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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

Facultad de Humanidades

Departamento de Psicología

“Prevalencia del Síndrome de Burnout en Médicos Residentes de tercer año del


Hospital Nacional Pedro de Bethancourt”

TESIS

CINDY YOLANDA MARTÍNEZ RIVERA

Carné 21055-06

La Antigua Guatemala, 18 de enero de 2012


UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

Facultad de Humanidades

Departamento de Psicología

“Prevalencia del Síndrome de Burnout en Médicos Residentes de tercer año del


Hospital Nacional Pedro de Bethancourt”

TESIS

Presentada ante el Consejo de la Facultad de Humanidades

Por:

Cindy Yolanda Martínez Rivera

Previo a optar al título de:

Psicóloga Clínica

En el grado académico de:

Licenciada

La Antigua Guatemala,18 enero de 2012


AUTORIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR

Rector P. Rolando E. Alvarado López, S. J.


Vicerrectora Académica Dra. Lucrecia Méndez de Penedo
Vicerrector de investigación y Proyección P. Carlos Cabarrus Pellicer, S. J.
Vicerrector de Integración Universitaria P. Eduardo Valdés Barria, S.J
Vicerrector Administrativo Lic. Ariel Rivera Irías
Secretaria General Licda. Fabiola de la Luz Padilla

AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES

Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos


Vicedecano M.A. Hosy Benjamer Orozco
Secretaria M.A. Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón
Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina Mariscal de Jurado
Directora del Departamento de Educación M.A. Hilda Díaz de Godoy
Directora del Departamento de Ciencias de
Ciencias de la Comunicación M.A. Nancy Avendaño
Directora del Departamento de
Letras y Filosofía M.A. Ernesto Loukota
Representantes de Catedráticos Lic. Ignacio Lacleriga Jiménez
Representante ante Consejo de Facultad Licda. Melisa Lemus

Asesora de Tesis
Licda. Victoria Cabrera

Revisora de Tesis
Licda. Cynthia Brenes
Dedico este logro a los cuatro pilares más importantes
de mi vida: a mi padre, por fomentar en mí un espíritu de lucha, fortaleza e
independencia; a mi madre, por todo el amor,
energía y carisma entregados incondicionalmente día a día; a mi hermano,
por su apoyo en todo momento, por cada palabra de ánimo,
por llenar mis días con sonrisas y por todos sus cuidados; a mi hermana, por ser
cómplice y motivación en este y muchos otros retos,
por su paciencia y positivismo
a cada uno de ellos por mantenerse a mi lado, por ayudarme a culminar
esta etapa y por demostrarme su amor a través de cada detalle.

Y especialmente a Dios, por ser el cimiento de este éxito,


por otorgarme la sabiduría necesaria para triunfar,
por su fidelidad y sus bendiciones reflejadas en mi vida,
pero sobre todo por su infinito amor.

“El que alguien toque mi vida es un privilegio,


tocar la vida de alguien es un honor pero el ayudar a que otros toquen
sus propias vidas, es un placer indescriptible.”

-Anónimo-
ÍNDICE

CAPITULO I

Introducción............................................................................................... 2

Marco Teórico .......................................................................................... 3

CAPITULO II

Planteamiento del problema ..................................................................... 21


2.1 Objetivos ............................................................................................ 22
2.1.1 Objetivo general .............................................................................. 22
2.1.2 Objetivos específicos ....................................................................... 22
2.2 Hipótesis ............................................................................................. 23
2.3 Variables de estudio ............................................................................ 23
2.3.1 Definición conceptual de la variable de estudio ............................... 23
2.3.2 Definición operacional de la variable de estudio ............................. 24

2.4 Variables intervinientes ...................................................................... 24

2.5 Alcances y limitaciones ...................................................................... 24

2.6 Aportes ............................................................................................... 25

CAPITULO III

Método ..................................................................................................... 26
3.1 Sujetos ............................................................................................... 26
3.2 Instrumento ........................................................................................ 26
3.3 Procedimiento .................................................................................... 28
3.3 Diseño y metodología estadística ...................................................... 29

CAPITULO IV

Presentación de resultados ...................................................................... 30

CAPITULO V

Discusión de resultados ........................................................................... 40

CAPITULO VI

Conclusiones ............................................................................................ 46

CAPITULO VII

Recomendaciones .................................................................................... 48
CAPITULO VIII

Referencias Bibliográficas ........................................................................ 50

ANEXOS

Anexos ..................................................................................................... 56
RESUMEN

El objetivo de este estudio consistió en identificar la prevalencia del Síndrome de


Burnout y determinar los niveles alto, intermedio y bajo de cansancio emocional,
despersonalización y realización personal que presentan los médicos residentes de
tercer año de las especialidades de medicina interna, gineco-obstetricia, pediatría y
traumatología del Hospital Nacional Pedro de Bethancourt de Antigua Guatemala
durante el 2011.

El presente estudio de tipo descriptivo, se llevó a cabo en un espacio de tiempo


determinado, y se utilizó como instrumento para la obtención de datos el cuestionario de
medición MBI -Maslach Burnout Inventory- autoaplicado a 20 médicos residentes de
diferente especialidad y sexo.

Posteriormente, los resultados fueron analizados, interpretados y presentados


por medio de tablas y gráficas, a través de los cuales se pudo concluir que no existe
prevalencia del Síndrome de Burnout en la población estudiada.

Sin embargo, con respecto a los indicadores del Síndrome de Burnout que
presentan los médicos residentes de tercer año, el 15% se ubica en un nivel alto de
cansancio emocional, el 20% en un nivel alto de despersonalización y el 30% en un
nivel intermedio de realización personal, siendo en su mayoría sujetos de género
femenino quienes se ubican en estas escalas.

.
I. INTRODUCCIÓN

Aunque desde hace más de treinta años se habla de lo que hoy se conoce como
Síndrome de Bournout, éste ha tenido un incremento significativo en la actualidad,
probablemente debido a la exposición permanente en la que el ser humano se
encuentra ante factores estresantes y emocionales relacionados íntimamente con el
trabajo diario y con el ritmo de vida acelerado.

Debido a que muchas personas ignoran lo que este término conlleva y


desconocen que pueden ser víctimas del Síndrome de Bournout y de sus
consecuencias físicas, mentales, emocionales, desde hace tiempo atrás se ha
generado un mayor interés en los estudios relacionados con este síndrome, los cuales
han revelado datos significativos que han puesto en alerta a los profesionales de la
salud, ya que se considera que son ellos las principales víctimas del Síndrome de
Bournout. (GeoSalud, 2007).

Los médicos desarrollan una función importante a nivel mundial, son reconocidos
por los amplios conocimientos que poseen sobre la salud y la enfermedad, y en
determinado momento el papel que desarrollan va más allá de simples personas con
batas blancas, más bien este papel implica una esperanza de vida para sus pacientes y
para los familiares del mismo, lo que puede generar en estos profesionales sentimientos
de logro, satisfacción, pertenencia, etc. Pero si en cambio de estos aspectos positivos,
el médico profesional inicia a experimentar sensaciones de desanimo, tristeza,
frustración y enojo con respecto a su profesión y al trabajo que un día realizaba tan
felizmente, se debe tomar como una señal de alarma y prestar atención a lo que ocurre.
Aunque pareciera que la vida de un médico es interesante, la mayoría de veces viene
acompañada de grandes niveles de estrés.

Además, al referirse a los médicos de Guatemala, se debe sumar a este estrés


cotidiano la idea de enfrentarse a diario con el tema de la muerte, aumento de la
demanda, el hecho de laborar en instalaciones no adecuadas para el trabajo que

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realizan, la falta de insumos para los pacientes, extensos horarios de trabajo,
inestabilidad económica que los lleva a múltiples trabajos que los alejan día a día de la
vida familiar y social, entre muchos otros factores, los cuales al integrarse generan un
nivel más alto de estrés que provocan en estos profesionales de la medicina un cambio
radical en la actitud ante su trabajo, realizando casi por obligación lo que un día hacían
por satisfacción, brindando una calidad de servicio muy por debajo de lo que los
pacientes esperan para poder sentirse comprendidos y de alguna manera recuperarse.
Y al pensar que las únicas personas perjudicadas con esta actitud son los médicos
mismos, se comete una equivocación, ya que aparte de los médicos se ven
involucrados sus familiares, colegas, jefes, personal que labora en la misma institución,
pacientes, familiares del paciente, etc. Es decir, que finalmente el Síndrome de Burnout
puede tener repercusiones en todo el sistema social del país.

Derivado de esto, y tomando en cuenta la importancia de la psicología como


herramienta para mantener el equilibrio en la vida del ser humano, nace la presente
investigación que aborda el tema del Síndrome de Burnout desde una perspectiva
particular.

El Burnout, aunque no con tal nombre, se definió al principio como una patología
psiquiátrica experimentada por algunos profesionales que trabajaban en instituciones
cuyo objeto de trabajo son las personas.

Bosqued (2008) señala que el término Burnout fue descrito por primera vez en
1974 por el psiquiatra Herbert Freudenberg, quien en su trabajo como voluntario en una
clínica para toxicómanos observó que la mayoría del personal que laboraba en la
misma, al cabo de aproximadamente un año del inicio de sus labores, experimentaba
algunos cambios en su actitud hacia su trabajo y en el desempeño de sus funciones,
entre éstas: pérdida de energía, desmotivación por el trabajo, agotamiento, cambios en
la manera de comportarse hacia los pacientes y/o clientes, agresividad, niveles de
ansiedad y depresión, entre otros; ante esto, Freudenberg definió estos síntomas como
Burnout.

3
Posterior a esto, la Psicóloga Social Christina Maslach dio a conocer de manera
pública y oficial el término Burnout en la exposición del Congreso Anual de la
Asociación Americana de Psicología en 1976, el cual era empleado por los abogados
californianos para describir el proceso gradual de pérdida de responsabilidad
profesional y desinterés, refiriéndose a un conjunto de respuestas emocionales que
afectaban a los profesionales que brindaban un tipo de ayuda; derivado de esto,
Maslach determinó que los afectados sufrían una sobrecarga emocional. Luego de esto,
en 1981 Maslach definió el Síndrome de Burnout como: “un síndrome tridimensional
caracterizado por agotamiento emocional, despersonalización y baja realización
personal, que puede ocurrir entre individuos que trabajan en contacto directo con
clientes o pacientes” (Bosqued, 2008).

Según Bosqued (2008), dicho término ha sido traducido de diferentes maneras y


en diferentes lugares, por lo que también se le conoce como: el Síndrome del
Trabajador Quemado, Síndrome de Desgaste Profesional (SDP), Síndrome de
quemarse en el trabajo (SQT), Síndrome de Profesional Exhausto o Sobrecargado,

entre otros. De cualquier modo, el Síndrome de Burnout se considera como un

trastorno que se desarrolla en relación al trabajo y que posee una evolución que puede
dar comienzo con una ilusión por iniciar un nuevo empleo y terminar en el deseo de huir
de éste de forma desesperada y padecer una sensación de agotamiento y de
frustración que abruman al trabajador, lo que origina una reducción de la productividad
en el trabajo, pérdida de la motivación por desarrollar la jornada laboral y apatía.

El Síndrome de Burnout es un nuevo término para describir un viejo problema


que actualmente tiene mucha incidencia y que presenta un cuadro de desgaste
profesional, el cual puede afectar a todos los trabajadores que desempeñan funciones
de atención o ayuda a otras personas, las cuales pueden presentar diversos grados de
dificultad o funcionalidad; entre éstos se pueden mencionar de manera especial los
profesionales de la salud, los docentes, los magistrados y los policías, entre otros.
(Bosqued, 2008).

4
Por otro lado, el Burnout se define como un síndrome de estrés crónico de
aquellos profesionales de servicios que se caracterizan por una atención intensa y
prolongada con personas que están en una situación de necesidad o dependencia, el
cual puede afectar a todas las profesiones asistenciales, pero esencialmente a los
servidores de salud y docentes. (No al maltrato y la violencia, 2008).

Ante esto, y el malestar padecido en los profesionales de la salud de algunos


hospitales por el proceso socioeconómico y el incremento de la demanda de asistencia
de la población, el Síndrome de Burnout en personal de salud se ha convertido en
objeto de numerosos estudios en los últimos años.

La revista electrónica Ser Médico (2011) y datos estadísticos, indican que el 76%
de los médicos tienen más de un empleo y una menor expectativa de vida que otras
personas con distintas profesiones. Asimismo, indican que ocho de cada diez médicos
sufren de agotamiento emocional y padecen de enfermedades diez veces más que
otros profesionales, como por ejemplo: los ingenieros. Y aunque existe una serie de
factores que se puede considerar como desencadenantes del estrés que se va
acumulando sin que la persona se de cuenta, los expertos han formulado una hipótesis
para explicar los problemas de salud que padecen quienes la asisten, la cual postula
que, debido a la intensa labor que realiza el personal médico, éstos se van desviando
de los parámetros de salud que promueven entre sus pacientes, llegando a lo que se
denomina Síndrome de Burnout.

Aunque todo trabajo conlleva un desgaste fisiológico y demanda diferentes


niveles de energía, el hecho de trabajar con personas implica una demanda mayor para
el profesional, y en el caso de los médicos, si los pacientes están gravemente enfermos,
la demanda es aún mayor.

Además, Gálvez, Moreno y Mingote (2009) señalaron que existen otros factores
como por ejemplo la necesidad de adaptación a los avances científicos y técnicos, la
presión asistencial, expectativas sociales sobre el trabajo médico, responsabilidades

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civiles y penales, entre otros; los cuales hacen aún más difícil la aplicación de
competencias profesionales y conlleva a lo que es el Síndrome de Burnout, provocando
no solo la grave limitación o pérdida de la idoneidad profesional, sino también trastornos
en la salud que pueden llegar a ocasionar desde trastornos funcionales hasta la muerte.

Por estas razones, y con el objetivo de abordar aspectos importantes respecto al


Síndrome de Burnout, han surgido diversos estudios realizados en Guatemala y que
pueden ser útiles como precedentes para la prevención, detección y/o tratamiento del
Síndrome de Burnout.

Al enfocarse en los estudios sobre la incidencia del Síndrome de Burnout en


profesionales y/o trabajadores que se relacionan con personas a quienes brindan un
servicio, se encuentran los docentes. Rodas (2004) llevó a cabo el estudio “El Síndrome
de Burnout en catedráticos de la Universidad Rafael Landívar, Facultad de
Humanidades del Campus Central”, cuyo propósito consistió en identificar la incidencia
del Síndrome de Burnout en dicha población; para lo cual se utilizó un diseño tipo
descriptivo. El proceso de dicha investigación consistió en encuestar a 216 catedráticos
humanistas de ambos sexos, comprendidos entre 29 y 58 años de edad, de diversos
estados civiles y con una experiencia laboral en la Universidad que variaba entre un
semestre y 20 años, a quienes se aplicó el cuestionario para medir el Síndrome de
Burnout, conocido como Maslach Burnout Inventory versión española, validado por seis
expertos nacionales. Luego de esto, se concluyó que los catedráticos de la Universidad
Rafael Landívar en la Facultad de Humanidades del Campus Central, presentan
incidencia de Síndrome de Burnout o Síndrome de Quemarse en tan sólo un dos por
ciento. Sin embargo, hubo hallazgos interesantes en cada una de las subescalas
medidas, ya que todas arrojaron un nivel intermedio de incidencia, que si bien no era
suficiente para diagnosticar el síndrome por su naturaleza tridimensional, se considera
significativo para tomar en consideración.

En la revisión de otros estudios sobre el Síndrome de Burnout, pero en casos


relacionados con médicos como parte de los profesionales de la salud en Guatemala,

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se encuentra el estudio realizado por Monzón (2005) “Diagnostico del Síndrome de
Burnout en los Médicos Residentes del Departamento de Medicina Interna del Hospital
Roosevelt”, en donde se establece como objetivo principal determinar si los médicos
residentes de género femenino de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Roosevelt
presentan mayor nivel del Síndrome de Burnout que los de género masculino de la
misma unidad. Para ello se empleó un diseño transversal descriptivo y se trabajó con
una población de 23 médicos residentes participantes del programa de Medicina Interna
del Hospital Roosevelt, representando a la población masculina el 39.13% y a la
población femenina el 60.87% de la población total. Se llevó a cabo la aplicación del
Inventario de Burnout Maslach-Encuesta de Servicios Humanos en una versión
traducida, y una encuesta de datos demográficos para obtener información de la
población sujeta a estudio. A través de esto, los resultados indicaron que los médicos
residentes de género femenino tienden a presentar más signos del Síndrome de
Burnout en la esfera del cansancio emocional; en lo que se refiere a los signos de
despersonalización, ambos géneros presentan niveles bajos, por lo que no se
consideran significativos para hacer un diagnóstico de Síndrome de Burnout; en la
escala de niveles de satisfacción personal, ambos géneros muestran niveles
moderados, los cuales podrían tornarse altos o bajos si no se les presta la adecuada
atención.

Por otro lado, el estudio hecho por Ocampo (2007) “Prevalencia del Síndrome de
Burnout en los médicos residentes de los Hospitales del IGSS de la Ciudad Capital” se
realizó con los objetivos de establecer la prevalencia del Síndrome de Burnout en los
médicos residentes de los hospitales del IGSS de la ciudad capital, indicar la
prevalencia del síndrome según especialidad médica, género, edad, estado civil y año
de residencia de los sujetos, así como determinar los niveles (alto, medio y bajo) de
cansancio emocional, despersonalización y realización personal en el total de la
muestra. Se planteó una investigación de tipo descriptiva y se utilizó como instrumento
de medición el cuestionario MBI (Maslach Burnout Inventory) dirigido a profesionales de
la salud, el cual se aplicó a una muestra de 187 médicos residentes de las diversas
especialidades, de ambos sexos, comprendidos entre los 23 y 40 años de edad,

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casados y solteros que se encontraban desde el 1ero. hasta el 5to.año de residencia. A
través de dicha investigación y de los resultados obtenidos, se pudo concluir que existe
prevalencia del Síndrome de Burnout en un 06% de la muestra estudiada, siendo mayor
en las especialidades de cirugía, que ocupa el 28% de la prevalencia, medicina interna
con un 27% y pediatría con un 18%; en relación al género, el Síndrome de Burnout
mostró mayor presencia en los hombres, solteros, médicos residentes de primer año
que se encuentran entre los 23 a 29 años.

Por medio de estos estudios se puede observar que existen algunos factores que
se encuentran íntimamente relacionados con el Síndrome de Burnout, entre ellos: el
sexo, ya que algunos estudios afirman que las mujeres son las más vulnerables debido
a que estás tienen un doble rol en la tarea profesional y familiar; asimismo, el estado
civil se encuentra asociado al síndrome, ya que al parecer las personas que se
encuentra sin una pareja estable y sin hijos son los más perjudicados, en cambio
aquéllos que tienen pareja e hijos poseen mayor capacidad para afrontar problemas y
conflictos emocionales y además gozan del apoyo familiar. GeoSalud (2007).

Como bien se sabe, el Síndrome de Burnout puede afectar a diferentes


profesionales de la salud, tanto enfermeras como médicos y otros, Valencia (2008)
realizó la investigación “Síndrome de Burnout en el personal médico y de enfermería
del Hospital Centro Médico, Zona 10 de Junio 2007 a abril 2008” cuyo objetivo consistía
en diagnosticar el Síndrome de Burnout y sus dimensiones en médicos residentes,
especialistas, subespecialistas y personal de enfermería del Hospital Centro Médico de
la zona 10. Esta investigación se realizó a través de un estudio diagnóstico, descriptivo
de corte transversal con 168 trabajadores del Hospital Centro Médico zona 10, a
quienes se les administró el cuestionario Maslach Burnout Inventory (MBI). Y de
acuerdo a los datos obtenidos, el 88.8% presentan agotamiento emocional en un nivel
bajo, el 86.9% bajo de despersonalización, el 22.5% de baja realización personal y por
el contrario, el 71.3% manifestó realización personal alta, lo cual demuestra que de
manera general en esta población no hay manifestaciones del Síndrome de Burnout de
tipo clínico.

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López (2009) llevó a cabo el estudio “Potencialización de recursos personales,
grupales e institucionales para el fortalecimiento de la salud mental en el Hospital
Nacional Hermano Pedro de Bethancourt San Felipe de Jesús, Antigua Guatemala,
Sacatepéquez”, el cual tuvo como objetivo general implementar un proceso para la
promoción de la salud mental y apoyo psicológico, en las áreas de consulta externa, al
personal que trabaja en los distintos departamentos y programas agregados al Hospital
Nacional Pedro de Bethancourt, utilizando para ello una investigación de tipo cualitativo,
con una población de 200 enfermeras de las cuales únicamente se tomaron como
muestra unas 50 personas aproximadamente, entre ellas Enfermeras profesionales y
Enfermeras auxiliares; utilizando como guía para la identificación de sintomatología y
población más afectada la Escala de Maslach comprendida por tres escalas: cansancio
emocional, despersonalización y realización personal. Finalmente, se concluyó que la
atención psicológica es una alternativa que propicia herramientas para sobrellevar las
vicisitudes elaboradas en los distintos contextos que influyen en la detección del
Síndrome de Burnout, sin embargo los prejuicios sobre la atención psicológica, la falta
de apoyo institucional, el desinterés, el miedo, la poca credibilidad y la falta de difusión
interfieren en un desenvolvimiento pleno y propician la deserción, aunado a un
panorama de inmadurez en el seguimiento de terapias grupales y no solo individuales.

