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NA
neo Barcelonés
BIBLIOTECA
56893
n.
207
TV
1
1
TESORO DE AUTORES ILUSTRES.
N. ° 56893
Arm . Zor
Prest .
76
LA
por
por A. A. Oubuela,
BARCELONA
POR D. JUAN OLIVERES , IMPRESOR DE S M, -
CALLE DE ESCUDELLERS , N. 57 .
1853 .
1
R.56893
CARTA DEL TRADUCTOR
Q. B. S. P.
A. A. DE ORIHUELA .
LA
CAPITULO PRIMERO.
Por el mes de febrero último, en uno de sus dias mas frios, dos
gentlemen sentados, con el vaso en la mano, en un magnífico come
dor de una casa del pueblo de P ... en el estado de Kentucky, dispu
taban con mucho calor sobre un objeto de grande importancia. Nin
gun criado estaba presente .
Por la facilidad del lenguaje hemos dicho dos gentlemen , sin em
bargo, uno de ellos, examinado con atencion , no parecia pertenecer
á tal categoría. Era pequeño y regordete, y tenia un semblante co
mun y grosero; por su aspecto pretencioso y ordinario demostraba
ser un hombre de clase baja que trata de confundirse con las perso
nas de la alta sociedad .
El chaleco, mezclilla de colores encendidos , la corbata negra con
puntos amarillos y el lazo muy abierto estaban en perfecta armonía
con su aire de arrogancia. sus manos grandes y ásperas estaban
adornadas con muchos anillos. Por la parte esterior del chaleco lucia
una pesada cadena de oro, de la que pendian multitud de diges de
todas clases, los cuales, en elardor de la discusion, teniacostumbre
de sacudirloscon placer.El lenguaje que usaba,pocodeacuerdo
con los preceptos de la gramática de Murray iba siempre salpicado
de locuciones y modismos especiales, que aunque quisiéramos ser
exactos no nos atrevemos á transcribirlos.
El compañero de ese personaje, M. Shelby, tenia, por el contrario ,
- 8 CE
- Tengo sin duda mas conciencia que ninguno de los que hacen
el comercio, y reuno todas las condiciones necesarias para poder
prestar un juramento, dijo tartamudeando el corredor. Estoy dis
puesto a todo lo que es razonable , cuando se trata de servir a los
amigos ; pero Vd. lo sabe muy bien , el comercio de esclavos anda
mal, muymal este año .
¿ Cuánto quiere Vd. dar? dijo M. Shelby despues de un rato de
silencio .
¿ Tiene Vd . algun criollito ó criollita que añadir á Tom ?
- Jum, ninguno de quien quiera desprenderme . Es verdad que no
puedo desprenderme de ninguno de mis operarios. En efecto, la ne
cesidad solamente me obligaria á vender.
CAPITULO II .
LA MADRE ,
Elisa habia sido educada desde niña por su ama, de quien cons
tantemente recibió las mayores muestras de distinción y de cariño.
Cualquiera que haya viajado por el Sud ha podido notar el aspecto
- 15 -
distinguido que caracteriza á las mulatas y á las cuarteronas , la dul
zura de su lenguage y lo amable de sus maneras. A estas dotes na
turales reunen siempre las últimas hermosura y esterior agradable.
Elisa no es una creacion de la fantasía. Nosotros la hemos pintado
tal como la hemos visto en Kentucky hace algunos años, bajo la sal
vaguardia tutelar de su ama . Ella creció libre de las tentaciones que
trae consigo la belleza, herencia muy fatal para el esclavo . Elisa es
taba casada con Jorge Harris , mulato, jóven de mucho talento y es
clavo en una de las posesiones vecinas.
Su amo le habia puesto á jornal en una fábrica de sacos de tela ,
donde le estimaban como el mejor de los operarios por su inteligen
cia y habilidad. Jorge Harris, habia inventado una máquina para
limpiar el cáñamo, que á tener en cuenta la condicion del inventor
y lo humilde de su nacimiento, demostraba tanto ingenio mecánico
como Wbilney en su máquina de demostar algodon.
Jorge, inteligente, amable y simpático habia sabido captarse todas
las voluntadesen la fábrica ; empero como ante la ley él no era un
hombre, sino que estaba considerado como cosa , sus distinguidas
facultades hallábanse bajo la potestad domínica de un amo estúpido
y tirano. Este habiendo oido hablar de la famosa invencion de su
siervo , montó á caballo y fué á visitar la creacion de esa inteligente
cosa . El amo fué recibido con grandes distinciones por el dueño de
la fábrica, quien le felicitó mucho por la posesion de un esclavo de
tanto mérito, Jorge mismo condujo á su señor con la mayor satisfac
cion en la inspeccion de las máquinas ; con la cabeza erguida hízole
cuántas esplicaciones creyó oportunas respecto de la suya , y habló
con tanta propiedad y maestria, que su amo oyéndole con la mayor
atencion y siguiendo con su mirada los menores movimientos del mu
lato no pudo libertarse de esperimentar un sentimiento natural de
inferioridad. ¿ En qué pararia este esclavo, si recorriese el país in.
ventando máquinas y levantando la cabeza tanto como un caballero!
Murmuró entre sí ; pero, añadió, es menester contenerlo en sus justos
límites, y cuando yo necesile que él maneje el azadon y el hacha ve
remos en lo que paran esos humos . En consecuencia de esta reflexion
reclamó los jornales que habia ganado Jorge y con asombró general,
manifestó que se lo llevaba.
Pero, señor, le observó el fabricante, i no será por el mo
mento !
Y que tendria de particular, &mi esclavo no me pertenece ?
-
Ya , pero estamos dispuestos a aumentarle el sueldo .
Es inútil , no tengo necesidad de alquilar mis operarios.
Pero, señor, esta ocupacion en que le tengo parece hechapara él.
- Puede ser ; el caso es que jamás ha sido capaz para nada de lo
que yo le he encargado .
¡ Y que haya inventado una máquina como esa ! esclamó mali
ciosamente uno de los obreros .
- i Buena ocurrencial dijo el señor, i una máquina para econo
Į mizar el trabajo 1 habiendo negros ¿ de qué sirve eso ? ¿ Cada uno de
ellos no es una máquina ?
Jorge quedó como petrificado al oir la repentina determinacion de
- 16
su amo, determinacion a la que ya sabia era imposible resistir . Cruzó
los brazos y se mordió los labios, pero un volcan fermentaba en su
pecho y una llama devoradora circuló por sus venas . Contuvo un
sentimiento de indignacion que brillaba en sus cjos encendidos ;
estaba ya próximo á revelarse en su semblante la cólera que le agi
taba , cuando el buen fabricante, tocándole suavemente en el brazo
le dijo a media voz :
Vaya, Jorge, cede y vete con él , que yo me encargo de sacarte
de su poder .
El tirano notó el aparte y comprendió perfectamente su sentido ;
fijándose por lo mismo más enérgicamente en la resolucion que
habia tomado de emplear todo su poder sobre la pobre víctima .
En efecto, llevóse consigo á Jorge y le condenó á los trabajos mas
duros y mas penosos de su fundo. Aquel podia muy bien reprimir
toda palabra de insubordinacion, pero no podia nunca contener la
espresion del semblante de su siervo, que tan a las claras revelaba
que el hombre no puede realmente volverse cosa.
El matrimonio de Jorge habia tenido lugar durante su permanencia
en la fábrica. Como poseia la confianza de su patron entraba y salia
con toda libertad . Su union habia merecido la aprobacion de la se
ñora Shelby, quién , por una parte tuvo el mayor placer propio en
una señorade hacer un casamiento, y por otra, una verdadera satis
faccion en entregar su amable protegida á un hombre de su misma
clase y digno de ella bajo todos conceptos. Ambos recibieron la ben
dicion nupcial en el gran salon de la señora Shelby, quien adornó
con una corona de azahures los hermosos cabellos de su esclava y
le prendió el velo de novia con la mayor gracia y coquetería. Nada
faltó a estas nupcias : ni los guantes blancos , los buenos vinos, los
bizcochos, ni los convidados à admirar la belleza de la novia y la
indulgente liberalidad de su ama.
Por espacio de dos años Elisa vió con la mayor frecuencia á su
marido, y su felicidad no tuvo otras interrupciones que la pérdida
de dos hijos, aun en su infancia, a los que amaban apasionadamente.
Causó á la madre esa pérdida una pena tan profunda, que la señora
Shelby, cuya maternal solicitud se desvelaba por guiar hacia el cielo
esa alma ardiente, se vió precisada á reprehenderla dulcemente .
Con el nacimiento de Enrique,la pesadumbre de Ęlişa se moderó,
y su juvenil corazon volvió a fortalecerse a medida que se cicatriza
ban los dolorosas heridas que le causó la pérdida de los dos niños
primeros. Elisa fué dichosa hasta el instante en que su marido fué
arrancado de la fábrica por su legitimo amo .
Fiel á su promesa el fabricante, pocos dias despues de ese suceso
fué á ver al amo de Jorge, contando con que le hallaria mas calmado,
y empleó todos los argumentos que su imaginacion le sugirió, para
persuadirle de que le convenia especialmente que su esclavo volvieso
å sus anteriores ocupaciones .
- En vano es que Vd . quiera romperme la cabeza con nuevas ra
zones , respondió aquel brutalmente, se muy bien lo que debo hacer.
- Yo no he tratado de enseñarle á Vd ., ni ha sido esa mi inten
cion, señor mio, sino he creido que en vista de las reflexiones hechas
- 17
tendria Vd . interés en volver á alquilarme à Jorge bajo las condi
ciones propuestas .
-
CAPITULO III.
ESPOSO Y PADRE .
- Es verdad, que eso es mucho, dijo Elisa ; pero por otra parte él,
es tu amo .
Mi amo l ... ¿ Y quién le hado el derecho de ser mi amo ? Este es
lo que yo me pregunto. ¿ Cuáles son sus derechos sobre mí ? No soy
yo un hombre lo mismo que él : Valgo mas que él , sí; yo entiendo
los negocios mejor que el;yo soy mejor administrador que él, es
cribo y leo mejor que él. Y yo no le debo nada : todo eso, lo debo á
mí mismo; lo he aprendido solo , sin él, y á despecho suyo; y bien
¿ con qué derecho me alquila como si fuera una bestia de carga ?
¿ con quéderecho me arranca de las ocupaciones que desempeño me
jor que él mismo, para imponerme el ejercicio de un caballo ?...No
pretende sino humillarme,como el dice, y me condena con orgullo á
los trabajos mas penosos y degradantes.
- Jorge, Jorge, me haces temblar con tus palabras ; nunca me ha
bias hablado de ese modo. Tiemblo que te dejes arrastrar por algun
pensamiento terrible. Comprendo tus sentimientos; pero sé prudente,
yo te lo ruego, por mi amor, por el amor de Enrique.
– He sido prudente, he tenido sobrada paciencia, pero la situacion
va empeorando cada dia mas. El aprovecha todas las ocasiones en
que puede insultarme y humillarme. Pensaba poder desempeñar mis
trabajos, y en los instantes de descanso consagrarme al estudio y á
la lectura . Pero no me deja un momento mio , y cuanto mas cree que
puedo hacer mas mefuerza á ejecutar. Aunqueyono diga unapa
labra, sostiene que estoy poseido del diablo, y quiere , como él dice,
sacármelo del cuerpo ; pero que ande con cuidado, el dia que el me
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( 1) Lamas terri ble amenaza que puede hacerse a un esclavo es que le ven
derá n u
Rio ubaj o para el Sud ; por ser mas peno sos
los trab ajos
á que se les
condena .
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Con qué, Elisa , hija mia, dijo su marido con aspecto sombrio,
ánimo y adios, porque me voy .
Te vas Jorge, te vas ! Y yadónde vas tú ?
Al Canadá, respondió levantándose ; de allí yo cuidaré que
to incorpores conmigo : es la única esperanza que nos queda. Tu
amo es bueno ; y no se opondrá á venderte á tí y al niño. El destino
nos ayude.
-
¿ Y site cojen ? ; Oh eso seria terrible !
Antes moriré que entregarme. He de morir ó he de ser libre.
¿ Tú no te matarás ?
Eso seria inútil ; ellos me asesinarán suficientemente . Pero no
me harán bajar vivo el rio.
- ; Oh Jorje! por mi amor, sé prudente, no hagas ninguna ac
cion que desdiga de tus buenos sentimientos No levantes la manoni
sobre tí, vi sobre nadie. Te vas á esponer, al cabo lo sé , pero mucho
cuidado. Y pues que te es preciso partir, anda, pero que sea con
14 prudencia y ruégale á Dios que te auxilie.
Elisa , este es mi plan : el amo me ha enviado á llevar una
carta cerca del Canadá; yo vuelvo a casa enteramente resig
s nado como si todo estuviese concluido. Varios amigos vienen á ayu.
ry darme, y por algunos dias se me buscará . Ruega por mí, Elisa, qui
zá Dios te oirá mejor á tí .
Ruégale tú tambien, Jorge ; fíate en él que te guardará de todo
mal .
Ahora, adios,dijo Jorge, lanzando un hondo suspiro estrechan
do las manos de Elisa entre las suyas, y colmando ' de besos á su
hijo.
Hubo un largo intervalo de silencio, despues emitieron algunas
palabras sin hilacion, gemidos y adioses, con la amargura que pue
den pronunciarlos aquellos cuya esperanza de volver a verse es tan
débil y efímera como el bilo que teje una araña.
Los dos esposos se separaron .
CAPITULO IV.
18
- ¿ No es cierto ? Y yo que me estuve detrás de la puerta del co
medor , ví perfectamente al general rapetir tres veces del mismo
ti plato .
Vd . tiene una famosa cocinera , señora Shelby, dijo él.3
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nas de las palabras cantadas eran tomadas de los salmos que entona
ban en las iglesias vecinas ; otras, con una poesía mas salvaje y mas
mística , eran recuerdos de lo que habian oido los negros en las mi
siones religiosas .
Con la mayor uncion cantaban en coro :
CAPITULO V.
hijo, si le vendo para que sea atormentado su cuerpo, para que tal
vez lo sea tambien su alma ?
Verdaderamente me desesperas viéndote tomar las cosas de ese
modo, Emilia ; respeto tus sentimientos y tus principios, aunque no
estamos enteramente de acuerdo . Pero lo repito, ya no puedo yo pada
en ese asunto . No hay remedio : es indispensable vender esos dos ó
todos los demás . Ciertos créditos pasivos mios han caido en manos
de Haley, y si no los pago al instante me veo arruinado. He pedido á
préstamo, cuánto he podido lo he hecho dinero, pero el precio de
esos dos esclavos era indispensable para completar la suma. Haley
le echó el ojo al chiquillo de Elisa, y no queria concluir el asunto
sin poseerlo. Yo estaba en su poder y fué preciso que cediese. Si te
es tan penoso desprenderte de esos dos esclavos ¿ qué hubieras dicho
al vernos forzados á venderlo todo ?
La señora Shelby quedó como petrificada. Por último, sentándose
enfrente del espejo apoyó la cabeza entre las dos manos y dejó esca
par un doloroso suspiro .
¡ He aquí la maldicion de Dios sobre la esclavitud! ¡ Maldicion
para el amo, maldicion para el esclavo ! He sido una insensata en
creer que pudiera producir bien ese mal sin remedio . Es una falta
enorme poseer un esclavo bajo las leyes que nos rigen ! Yo hetenido
estos sentimientos desde mi infancia , robustecidos mas desde que
formo parte de una iglesia . Habíame figurado, que en fuerza del ce
loso interés con que he mirado á mis esclavos, de la instruccion que
les he proporcionado, la bondad demi trato y mi cariño, lograria que
estos prefiriesen la esclavitud á la liberdad : ; cuán insensata he sido!
Pero, mujer, te vuelves abolicionista, por lo que veo .
| Abolicionista ! |Ah ! si ellos supiesen de la esclavitud todo lo
que yo sé, ellos podrian esplicar entonces lo que yo siento con la
elocuencia del corazon. ¿ No tienen mucho que enseñarnos ? ¿ He
probado yo acaso las amarguras de ese estado ? y sin embargo siem
pre he sentido íntimamente tener esclavos.
O
En eso difieres tú de muchos sabios y piadosos. ¿ Te acuerdas
del sermon que predicó M. B ... el domingo pasado ?
Me acuerdo, pero no hago caso de semejantes sermones, ni me
intereso por oir predicar de nuevo á M. B ...,) en nuestra iglesia . ; Sin
duda los pastores no pueden impedir el mal, puesto que no pueden
curarlo, pero si prohibirlo ! Ya ves, tú mismo no te has reformado y
eso que tienes ese sermon en ia memoria .
Confieso, contestó M. Shelby que muchas veces esos ministros
exigen cosas tan difíciles de cumplir , que los pobres pecadores como
nosotros no podemos complacerles. Nosotros, con arreglo á lo que
vemos, estamos generalmente obligados á cerrar los ojos y pasar
por alto muchas cosas que no están efectivamente justificadas; y no
nos gusta que los pastores y las mujeres nos vengan á tratar ciertas
cuestiones de un modo tan lato, figurándose mas al corriente que
nosotros mismos en materias de moral. Ahora , querida amiga, es
pero que te persuadas que yo no he hecho sino lo que nos conviene.
imperiosamente, y que las circunstancias no me han permitido otra
Cosa .
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Tienes razon, tienes razon, replicó la señora Shelby con indife
rencia . Y tomando su reloj,añadió con aire pensativo : no tengo nin
guna prenda de valor.... ¿ Y este reloj, no podria servir de algo ? Era
un objeto de mucho precio cuando le compré..... 10h ! si á lo menos
pudiera salvar al niño de Elisa ! Daria con el mayor placer cuanto
tengo
Emilia, siento en el alma que esos sean tus deseos : pero es
inútil pensar ya en eso : el negocio está concluido de todo punto :
las escrituras de venta están en poder de Haley, y bien puedes dar
y
gracias á Dias que el mal no haya sido mayor. Ese hombre ha tenido
1 en sus manos nuestra posicion, todo ; ha podido arruinarnos. Si co
nocieras tú las cosas tan bien como yo, convendrias en que nos hemos
salvado felizmente .
¿ Es ese hombre tan cruel ?
No, precisamente tan cruel, pero es un hombre de piedra , que
no respira mas que tráficoy ganancias, tan persistente y tan insa
ciable como la muerte y el sepulcro. Capaz seria de vender á su pro
pia madre, si él vieseganancia en ello, sin que por esto la quisiese
mal .
¡ Y ese miserable posee nuestro escelente Tom y al hijo de
Elisa !
Mucho me ha costado consentir, lo confieso , y no me atrevo á
pensar en ello, ni á persuadirmelo. Haley quiere activar el negocio y .
tomar posesion mañana . En cuanto á mí, no quiero estar presente,
ensillaré el caballo muy temprano y me iré. No tengo valor para
ver á Tom . Tú harias muy bien en disponer un paseo y llevarte á
Elisa á fin de que noſresencie esa escena..
-LOh no ! No seré cómplice de tan cruel asunto. Iré á ver á mi
liejo Tom , y que el cielo quiera apiadarse de su pena . Es preciso
vue ellos vean á lo menos que su ama sufre con ellos y por ellos. En
quanto á Elisa, no me atrevo á resolver .... ¡ Qué Dios nos perdone !
cQué falta hemos cometido para que caiga sobre nosotros tanta cala
midad !
No sospechaban
conversacion .
ambos interlocutores que alguien pudiera oir su
Un gabinete comunicaba con la habitacion en que estaban los dos
esposos. Cuando la señora ordenó á Elisa que se acostase, la escitada
imaginacion de esta le sugirió la idea de ocultarse en él, aplicar el
oido a la hendidura de la puerta, y espiar el diálogo que sostuvieron
sus amos : en efecto, no habia perdido una sola palabra de la conver
sacion. Así que todo estuvo en silencio, salió del escondite sin hacer
ruido, pálida уy temblando, los labios contraidos y el corazon opri
mido, pero llena de resolucion ; habia cambiado enteramente, no era
ya la tímida y dulce criatura que hemos conocido. Ella se deslizó si
lenciosamente a lo largo del corredor, detúvose un instante delante
de la puerta de su ama, y levantando las manos al cielo, como si le
rogase que viniese en su apoyo,entró en la habitacion .
Componíase esta de una pequeña pieza en el mismo piso que la de
sus amos : en un lado, la ventana donde seponia á trabajar siempre
cantando ; en otro, algunos libros que adornaban el estante de su
- 34
pequeña biblioteca, sobre el cual tenia algunos presentes de los que
le habian hecho el dia del año nuevo ; en un rincon la cómoda que
contenia su ropa; (ella se estimaba dichosa creyéndose en su casa
independiente ), y en otro ángulo del cuarto, una camita donde dor.
mia su hijo. Hermosísimos bucles adornaban su frente angelical , las
manitas cruzadas descansaban bajo el cobertor, y una sonrisa de
inocencia bañaba su semblante.
¡ Pobre niño ! ipobre hijo ! ¡Te han vendido, pero tienes madre,
y tu madre te salvarál....
Y algunas lágrimas cayeron sobre la almohada de su hijo. En estos
momentos el corazon lo tenia lleno de opresion ; la sangre la tenia
toda agolpada á su cerebro. Tomó un lápiz y trazó las siguientes
lineas :
03
| Ama mia, miquerida ama ! no me crea Vd. ingrata, ni me juz- !
gue con severidad. He oido todo lo que Vd. y mi amo han hablado
esta noche. Me propongo salvar á mi hijo ; perdóneme Vd . esta reso
lucion. Que Dios la bendiga y la recompense por sus buenos senti
mientos, y la bondad é interés que siempre ha tenido por mí . »
Despues de haber doblado precipitadamente el papel , le puso un
sobre, sacó de la comoda algunos vestidos, los envolvió en un pa.
ñuelo y .se lo ató perfectamente a la cintura , y tanta fué la tierna so
licitud de esta madre, que en el momento solemne de poner en práce
tica la resolucion que habia adoptado, recogió algunos juguetes de
los que mas apreciaba su niño ; tomó un periquito decarton, pintado
con colores muy vivos, y lo reservó para entretenerlo asi que estu
viese despierto . Algun trabajo le costó hacerle sacudir el sueño de
paz en que se hallaba , pero despues de algunos esfuerzos, abrió los
ojos y se pusó á jugar con el pájaro que lamamá le presentó para
distraerlo mientras que terminaba todos sus preparativos.
¿ A dónde vas, mamá ? preguntó él cuando la madre comenzó á
vestirlo .
La madre echó sobre él una mirada grave, por lo que comprendió
al momento que alguna cosa estraordinaria sucedia.
Silencio, Enrique, dijo ella, habla muy bajo, que nos podrian
oir. Un hombre muy malo quiere llevarse á mi pobre Enrique muy
lejos de su mamá,yу á un paraje muy negro ; pero mamá no quiere,
y ella va a ponerle su sombrero y su capita, y va á fugarse con su
niño, y así el pícaro no se lo llevará .
Hablándole de este modo, Elisa concluyó de vestir á su hijo , lo
tomó en brazos, le imprimió algunos besos, y le recomendó el mayor
silencio, saliendo cautelosamente por la puerta que daba al colga
dizo.
La noche estaba fria y clara, y el azulado cielo salpicado de lu.
cientes estrellas : la pobre madre envolvió a su hijo en el pañolon de
su uso , en tanto que este, mudo de espanto, la enlazaba el cuello con
sus dos brazos. A la salida del colgadizo un gran perro de Terranova
lanzó un ladrido sordo. Elisa le llamó en voz baja, y el fiel animal,
que era un antiguo compañero, reconociéndola empezó a seguirla
dando muestras de la mayor alegría ; parecia comprender el cariñoso
perio todo lo que significaba el paseo nocturno, en lo que encon
35 -
traba algo de estraordinario ; porque ya se adelantaba rápidamente,
ya se detenia y echabauna mirada indagatoria en derredor, como para
preguntar á Elisa y áá la casa que sucedia entónces; despues, proba
blemente satisfecho de sus reflexiones emprendia de nuevo los saltos
y caricias. En pocosminutos llegó Elisa á la cabaña del tio Tom, y
llamó dulcemente á la puerta .
La reunion religiosa habia durado hasta muy tarde. Despues que
todos se marcharon , el tio Tom se habia entregado al placer de re
zar solo hasta muy entrada la noche, y eran mas de las doce, y ni él
ani su cara mitad dormian aun .
¡ Dios mio! ¿ quién podrá llamar á estas horas ? dijo la tia Chloé
descorriendo las cortinillas del mosquitero y levantándose sobresal
tada. Misericordia, creo que es Lisa, sin duda . Vístete pronto, viejo
mio , & no sientes al perro Bruno que está tambien à la puerta? , En
'nombre del cielo ! qué habrá ocurrido ? Voy a abrir.
Y abrió la puerta en seguida. La luz de la vela que el tio Tom aca
baba de encender derramó su claridad sobre la pálida fisonomía de
Elisa .
i Jesus, qué miedo me has causado , Lisa ! ... ¿ Estás enferma ?
: qué te sucede ?
- Me huyo, tio Tom, tia Chloé, y me llevo á mi hijo : nuestro amo
lo ha vendido.
¡ Vendido! esclamaron estos con el mayor asombro, levantando
las manos al cielo.
-Sí, vendido, repitió Elisa con voz firme. Esta noche oculta en
el gabinete que comunica con el cuarto de la señora , he oido decir
al amo que habia vendido á mi Enrique, y á Vd . , tio Tom , á un cor
redor de esclavos. Y piensa ausentarse de madrugada para no pre
senciar la escena de venir á buscarnos el corredor, y que nos lleve.
Miéntras Elisa decia esto , el tio Tom continuaba con las manos
levantadas y en sus grandes ojos retratado el asombro . Al principio
llegó á figurarse que soñaba ;pero así que pudo hacerse cargo de las
palabras de Elisa , se dejó caer á plomo sobre una silla y ocultó su
cabeza entie las manos .
- Qué nuestro ángel bueno tenga piedad de nosotros ! esclamó la
tia Chloé. Pero nó, eso no es posible, añadió ella, o que falta ha co
metido para que nuestro amo quiera venderle ?
- Ya se vé que ninguna falta ha cometido el tio Tom ; y el amo
auy bien quisiera conservarle : y la señora .... ; oh, si Vds. la hubie
lisen oido suplicar é interesarse por nosotros ! Pero el amo ha contes
dado que todo era inútil, que él estaba en las manos de ese hombre,
que de no vender á Vd . , tio Tom , se veria obligado á perder sus
tierras y todo. Y la señora, iqué buen ángel ! si ella no es cristiana
no hay cristianos en el mundo. Mucho me cuesta separarme de ella ;
pero no hay mas remedio . ¿& Ella misma nos ha dicho que un alma
male mas que el mundo entero ? Este niño tiene un alma, y si yo le
abandonase acuál seria su suerte ? Yo no soy culpable, pero si lo
fuese, que el Señor tenga piedad de mí, porque lo que he resuelto es
el único camino que puedo seguir.
Y tú , mi pobre viejo, dijo la tia Chloé porqué no haces otro
- 36
tanto ? ¿Esperarás que te lleven rio abajo y te unan á los negros de
piii,,
campo , dónde vengas á espirar de ham ? fi
te . Vete con Lisa ¿No tienes tú un pasaj,
Vamos , listo , ve á preparar tus efectos !
Tom levantó la cabeza , echó una mir
dijo con mucha calma .
--- No, no , yo no me voy . Elisa que parta , derecho tiene á ello. No
seré yo quien le aconseje lo contrario ; quedarse , seria en ella violen
tar las leyes de la naturaleza. Pero ¿ has oido bien , lo que ella ha di
cho ? Se me vende porque es preciso , porque si no habria que yen
derlo todo. ¿No soy yo tan fuerte comootro cualquiera, para sobre
llevar las consecuencias de esto? añadió lanzando un suspiro convul
sivo desde lo mas intimo de su pecho. El amo me ha encontrado
siempre en mi puesto, y siempre estaré en él . Siempre he correspon
dido a su confianza y siempre le correspondere. Vale mas que me
quede. No nos quejemos de nuestro amo , Chloé; él te cuidará á tí y
á los ...
Y se volvió hacia la grosera tarima donde lucian tres pequeñas ca
bezas de cabellos ensortijados, y la vista de sus hijos fué un agudo
puñal que le atravesó el corazon : se apoyó sobre el espaldar de la
silla y se cubrió el rostro con las manos. Profundos suspiros , gemi
dos sordos y desgarradores salieron amargura
de su pecho, é hicieron temblar
la silla . Sus lágrimas tenian toda la que las que habia ver
tido el amo sobre la tumba de su recien nacido. Eran las mismas la
grimas de duelo que las que derramó la señora en la agonía de su
ħijo. Porque el amo era un hombre, y el esclavo era tambien un
hombre ; la señora aunque llena de prendas y vestida de seda , no era
mas que una muger , y sus tribulaciones ni fueron mas tristes ni mas
amargas que las que esperimentaban sus siervos...
Además, dijo Elisa disponiéndose para salir, he visto ayer á mi
marido pero no sabia lo que me aguardaba . A él lo han precipitado y
piensa fugarse. Recomiendo ustedes que lo vean , que le cuenten mi
partida y le digan que procuraré llegar al Canadá: y si no he de vol
ver á verle mas ( aquí cambió de tono y continuó con voz trémula y
entrecortada) díganle que se consuele, que se conduzcabien para que
podamos reunirnos en elreino de los cielos. Llamen á Bruno añadió ,
y cierranle la puerta . Pobre animal ; no es preciso que él me acom
pane.
Trocaron todavia algunas palabras dedespedida , algunos adioses У
algunas bendiciones; despues, Elisa, tomando en brazos á su hijo, ad
mirado y lleno de pavor; lo apretó contra su corazon y echó á andar.
37
CAPÍTULO VI .
DESCUBRIMIENTO .
tancia .
Desde que Haley se presentó con botas y espuelas , fué saludado
por todos con la noticia de la fuga de Elisa . Los muchachos tuvieron
el gusto de ver cumplidas sus predicciones, porque prorrumpió en
maldiciones con una volubilidad y una energia que los admiró . Hur
táronle el cuerpo para evitar algunos latigazos y echáronse á correr
por el colgadizo con una alegria salvage, unos por un lado y otros
por otro : y así que se consideraron á salvo de los amagos de Haley,
renovaron sus saltos y cabriolas con acompañamientos de gestos de des
precio .
i Ah demonios, si ustedes fueran mios ! ... murmuró Haley entre
dientes.
Pero no somos de usted, dijo Andy haciendo un movimiento de
triunfo У algunas muecas detras del infortunado corredor .
Diga Vd. Shelby ¿ qué comedia es esta ? dijo Haley entrando en el
salon sinrespeto ni ceremonia alguna. Parece que esa muchacha У
chiquillo han desaparecido.
– Señor Haley, vd, no ha reparado en ini seniora, sin duda , din
M. Shelby .
Disimule Vd. señora, dijo Haley haciendo una leve inclinacion con
poca gracia : noticia singular ¿ y es cierta ?
Señor, dijo M. Shelby, si Vd. quiere tratar de negocios conmigo ,
que sea con el comportamiento que corresponde. Andy, tómale all
señor el sombrero y el látigo. Siéntese Vd. caballero. En efecto sient :
tener que decir á Vd., sobre escitado sin duda por lo que habrá oidi
ya, que la jóven en cuestion ha desaparecido anoche llevándose á si
hijo.
Confieso que esperaba de Vd . un proceder leal en este asunto, con
testó Haley .
L
tiempo.
Almomento, señor, respondió Samuel , presentándole las bridas: y
colocándose para tenerle el estribo.
Apénas hubo montado el traficante, hizo el caballo una corbeta у
se sacudió con tanto ímpetu que arrojó Haley á uoa distancia regular.
Inmediatamente trató Samuel de tomar las bridas al caballo , apro
vechando la oportunidad de rozar las hojas de palma de su gorro en
os ojos del animal, con lo que este mas irritado aun tiró , al negro
y partió con la velocidad de una flecha dirigiéndose al estremo del
undo. Bill y Jerry que Andy habia tenido bien cuidado de desatar
ļos, tomaron el mismo camino estimulados por las esclamaciones de
os negros. En seguida hubo una escena de desórden : los perros
'adraban , los negros gritaban ; y todos, hombres, mujeres y niños
prorrumpieron en una algazara infernal. El caballo de Haley parecia
participar tambien del entusiasmo general : se dejaba conducir hasta
la casa, y cuantas veces creian que estaba en calma volvia á em
prender su huida al galope. Como eran las intenciones de Samue!
4
42
CAPÍTULO VII .
LA FUGA .
creyendo de buena fe que esta iba á pasar algunas semanas con una
familia de su amistad .
