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Pruebas Pre transfusionales

Dr. Jorge Alberto Caldas


El objetivo de las pruebas pretransfusionales es
seleccionar hemocomponentes que no afecten al
receptor y tengan una sobrevida post transfusional
aceptable.
Sí se realizan en forma correcta, confirman la
compatibilidad ABO entre el componente y el receptor y
detectan la mayoría de los anticuerpos imprevistos
significativos.
Los estándares para bancos de sangre y
servicios de Medicina Transfusional de la
A.A.B.B., exigen la realización de los siguientes
procedimientos antes de la entrega de
hemocomponentes para transfusión:
• Identificación del receptor y su muestra de sangre.
• Tipificación ABO y Rh de la sangre del receptor.
• Pesquisa de anticuerpos antieritrocitarios en el suero o
plasma del receptor.
• Comparación de los hallazgos actuales, con los registros
de resultados previos.
• Confirmación del tipo ABO de los componentes
eritrocitarios.
• Confirmación del tipo Rh de las unidades Rh negativo.
• Selección de los hemocomponentes de tipo ABO y Rh
apropiados para el receptor.
• Compatibilidad cruzada serológica o informatizada.
• Rotulado de los productos con la información que
identifica al receptor.
Solicitudes de transfusión
Las solicitudes de transfusión podrán formularse
por medios electrónicos o manuales y deben
contener información suficiente como para
identificar al receptor.
Los estándares requieren dos (2) elementos
independientes que confirmen la identidad del paciente.
Estos elementos podrán ser el nombre y apellido, un
número único, la fecha de nacimiento u otro
sistema(DNI).
Además, es preciso indicar el componente necesario, la
cantidad, especificaciones especiales como la irradiación o
leucorreducción y el nombre del médico responsable.
El sexo, la edad del receptor, el diagnóstico, los
antecedentes transfusionales y obstétricos, podrían ser
útiles para solucionar problemas eventuales.
Todos los servicios deben contar con políticas escritas
(Manual de Procedimientos) que definan los criterios de
aceptación de las solicitudes.
No deben aceptarse pedidos sin la información
pertinente o ilegibles. Pueden aceptarse solicitudes
telefónicas, pero deben documentarse o confirmarse
a través del formulario correspondiente, antes de
entregar la sangre.
Identificación del Paciente
La recolección de una muestra de sangre del
receptor potencial, rotulada en forma correcta, es
crucial para la seguridad de la transfusión.
La mayoría de las reacciones hemolíticas
transfusionales resulta de errores en la identificación
de la muestra o el paciente.

La persona que extrae la muestra debe individualizar


sin lugar a dudas al receptor potencial.
Todos los servicios de Medicina Transfusional deben
desarrollar e implementar políticas y procedimientos de
identificación de los pacientes y de obtención de las
muestras.
Es importante recordar al personal que no deben
transfundirse pacientes no individualizados de manera
adecuada.
Los pacientes ambulatorios podrían identificarse
mediante el uso de pulseras, el registro del
conductor u otro documento con fotografía.
Siempre que sea posible, se preguntará el
nombre, la fecha de nacimiento y el domicilio. Si
se advierte alguna discrepancia, se posterga la
recolección de la muestra hasta aclarar la
situación.
La identificación de las muestras empleadas en la evaluación
inicial debe cumplir con los mismos requerimientos de los
pacientes internados: la identidad de la muestra y el paciente
debe ser indudable.
Como en la actualidad los pacientes suelen internarse
el día de la intervención, los hospitales deben
disponer de mecanismos para identificarlos cuando
las muestras se obtienen días o semanas antes del
ingreso.
Cualquiera sea el sistema, los extraccionistas deben
conocerlo y aplicarlo.
En condiciones ideales, los procedimientos de
identificación deben ampliarse a todos los métodos
terapéuticos y no solo a las transfusiones.
Rotulado de las muestras
Antes de dejar al paciente, el extraccionista debe
rotular los tubos con dos identificadores y la fecha
de recolección.
Podrán utilizarse rótulos manuscritos o impresos.
Asimismo debe existir un mecanismo que
individualice al extraccionista; esta certificación
puede figurar en el tubo, el formulario de pedido o
los archivos informáticos.
Confirmación de la identidad de la
muestra en el laboratorio
Cuando el laboratorio recibe una muestra, un integrante
capacitado debe confirmar que la información del rótulo y
la solicitud de transfusión son idénticas.
Sí existe alguna duda acerca de la identidad del
paciente, se obtiene una nueva muestra.

