Está en la página 1de 105

Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua

Facultad de CienciasMédicas
UNAN Managua

Tesis para optar al título de Psiquiatra


Trastorno por estrés postraumático en mujeres víctimas
de Violencia intrafamiliar atendidas en la Comisaria de la
mujer durante el período Febrero 2012 a Diciembre 2012
en el Distrito II de Managua.

Autora:Dra. Mélida José López Herrera


Doctor en Medicina y Cirugía, residente del III año de especialidad en Psiquiatría.
Tutor:Dr. Luis MolinaDávila
Doctor en Medicina y Cirugía.Especilista en Psiquiatría. Médico Base en HJDF.
Asesor Metodológico: Dr. Manuel Enrique Pedroza
Ph.D. en Ciencias Agrícolas. Director de Investigación, UNAN-Managua.
Asesor Metodológico: Dr. Juan AlmendarezPeralta
Doctor en Medicina y cirugía. MSC Salud pública. Profesor titular UNAN León
Febrero del 2013
Opinión del tutor

El presente estudio monográfico cumple con todo el rigor metodológico y


científico. Su discusión está bien documentada y enriquecida con bibliografía
internacional, lo que hace darle a la tesis una buena precisión y fiabilidad.

Es pertinente resaltar varios aspectos que son medulares en el presente trabajo:


un tema de sumo interés en la población actual, como es la presencia del estrés
postraumático en las mujeres del Distrito II, donde si encontramos una prevalencia
que alerta al sistema de salud, y su importancia radica en que este trabajo da
lugar a planes de intervención y prevención oportuna, así como la realización de
estudios venideros

En relación a la autora crucial del estudio Dra. Mélida López, como tutor fui testigo
de la dedicación, empeño, desvelos, momentos de preocupación, esfuerzo,
tiempo y búsqueda continua de información para la realización de la tesis

Además muy importante en la especialidad de psiquiatría los valores humanos


que la resaltan , sus cualidades innatas para ejercer el campo de la salud mental,
en todos los aspectos durante los tres años de formación ; como estudiante ,como
discípula ,siempre solidaria y amiga ,como medica siempre dispuesta ,honesta ,
capaz .

Para mí fue un orgullo haber abonado un poco a algo que laDra. yalo traía
formado.

Dr. Luis Molina Dávila


Dedicatoria

Esta tesis va dedicada a todos las personas, instituciones, diversidad de


credo religioso, político, para que se motiven a trabajar en pro del núcleo de
la sociedad que es la familia, y no por ser un concepto sino que es una
realidad, es el nido de donde salen seres humanos que van actuar según el
modelado y crianza de sus padres o tutores.

La mujer que sufre violencia y desarrolla un trastorno psicológico así como el


hombre que la da así como los hijos que la presencian e imitan forman parte
de una familia sufren un desgaste y si no se hacen intervenciones oportunas
y útiles se perpetuara, y la principal acción es la PREVENTIVA

Esta dedicatoria es un llamado a trabajar verdaderamente en busca de la


paz, armonía, igualdad, de nuestra sociedad erradicando lo malo reforzando
lo bueno y buscando lo mejor para los integrantes del núcleo familiar.

Dra. Mélida José López Herrera.


Agradecimientos

 A Dios, nuestro Padre bueno, que me ha dado su amor y su bendición


siempre, no porque lo merezca, sino solo por su infinita misericordia.

 A nuestra Madre Santísima, la siempre Virgen María, que me ha dado su


amor, su gracia, su intersección y me ha cubierto con sus manos Santísima,
en los momentos más difíciles de mi vida.

 A mis padres, pilar fundamental en mi vida, por ser los mejores padres del
mundo mi padre Armando López, que desde el Cielo me está dando su
amor y guía siempre, y a mi madre Marlene Herrera, que en todos los
años de estudio y en todas las áreas de mi vida, me ha apoyado
SIEMPRE.

 A mi esposo Dr. Danilo Centeno, por su AMOR, paciencia, comprensión,


empatía, y todo su apoyo en TODO, y en especial, los momentos más
complicados de estos tres años de estudio.

 A mi hermana Lic. Marlene López por su amor y apoyo incondicional.

 Al Dr. Luis Molina Dávila por ser un docente con calidad y calidez humana
que le gusta enseñar, compartir sus conocimientos, por su empatía,
paciencia, y en especial por su guía para la realización de este estudio.

 A Dr Manuel Pedroza, por su dedicación en ensenarnosMetodología en el


curso que nos impartieron en la UNAN-Managua, pero sobre todo por su
paciencia,tiempo, compartir sus conocimientos y ayuda para la realización
de esta tesis.
 Al Dr Juan Almendarez por su apoyo brindado para la realización de esta
tesis

 Al Comisionado Mayor Julio RugamaCantillano Jefe del Distrito II de la


Policía Nacional de Managua por su humildad, accesibilidad, calidez
humana que caracteriza a un líder, por su apoyo en todo lo pertinente a
este estudio.

 Al Lic. Claudio Mendoza, por su colaboración en la realización de las


encuestas.

 A todos mis amigos; que me brindaron su apoyo siempre y se alegran con


la realización de esta tesis, ya que significa la terminación de una etapa
más de mi vida profesional.

Dra. Mélida José López Herrera


Resumen
El presente estudio se realizó con el objetivo de evaluar la presencia de Trastorno por
estrés postraumático en las mujeres víctimas de VIF atendidas en la comisaria de la mujer
Distrito II/Managua en el periodo comprendido de Febrero 2012 a Diciembre 2012.

La muestra del estudio corresponde a las víctimas que se encontraron en sus casas y
que aceptaron la realización de la encuesta, dicho instrumento fue elaborado según los
objetivos específicos de la investigación y se utilizo la Escala de Gravedad de Síntomas
del Trastorno de Estrés Postraumático de Echeburúa que evalúa los síntomas y la
intensidad del trastorno de estrés postraumático según criterios diagnósticos DSM-IV de
lasvíctimas
.
Los resultados más relevantes fueron en cuanto a sus características sociodemográficas
el 70.8% de las mujeres que participaron en el estudio tienen entre 20 a 39 años de edad,
una gran parte tiene bajo nivel de escolaridad, la mayor parte de las víctimas han sentido
como redes de apoyo a la Comisaría de la Mujer, sus familiares y vecinos. El 79.2% de
las mujeres han recibido maltrato de sus parejas y el 12.5% de su ex pareja.

La frecuencia del maltrato se consideró muy frecuente en el 25.0% de las mujeres (3 o


más veces por semana) y frecuente (de 1 a 2 veces por semana) el 39.6%. El 52.1% tiene
2 años o menos de duración de la violencia y un 12.5% más de 2 años hasta 4 años .En
cuanto al maltrato psicológico, el 91.7% refirió que fueron insultadas, le gritó su agresor, el
70.8% fue descalificada frente a otros, el maltrato físico encontrado el 52.1% denunciaron
que le lanzaron un objeto, al 35.4% las empujaron, al 31.3% le pegaron cachetadas, y el
maltrato sexual fueron obligadas a tener sexo un 41.7 %

Los síntomas más frecuentes de TEPT fue el 66.7% de las mujeres tenían recuerdos
intrusivos, el 39.6% sueños intrusivos, el 31.2% “Flashbacks”, el 41.7% tenían síntomas
de evitar pensar y el 68.7% tenían síntomas de insomnio, el 50.0% irritabilidadLa relación
entre escolaridad y síntomas globales de gravedad mostró una tendencia a ser más alta
conforme el nivel de escolaridad es menor afectando más el grupo de analfabetas. Al
comparar la frecuencia de violencia con la frecuencia de síntomas de gravedad global se
encontró que entre más frecuente fueron los episodios de violencia fue mayor la
frecuencia de síntomas, encontrándose asociación.
Índice:

Resumen
Dedicatoria
Agradecimiento
I. Introducción 1
II. Antecedente 3
III. Justificación 8
IV. Planteamiento del problema 9
V. Objetivos 11
VI. Marco teórico 12
VII. Diseño metodológico 46
VIII. Resultados 51
IX. Discusión de resultados 57
X. Conclusión 59
XI. Recomendación 60
XII. Bibliografía 61
XIII. Anexos 68
I.- Introducción

La violencia ha sido definida como cualquier relación, proceso o condición por lo


cual un individuo o grupo social viola la integridad física, psicológica o social de otra
persona. Es considerada como el ejercicio de una fuerza indebida de un sujeto sobre
otro, siempre que sea experimentada como negativa(Rodríguez Barroso, 2009).Se
considera la violencia intrafamiliar como toda acción u omisión cometida en el seno de
la familia por uno o varios de sus familiares, que menoscabe su integridad y cause un
serio daño a su personalidad y/o a la estabilidad familiar.

La violencia contra la mujer en el hogarrepresenta un grave problema social. Se


trata deun fenómeno frecuente que produce unas consecuenciasmuy negativas en las
víctimas, en losfamiliares y en la sociedad en su conjunto(Echeburúa E. P., 2002).Es
un fenómeno global que se extiende por todos los países y afecta a mujeres de todos
los niveles socioculturales, económicos(Echeburúa, Corral, & Zubizarreta, 2001). Su
impacto en la salud es tan grande que se considera como un problema importante de
salud pública(ONU, 1994). Una delas formas más comunes de violencia contra las
mujeres es el maltrato por parte de su pareja(Orengo, 2001), siendo más probable que
las mujeressufran ataques repetidos, lesiones, violaciones o quemueran en el caso de
ser atacadas por otro tipo de agresores(ONU., 1985.).

El maltrato a la mujer por su pareja tiene un alto impacto en su salud. Además de


las lesiones físicas, consecuencia directa del maltrato físico, afecta negativamente a la
salud como consecuencia del estrés que genera, existiendo evidencia de que sus
efectos son también a largo plazo, incluso aunque el abuso haya terminado(Brewin C.
D., 1996). La sintomatología citada con mayor frecuencia es ansiosa, depresiva o
somática, y se ha encontrado, en muchos casos, que las mujeres maltratadas
presentan también baja autoestima(Echeburúa E. , 2004).

1
Los trastornos psicológicos más frecuentes son la depresión y el trastorno por
estrés postraumático(Brewin C. A., 2000), (APA, 1994), siendo bastante común la
comorbilidad entre el trastorno por estrés postraumático y depresión(Echeburúa E. C.,
1997). También hay datos de que las mujeres maltratadas por su pareja tienen otros
problemas tales como sentimientosde culpa, aislamiento social, abuso de drogas e
ideas e intentos de suicidio(Echeburúa E. C., 2000).

En las últimas décadas diferentes movimientosy asociaciones han


representadouna nueva fuerza y una realidad esperanzadora en la lucha contra la
violencia de género(Sampedro, 2002). Esto ha permitido que poco a poco muchos
gobiernos contemplen en sus legislacionesaspectos orientados a la prevención, control
y castigo contra la violencia de género, especialmente contra la mujer.

Nicaragua es un país signatario de compromisos internacionales de lucha contra


la violencia y ha definido que la Violencia Doméstica es un problema importante de
Salud Pública y de derechos humanos y ha dado pasos importantes en su la lucha por
su erradicación, tanto en la organización del estado, como la creación de mecanismos
legales para su prevención, atención y castigo. Sin embargo el problema persiste
debido a que la cultura androcéntrica influye en la victimización secundaria, retardación
de justicia e impunidad a mujeres, niños, niñas y adolescentes victimas de VIF.
.

2
II ANTECEDENTES

Las políticas públicas se ocupan del problema desde 1996, cuando el Ministerio
de Salud reconoció que la violencia intrafamiliar era un grave problema de salud
pública en el país, cuyos efectos a corto, mediano y largo plazo pueden ser físicos y
psicológicos que pueden llegar a generar discapacidad física, social y mental y, en
casos graves provocar muerte a las víctimas.

En Nicaragua, la violencia doméstica es bastante frecuente. El 21% de las


entrevistadas, declaro haber recibido algún maltrato físico por algunapersona antes de
cumplir 15 años de edad, el 19% fueron maltratadas físicamente a partirde los 15 años
de edad, siendo el maltrato mayor mientras había menor nivel deescolaridad y con
respecto a la edad se encontró un incremento, pasando de un 8%entre las edades de
15 a 19 años hasta el 31% en las de 40 a 44 años.

Entre las mujeres que reportaron maltrato físico a partir de los 15 años, tres
cuartaspartes de ellas (76%) relataron que el responsable fue su marido o ex marido,
12%identificaron al padre, 10% a la madres y un 4% otro familiar.El 48% de las mujeres
alguna vez casadas o unidas reportó que había recibidomaltratos verbales o
psicológicos, el 27% violencia física y el 13% violencia sexual porparte de alguna
pareja o ex pareja.En total los datos indican que la mitad de mujeres alguna vez
casadas o unidas enNicaragua ha experimentado al menos uno de los tres tipos de
violencia en su vida yun 10% ha experimentado todos los tres tipos de violencia(INIDE,
2008).

En este sentido, un meta-análisis en el que fueron revisados 11 trabajos que


relacionaban violencia doméstica y estrés postrauma (TEPT), se desprende que la tasa
de prevalencia de esta categoría diagnóstica en las mujeres maltratadas oscila entre un
31% y un 84.4%, con una media ponderada de un 63.8%, un tasa muy superior a la
encontrada en la población general de mujeres, en la que se estima que entre un 1.3%
y un 12.3% han padecido este trastorno a lo largo de su vida. La autora concluye que

3
pudieran ser los instrumentos de evaluación utilizados y la muestra de mujeres objeto
de estudio los factores que estarían explicando esta variabilidad en la tasa de
prevalencia del TEPT en víctimas de violencia doméstica(Golding, 1999).

Sin embargo otro estudio en Españacon 71 víctimas en centros de acogida


encontraron que el61.1% de ellas había desarrollado un TEPT(Villavicencio P. y.,
1999). Igualmente, en el País Vasco, se evaluaron 164 mujeres maltratadas que habían
acudido en busca de tratamiento psicológico acentros especializados, y encontraron
que un 55% presentaba este trastorno, independientementedel tipo de maltrato
experimentado(Echeburúa E. C., 1997). En un estudio posterior, hallaron en
unamuestra de 212 víctimas que un 46% de ellas cumplía criterios para el diagnóstico
de TEPT(Amor P. E., 2002).

Da la impresión que la frecuencia de este cuadro clínico está influenciado, entre


otros factores, de lapresencia o ausencia de relaciones sexuales forzadas. Así pues en
un estudio se encontró que el TEPT afecta a un 54% de lasvíctimas que han recibido
maltrato sexual frente a un 42% de aquéllas sometidas a violenciadoméstica, pero que
no han sufrido este tipo de vejaciones (Amor et al., 2001b).Aunque se ha observado
que algunas mujeres que se han quedado de violencia psicológica por parte de su
pareja, es común que también sufran diversos tipos de maltrato(Echeburúa E. C.,
1998).

Por otro lado diversos estudios realizados en distintas partes del mundo han
mostrado que los problemas de salud mental ocurren en mujeres que han sufrido
cualquier tipo de abuso de la pareja: físico, psicológico y/o sexual. Aunque existe
evidencia empírica de que el maltrato psicológico solo, sin estar acompañado de abuso
físico y o sexual, también se asocia con problemas de salud mental(Echeburúa E. C.,
1997) , en otros estudios se ha encontrado peor estado de salud mental en mujeres
quehan sido sometida a más formas de violencia(Amor P. E., 2002)4.

4
También existe evidencia empírica de peor salud mental en las mujeres que han
sufrido un maltrato más intenso por parte de su pareja (APA., 1994). También se ha
observado que no todas las mujeres experimentan el mismo nivel de impacto
psicológico. Ello depende de: Los recursos personales, presencia de estresores
adicionales, respuesta institucional, acceso a respuestas tangibles y al apoyo social,
factores históricos aprendidos y personales, aspectos positivos de la relación,
estrategias de afrontamiento y/o supervivencia para hacer frente a los malos
tratos(Dutton M. A., 1992).

Paz M, Matud P (2009) En este estudio se analizó la salud mental de un grupo


de mujeres maltratadas por su pareja (n = 176) en El Salvador y se comparó con la de
mujeres de la población general que no eran maltratadas por su pareja (n = 84). Se
encontró que las mujeres maltratadas por su pareja tenían significativamente más
sintomatología de estrés postraumático de reexperimentación, evitación y aumento de
la activación Las mujeres maltratadas por su pareja que sufrían un maltrato más
intenso físico, psicológico y sexual tenían peor salud mental, presentando más
sintomatología, tanto de estrés postraumático de reexperimentación, evitación y
aumento de la activación, como somática, depresiva y de ansiedad e insomnio, así
como mayor disfunción social.

Más de la mitad de las mujeres maltratadas por su pareja (58%) había sufrido
maltrato físico, psicológico y sexual; 24.4% sufrió maltrato físico y psicológico, 4.5%
psicológico y sexual, y 13.1% sufrió únicamente maltrato psicológico. Las puntuaciones
de las mujeres maltratadas por su pareja en la Escala de Gravedad de Síntomas del
Trastorno de Estrés Postraumático de Echeburúa, Corral, Amor, Zubizarreta et al.
(1997) mostraron que 52.3% cumplía los criterios para ser diagnosticadas de trastorno
de estrés postraumático. Y aunque únicamente 29 de las mujeres no maltratadas por
su pareja cumplimentaron dicha escala, ya que el resto no recordaba haber
experimentado ningún suceso traumático, sólo una de ellas (que supone 3.4%) tenía
trastorno de estrés postraumático

5
Aguirre P, Cova F, Paz M, Garrido C, Mundaca I, Rincón P, Troncoso P y
Vidal P (2010) En esta investigación se caracteriza una muestra de 42 mujeres
consultantes por violencia doméstica. A través de una entrevista semiestructurada y de
la Escala de Gravedad del TEPT 1, se evaluó la presencia de estrés postraumático en
ellas y se analizó la percepción de las propias consultantes respecto de su situación y
la atención recibida en las instituciones y programas a los que asistían. Se encontró
que un 40,5% de la muestra reunía los criterios de TEPT y que un 26,2% adicional
presentaba sintomatología subumbral significativa. Un 39,3% de las mujeres cuya
situación de violencia había terminado continuaban presentando TEPT

Se aprecia que las conductas consideradas como violencia psicológica, son


experimentadas por un elevado porcentaje de mujeres al menos una vez por mes. La
gran mayoría de ellas reporta haber sido víctima de insultos (97,6%), seguido por los
gritos y descalificaciones frente a otros con un porcentaje de ocurrencia de 92,9% y un
88,1% respectivamente. Respecto a las conductas consideradas como violencia física
leve se observa que un 85,7% de las mujeres ha sido empujada, mientras que a un
78,6% le han pegado cachetadas, y a un 54,8% de los casos le han lanzado un objeto.
Se observa que un 81,0% ha sido obligada a tener relaciones sexuales. Las conductas
que siguen en frecuencia son patear o morder y golpear con un objeto, ambas con un
42,9% de ocurrencia en la historia de la relación. La conducta de quemar (16,7%) fue la
que obtuvo el menor porcentaje de ocurrencia.

