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CARTA DEL TRADUCTOR
SEÑORA MIA :
0. B. S. P.
DE ORIHUELA .
LA
CAPITULO PRIMERO .
Por el mes de febrero último , en uno de sus dias mas frios , dos
gentlemen sentados , con el vaso en la mano, en un magnífico come
dor de una casadel pueblo de P... en el estado de Kentucky, dispu
taban con mucho calor sobre un objeto de grande importancia .
Ningun criado estaba presente.
Por la facilidad del lenguaje hemos dicho dos gentlemen , sin em
bargo , uno de ellos, examinado con atencion , no parecia pertenecer
á tal categoría. Era pequeño y regordete, y tenia un semblante comun
y grosero ; por su aspecto pretencioso y ordinario demostraba ser un
hombre de clase baja que trata de confundirse con las personas de la
alta sociedad .
El chaleco , mezclilla de colores encendidos , la corbata negra con
puntos amarillos y el lazo muy abierto estaban en perfecta armonía
con su aire de arrogancia. Sus manos grandes y ásperas estaban
adornadas con muchos anillos. Por la parte esterior del chaleco lucia
una pesada cadena de oro , de la que pendian multitud de diges de
todas clases, los cuales , en el ardor de la discusion , tenia costumbre
sacudirlos con placer. El lenguaje que usaba , poco de acuerdo
con los preceptos de la gramática de Murray iba siempre salpicado
de locuciones y modismos especiales , que aunque quisiéramos ser
exactos no nos atrevemos á transcribirlos.
El compañero de ese personaje , M. Shelby , tenia , por el contrario,
8
s be
Agradable será conocer las causas que influyen en que tesclavi
rido
tud sea menos cruel en el estado de Kentucky. El predominio de los
a la
trabajos agrícolas, bajo una temperatura igual y dulce, es grande en
ese país en que las estaciones periódicas no traen consigo cambios
om bruscos y violentos que exijan un trabajo precipitado Уy rudo ;por
consecuencia el negro se conserva mas fuerte y goza de mas salud ;
ker ? sobre todo cuando el dueño, contento con un módico beneficio, sin
oles, ser cruel, guarda alguna proporcion entre los intereses de esos seres
es v desgraciados que gimen en esclavitud , y sus ganancias, como gene
de la ralmente sucede .
men . Cualesquiera al visitar un fundo, viendo la indulgencia bienhecho
otro ra de sus propietarios y la leal afeccion de los esclavos se siente in
sabe clinado á creer en la leyenda de la institucion patriarcal . Desgracia
Estos damente, esta escena está á cubierto de una sombra espanlosa, la
her sombra de la ley . Hace tanto tiempo que la ley considera à esos se
es res que tienen un corazon que late, y un alma que siente como sim
Rente ples cosas que pertenecen á un individuo ; tanto tiempo que una falta,
un accidente, una imprudencia ó la muerte de un buen amo, puede
de un momento al otro cambiar la dulce proteccion en desoladora mi
por seria , que es imposible obtener buenos resultados en la administra
hoy cion de la esclavitud mejor reglamentada.
mas, M. Sherby era un escelente hombre, dotado de buenos sentimien
se no tos, muy indulgente respecto de los que le rodeaban ; jamás habia mi
atigo rado con indiferencia lo que podia contribuir al bien estar de los es
Sus clavos desus posesiones. El habia puesto en planta diferentes espe
la de culaciones de las que la mayor parte habian fracasado. Las deudas
egu fueron consecuencia de esas operaciones, y de sus pagarées gran nú
me mero se encontraban en manos de Haley, con lo que queda esplicada
la conversacion precedente.
to de Como hemos visto, Elisa pasando cerca de la sala en que estaban
losinterlocutores, habia podido oir lo suficiente para comprender
que un corredor hacia á su amo proposiciones de compra.
arte, Cuando ella salió de la sala se hubiera creido dichosa con poder de
que tenerse á la puerta, si su ama justamente no la hubiese llamado en
e los aquel momento.
juro Sin embargo creyó haber comprendido que se trataba de su hijo.
A esta idea el corazon se le oprimió é involuntariamente apretó tanto
ble la entre sus brazos á Harry , que éste la miró con la mayor sorpresa.
>
ino
¡ Oh ! ¡ señora ! ¡ Oh! iseñora I Está en el comedor un señor que
mi habla con el amo. Yo lo he oido ,
- ¿ Y bien ? Q
re
ci EI amo quiere vender mi Harry ! y la pobre madre se echó á
llorar amargamente .
¡ Venderle ! Nó hija. Tú sabes que jamás tu amo se entenderá con
esos compradores del Sud, y que nunca venderá á ninguno de sus
esclavos, mientras que éstos se comporten bien . ¿ Porqué suponer
que él quiere vender á tu Harry ? Vamos, ánimo , péiname como el
otro dia y no escuches en lo adelante detras de las puertas.
- Vd señora, no dará su consentimiento , ¿ no es cierto ?
- Sin duda ninguna : como habria yo de permitirlo. ¡ Vender á
uno de mis criados! ¿Porqué perder el tiempo hablando mas de
eso ? Pero , á fé mia, Elisa, estás orgullosa con tu hijo . Como venga
unhombre á casa ya te figuras que viene á comprarlo.
Tranquilizada por el tono persuasivo de la señora Shelby, Elisa
acabó de peinará su señora con el mayor esmero , riéndose ella
misma de lo infundado de sus temores.
La señora Shelby, era una muger muy distinguida tanto por sus
sentimientos como por su inteligencia. A su carácter generoso y
magnánimo, distintivo general en las mugeres de Kentucky, reunia
los principios severos de buena moral , fortalecidos por una práctica
religiosa constante. Su esposo aunque de un carácter mas anti-religioso
respetaba mucho las opiniones de su muger. Verdad es que permitia
entera libertad al generoso empeño de aquella por el bienestar y la
instruccion de los esclavos. El no creia en la eficacia de las obras que
se piden por intercesion de los santos ; juzgaba á su modo, que su
esposa tenia sobrada piedad para conducirle al cielo con ayuda de
sus muchas virtudes por cuya práctica él no se esforzaba mucho .
La necesidad de hablar con su muger sobre los arreglos proyec
tados en la conversacion que tuvo con el corredor era un pesado
fardo para su imaginacion , que de ante mano le presentaba los obstá
culos y las objeciones con que estaba seguro que habria de luchar. a
La señora Shelby ignoraba absolutamente la posicion embarazosa
de su esposo , y conocedora de la bondad de su corazon , era de
masiado sincera en la incredulidad con que habia oido las sospechas
de Elisa . Así es que no tardó en olvidarlas , no ocupándose mas que
de los preparativos para una visita que debia hacer.
CAPITULO II .
LA MADRE .
Elisa habia sido educada desde niña por su ama , de quien cons
tantemente recibió las mayores muestras de distincion y de cariño .
Cualquiera que haya viajado por el Sud ha podido notar el aspecto
13
encia
salia
3 se
o en
S3
CAPITULO III .
jsma
ben
ornó ESPOSO Y PADRE .
lava
ería .
enos La señora Shelby acababa de salir; Elisa, de pié bajo el colga
de la dizo ( 1) miraba tristemente alejarse el carruage de su ama, cuando
sintió una mano que suavemente se posaba sobre sus hombros. Vol
su vió la cara y la mas angelical sonrisa se asomó á sus labios.
dida - ¿ Eres tú Jorge ? i| Mehas causado miedo ! ¡ Oh ! qué dichosa soy
nte . viéndote. La señora ha salido y no volverá hasta muy tarde de la no
ora che, yo estoy libre ; ven á mi cuarto.
ielo Dicho esto condujo á Jorge å una habitacion pequeña muy bonita ,
que se comunicaba con el colgadizo ; era el cuarto en que ella traba
eró, jaba ordinariamente, para estar pronta al llamamientode su señora.
za i Que feliz soy ! Pero ¿ porqué no te sonries ? porqué no miras
jos á nuestro Enrique . Ves con la rapidez que crece ! (El niño miraba
Eué tímidamente a su padre, abrazándose á Elisa .) No es verdad que
es hermoso ? añadió Elisa separando a su hijo los espesos bucles que
eso le caian sobre el cuello para besarlo .
30 , ¡ Ojalá que no hubiese venido al mundol esclamó Jorge con
ra acento de amargura , yo mismo quisiera no haber nacido .
l Elisa asustada por el tono de voz, de su marido, se sentó, descanso
la cabeza sobre los hombros de Jorge y bañósus ojos de lágrimas.
- Elisa mia, soy muy cruel con hablarte de este modo. ¡ Pobre ni
-
*
2
CAPITULO IV.
a
del prójimo debia contenerse en lo sucesivo .
¡ Con qué Vd . se lo ha cantado en los oidos de Tom ! | Vea Vd.
а
en lo que se entretienen estos jóvenes ! Vd . habrá confundido á ese
pobre Tom : i10h señor Jorge, es Vd. capaz de hacer reir á los
muertos !
-Sí , le dije á Tom , yo quisiera verle gustar las pastas de Chloé,
>
ON
á ver quele parecian.
1: Infeliz Tom , dijo la tia Chloé, cuyo buen corazon iba tomando
en grande espansion con lo que decia Jorge : Vd. deberia convidarle á
comer uno de estos dias ; que yo respondo por mi particular.... Vd .
ué sabe muy bien, señor Jorge, que no por sus privilegios ha decreerse
rar superior'a nadie ; pero los privilegios de Vd. emanan de arriba no
ya , es ello ? Es necesario no olvidarlo , añadió con tono muy solemně .
20 Corriente : yo convidaré á Tom uno de los dias de la semana
próxima, y Vd. echará el resto tia Chloé ; le regalaremos y le hare
2
nás de las palabras cantadas eran tomadas de los salmos que entona
ban en las iglesias vecinas ; otras, con una poesía mas salvage y mas
mística, eran recuerdos de lo que habian oído los negros en las mi
siones religiosas .
Con la mayor uncion cantaban en coro : C
JOE
; Morir sobre el campo de batalla,
Morir sobreel campo de balalla, COD
Gloria á mi amo ! TOT
de
O bien : Sus
nas
senc
Estoy en el camino de la gloria i quereis pues acompañarme? tura,
¿ No veis que los ángeles me hacen señas y me llaman ?
¿ No advertis la ciudad de oro y su dia eternal ? INSPI
plic
Y otros himnos en que hacian referencia a las orillas de Jordan , á Mi
de m
las campiñas de Canaan y á la nueva Jerusalem ; porque la imagi
L.
nacion de los negros acepta con mucha facilidad todas esas espre centar
siones simbólicas. En tanto que unos cantaban , otros reian y otros conta
lloraban de contento : aplaudian, se daban las manos afectuosamente edor.
en señal de simpatía y de placer ; viéndolos habríase creido en efecto
que acababan realmente de atravesar el Jordan .
Diversas oraciones y ruegos alternaron con los cánticos . Una an MS
ciana muger con los cabellos blancos como una mota de algodon, en
estado de ser inútil ya para el trabajo,5 encorvada bajo el peso de los
años, y que estaba considerada entre los suyos como un oráculo , tante ,
apoyándose sobre su baston dijo :
UD
Hijos mios,estoy muy contenta por haberos oido aun una vez
mas. No sé cuando partiré para la gloria, pero hemos concluido y -F
estoy dispuesta á ello : hijos mios, meparece que espero , con mi sa s le
co de viaje a la espalda y mi sombreropuesto,la diligencia que debe -5
llevarme á mi patria . Algunas veces, en medio de la noche , he creido sado
oir el ruido de las ruedas, y he mirado, pero no la he visto llegar. Pa
Cuiden todos de estar listos, porque como os digo , hijos mios, aña
dió golpeando el suelo con su baston, es maravillosamente hermosa compe
nuestra patria; sí maravillosamente hermosa . Y la buena anciana se
sentó de nuevo, sofocada con la emocion que acababa de esperimen
tar, bañadas las megillas en lágrimas, mientras que toda la asamblea Her i
entonaba el canto : e
-l
i Oh Canaan : i hermoso Canaan ! bram
¡ Yo parlo para Canaan ! i
A peticion general leyó Jorge los últimos capítulos del Apocalip Com
sis, en medio de los aplausos del auditorio y de esclamaciones de to
dos .
i Será posible ! 1 Oid pues ! ¡ Cuándo pienso en ello ! 1 Con qué todo
ha de tener fin ! pi
29
CAPITULO V.
hijo, si le vendo para que sea atormentado su cuerpo , para que tal
vez lo sea tambien su alma ?
· Verdaderamente me desesperas viéndote tomar las cosas de ese
modo , Emilia ; respeto tus sentimientos y tus principios, aunque no
estamos enteramente de acuerdo . Pero lo repito , ya no puedo yo na
da en ese asunto. No hay remedio : es indispensable vender esos
dos ó todos los demas. Ciertos créditos pasivos mios han caido en
manos de
á
Haley, y si no los pago alinstante meveo arruinado .He
pedido à préstamo, cuánto he podido lo he hecho dinero, pero el
precio deesos dosesclavos era indispensable para completar la su
ma . Haley le echó el ojo al chiquillo de Elisa , y no quería concluir el
asunto sin poseerlo . Yo estaba en su poder y fué preciso que cediese .
Si te ' es tan penoso desprenderte de esos dos esclavos qué hubieras
dicho al vernos forzados á venderlo todo ?
La señora Shelby quedó como petrificada. Por último , sentándose
enfrente del espejo apoyó la cabeza entre las dos manos y dejó esca
par un doloroso suspiro.
¡ He aquí la maldicion de Dios sobre la esclavitud ! ¡ Maldicion
para el amo, maldicion para el esclavo ! He sido una insensata en
creer que pudiera producir bien ese mal sin remedio. ¡ilEs una falta
enorme poseer un esclavo bajo las leyes que nos rigen !'Yo he tenido
estos sentimientos desde mi infancia, robustecidos mas desde que
formo parte de una iglesia. Habíame figurado, que en fuerza del ce
loso interes con que he mirado á mis esclavos, de la instruccion que
les he proporcionado, la bondad de mi trato y mi cariño , lograria que
estos prefiriesen la esclavitud á la libertad : ;ܐcuán insensata he sido !
Pero , muger, te vuelves abolicionista , por lo que veo.
-
| Abolicionista ! ¡ Ah ! si ellos supiesen de la esclavitud todo lo
que yo sé, ellos podrian esplicar entonces lo que yo siento con la
elocuencia del corazon. ¿ No tienen mucho que enseñarnos ? Me pro
bado yo acaso las amarguras de ese estado ? y sin embargo siempre
he sentido íntimamente tener esclavos.
En eso difieres tú de muchos sábios y piadosos. ¿ Te acuerdas
del sermon que predicó M. B... el domingo pasado ?
Me acuerdo, pero no hago caso de semejantes sermones, ni me
intereso por oir predicar de nuevo á M. B... , en nuestra iglesia . ¡ Sin
duda los pastores no pueden impedir el mal , puesto que no pneden
curarlo , pero si prohibirlo ! Ya ves, tú mismo no te has reformado y
eso que tienes ese sermon en la memoria .
