algunos profesionales la reiteran. Tipificación ABO y Rh del receptor Para establecer el tipo ABO del receptor se analizan los glóbulos rojos con anti A y anti B y el suero o plasma con eritrocitos anti A1 y B. Las discrepancias deben resolverse antes de administrar sangre. Si la transfusión es urgente, se utiliza glóbulos rojos del tipo O . Los eritrocitos del paciente también deben evaluarse con anti D, con controles adecuados para evitar interpretaciones falsas positivas. Con si surgen problemas, el paciente debe recibir sangre D negativo. No es necesario investigar la presencia del D débil en los glóbulos rojos del receptor, porque las células D negativo no lo afectan. Algunos servicios de medicina transfusional buscan antígenos D débil para identificar a los pacientes que pueden recibir sangre Rh positivo y reservar la Rh negativo para los Rh negativo reales. No se requieren exámenes de rutina de otros antígenos Rh. Detección de anticuerpos antieritrocitarios inesperados Antes de establecer los procedimientos de detección de anticuerpos el responsable del banco de sangre debe decidir cuales son significativos. En general, los anticuerpos son significativos desde el punto de vista clínico cuando se asocian a enfermedad hemolítica del recién nacido, reacciones hemolíticas transfusionales o disminución llamativa de la sobrevida de los glóbulos rojos transfundidos. Los anticuerpos reactivos a 37°C y/o en las pruebas antiglobulínicas suelen ser más relevantes que los reactivos en frío. Los objetivos de la preparación de sangre compatible para un receptor son: • Detectar la mayor cantidad posible de anticuerpos significativos. • Detectar la menor cantidad posible de anticuerpos no significativos. • Completar los procedimientos en un lapso razonable. De acuerdo con los estándares la pesquisa de anticuerpos inesperados requiere glóbulos rojos reactivos de donante único, con métodos de identifiquen los anticuerpos significativos e incluyan una prueba antiglobulínica precedida de incubación a 37°C. El método elegido debe tener sensibilidad suficiente como para detectar niveles muy bajos de anticuerpos séricos en el receptor. La transfusión de glóbulos rojos incompatibles a un receptor con anticuerpos poco reactivos podría llevar a la producción anamnésica rápida de anticuerpos y destrucción de los eritrocitos. La misma técnica podría utilizarse en todas las categorías de muestras, incluyendo las pruebas pretransfusionales y prenatales en pacientes y sangre donada. Cuando se adopte un método, es menester describirlo en el manual de procedimientos estándar (MPE) de la institución. Todo el personal debe estar capacitado para llevarlo a cabo en la forma indicada. Lectura e interpretación de las reacciones En las pruebas serológicas, la observación de hemólisis o aglutinación, que constituye el punto final visible en la interacción antígeno –anticuerpo eritrocitaria, debe ser precisa y constante. La magnitud de la aglutinación o el grado de hemólisis deben registrarse de inmediato. Todo el personal del laboratorio debe usar las mismas interpretaciones ni anotaciones. Algunos servicios parecían en los puntajes numéricos y otros, los términos « positivo» o « negativo». Para facilitar la lectura de los tubos pueden utilizarse espejos convexos. Aunque no se aconseja efectuar observación microscópica de rutina, podría ser útil para distinguir las pilas de monedas de la aglutinación verdadera y detectar los padrones de aglutinación característicos de algunos anticuerpos. Control autólogo La evaluación pre transfusional no requiere de control autólogo ni PAD. Algunos autores opinan que los controles autólogos proporcionan información valiosa. Para otros su utilidad es limitada, aún en los pacientes transfundidos en fecha reciente y sólo los emplean cuando es necesario identificar anticuerpos. Aspectos prácticos Las pruebas de detección de anticuerpos podrían efectuarse con anticipación o junto con las de compatibilidad entre el suero del receptor y los glóbulos rojos del donante. Realizarlas antes permite reconocer e identificar los anticuerpos significativos y decidir la compatibilización por centrifugación inmediata o informatizada. La detección de anticuerpos antes de la compatibilidad posibilita la obtención de sangre sin los antígenos relevantes y facilita la provisión oportuna de las unidades requeridas. La tipificación y pesquisa antes de la internación redujo el procesamiento urgente de solicitudes de transfusión el día de la cirugía. Comparación con los registros previos Es esencial comparar los resultados actuales con los preexistentes y documentar