Es Inaceptable corregir la información de una


muestra mal rotulado.
El laboratorio debe establecer políticas y procedimientos
que definan la información apropiada y describan como
documentar la recepción de muestras mal rotuladas.
Muestras de Sangre
Las pruebas pre transfusionales pueden efectuarse
el suero o plasma. En algunos procedimientos, como
los que usan el gel, podría preferirse el plasma, pero
podrían crear problemas técnicos.
Las muestras de sangre no coaguladas por completo
podrían exhibir redes de fibrina que secuestren los
glóbulos rojos en agregados similares a aglutinados.
El suero o plasma con niveles elevados de fibrinógeno
podría inducir la formación de pilas de monedas que se
confunden con aglutinación.
Aspecto de la muestra
El aspecto físico del suero o plasma podría
dificultar la detección de hemólisis inducida por
anticuerpos.
Si es posible, se deben reemplazar las muestras
hemolizadas.
Los resultados de las determinaciones realizadas
en suero lipémico, también pueden ser
problemáticos.
Antigüedad de la muestra
Las muestras de sangre para compatibilidad
deben recolectarse no más de tres días antes de
la transfusión, excepto en pacientes sin
antecedentes gestacionales o transfusionales en
los tres meses previos.
Si los antecedentes son inciertos o inaccesibles, las
pruebas de compatibilidad se realizan en muestras
obtenidas en los tres días previos a la transfusión de
glóbulos rojos.
Se garantiza así que la muestra evaluada refleja la
inmunidad actual del paciente, porque las
transfusiones y gestaciones recientes podrían
estimular la formación de anticuerpos inesperados.
Como no es factible anticipar el desarrollo de
anticuerpos ni el momento de aparición, el límite del
tres días es un intervalo arbitrario práctico y seguro.
Cada institución debe definir la vigencia de las
muestras.
Las pruebas deben llevarse a cabo con los reactivos
apropiados para muestras almacenadas.
La falta de espacio también podría restringir el
período de conservación de las muestras.
Almacenamiento de las
muestras de sangre
Las muestras de sangre del receptor y de glóbulos
rojos del donante deben sellarse y guardarse en la
heladera durante por lo menos siete (7) días
después de la transfusión.
Los eritrocitos del donante podrían provenir del
material empleado en la compatibilidad o de un
segmento de la tubuladura.
Sí se conserva la muestra utilizada en las pruebas
de compatibilidad, debe colocarse en un tubo
cerrado, rotulado con el número de la unidad.
Estas muestras permiten efectuar estudios
adicionales si el paciente experimenta efectos
adversos.
Pruebas serológicas
Para transfundir componentes ABO y Rh
compatibles, es preciso determinar el grupo ABO y
tipo Rh del paciente. Los estándares requieren
tipificación ABO y Rh de los glóbulos rojos del
receptor y pesquisa de anticuerpos esperados e
irregulares en el suero o plasma.
Cuando sólo se administra plasma y plaquetas o en
crioprecipitado, no es necesario repetir la tipificación
ABO. No obstante, en ausencia de por lo menos dos
evaluaciones previas, algunos profesionales la
reiteran.
Tipificación ABO y Rh del receptor
Para establecer el tipo ABO del receptor se
analizan los glóbulos rojos con anti A y anti B y el
suero o plasma con eritrocitos anti A1 y B.
Las discrepancias deben resolverse antes de
administrar sangre. Si la transfusión es urgente, se
utiliza glóbulos rojos del tipo O .
Los eritrocitos del paciente también deben evaluarse con anti
D, con controles adecuados para evitar interpretaciones
falsas positivas.
Con si surgen problemas, el paciente debe recibir sangre D
negativo.
No es necesario investigar la presencia del D débil en los
glóbulos rojos del receptor, porque las células D negativo no
lo afectan.
Algunos servicios de medicina transfusional
buscan antígenos D débil para identificar a los
pacientes que pueden recibir sangre Rh positivo
y reservar la Rh negativo para los Rh negativo
reales.
No se requieren exámenes de rutina de otros
antígenos Rh.
Detección de anticuerpos
antieritrocitarios inesperados
Antes de establecer los procedimientos de
detección de anticuerpos el responsable del banco