Confieso, contestó M. Shelby que muchas veces esos ministros
exigen cosas tan difíciles de cumplir, que los pobres pecadores como
nosotros no podemos complacerles. Nosotros,con arreglo á lo que
vemos , estamos generalmente obligados á cerrar los ojos y pasar
por alto muchas cosas que no están efectivamente justificadas; y no
nos gusta que los pastores y las mugeres nos vengan a tratar ciertas
cuestiones de un modo tan lato, figurándose mas al corriente que
nosotros mismos en materias de moral. Ahora, querida amiga, es
pero que te persuadas que yo no he hecho sino lo que nos conviene
imperiosamente, y que las circunstancias no me han permitido otra
cosa .
33
conversacion . Así que todo estuvo en silencio , salió del escondite sin
hacer ruido , pálida y temblando , los labios contraidos У el corazon
oprimido , pero llena de resolucion ; habia cambiado enteramente ,no
era ya la tímida y dulce criatura que hemos conocido . Ella se deslizó
silenciosamente a lo largo del corredor, detúvose un instante delante
de la puerta de su ama , y levantando las manos al Cielo , como si le
rogase que viniese en su apoyo , entró en la habitacion.
Componíase esta de una pequeña pieza en el mismo piso que la de
sus amos: en un lado , la ventana donde se ponia á trabajar siempre
cantando , en otro, algunos libros que adornaban el estante de su
34
DESCUBRIMIENTO .
gado !
Ella ha sospechado algo ! esclamó M. Shelby, i ella se ha fu
sea .
| Alabado sea Dios ! dijo la señora Shelby , Dios quiera que así
· Muger, hablas como una loca. Buen negocio habria yo hecho .
Haley queme ha visto vacilar cuando se trataba de la venta del hijo,
será capaz de creerme cómplice en esta fuga. Se trata de mi honor.
Y M. Shelby salió precipitadamente.
Por espacio de un cuarto de hora , hubo una sorpresa general entre
los esclavos y una confusionestraordinaria. Todos se hacian lenguas ;
no se oian mas que esclamaciones, idas y venidas, ruido de puertas
que se cerraban y se abrian . La única persona capaz de dar alguna
luz sobre el asunto, capaz de descubrir aquel misterio erațla tia Chloé
y permanecia muda . Un velo de tristeza cubria su semblante antes
alegre y espresivo ; ocupábase en los preparativos del almuerzo y pa
recia insensible a la consternacion general.
En seguida como una docena de diablillos negros, muchachos de
distintas edades se fueron á colgar de la baranda del colgadizo, como
otros tantos cuervos de mal agüero, disputándose cada uno en ser el
primero á informar al comprador de la ocurrencia.
- Apuesto á que se pondrá furioso ! dijo Andy .
¡Qué juramentos va a hacer! añadió el negro Jack .
- Nada remediará con eso, dijo Mandy ; yo lo he visto muy bien
ayer' y lo he oido todo : me escondí en el cuarto de la señora y no se
me ha escapado ni una palabra de cuanto ella ha dicho, y del cariño
>
CAPITULO VII .
LA FUGA.
CAPÍTULO VIII .
mas ventajosas .
Presentóse pues ante la tia Chloé, con aire patético , como si hu
biera sufrido cruelmente , por la inocencia perseguida. Al dirigirse
directamente á la ilustre funcionaria, tributó homenage áá su superio
ridad gerárgica. Sus caricias tuvieron éxito, y ningun candidato para
la diputacion egerció nunca mayor imperio sobre un elector candido ,
que el que obtuvo el negro sobre la tia Chloé. Aun cuando hubiera
sido el hijo pródigo no le habrian tratato con mayor y mas maternal
liberalidad. En breve tuvo la dicha de sentarse en presencia de un
gran plato de estaño, en donde vió reunidos los restos de cuanto en
los tres dias anteriores se sirvió a la mesa. En él figuraban en pinto
resco desórden , alas de pollos, tajadas de jamon , tortas doradas, ba
jos relieves de pastel representando , todas las formas geometricas
imaginables . Samuel , coronado con su sombrero , disponia á lo
soberano de todos aquellos comestibles , y Andy era su primer
ministro. be
De todas partes venian allí para oirle relatar las hazañas del dia ;
fué aquella , para Samuel , una hora de gloria ; él contó y volvió á con +
tar sus aventuras que enriqueció con mil adornos. Su narracion hizo
reirmucho ; pero Ŝamuel conservó inalterable la gravedad senten
ciosa que exigia segun él su papel. 10
CAPÍTULO IX.
cólico acento . 1
pensaria en separse de mí .
No se escapan los negros, cuando son dichosos, y si huyen de las
habitaciones y se conciertan alguna vez contra sus malvados opre
sores, cúlpese al mal tratamiento que se les dá , á las privaciones de la
toda especie, á y los tormentos físicos y morales con que se les
agovia, oprime y apresura la muerte. 92
Dejadmequerida María razonar, y observaros que...
Detesto los razonamientos, John, mayormente si versan sobre
tan bárbaro asunto. Vosotros, hombres políticos, sabeis el arte de
oscurecer las cosas mas claras , y embrollar las cuestionesmas sencillas .
Mas no sois consecuentes con vosotros mismos cuando entrais en el
oscuro y falso laberinto de la política ; os conozco demasiado ; y en
el fondo, no creo engañarme, asegurando que no sois mas partidario
que yo de tan inicua ley .
En aquel crítico momento, ei anciano Eudjoé, el negro factotum
de la casa, abrió la puerta para rogar a la señora pasase por un ins
tante á la cocina. Celebró elsenador aquella interrupcion ; vió ale
jarse su encantadora y sensible muger con cierta cómica mezcla de
satisfaccion
diarios.
y de despecho ; se sentó en un sillon y se puso á leer los
Al cabo de algunos instantes, oyó á su muger que le decia : Jhon ,
Jhon / ven , ven aquí!
Fué inmediatamente M. Bird á la cocina , y quedóse estupefacto
del espectáculo que se ofreció a su vista. Una joven mujer cuyas
63 -
responderla.
Sí, he perdido un hijo. ¿ Porqué me lo preguntais ?
Para asegurarme que erais capaz de comprender mis penas . Al
huirme de la casa de mi amo habia ya llorado la pérdida sucesiva de
dos hijos. Este ángel , y mostró a su niño, que jámas se ha separado
de mí, forma mi orgullo y todo mi consuelo . ¡ Pues bien , señora,
querian arrancarlo de mis brazos, para venderlo y llevarlo a los Es
tados del Sur ; á este tierno niño que todavia no ha pasado ni un
solo dia separado de su madre ! ¡ No he podido acostumbrarmeá tan
dolorosa idea ! sabia que me era imposible vivir sin él , y cuando
supe que el trato estaba ya cerrado, que mi hijo habia sido vendido,
lo tomé enmis brazos, y partimos favorecidos con la oscuridad de
la noche. Perseguíame el hombre que lo habia comprado , con unos
cuantos de la casa de mi amo ; iban ya á cogerme y me lancé sobre
el hielo ... cómo he podido pasarlo , lo ignoro . Solo puedo deciros
que un hombre me ayudó a salir del centro de las aguas.
Escitó esta relacion una viva simpatía entre sus oyentes. Ocultá
ronse en seguida el rostro los dos niños entre los pliegues del ves
tida maternal y se enjugaron sus húmedos ojos.Sollozaba la señora
Bird, mientras que Dinah fervorosamente esclamaba :
- 1 Dios mio, tened piedad de nosotros ! El anciano Cudjoe hizo
ver su emocion por singulares gestos, y frotándose losojos con las
mangas de su chaqueta. En su cualidad de hombre político , nuestro
senador no podia mostrar la sensibilidad de los demas mortales; vol
vió la espalda á aquel tierno y triste cuadro, y limpió sus anteojos,
sonándose las narices con frecuencia .
- & Acabais de decirme que teniais un buen amo ? la preguntó
volviendose de repente .
Y lo repito, ahora, respondió Elisa : mas debia una importante
suma de dinero y ha tenido que pasar por los caprichos de su acrehe
dor : le he oido dar tales razones á mi señora que intercedia en mi
favor, que cuando supe que la venta se habia consumado tomé el
solo partido que me restaba para conservar mi único tesoro.
& Estais casada ?
Ší , pero mi marido pertenece a otro señor, que le trata con du
reza, y le permite apenas venir á verme. Tratan ahora de venderlo y
esprobable que no le vuelva á ver mas.
La tranquilidad aparente con que Elisa pronunciaba aquellas pa
labras, hubieran hecho creer à un observador superficial que estaba
enteramente conforme con su suerte ; mas-sus ojos probaban lo con
trario,> dejando ver las les augustias que la martirizaban .
-
nio,
i sin
-73
I
CAPITULO X.
ENTREGA DE LA MERCANCÍA
tas del delantal á sus ojos ; estoy tan llena de tribulacion y de dis
gusto, que no sé lo que me pasa .
Moises y Pedro se estuvieron tranquilos con los ojos fijos sobre sus
padres ; pero el mas joven de los hijos , sin desprenderse del vestido
de la madre, daba gritos muy imperiosos.
Ahora comerás, dijo la tia Chloé, tomando al hijo en brazos ;
tendrás pollo y mamá no te reñirá mas.
Sin esperar segunda invitacion los muchachos se arrojaron muy lis
tos sobre el almuerzo .
Ahora voy áá ocuparme en arreglar tu ropa , dijo Chloé mirando
con ternura á su marido,á así que el almuerzo se concluyó : tu nuevo
amo tal vez se oponga á que lleves el cofre, pero no importa; aqui
tienes en este rincon la franela para tus reumatismos, cúídala bien
porque nadie te dará otra : aquí van tus camisas viejas, y en este otro
lado las nuevas. Yo habia comenzado ayer á apuntarte las medias
pero no pude concluir de arreglarlas . ¡ Ay de mí ! ¿ quién te las com
pondrá en lo adelante ?
Y la tia Choé colmada de dolor descansó la cabeza sobre el baul y
se echó á llorar .
Saber que nadie se ocupará de ti, ni se interesará cuando estés
bueno ó enfermo! ... ¡ Oh , esto es terrible !...
Los hijos , despues de haber devorado todo lo que habia sobre la
mesa , empezaron á concebir una idea vaga de la situacion . Como
veian triste a su madre llorando , tambien ellos tomaron parte en el
sentimiento general y comenzaron á frotarse los ojos. La pequeñita,
estraña á la emocion de los demas, se subió sobre las rodillas del tio
Tom , y se entretuvo en estirarle las sortijas de sus cabellos у acari
ciarle pasándole las manos por la cara con grotescos movimientos é
inocentes sonrisas .
-
Alégrale, pobre niña, dijo la tia Chloé, ya te llegará tambien
el turno. Algun dia verás vender á tu marido , y tú tambien serás
vendida, lo mismo que tus hermanos, si tienen algun mérito.
En este momento uno de los hijos anunció :
- Ahí viene la señora !
-¿Qué quiere ? Si su presencia en este momento pudiera sernos
útil ... dijo la tia Chloé.
Entró la señora Shelby, diola una silla la tia Chloé, con ademan
brusco y frio, en el que fingió no haber reparado la señora. Ella
estaba pálida y turbada.
- Vengo para ... se detuvo repentinamente y al cabo de un instante
que dedicó a la consideracion de aquel grupo silencioso , sentóse
cubriéndose el rostro con un pañuelo .
- ; Cálmese , Vd . señora , añadió la tia Chloé, rompiendo a su vez
en amargos sollozos .
Lloraron por algunos instantes todos juntos, y aquel dolor comun
entre los criados y la señora , ahogó todo resentimiento en el corazon
de los oprimidos .
O vos que visitais los desgraciados, sabed que el dinero dado
friamente no merece una lágrima de grata simpatia.
Mi buen Tom , le dijo la señora ,nada puedo hacer por tí en este
76
bien contigo , así como con todos mis negros ;mas paraque yodé
principio a ello es necesario que te conduzcas conmigo de una ma
nera leal y conveniente. Jamas he sido cruel con mis esclavos, y
cifro mi principal cuidado en tratarlos lo mejor posible. Correspon
ded con una buena conducta á mi benevolencia , y cuidado si burlais
>
CAPÍTULO XI .
3
1
81
despierta soñando .
En aquel instante, un negro vino á anunciarle que la habitacion
estaba ya dispuesta .
Jim , cuida de lasmaletas , le dijo con calma el supuesto conde,
y dirigiéndose en seguida á Wilson , añadió : Desearia que se tomase
2
sipi ...
- Señor Wilson yo sé á lo que rie espongo , pero he tomado mis
precauciones .
Y desabrochándose el gaban enseñó un puñal y un par de pistolas.
Lo necesario para hacer frente a mis agresores, añadió él; yo
no iré nunca á los Estados del Sud. Si se me quiere obligar a la fuer
za, sabré conquistarme seis piés de tierra libre que poseeré en el de
Kentucky por la primera y última vez .
De veras, Jorge , la exaltacion de tus ideas me inquietan y me
causan espanto . Querer violar las leyes de tu país !
¡ Aun mi país ! Señor Wilson , Vd . tiene pairia, pero yo ... mi
madre era esclava . ¿ Qué leyes existen en favor nuestro ? nosotros no
las dictamos ; nosotros no las ratificamos , nosotros no tenemos fa
cultad de mezclarnos en eso . Ellas no sirven mas que para nuestra
destruccion ; para ponernos siempre bajo la arbiirariedad de los jue
ces. ¿ No he oido yo los discursos que Vd . pronunció el 4 de julio ,
aniversario de la proclamacion de nuestra independencia ? ¿ No dice
Vd . todos los años en la misma época , que los gobiernos ejercen su
autoridad por la voluntad de los gobernados? ¿ Tales palabras no dan
campo a la imaginacion para reflexionar y comparar ?
El talento especial de M. Wilson era de tal naturaleza, que pudie
ra muy bien comparársele á una paca de algodon, por lo dulce , fle
xible уy sin consistencia. Reñia á Jorge sin segunda intencion , tenia
una idea vaga y oscura de las emociones que debian animar a un es
clavo pronunciado; pero por un sentimiento de deber persistia en
traerle á la verdadera senda.
Jorge, continuó aquel, mordiendo convulsivamente el puño de
su paraguas, tú no deberias alimentar esos pensamientos, porque
perjudican directamente a los de tu condicion .
Jorge se sentó resueltamente en frente de él. Míreme Vd. bien, se
ñor Wilson, esciamó , ¿ no soy tan hombre como Vd . ? Vea Vd . mi
cara , mis manos , mi cuerpo : y se levantó con arrogancia. ¿ No soy
un hombre como otro cualquiera ? Enhorabuena, mi padre , uno de
los propietarios de Kentucky, no se dignó antes de morir, tomar las
precauciones necesarias para evitar que me vendiesen como a sus
caballos y á sus perros. Yo he visto rematar en almoneda pública á
87
mi madre con sus siete hijos ; éstos fueron vendidos delante de ella
uno á uno y á diferentes amos. Yo era el último , ella se arrodilló
ante el comprador suplicándole que la comprase conmigo a fin de
permanecer á lo menos con un hijo a su lado, y el bárbaro la dió un
puntapié : estaba yo allí; me hizo atar al pescuezo de su caballo , y
mientras que me arrastraba, los gemidos de mi madre resonaron por
la última vez en mi corazon .
- Y bien , ¿ despues ?
- Mi amo se puso de acuerdo con uno de los corredores para
comprar á mi hermana la mayor. Era esta una buena muchacha ,
piadosa ,pertenecia a la secta de los anabaptistas , y era tan hermosa
como mi pobre madre. Estaba educada con esmero y tenia las me
jores costumbres. Yo me alegré al principio que la hubiesen com
prado, porque con esto tenia una buena amiga cerca de mí; bien
>
Vd. en ello , no hay un solo crímen de los que he referido que no esté
autorizado por vuestras leyes : se permite herir el corazón de una
madre , de una hermana, de una esposa, del esposo, y no se tolora
88
dicen que vuestros predecesores han tomado las armas y con ellas
se han conquistado la libertad ; ese era su derecho , este es el mio.
