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HISTORIA DE UN CRÍMEN
VÍCTOR HUGO

HISTORIA DE UN CRÍMEN
DECLARACION DE UN TESTIGO

III . - JORNADA TERCERA . - LA MATANZA .


IV . - JORNADA CUARTA . - LA VICTORIA .
V. - CONCLUSION.- LA CAIDA .

FORTANET

O RESTES L. TORNERO
EDITOR
VALPARAISO - SANTIAGO DE CHILE
MADRID PARÍS
VICTORIANO SUAREZ
G H . BO U R E T
52 JACOMETREZO – 72 23 - RUE VISCONTI — 23
-

1878
PROPIEDAD DEL EDITOR ,

MADRID .-- IMPRENTA DE FORTANET, LIBBRTAD, 29 .


JORNADA TERCERA.

LA MA TANZA :

1
1.

LOS QUE DUERMEN Y EL QUE NO DUERME .

En aquella noche del 3 al 4 , mientras nosotros,


abrumados por la fatiga y dispuestos a arrostrar
las catástrofes , dormiamos con sueño honrado , no
dormian en el Elíseo . El insomnio estaba allí .
i Insomnio infame! Hácia las dos de la mañana ,
el más íntimo de los confidentes del Elíseo , des
pues de Morny , el conde Roguet, antiguo par de
Francia y teniente general, salia del gabinete de
Luis Bonaparte : Saint-Arnaud acompañaba á Ro
guet . Saint-Arnaud era , como ya sabemos , el mi-"
nistro de la Guerra de aquel momento .
Dos coroneles aguardaban en el pequeño salon
de servicio .
Saint- Arnaud era un general que habia sido
figurante en el Ambigú . Habia debutado en un
teatro de las afueras. Más tarde fué trágico . Se
4 HISTORIA DE UN CRÍMEN.
ñas : alta estatura , seco , delgado, anguloso , bi
gotes grises , cabellos lisos , cara baja. Era un ma
ton , pero un maton mal educado . Pronunciaba
mal esta frase pueblo soberano . Morny decia rien
do : pronuncia tan mal la palabra como entiende
la cosa. El Elíseo , que presumia de elegancia,
sólo aceptaba á medias à Saint-Arnaud . Su lado
sangriento le hacía perdonar su lado vulgar .
Saint-Arnaud era bravo , violento y tímido. Te
nía la audacia del soldadon galoneado y la tor
peza del antiguo pobre diablo . Nosotros le vimos
un dia en la tribuna, pálido , balbuciente , atre
vido . Tenía un rostro largo y huesoso y una man
díbula inquietadora. Su nombre de teatro era
Florival. Era un cómico de la legua convertido en
raitre . Ha muerto siendo mariscal de Francia .
Figura siniestra .
Los dos coroneles que aguardaban à Saint-Ar
naud en el salon de servicio eran dos hombres de
empresa , jefes cada uno de ellos de uno de estos
regimientos decisivos, que en las ocasiones supre- ,
mas arrastran a los demás regimientos , segun la
consigna , á la gloria como en Austerlitz , ó al
crimen como el 18 Brumario . Estos dos ofi
ciales formaban parte de aquello á que Morny
llamaba « la crema de los coroneles entrampados
у vividores. » No les nombraremos aquí ; el uno
LOS QUE DUERMEN , ETC. 5

ha muerto , el otro existe : él se reconocerá. Ade


más ha podido entrevérseles en las primeras pági
nas de este libro .
El uno , hombre de treinta y ocho años , era re
domado , intrépido , ingrato : tres cualidades para
hacer fortuna. El duque de Aumale , en el Aurès,
le habia salvado la vida . Entonces era un joven
capitan. Una bala le atravesó el cuerpo y cayó en
tre las matas ; las kabilas se arrojaron sobre él
para cortarle la cabeza y llevársela . El duque de
Aumale llegó con dos oficiales, un soldado y un
>

corneta , dispersó las kabilas y salvó al capitan .


Habiéndole salvado le curo . El uno fué agradeci
do , el otro no . El agradecido fué el salyador. El
duque de Aumale agradeció al joven capitan el
haberle proporcionado la ocasion de un hecho de
armas . Le hizo comandante : en 1849 este coman
dante era teniente coronel ; mandó una columna
de asalto en el sitio de Roma ; despues volvió al
África , en donde Fleury le sobornó al mismo
>

tiempo que á Saint-Arnaud . Luis Bonaparte le


hizo coronel en 1851 y contó con él . En Noviem
bre , este coronel de Luis Bonaparte , escribia al
duque de Aumale : « No se debe esperar nada de
este miserable aventurero. » En Diciembre man
daba un regimiento homicida . Más tarde, en la
Dobrudcha, un caballo maltratado se irritó y de un
6 HISTORIA DE UX CRİMEN.

mordisco le arrancó una mejilla , de suerte que


en aquel rostro sólo quedó sitio para un bofeton .
Los cabellos del otro eran grises y tenía cua
renta y ocho años . Era tambien un hombre de
placer y de matarza . Como ciudadano, abyecto ;
como soldado , valiente . Habia saltado uno de los
primeros la brecha de Constantina. Mucha bra
vura y mucha bajeza. Caballero , pero de indus
tria . Luis Bonaparte le habia hecho coronel en
1851. Sus deudas habian sido pagadas dos veces
por dos principes: la primera vez por el duque de
Orleans ; la segunda por el duque de Nemours.
Tales eran aquellos coroneles .
Saint-Arnaud le habló algun tiempo en voz
baja.
II.

EL INTERIOR DEL COMITÉ .

Desde el amanecer estábamos reunidos en la


casa de nuestro colega prisionero.M. Grévy . Nos •
habian instalado en su gabinete . Michel de Bour
ges y yo estábamos sentados junto a la chimenea :
Jules Favre y Carnot escribian , el uno sobre la
mesa , cerca de la ventana ; el otro sobre un pu
pitre , de pié . La izquierda nos habia investido de
un poder discrecional. Reunirse en sesion era á
cada momento más imposible . En su nombre ex
pedimos y remitimos á Hingray, para que lo im
primiese inmediatamente , el decreto siguiente ,
redactado á vuela pluma por Jules Favre :
REPÚBLICA FRANCESA .

Libertad , Igualdad, Fraternidad .


« Los representantes del pueblo abajo firmados,
que han quedado libres , reunidos en sesion per
8 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

manente y extraordinaria : vista la prision de la


mayor parte de sus colegas, vista la urgencia ,
» Considerando que el crímen de Luis Bona
parte , aboliendo por la violencia la accion de los
· poderes públicos, restablece á la nacion en el ejer
cicio directo de su soberanía , y que todo lo que
entorpece actualmente esta soberanía debe ser
anulado ,
» Considerando que todos los procesos incoados ,
y todas las condenas pronunciadas, referentes á
crímenes ó á delitos políticos , quedan anuladas
por el derecho ,imprescriptible del pueblo ,

>> DECRETAN :

» Artículo 1.° Quedan abolidos en todos sus


efectos , criminales ó civiles , todos los procesos in
coados y todas las condenas pronunciadas por cri
menes y delitos políticos .
» Art. 2.° En consecuencia , se ordena a todos
los directores de prisiones, ó casas de detencion ,
que pongan inmediatamente en libertad á todas
las personas que estén presas ó detenidas por las
causas arriba indicadas .
Art. 3.° Se ordena igualmente a todos los em
pleados de los tribunales y de la policía judicial,
EL INTERIOR DEL COMITÉ . 9

bajo pena de prevaricacion , que anulen todos los


procesos incoados por las mismas causas ..
Art. 4. ' Los funcionarios y agentes de la
fuerza pública, quedan encargados de la ejecu
cion del presente decreto.
Dado en París , en sesion permanente , el 4 de
Diciembre de 1851. »
Jules Favre, al pasarme el decreto para que lo
firmase , me dijo sonriendo : -Pongamos en li
bertad á vuestros hijos y å vuestros amigos. -Sí ,
contesté yo ; ¡ cuatro combatientes más en las bar
ricadas ! —El representante Duputz recibió algu
-

nas horas despues de nuestras manos la ampliacion


del decreto , con encargo de llevarlo en persona á
la Conserjería, cuando el golpe de mano que pre
parábamos sobre la Prefectura de policía y el Hô
tel de Ville hubiese triunfado. Desgraciadamente
este golpe de mano fracasó.
Entró Landrin . Sus funciones en París , en
1848 , le habian proporcionado la ocasion de co
>

nocer el personal de la policia política y de la po


licía municipal . Nos dijo que habia visto rondar
por los alrededores de la casa algunas caras sos
pechosas. Estábamos en la calle Richelieu , casi
enfrente del Teatro Francés, uno de los sitios de
más tránsito , y por consiguiente , uno de los más
>

vigilados. Las idas y venidas de los representantes


40 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

que se ponian en comunicacion con el comité , y


que entraban y salian sin cesar , serian inevita
blemente observadas y originarian una visita de
policía . Los porteros y los vecinos manifestaban
ya una sorpresa inquietadora. Corríamos , Landrin
lo afirmaba y lo probaba , los más grandes peli
gros . - Vais á ser cogidos.y fusilados , nos dijo.
Nos conjuró á que nos trasladáramos a otra
parte . El hermano de M. Grévy , á quien consul
tamos , declaró que no podia responder de las gen
tes de la casa .
¿ Pero , qué hacer? Ojeados desde hacía dos dias ,
habíamos agotado casi todas las buenas volunta
des ; el dia anterior nos habian negado un asilo ,
y en aquel momento no nos habia sido ofrecida
ninguna nueva casa . Desde que nos espiaban , ha
bíamos cambiado diez y siete veces de asilo , tras
ladándonos algunas de ellas de un extremo á otro
de París . Empezábamos á estar cansados . Por otra
parte , ya lo he dicho , la casa en que estábamos
>

tenía la preciosa ventaja de una salida trasera so


bre la calle Fontaine-Molière. Nos decidimos á
quedarnos. Sin embargo , creimos necesario tomar
algunas precauciones.
Todos los géneros de abnegacion brillaban en
los rangos de la izquierda en torno de nosotros.
Un miembro notable de la Asamblea , un hombre
EL INTERIOR DEL COMITÉ . 11

de raro talento y de raro valor , Durand -Savoyat,


se habia convertido desde la víspera , y lo fué
hasta el último momento , en nuestro guardian ;
digamos más , en nuestro ugier y en nuestro por
tero . El mismo habia colocado una campanilla so
bre nuestra mesa , y nos habia dicho : « Cuando
me necesiteis , llamad y vendré . »
A donde quiera que fuéramos , él estaba allí .
Permanecia en la antesala , sereno, impasible, si
lencioso , con su grave y noble fisonomía , su le
vita abotonada y su sombrero de anchas alas , que
le daba el aspecto de un ministro anglicano. Abria
él mismo la puerta de entrada , reconocia a los
recien venidos y despedia á los importunos y á
los inútiles . Por lo demás , siempre alegre y re
pitiendo sin cesar : Esto va bien . - Estábamos per
didos, y él sonreia. Optimismo en la desespera
cion .
Le llamamos . Landrin le explicó sus inquietu
des . Rogamos á Durand-Savoyat que en adelante
no permitiese que los que venian á vernos se es
tacionaran en el aposento, sin exceptuar a los re
presentantes del pueblo ; que tomase nota de las
noticias у de los informes; que no dejase llegar
hasta nosotros más que a los hombres indispensa
bles : en una palabra, que despidiese cuanto antes
mejor , á todo el mundo para que las idas y ve
12 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

nidas cesasen . Durand-Savoyat movió la cabeza


у volvió á la antesala diciendo : Está bien . Se li
initaba con gusto á estas dos fórmulas: para nos
otros ; Esto va bien : para él mismo ; Está bien .
Está bien : noble manera de hablar del deber .
Cuando Landrin y Durand- Savoyat hubieron
salido , Michel de Bourges tomó la palabra .
-El arte de Luis Bonaparte , copista de su tio en
esto como en todo , ha consistido , dijo Michel de
Bourges , en lanzar de antemano un llamamiento
al pueblo , un escrutinio próximo , un plebiscito ;
en una palabra, en hacer surgir en apariencia un
gobierno en el momento en que derribaba otro .
En las grandes crisis , cuando todo vacila y parece
próximo á caer , un pueblo necesita apoyarse en
algo . Si no tiene otro punto de apoyo , aceptará la
soberanía de Bonaparte. Pues bien ; es necesario
que ofrezcamos al pueblo por punto de apoyo su
propia soberanía . La Asamblea , continuó Michel
de Bourges, estaba muerta de hecho . La izquierda,
fragmento popular de esta Asamblea odiada , po
dia bastar á la situacion algunos dias solamente .
Era necesario que ella misma se fortificara en la
soberanía nacional. Era , pues , conveniente , para
nosotros , apelar tambien al sufragio universal ,
>

oponer el voto al voto , poner enfrente del princi


pio usurpador al pueblo soberano , y convocar in
EL INTERIOR DEL COMITÉ. 13

mediatamente otra Asamblea. Michel de Bourges


propuso un decreto .
Michel de Bourges tenía razon . Detrás de la vic
toria de Luis Bonaparte, se veia algo detestable,
pero conocido ; el Imperio. Detrás de la victoria de
la izquierda , habia una sombra . Era conveniente
hacer luz detrás de nosotros. Lo que inquieta más
las imaginaciones, es la dictadura de lo descono
cido . Convocar cuanto antes fuese posible una
nueva Asamblea , poner de nuevo á la Francia en
manos de la Francia , era tranquilizar los ánimos
durante el combate y reunirlos despues : esta era
la verdadera política .
Desde hacía algun tiempo , sin dejar de escu
char á Michel de Bourges y'à Jules Favre , que le
apoyaba , creimos oir en la sala contigua un zum
bido parecido á un cuchicheo. Jules Favre habia
exclamado varias veces : —¿Habrá alguien allí?
- No es posible , le contestaron ; hemos encargado
á Durand-Savoyat que no permita detenerse á
nadie.- Y la deliberacion continuaba. Sin em
bargo, el cuchicheo crecia insensiblemente , y
acabó por ser tan distinto , que fué necesario ver
á qué era debido . Carnot entreabrió la puerta. La
antesala у el salon contiguos al gabinete en que
deliberábamos , estaban llenos de representantes
que conversaban con tranquilidad.
14 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Sorprendidos , llamamos á Durand -Savoyat.


.

-¿No habeis comprendido lo que os hemos en


cargado ? le dijo Michel de Bourges.
--- Sí, contestó Durand -Savoyat.
>

- Esta casa está quizás señalada , dijo Carnot.


Corremos el peligro de ser cogidos.
-Y muertos sobre el campo , añadió Jules Fa
vre , sonriendo con su tranquila sonrisa.
-Pues bien , contestó Durand - Savoyat con su
mirada más tranquila aún que la sonrisa de Jules
Favre ; la puerta de este gabinete está en la oscu
ridad , y apenas se distingue. He retenido a todos
los representantes que han venido, y les he colo
cado en el salon y en la antesala á su antojo. Esto
formará una especie de multitud. Si la policía y
los soldados vienen , diré : Hénos aquí ; nos pren
derán , no verán la puerta del gabinete y no lle
garán hasta aquí . Nosotros pagaremos por vos
otros ; si necesitan cadáveres, se contentarán con
los nuestros .
Y , sin sospechar que acababa de pronunciar
palabras dignas de un héroe , Durand - Savoyat
volvió a la antesala .
Nosotros reanudamos la cuestion del decreto.
Por unanimidad creíamos útil la convocacion in
mediata de una nueva Asamblea . Pero, ¿ en qué
fecha ? Luis Bonaparte habia designado el 20 de
EL INTERIOR DEL COMITÉ . 15

Diciembre para su plebiscito: nosotros escogimos


el 21. ¿ Qué nombre debíamos dar á la Asamblea ?
Michel de Bourges insistia en el nombre de Con
vencion nacional ; Jules Favre queria que se lla
mase Asamblea constituyente; Carnot propuso el
nombre de Asamblea soberana , que no despertaba
ningun recuerdo , dejando el campo libre à todas
las esperanzas . El nombre de Asamblea soberana
fué adoptado .
El decreto , cuyos considerandos se dignó escri
bir Carnot , miéntras yo dictaba , se redactó en los
siguientes términos. Es de aquellos que se impri
mieron y se fijaron :

Núm . 5 .

DECRETO .

«El crímen de Luis Bonaparte impone a los re


presentantes del pueblo que han quedado libres,
grandes deberes.
La fuerza brutal quiere hacer imposible el
cumplimiento de estos deberes .
Perseguidos, errantes de asilo en asilo, asesina
dos en las calles , los representantes republicanos
deliberan y obran á pesar de la infame policía
del golpe de Estado .
El atentado de Luis Napoleon , al romper todos
16 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

los poderes , no ha dejado en pié más que una au


toridad , la autoridad suprema , la autoridad del
pueblo , el sufragio universal.
Sólo al pueblo incumbe el recoger y reconsti
tuir todas las fuerzas sociales hoy dispersas .
En consecuencia , los representantes del pueblo
decretan :
Artículo 1. Se convoca al pueblo el dia 21 de
Diciembre de 1851 para elegir una Asamblea so
berana .
Art. 2. La eleccion se hará por sufragio uni
versal , segun las formas prescritas por el decreto
del Gobierno provisional del 5 de Marzo de 1848.
Dado en París , en sesion permanente , el 4 de
Diciembre de 1851. »
Cuando acababa de firmar el decreto, Durand
Savoyat entró y me dijo en voz baja que una mu
jer me aguardaba en la antesala . Fuí en el acto .
Era madame Charrasin ; su marido habia desapa
recido. El representante Charrasin , economista,
agrónomo y sabio , era al mismo tiempo un hom
bre intrépido. El dia anterior le habíamos visto
en los sitios más peligrosos. ¿ Estaba preso? Mada
me Charrasin venía á preguntarme si sabíamos
en dónde estaba . Yo lo ignoraba . Ella habia ido
á Mazas á informarse. Un coronel que pertenecia
á la vez al ejército y á la policía , la habia recibido
EL INTERIOR DEL COMITÉ . 17

y le habia dicho : - Nopuedo permitiros que veais


á vuestro marido sino con una condicion . -¿Cuál ?
-No le hablareis de nada. —¿Cómo de nada ?
Nada de noticias ‫ ;ܪ‬nada de política. -Sea. - Dad
-

me vuestra palabra de honor . — - Y ella habia con


testado : -¡Cómo quereis que os de mi palabra de
honor , si yo no recibiria la vuestra ! - Volví á ver
á Charrasin en el destierro .
Madame Charrasin acababa de marcharse cuan
do Theodore Bac entró . Nos traia la protesta del
Consejo de Estado .
Héla aquí:

PROTESTA DEL CONSEJO DE ESTADO .

« Los abajo firmados, miembros del Consejo de


Estado , elegidos por las Asambleas constituyente
y legislativa , reunidos , no obstante el decreto
del 2 de Diciembre, en el local de sus sesiones , y
habiéndolo encontrado rodeado por la fuerza ar
mada que les ha impedido su acceso , protestan
>

contra el acto que ha pronunciado la disolucion


del Consejo de Estado , y declaran que sólo han
cesado en sus funciones obligados por la fuerza .
» París 3 de Diciembre de 1851 .

» Firmado : BETHMONT , VIVIEN , BUREAU DE


Puzy, STOURM, ED . CHARTON, CUVIER, DE RENNE
2
18 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

VILLE , HORACE SAY , BOULATIGNIER , GAUTIER DE


RUMILLY , DE JOUVENCEL, DUNOYER, CARTERET , DE
FRESNE , BOUCHENAY -LEFER, Rivet , BOUDET, Cor
MENIN , PONS DE L'HÉRAULT. »
Digamos cómo habia pasado la aventura del
Consejo de Estado.
Luis Bonaparte habia hecho expulsar á la Asam
blea por el ejército, al Tribunal Supremo por la
policía ; al Consejo de Estado le hizo expulsar por
el portero .
El 2 de Diciembre por la mañana, á la misma
hora en que los representantes de la derecha iban
de casa de M. Daru á la alcaldía del 10.º distrito,
los consejeros de Estado se dirigian al palacio del
muelle de Orsay . Entraron uno á uno .
El muelle estaba cubierto de soldados . Un regi
miento vivaqueaba con los fusiles en pabellones.
En poco tiempo se reunieron treinta consejeros
y empezó la deliberacion . Se redactó . un proyecto
de protesta , y en el momento en que se disponian
á firmarle , el portero entró , y pálido y balbu
ciente dijo que en virtud de órdenes superiores,
les invitaba á salir .
Al mismo tiempo , algunos consejeros de Estado
declaraban que por indignados que estuviesen , no
pondrian sus firmas al lado de las firmas republi
canas .
EL INTERIOR DEL COMITÉ . 19

Este era un modo de obedecer al portero.


M. Bethmont , uno de los presidentes del Con
sejo de Estado , ofreció su casa situada en la calle
Saint - Romain . Los miembros republicanos se re
unieron en ella y firmaron sin discusion la pro
testa que acaba de leerse .
Algunos miembros que vivian en barrios apar
tados no habian podido asistir a la reunion . El
más jóven de los consejeros, M. Edouard Charton ,
hombre de firme corazon y de noble carácter , se
encargó de llevar la protesta á los colegas ausentes .
Lo hizo , no sin peligro , á pié , no habiendo
2

podido encontrar ningun coche ; los soldados le


detuvieron у le amenazaron con registrarle , lo que
hubiera sido peligroso. Sin embargo, consiguió
ver algunos consejeros de Estado . Unos cuantos
firmaron : Pons de l'Herault resueltamente , Cor
menin con una especie de fiebre, Boudet despues
de vacilar . M. Boudet temblaba ; su familia tenía
miedo; a través de la ventana abierta se oian las
descargas de artillería . Charton , valiente y tran
quilo , le dijo : - Vuestros amigos Vivien , Rivet
y Stourm han firmado. Boudet firmó .
Otros se negaron á firmar, protestando uno su
edad avanzada , otro la res augusta domi , y otro
« el miedo de hacer el caldo gordo a los rojos. »=
Decid el miedo á secas , contesto Charton .
20 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Al dia siguiente , 3 , MM. Vivien y Bethmont


presentaron la protesta á Boulay de la Meurthe,
vicepresidente de la República y presidente del
Consejo de Estado , que les recibió de bata y ex
clamó : -- Marchaos. Perdeos si asi os place , pero
sin mi.
En la mañana del 4 , M. de Cormenin borró su
firma alegando excusa inaudita y auténtica :
La frase antiguo consejero de Estado , no hace
buen efecto en un libro . Temo perjudicar á mi
editor .
Otro detalle característico. M. Béhic , en la ma
ñana del dia 2, habia llegado cuando se redactaba
la protesta. Entreabió la puerta , cerca de la cual
estaba M. Gauthier de Rumilly , uno de los miem
bros con más justicia respetados del Consejo de
Estado. M. Béhic preguntó á M. Gauthier de Ru
milly : - ¿ Qué hacen ? Esto es un crímen . ¿ Qué
hacemos ? -M . Gauthier de Rumilly contestó : -

Una protesta . – Al oir esta palabra, M. Béhic


cerró la puerta y desapareció .
Más tarde , bajo el Imperio, reapareció ministro.
1

III.

EL ELÍSEO POR DENTRO .

Por la mañana , el doctor Yvan encontró al doc


tor Conneau . Se conocian y hablaron . Yvan era de
la izquierda . Conneau era del Elíseo. Yvan supo
por Conneau , sobre lo que habia pasado durante
la noche en el Elíseo , detalles que él nos tras
mitió .
Uno de los detalles es este .
Se habia expedido un decreto inexorable é iba
á ser publicado . Este decreto ordenaba a todos que
se sometieran al golpe de Estado . Saint-Arnaud,
que como ministro de la Guerra debia firmar este
decreto , lo habia redactado . Al llegar al último
párrafo así concebido : —El que sea sorprendido
construyendo una barricada, fijando una proclama
de los ex-representantes ó leyéndola, será ... --

Aquí Saint-Arnaud se habia detenido : Morny ,


22 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

encogiéndose de hombros , le habia arrancado


la pluma de las manos , y habia escrito : fu
silado.
Se habian adoptado otras resoluciones, pero no
eran conocidas.
Varias noticias se unieron á éstas .
Un guardia nacional llamado Boillay de Dole
habia estado de guardia en el Elíseo en la noche
del 3 al 4. Las ventanas del gabinete de Luis Bo
naparte , situado en el piso bajo, habian estado
iluminadas toda la noche . En el salon contiguo se
celebraba consejo de guerra. Desde su garita , Boil-.
lay veia dibujarse en los cristales, perfiles ne
gros y sombras gesticuladoras, que eran Ma
gnan , Saint-Arnaud, Persigny y Fleury ; los es
pectros del crímen .
Korte , el general de coraceros , habia sido lla
mado lo mismo que Carrelet, que mandaba la di
vision que más trabajó el dia siguiente 4. Desde
las doce de la noche hasta las tres de la mañana,
generales y coroneles « iban y venian . » Tambien
habian acudido simples capitanes . A eso de las
cuatro, habian llegado algunos coches « con mu
jeres. » La orgía no se separó jamás de aquel cri
men . El retrete en los palacios correspondia al
lupanar en los cuarteles .
El patio estaba lleno de lanceros , que tenian
EL ELÍSEO POR DENTRO. 23

de las riendas los caballos de los generales que


deliberaban .
Dos de las mujeres que fueron al Elíseo aquella
noche pertenecen hasta cierto punto a la histo
ria . Hay siluetas de éstas en los segundos planos .
Estas mujeres influyeron en algunos desgraciados
generales. Las dos pertenecian a la alta sociedad.
La una era la marquesa de *** , á la cual habia
ocurrido la aventura de enamorarse de su marido,
despues de haberle engañado . Reconoció que el
amante no valia tanto como el marido: esto suele
suceder . Era hija del más fantástico de los maris.
***

cales de Francia y de aquella linda condesa de >

á la cual M. de Chateaubriand , despues de una no


che de amor , dedicó esta cuarteta , que se puede
publicar hoy , habiendo muerto los dos :

El albor matutino el zénit dora ,


La luz saluda nuestro tierno amor .
Pero ¿ sonrien los labios de la aurora
Como sonríe tu labio encantador ?

La sonrisa de la hija era tan dulce como la de


la madre , y más fatal. — La otra era madame
de K. , rusa , blanca , alta , rubia , alegre , metida
en la diplomacia oscura , poseyendo y mostrando
>

una arquilla llena de cartas de amor del conde de


HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Molé , algo espía y absolutamente encantadora y


terrible .
Las precauciones tomadas , á todo evento, se
veian desde fuera . Desde la víspera, se percibian,
en el patio del Elíseo , desde las ventanas de las
casas vecinas, dos sillas de posta enganchadas,
prontas á partir , con los postillones á caballo.
Habia tambien en las caballerizas del Elíseo
otros coches dispuestos y caballos ensillados.
Luis Bonaparte no habia dormido. Durante la
noche habia dado órdenes misteriosas : por esto,
por la mañana, se veia en aquella faz pálida una
especie de serenidad espantosa.
El crímen tranquilizado; cosa terrible.
En la misma mañana , casi habia reido. — Mor
ny entró en su gabinete . Luis Bonaparte, que te
nía fiebre, hizo llamar á Conneau que asistió a la
conversacion . Se creen seguras ciertas personas:
sin embargo , escuchan .
Morny traia varios informes de la policía. Doce
obreros de la Imprenta nacional se habian negado
en la noche del 2 á imprimir los decretos y las
proclamas, siendo inmediatamente encarcelados.
El coronel Forestier estaba preso. Se le habia tras
ladado al fuerte de Bicètre, con Crocé-Spinelli ,
Genillier , Hippolyte Magen , escritor de talento
y animoso ; Goudounèche , director de colegio, y
EL ELISEO POR DENTRO. 25

Polino. Este último nombre habia llamado la aten


cion de Luis Bonaparte. —¿Quién es este Polino?
Morny habia contestado : - Un antiguo oficial al
servicio del Shah de Persia : y habia añadido:
Mezcla de D. Quijote y de Sancho Panza . Se ha
bia encerrado á los prisioneros en la casamata nú
mero 6. Nueva pregunta de Luis Bonaparte : -
¿Qué son estas casamatas ? Y Morny habia contes
tado : -- Cuevas, sin aire y sin luz , veinticuatro
metros de longitud y ocho de anchura , cinco desde
el suelo al techo, paredes que chorrean y piso hú
medo.-- Luis Bonaparte habia preguntado. - ¿Les
dan haces de paja ? Y Morny habia dicho : -Aún
no ; más tarde veremos . Y añadió : -Los destina
dos á la deportacion están en Bicètre ; los que de
ben ser fusilados están en Yvry.
Luis Bonaparte deseaba saber qué precauciones
se habian tomado . Morny le habia dado amplios
informes ; -se habian puesto guardias en todos los
campanarios ; se habian sellado todas las im
prentas;-se habian encerrado todos los tambores
de la guardia nacional;; - no se debian temer,
pues , ni una proclama salida de la imprenta , ni
la llamada salida de una alcaldía , ni el rebato sa
lido de un campanario .
Luis Bonaparte habia preguntado si todas las
baterías estaban completas , debiendo componerse
26 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

cada batería de cuatro piezas y dos obuses . Habia


recomendado expresamente que no se emplearan
más que piezas de á ocho , y obuses de diez y seis
centímetros de diámetro ..
-Es verdad , habia dicho Morny que estaba en
el secreto , todo esto tendrá que trabajar.
Despues Morny habia hablado de Mazas, habia
dicho:-que seiscientos hombres de la guardia re
publicana acampaban en el patio, todos escogidos,
y que en caso de ataque se defenderian hasta el
último extremo; - que los soldados acogian con
carcajadas á los representantes presos , y que ha
bian corrido á « ver de cerca » á M. Thiers ; - que
los oficiales alejaban a los soldados , pero con bue
nos modos y con una especie de respeto;; » -
que tres prisioneros estaban « absolutamente inco
municados , » Greppo , Nadaud y un miembro del
Comité socialista , Arsène Meunier . Este último
ocupa el número 32 de la sexta division . A su lado,
en el número 30 , habia un representante de la
derecha que no cesaba de gritar y gemir, lo que
hacía reir á Arsène Meunier é hizo tambien reir á
Luis Bonaparte .
Otro detalle . Al entrar en el patio de Mazas, el
coche que conducia á M. Baze habia chocado
contra la puerta , y uno de los faroles habia caido
al suelo rompiéndose en mil pedazos . El cochero
EL ELÍSEO POR DENTRO. 27

consternado por la avería , se lamentaba . - ¿Quién


pagará esto ? decia . Uno de los agentes que es
taban en el coche le habia dicho al cochero : -

Tranquilizáos уy hablad al brigadier. En los nego


cios como este , cuando se rompe algo el gobierno
paga .
Bonaparte habia sonreido diciéndose para sus
bigotes :-Es justo.
Otra cosa que le contó Morny le divirtió tam
bien . Era la cólera que se apoderó de Cavaignac al
entrar en la célula de Mazas . Hay en la puerta
de cada célula un agujero llamado lente, por
donde los prisioneros son observados sin que ellos
lo noten . Los guardianes habian observado á Ca
vaignác. Habia empezado por pasearse con los
brazos cruzados ; despues siendo reducido el espa
cio , se habia sentado en el taburete de la célula .
Estos taburetes son unas estrechas planchas de
madera colocadas sobre tres piés convergentes que
atraviesan el asiento en el centro , y producen en
él una aspereza que hace imposible el sentarse co
modamente. Cavaignac se habia levantado yу de
un puntapié habia enviado el taburete al otro ex
tremo de la célula. Despues, furioso y jurando, ha
bia roto de un puñetazo la pequeña mesa de quince
pulgadadas sobre doce que constituye con el ta
burete , todo el mobiliario del calabozo .
28 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Aquel puntapié y aquel puñetazo divertian á


Luis Bonaparte.
Y Maupas continúa teniendo miedo , dijo Mor
ny . Esto hizo reir otra vez á Bonaparte.
Morny despues de haber dado su informe se
marchó.
Luis Bonaparte entró en un gabinete contiguo ;
una mujer le aguardaba en él. Parece que venía
á implorar perdon para alguno . El doctor Conneau
oyó estas palabra expresivas : -- Señora ; yo paso
por vuestros amores : pasad por mis odios.
IV .

LOS FAMILIARES .

M. Mérimée era naturalmente vil ; por esto no


hay que guardarle rencor .
En cuanto á M. de Morny, ya es otra cosa ; ha
bia más , habia en él algo del bandolero .
>

M. de Morny era valiente . Bandolerismo obliga .


M. Mérimée se ha considerado sin razon , como
uno de los confidentes del golpe de Estado . Sin
embargo, no tiene por qué vanagloriarse .
La verdad es que M. Mérimée no era confidente
de nada . Luis Bonaparte no tenía confianzas in
útiles .
Añadamos á esto que es poco probable , á pesar
de ciertos indicios contrarios , que M. Mérimée
estuviese en la época del 2 de Diciembre, en rela
cion directa con Luis Bonaparte. Esto no sucedió
hasta mucho despues . Mérimée primero no cono
ció más que á Morny .
30. HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Morny y Mérimée fueron los dos íntimos del


Elíseo; pero de un modo distinto : se puede creer
á Morny , y no á Mérimée. Morny estaba en los
grandes secretos . Mérimée en los pequeños. Los
recados amorosos eran su vocacion .
Los familiares del Elíseo eran de dos clases:
los confidentes y los cortesanos.
El primero de los confidentes era Morny: el
primero - ó el último de los cortesanos era Mé
rimée .
Hé aquí lo que habia hecho la « fortuna » de
Mérimée .
Los crímenes sólo son hermosos en el primer
momento ; se ajan en seguida . Esta clase de triun
fos dura poco : es necesario añadirles pronto al
guna cosa .
El Elíseo necesitaba un ornamento literario . Un
poco de academia , no sienta mal á una caverna.
M. Mérimée estaba disponible. El destino le re
seryaba el firmarse un dia : el Loco de la Empe
ratriz . La condesa de Montijo le presentó á Luis
Bonaparte que le acogió bien , completando su cor
te con aquel bajo escritor de talento.
Aquella corte era una coleccion : estantería
de bajezas; corral de reptiles : herbario de ve
nenos .
Además de los confidentes que estaban allí para
LOS FAMILIARES . 31

servir, y de los cortesanos que estaban para ador


nar , habia los auxiliares .
En ciertas ocasiones se necesitaban refuerzos :
algunas veces eran mujeres : el escuadron vo
lante .
Otras veces hombres , Saint-Arnaud , Espinas
se , Saint-Georges , Maupas .
Otras ni hombres ni mujeres: el marqués de C.
Aquella camarilla era notable .
Digamos sobre ella algunas palabras.
Estaba allí Vieillard el preceptor, ateo de matriz
católico , buen jugador de billar .
Vieillard era un narrador. Contaba sonriendo
lo que sigue :
A fines de 1807 , la reina Hortensia que vivia
con gusto en París , escribió al rey Luis , que no
podia estar más tiempo sin verle, que no podia
pasarse sin él y que se dirigia á La Haya. El rey
dijo : « Está embarazada . » Llamó á su ministro
Van Maanen , le mostró la carta de la reina, y
añadió : «Va á llegar. » «Está bien . Nuestros cuar
tos se comunican por una puerta‫ ;و‬la encontrará
tapiada . » Luis tomaba en sério su manto real,
porque exclamó : « El manto de un rey no servirá
para cobijar á una perdida. » El ministro Van
Maanen , aterrado, escribió el caso al emperador.
El emperador se irritó , no contra Hortensia , sino
32 HISTORIA DE UN CRİMEX .

contra Luis . No obstante , Luis no cedió ; no se


tapió la puerta , pero sí Su Majestad : y cuando la
reina llegó le volvió la espalda. Esto no impidió
que Napoleon III naciera.
Una salva de cañonazos saludó este nacimiento .
Tal era la historia , que , en el verano de 1840,
en Saint-Leu - Taverny , en la casa llamada de la
Terrasse, delante de varios testigos , entre ellos
Fernando B., marqués de L. , amigo de la infan
cia del autor de este libro , contaba M. Vieilliard ,
bonapartista irónico , sectario escéptico .
Además de Vieillard estaba alli Vaudrey , al que
Luis Bonaparte hizo general al mismo tiempo que
á Espinasse. En caso apurado, un coronel de com
plots puede ser un general de alevosia.
Estaba tambien Fialin , el cabo duque .
Fleury , destinado a la gloria de viajar al lado
del czar « sobre una nalga . »
Lacrosse , liberal convertido en clerical , uno de
estos conservadores que llevan el órden hasta el
embalsamamiento , y la conservacion hasta la mo
mia . Más tarde fué senador.
Larabit, amigo de Lacrosse , tan lacayo como
él y no ménos senador .
El canónigo Coquereau, llamado el abate de la
Hermosa Gallina. Es sabida la contestacion que
dió a una princesa que le preguntaba : ¿ Qué es e.
LOS FAMILIARES . 33

Eliseo ? Parece que se puede decir á una princesa,


lo que no se puede decir á una mujer.
Hipólito Fortoul : de la especie de lostrepadores,
teniendo el valor de un Gustavo Planche ó de un
Philarète Chasles cualquiera , sopista literario con
vertido en ministro de Marina , lo que hizo decir á
Béranger : Este Fortoul conoce todos los mástiles,
incluso el mástil de la cucaña .
Habia tambien Auvergnats. Eran dos y se
odiaban .
El uno habia dado al otro el sobrenombre de
«el Calderero melancólico . »
Estaba allí Sainte-Beuve, hombre distinguido
é inferior, teniendo la envidia perdonable á la
fealdad . Un gran crítico , como Cousin es un gran
filósofo .
Troplong, que ha tenido á Dupin por procurador
y al cual Dupin ha tenido por presidente . Dupin ,
Troplong : los dos perfiles de la máscara puesta
sobre la frente de la ley .
Abbatucci: una conciencia que lo dejaba pasar
todo . Hoy una calle.
El abate M. , más tarde arzobispo de Nancy , el
cual subrayaba con una sonrisa los juramentos de
Luis Bonaparte.
Estaban tambien los concurrentes habituales de
un palco famoso de la Opera , Montg*** y Sept***,
34 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

que ponian al servicio de un príncipe sin escrú


pulos el lado profundo de los hombres ligeros .
Romieu , silueta de ébrio, detrás de un espectro
rojo.
Malitourne , no mal amigo , obsceno у sincero .
Cuch***cuyo nombre hacía vacilar á los ugie
res en las puertas de los salones.
Suin , hombre de buenos consejos en las malas
ocasiones .
El doctor Veron , que tenía en la mejilla lo
que los demás hombres del Elíseo tenian en el co
razon .

Mocquart , antiguo buen mozo de la corte de Ho


landa . Mocquart tenía romancės en sus recuerdos .
Por la edad y quizás por alguna otra cosa , podia
ser el padre de Luis Bonaparte. Era abogado, y
habia sido espiritual en 1829 , al mismo tiempo
que Romieu. Despues publicó alguna cosa , yo no
sé qué, que era solemne y formaba un volúmenen
cuarto, que él me habia enviado. Era él quien en
Mayo de 1817 habia venido con el príncipe de la
Moskowa a traerme la peticion del rey Jerónimo
á la Cámara de los pares. En aquella peticion se
pedia la vuelta á Francia de la familia Bonaparte
desterrada ; yo la apoyé : buena accion y falta que
cometeria otra vez .
Billault ; una semejanza de orador , divagando
LOS FAMILIARES. 35

con facilidad y equivocándose con autoridad , se le


creia hombre de Estado . Lo que constituye el hom
bre de Estado es una cierta medianía superior.
Lavalette que completaba á Morny y Walewski.
Tambien estaba Bacciochi ...
Y algunos más.
Bajo la inspiracion de esta camarilla íntima,
durante su presidencia , Luis Bonaparte, especie
de Maquiavelo holandés , fué de un lado para otro,
á la Cámara y á otras partes , á Tours, á Ham , y
Dijon , á pronunciar con voz nasal y aire soño
liento discursos preñados de traicion .
El Elíseo tan miserable como es , tiene su sitio
en el siglo. El Elíseo ha engendrado catástrofes y
ridiculeces.
No se le puede pasar en silencio .
El Elíseo fué en París el ángulo inquietador y
negro .
En aquel lugar odioso , todos eran pequeños y
terribles . Estaban en familia ; entre enanos . Te
nian esta máxima : gozar ; y vivian de la muerte
pública. Allí respiraban vergüenza , y se alimen
taban de lo que mata á los demás. Allí se cons
truia con arte, intencion , industria yy voluntad ,
el empequeñecimiento de la Francia . Allí traba
jaban , vendidos , réprobos y complacientes , los
hombres públicos , léase : prostituidos . Se hacía
36 HISTORIA DE UN CRÍMEN .
allí , ya lo hemos dicho , hasta literatura : Vieil
lard era un clásico de 1830 , Morny creaba á Chou
fleury , Luis Bonaparte era candidato a la Acade
mia . Extraño sitio . El hotel de Rambouillet se
mezclaba con la casa Bancal . El Elíseo ha sido el
laboratorio , el mostrador , el confesionario , la al
coba y el antro del reino . El Elíseo pretendia go
bernarlo todo , hasta las costumbres, principal
mente las costumbres . Él ha puesto el afeite sobre
el seno de las mujeres , al mismo tiempo que el
color en la faz de los hombres ; daba el tono al to
cador у á la música . Él ha inventado el miriña
que y la opereta . En el Elíseo , .cierto grado de
fealdad , era considerado como elegancia : lo que
hacía el rostro digno estaba desterrado de allí ,
como lo que hace al alma grande : en el Elíseo se
ha escupido el os homini sublime dedit; allí, du
rante veinte años , han estado de moda todas las
bajezas, inclusa la bajeza de la frente.
La historia , por orgullosa que sea , está conde
nada á saber que el Elíseo ha existido. El lado
grotesco no impide el lado trágico . Hay en él un
salon que ha visto la segunda abdicacion , la ab
dicacion despues de Warterloo. En el Elíseo , Na
poleon I terminó y Napoleon III ha empezado . En
el Elíseo , Dupin apareció á los dos Napoleones : en
1815 , para abatir al grande ; en 1851, para ado
LOS FAMILIARES . 37

rar al pequeño . En esta última época , este sitio


fué completamente siniestro . No quedó en él ni
una sola virtud . En la corte de Tiberio quedaba
aún Traseas, pero en torno de Luis Bonaparte,
nada . Si se buscaba conciencia , se encontraba á
Baroche ; si se buscaba la religion , se encontraba
á Montalembert .
V.

UN AUXILIAR INDECISO .

En aquella mañana horriblemente histórica del


4 de Diciembre , la camarilla observaba al amo .
Luis Bonaparte se habia encerrado , pero encer
rarse es ya revelarse . El que se encierra , medita ;
y para esta clase de hombres meditar , es preme
ditar. ¿ Cuál podria ser la premeditacion de Luis
Bonaparte ? ¿Qué habia en su espíritu ? Todos se
preguntaban esto , excepto dos hombres ; Morny,
consejero; Saint-Arnaud , ejecutor.
Luis Bonaparte tenía la pretension justificada
de conocer a los hombres . Se vanagloriaba de ello
y bajo cierto punto de vista , tenía razon . Otros
tienen la adivinacion ; él tenía el olfato. Esto es
bestial, pero seguro .
No se habia engañado por cierto, respecto á
Maupas .
+ UN AUXILIAR INDECISO . 39

Para forzar la ley necesitaba una llave falsa y


tomó á Maupas. Ningun instrumento de fractura
habia servido mejor que Maupas en la cerradura
de la Constitucion .
No se engañaba tampoco sobre Q. B. Compren
dió en seguida que aquel hombre grave tenía lo
necesario para ser inmediatamente un perillan . Y
en efecto ; Q. B. , despues de haber votado y fir
mado la destitucion en la alcaldía del 10.º distri
to , fué uno de los tres ponentes de las comisiones
mixtas , y tiene por su parte , en el abominable
total que ha registrado la historia ,mil seiscientas
treinta y cuatro víctimas.
Luis Bonaparte se equivocó , sin embargo, al
gunas veces , especialmente respecto á Peauger .
Peauger , aá pesar de haberle escogido él , conti
nuó siendo honrado . Luis Bonaparte , temiendo á
los obreros de la Imprenta nacional , no sin moti
vo , porque doce , como ya hemos visto , fueron
refractarios , habia inventado una sucursal á todo
evento , una especie de sub-imprenta del Estado,
instalada en la calle de Luxembourg , con prensa
mecánica y prensa de mano , servida por ocho
obreros , y habia dado á Peauger la direccion de
esta imprenta. Cuando llegó la hora del crímen ,
cuando fué necesario imprimir los carteles malva
dos , sondeó á Peauger y le encontró indignado .
40 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Entonces se dirigió á Saint-Georges, mejor lacayo.


Se equivocó ménos , pero se equivocó tambien
respecto á x .
El 2 de Diciembre , X. , auxiliar considerado
por Morny , fué una de las inquietudes de Luis
Bonaparte.
X. tenía cuarenta y cuatro años , le gustaban
las mujeres y deseaba hacer carrera ; de aquí la
carencia de escrúpulos. Habia debutado en África
al mando del coronel Combes en el 47. ° de línea .
Habia sido valiente en Constantina : en Zaatcha
habia salvado á Herbillon , y el sitio , mal empe
zado por Herbillon , acabó bien con él . X. , peque
ño , corto , la cabeza entre los hombros , intrépido ,
sabía manejar admirablemente una brigada . Su
carrera tenía cuatro escalones ; primero Bugeaud ,
en seguida Lamoricière , despues Cavaignac, y
por último Changarnier. En París , en 1851 , vió
á Lamoricière , que « le recibió friamente , » y á
Changarnier , que le trató mejor. Salió de Satory
indignado. Gritaba por todas partes : Es necesario
acabar con este Luis Bonaparte. Corrompe al ejér
cito: estos soldados, ébrios, indignan el corazon .
Quiero volver á África . En Octubre, Changarnier
estaba de baja, y el entusiasmo de X. se enfriaba.
Entonces frecuentó el Elíseo , pero sin entregarse .
Dió su palabra al general Bedeau , que contaba con
UN AUXILIAR INDECISO . 41

él . El 2 de Diciembre , al amanecer , álguien fué


á despertar á X. Era Edgar Ney. X. era un punto
de apoyo para el golpe de Estado : ¿ pero accede
ría ? Edgar Ney le explicó el acontecimiento y no
se separó de él hasta despues de haberle visto sa
lir a la cabeza del primer regimiento , del cuartel
de la calle Verte . X. tomó posiciones en la plaza
de la Magdalena . Al llegar á ella La Rochejaque
lein , expulsado de la Cámara por los invasores ,
atravesaba la plaza . La Rochejaquelein , que no
era aún bonapartista, estaba furioso . Vió á X. ,
antiguo compañero suyo de la Escuela militar en
1830 , al cual tuteaba , se le acercó y le dijo : —
Esto es un acto infame. ܶ¿‫ ܬ‬Qué haces tú ?-Aguardo,
contestó X. Rochejaquelein se marchó. X. se apeó
y fué á ver á un pariente suyo , consejero de Es
tado, M. R. , que vivia en la calle de Lurense , y le
pidió consejo. M. R. , hombre honrado , sin vaci
> >

lar le dijo : — Voy al Consejo de Estado á cumplir


con mi deber . Esto es un crímen . - X . movió la
cabeza y dijo : - Es necesario ver .
Aquel aguardo y este es necesario ver preocu
paron á Luis Bonaparte. Morny decia : Hagamos
maniobrar el escuadron volante .
VI.

DENIS DUSSOUBS .

Gaston Dussoubs era uno de los miembros más


denodados de la izquierda . Representaba la Hau
te-Vienne. En los primeros tiempos de su presen
cia en la Asamblea llevaba , como en otro tiempo
Theophile Gautier , un chaleco encarnado , y el
mismo escalofrio que causaba á los clásicos de 1830
el chaleco de Gautier , el chaleco de Dussoubs lo
causaba á los realistas de 1851. M. Parisis, obispo
de Langres , al cual un sombrero encarnado no
hubiera asustado , se estremecia ante el chaleco de
Dussoubs . El horror de la derecha por Dussoubs
reconocia tambien otra causa ; se decia que Dus
soubs habia pasado tres años en Belle-Isle como
detenido político , castigo en que incurrió por el
« asunto de Limoges . » El sufragio universal le ha
bria , pues , tomado allí , para enviarle aá la Asam
DENIS DUSSOUBS . 43

blea . Ir de la cárcel al Senado no es cosa sorpren


dente en nuestros tiempos mudables , y se com
pleta algunas veces volviendo del Senado á la
cárcel. Pero la verdad es que la derecha se equi
vocaba . El condenado de Limoges no era Gaston
Dussoubs , sino Denis , su hermano .
En resúmen ; Gaston Dussoubs « asustaba. » Era
espiritual, denodado у bondadoso .
Durante el verano de 1851 yo iba todos los dias
á comer a la Conserjería con mis dos hijos y mis
dos amigos presos . Aquellos grandes corazones y
aquellas grandes almas , Vacquerie , Meurice,
Charles y François-Victor , atraian á sus semejan
tes, y la luz indecisa y lívida de aquellas venta
nas , con celosías y barrotes de hierro , iluminaba
una pequeña mesa de familia , á la cual se senta
ban con intimidad elocuentes oradores , entre
ellos Crémieux, y escritores potentes y fascina
dores , entre ellos Peyrat.
Un dia , Michel de Bourges, nos trajo á Gaston
Dussoubs .
Gaston Dussoubs vivia en el faubourg Saint
Germain , cerca de la Asamblea .
El 2 de Diciembre no le vimos en nuestras re
uniones. Estaba enfermo y no habia podido levan
tarse , « clavado , como él me escribia , por un reu
matismo articular . »
44 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Tenía un hermano , más joven que el que aca


bamos de nombrar , Denis Dussoubs . En la mañana
del 4 este hermano fué á verle .
Gaston Dussoubs sabía el golpe de Estado y es
taba indignado porque no podia abandonar el
lecho .
- ¡ Estoy deshonrado, exclamaba. Habrá bar
-

ricadas y mi banda no estará en ellas!!


-¡Sí ! dijo su hermano . i¡ Estará !
-¿Pero, cómo ?
-Préstamela .
-Tómala .
Denis tomó la banda de Gaston y salió .
Más adelante volveremos a ver á Denis Dus
soubs .
VII .

NOTICIAS Y ENCUENTROS .

Lamoricière , aquella misma mañana , pudo ha


cer llegar hasta mí por medio de madame Cour
bonne ( 1) este aviso :
« Fuerte de Ham.- El comandante se llama
Baudot . Su nombramiento , hecho por Cavaignac
en 1848, fué refrendado por Charras. Los dos son
hoy sus prisioneros . El comisario de policía en
viado por Morny á la aldea de Ham para vigilar
á los prisioneros y al carcelero , se llama Dufaure
de Pouillac ( 2 ).»
Yo pensé , cuando recibi la comunicacion, que
el comandante Baudot , « el carcelero , » se habia
prestado á la trasmision tan rápida de este aviso.

( 1) Calle de Anjou -Saint-Honoré , 16.


(2) El autor conserva esta nota escrita de puño y letra de
Lamoricière .
46 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Indicio de desquiciamiento del poder central .


Lamoricière , por el mismo conducto , me envió
algunos detalles sobre su prision y la de los ge
nerales sus camaradas .
Estos detalles completan los que ya he dado .
La prision de los generales se verificó al mismo
tiempo , en sus distintos domicilios , y con cir
cunstancias casi idénticas . En todas partes , las
casas cercadas , las puertas abiertas por la estra
tagema , ó hundidas por la fuerza , los porteros
engañados , algunas veces atados, hombres dis
frazados , otros provistos de cuerdas , otros arma
dos de hachas , la sorpresa en el lecho , la violen
cia nocturna . Algo que se parecia , como ya he
dicho , á una invasion de bandidos .
El general Lamoricière tenía , segun su propia
expresion , el « sueño fuerte . » Por grande que
fuese el ruido que hizo la policía en su puerta , no
despertó por esto . Su criado , antiguo soldado que
le era muy adicto , habló en voz alta y gritó para
despertar al general , y entabló una lucha con los
municipales. Un agente de policía le atravesó la
rodilla con su espada ( 1 ) . El general fué sorpren
dido y secuestrado en su lecho .

( 1 ) La gangrena sobrevino , y fué preciso amputarle la


pierna .
NOTICIAS Y ENCUENTROS. 47

Al pasar por el muelle Malaquais, Lamoricière


vió á las tropas que desfilaban con la mochila á la
espalda , y se asomó rápidamente á la portezuela
del carruaje. El comisario de policía que le acom
pañaba creyó que queria arengar á los soldados,
y cogiéndole al prisionero por el brazo, le dijo:
-General, si decís una palabra , os pongo esto .
Y con la otra mano mostró en la oscuridad al
general alguna cosa que era una mordaza .
Todos los generales presos fueron conducidos á
Mazas . Una vez allí , les encerraron y les olvida
ron . A las ocho de la noche el general Changar
nier no habia comido aún .
El momento de la detencion fué rudo para los
comisarios de policía : tuvieron ocasion de beber
vergüenza á grandes tragos . Lo mismo que Char
ras, Cavaignac , Leflo, Changarnier , Bedeau y
Lamoricière, los trataron como merecian . En el
momento de partir , el general Cavaignac se llevó
algun dinero . Antes de metérselo en el bolsillo se
volvió hacia el comisario Colin y le dijo : - ¿ Este
dinero estará en seguridad si le llevo conmigo ?
El comisario exclamó : ¡ Ah , general ! ¿ qué sig.
nifica esta sospecha ?
- ¿ Quién me asegura que no sois ladrones?
contestó Cavaignac . En aquellos momentos , casi
á la misma hora , Charras le decia al comisario de
48 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

policía Courteille : - - ¿ Quién me asegura que no


sois bandidos ?
Algunos dias despues , aquellos desgraciados
recibieron la cruz de la Legion de honor como
premio de sus servicios.
Esta cruz dada por el último Bonaparte á los
polizontes despues del 2 de Diciembre, es la misma
que el primer Napoleon ataba á las águilas del
Grande Ejército despues de Austerlitz .
Yo comuniqué estos detalles al comité. Afluian
otros informes. Algunos concernian á la prensa .
Desde la mañana del 2 de Diciembre , la prensa
era tratada con toda la brutalidad soldadesca .
Serrière , el valeroso impresor , vino á contarnos
lo que habia sucedido en La Presse . Serrière im
primia La Presse y el Avénement du Peuple , tras
formacion del Événement judicialmente supri
mido . El 2 , á las siete de la mañana , la imprenta
habia sido invadida por veintiocho soldados de
la guardia republicana mandados por un teniente
llamado Pape (decorado despues por este hecho).
Aquel hombre entregó á Serrière una órden en la
que se le prevenia que no hiciese ninguna clase
de impresion , firmada Nusse. Un comisario de
policia acompañaba al teniente Pape. Este comi
sario habia notificado á Serrière un «decreto del
presidente de la República » suprimiendo el Ave
NOTICIAS Y ENCUENTROS. 49

nement du Peuple; despues se colocaron centine


las cerca de las prensas. Los obreros habian hecho
resistencia ; un marcador habia dicho á los solda
dos: Imprimiremos á pesar vuestro . Entonces lle
garon cuarenta guardias municipales con dos sar
gentos y cuatro cabos , y á tambor batiente un
destacamento de línea mandado por un capitan .
Girardin llegó indignado y protestó con tanta
energía , que un sargento le dijo: Quisiera tener
un coronel como vos . El valor de Girardin se co
municó a los obreros , y con habilidad y audacia ,
bajo la vigilancia de los gendarmes , lograron im
primir las proclamas de Girardin en la prensa de
mano y las nuestras con el cepillo. Se las lleva
ron aún húmedas , y en paquetes pequeños, debajo
de sus chalecos .
Felizmente reinaba la embriaguez . Los gen
darmes hacian beber á los soldados , y los obreros
se aprovechaban de aquella orgía para trabajar.
Los guardias municipales reian , juraban , « ha
>

cian calembours, bebian Champagne y café ,» y


decian : Nosotros reemplazamos á los represen
tantes : nosotros tenemos veinticinco francos al
dia . Todas las prensas de París estaban así ocu
padas militarmente . El golpe de Estado lo tenía
todo . Aquel crímen maltrataba á los mismos pe
riódicos que le defendian . En las oficinas del Mo
4
50 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

niteur Parisien , los municipales quisieron tirar


sobre álguien que entreabria una puerta . M. De
lamare , director de La Patrie , tenía que luchar
con cuarenta guardias , y temía que le rompiesen
sus prensas . A uno de ellos le dijo : –- Pero si yo
soy de los vuestros.- El guardia contestó :
¿ Qué me importa ?
En la noche del 3 al 4, á las tres de la mañana,
todas las imprentas fueron evacuadas . El capitan
le dijo á Serrière: — Tenemos órden de concen
trarnos en nuestros distritos ; y Serrière , al con
tarnos el hecho , añadió : Se prepara alguna
Cosa . .