de sangre debe decidir cuales son significativos.
En general, los anticuerpos son significativos desde el punto
de vista clínico cuando se asocian a enfermedad hemolítica
del recién nacido, reacciones hemolíticas transfusionales o
disminución llamativa de la sobrevida de los glóbulos rojos
transfundidos.
Los anticuerpos reactivos a 37°C y/o en las pruebas
antiglobulínicas suelen ser más relevantes que los reactivos
en frío.
Los objetivos de la preparación de sangre compatible
para un receptor son:
• Detectar la mayor cantidad posible de anticuerpos
significativos.
• Detectar la menor cantidad posible de anticuerpos no
significativos.
• Completar los procedimientos en un lapso razonable.
De acuerdo con los estándares la pesquisa de
anticuerpos inesperados requiere glóbulos rojos
reactivos de donante único, con métodos de
identifiquen los anticuerpos significativos e incluyan
una prueba antiglobulínica precedida de incubación a
37°C.
El método elegido debe tener sensibilidad suficiente
como para detectar niveles muy bajos de
anticuerpos séricos en el receptor.
La transfusión de glóbulos rojos incompatibles a un
receptor con anticuerpos poco reactivos podría llevar
a la producción anamnésica rápida de anticuerpos y
destrucción de los eritrocitos.
La misma técnica podría utilizarse en todas las
categorías de muestras, incluyendo las pruebas
pretransfusionales y prenatales en pacientes y
sangre donada.
Cuando se adopte un método, es menester
describirlo en el manual de procedimientos estándar
(MPE) de la institución.
Todo el personal debe estar capacitado para llevarlo a
cabo en la forma indicada.
Lectura e interpretación de
las reacciones
En las pruebas serológicas, la observación de hemólisis o
aglutinación, que constituye el punto final visible en la
interacción antígeno –anticuerpo eritrocitaria, debe ser
precisa y constante.
La magnitud de la aglutinación o el grado de hemólisis
deben registrarse de inmediato.
Todo el personal del laboratorio debe usar las mismas
interpretaciones ni anotaciones.
Algunos servicios parecían en los puntajes numéricos y
otros, los términos « positivo» o « negativo».
Para facilitar la lectura de los tubos pueden
utilizarse espejos convexos.
Aunque no se aconseja efectuar observación
microscópica de rutina, podría ser útil para
distinguir las pilas de monedas de la aglutinación
verdadera y detectar los padrones de aglutinación
característicos de algunos anticuerpos.
Control autólogo
La evaluación pre transfusional no requiere de control
autólogo ni PAD.
Algunos autores opinan que los controles autólogos
proporcionan información valiosa.
Para otros su utilidad es limitada, aún en los pacientes
transfundidos en fecha reciente y sólo los emplean
cuando es necesario identificar anticuerpos.
Aspectos prácticos
Las pruebas de detección de anticuerpos podrían
efectuarse con anticipación o junto con las de
compatibilidad entre el suero del receptor y los
glóbulos rojos del donante.
Realizarlas antes permite reconocer e identificar los
anticuerpos significativos y decidir la
compatibilización por centrifugación inmediata o
informatizada.
La detección de anticuerpos antes de la compatibilidad
posibilita la obtención de sangre sin los antígenos
relevantes y facilita la provisión oportuna de las unidades
requeridas.
La tipificación y pesquisa antes de la internación redujo
el procesamiento urgente de solicitudes de transfusión el
día de la cirugía.
Comparación con los registros
previos
Es esencial comparar los resultados actuales con los
preexistentes y documentar los hallazgos.
La concordancia entre la tipificación ABO y Rh actual y
previa es importante, pero no garantiza la ausencia de
errores de identificación, ejecución e interpretación.
Los registros aportan datos acerca de anticuerpos
antieritrocitarios relevantes, dificultades en las pruebas,
reacciones adversas significativas y necesidad eventual de
hemocomponentes especiales.
Con el tiempo, los aloanticuerpos antieritrocitarios podrían
declinar mucho.
El 30% al 35% se torna indetectable en menos de un año y
casi el 50% después de diez años o más.
