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Universidad

Veracruzana

07/03/23

Alumna:
Hanny Gómez Ramos
Materia:
Ética y Responsabilidad
Social
Matricula:
S21017348
Actividad:
Ensayo: Ética
profesional
Introducción
La empresa es un sistema social que combina recursos humanos y materiales
para el logro de una finalidad, mediante una adecuada división y coordinación
del trabajo. Los miembros de la organización empresarial interactúan en el
interior de la empresa para ofrecer bienes y servicios a otras personas. Por tanto,
la dignidad y los derechos de las personas se han de tener siempre en cuenta
cuando se piensa en organizaciones. La ética en la conciencia moral de todo ser
humano les sirve de motor, freno o de dirección según los casos al momento de
actuar, le permite no incurrir en conductas equivocadas en su comportamiento
profesional, ya que la ética no solo regula lo que debe hacer o no, sino también
el cómo debe hacer. El proceder bajo las normas éticas permite resolver tales
situaciones sin choques de conciencias. Asimismo, los derechos también son
importantes en la ética profesional, ya que si un profesional sostiene que hay
algo que no responde a lo que él considera correcto en su pensamiento ético, no
debería estar bajo ninguna circunstancia obligado a hacerlo. La ética profesional
establece cómo deberían ser las condiciones en las que un ser humano se
relacione con su entorno. Es importante que un profesional ofrezca un servicio
justo y que realice una buena labor, es lo que corresponde y que resulta bien
para los clientes. La responsabilidad que tienen ellos hacia las personas es vital,
por tanto, en este trabajo se presentara el tema de ética profesional y lo que esta
relacionado con esto.
Ética profesional

La ética se ocupa de las relaciones personales de cada persona (como las


decisiones que se toman en el día a día) y en un sentido más amplio, de los
vínculos colectivos. Por lo tanto, se trata de un concepto que aplica en la
conducta de diversas profesiones, como médicos, abogados, periodistas, e
incluso en la política. El estudio de la ética pretende descubrir qué hay detrás de
la forma de ser y de actuar del ser humano al tiempo que trata de establecer
"reglas" de lo que es "bueno" y lo que es "malo". En ese sentido, la importancia
de la ética radica precisamente en saber qué está bien y qué está mal como
individuos y como sociedad.

Ahora hablaremos de las organizaciones y hablar de organización es hablar de


las relaciones que permiten a un grupo de personas trabajar conjuntamente para
conseguir determinados fines. La organización constituye un nuevo “sujeto”,
aunque en un sentido peculiar, con cierta libertad para fijar sus fines propios
específicos. Por tanto, las empresas deben asumir la responsabilidad de sus
actos y de las consecuencias de esos actos respecto a los distintos stakeholders.
En resumen, la empresa debe entenderse como una organización y esta es algo
más que agregado de individuos: se trata de un “sujeto” con capacidad de
decisión propia, aunque, eso sí, de una manera diferente a la persona individual.
La cultura identifica a las organizaciones y deja su impronta en la manera como
se relacionan con sus stakeholders. La cultura define también el ámbito de
realización humana de las personas que trabajan en la organización.

las empresas prestan mucha atención a la gestión del conocimiento y de su


capital intelectual, y para ello adoptan nuevos estilos de organización. En un
mundo de conocimientos ultraespecializados, el trabajo en equipo es
indispensable. Esto implica que las empresas piden continuamente a sus
empleados que den “lo mejor de sí mismos”. El trabajador rutinario puede ser
sustituido por máquinas que automatizan la producción. Incluso admitiendo que
los trabajadores rutinarios no son sustituibles totalmente como grupo (al menos
en determinadas ramas de la producción), sí son sustituibles como trabajadores
individuales (ya que todavía existe mucho paro en el mundo, principalmente
detrabajadores poco cualificados). Por ello, el elemento decisivo son los
empleados de alta cualificación, quienes realmente producen valor económico
para la empresa con su capacidad de resolver problemas y de innovar productos
y procesos.

Las empresas no solo se enfrentan a un entorno económico radicalmente nuevo.


El entorno social y cultural también es muy distinto. La sociedad se ha vuelto
consciente del gran poder de las empresas. Como hemos dicho arriba, no solo
de su poder económico, sino también de su poder de ‘constructoras de sociedad’
en sus dimensiones social, cultural y medioambiental, y de la privilegiada
influencia política que todo ello les da.

Las transformaciones empresariales que la globalización pone en marcha


muestran con nueva claridad que las empresas son proyectos organizativos que
deben ser construidos conscientemente atendiendo no solo a sus aspectos
técno-económicos sino también, y de manera especial, a su significado humano.
Una empresa, en la sociedad del conocimiento, debe llegar a ser un proyecto
compartido, un lugar de trabajo en equipo con el que uno puede identificarse.
Esto significa que las personas que trabajan en ella encuentran una cierta
sintonía entre los valores personales y profesionales que para ellos son
significativos e importantes, y los valores que funcionan realmente en la
empresa. Y ahí entra la ética profesional, de esta sintonía con la identidad o la
razón de ser de la empresa puede nacer y alimentarse el tipo de compromiso
necesario en la cambiante sociedad del conocimiento. Sabemos que la ética
consiste en un buen comportamiento, en este caso el de las empresas, esto es
un saber practico ya que con la ética se forma el carácter esto quiere decir que
va a haber una manera correcta de actuar.

Es importante saber que, en la vida habitual en el ámbito de una empresa,


constantemente se ponen en riesgo los valores y preferencias que son muy
distintos en empresas diferentes, ya que son diferentes culturas empresariales.
En cuanto se cambian las culturas de las empresas, se abre la posibilidad de
nuevos valores éticos. Entonces hay un gran trabajo en la cultura de las
empresas ya que posee gran relevancia ética ya que la ética es lo que nos rige,
esto marca profundamente en el comportamiento de todos ya que estos se
desenvuelven en la organización.
En empresas donde existe un ambiente de respeto a los valores éticos, todos
entienden que el logro de sus objetivos no justifica utilizar medios éticamente
reprobables. En organizaciones donde la política formal está enfocada
solamente al logro de objetivos económicos, sus integrantes se olvidan de los
principios éticos. Esta visión desanima al personal porque les origina un conflicto
entre sus convicciones morales y las exigencias del logro de metas económicas
impuestas por la empresa. La importancia que en una empresa se opere
siguiendo unos principios éticos es importante porque, además de animar a los
trabajadores a comportarse correctamente, también les permite apoyarse en una
buena política de la compañía cuando desean hacer respetar sus propios
valores.

Como lo mencionamos antes las empresas se construyen definiendo sus propios


valores y preferencias éticas. Pero enseguida hay que añadir que esta
construcción de valores no puede hacerse en el vacío porque las empresas,
debido a su poder, son responsables de las consecuencias de sus actos en las
sociedades donde actúan. En la construcción de su proyecto empresarial y de
los valores asociados a él, las empresas deben escuchar las voces de aquellos
que experimentan las consecuencias de sus acciones. La empresa debe asumir
su responsabilidad ante ellos.

Las organizaciones tienen un gran poder sobre la vida de sus empleados, de sus
accionistas, de las comunidades donde tienen sus instalaciones, de sus clientes
y proveedores. organizaciones. El poder de las organizaciones en nuestra
sociedad es inmenso. Llama la atención el poder de las grandes transnacionales,
cuyos presupuestos superan con frecuencia el producto anual de muchos países
del mundo y que tratan de tú a tú con los gobiernos para decidir las condiciones
de inversión o de localización de sus factorías. Se puede decir que la
responsabilidad es correlativa del poder. Cuanto mayor es el poder de una
organización, mayor es el alcance de su responsabilidad. Toda la reflexión que
haremos sobre la responsabilidad no debe hacer olvidar el hecho fundamental
del poder, de la capacidad de las empresas de influir en la vida de personas y
sociedades.
Conclusión
La ética profesional consiste en un conjunto de normas y valores que rigen el
actuar de los trabajadores en una organización. Se basa, principalmente, en los
valores universales que poseen los seres humanos (como responsabilidad,
honestidad, respeto, discreción, entre otros) aplicados directamente en el
entorno laboral.

Hay que destacar que la ética profesional se ve ampliamente reflejada en la


manera de actuar de los trabajadores, por lo que, si alguno de ellos tiene una
profunda falta de valores, es muy posible que realice acciones que perjudiquen
a la empresa y a sus compañeros de trabajo.

Las empresas tienen también un gran poder cultural. No solo porque su oferta y
su publicidad crean una cultura del consumo enormemente influyente en la vida
cotidiana de las personas; además, las empresas marcan los ritmos de trabajo,
la vida de los hogares (según las mujeres entren más o menos en el mercado
laboral) y condicionan decisivamente la educación de los niños (que reciben de
sus padres el tiempo y la dedicación que les permitan sus ocupaciones
laborales). