Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
ACOSO ESCOLAR:
Trujillo - Perú
1
Referencias del autor
2
Dedicatoria
Para todos aquellos niño/as y adolescentes, que han mantenido en silencio por mucho
tiempo el maltrato y la violencia de sus compañeros, sin poder defenderse; y para
todos los niños/as del Perú, que merecen una educación de calidad en armonía y
convivencia de paz.
3
Agradecimientos
Un trabajo de esta naturaleza involucra a muchas personas e instituciones, a quienes
deseo reconocer explícitamente:
A todos los profesores y profesoras, que fueron más de 600 personas, de la ciudad de
Trujillo, los distritos y Provincias de la región La Libertad, que durante los últimos 4 años,
participaron con entusiasmo en las diversas jornadas de capacitación sobre la Violencia y
Acoso Escolar, que organizó la universidad a través de la Oficina de Admisión y el
Vicerrectorado de Investigación; quienes fueron mis primeros aliados, me apoyaron en la
toma de datos, para la adaptación y estandarización de la ECE-B; así como para el estudio
epidemiológico que llevamos a cabo en el 2013. A todos ellos, mi gratitud y respeto.
A las Bachilleres en Psicología Laura Larios Rodríguez y Raquel Gálvez Velásquez, mis ex
alumnas y futuras colegas, quienes formaron parte de mi equipo de trabajo, por su
eficiencia, eficacia y creatividad en el proyecto Anti-Bullying, que ejecutamos; quienes
pese a su juventud demostraron gran compromiso y dedicación, en los diversas
actividades y responsabilidades encomendadas, dieron mucho más. Ellas me apoyaron
con el primer borrador de este trabajo.
A los niños/as y adolescentes, fuente de inspiración, por quienes y para quienes debemos
desarrollar acciones, en la perspectiva de procurarles un mundo mejor, facilitándoles las
oportunidades de crecer en confianza en sí mismos.
4
Presentación
La violencia y acoso escolar, conocido generalmente como bullying, es un problema
multicausal y su abordaje debe ser realizado desde diversas disciplinas. Heinneman (1972
véase Olweus, 2006) y Olweus (1973 en Olweus, 2006) fueron quienes sentaron las bases
teóricas de este fenómeno que causaba efectos negativos en los escolares. A partir de
entonces, son diversos los autores que han realizado investigaciones para poder
determinar las causas y consecuencias en torno a las víctimas, agresores y observadores.
Así, el bullying es una modalidad de agresión no encubierta y hace referencia a
comportamientos hostiles de un alumno o grupos de alumnos hacia la víctima,
ocasionándole daños irreparables en su autoestima y otras áreas de su desarrollo
personal.
Las causas para este tipo de conductas pueden ser los más insignificantes. En esta línea,
Sweeting y West (2001, véase Stan, 2009) encontraron que “… los jóvenes que son menos
atractivos físicamente, que tienen sobrepeso, alguna discapacidad (problemas de visión,
oído o habla) o un bajo rendimiento académico, son más propensos a ser intimidados.
Desde esta perspectiva se puede afirmar que muchos de los agresores resaltan
constantemente los defectos físicos de sus compañeros con la finalidad de ridiculizarle y
humillarle ante los demás.
Del mismo modo, Becerra, Flores y Vásquez (2009) hallaron que el 45% de los alumnos de
los colegios de Lima Metropolitana eran víctimas de agresión y la modalidad más
frecuente era la agresión verbal (67%). Es evidente entonces que este problema es una
realidad que existe y convive en los centros educativos de nuestro país y es labor nuestra
fomentar su erradicación, concientizando y educando a la población escolar y a los
docentes sobre los efectos nocivos que puede ocasionar este tipo de maltratos entre los
alumnos.
De otro lado, la sociedad actual se caracteriza por las escenas de violencia en todas sus
modalidades y los medios de comunicación dan mayor relevancia a actos que son nocivos
para la salud mental. Este masivo bombardeo de violencia a través de los medios de
5
comunicación influye de manera negativa sobre los niños y adolescentes, volviéndolos
insensibles hacia el dolor ajeno y generando conductas de imitación.
Así pues, esta modalidad de violencia entre escolares involucra a tres sujetos de forma
directa que son: el acosado o víctima, el agresor y el observador. Las razones de su
desarrollo y prevalencia podrían de alguna manera estar relacionadas con los modos de
funcionamiento e interacción familiar.
6
Así pues, este libro se presenta en la perspectiva de que el único medio para reducir la
violencia y acoso escolar es desarrollar programas preventivos, ello implica trabajar con
todos los actores educativos y con el compromiso tácito de involucrar a todos los actores
sociales; material que proponemos como una metodología de intervención para que los
profesionales de Psicología, educación y otros afines, puedan contar con los recursos,
metodologías y estrategias prácticos para su intervención a nivel de docentes, padres de
familia y demás implicados en este fenómeno psicosocial.
7
ÍNDICE
Páginas
PÁGINAS PRELIMINARES
Carátula
Referencias del autor
Dedicatoria
Agradecimientos
Presentación……………………………………………………………………………………………………………..
Índice……..…………………………………………………………………………………………………………………
Consideraciones preliminares……………………………………………………………………………………
REFERENCIAS……………………………………………………………………………………………………….
8
Consideraciones preliminares
Las políticas públicas en torno a la educación en nuestro país, apuntan a un sistema
educativo de calidad, equitativo, transparente y democrático, al contar con instituciones
educativas que asuman los principios de la inclusión educativa; que se caracteriza por
impulsar una gestión escolar y pedagógica centrada en el aprendizaje y por lo tanto, en la
mejora de los resultados educativos de sus alumnos y alumnas, así como, por construir las
condiciones para un ambiente de formación que además de ser una comunidad de
aprendizaje es una comunidad segura para todos. En tal sentido, antes de intervenir en
una situación de violencia y acoso escolar, es necesario tener algunas consideraciones
previas que sirvan de marco de referencia para situar los contenidos:
9
estas interacciones niño-niño o chica-chico, porque la principal característica es
precisamente que las y los interactores son iguales o muy parecidos en cuanto a edad,
intereses, características o roles, de forma que están en una posición social semejante.
Además se caracterizan por ser paritarias y simétricas y se regulan básicamente por la ley
de la reciprocidad entre lo que se da y lo que se recibe.
En la relación con las/los iguales se encuentra afecto, intimidad, alianza, ayuda, apoyo,
compañía, aumento del valor, sentido de inclusión, sentimientos de pertenencia,
aceptación, solicitud, y muchas otras cosas que hacen que el niño tenga sentimientos de
bienestar y se encuentre a gusto. Además, el microsistema de los iguales y la cultura de
grupo están compuestos de normas, ritos, pautas, rutinas, convenciones, costumbres,
creencias, hábitos de comportamiento, valores y actitudes. El grupo de iguales tiene una
gran importancia en el aprendizaje del rol sexual, en el desarrollo moral y en el desarrollo
de normas y valores y habilidades sofisticadas como negociar, intercambiar, compartir,
defenderse, crear normas, cuestionar lo injusto… se desarrollan fundamentalmente en las
interacciones entre compañeros/as (Monjas, 2004; Trianes, Muñoz y Jiménez, 1997).
También es preciso resaltar que en las relaciones entre iguales aparecen inevitablemente
conflictos y problemas que se tienen que aprender a solucionar. Muchas veces se han de
afrontar interacciones sociales difíciles saber negarse, decir que no y rechazar
peticiones, defenderse ante amenazas e intimidaciones, preguntar por qué, hacer y
responder a quejas y reclamaciones, afrontamiento de presiones de grupo, hacer
peticiones y ruegos, manifestar los propios deseos, pedir cambios de conducta y defender
lo propio, manejar el rechazo y la exclusión de un grupo, afrontar y responder ante un
desprecio, afrontar las intimidaciones, afrontar y responder a las bromas y burlas.
Es preciso añadir que estos conflictos, que lógicamente aparecen en la convivencia, son
positivos ya que ofrecen la oportunidad de practicar habilidades y estrategias (por
ejemplo, negociación, toma de perspectiva, reciprocidad, empatía...) que serán muy
importantes para la construcción de relaciones interpersonales satisfactorias y positivas.
Los niños y niñas así como y los adolescentes con adecuada competencia social, son
capaces de afrontar estos retos positivamente y resuelven sus conflictos de forma pacífica
y positiva.
10
PRIMER EJE TEMÁTICO
11
SESIÓN 1 REVISANDO NUESTRAS ACTITUDES Y VALORES
Competencias a desarrollar:
=========================================================================
Las actitudes son hábitos de pensamiento que condicionan nuestras reacciones y nuestra
conducta con respecto a un objeto, persona, hecho o situación. O como dice Stephen
Robbins (2002) en su libro de Comportamiento Organizacional, "son afirmaciones
evaluativas (favorables o desfavorables) respecto a objetos, personas o hechos".
No son lo mismo que valores pero van de la mano con ellos. Ambos conceptos se
interrelacionan. Las características principales de las actitudes son dos: son aprendidas y
son modificables. Fundamentalmente las podemos clasificar simple y llanamente en dos
tipos:
Actitudes positivas son las actitudes abiertas que permiten un diálogo, es el grado de
flexibilidad y apertura a varias posibilidades y que pueden cambiar o variar diversas
perspectivas, respecto a algo. No hay crecimiento en ningún aspecto de la vida física o
mental de un individuo que no tenga cambio. Esta forma de actitud se considera
"madura" psicológicamente.
12
Actitudes negativas son siempre rígidas, cerradas y resistentes al cambio. Limitan nuestra
posibilidad de salir adelante. La gente muy cerrada funciona a este nivel y lógicamente
crea tensiones, molestias, conflictos y hasta reacciona con apatía, porque es demasiado
rígida y rechaza todo lo nuevo o diferente porque lo considera amenazante. Esto es
"inmadurez".
Sólo las actitudes positivas permiten el desarrollo, porque sólo con actitudes positivas se
puede mejorar, cambiar, aceptar, comprender y tolerar a los demás seres humanos por
distintos que sean a nosotros, y por lo tanto sólo con actitudes positivas podemos
convivir agradablemente y trabajar en grupos eficaces, eficientes y productivos.
Las actitudes son uno de los elementos fundamentales del comportamiento de los
individuos, si llegamos a modificar una actitud negativa, educando y formando actitudes
positivas, podemos promover comportamientos deseables en nuestra institución, no solo
a nivel de docentes, sino también de padres de familia y
especialmente de nuestros alumnos; por la gran
influencia que ejerce el maestro en los demás actores
educativos.
Actitud para trabajar en equipo: Consideramos fundamental para nuestra labor docente
tener una actitud orientada a trabajar en equipo. En efecto, las grandes empresas que
brindan servicios a través de los talentos humanos, se han percatado que el recurso
fundamental para el éxito que poseen, son los trabajadores; estos, deben estar dotados
de una serie de actitudes positivas, pero fundamentalmente el perfil que apuntan es que
todo trabajador competente posea alta capacidad para trabajar en equipos. Una
universidad como la UPAO, requiere de sus componentes, una actitud basada en la
competencia profesional a través de los equipos de trabajo.
13
maestro colabora en el desarrollo de la personalidad integral de sus alumnos a través de
los siguientes factores:
Un maestro significativo en estos términos es aquel que crea lazos de cercanía sin
dependencia ni conflicto. Dichos lazos se establecen gracias a que el maestro conoce y
aplica los recursos de la comunicación afectiva con sus alumnos, favoreciendo una
relación interpersonal abierta, cálida y constructiva. Este maestro sabe “leer” las señales
de sus alumnos, especialmente aquellas que anuncian miedo, pena, dolor, desamparo o
confusión; es sensible a ellas y se atreve a sumergirse en el océano emocional del él,
acogiendo, escuchando, entendiendo sin enjuiciar, con calidez y discreción, con
objetividad y flexibilidad. Un maestro que no se queda atrapado en las conductas
(Displicencia, apatía, agresividad); acoge y, escucha, luego ofrece alternativas de solución
sin presionar, trasmitiendo fe, optimismo y confianza en los recursos propios del alumno.
14
Este maestro practica, por encima de todas sus cualidades, la más difícil: sabe escuchar en
forma activa; se da tiempo y se muestra bien dispuesto; jamás enjuicia a su alumno antes
de escucharlo. La mayoría de los adultos arruina su posibilidad de ser acogedor por
hablar a destiempo emitiendo juicios que sólo contribuyen a alejar al alumno:
comentarios como “lamentablemente, eres tan conflictivo” o “siempre te metes en
problemas” cierran las puertas a la comunicación afectiva; en cambio, comentarios tan
sencillos como “lo que me cuentas me hace recordar algo que me ocurrió cuando era
niño, y me sentí tan asustado (a) y tan solo (a)...”, “¡ánimo!. Busquemos juntos una
solución!”, dicho con una genuina actitud de acogida e interés, invitan al alumno en
dificultades a confiar en ese maestro.
MOMENTO PRÁCTICO
1. Mi árbol de autoestima
Objetivo: Que tengan un mejor autoconocimiento.
Procedimiento: La persona que conduce la actividad indica a los participantes que cada
uno (en una hoja bond) dibuje un árbol, con sus raíces, tallo, ramas, hojas y frutos; y en
cada parte escribir:
Las raíces: tres de sus mayores cualidades o capacidades
El tallo: de las tres cualidades, identificar y escribir la más sobresaliente
Las ramas: tres de sus mayores defectos, o aspectos que requiere mejorar
Las hojas: tres de sus mayores satisfacciones, que cambiaron su vida
Los frutos: tres de sus mayores anhelos o metas que espera alcanzar.
Cuando todos han terminado, pide a cada participante que muestre a sus compañeros (de
5 cada grupo) y compartan lo que han puesto en el árbol. El responsable invita a dialogar
para evaluar la experiencia vivida.
15
ENFOQUES EXPLICATIVOS ACERCA DE LA
SESIÓN 2 VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
Competencias a desarrollar:
Todos y todas hemos presenciado escenas en nuestro colegio en las que un/a
intimidador/a (con fuerza física y/o poder psicológico), sin ninguna razón, maltrata a un
chico o una chica más débil (física o psicológicamente) y, además, lo hace reiteradamente
y nadie de los que lo observan le dice o hace nada para evitarlo, cortarlo o pararlo. Por lo
tanto no es un conflicto o problema entre iguales (un enfado, una divergencia, una
faena...), ni una broma puntual (esconderle la mochila, mandarle un anónimo), ni una
agresión esporádica (una pelea, un atraco, una agresión), sino algo mucho más serio.
3.1. Conducta agresiva intencional: El chico o chica que maltrata a sus compañeros busca
hacer daño deliberadamente y sabe que lo que hace no está bien, por este motivo lo
oculta y/o lo niega repetidamente cuando es descubierto. A la larga, disfruta con el
sometimiento y el sufrimiento de la víctima; es decir estos hechos le resultan placenteros.