Jorge adornó algunos rasgos de su discurso con la elocuencia
persuasiva de las lágrimas, y con acciones hijas del sentimiento que
le afectaba . Wilson no pudomenos de enternecerse, y llevó a sus
ojos húmedos un gran pañuelo de madrás.
¡ Qué el diablo cargue con los amos ! dijo bruscamente ; ; mal
dita sea su infernal conducta ! ... Dios me perdone i creo que juro !...
Vamos Jorge , sigue tu camino, pero ten prudencia, amigo mio . No
mates á nadie sino en el caso de legítima defensa, ó mejor dicho :
no hagas daño a nadie, que eso será mas conveniente. ¿ Dónde está
tu muger ?
Se ha fugado cargando con su hijo , y ha ido , Dios sabe á donde ,
ella ha llevado por guia la estrella del norte. ¿ Dónde podré encon
trarla ?... No nos veremos ya mas en este mundo , meparece .
¿ Y eso es posible ? la familia Shelby era tan buena ...
Las buenas familias tambien tienen deudas, y las leyes de vues
tro país les autorizan para arrancar los hijos a las madres y darlos en
pago de los créditos pasivos del amo.
Basta , replicó el honrado Wilson , metiendo la mano en el bol
sillo de su gaban, basta de discusion sobre ese asunto . Toma, Jorge,
esto es para tí.
Y sacó unos cuantos billetes de banco que puso en las manos del
mulato .
No , señor, mil gracias , replicó Jorge , Vd. ha hecho ya dema
siado por mí , y este dinero podria hacerle á Vd . alguna falta. Yo te
nia algo economizado de mi trabajo, lo he ocultado bien de la rapa
>
¿ Y lo ha logrado ?
Todavia no : rodea constantemente la habitacion, pero no se le
ha presentado una oportunidad favorable. Entre tanto élme acompa
nará hasta el Ohio, para recomendarme á los amigos que le socor
rieron ; en seguida se volverá en busca de su madre.
- Eso es peligroso , muy peligroso , dijo el viejo.
Jorge alzó la cabeza y se sonrió con desden . Wilson le miró con
cándida estupefaccion .
- Tú te has desarrollado estraordinariamente, muchacho . Tienes
un aire de seguridad y un aplomo que hablas como los hombres es
perimentados .
- ¡ Porque soy libre ! replicó con orgullo el mulato . Sí, señor,
>
CAPITULO XII.
CURIOSA ESPLICACION DE UN COMERCIO LEGAL.
muchacho, andando !
Entonces le dió aquel un empellon á la madre y puso al hijo de
frente a la curiosa multitud ; éste se volvió un momento al ruido que
hacia la madre con sus genitlos y adelantó en seguida para el cír
culo. Su hermosa fisonomía, lo exacto de sus proporciones; la agi
lidad de sus miembros, escitaron la atencion de la concurrencia y
muchas proposiciones llegaron á un mismo tiempo á los oidos del
escribano. Admirado por tantas voces , que se le disputaban, Albert
echó en su redor una mirada inquieta . Haley triunfó, le fué adjudi
cado á él : entonces la anciana trémula , se echó á sus piés y co
menzó á suplicarle con el mayor interés :
Cómpreme Vd . señor, comprome á mí tambien , en nombre del
cielo , cómpreme Vd. , porque sino voy á morir de pena.
?
chancea !...
Si Vd. no lo cree , vea Vd . este papel, dijo el comprador de es
clavos; es el contrato de venta , formado de puño y letra del amo de
Vd .: 03 he pagado en monedas bien corrientes y contantes ; yo os lo 1
aseguro .
.
busio, saludable , y vale muy bien cien pesos ; de aquí á seis meses
NO
todo lo mas, lo venderé por doscientos en cualesquiera mercado ;
por lo tanto ahora no aceptaré menos de cincuenta pesos.
¡ Oh estrangero ! esclamó el interlocutor , eso es verdaderamente
ridículo .
No rebajaré ni un centavo .
Quiere Vd . treinta pesos , y ni un centavo mas .
Entremos on arreglo, replicó Haley, partamos la diferencia :
deme Vd . cuarenta y cinco pesos; es cuanto puedo hacer.
-No me digusta el negocio, dijo el hombre despues de un momento
de reflexion .
Negocio hecho, contestó Haley ; & dónde desembarca Vd . ?
- En Louisville . 1
1
- Perfectamente, allí llegaremos al oscurecer. El muchacho estará
ya dormido . Vd . se lo lleva tranquilamente cuidando de que no chille .
À mi me gusta conducir las gentes con dulzura, odio el ruido , el es
cándalo y las emociones fuertes.
Algunos momentos despues los billetes de banco pasaban del
bolsillo del comprador al del traficante de esclavos , que continuó
fumando tranquilamente .
La noche se presentaba hermosa y serena cuando el vapor hizo
alto en el muelle de Louisville . El niño dormia profundamente recos
tado en los brazos de la madre . Desde que ella oyó nombrar la ciu
dad , le depositó entre dos cajas, como en una cama, cuidando de co
colocarle en forma de colchon su pañuelo . Corrió en seguida á colo
carse cerca de la chimenea y buscó con la vista á su marido entre los
numerosos dependientes de fondas que pululaban en el muelle. Se
puso en la parte mas delantera , y absorvió completamente su aten
cion los grupos que se distinguian sobre la orilla' á la vaga claridad
del crepúsculo de la tarde .
- ¡Mé aquí el momento ! dijo Haley tomando en sus brazos al niño
ya dormido ; y presentándolo al estranjero añadió : no lo despierte Vd.
porque entonces nos daria mucho que hacer.
Tomólo el estranjero , y llevándose la presa se confundió entre los
espectadores.
Tan luego como la embarcacion se alejó de la playa, volvió Lucía
á ocupar su lugar.
-¿En dónde está ? ¿ Qué han hecho de mi hijo ? gritó como fuera
de sí .
Lucía , la dijo el tratante de esclavos, tu hijo ya no te pertenece;
su nuevo amo se lo ha llevado consigo . ¿ Qué importa que lo sepas ?
prefiero decirtelo inmediatamente para que te consueles o te resignes
con mas prontitud. El insensible Haley no quiso andarse con con
templaciones ; su duro corazon habia perdido todos los sentimientos
de ternura y de humanidad. - La furiosa mirada que Lucía hechó so
bre el vil tratante hubiera turbado á un hombre menos esperimen
tado , pero él tenia el corazon cubierto por una triple coraza. Habia
contemplado millares de veces la misma desesperacion en otras mi
radas de la misma naturaleza . Consideraba las mortales angustias
que descomponian el sombrío semblante de la desconsolada madre ,
101
CAPÍTULO XIII,
LOS CUÁKEROS .
pasteles que hacia sobre una mesa tan limpia y reluciente como la
plata .
į Abigail.Peters está todavía enferma ? preguntó Rachel .
Está mejor, respondió Ruth ; he ido esta mañana á visitarla ,
y la he arreglado la casa y puesto todo en orden . Al medio dia llegó
Lia Hill para amasarla el pan y otras pastas con lo que tendrá pro
vision para muchos dias . La he prometido volver á verla esta noche.
Mañana iré yo á visitarla y examinaré su ropa.
Harás muy bien , contestó Ruth. Se me ha dicho , añadió que
Ana Stanwood tambien se halla enferma . John ha pasado la noche en
su casa, y yo debo remplazarle mañana .
Que venga John á comer con nosotros, si no tienes tiempo de
prepararle la comida.
Mil gracias , Rachel ; ya veremos. Pero ahí viene Simeon.
Era Simeon Halliday, esposo de Rachel de una fuerza hercúlea,de
elevada estatura , vestido de chaqueta y pantalon de paño ordinario ,
y cubierto con un sombrero de anchas alas. Apretó con su ruda
mano , la muy delicada de Ruth , yy la preguntó .
¿ Estás buena ? ¿ Y tu marido , goza así mismo de perfecta salud ?
- Todos comemos con buen apetito, gracias a Dios , respondió Ruth
con tono alegre.
¿ Qué noticias nos traes ? le interrogó Rachel poniendo algunos
bollos en el horno .
Me ha dicho Pedro Stebbin que vendrá á vernos esta noche
acompañado de dos amigos ; repuso Simeon desde el fondo de un
gabinete á donde habia entrado para lavarse las manos.
Hablas de veras ? preguntó Rachel mirando á Elisa con ade
man pensativo.
-¡Y tan de veras ! despues dirigiéndose á Elisa la preguntó
Simeon .
& Con ué él llevaba el apellido de Harris ? Y cómo no melo
habias dicho .
Señor, respondió Elisa , con voz conmovida . Temia que en efecto,
hubiera fijado avisos anunciando su evasion .
- ¡ Oye una palabra ! ... dijo Simeon á su muger, retirándose al
cuarto inmediato .
¿ Que quieres ? tio .
El marido de esa muger se halla en nuestra colonia ; y al ser
de noche estará con nosotros , añadió con tono misterioso.
- Vaya ! ¿ Estás seguro de ello ? le preguntó Rachel , radiante de
alegría .
Es positivo, créelo. Ayer estando Pedro en el campo encontró á
una anciana acompañada de dos hombres, y el uno le declaró que se
llamaba Jorge Harris. Segun la relacion que hizo de sus aventuras,
no hay duda sobre su identidad . Es un mozo bien formado, y de
mucha inteligencia .
į Debemos participarlo á Ruth : ; Ola , Ruth , ven corriendo ! El
107
tio me ha dicho que el marido de Elisa acaba de llegar y que lo ve
remos esta noche.
En el transporte de su alegría la buena cuákera principió á saltar
y palmotear como una loca .
Poco a poco, hija mia , añadió Rachel Crees tú por ventura
que hemos de decírselo , sin prevenirla antes ?
¡ Si por cierto ; y en este mismo instante ! Yo me pongo en su
lugar, y mefiguro que , es mi querido John quien vuelve å mis brazos.
¡ El amor del prójimo domina todos tus pensamientos ! esclamó
Samuel mirando á Ruth con enternecimiento .
Para eso vivimos en el mundo . Si no amara á mi marido y á
mi hijo no comprendiera los sentimientos de Elisa .
-1 Vé, á comunicárselo , ve ! respondió Simeon con acento per
suasivo : y poniendo enseguida la mano sobre el brazo de Rachel
añadió :
- Llévala á tu cuarto , que yo me encargo de cuidar la comida
todo el tiempo que dure la entrevista.
Aproximóse Rachel de Elisa , y la dijo cariñosamente : Sígueme,
porque tengo que anunciarte noticias del mayor interés.
Agolpose la sangre á los descoloridas megillas de la esclava , aco
metióla un estrecimiento nervioso , y elavando la vista sobre su hijo
esclamó :
· ¡ Ah, Dios mio !
.
vios que no habían cesado aun de estar sobre escitados desde la fuga
volvieron a adquirir vigor por la mas grata reaccion. Un estraño
sentimiento de reposo y de tranquilidad se habia apoderarlo de todo
su sér . Aunque tenia los ojos abiertos, comprendia como en un en
sueño los movimientos de cuantos la rodeaban . Vió en la pieza ve
cina la mesa preparada y cubierta con un mantel blanco ; oyó el
agradable rumor del agua que hervia en la cafetera ; percibió á Ruth
Stedam , que llevaba platos con pasteles y potes de confituras. La
cuákera se detenia en sus idas y venidas para poner un pastelito en
las manos de Enrique, tocarle cariñosamente en la cabeza ó pasarle
su blanca mano por los cabellos. De tiempo en tiempo Rachel se
aproximaba a la cama, arreglaba las almohadas, componia el cober
tor, estiraba las sábanas de uno y otro estremo para probar su buena
voluntad; y la mirada de sus negros ojos caia sobre el semblante de
la enferma como un rayo de sol. Hubo un momento en que Thon
Stedman entró ; Ruth corrió á presentarsele y le habló en voz baja
pero con vivacidad y señalándole con el dedo la alcoba de dormir.
Pusiéronse á la mesa para tomar el té ; Enrique fué colocado sobre
una silla alta al lado de Rachel Halliday. Los rumores de la conver
sacion , el choque musical de las tasas, el ruido de las cucharillas
de plata todo el movimiento de una manera vaga llegó hasta los oi
dos de Elisa ; y despues se durmió profundamente como no habia
dormido desde que atravesó el Ohio por el puente de los hielos .
Soñó Elisa una tierra de promision llena de verdes prados, de
caprichosos jardines, con numerosos lagos donde brillaban los rayos
de oro del padre de la luz : en mitad de uno de los lagos , figuróse
una pequeña isla independiente como en la atmósfera la estrella del
norte y una sola casa en esa isla habitada por ella y por una familia
amiga que con afectuosos acentos la decian : « estás en tu casa, jue
>
CAPÍTULO XIV .
EVANGELINA .
de... mi... padre... hay ... diversas... moradas... Voy .. , á... prepa
parte ... una ... para ... ti.
Los hombres instruidos que leen el Antiguo y Nuevo Testamento
se preguntan con frecuencia, si su texto no ha sido alterado , si es
fiel su traduccion ; si cierto pasajes no pudieran ser contestados o
apócrifos. Mas para nuestro infeliz Tom , loda la Biblia era auténtica
у divina , y el peusamiento de una negacion no habia ocupado
jamás su entendimiento. Era necesario que las promesas del Evange
Jio fuesen verdaderas ; y no siendo así ¿ cómo hubiera podido sopor
tar su mísera existencia ?
La Biblia de Tom no tenia notas marginales, recordando profundos
comentarios ; estaba , sin embargo,enriquecida de ciertas señales he
chas por nuestro sencillo lector. El joven Jorge y él rayaron con la
pluma los versículos que habian especialmente interesado su oido ó
su corazon ; y gracias á tan oportuna precaucion, el esclavo encon
traba al punto,y sin perder el tiempo, en hojear el libro, todos los
pasajes favoritos que le recordaban el hogår doméstico. Parecíale que
su Biblia era todo lo que le quedaba de su vida pasada, todo lo que
podía prometer, un mejor porvenir.
Habia entre los pasajeros un hombrejóven aun , hijo de una familia
rica .y distinguida de Nueva Orleans , llamado Saint-Claire. Llevaba
con él una niña de unos seis años , y una de sus parientas a quien es
taba confiada aquella.
Era esta niña un tipo completo de hermosura ; tenia toda la gra
cia aérea que se dan å las creaciones mitológicas. Su rostro menos
notable por la regularidad de sus perfiles, que por la encantadora es
presion de profunda melancolía llamaba la atencion de los hombres
pensadores, é impresionaba, sin apercibirse, á los humildes y senci
llos. Por la forma de su cabeza, por el contorno de su cuello,su gra
cioso y delicado talle hubiérase podido compararla con la Vénus de
Médicis. Su larga y dorada cabellera flotaba como una aureola alre
dedor de sus sienes ; sus ojos, de un azul oscuro , sombreados porlar
?
todo. Un negro con esa cualidad cuesta siempre mas caro, aun
cuando fuera un idiota ; con que, si al talento del cálculo une otras
facultades no menos estimables, claro es que el precio ha de au
mentarse proporcionalmente. Por otra parte , yo puedo probar que
mihombre en cuestion está dotado de unainteligencia particular y
superior ; él ha administrado los fundos de su amo, y tiene una ca
pacidad estraordinaria para toda clase de negocios .