Rincón P 2003, estudio 50 mujeres, que demandaban asistencia psicológica por ser o
haber sido víctimas de violencia doméstica en surelación de pareja, cumpliendo
criterios DSM-IV para el diagnóstico de trastorno de estréspostraumático. La media de
edad de las participantes es de 35 años y el rango oscila entre los 16 y los 57 años,
74% de la muestra no supera los 40 años de edad, se puedeafirmar que las víctimas
son mujeres jóvenes.

6
El 88% de las participantes no vivía con el agresor, estando solteras, casadas,
en trámite deseparación, separadas o divorciadas, y el 12% sí lo hacía. La gran
mayoría de las participantes,82%, tenía hijos. El 68% de la muestra consideraba que
pertenecía al extracto socioeconómicomedio; el 24%, al extracto socioeconómico
medio-bajo y el 8% restante, al extractosocioeconómico bajo. El 10% de las
participantes tenía estudios primarios incompletos, el 44% loshabía completado, un
42% tenía estudios secundarios y un 4%, universitario.La frecuencia de la violencia
domésticaen un 52% padecióviolencia doméstica a diario y un 38% estima que su
frecuencia era dedos a tres veces por semana
.
Laasistencia médica por lesionesfue un 52% de las participantes siendo el tipo
de asistencia más común la curación de hematomaso contusiones (36%). Un 72% de
las participantes había denunciado la situación de malos tratos en que seencontraba,
con una media de 2.92 denuncias.La gran mayoría de las participantes cuenta con
apoyo social o familiar

7
III.- Justificación

El desarrollo del estudio sobre Trastorno por estrés postraumático tiene como
propósito la prevención del mismo. Para alcanzar el propósito indicado este estudio,
permitió determinar sobre las condiciones de vida, la historia de maltrato, las
características del maltrato y su efecto en la salud mental de nuestras mujeres que
son víctimas de VIF, con lo cual se podrá plantear el desarrollo de acciones y
programas que permitan enfrentarlos.

Frente a la carencia de información sobre Trastorno por estrés postraumático en


mujeres víctimas de VIF, en nuestro país se justifica obtener datos en mujeres
atendidas en unidad de atención de la Policía Nacional, ya que muchas de ellas no
llegan a buscar asistencia en nuestro sistema de salud pese de necesitarlo.

Este estudio permitió conocer una realidad de nuestra sociedad, viendo el efecto
de la Violencia en quienes son un pilar fundamental en la sociedad, en las
familias,como lo es la mujer. Por lo dicho anteriormente, lo que se plantea son algunas
alternativas para prevenirla violencia y de esta manera mejorar la calidad de atención
de las victimas de VIF.

También los resultados de esta investigación sirven de referencia para


investigaciones futuras, para quienes estén interesados en realizar programas de
intervención terapéutica en victimas con Trastorno Psicológico, que sean derivadas a la
unidad hospitalaria (Hospital de atención Psicosocial), por parte de la Comisaria y/o
atención primaria así como realizar cualquier otro tipo de planificación sanitaria a
cualquiera de los niveles primario, secundario o terciario.

8
IV.- Planteamiento del problema

Caracterización del problema

La violencia, medio que debiera estar ya desterrado en una sociedad civilizada,


sigue actuando entre nosotros como si fuera el único medio por el cual unos pocos
hacen oír su voz, mientras que la mayoría, perjudicada, ha de seguir aguantando. La
violencia intrafamiliar y sexual en Nicaragua es un grave problema de salud, seguridad
y derechos humanos.En los últimos años en Nicaragua se ha venido incrementado
2006 hubo 21,604 denuncias por VIF y en 2011 hubo 33,535 denuncias (incremento del
55%), cada vez son más mujeres nicaragüense que pierden años de vida saludable.

Delimitación del problema

El maltrato a la mujer por su pareja tiene un alto impacto en la salud de la mujer,


su descendencia y el desarrollo del país. Además de las lesiones físicas y psicológicas
consecuencia directa del maltrato, afecta negativamente a la salud producto del estrés
que genera, existiendo evidencia de que sus efectos son también a largo plazo, incluso
aunque el abuso haya terminado Los trastornos psiquiátricos más frecuentes son la
depresión y el trastorno por estrés postraumático que limitarán profundamente su
participación de la vida social y económica.

Formulación del problema

Por lo antes expuesto, formulamos el siguiente problema


¿Cuál es la frecuencia del cuadro clínico del Trastorno por estrés postraumático
en mujeres víctimas de VIF atendidas en la Comisaria / Distrito II, Managua, en el
periodo Febrero 2012- Diciembre 2012.

9
Sistematización del problema

1. ¿Cómo se determina los factores de riesgos para estrés postraumático?

2. ¿Cuáles son las manifestaciones de violencia que sufren las victimas?

3. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de estrés postraumático que

presentaron las victimas en estudio?

4. ¿Cuál es la relación entre algunos factores sociodemográficos, tipo de

manifestación, frecuencia y duración de la violencia con la aparición de estrés

postraumático?

10
V.- Objetivos.

5.1.- Objetivo General:

Evaluar la frecuencia del cuadro clínicodel Trastorno por estrés postraumático en


mujeres víctimas de VIF atendidas en la Comisaria de la mujer del Distrito II de
Managua, en el periodo de Febrero 2012 a Diciembre 2012.

5.2.- Objetivos Específicos:

1) Describir las características socio-demográficas de las mujeres víctimas de


violencia intrafamiliar que participaron en el estudio.

2) Analizar las manifestaciones de violencia intra-familiar más frecuentes en las


mujeres estudiadas.

3) Determinar los síntomas más frecuentes de estrés postraumático que


presentaron las víctimas en estudio

4) Comparar algunas variables socio-demográficas, tipo, frecuencia y duración de


la violencia con la aparición de estrés pos trauma de las mujeres estudiadas.

11
VI.- Marco Teórico.

6.1 Prevalencia del Trastorno por estrés postraumático

Kaplan, Sadock y Grebb (1994/1996) y Paunovic y Öst (2001) hablan de una


prevalencia vital(referida a algún momento de la vida) del 1-3% en la población general,
que hayan experimentado acontecimientos traumáticos o no; un 5-15% más de
personas presentarían formas subclínicas del trastorno. En el National Comorbidity
Survey, un estudio epidemiológico llevado a cabo a nivel nacional en Estados Unidos
con 5.877 personas de 15 a 54 años y siguiendo criterios DSM-III-R, la prevalencia vital
del TEPT fue del 7,8% (10,4% para las mujeres y 5% para los varones; esta razón de 2
a 1 es usual). La prevalencia actual suele estar entre la mitad y la tercera parte de la
vida (Breslau, 2001). Por lo que se refiere a población española, Crespo y cols.
(1998,citado en Bobes y cols., 2000, cap. 2) hallaron una prevalencia del 8% en
población femenina navarra.

En un estudio sueco con 1.824 personas aleatoriamente seleccionadas, la


prevalencia vital fue del 5,6% (2 mujeres por cada hombre) (Frans y cols., 2005).
Prevalencias más bajas han sido halladas en un estudio realizado en seis países
europeos(entre ellos España) con 21.425 adultos, mediante entrevista y con criterios
del DSM-IV (ESEMeD/MHEDEA 2000 Investigators, 2004). La prevalencia anual del
TEPT fue 0,9% (0,4% en varones y 1,3% en mujeres).

Las cifras de prevalencia son naturalmente mucho más altas en personas que han
sufrido algún trauma. Se calcula que al menos la mitad de las personas ha
experimentado uno o más acontecimientos traumáticos. En el National Comorbidity
Survey, un 61% de los varones y un 51% de las mujeres informaron haber
experimentado al menos un acontecimiento traumático; un trauma en el 27% de los
varones y el 26% de las mujeres, y más de un trauma en el 34% de los varones y el
25% de las mujeres.

12
La prevalencia del TEPT tras la exposición a un suceso traumáticose sitúa entre el
15% y el 24% en la población general (Bobes y cols., 2000, cap. 2; Breslau, 2001),
aunque este porcentaje varía mucho según el tipo de trauma. En el National
Comorbidity Survey, este porcentaje fue del 8,1% para los varones y 20,4% para las
mujeres. Esta diferencia entre sexos se explica porque las mujeres sufren una mayor
exposición a traumas intensos y tienen una mayor probabilidad de desarrollar TEPT
cuando sufren el mismo tipo de trauma (con la excepción de la violación y el abandono
en la infancia). Según diversos estudios revisados por de Paúl (1995) y otros trabajos
que se mencionan a continuación, la prevalencia del TEPT en personas que han
experimentado ciertos traumas han sido más altas.

6.1.1Prevalencia del Trastorno por estrés postraumático por Violación.

La prevalencia vital del TEPT suele ser del 50% o superior en las víctimas de
violación. Los porcentajes son mayores si el agresor es un extraño y si ha habido
agresión física o amenaza con arma. Calhoun y Resick (1993) y Foa, Hearst-Ikeda y
Perry (1995) citan otros datos interesantes. En un estudio retrospectivo la prevalencia
vital de TEPT fue del 31% en comparación con el 5% entre las no víctimas; la
prevalencia actual fue del 11%. En dos estudios prospectivos (con menos problemas
de recuerdo, por tanto) la prevalencia del TEPT, sin tener en cuenta el criterio temporal
de al menos 1 mes de duración, fue del 90-94% a las 2 semanas de la violación, del
60-64% a las 4 semanas y del 47-51% a las 12 semanas. Todos los datos anteriores se
refieren a mujeres. Sin embargo, el 6-10% de las víctimas adultas son hombres y el
porcentaje puede subir hasta el 18% si se incluye a los niños. En comparación a las
mujeres es más probable que los hombres desarrollen TEPT tras una violación: 65%
contra 46% en el National Comorbidity Survey (Kessler y cols., 1995).

Conviene tener en cuenta que la violación es algo frecuente. Según datos de


estudios TEPT - 8, americanos, el 15-24% de las mujeres han sufrido al menos una
violación y el 12-31% un intento de violación (Resick y Schnicke, 1993). En una
investigación de alcance nacional citada por Foa, Hearst-Ikeda y Perry (1995), el 13%

13
de las mujeres americanas habían sido violadas y el 11% habían sufrido un intento de
violación al menos una vez. En otros estudios con universitarias americanas o
neozelandesas en los que se tuvo en cuenta la peor agresión sexual sufrida, el 11-12%
de las mujeres sufrieron un intento de violación y el 14-15% fueron violadas (Gavey,
1991). Sólo del 10% al 50% de las violaciones son denunciadas a la policía (Echeburúa
y cols., 1995).

Por otra parte, el 27% de las mujeres y el 12% de los hombres que sufrieron
acoso sexual con contacto genital desarrollaron TEPT según el Nacional
Comorbidity Survey (Kessler y cols., 1995). La prevalencia del acoso sexual es mayor
que la de la violación.

6.1.2 Prevalencia del Trastorno por estrés postraumático por Maltrato físico y/o
psicológico

En una muestra española la prevalencia vital del TEPT ha sido del 51%; el
porcentaje fue del 48% entre las mujeres maltratadas física y psicológicamente y del
54% entre las maltratadas sólo psicológicamente (Zubizarreta y cols., 1994). En el caso
de los maltratos físicos en la infancia, la prevalencia vital ha sido del 22% en varones y
49% en mujeres según el Nacional Comorbidity Survey (Kessler y cols., 1995). Según
este mismo estudio, en el caso del abandono en la infancia la prevalencia vital ha sido
del 24% en varones y 20% en mujeres

A diferencia de otros agentes estresantes, el maltrato físico y/o psicológico suele


ser crónico y hay una diversidad de razones por las que una persona adulta puede
aguantar dicha situación: miedo al agresor, indefensión, estar deprimida, falta de apoyo
social, pensar que las cosas cambiarán, no querer reconocer el fracaso de la relación,
sentirse más o menos culpable de lo que pasa, miedo a la soledad, minimización del
maltrato, justificación de este, dependencia económica, dependencia afectiva,
preocupación por los hijos, miedo al qué dirán, altruismo (no querer dejar al otro
“tirado”: “¿cómo se las arreglará el pobre desgraciado?”).

14
Parece que la tasa de prevalencia de este cuadro clínico depende, entre otros
factores, de la presencia o ausencia de relaciones sexuales forzadas. Así pues, el
TEPT afecta a un 54% de las víctimas que han recibido maltrato sexual frente a un
42% de las aquéllas sometidas a violencia doméstica, pero que no han sufrido este tipo
de abuso.

La tasa de prevalencia del TEPT es muy elevada en mujeres maltratadas.


Porejemplo, Golding (1999) -a partir de un meta-análisis, basado en 11
investigacionesencontró una prevalencia media de este cuadro clínico del 63,8% (con
un rango que osciló entre el 31% y el 84,4%). Otras investigaciones ofrecieron tasas
de prevalencia similarmente elevadas (cfr. Amor, Bohórquez y Echeburúa, en prensa).
Esta prevalencia media es muy parecida a la que sufren las víctimas de agresiones
sexuales (70%) y significativamente superior a la existente en la población general de
mujeres (entre el 1,3% y el 12,3%).

Asímismo un considerable porcentaje de mujeres maltratadas se ven afectadas


por el denominado por Hickling y Blanchard (1997) sub-síndrome de estrés
postraumático (es decir, la presencia de dos de los tres criterios diagnósticos, siendo
uno el de reexperimentación y otro el de evitación o el de hiperactivación). La
prevalencia del TEPT en la muestra de 212 víctimas de violencia domésticaque
acudieron a tratamiento psicológico. Como se puede observar la prevalencia delTEPT
es de 46%, y del sub-síndrome de este cuadro clínico del 16%. Por
tanto,aproximadamente tan sólo una de cada tres víctimas de maltrato que acude
atratamiento psicológico no presenta sintomatología clínicamente relevante de
estetrastorno.

15
6.2 Violencia Intrafamiliar.

6.2.1 Definición y tipos de violencia

La violencia ha sido definida como toda acción que tiene dirección e intención de una
persona realizada contra otra con la intención de causarle daño, infringirle dolor físico,
psicológico o ambos.MINSA, N. (2,009.)

Tiene como principal indicador la existencia de un desbalance en el ejercicio


del poder entre las personas e implica la existencia real o simbólica de una
persona con más poder que la otra persona, donde el empleo de la fuerza y el
abuso de poder constituyen el método por excelencia para resolver los conflictos
interpersonales, políticos, jurídicos y otros. Para ello se hace uso de diferentes
mecanismos psicológicos, físicos y económicos dirigidos a provocar daño en las
personas con la clara intención de someterla, doblegarla y anularla en su
condición de ser humano con existencia propia. La violencia en cualquiera de sus
manifestaciones es una violación a los Derechos Humanos de las
personas.MINSA, N. (2,009.)

Las personas principalmente afectadas por la violencia intrafamiliar son las


mujeres, niñas, niños, ancianas y ancianos, razón por la cual se le denomina
también violencia basada en género (Echeburúa E. , 16-18 de febrero de 2005).
La VIF puede ser: física, psicológica, sexual, género, pareja.MINSA, N.
(2,009.)
a. Violencia Física: Violencia que ocurre cuando una persona que
está en relación de poder respecto de otra, le infringe o intenta
infringir daño no accidental, usando fuerza física o algún tipo de
arma, que provoca lesiones físicas externas y/o internas, visibles o
no, que incluye lesiones a la autoestima. El castigo físico reiterado,
aunque no sea severo, también es considerado violencia física.
MINSA, N. (2,009.)

16
b. Violencia Psicológica:Es toda acción u omisión que infringe o
intente infligir daño a la autoestima, la identidad y/o el desarrollo de
la persona. Incluye insultos constantes, negligencia, abandono
emocional, humillación, descalificaciones y comparaciones
negativas, ridiculizaciones, burlas, chantajes y manipulación
emocional, amenazas e intimidaciones, degradación, aislamiento
de y control de las amistades y familiares; así como la destrucción
de mascotas y objetos de valor sentimental para la persona
violentada. MINSA, N. (2,009.)

c. Violencia Sexual: Es todo acto en el que una persona en relación


de poder respecto a otra, haciendo uso de la fuerza física, coerción
o intimidación psicológica, la obliga a realizar actos sexuales contra
su voluntad, o a participar en interacciones sexuales, tales como
ver escenas de pornografía que propicien victimización en las que
el agresor intenta obtener gratificación.MINSA, N. (2,009.)

d. Violencia de género:Es todo acto de violencia hacia las mujeres,


niñas y adultas basadas en su género, que tiene como resultado
posible o real daño físico, sexual o psicológico, incluidas las
amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea
que ocurra en la vida pública o en la privada. La violencia contra
las mujeres incluye el feminicidio.MINSA, N. (2,009.)

e. Violencia de pareja. Se refiere a la ocurrencia de diversas formas


de violencia contra la mujer, ejercida generalmente por sus
maridos, ex maridos o ex compañeros de vida, la cual se expresa
mediante todo ataque material o psíquico que incide en su libertad,
dignidad y seguridad, y que afecta su integridad psíquica, moral y/o
física.MINSA, N. (2,009.)

17
6.2.2 Modelo ecológico de la violencia

El Modelo Ecológico considera simultáneamente los distintos contextos en los que se


desarrolla una persona contemplando tres subsistemas que definen la forma en que el
medio influye en la persona, a su vez propone cuatro dimensiones psicológicas que
consideran las particularidades individuales de cada ser humano; ambos componentes
van a mantener una reciprocidad que se verá expresada en la actuación integral de la
persona y su relación con el medio que le rodea.MINSA, N. (2,009.)

6.2.2.1 Subsistemas del modelo ecológico

 Macrosistema: Es el contexto más amplio, remite a las formas de organización


social, los sistemas de creencias y los patrones de comportamiento donde se
han aprendido roles, mandatos y atribuciones sociales de género sobre los
cuales se establecen formas de relación entre las personas basadas en el
desequilibrio y abuso de poder que sostienen ideas de discriminación hacia la
mujer y malos tratos por considerarla seres inferiores.MINSA, N. (2,009.)

 Ecosistema: Nivel compuesto por los elementos de la comunidad más próximos


a la persona; las instituciones que como la escuela, la religión, los medios de
comunicación, el ámbito laboral, las instancias de administración de justicia,
juegan un papel mediador entre la cultura y la persona reproduciendo y/o
recreando formas violentas de relación tales como las justificaciones u
omisiones en los planes de estudio que refuerzan roles de inequidad de género
en niñas y niños.MINSA, N. (2,009.)