Asimismo, Palacios (2010) lleva a cabo la investigación de tipo descriptivo


titulada “Prevalencia del Síndrome de Burnout en personal médico del Centro Médico
Militar” cuyo objetivo consistió en diagnosticar el Síndrome de Burnout en el personal
médico del Hospital-Escuela Centro Médico Militar y su comparación con el Centro
Médico de la zona 10. En dicha investigación se trabajó con una población total que
consta de un universo de 210 personas, a quienes se les administró una encuesta
elaborada por el investigador, la cual en su anverso recogía datos sociodemográficos y
en su reverso presentaba el Maslach Burnout Inventory. Y de acuerdo a los datos
obtenidos, si existe el Síndrome de Burnout como patología en el personal estudiado,
con una prevalencia del 17%; además, la prevalencia del Síndrome de Burnout en el
Centro Médico Militar comparada con la prevalencia en el Centro Médico Militar de la
zona 10 fue de 17% y 2.4% respectivamente; en cuanto a la relación del Síndrome de

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Burnout y el cargo laboral, se encontró que el 48% de los portadores son médicos
residentes, 41% son médicos especialistas y 11% médicos supra especialistas; según
edad y género, se encontró mayor prevalencia en hombres entre 41 a 50 años y en
mujeres entre 20 a 30 años; y en relación al Síndrome de Burnout y estado civil, el 52%
son casados y el 48% restantes son solteros.

Además, al considerar importante también el análisis de los niveles del Síndrome


de Burnout en los futuros profesionales de la salud, quienes aún se encuentran en
preparación académica pero que de igual manera llevan a cabo el desarrollo práctico de
los conocimientos adquiridos, la investigación publicada por Goldschmidt (2010)
“Síndrome Burnout en estudiantes de medicina de una universidad privada de la ciudad
de Guatemala” tuvo como objetivo estudiar la incidencia del Síndrome Burnout en
estudiantes del primero al quinto año de la carrera de Medicina de una universidad
privada de la Ciudad de Guatemala, utilizando un diseño del estudio descriptivo y de
tipo transversal. Para su efecto, se tomó como población a la totalidad de los
estudiantes de la carrera de medicina, cursantes del primero al quinto año en una
Universidad Privada de la Ciudad de Guatemala. Los sujetos del estudio estuvieron
conformados por 206 alumnos, entre las edades de 17 a 27 años, de ambos sexos,
solteros y trabajadores y no trabajadores. El instrumento utilizado en dicha investigación
fue el Maslach Burnout Inventory -MBI- Encuesta de Servicios Humanos de Christina
Maslach y Susan E. Jackson (1986), traducido al español por la Licenciada Sara Sibony
y adaptada al contexto académico por la Licenciada Anabella Contreras Czech. Este
instrumento fue aplicado colectivamente, proporcionando datos y resultados de tipo
cuantitativo. Finalmente, el estudio concluye que no existe una diferencia significativa
en cuanto al año cursado y los niveles globales del Síndrome Burnout experimentado
por los estudiantes de Medicina.

Se considera importante un estudio tomando en cuenta este tipo de población,


ya que el cambio y lo transitorio, sumado al nivel de estrés que los seres humanos
manejan cotidianamente, pueden incrementar el riesgo de desadaptación académica y
laboral.

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Algunos estudios afirman que el Síndrome de Burnout no es tan significativo en
los estudiantes de medicina, así como en los médicos especialistas; sin embargo, es
relevante señalar que los estudiantes de último año de medicina cuentan ya con
compromiso con el quehacer laboral, equiparable con el de un médico profesional, y
por tanto, de igual manera se encuentran expuestos al estrés laboral y al desgaste que
éste pueda derivar; ante esto otros estudios afirman: “La medicina no sólo quema a los
médicos; los estudiantes de medicina ya empiezan a experimentar algunos síntomas de
lo que se conoce como síndrome de desgaste profesional o Burnout antes incluso de
empezar su vida laboral” (Borda et al., 2007)

Además, el extenso horario, el multiempleo y la tensión que genera la tarea de


asistir la salud no sólo afectan las relaciones familiares y la salud del futuro y/o
profesional médico, sino también afecta gravemente la salud del paciente. La revista
electrónica Ser Médico, indica que en el 2007 se realizó una encuesta en el
Departamento de Salud Ocupacional de la Facultad de Medicina, la cual fue aplicada
entre 800 médicos residentes, a través de la cual se detectó violencia, entendida como
agresión psíquica o física, en relación a los usuarios. Se obtuvieron resultados que
muestran que un tercio de los residentes se encuentra al menos ante una situación de
agresión al mes, la mayoría psicológica; lo cual en determinado momento puede
interferir de forma negativa en la relación médico – paciente.

Flores (2003), refiere que este síndrome se produce casi exclusivamente en los
médicos, que se enfrentan muy seguido a situaciones doloras de los pacientes y al
sufrimiento de los familiares, lo que muchas veces genera en ellos sentimientos de
soledad e impotencia para abordar las grandes demandas psicoafectivas del paciente.
Todo esto repercute en la comunicación médico – paciente, la cual es vital, ya que con
una buena comunicación se obtiene la confianza del paciente, se le brinda seguridad y
esperanza; además, se le evita la soledad y ese aislamiento que tanto puede angustiar
y deteriorar psíquicamente al paciente. Sin embargo, para conseguir estos objetivos, es
necesario que el personal médico se encuentre lejos del Síndrome de Burnout, puesto

11
que este síndrome amenaza grandemente su propia seguridad psicológica e impide
transmitir comprensión, calor humano y cariño.

Derivado de los resultados obtenidos a través de investigaciones anteriores


realizadas en Guatemala, se puede concluir que no todos los profesionales de la salud
y/o docentes presentarán el Síndrome de Burnout, y que éste además, se verá
influenciado por factores específicos como edad, sexo de la población estudiada,
tiempo de servicio, ubicación jerárquica, entre otros.

Asimismo, se considera importante mencionar algunos de los estudios que se


han llevado a cabo en diferentes países fuera del territorio guatemalteco.

Gomero, Palomino, Ruiz y Llap (2005) en “El Síndrome de Burnout en personal


sanitario de los hospitales de la empresa minera de Southern Perú Copper Corporation:
Estudio Piloto” plantean como objetivo identificar los trabajadores sanitarios con
Síndrome de Burnout en dicho centro de labor y aportar las características
epidemiológicas que permitan una aproximación del perfil de riesgo en el personal
sanitario. Para el estudio se entregó el Maslach Burnout Inventory al personal sanitario
de los hospitales de una empresa minera del sur de Perú, previa explicación del estudio
y se obtuvieron los siguientes resultados: se recibieron 82 (63%) cuestionarios
debidamente llenados de los 130 entregados, de los cuales 26 fueron médicos, 35
enfermeros, y 21 auxiliares de enfermería, incluyendo ambos sexos; de los cuales sólo
un médico presentó puntaje alto para cansancio emocional (CE) y despersonalización
(DP) y bajo para baja realización personal (BRP). Por lo que se concluyó que en la
población estudiada se encuentra un médico con diagnóstico de Síndrome de Burnout,
quien se caracterizó por el desarrollo temprano del síndrome y no asociado a la
realización de turnos.

Entre otros estudios significativos, Moreno, Seminotti, Garrosa, Rodríguez y


Morante (2005) en “El Burnout médico: la ansiedad y los procesos de afrontamiento
como factores intervinientes” plantean dos objetivos centrales: evaluar el nivel de

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significación de la ansiedad y las estrategias de afrontamiento en el proceso
de Burnout, y clarificar la relación empírica entre ellas. En una muestra de 130
profesionales médicos de ocho hospitales públicos de Madrid se les administró los
cuestionarios Maslach Burnout Inventory (Maslach y Jackson, 1986), State-Trait Anxiety
Inventory (Spielberger, Gorsuch y Lushene, 1988), Ways of Coping Checklist (Lazarus y
Folkman, 1984) y el Cuestionario de Afrontamiento Médico Situacional (Moreno-
Jiménez y Seminotti, 1998). Las variables independientes fueron: género, estado civil,
grupo médico, experiencia clínica, edad y especialidad. Los resultados mostraron una
relación significativa entre las variables dependientes y el género, grupo médico y la
edad mediante análisis multivariante MANOVA. El análisis de regresión por pasos
mostró resultados relevantes para determinar un modelo teórico situacional del proceso
de Burnout.

Tomando en cuenta la importancia de la salud misma de los médicos y del poco


interés que éstos muestran en ella, Peralta (2006), a través del estudio “¿Están de
guardia o están en guardia los trabajadores-de-la-salud? Estudio psicodinámico-
exploratorio-descriptivo sobre el Síndrome de Burnout” plantea como objetivo conocer
cómo evalúan los trabajadores-de-la-salud su propia salud psicofísica, poniendo el
énfasis en el síndrome de Burnout como enfermedad profesional y planteando como
novedad la relevancia de los procesos de movilización subjetiva que caracterizan el
desempeño de los trabajadores-de-la-salud; utilizando un estudio exploratorio-
descriptivo y como marco teórico integrador la Psicodinámica del Trabajo de Christophe
Dejours. Asimismo, se administraron cuestionarios semiestructurados en una Guardia
de Día del Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, complementando
con seguimiento de registros periodísticos en diarios locales, observación de campo y
análisis de entrevistas focalizadas con informantes clave (Jefes de Guardia y
Directivos). Los resultados del análisis muestran que, a pesar de las insalubres
condiciones y medio ambiente de trabajo que caracterizan a esta guardia, los
trabajadores se movilizan activa y grupalmente para alcanzar sus objetivos: atender los
pacientes de urgencia y salvar vidas. Estos esfuerzos requieren de procesos de
cooperación, reconocimiento, iniciativa y trabajo en equipo.

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López, González, Morales y Espinoza (2007) con su estudio “Síndrome de
Burnout en residentes con jornadas laborales prolongadas” establecen como objetivo
evaluar el síndrome de desgaste profesional o Burnout en médicos residentes con
jornadas laborales prolongadas y para ello utiliza un método de estudio analítico
transversal, por muestreo aleatorio simple de médicos residentes que trabajaron ≥ 80
horas a la semana (grupo de estudio) o menos (grupo control), adscritos al Instituto
Mexicano del Seguro Social en Veracruz, Veracruz. La medición se llevó a cabo con la
escala de Burnout de Maslach presentando los siguientes resultados: la muestra
obtenida fue de 143 médicos residentes (72 del grupo de estudio y 71 del control); la
edad promedio fue de 29.6 a 2.5 años; 65% era del sexo masculino y 51%, soltero; la
antigüedad promedio fue de 2.2 a 0.7 años y las conclusiones muestran que en los
médicos residentes analizados se encontró relación entre la presencia del síndrome de
desgaste profesional y laborar jornadas ≥ 80 horas por semana.