Por lo tanto, no se trata de bromas puntuales ni de una agresión esporádica que no tiene
intención de dañar. El agresor o agresora actúa con deseo e intención de dominar y de
ejercer poder sobre otro/a.
16
3.2. Habitual, persistente y sistemática: La conducta de intimidación, se repite muchas
veces y permanece en el tiempo, por lo que la víctima está sufriendo estas experiencias
de forma prolongada. Hay chicos(as) que son
sistemáticamente humillados, insultados y acosados; los
datos informan que algunos(as) son molestados(as)
todos los días y varias veces. Generalmente la agresión
intimidatoria comienza con actos aislados como burlas,
insultos o poner apodos y, progresivamente, se produce
una escalada en el grado y diversidad de conductas
hasta llegar a formas muy complejas y dañinas.
De lo anterior expuesto se concluye que la violencia es todo acto que remite al uso de la
fuerza física o psicológica en contra de un semejante para herir, abusar, humillar, dañar,
dominar y perjudicar.
17
La agresión reactiva es todo aquello que se conoce como golpes, violaciones
sexuales, torturas o acabar con la vida. También se incluyen aquí las amenazas
fundadas. En conclusión se podría decir que la agresión activa es una táctica de
supervivencia.
En tanto que la agresión pasiva es todo aquello que no se ve, pero que dañan
mucho más y se manifiestan en conductas de cohersión e intimidación, el daño es
más psicológico.
C. Escolar.- Definimos como escolar a aquellos sujetos que están en una posición social y
corresponden a una etapa de la vida semejante (niños o adolescentes) y son
dependientes de los adultos (padres de familia y Profesores); los escolares o estudiantes
explícita e implícitamente reconocen que tienen los mismos derechos y deberes, son
conscientes de su estatus y de su diferencia social respecto a otros segmentos de
población; y además mantienen relaciones sociales de igual a igual con sus semejantes.
Bajo este panorama de conflictos entre estudiantes, los escolares que intervienen en
estos actos de violencia se identifican en tres roles: acosador, víctima y espectador o
testigo. Esta relación trilateral se sostiene mediante “la ley del silencio´´ y la condena
pública del delator o chivato.
Los problemas que se suscitan dentro de los ambientes escolares, suelen manifestarse de
diversas formas (véase figura uno). Cada uno de estas formas de violencia tiene sus
propias particularidades. Aquí solo haremos la delimitación entre violencia escolar.
18
compañeros, aquí es necesario destacar la violencia física y la emocional.
Para Sanmartín (2006) “El problema de la violencia escolar, adquiere relevancia cuando la
violencia entre compañeros degenera en acoso escolar” (p. 27).
Según Serrano (2005, p. 11) hablamos de violencia y acoso escolar cuando se cumplen al
menos tres de los siguientes criterios:
- La víctima se siente intimidada.
- La víctima se siente excluida.
- La víctima percibe al agresor como más fuerte.
- Las agresiones son cada vez de mayor intensidad.
- Las agresiones suelen ocurrir en privado.
Al respecto, Olweus (2006) hace una precisión, para identificar el bullying de otro tipo de
agresiones entre escolares: “…Pero no se llama bullying cuando se molesta en una forma
amigable y juguetona. Tampoco es bullying cuando dos estudiantes de más o menos de la
misma fuerza o poder discuten o pelean” (p.26).
FIGURA 1
DIVERSAS FORMAS QUE ADOPTAN LOS PROBLEMAS DE CONVIVENCIA ESCOLAR
Problemas de
convivencia escolar
Indisciplina
Agresión
Violencia
Bullying Disrupción
escolar
19
apropiado para comprender la génesis y el desarrollo de las conductas de violencia
interpersonal, como respuesta a experiencias de socialización, que en lugar de proveer
afectos positivos y modelos personales basados en la empatía personal y el respeto hacia
el prójimo, ofrecen claves para la rivalidad, la envidia y el odio.
La mayoría de las investigaciones sobre violencia y acoso escolar, toman como marco de
explicación a la teoría ecológica. Bronfenbrenner (1987) postula una explicación ecológica
del desarrollo de la conducta humana y nos permite entender la influencia tan grande
que tienen los ambientes que rodean al individuo en su desarrollo. Este modelo teórico
ha sido aceptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para trabajar sobre el
fenómeno de la violencia. Esta teoría plantea una visión más integral para comprender de
que el argumento de la violencia es una conducta aprendida en diversos niveles. Este
autor considera al ambiente ecológico como un conjunto de estructuras seriadas y
estructuradas en diferentes niveles, en donde cada uno de esos niveles contiene el uno al
otro.
FIGURA 2
MODELO ECOLÓGICO PARA COMPRENDER EL DESARROLLO DE LA VIOLENCIA.
Macrosistema
Exsosistema
Mesosistema
Microsistema
20
El exosistema está integrado por contextos más amplios que no incluyen a la persona
como un sujeto activo (la comunidad, los medios de comunicación)
El macrosistema lo componen el conjunto de valores y esquemas culturales del cual los
niveles anteriores son manifestaciones concretas.
Cabe agregar que tampoco se debe olvidar la influencia que tienen los factores de
personalidad en el desarrollo de la agresividad, puesto que el niño agresor suele mostrar
una tendencia significativa hacia el psicoticismo. Le gusta el riesgo, el peligro y posee una
alta extraversión que se traduce en el gusto por los contactos sociales, aunque en ellos
habitualmente tiende a ser agresivo, se enfada fácilmente y sus sentimientos son
variables. Todo lo anterior hace que este tipo de niño tienda a tener "trastornos de
conducta" que le lleven a meterse en problemas con sus iguales e incluso con adultos
Sin menospreciar los factores biológicos, los cognitivos, los sociales y los de personalidad,
los factores que cobran un papel especialmente importante en la explicación de la
aparición de conductas violentas, son los factores ambientales. Cobra especial
importancia el papel de la familia, puesto que si la agresividad como forma de resolver
problemas interpersonales suele tener su origen al principio de la infancia, parece claro
que en buena parte se deba formar en el ambiente familiar.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, este modelo teórico, ofrece mayores
alternativas de comprensión y análisis sobre el origen de las conductas violentas,
especialmente entre los escolares. Finalmente, desde este modelo teórico la violencia y
acoso escolar, será la interacción entre las características personales de los implicados y
las características del contexto.
21
La agresividad es una potencialidad de todos los seres vivos, es un mecanismo de
conservación y protección frente al peligro. Según Cerezo (2007) los componentes de la
agresividad son:
Factores biológicos. La edad, el nivel de activación hormonal, mayor incidencia en
varones que en mujeres
Factores personales. Dimensiones de la personalidad con cierta propensión a la
violencia.
Factores familiares. Los patrones de crianza y los modelos de interacción familiar.
Factores sociales. Especialmente relativos a los roles asociados a cada individuo
dentro del grupo.
Factores cognitivos. Las experiencias de aislamiento social vividas. Experiencias
tempranas de privación social. Asociación entre emocionalidad y agresividad.
Otros factores ambientales. La exposición repetida a la violencia en los medios de
comunicación y en los juegos electrónicos. Dentro de todos estos factores, existe la
probabilidad de una mayor incidencia en el desarrollo de conductas agresivas en los
niños y niñas las prácticas o estilos de crianza y el clima familiar.
2.5.1. Teorías del condicionamiento y del aprendizaje social. - Desde las teorías
conductistas, la conducta agresiva se aprende por condicionamiento clásico (asociación
de un estímulo con otro que provoca la agresión intrínsecamente), por condicionamiento
operante (recompensas de la conducta agresiva aumentan la probabilidad de su
aparición) y mediante aprendizaje social (la conducta agresiva se aprende vicariamente a
través de la observación de modelos reales y simbólicos). Desde
esta última teoría, el comportamiento agresivo es el resultado
del aprendizaje por imitación de modelos violentos.
La agresividad social puede ser de dos tipos: individual, es fácilmente predecible, sobre
todo cuando los objetivos son de tipo material e individualista, o bien grupal. Esta última
22
no se puede predecir tomando como base el patrón educacional recibido por los sujetos,
sino que se predice por el referente comportamental o sujeto colectivo, el llamado "otro
generalizado", al que respetan más que a sí mismos y hacia el cual dirigen todas sus
acciones.
2.5.7. Teoría de las habilidades sociales.- Según esta teoría, se consideran que muchos
de los problemas de relaciones sociales, donde se engloba la violencia entre iguales,
proviene de un déficit de las competencias sociales apropiadas, fundamentalmente para
la interpretación correcta de señales sociales. Las investigaciones descubren que las
habilidades sociales son distintas en los agresores y en las víctimas
2.5.8 La teoría mimética. Según esta teoría, las relaciones humanas son conflictivas y
violentas; la tranquilidad es momentánea. El deseo está en la base de esas relaciones y es
de carácter mimético, esto es, la imitación del deseo del otro, copiar el deseo del otro por
un objeto y se lucha por ese objeto deseado que puede ser real (una persona, una cosa,
un territorio, etc.) o de una categoría metafísica (el orgullo, el prestigio, el honor, por una
mirada mal interpretada, por un nombre, una idea, una bandera un símbolo o ¡por nada!
23
SESIÓN 3 CONTEXTO Y CARACTERÍSTICAS DE LA
VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
Competencias a desarrollar:
Cava, Musito y Murgui (2006) realizaron una investigación sobre familia y violencia
escolar en 665 adolescentes, encontrando que hay una influencia indirecta y no directa
de la familia en la violencia escolar. A continuación veamos algunos enfoques teóricos
relacionados a los factores de riesgo familiares.
A. Teoría del aprendizaje social.- Las teorías del aprendizaje social derivan de las teorías
de Bandura (1973) y proponen que los padres son: modelos del comportamiento y
reforzadores del comportamiento.
24
Las investigaciones han demostrado esta teoría y los estudios disponibles concluyen que
los predictores más importantes de la agresividad infantil son: sufrir castigo físico severo,
tener falta de cariño y ser educado con prácticas disciplinarias poco coherentes
En conclusión, podemos afirmar que muchas de las conductas que los niños manifiestan
en los salones de clase son conductas aprendidas en el entorno familiar y que se van
acentuando ante la falta de autoridad de los padres, o en su defecto ante una excesiva
violencia dentro del hogar los niños repiten estas experiencias en las aulas de clase
Los estilos de crianza están relacionados básicamente a las formas de crianza que se dan
dentro de cada familia; en efecto, las relaciones o estilos familiares son únicas, con una
dinámica propia y la forma como se dé esta interacción entre sus miembros, y el modo
en que se establecen y se cumplen las normas y reglas de convivencia; estarán implicados
directamente en el origen de ciertas conductas agresivas, o pueden ser también
conductas de sumisión; en todo caso dependerá de la capacidad de asimilación por parte
de los niños y el estilo de crianza por parte de sus padres.
C. La teoría del apego.- Un modelo teórico importante para explorar la relación entre el
progenitor y el hijo es el modelo del apego. Bowlby (1988 en Serrano, 2006), propuso que
el tipo de apego que se desarrolla entre el cuidador primario y el niño durante los
primeros años sienta las bases del modelo de funcionamiento interno o MFI. Este MFI
continuará influyendo en el desarrollo futuro del niño y en la conducta que asuma en las
relaciones a través de su vida. Por tanto el desarrollo de un MFI inseguro o disfuncional
durante la infancia puede llevar que el niño tenga dificultades con sus compañeros en el
colegio. Myron et al. (2004, En Serrano, 2006) desarrollaron un estudio con niños de
entre 8 y 11 años en Inglaterra. Sus datos mostraron que tanto los acosadores como las
víctimas (según los informes de sus compañeros) tenían una mayor probabilidad de tener
vínculos de apego inseguros cuando se les comparaba con los niños no implicados.
25
D. Los esquemas de relación familiar.- Un esquema se basa en el comportamiento
prototípico de los padres y el comportamiento propio del hijo. Algunas combinaciones de
progenitor-hijo predicen un esquema de comportamiento agresivo, otras de
comportamiento de víctima.
F. La teoría cognitivo contextual.- Según esta teoría, los conflictos entre los padres
influyen de dos formas en el comportamiento de sus hijos:
G. La teoría de los sistemas familiares.- La ventaja que goza esta teoría es que estudia a
la familia desde un punto de vista holístico. Los teóricos del enfoque del sistema familiar
consideran a la familia no solo como un conjunto de factores (padres-hijos), sino como un
sistema, y tienen en cuenta conceptos como el de jerarquía de poder, límites entre
subunidades familiares y el papel de chivo expiatorio que pueden asumir determinados
miembros de la familia. Bajo este modelo, Ingoldsby y col. (2001 en Serrano, 2006)
tuvieron en cuenta los efectos añadidos que generan los conflictos entre los diferentes
pares de la familia (padre-madre, progenitor-hijo, hijo-hijo) y descubrieron que los
conflictos que surgían en cada uno de estos pares contribuían sumatoriamente a
incrementar la violencia contra los compañeros en la escuela. También García y col. (2000
en Serrano, 2006) mostraron en otro estudio estadounidense que el conflicto entre
hermanos y las prácticas de parentalidad basadas en el rechazo predecían el
comportamiento agresivo en los niños.
26
propiciaban que el hijo se convirtiera en víctima escolar (según afirmaciones de los
compañeros) en una muestra de niños de 13 y 16 años en Suecia. En este estudio se
encontró que el temperamento débil del niño predecía la sobreprotección por parte de
las madres, lo que a su vez predecía la victimización de los hijos. Otra práctica de crianza
negativa era el caso de que el padre tuviera una conducta negativista, lo que predecía la
falta de identificación con éste por parte del hijo, circunstancia que a su vez propiciaba la
victimización escolar.
Cualquiera de estas dos prácticas podía provocar que al niño le faltara asertividad en sus
relaciones con otros niños de su edad. Según Olweus, el niño que más probabilidades
tiene de convertirse en víctima es un niño prudente, tranquilo y sensible con una madre
sobreprotectora con quien mantiene una relación muy estrecha, o con un padre muy
crítico y distante que no constituye un modelo masculino satisfactorio.
En conclusión, podemos afirmar que los conflictos familiares se refieren a todos los
conflictos dentro del sistema familiar: entre padres, entre progenitor e hijo y entre
hermanos. Todos parecen actuar aditivamente para predecir la violencia infantil y la
agresión.
La disciplina parental se refiere a la relación que existe entre una disciplina dura, punitiva
e incoherente y el comportamiento infantil agresivo y violento. El estilo de crianza
autoritativo ha demostrado mejores resultados que los otros estilos.