Peor que peor, replicó ironicamente Saint-Clare : el que mucho
sabe mucho yerra, amigo mio.
Esos tunantes siempre están dispuestos a tomar las de villadiego,
å robar caballos y á hacer diabluras. Vd. debiera rebajarme á ló
menos doscientos pesos del precio indicado, teniendo en cuenta las
cualidades del sugeto .
Lo que Vd. dice es muy razonable , generalmen'e hablando,
9
CAPITULO XV .
CAPITULO XVI.
EL AMA DE TOM .
ver á su marido, sino una à dos veces en toda su vida, en razon á quo
el clima de aquel país siendo sumamente contrario y perjudicial á
mi salud, no lo volveré á visitar jamás : la he aconsejado en fin que
se provea en otra parte ; mas la majadera se ha negado resuelia 1
mente. Ah, nadie mas que yo sabe hasta que punto llega su ter
quedad
¿Tiene hijos ? preguntó miss Ofelia .
Sí , tiene dos.
ì
– Debe estar igualmente condenada á no volverlos á ver.
Yo no podia encargarme de ellos. Son dos niños muy puercos ,
cuyapresencia me daba horror, y ademas absorverian todo el tiempo
que Namy necesita para llenar sus deberes. Creo sin embargo que
conserva una pena secreta, pues desde que tuvo qne abandonar á su
marido y á sus dos hijos, no la he visto un dia contenta ; cumple si
con su obligacion , mas á disgusto y de mala voluntad. No ha querido
volverse á casar; y estoy segura , que, aun cuando sabe lo necesaria
que es á mi salud decaída , correria, si le fuera posible, al lado de su
familia, abandonándome sin sentimiento alguno. ¡ Ah ! cierto es, que
el mejor de los negros no vale...
No se puede oir eso sin estremecerse , dijo secamente Saint
Clare .
Mirólo miss Ofelia con ojos penetrantes ; tenia el rostro animado por
un descontento concentrado , mientras le asomaba por su labios una
risa sarcástica , que le hizo conocer lo que su corazon sufria en aquel
>
momento . 1
1
Mammy ha sido siempre mi favorita, continuó María. Quisiera 1
poder mostrar a todos vuestros criados del norte sus vestidosde seda 1
querer á sus sucios y feos hijos como yo quiero y amo á Eva ? Y sin
embargo, Saint-Clare ha querido persuadirme que era de mi deber, á
pesar de mi débil salud , restituir á Mammy al seno de su familia.
į Esto ya es demasiado!... No siempre doy á conocer cuánto sufro ;
padezco en silencio y con resignación , pero al oir tal proposicion ,
no he podido contenerme. No ha vuelto a hablarme de ello, es ver
dad , pero de cuando en cuando vuelve a la carga con disimulo ,
2 lo
que me hace suponer que persiste todavía en su propósito .
No se atrevió a replicarmis Ofelia, mas la agitacion con que ma
nejaba las agujas de hacer media , tenian una elocuencia tan enérgica,
que María era incapaz de conocer .
Ya ves qué casa vas á dirigir. No tiene regla ni órden alguno.
Todos les esclavos hacen su voluniad, ménos cuando me hallo en
estado de ocuparme del gobierno doméstico, que entónces les im
pongo severamente la mia. Tomo alguna vez el látigo,pero me siento
sumamente débil para hacer uso de él. ¡ Ah , si Saint- Clare imitára á
los otros propietarios !
.
-¿Qué hacen ?
Envian sus negros á la Calebasse para que los castiguen . Y ese
es el solo medio de contenerlos y de hacer que cumplan con su de
ber. ¡Si yo no fuera una débil criatura, cómo habia de hacerles
marchar !
-¿Y cómo Saint-Clare consigue que le obedezcan con tanta pun
tualidad ? Tú me has dicho, sin embargo, que jamás castigaba él á
sus esclavos.
Los hombres siempren ejercen mas influencia que nosotras so
bre los negros, y es mucho más fácil á aquellos hacerse respetar. Por
otra parte, si has fijado la atencion, habrás reconocido en sus ojos
un brillo particular y que habla con ellos de una manera muy per
suasiva . Yo consigo menos cuando me encolerizo que Saint-Clare
con una sola mirada ; pero es preciso convenir en que es imposible
gobernar los negros sin hacer uso de la severidad y del látigo ; son de
masiado indolentes y perezosos...
- Siemprecon la misma cancion, dijo Saint- Clare presentándose
repentinamente. Larga cuenta tendran ellos que arreglar en su últi
ma hora , respecto á su indolencia y á su pereza. Y no tienen escusa
verdaderamente, porque María y yo no les damos el ejemplo.
Al decir estas palabras se tendió á lo largo en un sofá que estaba
enfrente de la cama de su esposa .
Saint-Clare, tú eres muy burlon.
-Yo , todo lo contrario : hablo en forma, pues que abundo en tus
mismas ideas : me equivoco tal vez ?
Parece que te has propuesto que yo esté siempre de mal
humor.
i Guardeme Dios de semejante idea! Hace mucho calor , y aca
bo de tener con Adolfo una gran cuestion que me ba fatigado mu
cho. Que seas amable son mis deseos y que me dispenses una
sonrisa.
¿ Que ha hecho Adolfo ? dijo María. La impudencia de ese mu
lato es cada dia mas insoportable; si él estuviera por un momento
135
bajo mi absoluta direccion , ya sabria yo coino habria de arreglarlo .
--Lo que tu dices, querida mia, envuelve una intencion que no es
muy recomendable por cierto : eso es lo que ha escitado mi descon
tento : Adolfo ha estudiado mucho tiempo imitarme en todo por todo,
У ha concluido por creerse dueño de sus acciones enteramente ; de
modo que me he visto obligado á sacarle de ese error.
¿Cómo es eso ? preguntó Maria .
He tenido que prevenirle que algunas de mis levitas las quiero
usar esclusivamente : le he aconsejado que prodigue menos el uso
del agua de colonia , y que se contente con solo una docena de mis
pañuelos de batista. Adolfo los usaba com una importancia y un abuso
que he tenido que reñirle como si fuera un hijo.
Saint-Clare /cuando tratarás como corresponde á tus criados ?
Esa indulgencia respecto de ellos es un crimen .
¿ Qué tiene de particular que ese pobre diablo quiera parecerse
á su amo ? Si faltándole educacion esmerada, funda toda su felicidad
en abusar del agua de colonia y en lucir mis pañuelos de olan ba
tista ¿ qué mal comete en eso ?
¿ Y por que ha sido su educacion tan descuidada ? preguntó re
sueltamente miss Ofelia .
Por que sus amos son muy perezosos, prima mia : la pereza
pierde muchas almas. Sin la pereza , apostaria á que se me tendria
por un ángel . Él anciano doctor Botherem , tu compriota, califica la
pereza como la esencia de los males morales y le sobra razon.
-Los dueños de esclavos llevan consigouna gran responsabilidad
que yo no aceptaria por todos los tesoros del mundo , replicó miss
Ofelia, no pudiendo por mas tiempo disimular sus sentimientos ni re
primir sus inspiraciones.
Tu debes instruir á tus esclavos , tratarles como á séres racionales,
dotados de un alma inmortal, en union de las cuales has de compa
racer ante el recto tribunal del Altísimo.
-Vamos, vamos, dijo Saint-Clare levantándose precipitadamente,
antes de juzgarnos es necesario que nos conozcas mas à fondo .
Diciendo esto se puso al piano yy tocó una pieza juguetona y ale
gre : su ejecucion era admirable ; las manos corrian sobre el teclado
con la ligereza del pájaro, sin que el efecto perdiese absolutamente
nada en cuanto al colorido que le habia dado el autor. Ejecutó suce
sivamente diversas composiciones , como el que busca algo con que
ponerse de buen humor ; despues que concluyó cerrando los cuader
nos de música , dijo alegremente :
Prima mia , nos ha dado una buena leccion y yo te la agradezco
mucho . Es una verdad que no necesita demostrarse todo cuanto me
has dicho; y ha sido tan aguda y tan exacta que me has dejado con
vencido enteramente .
- En cuanto á mí, replicó María , no soy de tu opinion ; nadie se
interesa mas que nosotros por sus esclavos, ni hace mas sacrificios
por ellos, aunque poco lo aprovechan : yo les he hablado tantas ve
ces de sus deberes que estoy materialmente cansada de hacerles re
flexiones : se les permite ir å la iglesia, aun cuando no comprenden
una sílaba del sermon ; tienen lodos los medios posibles de mejorar
136
CAPÍTULO XVII.
LA DEFENSA DEL HOMBRE LIBRE .
Volvamos ahora en casa delos quakeros. Por la tarde del dia en que
Jorge y Elisa se reunieron , Rachel Hallyday buscó en sus armarios lo
que podia ser útil á los fugitivos que debian partir aquella misma
noche. El dia espiraba ya . El círculo rojo del sol llegaba pensativo á
los bordes del horizonte, y sus amarillos rayos brillaban tranquila
mente en el cuarto en que estaban sentados Jorge y su muger. El
143
indivíduos saben el camino que debemos tomar esta noche y nos per
seguirán en número de seis á ocho. ¿ Qué hemos de hacer en esta si
tuacion ?
El grupo áá que nos referimos, y que presentaba diversas actitudes
despues de esta comunicacion , merecia haber sido reproducido por
el pincel de un buen artista . RachelHalliday que acababa depreparar
una hornada de vizcochos levantaba al cielo sus manos llenas de
harina. Simeon habia caido en una profunda meditacion ; Elisa se
hechó al cuello de su marido ; Jorge con los puños cerrados у los
ojos encendidos, en cólera , manifestaba una indignacion muy natural
por parte de un hombre á quien amenazan de vender su muger é
hijo, en pública subasta , y bajo la proieccion de las leyes de una na
cion cristiana .
¿ Qué haremos Jorge ? dijo Elisa , con voz desfallecida .
- Yo sé lo que he de hacer, respondió Jorge , y pasando al otro
cuarto volvió trayendo sus pistolas .
Simeon ya ves lo que se prepara dijo Phineas.
Ya lo veo contestó suspirando Simeon ; yodeseo que no se deje
arrastrar á semejante estremo .
- Yo no quiero comprometer a nadie, dijo Jorge ! si quieren Vds.
prestarme un carruaje é indicarme el camino , iré solo hasta el parador
mas inmediato. Tim tiene la fuerza de un gigante y el valor de la de
sesperacion, y yo soy como éi.
Muy bien , amigo mio , dijo Phineas, por lo mismo sin embargo
necesitas un guia. Si quieres pelear, podrás hacerlo ; pero tú ignoras
ciertas partes del camino y nosotroslas conocemos.
Phineas es un hombre entendido añadió Simeon ; harás bien
Jorge en atenerte á lo que te diga . Sobre todo , cuida de no hacer uso
de tus armas inoportunamente .
A nadie atacaré, respondió Jorge. Solo pido á este país que me deje
en paz ; en ese caso lo dejaré tranquilamente ; pero en ese mercado
de Nueva -Orleans en el cual yo sépara que venden á las mugeres,
mi hermana fué vendida xy será posible que yo deje subastar á mí
muger, teniendo un par de pistolas para defenderla ? Ah ! Dios me
libre de tal cobardía ! Combatiré hasta mi último suspiro antes que
me arrebaten mi muger y mimijo. Quién me acusará por esto ?
-
huida ?
- Y bien , replicó Jorge , į no urge que apresuremos nuestra
Me he levantado á las cuatro de la mañana, dijo Phinéas, y tengo
tres horas de delantera sobre nuestros perseguidores si es que rea
lizan sus planes. En todo caso , seria peligroso partir antes del ano
checer; en las aldeas hay malas gentes que nos inquietarian tal vez y
retardarian nuestra marcha. Masvale que esperemos aquí y nos em
barquemos dentro de dos horas. Voy a buscar á Miguel Crass ; le su
plicaré que nos siga en su yegua, que esté alerta y nos avise si vé
alguna partida que se dirige hácia nosotros, su yegua es escelente ,
capaz de adelantar á los demas caballos y nos alcanzará facilmente al
menor peligro. Probablemente llegaremos al primer parador antes
de ser atacados . ; Valor pues , amigo Jorgel ne es esta la primera
>
nero, no pueden querese como nosotros nos queremos & pues qué
nos queda si el uno pierde al otro? Antes de conocerte , solo habia
amado á mi madre y á mihermana. La mañana funesta en que un
vil mercader compró á Emilia , ésta se llegó al rincon en que yo dor
mia y me dijo ; Jorge, vuestra única amiga se va; é que será de tí
pobre niño ? Yo me levanté y salté llorando á su cuello... Ella lloraba
tambien ... Desde entonces, pasáronse diez años , sin que nuevas pa
labras de afecto penetrasen en mi corazon ; mi corazon se habia agos
tado, y se habia vuelto ceniza. Cuando te ví, gracias a tu amor, resu
cité de entre los muertos . Y ahora Elisa mia , derramaré la última
gota de mi sangre , pero no te arracanran de mis brazos ; para des
prenderte de ellos será preciso que huellen mi cadáver .
Que el Señor se apiade de nosotros 1 dijo Elisa ; que nos
acuerde poder abandonar juntos este país ! esto es lo único que le
pedimos .
-- ; Dios es partidario de los blancos ! dijo Jorge , mas bien que
para responder á Elisa , para desahogar sus amargos pensamientos.
Vé lo que hacen. ¿Porqué permite semejantes cosas ? Ellos sin duda
alguna tienen el poder ; pero el Evangelio establece lo que ellos 1
dicen? Son ricos y felices; son miembros de una iglesia y esperan ir
al cielo >, al mismo tiempo que viven dulcemente en este mundo ;
mientras que pobres y honrados cristianos , mientras que cristianos
tan buenos ó mejores que ellos yacen á sus piés arrojados en el pol
vo. Los compran y los venden ; trafican con sus sangre, con su gemi
midos y sus lágrimas , y Dios lo consiente .....
Amigo Jorge , grito Simeon desde el fondo de la cocina, escu
cha este salmo y aprovecha su doctrina .
Jorge y su muger se acercaron y Simeon leyó el salmo 72 :
« Pero en cuanto á mí , mis piés desfallecieron y por poco me caigo
al marchar.
« Porque me he llenado de indignacion al ver la prosperidad de
los malvados.
« No participan ni á los trabajos , ni á las fatigas de los hombres y
no sufren los azotes á los cuales los demas hombres están espuestos.
«Y por esto el orgullo los liga , como si fuera una cadena, y la
>
maba como su propiedad, pero ahora soy hombre libre, pues piso
suelo libre; mi muger y mi hijo, mi amigo Jim y su madre están
aquí tambien ; estamos armados y con la intencion de defendernos.
Subid si lo quereis , pero el primero que se ponga al alcance de nues
tras balas es hombre muerto y sus compañeros todos tendrán suce
sivamente la misma suerte .
Vaya , vaya, muchacho, dijo avanzándose un personage gordo y
asmático ; hablas sin consideracion ni respeto. Somos oficiales de
justicia , y por nosotros está la fuerza y la ley ; harias mucho mejor
en entregarte tranquilamente, sin esperar que te fuerzen á ello .