Una hora antes de ponerse el sol llegó Elisa al lugar que habia
elegido por término de su viaje. Sus miradas las dirigió desde luego
sobre el Ohio : tardaba en ser libre lo que tardaba en verse en la
opuesta orilla : aquel era el Jordan que la separaba de la tierra de
promision.
Empezaba la primavera : los hielos flotantes se columpiaban pesa
damente sobre las aguas tumultuosas. Las sinuosidades de la orrilla ,
del lado de Kentuky estaban cubiertas con enormes capas de hielo
que entorpecian el curso regular de una gran parte del rio . Elisa
contemplaba con la mayor tristeza este espectáculo , puesto que la
convencia de que no era posible atravesarlo porque la navegacion
era interrumpida. Así que comprendió las dificultades que se oponian
al logro de sus deseos, entró en una posada para pedir informes. El
patron que preparaba la merienda de costumbre suspendió sus fae
nas al oir la vozdulce y simpática de Elisa .
-¿Sabe Vd . dónde encontraré una barca que me pase á la orilla
opuesta ?
No hay ninguna en la actualidad , respondió el patron, es impo
sible atravesar el rio .
Fué tanta la espresion de tristeza que se pintó en lo fisonomía de
Elisa, que el patron la preguntó .
- Tiene Vd. mucha precision de pasar al otro lado ? ¿ Va Vd . á
ver å algun enfermo? Vd. parece que está sin sosiego.
-Tengo un niño que corre mucho riesgo, respondió Elisa .Lo ho
sabido ayer tarde, y he venido con la mayor precipitacion en la es
peranza de encontrar una barca .
-Lo siento mucho, añadió el patron , cuyas simpatías paternales
-46
se le dispertaron ; en verdad , me interesoʻmucho por Vd ., y me ale-
graria poderla servir completamente . ¡ Salomon !
Un hombre con un delantal de cuero se presentó en el dintel de la
puerta.
-Dime ese hombre va á transportar sus barriles esta noche ?
- No sé si podrá, pero va a hacer cuanto esté de su parte, res
pondió Salomon .
Hay. una persona que quiere pasar el rio esta noche porque tiene
que trasladar algunas mercancias : el vendrá á cenar en casa; Vd. po
dria muy bien aguardarle, añadió el patron dirigiéndose á Elisa .
Muv hermoso es ese niño .
El patron le ofreció á Enrique un pedazo de pastel, pero el niño
colmado de fatiga no le respondió sino llorando .
-Pobre niño, dijo Elisa, no está acostumbrado á caminar y lo .
cha .
- ¡ Qué el diablo cargue contigo y con el perro ! Vamos en mar
En el momento de montar á caballo, Samuel tuvo oportunidad de
arañar á su camarada y este soltó una carcajada, con lo que el cor
redor de esclavos se indignó mas aun.
Tu conducta me sorprende, Andy , dijo Samuel con la mas im
perturbable dignidad, las cosas mas serias las echas á risa .
Empezaron a andar : así que salieron de los límites del fundo, el
corredor manifestó que sus intenciones eran dirigirse directamente
al rio . 2
1
CAPITULO VIII.
que noar. tenemos ningun objeto de los címarrones que ellos pueden
olfate
c.; Cómo quenó! replicó Haley, con aire de triunfo ; con la precipita
cion ha dejado ella sobre la cama un sombrero y un pañolon .
· Magnífico, contestó Loker : cuantas veces se han arrojado nuestros
perros
nocersesobre
.
alguna mujer, no ha quedado la presa en estado de desco
-
ama lo que desea saber ; entra Emilia ; tú tienes frio, y te espones sin
necesidad ...
¿ No soy mujer, no soy madre, no somos responsables ante Dios de
lo que suceda á esa infeliz muchacha ?
Hemos cumplido con nuestro deber, Emilia .
Sin embargo yo me creo culpable ; puede que me equivoque, no
diré nada mas .
¡ Ola, Andy ! gritó Samuel desde el colgadizo, llévate las bestias á
la caballeriza mientras voy a hablar con los amos.
Ahora , Samuel, dijo M. Shelby , cuéntanos la cosa tal como ha pa
sado. ¿ Dónde está Elisa ?
La he visto con mis propios ojos atravesar el rio sobre el hielo flo
tante , ni mas ni ménos que milagrosamente.
Ese milagro me parece muy dudoso.
Pues , señor , es la pura verdad . Nosotros habíamos llegado a la
orilla del rio. Elisa estaba en una ventana de la posada. Yo perdi de
39 -
sino para darnos la perseverancia ? Toma este hueso Andy, que aun
tiene alguna masa .
El auditorio escuchaba en silencio las palabras filosóficas del ora
dor, que no encontrando quien pudiese responderle volvió a continuar
su arenga .
La persistencia , mis queridos amigos, es una virtud esencial .
Los individuos que sostienen una cosa hoy y otra mañana, no tienen
derechos al título de hombres perseverantes... Andy, pásame ese pas
tel ; voy á servirme de una comparacion vulgar, y espero que las se
ñoras y los señores me escusarán. Tengo necesidad de subir sobre
un monton de paja , pongo la escalera de un costado, y no es sufi
ciente ; entonces sin hacer nuevos esfuerzos sobre este punto, pon
go mi escalera por el otro costarlo y nada... & pueden acusarme que
no tengo persistencia ? no señores, porque yo he tratado de subir .
Esto es claro .
Vd . no ha empleado su persistencia en cosa que lo valga, dijo
la tia Chloé, que se habia incomodado con la aprobacion dada por
los demas á las palabras de Samuel .
-
Sí, dijo este levantándose para dar mas importancia á su perora
cion , sí , mis conciudadanos ; y ustedes mujeres del otro sexo, tengo
mis principios, y estoy muy satisfecho porque puedo llevarlos en mis
bolsillos; los defiendo y los defenderé aun cuando hayan de quemar
me vivo , y deben esculpir sobre mi tumba, que he vertido la última
gota de mi sangre por mis principios, por mi país y por los intereses
generales de la sociedad .
Enhorabuena, dijo la tia Chloé, en virtud de tus principios, es
necesario que te vayas á acostar, pues no es justo qne nos tengas á
todos en vela por más tiempo. Nuestros muchachos no tienen nece
sidad de mas letanías .
--- Negros, dijo Samuel, agitando su sombrero, yo os bendigo : á
la cama y que seais buenos ' muchachos .
Despues de esta patética bendicion , se disolvió la asainblea .
CAPITULO IX ,
María, dijo él, ignoro cual es vuestra Pinion sobre lo que voy á
deciros; pero tenemos un cajon lleno de efectos del pobre Enrique...
Dichas estas palabras salió precipitadamente y cerró la puerta tras
de él.
La señora Bird entró en una alcoba vecina , tomó una llave y la intro
dujo en la cerradura de una gabeta, en tanto que sus dos hijos la mira
ban silenciosamente con aire de inteligencia pero con una curiosidad in
fantil.
Madres que leeis estas líneas, į no hay en vuestras casas una ga
beta ó un gabinete cuya abertura sea para vosotras como la de una
tumba ? Si no habeis llegado a este caso sois las mas dichosas de las
madres.
La señora Bird tiró lentamente de la gabeta . En ella encontró vesti
dos pequeños de diferentes formas, medias, camisitas ; hasta zapatos de
niño usados asomaban en los mal envueltos papeles que los cubrian. En
un rincon se notaba una pelota, en otro un trompā , y otros juguetes ;
memorias todas muy funestas para el corazon de la que los veia . La se
ñora Bird inclinó la cabeza sobre la cómoda y las lágrimas le cayeron á
través de sus dedos en la gabeta ; despues reponiéndose repentinamente
escojió con una precipitacion nerviosa los mejores efectos é hizo un envol
torio con ellos.
Mamá, dijo uno de los niños, tocándole dulcemente en el brazo,
Vd. vá á tirar todas esas cosas ?
Queridos mios, respondió la madre con un tono grave, si nues
-
tro querido Enrique nos mira desde lo alto del cielo, él se alegrará de
lo que hacemos. No habria tenido valor para desprenderme de estos
objetos en favor de una persona que tuviese buena posicion ; pero
setrata de una madre aun mas desgraciada que yo, y no vacilo en
hacerla este regalo, y espero que este don nos traerá lås bendiciones del
cielo.
Hay en el mundo almas escojidas cuyas pesadumbres son una fuente
de alegria para las otras, y que se consuelan de la pérdida de sus espe
ranzas terrenales y reparten bálsamo de salud sobre las llagas de los afli
gidos. Tal era la señora Bird , quien al resplandor de ura lámpara pre
paraba para el hijo de la prófuga errante los vestidos del niño que habia
perdido
Pocos instantes despues, la señora Bird abrió, un guardaropa, saco
dos i tres vestidos que estaban aun en buen estado y colocándoles
sobre una mesita á la que se sentaba á hacer labor, se puso á en
sancharlos con tanta precision como su esposo le habia recomiendado.
Sus tigeras y la aguja estaban en constante movimiento y no se
detuvieron hasta que dando la última campanada de la media pocho
en una de sus péndolas oyó el ruido de coche que se paró á la
puerta .
· María, le dijo el marido, entrando con el gabán en el brazo es
5
70
El tiempo habia estado lloviznoso hacia algunos dias, уy el sol fértil del je
Ohio comenzaba á arreglar los caminos que estaban hechos verdaderos i
cenagales. El que seguian nuestros viageros estaba hecho al sistema an- ie
liguo. En los Estados del Oesto, dondeconlas lagunas forman profundos
troncos de árboles, un
abismos incalculables, las rellenan
tierra, yerbas
poco de satisfec secas y piedras ; con lo que aquellos indígenas se
hos y cuentan que poseen ya las mejores carreteras. En
dan por
seguida las lluvias barren la tierra, descubren los troncos y ramas de los
árboles con lo que forman ondulaciones pintorescas a la par que peli
grosas . h
De esa misma clase era el camino por donde viajaba nuestro sena-
- 71
dor haciendo morales reflexiones que el monótono canto de los pá
jaros interrumpia á cada momento . Ya el carruage se entraba hasta
el eje en el barro , ya subia sobre una cuesta escarpada. M. Bird , la
madre y el niño sufrian sacudimientos frecuentes de uno y otro lado;
el chico gritaba, el senador se creia perdido y el sombrero de Elisa
cambiaba de forma con las abolladuras. Eudjoé hacia resonar su lá
tigo, y apostrofaba á los caballos . A cada instante tenian que dete
nerse nuestros viageros para acomodarse mejor en el carruaje .
En uno de estos momentos detuvose de golpe el coche y Eudjoé se
presentó en la portezuela .
-Señor, le dijo, este parage es muy malo y yo no sé como po
dremos salir de él . Creo que nos veremos obligados á rellenar antes
el terreno .
Desesperado el senador quiso bajarse y entró los piés en el barro
hasta las rodillas ; tratando de sacarlos perdió el equilibrio' y cayó á
. lo largo sobre el camino. Por último volvió a entrar en el coche con
mucho trabajo y en un estado lastimoso .
Para escusar la sensibilidad de nuestros lectores, abreviaremos el
relato de los sufrimientos de nuestro desdichado héroe : fácil es de
calcular cuán penoso es verse en la necesidad de pasar la mayor
parte de una noche en arrancar ramas de árboles para llenar las zan
jas que el camino presentaba de vez en cuando.
Era ya una hora inuy avanzada cuando el carruage se detuvo á la
5 puerta de una estancia. Tardaron los viageros en dispertar á los ha
bitantes de la casa ; por último el dueño se levantó á abrir. Era este
, un hombre corpulento, vestido con una blusa de franela encarnada,
· cabellos rubios y espesos; y como no se afeitaba hacia muchos
dias, la fisonomía hablaba muy poco en su favor. Durante algunos
minutos examinó con una vela en la mano á los recien llegados,
como sorprendido, tardando mucho tiempo en comprender de lo que
se trataba.
El honrado Thom Van Trompe habia poseido en otros tiempos una
propiedad considerable en el Estado de Kentucky. Esteriormente te
nia el aspecto de un oso, pero en el fondo era un hombre justo , que
i no podia mirar sin horrorizarse el régimen funesto de los opresores
con los oprimidos . En fin cansado de su situacion compró en el Estado
? dei Ohio una propiedad importante, dió libertad á todos sus esclavos,
los montó sobre varias carretas y los instaló en su nuevo territorio.
| Despues de haber arreglado la organizacion de su colonia, se retiró
; - á una estancia soiicaria para entregarse tranquilamente á sus re
flexiones.
3 —¿Será Vd . hombre capaz de dar hospitalidad á una mujer y á un
niño que persiguen los cazadores de esclavos? Le preguntó franca -
mente el senador .
1
-Yocreo que sí, respondió con arrogancia el honrado Trompe.
-Así me lo habia imaginauv .
-Si alguno de esos wutames se presenta, respondió el valiente
hombre enseñando sus formas musculosas, estoy pronto á recibirle.
Si fueren muchos, lengo siete hijos, todos hombres y dispuestos que
72
CAPÍTULO X.
ENTREGA DE LA MERCANCÍA .
sangre humana , las afecciones del corazon para salir airosos de algun
compromiso, verdaderamente merecen la cólera del cielo...
Chloé, si tú me amas, no hables de esa manera, y sobre todo
en el momento en que vamos áa separarnos , y quizás para siempre, te lo
repito, ofender á mi amo es ofenderme á mí mismo . Yo, que le he
tenido en mis brazos desde niño, que soy el solo compañero de los
juegos de la infancia, que he sido para él el mejor de sus esclavos,
estoy seguro que nunca me hubiera abandonado si las circunstancias
no le obligasen á ello .
- No importa, dijo la tia Chloé, quien poscia en el mas alto grado
el sentimiento de la justicia ; él hace muy mal en algo, no sabré
esplicarme, pero estoy cierta de que hace mal .
Dirijamos nuestras miradas á la Providencia divina ; el To vé
todo y nada se mueve en la naturaleza sin que antes él lo haya dis
puesto .
Lo sé, pero sin embargo, eso no me consuela mucho ¿ Y qué
adelantamos con hablar? El pan está hecho, voy a servir el almuerzo.
Nadie sabe cuando harás otro .
Para que se comprenda mejor el sufrimiento de los negros que lle
van á los Estados cercanos de la embocadura del Mississipí , es nece
sario tener en cuenta el cariño instintivo que tienen por los lugares
que habitan. La naturaleza les ha negado toda disposicion á aventu
reros, y aman tanto el hogar doméstico, que no lo abandonan nunca
sino á la fuerza . Ademas el esclavo está habituado desde la infancia
á estimar su traslacion á los Estados del Sud como el mas severo
castigo : el látigo y el tormento horrorizanle menos que la amenaza
de ser vendido rio abajo. En las horas de descanso, los negros de
Kentucky ó los de Fennesse hablan horrorizados de las atrocidades
que hacen á sus compañeros en los sitios mas vecinos al mar : son
para ellos regiones desconocidas, de donde los viageros no vuelven
nunca mas . Los misioneros del Canadá aseguran que la mayor parte
de los cimarrones que ellos han confesado no se quejaban de sus
amos, y que solo les habia impulsado á fugarse el temor de ser ven
didos al Sud. Esta sola consideracion ha bastado siempre para ins.
pirar á los Africanos un valor heróico aunque son generalmente de
carácter tímidos é indolentes.
El almuerzo estaba servido. La señora Shelby habia dispensado á
la tia Chloé de llenar ese dia las funciones de costumbre en la casa
de vivienda, y la pobre negra habia desplegado toda su habilidad en
el banquete de despedida . Habia aderezado sus mejores pollos ; dis
puso al gusto de su marido una magnífica tortilla de maiz y adver
tianse sobre la chimenea ciertos platos que solo tenian el privilegio
de figurar en las ocasiones mas solemnes.
iQué almuerzo ! dijo Moisés así que dispertó.
Y estendió la mano para apoderarse de un muslo de pollo ; pero la
madre que lo vio le dió en recompensa un buen tiron de orejas.
-¿Qué es eso, tambien quieres pellizcar el último almuerzo quo
tu pobre padre hará con nosotros ?
Vamos Chloé, dijo Tom con dulzura.
A fé mia, no he podido contenerme, dijo aquella llevando las pun
- 75 -
tas del delantal a sus ojos ; estoy tan llena de tribulacion y do dis
gusto , que no sé lo que me pasa.
Moisés y Pedro se estuvieron tranquilos con los ojos fijos sobre sus
padres ; pero elmas jóven de los hijos, sin desprenderse del vestido
de la madre , daba gritos muy imperiosos.
-
¡ Oh, señor Jorge, que favor tan señalado me haceis ! Me era muy
penoso el partir sin veros; y no podré esplicaros la satisfaccion que
mi alma siente al contemplaros.