Aun cuando la pesquisa actual es negativa, los pacientes
con antecedentes de aloanticuerpos significativos requieren
de evaluación antiglobulínica.
Pruebas de compatibilidad
El método empleado para realizarlas debe demostrar
la incompatibilidad ABO y los anticuerpos
antieritrocitarios significativos.
Si se identifican o identificaron anticuerpos relevantes,
el paciente debe recibir sangre sin los antígenos
correspondientes aunque los glóbulos rojos portadores
de esos antígenos sean compatibles in vitro.
Los estudios de compatibilidad deben incluir pruebas
antiglobulínicas, excepto cuando la pesquisa actual no
revela anticuerpos significativos ni existen antecedentes
al respecto.
En estas circunstancias sólo se necesita una técnica que
detecte la incompatibilidad, como la centrifugación
inmediata o los procedimientos informatizados.
Si la pesquisa es negativa, es muy poco probable
encontrar anticuerpos imprevistos significativos en la fase
antiglobulínica de la compatibilidad.
Los beneficios potenciales de la omisión de la prueba
antiglobulínica incluyen mayor rapidez, disminución de la carga
laboral, reducción de los costos y empleo más efectivo de las
reservas del banco de sangre.
El jefe médico debe aprobar la aplicación de esta política en los
pacientes que cumplen con los requisitos pertinentes.
Los métodos utilizados en la compatibilidad serológica pueden
ser los mismos que se emplean en la pesquisa de anticuerpos
antieritrocitarios.
Por ejemplo, la solución salina de baja fuerza iónica (LISS)
puede usarse en la detección y la compatibilidad, pero el
protocolo de identificación de anticuerpos podría requerir LISS o
polietilenglicol (PEG).
Pruebas de compatibilidad de rutina
Los glóbulos rojos se obtienen de un segmento de la
tubuladura original.
Para las pruebas de rutina, las células pueden lavarse y
resuspenderse en solución salina al 2%-4%.
El lavado de los eritrocitos del donante elimina los
coágulos de fibrina que pueden a afectar la interpretación
de los resultados.
Como la proporción entre el suero y las células modifica
mucho la sensibilidad de las pruebas de aglutinación, es
preferible utilizar la suspensión celular más débil posible.
Si el monto de glóbulos rojos es excesivo, los anticuerpos
débiles podrían pasar desapercibidos porque las moléculas
que se fijan a las células son muy escasas.
Muchos autores consideran que la concentración al 2% ofrece
resultados más satisfactorios.
Cuando se emplean sistemas de columnas de gel o
microplacas, es menester atenerse a las instrucciones del
fabricante.
La técnica de compatibilidad serológica más
simple es la centrifugación inmediata, en la que se
mezcla suero con glóbulos rojos suspendidos en
solución salina a temperatura ambiente y se
centrifuga.
Este método detecta la incompatibilidad ABO entre
los eritrocitos del donante y el suero del receptor.
Sólo puede usarse como procedimiento único en
pacientes sin anticuerpos significativos actuales o
preexistentes.
Como los estudios deben llevan a cabo a
temperatura ambiente, pueden detectarse
anticuerpos anti M, anti N y anti P1, no
identificados sí se omite esta prueba.
Pruebas de compatibilidad en
lactantes
Para el grupo ABO y el tipo Rh, se obtiene una muestra
inicial.
La tipificación ABO sólo requiere evaluación con anti A y
anti B.
Para detectar anticuerpos antieritrocitarios imprevistos o
efectuar estudios de compatibilidad, se utiliza suero o
plasma del lactante o la madre; sólo se investiga la
presencia de anticuerpos anti ABO en el suero del lactante
antes de transfundir células A,B o AB.
Si no se identifican anticuerpos significativos, no es
necesario compatibilizar los glóbulos rojos del donante.
Hasta los cuatro meses de vida, podrían obviarse las
pruebas adicionales.
Tipificación y detección
(Type and screen)
La tipificación y detección consiste en determinar el tipo
ABO y Rh y la presencia de anticuerpos imprevistos en una
muestra de sangre del paciente y luego guardarla para una
compatibilización inmediata eventual.
La sangre compatibilizada no se rotula y se reserva para
pacientes sometidos a intervenciones que casi nunca