Yo habia tenido desde la víspera algunas con


versaciones relativas al combate con Georges Bis
carrat , hombre valiente y probo , del cual tendré
ocasion de hablar . Se habia citado en la calle Ri
chelieu , núm . 19. De allí fuí varias veces al nú
mero 15, en donde deliberábamos , y al núm . 19 ,
en donde dormí .
Estaba en la calle y acababa de despedirme de
aquel hombre honrado y animoso , cuando vi que
venía hácia mí el extremo contrario, M. Mé
rimée .
- ¡i Pardiez ! me dijo M. Mérimée ; os buscaba .
1
Yo le contesté :
- Espero que no me encontrareis.
NOTICIAS Y ENCUENTROS . 51

El me tendió la mano , yo le volví la es


palda .
No le he visto más . Creo que ha muerto .
Este Mérimée un dia , en 1847 , me hablaba de
Morny , y habíamos sostenido este diálogo . Mé
rimée decia :
- M. de Morny tiene un gran porvenir. Y me
preguntó :
-¿Le conoceis
Yo le contesté :
¡ Ah ! tiene un gran porvenir . Sí , conozco á
M. de Morny : es espiritual , frecuenta mucho la
sociedad , hace negocios industriales , ha puesto
>

en movimiento el negocio de la Vieille-Montagne ,


las minas de zinc , las hullas de Lieja . Tengo el
honor de conocerle . Es un estafador.
Habia entre Mérimée y yo esta diferencia : que
yo despreciaba á Morny y él le estimaba.
Morny le correspondia ; esto era justo.
Espere que Mérimée doblase la esquina de la
calle , y cuando desapareció , entré en elnúm . 15 .
Se sabian noticias de Canrobert . El 2 , por la
tarde , habia visitado á madame Leflò , aquella
mujer indignada. Al dia siguiente , 3 , debia ce
lebrarse un baile en casa de Saint-Arnaud , en el
ministerio de la Guerra . El general Lefið y su se
ñora estaban invitados y debian encontrarse con
52 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

el general Canrobert. Pero no fué de aquel baile


de lo que le habló madame Leflò . —General,, le
dijo, todos vuestros camaradas están presos : iy
vos cooperareis á esto ! - Lo que yo voy áa hacer,
-

dijo Canrobert , es presentar mi dimision , y aña


dió : - Podeis decírselo á Leflo. Estaba pálido y se
-

paseaba por el aposento , en extremo agitado .


.

¿Vuestra dimision , general? -Sí , señora . —¿Con


seguridad ? —Sí , señora , si no hay motin ...-Ge
neral Canrobert, exclamó madame Lefið, hé ahí
un sí que me dice lo que vais á hacer.
Y no obstante ; Canrobert no estaba decidido
aún . El fondo de Canrobert era la incertidumbre.
Pélissier , el hombre duro y arisco , decia : -¡Fiaos
de los nombres de las personas ! ¡ Yo me llamo
Amable , Randon ( 1 ) se llama César y Canrobert
Cierto !

(1 ) De sobrenombre Nous.
VIII.

SITUACION .

A pesar de que la táctica de combate del comité


consistia , ya he dicho por qué motivos , en no
condensar la resistencia , ni á una hora dada , ni
en un sitio determinado, sino en propagarla por
todas partes y hacerla durar muchos dias, todos
nosotros presentíamos , por instinto , como lo pre
sentían por su parte Jos malhechores del Elíseo,
que la jornada sería decisiya .
Se acercaba el momento en que el golpe de
Estado nos atacaria por todas partes y en que
tendríamos que sostener el choque de todo un ejér
cito . El pueblo , aquel gran pueblo revoluciona
rio de los arrabales de Paris, iabandonaria á sus
representantes? ¿ se abandonaria él mismo ? ó des
pierto é iluminado , ¿ se levantaria al fin ? Pre
gunta cada vez más terrible que nos repetiamos
con ansiedad .
54 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Ningun indicio serio del lado de la guardia na


cional. La elocuente proclama , escrita en casa de
>

Marie, por Jules Favre y Alexandre Rey , yy diri


gida en nuestro nombre a las legiones , no habia
podido imprimirse . El proyecto de Hetzel habia
abortado ; Versigny y Labrousse no se habian
unido á él porque el sitio designado para la re
union , en el ángulo de la calle de Richelieu y el
boulevard , habia sido contínuamente barrido por
las cargas de caballería . El esfuerzo animoso del
coronel Gressier sobre la 6. ' legion , y la tentativa
más tímida del teniente coronel Howyne sobre
la 5. ", habian fracasado. Sin embargo , la indig
nacion se dibujaba en París . La noche habia sido
significativa.
Hingray llegó muy temprano con un paquete
de ejemplares del decreto de destitucion , reimpre
so , oculto debajo de su paletó. Para llegar hasta
nosotros con este paquete , habia corrido diez ve
ces el peligro de ser detenido y fusilado. Inmedia
tamente hicimos distribuir y fijar los ejemplares.
Esta distribucion se ejecutó valerosamente; nues
tros carteles aparecieron en muchos sitios , al lado
de los carteles del golpe de Estado, que imponian
la pena de muerte á los que fijasen los decretos
emanados de los représentantes. Hingray nos dijo
que nuestras proclamas y nuestros decretos habian
65
SITUACION .

sido autografiados y circulaban de mano en mano


por miles de ejemplares. Era conveniente conti
nuar estas publicaciones. Un impresor , antiguo
editor de varios periódicos democráticos , M. Bou
lé , me habia hecho ofrecer sus servicios el dia an
terior . En Junio de 1848 defendió su imprenta,
devastada por los guardias nacionales . Le escribí,
incluí todas nuestras proclamas y decretos en la
carta , y el representante Montaigu se encargó de
llevársela . M. Boulé se excuso : sus prensas ha
bian sido invadidas á media noche por los guar
dias municipales.
Por nuestra iniciativa, y gracias al patriótico
concurso de algunos jóvenes alumnos de química
y de farmacia , se hábia fabricado pólvora en va
>

rios distritos . En un solo sitio , en la calle Jacob ,


se habian fabricado 100 kilogramos durante la
noche . Como esta fabricacion se hacía sobre la
ribera izquierda , y el combate se libraba en la
ribera derecha , era necesario hacer pasar los
puentes á esta pólvora. Se organizó como se
pudo este servicio , y á las nueve de la noche
nos advirtieron que la policía habia organizado
una vigilancia especial , y que los transeuntes
eran registrados, principalmente en el Pont
Neuf.
Se delineaba una especie de plan estratégico.
56 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Los diez puentes del centro estaban tomados mi


litarmente .
Se prendia á los paseantes en las calles , si su
cara parecia sospechosa. Un guardia municipal ,
en la esquina del Pont-au -Change, decia bastante
alto , para que los paseantes pudieran oirle : Coge
mos a todos los que no se han afeitado ó que tie
nen el aspecto de no haber dormido.
De cualquier modo que fuese, teníamos pólvora;
el desarme de la guardia nacional, en algunos
barrios , habia producido cerca de ochocientos fu
siles ; nuestras proclamas y decretos se fijaban ;
nuestra voz llegaba al pueblo ; empezábamos á te
ner confianza .
-¡La marea sube ! ¡la marea sube ! decia Edgar
Quinet , que habia venido á estrecharme la mano .
Nos anunciaron que las escuelas se sublevarian
y nos ofrecerian un asilo en medio de ellas . Jules
Favre exclamaba alegremente :
- Mañana fecharemos nuestros decretos en el
Panteon .
Los sintomas de buen agüero se multiplicaban .
Un viejo foco de la insurreccion , la calle Saint
André-des-Arts , se agitaba . La asociacion titulada
la Presse du travail daba señales de vida . Algu
nos bravos obreros , agrupados en torno de uno de
los suyos , Netré , calle de Jardinet , número 13,
SITUACION . 57

habian casi organizado una pequeña imprenta,


en un sotabanco , cerca del cuartel de la gendar
mería móvil . Habian pasado la noche redactando
primero , é impriendo despues , un Manifiesto a los
trabajadores, que llamaba al pueblo á las armas .
Eran .cinco hombres , hábiles y decididos;; se ha
bian procurado papel y tenian tipos nuevos ; unos
mojaban mientras los otros componian ; hacia las
dos de la madrugada empezaron aá imprimir ; era
necesario que los vecinos no se apercibieran de
nada ; habian conseguido ahogar los golpes sordos
del rodillo de tinta , alternándolos con el ruido rá
pido del rodillo de lana . En pocas horas tiraron
mil quinientos ejemplares,, y al amanecer estaban
fijados en las esquinas de las calles . Uno de estos
trabajadores intrépidos 2, su jefe, A. Desmoulins ,
de la raza fuerte de los hombres de letras y de los
combatientes , estaba desanimado el dia anterior:
entonces esperaba .
La víspera escribia: « ... ¿Dónde están los repre
sentantes ? Las comunicaciones están cortadas . No
se pueden atravesar ya los muelles ni los bouleva
res . Es imposible reunir la Asamblea popular. Al
pueblo le falta direccion . De Flotte por un lado ,
Victor Hugo por otro , y Schoelcher en muchos ,
empujan activamente al combate y exponen veinte
veces sus vidas : pero nadie les ve apoyarse en un
58 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

cuerpo organizado: además la tentativa de los rea


listas del 10.º distrito asusta : el pueblo teme que
aparezcan de nuevo al final.» Ahora aquel hom
bre tan inteligente y tan bravo , recobraba la
confianza y escribia : « Decididamente Luis Napo
leon tiene miedo . Los informes de la policía son
alarmantes . La resistencia de los representantes
republicanos , produce sus frutos. París se arma .
Ciertos cuerpos parecen dispuestos a pasarse . La
misma gendarmería móvil no está segura , y esta
mañana un batallon entero se ha negado á mar
char. El desórden se introduce en los servicios .
Dós baterías han tirado mucho tiempo una sobre
otra sin reconocerse . Se diria que el golpe de Es
tado ya á fracasar . »
Como se ve , los síntomas mejoraban .
¿ Maupas era insuficiente ? ¿ Recurrian á otro
mas hábil ? Un hecho parecia indicarlo. La vís
pera por la noche , un hombre de elevada estatura
habia sido visto desde las cinco á las siete , paseán
dose por delante del café de la plaza Saint -Michel :
C.

dos comisarios de policía de los que habian hecho


las prisiones del 2 , se le acercaron y él les habló
mucho tiempo . Aquel hombre era Carlier. ¿ Reem
plazaria á Maupas ?
El representante Labrousse, sentado en el café,
habia visto aquel conciliábulo.
SITUACION . 59

Cada uno de los comisarios iba seguido de uno


de estos agentes llamados los perros de los comi
sarios.
Al mismo tiempo , llegaban al comité adver
tencias extrañas : se puso en nuestro conocimiento
el billete siguiente :

1 3 Diciembre .

« Mi querido Bocage :
»Hoy á las seis se han ofrecido 25.000 francos
al que prenda ó mate á Victor Hugo.
» Vos sabeis en dónde está . Que no salga bajo
ningun pretexto .
» Vuestro ,
AL . DUMAS.»

Al dorso : Bocage , 18 , calle Cassette ( 1 ) .


>

Debíamos pensar en los menores detalles . Ha


bia en los diversos sitios de combate una variedad
de contraseñas que podia ser peligrosa . Habíamos
dado por contraseña la víspera , el nombre de Bau
din . Per imitacion se habian adoptado otros nom

( 1 ) El original de este billete está en poder del autor de este


libro , el cual se lo remitió M. Avenel , de parte de M. Bocage.
60 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

bres de representantes en algunas barricadas . En


la calle Rambuteau , la contraseña era Eugène
Sué y Michel de Bourges; en la calle Beaubourg,
Victor Hugo; en la Chapelle- Saint-Denis, Esqui
ros y de Flotte. Creimos necesario hacer cesar
aquella confusion y suprimir los nombres propios
de adivinacion fácil. La contraseña adoptada fué :
¿ Qué hace José ?
Recibíamos continuamente informes y noti
cias y de todos lados nos decian que se levanta
ban barricadas en todas partes, y que el tiroteo
empezaba en las calles centrales . Michel de Bour
ges, exclamó: --« Haced cuatro barricadas en cua
dro y deliberaremos en el centro . »
Tuvimos noticias del Mont-Valérien . Dos pri
sioneros más , Rigal y Belle acaban de ser encer
rados . Los dos pertenecian a la izquierda. El doc
tor Rigal era representante de Gaillac , y Belle de
Lavour . Rigal estaba enfermo, le habian cogido
en la cama . En la cárcel estaba tendido en un jer
gon y no podia vestirse. Su colega Belle le servía
de ayuda de cámara .
A las nueve , un capitan de la 8. ' legion de
>

la guardia nacional de 1848 , llamado Jourdan ,


vino á ofrecernos sus servicios . Era un hombre
atrevido , uno de aquellos que habian ejecutado,
en la mañana del 24 de Febrero , el temerario
SITUACION . 61

golpe de mano sobre el Hôtel de Ville . Le encar


gamos que repitiese este golpe de mano , y lo ex
tendiese hasta la Prefectura de policía . Conocia su
tarea . Nos dijo que disponia de pocos hombres ,
pero que haría ocupar silenciosamente durante el
dia ciertas casas estratégicas del muelle de Gè
vres, del muelle Lepelletier y de la calle de la Cité ,
y que si sucedia que las gentes del golpe de Es
tado al crecer el combate en el centro de París , se
viesen obligados a desguarnecer el Hôtel de Ville
y la Prefectura , el ataque empezaria inmediata
mente sobre aquellos dos puntos . El capitan Jour
dan , digámoslo en seguida, hizo todo lo que nos
habja prometido ; por desgracia , como lo supimos
>

por la noche , empezó demasiado pronto. Como lo


habia previsto, llegó un momento en que la plaza
del Hôtel de Ville quedó casi desprovista de tro
pas , porque el general Herbillon se habia visto
obligado á marcharse con la caballería para atacar
por la espalda las barricadas del centro . El ataque
de los republicanos empezó en seguida , los dispa
ros partieron de las ventanas del muelle Lepelle
tier ; pero la izquierda de la columna estaba aún
en el puente d’Arcole ; una línea de tiradores se
situó por orden del comandante Larochette de
lante del Hôtel de Ville ; el 44.° volvió sobre sus
pasos , y la tentativa fracaso.
62 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Vino Bastide , con Chauffour y Laissac .


-Buenas noticias , nos dijo; todo va bien . En
su cara grave , honrada y fria brillaba una espe
cie de serenidad cívica . Venía de las barricadas y
volvia á ellas. Dos balas habian atravesado su pa
leto . Yo le llamé aparte y le dije :—¿Volveis á las
barricadas ? —Sí.- ¿ Quereis conducirme? -No,
sois necesario aquí . Hoy sois general , y yo soy
soldado .-Insisti en vano , él persistió en su ne
gativa repitiendo: -- El comité es nuestro centro,
y no debe dispersarse. Vuestro deber consiste en
permanecer aquí . Además , añadió , podeis estar
tranquilo . Correis más peligros que nosotros; si os
cogen osfusilarán . - Pero puede llegarelmomento,
dije yo , que nuestro deber nos obligue á tomar
parte en la lucha .-Sin duda . — Yo continué : Vos
estais en las barricadas y juzgareis mejor que nos
otros cuándo debemos intervenir . Dadme vuestra
palabra de honor que hareis por mí , lo que qui
siérais que yo hiciera por vos , y que vendreis á
buscarme .—Os la doy , dijo , y me estrechó las
manos .

Sin embargo, pocos momentos despues de ha


berse marchado Bastide , por grande que fuese mi
confianza en la leal palabra de aquel hombre va
liente y generoso , no pude contenerme y aprove
ché un intervalo de dos horas, de las cuales podia
SITUACION . 63

disponer , para ir aá ver por mis ojos lo que pasaba ,


y cómo se sostenia la resistencia .
Tomé un coche en la plaza del Palais-Royal.
Le dije al cochero quién era , y que deseaba visi
tar у alentar a los combatientes de las barricadas ,
que iria unas veces á pié y otras en coche , y que
me confiaba á él .
El primero que encontreis á vuestro paso es casi
siempre un hombre honrado. Aquel bravo cochero
me contestó :-Sé en dónde están las barricadas.
Os llevaré á donde querais ; y os aguardaré donde
os parezca . Despues os conduciré de nuevo aquí , y
si no teneis dinero , no me pagueis , estoy orgu
lloso de lo que hago.
Y partí.
IX.

LA PUERTA SAINT-MARTIN .

Los hechos ocurridos durante la mañana eran


ya muy serios.
-Esto se enciende , habia dicho Bastide .
Lo difícil no es incendiar , sino encender.
Era evidente que París empezaba á enfadarse .
París no se enfada cuando se quiere . Es necesario
que se le antoje. Es un volcan . Tiene nervios. La
cólera venía lentamente, pero venía . Se veian en
el horizonte los primeros resplandores de la erup
cion .
Para el Elíseo , lo mismo que para nosotros , el
momento crítico se aproximaba. Desde la víspera
nos tanteábamos. El golpe de Estado y la Repú
blica, iban , en fin, á luchar á brazo partido . El co
mité lograba su objeto : algo irresistible arrastraba
á los últimos defensores de la libertad , y los em
LA PUERTA SAINT-MARTIN. 65

pujaba á la accion . Iba á empeñarse la batalla su .


prema .
En París , cuando han sonado ciertas horas,
cuando aparece la necesidad inmediata de un pro
greso que debe cumplirse , ó de un derecho que
debe vengarse , las insurrecciones se apoderan con
>

rapidez de toda la ciudad . Pero empiezan siempre


por la iniciativa de alguno . París , para su vasta
tarea histórica , se compone de dos personajes re
volucionarios : la clase media y el pueblo . Y á es
tos dos combatientes corresponden dos sitios de
combate : la puerta Saint-Martin , cuando es la
clase media la que se insurrecciona. ;; la Bastilla ,
cuando es el pueblo .
La mirada del hombre político debe siempre es
tar fija sobre estos dos puntos . Aquellas dos plazas
son célebres en la historia contemporánea , y pa
rece que hay siempre en ellas un resto de la ce
niza caliente de las revoluciones.
Cuando un viento de las alturas sopla , esta ce
niza caliente se dispersa y llena la ciudad de cen
tellas .
Aquella vez , y ya hemos indicado por qué cau
sas, el temible faubourg Antoine dormia , y como
ya se ha visto , nada habia podido despertarle. Un
parque completo de artillería , con las mechas en
cendidas, acampaba en torno de la columna de
5
66 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

* Julio , enorme sordo -muda de la Bastilla. Aquel


alto pilar revolucionario, aquel testigo silencioso
de las grandes cosas del pasado , parecia haberlo
olvidado todo . Es triste el decirlo ; los adoquines
que habian visto el 14 de Julio , no se levantaron
bajo las ruedas de los cañones del 2 de Diciembre .
No fué , pues, la Bastilla la que empezó , fué la
>

puerta Saint-Martin .
* Desde las ocho de la mañana , las calles Saint
Denis y Saint-Martin , de un extremo á otro , es
taban llenas de rumores ; corrientes de transeun
tes indignados subian y bajaban por ellas . Se
rasgaban los carteles del golpe de Estado ; se fija
ban nuestras proclamas ; grapos estacionados en
las esquinas de las calles adyacentes , comentaban
el decreto de declaracion de fuera de la ley , dado
por los miembros de la izquierda que habian que
dado libres ; la multitud se arrebataba los ejem
plares. Hombres subidos á los guarda-cantones
leian en alta voz los nombres de los ciento veinte
firmantes, y más aún que el dia anterior , cada
nombre significativo ó célebre era vivamente
aplaudido.
La multitud crecia por momentos , y con ella la
cólera. La calle Saint- Denis entera presentaba
este extraño aspecto que dan á una calle todas las
ventanas y todas las puertas cerradas, y todos los
LA PUERTA SAINT - MARTIN . 67

habitantes fuera. Mirais las casas y veis la muerte;


mirais la calle y veis la tempestad .
Cincuenta hombres resueltos salieron de pronto
de una callejuela lateral y recorrieron la calle gri
tando : ¡ A las armas ! i¡ Vivan los representantes de
la izquierda ! ¡i Viva la Constitucion ! El desarme
de los guardias nacionales empezó . Se verificó con
más facilidad que la víspera . En ménos de una
hora tuvieron ciento cincuenta fusiles.
Entretanto la calle se cubria de barricadas .
X.

MI VISITA Á LAS BARRICADAS .

Mi cochero me dejó en la plaza Saint - Eustache


y me dijo : — Estais en el avispero . Y añadió :-Os
esperaré en la calle de la Vrilhière , cerca de la
plaza de las Victoires . No tengais prisa .
Empecé á recorrer las barricadas.
En la primera encontre á de Flotte , que se ofre
ció á servirme de guía . No hay un hombre más de
cidido que de Flotte . Yo acepté y me condujo á
todos los sitios donde mi presencia podia ser útil .
.

Durante el camino me dio cuenta de las medi


das que habia tomado para imprimir nuestras pro
clamas : faltando la imprenta Boulé , se dirigió á
una litografía de la calle de Bergère, núm . 30, y
en ella , con peligro de su vida , dos hombres va
lientes habian impreso quinientos ejemplares
de nuestros decretos . Estos dos bravos obreros se
MI VISITA Á LAS BARRICADAS . 69

llamaban , el uno Rubens , el otro Achille Poin


celot .
Sin detenerme escribia notas con lápiz ( con el
lápiz de Baudin ) ; anoté los hechos sin órden : re
produzco aquí esta página . Estas cosas palpitantes
son útiles para la historia . El golpe de Estado está
en ella como si sangrara .
- « Mañana del 4. Se diria que el combate se
ha suspendido. ¿ Volverá á empezar ? Barricadas
que he visitado : una en la plaza Saint-Eustache .
Una en el mercado de Ostras . Una en la calle
Mauconseil . Una en la calle Tiquetonne. Una en
la calle Mandar ( Rocher de Cancale ) . Una que
cierra la calle del Cadran y la calle Montorgueil.
Cuatro cerrando el Petit -Carreau . Otra en cons
truccion entre la calle de Deux -Portes y la calle
Saint- Sauveur, cerrando la calle Saint- Denis. Una,
la más grande, que cierra la calle Saint-Denis, á
la altura de la calle de Guérin-Boisseau . Una cer
rando la calle Grenetat . Una antes en la calle Gre
netat cerrando la calle Bourg Labbé ( en el centro
un carro de harina volcado; buena barricada). Calle
Saint- Denis una cerrando la calle de Petit -Lion
Saint- Sauveur. Una que cierra la calle de Grand
Hurleur , obstruyendo las cuatro calles. Esta barri
cada ha sido ya atacada esta mañana. Un comba
tiente, Massonnet, fabricante de peines, calle Saint
0 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Denis, núm . 154 , ha recibido una bala en su paletó;


Dupapet , llamado el hombre de la barba larga, se
ha quedado el último sobre la cresta de la barri
cada . Se le ha oido gritar á los oficiales que diri
gian el ataque : ¡ Sois traidores ! Se cree que le
habrán fusilado. — La tropa se ha retirado, deta
lle curioso , sin destruir la barricada . — Se cons
truye una barricada en la calle Renard . — Algu
nos guardias nacionales de uniforme la miran
construir , pero no cooperan . Uno de ellos me ha
dicho : No estamos contra vosotros ; el derecho está
de vuestra parte. —Y añaden que hay doce ó
quince barricadas en la calle Kambuteau . — Esta
mañana al despuntar el dia se han disparado ca
ñonazos de firme, me dice uno de ellos, en la ca
lle Bourbon-Villeneuve . --Visito una fábrica de
pólvora improvisada por Leguevel en casa de un
farmacéutico; enfrente de la calle Guérin -Bois
seau .

» Se construyen barricadas amigablemente , sin


incomodar á nadie. Se hace todo lo posible para
no molestar al vecindario. Los combatientes de la
barricada Bourg-Labbé tienen los piés en el barro
á causa de la lluvia . La barricada es una cloaca .
No se atreven áá pedir una haz de paja y se tienden
en el agua ó sobre los adoquines.
» He visto á un joven enfermo, que se habia
MI VISITA Á LAS BARRICADAS . 71

levantado teniendo fiebre . Me ha dicho : - Me


haré matar. ( Y lo ha hecho.)
» En la calle Bourbon-Villeneuve no se ha
pedido a los vecinos ni un solo colchon , áa pesar de
que el cañoneo de que la barricada era objeto ha
cía necesarios los colchones para amortiguar las
balas.
» Los soldados hacen mal las barricadas , porque
las hacen bien . Una barricada debe bambolearse ;
bien construida no vale nada : es necesario que los
adoquines carezcan de aplomo , « á fin de que rés
balen sobre los soldados , me dijo un pilluelo , y les
rompan las patas . » La torcedura forma parte de
la barricada .
» Jeanty Sarre es el jefe de todo un grupo de
barricadas. Me presenta á su segundo, Charpentier,
hombre de treinta y seis años , literato y sabio.
Charpentier se ocupa en hacer experimentos que
tienen por objeto reemplazar el carbon y la ma
dera por gas , en el conocimiento de la porcela
na; me pide permiso para leerme « uno de estos
dias > una tragedia . Yo le contesto : Estamos ha
ciendo una .
»Jeanty Sarre riñe á Charpentier ; faltan mu
niciones .
» Jeanty Sarre, teniendo en su casa , calle Saint
Honoré , una libra de pólvora de caza y veinte
72 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

cartuchos de guerra , ha enviado á Charpentier á


buscarlos . Charpentier ha ido, se ha llevado la pól
vora y los cartuchos ; pero los ha distribuido á los
combatientes de las barricadas que ha encontra
do en el camino . - Estaban hambrientos , dice.
>

Charpentier no ha tocado en su vida una arma de


fuego. Jeanty Sarre le enseña á cargar un fusil. .

» Se come y se está caliente en la taberna de la


esquina. Hace mucho frio. El tabernero dice :
Los que tengan hambre que coman . Un comba
tiente le ha preguntado :-¿Quién pagará? —La
muerte , ha contestado el tabernero . Y en efecto,
algunas horas despues ha recibido diez y siete ba
yonetazos.
» No se han roto los tubos del gas, siempre ,
« para no causar perjuicios. » Los combatientes se
han limitado á quitar las llaves á los porteros y
las pertigas á los encendedores .
» De esta manera pueden á su arbitrio apagar
ó encender.
» Este grupo de barricadas es fuerte y desem
peñará un gran papel . He aguardado un momen
to , creyendo que le atacarian en seguida . Se ha
oido el toque de la corneta que se acercaban ; pero
despues se han alejado. Y Jeanty Sarre acaba de
decirme : Será por la noche .
» La intencion es apagar el gas de la calle Petit
MI VISITA Á LAS BARRICADAS . 73

Carreau y de todas las calles vecinas , dejando


un solo farol encendido en la calle de Cadran . Ha
colocado centinelas hasta en la esquina de la calle
Saint-Denis; hay allí un lado abierto sin barri
cadas , pero poco accesible a la tropa , a causa de
la estrechez de las calles que sólo permiten el paso
á una persona : luego la abertura no es peligrosa ;
utilidad de las calles estrechas ; la tropa sólo sirve
« en masa ; » al soldado no le gusta la dispersion ;
en guerra codearse es la mitad del valor. Jean
ty Sarre. tiene un tio reaccionario , con el cual no
se trata , que vive allí cerca , en la calle de Petit
Carreau, núm . 1 .-;Qué miedo le daremos dentro
de un rato !; me ha dicho Jeanty Sarre riendo.
Por la mañana Jeanty ha inspeccionado la bar
ricada de la calle Montorgueil. Sólo habia en
ella un hombre, que estaba embriagado y que
le ha puesto el cañon del fusil en el pecho di
ciendo: No se pasa . Jeanty Sarre le ha des
armado .
» Voy á la calle Pagevin . En el ángulo de la pla
za des Victoires hay una barricada muy bien cons
truida . En la barricada de la calle Jean - Jacques
Rousseau , la tropa esta mañana no ha hecho
prisioneros. Los soldados han acuchillado a todos
los defensores; hay cadáveres hasta en la plaza
de las Victoires. La barricada Pagevin se ha sos
74 HISTORIA DE UN CRİMEN.

tenido . La defienden cincuenta hombres bien ar


mados . Entro y pregunto: —¿ Todo va bien ?-Sí;,
valor. — Y estrecho las manos de aquellos valien
tes . Me informan de lo que ha ocurrido. Han
visto á un guardia municipal aplastar la cabeza de
un moribundo á culatazos. Una joven linda , que
se dirigia a su casa , se ha refugiado en la barri
cada . Se ha quedado en ella una hora « asustada :)
cuando el peligro ha pasado , el jefe de la barri
cada la ha hecho acompañar á su casa «por el más
viejo de sus hombres . »
» Cuando iba á salir de la barricada Pagevin ,
me han presentado un prisionero, ««un polizonte, »
segun decian . Esperaba ser fusilado . Le he hecho
poner en libertad . »
Bancel estaba en aquella barricada de la calle
Pagevin . Nos estrechamos la mano .
El me preguntó.
-¿Venceremos ?
- Sí ; le contesté .
Casi no dudábamos del éxito .
De Flotte y él quisieron acompañarme temien
do que cayera en manos de un batallon que guar
daba el Banco .
El tiempo era nebuloso y frio, casi tenebroso .
Aquella oscuridad nos ocultaba y nos protegia .
La niebla estaba de nuestra parte .
MI VISITA Á LAS BARRICADAS . 75

Cuando llegábamos á la esquina de la calle de


la Vrillière, pasó un grupo á caballo .
Eran algunos oficiales precedidos de un hombre
que parecia militar; pero que no vestía de unifor
me . Llevaba un gaban con capuchon .
De Flotte me tocó el brazo y me dijo en voz
baja:
-¿Conoceis á Fialin ?
Yo contesté .
- No.
-¿Le habeis visto ?
- No.
- ¿ Quereis verle ?
-
- No.
- Miradle .
Yo miré .
Aquel hombre pasaba, en efecto, por delante de
nosotros . Era él , el que precedia el grupo de ofi
>

ciales. Salia del Banco . ¿ Habia venido para hacer


un nuevo empréstito forzoso ? Las personas que es
taban en las puertas le miraban con curiosidad у
sin cólera. Toda su persona era insolente . Se vol
via de vez en cuando para decir algo a los que le
seguian. Aquella pequeña cabalgata piafaba en la
niebla y en el barro . Fialin tenía el aire arrogante
de un hombre que caracolea delante de un crí
men. Miraba a los pasantes de un modo altanero .
76 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Su caballo era magnífico, y , pobre animal , pare


cia orgulloso de su jinete . Fialin sonreia. Tenía
en la mano el látigo que su rostro merecia.
Pasó . Sólo he visto á este hombre aquella vez .
De Flotte y Bancel no se separaron de mí , hasta
que subí de nuevo á mi coche . Mi valiente co
chero me aguardaba en la calle Vrillière. El me
condujo al número 15 de la calle Richelieu .
XI.

LA BARRICADA DE LA CALLE MESLAY .

La primera barricada de la calle Saint-Martin


se construyó á la altura de la calle Meslay. Se
volcó una gran carreta , se la puso a través de la
calle, se desempedró el arroyo , y hasta se arran
caron algunas baldosas de la acera . Esta barri -
cada , centro de la defensa de la calle sublevada,
no podia ser más que un obstáculo momentáneo .
En ninguna parte los adoquines tenian la altura
de un hombre . En una tercera parte de la barri
cada no pasaban de la rodilla. Esto será siempre
bueno para hacerse matar , decia un pilluelo que
amontonaba adoquines . Unos cien combatientes
tomaron posiciones detrás de ella . Hácia las nueve,
los movimientos de las tropas anunciaron el ata
que . La vanguardia de la columna de la brigada
Marulay ocuparon el ángulo de la calle del bou
levard . Una pieza de artillería que enfilaba toda
78 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

la calle , apareció delante de la puerta de Saint


Martin . Los enemigos se observaron algun tiempo
con aquel silencio sombrío que precede al choque:
la tropa miraba la barricada erizada de fusiles, la
barricada miraba al cañon con su boca abierta .
Pronto se dió la orden de ataque general . El fuego
empezó . La primera bala pasó por encima de la
barricada , é hirió en el pecho , á veinte pasos de
trás , á una mujer que pasaba. La mujer cayó des
trozada. El fuego se hizo vivo , sin causar mucho
.

daño a la barricada. La pieza estaba demasiado


cerca , y la puntería era demasiado alta .
Los combatientes , que no habian perdido ni un
solo hombre , recibian las balas al grito de : ¡ Viva
la República ! pero no tiraban . Tenian pocos car
tuchos y los economizaban . De pronto el 49.º re
gimiento desembocó en columna cerrada .
La barricada hizo fuego.
La humareda llenó la calle; cuando se disipó,
habia una docena de hombres en el arroyo , y los
soldados se replegaban en desórden arrimados á
las casas .
El jefe de la barricada exclamó: Huyen . ¡ Alto
el fuego! no perdamos ni una sola bala .
La calle quedó desierta algunos momentos. El
fuego del cañon empezó de nuevo . Enviaba una
bala cada dos minutos , pero la puntería continúa
LA BARRICADA DE LA CALLE MESLAY. 79

siendo alta. Un hombre que tenía una escopeta de


caza , se acercó al jefe de la barricada y le dijo :--
Desmontemos la pieza . Matemos á los artilleros.
¿ Por qué ? dijo el jefe sonriendo ; no nos hacen
daño ; no se lo hagamos .
No obstante , se oian distintamente las cornetas
al otro lado de las casas que ocultaban a las tropas
escalonadas sobre la plaza de Saint-Martin ; se co
nocia que se preparaba un nuevo ataque.
Este ataque sería por necesidad ardiente , en
carnizado , tenaz .
>

Era . tambien evidente , que una vez tomada


aquella barricada , la calle sería barrida. Las de
más barricadas eran más débiles que la primera,
y estaban ménos defendidas. Los tenderos habian
dado sus fusiles, entrando de nuevo en sus casas.
Prestaban su calle , hé ahí todo .
Era necesario , pues , sostenerse en la barricada
principal todo el tiempo posible . ¿ Pero que hacer,
y cómo resistir ? Apenas quedaban dos cartuchos
por hombre .
Pero se recibió un socorro inesperado .
Un jóven - puedo nombrarle , porque ha muer
to (1)—Pierre Tissié, que era obrero y tambien poe

( 1 ) No debe olvidarse que este libro está escrito en el des .


tierro, y que entonces nombrar héroes , era designar proscritos.
80 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

ta, habia trabajado una gran parte de la mañana


en la construccion de la barricada , y en el mo
mento en que el fuego empezaba , se habia mar
chado alegando para excusarse que no le habian
dado fusil . En la barricada habian dicho : Hé ahí
uno que tiene miedo .
Pierre Tissié no tenía miedo , como se vió más
tarde .
Se marchó de la barricada .
Pierre Tissié no poseia otra arma que su cuchi
llo , que era un cuchillo catalan : le abrió por lo
que pudiera ocurrir , y continuó su camino,
Cuando salia de la calle Saint-Sauveur , vió en
la esquina de una pequeña calle desierta , cuyas>

ventanas estaban cerradas , á un soldado de linea


de descubierta , apostado sin duda por alguna gran
guardia poco lejana.
Este soldado estaba inmóvil, con el fusil prepa
rado, dispuesto a tirar.
Oyó los pasos de Pierre Tissié y gritó :
¿ Quién vive ?
i La muerte ! contestó Pierre Tissié .
El soldado disparó y no tocó á Pierre Tissié , que
se arrojó sobre él y le derribó de una cuchillada.
El soldado arrojaba bocanadas de sangre .
– No me creia capaz de esto , murmuró Pierre
Tissié , y añadió : -¡A la ambulancia !
LA BARRICADA DE LA CALLE MESLAY . 84

Cargó con el soldado , recogió el fusil que ha


bia caido en el suelo , y volvió a la barricada .
-

- Traigo un herido , dijo.


Un muerto , le dijeron .
En efecto, el soldado acababa de espirar .
¡ Infame Bonaparte ! dijo Tissié. ¡ Pobre mu
chacho ! Al fin , tengo un fusil .
Se vaciaron la mochila y la cartuchera del sol
dado y se repartieron los cartuchos ; habia ciento
cincuenta . Se le encontraron tambien dos mone
das de oro de diez francos , soldada de losdos dias
trascurridos desde el 2 de Diciembre. Los arroja
ron al arroyo . Nadie los quiso .
Los cartuchos se distribuyeron al grito de :
¡ Viva la República !
Entre tanto los asaltantes habian puesto en ba
tería un mortero al lado del cañon .
Apenas estaba terminada la distribucion de los
cartuchos , cuando la infantería apareció de nuevo
y se lanzó sobre la barricada á la bayoneta . Este
segundo asalto , como se habia previsto , fué ás
pero y rudo , pero se rechazó . Dos veces la infan
tería volvió a la carga , dos veces retrocedió de
jando la calle cubierta de cadáveres. En el inter
valo de los asaltos , una granada habia desman
telado la barricada , y el cañon disparaba con me
tralla .
6
82
HISTORIA DE UN CRÍMEN.

La situacion era desesperada : los cartuchos es


taban agotados . Algunos arrojaron sus fusiles y
se marcharon . Para escaparse , no habia otra sa
lida que la calle Saint-Sauveur , y para llegar á
la esquina de la calle Saint- Sauveur era necesario
atravesar la parte baja de la barricada que dejaba
casi todo el cuerpo descubierto . Las vizcainas y
las balas llovian allí . Tres ó cuatro hombres fue
ron muertos ; uno de ellos , como Baudin , de un
balazo en el ojo. El jefe de la barricada se aperci
bió de que se habia quedado solo con Pierre Tissié
y un niño de catorce años, el mismo que amon
tonaba adoquines . Se anunciaba un tercer ataque ,
y los soldados empezaban á avanzar á lo largo de
las casas .
-Vámonos, dijo el jefe de la barricada.
-Yo me quedo , dijo Pierre Tissié .
-Y yo tambien , dijo el muchacho .
Y añadió :
-No tengo padre ni madre. Lo mismo es mo
rir hoy que mañana .
El jefe dispara su último tiro y se retiró como
los demás por la parte baja de la barricada. Una
descarga derribó su sombrero . Los soldados esta
ban ya áá veinticinco pasos . Él dijo a los que se
quedaban :
-¡Venid !!
LA BARRICADA DE LA CALLE MESLAY . 83

- No , dijo Pierre Tissié .


- No , dijo el niño .
Un instante despues los soldados escalaban la
barricada ya casi destruida .
Pierre Tissié y el niño fueron cosidos á bayone
tazos.

En aquella barricada se abandonaron veinte fu


siles.
XII.

LA BARRICADA DE LA ALCALDÍA DEL 5.0 DISTRITO .

Muchos guardias nacionales de uniforme llena


ban el patio de la alcaldía del 5.º distrito. A
cada momento llegaban otros nuevos . Un antiguo
tambor de la guardia móvil se habia apoderado de
una caja en la sala baja contigua al cuerpo de
guardia , y habia tocado llamada en las calles pró
ximas a la alcaldía . A las nueve , un grupo de ca
torce ó quince jóvenes , la mayor parte con blusas
blancas, entró en la alcaldía gritando : ¡ Viva la
República! Estaban armados de fusiles. La guar
dia nacional les acogió con los gritos de ſabajo
Luis Bonaparte ! Se fraternizó en el patio. De
pronto se produjo un movimiento . Acababan de
entrar los representantes Doutre y Pelletier.
-¿Qué hay que hacer ? exclamó la multitud .
-- Barricadas , dijo Pelletier.

1
BARRICADA DE LA ALCALDÍA DEL 5.° DIST. 85

Empezaron aá desempedrar .
Un gran carro cargado de sacos de harina pa
saba por la puerta de la alcaldía . Se desengan
charon los caballos que el carretero se llevó , y
sin volcarlo , se colocó el carro a través del ancho
arroyo del faubourg . La barricada se completó en
un momento . Pasó un carreton . Se le colocó de
recho entre las ruedas del carro , como se pone un
biombo delante de una chimenea .
El resto lo componian trastos y adoquines . Gra
cias al carro de harina , la barricada era alta ; lle
gaba hasta los primeros pisos de las casas . Cor
taba el faubourg en el ángulo mismo de la pe
queña calle Saint- Jean . Se habia abierto en la
barricada un agujero estrecho que salia á la es
quina de la calle.
-Una barricada no basta , dijo Doutre2 ; es ne
cesario colocar a la alcaldía entre dos barreras
para poderse defender al mismo tiempo de los dos
lados .
Se construyó otra barricada que cerraba la parte
alta del faubourg. Esta era baja y débil , com
puesta solamente de tablas y de adoquines. Unos
cien pasos separaban las dos barricadas .
Habia trescientos hombres en aquel recinto.
Solamente cien tenian fusiles. La mayor parte
sólo disponian de un cartucho :
86 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

El tiroteo empezó a las diez. Dos compañías de


línea se adelantaron é hicieron algunas descar
gas de peloton . Aquello era un ataque falso . La
barricada contestó y cometió la falta de agotar
impremeditadamente sus municiones. La tropa se
retiró . Entonces , cuando se emprendió el ataque
formal, los cazadores de Vincennes desembocaron
por la esquina del boulevard .
Segun la táctica africana , se deslizaron a lo
largo de los muros ; despues emprendieron la car
rera y se lanzaron sobre la barricada .
No quedaban municiones en la barricada . No
habia que esperar cuartel.
Los que no tenian ni pólvora , ni balas, arro
jaron los fusiles . Algunos quisieron tomar posi
ciones en la alcaldía , pero era imposible defen
derse en ella , porque estaba abierta у dominada
por todas partes ; escalaron los muros y se disper
saron en las casas vecinas ; otros se escaparon por
la abertura de la barricada que salia á la calle
Saint-Jean ; la mayor parte de los combatientes
ganaron el otro lado de la barricada opuesta , y
los que tenian aún un cartucho, subidos en los
adoquines hicieron una última descarga sobre los
soldados. Despues aguardaron la muerte . Todos
sucumbieron .
Uno de los que lograron deslizarse hasta la calle
BARRICADA DE LA ALCALDÍA DEL 5.° DIST. 87

Saint- Jean , en donde tenian que sufrir un fuego


de peloton de los asaltantes, era M. H. Coste, redac
tor del Evénement y del Avénement du Peuple.
M. Coste habia sido capitan de la guardia mó
vil . En un recodo que forma la calle que le po
nia fuera del alcance de las balas, M. Coste vió
delante de él al antiguo tambor de la guardia
móvil que se escapaba por la calle Saint-Jean , y
se aprovechaba de la soledad para desembarazarse
del tambor .
-Guarda tu tambor , le dijo.
--¿Para qué ?
Para tocar llamada .
-¿En dónde ?
En Batignolles.
-Lo guardo , dijo el tambor .
Aquellos dos hombres salian de la muerte y
consentian en entrar otra vez en ella .
¿Pero cómo atravesar todo París con aquel
tambor ?
La primera patrulla que encontrasen les fusi
laría .
Un portero de una casa vecina que vió su em
barazo , les dió un saco .
Envolvieron con él el tambor , y llegaron á Ba
tignolles por las calles desiertas que desembocan
en el muro de circunvalacion .
XIII.

LA BARRICADA DE LA CALLE DE THÉVENOT .

Georges Biscarrat era el hombre que habia dado


la señal de la rechifla en la calle de Echelle .
Conocia á Georges Biscarrat desde el mes de
Junio de 1848. Habia formado parte de aquella
insurreccion funesta . Yo habia tenido ocasion de
no serle inútil . Estaba preso y de rodillas para
ser fusilado; intervine , y le salvé á él y á otros,
M. D. D. B. , y á aquel valiente arquitecto Rolland ,
que más tarde , estando proscrito , restauró con
talento el palacio de Justicia de Bruselas .
Esto ocurrió el 24 de Junio de 1848 , en los só
tanos de una casa del núm . 93 del boulevard
Beaumarchais , casa entonces en construccion .
Georges Biscarrat se hizo amigo mio . Recordó
que era sobrino de uno de mis antiguos y buenos
amigos de la infancia, Félix Biscarrat, muerto
BARRICADA DE LA CALLE DE THÉVENOT . 89

en 1828. Georges Biscarrat venía á verme de vez


en cuando , y en ciertas ocasiones me consultaba
ó me informaba .
Queriendo preservarle de ciertas influencias pe
ligrosas , le habia dado , y él habia aceptado , esta
>

regla de conducta : La insurreccion , sólo por el


deber y para el derecho .
¿ Qué habia sido la rechifla de la calle de
Echelle ? Contemos el incidente ,
El 2 de Diciembre Bonaparte habia intentado
una salida . Se habia arriesgado á mirar á París .
A París no le gusta que le miren ciertos ojos. Esto
le parece insolente , y le irrita más un insulto que
una herida . Sufre el asesinato , pero no la gui
ñada del asesino . No le pareció bien la mirada de
Bonaparte.
A las nueve de la mañana , en el momento en
que la guarnicion de Courbevoie venía sobre París ,
frescos aún los carteles del golpe de Estado , Luis
Bonaparte habia salido del Elíseo , habia atrave
sado la plaza de la Concordia , el jardin de las Tu
llerías , despues habia tomado por el patio del Car
rousel, habiéndosele visto salir por el portillo de
la calle de Echelle . En el acto se reunió un grupo
numerošo . Luis Bonaparte vestía el uniforme de
general; su tio ,> el antiguo rey Jerónimo , le acom
pañaba , y Flahaut , que se mantenia detrás . Je
90 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

rónimo vestía el gran uniforme de mariscal de


Francia con el sombrero de plumas blancas ; el ca
ballo de Luis Bonaparte adelantaba toda la cabeza
al caballo del rey Jerónimo . Luis Bonaparte es
taba taciturno. Jerónimo atento, Flahaut satisfe
cho . Flahaut llevaba el sombrero ladeado. Detrás
de él venía una gruesa escolta de lanceros . Edgar
Ney seguia despues . Bonaparte se proponia ir
hasta el Hôtel de Ville . Georges Biscarrat estaba
allí . La calle estaba desempedrada. Se cambiaba
el empedrado ; él subió sobre un monton de pie
dras y lanzó este grito: -¡Abajo el dictador !
i Abajo los pretorianos! — Los soldados le miraron
con aire estúpido , y la multitud con aire sorpren
dido. Georges Biscarrat ( él mismo me lo ha di
cho ) , conoció que su grito era demasiado literario
y que no le comprendian , y grito : ¡ Abajo Bona
parte ! ¡ Abajo los lanceros !
La rechifla se propagó como una chispa eléc
trica . Abajo Bonaparle ! ; Abajo los lanceros !
gritó el pueblo , y toda la calle se convirtió
en violenta y tempestuosa. - ; Abajo Bona
parte !
El clamor público parecia una ejecucion que
empezaba. Bonaparte hizo un brusco movimiento
hacia la derecha, volvió las riendas y entró en el
patio del Louvre .
BARRICADA DE LA CALLE DE THÉVENOT. 91

George Biscarrat sintió la necesidad de comple


tar la rechifla con una barricada .
Vió al librero Benoist Mouilhe que acababa de
entreabrir su tienda , y le dijo : -Gritar es bueno,
obrar es mejor.- Entró en su casa , calle de Vert
Bois , se puso una blusa , tomó una gorra y volvió
á las calles sombrías. Antes de terminar el dia se
habia entendido con cuatro sociedades : los teje
dores de gasa , los hormeros , los tejedores de en
cajes y los sombrereros .
Asi se pasó para él la jornada del dia 2 .
La jornada del 3 se pasó en idas y venidas « casi
inútiles , » decia Biscarrat Versigni . Y añadia :
No obstante, he obtenido que se rasgaran en todas
partes los carteles del golpe de Estado , aá pesar de
que para hacer más difícil esta operacion , la po
licía se ha decidido á fijarlas en las mingitorias en
donde están en su sitio .
El jueves 4 , por la mañana , Georges Biscarrat
fué al restaurant de Ledouble , en donde comian
habitualmente cuatro representantes del pueblo ,
Brives , Berthelon , Antoine Bard y Viguier , lla
mado de sobrenombre el Padre Viguier. Los cua
tro estaban allí . Viguier contaba lo que habíamos
hecho el dia anterior , y era de mi opinion : apre
surar el desenlace , arrojar al crímen en su propio
abismo. Llegó Biscarrat . Los representantes no le
92 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

conocian y le miraron con desconfianza. ¿ Quién


sois ? preguntó uno de ellos . Antes que hubiese
contestado , el doctor Petit entró , desdobló un pa
pel y dijo : -- Conoce alguno de vosotros la letra
de Victor Hugo ?-Yo, dijo Biscarrat, y examinó
el papel . Era una proclama al ejército. — Es ne
cesario imprimir esto , dijo Petit . —Yo me encar
go de hacerlo , dijo Biscarrat . Antoine Bard le pre
guntó : -¿Conoceis
¿ Conoceis á Victor Hugo ?-Me ha sal
vado la vida , contestó Biscarrat . Los representan
tes le estrecharon la mano .
Entró Guilgot . Despues Versigny . Versigny co
nocia á Biscarrat le habia visto en mi casa : Ver
signy dijo : --- Tomemos precauciones. Fuera de la
puerta espera un hombre . - Es un tejedor de en
-

cajes , dijo Biscarrat. Es de los nuestros y me


acompaña . — Pero , continuó Versigny , lleva blu
sa , y debajo de ella un pañuelo . Parece que quie
>

re ocultar este pañuelo que seguramente envuel


ve alguna cosa . - Bombones, dijo Biscarrat.
-

Eran cartuchos .
Versigny y Biscarrat se dirigieron al Siéde; ha
bia en el Siede treinta obreros , que todos, á riesgo
de ser fusilados, se ofrecieron á imprimir mi pro
clama. Biscarrat se la entregó y dijo Versigny:
Ahora necesito una barricada .
El tejedor les seguia. Versigny y Biscarrat se
BARRICADA DE LA CALLE DE THÉVENOT. 93

dirigieron al distrito Saint-Denis . Al acercarse á


la puerta Saint-Denis , oyeron un gran tumulto .
Biscarrat riendo le decia á Versigny: Saint- De
nis se enfada . Esto va bien . Biscarrat en el cami
no reclutó cuarenta combatientes, entre ellos á
Moulin , jefe de la Sociedad de los albañiles . Cha
puis , sargento de la guardia nacional , les entregó
cuatro fusiles y diez sables .--- ¿Sabeis dónde hay
más ? preguntó Biscarrat. -Sí, en los barrios de
Saint- Sauveur .–Fueron allá y encontraron cua
renta fusiles . Les dieron tambien sables y cartu
cheras . Dos « caballeros >> bien vestidos les ofrecie
ron unas cajas de hoja de lata llenas de pólvora y
balas. Las mujeres , valerosamente alegres , hicie
ron cartuchos . En la primera puerta á la entrada de
la calle Hasard- Saint-Sauveur , tomaron en un
gran patio de cerrajería barras de hierro y mar
tillos . Teniendo armas , tuvieron hombres . En po
cos minutos se reunieron cien . Empezaron a des
empedrar . Eran las diez de la mañana . - ¡Aprisa ,
aprisa ! decia Georges Biscarrat. Terminemos la
barricada de mis sueños . Esto sucedia en la calle
Thévenot . La barricada se construyó . Era alta y
terrible . Abreviemos . A las once Georges Biscar
rat habia terminado su barricada . A las doce ha
bia muerto en ella .
H

XIV .

OSSIAN Y ESCIPION .

Los arrestos se multiplicaban.


Hácia el medio dia , un comisario de policía , lla
mado Boudrot , se presentó en el café de la calle
Lepelletier. Le acompañaba el agente Delahodde.
Delahodde era aquel escritor socialista traidor, que
desenmascarado , habia tenido que pasar de la po
licía secreta a la policía pública . Yo le conocia y
menciono este detalle : en 1832 , era maestro en
la escuela á que asistian mis dos hijos , siendo ni
ños , y me habia dedicado unos versos . Al mismo
tiempo me espiaba. El café de la calle Lepelletier
era el sitio de reunion de muchos periodistas repu
blicanos . Delahodde los conocia a todos . Un desta
camento de la guardia nacional ocupaba las salidas
del café. Se inspeccionó a todos los concurrentes;
Delahodde iba delante , el comisario detrás. Dos
OSSIAN Y ESCIPION . 95

guardias municipales les seguian . De tiempo en


tiempo Delahodde se volvia hacia ellos diciéndoles :
Atad á éste. Así fueron arrestados veinte periodis
tas , entre los cuales Hennett de Kesler (1 ) . Kesler
estaba el dia anterior en la barricada Saint-Antoi
-

ne . Kesler le dijoá Delahodde :-Sois un miserable .