A un movimiento que en aquel mismo momento hizo Tom , vid
Jorge las cadenas que ligaban los pies de aquella inocente víctima.
Qué vergüenza ! esclamó irritado, y levantando las manos al
cielo , ¡ es indispensable que yo rompa la cabeza á ese malvado
viejo !
Conteneos, señor Jorge, y habladmas quedo . No lograriais sino
enervar su cólera .
Sufocaré mi indignacion en vuestro obsequio : pero cuando
pienso en ello, tiemblo de horror. No se me ha dado aviso , ni se me
ha mandado á buscar, y á no haber sido por uno de vuestros amigos,
nada hubiera sabido .A mi llegada no ha quedado nadie en casa, que
no haya esperimentado el hondo disgusto que ha producido en mi,
infamia tanta .
Habeis hecho mal, señor Jorge.
i No he podido contenermel ... Mas tomad, tio Tom , añadió
con tono misterioso y volviendo la espalda á la puerta de la casa del
albeitar ; jos he traido un peso fuerte, mi único caudal l ...
Angelical corazon ! esclamó Tom , conmovido.
Debeis guardarlo ! continuó Jorge. Escuchad ; he prometido
dároslo a la tia Chloé ; ella misma me ha aconsejado de hacerle un
agujero y traspasarle un hilo para suspenderlo á vuestro cuello . Cui
dareis de tenerlo oculto, porque ese vil é infame avaro os lo arreba
taria si lo descubriera. En verdad Tom , es necesario que yo le rompa
la cabeza, y asíse disminuirá en parte la pena que me aflije.
¡ No, señor Jorgel ese proceder me causaria inayores perjuicios.
Pues bien, renuncio á ello . Segun vuestros deseos, le respondió
el jóven , al mismo tiempo que le colgaba la moneda al cuello .
Abotonaos vuestra chaqueta , conservad cuidadosamente este
peso, y cada vez que lo considereis, acordaos que yo iré á busca
ros, para traeros con nosotros . He dicho á la madre Chloé que no
tema nada ; queda a mi cargo el velar por vos, y si mi padre no se da
prisa á rescataros, le atormentaré noche y dia hasta que lo haya con
seguido.
Olvidad vuestros proyectos respecto á vuestro padre, señor
Jorge.
Dios me es testigo que no alimento siniestras intenciones.
Por fortuna, así es,prosiguió Tom . Comportaos siempre hon
radamente ; pensad cuántas personas hay, cuya dicha depende do
vos mismo ; jamás os alejeis mucho de vuestra madre ; no imiteis á
tantos jóvenes que olvidan las suyas en medio de sus locuras. Tened
bien presente que Dios nos concede dos veces muchas cosas que nos
son preciosas, pero no nos da una madre sino una sola vez ; consa
graos á la vuestra y sed siempre su consuelo. ¿ Me lo prometeis así,
no es verdad ?
Sí, le respondió Jorge, con tono serio.
Meditad bien en lo que digais, señor Jorge!
Los jóvenes,á medida que avanzan en edad, se van haciendo indo
79
bien contigo, así como con todos mis negros ; mas para que yo de
principio a ello es necesario que te conduzcas conmigo de una ma
nera leal y conveniente. Jamás he sido cruel con mis esclavos, y
cifro mi principal cuidado en tratarlos lo mejor posible . Correspon–
ded con una buena conducta á mi benevolencia, y cuidado si burlais
mi generosidad y confianza. Los negros nos juegan generalmente
malas pasadas ; pero, acostumbrado á ellas, son inútiles conmigo .
Cuando permanecen tranquilos y resignados y no procuran evadirse ,
gozan á milado de una buena temporada ; mas, en caso contrario...
quéjense á sí mismos, pues no tienen entonces sino lo que han me
recido.
Protestole Tom que no pensaba de ningun modo en fugarse. Diri
giéndose las recomendaciones del comerciante de negros á un hom
bre que tenia ligados sus piés, eran de todo punto supérfluas ; mas
Haley acostumbraba entrar en relaciones con su mercancía humana
por medio de semejantes exhortaciones. Creia inspirarles su confianza
de aquel modo prevenir desagradables discusiones.
Dejaremos un niomento á Tom , siguiendo su camino para ocupar
nos de otros personages de nuestra historia.
CAPITULO XI.
1
-¿Y lo ha logrado?
-Todavía no : rodea constantemente la habitacion, pero no se le
ha presentado una oportunidad favorable. Entre tanto él me acompa
nará hasta el Ohio , para recomendarme á los amigos que le socor
rieron ; en seguida se volverá en busca de su madre .
-Eso es peligroso, muy peligroso, dijo el viejo .
Jorge alzó la cabeza y sesonriócon desden . Wilson le miró con
cándida estupefaccion .
- Tú te has desarrollado estraordinariamente, muchacho. Tienes
un aire de seguridad y un aplomo que hablas como los hombres es
perimentados .
- Porque soy libre ! replicó con orgullo el mulato. Sí, señor,
porque soy libre, no llamaré ya en mi vida á ningun otro hombre
a mi amo . »
-No te glories todavía , que aun no estás seguro, y puedes de un
momento a otro caer en poder de tus obstinados perseguidores .
- Todos los hombres son libres é iguales en la tumba, señor Wil
son , y bajaré á ella si fuere necesario .
-En verdad , tu audacia me confunde. ܐDemorar en una posada
tan próxima !
Señor Wilson , mi empresa es tan atrevida, y esta posada tan
cercana a la del tirano que no inspirará la menor sospecha : me bus
carán mas lejos; y ademas y no estoy bien disfrazado ? El amo de Jim
no habita este condado, por consecuencia, no es aquí conocido. Han
cesado de perseguir á Jim , y nadie se propondrá confrontarme con
las señas dadas en el anuncio .
- Pero ¿esa marca, esa letra A.?
9
CAPITULO XII .
CURIOSA ESPLICACION DE UN COMERCIO LEGAL .
M. Haley y Tom continuaron su camino meditando cada uno por
u parte sobre la situacion . Es una cosa muy curiosa las reflexiones
que hacen dos hombres sentados sobre un mismo banco. Tienen los
nismos órganos, los mismos objetos pasan por delante de sus ojos y
in embargo sus pensamientos difieren esencialmente .
Para presentar un ejemplar mas demostrativo observemos á Haley,
ste no se ocupaba mas quede considerar la talladesu esclavo, el pre
-io que le darian caso de alimentarlo y sostenerlo en buen estado de
mercado. Preguntabase á sí mismo de cuantas cabezas se compon
dria su negrada, y calculaba en su imaginacion la suma que repre
sentarian, los hombres, mujeres, y niños que podia presentar en
venta. Admirábase en seguida de sus sentimientos humanitarios,
icusando á los otros traficantes que encadenaban á sus negros de
iés y manos, mientras que él conducia á Tom sin haberlo atado
para que se encontrara mejor . Suspiraba al pensar en la ingratitud
an profunda que quizás impedia á Tom apreciar la bondad con que
le trataba. El habia sido engañado por muchos negros a quienes ha
bia dispensado iguales consideraciones y admirábase de ser sin em
bargo tan filantrópico con ellos.
En cuanto á Tom , las consideraciones siguientes agrupábanse á su
imaginacion : « En este mundo no tenemos morada fija, pero la tene
mos en el otro. Dios mismo no se avergüenza de ser llamado nuestro
Dios, aunque nos ha preparado una ciudad eterna .»
Estas palabras de un libro sagrado, que consultan principalmente
los hombres sin instruccion , han tenido en todos tiempos la mayor
influencia en los hombres pobres y sencillos como Tom. Fortifican el
alma, calman la desesperacion y los llenan de valor y de entusiasmo.
Haley sacó de su faltriquera algunos periódicos y se puso á recor
rer los anuncios con el mas vivo interés. Como él deletreaba con mu
cha dificultad, despues de haber repasarlo muchas veces las frases,
leyó lentamente y à media voz aviso siguiente :
VENTAS DE NEGROS POR ORDEN JUDICIAL .
Tenga Vd. confianza en el Señor, tia Agar, dijo uno de los ne.
gros de mas edad .
C
mente con los sacos y cajas de mercancias sobre que ella misma estaba
sentada .
Acercóse á Tom , y este la habló ; mas ella no le respondió sino
con tristísimos gemidos. Hizola presente que un Dios misericordioso la
contemplaba desde los cielos, y la preparaba un refugio de eterno con
suelo . Pero la desconsolada estaba sorda ; su corazon apenas pal
pitaba.
Llegó la noche, pura , hermosa y sembrada de innumerables estrellas
que parecian otros tantos ojos de ángeles mirando sobre la tierra . Mas
estaba silenciosa, y este espléndido firmamento no dirigia á la desgraciada
ninguna palabra de consuelo .
Todos los viajeros á bordo de la Belle -Rivière se habian ya entregado
à un dulce sueño, y cesó todo el ruido y confusion que reinaba por la
tarde. Tom se tendió tambien sobre una caja de géneros, peroantes de
pagar este tributo á la naturaleza, escuchaba los ahogados sollozos de
Lucía, que decia : ¡ Qué desconsuelo ! ¿ Qué he de hacer entre tanta mal
dad ? ¡ Dios mio ! ¿ cómo no castigais å esos monstruos ? ¡ Oh, tened pie
dad de mí , asistidme en tan duro trance !
Hácia media noche despertóse Tom sabresaltado. Una figura humana ,
vestida de negro, pasó rápidamente por su lado ; un instante despues
hirió sus oidos el ruido que hace un cuerpo al caer en el agua. Levantó
en seguida la cabeza , y miró : ; Lucía habia ya desaparecido! En vano la
buscó por toda la embarcacion. Ella habia puesto ya un término á sus
males ; y el rio que la habia sumergido en sus aguas, seguia su curso con
tanta calma, y tan diáfano, como si ningun cuerpo estraño hubiese recibido
en su seno .
CAPITULO XIII.
r .
LOS CUÁKEROS.
-1
111
tural.
A
Entremos en
guste , bien
arreglo,
ahor a por
amigo mio ; Vd. no querrá que mi hija se dis
y. caridad cristiana & qué rebaja me hará Vd . so
bre el precio fijado al negro.
Examinele Vd. bien, contestó el corredor : véale los miembros,
esa fuerza de caballo , esa cabeza tan bien desarrollada. Lo alto de
la frente denota siempre en el negro que es calculador , canaz de
11 -
udu. Un negro con esa cualidad cuesta siempre mas caro, aun cuando
uera un idiota ; con que, si al talento del cálculo une otras facultades
10 ménos estimables, claro es que el precio ha de aumentarse proporcio
nalmente. Por otra parte, yo puedo probar que mi hombre en cuestion
está dotado de una inteligencia particular y superior; él ha administrado
los fundos de su amo, y tiene una capacidad estraordinaria para toda
clase de negocios .
- Peor que peor, replicó irónicamente Saint -Claire : el que mucho
sabe mucho yerra, amigo mio.
Esos tunantes siempre están dispuestos a tomar las de villadiego, á
robar caballos y á hacer diabluras. vd . debiera rebajarme á lo menos
doscientos pesos del precio indicado, teniendo en cuenta las cualidades del
sugeto.
-
-
Dios os bendiga, señor.
Así lo deseo, respondió Saint-Claire. Tú te llamas Tom, d no es esto ?
bien : ¿ sabes hacer de calesero ?
C
- Estoy acostumbrado a los caballos; mi amo me enseñó ese
oficio .
Pues bien, serás mi calesero, bajo la condicion de no emborra
charte sino una vez por semana, salvo en las grandes ocasiones que
ocurran .
Tom se sorprendió de aquel lenguaje, y creyéndose ofendido, con
testó :
Señor, yo nomeemborracho nunca .
Todos dicen lo mismo, Tom : pero á la prueba me remito. Si usas
moderadamente del vino, mas estimacion me merecerás. De todos
Ho 117
odos, muchacho, yo estoy persuadido que tus intenciones siempre serán
Ilig mejores.
05
Puede Vd . fiarse de mí, señor.
Tu vas á estar contento, papá , dijo Evangelina ; mi papá es muy
ueno con todo el mundo, pero le gusta chancearse.
-
Papá te agradece el elogio que le haces , dijo Saint-Claire rién
ose ; y haciendo algunas piruetas sobre los talones empezó á bajar á
erra.
-
S
CAPITULO XV .
5
UN NUEVO AMO DE TOM .
derlos a todo trance. Hizose la sorda ; derecha como una aguja , clavada
sobre una plancha, con el paquete de sombrillas en la mano, se negaba
resueltamente á tan incómodas exigencias.
-¿Pero en qué piensa tu papá ? decia á Evangelina : no supongo que
le baya sucedido una desgracia , y sin embargo estoy alarmada...
Mientras tanto adelantábase Saint-Claire, con raso indolente hacia ella,
y dando a su hija la cuarta parte de una naranja, dijo :
- Y bien, prima , ¿estás dispuesta ?
¡ Sí, estoy dispuesta ! ... ;cuando hace una hora que te estamos es
perando !
-
nas podian bajarse á discrecion para interceptar los rayos del sol. La
residencia entera tenia un aspecto suntuoso y romántico .
Cuando puso el pié en tierra Evangelina estasiada parecia un pájaro
presto á escaparse de la jaula.
-
- ¿No es magnífica mi casa ? preguntó ella á su prima.
Muy hermosa sin duda, respondió Ofelia ; pero no puedo ménos de
confesar que la hallo algo pagana.
Tom al bajar echó enredor suyo una mirada llena de admiracion . Gozo
con calma de las bellezas que tenia a la vista. El negro, preciso es recor
darlo, es originario de los mas fértiles y mas hermosos países del mundo.
Ama con ardor el brillo , la riqueza y todo lo que es suntuoso. Esta pa
sion á la que se entregan sin reserva, aunque no esté regulada por el
gusto , provoca las burlas de los blancos , que tienen un placer en ver
asombrados á los negros.
Saint- Claire, dotado de imaginacion poética, se sonrió del juicio
que habia
dose hacia formadomiss Ofelia,
el esclavo cuya respecto
fisonomia de radiante
estaba su posesion, y volvién
de placer , le
dijo :
-
1
-
127
er
Al señor le gusta siempre divertirse, respondió Adolfo riendo ; y
bno alegro mucho ver á Vd . de tan buen humor.
Ven y sígueme, Tom , le dijo Saint - Claire.
lk Entró Tom en la sala, y la vista del rico alfombrado, de los espejos,
de los cuadros, y de las cortinas, escitaron su admiracion. Quedó atonito
y estupefacto, como la reina Saba en la presencia de Salomon. Apenas se
atrevia á poner el pié sobre el pavimento.
- - María, dijo Saint- Claire å su níujer, por fin, te he comprado un
crescelente cochero . Nadie le iguala en sobriedad ; es un negro que te con
ducirá tan suavemente comosi fueras suspendida sobre una góndola. Le
vanta la vista y míralo, y no uelvas á decirme que nunca pienso en
Ecuando me ausento de casa .
Abrió los ojos María , y los fijó sobre Tom .
-
- Estoy segura, dijo, que tambien se ha de emborrachar.
-
71
Se me ha respondido de su piedad y de su temperancia.
Ojalá que no te hayan engañado ; mucho lo temo.
Adolfo, añadió Saint-Clare, acompaña á Tom, llévalo á la cocina y
acuérdate de mi recomendacion .
Retiróse Adolfo saltando, y Tom le siguió con pausado y mesurado
paso.
Parece un verdadoro estafermo, añadió enseguida María .
· Vamos, querida mia, dijo Saint-Claire, sentándose al lado de su es
posa : sé dniable conmigo y háblame del estado de tu salud, de tus pade
cimientos.
Has prolongado tu viaje quince_dias mas del tiempo que habias
dofijado .
Ya te he escrito los motivos que me han obligado á permanecer en
de ueva Yorck mas tiempo del que pensaba.
¡ Tu carta era tan lacónica y estaba escrita con tanta frialdad !
¡ Qué quieres, María : Elcorreo iba a partir y debí escribirte segrin
-
CAPÍTULO XVI.
EL AMA DE TOM .
Ա
Ya lo experimentarás á tus espensas si continuas aquí. No puedes
figurarte la irritante estupidez, la pereza y la ingratitud de esos mise
rables.
1
Al tratar este particular parecia que María recobraba milagrosamente
sus fuerzas, desapareciendo su estado valetudinario.
