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En la primera sección de este capítulo se describe la evolución dentro de las agencias federales
de la tierra hacia un enfoque EM. Los servicios forestales, el servicio de parque, el Bureau de
gestión de tierras y el servicio de pesca y vida silvestre han modificado su planificación y
gestión de tierras públicas para incorporar métodos emergentes. Esto comenzó con
rendimiento sostenido y el uso múltiple en la década de 1960, los requisitos de la NEPA y la
evaluación del impacto ambiental en la década de 1970, la gestión del ecosistema en la década
de 1990.
Phillips y Randolph (1998) revisaron los planes de servicios forestales producidos a mediados
de los años 1990 - en comparación con los planes para las mismas unidades en la década de
1980 para evaluar el grado en que sus planes y prácticas reflejan principios EM. Para esta
investigación, desarrollaron 11 preguntas de evaluación basado en una extensa revisión de la
creciente salud de los ecosistemas y la diversidad, diferentes escalas espaciales y temporales,
límites de los ecosistemas, la toma de decisiones en colaboración, la investigación científica, la
gestión adaptativa, educación y evaluación.
En base a estas preguntas, que llevaron a cabo el análisis de contenido de mediados - 1980 y
mediados de la década de 1990 - los planes de George Washington, Francis Marion, y Texas
Bosques Nacionales. En los tres casos, los planes de mediados - 1980.
Por ejemplo, el Plan Forestal Nacional George Washington 1993 se desarrolló después de que
el plan de 1986 fue sumida en conflicto.
- Se convocó a una reducción del 42 por ciento en el área adecuada para la venta de madera, y
claro - de corte se redujo en un 62 por ciento en comparación con el Plan 1986.
- Prácticas de área Ribereña pidieron buffers "de ancho con base ecológica" más que ningún
estándar o tampones en el Plan 1986.
- Tierras designadas para el viejo - condiciones de crecimiento y hábitat fragmentado aumentó
en 19 por ciento y 13 por ciento, respectivamente, en el Plan 1986.
- El Plan de 1993 mantiene el 90 por ciento del bosque en "estado natural" bajo objetivos
visuales de calidad en comparación con sólo el 38 por ciento en el Plan 1986