requieren transfusiones.
El banco de sangre debe contar con donantes suficientes
como para satisfacer demandas quirúrgicas inesperadas.
Si debe efectuarse una transfusión, es factible entonces
entregar sangre ABO y Rh compatible, evaluada por
centrifugación inmediata.
No obstante, si la detección es positiva, es esencial
identificar los anticuerpos y buscar unidades sin los
antígenos correspondientes.
Interpretación de la detección de
anticuerpos y los resultados de las
pruebas de compatibilidad
En la mayoría de las muestras examinadas, la
detección de anticuerpos es negativa y se realiza
compatibilidad cruzada con las unidades
seleccionadas.
La detección negativa no garantiza la ausencia de
anticuerpos antieritrocitarios significativos en el
suero; sólo indica que no contiene anticuerpos que
reaccionan con las células utilizadas.
La compatibilidad cruzada tampoco asegura la
sobrevida normal de los glóbulos rojos.
La mayor parte de los conocimientos acerca de las
reacciones entre los antígenos eritrocitarios y los
anticuerpos, proviene de la experiencia adquirida en las
pruebas de tubo.
Esta información no siempre es aplicable a las pruebas de
detección con otras técnicas en como las placas de
microtitulación o las columnas de gel.
El empleo generalizado de estos procedimientos
permitirá aclarar los motivos de las reacciones
inesperadas, los inconvenientes derivados de los
reactivos y los resultados espurios.
De acuerdo con la intensidad de la reacción
antígeno/anticuerpo y las condiciones de estudio, no
todos los resultados serán positivos.
El origen de los problemas serológicos debe
establecerse antes de la transfusión.
Si el paciente posee anticuerpos significativos, las
unidades a transfundir no deben reaccionar con los
antígenos correspondientes.
Cuando los anticuerpos identificados no son
reactivos a 37°C.,podrían elegirse unidades al azar,
efectuando compatibilidad cruzada antiglobulínica.
Las unidades seleccionadas para la transfusión son
negativas en el medio antiglobulínico, pero podrían
ser reactivas a temperatura ambiente.
Rotulado y entrega de la sangre
compatibilizada
En el momento de entrega de la sangre, los estándares
requieren:
• Colocación de un rótulo que incluya los dos
identificadores únicos del receptor, el número de
unidad y los resultados de pruebas de compatibilidad,
si se realizaron.
• Un mecanismo que identifique al receptor y el
componente solicitado.
• Especificación de los requerimientos transfusionales
especiales.
El banco de sangre debe contar con un registro de todas las
unidades de sangre y componentes. El registro de cada unidad
debería contener:
1. Los dos identificadores únicos del paciente.
2. El nombre del producto y los requerimientos de
procedimientos especiales eventuales.
3. El tipo ABO y Rh (si es preciso).
4. El número de identificación de la unidad o el lote.
5. El tipo ABO y Rh del donante (si es preciso).
6. La interpretación de las pruebas de compatibilidad cruzada
(si se efectuaron). Si las pruebas de compatibilidad no se
completaron, es menester consignarlo.
7. El día y la hora de entrega.
8. El nombre de la persona que entrega la unidad.
9. El nombre de la persona que recibe la unidad o el destino.
Después de la transfusión se anota el procedimiento en la
historia clínica del paciente.
Esta información podría incorporarse a la historia
informatizada o manuscrita.
Es preciso incluir la identificación de los responsables de las
pruebas y si se entrega la unidad antes de resolver los
problemas de compatibilidad, los hallazgos serológicos
finales.
Debe existir un sistema que garantice la entrega de la
unidad correcta al paciente indicado.
El personal del banco de sangre debe inspeccionar la
unidad para confirmar la ausencia de alteraciones del
color o aspecto.
Además, debe verificar la integridad de la bolsa y la
fecha de vencimiento.
La identificación final del receptor y la bolsa de sangre es
tarea del transfusionista, quién deben individualizar al
paciente y la unidad y certificar la concordancia de los
datos de los formularios y rótulos.
Selección de las unidades
COMPATIBILIDAD ABO