 Microsistema: Nivel que comprende los vínculos más cercanos de la persona


ubicados en la familia que por ser el primer espacio de socialización juega un
papel importante en la formación del sí mismo de la persona dado que aquí
operan los mensajes y el aprendizaje de los modelos de relación abusivos. Todo
lo bueno o no tan bueno que suceda en la familia va a incidir directa o

18
indirectamente en la persona, en su experiencia y vivencia de episodios de
violencia.MINSA, N. (2,009.)

 Persona: Subsistema sobre el cual van a influir los tres subsistemas señalados
en dependencia de su individualidad. En la persona delimitan cuatro
dimensiones psicológicas interdependientes:
o Dimensión Cognitiva: Comprende las estructuras, esquemas de
conocimiento y formas de percibir y conceptualizar el mundo que cada
persona se configura.
o Dimensión Conducta: Abarca la variedad de comportamientos con los
cuales la persona se relaciona con el mundo.
o Dimensión Psicodinámica: Se refiere a la dinámica psicológica de la
persona en los niveles superficiales y profundos, manifiestos y latentes
que explican sus emociones, sentimientos, ansiedades, angustias,
conflictos conscientes e inconscientes, entre otros.
o Dimensión Interaccional: Explica las pautas de relación y de
comunicacióninterpersonal.MINSA, N. (2,009.)

6.2.3 El Ciclo de la Violencia en la Pareja

A través de este Ciclo se explica la dinámica cíclica de la violencia conyugal y la


razón por la cual muchas mujeres se quedan atrapadas en dicha relación violenta de
pareja. Este ciclo está compuesto por tres fases distintas que varían en tiempo e
intensidad para cada pareja (Echeburúa E. y., 1998): Acumulación de tensiones;
Explosión o Incidente Agudo; Respiro de calma y cariño o Tregua Amorosa.

 Fase de acumulación de tensiones:MINSA, N. (2,009.)


o Durante esta fase ocurren incidentes menores de agresión que van
creando un clima de temor e inseguridad en la mujer, a partir de que su
marido o compañero se enoja por cualquier cosa, le grita o la amenaza.

19
o En general el comportamiento de la mujer es de negación y
racionalización de lo ocurrido que se expresa en la justificación del
comportamiento de su pareja, no se defiende, se muestra pasiva y casi
convencida de que no existe salida por lo tanto no realiza ningún esfuerzo
para cambiar su situación.
o Su estado emocional es tan precario que puede llevarla a frecuentes
estados depresivos y de ansiedad que la incapacitan para valorar lo que
está sucediendo porque su energía esta puesta en evitar un daño mayor.

 Fase de Explosión o Incidente agudo:


o Las tensiones son descargadas a través de golpes, empujones, o maltrato
psicológico excesivo.
o En esta fase ambos operan con una pérdida de control y con gran nivel
de destructividad de parte del hombre hacia la mujer, donde el primero
comienza por querer enseñarle una lección a su mujer, sin intención de
causarle daño y se detiene solamente cuando piensa que ella aprendió la
lección.
o Ella es golpeada y experimenta incertidumbre acerca de lo que
sobrevendrá; enfrenta de forma anticipada la casi certeza de que será
golpeada gravemente por lo que cualquier acto o palabra que ella realice
para tratar de detener el incidente agudo y como una forma de salir de la
angustia que sobreviene ante lo incierto de la relación, tiene efecto de
provocación sobre la agresividad del hombre.
o Esta disociación va acompañada de un sentimiento de incredulidad sobre
lo que está sucediendo, el miedo le provoca un colapso emocional que la
lleva a paralizarse por lo menos las primeras 24 horas dejando pasar
varios días antes de decidirse a buscar ayuda.
o Ante lo impredecible del momento, a veces suele darse un
distanciamiento de la pareja que puede llevar a la mujer a buscar ayuda
profesional, irse de la casa, aislarse más o en algunos casos cometer
homicidio o suicidarse. En algunos casos es su misma pareja quien le

20
cura las lesiones o la lleva al hospital reportando ambos la causa de las
lesiones como un “accidente doméstico”.MINSA, N. (2,009.)

 Fase de Tregua amorosa:MINSA, N. (2,009.)


o Viene inmediatamente después de terminar el incidente de violencia
aguda, al que le sigue un período de relativa calma.
o El comportamiento de parte del hombre es extremadamente cariñoso,
amable, con muestras de arrepentimiento, pide perdón, promete no volver
a golpearla bajo la condición de que la mujer no provoque su enojo.
o Con estos gestos inusuales de cariño el hombre da muestras de que ha
ido demasiado lejos, pretende compensar a la mujer y convencer a las
personas enteradas de lo sucedido que su arrepentimiento es sincero.
o Esta fase generalmente se acorta o desaparece con el tiempo en que se
agudizan lo episodios violentos.
o Así mismo, en este momento es cuando la mujer abandona cualquier
iniciativa que haya considerado tomar para poner límite a la situación
violenta en que vive.

6.2.4 Las Etapas de la Violencia de Pareja

Son etapas que caracterizan las experiencias de mujeres en diferentes momentos


como un proceso gradual de sentirse atrapada en una relación violenta: Etapa de
Entrega; Etapa de Aguante; Etapa de Desenganche; Etapa de Recuperación
(Echeburúa E. C., 1998.).

 Etapa de Entrega: Al momento de formar pareja una mujer busca una relación
positiva y significativa. Ella proyecta en su compañero cualidades que ella desea
tenga él. Si él la maltrata, tiende a justificar sus actos, y a creer que él terminará
el abuso si ella logra satisfacerlo.MINSA, N. (2,009.)

21
 Etapa de Aguante: La mujer se resigna a la violencia. Posiblemente trata de
fijarse en los aspectos más positivos de la relación, para minimizar o negar el
abuso. Modifica su propio comportamiento como un esfuerzo por alcanzar algún
nivel de control sobre la situación (por ejemplo saliendo temprano del trabajo,
evitando visitar amigas o evitando hacer algo que podría ser motivo de enojo en
su pareja.) En parte se siente culpable por el abuso y trata de esconder su
situación a las demás personas. Se siente atrapada en la relación y sin
posibilidad de salir.
Este concepto indica que la misma mujer posee distintas formas de reconocer la
violenciay cuenta con sus propias posibilidades de salir, según el momento en
que se encuentra ensu relación de pareja. En esta etapa de aguante ocurren con
mayor frecuencia lasexperiencias que se describen como el ciclo de la
violencia.MINSA, N. (2,009.)

 Etapa de Desenganche: Lamujer comienza a darse cuenta de su condición de


mujer maltratada. Una vez que logra poner nombre a su experiencia puede
buscar ayuda. Ahora puede estar desesperada por salir, pero puede temer por
su vida o la de sus hijos e hijas. Su miedo y su enojo pueden impulsarla a querer
salir de la relación. Esto es un proceso que puede requerir varios intentos antes
de conseguirlo exitosamente. La mujer comienza a reconocer actitudes y
comportamientos de su pareja como actos de violencia, y en consecuencia
puede mostrar rechazo hacia cualquier actitud de éste (positiva o negativa), y
mostrarse intolerante a cualquier acercamiento que venga de él.MINSA, N.
(2,009.)

 Etapa de Recuperación: El trauma de la mujer no termina con salir de la


relación. Normalmente pasa por un proceso de duelo por la pérdida de la
relación y una búsqueda de sentido de su vida.
Trata de entender lo que su compañero le hizo, y por otro lado busca
explicaciones sobrelas razones que le hicieron quedarse en la relación todo ese
tiempo sin arribar a una claraconclusión.MINSA, N. (2,009.)

22
6.2.4. Situación de violencia intrafamiliar según Instituto de Medicina Legal de
Nicaragua año 2012.

Mes Casos % VIF por % VIF por % Violencia % violencia


pareja otro infantil a tercera
familiar edad
Febrero 746 59% 29% 8% 4%
Marzo 730 62% 28% 8% 2%
Abril 781 57% 31% 9% 3%
Mayo 864 63% 26% 8% 3%
Junio 880 62% 28% 8% 2%
Julio 853 60% 30% 8% 2%
Agosto 689 61% 31% 7% 1%
Septiembre 666 61% 30% 7% 2%
Octubre 701 54% 34% 10% 2%
Noviembre 722 63% 29% 6% 2%
Boletín mensual-Instituto de Medicina Legal 2012

6.3 Trastornos por estrés postraumático

El trastorno de estrés postraumático (TEPT), aparece descrito por primer vez en


lasnosologías psicopatológicas en la tercera edición del DSM(APA .. , 1980.) Lo hace
como una categoría diagnóstica dentro de los trastornos de ansiedad, que engloba un
conjunto de síntomas de estrés, que se manifiestan de forma similar en la mayoría de
las personas expuestas a un acontecimiento psicológicamente traumático que, por lo
general, se encuentra fuera del marco habitual de la experiencia humana. Sin embargo,
el concepto clínico que subyace bajo este término ya fue descrito en el siglo XIX con
víctimas de accidentes ferroviarios. Así, desde que comenzó a estudiarse, se han
venido utilizando una gran variedad de términos para denominar las secuelas que a
nivel psicológico provoca la exposición a traumas graves, como neurosistraumática,

23
neurosis de espanto, etc. Pero fueron los conflictos bélicos, especialmente la I y
IIGuerra Mundial y la Guerra de Vietnam, los que consolidaron el interés por este
trastorno, alponer de manifiesto que un porcentaje importante de soldados americanos
presentabasintomatología postraumática.

6.3.1 Etiología del estrés postraumático

Muchos han sido los modelos psicológicos que han tratado de explicar la etiología
del trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, algunos de ellos ofrecen
explicaciones parciales del TEPT, que resultan insuficientes para dar cuenta de la
complejidad de esta categoría diagnóstica.

La compleja etiología del trastorno de estrés postraumático exige modelos


capaces de explicar, por un lado, sus tres aspectos nucleares, esto es, los síntomas de
re experimentación, evitación y aumento de la activación y, por otro, la influencia de
ciertos factores, como los antecedentes psiquiátricos o estilos de afrontamiento en su
desarrollo y mantenimiento. Estos modelos deben incluir, también, la dimensión
temporal, que permita explicar tanto el estrés postraumático crónico como el estrés
postraumático agudo, y deben aportar y justificar la elección de unas determinadas
técnicas de intervención.

 Teoría del aprendizaje: Desde esta teoría, se formula una explicación del TEPT
sobre la base del condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. En
este sentido y bajo el prisma del condicionamiento clásico, se sugiere que
cualquier situación o estímulo, inicialmente neutro, puede elicitar respuestas de
miedo y ansiedad por su asociación con el estímulo traumático. En concreto, el
suceso traumático (estímulo incondicionado, EI), elicitador natural de miedo,
provocaría en la víctima intensas respuestas de temor y ansiedad (respuestas
incondicionadas, RI).

24
Mediante un proceso de condicionamiento por continuidad temporal o física, la
infinidad de estímulos neutros presentes durante la ocurrencia del trauma se
convertirían en estímulos condicionados (EC), por lo que su presencia evocaría en el
individuo respuestas condicionadas de terror y ansiedad (RC). De la misma manera,
ciertos estímulos cognitivos, como la narración a un tercero de lo ocurrido, etc. pueden
desencadenar estas respuestas de terror y ansiedad.

 Modelos cognitivos: Muchas teorías cognitivas del TEPT proponen que la base
de este trastorno sería un fracaso persistente del sistema cognitivo para resolver
las discrepancias entre la nueva información asociada al trauma y el contenido
de las representaciones mentales preexistentes. El procesamiento satisfactorio
de la nueva información relacionada con el trauma ocurre cuando se produce
algún cambio en el sistema de creencias previo, que permite su integración. Por
el contrario, la incapacidad del sujeto para incorporar la nueva información en su
sistema de creencias previo sobre el mundo llevaría a un procesamiento
anómalo de la información que provocaría reacciones psicopatológicas como el
TEPT.

 Teoría del procesamiento emocional: La teoría del procesamiento emocional


(Foa E. B., 1985), trata de dar cuenta de las estructuras cognitivas del miedo y,
desde esta perspectiva, intenta explicar la re-experimentación de los síntomas
presentes en el trastorno de estrés postraumático (Foa E. B., 1989).

Proponen la formación de una red de miedo, una red asociativa en la memoria a


largo plazo que contiene tres elementos: información estimular sobre el suceso
traumático, información sobre las reacciones fisiológicas, cognitivas y conductuales del
individuo durante el suceso traumático e información que asocia los dos tipos de
información anteriores. Esta red de miedo patológica que sigue al trauma se distinguiría
de las estructuras de miedo normal en que contiene elementos erróneos.

25
Concretamente, las estructuras de miedo patológico reflejan la existencia de una
amenaza percibida que no tiene que coincidir necesariamente con la existencia de una
amenaza real.

De esta manera, la exposición a un estímulo con significado de amenaza


transformaría la estructura nésica en una estructura de miedo. Este modelo plantea que
los síntomas de re-experimentación del TEPT serían el resultado de la activación de
uno o más elementos de la red de miedo, tras la exposición a un estímulo externo
asociado al trauma. Los síntomas de evitación/embotamiento son considerados como
estrategias puestas en marcha por el individuo en un intento de minimizar el riesgo de
activación de la red de miedo y, en consecuencia, de la frecuencia de los síntomas de
re experimentación. Para ello, el individuo restringiría los contactos con estímulos
externos asociados al trauma.

Por tanto, el miedo intenso y el malestar refuerzan el TEPT, al impedir a la víctima


el enfrentamiento prolongado con las situaciones que evocan el trauma. Asimismo, la
evitación sistemática, al bloquear el acceso a estas estructuras de miedo y, en
consecuencia, impedir la habituación a la ansiedad generada por los estímulos,
favorecería la cronificación de los síntomas del TEPT.

6.3.2 Factores de Riesgo para el desarrollo del TEPT en adultos

Aunque en un principio el TEPT fue conceptualizado como una respuesta normal


tras la exposición a un acontecimiento traumático, en la actualidad hay un acuerdo en
aceptar que la exposición a un suceso altamente estresante no es suficiente para
explicar el desarrollo del TEPT, y que ciertos factores personales y situacionales
estarían jugando un papel fundamental en la vulnerabilidad a este trastorno.

26
La mayoría de las investigaciones sobre el TEPT han clasificado los factores de
riesgo en función de un criterio temporal, esto es, han diferenciado entre aquellos
factores de riesgo anteriores al trauma, aquéllos que tienen lugar durante el trauma y
los que ocurren después.

Se llevó a cabo un meta-análisis en el que revisaron los estudios sobre


predictores y factores de riesgo de TEPT publicados en inglés desde el año
1980(Brewin CR A. B., 2000). El meta análisis incluyó 77 estudios, de los cuales 28 se
habían llevado a cabo en población militar y el resto en población civil. En su revisión
fueron estudiados 14 factores de riesgo que incluían: género, edad del sujeto en el
momento del trauma, estatus socioeconómico, nivel educativo, inteligencia, raza,
historia psiquiátrica previa, abuso en la infancia, otras experiencias previas de
traumatización (excluyendo el abuso), experiencias adversas en la infancia, historia
familiar de trastornos psiquiátricos, severidad del trauma, apoyo social y exposición a
nuevos sucesos estresantes.

Estudiaron el tamaño del efecto de los factores señalados teniendo en cuenta: 1-


el tipo de población (militar versus civil); 2- el género de los participantes; 3- el diseño
de la investigación (retrospectivo versus prospectivo); 4- el tipo de análisis (análisis
basado en la presencia/ausencia de TEPT versus análisis de las puntuaciones de
TEPT como un continuo); 5- la evaluación del TEPT (entrevista o cuestionario) y 6- el
momento en el que ocurre el trauma (infancia o edad adulta versus edad adulta
únicamente) . Los resultados señalan que el género, la edad del individuo en el
momento de la exposición y la raza predicen el TEPT en algunas poblaciones pero no
en otras.

En concreto, el efecto del género fue significativo en población civil pero no en


población militar. Por el contrario, la edad del sujeto en el momento en el que ocurre el
trauma resultó un factor de riesgo para el TEPT únicamente en población militar. La
raza (minorías negras vs otros grupos minoritarios) resultó ser un predictor débil del

27
TEPT, pero su efecto fue significativamente mayor en población militar que en
población civil, no siendo un predictor del TEPT en la población de mujeres.

Otros factores como un nivel bajo de educación, la exposición previa a otros


sucesos traumáticos y experiencias adversas durante la infancia son predictores más
consistentes del TEPT, pero su implicación en el desarrollo de este trastorno parece
depender del tipo de población estudiada (civil versus militar) y de la metodología
utilizada en las diferentesinvestigaciones. Por el contrario, estos autores encuentran un
acuerdo entre los diferentes estudios en considerar la historia psiquiátrica, la
experiencia de abuso en la infancia y los antecedentes psiquiátricos familiares los
factores anteriores al trauma implicados, aunque moderadamente, en una mayor
vulnerabilidad para el desarrollo del TEPT, independientemente del tipo de población
estudiada y del diseño y metodología de la investigación. No obstante, serían los
factores que operan durante o después del trauma, en concreto, la severidad del
acontecimiento estresante, la falta de apoyo social y la exposición a nuevos
estresantes vitales los más determinantes en el desarrollo del TEPT, siendo su efecto
mayor que los factores pre-trauma.

Estos datos resultan muy relevantes al señalar que el valor de las experiencias
previas en la infancia es moderado, mientras que es muy importante lo que ocurre tras
el trauma.

En la siguiente tabla se puede observar el peso de cada factor en el desarrollo del


TEPT. De la comparación de los 14 factores se desprende que es la falta de apoyo
social el factor más determinante en el desarrollo del TEPT. Hay que señalar que la
mayoría de los estudios que relacionan falta de apoyo social y TEPT lo han hecho
considerando los aspectos positivos de este factor, tales como la percepción de apoyo
emocional y apoyo material proveniente de la red social. En otro estudio con víctimas
de una agresión sexual, en el que tuvieron en cuenta, además, los aspectos negativos
del apoyo social, como la indiferencia o el criticismo. Encontraron que un entorno social
negativo es un mejor predictor del TEPT que la falta de apoyo social (Ullman, 2001).