Las relaciones entre el progenitor y el niño no se limitan solo a las prácticas disciplinarias
empleadas por el primero. Los niños con un vínculo de apego seguro y con unos padres
que les proporcionan cariño, razonan con ellos y les hablan sobre las consecuencias de
sus actos dan mejores resultados (son menos agresivos) que los niños con vínculos
inseguros cuyos padres tienen actitudes más negativas hacia ellos y que emplean la
culpabilización estigmatizadora.
27
3.2.1 Desigualdad y entorno social.- Muchas investigaciones han demostrado que en los
centros educativos situados en entornos urbanos o socialmente desfavorecidos existen
más problemas de indisciplina y de victimización que en contextos rurales, suburbanos o
de clase social alta. Sin embargo, Debarbieux (2003 en Serrano, 2006) muestra, que
aunque las características socioeconómicas influyen definitivamente en la violencia
escolar, ciertas escuelas de sectores sociales desfavorecidos tienen un clima mejor que
otra con poblaciones que proceden de sectores más ricos.
En tal sentido es necesario promover un clima escolar donde la violencia y el acoso sean
considerados como inaceptables por todos los actores de la comunidad escolar, donde los
alumnos se sientan seguros y donde exista suficiente confianza en los adultos como para
pedir ayuda cuando sea necesario.
3.2.2 El tamaño y la estructura del centro educativo.- Al respecto el informe del Instituto
Nacional de Educación Americano ya afirmó en 1978 que es más difícil mantener el clima
de seguridad en las escuelas de gran tamaño. Bajo esta perspectiva las grandes unidades
escolares requieren mayor vigilancia y un esfuerzo por parte de la dirección para
controlar las situaciones de agresión y violencia (Felson, 1994 en Serrano, 2006). La
amplitud del centro educativo también favorece que aumenten los problemas de
vandalismo y de intrusión por parte de elementos externos al establecimiento. Además,
los establecimientos escolares de gran tamaño se caracterizan porque la relación entre
alumnos y adultos es más distante y esto perjudica el desarrollo del sentimiento de
pertenencia, que es muy importante para facilitar un clima social con poca violencia.
Por el contrario fomentar la motivación y el refuerzo positivo, así como las conductas pro-
sociales, son más eficaces para reducir los problemas de indisciplina que un sistema rígido
y muy represivo. En este sentido es necesario saber cuáles son los tipos de infracciones al
reglamento escolar, cuáles las respuestas por parte de los adultos del centro y cuantas
veces se han repetido las infracciones. Por otra parte, el modo de dirigir el centro es clave
para fomentar un buen clima.
3.2.4. La influencia de la dirección.- Los directores de los centros educativos son los
responsables de la seguridad de los miembros de la comunidad educativa, tanto de las
instalaciones de la escuela como de los individuos. En países, como Suecia, Finlandia o
Inglaterra, por ejemplo, tienen la obligación, por ley, de establecer políticas y programas
para prevenir los posibles problemas de violencia e incorporar la lucha contra el maltrato
entre iguales en el currículo. El trabajo y el aprendizaje en un clima positivo es un medio
de prevenir y reducir los problemas de violencia. Este ambiente se caracteriza porque en
28
el centro predomina una ética donde los directores y los profesores comparten valores
similares y principios claros sobre el modo de comportarse.
Por ello, es preciso incluir a los docentes en los procesos de diseño y de intervención
contra la violencia, ya que los profesores que tienen más poder se comprometen más en
los esfuerzos para reducir la violencia y para introducir acciones específicas en sus aulas.
Los alumnos que reconocen la competencia de sus profesores y que confían en su propia
capacidad de tener éxito escolar son menos susceptibles de maltratar a sus compañeros..
Cuando la calidad de la comunicación es buena entre los adultos y los jóvenes, estos
últimos piden ayuda más fácilmente en caso de sufrir violencia. Una escuela eficaz es una
escuela que cuida el bienestar tanto de sus alumnos como de sus docentes.
29
actitudes y comportamientos sobre los niños. Toda esa dosis de violencia que se trasmite
genera una desensibilización y una banalización de la violencia.
Un estudio realizado por Santiesteban (2005), con una muestra de 2.322 escolares de 9 a
16 años de centros públicos y privados de Madrid, “constata que el consumo de televisión
y videojuegos revela más agresividad, que se manifiesta de manera física y verbal en la
mayoría de los varones. En las mujeres la ira es el rasgo fundamental en los
comportamientos agresivos” (en Garaigordobil y Oñederra, 2010, p.116).
Huessman (2003 en Stan et al, 2009) en una investigación sobre los efectos de la
televisión tras 15 años de seguimiento, afirma que “la televisión violenta mina la aversión
natural de los jóvenes hacia la violencia” (p.18). Su estudio concluye que los jóvenes que
miran televisión violenta son más propensos a abusar de sus cónyuges cuando son
adultos y a atacar a otras personas.
Ortega (1998) señala que hay factores que aumentan el riesgo de que los adolescentes se
vean envueltos en problemas de relaciones interpersonales, pero que aún no son
víctimas, ni agresores, estos son:
En un trabajo reciente Ortega y Mora-Merchán (2008) analizan la relación entre las redes
del grupo de iguales y el acoso escolar. Los resultados de su estudio evidencian que las
víctimas son claramente rechazadas y aisladas por sus compañeros, mientras que los
agresores mantienen su prototipo de rol popular.
30
FACTORES, FASES, TIPOS, CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE
SESIÓN 4
LA VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
Competencias a desarrollar:
1. Identifica los factores, las fases los tipos, causas y consecuencias de la violencia y
acoso escolar, con interés y sentido común.
=========================================================================
Por definición, los factores de riesgo predicen cuando se da una probabilidad alta de que
ocurra un fenómeno particular como el acoso escolar. Por esta razón, los estudios
longitudinales deben establecer cuáles son los factores de riesgo y los factores de
protección más importantes; los factores de protección son los que contrarrestan los
factores de riesgo.
Normalmente los factores de riesgo para el acoso escolar se identifican comparando a los
agresores con los compañeros que no están implicados en este tipo de conductas. Pero
lamentablemente la mayoría de los estudios sobre el acoso escolar son transversales en
lugar de longitudinales, lo que dificulta saber si los factores preceden al acoso escolar o
podrían ser consecuencia del mismo.
En cuanto a las diferencias raciales existen muy pocas investigaciones, solo se reporta la
investigación de Unnever y Cornell (2003 en Serrano, 2006) realizada en Virginia con
menores afroamericanos, encontrando que éstos eran acosadores con mayor frecuencia
que los caucásicos.
31
B. Agresividad.- En la investigación de Estocolmo, Olweus (1978, en Serrano, 2006)
encontró que los acosadores escolares tenían una personalidad agresiva, unos
mecanismos débiles de inhibición de la agresión y una actitud favorable hacia la violencia.
Estos resultados no son sorprendentes ya que es lo que se espera de los niños que acosan
directamente en la escuela y estas conductas son repetidas también en otros contextos.
Una investigación realizada en Canadá encontró que loa agresores escolares – designados
como tales por sus iguales y por sus profesores – muestran ira con mayor frecuencia que
las víctimas, mientras que éstas presentan tristeza más a menudo que los agresores.
(Wilton et al, 2000 en Serrano, 2006).
32
Rigby (2003) concluye que la victimización puede causar depresión y problemas de salud
mental posteriormente.
G. Habilidades sociales.- Las diversas investigaciones han demostrado que las víctimas de
acoso escolar tienden a ser impopulares y a tener dificultades para hacer amigos
fácilmente, a estar marginadas o desatendidas por parte de sus compañeros y a estar a
solas o tener pocos amigos. En tanto que los agresores gozan de una popularidad y
fortaleza física.
También los estudios han demostrado que en los centros educativos se producen
episodios de discriminación racial y actitudes xenofóbicas (Díaz-Aguado et al. 2004). De
igual modo las actitudes racistas, xenófobas y prejuiciosas hacia personas de otros grupos
culturales potencian conductas violentas en la escuela. En cuanto a la homofobia, este
grupo es quizás en nuestro país, el grupo que más sufre y es víctima de burlas, maltratos y
humillaciones. Las investigaciones en España han demostrado que existen niveles graves
de homofobia y que muchos educadores y la práctica totalidad de las instituciones no los
perciben.
1. Incidentes críticos.
2. Acoso y estigmatización del niño.
3. Latencia y generación del daño psicológico.
4. Manifestaciones somáticas y psicológicas graves.
5. Expulsión o autoexclusión de la víctima.
En síntesis, entre las características básicas de la violencia y acoso escolar, que se han
mencionado en diferentes definiciones, se pueden destacar lo siguiente:
La presencia de una víctima indefensa acosada por uno o varios agresores con
intencionalidad mantenida de hacer daño; existe crueldad por hacer sufrir
conscientemente.
Hay una desigualdad de poder entre una víctima débil y uno o varios agresores más
fuertes física, psicológica o socialmente. Debe existir una desigualdad de poder y
desequilibrio de fuerzas.
33
La conducta violenta del agresor contra su víctima se produce con periodicidad y la
relación dominio-sumisión ha de ser persistente a lo largo del tiempo.
El objetivo de la intimidación suele ser un solo alumno. La intimidación se puede dar
en solitario o en grupo, pero se intimida a sujetos concretos. Nunca se intimida a un
grupo.
Este problema tiene consecuencias muy negativas para todos los involucrados; pero
quien más sufre es la víctima. A continuación se citan las causas y consecuencias sobre las
víctimas recopilados por Garaigordobil y Oñederra, (2010)
34
Timidez, introversión, aislamiento y soledad
Baja autoestima y bajo autoconcepto
Síntomas de depresión y ansiedad
El niño que sufre este problema suele terminar aceptando que es un mal estudiante, un
mal compañero, incapaz de valerse por sí solo. Y todo esto genera un sentimiento de
culpa y afecta a su autoestima y por ende el auto concepto que el niño se va formando de
sí mismo en una etapa crucial de su desarrollo y maduración psicológica. De este modo un
niño normal o incluso brillante puede pasar a ser una sombre de lo que fue.
Un niño que sufre de violencia y acoso escolar, piensa que todo lo que hace está mal, se
autoinflige un castigo psicológico de minusvalía, generando un concepto negativo de sí
mismo y esta baja autoestima es probable que lo acompañe hasta la vida adulta. Y
muchas veces este puede ser el motivo principal del ausentismo escolar. Aquí es
importante precisar la falta de interés de los padres que mantienen escasa comunicación
con el hijo en edad escolar y no saben realmente lo que sucede y si lo saben no les dan
importancia y creen que esas conductas son parte del colegio y que el “varón debe
aprender a ser macho por sí solo¨. Otro aspecto importante que cabe mencionar es sobre
los niños que son de provincia y vienen a la capital y viven con familiares de “segundo
orden” que muchas veces son maltratados y humillados por los propios integrantes de la
familia donde viven y son víctimas fáciles de los acosadores que se les “prenden¨ y le
comienzan a “cholear¨, dañando así a su autoestima.
35
delincuentes. Las investigaciones mencionadas destacan que los agresores son insensibles
al dolor ajeno y presentan bajo rendimiento académico, ausencia de sentimientos de
culpa y muchos de ellos requieren ayuda psicológica o psiquiátrica y un porcentaje de
ellos probablemente desarrolle en la vida adulta conductas antisociales, delictivas o
psicopáticas.
La primera, cuando se produce un contagio social que inhibe la ayuda e incluso fomenta
la participación en actos intimidatorios por parte del resto de los compañeros. Y en
segundo lugar, el espectador tiene miedo a ser incluido dentro del círculo de victimización
y convertirse en blanco de las agresiones, lo que le impide que, aunque quiera ayudar a la
víctima, no lo haga. Esta pasividad por parte de los compañeros favorece la dinámica
bullying entre los escolares.
En cuanto a las repercusiones que tiene para los espectadores, es que genera tres tipos
de conductas.
1. El de callar por miedo para no ser la próxima víctima de la agresión.
2. El de convertirse en “hincha o ayudante del agresor¨.
3. El de hacerle frente al agresor y convertirse en su “rival¨, actuando de esta forma
como el defensor o solidario de la víctima.
Otro aspecto importante de la influencia de este problema sobre los observadores, es que
produce un efecto de desensibilización y la pérdida de empatía frente al dolor ajeno. En
conclusión las consecuencias más acuciantes sobre los espectadores son:
Miedo
Sumisión
Pérdida de empatía
Desensibilización ante el dolor del prójimo
Falta de solidaridad.
Interiorización de conductas antisociales y delictivas para conseguir objetivos.
Sentimientos de culpabilidad.
Persistencia de síntomas a largo plazo y en edad adulta.
36
A partir de una reflexión personal sobre el contenido desarrollado en este primer eje
temático, realice las siguientes actividades:
37
SEGUNDO EJE TEMÁTICO
38
CARACTERÍSTICAS DE LAS VÍCTIMAS, AGRESORES Y
SESIÓN 5
ESPECTADORES EN LA VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
Competencias a desarrollar:
1. Tipos de víctimas
Según las investigaciones hechas por Díaz-Aguado (2004) se puede precisar la existencia
de dos tipos de víctimas: pasivas y activas.
Las víctimas típicas o pasivas, se caracterizan por ser aislados, poco
comunicativos, baja popularidad, una conducta muy pasiva, manifestado por el
miedo o ser muy vulnerables con incapacidad para defenderse por sí solos. Estas
conductas se suelen observar en hijos de familias muy protectoras que no brindan
la oportunidad de cierta independencia a los hijos.
Las víctimas activas, este tipo de víctimas se caracterizan por un fuerte
aislamiento social y por estar entre los alumnos más rechazados por sus
compañeros, presentan una autoestima muy baja y un pronóstico a largo plazo
negativo. Son más vulnerables que las víctimas pasivas.
39
2. Tipos de acosadores
Olweus (1998 en Castro, 2009, p.81) define tres tipos de acosadores:
3. Tipos de espectadores
40
FIGURA 3
ROLES IMPLICADOS EN LA VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
ACOSADOR
Asertivo
Poco asertivo
Víctima
ESPECTADOR ESPECTADOR
Pasivo Antisocial
Asertivo Reforzador
VÍCTIMA:
Pasiva
Activa
TABLA 1
INDICADORES PARA IDENTIFICAR A LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA
41
5.3. Indicadores de observación para los acosadores
Los acosadores presentan ciertas conductas típicas que los distinguen del resto de sus
compañeros. Estas conductas nos permiten identificar a los acosadores (véase en la tabla
siguiente)
TABLA 2
INDICADORES PARA IDENTIFICAR A LOS ACOSADORES
Conducta general Conductas concretas
Tienen comportamientos agresivos con miembros de la familia.
Conductas manifiestas Agreden físicamente a sus compañeros. Rompen, esconden,
de agresión física desordenan y roban cosas ajenas. Actúan en grupo para fastidiar a
otros compañeros
Resaltan constantemente defectos físicos de sus compañeros.
Conductas manifiestas Humillan y ridiculizan a sus compañeros. Son intolerantes con los
de agresión psicológica demás. Mal humor y estados de ánimo alterados. Chantajea y
amenazan
Agresión verbal Insultan. Se burlan. Hablan mal de otros y calumnian
Conductas manifiestas Discriminan a sus compañeros. Hacen el vacío ignorando a sus
de exclusión social compañeros. Influyen a sus compañeros para marginar a alguien.
Ignoran los derechos de los demás.
Otros indicadores Son autoritarios, consiguen sus objetivos utilizando la agresión verbal,
física o psicológica. Son impulsivos, no controlan sus reacciones.
Fuente: Elaboración propia
FIGURA 4
PERFIL DE RIESGO PARA CONVERTIRSE EN VÍCTIMAS
42
SIGUE EL PERFIL DE RIESGO…
Sufrimiento,
incapacidad para Tendencia a
hacer una somatizar; pueden
Aceptación pasiva fingir enfermedades
confrontación,
de la frustración. e incluso provocarlas
competitividad,
venganza o agresión. por su estado de
estrés
43
En general, los agresores suelen ser fuertes físicamente, impulsivos, dominantes con
conductas antisociales y poco empáticos con sus víctimas.
¿Cómo son los alumnos que acosan? De acuerdo a Díaz-Aguado (2010), el análisis de las
características de los adolescentes que acosan a sus compañeros lleva a destacar como
principales condiciones de riesgo, que deberían prevenirse desde la escuela y desde la
familia, los tres problemas siguientes:
44
3. Dificultades en el aprendizaje de alternativas a la violencia en la familia. Los
estudios realizados reflejan que con cierta frecuencia en la familia de los acosadores ha
habido dificultades para enseñarles alternativas a la violencia y a respetar límites,
existiendo permisividad ante conductas antisociales o/y empleo de métodos coercitivos
autoritarios, como el castigo físico. En ambos casos, se fomenta el modelo de dominio-
sumisión que subyace al acoso. Con los métodos autoritarios, el adulto proporciona un
modelo de dominio al que el niño se tiene que someter, con el riesgo de que intente
después reproducirlo desde el papel de dominador. Cuando existe una excesiva
permisividad, el niño puede llegar a convertirse en un pequeño “tirano” que intenta
dominar incluso a los adultos encargados de su educación. Proporcionar desde la familia
una alternativa a ambas situaciones, enseñando a respetar límites sin caer en el
autoritarismo ni en la negligencia, es un requisito básico para prevenir el acoso y otras
formas de violencia, también la que los adolescentes pueden ejercer contra los adultos
encargados de su educación en la escuela y en la familia.
Los características que incrementan el riesgo de ser elegido como víctima del acoso no
deben ser consideradas como meros problemas individuales y, por tanto, superables
básicamente a través del entrenamiento de las víctimas en habilidades para salir de dicha
situación, sino que deben ser reconocidas, también, como problemas de un sistema
45
escolar en el que pueden reproducirse los distintos tipos de exclusión y de acoso (racista,
sexista...) que tienen lugar en el conjunto de la sociedad.
Como sucede con otras formas de violencia, resulta sorprendente que, con cierta
frecuencia, las propias víctimas, e incluso las personas de su entorno, distorsionen la
atribución de responsabilidad en una dirección similar a la anterior, exagerando la
responsabilidad de la víctima (por haber ido por un lugar determinado o no haber
obedecido, por ejemplo), y con ello su sentimiento de culpabilidad, y justificando así,
aunque sea indirecta e involuntariamente, al agresor.
46
EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO A TRAVÉS DE LA
SESIÓN 6
ESCALA DE CONVIVENCIA ESCOLAR ECE-B
Competencias a desarrollar:
47
intimidación–amenazas, exclusión – bloqueo social,
hostigamiento verbal, robos.
Normas y puntuaciones: Se ofrecen normas en percentiles (Pc) y Eneatipos (En).
TABLA 3
CARACTERÍSTICAS DE LA ESCALA DE CONVIVENCIA ESCOLAR ECE-B
48
8. Robos: Acción de apropiación de las pertenencias de la víctima, sea de forma directa
o por chantaje.
El ECE-B fue desarrollado para ser utilizado en adolescentes de 12 a 16 años de edad. Los
ítems del test, las instrucciones de administración deben ser utilizados como referencia
esencial para el examinador al momento de evaluar al niño o adolescente. No hay tiempo
límite para la evaluación, sin embargo los datos de referencia en la población aplicada, se
realizaron entre 20 a 25 minutos.
a. Normas de administración:
- La prueba puede ser administrada en una escuela, oficina, clínica o cualquier área
tranquila libre de distractores externas.
- Los distractores o interrupciones deben minimizarse de manera que la atención del
adolescente se encuentre enfocada en la tarea.
- Si fuera necesario, evitar las evaluaciones cerca de ventanas para lograr la mejor
atención y concentración
- El ambiente debe contar con iluminación adecuada.
- Los mobiliarios (carpetas, escritorio o mesa y sillas deben ser cómodos).
- Las actitudes del examinador hacia el adolescente deben ser de confianza y
asegurarse que el evaluado esté interesado y cooperar.
- El evaluador debe dominar los aspectos técnicos de la administración de la prueba
tales como la administración, calificación e interpretación de la prueba, y estar atentos
a las dudas de los evaluados.
- Al iniciar la evaluación, el examinador debe verificar el material de la prueba tanto en
la hoja de respuestas como en el cuestionario.
- Entregar previamente la hoja de respuestas para que consignen su datos generales de
manera clara y precisa
- Seguidamente entregar el cuestionario de preguntas para contestar de acuerdo a las
instrucciones
- Las instrucciones para la aplicación se encuentran en la tapa del cuestionario, para ello
se sugiere que el evaluador (a) lea en voz alta seguido por los evaluados (a) en silencio.
- Mencionar que se deben contestar a todas las preguntas con una sola alternativa,
estas se marcan con una “x” en el recuadro correspondiente.
- En caso de que algún evaluado se equivoque y quiera de dar una respuesta diferente a
la asignada, se le sugiere tachar la respuesta errada y marcar la nueva
b. Normas de calificación:
- Las afirmaciones tienen cuatro alternativas de respuesta, a cada alternativa se le ha
asignado un valor o puntaje que varía de 1 a 4; es decir a mayor puntaje mayor
presencia del factor a evaluar.
- Las puntuaciones son las siguientes: TA=4/ A=3/ D=2/ TD=1.
- Sumar los puntajes en cada columna para obtener el puntaje directo (PD) de cada
indicador.
- Cada puntaje se escribe en el recuadro correspondiente, para luego establecer el
puntaje total de la escala
49
- Luego, se convierten estos Puntajes Directos (PD) en Puntuaciones Percentiles (PC),
utilizando los baremos correspondientes, y luego en los puntajes eneatios.
- Estos puntajes se transfieren a la hoja del perfil, y luego se elabora el perfil
correspondiente, uniendo con una línea los valores enea tipos.
c. Normas de interpretación:
- Se realiza el análisis interpretativo sobre la base de los factores que predominan,
donde:
Eneatipos 1,2, 3 indican ausencia total de violencia y acoso escolar
Eneatipos 4,5 y 6, niveles intermedios,
Eneatipos 7,8 y 9, indica evidencia de violencia y acoso escolar
50
a. Población y muestra
La población es definida como “el conjunto de todos los sujetos u objetos de estudio” De
acuerdo con Hernández, Fernández y Collado (2000), para este estudio se tomó en cuenta
a los alumnos de las instituciones educativas públicas y privadas de la ciudad de Trujillo,
del primero a quinto de secundaria, que hacían un total de 6,432. El método de muestreo
utilizado fue el aleatorio simple, tomando en cuenta los siguientes criterios:
B. Validez y confiabilidad
Validez de contenido: Para precisar la validez de contenido del ECE –B, se presentó a la
opinión de jueces. De los cuáles tres fueron psicólogos experimentados en el campo
educativo, y dos docentes tutores, quienes nos hicieron llegar sus sugerencias,
hallándose como resultado significativo un acuerdo total del 98% en los reactivos
propuestos.
Validez de construcción: Los 80 elementos fueron sometidos al análisis estadístico del
método ítem test, utilizando la fórmula producto momento de Pearson, hallándose
coeficientes que oscilan entre 0,466 a 0,895; lo que indica claramente que el instrumento
mide lo que pretende medir.
51
Para determinar la consistencia de la prueba la ECE-B, se sometió al método de mitades
para impar, utilizando Pearson y corregidos a través de Spearman Brown.
TABLA 4
COEFICIENTES DE VALIDEZ ALCANZADOS EN LA ECE-B:
MOMENTO PRÁCTICO
Aplicación de la ECE-B
Aplicar el instrumento ECE-B a un alumno/a (Con sospechas de ser víctima), o a una
sección completa de alumnos, siguiendo las normas de aplicación, calificación e
interpretación, elaborando el perfil correspondiente.
52
ESTUDIO EPIEDEMIOLÓGICO DE LA VIOLENCIA Y
SESIÓN 7 ACOSO ESCOLAR: SITUACIÓN ACTUAL EN LA CIUDAD
DE TRUJILLO- 2014.
Competencias a desarrollar:
1. Analiza y reconoce la prevalencia y los indicadores de la violencia y acoso escolar en
la ciudad de Trujillo, a partir del estudio epidemiológico desarrollado por el autor.
=========================================================================
Resumen
Los resultados más significativos indican que, en general, existe alta prevalencia de
violencia y acoso escolar. Se evidencia en un elevado volumen dificultades de relaciones
interpersonales, altos índices de haber sido agredidos en más de 3 oportunidades (64%
varones y 61% de mujeres); el 41,1% de estudiantes de colegios privados y el 58,9%, han
declarado tener miedo de asistir al colegios muchas veces, por temor a uno o varios
compañeros; los espectadores son indiferentes y tienen miedo en un 42,4% de los
varones y el 57,6% de las mujeres; el 38,8% de agresiones se dan en las aulas; 33,3% en
los patios recreo, y el 27,9% fuera del colegio a las salidas.
I. Introducción
El interés y la preocupación social por lo que ocurre con los estudiantes en los centros
educativos va en aumento, y la progresiva concientización social sobre el problema de la
violencia psicosocial obliga a los actores educativos o implicados en la educación a
intervenir.
53
y, en los últimos años se han incrementado las investigaciones con el objetivo de
conocerlo mejor, para intervenir detectándolos a tiempo o previniéndolo.
Posteriormente entre los meses de marzo a junio del presente año, se tomaron las
muestras en diferentes instituciones educativas de la ciudad de Trujillo, con el apoyo de
los directores, coordinadores y docentes participantes al curso; seguidamente se
procesaron los datos para elaborar este informe, que creemos fundamental para dar
cuenta del estado actual de este problema de violencia psicosocial.
La violencia o acoso escolar, también conocido como bullying, maltrato entre iguales o
intimidación, es un comportamiento agresivo que implica tres criterios que ayudan a
entender su complejidad: es un comportamiento intencionado para producir daño,
ocurre repetidamente en el tiempo y existe desbalance de poderes (dominio-sumisión)
entre personas generalmente del mismo grupo etareo.
Este fenómeno ocurre entre una persona o grupo más fuerte que atacan a personas más
débiles, las cuales son elegidas conscientemente por los agresores, no siendo producto
del azar. Dicha asimetría puede adoptar las formas de maltrato o violencia física,
psicológica o social. La parte agresora lleva a cabo la intimidación de forma directa o
indirecta. La forma directa incluye agresión física (golpes, patadas) y agresión verbal
(insultos, acoso sexual o racial, amenazas). La forma indirecta es la manipulación de
relaciones sociales para producir daño mediante chismes o diseminación de rumores o el
uso de la exclusión
54
multidimensional por lo que el origen de la violencia escolar es bastante dinámico y
complejo. El acoso escolar siempre ha existido en los centros educativos e incluso se ha
considerado como un proceso normal, esta percepción ha fomentado la perpetuación del
hecho.
2.1. Antecedentes:
A nivel internacional:
El 2 noviembre del 2005, la UNESCO encarga a un grupo de expertos en Educación de la
Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Alberto Hurtado (Chile). El análisis de
la violencia escolar en 16 países latinoamericanos, y ellos encuentran que el 51% de los
estudiantes del sexto grado de educación primaria sufre algún tipo de maltrato verbal o
físico por parte de sus compañeros de escuela. En un segundo estudio regional
comparativo y explicativo (SERCE) de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), desarrollados entre 2005 y 2009, se concluye
que, la violencia entre estudiantes constituye un problema grave en toda América Latina,
tanto por su magnitud como por sus consecuencias académicas.
También hallaron que hay diferencias en el acoso escolar entre países; para dimensionar
cuantitativa y descriptivamente el fenómeno así como para estimar la relación entre
violencia y desempeño escolar, los autores del estudio utilizaron una metodología de
modelos multinivel con cuatro niveles de análisis (alumno, aula, escuela y país) cuando
trabajaron con datos regionales; y de tres niveles (alumno, aula y escuela) cuando
trabajaron datos por país. Examinaron los resultados de 2.969 escuelas, 3.903 aulas y
91.223 estudiantes de 6º grado de 16 países latinoamericanos: Argentina, Brasil,
Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua,
Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. Pese a que se trata de un
problema generalizado en la región, los autores, afirman que hay diferencias entre países
según distintas categorías de violencia. En el caso del robo, por ejemplo, mientras que en
Colombia más de la mitad de los alumnos de sexto grado de primaria dice haberlo sufrido
en el último mes, en Cuba lo afirma apenas uno de cada diez.
55
En este informe, señalan que Argentina y Perú tienen las cifras más altas, en términos de
insultos o amenazas, Argentina es el país que muestra las cifras más altas. Detrás figuran
Perú, Costa Rica y Uruguay, donde más del 30% de los alumnos afirman haber sido
maltratados verbalmente por algún compañero. Respecto a la violencia física entre
alumnos, cinco países muestran altos niveles: Argentina (23,5%), Ecuador (21,9%),
República Dominicana (21,8%), Costa Rica (21,2%) y Nicaragua (21,2%). Cuba nuevamente
aparece como el país con el menor porcentaje de niños que señalan haber sido golpeados
recientemente por compañeros (solo 4,4%).
Finalmente, encuentran que los niños sufren más que las niñas, y que los estudiantes de
zonas rurales experimentan menos maltrato por parte de sus compañeros que los de
zonas urbanas; aunque en Brasil, Guatemala, Perú y Uruguay no se observan diferencias
en este último ámbito.