· Sé muy bien que teneis de vuestro lado la ley y la fuerza, re
leans para venderla , presentar mi hijo en el mercado, como si fuera
un ternero, enviar a la madre de Jim al bárbaro que tanto la maltra
taba, porque no podia maltratar a su hijo. Quereis volvernos á poner,
á Jin y á mí, á los pies de los que se llamaban nuestros amosy que
nos están preparando ya el látigo y los tormentos. Si vuestras leyes
sostienen ïuestros proyectos! vergiienza sobre ellas y sobre vosotros;
151
CAPÍTULO XVIII.
pipa, hilo, un dedal para coser, unas cuantos cohetes, dos salseras de
porcelana dorada, llenas de pomada, un par de escarpines, cebollitas
blancas ciudadosamente envueltas en un pezado de bayeta, varios
trapos de cocina sumamente sucios y tiznados, muchas servilletas de
damasco, agujas de hacer medias, y sobres de cartas atestados de
yerbas aromáticas .
Cuál es el sitio en dónde guardas las nueces moscadas, Dinah ?
volvió a preguntarla con fingida calma.
No tienen lugar fijo, unas veces las pongo en un lado y otras
á donde primero se me antoja; hay en ese puchero roto, en ese ar
mario , en ¿ Que haces aqui Santiago ? vete á tu trabajo.
....
un hombre que tiene dos veces mas del que puede disponer ? ¿ Qué
importa á un hombre que nada tiene que hacer, sino tenderse sobre
un sofá,que le sirvan la comida una hora antes ó despues ? Dinah es
una verdadera alhaja ; sus potages, sus asados, sus cremas son es
celentes ; saca todo eso del caos y de las tinieblas de su cocina con
un talento verdaderamente sublime. Pero si visitáramos frecuente
mente el oficio, si la viésemos con su pipa en la boca , mandando á {
jase. Tal es la razon porque entre los negros hay pocos hombres de
bien , y un individuo como Tom es un fenómeno, un milagro en el
órden moral. Mas el toque de la campana nos llama a comer; vamos
pues á la mesa, y olvida por ahora tus preocupaciones.
Hácia el oscurecer volvió miss Ofelia á la cocina en el momento
que uno de los negrillos decia :
- Aquí está la tia Prue .
Una mujer de color, alta y huesosa entró en aquel momento, lle
vando sobre su cabeza una cesta de panecillos y bizcochos.
Buenos dias, Prue, la dijo la cocinera,
-
CAPITULO XIX.
hijos, respondió Tom limpiándose los ojos con las manos , pero dudo
conseguirlo.
- Yo quisiera poderte ayudar, Tom ; he aprendido á escribir ; el
año pasado ya sabia formar todas las letras pero temo haber olvidado
las lecciones que recibí .
Evangelina colocó su cabeza rubia cerca de la del negro, y ambos
llenos de ignorancia y de los mejores deseos tuvieron una consulta
grave. Despues de haber deliberado sobre cada palabra , produjeron
una composicion que á satisfaccion de ellos parecia un escrito.
- Esto va tomando ya forma , tio Tom ; qué contentos van á po
nerse tu muger y tus niños. ¡ Oh ! es una vergüenza que te hayan
separado de ellos. Mis intenciones son suplicarle á papá quz te de
vuelva dentro de algun tiempo .
- Mi ama me dijo que enviaria el dinero en que fui vendido para
que me devuelvan á su poder ; y que esto sucederia tan pronto como
elia lo tenga : yo espero que cumpla su promesa . Mi jóven amo, el
señor Jorge, me dijo que él mismo vendria a buscarme, y me ha col
gado al cuello este peso fuerte en testimonio de su oferta .
Entonces Tom le enseñó el peso que conservaba como un relicario.
¡ Oh ! sin duda vendrá ,contestó Evangelina. ¡ Cuánto me alegro !
Yo quiero dirigirles una carta para que sepan lo que hago, y
decirle á Chloé que estoy bien ; porque ella debe estar muy apesa
dumbrada con mi ausencia ; i pobre muger !
i Tom ! gritó Saint-Clare, que acababa de presentarse en el din
tel de la puerta.
Tom y Evangelina se sobresaltaron .
¿ Qué haces tú ahí ? preguntó el amo echando una ojeada sobre
la pizarra.
-Una carta para Tom ; él me ha suplicado que le ayude . ¿ Está
bien escrita ?
.
CAPÍTULO XX .
TOPSY .
Has debido robar alguna otra cosa desde que has entrado en
casa . Si me lo dices no serás apaleada.
Pues bien , señora, he tomado el collar que miss Eva, llevaba .
- ¡Oh la bribona ! xy qué mas?
He robado los pendientes de Juana.
- Vuélveme todo eso .
No es posible, por que los he arrojado al fuego.
Mientes infame; ves á buscarlos y tráemelos ; sino serás seve
ramente castigada . Persistió Topsy en que los habia echado al fuego,
y principió a llorar.
¿ Por qué los has quemado? ܘ¿ܐCon qué objeto ?
Porque soy mala, muy mala .
Llegó a entrar por casualidad Evangelina en este momento , y vió
su tia el collar en el cuello de su sobrinita.
¿En dónde has encontrado el collar ? la preguntó miss Offelia.
Lo he llevado todo el dia .
¿ܬLo tenias ayer ?
Si porcierto, y lo mas singular todavía es que habiendo olvi
dado de quitárınelo al acostarmehe dormido con él toda la noche.
Quedó aturdida miss Ofelia ; pero aumentose su admiracion al ver
llegar á Juana con sus pendientes puestos.
-En verdad, prorrumpió con sentimiento ; nunca podré hacer nada
de provecho con semejante criatura. ¿Porqué me has dicho que ha
bias robado el collar y los pendientes ,embustera ?
Cómo Vd . me ha dicho que confiese, yo be dicho cuanto me ha
venido a la cabeza .
Pero no te he mandado que me dijeras lo que no has hecho.
¿Por ventura puede esperarse algunaverdad de una criatura de
esa especie ? dijo Juana con indignacion. Si fuera Mr. Saint-Clare la
daria de palos hasta no poder mas.
- No hables así, replicó Evangelina con tono de autoridad.
· Vd . es muy buena, miss Eva, é ignora como deben tratarse los
negros .
16 *
186 -
Silencio Juana, y no exites mi cólera.
Examinó Evangelina á Topsy. Las dos niñas que se hallaban en
presencia representaban los dos estremos de la sociedad. Por una
parte, veíase á una niña rubia, de espresivos é inteligentes ojos, de
noble frente, y de talla y ademanes magestuosos ; y por otra una
negrita tímida, ignorante pero astuta y artificiosa. Representaba la
primera, la raza sajona perfeccionada durante siglos consecutivos de
cultura , de dominacion y de superioridad física y moral. Represen
taba la segunda el Africa degradada por muchos siglos de opresion,
de miseria y de penosísimos trabajos. Era quizás este contraste la
imaginacion de Évangelina; mas los pensamientos de una niña no
son sino instintos vagos é indefinidos, y la hija de Saint-Clare habia
tenido otros de la misma naturaleza, y no se sentia con la capacidad
necesaria para formularlos. Hé aquí porque cuando oyó á su tia re
prender la conducta de Topsy, entristecida dijo , con dulce amabilidad.
i Infeliz yV de graciada ! Porque te inclinas al robo ? Ahora ten
dremos cuidado contigo; prefiero querida mia darte lo que desees
antes que esponerte á que nos lo robes.
Estas fueron las primeras palabras de cariño que la negrita habia
oido en toda su vida. La voz y las maneras insinuantes de su jóven
señorita produjeron sobre su corazon salvaje una impresion que no
es fácil definir“: pero fué pasajera esta emocion , y se echó enseguida
á reir. El sér , que siempre ha sido objeto de crueles y duros trata
mientos muestra una incredulidad singular cuando se le inspira amor
y benevolencia, y Topsy hallaba en el suave lenguaje de Evangelina
un no sé qué de nuevo é inesplicable, que no pudo creer.
-
1
Acostumbrada á los palos, yo presumo que me hacen bien , pues 1
solo entonces trabajo con gusto.
Puso miss Ofelia en práctica la receta, y Topsy gritaba, gemia y
pedia perdon ; mas un instante despues se burlaba del castigo que
habia recibido.
Ocupábase miss Offelia todos los domingos en enseñar el Catecismo
á Topsy. Tenia ésta una memoria rara, y recitaba sus lecciones con
facilidad y buen criterio .
-Qué bien piensas hacerla enseñándola el Catecismo ? la preguntó
Saint Clare. Me acuerdo, continuó, que tambien me lo hicistes apren
der en mi niñez .
Y mostrastes muy grande disposicion , sobre la cual habia fun
>
CAPITULO XXI.
KENTUCKY .
CAPITULO XXII .
1
LA YERBA SECA , LA FLOR MARCHITA .
siente la infancia y que varian como los colores del arco Iris. Pero lo
que mas le agradabasobre todo era el ver á aquella inocente criatura
correr á su encuentro, y dirigirle al divisarlo la siguiente pregunta.
Y bien Tom . ¿ܬQué me traes hoy ?
No era ménos pródiga Evangelina en proporcionar á Tom sus ca
ricias У buenos servicios. Apesar de su estremadajuventud ,leia con 1
suma perfeccion ; tenia el oído musical, el gusto de la poesía y una
C
193
simpatía instintiva para todo lo que era noble, grande y generoso .
Tan preciosas cualidades la hacian la lectora mas habil у encantado
ra de la biblia que jamás habia oido Tom . En su principio no llevaba
otra idea que la decomplacerle, pero insensiblemente se fué embebien
do en tan celestial doctrina y se acostumbró de tal manera al libro
sagrado, que ya no podia dejarlo de las manos . Inspirábale en fin la
lectura de las Sagradas Escrituras fuertes y vagas impresiones y
ciertas aspiraciones estrañas que acariciaban su ardiente imagina
cion .
El Apocalipsis y los profetas, cuyo lenguaje figurado exitaban su
curiosidad, eran los capítulos que mas preferia ; buscaba conocer su
verdadera interpretacion, y para lograrlo, los leia y releia una у mil
veces. Pero no adivinaba sino las dulzuras de la gloria futura , una
region maravillosa en donde sus almas nadarán en delicias descono
cidas. Es indispensable en las ciencias físicas que un hecho quede
plenamente demostrado ; pero en las morales lo incomprensible, lo
misterioso despierta el alma pavorosa entre las dos eternidades del pa
sado y del porvenir. No brilla la luz a nuestro al rededor sino en un
limitado espacio ; tenemos necesidad de buscar lo desconocido y las
voces misteriosas que salen de una columna de nubes encuentran en
nosotros los ecos que las responden. Las místicas imágenes son co
mo talismanes cubierto de geroglíficos, que guardamos en nuestra
mente con la esperanza de poder descifrarlos.
Habia trasladado sus penates Saint -Clare a una casa de campo, si
tuada sobre laribera dellagoPontchartrain para huir del calor ri
goroso de la estacion. Estaba construida como los pueblos chinescos,
rodeados de parques y paseos. Daba el salon á un precioso jardin ,
adornado con todas los pintorescas plantas de los trópicos . reflejaban
Sinuosos
senderos conducian al lago , sobre cuyas azuladas aguas
los rayos del sol. Prestaba cada hora un nuevo aspecto á aquel cua
dro siempre admirable, que causaba las delicias de cuantos gozaban
de su interesante y pintoresca vista .
Iluminaba el sol en su ocaso , al orizonte con sus mágicos resplan
dores, haciendo de las aguas un segundo cielo. Estaba el lago ra
diante de púrpura y de oro ; recorríanlo en todos sentidos ligeras
barquillas que con sus blancas velas desplegadas, surcaban las on
das como una multitud de fantasmas , y aquí y allá brillaban las es
trellas cuyos reflejos oscilaban en las aguas.
Sentados se hallaban Tom y Eva sobre el cesped del jardin cierto
domingo por la tarde. Tenia Evangelina sobre sus rodillas la Biblia
abierta y leyó el siguiente versiculo : « Yo ví un mar de vidrio,
mezclado de fuego. »
– Así es en efecto, dijo Eva , interrumpiéndose para mostrar el
lago .
¿ Qué quiere Vd. decir miss Eva ?
¿ No lo ves ? El lago parece un mar de vidrio mezclado de
fuego.
17
194
- Es verdad, repuso Tom , anadiendo : ¡ Ah ! coacdo los ángeles
riel Señor me lleven sobre sus alas á la nueva Jerusalen ...
¿ En dónde piensas tú que está la nueva Jerusalen tio Tom ?
Sobre las nubes .
- Me parece que estoy viéndola . Mira esas nubes que figuran unas
grandes puertas de perlas; y mas allá , mucho mas allá está adorado
todo un Dios, en toda su majestad , en espíritu y verdad . Cántame
Tom el himno de los bienaventurados.
Cantó Tom el cántico metodista que deseaba oir miss Evangelina .
Tio Tom , yo he visto esos ángeles; esos bienaventurados me
visitan algunas veces durante la noche.
Sus ojos tomaron una espresion meditabunda у repitió :
« Están vestidos de blanco y llevan en las manos las palmas que
han merecido .
Tio Tom , alli iré yo , añadió Eva en seguida.
¿ A dónde ?
Levantóse la niña y señaló con su mano al cielo, que miró atenta
mente . El crepúsculo de la noche brillaba sobre sus animadas me
gillas , y rodearon su caballera de una aurcola divina.
¡ Ållí, á la dichosa morada de los justos iré dentro de muy poco
tiempo !...
Quedó el fiel criado herido como de un rayo al oir semejantes pa
labras . Habia notado que en el espacio de seis meses, Evangelina habia
desmejorado en salud y robustez, que tenia las manos cadavéricas,
la piel mas diáfana y la resp:racion mas dificultosa , y que cuando
corria por el jardin se fatigaba mas fácilmente que otras veces. Ila
bia hablado miss Ofelia de una tos costante y pertinaz que los mé
dicos no podian cortar, y en aquel momento la fiebre lenta que la
minaba , abrasaba las manecitas de la desgraciada niña ; empero la
idea que ella acababa de espresar no se habia jamás presentado á la
imaginacion de Tom .
Han existido muchas niñas como Eva ? ... si por cierto ; pero les
nombres de semejantes séies están siempre prematuramente graba
dos sobre piedras tumularias : su dulce sonrisa, sus celestiales ojos,
sus misteriosas palabras son otros tantos recuerdos escondidos en
los corazones como preciosos tesoros . ¿ A cuántas familias no hemos
oido decir que la hermosura y las gracias de los vivos, no son nada
en comparacion de los encantos de un niño que ya no es de este
mundo ? Diríase que el cielo es una legion de ángeles cuya especial
mision es la de adornar un momento la tierra para enternecer el co
razon humano. Y por eso siempre que notamos en los ojos de los ni
ños una luz espiritual, yУ siempre que revelen sus palabras una sen
satez y sensibilidad prematuras , debemos esperar desgraciadamente
que los perderemos luego; tales signos son los que ha grabado el
sello divino , y la claridad que despiden sus mirailas, no es otra que
el reflejo de la inmortalidad . Así pues, amable y tierna Eva , muy 1
pronto serás llamada á tu morada natal ; mas todos los que te aman
lo ignoran todavía .
195
Interrumpió la voz de miss Ofelia la conversacion de Tom y de
Evangelina
Hija mia , ven , porque el rocío te hará mal
Dirigiéronse los dos amigos hacia la babitacion.