28
Factores de riesgo en el desarrollo del TEPT (Brewin CR A. B., 2000.).

6.3.3 Factores de riesgo del TEPT en víctimas de violencia doméstica

En líneas generales, tal y como el propio DSM-IV (APA, 1994) señala, el trastorno
de estrés postraumático puede llegar a ser especialmente grave o duradero cuando el
agente estresante se prolonga en el tiempo, ocurre en un terreno supuestamente
seguro y es obra de otros seres humanos. Además, la probabilidad de desarrollar este
trastorno aumenta cuanto más intenso es o más cerca físicamente se halla el agente
estresante. En el caso de las víctimas de maltrato no sólo se dan todas estas
circunstancias agravantes, sino que más allá de eso, el abusador es o ha sido una

29
persona querida por la víctima, siendo, precisamente, esa cercanía emocional uno de
los agravantes más importantes para el TEPT.

Echeburúa (2005) afirma que el carácter intencionado que subyace a la violencia


y que la distingue de otros sucesos traumáticos, como los accidentes o las catástrofes
naturales, es un agravante del daño psicológico. Añade que ante un suceso provocado
deliberadamente las estrategias de afrontamiento serían más escasas en comparación
con un suceso negativo de carácter fortuito, frente al que se podrían establecer
estrategias basadas en la resignación o en aspectos religiosos para sentirse
reconfortado. Si además el acontecimiento traumático provoca heridas físicas
concomitantes, como ocurre frecuentemente en las víctimas de violencia doméstica, la
probabilidad de desarrollar un TEPT y la gravedad del mismo aumentan
significativamente.

La mayoría de los estudios sobre factores predictores del TEPT en víctimas de


violenciadoméstica se han centrado en el maltrato físico, concretamente en aspectos
como la frecuencia,severidad, proximidad en el tiempo de las últimas agresiones,
duración del maltrato y grado deamenaza a la integridad física percibido por la víctima.
Algunos de ellos han sido recogidos acontinuación.El estudio que llevaron a cabo con
77 mujeresmaltratadas de casas de acogida analiza la relación entre las características
del maltrato entérminos de gravedad (severidad y frecuencia de las agresiones),
duración de la relación violentay malestar experimentado por la víctima y el trastorno de
estrés postraumático. Los resultadosindicaron que el grado de malestar experimentado
durante el maltrato era el factor, que demanera más fuerte, correlacionaba con el
desarrollo del trastorno de estrés postraumático (Kemp, 1991).

Lascaracterísticas del maltrato en términos de frecuencia y severidad, pero no así


de duración,fueron también variables predictoras de la sintomatología postraumática.
En un estudio másreciente, (Woods, 2000) estudió la gravedad del TEPT en un grupo
de 160 mujeres maltratadas yencontró que éste correlacionaba significativamente con

30
la severidad y frecuencia de la violenciaexperimentada y con el riesgo vital que había
supuesto para la víctima.

(Echeburúa E. A., 2002)Afirman que el carácter reciente de los episodios violentos


estáasociado tanto al TEPT como a la sintomatología ansiosa y depresiva que
manifiestan lasvíctimas. En este sentido, las mujeres maltratadas que continuaban
conviviendo con el agresor oque se había separado recientemente mostraban una
mayor gravedad de la sintomatologíapostraumática. Sin embargo, como ya se ha
comentado, es frecuente que aun cuando hafinalizado la relación, la mujer maltratada
continúe manteniendo contacto con el agresor, duranteel proceso de separación o el
régimen de visitas a los hijos, siendo el maltrato, que generalmentesigue sufriendo en
estos encuentros, un importante agravante de la sintomatología postraumática.

(Amor P. E., 2001)Concluyen en su estudio que cuanto más reciente había sido el
último episodiode maltrato mayor era la intensidad del trastorno de estrés
postraumático, sobre todo si durante elmismo la mujer había sido forzada a establecer
relaciones sexuales. La relación entre maltratosexual y TEPT ha sido estudiada por
(Bennice, 2003.), encontrandoque la violencia doméstica que incluye abuso sexual
aumenta la probabilidad de desarrollar estetrastorno y correlaciona positivamente con
la gravedad del mismo. Una investigación reciente de (Dutton M. G., 2006) nuevamente
confirma estos resultados.En el estudio en el que participaron 406 mujeres,
encontraron una mayorprevalencia del TEPT y depresión en mujeres expuestas a
niveles graves de violencia física psicológica y sexual en comparación con mujeres
expuestas a la misma gravedad de violencia física y psicológica, pero que no habían
sufrido malos tratos sexuales.

En cuanto al tipo de maltrato experimentado, es el maltrato psicológico en


comparación con el maltrato físico el que guarda más relación con la respuesta
traumática, siendo más predictivo del desarrollo del TEPT que la severidad o la
frecuencia del daño físico (Arias, 1999), (Street, 2001).

31
Recientemente(Taft, 2005) han llevado a cabo una investigación con 96 mujeres
maltratadas para estudiar aquellos aspectos del maltrato psicológico que pudieran estar
relacionados con el riesgo de TEPT. Encontraron que es el comportamiento denigrante
el más fuertemente asociado a la sintomatología postraumática en mujeres
maltratadas.

La disponibilidad de redes de apoyo social y familiar en la víctima son también


variables significativas en el desarrollo de TEPT (Brewin et al. 2000). En el estudio de
Amor et al. (2002) las mujeres que carecían de apoyo social y familiar eran las que
presentaban una mayor gravedad psicopatológica, tanto del trastorno de estrés
postraumático como de la sintomatología ansiosa y depresiva. En la misma dirección,
en el estudio de Taft et al. (2005) encontraron que el aislamiento de la víctima agrava
su sensación de indefensión y vulnerabilidad y la sintomatología de TEPT, al impedirle
el acceso a las fuentes de apoyo social y de recursos tangibles. (Corral, 2004) afirma
que, además del aislamiento social y familiar de la víctima, la falta de apoyo
institucional es otro de los factores que agravarían la sintomatología postraumática.

La permanencia en una casa de acogida y la exposición infantil al maltrato han


sido otros factores estudiados por su implicación en el desarrollo del TEPT.
(Villavicencio P. &., 1999.)Encontraron en un estudio con 80 mujeres maltratadas que
el tiempo de permanencia en el centro de acogida correlacionaba negativamente con el
desarrollo de TEPT y la exposición durante la infancia a la violencia en la familia de
origen lo hacía de manera positiva. Así pues, la exposición al maltrato en la familia de
origen, que tal y como se ha comentado anteriormente, no parece una variable
relacionada con victimización en la edad adulta, sí parece estar relacionada con la
manifestación de respuestas emocionales menos adaptativas en mujeres víctimas de
malos tratos (Villavicencio y Sebastián, 1999) y, en concreto, con una mayor gravedad
del TEPT (Messman-Moore, 2005).

Finalmente, la probabilidad de desarrollar un TEPT y la gravedad del mismo


aumenta en aquellas mujeres maltratadas que han sido expuestas a otro tipo de

32
experiencias violentas o con una historia previa de exposición a acontecimientos
traumáticos. Por tanto, el impacto de los episodios traumáticos en la salud mental es
acumulativo y predispone a las mujeres con una historia previa de exposición a
sucesos traumáticos para el desarrollo del trastorno de estrés postraumático cuando
son agredidas por su pareja (Mercy JA, 2003).

En definitiva, los resultados obtenidos hasta el momento sobre factores


predictores del TEPT no son del todo concluyentes. En relación con la violencia,
parecen ser el maltrato psicológico, la severidad y frecuencia de los episodios
violentos, la cercanía en el tiempo de la última agresión y el haber sido forzada a
establecer relaciones sexuales los predictores más fuertes de la respuesta
postraumática. La falta de apoyo social y familiar es también un factor significativo en el
desarrollo de este cuadro clínico. Sin embargo, son necesarias líneas futuras de
investigación que aclaren el papel que podrían estar jugando otros aspectos como la
extensión del maltrato a los hijos, la experiencia de violencia durante el embarazo o las
amenazas de muerte en el desarrollo del TEPT.

6.3.4 Cuadro clínico de TEPT

Según la versión revisada del DSM-IV (APA, 2000), que no difiere en su definición
de esta categoría diagnóstica respecto a la cuarta edición (APA, 1994), el TEPT
aparece cuando la persona ha sufrido, ha sido testigo o le han explicado uno o más
acontecimientos, caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la
de los demás, y cuando la reacción emocional experimentada implica una respuesta
intensa de miedo, horror o indefensión (véase tabla 8.1). Hay tres aspectos nucleares
característicos de este cuadro clínico: la re-experimentación del suceso traumático en
forma de pesadillas, imágenes y recuerdos constantes e involuntarios, la evitación
conductual y cognitiva de los estímulos asociados al trauma y la híper-activación
fisiológica.

33
Todo ello conlleva una interferencia en el funcionamiento social, laboral y familiar,
dificultades de concentración y conciliación del sueño, pérdida de interés por lo que
anteriormente resultaba atractivo desde el punto de vista lúdico e interpersonal, y un
cierto embotamiento afectivo para recibir y expresar sentimientos de intimidad y
ternura.

Criterios para el diagnóstico del trastorno de estrés postraumático (DSM-IV y DSM-IV-


TR):
A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que ocurren
las siguientes circunstancias:
1) La persona ha experimentado, ha presenciado, o le han explicado uno o más
acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad
física o la de los demás.
2) La persona ha respondido con temor, desesperanza o con horror intensos.
B. La persona experimenta persistentemente el acontecimiento traumático, mediante
uno o más de los siguientes síntomas:
1. Recuerdos del acontecimiento (imágenes, pensamientos o percepciones)
recurrentes e intrusivos.
2. Sueños desagradables y recurrentes sobre el acontecimiento.
a. Conductas o sentimientos que aparecen como si el suceso estuviera
ocurriendo de nuevo.
b. Malestar psicológico intenso cuando el sujeto se expone a estímulos
internos o externos que simbolizan o recuerdan algún aspecto del
acontecimiento traumático.
c. Reactividad fisiológica cuando el sujeto se expone a estímulos internos o
externos que simbolizan o recuerdan algún aspecto del acontecimiento
traumático.

34
C. Evitación persistente de los estímulos asociados con el trauma y falta de capacidad
general de respuesta (no existente antes del trauma), que se ponen de manifiesto
en, al menos, tres de los siguientes fenómenos:
1. Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones asociados
con el trauma.
2. Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que provocan el recuerdo
del trauma.
3. Incapacidad para recordar alguno de los aspectos importantes del trauma.
4. Disminución marcada del interés o de la participación en actividades
significativas.
5. Sensación de distanciamiento o de extrañeza respecto a los demás.
6. Limitación en la capacidad afectiva (por ejemplo, incapacidad de enamorarse).
7. Sentimientos de futuro desolador.

D. Síntomas persistentes de híper-activación (no existentes antes del trauma), que se


ponen de manifiesto en, al menos, dos de los siguientes fenómenos:
1. Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
2. Irritabilidad o explosiones de ira.
3. Dificultades de concentración.
4. Hipervigilancia.
5. Respuestas de alarma exagerada.

E. La duración del trastorno descrito en los apartados B, C y D es superior a un mes.

F. El trastorno ocasiona un malestar clínico o es causa de una alteración significativa


en el funcionamiento social, laboral o en otras áreas importantes de la vida.

35
A continuación se presentan los criterios para el diagnóstico de TEPT
contemplados en la CIE-10 (OMS, 1992).
Criterios para el diagnóstico del trastorno de estrés postraumático (CIE-10).
A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento estresante o situación
(tanto breve como prolongada) de naturaleza excepcionalmente amenazadora o
catastrófica, que podría causar profundo disconfort en casi todo el mundo.
B. Recuerdo continuado o reaparición del recuerdo del acontecimiento estresante
en forma de reviviscencias disociativas (flashbacks), recuerdos de gran viveza,
sueños recurrentes o sensación de malestar al enfrentarse a circunstancias
parecidas o relacionadas con el agente estresante.
C. Evitación de circunstancias parecidas relacionadas con el acontecimiento
traumático.
D. Una de las dos:
1. Incapacidad para recordar parcial o totalmente aspectos importantes del periodo
de exposición al agente estresante.
2. Síntomas persistentes de hipersensibilidad psicológica y activación,
manifestados por al menos dos de los síntomas siguientes:
a. Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
b. Irritabilidad.
c. Dificultad de concentración.
d. Facilidad para distraerse.
e. Sobresaltos y aprensión exagerados.

E. Los criterios B, C, y D se cumplen en los 6 meses posteriores al


acontecimiento estresante o del fin de periodo de estrés (si el inicio de los
síntomas se produce tras más de 6 meses es necesario especificarlo).

36
6.3.5 Síntomas de TEPT en mujeres víctimas de violencia doméstica
CRITERIOS SÍNTOMAS DEL TEPT
• Recuerdos intrusivos
• Pesadillas
Re-experimentación • Flashbacks
• Malestar psicológico
• Malestar fisiológico
• Evitar pensar, sentir…
• Evitar actividades, lugares…
• Amnesia
Evitación • Anhedonia
• Sensación de desapego o enajenación
• Restricción de la vida afectiva
• Sensación de futuro desolador
• Insomnio
• Irritabilidad
Híper-activación • Dificultad de concentración
• Hipervigilancia
• Respuesta de alarma

6.3.6 Métodos Diagnósticos del Trastorno por estrés postraumático

Los instrumentos más utilizados para la evaluación de la sintomatología


relacionada con el TEP han sido habitualmente los auto informes, entre los que
podemos encontrar dos tipos de instrumentos de evaluación, por una lado las
entrevistas y por el otro los cuestionarios, inventarios y escalas. Adicionalmente, en la
actualidad los investigadores han dirigido también su interés a la búsqueda de
marcadores psicofisiológicos y neurobiológicos característicos de los pacientes con
TEP.

37
Evaluación mediante entrevista diagnóstica y mediante auto-informe
Comenzaremos describiendo las tres entrevistas más utilizadas para la evaluación
del TEP:
 Structured Clinical Interview for PTSD (SCID) (Spitzer, Williams y Gibbon, 1987).
Está basada en criterios para el TEP del DSM III-R, permite comprobar la
existencia del trastorno y sus diferentes síntomas, si bien no llega a indicar la
frecuencia de los mismos. Ha sido utilizada con frecuencia para realizar
evaluaciones pre-postratamiento.
 Clinician Administered PTSD Schedule (CAPS) (Blake, Wheaters, Nagy,
Kaloupek, Klauminzer, Charney y Keane, 1990). Es otra de las entrevistas más
utilizadas y también fue diseñada como la anterior, bajo los criterios del DSM III-
R. Sus mayores limitaciones se encuentran en la necesidad de invertir mucho
tiempo para su administración (60 minutos), y en que su diseño y aplicación solo
está enfocado a excombatientes de guerra.
 PTSD Symptom Scale Interview (PSS-I) (Foa, Riggs, Dancu y Rothbaum, 1993).
La primera de las entrevistas que ha sido diseñada y utilizada para las víctimas
de agresiones sexuales. Arroja información sobre la severidad de cada uno de
los síntomas, se invierten 20 minutos en su administración y su formato permite
modificarla para otros tipos de situaciones traumáticas.

En cuanto al segundo tipo de instrumentos de evaluación, los


cuestionarios,inventarios y escalas, existe un buen número de ellos que, además, han
demostrado buenas propiedades psicométricas.

 Impact of Event Scale (IES) (Horowitz, Wilner y Álvarez, 1979). Un instrumento


breve que solo incluye dos escalas relacionadas con los síntomas de intrusión y
evitación. Las correlaciones obtenidas con otros auto-informes, son bajas, pero
sin embargo, al ser uno de los primeros instrumentos diseñados sigue siendo
uno de los más usados. Ha sido utilizado para diferentes situaciones
traumáticas, como por ejemplo víctimas de desastres naturales y accidentes,
combatientes de guerra y víctimas de ataques sexuales.

38
 Mississippi Scale for Combat-Related Post-traumatic Stress Disorder (M-PTSD)
(Keane, Caddell y Taylor, 1988). Se diseñó originalmente para combatientes y
para evaluar el trastorno por estrés postraumático relacionado con el combate,
aunque posteriormente se ha desarrollado una versión para civiles. La gran
limitación de este instrumento es que no muestra una correspondencia directa
con los criterios del DSM-IV por lo que se hace difícil establecer un punto de
corte para determinar la presencia o ausencia del trastorno.
 PTSD Symptom Scale-Self Report (PSS-SR) (Foa, Riggs, Dancu y Rothbaum,
1993). Tiene la característica de estar diseñado especialmente para la
evaluación en víctimas de agresiones sexuales, permitiendo conocer tanto los
síntomas como su severidad, y está adaptado a los criterios del DSM III-R y a
los del DSM-IV.
 Minnesota Multiphasic Personality Inventory (MMPI) (Hathaway y McKinley,
1951) y Minnesota Multiphasic Personality Inventory-2 (MMPI-2) (Butcher,
Dahlstrom, Graham, Tellegen y Kaemmar, 1989). Dentro de ambos
cuestionarios de personalidad encontramos dos escalas que aportan información
sobre el trastorno por estrés postraumático. Por un lado la escala Keane PTSD
Scale (PK Scale) (Keane, Malloy y Fairbank, 1984) y por otro, la denominada
Schlenger and Kulka PTSD Scale (PS Scale) (Schlenger y Kulka, 1989), que
arrojan información sobre la existencia o ausencia de la existencia del trastorno.
 PennInventory (Hammarberg, 1992). Ha sido validado tanto para situaciones
traumáticas civiles como de combate. Además ha demostrado buenas
propiedades psicométricas y aporta información de la frecuencia e intensidad de
los síntomas que aparecen en los criterios del DSM-III- R.

6.3.7 EDAD DE COMIENZO Y CURSO

Según la American Psychiatric Association (1994), el TEPT puede comenzar a


cualquier edad, incluso en la infancia. En muestras clínicas la edad media ha sido
21,5 años (Brown y cols., 2001). Los síntomas suelen comenzar dentro de los 3
primeros meses después del trauma, aunque pueden retrasarse varios meses o

39
incluso años. Con frecuencia el trastorno suele cumplir inicialmente los criterios del
trastorno por estrés agudo. Según Bryant, Moulds y Nixon (2003) el 80% de las
personas que desarrollan trastorno de estrés agudo tras un trauma cumplen
criterios de TEPT 6 meses más tarde; y el 63-80% sufren TEPT 2 años después
del trauma.

En cuanto a los predictores del desarrollo del TEPT, las personas que disocian
en el momento del trauma es más probable que presenten sintomatología del
TEPT más adelante. Incluso TEPT - 6 más importante, al menos entre víctimas de
accidentes automovilísticos, la disociación y rumia-ción persistentes 4 semanas
después del trauma son muy útiles para identificar a las personas que es más
probable que desarrollen un TEPT crónico. Según el meta análisis de Ozer y cols.
(2003) la disociación peritraumática es el predictor más fuerte del desarrollo del
TEPT; otros predictores son la ausencia de apoyo percibido, las emociones
peritraumáticas, la amenaza percibida para la vida y, en menor medida, el ajuste
previo, la experiencia de uno o más traumas previos y la historia familiar de
psicopatología.