Por otro lado, y ampliando más la población que puede verse afectada por el
Síndrome de Burnout, Rodríguez et al., (2007) en el estudio “Síndrome de Desgaste
Profesional en Médicos Residentes, Ejecutivos y Obreros de una Empresa
Manufacturera” en Venezuela, evalúo 193 médicos residentes, 35 ejecutivos y 150
obreros de una empresa de manufactura, para determinar la prevalencia del síndrome
de desgaste profesional (Burnout) en los grupos en estudio; su distribución según sexo,
edad y condición socioeconómica. Las pruebas de Maslach y Jackson (cansancio
emocional, despersonalización y realización personal) fueron aplicadas para evaluar los
eventos más frecuentes según el sexo, edad y condición socioeconómica, para
determinar si existían diferencias significativas entre los grupos. Se realizó un estudio
descriptivo y transversal. La encuesta de Graffar-Méndez Castellano se aplicó para la
estratificación social. En los resultados se observó que el síndrome de desgaste
profesional presentó índices de 33,7%, 14,3% y 18% (p<0,01) en médicos, ejecutivos y
obreros, respectivamente; afectando más a los hombres menores de 32 años. No hubo
diferencias significativas (p>0,05) en cuanto a estratos sociales. En conclusión, el
síndrome de desgaste profesional afecta más a médicos que al resto del personal de
salud.

14
Como en otros estudios donde se analizan los factores de riesgo del Síndrome
de Burnout, Soriano (2007) en la investigación titulada “Síndrome Burnout. Principales
repercusiones institucionales en el sector salud en México” presenta como objetivo
principal determinar la prevalencia del SB, factores demográficos y laborales; buscando
la relación con el desempeño hospitalario dentro de las instituciones de salud en
México. Para ello realiza un estudio observacional, comparativo y transversal, mediante
la aplicación de cuestionarios (MBI, INNN) autoadministrados y anónimos a una
población de 90 médicos psiquiatras de diferentes instituciones del sector público y
privado en la Ciudad de México, comparando el desempeño hospitalario entre ambos
sectores y confluyendo que la prevalencia del SB en médicos psiquiatras es alta, las
instituciones con mayor riesgo pertenecen al sector público y que ser hombre
representa un factor de riesgo adicional. Ambos sectores presentan factores
organizacionales específicos a la prevalencia del SB, mismos que deben ser
controlados; demostrando así la relación entre el SB y el modelo administrativo y
dirección médica en salud por parte de las instituciones en México.

Así como se ha mencionado anteriormente, el Síndrome de Burnout no afecta


únicamente al personal médico, sino también al personal paramédico y de salud en
general, por ello Pereda, Celedonio, Vásquez y Zamora (2009) en su investigación
titulada “Síndrome de Burnout en médicos y personal paramédico” utilizaron un diseño
transversal comparativo y como instrumento una encuesta aplicada a su población, la
cual se construyó sobre variables sociodemográficas y laborales: edad, estado civil,
nivel académico, antigüedad laboral, antigüedad de adscripción al hospital, categoría,
servicio y turno laboral. Asimismo, se entregó el cuestionario MBI a 160 trabajadores del
área de la salud adscritos al Hospital General de Zona con Medicina Familiar 36 de la
Ciudad de Cardel, Veracruz, dicha encuesta, Para evaluar el síndrome de Burnout se
utilizó el cuestionario MBI en versión en española. Durante el periodo comprendido de
agosto a diciembre del 2006 se entregó el cuestionario a cada uno de los trabajadores
de la salud y se realizó una estadística descriptiva e inferencial, calculando que la razón
de momios e intervalos de confianza de 95% para medir la asociación entre los factores

15
sociodemográficos y laborales con el desgaste profesional. En conclusión, hubo una
prevalencia del síndrome de Burnout entre el grupo de médicos del 19.6% con al menos
una de las tres subescalas alteradas. Asimismo se observa que en todas las asistentes
médicas hubo alteración de un mínimo de dos subescalas.

Al abordar el tema del Síndrome de Burnout como un problema de tiempos


remotos, cuya incidencia ha aumentado actualmente y que afecta grandemente a
diversos profesionales, pero sobre todo a aquellos relacionados con la salud, se puede
observar que existe una serie diversa de factores que intervienen en el desarrollo del
mismo en quienes lo padecen, así como distintas manifestaciones que permiten
detectarlo a tiempo y proporcionar el tratamiento necesario, pero estar informados al
respecto puede ser aún más benéfico y ayudar a prevenir el Síndrome de Bournout.

Gálvez et al. (2009) señala que el Síndrome de Burnout es un problema de salud


pública, y para prevenirlo es importante tener una perspectiva amplia que incluya la
educación de administraciones y políticas sanitarias que promuevan información,
sensibilización, adecuada utilización de sistemas sanitarios, normas y regulaciones del
mismo, relevancia del trabajo médico y el cuidado de una imagen social con respecto a
esta profesión.

Asimismo, es necesario iniciar una formación que incluya aspectos relacionados


como con las ciencias sociales, comportamientos asociados al desarrollo de habilidades
clínicas, organización de trabajo, interacción con pacientes y compañeros de labores,
trabajo en equipo, entre otros temas que pueden ser relevantes para la preparación de
los futuros médicos profesionales, y sobre todo incluir información relacionada con los
riesgos psicosociales ante los que se pueden ver expuestos y sus posibles estilos de
afrontamiento, para así crear una ajuste entre éstos y las expectativas del trabajo diario
tanto en sus estudios universitarios, como periodos de residencia y practica profesional.

16
Con respecto a lo anterior, Bosqued (2008) proporciona una breve explicación de
los tres elementos fundamentales del Síndrome de Burnout:

• Agotamiento emocional: se origina como consecuencia de la disminución de los


recursos emocionales que emplea el profesional para enfrentarse a los distintos
retos que su trabajo implica, y se presenta como una fatiga continua que va en
aumento, tanto en los niveles mental, físico y emocional; caracterizado por
irritabilidad, malhumor e insatisfacción laboral y pesimismo con respecto a sus
tareas profesionales.

• Despersonalización: en algunos casos puede presentarse como un mecanismo de


defensa de la persona afectada que se ha involucrado mucho en sus tareas y al
sentir que sus recursos emocionales han disminuido, considera que no puede
continuar llevándolas a cabo con esa intensidad; por lo que entonces, dicha
persona decide de manera inconsciente crear una barrera entre el y el usuario del
servicio que proporciona, esto como una manera de autoprotección. Lo cual,
traducido puede interpretarse como una actitud de insensibilidad y
deshumanización.

• Baja realización personal: consiste en una sensación subjetiva que se origina como
consecuencia de los dos factores anteriores, Se caracteriza por la frustración que
presenta el profesional ante la manera en la que lleva a cabo su trabajo y los logros
alcanzados a través de éste, los cuales tienden a percibirse de forma negativa y
como resultado de una insuficiencia profesional, influyendo de gran manera en la
disminución del autoestima.

Los síntomas que presentan las personas que padecen este síndrome
generalmente se clasifican en:

• Fisiológicos: falta de apetito, cansancio, insomnio, dolor de cuello, cabeza y


músculos, úlceras gástricas, pérdida progresiva de la energía, fatiga y agotamiento.

17
• Psicológicos: cambios negativos de actitud y respuesta hacia los demás,
irritabilidad ansiedad, depresión, sentimiento de frustración, y pérdida de
motivación hacia el trabajo y la competencia personal. Respuestas rígidas e
inflexibles a los intentos de cambiar en forma constructiva una situación.

• Conductuales: hostilidad e irritabilidad, incapacidad para concentrarse en el trabajo,


en el contacto con el paciente y aumento de relaciones conflictivas con los demás
compañeros de trabajo, incumplimiento del horario asignado, toma de periodos
largos de descanso.

Sin embargo, Aranda et al., (2005) menciona que entre las manifestaciones
clínicas más frecuentes ocasionadas por el daño laboral en los profesionales de la
salud, se encuentra el incremento de conductas adictivas, aparición de trastornos
psicológicos, manejo de diferentes niveles de ansiedad, tensión, irritabilidad, depresión,
fatiga, además de trastornos del sueño, cefaleas, acidez o ardor estomacal y síntomas
cardiovasculares como arritmias e hipertensión.

Y por otro lado, Quiceno y Vinaccia (2007) presentan una clasificación distinta en
relación a los síntomas del Síndrome de Burnout, divididos en los siguientes niveles:

• Nivel somático: fatiga crónica, cansancio, frecuentes dolores de cabeza, espalda,


cuello y musculares, insomnio, alteraciones respiratorias, alteraciones
gastrointestinales, hipertensión, etc.

• Nivel conductual: comportamiento suspicaz y paranoide, cierta inflexibilidad y


rigidez, incapacidad para relajarse, superficialidad en el contacto con los demás,
aislamiento, actitud cínica, incapacidad para concentrarse en el trabajo, quejas
constantes, comportamientos de alto riesgo como conductas agresivas hacia los
clientes, absentismo, consumo de sustancias psicoactivas, tranquilizantes y
barbitúricos.

18
• Nivel emocional: agotamiento emocional, expresiones de hostilidad, irritabilidad y
odio, dificultad para controlar y expresar emociones, aburrimiento, impaciencia e
irritabilidad, ansiedad, desorientación, sentimientos depresivos.

• Nivel cognitivo: cogniciones asociadas a baja autoestima, baja realización personal


en el trabajo, impotencia para el desempeño del rol profesional, fracaso profesional,
etc.

Todos estos síntomas, combinados además con las características de


personalidad, los recursos internos individuales, esquemas cognitivos, determinantes
biológicos, edad, género, la historia de aprendizaje, presencia de síntomas
psicopatológicos, estilos de afrontamiento, entre otros, pueden ser un factor protector o
vulnerable ante la manifestación del síndrome Burnout.

La salud mental del personal de salud, puede verse seriamente afectada por el
Síndrome de Burnout e incluso originar trastornos psicológicos, es por ello que se
considera importante conocer las etapas por las que atraviesa cualquier persona que
padece este síndrome, para así poder tomar las medidas necesarias y contrarrestar los
síntomas; según López (2009), éstas son:

• Etapa de idealismo y entusiasmo: en esta etapa el individuo presenta un alto nivel


de energía para el trabajo y expectativas poco realistas sobre él. La persona se
involucra demasiado y existe una sobrecarga de trabajo voluntario. Asimismo, al
comienzo de su carrera, se evidencian bastantes motivaciones intrínsecas y una
hipervalorización de su capacidad profesional que le lleva a no reconocer los
límites internos y externos, por lo que el incumplimiento de expectativas le provoca,
en esta etapa, un sentimiento de desilusión que hace que el trabajador pase a la
siguiente etapa.