-Y vos un ingrato, contestó Delahodde . Os salvo
la vida.- Palabra singular , porque es imposible
creer que Delahodde estuviese enterado de lo que
debia pasar en aquella fatal jornada del 4 .
El comité recibia de todas partes noticias favo
rables. Testelin , representante de Lille , no es so
lamente un hombre sabio , es un hombre valiente.
El 3 por la mañana habią llegado un momento
despues que yo a la barricada Saint-Antoine , en
donde Baudin acababa de sucumbir. Todo estaba
terminado por aquella parte . Testelin iba acom
pañado de Charles Gambon , otro hombre intrépi
do (2) . Los dos representantes vagaron por aque
llas calles apretadas y profundas, poco seguidos , y
ménos comprendidos , buscando una fermentacion
de insurgentes, y no encontrando más que un hor
migueo de curiosos. Testelin vino al comité y nos

(1 ) Muerto en el destierro , en Guernesey . Véase mi libro


Actos y palabras, tomo 11, Durante el destierro.
(2) Muerto en el destierro en Termonde.
96 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

participó, que en la esquina de una calle del fau


bourg Saint- Antoine, Gambon y él habian obser
rado un grupo numeroso que leia un cartel fija
do en el muro . Era un llamamiento a las armas fir
mado Victor Hugo. Testelin le preguntó á Gambon :
- ¿ Teneis un lápiz ? —Sí , dijo Gambon.— Tes
telin tomó el lápiz, se acercó al cartel y escribió su
nombre debajo del mio , en seguida devolvió el lá
piz á Gambon que a su vez escribió su nombre de
bajo del de Testelin . Entonces la multitud gritó :
¡Bravo! estos son los buenos ! ---Gritad: ¡ Viva la Re
pública ! dijo Testelin . Todos gritaron : i¡ Viva la
República ! Y asomadas a las ventanas , las muje
res aplaudian .
- Las manos pequeñas de las mujeres aplau
-

diendo es un buen sintoma , dijo Michel de


Bourges .
Como se ha visto , y nosotros insistimos en ello,
lo que queria el comité de resistencia era evitar
todo lo posible la efusion de sangre . Construir
barricadas , dejarlas destruir y empezar otras nue
vas , evitar al ejército y fatigarle, hacer en París
la guerra del desierto, retroceder siempre , no ce
der jamás, tomar al tiempo por auxiliar , añadir
las jornadas á las jornadas; de una parte , dejar
al pueblo el tiempo de comprender y de levan
tarse ; de otra , vencer al golpe de Estado por el
OSSIAN Y ESCIPION . 97

cansancio del ejército : tal era el plan discutido y


adoptado.
Se habia , pues , dado la órden de defender con
poca tenacidad las barricadas.
Decíamos bajo todas las formas á los comba
tientes :
-¡Derramad tan poca sangre como os sea po
sible ! Economizad la sangre de los soldados y
ahorrad la vuestra .
Sin embargo, una vez la lucha entablada , en
ciertas horas vivas del combate , se hizo imposible
en algunos sitios moderar el impetu de los com
batientes. Algunas barricadas fueron tenazmente
defendidas, principalmente en la calle Rambu
teau, en la calle Montorgueil y en la calle Neuve
Saint-Eustache .
Estas barricadas tuvieron jefes denodados.
Nombremos aquí para la historia algunos de
aquellos hombres valerosos . Siluetas combatien
tes , aparecidas y disipadas en la humareda del
combate . Radoux , arquitecto, Deluc , Mallarmet,
Félix Bony , Luneau , antiguo capitan de la
guardia republicana , Camile Berru , redactor
del Avénement, alegre , cordial , é intrépido , y
aquel jóven Eugenio Millelot , que condenado
á recibir doscientos azotes , debia espirar en
Cayena á los veintitres golpes ante los ojos de su
7
98 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

padre y de su hermano , deportados y proscritos


como él .
La barricada de la calle Aumaire fué de aque
llas que no se tomaron sin resistencia. Aunque
construida con precipitacion , estaba bastante bien
construida . Quince ó diez y seis hombres la de
fendian : dos de ellos sucumbieron .
La barricada fué tomada á la bayoneta por un
batallon del 16. ° de línea . Este batallon lanzado
sobre la barricada á paso de carga , fué acogido
por un vivo tiroteo : muchos soldados fueron he
ridos .
El primero que cayó en los rangos del ejército,
fué un oficial. Era un joven de veinticinco años,
teniente de la primera compañía , llamado Ossian
Dumas : dos balas le rompieron como de un solo
golpe las dos piernas .
Habia entonces en el ejército dos hermanos de
apellido Dumas , Ossian y Escipion . Escipion era
el mayor. Eran parientes bastante próximos del
representante Madier de Montjau .
Estos dos hermanos pertenecian a una familia
honrada y pobre. El mayor habia pasado por la
Escuela politécnica ; el segundo por la Escuela de
Saint -Cyr.
Escipion Dumas tenía cuatro años más que su
hermano . Alentado por esta magnífica y miste
OSSIAN Y ESCIPION . 99

riosa ley de ascensos que la Revolucion francesa


ha creado , y que por decirlo así ha puesto una es
cala en medio de la sociedad , hasta entonces fa
tal é inaccesible , la familia Escipion Dumas se
habia impuesto las más rudas privaciones para
ensanchar su inteligencia y asegurar su porvenir.
Sus padres iconmovedor heroismo de las familias
pobres de nuestros tiempos ! se habian privado del
pan para darle la ciencia . Así llegó á la Escuela
politécnica . Al poco tiempo fué uno de sus prime
ros alumnos.
Terminados sus estudios , fue nombrado oficial
de artillería y destinado á Metz . Entonces le tocó
el turno de ayudar á su jóven hermano . Le ten
dió la mano , economizó , sobre su escaso sueldo
de teniente de artillería , y gracias a él , Ossian
fué oficial como Escipion ; mientras obligado por
su empleo continuaba en Metz, Ossian incorporado
á un regimiento de infantería marchaba al África .
Allí recibió su bautismo de fuego .
Escipion y Ossian eran republicanos. En el mes
de Octubre de 1851 , el 16. ° de línea , en el cual
Ossian servía , fué llamado á París . Era uno de
los regimientos escogidos por la mano tenebrosa
de Luis Bonaparte , y con los cuales el golpe de
Estado contaba .
El 2 de Diciembre llegó .
400 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

El teniente Ossian Dumas obedeció , como casi


todos sus camaradas ' , á la orden de ponerse sobre
las armas ; pero los que le rodeaban pudieron no
tar su actitud sombría .
La jornada del 3 se pasó en marchas y contra
marchas .
El 4 se entabló la lucha . El 16.º que formaba
parte de la brigada Herbillon , fué designado para
tomar las barricadas de las calles Beaubourg ,
Transnonain y Aumaire.
Aquel sitio de combate era horrible : habia en
él una especie de encrucijada de barricadas.
Por la calle de Aumaire y por el batallon de
que Ossian formaba parte , los jefes militares re
solvieron empezar la accion .
En el momento en que el batallon , con los
>

fusiles cargados , se dirigia hacia la calle de


Aumaire , Ossian Dumas abordó á su capitan,
un bravo y antiguo oficial que le queria mu
cho , y le declaró que no daria un paso más;
que el acto del 2 de Diciembre era un crímen ;
que Luis Bonaparte era un traidor y que cor
respondia á ellos , á los soldados , cumplir el
juramento que Bonaparte violaba , y que por su
parte no prestaria su sable para degüello de la
República.
Se hizo un alto . Se esperaba la señal de ataque :
OSSIAN Y ESCIPION . 104

los dos oficiales, el viejo capitan y el jóven te


niente hablaban en voz baja .
-¿Y qué quereis hacer ? preguntó el capitan .
- Romper mi espada .
-Sereis conducido á Vincennes .
-No me importa .
- Con seguridad ,2 destituido .
-Es posible.
-Quizás fusilado.
-Lo espero .
Pero ya no es tiempo , debíais dar vuestra
dimision ayer.
-Siempre es tiempo de no cometer un crímen .
El capitan , como se ve , no era más que uno de
estos bravos del oficio , encanecido bajo la gola ,
que no conocen más patria que la bandera , ni
más ley que la disciplina. Brazos de hierroy ca
bezas de madera . No son ya ni ciudadanos , ni
hombres. El honor no se les aparece sino con las
charreteras de general . ¡ A qué hablarles de de
ber político , de obediencia á las leyes y de Cons
titucion ! į¿ Acaso saben algo de esto ? ¿ Qué es una
Constitucion , qué son las leyes más santas , al
lado de las tres palabras que un cabo murmura al
oido del centinela ? Tomad una balanza , poned en
un platillo el Evangelio , en el otro la consigna.
Ahora , pesad. El cabo pesa más. Dios es ligero.
102 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Dios forma parte de la consigna de la Saint


Barthélemy . — Matad á todos. Él reconocerá á
los suyos.
Hé aquí lo que locuras aceptan , y algunas ve
ces glorifican .
La Saint-Barthélemy ha sido bendecida por e
Papa y condecorada con la medalla católica ( 1 ) . .

Sin embargo, Ossian Dumas parecia decidido .


El capitan intentó un último esfuerzo.
- Os perdeis , le dijo.
>

-Salvo mi honor .
- Precisamente lo que sacrificais es vuestro
honor.
-¿Por que me voy ?
-Marcharse es desertar.
-

Esta palabra pareció herir á Ossian . El capitan


continuó :
- Vamos á batirnos. Dentro de algunos minu
tos la barricada será atacada. Vuestros camaradas
van á caer muertos ó heridos. Sois un oficial jóven
y no habeis visto mucho el fuego...
-Y bien , interrumpió vivamente Ossian Du
.

mas; no habré combatido contra la República ,


no se podrá decir que soy un traidor .

( 1 ) Pro Hugonotorum Strage.- Medalla acuñada en Roma.


1572 .
OSSIAN Y ESCIPION . 103

- No, pero dirán que sois un cobarde.


Ossian no contestó .
Un momento despues se dió la orden de ataque,
y el batallon partió á la carrera . La barricada
hizo fuego.
Ossian Dumas fué el primero que cayó .
No habia podido soportar esta palabra : Cobarde;
y se habia quedado en su sitio , en primera fila.
Se le trasladó á la ambulancia, y de allí al hos
pital.
Digamos en seguida el fin de esta conmovedora
aventura .
Tenía las dos piernas rotas. Los médicos opina
ban que sería necesario cortárselas.
El general Saint-Arnaud le envió la cruz .
Es sabido que Luis Bonaparte se apresuró á
hacerse absolver por los pretorianos, sus com
plices.
El sable , despues de haber degollado , votó .
El combate humeaba todavía , cuando se proce
dió al escrutinio del ejército.
La guarnicion de París votó si. Se absolvia á sí
misma.
No pasó así en el resto del ejército. El honor
militar se indignó , y despertó en él la virtud ci
vica . A pesar de que se ejerció una gran presion ,
áá pesar de que se hizo votar á los regimientos en
104 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

el morrion de los coroneles , en muchos puntos de


Francia у de Argelia el ejército votó no .
La Escuela politécnica en masa votó no . Casi
en todas partes , la artillería , de la cual la Es
cuela politécnica es la cuna , votó como la Es
cuela .
Como hemos dicho , Escipion Dumas estaba en
Metz .
Por una casualidad ocurrió que el espíritu de la
artillería , pronunciado en todas partes contra el
golpe de Estado , vacilaba en Metz y parecia in
clinarse hácia Bonaparte.
Escipion Dumas , en presencia de esta indeci
sion , dió el ejemplo. Votó en alta voz y con el
boletin abierto , no.
Despues envió su dimision . Al mismo tiempo
que el ministro, en París, recibia esta dimision
firmada por Escipion Dumas , Escipion Dumas, en
Metz, recibia su destitucion firmada por el mi
nistro .
Despues del voto de Escipion Dumas , el gobier
no y el oficial habian pensado á la misma hora,
el gobierno que el oficial era peligroso y que no
debia empleársele , el oficial que era infame y que
no debia servirle .
La dimision y la destitucion se cruzaron en el
camino.
OSSIAN Y ESCIPION . 405

Por esta palabra destitucion , debe entenderse


pérdida de empleo . En virtud de nuestras actua
les leyes militares, de esta manera se despide
ahora á un oficial. Pérdida de empleo ; es decir ,
pérdida de la carrera, pérdida del sueldo : la mi
seria .
Al mismo tiempo que perdia su empleo , Esci
pion Dumas supo el ataque de la barricada de la
calle Aumaire y que su hermano tenía rotas las
dos piernas. En la fiebre de los acontecimientos,
habia estado ocho dias sin noticias de Ossian . Es
cipion se habia limitado á escribir a su hermano,
participándole su voto y su dimision , y aconse
jándole que hiciera lo mismo .
¡ Su hermano herido ! i¡ Su hermano en Val-de
Grace ! Inmediatamente salió para París .
Corrió al hospital y le condujeron al lecho de
Ossian . Al pobre jóven le habian cortado las dos
piernas el dia anterior .
En el momento en que Escipion , fuera de sí,
llegó junto a su lecho , Ossian tenía en la mano
la cruz que el general Saint -Arnaud acababa de
enviarle .
El herido se volvió hacia el ayudante que se la
habia entregado , y le dijo :
-No quiero esta cruz. Sobre mi pecho , estaria
teñida de la sangre de la República .
106 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Y viendo a su hermano que entraba , le tendió


la cruz exclamando :
-¡Tómala tú ! Tú has votado no y tú has roto
tu espada ! ¡ Tú la has merecido !
XV.

LA CUESTION SE PLANTEA .

Era la una de la mañana .


Bonaparte volvia á ser siniestro.
Las claridades de estos rostros duran poco .
Habia entrado en su gabinete , se habia sentado
delante de la chimenea , con los dos piés en los
morrillos; estaba inmóvil y nadie llegaba hasta
él, más que Roguet .
¿ En qué pensaba ?
Las retorsiones de la víbora son inesperadas.
Lo que hizo aquel hombre en aquella jornada
infame, ya lo he dicho detalladamente en otro li
bro. Véase el Napoleon el Pequeño.
De vez en cuando Roguet entraba y le infor
maba . Bonaparte escuchaba en silencio , preocu
pado y abstraido , mármol en el cual hervia una
lava .
408 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Recibia en el Elíseo las mismas noticias que


nosotros en la calle de Richelieu : malas para él ,
buenas para nosotros .
En uno de los batallones que acababan de votar
habia habido « ciento setenta no . » Aquel batallon
fué despues disuelto y desmenuzado en el ejército
de África.
Se contaba con el 14.°° de línea que habia dispa
rado sobre el pueblo en Febrero . El coronel del
14.° de línea no habia querido volver a empezar y
acababa de romper su espada .
Nuestro llamamiento habia al fin sido oido. De
cididamente acabamos de verlo ; París se levan
taba . La caida de Bonaparte empezaba á bosque
jarse. Dos representantes , Fabvier y Crestin se en
contraban en la calle Royale , y Crestin , seña
lando el palacio de la Asamblea , decia á Fabvier:
Mañana estaremos dentro .
Detalle notable : Mazas se volvia extraño ; la
cárcel se aflojaba ; el interior sufria cierto rechazo
del exterior. Los empleados, insolentes la víspera
cuando pasaban los representantes para ir aá pasear
por los patios, se inclinaban ahora hasta el suelo .
En la misma mañana de este dia 4 , el director de
la cárcel visitó a los prisioneros, y les dijo : — No
tengo yo la culpa . — Y les dió libros y papel para
escribir cosas hasta entonces negadas. El repre
LA CUESTION SE PLANTEA . 409

sentante Valentin estaba en el secreto ; el 4 por


la mañana , su guardian fué bruscamente amable
>

у le ofreció comunicarle noticias de fuera por su


mujer, la cual decia él , habia sido criada en casa
del general Leflô . Síntomas expresivos . Cuando el
carcelero sonrie , es que la cárcel se entreabre .
Digamos además , sin que esto sea una contra
diccion , que al mismo tiempo se aumentaba la
guarnicion de Mazas. Se introducian allí mil dos
cientos hombres más por destacamentos de cien
hombres , haciendo su entrada en pequeñas dosis,
nos dijo un testigo . Más tarde entraron cuatro
cientos. Se les distribuyeron cien litros de aguar
diente . Un litro para diez y seis hombres . Los
prisioneros oian rodar la artillería en torno de la
prision .
La fermentacion general invadia los cuarteles
más tranquilos. Pero el centro de París era , sobre
todo , amenazador . El centro de París es una con
fusion de calles que parece hecha para la confu
sion de los motines .
La Liga , la Fronda , la Revolucion , es necesario
>

recordar en todas ocasiones estos hechos útiles ; el


14 de Julio , el 10 de Agosto , 1792 , 1830 , 1848,
han salido de allí . Aquellas viejas y valientes ca
lles habian despertado . A las once de la mañana ,
desde Nuestra Señora hasta la puerta Saint-Mar
410 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

tin , habia setenta y siete barricadas . Tres de ellas,


la de la calle Maubuée , la de la calle Bertin -Poi
rée , y la de la calle Guerin- Roisseau , llegaban á
los segundos pisos : la de la puerta Saint- Denis
era casi tan terrible y tan imponente como la del
faubourg San Antonio en Junio de 1848. El pu
ñado de representantes del pueblo habia caido
como una dispersion de chispas sobre aquellas cé
lebres encrucijadas inflamables. Semilla de in
cendios . El fuego se habia encendido . El antiguo
barrio central de los Mercados , esta ciudad que
está dentro de la ciudad , gritaba : ¡Abajo Bona
parte ! Se silbaba á la policía y al ejército . Algu
nos regimientos parecian indecisos. Se les gritaba
i arriba las culatas ! De lo alto de las ventanas , las
mujeres alentaban la construccion de las barrica
das. Habia pólvora , habia fusiles . Ya no estába
mos solos . Veíamos en la sombra levantarse detrás
de nosotros la enorme cabeza del pueblo .
La esperanza estaba de nuestro lado . La oscila
cion de las incertitudes se habia detenido , y te
níamos , insisto en ello, casi plena confianza . .

Hubo un momento en que las noticias favora


bles se multiplicaron ; la confianza fué tal, que
nosotros, que habíamos hecho de nuestra vida la
postura de aquella partida suprema , poseidos de
una alegría irresistible en presencia del triunfo á
LA CUESTION SE PLANTEA .

cada momento más seguro , nos levantamos y nos


abrazamos . Michel de Bourges , que habia sido
especialmente ofendido por Bonaparte , porque ha
bia creido en su palabra y habia llegado á decir :
Es mi hombre, era de nosotros cuatro el más in
dignado . Tuvo un resplandor de victoria sombría.
Dió un puñetazo sobre la mesa y exclamó:
¡ Oh , el miserable ! Mañana ... y dió un se
gundo puñetazo ; mañana su cabeza caerá en la
plaza de Grève delante de la fachada del Hôtel de
Ville !
Yo le miré .
- No , le dije. La cabeza de este hombre no
caerá .
-¿Cómo ?
-No lo quiero.
-¿Por qué ?
- Porque despues de un crímen semejante , de
jar vivir á Luis Bonaparte es abolir la pena de
muerte .
Aquel generoso Michel de Bourges se quedó
un momento pensativo , y despues me estrechó la
mano .
Un crimen es una ocasion ; nos deja escoger
siempre, y vale más hacer salir de él un progreso
que un suplicio . Esto fué lo que comprendió Mi
chel de Bourges
442 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Por lo demás , este detalle indica hasta qué


punto teníamos confianza.
La apariencia estaba de nuestra parte, el fon
do no .
Saint - Arnaud tenía órdenes . Ya las veremos .
Ocurrian incidentes singulares.
A las doce , un general estaba á caballo en la
plaza de la Magdalena , pensativo , delante de sus
tropas indecisas ; él vacilaba . Un coche se paró;
una mujer salió de él y habló en voz baja al ge
neral . La multitud pudo verlo. El representante
Raymond, que vivia en la plaza de la Madeleine,
núm . 4 , lo vió desde su ventana. Aquella mujer
era madame K. El general , inclinado sobre su
caballo, escuchó ; despues hizo el gesto resignado
de un vencido . Madame K. subió de nuevo á su
carruaje. Aquel hombre , segun dicen , amaba á
aquella mujer , y ella podia inspirar, segun el lado
de su hermosura de que se estaba apasionado , el
heroismo ó el crímen . Aquella belleza extraña se
componia de una blancura de ángel y de una mi
rada de espectro .
La mirada venció .
Aquel hombre no dudó más . Entró lúgubre
mente en la aventura .
Desde el mediodía , hasta las dos , hubo en esta
inmensa ciudad , entregada á lo desconocido, no
LA CUESTION SE PLANTEA. 113

sé qué sombría pausa . Todo estaba tranquilo y


horrible.
Los regimientos y las baterías enganchadas,
dejaban los faubourgs y se apiñaban sin.ruido en
torno de los boulevares . Ni un grito en los rangos
de las tropas . Un testigo dice : « Los soldados mar
chaban con aire bondadoso . » Sobre el muelle de la
Ferronerie , lleno de batallones desde la mañana
del 2 de Diciembre , no habia ya más que un
puesto de guardias municipales. Todo refluia há
cia el centro , el pueblo lo mismo que el ejército:
el silencio del ejército se habia comunicado al pue
blo . Los dos se observaban .
Los soldados tenian tres dias de víveres y seis
paquetes de cartuchos por plaza .
Se ha sabido despues que se gastaron entónces
más de diez mil francos diarios de aguardiente
por cada brigada.
A la una , Magnan fué al Hôtel de Ville , hizo
>

enganchar en su presencia las piezas del parque


reservado , y no se marchó hasta que todas las ba
terías estuvieron dispuestas á marchar.
Se multiplicaban ciertos preparativos sospecho
sos . Hácia el medio dia , los obreros de la admi
nistracion у los enfermos establecieron en el nú
mero 2 del faubourg Montmartre una especie de
vasta ambulancia . Se hizo allí una especie de acu
8
414 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

mulacion de angarillas. -¿Por qué todo esto ?


decia la multitud .
El doctor Deville que habia asistido á Espinasse
herido , le vió en el boulevard y le preguntó :--
¿ Hasta dónde ireis ?
La respuesta de Espinasse es histórica.
Contestó : —Hasta el fin .
Hasta el fin . Esto puede escribirse hasta el .
fango.
A las dos ; cinco brigadas , de Cotte , Bourgon,
Canrobert, Dulac y Reybell , cinco baterías de ar
tillería , diez y seis mil cuatrocientos hombres (1 )
de infantería y caballería , lanceros , coraceros,
granaderos y artilleros estaban escalonados , sin
que se pudiese adivinar por qué , entre la calle
de la Paix y el faubourg Poissonnière. En todas
las bocas calles se veian cañones apuntados : sola
mente en el boulevard Poissonnière habia once
baterías . Los peones llevaban el fusil preparado,
los jinetes el sable desnudo: ¿ Qué significaba
aquello ? Era una cosa curiosa, valia la pena verse ;
y de los dos lados de las aceras , de todos los din
teles de las tiendas , de todos los pisos de las casas ,

( 1 ) 16.410 hombres, cifra consignada en el Ministerio de la


Guerra.
LA CUESTION SE PLANTEA . 115

sorprendida, irónica, confiada, la multitud mi


raba .
No obstante , poco áa poco esta confianza dismi
nuyó : la ironía desapareció ante la sorpresa ; la
sorpresa se cambió en estupor . Los que han atra
vesado aquel minuto extraordinario , no lo olvida
rán jamás . Era evidente que debajo de aquello ha
bia algo . ¿ Pero, qué ? Oscuridad profunda. ¿ Es
posible figurarse á París en un sótano ? Parecia que
se tenía encima un techo bajo. Se estaba como
emparedado en lo imprevisto y en lo desconocido .
Se adivinaba en alguna parte una voluntad mis
teriosa . Pero despues de todo , la multitud se sen
tia fuerte ; era la República ; era Paris ; era la
Francia ; ¿ qué podia temer ? Nada . Y gritaba :
¡ Abajo Bonaparte! Las tropas continuaban silen
ciosas, pero los sables continuaban desenvainados ,
y la mecha encendida de los cañones humeaba en
las esquinas de las calles . La nube era á cada ins
tante más negra , más sorda y más muda . Aquel
espesor de sombra era trágico . Se sentia allí la
pendiente de las catástrofes y la presencia de un
malhechor ; la traicion serpenteaba en aquella no
che , y nadie puede prever dónde se detendria el
desliz de un pensamiento horrible cuando los
acontecimientos están en plano inclinado .
¿Qué iba á salir de aquellas tinieblas ?
XVI.

LA MATANZA .

Bruscamente se abrió una ventana sobre el in


fierno.
Si Dante se hubiese asomado en lo alto de la
sombra, hubiera podido ver en París el octavo
>

círculo de su poema ; el fúnebre boulevard Mont


martre .
París presa de Bonaparte: espectáculo mons
truoso .
Los tristes hombres armados extendidos sobre
aquel boulevard , sintieron entrar en ellos una
alma espantosa : cesaron de ser ellos mismos , y se
convirtieron en demonios.
No quedó un solo soldado francés : se vieron so
lamente no sé qué especie de fantasmas realizando
una tarea horrible en el resplandor de una vision.
Ya no hubo más bandera , ni ley , ni humani
LA MATANZA . 117

dad , ni patria ; ya no hubo más Francia : el ase


sinato empezó.
La division Schinderhannes, las brigadas Man
drin , Cartouche , Poulailler , Trestaillon y Trop
mann , aparecieron en las tinieblas ametrallando
y degollando .
Nosotros no atribuimos al ejército francés lo
que se hizo durante aquel lúgubre eclipse del
honor .
Hay en la historia matanzas abominables , pero
que tienen su razon de ser : la Saint -Barthélemy
y las Dragonadas , se explican por la religion : las
Vísperas Sicilianas y las carnicerías de Setiembre,
se explican por la patria : se suprime al enemigo;
se destruye al extranjero ; crímenes por una buena
causa . Pero la carnicería del boulevard Montmar
tre , es el crímen sin saber por qué.
El por qué , existe sin embargo. Es espantoso.
Digámosle.
Dos cosas quedan en pié en un Estado : la ley y
el pueblo. Un hombre mata la ley . Siente que el
castigo se aproxima.
No le queda otro recurso que matar al pueblo .
Y mata al pueblo .
El 2 es el abrir; el 4 es la seguridad .
Contra la indignacion que se eleva , se hace
surgir el espanto .
118 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Esta eumenide , la Justicia , se detiene petrifi


cada ante esta furia , la Exterminacion . Contra
Erinnys, se levanta Medasa.
Poner en fuga á Némesis , i qué espantoso
triunfo !
Luis Bonaparte tuvo esta gloria , que es la cima
de la vergüenza .
Contémosla .
Contemos lo que aún no habia visto la historia .
El asesinato de un pueblo por un hombre .
Súbitamente , á una señal dada , parte un tiro;
no importa de dónde , disparado no se sabe por
>

quién , y la metralla se lanza sobre la muchedum


ibre. La metralla es una muchedumbre tambien ;
es la muerte desmenuzada. No sabe a dónde va ,
ni qué hace . Mata y pasa.
Al mismo tiempo , tiene una especie de alma ;
es premeditada; ejecuta una especie de voluntad .
Aquel momento fué inaudito. Pareció que un pu
ñado de relámpagos caia sobre un pueblo . Nada
más natural. Aquello tuvo la limpieza de una so
lucion: la metralla destruyó á la multitud . ¿ Qué
haceis aquí ? Morid . Ser un pasante , es un crímen .
¿ Por qué estais en la calle ? ‫ ¿ن‬Por qué estorbais al
gobierno ? El gobierno es un cortacabezas. Se ha
anunciado una cosa‫وا‬, es necesario que se haga ; es
necesario que lo empezado se acabe ; ya que se
LA MATANZA . 449

salva la sociedad , es necesario que se extermine al


pueblo .
¿Acaso no hay necesidades sociales? ¿Acaso no
es urgente que Béville cobre ochenta y siete mil
1

francos al año , y Fleury noventa y cinco mil ?


¿ Acaso no es necesario que el gran limosnero Men
jaud , obispo de Nancy , cobre trescientos cuarenta
y dos francos al dia , y que Bassano y Cambacérès
tengan trescientos ochenta y tres , y Vaillant cua
trocientos sesenta y ocho , y Saint - Arnaud ocho
cientos dos ? ¿ Acaso no es necesario que Luis Bo
naparte tenga diariamente setenta y seis mil se
tecientos doce francos ? ¿ Se puede ser emperador
por menos ?
En un abrir y cerrar de ojos hubo sobre el bou
levard una carnicería larga de un cuarto de legua.
Once cañones hundieron el hotel Sallandrouze .
Las balas perforaron veintiocho casas . Los baños
de Jouvence se convirtieron en escombros. Torto
ni fué pasado á degüello: Todo un distrito de
París se llenó de una inmensa fuga y de un grito,
terrible. Por todas partes la muerte súbita. Sin es-,
perarlo , se cae. ¿De dónde viene aquello ? De ar
riba, dicen los Te -Deum de los obispos. De abajo,
dice la verdad .
De más abajo que el presidio, de más abajo que
el infierno.
I 120 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Es el pensamiento deCalígula ejecutado por


Papavoine .
Javier Durrieu entra en el boulevard . Él lo
cuenta : - He dado sesenta pasos , y he visto se
senta cadáveres.- Y retrocede . Estar en la calle
es un crímen , estar en casa es un crímen . Los acu
chilladores suben á las casas y acuchillan . Esto se
llama churina en la infame jerga de la carnicería .
-Churinemos, dicen los soldados .
Adde , librero , boulevard Poissonnière , núme
ro 17 , está en la puerta , le matan . Al mismo
>

tiempo , porque el asesinato es vasto , muy lejos de


allí , calle de Lancry ; el propietario de la casa
núm . 5 , M. Thirion de Montauban , está en la
puerta , le matan . Calle Tiquetonne , un niño de
>

siete años llamado Boursier, pasa , le matan . La


señorita Soulac , calle del Temple , núm . 196 ,
abre la ventana , la matan . En la misma calle, >

núm . 97 , dos mujeres , las señoras Vidal y Ra


boisson , costureras , están en su casa, las matan .
Debaëcque , comerciante, calle Sentier, núm . 45 ,
está en su casa ; Couvercelle, florista , calle Saint
Denis , núm . 257 , está en su casa ; Labitte, jo
yero , boulevard Saint-Martin , núm . 55 , está en
>

su casa ; Monpelas , perfumista ,calle Sain -Martin ,


núm . 181 , está en su casa ; matan á Monpelas.
Labitte , Couvercelle y Debaëcque ; acuchillan en
LA MATANZA . 124

su casa , calle Saint-Martin , núm . 240 , •una po


bre bordadora , la señorita Seguin , que , no pu
>

diendo pagar al médico , muere en el hospital


Beaujon , el 1. ° de Enero de 1852 , el mismo dia
del Te Deum -Sibourg , en Nuestra Señora . Otra ,
una costurera , Françoise Noël , arcabuceada en la
calle del faubourg Montmartre, núm . 20 , muere
en la Charité . Otra , la señora Ledaust , mujer de
servicio, pasaje del Caire , núm . 76 , ametrallada
delante del Archevéche, espira en la Morgue. Va
rias pasantes , la señorita Gressier , faubourg
Saint-Martin , núm . 209 , la señora Guilard , fau
bourg Saint-Denis , núm . 77 , la señora Garnier,
boulevard Bonne-Nouvelle , núm . 6 , caen bajo la
metralla , y vivas aún intentan levantarse , sir
viendo de blanco á los soldados que prorumpen
en carcajadas y acaban de matarlas. Hubo hechos
de armas . El coronel Rochefort, que probable
mente fue nombrado general por este hecho , car
gó en la calle de la Paix , a la cabeza de un regi
miento de lanceros, á varias niñeras , que derrotó
completamente.
Tal fué aquella expedicion inarrable . Todos
los hombres que trabajaron en ella , estaban im
pulsados por fuerzas oscuras ; todos tenian algo
que les empujaba : Herbillon tenía detrás á Zaat
cha ; Saint-Arnauld á Kabylie; Renault , el asunto
122 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

de las aldeas de Saint-André y Saint-Hippolyte;


Espinasse Roma y el asalto del 30 de Junio ; Mag
nan , sus deudas.
Debemos continuar ? Vacilamos . El doctor Pi
quet , hombre de setenta años , fué muerto en un
salon de un balazo en el vientre ; el pintor Jolli
vart de una bala en la frente, delante de su caba
llete ; su cerebro salpicó su cuadro . El capitan in
glés Willian Jesse esquivó una bala que se clavó
en el techo encima de su cabeza ; en la librería
contigua a los almacenes del Prophète, el padre,
la madre у dos hijas , fueron acuchilladas ; se fu
siló en su tienda á otro librero , Lefilleul, boule
vard Poissonnière ; calle Le Peletier, Boyer , far
macéutico , sentado en su mostrador , fué enris
trado por los lanceros. Un capitan , matando todo
lo que encontraba á su paso , tomó por asalto la
casa del Grand Balcon . Un criado fué muerto en
los almacenes de Brandus . Reybell, a través de la
metralla , decia á Sax : Yo tambien toco la mú
sica . El café Leblond fué saqueado. La casa Bi
llecoq fué cañoneada , hasta tal punto , que fué
preciso apuntalarla el dia siguiente. Delante de la
casa Jouvin habia un monton de cadáveres , en
tre ellos un viejo con un paraguas y un joven con
su lente . El hotel de Castilla , la Maison-Dorée, la
Petite Jeannette , el café de París y el café Inglés,
LA MATANZA . 123

sirvieron durante tres horas de blanco á los caño


nes . La casa Raquenault se hundió bajo las gra
nadas ; los cañonazos demolieron el bazar Mont
martre.
Nadie escapaba. Los fusiles y las pistolas tra
bajaban á quemaropa .
Estaba próximo el dia de año nuevo , y habia
muchas barracas de aguinaldos : en el pasaje Sau
mon , un niño de trece años , huyendo de los fue
gos de peloton , se ocultó en una de aquellas tien
das debajo de un monton de juguetes ; fué cogido
y muerto. Los que le mataron dilataban las heri
das con sus sables y reian . Una mujer me lo ha
dicho : Se oian en todo el pasaje los gritos de
aquella infeliz criatura . Cuatro hombres fueron
fusilados delante de la misma barraca . El oficial
les dijo: Esto os enseñará á pasear. Otro llamado
Mailleret, dejado por muerto , fué llevado al dia
siguiente con once heridas a la Chårité, y allí es
piró .
Se tiraba á los sótanos por las rejas.
Un obrero albañil , llamado Moulins , refugiado
en uno de aquellos sótanos ametrallados , vió , por
la abertura , á un pasante herido de un balazo en
la pierna , sentarse en el arroyo lamentándose.
Los soldados le oyeron y le mataron á bayone
tazos .
124 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Una brigada mataba a los transeuntes desde la


Magdalena á la Opera ; otra de la Opera al Gim
nase ; otra desde el boulevard Bonne-Nouvelle á
la puerta Saint-Denis ; el 75.° de línea se habia apo
derado de la barricada de la puerta Saint-Denis ;
ya no habia combate ,> sólo habia matanza . La
carnicería proyectaba sus rayos— horrible pala
bra, pero verdadera , – desde el boulevard á todas
>

las calles. Era un pulpo extendiendo sus tentácu


los . ¿ Huir? ¿ Por qué? ¿ Ocultarse ? ¿De qué sirve ?
La muerte corria detrás de vosotros .
En la calle Pagarin un soldado le dijo á un tran
seunte : -¿Qué haceis aquí ? - Entro en mi casa .
-El soldado le mató . En la calle de Marais, ma
taron cuatro jóvenes en el patio de su casa . El co
ronel Espinasse gritaba : ¡ Despues de la bayoneta,
el cañon ! El coronel Rochefort decia : ¡ Pinchad,
sangrad, cortad ! Y añadia : Asi economizais pól
vora y ruido. Delante de la tienda Barbedienne,
un oficial hacía admirar á sus camaradas su arma
que era de precision , yу decia : Con este fusil, hago
blancos magnificos entre los dos ojos: y al decir
esto apuntaba al primer pasante . La carnicería era
frenética . Mientras la matanza , bajo las órdenes
de Carralet, invadia el boulevard , la brigada
Bourgon devastaba el Temple , la brigada Maru
laz la calle Rạmbuteau ; la division Renault se
LA MATANZA . 425

distinguia en la ribera izquierda. Renault era


aquel general que en Mascara habia regalado las
pistolas á Charras . En 1848 , habia dicho á Char
ras : Es necesariorevolucionar la Europa. Y Char
ras habia contestado : ¡ No tan aprisa ! Luis Bona
parte le habia hecho general de division en Julio
de 1851. La calle de Ours fué especialmente de
vastada . Morriy decia por la noche á Luis Bona
parte : — Una recompensa al 15.° ligero. Ha lim
piado la calle de Ours.
En la esquina de la calle Sentier , un oficial de
>

spahis con el sable levantado , gritaba : - ¡; No es


esto ! No lo entendeis. i¡ T'irad á las mujeres! Una
mujer huia ; estaba en cinta ; cae , y la hacen pa
rir de un culatazo . Otra , despavorida , iba a des
aparecer detrás del ángulo de una calle . Llevaba
un niño en sus brazos . Dos soldados la apuntaron .
El uno dijo: ¡ A la mujer! Y mató á la mujer. El
niño cayó en el arroyo . El otro soldado dijo:; Al
niño ! Y mató al niño .
Un hombre , de gran reputacion científica , el
doctor Germain Sée , declara que en una sola casa,
la casa de los Baños de Jouvence , habia á las seis
en un cobertizo del patio ochenta heridos , setenta
de ellos « viejos, mujeres y niños. » El doctor
Sée les asistió .
En la calle Mandar , dice un testigo , habia « un
126 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

rosario de cadáveres » que llegaba hasta la calle


Neuve Saint-Eustache. Delante de la casa Odier,
veinte y seis cadáveres . Treinta delante del hotel
Montmorency. Delante de Variedades cincuenta
y dos , de ellos once mujeres. Calle de Granje
Batelière , tres cadáveres desnudos . El núm . 19
del faubourg Montmartre estaba lleno de muer
tos y heridos .
Una mujer , huyendo despavorida, con los ca
bellos sueltos y los brazos levantados al cielo,
corria por la calle Poissonnière gritando: ¡Matan!
¡ Matan ! ¡ Matan !
Los soldados hacian apuestas . — Apostemos á
que mato á éste . — Así fué muerto al entrar en su
casa, calle de la Paix , núm. 52, el conde Poninsky.
Quise saber á qué atenerme . Ciertos crímenes,
para ser afirmados , deben ser vistos. Me dirigí al
lugar de la matanza.
En una angustia semejante , á fuerza de sentir
no se piensa , y si se piensa , es con extravío. Tan
sólo se desea un fin cualquiera. La muerte de los
demás causa tanto horror , que la propia causa en
vidia. ¡ Si al menos muriendo se sirviese de algo !
Es venerada la memoria de los muertos que han
determinado las indignaciones уy los levantamien
tos . No se tiene más que esta ambicion : ser un
cadáver útil .
LA MATANZA . 127

Yo caminaba horriblemente pensativo.


Me dirigí al boulevard ; veia en él una horna
da у oia un trueno .
Encontré á Jules Simon , que en aquellos dias
funestos arriesgaba con valor una vida preciosa,
y me detuvo.
--¿A dónde vais ? me dijo. Vais á haceros
matar. ¿ Qué quereis ?
- Esto , le dije yo .
Nos estrechamos la mano .
Continué avanzando .
Llegué al boulevard : el espectáculo era indes
criptible . Yo he visto aquel crímen , aquella mor
tandad , aquella tragedia . Yo he visto aquella llu
via de la muerte ciega ; yo he visto caer en torno
mio , en masa , las víctimas despavoridas . Por esto
firmo este libro UN TESTIGO .
El destino tiene sus intenciones . Vela misterio
samente sobre el historiador futuro. Se deja mez
clar en las exterminaciones y en las carnicerías;
pero no permite que muera , porque quiere que las
cuente .
En medio de aquel estruendo indescriptible ,
Javier Durrieu se cruzó conmigo en el boulevard
ametrallado. Me dijo:
-¡Ah ! héos aquí . Acabo de encontrar a la se
ñora D. Os busca .
128 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Madame D. (1) y madame de la R. (2) , dos ge


nerosas y valientes mujeres , habian prometido á
madame Victor Hugo , enferma, y en la cama, el
darle noticias mias , y hacerla saber en dónde es
taba. Madame D. se habia aventurado heróica
mente en aquella carnicería. Le habia pasado lo
siguiente : en la esquina de una calle se habia de
tenido delante de un monton de cadáveres , y ha
bia tenido el valor de indignarse : al grito de hor
ror que profirió, un jinete se lanzó sobre ella pis
tola en mano , y sin una puerta que se abrió brus
camente ante ella , en la cual se refugió, hubiera
>

sido asesinada .
Ya se sabe que el total de muertos de aquella
matanza es desconocido ; Bonaparte ha hecho no
che sobre este número . Esta es la costumbre de
los verdugos. No permiten que la historia consig
ne el número de las víctimas . Estas cifras tienen
un hormigueo oscuro que se hunde pronto en las
tinieblas. Uno de los dos coroneles que hemos en
trevisto en las primeras páginas de este volúmen ,
ha dicho que sólo un regimiento habia muerto
más de « dos mil quinientos individuos. » Resulta

(1 ) Cité-Rodier , 20.
(2) Rue Caumartin . Véase el tomo 1 .
LA MATANZA . 429

más de uno por plaza. Creemos que este coronel


celoso exagera. El crímen algunas veces se vana
gloria en el sentido de la maldad .
Lireux, un escritor cogido para ser fusilado, que
escapó milagrosamente, declara haber visto «más
de ochocientos cadáveres . >>
A eso de las cuatro, las sillas de postas que es
taban en el patio del Elíseo se desengancharon .
Aquella exterminacion calificada por un testigo
inglés , el capitan Willian Jesse , de « fusilamien
to deliberado , » duró desde las dos á las cinco. Du
rante aquellas tres espantosas horas, Luis Bona
parte ejecutó su premeditacion y consumó su obra .
Hasta aquel momento , la pobre y pequeña con
ciencia burguesa era indulgente. Y bien , que
aquello era un juego de principe , una especie de
estafa de Estado , una trampa de grandes dimen
siones : los escépticos y los capaces decian : « Es
una buena broma jugada á estos imbéciles. » Sú
bitamente , Bonaparte , inquieto , tuvo que desen
mascarar « toda su política. » — Decid á Saint
Arnaud que ejecute mis órdenes. - Saint-Arnaud
obedeció ; el golpe de Estado hizo lo que lógica
mente debia hacer , y desde aquel momento es
>

pantoso un inmenso arroyo de sangre corrió a


través de aquel crímen .
Los cadáveres fueron abandonados en las calles,
9
130 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

horribles, pálidos , estupefactos, con los bolsillos


vueltos al revés. El matador soldadesco está con
denado á esta degradacion siniestra . Por la ma
ñana asesino , por la noche ladron .
Cuando llegó la noche , reinaron el entusiasmo
у la alegría en el Elíseo . Aquellos hombres triun
faban . Conneau , inocentemente , ha contado la
escena . Los familiares deliraban . Fialin tuteó á
Bonaparte . — Abandonad esta costumbre , le dijo
en voz baja Vieillard . En efecto , aquella carnice
ría hacía á Bonaparte emperador . Entonces era ya
Majestad. Se bebió y se fumó en los salones como
los soldados en el boulevard ; porque despues de
haber matado todo el dia , bebieron toda la noche;
el vino corrió sobre la sangre . En el Elíseo esta
ban maravillados del éxito obtenido . Se extasia
ban , admiraban . ¡ Qué idea habia tenido el prín
cipe ! ¡ Qué bien se habia hecho la cosa ! - Esto
vale más que huir por Dieppe , como Haussez, o por
la Membrolle, como Guernon Ranville, ó ser cogi
do disfrazado de lacayo limpiando los zapatos de
madame Saint-Fargeau , como el pobre Polignac!
>

Guizot no ha sido más hábil que Polignac , excla


mó Persigny . Fleury se volvió hácia Morny : -

No son vuestros doctrinarios los que hubieran sa


bido dar este golpe de Estado.- Es verdad , no
eran fuertes, contestó Morny , y añadió :—No obs

6
LA MATANZA . 131

tante , son hombres de talento , Luis Felipe , Gui


zot, Thiers... Luis Bonaparte , quitándose el cigar
rillo de los labios , interrumpió :—Si estos son
hombres de talento , prefiero ser un animal ...
Feroz , dice la historia .
XVII.

CITA CON LAS SOCIEDADES OBRERAS .

¿ Qué hacía y qué era de nuestro comité durante


aquellas escenas trágicas? Es necesario decirlo .
Retrocedamos .
En el momento en que la matanza empezó, el
comité se reunia aún en la calle de Richelieu .
Allí volví despues de la exploracion que habia
creido de mi deber hacer á los barrios sublevados,
y di cuenta de lo que habia visto á mis colegas.
Madier de Montjau , que venía tambien de las
barricadas, añadió á mi informe lo que habia
visto : oíamos desde hacía algun tiempo espanto
sas detonaciones, muy próximas, que se mezcla
ban con nuestras palabras. De pronto entró Ver
signy. Nos anunció que pasaba en el boulevard
alguna cosa horrible : que no se podia saber aún
lo que era aquella refriega, pero que se cañoneaba
>
CITA CON LAS SOCIEDADES OBRERAS . 133

y se ametrallaba, y los cadáveres llenaban el ar


royo ; que segun todas las apariencias, era una
matanza , una especie de Saint-Barthélemy im
provisada por el golpe de Estado ; que se registra
ban las casas á algunos pasos de nosotros y que
mataban a todo el mundo . Los asesinos iban de
puerta en puerta y se aproximaban. Nos aconsejó
que abandonáramos en seguida la casa de M. Gre
vy . Era evidente que el comité de insurreccion se
ría un hallazgo para las bayonetas . Nos decidi
mos á partir. Un hombre elevado por su carácter
y por su talento , M. Dupon White , nos ofreció un
asilo en su casa , calle Monthabor , 11. Salimos
>

por la puerta de servicio que la casa tenía sobre la


calle Fontaine -Molière, sin precipitarnos , de dos
en dos , Madier de Montjau con Versigny , Michel
de Bourges con Carnot ‫ ;ܪ‬yo daba el brazo á Jules
Favre. Jules Favre , siempre intrépido y sonriente ,
se envolvió el cuello con un pañuelo de seda , y
me dijo : Estoy dispuesto á ser fusilado, pero no
>

á resfriarme.
Jules Favre y yo llegamos à Saint-Roch por la
calle de Moulins. La calle Neuve -Saint-Roch es
taba inundada de una muchedumbre de pasantes
aterrados que venian de los boulevares huyendo
1
más bien que andando . Los hombres hablaban en
voz alta , las mujeres chillaban . Se oia el cañoneo
134 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

y el ronquido desgarrador de la metralla. Todas


las tiendas se cerraban. M. de Falloux , del brazo
de M. Albert de Rességuier, descendia rápida
>

mente por la calle Sain -Roch , y se dirigia hácia


la de Saint-Honoré .
La calle Saint- Honoré era una gritería. Las
gentes iban , venian , se detenian , se interroga
ban , corrian . Los tenderos en los dinteles de sus
puertas entreabiertas , hacian preguntas á los
pasantes, y recibian por respuesta esta exclama
>

cion : -¡Ah ! ¡ Dios mio ! Los habitantes salian de


las casas con la cabeza desnuda , y se confundian
con la multitud . Caia una lluvia menuda . No cir
culaban carruajes. En la esquina de la calle Saint
Roch y de la calle Saint-Honoré , oimos que de
trás de nosotros decian : - Víctor Hugo ha sido
muerto . Aún no , dijo Jules Favre sonriendo y
estrechándome la mano . Lo mismo les habian di-
cho el dia anterior á Madier Montjau y á Esqui
ros . Y aquel rumor agradable a los hombres de la
reaccion , habia penetrado hasta mis dos hijos pre
sos en la Conserjería .
La corriente de los pasantes rechazados de los
boulevares y de la calle de Richelieu se dirigia
hacia la calle de la Paix . Reconocimos algunos
representantes de la derecha, arrestados la ante
víspera y libres ya . M. Buffet, antiguo ministro
CITA CON LAS SOCIEDADES OBRERAS . 133

de M. Bonaparte , acompañado de varios miem


bros de la Asamblea , se dirigia hacia el Palaix
Royal. Cuando pasaba cerca de mí , pronunció el
nombre de Bonaparte con execracion .
M. Buffet tiene importancia ; es uno de los tres
mentores políticos de la derecha ; los otros dos son
M. Fould y M. Molé .
En la calle Monthabor , á dos pasos de la calle
Saint -Honoré, silencio y paz . Ni un transeunte,
ni una puerta abierta , ni una cabeza en las ven
tanas .
En el aposento en que fuimos introducidos , en
el tercer piso , la calma no era ménos completa .
Las ventanas salian al patio interior. Cinco ó seis
sillones encarnados formaban semicírculo delante
de la chimenea; sobre una mesa se veian algu
nos libros, que me parecieron tratados de derecho
administrativo y de economía política. Los repre
sentantes, que llegaron casi inmediatamente en
tumulto , tiraron en confusion en los rincones de
aquel salon tranquilo sus paraguas y sus gaba
nes empapados de agua. Nadie sabía positiva
mente lo que pasaba ; cada uno exponia sus con
jeturas.
Apenas se acababa de instalar el comité en el
gabinete contiguo al salon , cuando nos anuncia
ron á nuestro colega Leblond . Con él venía King,
136 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

el delegado de las sociedades obreras. El delegado


nos dijo que los comités de las sociedades estaban
en sesion permanente , y le enviaban en comision .
Segun las instrucciones del comité de insurrec
cion , se habia hecho lo que se habia -podido para
prolongar la lucha , evitando los choques dema
siado decisivos . El grueso de las sociedades no ha
bia entrado aún en accion . Sin embargo , su par
ticipacion se revelaba . El combate habia sido vivo
toda la mañana . La sociedad de los Derechos del
hombre estaba en la calle ; el antiguo constitu
yente Beslay habia reunido en el pasaje de Caire
á setecientos obreros del Maraix , y le habia he
cho tomar posiciones en torno del Banco .
Nuevas barricadas surgirian probablemente du
rante la noche ; el movimiento de la resistencia se
precipitaba ; la lucha á brazo partido que el co
mité habia querido retardar , parecia inminente ;
todo adelantaba con una especie de frenesí: ¿con
venia seguir , ó detenerse ? ¿ Convenia correr el
riesgo de acabar de una vez , que sería la última,
y dejaria sobre el pavés ; ya el Imperio, ya la Re
pública ? Las sociedades obreras nos pedian ins
trucciones ; tenian todavía en reserva sus tres ó
cuatro mil combatientes, y podian , segun la ór
den que el comité les diera , retenerlos aún ó en
viarlos al campo de batalla . Se creian seguros de
CITA CON LAS SOCIEDADES OBRERAS . 137

sus adeptos, harian lo que nosotros decidiéramos,


sin disimularnos que los obreros deseaban el com
bate inmediato y que ofreceria inconvenientes el
darles tiempo de que se calmaran .
La mayoría de los miembros del comité se in
clinaba aún á que continuase un cierto relaja
miento de accion , que prolongase la lucha ; y era
dificil probarles que no tenian razon . Era positivo
que si se podia hacer durar hasta la semana si
guiente la situacion en que el golpe de Estado
habia puesto a París , Luis Bonaparte estaba per
dido . París no se deja pisotear ocho dias por un
ejército. Sin embargo , yo me hacía estas reflexio
nes : - Las sociedades obreras nos ofrecen tres ó
cuatro mil combatientes, socorro poderoso : -el
obrero comprende poco las estratégias; vive del
entusiasmo ; los relajamientos le desconciertan ; no
w apaga , pero se enfria : -- tres mil hombres hoy,
¿ serian quinientos mañana ?-iy además , acababa
de hacerse algo grave en el boulevard ; ignorába
mos aún lo que era ! las consecuencias que pro
duciria no podíamos adivinarlas ; pero me pare
cia imposible que el hecho aún desconocido , pero
violento , que acababa de verificarse, no modifica
se la situacion , y por consiguiente , no modificase
nuestro plan de combate . Tomé la palabra en este
sentido . Declaré que era necesario aceptar el ofre
438 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

cimiento de las sociedades y lanzarlas en seguida


á la lucha : y añadia , que la guerra revoluciona
ria exige con frecuencia bruscos cambios de tác
tica : un general á campo raso , delante del ene
migo opera como quiere ; hay luz en torno suyo ;
conoce su efectivo, el número de sus soldados, la
cifra de sus regimientos ; tantos hombres, tantos
caballos, tantos cañones ; sabe la fuerza del ene
>

migo ; escoge su hora y su terreno , tiene un mapa


á la vista , sabe lo que hace . Está seguro de su re
>

serva, la guarda , y la hará maniobrar cuando


quiera ; la tendria siempre a mano . Pero nosotros,
exclamé , estamos en lo indeterminado . Ponemos
el pié al azar sobre probabilidades desconocidas.
¿ Quién está contra nosotros ? Lo entrevemos .
¿ Quién está en contra ? Lo ignoramos . ¿ Cuántos
soldados? į¿ Cuántos fusiles? ¿ Cuántos cartuchos?
¡ Nada ! Y la oscuridad . Quizás el pueblo entero,
quizás nadie. ¡ Guardar una reserva ! Pero , ¿ y
quién nos responderá de esa reserva ? Hoy era un
ejército ; mañana podia ser un puñado de polvo.
Sólo veíamos con claridad nuestro deber; para to
do lo demás la oscuridad de la noche . Lo supo
níamos todo , y lo ignorábamos todo . Librábamos
una batalla ciega . i¡ Demos todos los golpes que
podamos , vamos hacia adelante al azar , arrostre
mos el peligro ! y tengamos fe, porque puesto que
>
CITA CON LAS SOCIEDADES OBRERAS . 139

somos la justicia y la ley , Dios debe estar en esta


sombra con nosotros . Aceptemos esta soberbia y
siniestra aventura del derecho desarmado y com
batiendo .
El constituyente Leblond y el delegado King ,
consultados por el comité , fueron de mi opinion .
El comité decidió que se invitara á la sociedades
en nuestro nombre á salir inmeditamente a las
calles у á facilitar todos sus contingentes . — Pero
de este modo , no guardamos nada para mañana ,
objetó un miembro del comité . ¿ Qué auxiliar ten
dremos mañana?—La victoria , dijo Jules Favre .
- Carnot уy Michel de Bourges expusieron que
sería conveniente que los miembros de las asocia
ciones pertenecientes a la guardia nacional revis
tiesen sus uniformes . Así se acordó .
El delegado King se levantó : -- Ciudadanos
representantes, dijo; se van a trasmitir inmedia
tamente las órdenes ; nuestros amigos están pres
tos , dentro de algunas horas se reunirán . ¡ Esta
noche las barricadas y el combate !
Yo le pregunté : -¿Os sería útil que un repre
sentante miembro del comité, estuviese esta no
che con su banda en medio de vosotros ?
Sin duda , contestó .
-Pues bien ; ¡ héme aquí ! Tomadme .
- Iremos todos , exclamó Jules Favre.
140 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

El delegado dijo que bastaba que uno de nos


otros estuviese en el sitio donde se reunieran las
sociedades, y que en seguida hiciese advertir a los
demás miembros para que se le reuniesen .
Quedó convenido que cuando el punto de re
unión quedara fijado, me enviaria á alguno para
participármelo y conducirme á donde estuvieran
las asociaciones . - Antes de una hora tendreis no
-

ticias mias , nos dijo al despedirse .


Cuando los delegados se marchaban , Mathieu
de la Drôme entró . Al llegar al dintel de la puerta
estaba pálido ; se detuvo y exclamó : - Ya no es
tais en París; ya no estais en una República : es
tais en Nápoles bajo la tiranía de Bomba .
Venía de los boulevares.
Más tarde he vuelto á ver á Mathieu de la Drô
me , y le he dicho : - Más que Bomba , Satan .
XVIII.

CONFIRMACION DE LAS LEYES MORALES .

La carnicería del boulevard Montmartre cons


tituye la originalidad del golpe de Estado. Sin
aquella mortandad , el 2 de Diciembre sólo sería
un 18 brumario .
Luis Bonaparte se salva del plagio por la ma
tanza .
Hasta entonces sólo habia sido un copista. El
pequeño sombrero de Boulogne , el rendigote gris ,
el águila repleta de paja , parecian grotescos. ¿ Qué
es esta parodia ? decian . Hacía reir : de pronto hizo
temblar .
Lo odioso es la puerta de escape del ridículo .
El llevó lo odioso hasta lo execrable .
Envidiaba las proporciones de los grandes cri
menes : quiso igualar los peores. Aquel esfuerzo
hacia el horror , le daba un sitio á parte en el cor
142 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

ral de los tiranos . La truhanería , queriendo ser


tan grande como la infamia , un Neron pequeño ,
hinchándose como un Lacenaire enorme , tal es el
fenómeno. El arte por el arte , el asesinato por el
asesinato .
Luis Bonaparte ha creado un género .
De esta manera Luis Bonaparte hizo su entrada
en lo inesperado . Este le reveló .
Ciertos cerebros son ambiguos . Evidentemente,
desde hacía mucho tiempo , esta idea , asesinar
para reinar, estaba en Bonaparte . La premedita
cion familiariza á los criminales con el mal; por
ahí empieza el crimen . El crímen germina mu
cho tiempo en ellos difuso y flotante, casi incons
ciente ; las almas se ennegrecen lentamente . Es
tas acciones infames no se improvisan ; no llegan
de una sola vez y del primer empuje á la perfec
cion ; crecen y maduran informes é indecisas , y
el ambiente de las ideas en que están , las man
tiene vivas y dispuestas para el dia propicio ' y
vagamente terribles . Esta idea, la matanza por el
trono , insistimos en esto , estaba desde hacía mu
cho tiempo en el espíritu de Luis Bonaparte . Es
taba en lo posible de aquella alma. Iba y venía en
ella como una larva en un aquarium , confun
dida con los crepúsculos , las dudas , los apetitos,
los expedientes y los sueños de no sé qué socialis
CONFIRMACION DE LAS LEYES MORALES . 143

mo cesarista , como una hidra entrevista en una


trasparencia de caos .
Apenas tenía el conocimiento de que abrigaba
aquella idea deforme. Cuando la necesitó , la en
contró armada y pronta á servirle . Su cerebro in
sondable la habia alimentado oscuramente . Los
abismos son conservadores de los monstruos .
Hasta aquel dia terrible del 4 de Diciembre, >

Luis Bonaparte no se conocia quizás á sí mismo .


Los que estudiaban aquel curioso animal imperial,
no le creian capaz de la ferocidad. Veian en él
una especie de sér mixto , aplicando sus faculta
des de estafador á sus sueños de imperio , que
hasta coronado sería tunante , que haría decir de
un parricidio. ¡ Qué picardía ! Incapaz de alcanzar
ninguna cima , ni la de la infamia ; siempre en la
medianía , un poco encima de los pequeños pille
tes, y un poco debajo de los grandes malhecho

res . Se le creia apto para hacer todo lo que se hace


en los garitos y en las cavernas , pero con esta
trasposicion ; que trampearia en la caverna y ase
sinaria en el garito .
La matanza del boulevard desnudó bruscamente
aquella alma . Se la vió tal como era : los sobre
nombres ridículos ; de Gros - Rec y Badinguet se
desvanecieron ; se vió al bandido ; se vió al verda
dero Contrafalto oculto en el falso Bonaparte .
444 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

¡ La multitud se estremeció ! Era , pues , esto lo


que este hombre tenía en reserva .
Se han intentado apologías. Por necesidad de
bian fracasar. Elogiar á Bonaparte es simple: se
ha elogiado á Dupin ; pero limpiarle, es una ope
racion complicada. ¿ Qué hacer del 4 de Setiembre ?
¿Cómo salir del paso ? Justificar es más difícil que
glorificar : la esponja trabaja con más dificultad
que el incienso ; los panegiristas del golpe de Es
tado han perdido su tiempo . Madame Saud mis
ma, una grande alma, ha intentado una rehabi
litacion lamentable ; pero siempre, hágase lo que
se quiera , la cifra de los muertos reaparece a tra
vés del lavado.
No , no , ninguna atenuacion es posible. ¡Infor
tunado Bonaparte! La sangre ha corrido, tienes
que beberla .
El hecho del 4 de Diciembre es la puñalada más
colosal que un bandido suelto en la civilizacion
ha dado jamás , no ya a un pueblo , sino al gé
nero humano entero . La puñalada fué monstruosa
y derribó á París. París derribado, es la concien
cia , es la razon , es toda la libertad humana der
r'ibada. Es el progreso de los siglos tendido en el
arroyo. Es la antorcha de justicia , de verdad y
de vida vuelta y apagada. Hé aquí lo que hizo
Bonaparte el dia en que hizo aquello .
CONFIRMACION DE LAS LEYES MORALES. 145

El triunfo del miserable fué completo . El 2 de


Diciembre estaba perdido : el 4 de Diciembre sal
vó al 2 de Diciembre . Fué algo como Eróstrato
salvando á Judas. París comprendió que no se ha
bia dicho la última palabra respecto al horror ; y
que más allá del opresor está el verdugo. Hé aquí
lo que es un bandido robando el manto de César.
Aquel hombre era pequeño , sea , pero espantoso .
Paris consintió en aquel espanto , renunció á pro
nunciar la última palabra , se acostó , é hizo el
muerto . En aquel acontecimiento hubo asfixia.
Aquel crimen no se parecia á nada. Cualquiera ,
áun despues de muchos siglos , sea Eschyles ó Tá
cito que levante el cobertor , sentirá su fetidez .
París se resignó ; París se rindió ; la novedad del
crímen le hizo eficaz; París abdicó , París cesó
casi de ser París; al dia siguiente se pudo oir en
la sombra el castañeo de dientes de este titan
aterrado .
Insistamos en esto , porque es necesario confir
mar las leyes morales . Luis Bonaparte continuo
siendo , aun despues del 4 de Diciembre, Na
>

poleon el Pequeño . Aquella enormidad le dejó


enano .

La dimension del crímen no cambia la esta


tura del criminal, y la pequeñez del asesino re
siste á la inmensidad del asesinato .
10
146 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

De todos modos , el pigmeo venció al coloso.


Esta confesion , por humillante que sea , no puede
eludirse .
Hé ahí á qué rubores está condenada la historia,
esta gran deshonrada.
1

CUARTA JORNADA .

LA VICTORIA .
I.

LOS HECHOS DE LA NOCHE .

La calle Tiquetonne.

Cuando Mathieu de la Drôme acababa de pro


nunciar estas palabras: -- Estais en Nápoles bajo
la tiranía del rey Bomba, Carlos Gambon entró,
y dejándose caer en una silla, dijo :-Esto es hor
rible . Bancel le seguia . - Venimos de allí , mur
muró Bancel. Gambon habia podido resguardarse
en el hueco de una puerta . Tan solo delante de
Barbedienne habia contado treinta y siete cadá
veres. ¿Qué significaba aquello ? ¿Con qué fin se
habia ejecutado aquella monstruosa matanza al
azar? No se comprendia . Aquello era un enigma
en una matanza .
Estábamos en el antro de la esfinge.
Llegó Labrousse. Era urgente abandonar la
casa de Dupon White . Iba á ser cercada. Hacía al
150 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

gunos momentos que la calle Monthabor, ordina


riamente desierta , se poblaba de figuras sospe
chosas . Muchos hombres parecian observar el nú.
mero 11. Algunos de ellos parecian concertarse ;
pertenecian al antiguo Club de los Clubs, el cual ,
gracias a las maniobras de la reaccion , tenía un
vago olor de policía . Era necesario disfrazarse.
Labrousse nos dijo : - Acabo de ver á Longepied
rondando .
Nos separamos aisladamente cada uno por su
lado . No sabíamos en dónde nos volveríamos á ver ,
ni si nos volveríamos á ver. ¿Qué ocurriria , en
qué pararíamos ? No se sabía . Se respiraba es
panto .
Yo me dirigí á los boulevares deseoso de ver lo
que pasaba.
Lo que pasaba ya lo he dicho.
Bancel y Versigny se me unieron en el ca
mino.
Cuando salia del boulevard , confundido con
un torbellino de gente aterrada, sin saber á dónde
me dirigia , volví hácia el centro de París . Una
voz me dijo bruscamente al oido . — Hay allí una
cosa que es necesario que veais. Reconocí aquella
voz . Era la voz de E. P.
E. P. es un autor dramático , hombre de talen
to , á quien , cuando Luis Felipe,, yo hice excep
>
LA NOCHE.- LA CALLE DE TIQUETONNE. 151

tuar del servicio militar . No le habia visto desde


hacía cuatro años, y le yolvia á ver en aquel tu
multo . Me hablaba como si nos hubiésemos visto
el dia ántes . Tales son estos azoramientos. No hay
tiempo de reconocerse « conformes. » La gente se
habla como si todo estuviese en fuga.
-¡Ah ! ¡ Sois vos ! le dije. ¿Qué me quereis?
El me contestó : — Vivo en aquella casa .
Y añadió :
- Venid .
Me hizo internar en una calle oscura . Se oian
detonaciones; en el fondo de la calle se veia una
barricada en ruinas . Versigny y Bancel, acabo de
decirlo , me acompañaban . E. P. se volvió hacia
ellos .
--- Pueden venir estos caballeros.
Yo le pregunté:
-¿Qué calle es ésta ?
-La calle Tiquetonne. Venid .
Le seguimos.
He contado (1 ) en otra parte esta escena trágica.
E. P. se detuvo delante de una casa alta у
negra .
Empujó una puerta que estaba entornada, des

( 1 ) Los Castigos.
152 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

pues otra , y entramos en una sala baja, tranquila,


iluminada por una lámpara.
Aquella sala parecia contigua á una tienda.
En el fondo, se veian dos camas , una al
lado de la otra , una grande y otra pequeña .
Encima de la pequeña habia un retrato de una
mujer , y encima del retrato un ramo de boj
· bendito .
La lámpara estaba en una chimenea en la cual
ardia un fuego escaso .
Cerca de la lámpara , sobre una silla , estaba
una mujer anciana, encorvada, inclinada , ple
gada en dos como si estuviese rota, sobre una cosa
que estaba en la sombra y que ella tenía entre los
brazos . Me aproximé. Lo que tenía entre los bra
zos era un niño muerto .
La pobre mujer sollozaba silenciosamente .
E. P. , que era de la casa , la tocó la espalda, y
la dijo :
- Dejad que veamos.
La anciana levantó la cabeza ‫و‬, y ví sobre sus
rodillas un muchacho, pálido, medio desnudo,
lindo, con dos agujeros rojos en la frente.
La ancianamemiró , pero evidentemente no me
veia , y murmuró hablando consigo misma .
-¡Y decir que me llamaba abuelita esta ma
ñana !
LA NOCHE . - LA CALLE DE TIQUETONNE. 153

E. P. cogió la mano del niño ; aquella mano


volvió a caer en seguida.
-Siete años, me dijo.
Un cubo de agua habia en el suelo . Habian la
vado el rostro del niño. ; salian dos hilos de san
gre de sus dos agujeros.
En el fondo del aposento , cerca de un armario
entreabierto , en el cual se veia mucha ropa blan
ca , estaba de pié una mujer de cuarenta años ,
grave, pobre , limpia , bastante hermosa .
Una vecina , me dijo E. P.
Me explicó que habia un médico en la casa; que
habia bajado , y habia dicho : - No hay remedio .
El niño habia sido herido por dos balas en la ca
beza en el momento que atravesaba la calle para
huir . « Lo habian traido á su abuela que no tenia
más que á él. »
El retrato de la madre muerta estaba encima
de la cama pequeña .
El niño tenía los ojos entreabiertos , y aquella
mirada indescriptible de los muertos, en la cual la
percepcion de lo real está reemplazada por la vi
sion del infinito. La abuela , a través de sus so
llozos, hablaba á intervalos :-¡Es posible , Dios
>

mio ! - ¡Se puede creer esto ! — Bandidos !


De pronto exclamo :
¡ Es, pues , esto el gobierno !
434 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

-Sí , la dije yo.


Acabamos de desnudar al niño ; tenía un trompo
en el bolsillo .
Su cabeza iba y venía de un hombro a otro : yo
la sostuve y besé aquella frente. Versigny y
Bancelle quitaron las medias . La abuela se
movió bruscamente .
- No le hagais daño , nos dijo.
Y cogió los dos piés helados y blancos con sus
viejas manos , tratando de calentarlos.
Cuando el pobre cuerpo estuvo desnudo , pensa
mos en amortajarlo. Cogimos una sábana del ar
mario .
Entonces la abuela prorumpió en sollozos ter
ribles y exclamo :
Quiero que me le devuelvan .
Se irguió, y mirándonos fijamente, nos dijo
cosas terribles , en las cuales confundia á Bona
parte , á Dios , á su nieto , á la escuela á que asis
tia y á la hija que habia perdido, dirigiéndonos
reproches; lívida, hosca , con una especie de pe
sadilla en los ojos , más fantasma que el niño
muerto .
Despues cogió su cabeza entre sus manos , puso
sus brazos cruzados sobre el niño y volvió a so
llozar .
La mujer que estaba allí se me acercó, y sin de
LA NOCHE . - LA CALLE DE TIQUETONNE . 155

cirme una palabra, me enjugó la boca con su pa


ñuelo . Tenía sangre en los labios .
¡ Ay ! no habia remedio . Salimos anonadados .
Era completamente de noche . Bancel y Versig
ny me dejaron.
II.

LOS HECHOS DE LA NOCHE .

Barrio de los Mercados .

Volví á mi yaciga , calle de Richelieu , nú


mero 19.
La matanza parecia terminada : ya no se oian
descargas.
Cuando me disponia á llamar a la puerta del
núm . 19 , vacilé un momento ; ví en ella un hom
bre que parecia en acecho. Me dirigí de frente a
él , y le dije:
- Parece que aguardais á álguien .
El contestó :
-Sí .
- ¿ A quién ?
A yos .
Y añadió en voz baja :
He venido para hablaros .
LA NOCHE . - BARRIO DE LOS MERCADOS . 157

Miré á aquel hombre . Un farol le iluminaba , y


no evitaba aquella luz.
Era un joven de barba rubia , con blusa azul ,
que tenía el aire tranquilo de un pensador , y las
manos robustas de un obrero .
-¿Quién sois ? le pregunté .
El contestó : -Soy de la Sociedad de los horme
ros. Os conozco , ciudadano Víctor Hugo .
¿ De parte de quién venis?
Él contestó siempre en voz baja:
- De parte del ciudadano King .
- Está bien , le dije.
Entonces me dijo su nombre . Como ha sobre
vivido á los acontecimientos de aquella noche , y
ha escapado despues á las denuncias , se compren
derá que no le nombremos aquí, y que nos limi
temos a designarle de aquí en adelante por su
profesion, llamándole el hormero ( 1 ) .
- ¿ Qué teneis que decirme? le pregunté.
Me dijo que no habia que desesperar ; que él у
sus amigos querian continuar la resistencia , que
los puntos de reunion de las sociedades no estaban

( 1 ) Despues de 26 años podemos nombrarle ; se llamaba Galoy


y no Galloix , como han dicho ciertos escritores del golpe de
Estado , que han contado á su modo los incidentes que van á
leerse .
458 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

aún determinados, pero que se señalarian aquella


noche , que mi presencia era deseada, y que si
queria estar a las diez debajo de la arcada Colbert ,
él ó alguno de los suyos me aguardarian allí para
conducirme. Convinimos en que para hacerse re
conocer al acercárseme , darian la contraseña :
« ¿ Qué hace José ?»
-Hablemos claro , no estais obligado á creer
me . No se piensa en todo; deberia haberme hecho
dar algunas palabras escritas. En momentos como
éste se desconfia de todo el mundo .
--Al contrario , le dije yo ; se confia en todo el
mundo . Estaré á las diez en el arco de Colbert.
Y me separé de él .
Entré en mi asilo ; estaba cansado , tenía ham
bre, recurrí al chocolate de Chauramaule y á un
poco de pan que me quedaba ; me dejé caer en un
sillon , comí y me dormí . Hay sueños negros . Yo
tuve uno de estos sueños lleno de espectros : volvi
á ver al niño muerto y los dos agujeros rojos de la
frente , que eran dos bocas ; la una decia Morny ,
у la otra decia Saint- Arnaud. Pero no se ha he
cho historia para contar sueños ; abreviemos .
Bruscamente desperté . Experimenté una especie
de sacudida . - i¡Mientras no sean más de las nue
ve !-- Me habia olvidado de dar cuerda á mi reloj.
Estaba parado . Salí precipitadamente. La calle es
LA NOCHE. – BARRIO DE LOS MERCADOS. 159

taba desierta , las tiendas estaban cerradas. En la


plaza Louwis oí sonar la hora en un reloj (proba
blemente el de Saint-Roch ); escuché . Eran las
nueve . En un instante estuve en el arco Colbert.
Miré en la oscuridad . No habia nadie .
Comprendí que era imposible permanecer allí
sin tener el aspecto de aguardar á álguien : hay
cerca del arco Colbert un puesto de policía , y pa
saban patrullas á cada momento . Me interné en la
calle ; no habia nadie . Fuí hasta la calle Vivienne .
En el ángulo de la calle Vivienne habia un hom
bre parado delante de un cartel y procuraba ras
garle ó arrancarle. Me acerqué á aquel hombre
que me tomó probablemente por un agente de po
licía y huyó áá escape. Volví sobre mis pasos.. En
el arco Colbert , y cuando llegaba al sitio de la
calle en donde se fijan los carteles de los teatros,
un obrero pasó cerca de mí y me dijo rápidamente :
-¿Qué hace José ?
Reconocí al hormero .
- Venid , me dijo.
Nos pusimos en marcha sin hablarnos , y como
si no fos conociéramos, él iba delante , yo lo se
guia á cierta distancia .
Fuimos primero á dos casas que no podemos in
dicar aquí sin designar víctimas á la proscripcion.
En aquellas dos casas , nada , ninguna noticia .
160 HISTORIA DE UN CRÍMEN.
Nadie habia ido á ellas de parte de las sociedades.
- Vamos al tercer sitio , me dijo el hormero ,> y
me explicó que se habian dado cita en tres sitios
sucesivos , para estar seguros de encontrarse si la
policía descubria el primero y el segundo de los
puntos de reunion , precaucion que tambien tomá
bamos por nuestra parte para nuestras reuniones
de la izquierda y del comité.
Estábamos en el barrio de los Mercados . Todo el
dia se habian batido en él . No habia faroles en las
calles . Nos deteníamos de vez en cuando y escu
chábamos para no dar de manos á boca con una
patrulla. Saltamos una empalizada de tablas casi
destruida , cuyos restos habian sin duda servido
para hacer una barricada , y atravesamos las vas
tas demoliciones que llenaban en aquella época
los emplazamientos de las callesMontmartreyMon
torgueil. Sobre las altas paredes desmanteladas, se
-
veia temblar una claridad rojiza : sin duda eran
los reflejos de las hogueras del vivac de las tropas
acampadas en los Mercados y en Saint - Eustache .
Aquel reflejo nos iluminaba . Sin embargo , el hor
mero corrió el peligro de caer en un hoyo pro
fundo, que no era otra cosa que el sótano de una
casa demolida. Al salir de aquellos sitios cubiertos
de minas , se veian aquí y acullá algunos árboles,
restos de los antiguos jardines destruidos : entra
LA NOCHE. - BARRIO DE LOS MERCADOS . 161

mos en unas calles estrechas , tortuosas , comple


tamente oscuras , en las cuales era imposible
orientarse . Sin embargo, el hormero caminaba
por ellas como si estuviéramos en pleno dia , y co
mo el que se dirige directamente a su objeto. Una
vez se volvió y me dijo:
-Todo el barrio está lleno de barricadas , y si
nuestros amigos salen como yo lo espero , os res
pondo de que la lucha será larga.
De pronto se detuvo : --Aquí teneis una , dijo.
Teníamos , en efecto , delante de nosotros á siete
ú ocho pasos de distancia , una barricada de ado
quines que no pasaba de la altura de un hombre,
apareciendo en la sombra como una especie de
muro arruinado . En una de sus extremidades se
habia practicado una abertura estrecha . La fran
queamos. Detrás de la barricada no encontramos
á nadie .
-Se han batido aquí hace poco tiempo , me
dijo el hormero en voz baja , y añadió despues de
un momento de silencio.- Nos acercamos .
Como la calle estaba desempedrada , habia por
todas partes trozos que era necesario evitar. Pasá
bamos con trabajo de un adoquin á otro , y algu
nas veces teníamos que saltar. Por profunda que
sea la oscuridad , flota siempre en ella no sé qué
resplandor; mientras caminábamos , percibimos
11
162 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

en el suelo al lado de la acera , algo que parecia


una forma larga . — ¡ Diablo ! murmuró mi guía,
íbamos á pasar por encima . Sacó un fósforo de su
bolsillo, lo frotó por la manga de su blusa , y la
llama brilló . La claridad iluminó una faz descolo
rida que nos miraba con sus ojos fijos. Era un ca
dáver abandonado allí .
Era un anciano : el hormero pasó rápidamente
el fósforo de la cabeza a los piés . El muerto habia
tomado casi la actitud de un hombre en cruz; sus
dos brazos extendidos , sus cabellos blancos, rojos
en las puntas , se bañaban en el barro : habia de
bajo de él un gran charco de sangre : una ancha
abertura negruzca señalaba en su chaleco el sitio
por donde habia entrado la bala , atravesándole el
pecho ; uno de sus tirantes estaba deshecho; lle
vaba gruesos zapatos con cordones . El hormero
levantó uno de los brazos , y dijo : tiene la claví.
cula rota . La cabeza se movió, y la boca abierta
se volvió hacia nosotros como si quisiera hablar
nos . Miré aquella vision , casi la escuché... Brus
camente desapareció .
Aquella cara se sumergió de nuevo en las tinie
blas , el fósforo se habia apagado.
Nos alejamos en silencio . El hormero , como si
hablara consigo mismo, decia : —No le conozco .
Continuábamos avanzando . Desde los sótanos
LA NOCHE . - BARRIO DE LOS MERCADOS . 163

hasta los tejados, desde los pisos bajos hasta las


buhardillas, no se veia una sola luz en las casas.
Parecia que vagábamos sobre una tumba in
mensa .

Una voz firme, viril, sonora , salió súbitamente


de la sombra y exclamó: -¿Quién vive ?
-¡Ah ! ¡ Están aquí ! dijo el hormero ; y silbó
de un modo especial .
¡ Entrad ! dijo la voz .
Estábamos en otra barricada . Esta , un poco más
alta que la anterior , estaba separada de ella unos
cien pasos , y por lo que podia verse en la oscuri
dad , estaba construida con toneles llenos de ado
· quines . Se veian en lo alto las ruedas de un car
reton metido entre los toneles . Postes y tablas
completaban la defensa . Tenía tambien una aber
tura más estrecha que la de la otra barricada .
Ciudadanos , dijo el hormero entrando en la
barricada ; ¿ cuántos sois ?
La voz que habia dado el quién vive, contestó :
Somos dos .
-¿Nada más ?
-Nada más .
Eran dos en efecto ; dos hombres que solos en
aquella noche , en aquella calle desierta , detrás
de aquel monton de piedra , esperaban el choque
de un regimiento .
464 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Los dos llevaban blusa ; dos obreros ; algunos


cartuchos en el bolsillo y el fusil á la espalda.
- Vámonos , dijo el hormero con acento impa
ciente ; los amigos no han llegado aún .
Pues bien , dije yo , aguardémosles.
El hormero habló algun tiempo en voz baja y
probablemente dijo mi nombre a uno de los de
fensores de la barricada , que se acercó y me sa
ludó : -Ciudadano representante , dijo, hará mu
cho calor aquí dentro de poco .
-Mientras tanto , contesté yo riendo , hace frio .
En efecto, hacía mucho frio. La calle, comple
tamente desempedrada detrás de la barricada, era
una cloaca , el agua nos llegaba a los tobillos.
>

--Digo que pronto hará calor , continuó el obre


ro , y hareis bien en iros más lejos.
El hormero le puso la mano en el hombro di
ciéndole : -Camarada , es necesario que nos que
demos. La ambulancia que es el sitio de reunion ,
está á dos pasos de aquí.
Es igual , dijo el otro obrero , que era de pe
queña estatura , y estaba de pié sobre un adoquin ;
el ciudadano representante hará bien en irse más
lėjos.
— Yo puedo estar muy bien donde esteis vos
otros ; le dije.
La calle era completamente negra ; no se veia
LA NOCHE. - BARRIO DE LOS MERCADOS. 165

nada en el cielo. Dentro de la barricada, a la iz


quierda, cerca de la abertura, se distinguia un
alto tabique de tablas mal unidas a través de las
cuales se escapaba una claridad débil . Por encima
del tabique subia hasta perderse de vista una casa
de seis o siete pisos , cuyo piso bajo, en repara
cion , estaba cerrado por aquellas tablas . Un rayo
de luz saliendo de una de las rendijas, se reflejaba
en el muro de enfrente , é iluminaba un cartel
viejo, desgarrado, en el cual se leia : Asnières . Lu
chas en el agua . Gran baile .
-¿Teneis otro fusil ? preguntó el hormero, al
más alto de los obreros .
-Si tuviéramos tres fusiles, seríamos tres hom
bress , contestó el obrero .
El más bajo añadió : -¿Creis que falta la buena
voluntad ? Habria muchos músicos , pero no hay
clarinetes .
Al lado del cercado de tablas se entreveia una
puerta estrecha y baja , que parecia más bien una
puerta de barraca , que una puerta de tienda . La
tienda á que pertenecia aquella puerta estaba her
méticamente cerrada . La puerta lo parecia tam
bien . El hormero la empujó suavemente . Estaba
abierta .
- Entremos , dijo.
Entré el primero , él me siguió y cerró la puerta
466 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

detrás de mí . Estábamos en una sala baja. Hácia


el fondo, á la izquierda , una puerta entornada de
jaba pasar un rayo de luz . Sólo aquel rayo ilumi
naba la sala . Se veian confusamente en el fondo
un mostrador y una especie de estufa , pintada de
negro y blanco .
Se oian suspiros ahogados , breves, intermiten
tes que parecian salir de una pieza vecina , del
mismo lado de la luz . El hormero se dirigió rápi
damente á la puerta entornada . Atravesé la sala
detrás de él y entramos en una especie de vasto
desvan iluminado por una bujía . Estábamos en el
otro lado del tabique de tablas. Sólo aquel tabique
nos separaba de la barricada .
Aquel desvan era el piso bajo en demolicion .
Delgadas columnas de hierro pintadas de rojo y
clavadas en baldosas de piedra , sostenian de dis
tancia en distancia las viguetas del techo ; cerca
del tabique , un enorme armazon de madera colo
cado en el centro de la pared delantera , sostenia
la gruesa viga trasversal del primer piso ; es decir,
sostenia toda la casa . En un rincon se veian va
rios instrumentos de albañilería, un monton de
yeso y una escala doble . Algunas sillas de paja
esparcidas. Por piso la tierra húmeda . Al lado de
una mesa en donde brillaba una bujía , entre va
rios frascos de farmacia, una mujer anciana y una
LA NOCHE . - BARRIO DE LOS MERCADOS . 167

niña de ocho años ; la mujer sentada , la niña acur


rucada con un gran cesto de trapos, hacía hilas.
El fondo de la sala , que se perdia en la sombra,
estaba cubierto de una estera de paja , sobre la cual
>

estaban tendidos tres colchones . De allí salian los


gemidos.
- Esta es la ambulancia , me dijo el hormero.
La anciana volvió la cabeza , y al vernos , se
estremeció convulsivamente ; despues , tranquili
zada sin duda por la blusa del obrero , se levantó ,
adelantándose hacia nosotros .
El hormero la dijo algunas palabras al oido .
Ella contestó : -No he visto á nadie .
En seguida añadió : --- Pero lo que me inquieta
es que mi marido no ha vuelto aún . Toda la no
che se han oido tiros .
Dos hombres ocupaban los dos colchones del
fondo. El tercer colchon estaba vacío , esperaba.
El herido que estaba más cerca de mí , habia
recibido una bala de cañon en el vientre .
Era el que lanzaba aquellos gemidos que pare
cian ronquidos . La anciana se acercó al colchon
con la bujía y nos dijo en voz baja mostrando el
puño :
-¡Si viérais el agujero que esto ha hecho !
Le hemos metido un monton así de hilas en el
vientre.
168 . HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Y continuó: - No tiene más que veinticinco


años . Mañana habrá muerto .
El otro era más jóven aún . Tenía apéņas diez y
ocho años . - Lleva una hermosa levita negra ,
dijo la anciana. Debe ser un estudiante .
El jóven tenía la parte baja del rostro envuelta
con trapos ensangrentados. La anciana nos expli
có que habia recibido una bala en la boca que le
habia roto la mandíbula . Le devoraba una fiebre
ardiente у nos miraba con ojos brillantes. Extendia
de vez en cuando su brazo derecho hasta un cubo
lleno de agua , en el cual empapaba una esponja,
>

tomaba la esponja , la acercaba á su rostro у hu


medecia él mismo su herida.
Me pareció que su mirada se fijaba en mí de un
modo singular. Me acerqué á él , me incliné y le
tendí la mano , que él retuvo entre las suyas .
¿Acaso me conoceis ? le pregunté. El me contestó,
si, con un apreton de mano que me llegó al co
4
razon .

El hormero me dijo:
- Aguardadme un momento , vuelvo en se
guida . Voy a ver si habrá medio de encontrar un
fusil en el barrio .
Y añadió :
- ¿ Quereis uno tambien ?
— No, le dije. Me quedaré aquí sin fusil. Entro
LA NOCHE . - BARRIO DE LOS MERCADOS . 169

á medias en la guerra civil . Estoy dispuesto a mo


rir, pero no quiero matar .
Le pregunté si creia que sus amigos vendrian .
Me confesó que no comprendia lo que pasaba , que
los hombres de las sociedades debian haber lle
gado hacía mucho tiempo , que en vez de dos de
bia haber veinte en la barricada , y que en aque
lla calle en vez de dos barricadas debia haber diez;
por consiguiente, que suponia que habia pasado
alguna cosa extraordinaria .
-De todos modos , dijo, voy á ver lo que pasa ;
prometedme que me aguardareis aquí .
-

- Os lo prometo , dije ; aguardaré si es necesa


rio toda la noche .
Él se marchó.
La anciana habia vuelto á sentarse al lado de la
niña que parecia no comprender mucho lo que pa
saba en torno suyo , y que me miraba con sus
grandes ojos asombrados . Las dos estaban pobre
mente vestidas , y me pareció que la niña no
llevaba medias . i Mi marido no ha vuelto !
decia la anciana ; imi pobre marido no ha vuel
tol i Mientras no le haya ocurrido alguna des
gracia !
Con exclamaciones que partian el corazon , y
llorando á lágrima viva, continuaba haciendo hi
las rápidamente. Yo no podia dejar de pensar en
70 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

aquel anciano , que habíamos encontrado cerca


de allí , extendido junto a la barricada .
Sobre la mesa habia un periódico , lo desplegué.
Era la P ... el resto del título estaba rasgado. Es
taba marcada en él una mano sangrienta . Proba
blemente un herido habia puesto la mano sobre la
mesa en el sitio en que estaba el periódico . Mis
ojos tropezaron con estas líneas :
« M. Víctor Hugo acaba de publicar un llama
miento al asesinato y al pillaje.»
En estos términos , aquel periódico del Elíseo ,
calificaba la proclama que dicté à Baudin y que
se ha podido leer en el primer tomo de esta his
toria .
Cuando acababa de arrojar el periódico sobre la
mesa , uno de los dos defensores de la barricada
entró. Era el de baja estatura .
-Un vaso de agua , dijo. Al lado de los frascos
-

habia una botella y un vaso . Bebió con avidez .


Tenía en la mano un pedazo de pan y una sal
chicha , en la cual mordia .
>

De repente oimos varias detonaciones sucesivas,


que parecian poco lejanas. Parecian en el silencio
de aquella negra noche , el ruido de un carro de
leña descargado sobre el empedrado .
La voz grave y tranquila del otro combatiente
grito desde fuera : - Esto empieza .
LA NOCHE. - BARRIO DE LOS MERCADOS.
-
174

—¿Tengo tiempo de acabarme el pan ? pre


guntó el que habia entrado.
-Sí , dijo el otro .
>

El que estaba se dirigió á mí y me dijo:


-Ciudadano representante, hé aquí las descar
gas de peloton. Atacan las barricadas. Creo que
debeis marcharos .
Yo le contesté : -¿Pero vosotros os quedais ?
-Nosotros estamos armados , contestó , y vos
no lo estais . Vos no servireis más que para hace
ros matar sin provecho alguno . Si tuviérais un
fusil, sería otra cosa ; pero no le teneis . Debeis
marcharos.
- Nopuedo , le dije, aguardo á alguno.
El quiso insistir y obligarme . Yo le estreché la
mano . Comprendió que mi deber me obligaba á
permanecer allí , y no insistió más .
El silencio reinó por un momento .
El continuó comiendo su pan . No se oian más
que los roncos gemidos del moribundo . Entónces
una especie de golpe sordo y profundo llegó hasta
nosotros. La anciana saltó sobre su silla murmu
rando : -Es el cañon .
—No , dijo el hombre del pan ; es una puerta
que se cierra . Despues continuó : —¡Bah ! Ya he
concluido mi pan ; se frotó las manos , y salió .
Entre tanto las detonaciones continuaban y pa
172 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

recian más próximas. Se oyó un ruido en la tien


da . Era el hormero que estaba de vuelta. Apare
ció en el dintel de la ambulancia . Estaba pálido.
-Héme aquí, dijo ; vengo á buscaros . Es ne
cesario que os retireis. Vámonos en seguida.
Me levanté de la silla en que estaba sentado y
le pregunté : -¿Qué significa esto ? ¿ No vendrán
-

vuestros amigos ?
No, contestó ; nadie vendrá. Esto está con
cluido .
Entonces me contó rápidamente que habia re
corrido todo el barrio para encontrar un fusil, que
habia buscado en balde , que habia hablado á «dos
>

ó tres, » que se debia renunciar á las sociedades,


que no saldrian á la calle; que lo que se habia he
cho por la tarde habia asustado, que los mejores es
taban aterrados, que los boulevares estaban llenos
de cadáveres , que el ejército habia hecho « horro
res , » que la barricada iba á ser atacada , que al
venir habia oido ruido de pasos en la encrucijada,
que eran los soldados que venian , que no teníamos
nada que hacer allí, que debíamos marcharnos,
que la casa estaba «estúpidamente escogida, » que
no habia salida trasera , que nos costaria ya mu
cho trabajo el salir de la calle , y que apenas te
níamos tiempo .
Todo esto lo dijo jadeando brevemente á sacu
LA NOCHE . – BARRIO DE LOS MERCADOS . 173

didas, é interrumpiéndose á cada instante con esta


exclamacion:-¡Y decir que no hay armas ! ¡ Y
decir que no tengo un fusil!
Cuando acababa de hablar , oimos que desde la
barricada gritaban :-¡Atencion !!-Y así inme
.

diatamente sono un tiro que fué contestado por


una violenta descarga .
Muchas balas tocaron en el tabique de la ambu
lancia , pero venian en direccion oblicua y nin
guna le atravesó. Oimos caer ruidosamente en la
calle muchos cristales rotos .
-Ya no podemos salir , dijo el hormero con
calma. La barricada es atacada .
Tomó una silla y se sentó. Los dos obreros eran
evidentemente buenos tiradores . Descargas de pe
loton caian sin descanso sobre la barricada . Los
defensores contestaban con vivacidad . Despues el
fuego se extinguió . Reinó un momento de si
lencio .
- ¡ Vienen a la bayoneta ! ¡Marchan á paso de
carga! dijo una voz en la barricada.
La otra voz dijo : - Marchémonos. Sono un úl
timo tiro. En seguida un golpe violento que toma
mos por una advertencia , conmovió el tabique de
>

tablas. Era en realidad que uno de los obreros ha


bia arrojado su fusil al marcharse , y el fusil al
caer habia chocado en el tabique. Oimos despues
174 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

el paso rápido de los combatientes que se ale


jaban .
Casi al mismo tiempo un tumulto de voces y de
culatazos dados en el empedrado , llenó la bar
ricada .
-Ya está hecho , dijo el hormero , y apagó la
-

vela .
Al silencio que envolvia aquella calle , un mo
mento antes , habia sucedido una especie de tu
multo siniestro . Los soldados daban culatazos en
las puertas de las casas . Por milagro la puerta de
la tienda les pasó desapercibida . Si la hubiesen so
lamente tocado, habrian visto que no estaba cer
rada y hubieran entrado .
Una voz , que debia ser la voz de un oficial,
decia :
-Iluminad las ventanas . Los soldados juraban .
Les oíamos decir : - ¿ Dónde están esos pícaros
rojos ? Registremos las casas . —La ambulancia es
taba sumida en la oscuridad . No se oia una sola
palabra , ni el aliento de una respiracion ; el mis
mo moribundo , como si hubiese tenido concien
cia del peligro , habia cesado de gemir. Sentia á
la pobre niña que se refugiaba entre mis piernas .
Un soldado golpeaba en los toneles y decia
riendo :
-Hé aquí leña para esta noche .
LA NOCHE . - BARRIO DE LOS MERCADOS . 175

Otro exclamaba : -¿Dónde estarán? Eran trein


ta por lo menos. Registremos las casas .
Oimos á otro que hacía estas objeciones :
-¡Bah ! ¿Qué quieres hacer en una noche como
esta ? ¡ Entrar en casa de la gente acomodada !
Hay demoliciones cerca de aquí , y se han esca
pado por ellas.
Lo mismo da , repetian los otros , registremos
las casas .
En aquel momento salió un tiro del fondo de la
calle .
Aquel tiro nos salvó .
Probablemente lo habia disparado uno de los
dos obreros para salvarnos .
-Esto viene de allá abajo, exclamaron los sol
dados ; ¡ están allá abajo! Y dirigiéndose todos á
la vez hacia el sitio de donde habia salido el tiro ,
abandonaron la barricada y se internaron corrien
do en la calle .
El hormero y yo nos levantamos .
-Ya se han marchado , me dijo en voz baja;
aprisa ; vámonos .
-¿Pero vamos a dejar aquí á esta pobre mu
jer? dije yo .
-¡Oh ! exclamó ella ; no penseis en mí , no de
>

bo temer nada , yo soy una ambulancia. Yo tengo


heridos . Cuando os hayais marchado volveré á en
176 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

cender la vela. Lo que me da angustia es que mi


pobre marido no ha vuelto .
Atravesamos la tienda de puntillas . El hormero
entreabrió suavemente la puerta y dirigió una rá
pida ojeada a la calle. Algunos habitantes habian
obedecido á la orden de iluminar las ventanas, y
cuatro ó cinco velas encendidas aquí y acullá tem
blaban al soplo del viento sobre los antepechos de
las ventanas . La calle estaba iluminada.
-¡Nadie ! dijo el hormero; pero apresurémo
nos, porque probablemente volverán .
Salimos : la anciana empujó la puerta detrás de
nosotros, y nos encontramos en la calle. Fran
queamos las barricadas y nos alejamos á grandes
pasos. Pasamos cerca del anciano muerto , estaba
todavía allí tendido sobre el arroyo , vagamente
iluminado por el resplandor incierto de las venta-.
nas: parecia dormir. Cuando llegábamos á la se
gunda barricada , oimos detrás de nosotros á los
soldados que volvian .
Conseguimos entrar en los terrenos en demoli
cion . Allí estábamos en seguridad . El ruido de las
descargas llegada todavía hasta nosotros. El hor
mero decia : — Se baten por el lado de la calle
Cléry. Al salir de las demoliciones , dimos la vuel
.

ta á los Mercados , no sin peligro de caer en ma


nos de las patrullas, dando grandes rodeos por un
LA NOCHE . -- BARRIO DE LOS MERCADOS . 177

dédalo de callejuelas. Al fin llegamos a la calle


de Saint-Honoré .
En la esquina de la calle del Arbre -Sec, el hor
mero y yo nos separamos , -porque , en efecto,
> >

me dijo , dos corren más peligro que uno . -Yo


volví á mi número 19 de la calle Richelieu .
Atravesando la calle de Rourdonnais , habíamos
visto desde léjos el vivac de la plaza Saint-Eusta
che . Las tropas que habian salido para efectuar
el ataque no habian vuelto aún . Sólo guardaban
el vivac algunas compañías . Los soldados se ca
lentaban en las grandes hogueras sparcidas por
- la plaza. Se oian grandes carcajadas . En la ho
as guera que estaba más cerca de nosotros, se distin
Da guian entre las llamas ruedas de carruajes que ha
te bian servido para las barricadas . De algunas de
a ellas sólo quedaba un gran círculo de hierro enro
%. jecido .
‫ܘܶܐ‬

12
III.

LOS HECHOS DE LA NOCHE .

El Petit - Carreau .

En aquella misma noche , casi á la misma hora ,


á algunos pasos de allí , se realizaba un hecho si
niestro .
Despues de la toma de la barricada en que ha
bia muerto Pierre Tissié , setenta ú ochenta com
batientes se habian retirado en buen órden por la
calle de Saint-Sauveur. Llegados a la calle Montor
gueil , se habian reunido en la conjuncion de las
calles del Petit-Carreau y de Cadran . La calle
hace cuesta en aquel sitio . Habia en el sitio en
que la calle del Petit -Carreau toca a la calle Clé
ry una barricada abandonada , bastante alta y
>

bien construida. Se habian batido en ella por la


mañana . Los soldados la habian tomado y no la
habian demolido . ¿ Por qué ? Hubo , ya lo hemos
LA NOCHE . -
- EL PETIT - CARREAU . 179

dicho , muchos enigmas de este género en aquella


jornada .
El grupo armado que venía de la calle Saint-De
nis se habia detenido en aquel punto y esperaba.
Aquellos hombres se estrañaban de que no les per
siguieran. Temia el ejército perseguirles a través
de aquellas calles estrechas, en las cuales cada
esquina puede ocultar una emboscada . ¿ Se habia
dado contraórden? Hacian muchas conjeturas.
Además oian cerca de ellos , sobre el boulevard
sin duda , un estruendo espantoso de descargas y
de cañonazos , que parecia un trueno contínuo .
No teniendo más municiones, estaban reducidos
á escuchar . Si hubiesen sabido lo que pasaba , ha
brian comprendido por qué no les habian perse
guido . Empezaba la carnicería del boulevard . Los
generales, ocupados en la matanza, habian aban
donado la batalla.
Los fugitivos del boulevard afluian hácia aquel
lado ; pero cuando veian la barricada , huian en
direccion opuesta. No obstante , algunos llegaron
hasta la barricada , indignados y pidiendo ven
ganza . Uno que vivia en aquellos barrios fué á
su casa y volvió con un pequeño barril de hoja de
lata lleno de cartuchos .
Con aquello habia para batirse una hora . En se
guida empezaron á construir una barricada en la
180 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

esquina de la calle Cadran . De este modo, la calle


del Petit-Carreau , cerrada por dos barricadas , la
una hacia la calle de Cléry , y la otra en el ángulo
>

de la calle Cadran , dominaba toda la calle Mon


torgueil. Estaban entre las dos barricadas como en
una ciudadela. La segunda barricada era más
fuerte que la primera.
Aquellos hombres vestian casi todos de le
vita ; algunos de ellos levantaban adoquines con
guantės .
Habia entre ellos pocos obreros, pero los que
habia eran inteligentes y enérgicos. Aquellos
hombres eran lo que podríamos llamar la alta so
ciedad de la multitud .
Jeanty Sarre se habia unido á ellos : inmedia
tamente fué el jefe.
Charpentier le acompañaba , demasiado bravo
para renunciar , pero demasiado soñador para
mandar .
Se acababan de construir dos barricadas , en
cerrando tambien unos cuarenta metros de la calle
Montorgueil, a la altura de la calle Mauconseil.
La noche se acercaba . Las descargas se extin
guian sobre el boulevard . Era posible una sor
presa . Establecieron un puesto en la esquina de
la calle Cadran , y enviaron una gran guardia
hacia el lado de la calle Montmartre. Los explo
LA NOCHE . -
EL PETIT -CARREAU . 181

radores volvieron para dar cuenta de lo que ha


bian observado . Un regimiento , al parecer , se
disponia á vivaquear en la plaza de las Victorias .
Su posicion, fuerte en apariencia , no lo era en
realidad . Eran demasiado poco numerosos para
defender a la vez sobre la calle Cléry y sobre la
calle Montorgueil las dos barricadas , y viniendo
las tropas por detrás cubiertas por la segunda bar
ricada , hubiera estado sobre ellos antes de ser
apercibidas . Esto les resolvió a poner un puesto
en la calle de Cléry . Se pusieron en comunicacion
con las barricadas de la calle Cadran , y con las
dos de la calle Mauconseil . Estas dos últimas bar
ricadas sólo estaban separadas de ellos por una
distancia de cincuenta pasos . Tenian más de seis
piés de altura , eran bastante sólidas , pero esta
ban guardadas solamente por los seis obreros que
las habian construido .
A las cuatro y media, cuando empezaba el cre
púsculo - el crepúsculo llega temprano en Di
ciembre , -Jeanty Sarre tomó cuatro hombres y
>

fué á practicar un reconocimiento . Se proponia


elevar una barricada avanzada en alguna de las
callejuelas vecinas . En el camino encontraron una
que estaba abandonada , construida con toneles .
Pero los toneles estaban vacíos ; uno solo contenia
algunos adoquines, y era imposible sostenerse allí
182 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

dos minutos. Cuando salian de aquella barricada,


les asaltó una brusca descarga . Un peloton de in
fantería , apenas visible en la semi-oscuridad que
reinaba , estaba cerca de allí . Se replegaron con
prontitud ; pero uno de ellos , que era un zapatero
del faubourg del Temple , cayó en mitad de la ca
lle herido por una de las balas . Ellos retrocedie
ron y se lo llevaron . Tenía el pulgar de la mano
derecha roto . - A Dios gracias , dijo Jeanty Sarre ,
-

no le han muerto . - No , dijo el pobre hombre ,


han muerto mi pan .
Y añadió : —No podré trabajar más . ¿Quién ali
mentará á mis hijos ?
Entraron de nuevo en la barricada con el he
rido , y uno de ellos , que era estudiante de medi
cina , le hizo la primera cura .
Los centinelas, que se apostaban en todas par
tes , estaban escogidos entre los hombres más se
guros, agotaban y arruinaban la pequeña fuerza
central. Sólo quedaban unos treinta en la bar
ricada.
En aquellas calles, como en el barrio del Tem
ple, todos los reverberos estaban apagados, cor
tados los tubos del gas , las ventanas cerradas y
negras ; no habia luna , ni siquiera estrellas. La
noche era profunda.
Se oian las descargas lejanas. Las tropas tiro
LA NOCHE . -
- EL PETIT -CARREAU . 183

teaban desde la plaza Saint-Eustache, y les envia


ban una bala cada dos o tres minutos , como para
decirles : Estamos aquí. No obstante , no creian
que les atacaran antes de la mañana.
Se entablaban entre ellos diálogos como éste:
-Desearia tener un jergon , decia Charpentier:
se me ha metido en la cabeza que dormiremos
aquí esta noche .
-¿Y podríais dormir ? le preguntó Jeanty Sarre.
Ya lo creo .
Y se durmió en efecto , algunos momentos des
pues .
En aquella red tenebrosa de calles estrechas
cortadas por barricadas y bloqueadas por las tro
pas , permanecian abiertas dos tabernas. Se hacian
en ellas más hilas que se bebia vino , porque los
jefes habian dado la órden de beberlo con agua .
La puerta de una de aquellas tabernas se abrió
precisamente entre las dos barricadas del Petit
Carreau . Habia en ella un reloj que servía para
relevar á su debido tiempo las guardias. En la
trastienda estaban encerrados dos individuos sos
pechosos que habian venido á confundirse con los
combatientes. Uno de aquellos hombres , en el
momento que
զ le arrestaban decia : — Vengo para
batirme por Enrique V. - Se les guardaba bajo
llave con un centinela en la puerta .
184 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Se habia establecido una ambulancia en una


sala vecina . En ella estaba tendido sobre un col
chon el zapatero herido.
Se habia instalado , para lo que pudiese ocurrir ,
otra ambulancia en la calle Cadran . Una corta
dura practicada por aquel lado en el ángulo de la
barricada , permitia trasladar fácilmente los he
ridos .
A las nueve y media , un hombre llegó á la
barricada.
Jeanty Sarre le reconoció .
– Buenas noches , Denis , le dijo.
-Llámame Gaston , dijo aquel hombre.
- ¿ Por qué ?
—Porque sí .
-¿Eres tú tu hermano ?
-Sí , hoy soy mi hermano .
-Sea . Buenas noches , Gaston .
Y se estrecharon la mano .
Aquel hombre era Denis Dussoubs .
Estaba pálido , tranquilo y ensangrentado ; se
habia batido ya por la mañana. En la barricada
del faubourg Saint-Martin , una bala le habia to
cado en el pecho ; se habia deslizado sobre algun
dinero que llevaba en el chaleco, levantándole sólo
la piel . Habia tenido la rara fortuna de ser ara
ñado por una bala . Este rasguño era como la pri
/

LA NOCHE . EL PETIT-CARREAU . 185

mera zarpada de la muerte . Llevaba una gorra ,


porque su sombrero lo habia perdido en la re
friega, y habia reemplazado por un gaban com
prado á un prendero, su paletó agujereado por la
bala , que era de tela de Bellisle .
Como habia llegado hasta la barricada del Pe
tit-Carreau , él mismo no hubiera podido decirlo.
Habia andado siempre hacia adelante. Se habia
deslizado de calle en calle . La suerte da la mano
á los predestinados y les conduce sin tropiezo al
fin , entre las tinieblas . Cuando entró en la bar
ricada , le dieron el iquién vive ! y él contestó :
¡ La República !
Vieron que Jeanty Sarre le estrechaba la mano ,
y preguntaron á Jeanty Sarre :
¿Quién es este ?
- Jeanty Sarre contestó .
--Alguien .
Y añadió :
--Sólo éramos sesenta hace un momento ; aho
ra somos cien .
Todos se agruparon en torno del recien venido:
Jeanty Sarre le ofreció el mando .
- No , dijo él ; la barricada tiene su táctica y
yo no la conozco . Sería un mal jefe, pero soy
un buen soldado . Dadme un fusil.
Los combatientes se sentaron en el suelo, y con-.
186 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

taron recíprocamente lo que habian hecho durante


el dia . Denis les contó los combates del faubourg
Saint-Martin , y Jeanty Sarre le contó á Denis los
combates de la calle Saint-Denis .
Miéntras tanto , los generales preparaban el úl
timo ataque , lo que elmarqués de Clermont-Ton
>

nerre , en 1822 , llamaba el golpe de embestida ,


у lo que en 1789 , llamaba el príncipe de Lambesc
el golpe de rendicion .
No quedaba en todo Paris más que aquel punto
de resistencia . Aquel nudo de barricadas, aquella
>

red de calles almenado como un reducto , era la


última ciudadela del pueblo y del derecho. Los
generales la sitiaban lentamente paso a paso y
por todas partes . Concentraban todas las fuerzas.
Ellos , aquellos combatientes de la hora fatal, no
sabian lo que habia. Tan sólo de vez en cuando
interrumpian sus conversaciones y escuchaban .
De la derecha , de la izquierda , del Norte , del
Sud , de todos los lados a la vez , un ruido claro ,
á cada instante más sonoro y más distinto, ronco ,
inmenso , formidable , llegaba hasta ellos a través
de la noche. Eran los batallones que marchaban
y cargaban al toque de las cornetas en todas las
calles vecinas . Ellos reanudaban su valiente
conversacion , y en seguida la interrumpian de
nuevo para escuchar aquella especie de canto
LA NOCHE . - EL PETIT- CARREAU .
-
187

siniestro cantado por la muerte que se aproxi


maba .
Algunos , sin embargo, creian que el ataque no
se efectuaria hasta el dia siguiente por la maña
na . Los combates nocturnos son raros en la guer
ra de las calles . Más que todos los demás comba
tes , son « azares . » Pocos generales se aventuran
en ellos . Pero los antiguos defensores de barrica
das , por ciertas señales que no engañan jamás ,
creian en un asalto inmediato .
En efecto ; á las diez y media de la noche---
no á las ocho , como dice el general Magnan en el
despreciable documento , al cual él llama su in
forme, un movimiento particular se oyó hacia los
Mercados . Era el ejército que se ponia en movi
miento . El coronel Lourmel se habia decidido á
empezar el ataque . El 51.° de línea apostado en
Saint-Eustache entró en la calle Montorgueil . El
segundo batallon formaba la vanguardia . Los
granaderos y los zapadores a la carrera se apo
deraron rápidamente de las tres pequeñas barri
cadas, que estaban más allá de la especie de cor
tina de la calle Mauconseil , y las barricadas poco
defendidas de las calles vecinas . En aquel mo
mento fué tomada aquélla , junto a la cual yo me
encontraba .
En la barricada del Petit-Carreau oian el com
188 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

bate nocturno aproximarse en la oscuridad con


un ruido intermitente , extraño y terrible . Se oian
grandes clamores , en seguida fuegos de peloton,
despues el silencio , para volver á empezar otra
vez el estruendo . El resplandor de los disparos
hacía aparecer bruscamente en la sombra las fa
chadas de las casas , que parecian asustadas .
El momento supremo se acercaba .
Los centinelas se habian replegado en la barri
cada . Los puestos avanzados de la calle de Cléry
y de la calle Cadran habian entrado . Los comba
tientes se contaron . Ni uno solo faltaba .
Eran , ya lo hemos dicho , cerca de sesenta com
.

batientes, y no cien como lo afirma el informe


Magnau .
De aquella extremidad superior en que estaban
colocados , era difícil que pudieran darse cuenta
de lo que pasaba . No sabian con seguridad cuán
tas barricadas habia en la calle Montorgueil entre
la suya y la plaza Saint-Eustache , de donde ve
nian las tropas . Sabian solamente que el punto de
resistencia más próximo á ellos era la doble bar
ricada Mauconseil , y que cuándo ésta fuese to
mada les llegaria su vez.
Denis se habia apostado en el borde interior de
la barricada ; de manera que pasaba por encima
de ella la mitad del cuerpo y desde allí observa
LA NOCHE . – EL PETIT- CARREAU . 189

ba. El resplandor que salia de la puerta de la ta


berna permitia distinguir sus gestos .
De pronto hizo una señal . El combate empezaba
en el reducto Mouconsei) .
En efecto; los soldados , despues de haber vaci
lado un momento ante aquella doble muralla de
adoquines , bastante alta, bien construida , y que
suponian bien defendida , habian acabado por ar
rojarse sobre ella abordándola á tiros.
No se engañaban . Fué bien defendida. Ya lo
hemos dicho ; sólo habia en aquella barricada seis
hombres , seis obreros que la habian construido .
De los seis >, uno solo tenía tres cartuchos , los
otros sólo tenian dos . Aquellos seis hombres oye
ron venir al batallon y rodar la batería que le se
guia , y no se movieron . Cada uno de ellos per
maneció silencioso en su sitio de combate >, con el
cañon del fusil entre los dos adoquines. Cuando
los soldados estuvieron á tiro , hicieron fuego; el
batallon contestó .
-Esto va bien :;rabiad , rancheros ! dijo el que
-

tenía tres cartuchos .


Detrás de ellos , los del Petit-Carreau , se habian
agrupado en torno de Denis y de Jeanty Sarre, y
apoyados en la cresta de su barricada , con el cue
llo tendido hácia el reducto Mauconseil , miraban
como los gladiadores de la hora cercana.
190 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Los seis hombres de aquel reducto Mauconseil


resistieron al choque del batallon cerca de un
cuarto de hora . No tiraban todos a la vez , segun
decia uno de ellos , para hacer durar el placermás T

tiempo. Placer de hacerse matar por el deber;


grande palabra en aquella boca obrera . No se
replegaron en las calles vecinas sino despues
de haber agotado las municiones . El último,
el que tenía tres cartuchos , no abandonó su
puesto hasta que los soldados escalaron la barri
cada .
En la barricada del Petit - Carreau estaban si
lenciosos, seguian todas las fases de la lucha, y
>

se estrechaban la mano .
De pronto el ruido cesó ; el tiro se habia dispa
rado . Un momento despues se vieron bujías en
cendidas en todas las ventanas que daban sobre el
reducto Mauconseil . Las bayonetas y las placas de
los chakós reflejaban la luz de las bujías. La bar
ricada estaba tomada .
El comandante del batallon habia enviado la
órden á todas las casas vecinas de que iluminasen
las ventanas , órden acostumbrada en tales casos.
El reducto Mauconseil ya no existia .
Al ver que habia llegado su hora , los sesenta
combatientes de la barricada del Petit - Carreau
subieron sobre su fortaleza de adoquines, y lanza
LA NOCHE . - EL PETIT-CARREAU . 191

ron unánimes este grito sonoro : ¡ Viva la Repú


blica !
Nadie les contestó .
Oyeron solamente que el batallon cargaba las
armas .

Se hizo entre ellos una especie de zafarrancho


de combate . Estaban abrumados de fatiga, en pié
desde la víspera, arrancando adoquines ó comba
tiendo ; la mayor parte no habian comido ni dor
mido .
Charpentier le dijo á Jeanty Sarre :
- Vamos á morir todos .
-¡Pardiez ! dijo Jeanty Sarre .
Jeanty Sarre hizo cerrar la puerta de la taber
na , para que su barricada, enteramente sumida
en la oscuridad , les dejase alguna ventaja sobre
la barricada ocupada por los soldados é ilumi
nada .
Entre tanto , el 51.° registraba las calles , tras
ladaba los heridos á las ambulancias, y tomaba
posiciones en la doble barricada Mauconseil . Así
trascurrió media hora .
Ahora, para formarse una idea de lo que va á
seguir, es necesario representarse, en aquella ca
lle silenciosa, en aquella noche tan nègra, á se
senta ú ochenta metros de intervalo, al alcance
de la voz, aquellos dos reductos, haciéndose frente
192 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

y pudiendo , como en la Iliada , dirigirse la pa


labra .
De un lado el ejército, del otro el pueblo . Las
tinieblas dominándolo todo .
La especie de tregua que precede siempre a los
choques definitivos tocaba a su fin . Los prepara -
tivos estaban terminados en las dos partes . Se oia
que los soldados se parapetaban , y que los oficia
les daban órdenes . Era evidente que la lucha iba
á entablarse .
- Empecemos , dijo Charpentier; y montó su
carabina .
Denis le cogió el brazo . -Esperad, dijo .
Se vió entonces una cosa épica.
Denis escaló lentamente los adoquines de la
barricada, subió hasta la cima, y se levantó de
pié, sin armas, con la cabeza desnuda .
Desde allí elevó la voz, y dirigiéndose á los sol
dados les dijo : --¡Ciudadanos!
Una especie de estremecimiento eléctrico corrió
de una barricada á otra .
Todos los ruidos cesaron ; todas las voces enmu
decieron : se produjo en los dos lados un silencio
profundo , religioso , solemne .
A la claridad lejana de algunas ventanas ilu
minadas , los soldados entreveian vagamente un
hombre de pié encima de una masa de som
LA NOCHE. EL PETIT -CARREAU . 493

bra , como un fantasma que les hablaba en la


noche .
Denis continuo :
-¡Ciudadanos del ejército! escuchadme .
El silencio redobló .
Él continuo:
-¿Qué venís á hacer aquí? Vosotros y nos
otros, todos los que estamos en esta calle, á esta
hora, con el sable ó el fusil en la mano ¿qué.ve
nimos a hacer ? ¡Matarnos mútuameute! ¡Matar
nos mútuamente, ciudadanos! ¿Por qué? ¡Porque
han lanzado entre nosotros un error ! Porque nos
otros obedecemos; ¡ vosotros á vuestra disciplina y
nosotros á nuestro derecho ! Vosotros creeis ejecu
tar vuestra consigna; nosotros sabemos que cum
plimos con nuestro deber. Sí ; nosotros defende
mos el sufragio universal, el derecho de la Repú
blica, nuestro derecho; iy nuestro derecho, solda
dos, es el vuestro! El ejército es el pueblo, como el
pueblo es el ejército. Nosotros somos la misma
nacion , el mismo país, los mismos hombres , igran
Dios! Veamos : yo, que os hablo, ¿acaso tengo san
gre rusa en mis venas ? ¿Acaso teneis, vosotros que
me escuchais, sangre prusiana en las vuestras ?
¡No ! ¿ Por qué nos batimos, pues? Es siempre tris
te que un hombre dispare sobre otro hombre. 'No
obstante, un tiro de un francés á un inglés, se
13
194 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

comprende; pero de un francés á un francés, jah!


jesto hiere á la razon , esto hiere á la Francia , esto
hiere á nuestra madre !
Le escuchaban con ansiedad . En aquel momen
to, de la barricada opuesta, una voz exclamo:
¡Entonces volved á vuestras casas!
Al oir esta interrupcion brutal, corrió entre los
compañeros de Denis un estremecimiento de in
dignacion , y se oyeron algunos fusiles que se
montaban . Denis les contuvo con un gesto.
Aquel gesto tenía una autoridad extrema.
¿ Quién es este hombre ? se preguntaban los com
batientes de la barricada . De pronto exclamaron:
-Es un representante del pueblo .
Denis, en efecto, se habia revestido súbitamente
la banda de su hermano Gaston .
Lo que habia premeditado iba á cumplirse; la
hora de la mentira heróica habia llegado, y ex
clamo :
-Soldados, ¿ sabeis quién es el hombre que os
habla en este momento ? ¡ No es solamente un ciu
dadano , es un legislador! ¡ Es un elegido del su
fragio universal! Me llamo Dussoubs , y soy re
presentante del pueblo . Y en nombre de la Asam
blea nacional, en nombre de la Asamblea sobe
rana , en nombre del pueblo , os intimo que
me escucheis. Soldados , vosotros sois la fuerza .
LA NOCHE . - EL PETIT- CARREAU . 195 .