Según el estudio de Gershuny, Cloitre y Otto (2003), la relación entre disociación


peritraumática y la gravedad del TEPT es explicada por dos variables: el miedo a
la muerte y el miedo a perder el control experimentados durante el evento
traumático. En contraste con lo dicho hasta aquí, algunos autores sostienen que la
disociación peritraumática, más que un factor de riesgo para el TEPT, sería sólo
una parte del mismo. Un predictor más potente podría ser la evitación experiencial
o el intento de evitar y controlar las experiencias internas aversivas
(pensamientos, memorias, sentimientos, sensaciones).

Zlotnick y cols. (2001) hallaron en un estudio prospectivo que el 9% de los


pacientes con trastornos de ansiedad (no incluido el TEPT) e historia de trauma
tuvo un inicio demorado del TEPT durante los 7 años siguientes. La única
diferencia entre estos casos y los de TEPT crónico fue que los primeros tenían

40
una mayor probabilidad de haber sufrido un trauma infantil. Entre los pacientes
con historias de trauma, aquellos que terminaron por desarrollar TEPT se
distinguieron de los que no lo hicieron en presentar más trastornos comórbidos del
eje I y II del DSM-IV, más intentos de suicidio y más experiencias traumáticas,
especialmente traumas infantiles (maltrato físico, abuso sexual). Además fue
menos probable que estuvieran casados y se caracterizaron por tener un peor
funcionamiento psicosocial y una menor satisfacción global con su vida.

Los síntomas del trastorno y la predominancia relativa de la reexperimentación del


trauma, la evitación o la hiperactivación pueden variar a lo largo del tiempo y
agravarse durante periodos de estrés. Según Yehuda, Marshall y Giller, 1998),
cerca de la mitad de los casos se recuperan en los 3-6 primeros meses, mientras
que en muchos otros (30-40%) los síntomas persisten más de 12 meses después
del trauma.

Según el Nacional Comorbidity Survey, sólo el 20% se recuperan en los 6


primeros meses y el 40% a los 12 meses después del trauma. Cerca de un 60%
llegan a recuperarse en el plazo de 6 años, momento en que parece alcanzarse
un valor asintótico; este porcentaje es independiente de haber recibido o no
tratamiento, aunque la recuperación es más rápida con terapia. De acuerdo con
Yehuda, Marshall y Giller (1998), a los 2-3 años la mayoría de las personas ya no
presentan TEPT, pero en las que siguen presentando el trastorno, los síntomas
tienden a intensificarse y a complicarse con trastornos comórbidos. Sin embargo,
según el Nacional Comorbidity Survey, el 55% de las personas aún presentan
TEPT después de 3 años.

En un estudio realizado con 4.000 mujeres en Estados Unidos a escala nacional,


Resnick y cols. (1993, citado en Astin y Resick, 1997) encontraron los siguientes
porcentajes de personas cuyo TEPT no había remitido con el paso del tiempo:
violación, 32%; otras agresiones sexuales, 31%; agresión física, 39%; trauma no
relacionado con un delito (desastres naturales o debidos al hombre, accidentes),

41
9%. Según el Nacional Comorbidity Survey, en cerca del 40% de las personas con
TEPT, este nunca remite incluso después de muchos años (10) e
independientemente de si han recibido tratamiento o no.

Según Kaplan, Sadock y Grebb (1994/1996), factores de buen pronóstico para


la recuperación son el inicio rápido de los síntomas, la corta duración de estos
(menos de 6 meses), un buen nivel de funcionamiento premórbido, una buena red
de apoyo social, no ser niño o anciano y la ausencia de otros trastornos
psiquiátricos o médicos. TEPT - 7

6.4 La Comisaria / Distrito II, Managua

El 25 de noviembre de 1993, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer,


la Policía Nacional en coordinación con el Instituto Nicaragüense de la Mujer (INIM) y
con la participación de organizaciones de la sociedad civil, inauguró la primera
Comisaría de la Mujer y la Niñez en el distrito V de la Policía Nacional, concebido
inicialmente como proyecto piloto.

En 1996 las Comisarías pasan a formar parte de la estructura de la Policía


Nacional bajo la Dirección de Investigaciones Criminales. Al siguiente año según
ordeno 049-97 se creó el Departamento Nacional de las Comisarías de la Mujer y la
Niñez.

Para el 2001 la Policía Nacional implementó el proyecto Red de Servicios de


Atención a Mujeres, Niñez y Adolescentes, Víctimas y Sobrevivientes de Violencia
Intrafamiliar y Sexual, mediante el cual se elaboró el Modelo de Atención Policial para
víctimas de violencia, en coordinación con el INIM, la Red de Mujeres Contra la
Violencia y centros alternativos de la Red.

42
En el año 2006 la Policía Nacional creó la Dirección Comisaría de la Mujer y la
Niñez a través de la disposición institucional 023/006, dándole mayor rango y
autonomía dentro de su organigrama, convirtiéndose en una especialidad nacional
destinada a investigar los delitos de la violencia intrafamiliar y sexual. Actualmente
existen 35 comisarías en todo el país, que brindan atención en casos de violencia física
psicológica y sexual en contra de la mujer y la niñez nicaragüense.

Las estadísticas de las Comisarías de la Mujer y la Niñez, indican que en


Managua, Chinandega, Matagalpa, León, Granada, Carazo, Masaya, Estelí, Jinotega,
RAAN y RAAS ocurre más violencia contra las mujeres, niñas y niños. Datos del año
2011 de las Comisarías, revelan que de las denuncias de violencia intrafamiliar, sólo
un 15% de los casos llegan a procesos judiciales.

Ruta de atención a las mujeres víctimas de violencia en la comisaria de la mujer:

Ruta de Atención del MAI


(1) CMN
- Denuncia
- Entrevista Única
- Investigación
- Medidas precautelares

(2) IML
- Pericia Psicológica integral
- Pericia Médico Legal Integral
- Remisión de los Dictámenes
- Comparecencia a juicio

(3) MP
- Despacho operativo
- Plan de investigación con CMN
- Elabora acusación
- Aplicación de medidas precautelares

(4) Juzgados Penales Especializados


(1,2) MINSA - Audiencias
y Centros Alternativos - Juicio oral y público
- Audiencia de ejecución de sentencia
- Audiencia de apelación y casación

PDDH-PEM:
Fiscaliza aplicación del MAI
43
44
Beneficios del MAI
 Atención centrada en las víctimas de violencia intrafamiliar y sexual.
 Cambio en la percepción de la violencia con enfoque de género, generacional,
intercultural y de derechos humanos.
 Coordinación efectiva y asertiva de las instancias que integran el MAI.
 Entrevista única.
 Incorporación de la imagen traumática y las lesiones psíquicas como elementos
de prueba.
 Disminución de la impunidad y victimización secundaria.
 Mayor especialización de las instituciones y del personal que aplica el MAI.
 Sistema de información y estadísticas armonizado e integrado.
 Operatividad del Título III “De las medidas de atención, protección, sanción,
precautelares y cautelares” de la Ley Integral de Lucha Contra La Violencia
hacia Las Mujeres.
 Agiliza y simplifica los procesos de investigación de los delitos de VIFS.
 Efectividad en el uso del tiempo y cumplimiento de los procedimientos legales.
 Relación costo/beneficio positiva para las víctimas y las instituciones.
 Contribuye a la recuperación de las víctimas y resarcimiento efectivo de sus
derechos humanos.
 Genera confianza en el sistema de justicia.

45
VII.- Diseño metodológico.

7.1. Tipo de estudio:Descriptivo, corte transversal

7.2 Área de estudio: Son los barrios que geográficamente le corresponden recibir
atención en el Distrito II.

7.3 Población de estudio:Mujeres víctimas de violencia intrafamiliar atendidas en la


Comisaria de la Mujer del distrito II en el periodo que comprendió el estudio y que
cumplieron con los criterios de inclusión. Según el registro de la Comisaria son un
total de 68 víctimas y se les realizo encuesta a las que se encontraron en su
domicilio que fueron 48 victimas.

7.4 Criterios de inclusión


 Mujeres atendidas en la Comisaria de la mujer en Distrito II, Managua por
denuncia de Violencia Intrafamiliar, en el periodo establecido

 Victimas que hayan sido encontradas en su domicilio, y que aceptaron la


realización de la encuesta.

7.5 Criterios de Exclusión


 Mujeres que tenían un diagnóstico actual o previo de trastorno mental orgánico,
psicótico, o cualquier otra enfermedad mental previa según DSM-IV-TR.
 Con estado de depresión grave que sugiera la inmediata y clara posibilidad de
suicidio.
 Que sufran dependencia de alcohol o drogas.

7.6 Instrumento de recolección de datos: Se diseñaron los instrumentos que contemplan


la información pertinente para alcanzar los objetivos, que incluyen dados
sociodemográficos de las mujeres, situación y tipo de violencia pasada y actual e
incluye información sobre una Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de
Estrés Postraumático. Esta es una escala de evaluación heteroaplicada, a modo de

46
entrevista estructurada, que sirve para evaluar los síntomas y la intensidad del
trastorno de estrés postraumático según criterios diagnósticos DSM-IV (Echeburúa E.
C., 1997). El mismo ha sido sometido a validación mediante una prueba piloto que se
realizo a tres víctimas que fueron atendidas en la Comisaria , donde se encontró que
dos víctimas presentaron síntomas de TEPT, siendo estos datos indicadores que si era
factible la implementación del instrumento que fue diseñado para la realización de este
estudio y que iba a responder a la pregunta de investigación.

7.7 Fuente de información:Primaria mediante entrevistas a cada mujer en su vivienda


o en un sitio que considere adecuado para la entrevista previa invitación.
Secundaria mediante revisión de la información disponible en la Comisaría de la
mujer del distrito II para sacar listado con dirección de cada mujer, para su
respectiva visita.

7.8 Procedimiento de recolección de datos


7.8.1 Se visitó la Comisaría de la mujer, previa autorización de la dirección de la
Policía Nacional, para dar a conocer el interés del estudio y compartir la
importancia de la información. Además establecer compromisos éticos claros
para evitar afectar el prestigio de la institución.
7.8.2 Se revisaron las denuncias de las mujeres, se registró el nombre y su
dirección para visitarlas en su casa y planificar una entrevista si lo considera
a bien.
7.8.3 El equipo de investigación conto con cuatro miembros, que formaron dos
equipos donde se dividió por igual el numero de direcciones,los
encuestadores se presentaron y explicaron los objetivos el estudio y la forma
como la mujer se puede beneficiar con la información generada por el
estudio. Se abordó profesionalmente cada caso evitando profundizar el daño
a la salud mental. La evaluación se llevó a cabo en sesiones individualizadas
(entrevista), con una duración total de una hora aproximadamente
7.8.4 Una vez aplicada la entrevista se registró la información en el instrumento
que se había diseñado.

47
7.9 Operacionalización de variables

Objetivos Variable Subvariables, Variable Operativa Técnica de Recolección de la


Específicos Conceptual o Dimensiones o Información y Actores Que
Indicadores Participan
EncuestaEntrevistaG- Focal
1. Describir las 1. Factores 1.1 Sociales 1.1.1 Edad Pacientes
características socio- 1.1.2 Estado civil
socio- demográficos 1.1.3 Red de Apoyo** Pacientes
demográficas de 1.1.4 Ocupación
las mujeres 1.1.5 Dependencia Pacientes
víctimas de Económica
violencia 1.1.6 Convive con su pareja Pacientes
intrafamiliar en 1.1.7 Persona quien
estudio. administra el dinero Pacientes

1.2.Género 1.21Num. de agresores Pacientes


1.2.2 No. de hijos
1.2.3 No. de parejas Pacientes

1.3.1 Escolaridad Pacientes


1.3Educativos 1.3.2 Conocimiento Ley 779
Pacientes
1.4Geográfico 1.4.1 Procedencia ciudadana

1.5Laboral 1.5.1 Tipo de Trabajo**


1.5.2 Ingreso

2. Analizar las Manifestaciones 2.1 Violencia Sicológica Pacientes


manifestaciones de VIF 2.2 Violencia Física Pacientes
de VIF más 2.3 Violencia Sexual Pacientes
frecuentes en las 2.4 Violencia mixta Pacientes
mujeres en 2.5 Duración de VIF Pacientes
estudio. 2.6 Asistencia Médica por
lesiones
2.7 Episodios de mal trato
2.8 Denuncias realizadas

48
Objetivos Variable Subvariables, Variable Operativa Técnica de Recolección de la
Específicos Conceptual o Dimensiones o Información y Actores Que
Indicadores Participan
EncuestaEntrevistaG- Focal
3. Determinar los Síntomas más 3.1 Síntomas de Paciente
síntomas más frecuentes de reexperimentación
frecuentes de estrés 3.2 Síntomas de evitación Paciente
estrés postraumático 3.3 Síntomas de activación
postraumático Paciente
que presentaron
las víctimas en
estudio

4. Comparar el 4.1. Violencia Psicológica Paciente


tipo de 4.2 Violencia Física Paciente
manifestación de 4.3 Violencia Sexual Paciente
violencia con la 4.4 Violencia mixta
aparición de 4.5 Síntomas de Paciente
estrés postrauma reexperimentación Paciente
de las mujeres en 4.6Síntomas de evitación
estudio 4.7 Síntomas de activación Paciente

7.10 Plan de Análisis:Los datos obtenidos de las fichas de Recolección de


datosfueron procesados y analizados en el paquete estadístico SPSS en su versión
20 para Windows.
Se realizó el análisis estadístico pertinente, según la naturaleza de c/u de las
variables y los objetivos del estudio. Se realizó la frecuencia de cada una de las
variables de interés. Se estimó la prevalencia de gravedad clínica según escalas y de
forma global.
Se analizaron de forma bi-variado las variables sociodemográficasy las características
del maltrato con las escalas de gravedad de síntomas.
Se usaron como pruebas de asociación,en variables cualitativas nominales, el
Coeficiente V de Cramer, donde valores cercanos a 1 indican un grado de asociación
fuerte y valores próximos a 0 implican un débil grado de asociación.

49
En variables cualitativas ordinales se usó la prueba de Tau de Goodman y
Kruskal, donde cuanto más próximos estén los valores de estas medidas a 0 más débil
serála asociación entre las variables y cuanto más cercanos a 1 (o a −1) sean los
valores de todas estas medidas, mayor será la asociación positiva (negativa) entre las
variables.
Como prueba de significancia estadística se usó el valor de probabilidad (p) de
Chi Cuadrada de Pearson. La información se presenta en tablas y gráficos según la
pertinencia de la información.

7.11 Aspectos éticos


Para obtener la muestra se visitó la Comisaria de la mujer Distrito II y con previa
autorización del Jefe de la Policía Nacional Distrito II se tomaron las direcciones de
las víctimas de VIF en el periodo de estudio y se procedió a visitarlas para aplicarle
la ficha de recolección de datos.La evaluación se llevó a cabo en sesiones
individualizadas (entrevista),con una duración total de una hora aproximadamente.
En primer lugar, se explicó a las participantes el objetivo de la investigación. Se les
informó que su participación es importante para conocer las características del
maltrato sufrido y conocer la existencia o no de un cuadro clínico compatible con
estrés postraumático. Que su participación era voluntaria, que podía perfectamente
decidir que no participaba, sin el temor de ver afectado su apoyo a su demanda y
que si se diagnosticaba algún daño a su salud mental, sería referida al nivel más
adecuado para su abordaje.

La autora se ha comprometido ante las autoridades a velar por el secreto que las
mujeres han confiado a las autoridades y evitar que la información generada en las
entrevistas y el estudio lleguen a perjudicar el prestigio de la institución y la moral de
las mujeres que han confiado tanto en las autoridades como en la investigadora.
Los resultados de la investigación fueron presentados formalmente a las
autoridades del distrito II de forma oral y escrito, apoyando las recomendaciones
pertinentes.

50
VIII.- Resultados

Al revisar los archivos de la Comisaría de la mujer del distrito III se encontraban


registradas 68 mujeres. De este total solamente 48 mujeres se encontraron y aceptaron
participar de la entrevista y del estudio una vez que se les explicó los objetivos del
estudio. El resto de mujeres no fueronubicadas en la dirección dada o se rehusaron a
dar información.

8.1 Características socio demográficos

El 70.8% de las mujeres que participaron en el estudio tienen entre 20 a 39 años


de edad, solamente 1 es adolescente y el resto tienen 40 a más años. La ocupación
más frecuente fue ama de casa correspondiente a 23 víctimas, seguida de
comerciante. La procedencia más representada fue la urbana correspondiente a 39
víctimas (ver tabla 1).

Pocas mujeres cursaron y completaron los estudios universitarios, una gran


parte tiene bajo nivel de escolaridad,en que prevalece la secundaria incompletao
menos instrucción, (ver gráfico 1).

Muchas de las mujeres viven con sus parejas en combinación con otros
familiares incluyendo hijos, padres y familia política, este resultado corresponden a 16
mujeres. (ver gráfico 2).

Más de la mitad de las mujeres entrevistadas viven con su pareja en unión de


hecho (54.2%) y el 29.2% son casadas. El 66.7% tiene entre 1 y 3 hijos y el 22.9% de 4
a 6 hijos (Vea tabla 2).

El 50.0% no recibe salario alguno y el 25.0% recibe un salario de 1,000 a 3,500


córdobas. El 47.9% de las sus familias recibe un ingreso de 2,000 a 5,000 córdobas y
el 39.6% reciben un ingreso promedio de 5,001 a 10,000 córdobas. En el 41.7% de las

51
mujeres refirieron que su pareja administra el dinero de la familia, el 25.0% que son
ellas mismas quienes lo administran y el 29.2% que administran el dinero que ganan
entre ella y su pareja (vea tabla 3).

El 25.0% de las mujeres refirieron que no saben cuánto gana su pareja (Vea
gráfico 3) y el 39.6% tienen una relación de dependencia de su pareja (vea gráfico 4).

En cuanto al conocimiento, que tienen las mujeres de las leyes que las protegen
de la violenciael 70.8% de las mujeres perciben que en Nicaragua hay leyes que las
protegen de sufrir de violencia. Un poco menos del 50.0% conocen que la ley 779
protege a la muer que sufre violencia. Muy pocas (25.0%) establecieron el modelo que
se aplica en las comisarías. El 89.6% consideraron que las mujeres requieren de
atención médica y jurídica. El 91.6 % reconocen su derecho a los órganos de justicia
de forma gratuita y el 95.8% reconoció que cualquier forma de violencia es penado por
la ley (ver tabla 4).