• Etapa de estancamiento: se caracteriza por la disminución de las actividades


desarrolladas cuando el individuo percibe la irrealidad de sus expectativas,

19
ocasionando la pérdida del idealismo y del entusiasmo. En esta etapa, el individuo
empieza a reconocer que su vida necesita algunos cambios, que incluyen
necesariamente el ámbito profesional.

• Etapa de apatía: se considera como fase central del Síndrome de Burnout, en la


cual la frustración de las expectativas lleva al individuo a la paralización de sus
actividades, desarrollando apatía y falta de interés. Empiezan a surgir los
problemas emocionales, conductuales y físicos; además, se evita el contacto con
los compañeros, surgen las inasistencias al trabajo y en muchas ocasiones se da el
abandono de éste y en los casos más extremos de profesión. Todos estos
comportamientos se presentan más frecuentemente y abren el camino a la última
etapa de síndrome.

• Etapa de distanciamiento: la persona se encuentra crónicamente frustrada en


relación a su trabajo, generando en sí mismo sentimientos de vacío total que
pueden llevarlo a una forma de distanciamiento emocional y de desvalorización
profesional. En el lugar del entusiasmo e idealismo profesional que presentaba la
persona en la primera etapa, pasa a evitar desafíos y clientes de forma bastante
frecuente y trata sobre todo de no arriesgar la seguridad del puesto de trabajo, ya
que considera que a pesar de inadecuado y con poco reconocimiento social, posee
compensaciones que justifican la pérdida de satisfacción, el sueldo por ejemplo.

20
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Aunque se dice que 1974 fue el año en que surgieron los primeros estudios
relacionados con el Síndrome de Burnout, éste se considera una patología severa y
relativamente reciente, relacionado íntimamente con el ámbito laboral y el estilo de vida
que se lleva.

Garcés (2003) define el Síndrome de Burnout como una sensación de fracaso y


existencia agotada que surge como el resultado de una sobrecarga por exigencias de
energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador, mientras que otros lo
definen como una perdida progresiva del idealismo, energía y motivos vividos por la
gente en las profesiones de ayuda y servicios humanos, como médicos, enfermeras,
trabajadoras sociales, entre otros, y todo esto como resultado de las condiciones de
trabajo.

A partir de esto, y tomando en cuenta de que los médicos son profesionales que
se ocupan de la salud física de las demás personas pero tienden a despreocuparse por
su salud integral, surgen estudios relacionados con el Síndrome de Burnout que hacen
énfasis en el estrés laboral y la responsabilidad que conlleva un trabajo de servicios
humanos donde muchas veces se encuentran ante situaciones dolorosas sin que éstas
puedan se aliviadas y/o calmadas.

Se cree que las profesiones relacionadas con el mundo sanitario y administración


pública suelen ser las que más incidencia reflejen en las estadísticas porque están en
contacto con personas con problemas, lo cual puede generar cierta frustración cuando
ven que su trabajo no es productivo y es entonces cuando surge una carga emocional y
desgaste físico que al incrementarse crean desatención personal, familiar, social y
laboral, principalmente en la conducta reflejada en el deterioro del rendimiento en el
trabajo, pérdida de responsabilidad, cansancio constante, actitudes pasivo-agresivas
con los pacientes y pérdida de motivación, entre otras. (Ser Médico, 2010).

21
Todo esto, acompañado de horarios que no permiten solucionar todo lo que se
quiere o se había idealizado, bajos sueldos, escasos incentivos profesionales, falta de
instalaciones adecuadas para laborar, apatía burocrática y organizativa, denuncias de
pacientes, explotación laboral, falta de insumos, entre otros aspectos, puede originar el
Síndrome de Burnout en el personal médico de diversos hospitales y cuando un
profesional de este tipo se caracteriza por este síndrome, se encuentra en una
imposibilidad de comunicación emocional que se extiende a lo largo de los días y
meses, convirtiéndose los pacientes en carga para él, con un agotamiento emocional,
una despersonalización y sentimiento de baja realización por el trabajo.

Ante esto surge la siguiente pregunta de investigación:

¿Los médicos residentes de tercer año del Hospital Nacional Pedro de Bethancourt
presentan el Síndrome de Burnout?

2.1 Objetivos

2.1.1 Objetivo general

Investigar sobre la prevalencia del Síndrome de Burnout en los Médicos


Residentes de tercer año del Hospital Nacional Pedro de Bethancourt.

2.1.2 Objetivos específicos

• Establecer la prevalencia del Síndrome de Burnout, según la especialidad


médica: pediatría, gineco-obstetricia, traumatología y medicina interna.

• Medir la prevalencia de cansancio emocional, despersonalización y realización


personal, en los niveles: alto, medio y bajo.

22
2.2 Hipótesis

Los médicos que actualmente cursan el tercer año de su residencia médica en el


Hospital Nacional Pedro de Bethancourt presentan el Síndrome de Burnout.

2.3 Variables de estudio

Médicos Residentes
Síndrome de Burnout

2.3.1 Definición Conceptual

• Médicos residentes: Médicos residentes son aquéllos que para obtener su título
de médicos especialistas, permanecen en los centros y en las unidades docentes
acreditadas un período de tiempo, de práctica profesional programada y
supervisada a fin de alcanzar de forma progresiva los conocimientos y la
responsabilidad necesaria para ejercer la especialidad de modo eficiente. Estos
médicos comenzarán su especialización como residentes de primer año y
complementarán sucesivamente el programa de formación, siempre que hayan
superado satisfactoriamente la evaluación continuada que corresponda. (Cabrero,
2007)

• Síndrome de Burnout: estrés laboral a trabajadores de servicios humanos


asistenciales que se traduce en pérdida del idealismo, tendencia al absentismo y
disminución de la calidad del trabajo, síndrome que afecta con mayor o menor
intensidad en cuanto más o menos contacto personalizado se tenga con los
pacientes. (Gálvez et al., 2009)

23
2.3.2 Definición Operacional

• Médicos Residentes: médicos generales, graduados y colegiados que actualmente


laboran en el Hospital Nacional Pedro de Bethancourt y a la vez se capacitan para
obtener una especialización en los servicios de su interés, ya sea medicina
interna, pediatría, gineco-obstetricia y traumatología.

• Síndrome de Burnout: Resultados obtenidos a través de la escala Maslach


Burnout Inventory (MBI) y que pueden consistir en tres indicadores:

Cansancio emocional: La puntuación máxima es de 54 puntos.


A mayor puntuación, mayor cansancio emocional.

Despersonalización: La puntuación máxima es de 30 puntos.


A mayor puntuación, mayor es la despersonalización.

Realización personal: La puntuación máxima es de 48 puntos.


A mayor puntuación, mayor será la realización personal en el trabajo.

2.3.3 Variables intervinientes

• Estrategias de afrontamiento personales ante diferentes situaciones.


• Personalidad de los médicos

2.4 Alcances y limitaciones

Esta investigación alcanzó a establecer la incidencia del Síndrome Burnout en las


tres dimensiones que lo componen: agotamiento emocional, despersonalización y
realización personal. Los resultados obtenidos abarcan únicamente al personal médico
en el período comprendido de enero a diciembre del año 2011, cursando el tercer año

24
de su residencia médica en el Hospital Nacional Pedro de Bethancourt de La Antigua
Guatemala, Sacatepéquez; por lo tanto, dichos resultados no podrán ser generalizados.

2.5 Aportes

El aporte principal de esta investigación consiste en ampliar los conocimientos que


el personal médico del Hospital Nacional Pedro de Bethancourt, así como profesionales
de la psicología y de la salud, puedan tener sobre el Síndrome de Burnout, sus
consecuencias físicas, mentales y emocionales; así como, proporcionar herramientas
que puedan ser útiles en programas de prevención terapéutica para atender la salud
mental del personal médico y de quienes se ven afectados por el Síndrome de Burnout.

25
III. MÉTODO

3.1 Sujetos

Partiendo de un universo conformado por los médicos que laboran en el Hospital


Nacional Pedro de Bethancourt, se tomó en cuenta a toda la población de médicos que
pertenecen al tercer año de residencia de las diferentes especialidades del mismo
(gineco-obstetricia, pediatría, medicina interna y traumatología), siendo 22 sujetos en
total; sin embargo, debido a que 02 de ellos se encontraban gozando de su periodo
vacacional, no fue posible incluirlos en el estudio, por lo que se trabajó con 20 sujetos,
población total actualmente.

ESPECIALIDAD M F TOTAL
Medicina Interna 02 03 05
Gineco-Obstetricia 02 02 04
Pediatría 01 03 04
Traumatología 06 01 07
TOTAL 11 09 20

3.2 Instrumento

Se utilizó como instrumento la escala MBI (Maslach Burnout Inventory), la cual


mide el desgaste profesional de una forma autoaplicada en 10 a 15 minutos, creado por
Cristina Maslach en 1986.

Mide los tres aspectos del Síndrome de Burnout: cansancio emocional,


despersonalización y realización personal en los 22 enunciados sobre sentimientos y
actitudes del profesional dentro del trabajo y hacia sus clientes (pacientes), los cuales
son contestados en términos de frecuencia de 0 a 6 puntos según como se experimente
cada enunciado:

26
0 = Nunca
1 = Una vez al año
2 = Una vez al mes
3 = Más de una vez a mes
4 = Una vez a la semana
5 = Varias veces a la semana
6 = Todos los días

Según características del instrumento a utilizar, el MBI no trata de medir la


intensidad de los sentimientos ya que es extremadamente subjetivo, en cambio trata de
medir tan solo las frecuencias con que se manifiestan.

Las preguntas referentes al cansancio emocional son 9 ítems (1, 2, 3, 6, 8, 13,


14, 16 y 20) que valoran la vivencia de estar exhausto emocionalmente por las
demandas del trabajo. El profesional ve cómo se vacía su capacidad de entrega a los
demás a un nivel personal, psicológico y profesional. El incremento de esta escala es
una de las primeras claves para la aparición del síndrome.

La puntuación máxima es de 54 puntos. Cuánto más alta sea la puntuación,


mayor es el cansancio emocional. Una puntuación de 27 o superiores, serán indicativos
de un nivel alto; intervalos entre 19 a 26, corresponderán a puntuaciones intermedias; y
una puntuación por debajo de 19, será indicativo de un nivel bajo en esta escala.

La despersonalización está constituida por 5 ítems (5, 10, 11, 15 y 22) que
valoran el grado en que cada uno reconoce actitudes de frialdad y distanciamiento
hacia sus pacientes. Se manifiesta mediante la utilización de un lenguaje
desacreditativo hacia las personas o con una comunicación impersonal, altamente
técnica.

La puntuación máxima es de 30 puntos. Cuánto más alta sea la puntuación,


mayor es la despersonalización. Una puntuación superior a 10, será indicativo de un

27
alto nivel; intervalos de 06 a 09, corresponderán a puntuaciones intermedias y
puntuaciones por debajo de 6, son indicativas de niveles bajos.