Pues bien; cuando la ley habla, la fuerza escucha .


Esta vez el silencio no fué turbado .
Reproducimos estas palabras casi textualmente ;
tales como son , y como quedan grabadas en la
memoria de los que las oyeron : pero lo que no
podemos reproducir , lo que debe añadirse á estas
palabras para comprender mejor su efecto, es la
actitud , el acento , el estremecimiento , la emo
cion ; es la vibracion de las palabras saliendo de
aquel noble pecho; es la autoridad de la hora y
del sitio terrible .
Denis Dussoubs continuó : «Habló unos veinte
minutos ,» nos ha dicho un testigo. Otro nos decia :
«Habló con voz fuerte; se oia de toda la calle . »
Fué ardiente , elocuente, profundo; un juez para
Bonaparte, un amigo para los soldados. Procuro
conmover las fibras que podian vibrar todavía en
ellos: les recordó las verdaderas guerras, las ver
daderas victorias , la gloria nacional, el viejo ho
nor militar, la bandera . Les dijo que las balas de
sus fusiles matarian todo esto. Les intimó, les or
denó que se unieran á los defensores del pueblo y
de la ley : despues, de repente , volviendo a las
primeras palabras que habia pronunciado, poseido
de aquella fraternidad que desbordaba de toda su
alma, se interrumpió en medio de una frase em
pezada, y exclamo:
496 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

¿ Pero por qué todas estas palabras? ¡ No ; lo que


hace falta es un apreton de manos entre herma
nos ! ¡Soldados , estais allí enfrente, á cien pasos
de nosotros , en una barricada , con el sable des
nudo, los fusiles apuntados, dispuestos á matar
me : pues bien ; nosotros, todos los que estamos
aquí, os amamos! No hay ni uno de nosotros que
no diera su vida para salvar una de las vuestras.
Vosotros sois los aldeanos de los campos de Fran
cia ; nosotros somos los obreros de París . ¿ De qué
se trata , pues ? Simplemente de verse‫ܕ‬, de ha
blarse; de no degollarse. ¿ No sería bueno el in
tentarlo ? ¡ Ah ! en cuanto á mí , en este horrible
campo de batalla de la guerra civil, prefiero mo
rir á matar. Mirad sino: voy á bajar de esta bar
ricada ; voy a dirigirme hácia vosotros : no tengo
armas; sé solamente que sois mis hermanos; soy
con esto fuerte, estoy tranquilo; y si uno de vos
otros me presenta la bayoneta , yo le tenderé la
mano .
Y se calló .
Una voz exclamó en la barricada opuesta :
¡ Avance , à la órden !
Entonces se le vió descender lentamente, ado
quin por adoquin, de la cresta vagamente ilumi
nada de la barricada, y hundirse, con la cabeza
erguida , en la calle tenebrosa .
LA NOCHE. — EL PETIT-CARREAU . 197

* Los de la barricada le seguian con los ojos con


una ansiedad indecible . Los corazones no latian;
las bocas no respiraban .
Nadie intentó detener á Denis Dussoubs . Todos
conocian que iba á donde era necesario que fuese .
Charpentier quiso acompañarle . —¿Quieres que
vaya contigo ? le dijo. Dussoubs hizo un gesto
negativo.
Dussoubs, solo y grave, avanzó hacia la barri
cada Mauconseil. La noche era tan oscura , que se
le perdió de vista casi en seguida. Solamente se
pudo distinguir durante algunos segundos su ac
titud intrépida y tranquila. Despues desapareció.
Ya no se vió nada. Fué aquel un momento sinies
tro . La noche era negra y muda . Se oia tan sólo
en aquella sombra un paso mesurado y firme que
se alejaba.
Pasado cierto tiempo , que nadie pudo apreciar ,
tanto la emocion embargaba á los testigos de
aquella escena extraordinaria, un resplandor apa
reció en la barricada de los soldados : era induda
blemente una linterna que encendian ó reempla
zaban .
Volvieron á ver á Dussoubs , iluminado por
aquella claridad , que estaba ya cerca de la bar
ricada, y se disponia a subir á ella con los
brazos abiertos , como el Cristo.
498 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

De repente se oyó la voz de mando :-¡Fuego!


Una descarga estalló .
Habian tirado sobre Dussoubs á quema - ropa .
Dussoubs cayó .
Pero en seguida se levantó gritando:-¡Viva la
República!
Una nueva bala le hirió, y volvió a caer . Des
pues se le vió levantarse otra vez aún , y gritar
con voz fuerte: — Muero con la República.
Esta fué su última palabra .
Así murió Denis Dussoubs .
No le habia dicho vanamente á su hermano:
Tu banda estará.
Quiso que aquella banda cumpliese con su de
ber . Decretó en el fondo de su grande alma que
aquella banda triunfaria por la ley , ó por la
muerte .
Es decir, que en el primer caso, ella salvaria el
derecho ; en el segundo caso, el honor.
Al espirar pudo decirse:—He triunfado.
De los dos triunfos posibles que él habia so
ñado , el triunfo sombrío no es el ménos her
moso .
El insurgente del Elíseo creyó haber muerto un
representante del pueblo , y se vanaglorió de ello.
El único periódico publicado por el golpe de Es
tado bajo estos títulos: Patrie, Univers, Moni
LA NOCHE . - EL PETIT -CARREAU . 199

ed teur Parisien , etc. , anunció al dia siguiente,


viernes 5 , que « el ex -representante Dussoubs
(Gaston ), » habia sido muerto en la barricada de
la calle Neuve -Saint -Eustache, y que llevaba
« una bandera roja en la mano . »
IV.

LOS HECHOS DE LA NOCHE .

El Pasaje Saumon .

Cuando en la barricada del Petit-Carreau vie


run caer á Dussoubs , con tanta gloria para los su
yos , y con tanta vergüenza para sus matadores,
hubo un momento de estupor. ¿ Era aquello posi
ble ? ¿ Era cierto lo que tenian ante los ojos? ¿ Un
crímen semejante cometido por nuestros soldados?
El horror invadió todos los corazones .
Aquel instante de sorpresa duró poco .-- ¡ Viva
la República ! gritó la barricada unánime ; y con
testó á la alevosia con una descarga formidable.
El combate empezó . Combate furioso de parte
del golpe de Estado ; lucha desesperada de parte
de la República. Del lado de los soldados , una re
solucion horrible y fria , la obediencia pasiva y
>

feroz, el número, las buenas armas , los jefes ab


>
LA NOCHE.- EL PASAJE SAUMON . 201

solutos >, las cartucheras llenas de cartuchos . Del


lado del pueblo, pocas municiones , el desórden ,
la fatiga, la estenuacion , ninguna disciplina , la
indignacion por jefe.
Parece que mientras Dussoubs hablaba , quince
granaderos mandados por un sargento llamado
Pitrois, habian conseguido deslizarse en la oscu
ridad a lo largo de las casas , y sin ser oidos , ni
vistos , habian conseguido tomar posiciones cerca
de la barricada . Aquellos quince hombres se agru
paron súbitamente , con las bayonetas caladas , á
veinte pasos de la barricada , dispuestos a esca
larla . Una descarga les acogió . Ellos retrocedie
ron , dejando algunos cadáveres en el arroyo . El
comandante del batallon , Jeannin , exclamó :
¡ Acabemos ! - El batallon que ocupaba la barri
cada Mauconseil apareció entónces por entero, con
las bayonetas altas sobre la cresta desigual de
aquella barricada , y de allí , sin romper las filas,
con un movimiento brusco , pero ordenado é inexo
rable , se lanzó a la calle . Las cuatro compañías,
apretadas, y como confundidas y apenas entre
vistas , parecian formar una sola oleada que se
precipitaba con gran estrépito de lo alto de la
barrera .
En la barricada del Petit-Carreau observaban
el movimiento, y habian suspendido el fuego. -
202 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Apuntad , pero no tireis, decia Jeanty Sarre.


Aguardad la órden.
Cada uno apuntó ; los cañones de los fusiles se
colocaron entre los adoquines, prontos á disparar,
y se esperó .
El batallon , una vez salido del reducto Mau
conseil , se formó en columna de ataque, y un
momento despues se oyó el ruido intermitente del
paso de carga. Era el batallon que llegaba.
Charpentier, dijo Jeanty Sarre , tú tienes
buena vista . ¿ Están a la mitad del camino ?
-Sí , dijo Charpentier.
¡ Fuego ! exclamó Jeanty Sarre .
La barricada hizo fuego . Toda la calle desapa
reció en el humo . Muchos soldados cayeron . Se
oian los gritos de los heridos . El batallon , acribi
llado de balạs , se detuvo , y contestó con un fue
go de peloton .
Siete ú ocho combatientes que sacaban la mi
tad del cuerpo fuera de la barricada , demasiado
baja , fueron alcanzados por las balas. Tres caye
ron para no levantarse . Uno , herido de un bala
zo en el vientre, cayó entre Jeanty y Charpen
tier. Daba terribles alaridos.
- ¡ Aprisa ! á la ambulancia ; dijo Jeanty Sarre .
-¿En dónde ?
- Calle Cadran .
LA NOCHE . -EL PASAJE SAUMON. 203

Jeanty Sarre y Charpentier cogieron al heri


do , el uno por los piés , el otro por la cabeza , yy lo
trasladaron á la calle Cadran , pasando por el corte
de la barricada .
Entre tanto ', continuaba un tiroteo de fila sos
tenido .
No habia otra cosa en la calle que una espesa
humareda , las balas silbando y cruzándose , las
voces de mando breves y repetidas, algunos gri
tos lastimeros , y el resplandor de los disparos de
los fusiles atravesando la oscuridad .
De repente , una voz fuerte grito : -¡Adelante !
El batallon volvió aá tomar el paso de carga, y se
arrojó sobre la barricada .
Entonces aquello fué horrible. Se batieron ,
cuerpo á cuerpo , cuatrocientos de un lado , cin

cuenta del otro . Se agarraron por el cuello , la


boca , la garganta , los cabellos .
En la barricada no habia un solo cartucho , pero
quedaba la desesperacion . Un obrero , atravesado
de parte á parte , se arrancó la bayoneta del vien
tre , y atravesó con ella á un soldado. Los com
batientes no se veian , y se devoraban . Aquello
era un aniquilamiento á tientas.
La barricada no resistió dos minutos. Era baja
en muchos sitios, como ya hemos dicho . Fué más
bien atravesada que escalada . Esto hizo más he
204 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

róica la lucha. Uno de los sobrevivientes ( 1 ) decia


ad que ha escrito estas líneas : - La barricada se
defendió muy mal , pero los hombres murieron
muy bien .
Todo esto ocurria miéntras Jeanty Sarre y Char
pentier trasladaban el herido á la ambulancia de
la calle Cadran . Despues de haberle prestado los
primeros auxilios , volvieron a la barricada . Iban
á entrar en ella , cuando oyeron que les llamaban
>

por sus nombres . Una voz débil decia junto á


ellos :-Jeanty Sarre ! ¡ Charpentier ! Miraron há
cia el sitio de donde salia la voz , y vieron á uno
de sus amigos, que , apoyado en el muro , vaci
lante y ensangrentado , se disponia á morir. Era
uno de los combatientes que salia de la barri
cada ; sólo habia podido dar algunos pasos en la
calle ; se apretaba con una mano el pecho , en el
cual habia recibido una bala á quemaropa . Les
dijo con voz apenas perceptible : -La barricada
está tomada . i¡ Huid !
-No , dijo Jeanty Sarre ; tengo que descargar
mi fusil.
Jeanty Sarre entró de nuevo en la barricada ,
disparó su fusil, y se marchó .

( 1 ) 18 de Febrero.--Louvain .
LA NOCHE . - EL PASAJE SAUMON . 205

Nada más horroroso que el interior de la bar


ricada.
Los republicanos , abrumados por el número, no
resistian ya . Los oficiales gritaban : -¡No hagais
prisioneros ! Los soldados mataban a los que
estaban de pié , y acababan á los que habian
caido .
Los moribundos se levantaban para gritar :
¡ Viva la República! Algunos soldados aplastaban á
taconazos la cabeza de los muertos, para que no
fuesen reconocidos . Veíase allí extendido, entre
los cadáveres , en medio de la barricada con los
cabellos en el barro , al casi homónimo de Char
pentier, Charpentier, delegado del comité del dé
cimo distrito , que habia sido muerto por la espal
da de dos balazos que le atravesaban el pecho .
Sobre un adoquin brillaba una bujía , que los sol
dados habian tomado en la taberna .
Los soldados se encarnizaban ; parecia que se
vengaban. ¿ De qué ? Un obrero llamado Paturel
recibió tres balas y diez bayonetazos , cuatro de
éstos en la cabeza . Le creyeron muerto , y cesa
ron de herirle ; éſ sintió que le registraban . Le
quitaron diez francos que llevaba encima. No mu
rió hasta seis dias despues , y pudo contar los de
talles queacaban de leerse. Digamos de paso que
el nombre de Paturel no está en ninguno de los
206 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

inventarios de cadáveres publicados por M. Bo


naparte .
Sesenta republicanos se habian refugiado en el
reducto del Petit-Carreau . Cuarenta y seis se hi
cieron matar en él . Aquellos hombres habian lle
gado allí por la mañana, libres , orgullosos de
combatir y alegres de morir. A media noche todo
habia concluido . Los furgones llevaron al dia si
guiente nueve cadáveres al cementerio de los hos
picios y treinta y siete á Montmartre .
Jeanty Sarre habia escapado milagrosamente,
lo mismo que Charpentier , y otro cuyo nombre no
ha podido averiguarse. Se deslizaron á lo largo de
los muros de las casas , y llegaron al pasaje Sau
mon . Las verjas que cierran el pasaje durante la
noche, no llegaban hasta la bóveda de la puerta;
las escalaron y pasaron al otro lado , por encima
de las puertas, con peligro de desgarrarse. Jeanty
Sarre subió primero: cuando estaba en lo alto de
la verja , una de las lanzas atravesó su pantalon,
le enganchó , y Jeanty Sarre cayó de cabeza en el
suelo . Se levantó en seguida , estaba solamente
aturdido. Los otros dos le siguieron , se deslizaron
por los barrotes, y los tres se encontraron en el
pasaje. Un farol que brillaba en un extremo le
iluminaba débilmente . Entre tanto , oian los pa
sos de los soldados que les perseguian . Para esca
LA NOCHE . - EL PASAJE SAUMON . 207

parse por la calle Montmartre , era necesario es


calar las verjas del otro extremo del pasaje : tenian
las manos destrozadas, las rodillas ensangrenta
das ; estaban exánimes de fatiga, no tenian fuerza
para practicar una nueva ascension .
Jeanty Sarre sabía dónde vivia el guardian del
pasaje; llamó á su postigo , y le suplicó que abrie
ra : el guardian se negó .
En aquel momento , el destacamento enviado
en su persecucion llegó a la verja que acababan
de escalar. Los soldados , al oir ruido en el pasaje ,
pasaron los cañones de sus fusiles a través de los
barrotes. Jeanty Sarre se refugió detrás de una de
las columnas salientes que adornan el pasaje : pero
la columna salia muy poco, y sólo le cubria á
medias. Los soldados dispararon , y el pasaje se
llenó de humo . Cuando éste se disipó, Jeanty Sarre
vió á Charpentier extendido boca abajo sobre las
baldosas . Tenía una bala en el corazon . El otro
compañero habia caido á algunos pasos de distan
cia mortalmente herido .
Los soldados no escalaron la verja: pero deja
ron en ella un centinela . Jeanty Sarre oyó que
se marchaban por la calle Mandar . Indudable
mente volverian .
No podia huir. Empujó todas las puertas suce
sivamente , y. una de ellas se abrió. Esto le hizo
208 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

el efecto de un milagro . ¿ Quién se habia olvida


do de cerrar la puerta ? La Providencia sin duda.
Se agachó detrás de aquella puerta , y perma
neció más de una hora de pié , inmóvil , sin res
pirar.
No oia ningun ruido , y se aventuró á salir . El
centinela ya no estaba . El destacamento se habia
marchado con el batallon .
Uno de sus antiguos amigos , un hombre al
cual habia hecho favores qne no se olvidan , vivia
precisamente en el pasaje Saumon . Jeanty Sarre
buscó el número , despertó al portero , pronunció
el nombre de su amigo , se hizo abrir , subió la
escalera y llamó á la puerta. La puerta se abrió,
y el amigo apareció en el dintel , en camisa, con
>

una vela en la mano . Al reconocer á Jeanty Sar


re exclamó : -¡Eres tú ! ¡ Siempre el mismo ! ¿ De
dónde vienes ? ¿ De algun motin ? ¿ De hacer algu
na locura?? ¿ Y quieres comprometernos á todos
con tu presencia ? ¿ Quieres hacernos degollar?
¿ quieres que nos fusilen ? ¡ Ah ! ¿ qué es lo que
quieres de mi ?
-Que me cepilles , dijo Jeanty Sarre .
El amigo tomó un cepillo , le cepilló , y Jeanty
Sarre se marchó en seguida .
Desde la escalera , Jeanty Sarre le dijo a su ami
go : ¡ Gracias !
LA NOCHE.- EL PASAJE SAUMON . 209

Este es un género de hospitalidad que nosotros


hemos encontrado despues en Bélgica, en Suiza
y hasta en Inglaterra ,
Al dia siguiente , cuando se levantaron los ca
dáveres , se encontró sobre Charpentier un libro
de memorias y un lápiz , y sobre Denis Dussoubs
>

una carta . Carta dirigida á una mujer. Estos co


razones estóicos aman .
El 1.° de Diciembre , Denis Dussoubs habia em
pezado esta carta , y no la habia terminado . Héla
aquí :

« MI QUERIDA MARÍA :

¿Habeis experimentado este dulce mal de tener


el disgusto de lo que os disgusta ? En cuanto á mí,
desde que os he dejado , no he tenido otra pena
que la de pensar en vos . Mi pena misma tenía
algo de dulce y de tierno , yaunque me agitase, era.
dichoso sin embargo , al sentir en el fondo de mi
corazon cuánto os amo por el disgusto que vues
tra ausencia me causa . ¿ Por qué estamos separa
dos? ¿Por qué me he visto obligado a separarme
de vos ? ¡ Eramos , no obstante, tan felices ! Cuan
do pienso en nuestras pequeñas veladas tan llenas
de abandono, en nuestras alegres entrevistas en
el campo con vuestras hermanas , me siento po
14
210 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

seido de un amargo disgusto . ¿ No es verdad que


nos amábamos mucho, amiga mia ? No habia se
cretos entre nosotros , porque no teníamos necesi
dad de tenerlos , y de nuestros labios salia el pen
samiento de nuestros corazones , sin que pensáse
mos en contenerlo .
>> Dios sin duda nos ha arrebatado todos los bie
nes , pero nada me consolará de haberlos perdido .
¿No deplorais como yo los males de la ausencia?
» ¡ Cuán poco vemos á los que amamos ! Las cir
cunstancias nos alejan de ellos , y vuestra alma
atormentada y atraida fuera de nosotros , vive en
perpétuo dolor. Yo sufro este mal de la ausencia .
Yo me trasporto a los lugares en donde estais,
sigo con los ojos vuestra labor , escucho vuestras
palabras sentado á vuestro lado y procurando adi
vinar la palabra que va á salir de vuestra boca;
vuestras hermanas cosen. á vuestro lado . Vanos
sueños ... ilusiones de un momento ... Mi mano
busca vuestra mano : ¿ dónde estais , amada mia ?
» Mi vida es un destierro . Léjos de los que amo
y queme aman , mi corazon les llama y se consu
me en sus dolores . No , no me gustan las grandes
ciudades y su ruido , ciudades llenas de extraños,
en donde no os conocen ni conoceis a nadie , en
donde todos se rozan y se codean sin cambiar una
sonrisa, sino que amo nuestros campos tranqui
LA NOCHE. – EL PASAJE SAUMON . 211

los, la paz del hogar y la voz acariciadora de


los amigos. Hasta ahora he vivido siempre en
contradiccion con mi naturaleza : mi sangre her
vía , mi ser enemigo de la injusticia y el espec
táculo de las miserias injustas , me han lanzado á
una lucha, de la cual no preveo el resultado, lu
cha que quiero continuar sin miedo y sin repro
che hasta el fin , pero que me destroza todos los
dias y que me consume la vida .
» Os digo á vos amiga , amada mia , las secretas
debilidades de mi corazon : no , no debo avergon
zarme de lo que acaba de escribir mi mano ; mi
corazon está enfermo y sufre , y te lo digo á tí .
Sufro ... Quisiera borrar estas líneas , pero ¿ para
qué? ¿ Pueden ofenderos ? ¿Contienen algo que pue
da disgustar á mi amiga ? ¿ Acaso no conozco vues
tra pasion , y no sé que me amais? Sí , no me ha
beis engañado , no he bęsado una boca mentirosa :
cuando sentada sobre mis rodillas yo me dormia
al encanto devuestras palabras os he creido . Quisie
ra agarrarme á una barra de hierro candente : el
fastidio me devora y me carcome . Tengo como
una especie de furor de ' recobrar la vida . ¿Acaso
París me produce este efecto ? Quisiera siempre es
tar en los sitios en que no estoy. Vivo en la sole
ad completa . Os creo , María ...
212 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

El libro de memorias de Charpentier sólo con


tinúa este verso que habia escrito en la oscuri
dad , al pié de la barricada, mientras Denis Dus
soubs hablaba :

Admonet et magna testatur voce per umbras.

le

7
V.

MÁS COSAS NEGRAS .

Yvan habia vuelto á ver á Conneau . El nos con


firmó el detalle precisado en la carta de Alejandro
Dumas á Bocage . Con el hecho tuvimos los nom
bres. El 3 de Diciembre, en casa de Abbatucci,
calle Caumartin , núm . 31 , en presencia del doc
tor Conneau y de Pietri , un Corso, nacido en Vez
zani, llamado Jacques François Criscelli (1), hom
bre agregado al servicio personal y secreto de Luis
Bonaparte : habia recibido de la boca de Piétri la
oferta de veinticinco mil francos « para prender o
matar á Víctor Hugo.» El habia aceptado dicien

(1 ) Este es el mismo Criscelli que , más tarde , en Vaugirard,


calle de Trancy , mató por encargo especial del prefecto de po
licía , á un tal Kelch , « sospechoso de tramar el asesinato del em
perador . )
214 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

do : -Está bien , si soy solo. Pero, ¿ y si somos


dos ? — Piétri habia contestado :
-Serán cincuenta mil francos.
Esta comunicacion , acompañada de ruegos
apremiantes , me fué hecha por Yyan en la calle
Monthabor , cuando estábamos aún en casa Dupont
White .
Dicho esto continúo mi narracion .
La matanza del 4 no produjo todo el efecto has
ta el dia siguiente 5;; la impulsion dada por nos
otros a la resistencia duró algunas horas todavía,
y al caer la noche, en la masa de casas compren
didas desde la calle Petit -Carreau á la del Tem
ple , se sostuvo el combate . Las barricadas Pago
vin , Neuve - Saint-Eustache, Montorgueil, Ram
huteau , Beaubourg y Transnonain , fueron va
lientes ; hubo allí un encabrestamiento de calles
yу de encrucijadas impenetrable, barricadeado por
el pueblo , cercado por el ejército.
El asalto fué inexorable y encarnizado .
La barricada de la calle Montorgueil fué una
de las que resistieron más tiempo. Fué necesario
un batallon y una pieza de artillería para tomar
la . En los últimos momentos sólo la defendian tres
hombres , dos dependientes del comercio y un
dueño de una casa de refrescos de una calle veci
na. Cuando se dio el asalto , la noche era espesa y
MAS COSAS NEGRAS . 215

WS los tres combatientes se escaparon. Pero estaban


cercados , no tenian salida , todas las puertas esta
ban cerradas . Escalaron la verja del pasaje Ver
OS deau , y como Jeanty Sarre y Charpentier en el
le pasaje Saumon la escalaron con precipitacion,
pues oian a los soldados que se acercaban . Habia
en un rincon del pasaje unas tablas que servian
para cerrar una barraca , que su dueño tenía la
>

S costumbre de dejar por la noche en aquel sitio, y


se agazaparon detrás de aquellas tablas.
a Los soldados que habian tomado la barricada,,
despues de registrar las calles, pensaron en regis
1. trar el pasaje. Escalaron tambien las verjas, bus
V caron por todas partes con linternas, y no encon
traron nada. Iban ya á marcharse cuando uno de
ellos apercibió el pié de uno de los tres desgracia
dos que salia entre las tablas .
Les mataron á bayonetazos.
Ellos exclamaban : - i; Matadnos en seguida !
¡ Fusiladnos , pero no nos hagais sufrir!
Los dueños de las tiendas oian estos gritos , pero
no se atrevian a abrir sus puertas , ni sus venta
nas, temiendo, segun decia uno de ellos al dia
siguiente, que no les hiciesen lo mismo.
Terminada la ejecucion , los verdugos dejaron
las tres víctimas extendidas en medio de un lago
de
sangre sobre las baldosas del pasaje. Uno de
216 HISTORIA DE UN CRÍMEN.
aquellos desgraciados no murió hasta el dia si
guiente a las ocho de la mañana .
Nadie se atrevió á pedir gracia : nadie se atre
vió á socorrerles. Les dejaron morir allí .
Uno de los combatientes de la barricada de la
calle Beaubourg fué menos desgraciado.
Le perseguian y se metió en una escalera , su
bió á un tejado, y despues bajó á un corredor que
pertenecia al último piso de un hotel. Habia una
llave en una puerta , la abrió sin vacilar, y se en
contró enfrente de un hombre que iba á acostarse .
Era un viajero fatigado que habia llegado aquella
misma noche al hotel . El fugitivo dijo al viajero:
¡ Estoy perdido , salvadme ! y le explicó el caso
en tres minutos . El viajero le contestó : - Desnu
dáos, y acostáos en mi cama. Despues encendió un
cigarro y lo fumó con calma . Cuando el hombre
de la barricada acababa de acostarse , llamaron á
la puerta . Eran los soldados que registraban la
casa . A las preguntas que le dirigieron , el viajero
contestó señalándoles la cama y diciendo : -Sólo
somos dos en este cuarto ; acabamos de llegar hace
un momento . Yo fumo mi cigarro, y mi hermano
duerme . El criado del hotel confirmó las palabras
del viajero, los soldados se marcharon y
. el hom
bre se salvó .
Debemos decirlo ; los soldados victoriosos mata
MAS COSAS NEGRAS . 217

ron menos que la víspera . No hubo una matanza


general en las barricadas tomadas . Se habia dado
la orden de hacer prisioneros. Se pudo creer en
una especie de humanidad . ¿ En qué consistió esta
humanidad ? Vamos á verlo .
A las once todo habia terminado .
Se prendió a todos los que se encontraron en las
calles cercadas, fuesen ó no combatientes, se obli
gó á abrir sus establecimientos á los dueños de los
cafés y de las tabernas ,> se registraron muchas ca
sas, se prendió a todos los hombres que habia en
>

ellas, no dejando más que las mujeres y á los ni


ños. Dos regimientos formados en cuadro se lleva
ron confundidos a todos los prisioneros . Se los con
dujo á las Tullerias y se les encerró en el vasto só
tano situado debajo de la terraza al lado del rio .
Al entrar en aquel sótano , los prisioneros se
tranquilizaron , porque se acordaban de que en
Junio de 1848 , los insurgentes habian sido en
cerrados allí en gran número , y más tarde de
2

portados. Confiaban en que sin duda ellos tam


bien serian deportados ó enviados ante los conse
jos de guerra , y esto no era morir en seguida .
>

Tenian sed . Muchos de ellos se batian desde la


mañana , y nada seca tanto la boca como el mor
der cartuchos . Pidieron de beber y les trajeron tres
barricas de agua.
218 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Esto les tranquilizó, aún más.


Habia entre ellos antiguos deportados de Junio
que habian estado ya en aquel sótano , y dijeron:
- En Junio no fueron tan humanos ; nos dejaron
tres dias y tres noches sin comer ni beber .
Algunos se envolvieron en sus abrigos , se acos
>

taron y se durmieron . A la una de la madrugada


se oyó un gran ruido fuera; algunos soldados con
antorchas entraron en el sótano ; los prisioneros
que dormian se despertaron sobresaltados ; un ofi
cial les ordenó que se levantaran .
Se les hizo salir confundidos y sin órden como
habian entrado , les colocaron de dos en dos à la
ventura y un sargento los contó en alta voz. No
les preguntaron ni sus nombres , ni sus profesio
nes, ni á qué familias pertenecian , ni qué eran,
ni de dónde venian ; se contentaban con la cifra .
La cifra era suficiente para lo que querian hacer.
De este modo contaron hasta trescientos treinta
y siete . Una vez contados, se les hizo formar en
columna cerrada siempre de dos en dos dándose
el brazo. No estaban atados , pero a los dos lados
de la columna, á derecha é izquierda, habia tres
filas de soldados que limitaban su paso, y dos ba
tallones con los fusiles cargados, uno delante, otro
detrás. Se pusieron en marcha, cerrados y envuel
tos, por aquel marco movible de bayonetas.
MAS COSAS NEGRAS . 219

En el momento en que la columna se puso en


movimiento, un joven estudiante de Derecho , un
rubio y pálido alsaciano de veinte años , que estaba
en una de las primeras frias, le dijo al capitan que
marchaba cerca de él con la espada desenvainada :
-¿A dónde vamos ?
El oficial no contestó.
Fuera de las Tullerías tomaron hacia la derecha
y siguieron el muelle hasta el puente de la Con
cordia . Atravesaron este puente, tomaron a través
hacia la derecha, pasaron por delante de la expla
nada de los Inválidos y llegaron al muelle desier
to del Gros-Caillou .
Eran , como acabamos de decir , trescientos
treinta y siete, y como caminaban de dos en dos,
habia uno, el último, que caminaba sólo . Era uno
de los combatientes más atrevidos de la calle Pa
gevin , amigo de Lecomte minor. Por una casua
lidad, el sargento que estaba cerca de él en
las filas de la tropa, era « un paisano . » "Al pa
sar por delante de un farol, se reconocieron y
cambiaron rápidamente algunas palabras en voz
baja.
-¿A dónde vamos? dijo el prisionero.
-A la Escuela militar, contestó el sargento, y
añadió:
-¡Ah ! ipobre muchacho!
220 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Despues se mantuvo á cierta distancia del pri


sionero .
Como la columna terminaba allí , habia un in
tervalo entre la última ffla de soldados que for
maba la línea y la primera fila del peloton que
formaba la escolta .
Cuando llegaron al boulevard desierto delGros
Caillou , del cuál acabamos de hablar, el sargento
se acercó vivamente al prisionero, y le dijo, aprisa
y en voz baja:
- No se ve muy claro. Este es un sitio negro .
A la izquierda hay árboles. ¡ Échate á un lado !.
-Pero, dijo el prisionero , van á tirar sobre mí .
-No te acertarán .
-Pero, ¿ y si me matan ?
-Esto no será peor que lo que te aguarda.
El prisionero comprendió, estrechó la mano del
sargento, y aprovechándose del intervalo entre la
línea у la escolta , de un salto se lanzó fuera de
la columna y se perdió en la oscuridad de los ár
boles .
Se escapa uno ! gritó el oficial que mandaba
la escolta . ¡ Alto ! ¡ fuego!
La columna se detuvo . La escolta hizo fuego á
la ventura en la direccion que habia seguido el
fugitivo, pero como habia previsto el sargento,
ninguna bala le alcanzó . En algunos minutos el
MAS COSAS NEGRAS . 224

evadido alcanzó las calles que rodean la fábrica de


tabacos y se internó en ellas . No le persiguieron,
tenian una tarea más urgente.
Además, se podian desbandar las filas, y para
coger á uno se corria el peligro de que escaparan
los trescientos treinta y seis .
La columna continuó su marcha . Llegados al
puente de Sena, tomaron a la izquierda y entraron
en el Campo de Marte .
Allí todos fueron fusilados.
Aquellos trescientos treinta y seis cadáveres
fueron de los que se trasportaron al cementerio
Montmartre, siendo enterrados con la cabeza fuera.
De este modo las familias pudieron reconocer
les . Se supo quiénes eran despues de haberlos fu
silado .
Habia entre aquellas trescientas treinta y seis
víctimas muchos combatientes de las barricadas
de las calles Pagevin y Rambuteau , de la calle
Neuve - Saint-Eustache y de la puerta Saint-Denis.
Habia tambien un centenar de pasantes, presos
en las calles, porque estaban en ellas y sin saber
por qué .
Por lo demás, y digámoslo en seguida, las eje
cuciones en masa despues del 3 de Diciembre se
renovaron casi todas las noches . Unas veces se
verificaban en el Campo de Marte , otras en la
222 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

prefectura de policía, y otras en los dos sitios á la


vez .

Cuando las cárceles estaban llenas , M. de Mau


pas decia :-¡Fusilad ! Los fusilamientos de la pre
fectura de policía se hacian unas veces en el patio,
otras en la calle de Jerusalen . Los desgraciados
que fusilaban se apoyaban en el muro que sirve
para fijar los carteles de los teatros. Se habia es
cogido aquel sitio porque está contiguo á un su
midero, y la sangre caia en él sin dejar trazas. El
viernes 5 fueron fusilados cerca de aquel sumi
dero de la calle de Jerusalen , ciento cincuenta
prisioneros. Una persona (1) me decia :
-Al dia siguiente por la mañana, pasé por allí,
me enseñaron el sitio, removí con la punta de mi
bota el barro que habia entre los adoquines y en
contré sangre .
Esta palabra es toda la historia del golpe de
Estado, y será toda la historia de Luis Bonaparte.
Removed este barro y encontrareis sangre .
Que esto quede consignado en la historia :
La matanza del boulevard tuvo esta prolonga
cion infame, las ejecuciones secretas. El golpe de

(1 ) Marqués Sarrazin de Montferrier, pariente de mi hermano


mayor. Hoy puedo nombrarle.
MAS COSAS NEGRAS. 223

Estado despues de haber sido salvaje, volvió a ser


misterioso . Pasó de la muerte imprudente en ple
no dia, á la muerte enmascarada por la noche .
Los testimonios abundan .
Esquirós, oculto en el Gros-Caillou , oia todas las
noches los fusilamientos del Campo de Marte.
Chambolle en Mazas, la segunda noche de su
llegada , oyó desde las doce hasta las cinco de la
mañana tantas descargas, que creyó que ataca
ban la cárcel .
Como Montferrier, Desmoulins vió la sangre en
la calle de Jerusalen .
El teniente coronel Caillaud , de la antigua
guardia republicana , pasó por el Pont - Neuf, vió
á los guardias municipales apuntar á los tran
seuntes y exclamó :-Vosotros deshonrais el uni
forme. Fué preso y registrado , y un guardia le
dijo:—Si os encontramos un solo cartucho, os fusi
lamos . No le encontraron nada , le condujeron á
la prefectura y le encerraron en el depósito . El
director del depósito se presentó , y le dijo:
Coronel, os conozco : habeis tenido suerte en venir
aquí. Estais confiado á mi vigilancia ; felicitáos
por ello . Ya veis, yo soy de la casa, voy y vengo,
veo y oigo, sé lo que pasa, sé lo que se dice , y
adivino lo que no se dice . Oigo ciertos ruidos du
rante la noche, veo ciertas trazas por la mañana.
224 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Yo, no soy malo . Os guardo y os escamoteo . En


este momento alegraos de haber caido en mis
manos . Si no estuviérais aquí , estaríais debajo de
la tierra .
Un antiguo magistrado, el cuñado del general
Leflo, hablaba sobre el puente de la Concordia,
delante de la escalinata de la Cámara con dos
oficiales: se le acercaron dos agentes de policía y
le dijeron :–Vos corrompeis al ejército. —El se
indignó, le hicieron entrar en un coche y le con
dujeron a la prefectura de policía . En el momento
de llegar, vió pasar por el muelle áa un hombre
jóven , con gorra y blusa blanca , conducido á
culatazos por tres guardias municipales . En el
corte del parapeto , un guardia le dijo : — Entra
>

aquí . -El hombre entró y dos guardias le fusila


ron por la espalda . La víctima cayó, y el tercer
guardia acabó con él de un tiro en el oido .
El 13, las matanzas no habian concluido. En la
mañana de aquel dia un pasante solitario que
atravesaba la calle de Saint-Honoré , vió pasar
entre dos filas de soldados dos furgones pesada
mente cargados. Se podian seguir aquellos fur
gones por el reguero de sangre que caia de ellos.
Venian del Campo de Marte é iban al cementerio
Montmartre . Estaban llenos de cadáveres .
1

VI.

LA COMISION CONSULTIVA .

Habian pasado todos los peligros, desaparecieron


todos los escrúpulos. Los hombres prudentes y
sensatos pudieron confesar el golpe de Estado , ġ
dejaron fijar sus nombres en las esquinas .
Hé aquí el cartel :

REPÚBLICA FRANCESA.

En nombre del pueblo francés

El Presidente de la República ,
Queriendo hasta la reorganizacion del Cuerpo
legislativo y del Consejo de Estado rodearse de
15
226 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

hombres que gocen justamente de la estima y


confianza del país,
Ha formado una comision consultiva compuesta
de MM .
Abbatucci , antiguo consejero del Tribunal de
casacion (del Loiret) ; el general Achard (de la
Mosselle); André (Ernest) (del Sena ); André (de
la Charente); D'Argout, gobernador del Banco de
Francia, antigạo ministro; el general Arrighi de
Padoue (de Córcega ); el general Bar (del Sena);
el general Baraguey -d’Hilliers (de Doubs); Bar
baroux , antiguo procurador general (de la Re
union) ; Baroche, antiguo ministro del Interior y
de Negocios extranjeros, vicepresidente de la co
mision (de la Charente inferior); Barrot ( Fer
nando) , antiguo ministro (del Sena) ; Barthe , an
tiguo ministro , primer presidente del Tribunal de
cuentas; Bataille (de la Alta Vienne) ; Bavoux
(Evaristo) (del Serna y Marne ) ; De Beaumont (de
la Somme) ; Berard (de Lot-et -Garonne); Ber
ger , prefecto del Sena (de Puiy-de -Dôme); Ber
trand (de l'Yonne) ; Bidaul (del Cher) ; Bigrel (de
Côtes-du -Nord ); Billault, abogado ; Bineau , anti
guo ministro (de Maine-et-Loire); Boinvilliers,
antiguo decano del colegio de abogados (del Sena);
Bonjeau , abogado general en el Tribunal de ca
sacion (de la Drôme) ; Boulatignier ; Bourbousson
LA COMISION CONSULTIVA . 227

(de Vaucluse) ; Bréhier (de la Mancha ), De Cam


bacères (Hubert); De Cambacères (de Aisne) ; Car
lier, antiguo prefecto de policía ; De Casabianca,
antiguo ministro de Córcega); el general Castella
ne ,> comandante superior en Lyon ; De Caulain
court (de Calvados) ; el vicealmirante Cecile (del
Sena inferior ); Chadenet (del Meuse) ; Charle
magne (del Indre); Chassaigne-Goyon (de Puy
de- Dome ); el general Chasseloup-Laubat ( del
Sena inferior ); Prosper de Chasseloup- Laubat (Cha
rente inferior ); Chaix d'Est-Ange , abogado en
París (de la Marne); De Chazelles, alcalde de
Clermont-Ferrand (de Puy-de-Dôme) ; Collas (de
la Gironde); De Crouseilhes, antigno consejero
del Tribunal de casacion , antiguo ministro ( Bajos
Pirineos); Curial (del Orne); De Cuverville (de las
Côtes-du -Nord ); Dabeaux (del Alto Garonne); Da
riste (de los Bajos Pirineos); Daviel , antiguo mi
nistro ; Delacoste , antiguo comisario general del
Ródano) ; Delajus (de la Charente-inferior ); Dela
vau (del Indre) ; Deltheil (de Lot);Denjoy (de la Gi
ronde); Desjobert (del Sena inferior); Desmaroux
(del Allier); Drouyn de Lhuys , antiguo ministro
(del Sena - et-Marne); Theodore Ducos , ministro
de la Marina y de las Colonias (del Sena) ; Dumas
(del Instituto) , antiguo ministro (del Norte); Char
les Dupin , del Instituto (del Sena interior); el ge
228 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

neral Durrieu (de Landes) ; Maurice Duval anti


guo prefecto ; Eschassériaux (de la Charente infe
rior) ; el mariscal Excelmans , gran canciller de la
>

Legion de honor) ; Ferdinand Favre (del Loire in


ferior); el general Flahaut, antiguo embajador ;
Fortoul , ministro de Instruccion pública ( Bajos
Alpes); Achille Fould , ministro de Hacienda (del
Sena) ; De Fourment (de la Somme) ; Fouquier
d'Hérouël (del Aisne) ; Fremy (del Yonne);Furtado
(del Sena) ; Gasca (del Alto Garonne) ; Gaslonde (de
la Mancha) ; De Gasparin , antiguo ministro ; Er
nest de Girardin (de la Charente ); Agustin Gi
raud (del Maine-et-Loire); Charles Giraud , del
Instituto , miembro del consejo de Instruccion pú
blica , antiguo ministro ; Godelle (del Aisne) ;
Goulhot de Saint-Germain (de la Mancha ); el ge
neral de Grammon (del Alto Saône) ; De Greslan
(de la Reunion ); el general de Grouchy (de la Gi
ronde) ; Hallez Claparède (del Bajo Rhin ) ; el ge
neral Hautpoul , antiguo ministro (del Aude) ;
Hebert (del Aisne ), De Heeckeren (del Alto Rhin );
De Herembault ( del Pas-de-Calais) ; Hermann;
Heurtier (del Loire); el general Husson (de l’Aube) ;
Janvier (de Tarn-et-Garonne) ; Lacaze (de los Al
tos Pirineos) ; Lacrosse, antiguo ministro (de Fi
nisterre ); Ladoucette (de la Mosselle); Frédéric de
Lagrange (de Gers); De Lagrange (de la Giron
LA COMISION CONSULTIVA . 229

da); el general de La Hitte , antiguo ministro;


Delangle, antiguo procurador general ; Lanque
tin , presidente de la comision municipal ; De La
Riboissière (de Ille -et-Vilaine); el general Lawoes
tine; Lebeuf (de Sena y Marne); el general Le
breton (del Eure-et- Loir ); Le Comte (de Yonne);
Le Comte (des Côtes-du-Nord) ; Lefebre-Duru
flé, ministro de Comercio (del Eure) ; Lélut (de la
Alta Saône); Lemarois (de la Mancha ); Lemer
cier ( de la Charente ) ; Lequien (del Pas-de-Ca
lais); Lestiboudois (del Norte) ; Levavasseur (del
Sena inferior ); Le Verrier (de la Mancha); Lezay
de Marnésia (de Loir-et-Cher ); el general Magnan ,
comandante en jefe del ejército de París ; Magne,
ministro de Obras públicas (de la Dordogne) ; Ed
mont Maigne (de la Dordogne) ; Marchant (del Nor
te) ; Mathieu Bodet , abogado en el Tribunal de
casacion ; De Maupas , prefecto de policía ; De Mé
rode (del Norte) ; Mesnard , presidente de sala en
el Tribunal de casacion ; Meynadier, antiguo pre
fecto (de Lozère); De Montalembert (de Doubs) ;
De Morny (de Puy-de-Dôme) ; de Mortemart (del
Sena inferior); de Mouchy (del Oise) ; de Mous
tiers (de Doubs); Lucien Murat (de Lot) ; el gene
ral de Ornano (de Indre-et-Loire) ; Pepin Lehal
leur (de Sena y Marne) ; Joseph Périer, regente
del Banco; De Persigny (del Norte) ; Pichon , al
230 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

calde de Arras (de Pas- de -Calais ); Portalis , pri


mer presidente del Tribunal de casacion ; Pongé
rard (de Ille -et -Vilaine); el general Préval; De
Rancé (de Argelia ); el general Randon , antiguo
ministro gobernador general de Argelia ; el ge
neral Regnauld de Saint-Jean -d'Angely , antiguo
ministro de la Charente inferior ); Renouard de
Bussière (del Bajo Rhin ); Renouard (del Lozére): el
general Rogé ; Rouher , guarda -sellos, ministro
de Justicia (de Puy-de-Dôme) ; De Royer , anti
guo ministro , procurador general del Tribunal
de apelacion en París ; el general de Saint -Ar
naud , ministro de la Guerra ; De Saint-Arnaud ,
abogado en el Tribunal de apelacion de París ; De
Salis (de la Moselle ); Sapey (de Isère); Schneider,
antiguo ministro; De Ségur d'Aguesseau (de los
Altos Pirineos); Seydoux (del Norte ); Amédée Tha
yer; Thieullen (des Côtes-du -Nord); De Thorigny,
antiguo ministro ; Toupot de Béveaux (del Alto
Marne) ; Tourangin , antiguo prefecto ; Troplong,
primer presidente del Tribunal de apelacion ; De
Turgot, ministro de Negocios extranjeros ; Vail
lant, mariscal de Francia ; Vaïsse , antiguo mi
nistro (del Norte ) ; De Vandeul (del Alto Marne);
el general Vast - Vimeux (del Charente inferior );
Vauchelle , alcalde de Versailles ; Viard (de Meur
the ); Vieillard (de la Mancha ); Vuillefroy; Vui
LA COMISION CONSULTIVA . 234

try , subsecretario de Estado en el ministerio de


Hacienda ; De Wagram .

El Presidente de la República,
LOUIS-NAPOLEON BONAPARTE .

El ministro del Interior,


DE MORNY .

Se encuentra en esta lista el nombre de Bour


bousson .

Hubiera sido enojoso que este nombre se des


aprovechara.
Al mismo tiempo apareció la siguiente protesta
de M. Daru :
« Me adhiero á los actos hechos por la Asamblea
nacional en la alcaldía del 10.º distrito el 2 de Di
ciembre de 1851 , á los cuales no he podido con
tribuir por impedírmelo la violencia.

DARU . >>

Algunos de los miembros de esta comision con


sultiva salian de Mazas ó del Mont-Valerien . Ha
bian permanecido en las células veinticuatro ho
ras , y despues les habian soltado . Como se ve,
estos legisladores guardaron poco rencor al hom
232 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

bre que les habia hecho saborear tan desagrada


blemente la ley.
Muchas de las personas incluidas en esta co
leccion no tenian más reputacion que el ruido
quehacian sus acreedores gritando en torno suyo .
Uno habia quebrado dos veces , pero añadian esta
circunstancia atenuante : no con su nombre . Otro
era de una compañía literaria ó científica , y pa
saba por vender su voz . Otro , en fin , tímido , ele
gante , à la moda , cepillado , barnizado , dorado,
bordado , sostenido por una mujer, vivia en una
especie de suciedad de alma.
Estas gentes se adhirieron sin muchas vacila
ciones al acto que salvaba la sociedad.
Algunos otros , entre los que componen este
mosáico , no tenian ninguna pasion política y no
consintieron en figurar en esta lista , sino para
guardar sus empleos y sus sueldos; fueron bajo el
imperio, lo que habian sido antes del imperio ,
neutros; y continuaron durante los diez y nueve
años del reinado , ejerciendo sus funciones milita
res , judiciales ó administrativas, inocentemente
rodeados de la justa consideracion debida á los
imbéciles inofensivos.
Otros eran realmente hombres políticos , de la
docta escuela que comienza en Guizot y no acaba
en Parieu , graves médicos del orden social que
LA COMISION CONSULTIVA . 233

tranquilizan á la clase media asustada y que con


servan las cosas muertas:

¿ Perderé el ojo , doctor?


No , que le tengo en la mano .
Habia en aquel cuasi Consejo de Estado , un
número regular de hombres de policía , género
entonces estimado .- Carlier, Pietri , Maupas, etc.
Poco despues del 2 de Diciembre , bajo el nom
bre de comisiones mixtas, la policía sustituyó á la
justicia, pronunció sentencias y violó judicial
mente todas las leyes , sin que la magistratura
regular pusiese el menor obstáculo á esta magis
tratura incorrecta; la justicia dejó hacer a la poli.
cía , con la mirada satisfecha de un tiro cambiado .
Algunos de los hombres incluidos en la lista de
esta comision, rehusaron : Leon Faucher,Goulard ,
Mortemart, Frédéric Granier, Marchand, Maillard ,
Paravey, Beugnot . Los periódicos recibieron la
órden de no publicar estas renuncias.
M. Beugnot hizo imprimir en sus tarjetas:
El conde Beugnot, que no es de la comision con
sultiva .
M. Joseph Périer fué de esquina en esquina,
con un lapiz en la mano , borrando su nombre de
todas las listas y diciendo : —- Vuelvo a tomar mi
nombre en donde le encuentro .
234 HISTORIA DE UN CRÍMEN.
El general Baraguay - d'Hilliers no renunció .
Era no obstante un bravo soldado ; habia perdido
un brazo en la guerra de Rusia . Ha sido más
tarde mariscal de Francia y merecia no deberle
este grado á Luis Bonaparte. Era digno de me
jor fin .
En los últimos dias de Noviembre, el general
Baraguay -d'Hilliers sentado en un gran sillon ,
delante de la alta chimenea del salon de confe
rencias de la Asamblea nacional, se calentaba;
uno de sus colegas , el que escribe estas líneas, fué
á sentarse cerca de él al otro lado de la chimenea .
No se hablaron , siendo el uno de la derecha y el
otro de la izquierda : pero entró M. Piscatory que
era un poco de la derecha y otro poco de la
izquierda é interpeló á Baraguay - d'Hilliers. - Y
-

bien , general , ¿ sabeis lo que se dice ?


-¿Qué ?
-Que el presidente nos va á cerrar las puertas
en las narices.
El general contestó, y yo oí la siguiente res
puesta :
Si el señor Bonaparte nos cierra las puertas
de la Asamblea , la Francia nos las volverá á
abrir de par en par.
Luis Bonaparte quiso un momento titular á esta
comision , Comision ejecutiva . — No, le dijo Morny,
LA COMISION CONSULTIVA . 235

esto es suponerles valor . Ellos serán con gusto


sostenedores; pero no querrán ser proscritores.
El general Rulhière fué destituido por haber
censurado la obediencia pasiva del ejército.
Consignemos de paso un detalle . Algunos dias
despues del 4 de Diciembre, Emmanuel Arago
encontró á Dupin en el faubourg Saint-Honoré.
-Pues qué, dijo Arago, ¿ acaso vais al Elíseo ?
M. Dupin contestó : -Yo no voy jamás al b .....
Pero fué.
M. Dupin , como ya hemos dicho, fue nombrado
procurador general en el Tribunal de casacion .
VII.

LA OTRA LISTA .

Enfrente de la lista de los adherentes conviene


colocar la de los proscritos. De este modo se pueden
ver de una ojeada las dos vertientes del golpe de
Estado .

DECRETO .

Artículo 1.' Son expulsados del territorio fran


cés, del de Argelia y del de las colonias, por causa
de seguridad general , los antiguos representantes
de la Asamblea nacional cuyos nombres siguen :
Edmond Valentin , Paul Racouchot , Agricol
Perdiguier, Eugène Cholat , Luis Latrade, Michel
Renaud , Joseph Benoist ( del Ródano ) , Joseph
Burgard , Jean Colfavru , Joseph Faure (del Ró
LA OTRA LISTA . 237

dano ), Pierre - Charles Gambon , Charles Lagran


ge, Martin Nadaud , Barthélemy Terrier, Victor
Hugo , Cassal , Signard , Viguier , Charrasin ,
Bandsept , Savoye , Joly , Combier , Boysset ,
Duché , Ennery , Guilgot , Hochstuhl , Michot
Boutet, Baune, Bertholon , Schwelcher, De Flotte,
Joigneaux, Laboulaye , Bruys, Esquiros , Madier
de Montjau , Noël Parfait, Emile Pean , Pelletier,
Raspail, TheodoreBac, Bancel, Belin (de la Drôme),
Besse, Bourzat , Brive , Chavoix , Clément Dulac,
Dupont ( de Bussac ) , Gaston Dussoubs , Guiter ,
Lafon , Lamarque , Pierre Lefranc, Jules Leroux,
Francisque Maigne, Malardier , Mathieu (de la
Drôme ) , Millotte Roselli-Mollet , Charras, Saint
>

Ferréol, Sommier, Testelin (del Norte) .


Art. 2. En el caso en que contra lo que pre
viene el presente decreto , uno de los individuos
designados en el artículo primero, entre en los
territorios de que se les ha expulsado , podrá ser
deportado, como medida de seguridad general .
Dado en el Palacio de las Tullerías, oido el Con
sejo de ministros , el 9 de Enero de 1852 .

Louis BONAPARTE .

El ministro del Interior ,


DE MORNY .
238 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Hubo además una lista de alejados, en la cual


figuraban Edgar Quinet , Victor Chauffour, el ge
neral Laidet , Pascal Duprat , Versigny, Antony
Thouret , Thiers, Girardin , y Remusat. Cuatro
representantes, Mathé, Greppo, Marc-Dufraisse y
Richardet, fueron añadidos á la lista de los expul
sados. El representante Miot fué reservado para
las torturas de las casamatas de Africa . Así , pues,
además de las matanzas, la victoria del golpe de
Estado se soldó con esta cifra: ochenta y ocho re
presentantes proscritos y uno muerto.
Yo almorzaba habitualmente en Bruselas, en
un café llamado el café de las Mil-Columnas , fre
cuentado por los proscritos . El 10 de Enero habia
invitado á Michel de Bourges, y estábamos senta
dos à la misma mesa . El criado me entregó el
Moniteur français; y yo le di una ojeada .
--¡Ah ! exclamé; es la lista de proscricion . La
recorrí en un momento, y le dije á Michel de
Bourges : - T'engo que daros una mala noticia.
Michel de Bourges palideció . Yo añadi: - No es
tais en la lista de proscricion . — Se pintó la ale
gría en su semblante .
Michel de Bourges tan valiente ante la muerte,
era débil ante el destierro.
VIII.

DAVID D'ANGERS .

Brutalidades y ferocidades mezcladas. Al gran


escultor David d'Angers le prendieron en su casa
calle de Assas, núm . 16 : el comisario de policía
al entrar le preguntó :
-¿Teneis armas en vuestra casa ?
-Sí , dijo David . Para defenderme.
Y añadio :
-Si tuviese que tratar con gentes civilizadas .
- ¿ Dónde están esas armas ? dijo el comisario .
Veámoslas .
David le enseñó un taller lleno de obras
maestras .
Le hicieron subir á un carruaje y le condujeron
al depósito de la prefectura de policía .
Caben en el ciento veinte detenidos y habia
setecientos . David estaba con otros doce en un
240 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

calabozo capaz sólo para dos . Ni luz ni aire. Un


respiradero estrecho encima de sus cabezas . Una
asquerosa cubeta en un rincon , comun a todos,
cubierta , pero no cerrada, con una tapadera de
madera . Al medio dia les daban la sopa. Una es
pecie de agua infecta y caliente, me decia David .
Permanecian de pié , apoyados en las paredes , y
pataleaban sobre los colchones tendidos en el
suelo , no pudiendo acostarse en ellos por falta de
espacio . No obstante , al fin se apretaron tanto los
unos contra los otros, que lograron tenderse en
ellos. Les habian dado mantas. Algunos dormian .
Al despuntar el dia , los cerrojos rechinaban , la
puerta se abria y el guardian gritaba :-¡Levan
táos! Pasaban al corredor contiguo , el guardian
plegaba los colchones, tiraba algunos cubos de
agua en las baldosas, las secaba lo menos posible,
volvia á colocar los colchones sobre el suelo hú
medo y les decia : — Entrad . Corria de nuevo los
cerrojos y hasta el dia siguiente . De tiempo en
tiempo llegaban un centenar de detenidos , y
venian á buscar un centenar de los antiguos ( que
estaban allí hacía dos ó tres dias ) . ¿Qué era de
ellos ?-Por la noche, los presos desde su calabozo
oian las descargas, y por la mañana los transeun .
tes veian , como ya hemos dicho , charcos de san
gre en el patio de la prefectura.
DAVID D'ANGERS. 244

El llamamiento de los que salian se hacía por


Órden alfabético.
Un dia llamaron á David d'Angers. David
tomó su paquete y se disponia á salir, cuando el
director de la cárcel, que parecia que velaba sobre
él , se le acercó vivamente y le dijo: --Quedáos ,
señor David , quedáos.
Una mañana vió entrar en su célula á Buchez,
el antiguo presidente de la Asamblea constitu
yente . - ¡ Ah ! dijo David , venís á visitar a los
presos , me parece bien.- Tambien estoy preso
yo , dijo Buchez.
Exigieron á David que se obligase á pasar á
América, pero él se negó . Tuvieron que contentarse
con que se marchase á Bélgica . El 17 de Diciem
bre llegó á Bruselas . Vino á verme y me dijo :
Vivo en el Grand -Monarca, calle de los Prende
ros , núm . 89.-Y añadió riendo:-Grand -Mo
narca. El rey. Los prenderos. Los realistas . 89 .
La revolucion . El azar, es espiritual .

16
IX.

NUESTRA ÚLTIMA REUNION .

El 3 todo afluia hacia nosotros ; el 5 todo se


apartó de nosotros. Fué como un mar inmenso que
se retiraba. Habia venido formidable, se marcha
ba siniestro . Sombrías mareas del pueblo .
¿ Y quién habia tenido este poder de decir á
aquel Océano : ¿No irás más léjos? ¡ Ay ! Un pigmeo .
Estas retiradas del abismo son insondables .
El abismo tiene miedo . ¿ De qué ?
De algo más profundo que él . Del crímen .
El pueblo retrocedió. Retrocedió el 5 , desapare
ció el 6.
Y sólo se vió en el horizonte una especie de in
mensa noche que empezaba.
Aquella noche era el imperio.
Nos encontramos el 5 , como estábamos el 2 .
Solos .
NUESTRA ÚLTIMA REUNION. 243

Pero perseveramos. La situacion de nuestra


alma era esta : desesperados sí ; desalentados no .
Las malas noticias nos llegaban como en la an
tevíspera las buenas ; unas despues de otras. Au
bry de Nord estaba en la Conserjería . Nuestro elo
cuente y querido Cremieux estaba en Mazas.
Luis Blanc, que aá pesar de estar desterrado venía
al socorro de la Francia , y nos aportaba el gran
poder de su nombre y de su alma , se habia visto
obligado como Ledru-Rollin á detenerse ante
la catástrofe del 4. No habia podido pasar de
Tournay .
En cuanto al general Neumayer , no habia
«marchado sobre París , » pero habia venido . ¿Qué
hacer ? Someterse.
No teníamos asilo . El núm . 15 de la calle Ri
cheliu estaba vigilado; el núm . 17 de la calle
Monthabor estaba denunciado . Errábamos por Pa
rís encontrándonos á la ventura y cambiando al
gunas palabras en voz baja , no sabiendo dónde
dormiríamos y si comeríamos ; y entre aquellas ca
bezas que ignoraban en qué almohada reposarian
por la noche , habia por lo menos una puesta á
precio .
Nos abordábamos diciéndonos cosas como estas;
¿ Qué ha sido de Fulano ?
-Preso .
244 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

--¿Y Zutano ?
--Muerto .
-¿Y Mengano ?
-Desaparecido .
Tuvimos , sin embargo, una reunion el dia 6 en
casa del representante Raymond, plaza de la Mag
dalena : Nos encontramos en ella casi todos . Pude
estrechar la mano de Edgar Quinet , de Chauf
four , de Clément Dulac , de Bancel , de Versigny,
de Emile Péan , y volví á ver con placer á nues
tro enérgico é íntegro huésped de la calle Blan
che, Coppens , y á nuestro animoso colega Pons
Stande , que habia perdido de vista en la huma
reda de la batalla. Desde las ventanas de la sala
en que deliberábamos se veian la plaza de la Mag
dalena y los boulevares militarmente invadidos y
cubiertos de tropas feroces y profundas, alinea
das en batalla , como si se preparasen para hacer
frente á otro combate posible . Llegó Charamaule.
Sacó de su gaban dos pistolas , las colocó sobre
la mesa , y dijo : - Todoestá concluido. Sólo es po
sible у atinado el hacer una temeridad . Ofrezco
hacerla . ¿ Ireis conmigo , Victor Hugo ?
-Sí , contesté yo .
Ignoraba lo que iba a decir , pero sabía que di
ria algo digno y grande .
En efecto .
NUESTRA ÚLTIMA REUNION . 245

- Estamos aquí ,. continuó , cerca de cincuenta


representantes del pueblo todavía en pié y reuni
dos. Somos todo lo que queda de la Asamblea na
cional, del sufragio universal , de la ley , del de
recho. ¿Dónde
å estaremos mañana ? No lo sabemos.
Dispersos ó muertos . La hora presente nos perte
nece ; pasada esta hora , sólo nos queda la sombra .
La ocasion es única. Aprovechémosla.
Se detuvo , nos miró fijamente con su firme mi
rada , y continuo:
-Aprovechémonos de esta casualidad de estar
vivos y reunidos . El grupo que está aquí, es toda
la República. Pues bien ; toda la República ofrez
cámosla en nuestras personas al ejército,, y haga
mos retroceder al ejército delante de la República,
y delante del derecho retroceder a la fuerza . Es
necesario que en este minuto supremo , uno de los
dos tiemble ; la fuerza ó el derecho . Si el dere
cho no tiembla la fuerza temblará . Si nosotros no
temblamos , los soldados temblarán . Vamos al en
cuentro del crímen . Si la ley avanza , el crímen
retrocederá . En todo caso habremos cumplido con
nuestro deber . Si sobrevivimos , seremos salvado
res ; si morimos, seremos héroes. Hé aquí lo que
propongo .
Reinó un silencio profundo.
-Revistámono
- s de nuestras bandas y descen
246 HISTORIA DE UN CRÍMEN .
damos procesionalmente de dos en dos à la plaza
de la Magdalena. ¿ Veis aquel coronel que está en
la gran escalinata , con un regimiento formado en
batalla ? Iremos á su encuentro , y una vez allí,
delante de los soldados , yo le intimaré que obe
dezca al deber y que devuelya á la República su
regimiento. Si se niega ...
Charamaule cogió con sus dos manos las dos
pistolas.
- Le levantaré la tapa de los sesos .
-Charamaule , le dije , estaré á vuestro lado .
- Ya lo sabía , contesto Charamaule .
Y añadió :
- Esta explosion despertará al pueblo.
- Pero , exclamaron muchos representantes; ¿y
si no despierta ?
- Moriremos.
-Estaré donde esteis, le dije.
Y nos estrechamos la mano .
Pero las objeciones estallaron .
Nadie temblaba , pero todos examinaban . ¿No
sería aquello una locura ? ¿Y una locura inútil?
¿No sería jugar sin ninguna probabilidad posible
la última carta de la República ? i¡ Qué fortuna
para Bonaparte ! ¡ Aplastar de un solo golpe á to
dos los hombres de accion que quedaban ! ¡ Acabar
de una vez para siempre! Estábamos vencidos,
NUESTRÁ ÚLTIMA REUNION . 247

sea , pero ¿era necesario añadir el aniquilamiento


á la derrota? No teníamos ninguna probabilidad
de triunfo . No se levanta la tapa de los sesos á un
ejército. Hacer lo que aconsejaba Charamaule, se 2

ría cavar la sepultura , y nada más .


Sería un gran suicidio , pero sería un suicidio :
En ciertos casos ser solamente héroe , es egoismo.
Se sale pronto del paso, se es ilustre, se conquista
>

un nombre en la historia : esto es cómodo . Se deja


á otros que vienen detrás el rudo trabajo de una
larga protesta , la inquebrantable resistencia del
destierro, la vida amarga y dura del vencido, que
continúa combatiendo a la victoria . Cierto grado
de paciencia.es necesario a la política . Saber es
perar la revancha es muchas veces más difícil que
precipitar el desenlace . Hay dos valores: la bra
vura y la perseverancia ; el primero , es el valor
del soldado ; el segundo , el del ciudadano . Un fin
cualquiera , aun siendo intrépido , no basta . Salir
del paso muriendo , está hecho en seguida ; lo que
es necesario , lo que es difícil, es sacar del pasoá la
patria. No, nos decian muchos nobles contradicto.
res á Charamaule y á mí : este Hoy que nos propo.
neis , es la supresion del Mañana; considerad que
.

hay cierta cantidad de desercion en el suicidio ...


La palabra « desercion » lastimó á Charamaule .
-Sea , dijo. Renuncio .
248 HISTORIA DE UN CRIMEN.

Aquella escena fue grande , y Quinet , más tar-


de , en el destierro , me hablaba de ella con emo
cion profunda.
Nos separamos para no vernos más .
Yo vagaba por las calles . 8¿ En
. dónde dormiria ?
Esta era la cuestion . Supuse que el núm: 19 de la
calle de Richelieu estaba vigilada como el nú
mero 15. Pero la noche era fria y me decidí a vol
ver á todo trance á aquel asilo , quizás peligroso .
Hice bien en confiarme á él . Cené con un pedazo
de pan y pasé una buena noche . Al dia siguiente,
al salir el sol , al despertarme, pensé en los debe
res que me aguardaban , pensé que iba á salir de
aquel cuarto probablemente para no volver más á
él , tomé un pedazo de pan que me quedaba y lo
desmenucé en el borde de la ventana para los pá
jaros.
X.

EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS .

¿Estuvo en manos de la izquierda en cierto mo


mento impedir el golpe de Estado ?
No lo creemos .
Hé aquí, sin embargo, un hecho que no debe
mos pasar en silencio .
El 16 de Noviembre de 1851 yo estaba en
la calle de la Tour - d'Auvergne, núm . 37, en
mi casa , y en mi gabinete : eran cerca de las
doce de la noche ; trabajaba ; mi criado entreabrió
la puerta.
-¿El señor puede recibir a ... ?
Y pronunció un nombre .
--Sí, contesté.
Alguien entró .
Debo hablar con reserva de aquel hombre con
siderable y distinguido . Basta con indicar que
250 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

tenía el derecho de decir , al designar á los Bona


parte : «mi familia . » Es sabido que la familia Bo
naparte se dividia en dos ramas : la familia impe.
rial y la familia privada. La familia imperial te
nía la tradicion de Napoleon ; la familia privada
tenía la tradicion de Luciano; por lo demás, este
matiz no tiene nada de absoluto.
Mi visitante nocturno se sentó en el otro extre
mo de la chimenea . uu

Empezó hablándome de las memorias de una ***


nobilísima y virtuosa mujer, la princesa su >

madre, cuyo manuscrito me habia confiado, pi 10

diéndome consejo sobre la utilidad ó la convenien


cia de su publicacion : este manuscrito , lleno de
interés, tenía además para mí el encanto de que la
letra de la princesa se parecia á la letra de mi ma
dre. Mi visitante , al cual entregué el manuscrito,
>

le hojeó algunos segundos, y en seguida, inter


>

rumpiéndose bruscamente , se volvió hácia mí y


dijo:
-La República está perdida.
Yo contesté :
-Poco la falta .
El continuó :
-A ménos que vos no la salveis .
-¿ Yo ?
-Vos.
EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS . 251

-¿Cómo ?
-Escuchadme .
Entonces me expuso , con aquella claridad com
plicada algunas veces de paradoja , que es uno
de los recursos de su notable talento , la situacion
á la vez desesperada y fuerte en que estábamos.
Esta situacion, que por lo demás yo comprendia
como él , era la siguiente:
La derecha de la Asamblea se componia de
cuatrocientos miembros aproximadamente, y la
izquierda de cerca de ciento ochenta. Los cuatro
cientos de la mayoría pertenecian por tercios á
los tres partidos, el partido legitimista, el partido
orleanista y el partido bonapartista , y en totali
dad al partido clerical. Los ciento ochenta de la
minoría pertenecian á la República. La derecha
desconfiaba de la izquierda, y habia tomado contra
la minoría una precaucion. Un comité de vigi
lancia, compuesto de diez y seis de los principales
miembros de la derecha , encargado de imprimir
la unidad, á aquella trinidad de partidos , y te
niendo por mision el vigilar á la izquierda; tal
era esta precaucion. La izquierda se habia limitado
al principio á ser irónica , y tomándome prestado
un nombre, al cual se unia entonces , sin razon,
la idea de la decrepitud , llamó á los diez у seis
comisarios los bourgraves. Despues, pasando de la
252 HISTORIA DE UN CRÍMEN. ·

ironía á la sospecha , la izquierda habia creado


por su parte , para dirigir la oposicion y observar
á la derecha, un comité de diez y seis miembros,
á los que la derecha se habia apresurado á llamar
los bourgraves rojos. Represalias inocentes. El re
sultado fué, que la derecha vigilaba a la izquierda
y la izquierda vigilaba a la derecha , y nadie
vigilaba á Bonaparte . Dos rebaños, tan inquietos
el uno del otro , que olvidaban al lobo . Mientras
tanto, en la guarida del Elíseo , Bonaparte traba
jaba. El tiempo que perdia la Asamblea, mayoría
y minoría , en desconfianzas mútuas , él lo apro
vechaba. Como se siente desgajarse la avalancha
se sentia vacilar en la sombra la catástrofe. Todos
espiaban al enemigo , pero no miraban al verda
dero sitio . Saber orientar la desconfianza , es el
secreto de la gran política . La Asamblea de 1851
no habia tenido esta sagaz seguridad de mirada y
los hechos tenian mala perspectiva; cada partido
veia el porvenir á su manera , -y una especie de
>

miopía política cegaba a la derecha y á la izquier


da ; se tenía miedo, pero no de lo que debia te
merse; se estaba en presencia de un misterio , se
tenía delante una alevosía , pero se la buscaba
>

donde no estaba, y no donde debia buscársela : de


manera que aquellos dos rebaños, minoría у ma
yoría, se miraban asustados; y mientras los direc
EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS. 253

tores de un lado y los guías del otro , graves y


atentos, se preguntaban lo que podian significar,
los unos , los gruñidos de la izquierda , los otros,
los balidos de la derecha , estaban expuestos á
sentir caer bruscamente sobre sus espaldas las
cuatro garras del golpe de Estado .
Mi interlocutor me dijo :
-¿Sois uno de los diez y seis?
-Sí , contesté sonriendo , bourgrave rojo.
Como yo , principe rojo.
Su sonrisa respondió a la mia y continuo :
-¿Teneis plenos poderes?
-Sí, como los demás .
Y añadí :
-Pero, no más que los demás. La izquierda no
tiene jefes.
Él prosiguió :
-Yon , el comisario de policía de la Asamblea,
¿ es republicano ?
-Sí .
-¿Obedecerá á una órden que lleve vuestra
firma ?
-Quizás .
-Yo digo : sin duda .
Y me miró fijamente .
- Pues bien , haced arrestar al presidente esta
noche.
254 HISTORIA DE UN CRÍMEN .
Entonces le miré yo.
-¿Qué quereis decir ?
-Lo que digo.
-

Debo declarar , que su palabra era clara , firme


У convencida , y me dejó durante el curso de la
conversacion la impresion , que conservaré siem
pre, de un acento leal . ·
-¡Arrestar al presidente ! exclamé.
Entonces me dijo que aquella cosa extraordi
naria era simple ; que el ejército estaba indeciso;
que en el ejército, los generales de Africa pesaban
tanto como el presidente; que la guardia nacional
estaba por la Asamblea , y en la Asamblea por la
izquierda; que el coronel Forestier respondia de
la 8.' legion , el coronel Gressier de la 6. ', y el
coronel Howyne de la 5. ' ; que con una orden de
los diez y seis de la izquierda se tomarian inme
diatamente las armas ; que mi firma bastaria;; que
si no obstante preferia reunir al comité en secreto,
se podria aguardar hasta al dia siguiente; que
con una orden del comité de los diez y seis un
batallon marcharia sobre el Elíseo; que el Elíseo
no estaba prevenido, pues pensaba en la ofensiva
y no en la defensiva , y sería cogido de improviso;
que el ejército no resistiria a la guardia nacional ;
que se haría todo sin disparar un tiro ; que Vin
cennes se abriria y se cerraria durante el sueño
EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS . 256

de París; que el presidente acabaria de pasar la


noche allí, y que la Francia al despertar sạbria
esta doble noticia ; Bonaparte fuera de combate y
la república fuera de peligro.
Despues añadió :
-Podeis contar con dos generales , Neumayer
en Lyon y Lawoëstyne en París .
Se levantó , se apoyó en la chimenea ( me pa
rece verle aún de pió y pensativo ), y prosiguió:
2

-No me siento con fuerza para volver al des


tierro, pero me siento con voluntad para salvar á
mi familia y á mi país.
Creyó probablemente observar en mí un movi
miento de sorpresa, porque acentuó y casi subrayó
estas palabras :
-

Me explicaré . Sí , quisiera salvar á mi fa


milia y á mi país . Llevo el nombre de Napo
leon , pero ya lo sabeis , sin fanatismo. Soy
Bonaparte ; pero no bonapartista . Este nombre le
respeto, pero le juzgo. Tiene ya una mancha , el
18 brumario . ¿Va á mancharse otra vez ? La
mancha antigua ha desaparecido bajo la gloria .
Austerlitz cubre á Brumario. Napoleon se ha
absuelto por el genio . El pueblo ha admirado
tanto, que ha perdonado. Napoleon está sobre su
columna ; esto está hecho; que le dejen tranquilo
en su sitio. Que no obliguen á la Francia á acor
256 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

darse demasiado. Esta gloria de Napoleon es vul


nerable . Tiene una cicatriz cerrada , sí , pero que
no la vuelvan a abrir . Por más que hagan y di
gan los apologistas, no deja de ser cierto que
Napoleon se hirió á sí mismo el 18 brumario .
-En efecto, dije , siempre los crímenes hieren
al criminal.
-Pues bien , prosiguió ; su gloria ha sobrevivido
al primer golpe ; un segundo golpe la mataria.
No quiero que esto suceda . Odio el 18 brumario,
temo el segundo. Quiero impedirlo.
Se detuvo otra vez , y despues continuó :
-Por esto he venido á veros esta noche, quiero
socorrer a esta grande gloria herida. Al aconseja
ros lo que os aconsejo, si lo haceis , si la izquierda
lo hace , salvo al primer Napoleon ; porque si se
mancha su gloria con un segundo crímen , esta
gloria desaparece. Si, este nombre se hundiria en
la vergüenza y la historia la rechazaria.. Voy más
allá y completo mi pensamiento . Salvo tambien
al Napoleon actual , porque él , que ya no tiene
gloria , sólo tendria el crimen . Salvó su memoria
de la picota eterna. Prendedle, pues .
Estaba verdadera y profundamente conmovido;
se detuvo de nuevo , y continuó :
-En cuanto a la república, para ella, la prision
de Luis Bonaparte es su salvacion ; tengo , pues,
EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS . 257

razon , al decir, que con lo que os propongo salvo


á mi familia y á mi país .
--Pero, dije yo , lo que me proponeis es un
golpe de Estado .
-¿Lo creeis así?
-Sin duda. Nosotros somos la minoría у obra
ríamos como si fuésemos la mayoría . Somos una
parte de la Asamblea y procederíamos como si
fuésemos toda la Asamblea . Nosotros que conde
namos toda usurpacion , usurparíamos . Pondría
mos la mano sobre un funcionario que sólo la
Asamblea tiene derecho de reducir á prision .
Nosotros, los defensores de la Constitucion , rom
períamos la Constitucion . Nosotros , los hombres
de la ley , violaríamos la ley . Esto es un golpe
de Estado.
-Sí , pero un golpe de Estado para el bien .
-El mal hecho para el bien , es siempre el
mal.
-¿Hasta cuando triunfa ?
-Sobre todo , cuando triunfa .
-¿Por qué?
-Porque entonces se convierte en ejemplo.
-¿No aprobais, pues, el 18 fructidor ?
-No .
-Sin embargo, los 18 fructidor impiden los
18 brumario .
17
258 HISTORIA DE UN CRÍMEN.
--No. Los preparan .
¿ Pero la razon de Estado existe?
--No. Lo que existe es la ley.
-El 18 fructidor ha sido aceptado por espíritus
integérrimos.
-Ya lo sé .
-Blanqui lo aprueba con Michelet.
-
-Yo lo rechazo con Barbès .
Del lado moral pasé al lado práctico.
- Dicho esto, continué, examinemos nuestro
plan .
Aquel plan estaba erizado de dificultades. Yo
se las hice tocar con el dedo .
¡Contar con la guardia nacional! Si el general
Lawoëstyne no la mandaba aún . ¿ Contar con el
ejército ? Si el general Neumayer estaba en Lyon
y no en París . ¿ Acudiria en socorro de la Asam
blea ? ¿Podia asegurarse ? En cuanto á Lawoestyne
¿acaso no tenía dos caras ? ¿ Se estaba seguro de
él? ¿Llamar á las armas á la 8. ' legion? Si Fores
tier no era ya su coronel . ¿La 5. ' y la 6. ' ? Grenier
y Howyne sólo eran tenientes coroneles; i les se
guirian aquellas legiones? ¿ Requerir al comisario
Yon ? ¿ Obedeceria á la izquierda sola? Él era el
agente de la Asamblea , por consiguiente , de la
mayoría y no de la minoría . Otras tantas cuestio
nes . Pero, áun suponiendo resueltas estas cuestio
EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS . 259

nes y resueltas en el sentido del éxito , ¿ acaso el


éxito mismo no era una cuestion? La cuestion no
es jamás el éxito , es el derecho. Para prender al
presidente se necesitaba una orden de la Asam
blea ; nosotros reemplazábamos esta orden por un
acto de la izquierda. Escalamiento y fractura de
la ley. Ahora , supongamos la resistencia ; derra
maríamos sangre . La ley violada conduce á la
sangre derramada. ¿ Qué es todo esto ? Es un crí
men .

-No, exclamó él , es el salus populi.


Y añadió :
-Suprema lex .
-No, para mí , contesté.
Y continué :
-No mataria un niño para salvar un pueblo .
-

-Caton lo haría .
-Jesús no lo haría .
Y añadí:
-Teneis de vuestra parte a toda la antigüedad .
Estais en la verdad griega y en la verdad romana ;
yo estoy en la verdad humana . El horizonte
nuevo es más dilatado que el antiguo.
Reinó un momento el silencio. Él lo rompió
diciendo :
-Entonces será él quien atacará .
-Sea .
260 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

-Vais á librar una batalla , casi perdida de


antemano .
--Lo temo .
--Y este combate desigual sólo puede terminar
para vos , Víctor Hugo, con la muerte ó con el
destierro .
-Así lo creo .
-La muerte es un momento , pero el destierro
es largo.
- Tendré que acostumbrarme á él .
Él continuó :
-No solamente sereis proscrito, sereis calum
niado .
-Ya estoy acostumbrado.
-¿Sabeis lo que dicen ya ?
-¿Qué ?
--Dicen que estais irritado contra él , porque se
ha negado á nombraros ministro.
-¿Vos sabeis ... ?
-Yo sé todo lo contrario. El os lo ha propuesto
y vos habeis rehusado .
-Pues bien , entonces...
-Mentirán .
-¡Qué importa !
Él exclamo:
-Así, pues , habreis hecho entrar en Francia á
los Bonapartes y sereis desterrado por un Bonaparte!
EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS . 261

--¿Quién sabe si cometo entonces una falta ?


Esta injusticia es quizás una justicia .
Los dos nos callamos. Él interrumpió el si
lencio :
-¿Podreis soportar el destierro?
-Trataré de soportarle .
-¿Podreis vivir sin París ?
— Tendré el Océano.
—¿Vivireis , pues , á orillas del mar ?
-Así me lo propongo .
Esto es triste .
-Esto es grande.
Nos callamos de nuevo . El insistió :
-Mirad , vos no sabeis lo que es el destierro .
Yo lo sé . Es horrible. No estoy dispuesto á volver
á él, no. La muerte es una cosa de la cual no se
vuelve, el destierro es otra cosa á la cual no se
vuelve .
-Si es necesario , dije, yo iré , y volveré otra
vez .

la muerte ! Dejar la vida , no es


i Prefiero
nada ; pero dejar la patria ...
¡Ah ! dije, es todo .
-Y bien , entonces , ¿ por qué aceptar el des
tierro pudiendo evitarle ? ¿ Qué poneis, pues , por
encima de la patria ?
-La conciencia .
262 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Esta respuesta le dejó pensativo. No obstante,


continuó :
- Pero si reflexionais, vuestra conciencia os
aprobará .
-No .
¿Por qué?
-Ya os lo he dicho. Porque mi conciencia está
hecha de tal modo, que no admito nada por enci
ma de ella . La siento sobre mí, como el promon
torio podria sentir el faro que está encima de él .
Toda la vida es un abismo y la conciencia le ilu
mina en torno mio .
-Y yo tambien , exclamó él --y declaro que
su acento era íntimo y leal -- yo tambien siento
y veo mi conciencia. Ella me aprueba . Acaso
hago traicion á Luis, no, le sirvo . Salvarle de un
crímen , es salvarle. He ensayado todos los medios.
Sólo me queda éste : prenderle. Al dirigirme á vos,
al obrar como obro , conspiro a la vez contra él y
para él , contra su poder y por su honor. Lo que
hago está bien hecho.
-Es verdad , le dije. Teneis un pensamiento
elevado y noble . Pero nuestros deberes son dife
rentes. Yo no podria impedir á Luis Bonaparte
que cometiese un crímen , sino cometiendo yo
otro . No quiero ni 18 brumario para él ni 18 fruc
tidor para mí. Prefiero ser proscrito á ser proscri
EL DEBER PUEDE TENER DOS ASPECTOS. 263

tor. Puedo escoger entre dos crímenes el mio ó el


de Luis Bonaparte; no quiero el mio.
-Entonces sufrireis el suyo .
-Prefiero sufrir el crímen á cometerlo .
Permaneció un momento pensativo y despues
exclamo :
-Sea .
Y añadió :
-Quizás los dos tengamos razon .
-Así lo creo , dije.
Y le estreché la mano .
El tomó el manuscrito de su madre y se marchó .
Eran las tres de la mañana . La conversacion
habia durado más de dos horas. No me acosté
hasta despues de haberla escrito.
XI.

TERMINADO EL COMBATE EMPIEZA LA PRUEBA .

No sabía á dónde ir.


La tarde del 7 me decidí á volver otra vez al
número 19 de la calle Richelieu. En la puerta
principal sentí que me cogian el brazo. Era la
señora D. Me esperaba.
-No entreis, me dijo.
-¿Estoy descubierto ?
-Sí.
-¿Y cogido ?
-No .
Y añadió :
-Venid .
___

Atravesamos el patio, salimos por una puerta


trasera á la calle Fontaine Molière y nos dirigimos
á la plaza del Palais Royal.- Los coches estaban
estacionados allí como de costumbre. Subimos al
primero que encontramos.
TERMINADO EL COMBATE EMPIEZA LA PRUEBA . 265

-¿A dónde vamos? preguntó el cochero .


Ella me miró .
Yo contesté :
-No lo sé.
-Yo sí , dijo ella .
Las mujeres saben siempre dónde está la pro
videncia .
Una hora despues, estaba en seguridad .
Despues del 4 , cada dia que pasó, se afirmó más
el golpe de Estado . Nuestra derrota fué completa,
y nos sentimos abandonados . París fué como un
bosque en el que Luis Bonaparte hizo una batida
de representantes: la bestia fiera ojeó á los caza
dores . Oíamos el vago ladrido de Maupas detrás
de nosotros . Tuvimos que dispersarnos. La perse
cucion fué tenaz . Entramos en la segunda fase
del deber, la catástrofe aceptada y sufrida. Los
vencidos se convirtieron en proscritos. Cada uno
tuvo su desenlace personal. El mio fué lo que
debia ser , el destierro , habiéndome faltado la
muerte. No debo contar aquí lo que me pasó ; este
libro no es mi historia, y no debo desviar hácia
mí la atencion que pueda excitar. Además , puede
leerse todo lo que me es personal en una narracion
que es uno de los testamentos del destierro (1 ) .

(1 ) Los Hombres del destierro, por Charles Hugo.


266 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

A pesar del encarnizamiento con que fuimos


perseguidos , creí no deber abandonar á París
mientras luciese un rayo de esperanza y mientras
pareciese posible el despertar del pueblo . Malar
met me hizo saber en mi retiro que el martes 9 se
verificaria un movimiento en Belleville . Esperé
hasta el 12. Nadie se movió . El pueblo estaba
completamente muerto . Felizmente estas muertes,
como las muertes de los dioses , son momentáneas.
Tuve una última entrevista con Jules Favre y
Michel de Bourges , en casa de la señora Didier,
calle de la Ville-Lévêque, que se celebró por la
noche. Bastide asistió tambien . Aquel hombre va
liente me dijo :
-Vais a abandonar á París ; yo mequedo . To
madme por teniente. Hacedme mover desde el
fondo del destierro . Servíos de mí como si fuera
un brazo que tuviérais en Francia.
-Me serviré de vos como de un corazon, le dije.
El 14 , à través de todas las peripecias que mi
>

hijo Charles cuenta en su libro conseguí llegar


á Bruselas .
Los vencidos son una ceniza ; el destino sopla
encima у los dispersa. Los combatientes del dere
cho y de la ley se desvanecieron de un modo si
niestro .
Desaparicion trágica.
XII.

LOS EXPATRIADOS .

Habiendo triunfado él crímen , todo se le unió .


Persistir era posible , resistir no . La situacion era
>

á cada momento más desesperada. Hubiérase di


cho que era una especie de enorme muralla que
crecia en el horizonte é iba á cerrarse .
Salida : el destierro.
Las grandes almas , glorias del pueblo , emi.
graron . Se vió esta cosa sombría . La Francia ar
rojada de Francia.
Pero lo que al parecer pierde el presente lo gana
el porvenir : la mano que dispersa es tambien la
mano que siembra .
Los representantes de la izquierda , cercados,
perseguidos, ojeados, vagaron muchos dias de
asilo en asilo . Los que escaparon salieron de París
y de Francia , a través de muchos obstáculos. Ma
268 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

dier Montjau tenía las cejas negras y espesas, se


afeitó la mitad de ellas , cortó sus cabellos y se
>

dejó crecer la barba . Yvan , Pelletier , Gindrier y


Doutre , se afeitaron sus bigotes y sus barbas. Ver
signy llegó á Bruselas el 14 con un pasaporte á
nombre de Morin . Schoelcher se vistió de cura.
Este traje le sentaba muy bien , y convenia á su
fisonomía austera y á su voz grave. Un digno sa
cerdote le ayudó á disfrazarse , le prestó su sotana
y su manteo , le hizo afeitar las patillas algunos
dias ántes, a fin de que no se notase la traza blanca
de la barba recientemente afeitada , le entregó
su propio pasaporte y no le abandonó hasta el ca
mino de hierro .
De Flotte se vistió de criado y logro de este modo
atravesar la frontera en Mouscron . De allí pasó á
Gand y despues á Bruselas.
En la noche del 26 de Diciembre , yo habia
vuelto á mi pequeño cuarto sin fuego que ocupa
ba en el segundo piso del Hotel de la Parte- Ver
te , núm . 9 : eran las doce de la noche; acababa
>

de acostarme y empezaba á dormirme , cuando


llamaron á mi puerta . Me desperté . Yo siempre
dejo la llave fuera . — Entrad , dije. Una criada
entró con una luz é introdujo en el cuarto á dos
desconocidos . El uno era un abogado de Gante,
M... el otro era de Flotte. Me cogió las dos manos
LOS EXPATRIADOS. 269

y me las estrechó con enternecimiento . ¡ Cómo !


dije, ¿ sois vos ?— De Flotte en la Asamblea con
su frente proeminente y pensativa y su ojos pro
fundos , sus cabellos cortados al raso y su larga
barba, algo retorcida, parecia un personaje de
Sebastian del Piombo , errante y fuera del cuadro
de Lázaro: y yo tenía delante de mí un joven bajo,
delgado y pálido, con anteojos. Pero lo que no ha
bia podido cambiar , y lo que yo encontré en se
>

guida , era el gran corazon , el elevado pensa


miento , el espíritu enérgico , la indómita bra
vura , y si no le reconocí por su rostro , le reconocí
al estrecharme la mano.
Edgar Quinet fué conducido el 16 por una no
ble mujer valaca , la princesa Cantacuzène que se
encargó de hacerle pasar la frontera y cumplió
su palabra . La empresa era difícil. Quinet tenía
un pasaporte extranjero á nombre de Grubesko,
era valaco y se habia convenido en que no sabía
hablar francés, él que tan bien lo escribe . El via
je fué peligroso. Pidieron los pasaportes en toda la
línea desde la primera estacion. En Amiens la po
licía sospechó . Pero en Lila el peligro fué grande.
Los gendarmes recorrieron los wagones uno dés
pues de otro , entraron en ellos linterna en mano
y compararon las señas de los viajeros. Algunos
que parecieron sospechosos fueron arrestados у
270 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

encarcelados inmediatamente . Edgar Quinet, sen


tado al lado de la princesa Cantecuzène , esperaba
el turno de su wagon . En fin , los gendarmes
aparecieron en la portezuela. Mad . Cantecuzène
se inclinó vivamente hacia los gendarmes y pre
sentó su pasaporte. Pero el cabo rechazó el pasa
porte de la princesa diciendo : — Esinútil, señora .
No tenemos nada que hacer con los pasaportes de
mujeres. Y preguntó rudamente á Quinet:-Vues
tros papeles . Quinet tenía su pasaporte desdo
blado . El gendarme le dijo : - Bajad del wagon
para comparar vuestras señas. Él bajó. Pero pre
cisamente el pasaporte valaco no contenia nin
guna seña . El cabo frunció las cejas, y dijo a los
gendarmes :-¡Pasaporte irregular ! Id aá buscar
al comisario .
Todo parecia perdido , pero la señora Cantacu
zène empezó entonces á dirigir á Quinet las pala
bras más valacas del mundo , con un aplomo y
una volubilidad increibles ; tanto , que el gendar
me, convencido de que trataba con la Valaquia en
persona , y viendo que el tren se disponia áá par
tir , devolvió su pasaporte á Quinet diciéndole :
¡ Bah ! ¡ Marcháos ! — Algunas horas despues Ed
gar Quinet estaba en Bélgica .
Arnaud de l'Ariége tuvo tambien sus peripe
cias . Estaba señalado y debia ocultarse . Como
LOS EXPATRIADOS . 274

Arnaud era católico, su señora se dirigió a los sa


cerdotes : el abate Deguerry se excusó; el abate
Maret aceptó ; el abate Maret fué bravo y bue
no. Arnaud de l'Ariège estuvo escondido durante
quince dias en casa de aquel ilustre sacerdote.
Desde este refugio , Arnaud escribió una carta al
arzobispo de París para instarle á que no aceptase
el Panteon que un decreto de Luis Bonaparte qui
taba á la Francia y daba á Roma. Esta carta in
dignó al arzobispo. Arnaud , proscrito , llegó á
Bruselas, y allí murió áa la edad de diez y ocho
meses la « rojita » que el 3 de Diciembre habia lle
vado la letra del obrero al arzobispo, ángel en
viado por Dios al sacerdote que no habia compren
dido al ángel y que ya no conocia á Dios.
En esta variedad de incidentes y de aventuras,
cada uno tuvo su drama . El drama de Cournet
fué extraño y terrible.
Cournet, ya hemos dicho que habia sido oficial
de la marina. Era uno de estos hombres de decision
pronta que arrastran á los demás hombres , y que
en ciertos dias supremos pueden comunicar la im
pulsion a las masas . Tenía el continente altivo ,
las espaldas anchas , los brazos robustos , los pu
ños poderosos, y la alta estatura que da confianza
á la multitud , y la mirada inteligente que da
confianza á los pensadores. Se le veia pasar , y se
272 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

reconocia la fuerza : se le oia hablar , y se sentia


la voluntad que es más que la fuerza . Muy jóven
habia servido en nuestros navios de guerra . Com
binaba en él , en cierta medida- y esto es lo que
hacía de aquel hombre enérgico , bien dirigido y
bien empleado , un medio de atraccion y un punto
de apoyo - combinaba el entusiasmo popular con
la calma militar . Era una de estas naturalezas he.
chas para el huracan y para la multitud , que han
empezado su estudio del pueblo por el estudio del
Océano , y que están en su elemento en las re
voluciones como en las tempestades.
Como ya hemos dicho , habia tomado una parte
muy activa en el combate , habia sido intrépido é
infatigable ; era uno de aquellos que podian rea
nimarle de nuevo . Desde la tarde del miércoles,
varios agentes estaban encargados de buscarle por
todas partes , de prenderle inmediatamente y con
ducirle á la prefectura, en donde debia ser fu
silado .
No obstante , Cournet , con su atrevimiento ha
bitual, circulaba libremente para las necesidades
de la resistencia legal , hasta por los barrios ocu
pados por las tropas. Por toda preocupacion se ha
bia limitado á quitarse el bigote .
En la tarde del jueves estaba en el boulevard á
algunos pasos de distancia de un regimiento for
LOS EXPATRIADOS. 273

mado en batalla , hablando tranquilamente con


dos de sus camaradas de combate , Huy y Lor
UL rain . De pronto se vió envuelto junto con sus
compañeros por una seccion de municipales : un
hombre le tocó el brazo y le dijo : -Vos sois Cour
TER pet. Os prendo.
-¡Bah ! contestó Cournet , me llamo Lépine.
El hombre dijo:
ha -Sois Cournet . ¿No me reconoceis , pues ? Pues
bien ; yo os reconozco : yo he sido colega vuestro
en el comité electoral socialista .
Cournet le miró y recordó aquella fisonomía . El
alt hombre tenía razon . Habia , en efecto, formado
parte del conclave de la calle Saint-Spire. El po
lizonte continuó riendo:
-Yo he votado á Eugenio Sue , lo mismo que
-

VOS .

Era inútil negar, y el momento no era oportuno


para resistir . Como acabamos de decir, habia allí
veinte municipales y un regimiento de dra-
gones .
-Os sigo, dijo Cournet.
El polizonte hizo acercar un coche .
-Ya que estoy aquí , aprovecharé el tiempo,
dijo el agente , seguidme los tres.
Hizo subir á Huy y á Lorrain con Cournet , los
hizo sentar en el asiento delantero y él se sentó
18
274 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

en el fondo, al lado de Cournet; despues dijo al


cochero :
-A la prefectura.
Los municipales rodearon el coche . Pero por
casualidad , por confianza ó por prisa de hacerse
>

pagar su captura, el hombre que habia arrestado


á Cournet , gritó al cochero: ¡ A prisa! ¡ A prisa! Y -
el coche partió al galope.
Pero Cournet sabía que sería fusilado en el
mismo patio al llegar a la prefectura y habia re
suelto no ir .
En la esquina de la calle San Antonio , echó
una ojeada hacia atrás y vió que los municipales
seguian al carruaje desde muy lejos.
Ninguno de los cuatro hombres que el coche
conducia habian pronunciado una palabra .
Cournet dirigió á sus compañeros sentados en
frente de él una mirada que queria decir : Somos
tres, aprovechémonos de esta conyuntura para
escaparnos .
Los dos le contestaron con un movimiento de
ojos imperceptible que le enseñaba la calle, llena
de transeuntes y que decia: no .
Algunos momentos despues, el coche salió de la
calle de San Antonio y entró en la calle de Fourcy .
La calle de Fourcy está habitualmente desierta
y nadie pasaba por ella en aquel momento .
LOS EXPATRIADOS . 275

Cournet se volvió bruscamente hacia el poli


zonte, y le dijo : ¿teneis una orden de prision
contra mí ?
-No, pero tengo mi credencial .
Y sacó de su bolsillo su credencial de agente
de policía, que enseñó á Cournet . Entonces se en
tabló entre aquellos dos hombres el diálogo si
guiente:
-Esto no es regular.
-¿Qué me importa?
-No teneis el derecho de prenderme.
- Es igual, os prendo .
-Veamos ; ¿ necesitais dinero, cuánto quereis?
Llevo una cantidad regular encima , dejadme
escapar.
-Aunque me diérais un pedazo de oro como
vuestra cabeza , no lo querria . Sois mi mejor cap
tura , ciudadano Cournet.
¿ A dónde me conducís?
-A la prefectura .
-¿Me fusilarán ?
-Es posible.
--¿Y a mis dos camaradas ?
- No digo que no.
-No quiero ir .
--Sin embargo, ireis .
--Te digo que no iré , exclamó Cournet .
276 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Y con uno de estos gestos rápidos como el rayo


cogió al polizonte por la garganta.
El agente no pudo lanzar un solo grito; se de
batia desesperadamente ; una mano de bronce le
apretaba.
Su lengua salia de su boca , sus ojos adquirie
ron un aspecto horrible y salieron de sus órbitas:
de pronto su cabeza se inclinó , y una especie de
espuma sanguinolenta salió de su gargarta á sus
labios: habia muerto .
Huy y Lorrain , inmóviles y como heridos por
miraban aquella cosa lúgubre.
el rayo ,
No pronunciaron una sola palabra, no hicieron
el menor movimiento . El coche rodaba siempre .
-Abrid la portezuela , exclamó Cournet.
Pero ellos no se movieron , parecian de piedra .
Cournet, que habia hundido sus dedos en la
carne viva del cuello del miserable polizonte,
intentó abrir la portezuela con la mano izquierda,
pero no lo consiguió, y conociendo que no lo con
seguiria sino con la mano derecha, se vió obli
gado á soltar al hombre.
El hombre cayó hacia adelante doblándose so
bre sus rodillas.
Cournet abrió la portezuela.
-Marcháos, dijo á sus amigos.
Huy y Lorrain saltaron del coche y huyeron
LOS EXPATRIADOS . 277

con toda la velocidad de que eran capaces sus


piernas .
El cochero no se habia apercibido de nada.
Cournet aguardó á que sus amigos se alejaran,
despues tiró el cordon , hizo detener el coche,
descendió sin apresurarse, cerró la portezuela ,
sacó con calma cuarenta sueldos de su portamo
nedas, los entregó al cochero, que no se habia
movido de su sitio, y le dijo : — Continuad vuestro
camino .
Él se internó en París. En la plaza de las Vic
torias encontró al antiguo constituyente Isidore
Buvignier, amigo suyo , que habia salido hacía
seis semanas de Madelonnettes, en donde habia
sido encerrado por el asunto de la Solidaridad
republicana. Buvignier era una de las figuras
notables de los altos bancos de la izquierda: sus
cabellos rubios cortados al raso y mirada severa,
hacian pensar en las cabezas redondas de Ingla
terra , y parecia más bien un puritano de Crom
well que un montañés de Danton . Cournet le
contó la aventura : el final habia sido horrible .
Buvignier movió la cabeza .
-Tú has matado á un hombre , le dijo.
En Maria Tudor, yo , en un caso parecido, he
hecho contestar á Fabiani.
—No, á un judio .
278 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Cournet , que probablemente no habia leido la


Maria Tudor, contestó :
-No, á un polizonte.
Y en seguida añadió :
-He matado á un hombre para salvar la vida
de otros tres , uno de ellos yo .
Cournet tenía razon . Estaba en pleno combate ,
le conducian para ser fusilado: el espía que le
prendia era , hablando con propiedad, un asesino,
y ciertamente aquél era un caso de legítima de
fensa . Yo añado , que el miserable, demócrata
para el pueblo, espía para la policía, era dos veces
traidor . En fin , el polizonte era el proveedor del
golpe de Estado, en tanto que Cournet era el com
batiente de la ley.
--- Debes ocultarte , dijo Buvignier, vamos á
1

Juvisy.
Buvignier tenía una pequeña casa en Juvisy,
que está sobre el camino de Corbeil. Allí era co
nocido y amado. Cournet y él llegaron á Juvisy
aquella misma noche.
Pero apenas se habian apeado, cuando dos al
deanos le dijeron a Buvignier : - La gendarmería
ha venido á buscaros y volverá esta noche.
Debian partir.
Cournet más en peligro que antes , buscado ,
errante, perseguido, se ocultó en París con gran
LOS EXPATRIADOS . 279

trabajo. Permaneció en un asilo hasta el 16. No


tenía medios de procurarse un pasaporte. En fin,
el 16 , unos amigos que tenía en el camino de
hierro del Norte le proporcionaron un pasaporte
concebido en estos términos :
« Permítase el paso á M ... , inspector encar
gado del servicio . »
Resolvió partir al dia siguiente en el tren de la
mañana , pensando , con razon quizás, que los
trenes de noche estaban más vigilados.
El tren salía á las ocho de la mañana .
El 17 , al despuntar el dia , á la luz indecisa del
crepúsculo, se deslizó de calle en calle hasta el
camino de hierro del Norte. Su elevada estatura
era un peligro ; no obstante, llegó á la estacion .
Los maquinistas le hicieron subir con ellos al ten
der de la locomotora del tren que iba á salir. No
tenía otro vestido que el que llevaba desde el 2 ,
ningun equipaje, algun dinero.
En Diciembre , el dia viene tarde y la noche
temprano, lo que es muy favorable á los pros
critos.
Él llegó á la frontera ya entrada la noche sin
ningun contratiempo . En Neuvéglise , estaba en
Bélgica y se creyó en seguridad ; le pidieron su
pasaporte; él se hizo conducir á casa del burgo
maestre y le dijo :-Soy un refugiado político.
280 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

El burgomaestre belga , pero bonapartista ---


esta variedad existe - le hizo conducir de nuevo
-

pura y simplemente á la frontera por los gendar


mes , con órden de entregarlo a las autoridades
francesas .
Cournet se vió perdido.
Los gendarmes belgas le condujeron á Armen
tières.
Si se hubiesen dirigido al alcalde, no habia
remedio para Cournet; pero se dirigieron al ins
pector de aduanas.
Cournet vió lucir un rayo de esperanza .
Se acercó al inspector de aduanas con la frente
erguida y le dió la mano .
Los gendarmes belgas no le habian soltado aún . -

-Pardiez, caballero, dijo Cournet al inspector;


vos sois inspector de aduanas y yo soy inspector
de caminos de hierro . Los inspectores no se comen
entre sí , iqué diablo ! Estos bravos belgas se han
equivocado y me remiten aquí, entre cuatro gen
darmes , no sé por qué. Soy enviado por la com
pañía del Norte , para reparar un puente que no
está muy sólido
sólido.. Os ruego que me dejeis continuar
mi camino ; hé aquí mi pase.
Y presentó el pase al aduanero, que le leyó y
encontrándolo en regla, dijo:
-Señor inspector, sois libre .
LOS EXPATRIADOS . 284

Cournet, libertado de los gendarmes belgas por


la autoridad francesa, corrió a la estacion del ca
mino de hierro, donde tenía amigos .
.

-Aprisa, dijo, es de noche, pero esto no im


porta , aún es mejor. Buscadme alguno que haya
sido contrabandista y que me haga pasar la fron
tera .

Le presentaron un muchacho de diez y ocho


años , rubio , sonrosado, fresco , wallon , pero que
hablaba francés .
—¿Cómo os llamais ? le preguntó Cournet .
-Henry .
-Pareceis una mujer.
-Pero soy un hombre.
-¿Vos os encargais de conducirme ?
--Sí.
-¿Habeis sido contrabandista ?
--Lo soy todavía .
-¿Conoceis los caminos ?
-No.. No tengo nada que hacer en los caminos .
-¿Qué es lo que conoceis, pues?
Los pasos.
-Hay dos líneas de aduanas.
-Ya lo sé..
-¿Me hareis pasar?
-Sin duda.
-¿No temeis, pues , á los aduaneros ?
282 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

- Temo á los perros .


– En este caso , dijo Cournet , tomaremos bas
tones .
Y en efecto, se armaron de grandes bastones .
Cournet entregó á Henry cincuenta francos у le
prometió otros cincuenta cuando hubiesen atrave:
sado la segunda línea de aduanas .
-Es decir , á las cuatro de la mañana , dijo
Henry
Eran las doce de la noche.
Se pusieron en camino .
A lo que Henry llamaba « pasos, » otro hubiera
llamado obstáculos . Eran una sucesion de derrum
baderos y pedregales. Habia llovido. Los hoyos
estaban llenos de agua .
Un sendero inaudito serpenteaba a través de
un dédalo inestrincable, unas veces espinoso como
un matorral, otras fangoso como un pantano.
La noche era negra .
De tiempo en tiempo, en la oscuridad, se oian
ladrar los perros. El contrabandista hacía entón
ces zig, zags, y cambiaba de sendero, cortaba
bruscamente a la derecha ó a la izquierda y algu
nas veces volvia sobre sus pasos.
Cournet, saltando los vallados, cruzando las
acequias, tropezando á cada instante, resbalando
en los cenagales , enganchándose en las malezas,
LOS EXPATRIADOS. 283

el vestido hecho girones , las manos llenas de


sangre, muriéndose de hambre, traqueado, moli
do, fatigado, estenuado, seguia alegremente á su
guía .
A cada minuto un tropezon ; caia en todos los
charcos y se levantaba cubierto de barro . Al fin ,
cayó en un pantano. Habia en él algunos piés de
agua, esto le lavó.
-Bravo, dijo, ya estoy limpio, pero tengo frio .
A las cuatro de la mañana , como se lo habia
prometido Henry, estaban en Messine , poblacion
>

belga. Las dos líneas de aduanas estaban fran


queadas. Cournet no tenía ya nada que temer ni
de la aduana , ni del golpe de Estado, ni de los
hombres , ni de los perros.
Dió á Henry los cincuentas francos prometidos
y continuó su camino á pié un poco á la ventura .
Hasta la tarde no llegó á una estacion del ca
mino de hierro . Subió al tren y al caer la noche
estaba en la estacion del Mediodía , en Bruselas.
Habia salido de París el dia anterior , no habia
dormido, habia andado toda la noche , y no habia
comido. Al registrar su bolsillo no encontró su
cartera, pero encontró un mendrugo de pan . Le
causó más alegría el hallazgo del mendrugo, que
tristeza la pérdida de la cartera. Llevaba su dinero
en un cinturon : la cartera que habia desaparecido
284 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

probablemente en el pantano , contenia sus cartas,


y entre otras, una de recomendacion, parå él muy
útil, de M. Ernest Koechlin, amigo suyo, dirigida
á los representantes Guilgot y Carlos Forel, en
aquel momento refugiados en Bruselas y hospe
dados en el hotel de Brabante .
Al subir de la estacion salto á un carruaje y
dijo al cochero :
-Hotel de Brabante .
Oyó una voz que repetia Hotel de Brabante;
inclinó la cabeza y vió a un hombre que escribia
algo sobre una cartera , con lápiz , á la luz de un
farol. Era probablemente un individuo de la po
licía .
Sin pasaporte, sin cartas, sin papeles, temió ser
preso durante la noche y tenía deseos de dormir. -

Una buena cama esta noche, pensó,, y mañana el


diluvio!—En el hotel de Brabante pagó al cochero
y no entró en el hotel . De todos modos, hubiera
preguntado en vano por los representantes Forel
y Guilgot ; los dos vivian allí con nombres su
puestos.
Recorrió las calles sin direccion fija ; eran las
once de la noche y hacía mucho tiempo que el
cansancio le dominaba.
En fin , vió un farol encendido y encima este
letrero : Hotel de la Moneda .
LOS EXPATRIADOS . 285

Entró .
El dueño del hotel le miró de un modo ex
traño.
Entonces se le ocurrió á él mirarse tambien .
Su barba sin afeitar, sus cabellos en desórden ,
su gorra manchada de barro, sus manos ensan
grentadas, sus vestidos destrozados; estaba hor
rible .
Sacó de su cinturon un luis doble , lo puso en
cima de la mesa de la sala Baja, en donde habia
entrado , y dijo:
-Caballero, al caso : no soy un ladron , soy un
proscrito; por todo pasaporte tengo dinero. Acabo
de llegar de París. Quiero comer primero y dormir
despues.
El fondista tomó el luis doble , y enternecido,
>

le hizo dar un lecho y una cena.