La bondadosa indígena de la Nueva Inglaterra habia notado el
progreso que la tísis hacia en su querida sobrina, y comunicó á
Saint-Clare los temores que la asaltaban; mas éste los rechazó con
una in 'ignacion que no le era habitual.
Abstente de siniestros presagios ; los detesto, prima. Eva no
tiene sino la enfermedad de su natural desarrollo ; ¿ igroras por
ventura que las niñas pierden las fuerzas cuando crecen ?
- Pero ¿ y esta tos que la consume ?
Eso no es nada ; será un resfriado .
Del misino modo principiaron las enfermedades de Elisa , de
Elena y de María .
Resérvate en adelante tan atroz pronóstico, y ten cuidado de
preservar á mi hija de la brisa de la noche, é impídela que se agite
haciendo demasiado ejercicio.
Sin embargo Saint-Clare concibió serios temores respecto a la salud
de Evangelina : Velaba mas sobre ella , la sacaba élmismo á paseo
y buscaba por todas partes los medicamentos que podian contribuir á
fortificarla . Pero lo que mas aſligia su corazon de padre, era el enfla
quecimiento siempre en aumento de la niña . Tenia ésta todas las
gracias de su edad , mas dejaba ver, sin quererlo, tan profundas y
naturales reflexiones, que se hubiera dicho inspiradas por el Omni
potente para poderla recompensar con mayor gloria en el cielo .
Consagrábase Eva casi esclusivamente a las obras de amor y ca
ridad ; dotada de instintos generosos, acompañaba todas sus accio
nes con la sensible delicadeza y gravedad femeninas. Tenia cierto
apego áa jugar con Topsy y los demas niños de color ; pero asistia á
sus pasatiempos sin tomar parte en ellos, y veíasela frecuentemente
triste, meditabunda, y como sino la divirtieran los juegos de sus
amigos.
Mamá, dijo un dia á María ; & por qué no enseñas á leer á tus
esclavos ?
¡ Qué pregunta tan necia me haces , hija mia ! ¿ no sabes que
eso no está en uso ?
¿Y por qué razon ?
Porque no tienen necesidad de instruccion ; y por que estamos
convencidos que dándosela trabajarian peor y de mala gana .
Creo, mamá, que deberian leer la Biblia para que puedan co
nocer y conformarse con la voluntad de Dios .
Que se la bagan leer por cualquiera otra persona.
Me parece que la Biblia es un libro sagrado que cada uno debe
consultarlo por sí mismo siempre que tenga necesidad .
¡ Qué singular eres , Eva !
Mis Ofelia ha enseñado á leer á Topsy.
Topsy es el sér mas perverso que existe sobre la lierra,
196
Mas la infeliz Mammy tiene vivos deseos de leer el Evangelio ;
y yo no concibo lo que perderia porque los ponga en práctica.
Årreglaba María ciertas alhajas que ponia en una cajita de plata .
— Ya estás muy crecida , Eva , y es tiempo que pienses en cosas
mas importantes que en enseñar á leer a los esclavos. Mira los bri
llantes que te daré cuando hagas tu entrada en el mundo ; los llevé
al primer baile á que asistí, y todos quedaron admirados al verlos ,
¿ Te gusta este collar de diamantes ?
¿ Cuánto valdrá , mamá ?
El solo puede hacer la fortuna de una casa ; tu abuelo lo hizo
traer de Francia .
- Quisiera tenerlo para disponer de él segun mi voluntad .
¿ Qué destino le darias ?
Lo venderia, y con su precio compraria una propiedad en los
Estados libres, llevaria á ella todos tus esclavos, y les pondria maes
tros para enseñarlos á leer y escribir.
Echose á reir María.
Deseas segun eso fundar una casa de educacion para enseñarles
á tocar el piano yy á bordar sobre terciopelo.
Les enseñaría á leer y escribir las cartas que reciben , y sus
contestaciones, respondió Eva con tono firme.
– Eres una niña, y no entiendes nada en esas materias ; ademas
tu cancion aumenta mi dolor de cabeza .
Salióse Evangelina de la habitacion de María, y apesar de la opo
sicion de su madre siguió con él mismo celo dando lecciones á
Mammy .
CAPITULO XXIII .
ENRIQUE .
Para que la educacion sea útil y provechosa debe darse con el con
sentimiento ó al menos con la tolerancia del Estado .
Estaban engolſados en su juego, cuando Agustin levantando la ca
beza vió á los lejos a nuestros jóvenes paseantes que se dirigian á la
habitacion .
- ¡ Míralos Alfredo, y contempla su hermosura !
Enrique con la cabeza erguida, y las megillas encarnadas se incli
naba riendo hacia su prima. Llevaba ésta un vestido azul y un som
brero del mismo color ; le habia dado el ejercicio un vivo sonrosado,
que haciendo mas trasparente la finura de su delicado cútis, resaltaba
mas su hermosura .
-
brazos,
No mucho, papá . Pero su penosa respiracion alarmó á Saint
Clare .
- ¿ Por qué has ido al galope, querida mia ? Ignoras que tan rá
pido ejercicio te hace daño ?
Lo sé, pero me gusta tanto correr á caballo que lo he olvidado
por un momento.
· Llevóla Saint- Clare al salon , y la dejó sobre el sofá.
Enrique, deberias haber tenido mas cuidado de Eva , no permi
tiéndola ir con tanta velocidad .
lado .
La tomo bajo mi preteccion , respondió el jóven, sentándose á su
Los.
tida dos hermanos dejándolos solos , se fueron a continuar su par
- Siento que papá se marche dentro de dos dias; si pudiera con
seguir quedarme contigo procuraria darte gusto en todo y no mal
trataria á Dodo, ni á ninguno de los esclavos: no tengo malas incli
naciones, ni soy indiferente con él ; la prueba es que le doy dinero
para que se divierta , y cuido que vaya siempre limpio y aseado. En
suma , el jóven mulato debe estar contento con su suerte.
.
CAPÍTULO XXIV .
TRISTES PRESAGIOS .
CAPITULO XXV .
LA LECCION .
Alguna inala pasada que habrá jugado Topsy, dijo Saint- Clare.
Un momento despues, miss Ofelia, llena de indignacion , se presentó
trayendo consigo á la delincuente.
¿ De qué se trata ? preguntó Agustin .
No quiero tener esta peste a mi lado : escede de los límites, y
me acaba la paciencia. La habia encerrado para que estudiase un
himno, y qué ha hecho ? ha descubierto donde yo tenia mis llaves,
y ha tomado de la gabeta de mi cómoda un adorno de sombrero y lo
ha cortado en varios pedazos para hacer vestidos á sus muñecas. ¡ En
mi vida habia visto cosa semejante !
Ya te lo habia yo advertido, prima mia ; entes como éste no
pueden manejarse sino con el rigor y la severidad. Si me dejaran
hacer lo que yo quiero, añadió ella mirando á Saint-Clare, como si
quisiera acusarle , mandaria esta muchacha fuera á que la castigasen
hasta que reconozca su error .
No lo dudo, respondió Saint-Clare. i; Y hablan de la dulzura del
bello sexo ! No he visto hasta ahora á una muger que no esté dispuesta
á matar á un caballo ó a un esclavo como se lo permitan .
Búrlate cuanto quieras, Saint-Clare; mi prima es una muger de
buen sentido y juzga el caso lo mismo que yo.
Miss Ofelia era tan susceptible de indignarse como pudiera serlo
una administradora, muger de costumbres pacíficas y metódicas. Es
taba justamente irritada con las picardiguelas de Topsy, y la mayor
parte de nuestros lectores, en circunstancias semejantes, hubieran
tenido el mismo disgusto ; pero se calmó al oir á María que añadió :
Por nada de este mundo quisiera tratar así á esa muchacha;
esto me desespera . La he reiterado las mismas lecciones, la he pe
gado sendos latigazos, la he castigado de mil maneras y todo es
inútil : tan viciosa está ahora como antes.
i Ven acá , mona !
- Topsy se adelantó : sus ojos conservaban la espresion de la
malicia , pero el temor la hacia vacilar .
¿ Por qué te comportas de ese modo ? dijo Saint-Clare á quien
la fisonomía cómica de la negrita le divertia á pesar suyo.
Porque tengo mal corazon como dice miss Ofelia , contestó
Topsy cen tono compungido .
- No consideras lo que miss Ofelia hace por tí ? Ella asegura
que ha hecho cuanto ha estado de su parte en tu obsequio .
-- Eso mismo decia mi antigua ama . Ella me castigaba mucho
mas, me tiraba de los cabellos y me pegaba de cabezadas contra las
puertas, sin que yo me corrigiera por eso. Aunque me hubiera ar
rancado todos los cabellos , creo que nada habria logrado : soy muy
mala y tengo todos los defectos de una negra.
No quiero mezclarme en eso, dijo miss Ofelia.
Permíteme que te haga una pregunta, le dijo Saint-Clare á su
prima.
-¿Cuál ?
- Si tú no tienes fuerza suficiente para convertir una pagana que
207
CAPÍTULO XXVI .
LA MUERTE .
mientras que Tom no puede ofrecerne sin sus brazos y sus can
ciones. Por otra parte me lleva cómodamente y sin cansarse .
Tom no era elsolo criado que deseaba consagrarse al cuidado de
Eva ; todos los demas se disputaban ese placer con el mayor empe
ño . Mammy hubiera querido muy bien hacerle personales servicios ,
pero no le era posible. María habia declarado que tal era su posicion
que no le permilia el menor descanso, y por consecuencia nadie en
la casa habia de estar en sosiego. Namniy se vió forzada á levan
tarse veinte veces cada noche para darla fricciones en los piés, po
nerle agua fresca en la frente , irle á buscar el pañuelo del bolsillo ,
215
correrle las cortinas cuando aclaraba y descorrerlas cuando reinaba
oscuridad en su cuarto. Por el dia , despues que la pobre criada ha
bia hecho una visita á su querida Eva , siempre hallaba en que ocu
parla constantemente.
Es de mi deber, decia María, velar por mi salud : ; estoy tan
:
19
218
CAPITULO XXVII.
PESADUMBRES .
- Saint- Clare abrió el libro por el capítulo XIde San Juan, donde
contiene el relato de la resurreccion de Lázaro. Leyó en alta voz, se
detuvo únicamente para notar los emociones de Tom : éste escuchaba
con el mayor respeto y veneracion .
-¿Tom , todo esto es una verdad para tí ?
Me parece que lo veo, señor.
-
oirte , pero déjame solo. Otra vez nos esplicaremos mas estensa
mente .
Tom se retiró silenciosamente .
CAPITULO XXVIII.
LA REUNION .
¿ Qué estás haciendo ? la dijo la jóven Rosa que habia ido á bus
carla : qué has robado ?
Déjame, Rosa, y mézclate de lo que te interesa.
Te he visto ocultar lo que tenias entre las manos.
Trató enseguida de apoderarse del objeto en cuestion ; pero enfu
recida Topsy combatió valerosamente para , defender sus derechos.
Saint-Clare y miss Ofelia acudieron al ruido que hacian los enfure
cidos combatientes.
i Es una ladrona ! dijo Rosa al verlos.
No es verdad ! dijo Topsy indignada .
Dame en seguida lo que has ocultado, le intimó miss Ofelia con
tono firme. Vacilaba la negra ; mas a la segunda intimacion sacó del
seno un paquetito envuelto en un pedazo de cuero en el que habia el
libro de las Sagradas Escrituras, que Eva habia dado á Topsy, un
pedacito del crespon negro quehabia servido de pano funerario,y un
bucle de su cabellera que la infeliz Evangelina dió a Topsy el mismo
dia en que aquella exhaló su último suspiro.
Conmoviósé Saint- Clare á la vista de tan queridos objetos. .
226
¿ Por qué, la dijo, has envuelto ellibro con ese crespón negro ?
Porque... porque ... ha servido á miss Eva. 1 Oh, por piedad, no
me lo arrebate va !
En seguida, arrojóse Topsy al suelo, cubrióse la cabeza con el de
lantal, yprorumpió en lamentables gritos. Era lastimoso ycómicoáá
la vez ver aquella escena . Saint-Clare, aunque con las lágrimas en los
ojos, sonrióse al contemplarla . 1
-
No pienso como tú, porque no estoy segura para obrar sino del
tiempo presente, el porvenir no nos pertenece.
- En aquel momento, presentó papel y pluma á Saint-Clare, quien
se puso á estender el escrito que su prima le exigia .
Hélo aquí, muger previsora, la dijo entregándola la donacion
que acababa de formular. Ahora te pertenece encuerpo y alma.
Nadie, sino Dios tiene derecho para darme una criatura huma
na ; pero al menos he querido llenar las formalidades legales, para
tener el derecho de protejerla.
- Te pertenece por una ficcion de la ley, respondió Saint-Clare ,
dirigiéndose al salon .
Mis Ofelia que acompañaba raramente á María, siguió a su primo
al salon despues de haber guardado la donacion en su papelera.
- Agustin, le dijo repentinamente įhas hecho alguna disposicion
en favor de tus esclavos ?
- No, respondió Saint-Clare, tengo el pensamiento de hacerla
uno de estos dias.
- Y si te faltara el tiempo ?
-
Dió Saint -Clare tan poético y profundo acento á tales versos, que pa
recia inspirado por la voz de su madre ; comunicó al piano la anima
cion que el mismo sentia y reprodujo con vivisima energía los sim
páticos acuerdos de Mozart; hubiérase dicho que el mismo sentia ya
los profundos y patéticos dolores de la próxima muerte que le es
peraba.
- ¡ Qué sublimidad ! ; que admirable cuadro ! nada puede compa
rarse con lacomposicion del juicio final ; es lasolucion de los pro
blemas morales de todos los siglos por la infalible sabiduría.
Terrible en verdad para nosotros, dijo miss Ofelia.
Debia serlo para mí, respondió Saint-Clare. Ayer tarde lei á
Tom el capítulo de San Mateo que describe el juicio final. Se supone
generalmente que están escluidos del cielo , los que han cometido
crímenes; pero no es así ; se condenan principalmente por no haber
hecho el bien, como si este fuese el mas culpable de todos los crí..
menes .
Creo que se hace mal , cuando no se hace bien, repuso miss
Ofelia .
-¿Qué se diria de aquel, cuyas inclinaciones, educacion y demas
necesidades de la sociedad llamándole á contribuir a la realizacion
de nobles y útiles empresas, quedan neutros é indiferentes en pre
sencia de la lucha y de las miserias de la humanidad ?
-
CAPITULO XXIX .
vergüenza ! ...
Sabia mis Ofelia que en los Estados del Sur estaba puesto en uso
el enviar a las mujeres así ancianas como jóvenes á las casas, que
llaman de correccion, y entregarlas á la disposicion de hombres de
salmados y viles que ejercen la profesion de verdugos. Apesar de
eso , como no habia habido hasta entonces ejemplo alguno en la casa
de Saint-Clare ; su honestidad , su pudor femenino, sus sentimientos
de independencia y de dignidad humana se sublevaron contra este
abuso de la fuerza brutal, mas reprimió con su habitual prudencia
su indignacion, y estrujando entre sus dedos la carta, dijo á Rosa :
Siéntate ahí, querida mia , y espérame.
i Qué horrible monstruosidad ! murmuraba entre dientes al
marcharse.
Halló á María sentada en un sofá : peinábala Mammy, é inclinada
delante de ella, calentábale Juana los piés.