Durante situaciones actuales, de violencia, la mayor parte de las víctimas han


sentido como redes de apoyo a la Comisaría de la Mujer, sus familiares y vecinos (ver
gráfico 5).

El 79.2% de las mujeres han recibido maltrato de sus parejas y el 12.5% de su


ex pareja. El 6.3% por un hijo o hija y un 2.1% por un hermano o hermana. La mayoría
tienen de vivir con el agresor 4 años y menos, aunque hay un 41.7% que tienen más de
6 años de vivir con el agresor (ver tabla 5)

8.2 Manifestaciones de violencia

La frecuencia del maltrato se consideró muy frecuente en el 25.0% de las


mujeres (3 o más veces por semana) y frecuente (de 1 a 2 veces por semana) el
39.6%.

52
El 52.1% tiene 2 años o menos de duración de la violencia y un 12.5% más de 2 años
hasta 4 años. Otras tienen más (ver tabla 6).

8.2.1 Caracterización del Primer episodio de violencia

En cuanto al primer episodio de maltrato, el 39.6% de las mujeres iniciaron


maltrato después del primer año de convivencia, y un 29.2% al nacimiento de su
primer hijo, un 12.5% desde el noviazgo. (Ver tabla 6)

Los tipos de violencia psicológica,que más han padecido las mujeres fueron ser
insultadas, gritarles, descalificar frente a otros, descalificarlas en privado y romper
objetos intencionalmente (ver tabla 7).

El tipo de violencia física en que más han recibido fueron lanzar objetos,
empujar, pegar cachetadas y dar golpiza (ver tabla 8).

El tipo de violencia sexual que prevaleció fue que han recibido fue la obligaron a
tener relaciones sexuales (ver tabla 9).

En general se considera que 12 mujeres presentaron maltrato psicológico, 2


físico, 25 psicológico y físico, 1 sexual y 8 una mezcla de las tres formas de maltrato
estudiadas (ver gráfico 6).

Solo el 10.4% recibieron atención médica e igual porcentaje denunció el maltrato


en esa ocasión. De todas ellas el 45.8% contó en aquel momento con apoyo de un
familiar. La mayor parte de las víctimas no presentaron lesiones (ver tabla 10).

53
8.2.2 Caracterización últimos episodios de violencia

En cuanto a los últimos episodios de violencia el más frecuente fue de 1 a 3


meses correspondiente a 18 víctimas seguido por menos de un mes y más de 3 meses
a 6 meses ambos con 11 víctimas
Al llegar a denunciar el maltrato a la comisaría de la mujer, el 91.7% refirió que
fueron insultadas, le gritó su agresor, el 70.8 fue descalificada frente a otros, al 47.9%
la descalificaron en privado y en el 50.0% rompieron objetos intencionalmente como
amenaza y en el 43.8% la amenazaron con golpearla, siendo este formas de maltrato
psicológico (ver tabla 11).

En cuanto a maltrato físico el 52.1% denunciaron que le lanzaron un objeto, al


35.4% las empujaron, al 31.3% le pegaron cachetadas, al 22.9% les dieron una golpiza
y al 35.4% las golpearon con un objeto. Hubo otras formas graves de maltrato físico en
menor proporción como ser amenazadas por armas, agresión por armas, patear o
morder y quemar (ver tabla 12).

En cuanto a violencia sexual en el 41.7% fueron obligadas a tener sexo y en


12.5 la obligaron a tener sexo oral o anal (ver tabla 13).

El tipo de maltrato en los últimos episodios fueron , 9 mujeres por maltrato


psicológico, 3 por maltrato físico, 1 por maltrato sexual, 15 por maltrato psicológico y
físico, 2 por maltrato físico y sexual y 18 por una combinación de las tres formas de
maltrato (ver gráfico 7).

Al llegar a la comisaría el 41.7% de las mujeres tenían contusiones, el 2.1%


esguinces e igual proporción por heridas por arma blanca.El 18.8% recibió atención
médica por alguna de sus lesiones. El 97.9% denunciaron el maltrato y el 41.7%
recibieron apoyo de algún familiar y el 83.3% contó con apoyo social (Vea tabla 14).

54
8.3 Síntomas más frecuentes de estrés postraumático que presentaron las
victimas en estudio

En cuanto al tiempo que experimentan los síntomas, la mayor parte de las


encuestadas refirieron que es más de tres meses con un 83 %El 66.7% de las mujeres
tenían recuerdos intrusivos, el 39.6% sueños intrusivos, el 31.2% “Flashbacks”, el
16.7% malestar psicológico en la sub escala de re-experimentación. (Ver tabla 15)

El 41.7% tenían síntomas de evitar pensar / sentir, el 25.0 evitar actividades,


lugares, el 16.7% amnesia, el 23.0% pérdida de interés en actividades significativas, el
16.7% sensación de desapego o enajenación, el 25.0% restricción de la vida afectiva e
igual proporción en sensación de futuro desolador, para la sub escala de evitación.
(Ver tabla 15)

El 68.7% tenían síntomas de insomnio, el 50.0% irritabilidad, el 27.1% de


dificultad de concentración, el 14.6% de híper vigilancia y el 6.3% respuesta de sobre
salgo para la sub escala de aumento de aumento de la activación (ver tabla 15).El
83.0% de la mujeres tienen esos síntomas desde hace más de 3 meses (ver gráfico 8).

8.4 Comparación de algunas variables socio-demográficas, tipo, frecuencia y


duración de la violencia con la aparición de estrés pos trauma de las mujeres
estudiadas

Se hicieron algunos cruces de variables, encontrando que la edad no muestra


una tendencia de la prevalencia de síntomas globales, ni por cada una de las sub
escalas estudiadas, su relación no fue estadísticamente significativa. Igual
comportamiento tuvo el número de hijos agrupados (ver tabla 16).

La relación entre escolaridad y síntomas globales de gravedad mostró una


tendencia a ser más alta conforme el nivel de escolaridad es menor afectando más el
grupo de analfabetas, primaria incompleta y primaria completa, siendo mucho menor en

55
los niveles altos de escolaridad. Esta asociación fue estadísticamente significativa,
aunque su asociación fue débil (ver tabla 17).

La dependencia económica mostró una asociación débil sin significancia


estadística y la relación entre tipo de violencia mostró una mayor asociación (ver tabla
18).Al comparar la frecuencia de violencia con la frecuencia de síntomas de gravedad
globalse encontró que entre más frecuente fueron los episodios de violencia fue mayor
la frecuencia de síntomas, encontrándose asociación con significancia estadística.
En la duración de la violencia se encontró que entre más tiempo tuvieron las mujeres
de violencia más alta la frecuencia de síntomas, esta relación mostró una asociación
débil, sin significancia estadística. (Ver tabla 19)

Contar con redes de apoyo mostro un modesta asociación con significancia


estadística, de tal forma que contar con apoyo social tiene menor frecuencia de daño
(Vea tabla 19).

56
IX.- Discusión de resultados
.
Las mujeres que demandaron atención en la Comisaría de la mujer por violencia
intrafamiliar se caracterizan por estar en el grupo de 20 a 40 añosy con nivel de
escolaridad bajo, coincidiendo con Rincón P.

Pocas mujeres cursaron y completaron los estudios universitarios, una gran


parte tiene bajo nivel de escolaridad, en que prevalece la secundaria incompleta
coincidiendo con Rincón P.

En relación al principal agresor, es la pareja coincidiendo con el Boletín


epidemiológico a nivel nacional, del Instituto de Medicina Legal 2012, consignado en
las estadísticas en marco teórico en el acápite de violencia, a través de este resultado
se observa una cultura violenta que está arraigada en la sociedad nicaragüense.

Con respecto a características de los últimos episodios de violencia en cuanto a


la atención médica por alguna de sus lesiones, menos de un cuarto de las victimas,
busco atención médica sin embargo coinciden en que en su mayoría denunciaron
maltrato, que la lesión más frecuente fueron las contusiones y que cuentan con apoyo
familiar. todo esto comparado con Rincón P. Estos resultados exponen que son pocas
las mujeres que buscan la atención medica y que por lo tanto la detección y manejo por
parte de atención primaria estará subregistrador por lo que las promoción en
prevención será la acción más adecuada por el MINSA

De acuerdo con el tipo de maltrato el más frecuente fue la violencia psicológica,


física, y sexual seguida de la violencia psicológica, y luego la física y sexual, no
coincidiendo con INIDE,2008 pero si coincidiendo en la principal forma de maltrato con
Paz M, Matud P (2009).

57
Con respecto a las principales manifestaciones de violencia se encontró que las
predominantes en la psicológicas fueron insultos, le gritó su agresor, fue descalificada
frente a otros, descalificaron en privado y una gran parte rompieron objetos,
En cuanto a maltrato físico el 52.1% denunciaron que le lanzaron un objeto, en relación
a la violencia física a la mayoría las empujaron, le pegaron cachetadas, dieron una
golpiza y las golpearon con un objeto. En cuanto a violencia sexual un poco menos de
la mitad fueron obligadas a tener sexo , coincidiendo con Aguirre P , Cova F, Paz M ,
Garrido C, Mundaca I, Rincón P , Troncoso P y Vidal P (2010).

En cuanto a la presencia de síntomas de Trastorno por estrés postraumático, se


encontró presencia de síntomas según escala de Echeburúa, en las tres subescalas,
sin embargo se encontraron más, síntomas de re experimentación y activación,
coincidiendo con Paz M, Matud P (2009) en que se encuentra la presencia de las tres.

En relación a la prevalencia está entre un 25 % a un 68.7 %, coincidiendo con


frecuencia alta con Golding 1999. Siendo el trastornos por estrés postraumático uno de
los trastornos psiquiátrico presente como consecuencia de la violencia intrafamiliar

En relación con la frecuencia del maltrato y tipo de violencia se encontró que a


mayor frecuencia y entre mas florida fueron las manifestaciones de violencia en
especial el mixto físico, psicológico y sexual, seguido del físico y sexual, el sexual
hubo una mayor presencia de estrés postraumático, no siendo así para la duración del
maltrato estos resultados coincidiendo con Paz M, Matud P (2009) y APA 1944

58
X.- Conclusiones

 La frecuencia del cuadro clínico de TPEP oscila entre un 25 % y 68.7%.

 La mayoría de las mujeres que participaron en el estudio tienen entre 20 a 39


años de edad, una gran parte tiene bajo nivel de escolaridad, la mayor parte de
las víctimas han sentido como redes de apoyo a la Comisaría de la Mujer y
elagresor en su mayoría fue su pareja.

 La mayoría de las victimas del estudio sufrieron la violencia intrafamiliar por


parte de su pareja y en su mayoría también saben que cuentan con apoyo legal,
pero no con apoyo de salud mental

 En el maltrato psicológico las manifestaciones más frecuentes fueron insultos,


le gritó su agresor, descalificaciones frente a otros, el maltrato físico encontrado
fueron lanzaron un objeto y empujar y entre las de maltrato sexual fue que las
obligaban a tener relaciones sexuales

 Los síntomas más frecuentes de TEPT fueron recuerdos intrusivos, sueños


intrusivos, “Flashbacks”, evitar pensar , insomnio, e irritabilidad

 La relación entre escolaridad y síntomas globales de gravedad mostró una


tendencia a ser más alta conforme el nivel de escolaridad es menor afectando
más el grupo de analfabetas. Al comparar la frecuencia de violencia con la
frecuencia de síntomas de gravedad global se encontró que entre más
frecuente fueron los episodios de violencia fue mayor la frecuencia de síntomas.

 El tiempo de presentación de los síntomas en la mayor parte de las encuestads


fue mayor de tres meses , por lo que el cuadro clínico es crónico.

59
XI.- Recomendaciones

1. Realización e implementación de instrumentos sencillos de realizar por médicos


generales en atención primaria sobre la detección de violencia intrafamiliar

2. Si se detectan casos de violencia intrafamiliar derivar de forma obligatoria al


equipo de salud mental de dicho centro de atención primaria para su abordaje
interdisciplinario por psicología , psiquiatría y trabajo social , de no contar con
equipo de salud mental derivar a atención terciaria para su valoración inicial

3. Promover actividades donde se involucre el equipo administrativo, equipo de


salud mental y la comunidad, programando actividades como charlas
psicoeducativas dentro de la comunidad, las cuales tendrían un calendario, con
el objetivo propio de la acción de psicoeducar y de dar a la vez el enfoque que
es un problema de salud que debe interesar a toda la sociedad.

4. Realizar otros estudios de prevalencia en víctimas de violencia intrafamiliar, con


el objetivo de identificar los principales trastornos psiquiátricos ya que puede
haber comorbilidad , o encontrar otro trastorno psiquiátrico que no es trastorno
por estrés postraumático como son los trastornos depresivos y los de ansiedad.

5. Coordinar con MINSA o cualquier otra institución la realización de estudios


experimentales , ya sea con psicofármacos o diferentes tipos de psicoterapia en
pacientes que ya han sido valoradas por equipo de salud mental y se les ha
diagnosticado algún trastorno psiquiátrico por el factor violencia

60
XII. Bibliografía
(s.f.).
Aguirre P, Cova F, Paz M, Garrido C, Mundaca I, Rincon P, Troncoso P y Vidal P
(2010) Estrés postraumatico en mujeres victimas de violencia domestica.
Revista chilena de neuro-psiquiatria version On- line ISSN 0717-922
Rev,chil.neuro-psiquiatr. V 48 n.2 Santiago jun. 2010 doi 10.4067/So717-
92272010000300004. REV CHIL NEURO-PSIQUIATR 2010, 48 (2): 114- 122.
Amor, P. E. (2001). Perfil psicopatológico diferencial en víctimas de maltrato doméstico
y en víctimas de agresiones sexuales. Análisis y Modificación de Conducta.,
27(114), 605-629.
Amor, P. E. (2002). Repercusiones psicopatológicas de la violencia doméstica en la
mujer en función de las circunstancias del maltrato. Revista Internacional de
Psicología Clínica y de la Salud International, 2, 227-246.
Amor, P. E. (2002). Repercusiones psicopatológicas de la violencia doméstica en la
mujer en función de las circunstancias del maltrato. Revista Internacional de
Psicología Clínica y de la Salud, 2(2), 227-246.
APA. (1994). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales: DSM-
IVTR.Washington, DC, Estados Unidos.
APA, .. (1980.). Diagnostic and statistical manual of mental disorders. (3rd ed. ed.).
Washington, DC: American Psychiatric Association.
APA. (1994). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales: DSM-
IVTR.Washington, DC: American Psychiatric Association.
Arias, I. &. (1999). Psychological abuse: Implications for adjustment and commitment to
leave violent partners. Violence and Victims,, 14, 55-67.
Báguena, M. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para el tratamiento del
trastorno de estrés postraumático. Psicothema,, 13(3), 479-492.
Báguena, M. J. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para el estrés post-
traumático. Psicothema,, 13(3), 479-492.
Bennice, J. A. (2003.). The relative effects of intimate partner physical and sexual
violence on posttraumatic stress disorder symptomatology. Violence & Victims,,
18, 87-94.

61
Bobes, J., Bousoño, M., Calcedo, A. y González, M.P. (2000). Trastorno de estrés
postraumático. Barcelona: Masson
Breslau N, Kessler RC. The stressor criterion in DSM IV posttraumatic stress disorder:
an empirical investigation. Biol Psychiatry 2001; 50:699-704
Brewin CR, A. B. (2000). Meta-analysis of risk factors for posttraumatic stress disorder
in trauma-exposed adults. J Consult Clin Psychol., 68(5), 748-766.
Brewin CR, A. B. (2000.). Meta-analysis of risk factors for posttraumatic stress disorder
in trauma-exposed adults. J Consult Clin Psychol., 68(5), 748-66.
Brewin, C. A. (2000). Meta-analysis of risk factors for posttraumatic stress disorder in
trauma-exposed adults. Journal of Consulting and ClinicalPsychology, 68(5),
748-766.
Brewin, C. D. (1996). A dual representation theory of posttraumatic stress disorder.
Psychological Review, 103(4), 670-686.
Bryant, R. y. (2000). En A. P. Association., Acute stress disorder: A hand-book of
theory, assessment and treatment. . Washington:.
Calhoun, K.S. y Resick, P.A. (1993). Post-traumatic stress disorder. En D.H. Barlow
(Ed.), Clinical handbook of psychological disorders (2ª ed., pp. 48-98). Nueva
York: Guilford
Convención de Belém do Pará. (1996). Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,INSTITUTO DE MEDICINA LEGAL. Boletín
mensual-Instituto de Medicina Legal 2012
Corral, P. (2004). Perfi l del agresor doméstico. En Ariel. (Ed.), El laberinto de la
violencia. Causas, tipos y efectos (págs. (pp. 239-250)). Barcelona:: En J.
Sanmartín (Ed.),.
Davidson, P. y. (2001). Eye movement desensitization and reprocessing (EMDR): A
meta-analysis. Journal of Consulting and Clinical Psychology,, 69(2), 305-316.
Dutton, M. A. (1992). Empowering and healing the battered woman. . 10.
Dutton, M. G. (2006). Intimate Partner Violence, PTSD, and Adverse Health Outcomes.
Journal of Interpersonal Violence., 21(7), 955-68.

62
Echeburúa, E. (16-18 de febrero de 2005). Seminario Internacional sobre Agresión y
Violencia en Psicología Clínica: Perspectivas Actuales. Tratamiento psicológico
del trauma. Madrid.
Echeburúa, E. (2004). Superar un trauma. El tratamiento de las víctimas de delitos
violentos. Madrid: Pirámide.
Echeburúa, E. A. (2002). Mujeres maltratadas en convivencia prolongada con el
agresor: variables relevantes. Acción Psicológica., 2, 135-150.
Echeburúa, E. A., Corral, P., & Zubizarreta, I. y. (2001). Perfil psicopatológico
diferencial en víctimas de maltrato doméstico y en víctimas de agresiones
sexuales. Anpalisis y modificación de conducta.(27), 605-629.
Echeburúa, E. C. (1997). Psychological treatment of chronic posttraumatic stress
disorder in victims of sexual aggression. Behavior Modification, 21(4), 433-456.
Echeburúa, E. C. (1997). Repercusiones psicopatológicas de la violencia doméstica en
la mujer: un estudio descriptivo. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica,,
2, 7-19.
Echeburúa, E. C. (1997). Repercusiones psicopatológicas de la violencia doméstica en
la mujer: un estudio descriptivo. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica,
2(1), 7-19.
Echeburúa, E. C. (1997). Repercusiones psicopatológicas de la violencia doméstica en
la mujer: un estudio descriptivo. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica,,
2(1), 7-19.
Echeburúa, E. C. (1998). Perfiles diferenciales del trastorno de estrés postraumático en
distintos tipos de víctimas. Análisis y Modificación de Conducta, 24(96), 527-555.
Echeburúa, E. C. (1998.). Perfiles diferenciales del trastorno de estrés postraumático
en distintos tipos de víctimas. Análisis y Modificación de Conducta., 24.(96.),
527-555.
Echeburúa, E. C. (2000). Escala de Inadaptación (EI): Propiedades psicométricas en
contextos clínicos. Análisis y Modificación de Conducta., 26, 325-340.
Echeburúa, E. P. (2002). Mujeres maltratadas en convivencia prolongada con el
agresor: Variables relevantes. Acción Psicológica, 135-150.
Echeburúa, E. y. (1998). Manual de violencia familiar. Madrid: Siglo XXI.