En lo posible, los pacientes deben recibir sangre ABO


idéntica; no obstante, podría ser necesario efectuar
elecciones alternativas.
Sí el componente a transfundir contiene 2 ml. o más de
glóbulos rojos, las células del donante deben ser ABO
compatibles con el plasma del receptor.
Como los componentes que incluyen plasma pueden
afectar los eritrocitos del receptor, los anticuerpos ABO del
plasma transfundido deben ser compatibles con los
glóbulos rojos del receptor.
TIPO Rh.

Los hemocomponentes Rh positivo deben destinarse a los


receptores D positivo.
Las unidades Rh negativo son compatibles, pero deben
reservarse para los receptores D negativo.
Para evitar la inmunización a los antígenos D, los
pacientes D negativo deben recibir glóbulos rojos D
negativo.
En ocasiones no se dispone de hemocomponentes ABO
compatibles Rh negativo.
En estas circunstancias, el responsable del banco de sangre
y el médico de cabecera deben evaluar otras alternativas.
El clínico podría decidir posponer la administración de
sangre o considerar que el riesgo de inmunización del 80%
es menos significativo que el de la postergación de la
transfusión.
En el caso de una paciente D negativo que recibe
sangre D positivo, de acuerdo con la capacidad de
concebir potencial y el volumen de glóbulos rojos
transfundidos, podría ser aconsejable prescribir
inmunoglobulina anti Rh.
OTROS GRUPOS SANGUÍNEOS

En la selección de rutina de las unidades de sangre no se tiene


en cuenta otros antígenos aparte de los ABO y D.
No obstante, si el receptor tiene anticuerpos inesperados
significativos, se analiza la compatibilidad con sangre
antígenonegativo.
Las unidades antígenonegativo deben confirmarse con reactivos
comerciales o, en su defecto muestras de suero de paciente o
donantes, en especial en el caso de anticuerpos contra antígenos
de alta incidencia o poco comunes
ADMINISTRACIÓN DE SANGRE EN LAS URGENCIAS

Cuando se requiere sangre con urgencia, el médico de


cabecera debe analizar los riesgos inherentes a la
administración de sangre no compatibilizada y lo que implica
postergar la transfusión hasta completar las pruebas.
En este sentido, el médico del servicio de medicina
transfusional puede brindar asesoramiento.
El riesgo de indicar una unidad que podría ser incompatible
debe ser menor que el de privar al paciente de la capacidad de
transporte de oxígeno que aporta esa transfusión.
Procedimientos requeridos