¿ Estás buena ?
Cerró los ojos y suspiró Maria, antes de responder aá su prima.
No lo sé ; no encuentro mejoría en mi salud, dijo , enjugándose
las lágrimas con un pañuelo.
Vengo, continuò miss Ofelia, con la tos seca que sirve comun
mente de prefacio á esplicaciones penosas ; vengo, repitió, á hablarte
en favor de Rosa .
Bajó la vista María, y un vivo encarnado enrogeció susmejillas.
20 *
234
¿ Qué tienes que decirme? la preguntó enfadada.
Rosa está profundamente abatida, y llora de vergüenza y se ar
repiente de su ligereza .
-
CAPITULO XXX .
CAPITULO XXXI .
LA TRAVESIA,
ñar por sus mayorales. Palpe Vd. mis músculos; y examine mis
puños. Tengo la carne dura como el mármol y ejerzomis fuerzas so
bre la inmunda raza proscripta .
Palpó el brazo de Simon, el pasajero, y dijo con sencillez.
Šon durísimos en verdad ; mas supongo que el ejercicio le ha
endurecido á Vd . asimismo el corazon .
-Puedo lisonjearme de ello , respondió . Toda mi bondad ha desa
parecido, y las plegarias de los negros no logran conmoverme.
Vd . ha hecho unapreciosa adquisicion.
Si por cierto. Me han asegurado que Tom es un escelente ne
gro ; me ha costado caro ; pienso hacer de él un cochero óun mayo
ral. Su único defecto consiste en que le ha dado la manía de ser tra
tado como una muger y eso es una ignorancia. La jóven Emelina
no tiene la mejor salud ; pero he pagado lo que vale; podrá vivir
unos dos años lo mas . No los contemplo ni los mimo; usarlos, y
volver a comprar otros ha sido siempre mi sistema ; y la esperiencia
me ha probado que este es el mejor medio para aumentar mi for
tuna .
¿ Cuánto tiempo viven generalmente esos desgraciados ?
- Depende mucho de la respectiva organizacion de cada uno :
Los mas robustos viven siete años, mientras que tres ó cuatro bastan
para acabar con los que gozan de una mediana constitucion. Al prin
cipio de mi comercio los cuidaba en sus enfermedades ; mas ahora
buenos ó enfermos es necesario que marchen. Cuando se me muere
alguno, compro en seguida otro, y esto es lo mas cómodo y menos
dispendioso .
Alejóse el pasajero, y sentóse al lado de un jóven que habia oido
la conversacion .
No considere Vd. á ese hombre como el tipo de los proprieta
rios del Sur, le dijo .
¡ Dios me libre ! esclamó el jóven.
El tal Simon es un vil miserable .
Y sin embargo las leyesde su país le permiten disponer abso
lutamente de tantas criaturas humanas como pueda adquirir .
- Es verdad ; pero tambien lo es que si hay propietarios bárbaros
y crueles, no faltan otros muchos que sean buenos, humanos y bon
dadosos .
- Segun mi dictámen los propietarios humanos son responsables
-
CAPÍTULO XXXII .
LUGARES SOMBRíos .
CAPITULO XXXIII.
CASSY .
Ahí teneis á ese santo bajado del cielo para convertirnos ....
i Qué fascinadora es su piedad! Mas perillan infame, que te crees tan
religioso, ¿ no has leido en la Biblia « servidores obedeced á vuestros
amos? »» ¿No soy yo tu amo? ¿No he pagado por ti mil doscientos pe
sos en moneda corriente , cantidad infinitamente mayor de lo que
vale tu negro esqueleto ? Acaso no me perteneces en cuerpo y
alma ?
¡ No, no, no , mi alma es de Dios, que la ha criado ; y no le per
tenecerá jamás ! Ha sido rescatada por el Salvador del mundo que ha
derramado su sangre por salvarla , y la protege con su divino poder.
Así nada temo .... ¡Sus iniquidades no conseguirán intimidarla!...
i No puedo intimidarla! ¡Ahora lo verás! ¡Ola , Sambo, Quimbo!
Agarrad á ese infame y dadle una boca abajo del que no se levante
ni en un mes !
Los dos gigantescos negros se apoderaron de Tom con bárbara
alegria y ferocidad; las furias del infierno, animaban á aquellos dos
energúmenos, á cuyo horroroso aspecto dió un doloroso grito la infe
liz mulata, y todossus desgraciados compañeros se levantaron como
por un movimiento involuntario, para interceder en favor de Tom .
¡Mas quedaron sin efecto sus caritativas súplicas!
CAPITULO XXXIV .
HISTORIA DE LA CUARTERONA .
CAPITULO XXXV .
Era el salon de Simon Légree unà basta pieza á cuyo frente casi
lo ocupaba una colosal chimenea . El papel que en época muy re
mota la adornaha, habia perdido sus brillantes colores y oaia por lo
antiguo en mil pedazos que pendian de sus húmedas paredes. Exha
laba aquella cloaca una olor insano semejante al que despiden las an
tiguas casas que por largo tiempo han permanecido cerradas. Veianse
por todas partes enmohecidas manchas de vino y cerveza, mezcla
das con innumerables figuras y rayas hechas con carbon por la ines
perta mano de los negros. Ardia en el hogarmezquino fuego aunque
suficiente para templar aquella admósfera infecta , sirviendo tambien
para encender los cigarros y hacer los ponches . En suma, veíanse á
los resplandores de las opacas llamas, amontonados desórdenadamen
te, aparejos, y sillas de caballos , bridas y otros numerosos efectos que
servían de cama á una porcion de perros.
Ocupábase Simon en hacer un ponche, y vertia en un vaso de vi
drio el agua caliente que contenia un desportillado puchero de
cobré .
¡ Maldito Sambo ! decia entre sí. ¿ Porqué me has obligado á
malquistarme con mis nuevos esclavos ? Tom ha quedado incapaz de
trabajar en mas de ocho dias ...
Cúlpate á tí mismo, le respondió una voz que salia del lado
opuesto el en que estaba .
Era la deCassy que babia entrado durante su soliloquio.
-
ị Tú aqui, alma en pena !
Si, pero con résolucion do obrar segun mi voluntad.
No lo creas cárcomido esqueleto , porque cumpliré mi palabra .
Prefiero habitar el agugero mas inmundo antes que servir a tus
caprichos.
i Locura ! ... Por mas que no lo quieras, tienes que hacer mi
voluntad yy sufrir mi yugo, respondióla Legree con tono burlesco. En
fin dejemos los resentimientos à un lado y hablemos como amigos.
Ten cuidado, Simon Legrée, repuso Cassy, cuyos ojos brillaron
268
con siniestro resplandor. Me temes, y tienes razon . Así, toma tus 1
precauciones, porque el diablo me tienta.
No lo dudo, la dijo , empajándola sobresaltado.
Quedó un momento pensativo, y añadió :
Querida Cassy, ¿ por qué no vivimos en buena armonía ? por
qué no me tratas con tu antigua amabilidad ?
¡Con miantigua amabilidad ! respondió con amargo acento......
Interrumpióse bruscamente viéndose' impotente para espresar las
hondas emociones que la asaltaban .
-
CAPÍTULO XXXVI.
EMELINA Y CASSY.
de la inmortalidad .
No oyo aquella mágica voz Legree. Qué caso hacia él de las ma
ravillas que en las mañanas claras y brillantes de la primavera, se
desplegan con toda la pompa y la majestad de la naturaleza indicando
el poder é inmensidad de un Dios creador? ¿Qué le importaba la
presencia de la estrella que el verbo encarnado habia escogido por
emblema ? Semejante a los brutos, veia sin comprender. Levantose
pues como un autómata y llenando un vaso de agurdiente se bebió
la mitad de un sorbo .
¡ Qué mala noche he pasado ! dijo á Cassy que acababa de en
irar en aquel instanta .
- No será esa la sola mala noche que pasarás ; le respondió se
camente.
¿Qué dices, desgraciada ?
Ya lo sabrás mas tarde. En este momento tengo que darte un
consejo , Simon .
- ¡ Ciertamente !
Soy de dictámen , de que debes dejar en paz á Tom , repuso
con tono firme.
¿ Por que te mezclas en lo que no te importa ?
No sé en verdad , porque hablo de él. Pero , si has pagado por
un hombre mil doscientos pesos fuertes solo con el fin de inutilizarlo,
en el momento mas urgente de la cosecha, entónces nada tengo
quedecirte. Sim embargo he hecho en su favor cuanto me ha sido
posible .
Has hecho mal .
- 274
He querido, asistiendo á cuantos esclavos has maltratado , eco
nomizarte algunos miles ; yy tal interés por tu fortuna no merece cier
tamente cu resentimiento. Por otra parte, conduciéndome de esa ma
nera, no he tenido presente sino el que ganes la apuesta que hicis
tes hace poco con Mr. M ... presentando en el mercado mejor cosecha
que él.
Legree, así como el mayor número de los propietarios, tenia á gala
el recoger la cosecha mas abundante de la estacion. Habia apostado
con varios habitantes de la ciudad mas próxima de su casa el presen
tar las mas ricas muestras de algodon que se vieran en el mercado;
y Cassy con el tacto que es tan comun en las mugeras supo to
car la única cuerda que podia vibrar en el ambicioso corazon de
su amo .
Pues bien , olvidaré lo que ha hecho, a condicion que me ha de
pedir perdon, y prometerme comportarse mejor en adelante.
Se negará à ello.
¿ Cómo?
No tengas duda .
¿ En qué fundas ese acerto ? preguntó desdeñosamente.
El sabe que tiene razon y se negará a decir lo contrario.
- Qué mire lo que hace ; porque ......
En ese caso le impedirás que trabaje en este momento tàn črí
tico de la cosecha, y perderás la apuesta.
.
CAPÍTULO XXXVII.
LIBERTAD .
CAPITULO XXXVIII .
LA VICTORIA .
CAPITULO XXXIX .
LA ESTRATAGEMA .
25
290
Acuéstese Vd . allá arriba , si quiere convencerse.
¿ En el granero , Cassy ? ¿ Qué es ello ?
¿Qué entiende Vd. por ello ?
De lo que tú me has hablado ...
Yo no he hablado de nada.
Legree inquieto se paseó á lo largo del salon.
-Yo examinaré lo que pasa por mí mismo; iré esta noche à dor
mir arriba y llevaré mis pistolas á prevencion .
Me alegro mucho . Acuéslese Vd . en mi antiguo cuarto y esté
Vd . pronto a hacer uso de sus armas .
¡ Con mil demonios ! esclamó Legrée dando una gran patada .
i No jure Vd . , que pueden oirle ! Oiga Vd . & qué quiere decir
eso ?
¡ Qué ! preguntó Legree trémulo de pavor.
Un antiguo reloj holandés, colocado en un ángulo de la chimenea
daba las campanadas de la media noche. Maquinalmente Legrée con
tuvo hasta la respiracion y permaneció inmóvil sin pronunciar una
sola palabra ; él estaba lleno de terror, y Cassy, contemplándole con
aire de burla, contaba los golpes del martillo .
- Es media noche, añadió ella , vamos á ver ; y abriendo la puer
ta del corredor puso el oido con la mayor atencion . Oiga Vd . ¿ qué
ruido es ese ?
El viento , ¿no oyes como silva ?
-
pedia que las tinieblas fuesen completas. Como Cassy lo habia pre
visto, en el momento en que ellas ganaban el mangle que rodeaba
la finca , oyeron el grito de « alto . 3» No era Sambo era Legree quien
perseguia á las fugitivas llenándolas de imprecaciones. A su voz
Emelina empezó a perder el ánimo y agarrándose del brazo de su
compañera esclamó.
Ah Cassy, voy áa desmayarme !
Reanimate ó të mato, contestó Cassy уy desenvainó un estoque
cuya hoja brilló delante de Emelina .
Esta amenaza produjo su efecto. Emelina convino en seguir á Cas
sy á la sabána y se entraron en un laberinto de arbustos donde el
agua les daba á la rodilla y donde Legree tenia necesidad de renun
ciar á encontrarlas .
Ya están en mi poder, dijo él burlándose . Aunque se hayan
disfrazado con la piel del demonio como permanezcan ahí daré con
ellas .
Entró en el barracon y era el momento en que los demas esclavos
volvian del trabajo.
-. j Ola , Sambo ! ¡ Quimbo ! ¡ Arriba todos ! Hay dos cimarrones en
la sabána , cinco duros para el que los prenda. Desaten los perros, á
Tigre , á Furia y á todos los demas.
La noticia exitó la mas viva sensacion. La mayor parte de los ne
gros se ofrecieron con la mayor actividad, bien por la ambicion de
la recompensa ofrecida, bien por adulacion al despotismo de su amo .
Los unos corrian por un lado, los otros por otro, algunos buscaron
antorchas de raíces de árboles ; otros desataron los perros, cuyos la
dridos aumentaron el ruido y la confusion .
Mi amo, dijo Sambo, despues de recibir la carabina que le en
tregó Legree,si las encontramos, haré uso de esta arma ?
- Puedes tirar sobre Cassy si quieres; ya estiempo de que vaya
à reunirse con el diablo á quien pertenece en cuerpo y alma ; pero
no á la muchacha ... Vamos, muchachos, cinco pesos fuertes al que
atrape alguna y un vaso de aguardiente á cada uno de ustedes.
Todos los negros, aclarados por las antorchas dando gritos salva
ges se lanzaron en la sabána : como la casa quedó completamente
desierta Emelina y Cassy pudieron sin peligro volver a entrar por la
puerta ſalsa. Los gritos de los que las persiguian resonaban en la
atmósfera ; y desde las ventanas del salon pudieron ver á los caza
dores dispersarse por la sabána.
- Ya ves, dijo Èmelina, la caza empieza. ¿ ܂Ves las luces como cir
culan ? ¿ Oyes los perros? Si estuviéramos allí seríamos perdidas . Por
favor oculiémonos pronto .
Inútil es precisarnos, respondió Cassy friamente ; todos están en
!acaza, tienen ya trabajo para toda la noche;nosotras subiremos al
instante. Entretanto voy a tomar lo necesario para pagar nuestro
viaje.
Ella tomó una llave del bolsillo de la levita que Legree acababa
de quitarse precipitadamente, abrió un escritorio y tomó un paquete
de billetes de banco.
293 .
CAPITULO XL .
EL MARTIRIO .
qué hemos hecho de peor que los demas para ser tratados como lo
somos ?
Al pronunciar estas palabras, su voz tomó una energia terrible.
- Si no fuera por tí, jóven criatura , añadió dirigiéndose á Emo
-
296
CAPÍTULO XLI.
EL AMO .
CAPÍTULO XLII .
HISTORIA DE LOS APARECIDOS .
Por razones que son fáciles de concebir, los rumores de las apari
ciones se propagaban entre los esclavos de Legree : habian oido
pasos, habian visto á un espectro bajar la escalera y circular por
toda la casa . Mas aun cuando cerraban todas las puertas para im
pedir la entrada del fantasma, éste continuaba sin embargo sus
paseos con una libertad verdaderamente alarmante .
Diversos eran los pareceres sobre la forma del aparecido ; así los
negros como los blancos cierran los ojos al ver un ser fantástico, ó
se cubren la cabeza atemorizados ; por consiguiente , hablando cada
uno segun sus diversas impresiones, necesariamente habia de ser
diferente la pintura que cada uno hacia del fantasma. Con todo es
taban de acuerdo en decir, siguiendo la inveterada costumbre de
las sombras, que el aparecido iba cubierto con un lienzo blanco.