Los 8 ítems referentes a la realización personal (4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21)
valoran los sentimientos de competencia y eficacia en la realización de su trabajo. Esta
subescala, actúa inversamente, puesto que a mayor realización personal, menos
cansancio emocional y despersonalización. Cuando el profesional puntúa bajo en esta
subescala, es que tiene una tendencia a autoevaluarse de forma negativa, sintiéndose
infeliz y descontento.

Su puntuación máxima es de 48 puntos. Cuánto más alta sea la puntuación


mayor es la realización personal en el trabajo. Puntuaciones de 0 a 33, indican una baja
realización; intervalos de 34 a 39, corresponden a puntuaciones intermedias y más de
40 puntos, reflejan una alta sensación de logro.

Para hablar de la existencia del Síndrome de Burnout, las puntuaciones de las


escalas referentes al cansancio emocional y a la despersonalización deben ser altas y
la puntuación de realización personal baja.

3.3 Procedimiento

• Se solicitó la autorización al Comité de Ética Interno e Investigación del Hospital


Nacional Pedro de Bethancourt, para realizar el estudio en este Centro Asistencial.
• Se elaboró un consentimiento informado solicitado por el Comité de Ética Interno e
Investigación del Hospital Nacional Pedro de Bethancourt, para contar con la
autorización de cada uno de los sujetos participantes en el estudio.
• Se informó de forma general a los Jefes de Servicios Médicos de cada
especialidad sobre las características del estudio.
• Se informó de forma general a los médicos residentes de tercer año de las
especialidades de medicina interna, gineco-obstetricia, pediatría y traumatología,

28
solicitando la colaboración de cada uno de ellos en el sentido de llenar el
consentimiento informado.
• Se procedió a la autoaplicación del Maslach Burnout Inventory por cada uno de los
médicos residentes de tercer año de las distintas especialidades.
• Recolección de los cuestionarios previamente respondidos.
• Teniendo ya los cuestionarios correspondientes, se procedió a la calificación de
los mismos y tabulación de los resultados obtenidos.
• Análisis de los resultados obtenidos y planteamiento de las conclusiones y
recomendaciones del estudio.

3.4 Diseño y Metodología Estadística

La presente investigación es de tipo descriptiva, ya que según Achaerandio


(2000) este tipo de investigación es la que estudia, interpreta y refiere lo que aparece,
es decir, los fenómenos, las relaciones y las variables. En este estudio se realizó la
manipulación deliberada de variables, únicamente se observaron los fenómenos de la
manera natural en la que ocurrieron en sus distintos ámbitos para después analizarlos.

Asimismo, el estudio es de tipo transversal, ya que se realizó en un espacio de


tiempo determinado, en el cual se recolectaron los datos para analizar su incidencia e
interrelación.

Se utilizó un diseño estadístico descriptivo, según Fernández (2002) la


estadística descriptiva es aquella cuyos registros u observaciones efectuados
proporcionan una serie de datos que necesariamente deben ser ordenados y
presentados de una manera inteligible. Vargas (1995) señala que los estadísticos
descriptivos son valores numéricos obtenidos a partir de los datos de una distribución
de frecuencias y que señalan una característica de la misma.

29
IV. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

Los resultados obtenidos en el estudio realizado se presentan a continuación,


mostrando la situación de los sujetos en relación al Síndrome de Burnout y con respecto
a los indicadores del mismo.

Tabla 01
Subescala de cansancio emocional.

CANSANCIO EMOCIONAL
Una vez a

veces a la

Todos los
Pregunta

Una vez

Una vez

semana

semana
una vez
Mas de
al mes

al mes
Nunca

Varias
al año

Total
días
la

1 03 03 04 04 02 04 00 20
2 14 05 00 01 00 00 00 20
3 06 04 03 06 01 00 00 20
6 06 04 03 04 01 01 01 20
8 06 06 01 03 02 02 00 20
13 13 04 01 01 01 00 00 20
14 07 05 02 03 01 00 02 20
16 10 08 00 02 00 00 00 20
20 07 06 01 02 03 01 00 20

ALTO INTERMEDIO BAJO


03 02 15
15% 10% 75%

30
Gráfica 1. Prevalencia de cansancio emocional.

CANSANCIO EMOCIONAL

15%

10%

ALTO
INTERMEDIO
BAJO

75%

De acuerdo a los resultados obtenidos en esta subescala, se puede observar que


la mayoría de médicos residentes presentan un nivel bajo de cansancio emocional,
representado por el 75% por de la población, encontrándose un 10% en un nivel
intermedio y un 15% en un nivel alto. Aunque en la mayoría de los médicos residentes
los rasgos de agotamiento físico, mental y emocional no son indicativos del Síndrome
de Burnout, debe tomarse en cuenta que la irritabilidad, malhumor, insatisfacción laboral
y pesimismo con respecto a las tareas profesionales que caracterizan al 25% restante
de la población evaluada y que representan índices altos e intermedios de cansancio
emocional, pueden contaminar a otros y afectar su labor profesional.

31
Tabla No. 02
Subescala de despersonalización.

DESPERSONALIZACIÓN

Una vez a

veces a la

Todos los
Pregunta

Una vez

Una vez

semana

semana
una vez
Mas de
al mes

al mes
Nunca

Varias
al año

Total
días
la
5 12 04 00 00 02 02 00 20
10 05 05 02 04 01 02 01 20
11 08 05 00 02 03 00 02 20
15 16 02 01 00 00 00 01 20
22 14 03 00 01 00 02 00 20

ALTO INTERMEDIO BAJO


04 06 10
20% 30% 50%

Grafica 2. Prevalencia de despersonalización.

DESPERSONALIZACIÓN

20%

ALTO
50% INTERMEDIO
BAJO

30%

32
Con respecto a las posibles actitudes insensibles y deshumanizadas que puedan
presentarse dentro del entorno laboral, los resultados presentados en la gráfica 2,
indican que existe un 20% de incidencia alta con respecto a la despersonalización en
los médicos residentes, mientras que el 30% se encuentra en un nivel intermedio y el
50% en un nivel bajo. Sin embargo, es importante tomar en cuenta la muestra
representativa de índice alto e intermedio, ya que de no tomar las medidas preventivas
grupales y/o individuales, pueden aumentar los síntomas de la despersonalización,
llevando a estos y otros sujetos a desarrollar actitudes negativas hacia los pacientes y
sus colegas.

Tabla No. 03
Subescala de realización personal.

REALIZACIÓN PERSONAL
Una vez a

veces a la

Todos los
Pregunta

Una vez

Una vez

semana

semana
una vez
Mas de
al mes

al mes
Nunca

Varias
al año

Total
días
la

4 02 00 00 01 00 01 16 20
7 00 00 00 00 01 03 16 20
9 01 00 00 01 01 02 15 20
12 01 00 00 01 00 05 13 20
17 01 00 00 00 00 01 18 20
18 00 00 00 01 01 01 17 20
19 01 00 00 00 00 03 16 20
21 04 01 01 02 00 05 07 20

ALTO INTERMEDIO BAJO


14 06 00
70% 30% 00%

33
Grafica 3. Prevalencia de realización personal.

REALIZACIÓN PERSONAL

0%

30%

ALTO
INTERMEDIO
BAJO

70%

La realización personal alta representada por un 70% e intermedia por un 30%


en la gráfica 3, permite identificar que los médicos residentes tienden a evaluar
positivamente su trabajo y a sentirse a gusto con la labor que realizan.

Debido a los resultados obtenidos en la evaluación de este aspecto, es decir a la


ausencia de sujetos con baja realización personal, se determina que no existe
prevalencia del Síndrome de Burnout en médicos residentes de tercer año del Hospital
Nacional Pedro de Bethancourt.

Sin embargo, los datos obtenidos a través del análisis de los mismos, muestran
resultados interesantes, los cuales se considera necesario tomar en cuenta y se
describen a continuación.

34
Tabla No. 04
Subescala de cansancio emocional por especialidad y género.

CANSANCIO EMOCIONAL

ALTO INTERMEDIO BAJO


Especialidad
M F M F M F
Medicina Interna 00 01 00 00 02 02
Gineco-Obstetricia 00 02 00 00 02 00
Pediatría 00 00 00 01 01 02
Traumatología 00 00 01 00 05 01
TOTAL 00 03 01 01 10 05

Grafica 4. Cansancio emocional de acuerdo a la especialidad y género.

CANSANCIO EMOCIONAL POR ESPECIALIDAD Y GÉNERO

4 Medicina Interna
Gineco-Obstetricia
Pediatría
3 Traumatología

0
M F M F M F

ALTO INTERMEDIO BAJO

35
En base a los resultados obtenidos, se evidencia que existen niveles bajos de
cansancio emocional en los sujetos; sin embargo, aunque el índice de nivel alto e
intermedio no representa a la mayoría, se deben tomar en cuenta y evaluar la manera
en que las diferentes especialidades médicas pueden influir en el aumento de síntomas
relacionados con este aspecto.

En la gráfica 4 se puede observar que los sujetos que presentan índices altos de
cansancio emocional corresponden a las especialidades de medicina interna y gineco-
obstetricia, e intermedio a pediatría y traumatología; mientras que los sujetos que
presentan un nivel bajo de cansancio emocional pertenecen en su mayoría a la
especialidad de traumatología.

Asimismo, se evidencia que existe una mayor incidencia de cansancio emocional


en los sujetos de género femenino, ya que ninguno de los sujetos evaluados de género
masculino obtuvo un nivel alto en este aspecto; por el contrario, son los hombres
quienes muestran un nivel bajo en cansancio emocional.

Tabla No. 05
Subescala de despersonalización por especialidad y género.

DESPERSONALIZACIÓN

ALTO INTERMEDIO BAJO


Especialidad
M F M F M F
Medicina Interna 00 01 00 02 02 00
Gineco-Obstetricia 00 02 00 00 02 00
Pediatría 00 00 00 02 01 01
Traumatología 01 00 01 01 04 00
TOTAL 01 03 01 05 09 01

36
Grafica 5. Despersonalización de acuerdo a la especialidad y género.

DESPERSONALIZACIÓN POR ESPECIALIDAD Y GÉNERO

4 Medicina Interna
Gineco-Obstetricia
Pediatría
3 Traumatología

0
M F M F M F

ALTO INTERMEDIO BAJO

La gráfica 5 muestra los resultados obtenidos con respecto a la evaluación de


despersonalización, y de acuerdo a lo expuesto, se puede observar que existe un
mayor número de sujetos que presentan un nivel bajo de despersonalización. Sin
embargo, se evidencia que existen sujetos que se ubican entre los niveles alto e
intermedio en la evaluación de este aspecto.

De acuerdo al género y especialización a la que pertenecen, se puede observar


que son los sujetos de género femenino de las especialidades de medicina interna y
gineco-obstetricia, quienes presentan un nivel alto de despersonalización; mientras que
sujetos del mismo género de estas mismas especialidades y pediatría, se ubican en un
nivel intermedio.