los hallazgos. La concordancia entre la tipificación ABO y Rh actual y previa es importante, pero no garantiza la ausencia de errores de identificación, ejecución e interpretación. Los registros aportan datos acerca de anticuerpos antieritrocitarios relevantes, dificultades en las pruebas, reacciones adversas significativas y necesidad eventual de hemocomponentes especiales. Con el tiempo, los aloanticuerpos antieritrocitarios podrían declinar mucho. El 30% al 35% se torna indetectable en menos de un año y casi el 50% después de diez años o más. Aun cuando la pesquisa actual es negativa, los pacientes con antecedentes de aloanticuerpos significativos requieren de evaluación antiglobulínica. Pruebas de compatibilidad El método empleado para realizarlas debe demostrar la incompatibilidad ABO y los anticuerpos antieritrocitarios significativos. Si se identifican o identificaron anticuerpos relevantes, el paciente debe recibir sangre sin los antígenos correspondientes aunque los glóbulos rojos portadores de esos antígenos sean compatibles in vitro. Los estudios de compatibilidad deben incluir pruebas antiglobulínicas, excepto cuando la pesquisa actual no revela anticuerpos significativos ni existen antecedentes al respecto. En estas circunstancias sólo se necesita una técnica que detecte la incompatibilidad, como la centrifugación inmediata o los procedimientos informatizados. Si la pesquisa es negativa, es muy poco probable encontrar anticuerpos imprevistos significativos en la fase antiglobulínica de la compatibilidad. Los beneficios potenciales de la omisión de la prueba antiglobulínica incluyen mayor rapidez, disminución de la carga laboral, reducción de los costos y empleo más efectivo de las reservas del banco de sangre. El jefe médico debe aprobar la aplicación de esta política en los pacientes que cumplen con los requisitos pertinentes. Los métodos utilizados en la compatibilidad serológica pueden ser los mismos que se emplean en la pesquisa de anticuerpos antieritrocitarios. Por ejemplo, la solución salina de baja fuerza iónica (LISS) puede usarse en la detección y la compatibilidad, pero el protocolo de identificación de anticuerpos podría requerir LISS o polietilenglicol (PEG). Pruebas de compatibilidad de rutina Los glóbulos rojos se obtienen de un segmento de la tubuladura original. Para las pruebas de rutina, las células pueden lavarse y resuspenderse en solución salina al 2%-4%. El lavado de los eritrocitos del donante elimina los coágulos de fibrina que pueden a afectar la interpretación de los resultados. Como la proporción entre el suero y las células modifica mucho la sensibilidad de las pruebas de aglutinación, es preferible utilizar la suspensión celular más débil posible. Si el monto de glóbulos rojos es excesivo, los anticuerpos débiles podrían pasar desapercibidos porque las moléculas que se fijan a las células son muy escasas. Muchos autores consideran que la concentración al 2% ofrece resultados más satisfactorios. Cuando se emplean sistemas de columnas de gel o microplacas, es menester atenerse a las instrucciones del fabricante. La técnica de compatibilidad serológica más simple es la centrifugación inmediata, en la que se mezcla suero con glóbulos rojos suspendidos en solución salina a temperatura ambiente y se centrifuga. Este método detecta la incompatibilidad ABO entre los eritrocitos del donante y el suero del receptor. Sólo puede usarse como procedimiento único en pacientes sin anticuerpos significativos actuales o preexistentes. Como los estudios deben llevan a cabo a temperatura ambiente, pueden detectarse anticuerpos anti M, anti N y anti P1, no identificados sí se omite esta prueba. Pruebas de compatibilidad en lactantes Para el grupo ABO y el tipo Rh, se obtiene una muestra inicial. La tipificación ABO sólo requiere evaluación con anti A y anti B. Para detectar anticuerpos antieritrocitarios imprevistos o efectuar estudios de compatibilidad, se utiliza suero o plasma del lactante o la madre; sólo se investiga la presencia de anticuerpos anti ABO en el suero del lactante antes de transfundir células A,B o AB. Si no se identifican anticuerpos significativos, no es necesario compatibilizar los glóbulos rojos del donante. Hasta los cuatro meses de vida, podrían obviarse las pruebas adicionales. Tipificación y detección (Type and screen) La tipificación y detección consiste en determinar el tipo ABO y Rh y la presencia de anticuerpos imprevistos en una muestra de sangre del paciente y luego guardarla para una compatibilización inmediata eventual. La sangre compatibilizada no se rotula y se reserva para pacientes