No podrás formarte una idea justa de las pruebas diarias á que so
á meten al dueño de una casa . No quiero quejarme de ello á Saint -Clare;
T
y para qué? Pretende Agustin que nosotros los hemos criado tales como
son, y por consiguiente que debemos aceptarlos con buenas ó malas cua
. lidades. Afirma que no tienen mas defectos que los que nosotros mismos
s les hemos comunicado, y que seria una crueldad y una injusticia sin
Á ejemplo castigar en ellos las faltas de que nosotros somos cómplices. Dice
todavía que obraríamos peor que ellos, si hubiéramos nacido en su triste
posicion . ¡Como si los esclavos debieran ser juzgados segun nuestra pro
pia conducta! ¡Qué temeridad! Jamáslo hubiera creido si yo misma no lo
Im hubiera presenciado.
a
Piensas tú que los negros no hansido criados por Dios de la misma
sangreque los blancos? preguntó miss Ofelia.
- ¡No por cierto! ¡Qué doctrina tan peregrina! Ellos son de una raza
degradada.
¿ Luego no crees que tengan una alma inmortal como nosotros ? vol
2
vió a preguntar miss Ofelia con visible indignacion.
-
-
No me incomodes hablándome de ese modo.
Vaya cómo quieres que te hable ? Estoy dispuesto a emplear el
tono quemas te agrade.
El ruido de varias carcajadas que venia del patio penetró en el apo
sento donde estaban nuestros interlocutores, a través de las cortinillas de
damasco. Saint -Claire las levantó y no pudo menos que prorrumpir en
una carcajada.
¿ Qué sucede ? dijo Miss Ofelia corriendo al balcon.
Tom estaba sentado en el patio sobre un banco de césped, tenia en las
manos algunos ramos de jazmines y en los ojales de la chaqueta ; Evan
gelina llena de risa le envolvia una guirnalda de rosas alrededor del
cuerpo y saltaba asu lado con el mayor contento concluyendo por sen
tarse sobre las rodillas .
¡ Tom , le dijo ella, que figura tan rara tienes !
Tom gozaba con la alegría de la niña y se sonreia con la bondad mas
patriarcal viéndola entregada á tan inocentes diversiones. Advirtió á su
amo y en el semblante parecia que Tom reclamaba la indulgencia de su
señor ; tal era la humildad de su carácter .
¿ Cómo puédes tú tolerar eso ? preguntó Miss Ofelia.
& Y porqué nó ? contestó Saint- Claire.
No sé, pero no puedo avenirme con escenas de esa especie.
- Tu verias tranquilamente á mi hija acariciar un perro ; pero
como en vez de un animal irracional, acaricia un sér capaz de pen
sar, de raciocinar y , de sentir, tiemblas por ello y lo repruebas.
i Qué inconsecuencia ! ; Oh conozco muy bien à vosotros los ameri
canos del Norte ! Detestais la esclavitud pero involuntariamente dais
cabida á las preocupaciones contra los esclavos : vosotros sois peo
res aun que nosotros porque hacemos por hábito lo que, el cristia
nismo no consigue en vosotros . Se indignan ustedes de la opresion que
ejercemos sobre los negros, y sin embargo estos os inspiran tanto
horror como las viboras y las serpientes. Ustedes no quisieran que
se les maltrate y sin embargo repugnan toda clase de union con
ellos. Era indispensable para complacer á ustedes, enviar a todos
los esclavos al Africa, lejos, muy lejos de vuestras miradas y man
darles algunos misioneros que se encargasen de su educacion . No es
cierto ?
.
137
degra Algo hay de verdad en lo que dices, contestó Ofelia despues de me
s ; n t ditar un momento.
Saint-Clare
La quien seaba se asomó al balcon para observar á Evangelina que se pa
tomando mano á Tom.
de la
el par ¿ Qué serian los pobres y los desgraciados sin los niños ? Los niños
aspiezason los únicos verdaderos demócratas. Tom es un héroe para Eva ; las
historias que él cuenta son maravillas á sus ojos ; los himnos metodistas
porque que él canta los prefiere ella á una ópera ; los juguetes con que la sor
prende, valen para ella mucho mas que riquísimas prendas. Eva es una
deesas rosas del Eden que el Señor ha sembrado sobre la tierra para los
as males individuos de inferior condicion.
-
CAPÍTULO XVII .
Volvamos ahora en casa de los quákeros. Por la tarde del dia en que
Jorge y Elisa se reunieron, Rachel Hallyday buscó en sus armarios lo
que podia ser útil á los fugitivos que debian partir aquella misma
noche. El dia espiraba ya. El círculo rojo del sol llegaba pausado á
los bordes del horizonte, y sus amarillos rayos brillaban tranquila
mente en el cuarto en que estaban sentados Jorge y su mujer. El
143
nulato estrechaba en la suya la bella mano de la cuarterona, y tenia un
no solre sus rodillas . El ademan de entrambos era grave y se veian
obre sus mejillas el zurco de las lágrimas.
Sí , Elisa, sé que cuanto dices es cierto. Eres mejor que yo y pro
suraró seguir la conducta que me trazas. Quiero que sea digna de un
nombre libre y cristiano. ¡ El Todo- poderoso sabe cuán buenas son mis
ntenciones !
Cuando lleguemos al Canadá, dijo Elisa, podré contribuir a los gas
tos de nuestra casa. Sé hacer vestidos, sé lavar, planchar, y espero que
encontrarémos modo de vivir.
- Sí, Elisa mia , miéntras no nos separen serémos felices. ¡ Ah , si
nuestros enemigos supieran la dicha que experimenta un hombre al de
cirse que su mujer y sus hijos le pertenecen! Me ha estrañado mil veces,
el ver gentes teniendo mujer é hijos en segura posesion de tan caros
objetos, atormentados por otras cosas. Me creo rico y fuerte, aunque tan
solo contamos con mis brazos. Nada mas pido al Señor. Hace mas de
Teinte уy cinco años que trabajo infatigablemente y no tengo ni dinero, ni
hogar, niun pedazo de tierra que mepertenezca ;pero si en adelante me
dejan la libertad , estaré contento con mi suerte. En cuanto a mi antiguo
amo, le he reembolsado con aumento lo que ha gastado en mi, y no creo
deberle nada .
.
å bre el mundo á causa de sus pecados ; pero cuida sobre todo , sobre
en los autores del mall
1. ¿ No obrarias tú como yo si te hallases en mi lugar?
3 - Deseo no verme en tal prueba , dijo Simeon; la carne es débil .
1 - Por lo que a mí hace creo que en semejante caso mi carne ten
i dria la fuerza necesaria dijo Phinéas, agitando sus musculosos brazos,
- como si hubieran sido alas de un molino de viento . Si tienes algunas
s cuentas que arreglar con alguien , Jorge amigo , yo te prestaré mi
e ayuda .
2, Se vé muy bien quo no has estado desde tu niñez en la sociedad
de los cuakeros, dijo Simeon sonriendose ; por intervalos te dejas
llevar por tu naturaleza.
ta Phinéas en efecto, habia vivido largo tiempo en los bosques, entre
gado a la caza temido de los animale: feroces ; pero habiéndose ca
- sado con una linda cuákera habíase alistado en la colonia de los
1 amigos. Habíase comportado en ella honrada y laboriosamente y no
10 habia dado lugar para que formularan contra él ninguna acusacion
23 formal; pero los amigos que habian llegado al mayor grado de ele
2 vacion espiritual le reprochaban el no estar a la altura deellos.
05 Es cierto que el amigo Phinéas, se sale á veces de la regla, pero
en suma , su corazon es bueno .
- Y bien , replicó Jorge , & no urge que apresuremos nuestra
50 huida ?
Me he levantado á las cuatro de la mañana , dijo Phinéas, y tengo
tres horas de delantera sobre nuestros perseguidores si es que rea
lizan sus planes. En todo caso, seria peligroso .partir antes del ano
checer; en las aldeas hay malas gentes que nos inquietarian tal vez y
retardarian nuestra marcha . Mas vale que esperemos aquí y nos em
barquemos dentro de dos horas. Voy a buscar á Miguel Crass ; le su
plicaré que nos siga en su yegua, que esté alerta y nos avise si vó
alguna partida que se dirige hácia nosotros, su yegua es escelente ,
capaz de adelantar á los demas caballos y nos alcanzará facilmente al
menor peligro. Probablemente llegaremos al primer parador antes
de ser atacados. ; Valor pues , amigo Jorgel ne es esta la primera
fuga que yo he favorecido .
Dicho esto Phinéas salió .
-
13
146
nero, no pueden querese como nosotros nos queremos & pues qué
nos quedà si el uno pierde al otro? Antes de conocerte , solo habia
amado á mi madre y á mi hermana. La mañana funesta en que un
vil mercader compró á Emilia , ésta se llegó al rincon en que yo dor .
mia y me dijo ; Jorge, vuestra única amiga se va ; é que será de tí
pobre niño ? Yo me levanté y salté llorando a su cuello ... Ella lloraba
iambien... Desde entonces, pasáronse diez años, sin que nuevas pa
labras de afecto penetrasen en mi corazon ; mi corazon se babia agos
tado, y se habia vuelto ceniza. Cuando teví, gracias a tu amor, resu
cité de entre los muertos . Y ahora Elisa mia , derramaré la última
gota de mi sangre , pero no te arracanrán de mis brazos ; para des-,
prenderte de ellos será preciso que huellen mi cadáver.
Que el Señor se apiade de nosotros ! dijo Elisa ; que nos
acuerde poder abandonar juntos este país ! esto es lo único que le
pedimos .
- ¡ Dios es partidario de los blancos ! dijo Jorge , mas bien que
para responder a Elisa , para desahogar sus amargos pensamientos.
Vé lo que hacen. ¿Porqué permite semejantes cosas ? Ellos sin duda
alguna tienen el poder ; ( pero el Evangelio establece lo que ellos
dicen? Son ricos y felices ; son miembros de una iglesia y esperan ir
al cielo , al mismo tiempo que viven dulcemente en este mundo ;
mientras que pobres y honrados cristianos , mientras que cristianos
tan buenos ó mejores que ellos yacen á sus piés arrojados en el pol
vo. Los compran y los venden; trafican con sus sangre, con su gemi
midos y sus lágrimas, y Dios lo consiente.....
- Amigo Jorge , grito Simeon desde el fondo de la cocina, escu
cha este salmo y aprovecha su doctrina.
Jorge y su muger se acercaron y Simeon leyó el salmo 72 :
« Pero en cuanto á mí , mis piés desfallecieron y por poco me caigo
al marchar .
Porque me he llenado de indignacion al ver la prosperidad de
los malvados.
« No participan ni á los trabajos , ni á las fatigas de los hombres у
no sufren los azotes á los cuales los demas hombres están espuestos.
« Y por esto el orgullo los liga , como si fuera una cadena, y la
violencia los cubre , como si fuera un vestido .
« La manteca hincha sus ojos. Tienen mucho mas de lo que pueder:
desear sus corazones .
« Están corrompidos y hablan como los malvados en favor de la
opresion. Su lenguage es altanero.
«Y por eso mi pueblo , mirándoles y viéndoles una copa llena de
abundancia
Suele decir : ¿ Cómo es posible que Dios sepa lo que aquí pasa ?
¿El Todo-poderoso conoce realmente todas las cosas?
Tal és tu lenguaje, amigo Jorge.
-
Traigo unas medias para el niño ; tres pares son de lana y muy
calientes : hace tanto frio en el Canadá ! Le traigo tambien algunas
chucherías, pues como lo sabes los niños comen constantemente .
Al pronunciar estas palabras escurrió un pastelillo en la mano de
Enrique, y apretó cordialmente la de la madre.
¡Oh! milgracias, mil gracias, dijo Elisa.
Vamos Ruth , toma un bocado, dijo Rachel .
Absolutamente no puedo. He dejado en casa á Tom con el niño ,
y los bizcohos están en el horno ; si tardo un momento en entrar
los vizcochos se quemarán y Tom dará al niño todo el azucarero; así
lo hace siempre. Así pues, adios Elisa ! adios Jorge !, que el Señor
Os conceda un buen viage !
La pequeña cuákera se retiró . La cena se terminó y de allí á poco
una carrela entoldada se paró en la puerta . Phinéas salió precipita
damente para arreglar el interior de la carreta. Jorge le siguió dando
la mano á su hijo y á sumuger. Caminaba con paso firme; y su aire
era tranquilo y resuelto . Rachel y Simeon les seguian.
148
-Salid por un momento , dijo Phineas a los que se habian insta
lado ya en el carruge ; dejadme arreglar el fondo para la muger y
los niños .
-Toma estas dos pieles, dijo Rachel; cubre con ellas los bancos
con esmero pues serán fuertes los vaivenes de esta noche.
— Jim bajó del carro é hizo bajar con mucha precaucion á su an
ciana madre que miró con ojos despavoridos como si esperara ver á
cada instante á sus crueles perseguidores.
-¿Jim , preguntó Jorge , nuestras pistolas están en buen estado ?
>
. CAPITULO XVIII.
un hombre que tiene dos veces mas del que puede disponer ? ¿Qué
importa á un hombre que nada tiene que hacer, sino tenderse sobre
un sofá ,que le sirvan la comida unahora antes ó despues ? Dinah es
una verdadera alhaja ; sus potages, sus asados, sus cremas son es
celentes ; saca todo eso del caos y de las tinieblas de su cocina con
un talento verdaderamente sublime. Pero si visitaramos frecuente
mente el oficio, si la viésemos con su pipa en la boca , mandando á
su ejército de marmitones , no hay duda que sentiríamos repugnancia
en comer lo que ella nos sirviera, Así el mejor consejo que puedo
darte, es el de que renuncies á mezclarte en la cocina, y deja á
Dinah en toda libertad hacer como hasta aquí cuanto le parezca ; de
lo contrario no conseguirás sino perder la tranquilidad y la paciencia .
Seguramente Agustin que tú ignoras el triste desórden en que
está todo .
Te equivocas, pues sé, hasta que se mete en el bolsillo, confun
dido con su tabaco, el rollo de la nuez moscada, que tiene los azuca
reros en mil agujeros diferentes ; que enjuga unas veces la vagilla
con servilletas de mesa y otras con los restos de las faldas de un
vestido viejo. Mas tambien sé , y esto es igualmente incontestable,
que hace esquisitas comidas y un delicioso café . Juzguémosla como
los gobiernos juzgan á sus guerreros y hombres de estado >, cuyos
trinfos únicamente sirven de norte para calificarlos.
· Pero tanto gasto y tanto despilfarro no puede ni debe mirarse
con indiferencia .
¡ Oh ! En efecto ; sí, puedes encerrarlo todo, guardar las llaves, y
no dar las provisiones sino hasta el momento de necesitarlas ; pero
no te afanes por aprovechar lo que sobra de ellas.
No puedo menos de creer , Agustin, que tus criados no son en
teramente hombres de bien : ¿ Estás seguro de que se podrá contar
con ellos ?
Echose á reir, Saint-Clare, al ver el aspecto grave é inquieto que
tenia su prima al hacerle semejante pregunta.
¡ Qué niña eres ! respondió , ciertamente no son hombres de
bien . Y por qué han de serlo ? quién hubiera podido reducirlos á
tanto ?
La educacion .
La educacion ! ¿ Y qué educacion habia yo de darles ? Soy por
ventura un pedagogo ? Y aun cuando así fuera, cuenta por cierto que
nunca me preservaria de sus engaños .
¿ No hay entre ellos ningun hombre de bien, que inspire con
fianza ?
Vemos de vez en cuando que la naturaleza ha creado algunos
de estos séres desgraciados tan sencillos y fieles, que las mas detes
tables influencias no pueden corromperlos. Pero la educacion que se
les da, los hace generalmente malos. El esclavo es artificioso hasta
con sus padres, y seria una crueldad el castigarlos, porque no te
niendo nociones de probidad, y no pudiendo formarse una idea
exacta de los derechos de propiedad , nicomprender que los bienes de
6u amo no le pertenecen , se apropiasen de ellos cuando se les auto
163
. Tal es la razon porque entre los negros hay pocos hombres de
1 , y un individuo como Tom es un fenómeno, un milagro en el
en moral. Mas el toque de la campana nos llama á comer ; vamos
s á la mesa, y olvida por ahora tus preocupaciones,
i ácia el oscurecer volvió miss Ofelia á la cocina en el momento
; uno de los negrillos decia :
- Aquí está la tia Prue.
Una mujer de color, alta y huesosa entró en aquel momento, lle
ndo sobre su cabeza una cesta de panecillos y bizcochos.
Buenos dias, Prue, la dijo la cocinera.