Por otro lado, con respecto a los sujetos evaluados de género masculino,
solamente dos, y ambos de la especialidad de traumatología, presentan un nivel alto e

37
intermedio respectivamente en este aspecto; mientras que el resto perteneciente a las
cuatro diferentes especialidades, se ubican en un nivel bajo, en su mayoría
traumatología.

Tabla 6.
Subescala de realización personal por especialidad y género.

REALIZACIÓN PERSONAL

ALTO INTERMEDIO BAJO


Especialidad
M F M F M F
Medicina Interna 02 01 00 02 00 00
Gineco-Obstetricia 02 01 00 01 00 00
Pediatría 00 02 01 01 00 00
Traumatología 05 01 01 00 00 00
TOTAL 09 05 02 04 00 00

Grafica 6. Realización personal de acuerdo a la especialidad y género.

REALIZACIÓN PERSONAL POR ESPECIALIDAD Y GÉNERO

4 Medicina Interna
Gineco-Obstetricia
Pediatría
3 Traumatología

0
M F M F M F

ALTO INTERMEDIO BAJO

38
La gráfica 6 muestra que no existen datos relacionados con niveles bajos de
realización personal, por el contrario los niveles se mantienen en alto e intermedio.

Asimismo, se puede observar que son los médicos residentes de la especialidad


de traumatología, quienes muestran mayor realización personal en el desarrollo de su
profesión en comparación con los sujetos de género femenino de las diferentes
especialidades médicas.

Debido a la naturaleza del síndrome, la subescalas descritas anteriormente y sus


resultados no se analizan de manera individual sino global, y aunque no existe
prevalencia del Síndrome de Burnout en los médicos residentes de tercer año del
Hospital Nacional Pedro de Bethancourt, es importante tomar en cuenta medidas
preventivas para evitar que los resultados reflejados aumenten.

39
V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

En base a los resultados obtenidos a través del presente estudio, los cuales
fueron expuestos en el capitulo anterior, y tomando en cuenta estudios previos sobre el
Síndrome de Burnout, se realiza una comparación dando como resultado la siguiente
discusión de datos.

Se tomaron en cuenta los estudios realizados a nivel nacional, como el de Rodas


(2004) quien establece la presencia del Síndrome de Burnout en un 02% de la
población evaluada. En dicho estudio, la muestra estuvo conformada por catedráticos
humanistas de ambos sexos, de diferentes estados civiles y con diversidad de
experiencia laboral, coincidiendo algunos de estos aspectos que caracterizan a la
población general del presente estudio. Se utilizó el cuestionario MBI (Maslach Burnout
Inventory) en ambos casos, aunque los resultados fueron presentados de forma distinta,
Rodas (2004) concluyó que los catedráticos de la Universidad Rafael Landívar de la
Facultad de Humanidades del Campus Central presentan incidencia del Síndrome de
Burnout en un 02%, mientras que en el presente estudio la incidencia es del 0%, esto
debido a que en la subescala de realización personal, ninguno de los sujetos evaluados
arroja un nivel bajo; sin embargo, si existe un 30% de la población que evidencia un
nivel intermedio, que si bien no es suficiente para diagnosticar el síndrome por su
naturaleza tridimensional, se considera importante tomar en cuenta.

Al igual que en el presente estudio, Monzón (2005) realizó una investigación para
determinar si los médicos residentes presentan un mayor nivel de incidencia en el
Síndrome de Burnout, dicho estudio se enfoca en residentes de género femenino de la
especialidad de medicina interna del Hospital Roosevelt, a diferencia de este que toma
como referencia la población total de médicos residentes de ultimo año de las
especialidades de medicina interna, gineco-obstetricia, pediatría y traumatología. . Los
resultados obtenidos en ambos estudios muestran que los médicos residentes de
género femenino tienden a presentar mayores signos del Síndrome de Burnout en el

40
aspecto de cansancio emocional, y aunque Monzón (2005) señala que entre los
aspectos de despersonalización y realización personal no existe diferencia significativa
entre género, el presente estudio arroja resultados que evidencian una mayor
despersonalización y una realización personal intermedia en residentes de género
femenino, incluyendo residentes de las especialidades de medicina interna, gineco-
obstetricia, pediatría y traumatología. Esto probablemente a factores externos que se
encuentran íntimamente relacionados con el Síndrome de Burnout, ya que algunos
estudios afirman que las mujeres tienen mayor predisposición a presentar este
síndrome, debido a que desarrollan un doble rol en la tarea profesional y familiar.

En ambos estudios se muestra un nivel alto de cansancio emocional en


residentes de género femenino de la especialidad de medicina interna; sin embargo, el
nivel de cansancio emocional en residentes del mismo género que corresponden a la
especialidad de gineco-obstetricia es mayor; ante esto es importante mencionar que la
demanda de pacientes que consultan ambos servicios es una de las de mayor afluencia
en el Hospital Nacional Pedro de Bethancourt.

En el estudio realizado por Ocampo (2007), por medio del cual estableció la
prevalencia en un 06% del Síndrome de Burnout en médicos residentes de distintas
especialidades, género, estado civil, edad y año de residencia que laboran en los
hospitales del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social –IGSS--, también se hizo uso
del cuestionario MBI. Dicho estudio, tomó como muestra a 187 médicos residentes,
mientras que este estudio cuenta con una población de 20 sujetos, factor que de alguna
manera influye en la incidencia del Síndrome de Burnout; así mismo, a diferencia del
estudio anterior donde se evalúa a médicos residente de diferentes años y
especialidades, incluyendo cirugía, este toma como población a los médicos residentes
de tercer año, lo cual puede ser un indicador de que no son precisamente los residentes
de tercer año quienes presentan este síndrome, o bien que la incidencia está
relacionada con la especialidad de cirugía y el trabajo que ésta demanda, ya que el
Hospital Nacional Pedro de Bethancourt no cuenta con el post grado de dicha

41
especialización, por lo tanto no existen datos de sujetos evaluados que pertenezcan a
la especialización de cirugía.

El estudio de Ocampo (2007), al igual que este estudio, determinan los niveles
altos, intermedios y bajos de cansancio emocional, despersonalización y realización
personal en el total de la población evaluada.

Con respecto al cansancio emocional, se evidencia que existe un 15% de la


muestra que presenta un nivel alto, un 10% intermedio y un 75% bajo, aunque la
mayoría presenta un bajo nivel de cansancio emocional, es importante tomar en cuenta
el 25% restante. Asimismo, la prevalencia de la despersonalización indica en su
mayoría un 50% de nivel bajo, un 30% intermedio y un 20% alto, siendo esto
significativo; finalmente, el evaluar la realización personal, la mayoría de la población
presenta una realización personal alta en un 70%, mientras que el 30% restante
muestra una realización personal intermedia, ninguno de ellos muestra un bajo nivel con
respecto a esta esfera.

A diferencia de este estudio, que utiliza toda la población de médicos residentes


de tercer año de las diferentes especialidades del Hospital Nacional Pedro de
Bethancourt, Valencia (2008) realizó una investigación y tomó como muestra al
personal médico y de enfermería del Hospital Centro Médico de la zona 10; sin
embargo, ambos estudios muestran en los resultados obtenidos que de manera general
en las poblaciones evaluadas no existe prevalencia del Síndrome de Burnout. Sin
embargo, aunque en el presente estudio no se evidencian sujetos con Síndrome de
Burnout, los resultados de las diferentes esferas tridimensionales que conforman el
síndrome son significativos.

En comparación con otros estudios internacionales, Gomero, Palominio, Ruiz y


Llap (2005) utilizaron el MBI para identificar a los trabajadores sanitarios con Síndrome
de Burnout en un grupo de médicos, enfermeros y auxiliares de enfermería de
diferentes géneros y edades, encontrando un médico que presentaba altos puntajes en

42
cansancio emocional y despersonalización, y baja autorrealización personal,
diagnosticándolo con Síndrome de Burnout; a diferencia de ese, se puede observar que
en el presente estudio la mayoría la población presenta un bajo cansancio emocional y
despersonalización y una alta realización personal. Además, es posible que el médico
identificado con Síndrome de Burnout sea un médico especialista con varios años de
experiencia, por lo que el cansancio emocional y la despersonalización pueden ser
altas, así como baja la realización personal.

Tomando como referencia el estudio de Peralta (2006), el cual pone énfasis en el


Síndrome de Burnout como enfermedad profesional, y en comparación con el presente
estudio, se puede observar que a pesar de los desfavorables que pueden ser las
condiciones en las que se desarrolla la labor profesional de los médicos residentes y al
cansancio físico que las jornadas laborales pueden provocar, los médicos residentes
mantienen un alto nivel de realización personal que les proporciona competencia y
eficacia en la realización de su trabajo.

Con respecto a lo anterior, es importante mencionar que son los residentes de


género masculino quienes presentan un menor cansancio emocional y
despersonalización, lo cual se traduce a una mayor realización personal, esto en todas
las especialidades; sin embargo, mayor aún en la especialidad de traumatología, lo cual
de alguna manera puede verse influenciado por el mayor número de residentes con los
que cuenta esta área, ya que cada una de las especialidades de medicina interna,
gineco-obstetricia y pediatría cuentan con cinco residentes de tercer año, entre ellos
hombres y mujeres de diferentes edades y estado civil; mientras que la especialidad de
traumatología, cuenta con siete residentes con las mismas características que los otros.

Rodríguez et al. (2007), a través del estudio realizado con personal médico
residente, al igual que este estudio, pero incluyendo ejecutivos y obreros, utilizó las
pruebas de Maslach y Jackson y obtuvo resultados que muestran que el Síndrome de
Burnout afecta más a médicos que al resto del personal en salud. El presente estudio,
aunque no muestra incidencia del Síndrome de Burnout en los médicos residentes,

43
revela que existen datos significativos con respecto a las esferas tridimensionales del
Síndrome de Burnout asociadas con el género y especialidad medica, indicando que los
sujetos que presentan un alto nivel de cansancio emocional son mujeres y pertenecen a
las especialidades de medicina interna y gineco-obstetricia, mientras que los que
presentan un nivel intermedio son sujetos de ambos géneros y pertenecen a las
especialidades de traumatología y pediatría, por lo que la mayoría de sujetos de género
masculino y femenino, muestran un nivel de cansancio emocional bajo y pertenecen a
las diferentes especialidades.

Por otro lado, entre los sujetos que presentan un nivel alto de despersonalización
en su mayoría son de género femenino y corresponden a las especialidades de
medicina interna y gineco-obstetricia, encontrando una mínima parte representada por
sujetos de género masculino de la especialidad de traumatología. Las personas con un
nivel intermedio de despersonalización, en su mayoría de género femenino, pertenecen
a las especialidades de medicina interna, pediatría y traumatología, encontrando
nuevamente una mínima parte representada por sujetos de género masculino de la
especialidad de traumatología. La mayoría de la población de género masculino y de las
diferentes especialidades, muestra un nivel bajo de despersonalización, mientras que
en este caso una mínima parte de la población de género femenino presenta un nivel
bajo de despersonalización y corresponde al área de pediatría.

Con respecto a la realización personal, son los sujetos de género masculino y de


las especialidades de medicina interna, gineco-obstetricia y traumatología, quienes
muestran un alto nivel en los resultados obtenidos. Sin embargo, los sujetos de género
femenino, correspondientes a las especialidades de medicina interna, gineco-
obstetricia, pediatría y traumatología, muestran un alto nivel de realización personal,
aunque menor a los de género masculino.

Sujetos de género masculino de las especialidades de pediatría y traumatología,


muestran un nivel intermedio de realización personal; mientras que sujetos de género

44
femenino, de las especialidades de medicina interna, gineco-obstetricia y pediatría
muestran un nivel intermedio con respecto al mismo factor.

Finalmente, y tomando en cuenta las investigaciones nacionales e


internacionales mencionadas anteriormente, y haciendo énfasis en el presente estudio,
se establece que el abordaje del Síndrome de Burnout en profesionales médicos es
relevante, y aunque este estudio a diferencia de otros no muestre prevalencia del
Síndrome de Burnout en la población evaluada, es importante tener en cuenta la
presencia significativa de síntomas asociados con el Síndrome de Burnout y tomar las
medidas preventivas y terapéuticas necesarias con el objetivo de ampliar en el personal
médico el conocimiento sobre este síndrome y favorecer el desarrollo de la salud
mental, emocional y física de los médicos residentes del Hospital Nacional Pedro de
Bethancourt, ya que no de hacerse puede ser perjudicial y afectar la labor medica de los
sujetos, entre otras.

45
VI. CONCLUSIONES

• De acuerdo a los resultados obtenidos a través de la investigación realizada,


se pudo concluir que no existe prevalencia del Síndrome de Burnout en los
médicos residentes de tercer año de las especialidades de medicina interna,
gineco-obstetricia, pediatría y traumatología del Hospital Nacional Pedro de
Bethancourt, por lo tanto no se aprueba la hipótesis planteada.

• De la población evaluada, aunque el 15% presenta un cansancio emocional


alto y el 20% una despersonalización en este mismo nivel, no se alcanzaron
las puntuaciones específicas en la escala de realización personal en el MBI,
para así diagnosticar el Síndrome de Burnout.

• Aún cuando no es suficiente para diagnosticar el Síndrome de Burnout, un


30% de los médicos residentes de tercer año del Hospital Nacional Pedro de
Bethancourt, presentan un nivel intermedio de realización personal.

• En relación a los sujetos evaluados que se ubican en un nivel alto de


cansancio emocional y despersonalización, pertenecen en su mayoría al
género femenino.

• Por el contrario, son los sujetos de género masculino quienes se ubican en un


nivel bajo en los aspectos de cansancio emocional y despersonalización.

• Las especialidades médicas que se ven más afectadas por el cansancio


emocional, son medicina interna y gineco-obstetricia.

• Son las especialidades de medicina interna, gineco-obstetricia y


traumatología, las cuales se ven afectadas por un nivel alto de
despersonalización.

46
• Aunque un 70% de la población evaluada presenta un nivel alto de
realización personal, el 30% restante se ubica en un nivel intermedio,
representado por sujetos de género masculino y femenino de las diferentes
especialidades médicas.

• Son los sujetos de la especialidad de traumatología, quienes en comparación


con las otras especialidades, presentan un menor nivel de cansancio
emocional y despersonalización, por ende un nivel alto de realización
personal.

47
VII. RECOMENDACIONES

• Implementar en hospitales del Estado y privados, métodos para informar al


personal médico sobre el Síndrome de Burnout, para así favorecer la
prevención y/o tratamiento de los síntomas del mismo.

• Impartir en las universidades talleres relacionados con el Síndrome de


Burnout, para que así los estudiantes de medicina adquieran conocimientos
sobre este tema y puedan identificar sus síntomas desde el inicio y evitar su
propagación en las diferentes esferas tridimensionales que componen el
Síndrome de Burnout.

• Participación del Departamento de Recursos Humanos, en el sentido de


programar actividades que proporcionen las herramientas necesarias para la
identificación, prevención y tratamiento del cansancio emocional,
despersonalización y baja realización personal, a nivel individual, grupal e
intrahospitalario.

• Planificar talleres que proporcionen estrategias de afrontamiento del


cansancio físico, mental y emocional, enfocados en las necesidades de las
diferentes especialidades médicas, tomando en cuenta factores como
demanda, tipo de población atendida, recurso humano, insumos, etc.

• A nivel intrahospitalario, generar distintas formas de incentivar al personal


médico con respecto a la labor humanitaria que realizan, con el objetivo de
mantener un nivel alto de realización personal e incrementar el porcentaje
que presenta un nivel intermedio en este aspecto.

• Realizar estudios a profundidad, sobre factores internos y externos que


puedan hacer más vulnerable a la población de género femenino, a presentar
el Síndrome de Burnout.

48
• Realizar un estudio similar, tomando como población a los médicos
residentes de diferentes años y especialidades medicas, para determinar el
nivel de prevalencia según estos factores, a fin de obtener información para
favorecer el desarrollo integral (físico, mental y emocional) de los
profesionales de la salud y poder generalizar los resultados.

• Considerar la idea de extender estudios de este tipo a población de médicos


especialistas, ya que son estos quienes llevan un mayor número de años
ejerciendo la labor como profesionales de la salud; y las diferentes
actividades que demanda su profesión, así como los extensos horarios de
trabajo, atención a la familia, entre otros, son aspectos que pueden generar
un desgaste progresivo, factor influyente en el Síndrome de Burnout y sus
esferas tridimensionales.

49
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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55
Anexos

56
57
CONSENTIMIENTO INFORMADO

“Prevalencia del Síndrome de Burnout en Médicos Residentes de tercer año del


Hospital Nacional Pedro de Bethancourt”

Número: _______

El siguiente test corresponde al trabajo de investigación “Prevalencia del Síndrome


de Burnout en Médicos Residentes de tercer año del Hospital Nacional Pedro de
Bethancourt” a realizarse por la Srita. Cindy Yolanda Martínez Rivera, Estudiante de
Licenciatura en Psicología Clínica de la Facultad de Humanidades de la Universidad
Rafael Landívar, el cual se llevará a cabo en dicho Centro Asistencial durante el
periodo comprendido del 01 de octubre al 31 de diciembre del 2011.

El objetivo de dicha investigación consiste en identificar la prevalencia del Síndrome


de Burnout y su incidencia en los Médicos Residentes de tercer año de las
especialidades de gineco-obstetricia, pediatría, medicina interna y traumatología del
Hospital Nacional Pedro de Bethancourt; así como, ampliar el conocimiento sobre el
Síndrome de Burnout en el personal médico del Hospital Nacional Pedro de
Bethancourt y contribuir con la información obtenida a la elaboración de programas de
intervención dirigidos al personal médico.

Los datos obtenidos a través de este test serán utilizados únicamente con fines
estadísticos, académicos y científicos; los cuales no serán divulgados o compartidos
con otras instituciones sin previa autorización de los autores y de las autoridades del
Hospital Nacional Pedro de Bethancourt de Antigua Guatemala.

La aplicación de este test es de carácter voluntario y únicamente le tomará diez


minutos de su tiempo.

Yo _______________________________________________________________________,
Médico Residente de tercer año, de la especialidad de _________________________,
con No. de Cédula ________________________________ consiento la aplicación del
siguiente test, ya que los datos obtenidos pueden ser de utilidad científica; y autorizo
a que los mismos sean utilizados de manera exclusiva para los fines expuestos
anteriormente, siempre y cuando se me garantice el más absoluto respeto a mi
intimidad y anonimato.

Firma de la persona evaluada: _________________________________

58
Ficha Técnica del Instrumento

Maslach Burnout Inventory

El Maslach Burnout Inventory (MBI) es un a escala validada por Maslach y Jackson,


apareciendo su versión definitiva en 1986. Inicialmente tenía una escala de frecuencia
de siete grados y una escala de intensidad de ocho grados; sin embargo, al obtener una
correlación intensa entre ambas se decidió retener sólo la de frecuencia.

Se utilizó una versión española que ha sido traducida y validada de la original y que ya
ha sido utilizada en numerosos estudios, dicha escala tiene una alta consistencia
interna y una fiabilidad cercana al 0.9.

Se trata de un cuestionario de veintidós afirmaciones sobre sentimientos y actitudes del


profesional en su trabajo y hacia sus pacientes.

De forma autoaplicada mide el desgaste profesional y se complementa en diez a quince


minutos.

Contiene una escala de Likert de 0 a 6, lo cual da 7 opciones de respuesta:

0 = Nunca
1 = Una vez al año
2 = Una vez al mes
3 = Mas de una vez al mes
4 = Una vez a la semana
5 = Varias veces a la semana
6 = Todos los días

Mide los tres aspectos del Síndrome de Burnout:

Subescala de cansancio emocional: consta de nueve preguntas y valora la vivencia de


estar exhausto emocionalmente por las demandas del trabajo. Puntuación de 27 o
superiores serán indicativas de un alto nivel, intervalos de 19 a 26 corresponderán a
puntuaciones intermedias y puntuaciones por debajo de 19 son indicativas de niveles
bajos. Puntuación máxima 54 puntos.

Subescala de despersonalización: esta formada por cinco afirmaciones y valora el


grado en que cada uno reconoce actitudes de frialdad y distanciamiento. Puntuaciones
superiores a 10 serán indicativas de un alto nivel, intervalos de 6 a 9 corresponderán a
puntuaciones intermedias y puntuaciones por debajo de 6 son indicativas de niveles
bajos. Puntuación máxima 30 puntos.

Subescala de realización personal: se compone de ocho afirmaciones y evalúa los


sentimientos de autoeficacia y realización personal en el trabajo. Su puntuación
funciona en sentido opuesto a las anteriores, puntuaciones de 0 a 33 indican una baja

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realización, intervalos de 34 a 39 corresponderán a puntuaciones intermedias y más de
40 puntos reflejan una alta sensación de logro. Puntuación máxima es de 48 puntos.

Estas tres escalas tienen una consistencia interna, considerándose el grado de


agotamiento como una variable continua con diferentes grados de intensidad medidos
por la escala de Likert.

Las puntuaciones de cada escala se obtienen al sumar los valores de los 22 ítems. Se
consideran que las puntuaciones altas en las dos primeras subescalas y baja en la
tercera subescala, definen el Síndrome de Burnout.

Las afirmaciones correspondientes a cada escala son:

• Cansancio emocional: 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20.


• Despersonalización: 5, 10, 11, 15 y 22.
• Realización personal: 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21.

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