Iñaki Piñuel y Araceli Oñate (2005), en España elaboran el Informe Cisneros VII sobre
“Acoso y Violencia Escolar en España”. En este estudio hallan que un 23.4% de los
alumnos matriculados entre segundo de primaria y primero de bachillerato eran víctimas
del bullying; Algunas otras revelaciones de este estudio, sintetizamos:
A nivel nacional
La Defensoría del Pueblo del año 2007, da cuenta que los índices de acoso escolar se
están reduciendo. Por ejemplo, el porcentaje de niños ignorados por sus compañeros se
redujo del 15.1 al 10.5%, los insultados del 39.1 al 27.1% y los amenazados del 9.8 al
6.4%. A pesar de que estos datos son esperanzadores, no debemos pensar que el
problema está resuelto o quitar importancia a esta situación que, al día de hoy, sigue
56
haciendo sufrir a cientos de niños. Mientras este tipo de conductas no hayan sido
totalmente erradicadas, debemos seguir preocupándonos por esta realidad y luchando
por buscar soluciones antes de que sea demasiado tarde para algunas de las víctimas.
57
tarde (32.4%). Por año de estudio, se observó una frecuencia homogénea en cuanto al
grado escolar, y en relación al género, se aprecia mayor prevalencia de mujeres en todos
los casos, tanto en los colegios privada como estatales. Las características se expresan en
el siguiente cuadro:
CUADRO 1:
TAMAÑO DE LA MUESTRA SEGÚN GRADO ESCOLAR, GÉNERO Y TIPO DE GESTIÓN
EDUCATIVA
CUADRO 2:
TAMAÑO DE LA MUESTRA SEGÚN EL GÉNERO Y TIPO DE GESTIÓN EDUCATIVA
Se lee en el cuadro 1, que los grupos cuantitativamente son homogéneos, en los factores
de grado escolar y tipo de gestión educativa; sin embargo en relación al género, hallamos
que 1,835 pertenecen al grupo de varones (42,3%) y 2,488 (58,7%) son mujeres. En
relación al género y tipo de gestión educativa, predominan las mujeres tanto de las
instituciones privadas como estatales, (55,4% y 50,1%); en cuanto a los varones
predomina en los colegios privados, en un 44,6%, respecto al 40,9% de los colegios
estatales. En general los varones de la muestra total representan el 42,4% y las mujeres
un 57,6%. Para determinar los indicadores de violencia escolar, a través de la ECE-B, se
tomó en cuenta a aquellos adolescentes que fueron identificados como víctimas, cuyas
características se expresan en el siguiente cuadro:
58
CUADRO 3:
TAMAÑO DE LA MUESTRA DE LOS SUJETOS IDENTIFICADOS COMO VÍCTIMAS
Para la toma de datos, se utilizaron dos instrumentos, el primero fue una encuesta con 8
preguntas, la misma que nos permitió explorar las percepciones de los estudiantes
respecto a la violencia escolar, y así contrastar la información con la Escala de Convivencia
Escolar (ECE-B) adaptada y estandarizada por el investigador con el apoyo de colegas
psicólogos y estudiantes, en el año 2012. El instrumento tiene una estructura de 80
enunciados en la que el evaluado debe responder en una graduación, de cuatro
alternativas y divididos en 8 indicadores.
Las cualidades psicométricas como validez y confiabilidad han sido demostrados a través
de métodos de contenido y constructo para el primer caso y por medio del método de
mitades para el segundo caso, alcanzando altos índices de validez y consistencia interna
que garantizan su buen uso y utilidad práctica; así mismo, ofrece normas en percentiles y
Eneatipos; los mismos que permiten identificar el nivel de violencia y acoso escolar que
presenta el evaluado.
3.3. Procedimiento
Este trabajo se ha realizado en dos etapas, en un primer momento se aplicó una encuesta
para identificar algunos aspectos sobre las percepciones de violencia escolar;
seguidamente, se aplicó la ECE-B, para identificar los indicadores y la incidencia de la
violencia en los sujetos de la muestra.
Los resultados se presentan en datos porcentuales, a partir de los datos del autorreporte
de prevalencia y la ECE-B, para los indicadores.
59
IV. Resultados
La edad promedio del grupo de mujeres fue de 13,7±1.8 años en los colegios privados y
en los estatales fue de 14,4±1.8 (rango: 11 a 17 años); en tanto que en el grupo de
varones fue en los colegios privados de 12,8 ±1.9 y en el estatales de 13,9 ±1.9 (rango: 11
a 18 años), en ambos casos el 41,9% tenía entre 11 a 13 años y 68,1% las edades
oscilaban entre 14 a 18 años.
Los colegios mixtos fueron los más frecuentes (86.2%), seguidos de los colegios de
mujeres (8.5%) y de varones (5.4%). Los escolares estudiaban en su mayoría en turno
mañana (67.6%) en relación al turno tarde (32.4%).
En el 75.8% los padres de los escolares eran unidos (casados o convivientes), en el 21.4%
separados, divorciados o viudos y en el 2.9% solteros. Respecto al nivel socioeconómico,
medido por las necesidades básicas insatisfechas, el 68.9% fue no pobre, el 25.1% pobre
no extremo y el 6.0% pobre extremo. El 13.6% trabajaba paralelamente a sus estudios
escolares secundarios, con un promedio de tiempo semanal de trabajo de 13.6±9.6 horas
Los resultados, que se exponen en las siguientes tablas, se han condensado sobre la base
de los factores género y tipo de gestión educativa; tanto para establecer la prevalencia así
como para los indicadores; en estos últimos se han considerado los datos porcentuales;
sin embargo, para determinar dichos indicadores, se consideró los puntajes promedios,
desviaciones y varianzas alcanzadas en cada uno de los indicadores.
TABLA 5:
TAMAÑO DE LA MUESTRA EN PORCENTAJES, EN LOS SUJETOS PARTICIPANTES COMO
AGRESORES, ESPECTADORES Y VÍCTIMAS, SEGÚN EL TIPO DE GESTIÓN EDUCATIVA Y
GÉNERO
Privados Varones 245 5,7 284 6,6 398 9,2 927 21,4
Mujeres 209 4,8 138 3,2 349 8,1 696 16,1
Estatales Varones 460 10,6 520 12,0 601 13,9 1581 36,6
Mujeres 239 5,5 398 9,2 482 11,1 1119 25,9
Total 1,153 1,340 1,830 4,323
% 26,6% 31,1% 42,3% 100%
Fuente: Datos alcanzados en el estudio
Se aprecia en la tabla 1, que existe mayor volumen de adolescentes que son víctimas
42,3%, respecto a los espectadores que alcanzan el 31% y los agresores el 26,6%. En
60
relación al género, son los varones quienes participan más, sea como agresores,
espectadores o víctimas; en cuanto al tipo de gestión educativa, se encuentra mayor
violencia en los colegios estatales, que representan el 62,5%, respecto a los privados que
alcanzan el 37%.
TABLA 6:
¿CÓMO TE LLEVAS CON TUS COMPAÑEROS?
Al analizar las percepciones de la violencia y acoso escolar, ante la primera pregunta, los
escolares varones de las instituciones privadas, declaran con mayor frecuencia llevarse
bastante bien con muchos amigos (29,7%) seguido por no tengo casi amigos (28,4),
también llama la atención que el 24,6, revela que solo se lleva con 2 o 3 amigos; similares
hallazgos se aprecian en los colegios estatales, donde predomina inadecuadas relaciones
interpersonales. En cuanto al grupo de mujeres; en los centros particulares, hay una
percepción relativamente más favorable que en las instituciones estatales, donde se
evidencia una muy negativa relación con sus etáreos; datos que nos indican la incubación
de un clima de violencia.
TABLA 7:
¿CÓMO TE SIENTES TRATADO POR TUS PROFESORES?
Se lee en la tabla 3, que el mayor volumen de adolescentes se llevan bien con los
profesores; sin embargo cabe destacar, que en el grupo de varones un 27,8%, no
61
visualizan adecuadamente a la figura del profesor; en cuanto a las mujeres, también
hallamos que el 29,1%, parecen relacionarse negativamente con sus maestros.
TABLA 8:
NÚMERO DE CONDUCTAS AGRESIVAS, SUFRIDAS
Los hallazgos indican que el mayor volumen de adolescentes, han sufrido de agresión, en
más de tres oportunidades (22%) en los varones; mientras que las mujeres han declarado
haber sufrido agresión a partir de más de 3 veces; llama la atención la alta frecuencia de
adolescentes que han sufrido entre 5 y 6 veces, varones y mujeres en un 33% y 31%
respectivamente.
TABLA 9:
ALUMNOS QUE RECONOCEN SER TESTIGOS, VÍCTIMAS O AGRESORES, MUCHAS VECES EN
CADA UNA DE LAS SIGUIENTES CONDUCTAS AGRESIVAS
62
TABLA 10:
ALUMNOS QUE SEÑALAN SENTIR MIEDO DE ASISTIR AL COLEGIO
Respuestas Privados Estatales
V % M % V % M %
Nunca 19 23 16 14
A veces 30 34 42 28
Muchas veces 51 43 42 58
Total 1,775 2,548
% 41,1% 58,9%
Fuente: datos hallados en el estudio
La tabla 6 indican que tanto en los colegios privados como estatales, hay un predominio
de haber experimentado miedo muchas veces de asistir al colegio, varones y mujeres de
colegios privados ha declarado este temor.
TABLA 11:
CAUSAS PRINCIPALES DE SENTIR MIEDO AL VENIR AL COLEGIO
Respuestas Privados Estatales
V % M % V % M %
A algún profesor 16,3 15,4 25 17
A uno o varios compañeros 30 28,6 28 31
El trabajo de clase, no hacer trabajos 18,7 20 18 17
Colegio nuevo, con gente nueva 15 19 22 15
Otros 20 17 7 20
Total 1,775 2,548
% 41,1 58,9%
Fuente: datos hallados en el estudio
Se lee en el cuadro anterior, que el grupo varones y mujeres de los colegios privados
revelan tener miedo a uno o varios compañeros; en los colegios estatales los varones
declaran tener miedo a uno o varios compañeros y algún profesor, igualmente en las
mujeres predominan este temor.
TABLA 12:
VÍCTIMAS QUE SEÑALAN EL SEXO DE SUS AGRESORES
Respuestas Privados Estatales
Chicos chicas chicos chicas
% % % %
Me ignoran/ no me aceptan en el grupo 20 27 9 25
Me insultan 12 24 26 8
Me ponen apodos ofensivos 15 10 15 7
Me pegan 10 8 18 12
Me amenazan para asustarme 25 13 20 25
Me obligan a hacer cosas que no quiero 18 18 12 23
Total 1,775 2,548
% 41,1 58,9
Fuente: datos hallados en el estudio
63
Las víctimas de los colegios privados, han identificado a los agresores varones en mayor
medida debido a las amenazan para asustarlos en un 25%, seguido de un 20% que los
ignoran o no los aceptan en los grupos, y les obligan a hacer cosas que no quieren. En
este mismo grupo identifican a las chicas en un 27% porque los ignoran o no los aceptan
en el grupo y los insultan. En cuanto a las víctimas de los colegios estatales, igualmente
identifican a los chicos porque en mayor medida los insultan y los amenazan; y señalan a
las chicas como sus agresoras porque en su mayoría los ignoran o los amenazan para
asustarlos.
TABLA 13:
LUGARES MAYORITARIOS DONDE ACURRE LA AGRESIÓN, SEGÚN SUS VÍCTIMAS
Aula Patio de Salida del
% recreo % colegio %
Me ignoran/ no me aceptan en el grupo 26 28 8
Me insultan 9 22 28
Me ponen apodos ofensivos 29 10 10
Me pegan 6 20 33
Me amenazan para asustarme 21 5 5
Me obligan a hacer cosas que no quiero 9 15 16
Total 1,678 1,441 1,204
% 38,8% 33,3 27,9
Fuente: datos hallados en el estudio
Existe un predominio de que las agresiones acurren en el aula 38,8%, porque los ignoran,
les ponen apodos ofensivos y los amenazan para asustarlos; en segundo lugar se ubica
como ambiente de violencia el patio de recreo 33,3%, donde predomina la agresión
debido a que lo ignoran o no lo aceptan en el grupo y porque los insultan. El 27,9%,
declara haber sufrido violencia fuera del colegio a la salida; porque les pegan y los
insultan.
TABLA 14:
PERCEPCIÓN DE LAS VÍCTIMAS, RESPECTO A LOS COMPAÑEROS (ESPECTADORES)
Varones % Mujeres %
No hacen nada 29 32
Me rechazan, no les gusto 17 16
Me animan, me ayudan 20 15
Tienen miedo 34 37
Total 1,835 2,488
% 42,4% 57,6%
Fuente: datos hallados en el estudio
64
4.2. Indicadores de victimización ante la violencia y maltrato entre iguales
A continuación se exponen los niveles alcanzados en los indicadores de violencia y acoso
escolar a partir de la Escala de Convivencia Escolar:
TABLA 15:
TAMAÑO DE LA MUESTRA DE LOS SUJETOS IDENTIFICADOS COMO VÍCTIMAS, SEGÚN LOS
FACTORES GÉNERO Y TIPO DE GESTIÓN EDUCATIVA.
El volumen de alumnos identificados como víctimas representan el 42,3%, del 100% del
total de la muestra de (N= 4323); de los cuales, el 40,8% lo constituyen los varones y
mujeres de colegios privados y el 59,2% de los colegios estatales. Pese a representar la
mujeres el mayor volumen de la población de estudio (57,65), en ambos casos, el mayor
volumen lo representan los varones 54,5%, seguido de las mujeres en un 45,5%.
TABLA 16:
NIVELES DE VICTIMIZACIÓN ANTE LA VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR, A TRAVÉS DE LA ECE-
B, EN LOS ADOLESCENTES DE INSTITUCIONES PRIVADOS.
La tabla 12 indica, que los adolescentes tanto varones como mujeres de las instituciones
privadas, detentan mayor victimización, en cada uno de los indicadores evaluados a
través de la ECE-B, en el nivel grave, han sufrido violencia y acoso escolar en un 47,5%,
seguido del nivel moderado 36,4%, y sólo el 16,1% revelan haber sufrido de violencia en
nivel bajo.
65
TABLA 17:
NIVELES DE VICTIMIZACIÓN ANTE LA VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR, A TRAVÉS DE LA ECE-
B, EN LOS ADOLESCENTES DE INSTITUCIONES ESTATALES.