Al dia siguiente , dormia aún , cuando el fon
dista entró en su cuarto , le despertó dulcemente,
y le dijo:
-Caballero , yo en vuestro caso , iria á ver al
baron Hody .
-¿Quién es este baron Hody? preguntó Cournet
dormido aún .
El dueño del hotel le explicó lo que era el baron
Hody. En cuanto á mí , que tuve ocasion de hacer
la misma pregunta que Cournet, obtuve de tres
286 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

habitantes de Bruselas las tres respuestas siguien


tes :
--Es un perro .
Es una garduña .
---Es una hiena .
Hay probablemente en estas tres respuestas al
guna exageracion .
Un cuarto belga , sin especificar, se limitó á
decirme :
Es un bestia .
Bajo el punto de vista de las funciones públicas,
el baron Hody era lo que se llama en Bruselas
el administrador de la seguridad pública ; es de
cir , una falsificacion del prefecto de policía , algo
Carlier y algo Maupas.
Gracias al baron Hody, que despues ha dejado
aquel sitio , y que por lo demás era como M. de
Montalembert un «simple jesuita, » la policía belga
en aquel tiempo estaba compuesta de policía rusa
y de policía austriaca . He leido unas cartas con
fidenciales originalísimas de este baron Hody.
Accion y estilo, nada más cínico y más repug
nante que las policías jesuíticas, cuando dejan ver
sus tesoros secretos . Son efectos de sotana des
abrochada .
En la época de que hablamos ( Diciembre
de 1851 ) , el partido clerical se habia aliado con
LOS EXPATRIADOS . 287

todas las formas de monarquía ; este baron Hody


confundia bajo el mismo nivel de su proteccion al
orleanismo y á la legitimidad . Cuento. Nada más .
--- El baron Hody , sea , dijo Cournet.
Se levantó , se vistió, se cepillo lo mejor que
pudo y preguntó al fondista :
-¿En dónde está la policía?
-En la justicia .
--Así es en efecto; en Bruselas, la administra
>

cion de la policía forma parte del ministerio de


Justicia , lo que no eleva mucho la policía y rebaja
un poco la justicia.
Cournet se hizo conducir y llegó hasta aquel
personaje.
M. el baron de Hody le hizo el honor de pre
guntarle secamente :
-¿Quién sois?
-Un refugiado, contestó Cournet , soy de los
que el golpe de Estado ha expulsado de París.
¿Vuestro estado?
- Antiguo oficial de marina .
- Antiguo oficial de marina, repitió el baron
Hody con un acento más suave : ¿ habeis conocido
á Su Alteza Real monseñor el príncipe de Joinville?
- He servido á sus órdenes.
Era verdad . Cournet habia servido a las órde
nes de M. de Joinville , y lo tenía á honra ..
288 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Al oir esta declaracion, el administrador de la


seguridad belga se derritió completamente y dijo
á Cournet con la sonrisa más dulce que pueda en
contrar la policía :
-Sed bien venido , caballero , quedáos aquí
>

mientras os plazca : nosotros cerramos la Bélgica


á los montañeses , pero la abrimos de par en par á
los hombres como vos .
Cuando Cournet me contó esta respuesta de Hody
pensé que mi cuarto belga tenía razon .
Cierto matiz cómico siniestro se mezclaba al
gunas veces a estas tragedias. Barthélemy Fer
rier era representante del pueblo y proscrito. Le
dieron un pasaporte especial con itinerario obli
gado para él y su mujer hasta Bélgica . Provisto
de este pasaporte partió con una mujer. Esta mu
jer era un hombre. Preveraud , propietario en
Doujon , uno de los notables de Allier, cuñado de
Terrier. Cuando el golpe de Estado estalló en Dou
jon , Preveraud habia tomado las armas , y cum
pliendo su deber , habia combatido el atentado y
defendido la ley . Por esto le habian condenado á
muerte. Justicia de entónces, ya se sabe. Estas
justicias se ejecutaban . Por este crímen de ser
hombre honrado , habian sido guillotinados Char
let, Cassinier y Cirasse . La guillotina era un ins
trumento de gobierno. El asesinato por la guillo
LOS EXPATRIADOS . 289

tina era uno de los medios de órden de aquel


tiempo. Era necesario salvar á Preveraud . Él era
pequeño y delgado: le vistieron de mujer. No era
bastante hermoso para poder prescindir de cubrirle
el rostro con un espeso velo , y metieron en un
manguito sus valientes у rudas manos de comba
tiente . Así velado , y algo aumentado con algu
nas redondeces , Preveraud fué una mujer encan
tadora . Se convirtió en señora Terrier , y su cu
ñado la llevó consigo . Atravesaron París tranqui
lamente , y sin otra aventura que una impruden
cia de Preveraud , quien viendo un caballo de
varas de una pesada carreta en el suelo , dejó á un
lado su manguito , se alzó el velo y la falda, y si
Terrier azorado no le hubiese retenido , hubiera
ayudado al carretero á levantar á su caballo . A
haber en aquel sitio un guardia municipal, Pre
veraud hubiese sido arrestado. Terrier se apresuró
á meter á Preveraud en un wagon , y al anoche
cer partieron para Bruselas . Estaban solos en el
wagon ; ocupaban dos rincones , uno enfrente
de otro. Todo pasó sin novedad hasta Amiens . En
Amiens estacion : la portezuela se abrió, y un
gendarme se instaló al lado de Preveraud. El gen
darme pidió el pasaporte; Terrier le mostró ; la
mujer en su rincon , velada уy muda , no se movió ,
y el gendarme , encontrando el pasaporte en re
19
290 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

gla , se limitó á decir : - Haremos el camino jun


tos ; estoy de servicio hasta la frontera.
El tren , despues de algunos minutos de deten
cion , se puso en movimiento . La noche era os
cura . Terrier se habia dormido . De pronto Preve
raud sintió que una rodilla apretaba la suya. Era
la rodilla de la policía. Una bota se apoyó dulce
mente sobre su pié ; era la bota de la gendarme
ría . Un idilio acababa de nacer en el alma del gen
darme. Apretó primero suavemente la rodilla de
Preveraud , despues , animado por la oscuridad y
por el marido dormido , arriesgó su mano hasta la
tela de la falda , caso previsto por Molière ; pero
la velada era virtuosa; Preveraud , lleno de sor
presa y de rabia , apartó suavemente la mano del
gendarme . El peligro era extremo . Demasiado
amor por parte del gendarme : una audacia más
podian producir una complicacion inesperada;
esta complicacion cambiaba rápidamente la églo
ga en proceso verbal, hacía de nuevo del fauno
un esbirro , trasfiguraba á Tircis en Vidocq , y se
hubiera visto esta cosa extraña : un transeunte
guillotinado porque un gendarme ha cometido
un atentado contra el pudor . Preveraud retroce
dió , se encogió , replegó los pliegues de su falda,
ocultó sus piernas debajo del asiento , y continuó
siendo enérgicamente virtuoso. Sin embargo , los
LOS EXPATRIADOS . 291

ataques del gendarme no cesaban , y el peligro


era por momentos más inminente . La lucha era
silenciosa , pero obstinada ; acariciadora de un
lado , furiosa del otro : el obstáculo excitaba al gen
darme. Terrier dormia . De pronto el tren se de
tuvo ; una voz gritó : ;¡Quiévrain ! y la portezuela
se abrió . Estaban en Bélgica . El gendarme , obli
gado á detenerse allí para volver á Francia , se le
vantó para bajar, y en el momento en que dejaba
el estribo y tocaba en el suelo , oyó detrás de sí
salir de debajo del velo de encaje estas palabras
expresivas: Márchate , ó te retuerzo el pescuezo.
XIII.

COMISIONES MILITARES Y COMISIONES MIXTAS .

Paso de las aventuras á la justicia.


Esta vieja palabra tomó un nuevo sentido.
El Código cesó de ser seguro. La ley se convir
tió en algo que ha prestado juramento al crímen .
Luis Bonaparte instituyó jueces , por los cuales se
sentía uno cogido como en la espesura de un bos
que . Lo mismo que el bosque es cómplice por su
espesura , la legislacion fué cómplice por su oscu
ridad . Lo que le faltaba en ciertos sitios para que
fuese completamente negra , se lo añadieron .
¿Cómo ? A la fuerza . Lisa y llanamente. Por de
creto . Sic jubeo . El decreto de 17 de Febrero fué
una obra maestra . Aquel decreto completó la pros
cripcion de la persona por la proscripcion del nom
bre . Domiciano no hubiera hecho más . La con
ciencia humana se desconcertó . El derecho, la
COMISIONES MILITARES Y COMISIONES MIXTAS. 293

equidad , la razon , sintieron que el amo tenía so


bre ellos la autoridad que un ladron tiene sobre
su bolsa. No repliqueis. Obedeced . Nada se parece
á estos tiempos infames .
Todas las inquietudes fueron posibles. Sobrevi
nieron Cuerpos legislativos, y sembraron tantas
sombras en la legislacion , que fué fácil hacer con
aquella oscuridad las tinieblas .
Un golpe de Estado que triunfa no tiene es
crúpulos. Este género de victoria se lo permite
todo.
Los hechos abundan . Pero debemos abreviar.
Los presentaremos recortados.
Hubo dos especies de justicias : las comisiones
mixtas y las comisiones militares .
Las comisiones militares juzgaban en secreto .
Un coronel presidia .
Sólo en París habia tres comisiones militares .
Cada una de ellas recibió mil legajos. El juez de
instruccion enviaba los legajos al procurador de
la República , Lascoux , el cual los trasmitia al
>

coronel presidente. La comision hacía comparecer


al acasado . El acusado era el legajo. Le registra
ban ; es decir , le hojeaban . El acta de acusacion
>

era breve. Dos ó tres líneas. Por ejemplo , lo si


guiente :
- Nombre. - Apellidos.- Profesion. - Hombre
294 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

inteligente . — Va al café. — Lee los periódicos.“


Habla . — Peligroso .
La acusacion era lacónica . La sentencia era
ménos prolija aún . Era un simple signo.
Examinado el legajo , consultados los jueces, el
coronel tomaba una pluma y ponia al final de la
línea acusadora uno de estos tres signos :

significaba el envío á Lambessa .


+ significaba la deportacion á Cayena. ( La
guillotina seca . La muerte . )
o significaba la absolucion .
Miéntras la justicia trabajaba, el hombre ob
jeto de sus trabajos estaba algunas veces libre,
iba por todas partes tranquilamente : de pronto le
prendian, y sin saber qué querian de él, salia
para Lambessa ó para Cayena .
Muchas veces su familia ignoraba qué habia
sido de él .
Preguntábais á una esposa , á una hermana, á
una hija, á una madre :
-¿Dónde está vuestro marido !
-0¿dónde está vuestro hermano ?
-O ¿ dónde está vuestro padre ?
-0 , dónde está vuestro hijo ?
COMISIONES MILITARES Y COMISIONES MIXTAS . 295

La esposa, la hermana , la hija , la madre , con


>

testaban :
—No lo sé .
Una sola familia en Allier , la familia Preve
raud, de Doujon , vió á once de sus individuos
condenados : uno á la pena de muerte , los otros al
destierro ó á la deportacion .
Un tabernero de Batignolles, llamado Brisadoux,
fué deportado á Cayena, por esta línea de su expe
diente :: Los socialistas frecuentan su taberna .
Hé aquí un diálogo exacto y cogido al vivo,
entre un coronel y su condenado :
-Estais condenado .
-¡Ah ! ¿ Por qué ?
-A fe mia , no lo sé positivamente. Haced
-

vuestro exámen de conciencia . Mirad lo que ha


beis hecho .
- ¿ Yo ?
-Sí , vos .
- ¡ Cómo! ¡ Yo !
- Vos habeis debido hacer alguna cosa .
- Pero si yo no he hecho nada . Ni siquiera he
cumplido con mi deber . Deberia haber tomado un
fusil, lanzarme á la calle , arengar al pueblo, ha
.cer barricadas , y me he quedado en mi casa , á la
pata llana , como un holgazan (el acusado rie); de
>

esto es de lo que me acuso .


296 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

-No es por esto por lo que habeis sido conde


nado . Buscad mejor.
-No encuentro nada .
- ¡Cómo ! ¿No habeis estado en el café ?
-Sí , he almorzado en él .
-¿No habeis hablado ?
-Puede ser.
-¿No habeis reido ?
- Puede ser tambien .
¿ De qué? ¿ De quién ?
-De lo que pasa . Es verdad , he hecho mal en
reir.
-¿Al mismo tiempo hablábais ?
Sí.
¿ De quién ?
-Del presidente.
¿Qué decíais ?
– Pardiez , lo que es verdad , que ha faltado á
su juramento .
-¿Y despues ?
-Que no tenía el derecho de prender a los ro
presentantes.
-¿Habeis dicho esto ?
-Sí . Y he añadido que no tenía derecho de
matar á las gentes sobre el boulevard ...
Aquí el condenado se interrumpe y exclama :
-¡Y por todo esto me envian á Cayena !
COMISIONES MILITARES Y COMISIONES MIXTAS . 297

El juez mira fijamente al condenado y res


ponde:
-¿Y bien?
Otra forma de justicia :
Tres individuos cualesquiera , tres funcionarios
destituibles, un prefecto, un soldado, un procura
dor, teniendo por conciencia un campanillazo de
Luis Bonaparte, se sientan en una mesa y juzgan .
¿ A quién? A vosotros , á mi , á todo el mundo .
¿Por qué crímenes? Inventan los crímenes. ¿ Qué
penas aplican ? Inventan las penas. ¿ Conocen al
acusado ? No. į¿ Le oyen ? No. ¿Qué abogados escu
chan? A ninguno . ¿ Qué debate entablan ? Nin
guno . ¿ Ante qué público ? No hay público . Así,
ni público , ni debate , ni defensores, ni testigos,
jueces que no son magistrados, un jurado en el
cual no hay jurados , un tribunal que no es un
tribunal, delitos imaginarios , penas inventadas,
acusado ausente ; de todas estas cosas que parecen
un sueño , salia una realidad : la condenacion de
los inocentes .
El destierro, la cárcel , la deportacion , la ruina,
2

la nostalgia , la muerte , la desesperacion de cua


renta mil familias.
Esto es lo que la historia llama « las comisiones
mixtas . »
Ordinariamente los crímenes de Estado hieren
298 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

á las grandes cabezas, y se contentan con este


destrozo; ruedan como grandes peñas y aplastan
las altas resistencias; las víctimas ilustres les bas
tan . Pero el 2 de Diciembre tuvo refinamientos;
necesitó otras víctimas más pequeñas . Su apetito
de exterminacion alcanzó á los pobres y á los os
curos ; llevó su cólera y su animosidad hasta las
capas bajas, hizo hendiduras en el subsuelo social
para infiltrar en él la proscricion : los triunviratos
locales llamados «cuestiones mixtas, » le sirvieron
para esto . Se encontró el medio de empobrecer á
los indigentes , de arruinar á los muertos de ham
bre , de despojar á los desheredados : el golpe de
Estado hizo el prodigio de añadir más desgracias
á la miseria. Se hubiera dicho que Bonaparte se
tomaba el trabajo de odiar a un aldeano : el viña
dor fue arrancado de su viña , el labrador de sus
surcos, el albañil del andamio, el tejedor del telar .
Hubo hombres que aceptaron la mision de hacer
caer en detalle sobre las más imperceptibles exis
tencias la inmensa calamidad pública . ¡Repug
nante tarea ! ¡Desmenuzar sobre los pequeños y
sobre los humildes,una catástrofe !
XIV.

DETALLE RELIGIOSO .

Se puede mezclar un poco de religion á esta


justicia .
Hé aquí un detalle .
Frédéric Morin era como Arnaud de l'Ariége,
un republicano católico . Creyó que las almas de
las víctimas del 4 de Diciembre, bruscamente
lanzadas por la metralla del golpe de Estado al
infinito y á lo desconocido , podian tener necesi
dad de algun socorro, y emprendió la tarea labo
riosa de hacer decir una misa por el reposo de sus
almas. Pero los curas guardan las misas para sus
amigos. El grupo de los republicanos católicos
que dirigia Frédéric Morin se dirigió sucesiva
mente a todos los curas de las parroquias de París :
negativa. Se dirigió al arzobispo: negativa . Misas.
para el asesino , las que se quieran , pero para los
300 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

asesinados , jamás. Rogar por los muertos de esta


especie sería un escándalo. La negativa fué obs
tinada . ܶ¿‫ ܬ‬Cómo salir del paso? Pasarse de la misa
hubiera parecido fácil á otros, pero no á aquellos
creyentes tenaces . Los dignos católicos demócra
tas en pena , desenterraron al fin en una pequeña
parroquia de las afueras un pobre viejo vicario,
que consintió en cuchichear en voz baja aquella
misa, al oido del buen Dios, rogándole que no se
lo dijese a nadie .
XV .

CÓMO SALIERON DE HAM .

En la noche del 7 al 8 de Enero, Charras dormia.


El ruido de los cerrojos al correrse le despertó .
-Vamos, dijo, nos incomunican , y volvió á
dormirse .
Una hora despues, la puerta se abrió . El coman
dante del fuerte entra de gran uniforme, acom
pañado de un hombre de policía que llevaba una
antorcha .
Eran cerca de las cuatro de la mañana .
-Coronel , dijo el comandante , vestíos en se
guida .
-¿Para qué?
- Vais a partir.
-¡Otra nueva infamia probablemente !
El comandante permaneció silencioso. Charras
se vistió .
302 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Cuando acababa de vestirse , entró un joven de


baja estatura , vestido de negro.
Este jóven dirigió la palabra á Charras.
-Coronel, vais á salir de la fortaleza , vais á
dejar la Francia. Tengo órden de conduciros
hasta la frontera .
Charras exclamó :
-Si es para dejar la Francia, no quiero dejar la
fortaleza . Esto es un nuevo atentado. No tienen
derecho a desterrarme como no lo tienen á encar
celarme . Están de mi parte la ley, el derecho,
mis antiguos servicios , mi mandato . Protesto.
¿Quién sois, caballero?
-Soy el jefe de gabinete del ministerio del In
terior.
-¡Ah! ¿sois vos el llamado Léopold Lehon ?
El jóven bajó los ojos.
Charras continuó :
- Venis de parte de alguien a quien llaman
ministro del Interior, M. de Morny, segun creo.
Conozco é este M. de Morny . Un jóven calvo ; ha
jugado al juego en que se pierden los cabellos:
ahora juega al juego en que se arriesga la cabeza.
La conversacion era penosa . El joven miraba
sin cesar la punta de sus botas.
No obstante, despues de un momento de silen
cio, se aventuró á tomar la palabra.
COMO SALIERON DE HAM . 303

-Señor Charras, tengo orden de deciros que si


necesitais dinero ...
Charras le interrumpió impetuosamente:
-¡Calláos, caballero ! ¡ ni una palabra más ! He
servido á mi país venticinco años bajo las char
reteras al fuego, con peligro de mi vida , siempre
por el honor , jamás por el interés . i¡ Guardaos el
dinero vosotros !
--- Pero, caballero ...
- ; Silencio ! el dinero que toca vuestras manos
mancharia las mias .
Reinó otra vez el silencio que el jefe de gabi
nete interrumpió tambien :
-Coronel , os acompañarán dos agentes que
tienen instrucciones especiales, y debo preveniros
que de órden superior viajareis.con un pasaporte
falso, bajo el nombre de Vincent .
--¡Ah ! ipardiez ! exclamó Charras, hé aquí una
nueva villanía. ¿ Quién se imagina que me hará
viajar con un pasaporte falso y con un nombre su
puesto?-Y mirando fijamente á Léopold Lehon:
Sabed, caballero, que me llamo Charras y no Vin
cent , y que soy de una familia cuyos individuos
han llevado siempre el nombre de su padre .
Salieron .
El trayecto se hizo en cabriolé hasta Creil, por
donde pasa el camino de hierro .
304 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

En la estacion , la primera persona que aper


cibió Charras fué al general Changarnier.
-¡Sois vos, general !
Los dos proscritos se abrazaron . Así es el des
tierro .
-¿Qué diablo hacen de vos? dijo el general .
--- Lo que hacen de vos probablemente. Estos
ganapanes me hacen viajar con el nombre de
Vincent.
-Y á mí , dijo Changarnier, con el nombre de
Blanco ( Leblanc).
-Pues á mí deberian haberme hecho llamar el
Rojo ( Lerouge ), exclamó Charras soltando una
carcajada.
Entre tanto un círculo mantenido á distancia
por los agentes se habia formado en torno suyo.
Habian sido reconocidos y les saludaban . Un ado
lescente, al cual su madre no pudo detener, corrió
vivamente hacia Charras y le estrechó la mano .
Subieron á un wagon , libres en apariencia
como los demás viajeros. Solamente que se les aisló
en compartimientos vacíos, y cada uno de ellos iba
acompañado de dos hombres que se sentaban a su
lado y enfrente y no les perdian de vista. Los
guardianes de Changarnier como fuerza y como
estatura, no tenian nada de particular. Los de
Charras eran una especie de gigantes, Charras es
CÓMO SALIERON DE HAM . 305

el de una estatura más que regular y apenas llegaba


á sus hombros . Aquellos hombres, que eran poli
zontes, habian sido carabineros, aquellos espías
ON
habian sido valientes.
Charras les dirigió algunas preguntas. Habian
servido siendo muy jóvenes desde 1813. Así , pues,
habian participado del vivac de Napoleon ; ahora
comian el mismo pan de Vidocq. Es triste que un
soldado se rebaje hasta este punto .
El bolsillo de uno de ellos estaba lleno de algo
que él ocultaba .
En el momento en que aquél hombre atravesaba
D la estacion acompañando á Charras , una viajera
dijo :
-¿Acaso lleva á M. Thiers en el bolsillo ?
Lo que ocultaba el agente era un par de pisto
las. Bajo sus largos levitones cruzados у abotona
dos , aquellos hombres llevaban armas. Tenian la
órden de tratar á « aquellos caballeros» con el más
profundo respeto, y en un caso dado, de levantar
les la tapa de los sesos .
Los prisioneros habian sido prevenidos indivi
dualmente que pasarian ante las autoridades di
versas que encontrarian en el camino, por extran
jeros, suizos ó belgas , expulsados por sus opinio
nes políticas, y que los agentes conservarian su
cualidad de agentes , presentándose como encar
20
306 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

gados de conducir aquellos extranjeros hasta la


frontera .
Las dos terceras partes del trayecto se hicieron
sin dificultades.
En Valenciennes, incidente .
Habiendo triunfado el golpe de Estado , reinaba
el celo. Ya no habia oficios hajos. Denunciar era
complacer ; el celo es una de las formas de la ser
vidumbre , hacia la cual se inclina la gente con
facilidad . El general hacía de soldado , el prefecto
de comisario de policía , el comisario de policía
hacía de esbirro .
El comisario de policía de Valenciennes presi
dia la inspeccion de los pasaportes.
Por nada de este mundo hubiera abandonado
esta alta funcion á un inspector subalterno .
En el momento en que le presentaban el pasa
porte del llamado Blanco , hizo un movimiento y
exclamó :
-Vos sois el general Changarnier .
--Esto no me atañe , dijo el general.
Entonces los guardianes del general enseñan
sus papeles bien despachados , y dicen :
-Señor comisario , somos agentes del gobier
no . Mirad nuestros pasaportes .
- Súcios, dijo el general .
El comisario movió la cabeza . Habia sido em
COMO SALIERON DE HAM . 307

pleado en París, tenía que ir con frecuencia para


asuntos del servicio á las Tullerías cerca de Chan
garnier, y le conocia muy bien .
-¡Esto es grave ! exclamaron los agentes . Se
defienden , declaran que son funcionarios de po
licía en mision especial , que tienen órden de con
ducir á la frontera á este Blanco expulsado por
cuestion política , juran por todos los dioses , y dan
palabra de honor de que el llamado Blanco , es
Blanco .
-No creo mucho en las palabras de honor, dijo
el comisario .
--Honrado comisario, murmuró Changarnier;
teneis razon . Despues del 2 de Diciembre , las pa
labras de honor y los juramentos no son más que
asignados .
Despues sonrió.
La perplejidad del comisario aumentaba . Los
agentes acabaron por invocar el testimonio del
prisionero.
-Pero caballero, decid vos mismo vuestro
nombre . .

-Salid como podais del paso , contestó Chan


garnier.
El caso era claro para un alguacil de pro
vincia .
Era evidente para el comisario de Valenciennes
308 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

que el general Changarnier se escapaba de Ham


con un nombre supuesto , con un pasaporte falso,
y con agentes de policía falsos tambien , para
mayor disimulo , y que aquello era un complot
de evasion que estaba aá punto de realizarse .
Bajad los tres , exclamó el comisario.
El general bajó , y al poner los piés en el andén
apercibió á Charras en el fondo de su wagon entre
sus dos testaferros.
-i Estais ahí , Charras ! dijo.
-¡Charras! exclamó el comisario . ¡Charras está
aquí ! ¡Aprisa! ¡ Los pasaportes de estos caballeros !
Y mirando á Charras de frente :
-¿Sois vos el coronel Charras ?
--i Pardiez! dijo Charras .
Complicacion . Entonces les llega su turno de
desenmarañarse á los agentes de Charras . Decla
ran que Charras es el llamado Vincent, muestran
sus pasaportes y papeles , juran y protestan. El
comisario ve confirmadas sus sospechas .
- Perfectamente , dijo. Prendo a todo el mundo .
Y entrega a Changarnier , Charras y los cuatro
agentes á los gendarmes. El comisario husmeaba
la cruz de honor en el porvenir . Estaba radiante.
La policía se apoderaba de la policía. Sucede
algunas veces que el lobo cree coger una presa y
se muerde la cola .
CÓMO SALIERON DE HAM . 309

Los seis prisioneros fueron introducidos en una


sala baja de la estacion , porque entre tanto ha
bia ya seis prisioneros. El comisario previno á las
autoridades , y las autoridades llegaron en segui
da con el subprefecto a la cabeza .
El subprefecto, llamado Censier , entró sin sa
ber si debia saludar ó interrogar , doblarse hasta
el suelo ó permanecer cubierto . Aquellos pobres
diablos de magistrados y funcionarios locales es
taban embarazados ante la actitud de los prisio
neros. El general Changarnier habia estado bas
tante cerca de la dictadura para ponerles pensa
tivos . ¿ Quién puede prever los acontecimientos?
Todo es posible. Ayer se llamaba Cavaignac. Hoy
Bonaparte. Mañana se llamará Changarnier. Dios
es cruel en no dejar ver á los subprefectos la punta
de la oreja del porvenir .
Es triste para un respetable funcionario , que no
desea otra cosa que ser servil ó arrogante con
oportunidad , el estar expuesto á prodigar reve
rencias á un personaje que va quizás á podrirse
para siempre en el destierro y que no es más que
un pícaro, ó el arriesgarse á ser insolente con un
bandolero proscrito que es capaz de volver victo
rioso á los seis meses y de ser a su vez go
bierno .
¿Qué hacer ? Además, los otros le espian . Entre
310 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

funcionarios sucede así . La menor palabra será


comentada ; el menor gesto será descrito. ¿ Cómo
quedan bien á un mismo tiempo con este diablo
que se llama hoy , y con este San Miguel que se
llama mañana ? Demasiadas preguntas molestarán
al general ; demasiados saludos chocarán al presi
dente . ¿ Cómo ser a la vez muy subprefecto y un
poco lacayo ? ¿Cómo combinar el aire de servidum
bre que gustará a Changarnier, y el aire de au
toridad que gustará á Bonaparte ?
El subprefecto creyó salir del paso diciendo:
General, sois mi prisionero. Y añadiendo con una
sonrisa : -Hacedme el honor de almorzar con
migo .
Despues dirigió las mismas palabras á Charras.
El general rehusó lacónicamente.
Charras le miró fijamente y no le contestó.
El subprefecto dudó entonces de la identidad de
los prisioneros , y preguntó en voz baja al comi
sario : -- ¿ Estais seguro ?-¡Pardiez ! dijo el co
misario.
El subprefecto tomó en vista de esto el partido
de dirigirse á Charras , y descontento de su aco
gida , le preguntó con bastante sequedad : -Pero,
en fin , ¿ quién sois ?
Charras contestó :
-Somos bultos .

1
CÓMO SALIERON DE HAM . 314

Y dirigiéndose hácia sus guardianes , a su vez


guardados :
—Dirigíos a nuestros expedidores . Interrogad á
nuestros aduaneros . Asunto de trasporte .
El telégrafo funcionó. Valenciennes , asustado ,
consultó á París . El subprefecto participó al mi
nistro del Interior , que gracias a una vigilancia
que no confiaba á nadie , acababa de hacer una
importante captura ; que habia evitado un com
plot , salvado al presidente , á la sociedad , etc .;
que , en una palabra , acababa de prender al ge
neral Changarnier y al coronel Charras, evadidos
por la mañana del fuerte de Ham con pasaportes,
sin duda para ponerse á la cabeza de una gran
sublevacion , etc .; y que , en fin , preguntaba al
gobierno qué debia hacer de los dos prisioneros .
Pasada una hora , la respuesta llegó : - Dejad
que continúen su camino .
La policía se habia apercibido de que en un
arranque de celo , habia llevado la prevision hasta
la tontería . Esto sucede algunas veces .
El tren siguiente se llevó á los viajeros vueltos ,
no á su libertad , sino á sus guardianes.
Llegaron á Quiévrain .
Bajaron del wagon y volvieron a subir .
Cuando el tren se puso de nuevo en movimien
to , Charras lanzó el alegre y profundo suspiro de
312 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

un hombre vuelto á la libertad , y dijo: — ¡ Ah !


-

jen fin !

---
Levantó los ojos y vió á los dos guardianes á
su lado .
Habian subido detrás de él al wagon .
-¡Cómo ! les dijo, isois vosotros !
De aquellos dos hombres , sólo uno hablaba .
Éste contestó :
Sí, mi coronel .
¿ Qué haceis aquí ?
-Os guardamos.
--Pero estamos en Bélgica .
--Es posible .
-La Bélgica no es la Francia .
--¡Ah ! Puede ser .
¿ Pero si me asomase á la ventanilla , si lla
mase , si os hiciese arrestar, si reclamase mi li
>

bertad ?
-No hareis esto , mi coronel.
-¿Cómo lo haríais para impedirmelo ?
El agente mostró el pomo de una pistola , y
dijo : -- Hé aquí .
Charras tomó el partido de soltar una carcajada
y les preguntó : —¿Pues dónde me dejareis ?
-

--En Bruselas .
-Es decir , que en Bruselas me saludareis, pero
en Mons me mataríais .
CÓMO SALIERON DE HAM . 313

-Como lo decís , mi coronel .


-Al caso , dijo Charras ; esto no me importa .
Es asunto del rey Leopoldo . Bonaparte trata los
territorios como ha tratado á los representantes.
Ha violado á la Asamblea , y viola la Bélgica .
Pero es igual ; vosotros sois un hacinamiento de
pilletes extraños. El que está arriba está loco ; los
que están abajo son estúpidos . Perfectamente,
amigos mios , dejadme dormir .
Y en efecto , se durmió .
La misma aventura á poca diferencia ocurrió
casi á la misma hora á los generales Changar
nier , Lamoricière y á M. Baze.
Los agentes no dejaron al general Changarnier
hasta Mons . En este punto le hicieron bajar del
tren , y le dijeron :
-General,> este es el sitio de vuestra residencia .
Os dejamos en libertad .
-¡Ah ! dijo ; debo residir aquíy soy libre. Pues
bien , buenas noches.
Y subiendo con ligereza al tren en el momento
en que partia, dejó á los dos esbirros con la boca
abierta .
La policía dejó á Charras en Bruselas , pero no
dejó á Lamoricière. Los dos agentes quisieron
obligarle á salir inmediatamente para Colonia . El
general, que sufria de un reumatismo adquirido
314 HISTORIA DE UN CRİMEN .

en Ham , les declaró que dormiria en Bruselas .


-Sea ; dijeron los agentes .
Le siguieron al hotel de Bellevue , pasaron la
noche con él , y á duras, penas pudo conseguirse
- que no durmiesen en el mismo cuarto .
Al dia siguiente le condujeron á Colonia , vio
lando el territorio de Prusia, despues de haber
violado el de Bélgica .
El golpe de Estado fué más imprudente todavía
con M. Baze .
Hicieron viajar á M. Baze con su mujer y sus
hijos con el nombre de Lassalle . Pasaba por criado
del agente que le conducia .
De este modo viajó hasta Aix-la-Chapelle.
Una vez allí , en plena noche , en medio de la
calle , los agentes le dejaron sin pasaporte , sin
papeles , sin dinero , á él y á toda su familia .
M. Baze, indignado, se vió obligado á apelar á la
ilmenaza , para obtener que le condujesen y que
le nombrasen á una autoridad cualquiera. Entraba
probablemente en las diversiones de Bonaparte, el
hacer tratar á un cuestor de la Asamblea como á
un vagabundo.
En la noche del 7 de Enero, el general Bedeau,
aunque no debia partir hasta el dia siguiente, fué
despertado tambien por el ruido de los cerrojos .
No creyó que le cerrasen ; pensó al contrario , que
CÓMO SALIERON DE HAM . 315

sacaban á. M. Baze su vecino de célula y exclamó:


¡ Ah ! ¡i bravo, Baze !
Todos los dias , en efecto , los generales decian
al cuestor : No teneis nada que hacer aquí . Esto es
una fortaleza militar, os dejarán libre uno de estos
dias, como á Roger du Nord .
No obstante , el general Bedeau oyó en la forta
leza un ruido inusitado . Se levantó y--«llamó»—
al general Le Fló , su otro vecino de célula , con
el cual entablaba frecuentes diálogos militares
poco satisfactorios para el golpe de Estado . El ge
neral Le Flô contestó al llamamiento, pero no es
taba más enterado que Bedeau .
El general Bedeau tenia una ventana que daba
al patio interior de la torre . Se asomó á aquella
ventana y vió linternas que se movian en todas
direcciones, carruajes enganchados, y una com
pañía del 48. ° sobre las armas . Un momento des
pues vió llegar al patio al general Changarnier
que subió en uno de los carruajes y partió. Tras
currieron algunos instantes y despues vió pasar á.
Charras. Charras le vió en la ventana y gritó :
iMons !
En efecto , creia ir á Mons , y esto hizo que el
general Bedeau al dia siguiente escogiese á Mons
por sitio de residencia , creyendo encontrar allí á
Charras.
316 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Charras partió , y entró en la célula M. Léopold


Lehon , acompañado del comandante del fuerte,
saludó á Bedeau , expuso su mision y dijo quién
era . El general Bedeau se limitó á decirle : -- Nos
destierran , esto es una ilegalidad y una indigni
dad añadidas á las demás . De todos modos, con las
gentes que os envian no se cuenta más .
No le hicieron partir hasta al dia siguiente .
Luis Bonaparte habia dicho : -Es necesario espa
ciar los generales.
El hombre de policía encargado de escoltar al
general Bedeau hasta Bélgica era uno de los que
el 2 de Diciembre habian arrestado á Cavaignac.
El esbirro contó al general que habian tenido un
momento de inquietud al arrestar á Cavaignac,
pues los cincuenta hombres del piquete enviados
para auxiliar a la policía no habian comparecido.
En el departamento del wagon que llevaba al
general Bedeau á Bélgica , habia una mujer evi
dentemente de la alta sociedad ; era de fisonomía
muy distinguida y acompañada de tres niños . Un
criado con librea que parecia aleman , tenía dos
de los niños sobre sus rodillas y les prodigaba
toda suerte de cuidados . Por lo demás, el general,
oculto en la oscuridad y hundido como los agentes
en el cuello de su abrigo , se fijó poco en aquel
grupo . Cuando llegaron á Quiévrain , la viajera
CÓMO SALIERON DE HAM. 317

se volvió hacia él y le dijo : -General, os felicito .


Estais en seguridad.
El general la dió las gracias y la preguntó su
nombre .
-La baronesa Coppens , contestó la señora .
Como ya hemos dicho , en casa de M. Coppens ,
calle Blanche, 70 , se celebró el 2 de Diciembre la
primera reunion de la izquierda.
-Teneis , señora, dijo el general, unos hijos
encantadores ; y añadió :-Y un buen criado.
-

-Es mi marido, dijo la baronesa.


En efecto, M. Coppens habia permanecido du
rante cinco semanas como enterrado en un escon
drijo practicado en su casa y huia de Francia
aquella misma noche bajo su propia librea. Habian
enseñado bien la leccion a los niños . La casualidad
les habia hecho subir en el mismo wagon del
general Bedeau y los dos testaferros que le guar
daban , y toda la noche en presencia de aquellos
hombres de la policía la señora Coppens estuvo
sobresaltada, temiendo que alguno de los niños al
dispertar, no saltara al cuello del criado, diciendo:
Papá.
XVI.

MIRADA RETROSPECTIVA .

Luis Bonaparte habia probado á la mayoría


cómo se prueba un puente : la habia cargado de
iniquidades, de usurpaciones , de enormidades ;
atropellos de la plaza de Havre, gritos de ¡ viva el
Emperador !; distribucion de dinero a las tropas ;
ventas en las calles de periódicos bonapartistas;
prohibicion de los periódicos republicanos y par
lamentarios; revistas de Satory; discursos de Di
jon : la mayoría lo resistió todo .
-Bien , dijo él , el golpe de Estado pasará por
encima .
Que se recuerden los hechos. Antes del 2 de
Diciembre , el golpe de Estado se hacía en detalle,
un poco en todas partes, con bastante descaro, y la
mayoría sonreia . El representante Pascal Duprat
era atropellado por los agentes de la fuerza pú
MIRADA RETROSPECTIVA .. 319

blica .--- Es gracioso, decia la derecha.-- El repre


sentante Dain maltratado.--- i¡Magnífico!-Elre
presentante Sartin era arrestado . - i Bravo !-Una
mañana , cuando todos los goznes estuvieron bien
ensayados y engrasados, cuando todos los hilos
estuvieron bien atados , el golpe de Estado se eje
cutó en masa , bruscamente , la mayoría cesó de
reir, pero la cosa estaba hecha. No se habia aper
cibido de que desde hacía mucho tiempo , mientras
ella reia de la estrangulacion ajena, ella tenía la
cuerda al cuello .
Insistamos en esto, no para censurar el pasado ,
sino para iluminar el porvenir. Muchos meses
antes de ejecutarse el golpe de Estado estaba
hecho .
Llegado el dia , sonada la hora , la máquina
ya montada, sólo tuvo que ponerse en movimien
to . Nada debia faltar, y nada falto. Lo que hubiera
sido un abismo , si la mayoría hubiese cumplido
con su deber y comprendido su solidaridad con la
izquierda, no era ni siquiera una acequia. La in
violabilidad habia sido demolida por los inviola
bles. La mano de los gendarmes estaba acostum
brada al cuello de los representantes como al de
los ladrones ; la corbata de los hombres de Estado
no se arrugó bajo el puño de los esbirros, y se
pudo admirar al vizconde Falloux, ¡ oh candor!
320 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

aturdido al ver que se le trataba como al ciudadano


Sartin .
La mayoría llegó retrocediendo y admirando á
Bonaparte, al hoyo en que Bonaparte la hizo
caer .
XVII.

CONDUCTA DE LA IZQUIERDA .

La conducta de la izquierda republicana en


aquella grave coyuntura del 2 de Diciembre fué
memorable .
La bandera de la ley estaba caida en el fango
de una traicion universal , bajo los piés de Luis
Bonaparte : la izquierda recogió esta bandera, lavó
aquel fango con su sangre , le desplegó, le agitó á
los ojos del pueblo , y del 2 al 5 de Diciembre tuvo
á Bonaparte en jaque .
Algunos hombres , un puñado , ciento veinte,
representantes del pueblo , escapados por azaz de
las manos de la policía, sumergidos en las tinie
blas y en el silencio, sin tener siquiera en su favor
este grito de la prensa libre que toca el rebato de
las inteligencias y que alienta á los combatientes,
sin generales á sus órdenes, sin soldados , sin mu
21
322 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

niciones, salieron a la calle, se opusieron resuel


tamente al paso del golpe de Estado , y empeñaron
la batalla con aquel crímen monstruoso , que habia
tomado sus precauciones, que estaba acorazado,
armado hasta los dientes, cubierto por la espesura
de sus bosques de bayonetas, haciendo estallar un
estruendo de obuses y cañones.
Tuvieron la presencia de espíritu , que es la in
trepidez eficaz : tuvieron , careciendo de todo , la
improvisacion formidable del deber , jamás aco
bardada. No tenian imprenta , tuvieron ; no te
nian fusiles, encontraron ; no tenian balas, fun
dieron ; no tenian pólvora , la fabricaron ; no te
nian nada más que adoquines y de ellos hicieron
brotar combatientes .
Es verdad que estos adoquines eran los ado
quines de París ; piedras que se convierten en
hombres .
Es tal el poder del derecho, que durante cuatro
dias aquellos ciento veinte hombres , que sólo te
nian á su favor la bondad de su causa , hicieron
contrapeso á un ejército de cien mil soldados , y
en cierto momento la balanza se inclinó a su lado .
Gracias a ellos , gracias a su resistencia secunda
da por la indignacion de los corazones honrados,
vino una hora en que la victoria de la ley pare
ció posible y hasta segura. El jueves 4 , el golpe
CONDUCTA DE LA IZQUIERDA . 323

de Estado vaciló, viéndose obligado áá apoyarse en


el asesinato . Lo hemos visto ya ; sin la matanza
de los boulevares , si no hubiese salvado su perju
rio con una carnicería , si no hubiese refugiado
su crímen en otro crímen , Luis Bonaparte estaba
perdido.
Durante las largas horas de aquella lucha , lu
cha sin tregua , lucha contra el ejército durante
el dia , y contra la policía durante la noche, lu
cha desigual , en la que toda la fuerza y toda la
rabia estaban de una parte, y , acabamos de decir
lo, sólo el derecho de la otra, ni uno de los ciento
veinte representantes faltó al llamamiento del de
ber , ni uno rehuyó el peligro , ni uno retrocedió ,
ni uno desfalleció , todas las cabezas se colocaron
bajo la cuchilla y durante cuatro dias aguardaron
que cayese .
Hoy, cautiverio, deportacion, expatriacion, des
tierro , la cuchilla ha caido sobre todas aquellas
cabezas.
YO soy de los que no tienen otro mérito en aque
lla lucha que el reunir en un pensamiento único
el valor de todos ; pero que me sea permitido ha
cer justicia con efusion á aquellos hombres en me
dio de los cuales he servido para honra mia , du
rante tres años , la santa causa del progreso hu
mano ; áá aquella izquierda insultada, calumnia
324 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

da , desconocida é intrépida , que estuvo siempre


>

en la brecha , que no descansó un solo dia, que no


retrocedió ante la conspiracion militar como no
habia retrocedido ante la conspiracion parlamen
taria, y que , investida por el pueblo del manda
to de defenderle, le defendió, hasta cuando él se
abandonaba , le defendió en la tribuna con la pa
labra y en la calle con la espada.
Cuando el comité de resistencia , en la sesion
en que fué redactado y votado el decreto de des
titucion de Bonaparte declarandole fuera de la
ley , usando del poder discrecional que la izquier
da le habia confiado , decidió que todas las firmas
de los representantes republicanos que habian que
dado libres se inscribirian al pié del decreto, reali
zó un acto atrevido ; el comité sabía que aquello
era una lista de proscripcion que ofrecia al golpe
de Estado vencedor y en pié, y quizás temió , en
su foro interno , que algunos reclamasen ó le des
mintiesen . En efecto ; al dia siguiente recibimos
dos cartas , dos quejas. Eran de dos representan
tes que habian sido omitidos en la lista y que re
clamaban el honor de que sus nombres se resta
bleciesen . Estos dos representantes los restablezco
aquí, en su derecho de proscritos. Hé aquí sus
nombres : Anglade y Pradié.
Desde el martes 2 al viernes 5 , los representan
CONDUCTA DE LA IZQUIERDA. 325

tes de la izquierda y el comité , espiados , ojeados,


perseguidos, siempre en peligro de ser descubier
tos y presos , es decir , asesinados , se trasladaron
para deliberar á veintisiete casas diferentes, cam
biaron veintisiete veces el lugar de sus sesiones,
desde su primera reunion de la calle Blanche has
ta su última conferencia en casa de Raimond.
Rehusaron los asilos que les ofrecieron en la ribe
ra izquierda , queriendo permanecer siempre en el
centro del combate. En sus cambios de refugio ,
atravesaron más de una vez el París de la ribera
derecha de un extremo á otro, la mayor parte de
la veces á pié y dando grandes vueltas para que
no les siguiesen. Todo era peligroso para ellos, su
número , sus rostros conocidos >, sus mismas pre
cauciones . Las calles populosas , peligro ; la poli
cía estaba en ellas constantemente ; las calles de
siertas, peligro ; las idas y venidas eran más no
tadas .
No dormian , no comian ; tomaban lo que en
contraban, un vaso de agua de vez en cuando,
un pedazo de pan cuando venía á mano . La seño
ra Landrin nos dió un caldo. La señora Grévy
los restos de un pastel . Vivimos toda una no
che con un poco de chocolate que un farmacéuti
co habia hecho distribuir en una barricada. En
casa de Jeuness , calle de Grammont , en la no
326 HISTORIA DE UN CRÍMEN .
che del 3 , Michel de Bourges cogia una silla y
decia : -Hé ahí mi cama. - ¿¿ Estábamos fatiga
dos? No lo sabíamos . Los ancianos como Ronjat,
los enfermos como Boysset, todos andaban . El pe
ligro público , una fiebre, les sostenia .
Nuestro venerable colega Lamennais, no asis
tió á las sesiones , pero estuvo tres dias sin acos
tarse , abotonado en su viejo leviton , con sus
gruesos zapatos calzados; dispuesto a marchar. Es
cribia al autor de este libro estas líneas que no
podemos pasar en silencio : « Sois héroes sin mi.
Esto me lastima. Aguardo vuestras órdenes. Tra
tad , pues , de emplearme en alguna cosa , aunque
sólo sea en morir . >>
En las reuniones, cada uno estaba como de cos
tumbre. Se hubiera dicho en ciertos momentos
que celebrábamos sesion en una de las secciones
de la Asamblea . Era la calma de todos los dias
mezclada con la firmeza de las crísis supremas.
Edgar Quinet con su elevada inteligencia, Noël
Parfait con su vivacidad de espíritu , Yvan con su
penetracion vigorosa é inteligente, Labrousse con
su elocuencia. En un rincon Pierre Lefranc, fo
lletista y cancionero , pero folletista como Courier
y cancionero como Béranger, sonreia á las graves
y severas palabras de Dupont de Bussac. Todo
aquel grupo tan brillante de jóvenes oradores de
CONDUCTA DE LA IZQUIERDA . 327

la izquierda, Bancel , con su fogosidad poderosa ,


Versigny y Victor Chauffour con su intrepidez
juvenil, Sain con su sangre fria que revelaba la
fuerza , Farconnet con su voz dulce y su inspira
cion enérgica , se prodigaban para la resistencia
>

al golpe de Estado , tanto en las deliberaciones,


como entre el pueblo , probando que para ser ora
dor son necesarias todas las cualidades de comba
te . De Flotte, infatigable, estaba siempre dispues
to á recorrer todo París . Xavier Durrieu era bra
VO , Dulac intrépido, Charamaule temerario . Ciu
dadanos y paladines. ¿Quién se hubiera atrevido
á no tener valor en medio de aquellos hombres de
los cuales ni uno solo temblaba ? Barbas incultas,
vestidos destrozados , cabellos en desórden, rostros
pálidos, fiereza en la mirada . En las casas donde
éramos acogidos nos instalábamos como podíamos .
Si no habia sillones ó sillas, algunos , estenuados
de fuerzas pero no de valor, se sentaban en el sue
lo . Para los decretos y proclamas todos eran copis
tas, uno dictaba y diez escribian sobre las mesas,
en los extremos de los muebles, sobre las rodillas .
Muchas veces faltaban plumas , otras papel . Es
tas miserias creaban obstáculos en las horas más
críticas. En tales minutos de la historia de los
pueblos , un tintero sin tinta puede ser una cala
midad pública . Por lo demás , cordialidad entre
328 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

todos ; todos los matices borrados . En las sesiones


secretas del comité , Madier de Montjau, este fir
me y generoso corazon ; de Flotte, valiente y pro
fundo, filósofo combatiente de la Revolucion ; Car
not , correcto , frio , tranquilo , inquebrantable;
Jules Favre , elocuente, animoso, admirable de
sencillez y de fuerza, inagotable en recursos como
en sarcasmos , doblaban , combinándolas , las po
tencias tan diversas de aquellos espíritus .
Michel de Bourges, sentado en un rincon de la
chimenea , ó con los codos en una mesa , envuelto
en su gran paletó, y su casquete de seda negra ,
contestaba a todas las objeciones, devolvia golpe
por golpe á los acontecimientos , paraba el peli
gro , el incidente , la ocasion , la necesidad ; pues
era una de aquellas naturalezas opulentas que tie-.
nen siempre alguna cosa dispuesta , ya sea en su
inteligencia, ya en su imaginacion. Los consejos
se cruzaban sin chocar. Aquellos hombres no se
hacian ninguna ilusion . Sabian que habian em
peñado una lucha à todo trance . No esperaban
cuartel. Luchaban con el hombre que habia di
cho :
– Aplastadlo todo. Conocian las palabras
sangrientas del titulado ministro Morny . Aque
llas palabras, los carteles de Saint - Arnaud los
convertian en decretos. Los miembros del comité
de insurreccion y los representantes que asistian
CONDUCTA DE LA IZQUIERDA . 329

á las reuniones no ignoraban que donde fuesen


cogidos serian muertos inmediatamente á bayo
netazos. Esta era la probabilidad de la guerra .
Lo que dominaba en todos los rostros era la sere
nidad , esta serenidad profunda que viene de la
conciencia satisfecha . En ciertos momentos esta
serenidad llegaba hasta el buen humor . Se reia
de todo, del pantalon desgarrado de éste, del som
brero que el otro habia traido de una barricada
en vez del suyo , del tapaboca del de más allá .
-Ocultais , pues , vuestra alta figura , le de
cian . Eramos niños , y todo nos divertia . En la
mañana del 4 , Mathieu de la Drôme entró : habia
organizado por su parte un comité en relacion con
el comité central, y venía á anunciárnoslo . Se ha
bia afeitado la barba para no ser reconocido en las
calles.—Pareceis un arzobispo , le dijo Michel de
Bourges, y estalló una carcajada general . Y todo
esto asaltándonos á cada instante este pensamien
to : el ruido que se oye en la puerta , esta llave
que da vuelta en la cerradura , es quizás la muerte
que entra .
Los representantes y el comité estaban á discre
cion de una casualidad . Más de una vez pudieron
ser sorprendidos, y no lo fueron , ya porque cier
tos agentes de policía tuviesen escrúpulos (¿ en
dónde diablos se anida el escrúpulo ?), ya porque
330 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

estos agentes dudasen del resultado definitivo y


temiesen poner aturdidamente la mano sobre los
vencedores posibles. Si el comisario de policía
Vassal, que nos encontró en la mañana del 4 en
la acera de la calle de Moulins , hubiese querido,
hubiéramos sido arrestados allí . No nos hizo trai
cion . Pero esto eran excepciones. La persecucion
de la policía no era por esto menos encarnizada
у ardiente. En casa de Marie , como ya hemos di
cho , los guardias municipales y los gendarmes
móviles , llegaron diez minutos despues de haber
nosotros evacuado la casa , y registraron hasta de
bajo de las camas con sus bayonetas.
Entre los representantes habia muchos consti
tuyentes , y á su cabeza Bastide . Bastide en 1848
habia sido ministro de Negocios extranjeros. En
la segunda reunion nocturna de la calle Popin
court , le reprocharon algunos de sus actos . - De
jadme primero hacerme matar ; despues me re
prochareis lo que querais. Y añadió : —¿Cómo po
deis desconfiar de mí, que soy republicano hasta
el puñal ? Bastide no consentia en llamar á nues
tra resistencia insurreccion ; la llamaba contra
insurreccion , y decia : -Victor Hugo tiene razon .
El Elíseo es el insurrecto .
Yo sostenia la idea , como ya he dicho , de pre
cipitar la batalla , de no diferir el combate, de no
>
CONDUCTA DE LA IZQUIERDA . 331

reservar nada ; yo decia : Es necesario batir al


golpe de Estado cuando está caliente. Bastide me
apoyaba . En el combate fué impasible , frio , ale
gre bajo su frialdad . En la barricada San Anto
nio , en el momento en que los fusiles del golpe
de Estado apuntaban a los representantes , le dijo
sonriendo á Medier Montjau : - Preguntad á
Schoelcher qué piensa de la abolicion de la pena
de muerte . ( Schoelcher , como yo mismo ,
aquel minuto supremo, hubiera contestado: que
es necesario abolirla .) En otra barricada, Bas
tide , obligado á ausentarse un momento , dejó su
pipa sobre una baldosa. Encontraron la pipa de
Bastide у le creyeron muerto . Volvió cuando la
metralla llovia, y dijo : ¿Mipipa ? La encendió de
nuevo y continuó combatiendo. Dos balas atrave
saron su abrigo .
Cuando las barricadas estuvieron construidas,
los representantes republicanos se distribuyeron
en ellas. Casi todos los representantes fueron a las
barricadas, ayudando a construirlas ó á defen
derlas. Además del gran hecho de la barricada
de San Antonio ,> en donde Schoelcher estuvo ad
mirable , Esquiros fué á la barricada de la calle
Charonne ; de Flotte , al Panteon , y á la Chapelle
Saint-Denis ; Madier de Montjau , á Belleville y á
la calle Aumaire; Doutre y Pelletier á la alcaldia
332 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

del 5.º distrito ; Brives, á la calle Beaubourg ; Ar


>

nauld de l'Ariége, a la calle Petit-Reposoir ; Vi


guier , á la calle Pagevin ; Versigny , á la calle
Joigneaux; Dupon de Bussac, áa la plaza San Mar
>

tin ; Carlos Forel y Boysset , á la calle Rambuteau .


Doutre recibió un sablazo en la cabeza que partió
su sombrero ; Bourzat tenía cuatro balas en su pa
leto ; Baudin fué muerto ; Gaston Dussoubs es
taba enfermo y no pudo acudir ; su hermano , De
nis Dussoubs , le reemplazó . ¿ Dónde ? En el se
pulcro .
Baudin cayó en la primera barricada. Denis
Dussoubs en la última .
Yo no fuí tan afortunado como Bourzat ; sólo
tuve tres balazos en el paletó , y me es imposible
decir de dónde vinieron . Probablemente del bou
levard .
Despues de la batalla perdida , no hubo sálvese
el que pueda , ni derrota , ni fuga. Todos perma
necieron ocultos en París ; prontos á salir de nue
VO , Michel en la calle de Arger , yo en la calle
Navarin . El comité celebró todavía sesion el sá
bado 6 , á ias once de la noche . Jules Favre , Mi
chel de Bourges y yo , nos vimos durante la no
che en casa de una generosa y valiente mujer,
la señora Didier . Bastide vino tambien y nos di
jo : -- Si no os matan aquí , vais al destierro. Yo
CONDUCTA DE LA IZQUIERDA . 333

me quedo en París. Tomadme por teniente. Ya he


contado esto .
Se esperaba el 7 un movimiento que no se veri
ficó. Malarmet se lo habia anunciado á Dupont de
Bussac ; pero el golpe del 4 habia aterrado á
París . La poblacion no se movió más , los repre
sentantes no pensaron en su seguridad , y no se
decidieron a dejar la Francia , a través de mil pe
ligros, hasta algunos dias despues , cuando la úl
tima chispa de resistencia se apagó en el corazon
del pueblo , y el último rayo de esperanza en el
>

cielo.
Algunos representantes republicanos eran obre
ros ; obreros han vuelto á ser en el destierro . Na
daud ha cogido de nuevo su paleta, y es albañil
en Londres . Faure (del Ródano) cuchillero, y Ban
sept, zapatero; conocen que su oficio vuelve á ser
su deber , y lo practican en Inglaterra ; Faure ha
ce cuchillos; Bansept hace zapatos . Greppo es te
jedor. Él es quien , estando proscrito, ha tejido el
vestido de coronacion de la reina Victoria . Sombría
sonrisa del destino . Noël Parfait es corrector de
imprenta en Bruselas; Agricol Perdiguier, llama
do Avignonnais -la -Vertu , ha ceñido su delantal
de cuero y es carpintero en Anvers. Ayer estos
hombres se sentaban en la Asamblea soberana. Se
ven cosas como estas en Plutarco .
334 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

El elocuente y animoso proscrito , Emile Des


chanel, ha creado en Bruselas , con un raro ta
lento de palabra , una nueva forma de enseñanza
>

pública , las conferencias. A él pertenece el honor


de esta fundacion tan fecunda y tan útil.
Digámoslo para terminar.-La Asamblea na
cional legislativa vivió mal y murió bien .
En el momento de la caida irreparable para los
pusilánimes , la derecha fué digna , la izquierda
fué grande.
No se habia visto en la historia caer un Parlà
mento de esta suerte .
Febrero habia soplado sobre los diputados del
país legal , y los diputados se habian desvanecido .
M.Sauzet se habia achantado detrás de la tribu
na , y se marchó sin sombrero .
El otro Bonaparte , el primero , el verdadero,
ḥabia hecho saltar las ventanas de Saint-Cloud á
los quinientos, algo incomodados con sus grandes
mantos .
Cromwell , el más antiguo de los Bonapartes,
.
cuando hizo su 18 brumario, no habia encon
trado otra resistencia que algunas imprecaciones
de Milton y de Ludlow , y habia podido decir
con su grosero lenguaje : He metido al rey en un
saco y al Parlamento en mi bolsillo.
Es necesario remontarse hasta el Senado ro
CONDUCTA DE LA IZQUIERDA . 335

mano para encontrar verdaderas cosas curules .


La Legislativa , repitámoslo para honra suya ,
guardó buena actitud ante el abismo . La historia
lo consignará. Despues de haber hecho tantas
traiciones, se podia temer que aquella Asamblea
acabaria por hacer traicion á sí misma . No fué
así. La Asamblea legislativa, es preciso recordar
lo , habia cometido grandes faltas ; la mayoría rea
lista habia perseguido odiosamente á la minoría
republicana, que cumplia valerosamente su deber
denunciándola al pueblo : aquella Asamblea habia
tenido una larga cohabitacion y una fatal com
plicidad con el hombre de crímen que acabó por
estrangularla , como un ladron estrangula á su
concubina en su lucha : pero áa pesar de todo lo que
pueda decirse de aquella Asamblea fatal, no tuvo
el desvanecimiento miserable que Luis Bonaparte
esperaba : no fué cobarde.
Esto se debió á que salia del sufragio universal .
Digámoslo porque es una enseñanza . La virtud
de este sufragio universal que la habia engendrado
y que ella quiso matar, la sintió en su última
hora .
La sávia de todo un pueblo no se derrama vana
mente en una asamblea , por caduca que sea . En
el dia supremo, esta sávia se encuentra.
La Asamblea legislativa, tan cargada como está
336 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

de resposabilidades terribles, será quizás ménos


censurada de lo que merecia, por la reprobacion
del porvenir.
Gracias al sufragio universal al cual habia hecho
traicion , y que fué su fe y su fuerza en el último
momento, gracias a la izquierda que habia opri
mido , insultado , calumniado y diezmado , y que
proyectó sobre ella el reflejo glorioso de su herois
mo, aquella Asamblea raquítica tuvo una muerte
grande .
XVIII.

PÁGINA ESCRITA EN BRUSELAS .

--¡Pues bien , sí ! Yo daré un puntapié en la


>

puerta de este palacio y entraré contigo, historia !


¡ Yo cogeré por el cuello a todos estos culpables en
fragante delito perpétuo de todos estos atentados!
¡Yo iluminaré bruscamente con la plena luz del
medio dia de la verdad este antro de la noche !
¡ Sí, yo haré luz ! yo arrancaré la cortina, yo
abriré la ventana, yo mostraré a todos los ojos tal
cual es , infame, horrible, opulento, triunfante,
alegre, dorado, manchado, este Elíseo, esta corte,
este grupo , este monton , llamad á esto como que
rais, esta chusma, donde se arrastran y bullen y
se aparean y se fecundan todas las torpezas, todas
las indignidades, todas las abominaciones , fili
>

busteros, cazadores, juradores de juramentos, ha


cedores de signos de oruz, espías, estafadores, car
22
338 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

niceros , verdugos , desde el católico condottieri


que vende su espada, hasta el jesuita que subasta
á su Dios ! ¡ Esta sentina en la cual Baroche codea
á Teste , á donde cada uno aporta sus suciedades,
Magnan sus charreteras , Montalembert su reli
gion , Dupin su persona, y principalmente el
círculo familiar, el sancta sanctorum , el consejo
privado , la caverna íntima, en donde beben , en
donde comen , en donde rien , en donde duermen ,
en donde juegan , en donde engañan , en donde
tutean á la alteza , en donde se revuelcan ! ¡ Oh !
>

¡ Cuántas ignominias ! ¡ Es allí , es allí! ¡ El des


>

honor, la torpeza, la vergüenza y el oprobio están


allí ! ¡ Oh historia ! ¡un hierro candente sobre todas
estas faces !
¡ Es allí donde se divierten , donde se embria
gan , y donde se burlan de la Francia ! ¡ Es allí
donde se embolsan mezclados con grandes carca
jadas los millones de luises y los millones de vo
tos ! ¡ Vedles , miradles, han tratado á la ley como
á una prostituta, ellos están contentos ! ¡ El derecho
es degollado, la libertad amordazada , la bandera
deshonrada, el pueblo está bajo sus piés, ellos son
felices ! ¿ Y quién son ellos? ¿Quiénes son estos
hombres? La Europa no lo sabe . Se les ha visto
una mañana salir del crímen . Nada más . Un
monton de pícaros que deseaban ser célebres y
PÁGINA ESCRITA EN BRUSELAS . 339

han continuado siendo anónimos. Mirad , están


todos allí, vedles, os digo , miradles , os digo, re
conocedles si podeis . ¿De qué sexo son? ¿A qué
especie pertenecen ? ¿ Quién es este ? ¿ Es un escri
tor ? No , es un perro. Masca carne humana . ¿Y
aquél, es un perro? No, es un cortesano. Tiene
sangre en la pata.
Hombres nuevos, así se llaman ellos . ¡Nuevos,
en efecto ! ¡ Inesperados, extraños , inauditos,
monstruosos ! El perjurio , la iniquidad , el robo,
el asesinato , erigidos en departamentos ministe
riales , la estafa aplicada al sufragio universal, el
gobierno por el fraude, el deber llamado crímen ,
el cinismo riendo en la atrocidad , de todo esto
>

componen la noved d .
Ahora, todo va bien , han triunfado; tienen el
viento de popa , se entregan á su alegría. Han
>

escamoteado á la Francia , y se la reparten . La


Francia es un saco y meten en él la mano . Regis
trad , pardiez, tomad miéntras estais en candelero ,
pescad , pellizcad , pillad, robad ! El uno quiere
dinero, el otro puestos , unos cordones al cuello,
otros plumas en el sombrero, otros bordados en las
mangas, otros mujeres, otros poder, otros noticias
para la Bolsa, otros caminos de hierro, otros vino .
¡ Ya lo creo , están contentos! Figuráos á un pobre
diablo que hace tres años pedia prestados diez
340 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

sueldos á su portero, y que hoy, voluptuosamente


apoyado en el Moniteur, sólo tiene que firmar un
decreto para coger un millon . Hacerse á sí mismos
felices, devorar á placer las rentas del Estado y
vivir á expensas del Tesoro como hijos de familia,
esto se llama su política. Su ambicion tiene un
verdadero nombre : es glotonería.
Ellos ambiciosos, ¡bah! son glotones. Gobernar
es gozar. Esto no impide hacer traicion . Al con
trario . Se espian , se hacen traicion entre sí . Los
pequeños traidores hacen traicion a los grandes.
Pietri mira de reojo á Maupas y Maupas à Carlier.
¡ Tabuco repugnante ! Han hecho en él el golpe
de Estado en comun . Hé ahí todo . Por lo demás,
no se está allí seguro de nada, ni de las miradas,
ni de las sonrisas, ni de las intenciones , ni de los
hombres, ni de las mujeres, ni del lacayo, ni del
príncipe, ni de las palabras de honor, ni de las
actas de nacimiento . Cada uno se siente fraudu
lento , y sabe que es sospechoso. Cada uno tiene
sus intenciones secretas . Cada uno sabe para sí
por qué ha hecho una cosa . Ninguno dice una
palabra de su crímen y nadie lleva el nombre de
su padre.-- ¡Ah! ique Dios me dé vida y que Jesús
me perdone, y yo levantaré una cruz alta de cien
codos, yo tomaré clavos у martillo y crucificaré
en ella á este Beauharnais llamado Bonaparte,
PÁGINA ESCRITA EN BRUSELAS . 344

entre este Leroy llamado Saint-Arnaud y este


Fialin llamado Persigny !
¡ Y os arrastraré á ella á todos vosotros, cómpli
ces! A este Morny, á este Romieu, á este Fould,
senador judio, á este Delangle que lleva sobre su
espalda esta inscripcion : ¡ LA JUSTICIA ! Y á este
Troplong , legista glorificador de la violacion de
las leyes , jurisconsulto apologista del golpe de
Estado, magistrado elogiador del perjurio, juez
panegirista del asesinato, que pasará a la posteri
dad con una esponja empapada de sangre y fango
en la mano .
Yo empeño, pues, el combate. ¿ Con quién? Con
el dominador actual de Europa . Es bueno dar al
mundo este espectáculo . Luis Bonaparte es el
éxito, es el triunfo embriagado, es el despotismo
alegre y feroz desvaneciéndose en la victoria , es
la plenitud loca del poder buscándose límites y no
encontrándolos, ni en las casas ni en los hombres;
Luis Bonaparte tiene la Francia , urbem Romam
habet: y quien tiene la Francia tiene el mundo ;
él es el amo de los votos , el amo de las concien
cias, el amo del pueblo ; él nombra á su sucesor,
reina para siempre sobre los escrutinios futuros ,
dispone de la eternidad y mete al porvenir en un
pliego cerrado; su Senado, su Cuerpo legislativo,
su Consejo de Estado, cabezas bajas y confundidas
342 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

detrás de él, le lamen los talones; él lleva al pilon


á los obispos y á los cardenales; él anda sobre la
justicia que le maldice y sobre los jueces que le
adoran ; treinta correspondencias informan al con
tinente que ha fruncido las cejas, y todos los telé
grafos eléctricos se estremecen si él levanta el
dedo meñique ; se oye en torno suyo el choque de
los sables, y los tambores redoblan ; se sienta á la
sombra del águila, en medio de las bayonetas y
de las ciudadelas ; los pueblos libres tiemblan y
ocultan sus libertades , temerosos de que no se las
roben; la gran República americana misma vacila
en su presencia y no se atreve a retirarle su.em
bajador; los reyes rodeados de ejércitos le miran
sonriendo , con el corazon lleno de espanto . ¿Por
dónde empezará? ¿ Por la Bélgica ? ¿ Por la Suiza ?
¿ Por el Piamonte ? La Europa espera ser invadida .
El lo puede todo y lo sueña todo.
Pues bien ; á este amo, á este triunfador, á este
vencedor, á este dictador, á este emperador, á este
todo poderoso, un hombre solo, errante , despoja
do, arruinado, derribado, proscrito , se levanta
ánte él y le ataca. Luis Napoleon tiene diez mil
cañones y quinientos mil soldados; el escritor tiene
su pluma y su tintero . El escritor no es nada , es
un grano de polvo , es una sombra, es un dester
rado sin asilo , es un vagabundo sin pasaporte;
PÁGINA ESCRITA EN BRUSELAS. 343

pero tiene a su lado y combatiendo con él dos po


tencias, el Derecho , que es invencible, y la Ver
dad, que es inmortal.
Es verdad, para esta lucha a todo trance , para
este duelo terrible , la Providencia habria podido
escoger un campeon más ilustre , un atleta más
grande, i pero qué importan los hombres, cuando
es la idea la que combate ! Tal como es, es bueno,
digámoslo, que se dé al mundo este espectáculo.
En efecto, ¿qué es esto? Es la inteligencia, átomo
que resiste á la fuerza, coloso.
Yo no tengo más que una piedra en mi honda ,
- pero esta piedra es buena ; esta piedra es la jus
ticia .
Ataco á Luis Bonaparte ahora que está en pié,
ahora que es el amo. Está en su apogeo , mejor,
esto es lo que me conviene.
¡ Sí ; ataco á Luis Bonaparte , le ataco á la faz
del mundo , le ataco en presencia de Dios y у de los
hombres, le ataco resueltamente , le ataco con fre
nesí por el amor del pueblo y de la Francia! Él
va á ser emperador, sea . Que haya una frente que
resistau ; que Luis Bonaparte sepa que se coge un
imperio, pero que no se coge una conciencia .
XIX .

BENDICION INFALIBLE .

El papa aprobó.
Cuando los correos participaron á Roma este
acontecimiento del 2 de Diciembre, el papa asis
tió á una revista del general Gémeau , y le rogó
que felicitase de su parte al príncipe Luis Na
poleon .
Habia un precedente.
El 12 de Diciembre de 1572, Saint-Goard , em -
bajador del rey de Francia Cárlos IX cerca del
rey de España Felipe II , escribia á Madrid á su
amo Cárlos IX : « La noticia de los acontecimien
tos del dia Saint- Barthélemy ha llegado al rey ca
tólico : y ha manifestado contra su natural y
costumbre tanta alegría , que ha puesto de mani
fiesto que de todas las fortunas у suertes que ha
tenido en su vida, esta noticia era la mejor . De
BENDICION INFALIBLE . 345

manera que fuí á verle el domingo à San Jeró


nimo , y al llegar cerca de él se echó á reir, y con
demostraciones de un placer extremo y de gran
contentamiento, elogió á Vuestra Majestad (1 ) . »
La mano de Pio IX permaneció extendida so
bre la Francia , convertida en imperio.
Entonces, á la sombra de esta bendicion , em
pezó una era de prosperidad ...

(1 ) Archivos de la casa d'Orange, suplemento, p. 125.


CONCLUSION .

LA CAIDA.
I.

Volvia de mi cuarto destierro ( un destierro bel


ga, poca cosa ) . Estábamos en los últimos dias de
Setiembre de 1871. Entraba en Francia por el
Luxembourg. Me habia dormido en el wagon . De
pronto la sacudida del tren me despertó , y abrí
los ojos.
El tren acababa de detenerse en medio de un
paisaje encantador.
Yo estaba en la media luz del sueño interrum
pido: las ideas indecisas y difusas flotaban aún
soñolientas entre la realidad y yo : sentia el vago
deslumbramiento del despertar .
Un rio claro corria al lado del camino de hier
ro, en torno de una isla alegre y verde . La ver
dura era tan espesa que las gallinetas al entrar
en ella se hundian y desaparecian. El rio corria
a través de un valle parecido á un jardin profun
350 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

do. Habia en el manzanos que hacian pensar en


Eva , y sáuces que recordaban á Galatea . Estába
mos como he dicho en uno de esos meses equi
nocciales , que hacen sentir el encanto de las es
taciones que desaparecen : si es el invierno el que
se va , se oyen los cánticos de la primavera ; si es
el verano el que se extingue , se ve despuntar en
el horizonte una vaga sonrisa , que es el otoño .
El viento calmaba y armonizaba todos aquellos
ruidos felices que componen el rumor de los va
lles ; el sonido de las campañas parecia mover el
murmullo de las abejas; las últimas mariposas se
encontraban con los primeros racimos ; esta hora
del año confunde la alegría de vivir áun con la
melancolía inconsciente de la muerte próxima; la
benignidad del sol era indescriptible. Hermosas
tierras surcadas por el arado ; honradas cabañas
de aldeanos ; bajo los árboles una yerba cubierta
de sombra ; mugidos de bueyes como los que des
cribe Virgilio , y humaredas de las chozas llenas
de rayos : tal era el conjunto. Los yunques sona
ban á lo lejos, nota del trabajo en la armonía de
la naturaleza . Yo escuchaba y meditaba confusa
mente ; el valle era admirable y tranquilo; el cie
lo azul estaba como colocado sobre un gracioso
círculo de colinas ; se oian en lontananza voces de
pájaros y cerca de mí voces de niños, como dos
>
LA CAIDA . 351

canciones de ángeles mezcladas; me envolvia la


limpidez universal : toda esta gracia y toda esta
grandeza introducian en mi alma una aurora ...
De pronto un viajero preguntó :
¿ Qué sitio es éste ?
Otro contestó :
--Sedán .
Yo me estremeci.
Aquel paraíso era un sepulcro .
Miré . El valle era redondo y profundo como el
fondo de un cráter ; el rio tortuoso parecia una
serpiente ; las altas colinas escalonadas unas de
trás de otras rodeaban aquel sitio misterioso como
un triple círculo de murallas inexorables ; una vez
allí , era necesario quedarse . Aquello hacía pen
sar en los circos . No sé qué inquietante verdura
que se parecia á una prolongacion del Bosque
Negro, invadia todas las alturas y se perdia en el
horizonte comoʻun inmenso lazo impenetrable ; el
sol brillaba ; los pájaros cantaban ; los carreteros
pasaban silbando ; vagaban por allí ovejas, corde
l'os y palomas; los follajes se estremecian y mur
muraban ; la yerba , aquella yerba espesa , estaba
llena de flores. Aquello era espantoso .
Me parecia ver temblar sobre aquel valle la es
pada fulgurente del ángel .
Esta palabra Sedán habia sido como un velo
352 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

desgarrado. El paisaje se habia convertido súbita


mente en trágico. Estos vagos ojos que la corteza
dibuja sobre el tronco de los árboles, ¿ qué miran ?
Algo terrible y desconocido .
¡ Habia sido allí en efecto ! y en el momento en
que yo pasaba hacia de ello trece meses ménos
algunos dias: allí habia terminado la monstruosa
aventura del 2 de Diciembre . Caida formidable.
Las sombras itinerarias del destino no pueden
ser estudiadas sin sentir profundamente oprimido
el corazon .
II.

El 31 de Agosto de 1870 un ejército estaba


reunido y como apretado bajo los muros de Sedán,
en un sitio llamado la hondonada de Givonne .
Este ejército era un ejército francés : veintinueve
brigadas, quince divisiones , cuatro cuerpos de
ejército, ochenta mil hombres. Este ejército esta
ba allí sin que nadie supiera por qué , sin órden ,
sin objeto , amontonado, masa de hombres arro
jada allí como para ser cogida por una mano in- ,
mensa .

Este ejército no tenía, ó no parecia tener en


aquel momento ninguna inquietud inmediata . Se
sabía ó se presumia que el enemigo estaba lėjos.
Calculando las etapas á cuatro leguas por dia, es
taba á tres dias de marcha. No obstante , al acer
carse la noche, los jefes tomaron algunas disposi
ciones estratégicas, apoyándose la retaguardia del
23
354 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

ejército sobre Sedán y sobre el Mosa , se le protegió


con dos frentes de batalla , la una formada por el
7. ° cuerpo extendida desde Floing á Givonne , y
la otra formada por el 12.' cuerpo extendida desde
Givonne á Bazeilles , triángulo cuya hipotenusa
era el Mosa . El 12. ° cuerpo compuesto de tres di
visiones Lacretelle, Lartigue y Wolff , colocadas
en línea recta , la artillería entre las brigadas era
una verdadera barrera , apoyándose en sus ex
tremidades en Bazeilles y Givonne , y su centro
en Daigny; las dos divisiones Petit y Lhéritier,
extendidas detrás en dos líneas , formaban la con
trabarrera . El general Lebrun mandaba el 12. °
cuerpo. El 7. ° cuerpo, mandado por el general
Douay , no tenía más que dos divisiones , la divi
sion Dumont y la division Gilbert , y formaba el
otro frente de batalla, cubriendo al ejército desde
Givonne á Floing del lado de Illy ; este frente era
relativamente débil , demasiado abierto por el lado
de Givonne y protegido solamente por el lado del
Mosa por las dos divisiones de caballería Margue
ritte y Bonnemains y por la brigada Guyomar,
apoyada su escuadra sobre Floing . En este trián .
gulo acampaban el 5.' cu erpo mandado por el ge
cuerpo
general -Wimpfen , y el primer cuerpo mandado
por el general Ducrot. La division de caballería
Michel cubria el primer cuerpo por el lado de
LA CAIDA . 355

Daigny ; el 5. ° se apoyaba en Sedán . Cuatro divi


siones dispuestas cada una en dos líneas, las divi
siones Lhéritier ,Grandchamp, Goze y Conseil
Duménil formaban una especie de herradura,
vuelta hácia Sedán , enlazando los dos frentes de
batalla. Dos secciones del ejército estaban en el
aire , el uno a la derecha de Sedán más allá de
Balán , el otro a la izquierda de Sedán más abajo
de Iges. Más allá de Balán estaba la division
Vassoigne y la brigada Reboul , y más abajo de
Iges estaban las dos divisiones de caballería Mar
gueritte y Bonnemains.
Estas disposiciones indicaban una seguridad
profunda. En primer lugar , Napoleon no habria
ido allí si no hubiese estado completamente tran
quilo. Aquella hondonada de Givonne era lo que
Napoleon I llamaba un cubo, yel almirante Tromp
un vaso de noche. No era posible un encajona
miento más cerrado. Un ejército está allí de tal
modo en su casa , que está en ella demasiado y
corre el peligro de no poder salir. Esta era la pre
ocupacion de algunos generales bravos y pruden
tes, como el general Wimpfer, pero no escuchados.
En rigor, decian las gentes del séquito imperial,
se tenía la seguridad de poder ganar Mézières, y
en caso apurado la frontera belga. ¿ Pero era nece
sario prever estas eventualidades estrechas ? En
356 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

ciertos casos prever es casi ofender. Se estaba de


acuerdo en que no habia peligro.
Si se hubiese concebido alguna inquietud , se
habrian cortado los puentes del Mosa ; pero ni si
quiera se pensó en esto . ¿ Por qué ? El enemigo es
taba léjos. El emperador, evidentemente bien in
formado, lo afirmaba .
El ejército vivaqueó con cierta confusion , ya lo
hemos dicho, y durmió con tranquilidad toda
aquella noche del 31 de Agosto , teniendo asegu
rada en todo caso , ó creyendo tenerla , la reti
rada sobre Mézières abierta detrás de él. Dejaron
de tomarse las precauciones más ordinarias; no se
hicieron reconocimientos de caballería , nosemon
taron grandes guardias; un escritor militar ale
mán así lo afirma. El ejército estaba separado de
1

los alemanes catorce leguas á lo ménos , tres dias


de marcha; no se sabía positivamente dónde los
alemanes estaban ; se les creia diseminados , sin
cohesion , mal informados, dirigidos un poco á la
ventura sobre varios objetivos a la vez , incapaces
de un movimiento converjente sobre un punto
único como Sedán ; se creia saber que el príncipe
de Sajonia marchaba sobre Chalons, y el príncipe
de Prusia sobre Metz; se ignoraba todo sobre aquel
ejército; sus jefes , su plan , su aſmamento , su
efectivo. ¿ Operaba aún segun la estrategia de Gus
LA CAIDA . 357

tavo Adolfo ? ¿ Operaba segun la táctica de Fede


rico II? No se sabía. Se tenía la seguridad de en
trar en Berlin pasadas algunas semanas . ¡ Bah !
¡ El ejército prusiano! Se hablaba de aquella guer
ra como de un sueño , y de aquel ejército como de
un fantasma.
Durante aquella misma noche , mientras el
ejército francés dormia , hé aquí lo que pasaba.
-
III.

A la una y tres cuartos de la madrugada , en el


cuartel general de Monzon , Alberto , príncipe real
de Sajonia , ponia en movimiento el ejército del
Mosa ; la guardia real tomaba las armas sin rui
do , y dos divisiones se dirigian , la una sobre Vil
lers-Cenay , por Escambre y Fouru -aux-Bois , y
la otra sobre Francheval, por Suchy y Fouru
Saint- Remy. La artillería de la guardia las se
guia .
Al mismo tiempo , el 12.° cuerpo sajon tomaba
las armas tambien en silencio , y por la carretera
al Sud de Douzy , llegaba á Lamécourt y se diri
gia sobre el Mosella : el 1.er cuerpo bávaro mar
chaba sobre Razeilles , sostenido en Reully -sur
Meuse , por una division de artillería del 4.° cuer
po. La otra division del 4.° cuerpo pasaba el Mosa
en Mouzon , y se formaba en reserva en Mairy,
LA CAIDA . 359

sobre la ribera derecha . Las tres columnas estaban


enlazadas . Se habia dado orden a las vanguardias
de no empezar ningun movimiento ofensivo án
tes de las cinco y de ocupar silenciosamente
Fouru-aux-Bois, Fouru-Saint-Remy y el Douay .
Se habian dejado las mochilas y los bagajes.
Los trenes no se movian . El príncipe de Sajonia á
caballo estaba sobre la eminencia de Amblimont .
A la misma hora , en el cuartel general de Che
>

mery , Blumenthal hacía construir por la division


wurtemburguesa un puente sobre el Mosa. El
11.° cuerpo , poniéndose en movimiento al des
puntar el dia , atravesaba el Mosa en Dom -le
Mesnil y en Doncherig , y ocupaba Vrigne- sur
Bois . La artillería seguia y dominaba el camino
de Vrigne á Sedán . La division wurtemburguesa
guardaba el puente construido por ella у domi
naba el camino de Sedán á Mézières. A las cinco,
el 2.° cuerpo bávaro , la artillería á la cabeza, ha
cía marchar una de sus divisiones , y la dirigia
por Bulson sobre Frénois; la otra division pasaba
por Noyers y se formaba delante de Sedán entre
Frénois у . Wadelincourt. La artillería de reserva
estaba en batería sobre las alturas de la ribera iz
quierda enfrente de Donchery.
En tanto , la 6.' division de caballaría salia
de Mazeray, y por Boutancourt y Bolzicourt,
360 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

ganaba el Meuse en Flize ; la segunda division


de caballería dejaba sus acantonamientos y to
maba posiciones al Sur de Boutancourt : la 4. *
division de caballería tomaba posiciones al Sur
de Frénois : el primer cuerpo bávaro se instalaba
en Remilly , la 5.' division de caballería y el
6.° cuerpo observaban , y todos , en línea y en ór
den formados sobre las alturas, aguardaban á que
rayase el alba. El príncipe de Prusia á caballo es
taba sobre la colina de Frénois .
Al mismo tiempo , sobre todos los puntos del
horizonte , se operaban en todas partes otros mo
vimientos parecidos . Las altas colinas fueron sú
bitamente invadidas por un inmenso ejército ne
gro . No se oia una sola voz de mando . Doscientos
cincuenta mil hombres hicieron en silencio un
círculo en torno de la hondonada de Givonne.
Hé aquí qué círculo era éste :
Los bávaros , a la derecha , en Bazeilles , sobre
el Mosa ; cerca de los bávaros , los sajones en el
Moselle y en Daigny : enfrente de Givonne, la
guardia real ; el 5. ° cuerpo en Saint-Menges: el
2.° en Fleigneux ; sobre la curva del Mosa entre
Saint-Menges y Donchery, los wurtemburgue
ses ; el conde Stolberg y su caballería en Dou
chery , sobre el frente habia en Sedán el segundo
ejército bávaro.
LA CAIDA . 361

Todo esto se ejecutó de un modo especial, con


órden , sin respirar, sin ruido , a través de los bos
ques , los torrentes yy los valles . Marcha tortuosa y
siniestra . Prolongacion de reptiles .
Apenas se oia un murmullo en los espesos fo
llajes. La batalla silenciosa hormigueaba en las
tinieblas esperando el dia .
El ejército francés dormia .
De repente se despertó .
Era prisionero.
El sol apareció espléndido para Dios , terrible
para el hombre .
IV .

Fijemos la situacion .
Los alemanes tienen de su parte el número ; son
tres contra uno , cuatro quizás; ellos confiesan
doscientos cincuenta mil hombres , pero es positivo
que su línea de batalla tenía una extension de
treinta kilómetros ; tienen las posiciones ; coronan
las alturas; llenan los bosques ; están cubiertos
por sus escabrosidades; están protegidos por toda
esta sombra ; tienen una artillería incomparable.
El ejército francés está en una hondonada; casi
sin artillería y sin municiones ; descubierto ante
la metralla enemiga. Los alemanes tienen de su
parte la emboscada ; los franceses sólo tienen el he
roismo . Morir es hermoso, pero sorprender es bueno .
Una sorpresa , hé ahí el hecho.
¿ Es esta la buena guerra ? Sí . Pero si ésta es la
buena , ¿ cuál es la mala ?
LA CAIDA , 363

Las dos son lo mismo .


Dicho esto , está contada la batalla de Sedán .
Se sienten deseos de detenerse aquí : pero no se
puede . Por grande que sea el horror del historia
dor , la historia es un deber , y este deber debe
cumplirse. No hay ninguna pendiente más impe
riosa que ésta ; decir la verdad : el que se aventu
ra , rueda hasta el fondo . Es necesario . El justi
ciero está condenado a la justicia .
La batalla de Sedán es más que una batalla que
se empeña; es un silogismo que se resuelve: temi
ble premeditacion del destino. El destino no se
apresura jamás, pero llega siempre. Cuando la
hora es llegada , se presenta. Deja pasar los años ,
y despues , cuando no se piensa en él , aparece .
Sedán es lo inesperado , fatal. De tiempo en tiem
po , en la historia la lógica divina tiene estas sali
das . Sedán es una de ellas .
Ahora bien ; el 1. ° de Setiembre , a las cinco de
la mañana , el mundo se despertó bajo el sol, y el
ejército francés bajo el rayo .
V.

Bazeilles arde , Givonne arde , Floing arde;


aquello empieza por una hornada . Todo el hori
zonte es una llama . El campo francés está en
aquel cráter estupefacto , despavorido, sobresalta
do; hormigueo fúnebre. Un círculo de truenos ro
dea al ejército, le cierne el exterminio . Aquella
matanza inmensa se hace á la vez en todos los
puntos del horizonte . Los franceses resisten y son
terribles, porque sólo les queda la desesperacion .
Nuestros cañones , casi todos antiguos y de poco
alcance , son desmontados en seguida por los tiros
espantosos y precisos de los prusianos . La densi
dad de la lluvia de granadas sobre el valle es tal,
« que la tierra está rayada como por un rastrillo »
LA CAIDA. 365

dice un testigo. ¿ Cuántos cañones? Mil ciento, por


lo menos . Doce baterías alemanas sólo sobre el
a

Mosella ; la 3. ' y la 4.' abtheilung, artillería es


pantosa sobre las crestas de Givonne, con la 2.'
batería á caballo de reserva ; enfrente de Doigny,
diez baterías sajonas y dos wurtemburguesas ; la

cortina de árboles del bosque que está al Norte de


Villers-Cernay oculta la abtheilung montada, que
está allí con la 3. ' gruesa artillería de reserva , y
de aquellas espesuras tenebrosas sale un fuego for
midable ; las veinticuatro piezas de la 1. ' de grue
so calibre están en batería en la plazoleta vecina
del camino de Mosella á la Chapelle ; la batería
de la guardia real incendia el bosque del Garen
ne ; las bombas y las balas acribillan Suchy , Fran
cheval , Fouru - Saint-Remy y el llano entre Hei
bes y Givonne ; y el triple y cuádruple rango de
bocas de fuego se prolonga , sin solucion de con
tinuidad hasta el calvario de Illy , punto extremo
del horizonte . Los soldados alemanes , sentados ó
tendidos delante de las baterías, contemplan cómo
trabaja la artillería . Los soldados franceses caen y
mueren . Entre los cadáveres que cubren el llano ,
hay uno , el cadáver de un oficial, sobre el cual
se encontrará , despues de la batalla, un pliego se
>

llado conteniendo ésta órden firmada por NAPO


LEON : Hoy 1.° de Setiembre, descanso para todo
366 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

el ejército ( 1 ) . El valiente 35.° de línea desaparece


casi entero bajo el destrozo de las granadas; la
heróica infantería de marina hace frente por un
momento á los sajones y á los bávaros reunidos,
pero acometida por todas partes, retrocede ; toda
la admirable caballería de la division Marguerit
te , lanzada contra la infantería alemana , se de
tiene y es aniquilada á la mitad del camino, «ex.
terminada , dice el parte prusiano , por los fuegos
bien ajustados y tranquilos . » Este campo de car
nicería tiene tres salidas : las tres están cerradas;
el camino de Bouillon , por la guardia prusiana ;
el de Carignan , por los bávaros ; el de Mézières ,
por los wurtemburgueses. Los franceses no han
pensado en atrincherar el viaducto del camino de
hierro; tres batallones alemanes lo han ocupado
durante la noche ; dos casas aisladas sobre la pen
diente de Balán podian ser la base de una larga
resistencia ; los alemanes están en ellas; el parque
de Montvillers en Bazeilles, espeso y profundo,
podia impedir la union de los sajones, dueños del
Mosella , y de los bávaros , dueños de Bazeilles;
está tomado de antemano ; se ven en él á los bá-.

( 1 ) La guerra franco -alemana de 1870-1874 , relacion del Esta


do mayor prusiano , página 1087.
LA CAIDA . 367

varos cortando los árboles con sus hachas . El ejér


cito aleman se mueve como si fuera de una sola
pieza , con unidad absoluta ; el principe de Sajo
nia está sobre la colina de Mairy , desde donde
domina toda la accion . El mando fluctúa en el
ejército francés, al principio de la batalla ; á las
seis ménos cuarto, Mac-Mahon es herido por un
casco de granada ; á las siete , Ducrot le reempla
za ; á las diez , Wimpfen reemplaza á Ducrot. La
muralla de fuego se acerca por momentos, el tor
rente de rayos es contínuo ; siniestra pulveriza
cion de ochenta mil hombres . Jamás se habia
visto una cosa parecida, jamás habia desapareci
do un ejército bajo una lluvia tan inmensa de me
tralla. A la una , todo está perdido . Los regimien
tos en desórden se refugian en Sedán . Pero Sedán
emplieza á arder; el Dijonval arde ; las ambulan
cias arden ; no hay más recurso que una salida .
Wimpfen , bravo y enérgico, la propone al empe-.
rador. El 3. ° de zuavos , desesperado , ha dado
el ejemplo ; aislado del resto del ejército, se ha
abierto paso y ha entrado en Bélgica . Fuga de
leones .
De pronto , encima del desastre , encima del
monton enorme de muertos y de moribundos, en
cima de todo aquel heroismo infortunado, aparece
la vergüenza. Se enarbola la bandera blanca .
268 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

Estaban allí Turena y Vauban , representados,


el uno por su estátua , el otro por su ciudadela .
La estátua y la ciudadela asistieron a la capitu
lacion espantosa , y aquellas dos vírgenes , la una
de bronce , la otra de granito , se sintieron prosti
tuidas. ¡ Oh faz augusta de la patria! ¡Oh vergüen
za eterna !

!
VI.

Este desastre de Sedán era fácil de evitar á


cualquier otro , imposible á Luis Bonaparte. Lo
evitó tan poco , que fué á buscarle. Lex fati.
Nuestro ejército parecia dispuesto expresamente
para la catástrofe . El soldado estaba inquieto, des
orientado, hambriento . El 31 de Agosto habia en
las calles de Sedán soldados que buscaban su re
gimiento y que iban de puerta en puerta pidien
do pan . Se ha visto ya que una orden del empe
rador señalaba el dia siguiente, 1.° de Setiembre,
como dia de descanso . En efecto , el ejército esta
>

ba estenuado de fatiga. Y no obstante, sólo habia


caminado á cortas etapas . El soldado casi habia
perdido la costumbre de andar. Habia cuerpos ,
el 1.° por ejemplo, que sólo hacian dos leguas por
dia (el 29 de Agosto , de Stonne á Raucourt) .
24
370 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

En tanto el ejército aleman , inexorablemente


mandado, y dirigido al baston como el ejército de
Jerjes, hacía marchas de catorce leguas en quin
ce horas, lo que le permitia llegar de improviso
y cerner al ejército francés dormido . Dejarse sor
prender era la costumbre ; el general de Failly se
habia dejado sorprender en Beaumont ; durante
el dia los soldados desmontaban los fusiles para
limpiarlos, por la noche dormian , sin cortar si
quiera los puentes que les entregaban al enemi
go ; así no se hicieron saltar por negligencia los
puentes de Mouzon y de Bazeilles. El 1.° de Setiem
bre, antes de despuntar el sol , una varguardia
de siete batallones , mandada por el general
Schultz , se apoderaba de Rull y aseguraba la
conjuncion del ejército del Mosa con la guardia
real. Casi en el mismo minuto , con la precision
alemana, los wurtemburgueses se apoderaban del
puente de la Platinerie, y, ocultos en el bosque
Chevalier , los batallones sajones, desplegados en
columnas de compañías , ocupaban todo el cami
no de hierro de la Mosella à Villers-Cernay.
Por esto , ya lo hemos visto, el despertar del
ejército francés fué horrible. En Bazeilles , una
niebla espesa hacía más densa la humareda. Nues
tros soldados , asaltados en la sombra , no sabian
lo que la muerte queria de ellos ; se batieron de
LA CAIDA . 371

cuarto en cuarto y de casa en casa (1 ) . En vano


la brigada Reboul vino á apoyar la brigada Martin
des Paillières; fué necesario ceder. Al mismo tiem
po , Ducrot se veia forzado á concentrarse en el
bosque de la Garenne, delante del calvario de
Illy; Douay, quebrantado, se replegaba ; Lebrun
solo se sostenia sobre la meseta de Stenay . Nues
tras tropas ocupaban una línea de cinco kilóme
tros ; el centro del ejército francés hacía frente al
Este , la izquierda al Norte , la extrema izquierda
( brigada Guyomar) al Oeste ; pero no se sabía si se
hacía frente al enemigo , no se le veia ; el exter
minio hería sin mostrarse ; se luchaba con una
Medusa enmascarada . Nuestra caballería era exce
lente, pero inútil. El campo de batalla obstruido
por un gran bosque, cortado por espesuras, casas,
granjas y tapias era bueno para la artillería у la
infantería, malo para la caballería . El arroyo de
Gibonne, que corre en el fondo y le atraviesa, ar
rastró durante tres dias más sangre que agua. En
tre otros sitios de carnicería, Saint-Menges fué es
pantoso. La salida por Carignan , hácia Montme
des pareció posible al principio , despues se cerró .

(1 ) Los franceses fueron literalmente despertados por nues


tro ataque .»
HELVIG.
372 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

No quedó más que este refugio, Sedán; Sedán lle


no de carretas, furgones, bagajes y barracas para
los heridos, monton de combustible . Esta agonía
de héroes duró diez horas. Ellos se negaban á ren
dirse, se indignaban , querian acabar su muerte,
tan valerosamente empezada. Fueron entregados.
Ya lo hemos dicho ; tres hombres, tres soldados
intrépidos, se habian sucedido en el mando; Mac
Mahon, Ducrot, Wimpfen ; Mac-Mahon sólo tuvo
tiempo de ser herido, Ducrot sólo tuvo tiempo de
cometer una falta , Wimpfen sólo tuvo tiempo de
tener una idea heróica, уy la tuvo: pero Mac-Mahon
no es responsable de su herida , Ducrot no es res
ponsable de su falta y Wimpfen no es responsable
de la imposibilidad de la salida. La granada que
hirió a Mac -Mahon le retiró de la catástrofe : la
falta de Ducrot , la órden inoportuna de retirada
dada al general Lebrun , se explica por el horror
confuso de la situacion , y es más bien un error que
una falta ; Wimpfen , desesperado, necesitaba para
su salida veinte mil hombres y sólo pudo reunir
dos mil : la historia absuelve á estos tres hombres;
no hubo en este desastre de Sedán más que un
solo y fatal general, el emperador. Lo que se
anudó el 2 de Diciembre de 1851 , se desató el 2
de Setiembre de 1870; la carnicería del boulevard
Montmartre y la capitulacion de Sedán son, insis
LA CAIDA . 373

timos en ello , las dos partes de un silogismo; la


lógica y la justicia tienen la misma balanza; es
taba en aquel destino funesto, el empezar con una
bandera negra , la matanza , y terminar con una
bandera blanca, el deshonor.
VII.

¡ No habia otro recurso que la muerte ó el opro


bio! se necesitaba rendir el alma ó la espada. Luis
Bonaparte rindió su espada.
Escribió á Guillermo:

« Señor y hermano mio :


« No habiendo podido morir en medio de mis
»tropas, sólo me resta el poner mi espada en ma
»nos de Vuestra Majestad.
Soy de Vuestra Majestad el buen hermano .
« NAPOLEON . »

( Sedán 1.° de Setiembre de 1870. )

Guillermo contestó : « Señor y hermano mio :


acepto vuestra espada . » El 2 de Setiembre a las
LA CAIDA . ' 375

seis de la mañana, aquel llanó empapado de san


gre y cubierto de muertos , vió pasar una carre
tela con cuatro caballos enganchados á la Dau
mont, dorada, descubierta, y en aquella carretela
un hombre, con el cigarrillo en la boca. Era el
emperador de los franceses que iba a rendir su
espada al rey de Prusia.
El rey hizo esperar al emperador. Era dema
siado temprano, y envió á M. de Bismarck á decir
á Luis Bonaparte que « no queria » recibirle aún .
Luis Bonaparte entró en un caseron al borde del
camino . Habia en él un aposento con una mesa
y dos sillas. Bismarck y él apoyaron los codos sobre
la mesa y hablaron . Conversacion lúgubre. Cuan
do al rey le pareció bien , hácia al medio dia , el
emperador subió de nuevo al coche y se dirigió al
castillo de Bellevue situado a la mitad del camino
del castillo de Vandresse. Allí aguardó á que el
rey viniese. A la una , Guillermo llegó de Van
dresse у consintió en recibir a Luis Bonaparte. Le
recibió mal . Atila no tiene la mano ligera . El rey
rudo , buen hombre , mostró al emperador una
conmiseracion involuntariamente cruel . Hay pie
dades abrumadoras . El vencedor reprochó la vic
toria al vencido . La rudeza maneja mal una he
rida abierta . - ¿Qué idea habeis tenido de hacerme
la guerra ? — El vencido se excusó , acusando á la
376 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

Francia . Los i¡ hurras ! lejanos del ejército aleman


victorioso cortaban aquel diálogo .
El rey hizo conducir de nuevo al emperador
por un destacamento de la guardia real . Este
exceso de ignominia se llama « una escolta de
honor . »
Despues de la espada, el ejército.
El 3 de Setiembre, Luis Bonaparte entregó á la
Alemania ochenta .y tres mil soldados franceses.
« Además (dice el informe prusiano) :
»Una águila y dos banderas .
» Cuatrocientos diez y nueve cañones de cam
paña y ametralladoras.
» Ciento treinta y nueve cañones de plaza .
»Mil setenta y nueve carruajes de todas clases .
» Sesenta mil fusiles.
el servicio . »
»Seis mil caballos útiles para
Estas cifras alemanas carecen de exactitud .
Segun la utilidad del momento , las cancillerías
áulicas aumentan ó disminuyen el desastre . Hubo
unos trece mil heridos entre los prisioneros . Los
números varian en los documentos oficiales. Un
informe prusiano , que suma los soldados franceses
heridos o muertos en la batalla de Sedán , publica
este total : Diez y seis mil cuatrocientos hombres .
Este número horripila . Igual número de soldados ,
Diez y seis mil cuatrocientos, Saint-Arnaud habia
LA CAIDA. 377

hecho trabajar sobre el boulevard Montmartre el


4 de Diciembre .
A una media legua al Noroeste de Sedán , cerca
de Iges , el Mosa forma una península. Un canal
corta el mismo; de suerte que la península es una
isla. Allí fué donde fueron encerrados bajo el bas
ton de los cabos prusianos ochenta y tres mil sol
dados franceses. Algunos centinelas guardaban
aquel ejército. Aquellos vencidos permanecieron
allí diez dias, los heridos casi sin auxilios, los sa
nos casi sin alimento. El ejército aleman reia en
torno de ellos . El cielo se mezcló en el asunto , el
tiempo fué horrible. Ni barracas , ni tiendas. Ni
una hoguera , ni un haz de paja. Durante diez
dias y diez noches, aquellos ochenta y tres mil
prisioneros vivaquearon con la cabeza bajo la llu
via y los piés en el barro . Muchos murieron de
fiebre, lamentando el no haber sucumbido bajo la
metralla .
Al fin llegaron unos wagones para ganado y
se los llevaron .
El rey colocó al emperador en un sitio cual
quiera. Wilhelmshoë.
¡ Qué andrajo, un emperador vaciado!
VIII .

Yo estaba allí pensativo . Miraba aquellas lla


nuras , aquellos torrentes, aquellas colinas, lleno
de estremecimiento . Hubiera insultado con gusto
aquel sitio terrible.
Pero el horror sagrado me retenia .
El jefe de la estacion de Sedán habia venido á
ini wagon y me explicaba lo que yo tenía ante
los ojos. Me parecia apercibir a través de sus pala
bras los pálidos resplandores de la batalla . Todas
aquellas cabañas esparcidas y doradas por el sol ,
habian ardido : estaban reedificadas; la naturaleza
tan olvidadiza habia reparado, barrido , limpiado
y arreglado aquellos sitios. El trastorno feroz de
los hombres se habia desvanecido ; el orden eterno
habia recobrado su imperio. Pero ya lo he dicho;
por más que el sol iluminase aquel valle yo sólo
LA CAIDA . 379

veia en él humareda y tinieblas. A lo lejos, sobre


una colina á mi izquierda veia un vasto castillo;
era Vandresse . Allí estaba alojado el rey de Prusia.
A la mitad de aquella altura, a lo largo delcamino ,
distinguia por encima de los árboles tres torrecillas
agudas ; era otro castillo , Bellevue; allí Luis Bo
naparte se habia rendido á Guillermo ; allí habia
sido entregado nuestro ejército; allí fué donde des
pues de haber esperado cerca de una hora , silen
cioso; livido, delante de la puerta, cubierto de
vergüenza y aguardando que á Guillermo le aco
modara abrirsela; allí fué donde antes de recibirla
el rey de Prusia hizo hacer antesala á la espada
de la Francia . Más abajo, más cerca , en el valle,
á la entrada del camino que conduce á Vandresse ,
me mostraron una especie de caseron . Allí, me
dijeron , mientras aguardaba al rey de Prusia , el
emperador Napoleon III , descolorido, se habia
apeado ; habia entrado en un pequeño patio que
me enseñaron , en donde un perro encadenado
gruñia; se habia sentado sobre una piedra cerca
de un monton de estiércol y habia dicho: - Tengo
sed . Un soldado prusiano le habia dado un vaso
de agua .
Espantoso golpe de Estado. La sangre bebida
no apaga la sed . Debia sonar una hora en que el
desgraciado lanzaria este grito de fiebre y de ago
380 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

nía . La ignominia le reservaba aquella sed , y la


Prusia aquel vaso de agua .
Hez horrible del destino .
Más allá del camino, á algunos pasos de mi ,
cinco álamos cobijaban una fachada de una casa
cuyo único piso tenía una muestra . Sobre esta
muestra estaba escrito en gruesos caractéres este
nombre : DROUET . Esto acabó de ponerme sombrío.
Drouet, y leia Varennes. Tranquila casualidad
que confundia á Varennes con Sedán , y parecia
querer confrontar las dos catástrofes y atar en una
especie de cadena al emperador prisionero del ex
tranjero y, al rey prisionero del pueblo.
El oscurecimiento del desvarío cubria para mí
aquella llanura. Me parecia que el Mosa tenía re
flejos sangrientos;; la isla vecina cuya verdura ha
bia admirado, tenía por subsuelo una tumba : mil
quinientos caballos y otros tantos hombres habian
sido enterrados en ella : por esto la yerba era es
pesa ; desparramados por el valle hasta donde al
canzaba la vista aparecian montecillos de vegeta
ciones siniestras ; cada uno de aquellos monteci
llos señalaba el sitio donde habia sido enterrado
un regimiento . En uno habia sido aniquilada la
brigada Guyomar; en otro exterminada la divi
sion Lheritier; en otro habia perecido el sétimo
cuerpo , y en otro , sin haber podido abordar á la
LA CAIDA. 381

infantería enemiga , habia caido « bajo los fuegos


bien ajustados y tranquilos, » dice el parte pru
siano, toda la caballería Margaritte. De aquellas
dos cimas , las más elevadas de este recinto de co
linas , Daigny , enfrente de Givonne, que tiene
doscientos setenta y seis metros de elevacion,
Fleigneux , enfrente de Illy , que tiene doscien
tos noventa y seis metros, las baterías de la guar
dia real de Prusia habian destrozado al ejército
francés.
Esto se hacía desde lo alto, con la terrible au
toridad del destino. Parecia que habian venido ex
presamente los unos para matar , los otros para
sucumbir . Un mortero que es un valle , y una
mano de mortero , que es el ejército prusiano, hé
aquí la batalla de Sedán . Yo miraba sin poder
apartar los ojos, aquel campo de desastre, aquellas
ondulaciones del terreno que no habian protegido
á nuestros regimientos, aquel torrente en donde
se habia hundido la caballería, todo aquel anfi
teatro donde se escalonaba la catástrofe, las rocas
escarpadas y sombrías de Marphée; aquellas ma
lezas , aquellas vertientes , aquellos precipicios,
aquellos bosques llenos de emboscadas y en aque
lla sombra formidable, ich invisible ! te veia á tí .
IX.

Jamás ninguna caida fué más lúgubre .


Ninguna expiacion es comparable à ésta . Este
drama inaudito tiene cinco actos , de tal modo
horribles, que Esquiles mismo no se hubiera atre
vido á concebirlos . La Alevosia , la Lucha , la
Matanza , la Victoria , la Caida . ¡ Qué nudo y qué
desenlace ! Un poeta que lo hubiese predicho, ha
bria parecido un traidor; Dios sólo podia permitirse
en Sedán .
La proporcion en todo es su ley . A una cosa
peor que Brumario , era necesario otra peor que
>

Waterloo.
El primer Napoleon , lo hemos dicho en otra
parte (1 ) , habia hecho frente al destino ; su supli
cio no le habia deshonrado , habia caido mirando

( 1) El año terrible.
LA CAIDA . 383

fijamente a Dios. Habia entrado de nuevo en Pa


rís discutiendo á los hombres que le derribaban,
distinguiendo dignamente entre ellos , estimando
á Lafayette y despreciando á Dupin . Habia que
rido hasta el último momento ver claro en su
suerte; no se habia dejado vendar los ojos: habia
aceptado la catástrofe poniéndole condiciones .
Aquí nadá parecido . Podria casi decirse que el
traidor es herido á lo traidor. Es un desgraciado
que se siente agarrotado por el destino , y no sabe
>

lo que le hacen . Estaba en la cumbre del poder ,


amo ciego del mundo imbécil . Habia deseado un
plebiscito, y lo habia tenido. Tenía á sus piés al
mismo Guillermo . En aquel momento , brusca
mente su crímen le ha cogido. No ha sabido re
sistir ; ha sido el condenado que obedece á la con
dena. Se ha prestado á todo lo que la suerte ter
rible queria de él . No ha habido un paciente más
dócil.. No tenía ejército, y ha hecho la guerra. Só
lo tenía á Rouher, y ha provocado á Bismarck; sólo
tenía á Lebeuf, y ha atacado á Moltke . Ha con
fiado Strasbourg á Uhrich ; ha confiado Metz á Ba
zaine. Tenía cien mil hombres en Chalons ; podia
cubrir á París , y ha conducido él mismo , expre
samente y áá pesar de él, queriendo y sin preverlo ,
sabiéndolo y no sabiéndolo, miserable espíritu
presa del abismo , ha conducido á su ejército á un
384 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

sitio de exterminacion ; él ha hecho la eleccion


horrorosa de un campo de batalla sin salida : él
no tenía ya conciencia de nada , ni de su falta de
hoy , ni de su crímen de ayer : debia concluir,
>

pero sólo podia concluir como un fugitivo ; este


condenado no era digno de mirar cara á cara su
fin ; ha bajado la cabeza , y ha vuelto la espalda:
Dios le ha ejecutado degradándole ; Napoleon III,
como emperador , tenía derecho al rayo , pero para
él el rayo ha sido infamante; ha sido abrasado por
detrás.
X.

Olvidemos al hombre y miremos la huma


nidad .
"La invasion de la Francia por la Alemania en
1870 , ha sido un efecto de noche . El mundo se ha
asombrado de que pudiese salir tanta sombra de
un pueblo . Cinco meses negros . Hé ahí el sitio
de París . Hacer la oscuridad , puede probar el po
der , pero la gloria es hacer la luz . La Francia
hace la luz . De aquí su inmensa popularidad hu
mana. La civilizacion le debe la aurora. El espí
ritu humano, por ver claro , se vuelve del lado de
Francia . Cinco meses de tinieblas: hé ahí lo que
en 1870 la Alemania ha conseguido dar á las na
ciones : la Francia les ha dado cuatro siglos de
luz.
Hoy el mundo civilizado siente más que nunca
la necesidad que tiene de la Francia . La Francia
25
386 HISTORIA DE UN CRÍMEN .

se ha probado con el peligro. La apatía ingrata de


los gobiernos ha hecho crecer la ansiedad de las
naciones . Al ver á París amenazado , ha invadido
á los pueblos un terror de decapitacion. ¿Van á de
jar hacer á la Alemania? Pero la Francia se ha
salvado sola . Se ha bastado con levantarse . Pa
tuit dea .
Hoy es más grande que no lo fué jamás . Lo que
hubiera sido la muerte de cualquiera otra nacion ,
la ha herido apenas. Las sombras de su horizonte
han hecho más visible su luz . Lo que ha perdido
en territorio , lo ha ganado en resplandor. Por
esto es fraternal sin esfuerzo. Encima de su des
gracia está su sonrisa . No es sobre ella sobre quien
pesa el imperio gótico. Es una nacion de ciuda
danos , y no un rebaño de súbditos ¿Las fronteras?
¿Habrá fronteras dentro de veinte años? ¿Las vic
torias ? La Francia tiene en el pasado las victorias
de la guerra , y en el porvenir las victorias de la
paz. El porvenir es de Voltaire y no de Krupp . El
porvenir es del libro y no de la cuchilla. El por
venir es de la vida , y no de la muerte . Hay en la
política opuesta a la Francia una cierta cantidad
de sepulcro ; buscar la vida en las viejas institu
ciones , es cosa vana , y alimentarse del pasado es
morder en la ceniza . La Francia tiene la facultad
del resplandor ; ninguna catástrofe política ó mi
LA CAIDA . 387

litar podrá quitarle esta supremacia misteriosa .


Pasada la nube , se vuelve á ver la estrella
La estrella no tiene cólera , la aurora no tiene
rencor. La luz se satisface siendo luz . La luz lo
es todo ; el género humano no tiene otro amor.
La Francia sabe que es amada , porque es buena,
у el más grande de todos los poderes es el de ser
amado . La Revolucion francesa es para todo el
mundo . Es una batalla perpetuamente empeñada
para lo justo y perpétuamente ganada para lo
verdadero. Lo justo es el fondo del hombre ; lo
verdadero es el fondo de Dios . ¿Qué hacer contra
una revolucion que tanta razon tiene? Nada . Amar
la . Esto es lo que hacen las naciones . La Francia
.

se da , el mundo la acepta . Todo el fenómeno ac


tual está en estas palabras. Se resiste á la inva
sion de los ejércitos, no se resiste a la invasion de
las ideas . La gloria de los bárbaros es ser conquis
tados por la humanidad ; la gloria de los salvajes
es ser conquistados por la civilizacion ; la gloria
de las tinieblas es ser conquistadas por la antor
cha . Por esto la Francia es querida y consentida
de todos . Por esto no teniendo ningun odio , no
tiene ningun temor ; por esto es fraternal y ma
ternal; por esto no puede ser empequeñecida ni
humillada , ni irritada; por esto , despues de tan
tas pruebas, de tantas catástrofes, de tantos de
388 HISTORIA DE UN CRÍMEN.

sastres , de tantas calamidades, de tantas cai


das, incorruptible é invulnerable, tiende la mano
á todos los pueblos desde lo alto .
Cuando la mirada se fija sobre este viejo con
tinente removido hoy por un soplo nuevo , apare
cen ciertos fenómenos, parece que se entrevé la
formacion de esta cosa augusta y misteriosa, la
formacion del porvenir. Se puede decir que lo mis
mo que la luz se compone de siete colores, la civi
lizacion se compone de siete pueblos . De estos pue
blos, tres, la Grecia, la Italia y la España, repre
sentan el Mediodía ; tres, la Inglaterra , la Ale
mania y la Rusia, representan el Norte; el sétimo,
ó el primero, la Francia, es a la vez Norte y Sur .
Celta y Latina, Gótica y Griega. Este país debe á
su cielo este azar sublime , el cruzamiento de dos
rayos, come si se dijera la union de dos manos,
es decir, la paz . Tal es el privilegio de esta Fran
cia ; ella es a la vez solar y estrellada ; ella tiene
en su cielo tanta alba como el Oriente , y tantos
astros como el Septentrion . Algunas veces su luz
se levanta en las tinieblas, en la noche negra de
las revoluciones y de las guerras brilla su resplan
dor, y son boreales sus auroras .
Un dia no lejano, las siete naciones que reasu
men la humanidad ,se aliarán y se fundirán, como
los siete colores del prisma, en un radiante arco
LA CAIDA . 389

celeste ; el prodigio de la paz aparecerá eterno y


visible encima de la civilizacion, yel mundo con
templará deslumbrado el inmenso arco -íris de los
Pueblos -Unidos de Europa .

FIN .

1
ÍNDICE

JORNADA TERCERA ,
Páginas.

LA MATANZA ...... 1

‫ܘܕܝܕܢܘܙ‬
I. Los que duermen y el que no duerme .
II. El interior del comité 7
III. El Elíseo por dentro 21
IV . Los familiares.. 29
V. Un auxiliar indeciso .. 38
VI . Denis Dussoubs .. 42
VII . Noticias y encuentros.. 45
VIII. Situacion .... 53
IX. La Puerta Saint-Martin 64
X. Mi visita á las barricadas.... 68
XI . La barricada de la calle Meslay ... 77
XII . La barricada de la alcaldía del 5.º distrito .. 84
XIII . La barricada de la calle Thevenot...... 88
XIV. Ossian y Escipion .... 94
XV . La cuestion se plantea..... 107
XVI. La matanza .. 116
XVII. Cita con las sociedades obreras .... 132
XVIII . Confirmacion de las leyes morales.. 141
392 ÍNDICE .

CUARTA JORNADA.
Páginas.

LA VICTORIA ...... 147


I. Los hechos de la noche.- La calle Tique
tonne..... 149
II. Los hechos de la noche. - El barrio de los
Mercados ... 156
III. Los hechos de la noche. - El Petit Carreau . 178
IV. Los hechos de la noche.- El Pasaje Sau
mon .. 200
V. Más cosas negras..... 213
VI. La comision consultiva ... 225
VII. La otra lista ... 236
VIII. David d'Angers... 239
IX. Nuestra última reunion 242
X. El deber puede tener dos aspectos..... 249
XI. Terminado el combate empieza la prueba ... 264
XII. Los expatriados.. 267
XIII.. Comisiones militares y. comisiones mixtas... 292
XIV. Detalle religioso ... 299
XV. Cómo salieron de Ham 0 301
XVI. Mirada retrospectiva .... 318
XVII. Conducta de la izquierda .. 321
XVIII. Página 'escrita en Bruselas.. 337
XIX. Bendicion infalible ... 344

CONCLUSION.

LA CAIDA . 347
S.
Biblioteca
BBC de Catalunya

Ada .
-Tus
CB .
1001123053

8
BIBLIOTECA DE 3759
tat de Catalunya
O Departament de Cultura

1001123053

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