Ignoraban los negros de Legree la historia antigua ; no sabian que
Shakspeare habia descrito este traje blanco, al referir, que los muer
tos, revestidos de un lienzo erraban por las calles de Roma. La
conformidad de la opinion de los esclavos con la del gran escritor
305
es por cierto un hecho curioso de pneumatología que recomendamos
á la atencion de los sábios .
Como quiera que sea, en las horas escogidas ordinariamente por
las sombras, una colosal figura, cubierta con una sábana blanca,
erraba por toda la casa del propietario, abria todas las puertas,
desaparecia por intervalos subia las escaleras que conducian al
cuarto fatal sin que ningun mueble de la casa se resintiese de la
visita de la sombra . Trataron con el mayor cuidado de ocultar á
Legree lo que sucedia, nias fué no obstante avertido de ello . Apa
rentó al principio un profundo desprecio, pero padecia en secreto
horribles angustias y hondos temores que en vano se esforzaba en
desechar por mas que se dió á la bebida.
A la mañana siguiente del entierro de Tom, fué á la ciudad inme
diata para asistir a una orgía : regresó ya muy adelantada la noche,
y cerrando enseguida la puerta quitó la llave y se acostó .
En vano el impío lucha contra su conciencia para ahogar sus
remordimientos ; su alma le pone continuamente en evidencia sus
crímenes, y, por mas que se esfuerce , jamás puede lograr la perdida
tranquilidad . Así Legree, cerró la puerta de su cuarto para impedir
la entrada de los malos espíritus ; puso un par de pistolas bajo de su
almohada, dejó la luz encendida, se metió en cama, y seguro con
tantas precauciones, de que nadie polia ya molesta se durmió
profundamente. Mas al cabo de unas dos horas se despertó soñando
que una terrible sombra se adelantaba hacia él ; al fijar en ella su
vista creyó reconocer sobre los hombros de Cassy, el paño que habia
servido de morlaja á su madre, pensaba que oia un confuso rumor
de suspiros y gemidos, y figurándose que tan desagradables imá
genes, no eran sino efecto de un fatal ensueño, procuró el disper
tarse. Logrólo en parte, mas habiendo ilegado á persuadirse que
habian abierto la puerta y entrado en la sala, no tuvo valor para
volver la cara . Al fin , haciendo un violento esfuerzo sobre sí mismo
se incorporó en la cama , y viú, asustado, que la puerta se hallaba
abierta y la luz apagada.
Estaba entonces la luna cubierta de nubes ; y á sus débiles res
plandores vió Legree un fantasma blanco vestido con un trage sin
gular, cuyo fuerte roce le estremecia . Una fria mano asió la suya, y
una voz aterradora le dijo por tres veces : - ¡Ven, ven , ven ! En se
guida desapareció la sombra .
En aquel momento echóse Legree fuera de la cama, y se dirigió á
la puerta . Mas viendo que permanecia cerrada, se desmayó .
Desde aquel instante, se dió a la embriaguez, y en vez de conte
nerse, como lo hacia antes de las apariciones, bebia con esceso , sin
pensar en las funestas consecuencias que tan repugnante vicio habia
de acarrearle. En efecto, á los pocos dias se esparció la noticia de
que Simon estaba espirando . Sus frecuentes escesos habian sido cas
tigados por la combustion espontánea, terrible enfermedad que parece
anticipar en este mundo los suplicios del infierno . Nada se ha visto
de mas espantoso que su agonía ; bregaba sin cesar, temblaba con
26*
306
CAPÍTULO LXIII.
JORGE Y SU FAMILIA .
« Mi querido amigo,
« No deja de embarazarme mi porvenir. A la verdad, como usted
me ha dicho, puedo ser admitido entre los blancos del país, y con
fieso que seria dificil reconocer mi orígen por el color mio y el de mi
familia ; pero si he decir lo que siento no tengo muchas ganas de
lanzarme en la sociedad europea.
« Mis simpatías son en favor de la raza de que ha salido mi ma
dre y no por la de mi padre . Para con éste yo no tenia otro valor á
sus ojos que el que se tiene por un hermoso perro, al paso que mi
madre mi miraba como un hijo , por manera que, no obstante que no
la he vuelto á ver despues de la cruel venta que nos separó, estoy in
timamente convencido de que siempre me amó con mucha ternura.
Cuando refiexiono todo lo que esta muger ha sufrido, y cuando pien
so en mis propias desgracias y en los esfuerzos heróicos de mi es
posa , no esperimento el mas mínimo deseo de identificarme con los
blancos. Soy franco y lo digo como lo siento, simpatizo sobremanera
con la raza africana, y mas quisiera tener el color mas obscuro que
parecerme á criollo ,
« El constante deseo que ambiciona mi alma es el de llegar á
constituir una nacionalidad africana. Quisiera un pueblo que tuviese
una existencia á parte ; & pero dónde la hallaremos ? Haiti no tiene
estos elementos, pues los habitantes de este país fueron educados
por un pueblo afeminado y gastado, y será preciso que pasen siglos
para que vuelvan al estado que deben ocupar.
¿ Adónde ir pues ? Veo en las costas de Africa una república for
mada por un pequeño número de hombres que no deben á nadie su
instruccion sino á sí mismos, y que supieron salir de la esclavitud
por su energía. Esta república ha pasado por un estado preparatorio
de debilidad, hasta que al fin se hizo reconocer a la faz del mundo
por la Francia y por la Inglaterra . Allí es donde quiero ir para ad
quirir el título de ciudadano.
« No ignoro que usted está pronto a condenarme ; pero oigame an
tes. Durante mi residencia en Francia me he interesado en la histo
ria de mis hermanos de América , asisti desde lejos á la lucha entre
los abolicionistas y los partidarios de los colonos, y he adquirido
ideas que nunca me hubieran venido si hubiese tomado parte en la
lucha .
« Nuestros opresores han trazado un cuadro infiel de la república
de Liberia á fin deretardar nuestra emancipacion. Pero į no hay acaso
un Dios cuyos designios se cumplen antes que los proyectos de los
hombres, y no puede acaso fundar una nacion para nosotros apesar
de tantos obstáculos ?
« En la época en que vivimos una nacion se crea en un solo dia,
pues encuentra ya resuelto el gran problema de una civilizacion
completa y de una vida republicana, sin tener que descubrir nada,
pues solo le basta poner en aplicacion lo que conviene . Unamos pues
nuestras fuerzas, y ya veremos el partido que podremos sacar de
313
este nuevo establecimiento. Un magnífico continente como el Africa
nos tiende los brazos, y nuestra nacion propagará en derredor suyo
la civilizacion y el cristianismo. Fundaremos sobre el suelo africano
poderosas repúblicas, las que, propagándose con la rapidez y fecun
didad de las plantas tropicales, se desarrollarán en los siglos veni
deros.
« ¿ Querria usted acaso que abandonase mis hermanos oprimidos ?
Crea que no. Dios me libre de olvidarlos un solo instante . Pero ¿ qué
es lo que puedo hacer por ellos ? ¿ Puedo acaso romper sus cadenas ?
No. Los esfuerzos de un hombre solo son de muy poco valor; pero
que llegue el tiempo en que pueda hacer parte de un pueblo que
tenga voto deliberativo en el consejo de las naciones, y entonces
hablaremos. Una nacion tiene el derecho de mandar, discutir, exigir
y defender la causa de la raza que representa, mas un individuo no
ie tiene .
« Si la Europa llega á ser como lo espero una gran confederacion
de pueblos libres ; si desaparecen para siempre la desigualdad social
y la injusticia tiránica, y si llegan á reconocernos como lo hicieron la
Francia y la Inglaterra, entonces nos presentaremos en el congreso
de los pueblos y haremos presente el derecho que tiene nuestra raza
despreciada y avasallada. En este caso -s imposible que la América,
este país libre y culto, no haga desaparecer de su blason la barra
que la deshonra y que imprime el sello de la infamia en la frente de
los oprimidos.
« Usted me dirá que tenemos el derecho de incorporarnos a la re
pública americana lo mismo que los alemanes, los italianos é irlan
deses. Estamos de acuerdo, y digo que hasta deseriamos salir del
estado en que nos hallamos y elevarnos por nuestro valor individual,
sin ninguna consideracion. Los que nos contestan este derecho se
ponen en contradiccion con los principios que profesan. Creo que la
raza africana tiene cualidades particulares superiores tal vez á las de
los anglo -sajones.
Estos últimos han desempeñado un papel en el mundo en una
época de lucha y de incertidumbre, su mision estaba en armonía con
su enérgica inflexibilidad; pero como cristiano aspiro á verme en
una nueva era . Creo que no tardaremos en entrar en ella , pues la
agitacion convulsiva de lasnaciones no es otra cosa para mí que el
penoso nacimiento de una época de paz y de fraternidad universal.
« El desarrollo del Africa debe de ser esencialmente cristiano . Sus
habitantes no han nacido quizás para ser conquistadores ; pero en
cambio son de un carácter muy humano, magnánimo y misericor
diosu. Víctimas durante muchos años de la injusticia y de la opre
sion, tienen necesidad de penetrarse de esta sublime doctrina de
amor cristiano у de resignacion, la sola que puede asegurar la vic
toria .
« Confieso francamente que tengo momentos en que pierdo el va
lor, pero mi muger es una roca, es mi apoyo ; me predica el Evan
gelio con elocuencia, me indica mi mision y me hace olvidar que en
27
- 314 -
mis venas corre la sangre de los sajones. Como patriota y cristiano
me dirijo á mi país predilecto, al Africa, a la que he aplicado mas de
una vez estas palabras del profeta : « Tú has sido detestada y aban
donada, y el mundo huia de tí ; pero yo te daré una fuerza y supe
rioridad que hará un dia la alegria de las generaciones. »
« Usted me llamará un entusiasta ciego,y dirá que no he reflexio
nado en las consecuencias de mi empresa ; pero debe usted estar
persuadido de que todo lo tengo bien calculado . Pienso encontrar en
Liberia no unos Campos-Eliseos romanescos, sino un rincon de tierra
para cultivarlo . Trabajaré hasta que muera, y llegaré á vencer los
obstáculos que se presenten sin perder el valor. Con este objeto
marcho y no creo equivocarme.
« Sea cual fuere su parecer con respecto á mi resolucion, espero
que su confianza no me faltará, y esté persuadido que todas mis ac
ciones irán dictadas por el amor que tengo por mis hermanos.
« JORGE HARRIS, >
CAPITULO XLIV .
EL LIBERTADOR .
CAPITULO XLV.
CONCLUSION .
321
mientos У. heróicos esfuerzos en favor de sus hermanos que aun per
manecen bajo el duro yugo de la esclavitud. En suma han admirado
con sus virtudes á cuantos han meditado sobre su estado presente y
la funesta abyeccion en que habian permanecido por tan largo
tiempo .
El autor de este libro, habiendo vivido mucho tiempo en los Es
tados en donde reina la esclavitud ha observado con atencion a los
hombres que se han libertado de tan detestable yugo . Algunos han
servido a su familia, y á defecto de escuelas públicas, los educaba
particularmente en compañía de sus propios hijos : el testimonio de
los misioneros que reciben y amparan å los ſugitivos, coincide con
su misma esperiencia, y asi ha concebido la idea mas formal de la
alta capacidad de los negros.
Apenas los esclavos han adquirido su libertad, hacen los mayores
sacrificios para lograr su instruccion y la de sus hijos. Las observa
ciones del autor, y los informes dados por los maestros, han demos
trado hasta la evidencia, que los negros tienen suma facilidad para
aprender, que, en efecto aprenden pronto , y que están dotados de
una inteligencia sorprendente. Esta opinion, en fin, ha sido con
>
firmada por los resultados obtenidos en las escuelas fundadas por los
generosos habitantes de Cincinnati .
Hé aquí, en corroboracion , una nota que nos ha trasmitido el pro
fesor C. E. Etowe del seminario de Lane, - Estado del Ohio.-- sobre
los esclavos emancipados , residentes actualmente en Cincinnati. La
aducimos para demostrar que la raza negra ha de sobresalir un dia,
que no debe estar lejano, por sus talentos, por su laboriosidad y por
su energía :
« B. , ebanista , ha rescatado su libertad por la suma de diez mil
pesos fuertes, que habia ganado con su industria en el espacio de
veinte años.
C., perfecto negro , sorprendido y capturado en las costas de
Africa, vendido en Nueva-Orleans, se ha rescatado por la suma de
seiscientos pesos y posee una fortuna de mas de veinte mil.
Cuenta 15 años de residencia.
« W. , mestizo, peluquero, del Kentucky y que está libre hace ya
diez y nueve años , se ha rescatado con toda su familia por tres mil
dollares, y posee veinte mil que ha ganado con su industria.
Q. D., mestizo , y labandero en Kentucky, hombre libre bace
diez y nueve años, se ha rescatado con su familia por quinze mil do
llares, murió hace poco á la edad de sesenta años , y poseia seis mil
dollares . »
El profesor Stowe añade : « A escepcion de C., todos estos indivi
duos así , como á muchos otros que no cito , los conozco personal
mente . »
El autor se acuerda de una anciana muger, mestiza, empleada en
casa de su padre como labandera , la que tenia una hija casada con
un esclavo . Pues bien , esta última muger, económica á fuerza de
privaciones, llegó á reunir nuevecientos dollares para rescatar á su
marido .
322
Páginas.
INTRODUCCION .
CAPITULO PRIMERO . Donde el lector hace conocimiento con un
hombre humano .. 7
La madre . 14
II .
III. Esposo y dadre. 17
IV . La cabaña del tio Tom .. 21
V. Donde se ve todo lo que sufre una propie 30
dad viva que cambia de amo .
VI . Descubrimiento . 37
La fuga . 43
VII .
VIII . Los cazadores de hombres . 52
IX . Donde se vé que un senador no es sino un
hombre . 61
Entrega de la mercancía. 73
X.
XI . Pronunciamiento de los negros de una pro
piedad contra el propietario. 88
XII . Curiosa esplicacion de un comercio legal . 91
XIII . Los Cuákeros 103
XIV . Evangelina . 110
XV. Un nuevo amo de Tom . 117
XVI . El ama de Tom 128
XVII . La defensa del hombre libre . . 142
XVIII . Tribulacion de miss Ofelia . 154
XIX . Continuacion de los esperimientos de
miss . Ofelia . 166
XX . Topsy ... 181
XXI . Kentucky 189
XXII. La yerba seca , la for marchita . 192
XXIII. Enrique. 196
XXIV , Tristes presagios. 201
XXV . La leccion . 205
XXVI . La muerte . 208
XXVII . Pesadumbres . 218
XXVIII . La réunion . 223
XXIX . La debilidad sin apoyo . 232
XXX . El barracon de los esclavos . 236
XXXI . La travesía . 244
XXXII . Lugares sombrios 247
XXXIII . Cassy . 253
XXXIV . Historia de la cuarterona . 258
XXXV . Las prendas de ternura . 267
XXXVI . Emelina y Cassy . 271
XXXVII . Libertad . 276
XXXVIII . La victoria . 281
XXIX . La estratagema. 287
LX . El martirio . 294
LXI . El amo 299
LXII . Historia de los aparecidos . 304
LXIII . Jorge y su familia. 308
LXIV . El libertador . 315
LXV. Conclusion . 317
FIN DE LA TABLA .
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W. Jones
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