sometidos a intervenciones que casi nunca requieren transfusiones. El banco de sangre debe contar con donantes suficientes como para satisfacer demandas quirúrgicas inesperadas. Si debe efectuarse una transfusión, es factible entonces entregar sangre ABO y Rh compatible, evaluada por centrifugación inmediata. No obstante, si la detección es positiva, es esencial identificar los anticuerpos y buscar unidades sin los antígenos correspondientes. Interpretación de la detección de anticuerpos y los resultados de las pruebas de compatibilidad En la mayoría de las muestras examinadas, la detección de anticuerpos es negativa y se realiza compatibilidad cruzada con las unidades seleccionadas. La detección negativa no garantiza la ausencia de anticuerpos antieritrocitarios significativos en el suero; sólo indica que no contiene anticuerpos que reaccionan con las células utilizadas. La compatibilidad cruzada tampoco asegura la sobrevida normal de los glóbulos rojos. La mayor parte de los conocimientos acerca de las reacciones entre los antígenos eritrocitarios y los anticuerpos, proviene de la experiencia adquirida en las pruebas de tubo. Esta información no siempre es aplicable a las pruebas de detección con otras técnicas en como las placas de microtitulación o las columnas de gel. El empleo generalizado de estos procedimientos permitirá aclarar los motivos de las reacciones inesperadas, los inconvenientes derivados de los reactivos y los resultados espurios. De acuerdo con la intensidad de la reacción antígeno/anticuerpo y las condiciones de estudio, no todos los resultados serán positivos. El origen de los problemas serológicos debe establecerse antes de la transfusión. Si el paciente posee anticuerpos significativos, las unidades a transfundir no deben reaccionar con los antígenos correspondientes. Cuando los anticuerpos identificados no son reactivos a 37°C.,podrían elegirse unidades al azar, efectuando compatibilidad cruzada antiglobulínica. Las unidades seleccionadas para la transfusión son negativas en el medio antiglobulínico, pero podrían ser reactivas a temperatura ambiente. Rotulado y entrega de la sangre compatibilizada En el momento de entrega de la sangre, los estándares requieren: • Colocación de un rótulo que incluya los dos identificadores únicos del receptor, el número de unidad y los resultados de pruebas de compatibilidad, si se realizaron. • Un mecanismo que identifique al receptor y el componente solicitado. • Especificación de los requerimientos transfusionales especiales. El banco de sangre debe contar con un registro de todas las unidades de sangre y componentes. El registro de cada unidad debería contener: 1. Los dos identificadores únicos del paciente. 2. El nombre del producto y los requerimientos de procedimientos especiales eventuales. 3. El tipo ABO y Rh (si es preciso). 4. El número de identificación de la unidad o el lote. 5. El tipo ABO y Rh del donante (si es preciso). 6. La interpretación de las pruebas de compatibilidad cruzada (si se efectuaron). Si las pruebas de compatibilidad no se completaron, es menester consignarlo. 7. El día y la hora de entrega. 8. El nombre de la persona que entrega la unidad. 9. El nombre de la persona que recibe la unidad o el destino. Después de la transfusión se anota el procedimiento en la historia clínica del paciente. Esta información podría incorporarse a la historia informatizada o manuscrita. Es preciso incluir la identificación de los responsables de las pruebas y si se entrega la unidad antes de resolver los problemas de compatibilidad, los hallazgos serológicos finales. Debe existir un sistema que garantice la entrega de la unidad correcta al paciente indicado. El personal del banco de sangre debe inspeccionar la unidad para confirmar la ausencia de alteraciones del color o aspecto. Además, debe verificar la integridad de la bolsa y la fecha de vencimiento. La identificación final del receptor y la bolsa de sangre es tarea del transfusionista, quién deben individualizar al paciente y la unidad y certificar la concordancia de los datos de los formularios y rótulos. Selección de las unidades COMPATIBILIDAD ABO
En lo posible, los pacientes deben recibir sangre ABO
idéntica; no obstante, podría ser necesario efectuar elecciones alternativas. Sí el componente a transfundir contiene 2 ml. o más de glóbulos rojos, las células del donante deben ser ABO compatibles con el plasma del receptor. Como los componentes que incluyen plasma pueden afectar los eritrocitos del receptor, los anticuerpos ABO del plasma transfundido deben ser compatibles con los glóbulos rojos del receptor. TIPO Rh.