En las Instituciones educativas Estatales, se aprecia que el 52,4% de la población han sido
víctimas de la violencia y acoso escolar en nivel grave, seguido del nivel moderado en un
33,7%, y el 13,9, revelan haber sufrido esta violencia en nivel bajo.,
Al analizar los distintos indicadores de violencia con los factores de edad, género y tipo
de gestión educativa, hallamos que en los estudiantes sujetos del estudio en general,
predominación actos de violencia y acoso escolar; en efecto, existen indicios para pensar
que existen malas relaciones interpersonales en el entorno escolar, por ejemplo, en los
varones de colegios privados y estatales destacan altos índices de aislamiento y no tener
amigos; similares hallazgos se encuentra en las, el 32,3% declaran llevarse bien, pero con
nadie en especial; sin embargo, el 28% declaran no tener casi amigos.
Al analizar , el número de veces que han sufrido la agresión de sus iguales, se aprecia
que tanto hombres como mujeres , han sufrido la violencia en más de tres veces; así, el
65% de varones han sufrido esta agresión hasta en seis ocasiones, similares datos se
hallan en la mujeres , quienes revelan en un 61%, haber sido agredidas muchas veces.
Según los criterio planteados en este trabajo, para establecer los actos de violencia y
acoso escolar, se aprecia que el 26,6 % han sido identificados como testigos, el 31%
agresores y el 42,3% victimas, entre los manifestaciones más frecuentes destacan: En los
testigos varones, declaran haber presenciado los golpes y amenazas, poner apodos o
“chapas”, esconder o robas sus pertenencias, insultar con palabras soeces e ignorarlos. En
66
cuanto a los agresores han participado más insultando con palabras soeces, golpear y
amenazar. En la condición de víctima, han sufrido más violencia al ser insultados con
palabras soeces, le escondieron sus pertenencias y haber sido golpeados y amenazados.
En las mujeres que han sido testigos, han presenciado actos de no dejarlos participar a las
víctimas, ignorarlas y hablar mal de ellas. Como agresores han participado, hablando mal
de otros, insultando con palabras soeces, golpeando, amenazando y no dejándoles
participar.
Al ser preguntados sobre ruidos y temores de asistir al colegio, se aprecia que los alumnos
de los colegios privados, tanto varones como mujeres el 51% señalan haber tenido
muchas veces estos miedos; y, las mujeres en un 43% de los manifiestan similares
reacciones; es decir, más del 80% han experimentado estos temores.
En la perspectiva de identificar las causas de los miedos por asistir al colegio, se aprecia
que en el grupo de varones predomina miedo a uno o varios compañeros; en el caso de
las mujeres se han hallado similares resultados.
En cuanto a la identificación del sexo del agresor, se aprecia en los varones que destacan
conducta de amenazas para asustarlos, los ignoran o nos aceptan en grupo, los insultan,
golpean. Las chicas agresoras, también manifiestan con más frecuencia que los ignoran o
no los aceptan en el grupo, los insultan, los amenazan para asustarlos.
En relación con el escenario donde ocurre la violencia se identifica que el 38,8% se ubicó
en las aulas, destacándose conductas de marginación, apodos y amenazas; el 33,3%
ocurre en los patios de recreo, igualmente se dan actos de marginación, insultos y
golpes; y el 27,9% en las afueras del colegio, a la hora de ingreso o salida; en ella también
ocurren los insultos, las agresiones físicas y los obligan a hacer cosas que no quieren.
Al analizar los datos de las tablas 12 y 13, hallamos datos preocupantes debido a la
presencia de indicadores que influyen en la victimización, en los niveles muy graves y
graves. Así: del total de estudiante secundarios encuestados N=4,323 para este trabajo;
1,830 de ellos han sido identificados como víctimas; que representa el 42,3%, del total de
la muestra; de las cuales el 40,8% provienen de colegio privados y el 59,2 % de los
colegios estatales. De este grupo de adolescentes se desprenden los siguientes hallazgos:
67
En cuanto a la coacción, se entiende como aquella conducta que obliga a la víctima a
realizar acciones en contra de su voluntad, ejercer dominio y sometimiento total; en los
varones y mujeres que provienen de colegios privados y estatales, predomina el indicador
de coacción en niveles graves y muy graves; se trata de una forma de obligar a las
víctimas a realizar acciones en contra de su voluntad; el grupo de estudio experimenta
sometimiento y dominio total por parte de sus agresores; lo que constituye una forma de
violencia más común en dicho grupo.
En cuanto a la exclusión - bloqueo social, hay predominio de este indicador en los sujetos
de estudio en un nivel muy grave o grave, independiente del factor género, y tipo de
gestión educativa; esta forma de violencia se manifiesta en el grado en que los agresores
excluyen a los acosados, lo segregan socialmente, lo mangonean, impidiendo su
participación y expresión en el aula o entorno escolar.
68
VII. Conclusiones
1. Del total de los sujetos de estudio, el 42,3% han sido víctimas, el 31% espectadores, y
el 26,6% agresores.
2. El 28,9% de los sujetos de estudio, revelan relaciones interpersonales deterioradas,
debido a la presencia de indicios de violencia y acoso escolar, porque no tienen
amigos, o solo unos pocos; y el 23% se llevan bien, pero con nadie especial.
3. La percepción de la figura del docente, en este escenario, no es del todo halagador,
solo el 25,8% y 26% consideran que se llevan bien y muy bien; sin embargo 29,1%
declaran sentirse mal y muy mal.
4. Entre el 64% de varones y el 61% de mujeres, han sufrido la agresión, en más de 3
oportunidades.
5. Las conductas más frecuentes que han presenciado los testigos han sido los golpes,
amenazas y poner apodos o “chapas” ofensivas.
6. El 51% de los varones y el 43% de las mujeres, de los colegios privados, han
experimentado muchas veces el miedo de asistir al colegio, por temor a uno o varios
de sus compañeros; en el grupo de adolescentes de los colegios estatales, el 42% de
varones y el 58% de mujeres, han experimentado estos temores de asistir al colegio
muchas veces.
7. En relación a la identificación del sexo de los agresores, en los colegios privados,
predominan las amenazas por parte de los chicos en un 25%, y las chicas en un 27%
porque las ignoran. En aquellos que provienen de los colegios estatales, predominan
los insultos de los chicos en un 26%, y las chicas en un 25% porque las ignoran y los
aceptan.
8. Los escenarios de la violencia escolar más frecuentes son las aulas en un 38,8%,
seguido del patio del recreo en un 33,3%, y fuera del colegio o a la salida un 27,9%.
9. Respecto a la actuación de los espectadores ante los actos de violencia, en el grupo
de varones, el 34% tiene miedo, y el 29% no hace nada; similares hallazgos se
encuentra en el grupo de mujeres, con el 37% y 32% respectivamente.
10. Los indicadores de violencia escolar que más predomina en el grupo de varones que
son víctimas de los colegios privados, en el nivel muy grave-grave son: la
intimidación-amenazas, la coacción, el robo, y el desprecio-ridiculización.
11. En las mujeres que provienen de los colegios privados, predomina en los niveles muy
graves-graves, los indicadores como: exclusión-bloqueo social, hostigamiento social y
los robos.
12. Los varones de los colegios estatales, ha sufrido con mayor predominio en el nivel
muy grave-grave, la violencia a través de la agresión física y psicológica, la restricción
comunicativa, la exclusión-bloqueo social y el hostigamiento.
13. Los indicadores predominantes en el nivel muy grave-grave es experimentado por los
varones de colegios estatales, predominan: el robo en un 57%, la intimidación y
amenaza en un 55%, seguido del 54% de agresión física y psicológica.
14. En las mujeres, víctimas que provienen de colegios estatales, predomina en nivel muy
grave-grave, los indicadores de restricción comunicativa, hostigamiento social en un
58% y la exclusión-bloqueo social en un 51%.
69
A partir de una reflexión personal sobre el contenido desarrollado en este segundo
eje temático, realice o conteste las siguientes actividades:
70
TERCER EJE TEMÁTICO
LA INTERVENCIÓN PREVENTIVA DE LA
VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
71
SESIÓN 8 MÁS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR
Competencias a desarrollar:
Las razones que justifican la prevención son múltiples, y se pueden sustentar desde
diversas perspectivas; sin embargo, al tratarse de un problema que ha concitado gran
atención y con profundos problemas desencadenantes, vamos a argumentar las
siguientes tres razones:
Por supuesto tienen el derecho a aprender en un clima social positivo. Estos derechos
conllevan unos deberes por parte de la familia y el profesorado que han de desarrollar
los aspectos necesarios para su protección y garantizar un contexto escolar seguro y
positivo.
Los estudios ponen de manifiesto las nefastas consecuencias del proceso de victimización;
son claros los efectos psicológicos y emocionales muy negativos para las y los implicados
(Cerezo, 2001; Hawker y Boulton, 2000; Monjas, 2004a; Monjas y Ruiz, 2004; Olweus,
1998; Ortega, 2000). Entre ellos existe una clara coincidencia respecto a las consecuencias
que trae al estar inmersos en este problema:
a. Para la persona que intimida sufrirá el rechazo de los otros aunque inicialmente se
le acepte por miedo; además de aprender, a la larga se muestra con conductas
antisociales y/o delictivas consolidadas.
b. Para la víctima que sufrirá baja autoestima, ansiedad y temor, llegando a rechazar la
situación escolar estará inmersa en el fracaso escolar, la revictimación, la depresión
y hasta puede acudir al suicidio.
c. Para las y los espectadores que se acostumbran a vivir en un clima interpersonal de
abuso y de injusticia y aprenden a no hacer nada ante ello (Pasotismo emocional),
con lo cual terminan siendo cómplices y encubriendo al agresor o agresora,
aspectos que afectan a su adecuado desarrollo moral.
72
Estas tres razones tienen la suficiente entidad para propugnar que es necesario prevenir,
que no debemos dejar que los hechos se consoliden porque los daños socioemocionales
que ocasionados a las y los implicados, son bastante complejos de tratar; entonces
también en este tema más vale prevenir que curar.
73
FIGURA 5
FUNCIONES DE LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
Prevenir implica:
Las personas interesadas en una lectura más extensa y profunda pueden ampliar
información en la bibliografía especializada (Avilés, 2006; Carbonell y Peña, 2001;
Defensor del Pueblo, 2000; Díaz-Aguado, Martínez y Martín, 2004; Fernández, 1998;
Fernández, Villaoslada y Funes, 2002; Fields y Mc Namara, 2003; Lee, 2004; Martín,
Fernández, Andrés, Del Barrio y Echeíta, 2003; Ortega y del Rey, 2003, entre otros).
Para facilitar la comprensión y aplicación, se han dividido los contenidos en dos sub-
apartados, los referidos a las instituciones educativas y los relativos al aula y grupo de
alumnado.
74
CUADRO 4
Interpersonales y
Generales Curriculares Organizativas
clima del centro.
75
B. Estrategias para el aula y grupo de alumnos
El aula es el escenario clave de intervención, allí están los protagonistas del bullying, y el
resto del grupo que observa y percibe los hechos; las y los espectadores son elementos
clave para las acciones preventivas; son las primeras personas en detectar que está
ocurriendo y por tanto deben ser las primeras personas en iniciar las actuaciones de
ayuda.
76
escolares cotidianas. Esto supone que todo el profesorado (no sólo las y los tutores) y
todos aquellos profesionales con responsabilidades directas o indirectas en la educación
de la infancia (psicopedagogas, monitores, psicólogas, educadores...) deben
concientizarse para llevar a cabo un trabajo continuado, intencional y sistemático sobre
estos temas. En este sentido, se pueden hacer actividades como las que se indican a
continuación.
a. Expresión corporal: dramatizaciones.
b. Actividades musicales: canciones, coplas, poner la letra a una música, hacer un rap.
c. Actividades manuales: comics, dibujos, viñetas, murales.
d. Actividades de lápiz y papel: sopas de letras, fugas de vocales, crucigramas.
e. Actividades con medios audiovisuales: vídeo-foro, anuncios, eslóganes y spots
publicitarios.
f. Otras actividades: libro-foro, poesías, redacciones, historietas, rimas, ripios.
CUADRO 5
OTRAS ESTRATEGIAS Y ACTIVIDADES DE PREVENCIÓN.
77
HERRAMIENTAS DE TRABAJO PARA PREVENIR
SESIÓN 9
LA VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR
Competencias a desarrollar:
En este apartado vamos a presentar, como ilustración, los trabajos que actualmente se
vienen desarrollando como actividades preventivas, concretamente el “Programa de
sensibilización contra el maltrato entre iguales; ” y para promover la adecuada
competencia personal y social en los educandos de los niveles de inicial, primaria y
secundaria, se proponen concretamente los siguientes: “Programa de Enseñanza de
Habilidades de Interacción Social; y el “Programa de Asertividad y Habilidades Sociales
(PAHS)”
a. Destinatarios
El programa tiene como destinatarios al alumnado, profesorado y familias del nivel de
educación secundaria. El programa se dirige no solo al chico/a que ejerce o sufre el acoso,
sino también a los distintos contextos en los que vive y se mueve, los iguales, el centro
educativo, la familia y la comunidad. También es aplicable en otras edades y en otros
contextos de educación no formal y lúdica.
b. Objetivos
Este programa pretende informar, concientizar y mentalizar que el maltrato entre iguales
es un problema que merece prestarle atención tanto por su frecuencia como por sus
negativas consecuencia. El Programa trata de conseguir las siguientes metas:
78
- Sensibilizar y concientizar al profesorado y profesionales de los centros de
educación secundaria sobre la necesidad de intervenir y desarrollar actuaciones
para su reducción y prevención
- Estimular el establecimiento de políticas escolares anti-bullying y antiviolencia
79
9.1.2. Materiales de apoyo
Junto a ello se plantean una serie de interrogantes a los que deben responder. Se aportan
un conjunto de indicaciones concretas a ejecutarse cuando ocurre la violencia,
diferenciando cuando se es víctima, agresor/a o espectador/a.
Chicos (as)
1. Desarrollo de habilidades sociopersonales:
2. Promoción de valores
3. Autoprotección y autodefensa
4. Cultura antiviolencia
80
Como indicación de lo que se puede hacer con el
alumnado, seguidamente comentamos algunas
actuaciones a partir del trabajo con el folleto Colegas,
amigos y compañeros. El folleto puede ser entregado
por el/la tutor/a a cada uno de sus alumnos/as en el
marco de un conjunto de actividades. Está pensado para
hacerlo en varias sesiones de tutoría, ya que es un
momento donde es posible la reflexión conjunta, el
análisis y el debate y podría ampliarse con otras
actividades para otras materias de forma que se trabaje
transversalmente.
Lo que se pretende es ayudar a los docentes, para que con, sus alumnos comenten qué es
la violencia y acoso escolar quién está implicado; que analicen el perfil del intimidador/a y
de la víctima; qué conozcan las serias consecuencias y que debatan y discutan sobre qué
pueden hacer si son intimidadores/as, víctimas o espectadores/as. Es preciso también
estimular a las y los alumnos para que den a conocer los casos de violencia y acoso
escolar que conozcan, e incluso los que sospechen, e informarles de los canales de
actuación cuando hay un caso.