Cuando se entrega sangre antes de completar las pruebas de


compatibilidad, el médico solicitante debe consignar la urgencia
y firmar el registro correspondiente.
Esta documentación no desliga al personal del banco de su
responsabilidad en la provisión de sangre rotulada ABO
compatible.
Cuando se requiere sangre con urgencia, el personal del
banco debe:
1. Entregar sangre no compatibilizada, con las siguientes
características:
a. Glóbulos rojos O si se desconoce el grupo ABO del
paciente. Si también se ignora el tipo Rh, es preferible
administrar sangre Rh negativo, sobre todo en las pacientes en
edad de concebir.
b. ABO y Rh compatible si se dispone de tiempo para evaluar
una muestra actual. No deben tenerse en cuenta los registros
previos ni los datos provenientes de otras fuentes como las
fichas, placas de identificación o registros del conductor.
2. Señalar en el rótulo de la unidad que no se completaron las
pruebas de compatibilidad.
3. Comenzar las pruebas de compatibilidad y completarlas a la
brevedad.
Sí se detecta incompatibilidad en cualquier etapa, se notifica
de inmediato a los médicos de cabecera y del servicio de
medicina transfusional.
En caso de las unidades destinadas a la reposición inicial de
la volemia, las pruebas de compatibilidad estándar deben
completarse sin demora.
TRANSFUSIÓN MASIVA

La transfusión masiva es la administración de un volumen de


sangre similar al de la volemia, en un intervalo de 24 horas.
La exanguinotransfusión en un lactante es una transfusión
masiva.
Después de este procedimiento la muestra de sangre
pretransfusional ya no representa a la circulante y su valor en las
pruebas de compatibilidad es limitado.
Sólo es importante para confirmar la compatibilidad ABO de las
unidades de sangre administradas con posterioridad.
El director del banco de sangre o el jefe de servicio podría
implementar un protocolo de compatibilidad más restringido
para estas instancias.
Las pautas deben formularse por escrito (Manual de
Procedimientos) para garantizar su aplicación por parte de
todo el personal del servicio.
TRANSFUSIÓN DESPUÉS DE LA ADMINISTRACIÓN DE
SANGRE DE GRUPO NO ESPECÍFICO.

Durante las emergencias, los servicios de medicina


transfusional podrían entregar unidades antes de recibir
muestras para tipificación.
Cuando éstas llegan se las considera pre transfusionales.
En la mayoría de los casos se las estudia y se entregan
unidades de ese grupo ABO, sin tener en cuenta los
anticuerpos anti A o anti B remanentes.
Como en general se trata de unidades de glóbulos rojos con
poco plasma sobrenadante o con aditivos y menos plasma
residual aun, los riesgos son mínimos.
El paciente podría exhibir una PAD positiva transitoria.
Cuando los pacientes reciben sangre de un grupo ABO distinto del
suyo y requieren transfusiones adicionales, es preferible utilizar
unidades de tipo ABO apropiado.
La seguridad de esta estrategia depende de la presencia o
ausencia de anti A y / o anti B en el receptor.
Algunos centros realizan una prueba antiglobulínica con una
muestra recién recolectada y glóbulos rojos del grupo ABO
original del paciente, para confirmar la compatibilidad.
Si el cambio del tipo de sangre sólo involucra al sistema Rh, es
más fácil administrar sangre específica porque es poco probable
que el plasma del donante o el receptor contengan anticuerpos.
Si el paciente recibió sangre de tipo Rh distinto del suyo, podría
hacer difícil determinar el correcto.
Si surgen dudas acerca del tipo D del receptor, podría
transfundirse sangre D negativo.
Si se administran unidades Rh positivo a pacientes Rh negativo,
cabe considerar la necesidad de efectuar profilaxis con
inmunoglobulina anti Rh.

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