Los hemocomponentes Rh positivo deben destinarse a los
receptores D positivo. Las unidades Rh negativo son compatibles, pero deben reservarse para los receptores D negativo. Para evitar la inmunización a los antígenos D, los pacientes D negativo deben recibir glóbulos rojos D negativo. En ocasiones no se dispone de hemocomponentes ABO compatibles Rh negativo. En estas circunstancias, el responsable del banco de sangre y el médico de cabecera deben evaluar otras alternativas. El clínico podría decidir posponer la administración de sangre o considerar que el riesgo de inmunización del 80% es menos significativo que el de la postergación de la transfusión. En el caso de una paciente D negativo que recibe sangre D positivo, de acuerdo con la capacidad de concebir potencial y el volumen de glóbulos rojos transfundidos, podría ser aconsejable prescribir inmunoglobulina anti Rh. OTROS GRUPOS SANGUÍNEOS
En la selección de rutina de las unidades de sangre no se tiene
en cuenta otros antígenos aparte de los ABO y D. No obstante, si el receptor tiene anticuerpos inesperados significativos, se analiza la compatibilidad con sangre antígenonegativo. Las unidades antígenonegativo deben confirmarse con reactivos comerciales o, en su defecto muestras de suero de paciente o donantes, en especial en el caso de anticuerpos contra antígenos de alta incidencia o poco comunes ADMINISTRACIÓN DE SANGRE EN LAS URGENCIAS
Cuando se requiere sangre con urgencia, el médico de
cabecera debe analizar los riesgos inherentes a la administración de sangre no compatibilizada y lo que implica postergar la transfusión hasta completar las pruebas. En este sentido, el médico del servicio de medicina transfusional puede brindar asesoramiento. El riesgo de indicar una unidad que podría ser incompatible debe ser menor que el de privar al paciente de la capacidad de transporte de oxígeno que aporta esa transfusión. Procedimientos requeridos
Cuando se entrega sangre antes de completar las pruebas de
compatibilidad, el médico solicitante debe consignar la urgencia y firmar el registro correspondiente. Esta documentación no desliga al personal del banco de su responsabilidad en la provisión de sangre rotulada ABO compatible. Cuando se requiere sangre con urgencia, el personal del banco debe: 1. Entregar sangre no compatibilizada, con las siguientes características: a. Glóbulos rojos O si se desconoce el grupo ABO del paciente. Si también se ignora el tipo Rh, es preferible administrar sangre Rh negativo, sobre todo en las pacientes en edad de concebir. b. ABO y Rh compatible si se dispone de tiempo para evaluar una muestra actual. No deben tenerse en cuenta los registros previos ni los datos provenientes de otras fuentes como las fichas, placas de identificación o registros del conductor. 2. Señalar en el rótulo de la unidad que no se completaron las pruebas de compatibilidad. 3. Comenzar las pruebas de compatibilidad y completarlas a la brevedad. Sí se detecta incompatibilidad en cualquier etapa, se notifica de inmediato a los médicos de cabecera y del servicio de medicina transfusional. En caso de las unidades destinadas a la reposición inicial de la volemia, las pruebas de compatibilidad estándar deben completarse sin demora. TRANSFUSIÓN MASIVA
La transfusión masiva es la administración de un volumen de
sangre similar al de la volemia, en un intervalo de 24 horas. La exanguinotransfusión en un lactante es una transfusión masiva. Después de este procedimiento la muestra de sangre pretransfusional ya no representa a la circulante y su valor en las pruebas de compatibilidad es limitado. Sólo es importante para confirmar la compatibilidad ABO de las unidades de sangre administradas con posterioridad. El director del banco de sangre o el jefe de servicio podría implementar un protocolo de compatibilidad más restringido para estas instancias. Las pautas deben formularse por escrito (Manual de Procedimientos) para garantizar su aplicación por parte de todo el personal del servicio. TRANSFUSIÓN DESPUÉS DE LA ADMINISTRACIÓN DE SANGRE DE GRUPO NO ESPECÍFICO.
Durante las emergencias, los servicios de medicina
transfusional podrían entregar unidades antes de recibir muestras para tipificación. Cuando éstas llegan se las considera pre transfusionales. En la mayoría de los casos se las estudia y se entregan unidades de ese grupo ABO, sin tener en cuenta los anticuerpos anti A o anti B remanentes. Como en general se trata de unidades de glóbulos rojos con poco plasma sobrenadante o con aditivos y menos plasma residual aun, los riesgos son mínimos. El paciente podría exhibir una PAD positiva transitoria. Cuando los pacientes reciben sangre de un grupo ABO distinto del suyo y requieren transfusiones adicionales, es preferible utilizar unidades de tipo ABO apropiado. La seguridad de esta estrategia depende de la presencia o ausencia de anti A y / o anti B en el receptor. Algunos centros realizan una prueba antiglobulínica con una muestra recién recolectada y glóbulos rojos del grupo ABO original del paciente, para confirmar la compatibilidad. Si el cambio del tipo de sangre sólo involucra al sistema Rh, es más fácil administrar sangre específica porque es poco probable que el plasma del donante o el receptor contengan anticuerpos. Si el paciente recibió sangre de tipo Rh distinto del suyo, podría hacer difícil determinar el correcto. Si surgen dudas acerca del tipo D del receptor, podría transfundirse sangre D negativo. Si se administran unidades Rh positivo a pacientes Rh negativo, cabe considerar la necesidad de efectuar profilaxis con inmunoglobulina anti Rh.