81
Sandra, María y Patricia eran muy amigas desde que se iniciaron en el colegio, pero un
día discutieron bastante porque a Sandra y a Patricia les gustaba el mismo chico y a
partir de entonces María y Patricia empezaron a hacerla el vacío; y ahora, no van con
ella y además hacen circular rumores y chismes para desprestigiarla. Sandra ya no
tiene amigas porque cuando trata de establecer amistad con alguien o alguna
compañera o compañero se acerca a ella, María y Patricia van enseguida a contarles
chismes de Luisa a los demás. Incluso han llegado a decir que tiene SIDA. Hasta en las
clases se las ingenian para que nadie se siente a su lado. En cualquier ocasión, dicen
frases despectivas y humillantes: “Mira la sabelotodo”, “Habran camino para que pase
la...tal por cual”, “No se acerquen que les va a contagiar”. Ahora cada vez hay más
compañeros que le hacen el coro. Sandra está constantemente recibiendo desprecios,
descalificaciones, acusaciones y humillaciones. Ha estado enferma con dolores
abdominales y vómitos, metida en la cama, sin querer hablar con nadie ni hacer nada.
La semana pasada ha tenido un intento de suicidio.
El docente o tutor puede y debe incorporar a estos casos cuantos ejemplos quiera de
forma que adapte, complete y contextualice las situaciones a las circunstancias y
necesidades de su alumnado. Es aconsejable utilizar sucesos que hayan ocurrido a algún
alumno o alumna o que se hayan conocido en el contexto más cercano del barrio o
población ya que ello favorece el “meterse en las situaciones“.
También es una buena estrategia analizar los que hayan aparecido en la prensa y los
medios de comunicación. Es oportuno trabajar además con ejemplos de los conflictos
82
normales que surgen en las relaciones interpersonales con los iguales y que no son
intimidación (porque no hay abuso, porque ha sido algo puntual y pasajero...), para que
aprendan a diferenciarlos de los anteriores. Los chicos tienen que discriminar las
situaciones verdaderamente amenazantes de aquellas que no lo son. Un insulto, algún
desprecio, el rechazo de un día, e incluso una pelea o paliza, pueden no significar nada o
influir muy poco; lo importante es si eso se hace habitualmente.
Asimismo pensamos que aquellos chicos que están sufriendo o provocando la violencia y
acoso escolar, encontrarán el clima propicio para comunicar su situación y ensayarán
formas adecuadas de pedir ayuda y de solucionar sus problemas.
INSULTOS
PALABRAS IRIENTES
PATEAR EMPUJAR
NO A LA VIOLENCIA
GOLPEAR RUMORES
BURLARSE
DAÑOS A LA PROPIEDAD
83
LA PREVENCIÓN A NIVEL GRUPAL Y
SESIÓN 10
APRENDIENDO A SER ASERTIVOS
Competencias a desarrollar:
84
CUADRO 6
HABILIDADES INCLUIDAS EN EL “PROGRAMA DE ENSEÑANZA DE HABILIDADES DE
INTERACCIÓN SOCIAL (PEHIS)”
CUADRO 7
HABILIDADES DEL “PROGRAMA DE ASERTIVIDAD Y HABILIDADES SOCIALES (PAHS)”
Para el tema en concreto que aquí nos ocupa, la prevención, sería oportuno seleccionar
aquellas habilidades más directamente implicadas en la promoción de una conducta
85
asertiva y empática; por ejemplo son muy relevantes las áreas 4 y 5 del PEHIS y la
habilidad 10 del PAHS. En general suelen ser oportunas las siguientes habilidades
moleculares, concretas y específicas, que se encuentran insertadas dentro de las distintas
habilidades más molares de los dos programas:
- Pedir favores
- Afrontar las burlas y bromas
- Afrontar situaciones de exclusión y humillación
- Resistirse a las presiones del grupo
- Dejar de intimidar y acosar
- Decir que no
- Pedir ayuda
- Expresar emociones negativas: miedo, ira, indecisión…
- Conductas de ayuda, apoyo, consuelo a los victimizados
Todo ello con el objetivo de desarrollar una adecuada competencia social y promover un
clima interpersonal positivo donde el respeto, la ayuda, el diálogo, la empatía, la
solidaridad, la satisfacción compartida… sean una realidad en el grupo de clase.
En el año 1973, Lazarus, concretó las principales dimensiones de conducta que abarcan
las habilidades sociales. La primera fue la capacidad de decir NO.
Las técnicas para decir NO ayudarán a tener una conducta socialmente habilidosa; la que
permite a la persona expresar sentimientos, pensamientos actitudes, deseos, opiniones,
etc. de manera asertiva, o sea, sin ansiedad y provocando en la persona sentimientos de
eficacia.
Las habilidades sociales pueden aprenderse, aunque como otras capacidades humanas
dependen de la maduración personal y de las experiencias vividas. Para ello se puede
llevar a cabo diversas actividades en encuentros grupales (clases, tutorías, escuela de
padres, formación de profesores, sesiones específicas con alumnos...)
86
Algunas técnicas para aprender a decir NO
Tenemos gran cantidad de hábitos automáticos que hacen que nos dejemos manipular
casi involuntariamente. Si aprendemos a decir NO podemos convertir esos hábitos casi
involuntarios en opciones voluntarias. Para ello podemos emplear técnicas concretas
sobre las que varios autores vienen centrándose a partir del aprendizaje asertivo. A
continuación presentamos algunas de ellas que pueden ser aplicados por cualquier
persona:
87
que escuchen lo que nosotros pensamos.
En caso de que el otro lo tome a broma o se ría: decir algo así como: “Veo que lo
tomas a broma y te ríes de ello, para mí esto es importante”, y repetir lo que
quieres decir.
Frases
Quieres que te diga una cosa? Yo en esto... y en cuanto a este otro...
Es tiempo de practicarlos
1. Ejercitarse en la capacidad de escuchar, para ello mantener una conversación entre
dos personas, sobre un aspecto controvertido. Cada uno mantiene una postura
opuesta. Después de hablar uno, el otro ha de repetir sus ideas; si el primero está de
acuerdo en que traduce lo que ha dicho, el otro sigue manifestando sus opiniones; el
primero se las repite, y si el otro está de acuerdo eso es lo que ha dicho, continúa
hablando; y así sucesivamente.
2. Ejercitarse en la capacidad de expresar lo que se piensa. Elegir diez valores o asuntos y
escribir en dos líneas lo que se piensa de cada uno de ellos. Dialogar después con otra
persona, defendiendo la postura inicial; profundizando, no cambiando en la materia.
3. Realizar en grupo el juego de tren: seis personajes se encuentran en un departamento
del tren. Nadie sabe quién es quién. Comienzan a hablar, diciendo qué hacen, quienes
son, qué piensan de.... Los personajes elegidos por cada uno o dados por el facilitador
(o por el resto del grupo), siempre sin revelarlo en voz alta y sin comunicárselo a los
demás.
3.- Habla de ti
En qué consiste?
Emplear la técnica asertiva de la AUTOREVELACIÓN para reducir la manipulación y
facilitar la comunicación
Cómo hacerlo?
Dar datos o expresar sentimientos propios a partir de las intervenciones de los
demás, sobre todo cuando intentan ser manipuladoras
Para ello, aceptar o negar sin más lo que otros dicen de nosotros: aspectos
positivos o negativos de nuestra personalidad, comportamiento, estilo de vida,
manera de pensar......
Es importante dar datos de nosotros: lo que queremos, lo que vivimos, lo que
estamos sintiendo en ese momento.
Si no nos escuchan o no lo toman en cuenta, insistir con un mensaje más claro y
seguro, hablando siempre de uno mismo y revelando sobre todo aquellos
aspectos que los demás no tienen por qué conocer.
Frases:
“A mí lo que me gusta es...... “Yo no quiero.....”
Es tiempo de practicarlos
1. Realizar numerosos ejercicios para “Darse cuenta” de lo que vivimos, sentimos,
pensamos....
2. Hacer ejercicios de auto revelación: por parejas uno dice de sí mismo una cosa que el
otro no sabe; éste dice otra de él, y así hasta diez aspectos... Después se repite con
otra pareja, intentando decir cosas distintas, a partir, por ejemplo, de lo que dice el
otro.
3. Situarse de pie o sentado frente a otra persona. Mirarle detenidamente e ir diciendo
88
lo que nos llega de él: sentimientos, pensamientos, afectos...
4. Por parejas, elegir dos personajes ficticios. Preparar un diálogo en el que cada uno
habla de si revelando varios aspectos de su personalidad. Representarlo después.
Cómo hacerlo?
Dar la razón a la otra persona: reconocer cualquier verdad contenida en sus
declaraciones cuando nos propone algo que no nos parece conveniente......
Concederle todo....., pero si aceptar lo que propone y que no nos parece
coherente. Javier, tómate esto, que todos lo hacen. Antonio: puede que todos lo
89
hagan (banco de niebla), pero yo no quiero hacerlo. (Autorrevelación)
No entrar en discusión sobre las razones parciales, que incluso pueden ser
aceptables; juntas unas con otras, de seguro que no serían aceptables.
Javier: Anda, tómalo, que no pasa nada (banco de niebla). Yo prefiero no tomarlo
(disco rayado)
Conceder todo y dar posibilidad (solo la posibilidad) de que las cosas pueden ser
como se nos presentan)
Javier: Si no lo tomas, no sabes lo que te pierdes. Y además te quedarás solo.
Antonio: Es posible que me quede solo y no sepa lo que me pierdo (banco de
niebla). Pero estoy bien así (autorrevelación) y prefiero no tomarlo (disco rayado)
Para eso hay que escuchar atentamente lo que el crítico dice, sin interpretarlo,
para responder únicamente a lo que nos dicen.
Eso ayuda a pensar en términos de probabilidades (lo que se estaría dispuesto a
apostar) y no en términos absolutos (negro o blanco, sí o no....)
Ayuda también a descubrir las propias cualidades personales sobre las que tenían
ciertas dudas, sin sentirse inseguro....
Frases:
Quizás, quizás, quizás....... (puede cantarse).
Tal vez.....
Es tiempo de practicarlos
1. Por parejas: Uno interpreta el papel del que critica, ataca o hace propuestas
indeseables: Critica con comentarios negativos la forma de vestir, la actitud, la
conducta -incluso en aspectos íntimos- de la otra persona; el otro hace de “banco de
niebla”: convierte con las críticas que se le hacen, aceptando la verdad, reconociéndola
en principio o aceptando su posibilidad. Después de un rato se invierten los papeles.
2. Comentar en el grupo lo que ha salido. El facilitador intenta eliminar la distinción entre
ese “ejercicio para aprender” y la crítica realista. Pide a alguna pareja que repita algún
fragmento y él mismo intercala comentarios ofensivos e injustos: “Podrías haberlo
hecho mejor... Tu compañero lo hace mejor que tú.... Así no vas a aprender nunca.....”.
Hasta que la otra persona caiga en la cuenta de que tiene que responder con el banco
de niebla... Todo puede acabar en risa si se coge bien el truco.
3. Seguir en grupos de cuatro: el que levanta el banco de niebla, el crítico y dos
observadores. En la primera parte, los observadores ayudan al del banco de niebla; en
la segunda, ayudan al crítico a inventar nuevas y demoledoras razones....
4. Realizar en público diversas interpretaciones (Te ofrecen un trago, un pucho, te piden
que no vayas al trabajo, o a clases...) Respondiendo siempre “Puede ser...”
En qué consiste?
Practicar la aserción negativa (o añadida): aceptar los propios errores y faltas sin
tener que excusarse por ellos.
Superar, de esa forma, los sentimientos de culpabilidad y ansiedad producidos por
el hecho de ser inducidos a pedir perdón por nuestro error, y tener que
compensar por él, o negarlo adoptando una actitud defensiva o contra crítica.
Es válida en casos de conflictos sociales, no físicos, jurídicos o legales.
90
Cómo hacerlo?
Reconocer las críticas hostiles o
constructivas que nos hagan a partir de
nuestros fallos, indecisiones o
cualidades negativas.
Aceptar asertivamente las cosas que
son negativas de nosotros mismos o
que otro aprecia de manera crítica:
competencia personal, hábitos,
apariencia física......
Responder adecuadamente ante las
críticas: aceptar lo que dice el otro,
repetirlo de otra forma, cuestionarlo de
nuevo (Es cierto no estuve muy
acertado, verdad?”)
Si la crítica persiste, se pueden emplear
el banco de niebla y la interrogación
negativa.
De la misma forma se han de tratar los
elogios, ante los que a veces nos sentimos incómodos, reconociendo una verdad
(“Gracias, a mí también me gusta....”)
Ayudará a decir NO a las drogas el hecho de reconocer las propias equivocaciones
y fallos pues tienen mayor aceptación en el grupo y no se les insiste tanto para
que incurran en error. Además dirán NO de una forma menos rígida y más natural.
Reconocen sus errores para no aceptar lo que les conviene, aunque aceptan que
en otro tiempo se equivocaron.
Frases:
“Sí me equivoqué......
Una vez y no más”
Es tiempo de practicarlos
1. Recordar errores que cada uno ha cometido. Expresar los sentimientos causados al ser
descubiertos..... Escenificar después esas situaciones usando la aserción negativa y
notar la diferencia.
2. Representar varias escenas tituladas: “El que nunca se equivoca “, “El que siempre se
lamenta (de sus errores para buscar compasión)”, “El que reconoce sus errores”. Ver
las diferentes conclusiones y resultados.
91
Cómo hacerlo?
Preguntar sin dar tu opinión, sobre lo que se está criticando o proponiendo, de
modo que aporten más razones o críticas, en vez de oponerse declaradamente a
ellas. (¿Qué hay de malo en que salga de noche?)
No hacerlo de forma defensiva, sino asertiva: partir de lo que la otra persona dice,
sin interpretar, y repetirlo en forma de pregunta.
Continuar con nuevas preguntas asertivas y críticas, de modo que la otra persona
confiese lo que desea y comience a obrar también asertivamente o abandone la
discusión.
Preguntar una y otra vez, sin cansarse, sin oponerse y sin dudar. Hasta que el otro
concluya, cuando menos, que “me están tomando el pelo.......”
Frases
“Qué hay de malo en que.....?” ,
“Por qué crees que......?”,
“Ya y según eso, “qué......?
Es tiempo de practicarlos
1. Por parejas: una persona dirige críticas a la otra (observaciones despectivas respecto a
la forma de vestir, apariencia física, comportamiento...) La otra persona usa la
interrogación negativa sin negar las acusaciones, sin adoptar una actitud defensiva, sin
esgrimir una contra crítica agresiva...... Se ha de evitar el sarcasmo, pues es una
agresión finalmente velada que provocará reacciones agresivas.