Prue puso la cesta en tierra, y sentándose en el suelo, y apoyando
s codos sobre sus rodillas esclamó :
- ¡ Oh Dios mio ! ¿ Por qué no me arrancais la vida ?
¿ Por qué te deseas la muerte ? la preguntó miss Ofelia .
- Para acabar de una vez con mis penas, respondió Prue sin le
antar la vista .
Si no te emborracháras con tanta frecuencia , no pensarias de
se modo ; dijo Juana, jóven cuarterona , y doncella de labor en la
asa .
CAPITULO XIX .
mas , que eres una criatura escelente ; pero te suplico que tengas
consideracion á mi pequenez , y no me confundascon tu conocida
superioridad.
- Por mas que todo lo arregles con la misma lijereza, debes con
venir que el asunto es sumamente delicado y grave.
-De una importancia considerable, muy grave para tratarlo en
un dia tan caluroso como el de hoy. ¿Podemos elevarnos á sublimes
consideraciones, cuando nos sentimos atormentados por el calor y los
I mosquitos ? ¡ Qué idea acaba de iluminarme! Añadió levantándose de
]
su silla. Ahora comprendo porque los estados del Norte son siempre
mas virtuosos que los del Sud .
¡ Qué loco eres !
Es posible; pero quiero ser grave y discreto , aunque no sea
mas que una sola vez en mi vida. Permiteme primero que me acerque
ese cesto de naranjas para refrescarme y tomar aliento por que me
siento con necesidad de humedecer la boca. Es necesario tener en
consideracion la opinion pública , siempre que el curso de los aconte
cimientos exija que un hombre guarde cautivosdos ó tres docenas do
sus hermanos. Es necesario que....
-No observo que hayas mudado de carácter , ni que hables con
la seriedad que requiere el asunto.
- ; Paciencia! repuso Saint-Clare,.revistiéndose repentinamente de
una gravedad , que llegó á imponer á miss Ofelia. Ciertamente, con
tinuo, no puede haber sino una opinion en la cuestion abstracta de la
esclavitud. Los propietarios que abusan de ella , los sacerdotes que
1 quieren adulará los propietarios, los políticosque no pretenden sino
dominar, podrán falsear la moral , desmentir la naturaleza , falsear el
>
hijos, respondió Tom limpiándose los ojos con las manos , pero dudo
conseguirlo.
- Yo quisiera poderte ayudar, Tom ; he aprendido á escribir ; el
año pasado ya sabia formar todas las letras pero temo haber olvidado na
las lecciones que recibi.
Evangelina colocó su cabeza rubia cerca de la del negro, y ambos
llenos de ignorancia y de los mejores deseos tuvieron una consulta
grave. Despues de haber deliberado sobre cada palabra , produjeron
una composicion que á satisfaccion de ellos parecia un escrito.
- Esto va tomando ya forma , tio Tom ; qué contentos van á po
nerse tu muger y tus niños. ¡ Oh ! es una vergüenza que te hayan
separado de ellos. Mis intenciones son suplicarle á papá que te de
vuelva dentro de algun tiempo .
- Mi ama me dijo que enviaria el dinero en que fui vendido para
que me devuelvan á su poder ; y que esto sucederia tan pronto como
ella lo tenga : yo espero que cumpla su promesa . Mi jóven amo, el
lo
o/
CAPÍTULO XX .
TOPSY.
parme.
Prima , añadió Saint - Clare , debo pedirte perdor por haberte
querido probar esperimentando, si tu resolvias las teorí ...Otinto
propalas á practicarlas por sí misma. El hecho es qu in eliz
tenecia unos tab erneros caydaa des
puerta pasolator : i ras ;
laperdesgraciaá da, maltratada y por
apalea de por : U. sta
la noche , me daba compasion : al verla pensé que pese rse
algun partido de ella y la lo comprado para tí. Dála un innt : ion
ortodoxa, como la que dan en la Nueva Inglaterra , y tor: sa
lisfaccion de quitarle el pelo de la dehesa y hacerla mi jigca
ciada . Tú sabes , en fin , que no tengo disposicion alęs para la
enseñanza, así te la confio á ti para que hagas de ella la quüin c?
ridad te ordena .
laré en su favor cuanto me sea posible.
En seguida miss Ofelia la condujo á la cocina para la ... -
asearla , pues estaba sumamente sucia y asquerosa .
Vanios dijo al verla Dinah con un tono poco agradable .
necesidad ienia Mr. Saint-Clare de traer una negra mas á su casa !
viendo miss Orelia que nadie se prestaba para asear y vestir á la
recien llegada, se decidió á hacerlo por sí misma, aunque con baw
lánit repugnancia. Se enterneció a la vista de las cicatrices y callo
sidades, marcas indelebles del régimen bajo el cual habia vivido
hasla entonces la infeliz criatura.
183
Mire Vd. señora, dijo Juana que habia ido a ayudar á miss Ofe
lia ; esas cicatrices denotan que esta niña tiene necesidad de correc
cion. Yo no sé porque la ha comprado el amo , pues ha de darnos
mucho que hacer .
La jóven negra oyó tales comentarios con una espresion de tris
teza y resignación que parecia serle habitual ; sin embargo miraba á
hurtadillas, y con avidez los pendientes que llevaba Juana. Luego
que le cortaron el pelo , y la vistieron con decencia , la infeliz parecia
otra cosa, y miss Ofelia contemplándola con satisfaccion , dijo : Ahora
sí que tiene un aspecto mas cristiano. La buena señora se puso desde
aquel instante á meditar sobre diversos planes de instruccion, á fin
de elegir el mas adecuado al sér desgraciado que la Providencia habia
puesto en sus manos . Dió pues principio por el siguiente interroga
torio .
.
¿ Qué edad tienes Topsy ?
-
No lo sé, señora, respondió la niña riendo.
¡ Cómo pues ! Nadie te lo ha dicho jamás ? ¿ Quién es tu ma
dre ?
Yo no he tenido nunca madre .
¡ No has tenido nunca madre ! ¿ Qué quieres decir con eso ? ¿En
dónde has nacido ?
Yo no he nacido .
Acompañó Topsy estaspalabras con un tono tan irónicamente dia
bólico, que miss offelia á no ser una muger positivista hubiera podido
imaginarse que tenia en su presencia algun Gnomo llegado del país
de los hechiceros. Así pues ladijo con seriedad:
- No debes responderme de esa manera, hija mia ; yo no trato
de burlarme de tí ; en esa inteligencia , díme z en dónde has nacido,
y qué hacian tus padres ?
No he nacido nunca, no he tenido padre ni madre, ni nada,
1. respondió Topsy, con tranquilidad. He sido criada por un especula
dor, en compañía de otra multitud de miserables como yo ; y la tia
Lue era la que nos daba lo que ella decia que necesitábamos .
Era incontestable que la infeliz, hablaba con toda sinceridad.
Existen muchos séres como éste, dijo Juana ; los infames espe
culadores de este cruel tráfico los compran á bajo precio cuando aun
están ¿enCuánto
la lactancia, para venderlos despues con suma ventaja.
tiempo has vivido con tu último amo ?
Yo no sé, señora .
¿ Hace un año, ó mas ?
No podré determinarlo .
Hé aquí como son estos negros, añadió Juana ; no saben lo que
es un año , ni aun su misma edad .
Has oido alguna vez hablar de Dios ?
à . No señora , respondió la niña con su acostumbrada ironía .
¿ Sabes quién te ha criado ?
Nadie, ' replicó Tomsy ; no creo que persona alguna me haya
criado .
-
Has debido robar alguna otra cosa desde que has entrado en
masa . Si me lo dices no serás apaleada.
-
CAPITULO XXI.
KENTUCKY .
CAPITULO XXII .
0
CAPITULO XXIII .
ENRIQUE .
monos aquí hasta que vuelva. ¿ܬPero qué tienes que estás triste ?
&Cómo puedes tener un corazon tan perverso con el infeliz
re
Dodo ?
i Perverso l repitió Enrique .con verdadera sorpresa , & qué
quieres decir, querida Eva ?
No quiero que ningun joven que se conduce de ese modo me
llame su querida Eva.
No conoces á Dodo, y te aseguro que ese es el solo medio para
hacerle cumplir corr la obligacion .
· Tom , que no miente jamás, te ha esplicado como se habia en
suciado el caballo .
Pero Dodo miente cuantas veces habla .
-
Tratándolo así, lo haces artificioso y embustero.
El afecto que tienes á Dodo escita mis zelos, prima.
Tú le castigas sin merecerlo.
Otras veces lo merece, y no le doy de palos; váyasepues lo
uno por lo otro ; pero te prometo que no volveré a castigarlo en tu
' presencia , por mas motivos que me diera para ello.
Llegó en este momentoDodo con los caballos de la brida.
Sujeta el caballo de miss Eva, dijo Enrique à Dodo .
Colocóse éste en seguida al lado de Paney, y Enrique que hacia
alarde de su galantería dió la mano á su prima para ayudarla
á montar ; mas Eva se inclinó del lado en donde estóba Dodo, y le
habló en voz baja :
de ti,
Eres un buen muchacho, Dodo, estoy muy contenta y satisfecha
17*
198
CAPITULO XXIV.
TRISTES PRESAGIOS .
pondió María .
Pero tiene una tos constante y pertinaz.
-
80.
-¿Y qué importa eso ? cuando yo tenia la edad de Evangelina ,
me decian que tambien estaba tísica . Así la tos de Eva no presenta
ide ningun modo el carácter que quiere suponerse.
- Mas ten entendido que se debilita cada dia y que respira con
suma dificultad .
No te alarmes ; esa debilidad y esa tos son efecto de una afec
cion nerviosa .
. ; Ojalá que así fuese ! Pero desgraciadamente todos sus sínto
mas nos hablan con demasiada claridad .
202
¡ Qué disparate ! yo he padecido los mismos sudores por espa
cio de mucho tiempo.
Resignúse al silencio miss Ofelia ; mas cuando empeoró el mal , T
cambiaron enteramente las ideas de María. Decia en alta voz que
destinada a ser la mas desgraciada de las madres, estaba condenada
al dolor de ver á su hija única bajar al sepulcro, y a quedar sola y
huérfana en el mundo .
Aun no está todo perdido, dijo Saint-Clare desesperado .
; No tienes ni conoces los sentimientos de una madre , y jamás
los comprenderás !
No hables así, María ; el mal no es tan alarmante como te ima
ginas.
Yo no sabré compartir tu indiferencia; el estado de mi hija es
sumamente desgarrador ; es un fatal golpe que viene á aumentar mi
miseria .
Desgraciadamente tengo que convenir contigo en que el estado
de Angelina destroza mi corazon; pero el doctor acaba de asegurara
me que conoce los medios de salvarla, y que la conservará á nuestra
ternura .
Eres muy dueño de pensar como quieras ; por mi parte te de
claro que quisiera poder tener la indolente tranquilidad de todos vo
sotros .
Los demas individuos de la casa tenian motivos bastante podero
sos para formar el mismo voto, pues notaban con tristeza que María
hacia alarde de su nueva pena para atormentar á cuantos la rodea
ban . En las palabras y acciones de cada uno , no veia sino dureza,
de corazon, insensibilidad é indiferencia ;y Evangelina, que oia los
despropósitos de su madre lloraba de dolor por la aflicción que su
cercana muerte habia de causarla .
Mejoróse notablemente al cabo de quince dias de continua alarma;
la inexorable enfermedad aflojó su marcha, é inspiró engañosas ilu
siones en el momento mismo en que la tumba iba á abrirse para reci
bir á Evangelina . Volvió ésta á correr por el jardin, á recomenzar
sus juegos, y al verla alegre y risueña su padre la creyó fuera de
peligro. No se engañaron empero miss Ofelia ni el doctor, ni aun la
misma Evangelina. ¿Cuál es y de dónde sale la voz que muchas ve
ces se deja oir para anunciar a una humana criatura que su morada
sobre la tierra será de corta duracion ? ¿ Es acaso el secreto instinto
de la naturaleza que declina, ó la aspiracion del alma hacia la inmor
talidad que se acerca ? Como quiera que sea , Eva preveia su próximo
fin , y esta conviccion dulce como los últimos rayos del sol no turbabai
su jóven corazon. En el libro santo que tantas veces habia leido y
meditado con Tom , habia visto a nuestro adorado Redentor llamará
si á los pequeñuelos, y aquella verdad de un remoto pasado se con
virtió para ella en próxima realidad ; respondiendo a la divina terata
nura , estaba dispuesta á soborear sus dulzuras. Se aſligia emperu
de la orfandad en que iban a quedar sus padres y pensaba en la
suerte de sus fieles servidores, cuya alegria la formaba ella sola . Co
munmente los niños no tienen ideas generales , pero la hija de Saint
!
203
Clare, de precoz y rara inteligencia , no habia podido ver sin descon
suelo los inconvenientes del duro yugo que pesaba sobre los negros.
Tenia el vago deseo de ocuparse en su favor, y en el de todos los
- que se hallaban en la misma condicion.
Tom , le dijo ella cierto dia durante una de sus lecturas . Com
prendo, al fin , porque el Salvador del mundo quiso morir por noso
iros .
¿ Por qué , miss Eva ?
No puedo esplicármelo. Pero cuando ví á aquellos desgraciados
que estaban con nosotros en el barco llamar los unos a su madre, los
otros á sus hijos , cuando se nie ha referido el triste fin de la madre
Prue, tuve deseos de morir por ellos, si mi muerte habia de poner
término á tanta miseria, Créelo Tom ; si me fuera dable, moriria por
vosotros ,
Al decir estas palabras puso sus dedicadas y enflaquecidas manos
sobre las de Tom , quien las contemplaba con veneracion , cuando se
desprendió de él para correr hacia su padre que la llamaba, lloró
como un niño el anciano esclavo, siguiéndola con la vista hasta que
se ocultó á sus ojos.
En vano retendremos á Eva , dijo á Mammy ; el sello del Señor
ha marcado su frente.
Siempre lo he creido así , respondió levantando las manos al
cielo : sus ojos han brillado constantemente de un rayo divino >, y
estaba destinada a morir .
Encontró Eva á su padre en la galería de los bambues : llevaba
un vestido blanco ; su semblante y sus ojos radiaban de un fuego so
brenatural, y los rayos del sol formaban a su espalda una especie de
laureola .
Habíala llamado Saint-Clare para mostrarla la estátua que acababa
de comprarle ; pero á su vista esperimentó una súbita y dolorosa
impresion. Hay cierta especie de hermosura tan perfecta y frágil á
la vez, que eclipsándonos no podemos soportar su vista.Estrechóla
contra sų pecho Saint-Clare y olvidó el objeto de que queria ha
blarla .
¿ Estás mejor, querida mia ?
Papá , respondió Evangelina con tono firme, hace mucho tiem
po que deseo hablartede un asunto de la mayor importancia, y apro
vecho esta ocasion temiendo que mi enfermedad me arranque la vida
antes de haber cumplido con mi deber.
Tembló Saint -Clare; sentúse Eva sobre las rodillas de su padre y
reclinó la cabeza sobre su pecho .
Es inútil , papá , que continues por mas tiempo incomodándoto
por mí. El momento de partir se acerca.
A
No te abandones , hija mia , á tan tristes presentimientos, y mi
ra la estátua que acabo de comprarte.
-N te hagas ilu nes, repuso Eva sin mirarla , mi enfermedad
sigue su curso , y pronto saldré de este mundo.
- ¿ Cuál es el origen de la tristeza , amada mia ? ¿ Qué te falta pa
.
ra ser feliz ?
204 -
CAPITULO XXV .
$
LA LECCION .
21
6
Cierto domingo, despues de comer, hallábase Saint- Clare recostado
en un sofá de la galería esterior. Descansaba allí María sobre un ca
i
napé cubierto de cortinas de gasa para preservarse de los mosquitos;
tenia en la mano un libro de oracion elegantemente encuadernado,
mas no leia en él. Miss Ofelia en coinpañia de Eva y de Tom habia
ido á una reunion metodista que se celebraba á una milla de dis
tancia .
Agustin , le dijo María, al cabo de un largo silencio, voy a llamar
al doctor Posey ; me siento enferma del corazon .
¿ Por qué no te vales del médico que visita á Eva ?
No no me entregaria jamás en sus manos ; y sin embargo hace
dos noches que sueño que estoy enferma .
En efecto, María ; tu sueñas, y no creo en tu pretendida enfer
medad .
3 No me sorprenden tus dudas ; por el contrario las esperaba. La
menor tos de Eva te alarma , pero jamás piensas en mí.
Pues que quieres estar mala del corazon, te creo sin ro
pugnancia .