63
ESEMeD/MHEDEA 2000 Investigators (2004). Prevalence of mental disorders in
Europe: Results from the ESEMeD European Study of Epidemiology of Mental
Disorders (ESEMeD) project. Acta Psychiatrica Scandinavica, 109 (suppl. 420),
21–27.
Fecteau, G. y. (1999). Cognitive behavioural treatment of posttraumatic stress disorder
after motor vehicle accident. Behavioural and Cognitive Psychotherapy,, 27, 201-
214.
Foa, E. B. (1985). Treatment of anxiety disorders: Implications for psychopathology. .
En N. E. Hillsdale, & I. A. (Eds.) (Ed.), Anxiety and the anxiety disorders (págs.
451-452.).
Foa, E. B. (1989). Behavioral/cognitive conceptualisation of post-traumatic stress
disorder. Behavior Therapy, 20, 155-176.
Foa, E. C. (2000). Psychological and environmental factors associated with partner
violence. . Trauma, Violence and Abuse,, 1(1), 67-91.
Foa, E., Dancu, C., Hembree, E., Jaycox, L., & Meadows, E. S. (1999). A comparison of
exposure therapy, stress inoculation training and their combination for reducing
posttraumatic stress disorder. Journal of Consulting and Clinical Psychology,.
Foa, E.B., Hearst-Ikeda, D. y Perry, K.J. (1995). Evaluation of a brief cognitive-
behavioral program for the prevention of
chronic PTSD in recent assault victims. Journal of Consulting and Clinical Psychology,
63, 948-955.
Frans, Ö., Rimmö, P.-A., Åberg, L. y Fredrikson, M. (2005). Trauma exposure and post-
traumatic stress disorder in the general population. Acta Psychiatrica
Scandinavica, 111, 291-299.
Gavey, N. (1991). Sexual victimization prevalence among New Zealand University
students. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 59, 464-466.
Golding, J. M. (1999). Intimate Partner Violence as a Risk Factor for Mental Disorders:
A Meta-Analysis. Journal of Family Violence, 14(2).
Hickling, E.J. y Blanchard, E.B. (1997). The private practice psychologist and manual-
based treatments: Posttraumatic stress disorder secondary to motor vehicle
accidents. Behaviour Research and Therapy, 35, 191-203.

64
INIDE. (2008). Encuesta nicaragüense de demografía y salud 2006/07. Informe final.
Managua.
Kaplan H I, Sadock B J & Grebb J A. 1994. Synopsis of Psychiatry 7th Edition.
Baltimore: Williams & Wilken.
Kemp, A. R. (1991). Posttraumatic stress disorder (PTSD) in battered women: A shelter
sample. Journal of Traumatic Stress,, 4, 137-148.
Kessler RC, S. A. (1995). Posttraumatic stress disorder in the National Comorbidity
Survey. Arch Gen Psychiatry, 52, 1048 –1060.
Labrador Encinas, F. F.-V. (2010.). Características psicopatológicas de mujeres
víctimas de violencia de pareja. Psicothema, 22(1), 99-105.
Marks, I. L. (1998). Treatment of posttraumatic stress disorder by exposure and/or
cognitive restructuring. Archives of General Psychiatry,, 55(4), 317-325.
Mercy JA, B. A. (2003). Violence and mental health: perspectives from the World Health
Organization’s World Report on Violence and Health. International Journal of
Mental Health,, 32(1), 20-36.
Messman-Moore, T. L. (2005). Posttraumatic symptoms and self-dysfunction as
consequences and predictors of sexual revictimization. Journal of Traumatic
Stress,, 18., 253–261.
Minsa, N. (2,009.). Normas y protocolos para la Prevención, detección y Atención de la
violencia Intrafamiliar y sexual. . Managua.
ONU. (1994). Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.
A/RES/48/104. Ginebra: Organización de las Naciones Unidad.
ONU. (1985.). Informe de la conferencia mundial para el examen y la evaluación de los
logros del decenio de las Naciones Unidas para la mujer. Igualdad, desarrollo y
paz. A/CONF.116/28/Rev1. Nairobi.: Organizacion de las Naciones Unidas.
OPS. ( 2003.). Informe mundial sobre la violencia y la salud. . Publicación Científica y
Técnica No. 588. , OMS, Oficina Regional para las Américas de la Organización
Mundial de la Salud., Washington, D.C.
Orengo, F. R. (2001). Prevalencia y tipos de trastornos por estrés postraumático en
población general y psiquiátrica. Psiquis., 22(4), 169-176.

65
Paunovic N, Ost LG, Cognitive-behavior therapy vs. exposure therapy in the treatment
of PTSD in refugees. Behav Res Ther. 2001 Oct; 39(10):1183-97
Paz M, MATUD P (2009), Salud Mental de las mujeres maltratadas por su pareja en el
Salvador, Revista Mexicana de Psicología, vol 26, num 1, pp. 51-59
Resick, P. &. (1992.). Cognitive processing therapy for assault victims. Journal of
Consulting and Clinical Psychology,, 60(5), 748-760.
Resick, P.A. y Schnicke, M.K. (1993). Cognitive processing therapy for rape victims.
Newbury Park, CA: Sage
Rincón P, (2003. Trastorno de estrés postraumático en mujeres víctimas de violencia
domestica: evaluación de programas de intervención. Universidad complutense
Madrid, facultad de psicología,
Rodríguez Barroso, X. y. (2009). Violencia doméstica en etapa climatérica en mujeres
de mediana edad. (E. C. Editor, Ed.) Buenos Aires, Argentina: Apuntes.
Rosen, G. (1999). Treatment fidelity and research on eye movement desensitization
and reprocessing (EMDR). Journal of Anxiety Disorders,, 13:, 173-184.
Rothbaum, B. M. (2000). Terapia cognitiva-conductual. En T. K. Foa, Tratamiento del
estrés postraumático (págs. 81-107). Barcelona: Ariel Psicología.
Sampedro, J. (2002). La humanización en el derecho penal. .
Solomon, S. &. (2002). Psychosocial treatment of posttraumatic stress disorder: A
practice-friendly review of outcome research. Journal of Clinical Psychology,,
58(8), 947-959.
Street, A. y. (2001). Psychological abuse and posttraumatic stress disorder in battered
women: Examining the roles of shame and guilt. Violence and Victims,, 16(1),
65-78.
Taft, C. T. (2005). Posttraumatic stress disorder symptomatology among partners of
men in treatment for relationship abuse. Journal of Abnormal Psychology,, 114,,
259–268.
Tarrier, N. S. (1999). Twelve month follow-up of a trial of cognitive therapy or imaginal
exposure in the treatment of PTSD. British Journal of Psychiatry,, 175, 571-575.
Ullman, S. F. (2001). Psychosocial correlates of PTSD symptom severity in sexual
assault survivors. ((. press)., Ed.) Journal of Traumatic Stress.

66
Villavicencio, P. &. (1999.). Violencia doméstica: su impacto en la salud física y mental
de las mujeres. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales/Instituto de la Mujer.,
Madrid:.
Villavicencio, P. y. (1999). Violencia doméstica: su impacto en la salud física y mental
de las mujeres. (M. d. Sociales., Ed.)
Woods, S. (2000). Prevalence and patterns of posttraumatic stress disorder in abused
and postabused women. Issues Mental Health Nursing,, 21(3), 309-324.
Zubizarreta, I., Sarasua, B., Echeburúa, E., de Corral, P., Sauca, D. y Emparanza, I.
(1994). Consecuencias psicológicas del maltrato doméstico. En E. Echeburúa
(Ed.), Personalidades violentas (pp. 129-152). Madrid: Pirámide.

67
68
Entrevista
Trastornos por estrés postraumático en mujeres víctimas de
Violencia intrafamiliar atendidas en la Comisaria / Distrito II,
Managua, en el periodo Febrero 2012- Diciembre 2012

Ficha No. /___/___/___/


I.- Factores socio demográficos:
Edad: /___/___/ Número de hijos: /___/___/
Estado Civil: Nivel de Escolaridad : Ocupación:
 Soltera  Analfabeta  Ama de casa
 Casada  Primaria completa  Trabajadora doméstica
 Viuda  Primaria incompleta  Comerciante
 Unión de hecho  Secundaria completa  Profesora
Procedencia:  Secundaria incompleta  Estilista
 Urbana  Universidad incompleta  Profesional
 Rural  Universidad completa Si trabaja, salario:
 Semiurbana  Técnico
Ingreso familiar:
¿Quién administra el ingreso familiar? ¿Con quién(es) convive usted?
 Madre / Padre  Madre y/o Padre
 Pareja  Pareja
 Hermano (a)  Hijos
 Pariente  Padres/Parejas/hijos
 Otro familiar  Pareja/hijos
Sobre su situación financiera:  Familia política/Pareja/hijos
 ¿Conoce usted cuánto gana su pareja?  Familia política/Pareja
 Usted depende económicamente de su  Padres/Pareja/Hijastros
pareja?  Familia política/Pareja/Hijastros
¿Cuántas parejas ha tenido usted?: /___/___/ De las parejas que usted ha tenido ¿de cuántos ha
recibido algún tipo de maltrato? /___/___/

69
II. Sobre conocimientos: De las siguientes aseveraciones de la violencia intrafamiliar responder según crea
conveniente de la siguiente manera: (1) Totalmente en desacuerdo, (2) En desacuerdo, (3) Indiferente, (4) De
acuerdo, (5) Totalmente de acuerdo.
Aseveraciones Respuesta
1) Nicaragua tiene leyes que protegen a las mujeres que sufren violencia 1 2 3 4 5
2) La ley 779 protege a la mujer que sufre violencia
3) El modelo de atención integral a la mujer se aplican en las comisarias
4) La protección de las mujeres que viven violencia requiere de atención
médica, jurídica, psicológica y social
5) Tienen el derecho de acceder a los órganos de justicia de forma gratuita
6) Cualquiera que sea el tipo de violencia y que traiga consecuencias físicas
psicológicas o ambas es penado por la ley
7) Todas las mujeres tienen derecho tanto en el ámbito público como en el
privado a vivir una vida libre de violencia, a su libertad e integridad sexual y
reproductiva, así como al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de
todos sus derechos humano
III.- Sobre el agresor:Red de apoyo de la paciente
¿Quién es la(s) persona que Tiempo de convivenciacon el : Cuenta usted con Red de apoyo?
le da el maltrato? agresor ¿Hace cuánto tiempo  Familia
 Pareja convive usted con él?  Vecinos
 Padre/Madre  Menos de 2 años  Amigos
 Tíos  2 años a 4  Iglesia
 Hermanos  Más de 4 años a 6  Comisaría de la mujer
 Abuelos  Más de 6 años a 8  Equipo de salud mental
 Más de 8 años  Otras instituciones

70
IV.- Manifestaciones de la violencia
¿Con qué frecuencia se da el Duración del maltrato: Episodios de violencia. Primer
maltrato? ¿Cuánto tiempo lleva episodio de maltrato:
 Muy frecuente(3 o más veces recibiendo maltrato en años?  Noviazgo
por semana)  2 años y menos  Primer año de convivencia
 Frecuente (1 o 2 veces por  Más de 2 años a 4  Después del primer año de
semanavez al mes años convivencia
 Infrecuente (1 vez cada dos  Más de 4 años a 6  Embarazo
semana) años  Nacimiento de los hijos
 Muy infrecuente (1 vez al  Más de seis años a 8
mes o menos ) años
 Más de 8 años
V.- Tipos Violencia Intrafamiliar (Ha sufrido algún tipo de estas agresiones)
Violencia Psicológica: Violencia Física: Violencia sexual:
 Gritar Criterios de Violencia física  La obliga a tener relaciones
 Insultar menos grave: sexuales
 Descalificar frente a  Lanzar un objeto  La obliga tener sexo oral / anal
otros  Empujar  Le introduce otro objeto en su
 Descalificarla en  Pegar cachetadas vagina durante
privado Criterios de Violencia física  la relación sexual
 Prohibir que salga grave:  La golpea durante el acto sexual
 Amenazar con  Patear o morder
Clasifique el tipo de maltrato:
golpearla  Golpear con un objeto
 Psicológico
 Romper objetos  Dar golpiza
 Físico
intencionalmente  Quemar
 Sexual
 Impedirla trabajar de  Amenazar con un arma
 Físico, psicológico y sexual
forma remunerada  Agredir con un arma
 Psicológico y sexual
 Obliga a entregarle sus
 Físico y sexual
ingresos, haciendo él
uso exclusivo de los
mismos

71
Tipos de lesiones: En ese entonces recibió usted atención médica por algún tipo de lesión:
 Contusiones  Si
 Esguinces  No
 Heridas
Denuncio el maltrato que recibía en ese entonces?
 Fracturas  Si
 No corresponde  No
VII.- Conto usted con Red de apoyo?:
¿Conto en aquel momento ¿Contó en aquel Últimos Episodio de Maltrato:
con apoyo con apoyo momento con apoyo  En el último mes
familiar? social?  De 1 mes a 3 meses
 Si  Si  Más de 3meses a 6 meses
 No  No  Más de 6 meses
VIII.- Tipos Violencia Intrafamiliar (Esta vez sufrió algún tipo de estas agresiones)
Violencia Psicológica: Violencia Física: Violencia sexual:
 Gritar Criterios de Violencia física  La obliga a tener relaciones
 Insultar menos grave: sexuales
 Descalificar frente a  Lanzar un objeto  La obliga tener sexo oral / anal
otros  Empujar  Le introduce otro objeto en su
 Descalificarla en  Pegar cachetadas vagina durante
privado Criterios de Violencia física  la relación sexual
 Prohibir que salga grave:  La golpea durante el acto sexual
 Amenazar con  Patear o morder
Clasifique el tipo de maltrato:
golpearla  Golpear con un objeto
 Psicológico
 Romper objetos  Dar golpiza
 Físico
intencionalmente  Quemar
 Sexual
 Impedirla trabajar de  Amenazar con un arma
 Físico, psicológico y sexual
forma remunerada  Agredir con un arma
 Psicológico y sexual
 Obliga a entregarle sus
 Físico y sexual
ingresos, haciendo él
uso exclusivo de los
mismos

72
Tipos de lesiones: Recibió usted atención médica por algún tipo de lesión:
 Contusiones  Si
 Esguinces  No
 Heridas
Denuncio el maltrato que recibía?
 Fracturas  Si
 No corresponde  No
IX.- Conto ahora usted con Red de apoyo?:
¿Conto en este momento con apoyo con apoyo familiar? ¿Contó en este momento con apoyo social?
 Si  Si
 No  No
X.- Cuadro clínico de Trastorno de Estrés Postraumático: Colóquese en cada frase la puntuación
correspondiente de 0 a 3 según la frecuencia e intensidad del síntoma. 0 = NADA, 1= UNA VEZ POR
SEMANA O MENOS/POCO, 2 = DE 2 A 4 VECES , PORSEMANA/BASTANTE, 3 = 5 O MÁS VECES
POR SEMANA/MUCHO
Re-Experimentación (Rango 0-15) Puntos
1. ¿Tiene recuerdos desagradables y recurrentes del suceso, incluyendo imágenes, pensamientos o
percepciones? -
2. ¿Tiene sueños desagradables y repetitivos sobre el suceso?
3. ¿Realiza conductas o experimenta sentimientos que aparecen como si el suceso estuviera
ocurriendo de nuevo?
4. ¿Sufre un malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que
simbolizan o recuerdan algún aspecto del suceso?
5. ¿Experimenta una reactividad fisiológica al exponerse a estímulos internos o externos que
simbolizan o recuerdan algún aspecto del suceso?
Evitación (Rango 0-21)
1. ¿Se ve obligada a realizar esfuerzos para ahuyentar pensamientos, sentimientos o
conversaciones asociadas al suceso?
2. ¿Tiene que esforzarse para evitar actividades, lugares, personas que evocan el recuerdo del
suceso?
3. ¿Se siente incapaz de recordar alguno de los aspectos importantes del suceso?
4. ¿Observa una disminución marcada del interés por las cosas o por la participación en
actividades significativas?

73
5. ¿Experimenta una sensación de distanciamiento o de extrañeza respecto a los demás?
6. ¿Se siente limitada en la capacidad afectiva (por ejemplo, incapaz de enamorarse?
7. ¿Nota que los planes o esperanzas de futuro han cambiado negativamente como consecuencia
del suceso (por ejemplo, realizar una carrera, casarse, tener hijos, etc.)?
Aumento De La Activación (Rango 0-15)
1. ¿Se siente con dificultad para conciliar o mantener el sueño?
2. ¿Está irritable o tiene explosiones de ira?
3. ¿Tiene dificultades de concentración?
4. ¿Está usted excesivamente alerta (por ejemplo, se para de forma súbita para ver quién está a su
alrededor, etc.) desde el suceso?
5. ¿Se sobresalta o se alarma más fácilmente desde el suceso?
¿Desde cuándo experimenta el malestar? ❏ 1-3 meses ❏> 3 meses
XI.- Tipo de violencia:
Síntomas
Tipo de violencia
Re-experimentación Evitación Activación Sumatoria
Físico y psicológico
Psicológico
Físico
Físico, psicológico y sexual
Psicológico y sexual

74
Tabla 1. Características socio demográficas de las mujeres atendidas por Violencia
Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el
período de Febrero 2012- Diciembre 2012.
Variables Número Porcentaje
Edad
 Menor de 20 1 2.1
 20 a 29 17 35.4
 30 a 39 17 35.4
 40 a 49 8 16.7
 50 a 59 5 10.4
Ocupación
 Ama de casa 23 47.9
 Trabajadora doméstica 3 6.3
 Comerciante 10 20.8
 Profesora 5 10.4
 Estilista 4 8.3
 Medico 1 2.1
 Otros 2 4.2
Procedencia
 Urbana 39 81.3
 Semiurbana 9 18.8
Total 48 100.0

75
Gráfico 1. Escolaridad de las mujeres atendidas por Violencia Intrafamiliar en la
Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el período de Febrero
2012 – Diciembre 2012.
14 13
12
Número de mujeres

10
10

8 7
6
6 5
4
4 3
2

0
Analfabeta Primaria Primaria Secundaria Secundaria Universitaria Universitaria
incompleta completa incompleta completa incompleta completa
Escolaridad

76
Gráfico 2. Personas con que viven las mujeres atendidas por Violencia Intrafamiliar en
la Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el período de Febrero
2012- Diciembre 2012.
18
16
16 15
Número de mujeres

14
12
10
8
8
6
4 3 3
2 1 1 1
0

Personas con la que vive la mujer

77
Tabla 2. Algunas características sexuales y reproductivas de las mujeres atendidas por
Violencia Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en
el período de Febrero 2012- Diciembre 2012.
Variables Número Porcentaje
Estado civil
 Soltera 6 12.5
 Casada 14 29.2
 Viuda 2 4.2
 Unión de hecho 26 54.2
Número de hijos
 0 4 8.3
 1a3 32 66.7
 4a6 11 22.9
 7 y mas 1 2.1
Total 48 100.0

78
Tabla 3. Características socio económicos de las mujeres atendidas por Violencia
Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el
período de Febrero 2012 - Diciembre 2012.
Variables Número Porcentaje
Salario
 No recibe 24 50.0
 1,000 a 3,500 12 25.0
 3,501 a 5,000 7 14.6
 5,001 a 10,000 4 8.3
 10,001 a 15,000 1 2.1
Ingreso familiar
 2,000 a 5,000 23 47.9
 5,001 a 10,000 19 39.6
 10,001 a 15,000 2 4.2
 15,001 a 20,000 3 6.3
 20,001 a 30,000 1 2.1
Persona que administra el
dinero
 Pareja 20 41.7
 Paciente 12 25.0
 Otro familiar 2 4.2
 Pareja/Paciente 14 29.2
Total 48 100.0

79
Gráfico 3. Conocimientos de las mujeres atendidas por Violencia Intrafamiliar en la
Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el período de Febrero
2012- Diciembre 2012 sobre cuánto gana su pareja.