2. Representar una escena entre dos o más: unos ofrecen ir a una feria, en lugar de ir a
clases. El otro responde preguntando una y otra vez a partir de lo que dicen los demás.
En qué consiste?
Poner en práctica la técnica asertiva del
Compromiso viable: ofrecer una alternativa
que implique un compromiso por las dos
partes y que sea absolutamente real.
Cómo hacerlo?
Dar a nuestro interlocutor un compromiso
viable, siempre que comprendamos que no
está en juego el respeto que sentimos por nosotros mismos: hacerle algunas
concesiones, sin ceder en la propuesta fundamental, (“Vamos a beber”, le dicen Y
va, pero no bebe. Tampoco ha perdido al grupo)
Ceder, saber esperar, respetar los derechos de la otra persona, llegar a un
acuerdo..... Esto a veces es comprometido y tiene riesgos. Pero es mejor “nadar y
guardar la ropa” que ser tajante, aunque a la larga no es fácil mantenerse así.
Cuando el objetivo se refiere a valores o sentimientos que afectan a la dignidad
personal no cabe el compromiso viable. Mientras tanto es mejor tener flexibilidad.
Frases:
“Bueno eso lo puedo hacer.....”
Es tiempo de practicarlos
1. Buscar un tema concreto y representar una escena en la que alguien cede en lo no
92
esencial para seguir fiel a lo fundamental
2. Te proponen participar en diversas acciones que se exponen a continuación. (el grupo
puede hacer la lista de otros). Pon en el paréntesis una N si no estás de acuerdo en
participar, o una C sí, aunque no te gustaría colaborar directamente en ellas, harías
alguna concesión. Al final hay que explicar qué concesiones se harían.
Hacer una protesta porque expulsaron a un compañero ( )
Fumar un troncho ( )
Ir a tomarse unos tragos luego del trabajo o clases ( )
Llevar un trago a una fiesta sino está permitido ( )
9.- Da excusas
En qué consiste?
Decir que uno prefiere, sin aportar las razones. (“Prefiero ir a jugar.....”). Tiene que
ser algo real, aunque en parte sea también ficticio.
Cómo hacerlo?
Manifestar la excusa real que se tiene
Actuar en consecuencia según lo que se ha manifestado
Frases
“Esta' muy bien eso pero prefiero hacer lo otro que tengo pendiente”.
“Disculpa, pero.....”,
“Es que......”
Es tiempo de practicarlos
1. Distinguir entre excusa (algo real o en cierto modo ficticio, pues puede dejar de
hacerse), incompatibilidad (deber ineludible) y mentira (algo falso). Buscar o inventar
un caso para cada una de ellas.
2. Hacer una lista de varias excusas posibles ante diversas situaciones. Concretarlas en
frases
3. “Te invitan al salir de clases, para ir a un bar a beber un poco y a ponerse algo alegres
para celebrar que es el último día de clases de la semana. Sospechas que aquello va a
acabar bebiendo demasiado”. Haz una lista de frases que se te ocurran para no ir. En
grupo, decir cuáles son mentira, incompatibilidad o excusa”.
4. Representar la situación anterior dando excusas.
93
Es tiempo de practicarlos
1. Preparar pequeños guiones de diversas escenas, en el que alguien se “hace el
despistado; se entera de las cosas que suceden, pero las ignora, no lo tiene en cuenta.
2. Para eso, fijarse antes cómo hace la gente cuando quiere decir no y no se atreve.
3. Escribir un breve relato y preparar una breve representación que tengan como
protagonistas a animales aparentemente despistados; el gato medio dormido, el
cocodrilo adormilado..... Buscar otros...
MOMENTO PRÁCTICO
Objetivos: Que los participantes (sea alumnos, docentes o padres de familia) se entrenen
en desarrollar respuestas asertivas en diversas situaciones, especialmente frente a la
presión de los demás. siguientes casos
Procedimiento: Frente a cada uno de los siguientes casos, a través del sociodrama, que se
entrenen respondiendo: Agresivamente, Pasivamente y asertivamente; deben poner
énfasis en la comunicación verbal y no verbal (gestual), debe haber coherencia. Luego
analizar en grupo, cada una de las respuestas.
CASO 1: Ana María o Ernesto, ingresa a una tienda, se prueba una prenda, se mira al
espejo, y no le gusta cómo le queda. La vendedora, pondera lo bien que se ve y cuan
asentador es el modelo en cuestión, le dice: “¿Lo va a llevar no es cierto?” Poniéndose en
el lugar de Ana María o Ernesto; qué le contestaría y cómo actuaría?
CASO 2: Los esposos Jorge y Elena viven hace 7 años y tienen dos niños, aparentemente
es una familia común y corriente, donde no hay mayores inconveniente que aquellas
que son propias de todo hogar; generalmente Elena, que también trabaja, como
enfermera, le pide a Jorge, que le ayude a lavar y a secar los platos. Jorge está viendo
televisión. Poniéndose usted en el caso de Elena, ¿cómo le diría a Jorge para que lo
ayude?
CASO 3: Has prestado un libro muy importante a un amigo(a), y te lo ha devuelto
manchado. Cómo abordas tal situación?
CASO 4: Tus compañeros de trabajo o estudio, te piden que culpes a un compañero(a),
de algo que tú sabes perfectamente que no ha hecho. Responde ante dicha presión.
CASO 5. Tu Jefe o coordinador de trabajo te dice que está de acuerdo con tu propuesta o
proyecto; pero al mismo tiempo, frunce el ceño (hace un gesto de desacuerdo). Cómo le
respondes?
95
SESIÓN 11 PREVENCIÓN A NIVEL DE LA FAMILIA
Competencias a desarrollar:
96
Por último la familia extensa realizaba una auténtica función de enseñanza
informativa, la que se derivaba del aprendizaje de un oficio que, a veces, estaba en
relación con la primitiva división del trabajo existente en el seno familiar.
Existen una serie de factores que han promocionado el cambio: incorporación de la mujer
al mundo laboral y su consecuente independencia económica, posibilidad de llevar a los
hijos a la escuela desde edades muy tempranas, distanciamiento entre el lugar de trabajo
y el domicilio, nuevos tipos de familias (monoparentales, restructuradas, unipersonales,
uniones de hecho…) la posibilidad de divorcio, los anticonceptivos y los nuevos métodos
de fecundación artificial.
Así la función educativa, la primera socialización, sigue siendo una tarea de la familia. Esta
reflexión es lógica, puesto que, en los primeros años de vida el niño está todo el tiempo
con la familia, y se van poniendo los cimientos de su personalidad antes de recibir
cualquier otra influencia (escuela, grupo de pares, medios de comunicación…). Aunque la
socialización dura toda la vida, la familia tiene un papel fundamental en la formación de
los hijos por ser el primer modelo de referencia.
El doble efecto socializador y educativo repercute en los niños desde dos niveles
complementarios:
97
– La familia se ocupa básicamente de: – La escuela trabaja con el niño para:
• Desarrollo de la personalidad. • Impartir conocimientos.
• Afectividad del sujeto. • El desarrollo de los roles.
Las funciones que desempeña la familia son a la vez derechos y deberes, porque en la
medida en que trabajen por el desarrollo integral de la prole, esto repercutirá sobre la
familia como una riqueza humana inmensa.
Para finalizar exponemos brevemente diversas pautas necesarias para una buena
dinámica familiar, sobre todo referidas a la funcionalidad y fluidez de las relaciones
paterno-filiales.
98
Darse el permiso para hablar de cualquier tema dentro del núcleo familiar: Esta pauta
es consecuencia de la anterior. Es necesario saber comunicarse de un modo funcional
y no ofensivo, pero además desde el subsistema parental, debe primar la necesidad
de practicar una comunicación eficaz. Así es como los hijos van interiorizando los
valores y las normas, aumentado su autoestima y formando su autodeterminación en
pro de una responsabilidad y madurez integral para fomentar la socialización.
Preocuparnos y hablar explícitamente con los/as hijos/as del maltrato entre iguales y
de otros posibles problemas. Es preciso comentar sobre el tema, hablar sobre qué
hacer si les ocurre algo así, darles pistas y orientaciones, etc.
99
• Tiene disculpas para faltar al centro.
• “Pierde“sus objetos personales con demasiada frecuencia.
• Tiene lesiones que explica con argumentos no convincentes (me caí, me tropecé,
fue jugando).
Orientaciones y sugerencias de algunas cosas que puedes hacer como madre o padre de
un/a chico/a víctima, agresor/a o espectador/a del maltrato entre compañeros/as.
100
podéis resolver solos en casa)
• Mantener la calma y dejarse orientar o aconsejar
• No tiene que actuar directamente con el/la agresor/a o con su familia
• Habla con el/la tutor/a, equipo directivo, orientador/a o equipo de orientación
educativa y psicopedagógica
• Formula una denuncia o acción legal, si lo consideras conveniente
En todo momento:
- Escúchalo.
- Apóyalo incondicionalmente.
- Ofrécele tu confianza.
- Valórale las pequeñas conductas de
afirmación personal.
- Permanece en contacto con el centro y
participa activamente junto al profesorado en
la intervención que se planifique.
- Si se ha dado todos los pasos necesarios y en el centro no se afronta debidamente
la situación, puede que sea el momento de tomar alguna acción legal contra los
agresores/as. Ninguna institución escolar puede permitir que sus chicos y chicas se
vean sometidos al acoso o maltrato de sus compañeros/as.
101
Si eres madre o padre de un/a chico/a agresor/a
- Debes abordar la situación francamente, y si es posible, de forma conjunta el
padre y la madre.
- Informar y demostrar a tus hijos e hijas, con nuestro comportamiento, que
estamos claramente en contra de la intimidación y el maltrato.
- Aprende a reconocer signos de que tu hijo/a puede llegar a ser intimidador/a: es
muy agresivo/a, siempre quiere llevar la razón, es dominante, no se pone en el
lugar de las otras personas, sus amigos/as y hermanos se quejan de su conducta
prepotente, se jacta de sus acciones agresivas.
- Pondera en su justo término la gravedad del problema; infórmate de cuándo
ocurre, con qué frecuencia, en qué lugares.
- Mantener la calma. Actuar rápido, pero con la mayor tranquilidad posible.
- Dirigirse al centro educativo en que está tu hijo/a, informa de la situación y pide
ayuda, orientación y consejo al tutor o tutora, al equipo directivo, al
Departamento de Orientación y/o al Equipo de Orientación Educativa y
Psicopedagógica.
- En todo momento, escúchalo, apóyalo incondicionalmente; dejar claro a tu hijo
que lo quieres y lo apoyas; lo que se rechaza es su conducta.
- Brindarle confianza y apoyar cualquier pequeño cambio de actitud frente a la
intimidación.
- Pedirle que cese su conducta.
- Invitarlo a que se ponga en el lugar de la víctima.
- Si la intimidación se ha producido en grupo, pedirle que rompa los vínculos con
esos/as compañeros/as abusadores/as.
- Ofrecerle otras vías de integración social fuera de esos grupos.
- Abordar con el hijo/a la posibilidad de sanciones que se puedan derivar de su
conducta.
- Permanecer en estrecho contacto con el centro y participar activamente junto al
profesorado en la intervención que se planifique.
- Ayúdalo para que sea consciente de que es un/a espectador/a, de que está
conviviendo con la injusticia, la falta de solidaridad y la crueldad y ¡qué no hace
nada, o casi nada, para evitarlo!
- Invítalo a que se ponga en el lugar del/de la víctima y analice cómo se siente
cuando la maltratan y la intimidan.
- Haz que comprenda que él/ella puede ayudar con su información, testimonio,
petición de ayuda, apoyo... hasta con sus gestos; no es cuestión de meterse
directamente a resolverlo.
- Reflexiona conjuntamente con tus hijos/as para ayudarlos a que tomen sus
decisiones. Callar es un cargo de conciencia por su culpabilidad de no ayudar a las
y los débiles.
- Ayúdalo a parar la situación y a denunciar los hechos.
- Procura que se conciencie de que no puede ignorar estas situaciones que algún
compañero está viviendo y que ha de adoptar una actitud contraria a la
intimidación y solidaria con la víctima.
102
Invítalo a que sea solidario. Estimúlalo para que desarrolle conductas de ayuda,
apoyo y consuelo hacia las víctimas.
Hazle caer en la cuenta de que el/la intimidador/a también necesita ayuda.
Estimúlalo para que se involucre en actividades de voluntariado, de ayuda, de
participación y de implicación en cultura antiviolencia y anti-bullying
11.6. Ocho habilidades para que los niños y adolescentes aprendan y apliquen
Es menos probable que una persona sea elegida como víctima si se mueve o se sienta con
calma, atención y seguridad. Atención, calma y confianza significa llevar la cabeza en alto,
la espalda erguida, dar pasos asertivos, mirar alrededor, mostrar un rostro y un cuerpo
serenos y alejarse de las personas que podrían causar problemas.
La mejor táctica de autoprotección se llama “negarse a ser una víctima”, lo cual significa
“no estés allí”. Arma un escenario en el que el niño va caminando por el hall de la escuela
(u otro lugar donde podría ser acosado o molestado). Puedes simular ser un matón que
está apoyado a un lado del hall, mientras dices cosas ofensivas. Pregúntale al niño cuáles
podrían ser estas palabras, lo que para una persona puede ser ofensivo o irritante para
otros no lo sea según lugares y ocasiones.
Guía al niño para que, al pasar por donde se encuentra el matón, lo haga alejándose de su
alcance. Recuérdale al niño que se aleje atento, tranquilo y con seguridad, mirando hacia
atrás para verificar la ubicación del matón. Ayuda al niño a practicar diciendo algo
neutral, con un tono de voz normal, por ejemplo “Nos vemos”, o “Que tengas buen día”,
mientras se aleja tranquilo y seguro. Señálale que salirse de un lugar o cambiar de
asiento, en general es la opción más segura.
103
3. Establecer un límite.
Guíalo para que emita una voz tranquila pero clara, y que diga palabras gentiles pero
firmes, es decir no debiluchas ni agresivas. Muéstrales cómo hacerlo y felicítalo cuando lo
intente, aunque no le salga muy bien al principio. Ten presente que esto puede ser muy
movilizador para ellos (y tal vez para ti también).
Los educandos necesitan apoyo para aprender estas habilidades. La idea es que el niño se
apropie de su espacio al alejarse y si es necesario, establezca un límite apenas percibe
que puede suscitarse un problema, de manera que el niño no espere a que el problema
haya comenzado.
4. Uso de la voz
En las escuelas, grupos de jóvenes y familias deberían crearse espacios libres de acoso, así
como también en los lugares de trabajo. De todos modos, puedes enseñarles cómo
protegerse de los insultos. Dile al niño que devolver el insulto a