- ¡Ojalá no te arrepientas un dia de tu incredulidad ! El tormento
que me causan los sufrimientos de Eva, las fatigas que he tenido que
sobrellevar cuidando a nuestra querida niña, han desarrollado en mí
y el gérmen de una peligrosa enfermedad.
Hubiera sido dificil enumerar las fatigas que Maria habia sufrido
por su hija; hizo Saint-Clare la observacion en silencio, y sedirigió
hácia el coche en donde venian Evangelina y miss Ofelia. Marchóse
ésta en derechura á su cuarto para despojarse de su chal y sombrero,
y Eva se sentó sobre las rodillas de su padre para referirle lo que se
habia pasado en la congregacion de los metodistas .
Oyéronse en seguida violentas esclamaciones que salian del cuarto
de miss Ofelia y violentos apóstrofes dirigidos a alguno.
1
206
CAPÍTULO XXVI .
LA MUERTE .
19
-
218
CAPITULO XXVII.
PRSADUMBRES .
Tom, tú me quieres .
- Daria mi vida por verlo á Vd , cristiano .
¡ Pobre insensatol no soy digno de la afeccion de un corazon
como el tuyo .
No soy el único que ama á Vd . Nuestro Señor le ama tambien.
-
¿ Cómo lo sabes tủ ?
Lo siento en el fondo de mi alma. ¡ Oh amo ! el amor de Cristo
no se comprende .
¡ Eso es singular ! ¡ Que historia la de un hombre que ha vivido
18 siglos para revolver aun el mundo ! Pero no era un hombre , aſia
dió bruscamente , jamás ente alguno ha tenido ese poder tan dura -
dero ! ¡ Qué no pueda creer lo que mi madre me ha enseñado y rogar
como en mi infancia !
.
Tu fe es estraordinaria.
Si señor.
Y sin embargo yo soy mas ilustrado que tú .
¿ No ha leido Vd. que Dios se oculta de los sábios para reve
larse å los niños ? Vd . sin duda no habla con seriedad .
Mucha , soy completamente incrédulo ; juzgo que hay razones
para creer, pero no creo .
- ¡ Si mi amo rogase !
¿ Cómo sabes tủ que yo no ruego ?
¿ Seria verdad ?
Quisiera orar, pero cuando estoy solo, me parece que no puedo
dirigirme a nadie. Vamos Tom, tú que rezas enseñame.
Las emociones de Tom ſueron mas vivas, y sus oraciones se des
bordaron como las aguas de un dique retenidas por mucho tiempo.
Saint-Clare se dejó llevar por la fe sincéra del esclavo,a las puertas
del
ielo que el negro se representaba con tanto ardor. Parecíale que
se acercaba á Eva.
- Gracias, muchacho, le dijo a Tom cuando se levantó, me gusta
223
oirte , pero déjame solo . Otra vez nos , esplicaremos mas estensa
mente .
Tom se retiró silenciosamente .
CAPITULO XXVIII .
LA REUNION .
ܕܐPor qué, la dijo, has envuelto el libro con ese crespon negro ?
Porque... porque... ha servido á miss Eva. i¡ Oh , por piedad, no
me lo arrebate Vd !
En seguida, arrojóse Topsy al suelo, cubrióse la cabeza con el de
antal, y prorumpió en lamentables gritos. Era lastimoso y cómico á
la vez ver aquella escena . Saint- Clare, aunque con las lágrimas en los
ojos, sonrióse al contemplarla .
Vamos, hija mia, no llores; conserva tu precioso tesoro.
Reunió acto continuo los diversos objetos, púsolos con religioso
cuidado sobre las rodillas de la desconsolada Topsy, y se volvió al
salon llevándose consigo á miss Ofelia.
Creo, prima, que por último sacarás partido de esa criatura.
Persevera, pues, y no descuides su educacion ni un solo dia .
– En efecto, ha cambiado notablemente , y me prometo mucho de
ella. Pero dime, Agustin , añadió ܀: ¿ Esta niña es para tí ó para mí?
Te la he dado; tú eres su soberana absoluta .
Mas no me la has dado legalmente, y deseo llenar esta forma
lidad .
.
CAPITULO XXIX .
CAPITULO XXX .
reformaré, ya lo verás.
Tom buscaba entre la multitud uno que pudiera, comprándole, ha
cerle dichoso . Si el lector se viese en la necesidad de escojer entre
doscientos el que debiera disponer como absoluto dueño de su suerte,
podria pensar quizás como Tom que pocos le merecerian su con
fianza . Tom tiene ante si numerosos individuos , unos gruesos, otros
delgados y casi todos comunes y ordinarios. Eran aquellas gentes
que compran los esclavos como los animales ; Tom veia muchos
hombres de esa especie y ningun Saint-Clare.
En el momento en que iba a comenzar la venta , un personage
grueso y pequeño atravesó por entre la multitud con el interés de un
hombre quesolo piensa en sus negocios y es activo por escelencia .
Se acercó á los negros y como inteligente se puso à examinarlos.
Desde que Tom le notó intuitivamente concibió una antipatia es
traordinaria por aquel hombre. Descubríasele a éste el pecho, tan
abierta llevaba la camisa, y el pantalon estaba enlodado hasta las
rodillas . Era redondo de cabeza, ojos pareos y cabellos muy lisos y
tiesos como alambre : manos gruesas, velludas, puercas y cubiertas
de manchas rojas, tenia las uñas largas y sucias. Este hombre es
tuvo un rato estudiando el lote de que formaba parte el negro Tom .
Dirigióse por último á éste , le abrió la boca, le examinó los
dientes, lo hizo poner en pié y mover todas sus articulaciones ; y
despues que hubo mirado al negro con la mayor escrupulosidad , le
preguntó :
-
SE
Ci
CAPITULO XXXI .
IC
LA TRAVESIA .
CAPÍTULO XXXII .
1
LUGARES SOMBRÍOS .
CAPITULO XXXIII .
CASSY .
1
255
cual tenia cierto resentimiento personal le dijo con desmesurado
tono .
¡ Te he cogido en fraude, Lucía ! y al mismo tiempo la dió en
la cara con un zapato de baqueta , y le pegó á Tom un latigazo que
le hizo ver las estrellas.
Continuó Tom silenciosamente su trabajo ; mas la mulata, te
niendo agotadas sus fuerzas por la enfermedad y la fatiga, se des
mayó .
- Voy a hacerla volver en sí , dijo Sambo con la ferocidad de un
tigre .
Y tomando un grueso alfiler de la manga de su chaqueta, se lo
clavó a la infeliz en el brazo .
Dió esta un agudo y doloroso grito haciendo esfuerzos para le
vantarse .
-Levántate , bestia , volvió a decirla Sambo , y trabaja , sino quieres
que te aplique una segunda correccion.
Esperimentó , Lucía , un movimiento de sobre escitacion nerviosa;
se puso á trabajar con desesperada actividad .
- No hagas la perézosa, añadió el desalmado Sambo ; sino quieres
que esta noche te trate como mereces .
i Cuán largo y penoso es mi sacrificio sobre la tierra, ó Dios
miol; Por qué no vienes en mi ayuda !
Arrostrando Tom las consecuencias de su humano corazon , se
aproximó por segunda vez y casi llenó de algodan la cesta de Lucía .
-¿Qué haces ? ; no sabes ya á lo que te espones ?
Poco me importa, respondió, volviéndose a su sitio .
La desconocida de que hemos hablado á nuestros lectores al prin
cipio de este capítulo, habia observado la generosa accion del es
clavo, y fijando sobre él sus hermosos y grandes ojos, tomó al poco
rato una cantidad de algodon del que tenia en su canasta y la puso
en la de Tom.
- No conoces las costumbres de esta finca le observó ; si las co
nocieras, no hubieras obrado como acabas de hacerlo . Cuando lleves
un mes de trabajo en esta maldita casa , ni siquiera te vendrá el
pensamiento de ayudar a los otros infelices, cuyos males les impiden
el llenar sus tareas.
-
Sambo .
No creo que lo consiga Vd. con tanta facilidad respondió
- Es necesario que se ejecute, repuso Legree mascando tabaco.
Ah, aquí llega Lucía ; la mujer mas mala del establecimiento!
i Ten cuidado Sambo ! que ya voy conociendo la razon porque la
aborreces tanto.
Sepa Vd., que desobedeciendo las órdenes de Vdi, se ha negado
á recibirme y tomarme por marido.
El látigo la hará obedecer : pero como está su salud tan deli
cada, y esta clase de mujeres se dejan matar antes que consentir en
lo que les repugna, será prudente no irritarla, porquese inutilizaria
para el trabajo .
Debo observar á Vd . que Lucía es sumamente insoportable ; no
aprovecha el tiempo, y si Tom no la hubiera ayudado, su canasta no
estuviera tan llena.
En ese caso , él mismo ha de castigarla .
· Tom y Cassy han llenado la cesta de Lucía, y ha de tener el
peso señalado .
No importa : yo me encargo de pesarlo.
Ambos inspectores saltaron de alegria.
Segun eso , Cassy ha hecho su deber.
· Desmota el algodon con la habilidad de una legion de diablos,
257
Los tiene todos en el cuerpo, y balbuceando un juramento se
dirigió a la habitacion en donde se hacia la verificacion del peso.
Los esclavos estremadamente fatigados fueron llegando uno despues
de otro , y presentaban sus cestas y sacos con temor. Tuvo Tom la
suerte de ver que su amo habia quedado satisfecho de él; pero pre
veia no sucediera lo mismo á la infeliz Lucía : adelantóse esta tem
blando presentó su cesta , pesola Legree y sin embargo de que tenia
mas del peso requerido, gritó con fiugida indignacion .
¡ Perezosa, no has concluido tu tarea 1 Espérate ahí, para reci
bir tu merecido castigo.
Cassy se dirigió hăcia el mostrador con paso altivo y orgulloso y
dejó con desprecio su canasta ; miróla Legree con cierto aire de bur
la , mas ellafijó sobre el cruel propietario su vista , y le habló en
frances algunas palabras que hubieron de desagradarle altamente
pues aunque ninguno de los circunstantes comprendieron su sentido ,
vieron sin embargo que Legree habiendo tomado una espresion dia
bólica,levantó la manoparapegará su interlocutora; pero ésta con
servando su dignidad le miró con desprecio y le volvió la espalda.
Ven aquí Tom, dijo Legree. Sabes que no te he comprado para
hacer de tí un criado ordinario. Tengo la intencion de elevarte à la
categoría de mayoral ó de director de los trabajos, y vas a dar prin
cipio á tu nuevo cargo esta mismanoche; así apodérate de esa hol
gāzana, v administrala una buena felpa. Creo inútil recomendarte de
que aprietes los puños, habiendo tú visto ya la manera como en esta
casa se castiga .
Es imposible señor, jamás he pegado un latigazo á nadie, y
ruego á Vd. por lo mas sagrado , me preserve de semejante des
gracia.-
Te has permitido decirme que son injustas las medidas que adopto
para el gobierno de mi casal ; Insensato ! | Atreverse á formular una
opinion , y querer imponérmela ! & Se ha visto jamás semejante lo
cürá ? Pondré un pronto término á tamaño desvarío ? ¿ Quién to ha
22 *
258 -
CAPITULO XXXIV .
HISTORIA DE LA CUARTERONA .
Hé aquí todo lo que puedo hacer por ti, le dijo poniéndole por
almoada uno de lossacos de algodon averiados que allí hal ia.
Sentőse acto continuo al lado del paciente ; Ilevaba el sombrero
inclinado atrás, y sus ondulosos bucles caian sobre su estrato y me
lancólico rostro. Mirábalo aquel fijamente, y saliendo en fin de la pro
funda meditacion á que parecia entregada.
Mi amigo y querido Tom , le dijo, eres un hombre de bien , y la
accion de esta noche te honra, pues que te asiste la razon y la justi
cia ; mas debo tambien decirte que la menor resistencia de tu parte,
ademas de ser enteramente inútil te conduce irremisiblemente á tu
pérdida.Estás
derle . enpoder de Satanás, y siendo el mas fuerte debes ce
¡ Cederle ! .... ¿La debilidad humana y el dolor físico no le habian
dado ya el mismo consejo ? Conmoviósë Tom , y miró á esta muger
200
con ojos inquietos y voz lastimosa, como la encarnacion viva de las
tentaciones contra las que él acababa de luchar.
- ; Señor, Señor ! esclamó ; ; ah no, no debo ceder, así lo ordena
bi conciencia !
-
cion 'del Señor ... nosotros que tenemos tanto que combatir ! 10h
bondadoso Salvador, asistenos y danos vuestra gracia .... Añadió,
despues de un largo silencio ; eres superior á mí en muchas cosas ;
pero en medio de mi inferioridad puedo enseñarte todavía cosas muy
solemnes é importantes . Me has dicho que el Señor se ha declarado
en contra nuestra, porque permite se nos ultraje y maltrate ; pero
tú acabas de ver cuanto sufrió su único hijo . Ademas no fué siempre
pobre nuestro divino Jesus ? ¿ Ha soportado jamás criatura alguna
262
tantas humillaciones y tormentos , como sufrió el Salvador del
mundo, solo por nuestro amor ? Dios , está segura, y yo alimento de
de ello la mas sólida creencia , no nos ha olvidado. Si dividimos sus
penas, dividiremos su gloria ; así nos lo dice la Santa Escritura : pero
si le renegamos nos renegará á su vez. Ignoras que sus díscipulos
y sus servidores ,apedreados por todas partes, errando sin pan, y
desnudos por el mundo, fueron en fin perseguidos y, entregados à
los mas infames suplicios ? Nuestras desgracias y padecimientos no
nos autorizan jamás / ara ofender al Criador, diciendo, que Dios se
ha declarado contra nosotros : por el contrario , padre bondadoso y
distribuidor de todas las gracias nos tenderá su divina y poderosa
mano, si le permanecemos fieles .
¿ Siendo así, por qué nos coloca en el duro trance de cometer
el pecado ? repuso Cassy .
Estoy convencido de que podemos evitarlo siempre que que
ramos .
- ¿ De qué modo ? Mañana mismo si perseveras en tu resolucion ,
volverán á maltratarte. Yo que los conozco , porqué los he visto mu
chas veces en el trabajo, sé como te pondrán. Te matarán á golpes,
sino cedes ; tal es la suerte que te espera.
¡Señor, esclamó Tom, tened piedad demi alma !
He oido frecuentemente las mismas lamentaciones, y por último
todos han cedido . Emelina .resiste como tú ; < mas de que le servirá
su resistencia ? Es necesario rendirse , ó prepararse á morir por
grados .
- Pues bien moriré ; y los miserables prolongando mi suplicio, lo
grarán matarme ; los desafio desde ahora ;y resignado á miinfausta
suerte, espero que el Señor sostendrá mis fuerzas!
Guardó Cassy un profundo silencio ; mas despues de algunos mi
nutos de reflexion respondió :
Es posible que se triunfe así ; todos cuantos se han doblegado
á los inicuos caprichos del mónstruo que nos oprime se han degra .
dado, y perdido hasta su conciencia. Vivimos en el cieno, y nos ins
piramos repugnancia á nosotros mismos . Nos deseanios la muerte, y
no tenemos suficiente valor para suicidarnos : ; Ninguna esperanzal...
i ninguna esperanza !... Esa jóven... tiene la edad que yo tenia en
tónces... Ahora ver lo que soy, continuó dirigiéndose á Tom ... Pues
bien, sabe que he sido criadaen medio del lujo y de la ostentacion :
Magníficos y suntuosos salones, elegantes trajes, visitas de lo mas
escogido de la alta sociedad que me colmaban de repetidos elogios,
deliciosos jardines, carruajes y caballos, en fin , todo cuanto se ha
creado para la comodidad y bien estar de los hombres , otro tanto
estaba á mi disposicion . Educada en un convenio , aprendí allí la
música , elfrancés, el bordado y otras mil cosas que embellecen a una
jóven . Salí á los catorce años para asistir a los funerales de mi pa
dre, que murió repentinamente . Mas al bacer el avaluo de sus bie
nes se vió que apenas tenia con que pagar sus deudas. Comprendit
ronme sus acreedores en el inventario, porque mi madre, siendo
sclava, así lo permitia la ley : Aunque conocí mi posicion cuando
263
CAPITULO XXXV .
Era el salon de Simon Legree una basta pieza á cuyo frente casi
lo ocupaba una colosal chimenea . El papel que en época muy re
mota la adornaha, habia perdido sus brillantes colores y caia por lo
antiguo en mil pedazos que pendian de sus húmedas paredes. Exha
laba aquella cloaca una olor insano semejante alque despidenlas an
tiguas casas que por largo tiempo han permanecido cerradas. Veianse
por todas partes enmohecidas manchas de vino y cerveza , mezcla
das con innumerables figuras y rayas hechas con carbon por la ines
perta mano de losnegros. Ardia en elhogar mezquino fuego aunque
suficiente para templar aquella admósfera infecta , sirviendo tambien
para encender los cigarros y hacer los ponches . En suma, veíanse á
los resplandores de las opacas llamas, amontonados desordenadamen
te, aparejos, y sillas de caballos, bridas y otros numerosos efectos que
servian de cama á una porcion de perros.
Ocupábase Simon en hacer un ponche, y vertia en un vaso de vi
drio el agua caliente que contenia un desportillado puchero de
cobre .
- ¡Maldito Sambo ! decia entre sí. ¿ Porqué me has obligado á
malquistarme con mis nuevos esclavos ? Tom ha quedado incapaz de
trabajar en mas de ocho dias ...
-
- Cúlpate á tí mismo, le respondió una voz que salia del lado
opuesto el en que estaba .
Era la deCassy, que habia entrado durante su soliloquio.
-
iTú aquí, alma en pena !
Sí, pero con resolucion do obrar segun mi voluntad .
No lo creas carcomido esqueleto , porque cumpliré mi palabra.
Prefiero habitar el agugero mas inmundo antes que servir a tus
caprichos .
- ¡ Locura l... Por mas que no lo quieras, tienes que hacer mi
voluntad y sufrir mi yugo , respondióla Legree con tono burlesco . En
fin dejemos los resentimientos á un lado y hablemos como amigos .
Ten cuidado, Simon Legréc, repuso Cassy, cuyos ojos brillaron
268
con siniestro resplandor . Me temes, y tienes razon . Así, toma tus
.
CAPÍTULO XXXVI.
EMELINA Y CASSY .
Prefiero vivir como las bestias, á tener que sucumbir a ese inal
vado .
-
Sí, por esta vez , repitió Cassy : Mas ahora que has escitado su
cólera, te persegạirá de cerca y derramará tu sangre gota á gota.
1 Conozco al infame !
CAPITULO XXXVII.
LIBERTAD .
S
CAPITULO XXXVIII .
LA VICTORIA .
CAPITULO XXXIX .
LA ESTRATAGEMA .
– Eso es lo que yo quiero, dijo Cassy con frialdad. ¿ܛNo sabes que
esmuy importante quenospersigan ? Escucha mi proyecto : salimos
por la puerta falsa y nos dirigimos al barracon . Sambo ó Quimbo
nos ve y sale a darnos caza ; nos entramos en la sabána mientras
que se da la alarma y desatan los perros de presa ; corren por todas
parte
el
s en busca nuestra; como es regular nosotras nos lanzamos en
mangle y seguimos por el agua y el cieno donde las huellas no
quedan marcadas : los perros por el agua no conservan el olfato, y
han de perder la pista . Todos abandonan la finca para buscarnos por
fuera,entoncesnosentramos enel granero donde hay una buena
cama : allí permaneceremos seguras, puesto que Legree ni sospechará
el puntode nuestro asilo ni se atrever á penetrar en él ; como es na
tural reunirá los mayorales de las fincas vecinas y organizará una
gran partida para cazarnos; registrará la sabána en toda su esten
slon, porque él se jacta de ser el mejor cazador de negros cimarro
nes, ynosotros le dejaremos que caze lo que quiera.
Muy bien concebido está tu plan, respondió Emelina tủ sola
eres capaz de llevarle á efecto.
La fisionomía de Cassy no espresaba satisfaccion de ninguna cla
se; en su semblante solo estaba pintado el instinto de la deses -
peracion .
Vamos, añadió la primera dándole la mano á Emelina.
Las dos fugitivas se deslizaron sin ruido fuera de la casa y gana
ron el barracon ; la luna que se mostraba en todo su esplendor im
292
pedia que las tinieblas fuesen completas. Como Cassy io habia pre
visto, en el momento en que ellas ganaban el mangle que rodeaba
la finca, oyeron el grito de « alto . » No era Sambo era Legree quien
perseguia á las ſugitivas llenándolas de imprecaciones. A su voz
Emelina empezó a perder el ánimo y agarrándose del brazo de su
compañera esclamó.
- Ah Cassy, voy a desmayarme!
Reanímate ó të mato, contestó Cassy y desenvainó un estoque
cuya hoja brilló delante de Emelina,
Esta amenaza produjo su efecto . Émelina convino en seguir á Cas
sy á la sabána y se entraron en un laberinto de arbustos donde el
agua les daba a la rodilla y donde Legree tenia necesidad de renun
ciar á encontrarlas .
- Ya están en mi poder, dijo él burlándose . Aunque se hayan
disfrazado con la piel del demonio como permanezcan ahí daré con
ellas .
Entró en el barracon y era el momento en que los demas esclavos
volvian del trabajo.
.. , Ola , Sambo ! ¡ Quimbo ! ¡ Arriba todos! Hay dos cimarrones en
la sabána, cinco duros para el que los prenda. Desaten los perros, á
Tigre, á Furia y á todos los demas.
La noticia exitó la mas viva sensacion. La mayor parte de los ne
gros se ofrecieron con la mayor actividad, bien por la ambicion de
la recompensa ofrecida, bien por adulacion al despotismo de su amo .
Los unos corrian por un lado, los otros por otro , algunos buscaron
antorchas de raíces de árboles ; otros desataron los perros, cuyos la
dridos aumentaron el ruido y la confusion .
Mi amo, dijo Sambo, despues de recibir la carabina que le en
tregó Legree, į ši las encontramos, haré uso de esta arma ?
Puedes tirar sobre Cassy si quieres; ya es tiempo de que vaya
á reunirse con el diablo á quien pertenece en cuerpo y alma ; pero
no á la muchacha ... Vamos , muchachos , cinco pesos fuertes al que
atrape alguna y un vaso de aguardiente á cada uno de ustedes.
Todos los negros, aclarados por las antorchas dando gritos salva
ges se lanzaron en la sabána : como la casa quedó completamente
desierta Emelina y Cassy pudieron sin peligro volver a entrar por la
puerta falsa . Los gritos de los que las persiguian resonaban en la
atmósfera ; y desde las ventanas del salon pudieron ver á los caza
dores dispersarse por la sabána.
-Ya ves, dijo Èmelina, la caza empieza . ¿ Ves las luces como cir
culan ? ¿ Qyes los perros? Si estuviéramos alli seríamos perdidas. Por
favor ocultémonos pronto .
.
CAPITULO XL .
EL MARTIRIO.
CAPÍTULO XLI .
EL AMO .
1
303 -
CAPÍTULO XLII.
HISTORIA DE LOS APARECIDOS .
Por razones que son fáciles de concebir, los rumores de las apari
ciones se propagaban entre los esclavos de Legree : habian oido
pasos, habian visto á un espectro bajar la escalera y circular por
toda la casa . Mas aun cuando cerraban todas las puertas para im
pedir la entrada del fantasma, éste continuaba sin embargo sus
paseos con una libertad verdaderamente alarmante .
Diversos eran los pareceres sobre la forma del aparecido ; así los
negros como los blancos cierran los ojos al ver un ser fantástico, ó
se cubren la cabeza atemorizados ; por consiguiente, hablando cada
uno segun sus diversas impresiones, necesariamente habia de ser
diferente la pintura que cada uno hacia del fantasma. Con todo es
taban de acuerdo en decir, siguiendo la inveterada costumbre de
las sombras, que el aparecido iba cubierto con un lienzo blanco .
Ignoraban los negros de Legree la historia antigua ; no sabian que
Shakspeare habia descrito este traje blanco , al referir, que los muer
tos, revestidos de un lienzo erraban por las calles de Roma . La
conformidad de la opinion de los esclavos con la del gran escritor
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es por cierto un hecho curioso de pneumatología que recomendamos
á la atencion de los sábios .
Como quiera que sea, en las horas escogidas ordinariamente por
las sombras , una colosal figura , cubierta con una sábana blanca,
erraba por toda la casa del propietario, abria todas las puertas,
desaparecia por intervalos subia las escaleras que conducian al
cuarto fatal sin que ningun mueble de la casa se resintiese de la
visita de la sombra . Trataron con el mayor cuidado de ocultar á
Legree lo que sucedia, mas fué no obstante avertido de ello . Apa
rentó al principio un profundo desprecio, pero padecia en secreto
horribles angustias y bondos temores que en vano se esforzaba en
desechar pormas que se dió á la bebida .
A la mañana siguiente del entierro de Tom , fué á la ciudad inme
diata para asistir a una orgía : regresó ya muy adelantada la noche,
y cerrando enseguida la puerta quitó la llave y se acostó.
En vano el impío lucha contra su conciencia para ahogar sus
remordimientos ; su alma le pone continuamente en evidencia sus
crímenes, y, por mas que se esfuerce, jamás puede lograr la perdida
tranquilidad . Así Legree, cerró la puerta de su cuarto para impedir
la entrada de los malos espíritus; puso un par de pistolas bajo de su
almohada, dejó la luz encendida, se metió en cama, y seguro con
tantas precauciones, de que nadie polia ya molestarle, se durmió
profundamente. Mas al cabo de unas dos horas se despertó soñando
que una terrible sombra se adelantaba hacia él ; al fijar en ella su
vista creyó reconocer sobre los hombros de Cassy, el paño que habia
servido de mortaja á su madre, pensaba que oia un confuso rumor
de suspiros y gemidos, y figurándose que tan desagradables ima
genes, no eran sino efecto de un fatal ensueño, procuró el dişper
tarse. Logrólo en parte, mas habiendo llegado á persuadirse que
habian abierto la puerta y entrado en la sala, no tuvo valor para
volver la cara. Al fin , haciendo un violento esfuerzo sobre símismo
se incorporó en la cama, y vió, asustado, que la puerta se hallaba
abierta y la luz apagada .
Estaba entonces la luna cubierta de nubes ; y á sus débiles res
plandores vió Legree un fantasma blanco vestido con un trage sin
gular, cuyo fuerto roce le estremecia . Una fria mano asió la suya, y
una voz aterradora le dijo por tres veces : - ¡Ven, ven , ven ! En se
guida desapareció la sombra .
En aquel momento echóse Legree fuera de la cama, y se dirigió á
la puerta. Mas viendo que permanecia cerrada, se desmayó .
Desde aquel instante, se dió a la embriaguez , y en vez de conte
nerse, como lo hacia antes de las apariciones, bebia con esceso, sin
pensar en las funestas consecuencias que tan repugnante vicio habia
de acarrearle. En efecto, á los pocos dias se esparció la noticia de
que Simon estaba espirando . Sus frecuentes escesos habian sido cas
tigados por la combustion espontánea , terrible enfermedad que parece
anticipar en este mundo los suplicios del infierno. Nada se ha visto
de mas espantoso que su agonía ; bregaba sin cesar, temblaba con
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horribles convulsiones, despedazábase los miembros, y hablaba de
tantas apariciones, que la idea sola helaba la sangre de cuantos le
oian. A la cabecera del desgraciado, se hallaba constantemente una
figura blanca, severa é inexorable, que le repetia sin cesar : jven,
yen , ven !
Por una singular coincidencia, la mañana del dia en que el fantasma
entró en la habitacion de Legree , hallóse abierta la puerta de la casa ,
y los negros vieron dos sombras marchar por la avenida de la pro
piedad, y dirigirse hacia el camino real .
Principiaba el sol á desplegar su dorado manto cuando Emelina y
Cassy se pararon á descansar en el bosque inmediato á la ciudad.
Como Cassy conservaba aun del tiempode su antigua opulencia di
nero, algunas alhajas y varios trajes, convinieron en que ella haria el
papel de criolla española, y Emelina el de criada.
Disfrazadas del modo que dejamos dicho, se dirigieron á la ciudad,
y compraron en la primera tienda que encontraron, unamaleta y otros
objetos de viaje, con los cuales se presentaron en la fonda como si
fuesen personas de la mayor distincion .
Mr. Shelby fué la primera persona con quien nuestras fugitivas
tropezaron. Cassy que habia observado el humano y amistoso proce
dimiento del joven con su querido Tom, que habia presenciado, con
secreta alegría, las peripecias de su encuentro con Legree, se informu
así de las preciosas cualidades quele adornaban como de sus rela
ciones con Tom .
Con lan favorables noticias, se apresuró á entablar y estrechar re
laciones con el interesante jóven . Sumamente bondadoso, se prestó
éste con la urbanidad que distingue á los habitantes de Kentucky a
satisfacer los deseos deCassy ; .y así se dedicó desde su primera en
trevista á proporcionarla el mejor camarote y demas comodidades
que la hicieran menos penoso el viaje.
Sin embargo, la fugitiva, para evitar en lo posible todo contra
tiempo, se fingió enferma, y guardó cama todo el tiempo que nece
sitó el vapor para descender el rio Rojo. Su criada Celia, nombre
que tomó Emelina para alejar de sí hasta la mas remota sospecha,
permaneció constantemente al lado de su pretendida señora. *
Entró, en fin , la embarcacion en el Mississipi, y se detuvo en aquel
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CAPÍTULO LXIII .
JORGE Y SU FAMILIA ,
« Mi querido amigo,
« No deja de embarazarme mi porvenir. A la verdad, como usted
me ha dicho, puedo ser admitido entre los blancos del país, y con
fieso que seria dificil reconocer mi orígen por el color mio y el de mi
familia ; pero si he decir lo que siento no tengo muchas ganas de
lanzarme en la sociedad europea.
« Mis simpatías son en favor de la raza de que ha salido mi ma
dre y no por la de mi padre . Para con éste yo no tenia otro valor á
sus ojos que el que se tiene por un hermoso perro, al paso que mi
madre mimiraba como un hijo , por manera que, no obstante que no
la he vuelto á ver despues de la cruel venta que nos separó , estoy in .
timamente convencido de que siempre me amó con mucha ternura.
Cuando refiexiono todo lo que esta muger ha sufrido, y cuando pien
so en mis propias desgracias y en los esfuerzos heróicos de mi es
posa , no esperimento el mas mínimo deseo de identificarme con los
blancos. Soy franco y lo digo como lo siento, simpatizo sobremanera
con la raza africana, y mas quisiera tener el color mas obscuro que
parecerme á criollo ,
« El constante deseo que ambiciona mi alma es el de llegar á
constituir una nacionalidad africana. Quisiera un pueblo que tuviese
una existencia á parte ; & pero dónde la hallaremos ? Haiti no tiene
estos elementos, pues los habitantes de este país fueron educados
por un pueblo afeminado y gastado, y será preciso que pasen siglos
para que vuelvan al estado que deben ocupar .
a ¿ Adónde ir pues ? Veo en las costas de Africa una república for
mada por un pequeño número de hombres que no deben á nadie su
instruccion sino a sí mismos, y que supieron salir de la esclavitud
por su energía. Esta república ha pasado por un estado preparatorio
de debilidad, hasta que al fin se hizo reconocer á la faz del mundo
por la Francia y por la Inglaterra. Allí es donde quiero ir para ad
quirir el título de ciudadano.
No ignoro que usted está pronto a condenarme ; pero oigame an
tes. Durante mi residencia en Francia me he interesado en la histo
ria de mis hermanos de América , asisti desde lejos á la lucha entre
los abolicionistas y los partidarios de los colonos, y he adquirido
ideas que nunca me hubieran venido si hubiese tomado parte en la
Jucha.
a Nuestros opresores han trazado un cuadro infiel de la república
de Liberia á fin de retardar nuestra emancipacion. Pero ¿ no hay acaso
un Dios cuyos designios se cumplen antes que los proyectos de los
hombres, y no puede acaso fundar una nacion para nosotros apesar
de tantos obstáculos ? #
CAPITULO XLIV .
EL LIBERTADOR .
CAPÍTULO XLV.
CONCLUSION .
2 Páginas.
INTRODUCCION .
CAPITULO PRIMERO. Donde el lector hace conocimiento con un
hombre humano .. 7
II . La madre . 14
III . Esposo y dadre. 17
IV . La cabaña del tio Tom .. 21
V. Donde se ve todo lo que sufre una propie
dad viva que cambia de amo. 30
VI . Descubrimiento . 37
III
VII . La fuga . 43
VIII . Los cazadores de hombres . 52
IX . Donde se vé que un senador no sino un
hombre 61
X. Entrega de la mercancía. 73
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B TIN DE LA TABLA .
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