No saben
12
25.0%

Si, saben
36
75.0%

80
Gráfico 4. Dependencia económica de las mujeres atendidas por Violencia Intrafamiliar
en la Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el período de
Febrero 2012- Diciembre 2012 en relación a su pareja.

Si, dependen
19
39.6%

No, no dependen
29
60.4%

81
Tabla 4. Percepción que tienen las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, sobre
el esfuerzo del estado para la prevención y la atención de la Violencia
Intrafamiliar. (n=48)
Totalmente Totalmente
En desacuerdo Indiferente De acuerdo
Aseveración desacuerdo de acuerdo
No. % No. % No. % No. % No. %
Nicaragua tiene leyes que
protegen a las mujeres 0 0.0 5 10.4 9 18.8 29 60.4 5 10.4
que sufren violencia
La ley 779 protege a la mujer
3 6.3 5 10.4 18 37.5 20 41.7 2 4.2
que sufre violencia
El modelo de atención
integral a la mujer se aplican 1 2.1 8 16.7 27 56.3 10 20.8 2 4.2
en las comisarias
La protección de las mujeres
que viven violencia requiere 0 0.0 2 4.2 3 6.3 38 79.2 5 10.4
de atención médica, jurídica.
Tienen el derecho de
acceder a los órganos de 0 0.0 1 2.1 3 6.3 40 83.3 4 8.3
justicia de forma gratuita
Cualquiera que sea el tipo
de violencia y que traiga
consecuencias físicas 0 0.0 1 2.1 1 2.1 42 87.5 4 8.3
psicológicas o ambas es
penado por la ley
Todas las mujeres tienen
derecho tanto en el ámbito
público como en el privado a
vivir una vida libre de
violencia, a su libertad e
0 0.0 1 2.1 3 6.3 39 81.3 5 10.4
integridad sexual y
reproductiva, así como al
reconocimiento, goce,
ejercicio y protección de
todos sus derechos humano

82
Gráfico 5. Redes de apoyo que refirieron tener las mujeres atendidas por Violencia
Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el
período de Febrero 2012- Diciembre 2012.

Comisaría/Amigos/Vecinos 8

Comisaría/Familia 15
Redes de apoyo

Otras instituciones 2

Equipo de salud mental 1

Comisaría de la mujer 20

Vecinos/Amigos 2

0 5 10 15 20 25
Número de mujeres

83
Tabla 5. Referencias que hacen las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2011- Diciembre 2012, sobre
los antecedentes de Violencia Familiar.
Variables Número Porcentaje
¿De quién recibe usted maltrato?
 Pareja 38 79.2
 Ex-pareja 6 12.5
 Hijo/a 3 6.3
 Hermano/a 1 2.1
Tiempo de convivencia con el
agresor
 2 años y menos 10 20.8
 Más de 2 años a 4 años 14 29.2
 Más de 4 años a 6 años 4 8.3
 Más de 6 años a 8 años 5 10.4
 Más de 8 años 15 31.3
Total 48 100.0

84
Tabla 6. Referencias que hacen las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, sobre
los antecedentes de Violencia Familiar.
Variables Número Porcentaje

Frecuencia de la VIF
 Muy frecuente 12 25.0
 Frecuente 19 39.6
 Infrecuente 11 22.9
 Muy infrecuente 6 12.5
Duración de VIF
 2 años y menos 25 52.1
 Más de 2 años a 4 años 6 12.5
 Más de 4 años a 6 años 8 16.7
 Más de 6 años a 8 años 1 2.1
 Más de 8 años 5 10.4
Primer episodio de maltrato
 Noviazgo 6 12.5
 Primer año de convivencia 9 18.8
 Después del primer año de
19 39.6
convivencia
 Nacimiento de los hijos 14 29.2

85
Tabla 7. Referencia que hace las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012-Diciembre 2012, sobre el
tipo de violencia Intrafamiliar que ha vivido (n=48).
Tipo de violencia psicológica Número Porcentaje
Insultar 42 87.5
Gritar 38 79.2
Descalificar frente a otros 35 72.9
Descalificarla en privado 33 68.8
Romper objetos intencionalmente 17 35.4
Amenazar con golpearla 16 33.3
Impedirla trabajar de forma
9 18.8
remunerada
Prohibir que salga 6 12.5
Obliga a entregarle sus ingresos
haciendo él uso exclusivo de los 2 4.2
mismos

Tabla 8. Referencia que hace las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, sobre el tipo de
violencia Intrafamiliar que ha vivido (n=48).
Tipo de violencia física Número Porcentaje
Lanzar un objeto 25 52.1
Empujar 21 43.8
Pegar cachetadas 16 33.3
Dar golpiza 12 25.0
Golpear con un objeto 4 8.3
Amenazar con un arma 4 8.3
Agredir con un arma 1 2.1
Patear o morder 0 0.0
Quemar 0 0.0

86
Tabla 9. Referencia que hace las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, sobre el tipo de
violencia Intrafamiliar que ha vivido (n=48).
Tipo de violencia sexual Número Porcentaje
La obliga a tener relaciones sexuales 10 20.8
La obliga tener sexo oral / anal 1 2.1
Le introduce otro objeto en su vagina
0 0.0
durante la relación sexual
La golpea durante el acto sexual 0 0.0

Gráfico 6. Tipo de maltrato que sufrieron en el primer episodio de violencia, las mujeres
atendidas por Violencia Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del distrito
II de Managua en el período de Febrero 2012- Diciembre 2012.
30
25
25

20
Número

15 12
10 8
5 2 1
0

Tipo de maltrato recibido por las mujeres

87
Tabla10. Características de la historia del primer episodio de maltrato recibido por las
mujeres por las que demandaron atención en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012- Diciembre 2012.
Variables Número Porcentaje

Tipos de lesiones
 Contusiones 6 12.5
 Esguinces 4 8.3
 Ninguna o no valorada 38 79.2
¿Recibió usted atención médica por
algún tipo de lesión?
 No 43 89.6
 Si 5 10.4
¿Denuncio el maltrato que recibía en
ese entonces?
 No 43 89.6
 Si 5 10.4
¿Contó en aquel momento con
apoyo de algún familiar?
 No 26 54.2
 Si 22 45.8
Total 48 100.0

88
Tabla 11. Referencia que hace las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012-Diciembre 2012, sobre
el tipo de violencia Intrafamiliar por la que acudió (n=48).
Últimos episodios de maltrato Número Porcentaje
Últimos Episodio De Maltrato
 Último mes 11 22.9
 De un mes a 3 meses 18 37.5
 Más de 3 meses a 6 meses 11 22.9
 Más de 6 meses 8 16.7
Tipo de violencia psicológica

Insultar 44 91.7
Gritar 44 91.7
Descalificar frente a otros 34 70.8
Descalificarla en privado 23 47.9
Romper objetos intencionalmente 24 50.0
Amenazar con golpearla 21 43.8
Impedirla trabajar de forma
3 6.3
remunerada
Prohibir que salga 10 20.8
Obliga a entregarle sus ingresos
haciendo él uso exclusivo de los 0 0.0
mismos

89
Tabla12. Referencia que hace las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, sobre
el tipo de violencia Intrafamiliar que ha vivido (n=48).
Tipo de violencia física Número Porcentaje
Lanzar un objeto 25 52.1
Empujar 17 35.4
Pegar cachetadas 15 31.3
Dar golpiza 11 22.9
Golpear con un objeto 17 35.4
Amenazar con un arma 4 8.3
Agredir con un arma 1 2.1
Patear o morder 2 4.2
Quemar 2 4.2

Tabla13. Referencia que hace las mujeres atendidas en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managuaen el período de Febrero 2012 –Diciembre 2012, sobre
el tipo de violencia Intrafamiliar que ha vivido (n=48).
Tipo de violencia sexual Número Porcentaje
La obliga a tener relaciones sexuales 20 41.7
La obliga tener sexo oral / anal 6 12.5
Le introduce otro objeto en su vagina
0 0.0
durante la relación sexual
La golpea durante el acto sexual 0 0.0

90
Gráfico 7. Tipo de violencia que sufrieron las mujeres atendidas por Violencia
Intrafamiliar al ser atendidas en la Comisaría de la mujer del distrito II de
Managua en el período de Febrero 2012- Diciembre 2012.
20 18
18
16 15
14
12
Número

10 9
8
6
4 3
2
2 1
0

Tipo de maltrato recibido por las mujeres

91
Tabla 14. Características de la historia de maltrato recibido por las mujeres atendidas
en la Comisaría de la mujer del distrito II de Managuaen el período de
Febrero 2012- Diciembre 2012.
Variables Número Porcentaje
Tipos de lesiones
 Contusiones 20 41.7
 Esguinces 1 2.1
 Heridas por arma blanca 1 2.1
 Ninguna o no valorada 26 54.2
¿Recibió usted atención médica por
algún tipo de lesión?
 No 39 81.3
 Si 9 18.8
¿Denuncio el maltrato que recibía en
ese entonces?
 No 1 2.1
 Si 47 97.9
¿Conto en aquel momento con apoyo
de algún familiar?
 No 28 58.3
 Si 20 41.7
¿Conto con apoyo social?
 Si 40 83.3
 No 8 16.7
Total 48 100.0

92
Tabla15. Síntomas de estrés postraumático en mujeresatendidas por Violencia
Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del distrito II de Managua en el
período de Febrero 2012- Diciembre 2012. (n=48).
Puntuación (Casos) Presencia de síntoma
Síntoma Prevalencia
Nada Poco Bastante Mucho Número
(%)
Sub-escala de re experimentación
 Recuerdos intrusivos 5 11 29 3 32 66.7
 Sueños intrusivos 8 21 19 0 19 39.6
 “Flashbacks” 12 21 15 0 15 31.2
 Malestar psicológico 12 28 8 0 8 16.7
 Malestar fisiológico 19 29 0 0 0 0.0
Sub-escala de evitación
 Evitar pensar/Sentir 8 20 19 1 20 41.7
 Evitar actividades, lugares 12 24 12 0 12 25.0
 Amnesia 18 22 8 0 8 16.7
 Pérdida de interés en actividades
11 26 11 0 11 23.0
significativas
 Sensación de desapego o
11 29 8 0 8 16.7
enajenación
 Restricción de la vida afectiva 12 23 12 0 12 25.0
 Sensación de futuro desolador 15 23 12 0 12 25.0
Sub-escala de aumento de la
activación
 Insomnio 8 7 33 0 33 68.7
 Irritabilidad 11 13 24 0 24 50.0
 Dificultades de concentración 8 27 13 0 13 27.1
 Hipervigilancia 15 26 6 1 7 14.6
 Respuesta de sobresalto 21 24 2 1 3 6.3

Se requiere puntaje de bastante o mucho para ser considerado síntoma (Echeburúa et al 1997b).

93
Gráfico 8. Tiempo desde que experimenta el malestar que hace referencia las mujeres
atendidas por Violencia Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del distrito
II de Managua en el período de Febrero 2012- Diciembre 2012.

Menos de 1 mes
3 1 a 3 meses
6% 5
11%

Más de 3 meses
40
83%

94
Tabla 16. Síntomas de gravedad clínica relacionada a estrés postraumático en
mujeresatendidas por Violencia Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managua en el período de Febrero 2012 –Diciembre 2012 según
edad y número de hijos.
Frecuencia de síntomas de gravedad clínica (%)
Re- Aumento de la
Variables Evitación Global
experimentación activación
No. % No. % No. % No. %
Edad1
 Menor de 20 (1) 1 100.0 1 100.0 1 100.0 1 100.0
 20 a 29 (17) 13 76.5 13 76.5 15 88.2 14 82.4
 30 a 39 (17) 12 70.6 12 70.6 12 70.6 12 70.6
 40 a 49 (8) 7 87.5 7 87.5 7 87.5 7 87.5
 50 a 59 (5) 5 100.0 5 100.0 5 100.0 5 100.0
2
Número de hijos
 0 (4) 4 100.0 4 100.0 4 100.0 4 100.0
 1 a 3 (32) 23 71.9 23 71.9 25 78.1 24 75.0
 4 a 6 (11) 10 90.9 10 90.9 10 90.9 10 90.9
 7 y más (1) 1 100.0 1 100.0 1 100.0 1 100.0
Total 38 79.2 38 79.2 40 83.3 39 81.3

1
Tau de Goodman y Kruskal=0.2446; p=0.5795
2
Tau de Goodman y Kruskal=0.0552; p=0.4491

95
Tabla 17. Síntomas de gravedad clínica relacionada a estrés postraumático en
mujeresatendidas por Violencia Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managua en el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, según
escolaridad.
Frecuencia de síntomas de gravedad clínica (%)
Re- Aumento de
Variables Evitación Global
experimentación la activación
No. % No. % No. % No. %
Escolaridad3
 Analfabeta (3) 3 100.0 3 100.0 3 100.0 3 100.0
 Primaria incompleta (7) 7 100.0 7 100.0 7 100.0 7 100.0
 Primaria completa (6) 6 100.0 6 100.0 6 100.0 6 100.0
 Secundaria incompleta (10) 7 70.0 7 70.0 7 70.0 7 70.0
 Secundaria completa (13) 12 92.3 11 84.6 12 92.3 12 92.3
 Universidad incompleta (5) 2 40.0 2 40.0 3 60.0 2 40.0
 Universidad completa (4) 1 25.0 2 50.0 2 50.0 2 50.0
Total 38 79.2 38 79.2 40 83.3 39 81.3

3
Tau de Goodman y Kruskal=0.0016; p=0.0330

96
Tabla 18. Síntomas de gravedad clínica relacionada a estrés postraumático en
mujeresatendidas por Violencia Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managua en el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, según
dependencia económica y tipo de violencia recibida.
Frecuencia de síntomas de gravedad clínica (%)
Aumento
Re-
Variables Evitación de la Global
experimentación
activación
No. % No. % No. % No. %
Dependencia económica4
 Si (19) 15 78.9 16 84.2 17 89.5 16 84.2
 No (29) 23 79.3 22 75.9 23 79.3 23 79.3
5
Tipo de Violencia
 Psicológico (9) 2 22.2 6 66.7 8 88.9 7 77.8
 Físico (3) 1 33.3 2 66.7 2 66.7 2 66.7
 Sexual (1) 0 0.0 1 100.0 2 100.0 1 100.0
 Psicológico/físico (15) 6 40.0 10 66.7 10 66.7 10 66.7
 Físico/sexual (2) 0 0.0 2 100.0 2 100.0 2 100.0
 Psicológico/físico/sexual (18) 1 5.6 17 94.4 17 94.4 17 94.4
Total 38 79.2 38 79.2 40 83.3 39 81.3

4
Coeficiente V de Cramer=0.0614; p=0.9623
5
Coeficiente V de Cramer=0.3333; p=0.3766

97
Tabla 19. Síntomas de gravedad clínica relacionada a estrés postraumático en
mujeresatendidas por Violencia Intrafamiliar en la Comisaría de la mujer del
distrito II de Managua en el período de Febrero 2012- Diciembre 2012, según
frecuencia, duración y redes de apoyo a la mujer.
Frecuencia de síntomas de gravedad clínica (%)
Aumento
Re-
Variables Evitación de la Global
experimentación
activación
No. % No. % No. % No. %
Frecuencia de la VIF6
 Muy frecuente (12) 12 100.0 12 100.0 12 100.0 12 100.0
 Frecuente (19) 18 94.7 19 100.0 19 100.0 19 100.0
 Poco frecuente (11) 8 72.7 7 63.6 9 81.8 11 100.0
 Raras veces (6) 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0
7
Duración de VIF
 2 años y menos (25) 16 64.0 16 64.0 17 68.0 17 68.0
 Más de 2 años a 4 años (6) 5 83.3 5 83.3 6 100.0 5 83.3
 Más de 4 años a 6 años (8) 8 100.0 8 100.0 8 100.0 8 100.0
 Más de 6 años a 8 años (1) 1 100.0 1 100.0 1 100.0 1 100.0
 Más de 8 años (5) 5 100.0 5 100.0 5 100.0 5 100.0
¿Contó en aquel momento con apoyo
familiar?8
 Si (20) 18 90.0 19 95.0 20 100.0 19 85.0
 No (28) 20 71.4 19 67.9 20 71.4 20 71.4
¿Contó en aquel momento con
apoyo social?9
 Si (40) 31 77.5 32 80.0 33 82.5 32 80.0
 No (8) 7 87.5 6 75.0 7 87.5 7 87.5
Total 38 79.2 38 79.2 40 83.3 39 81.2

6
Tau de Goodman y Kruskal=1.0000; p=0.0000
7
Tau de Goodman y Kruskal=0.1287; p=0.2153
8
Coeficiente V de Cramer=0.2977; p=0.0609
9
Coeficiente V de Cramer=0.2977; p=0.0271

98

También podría gustarte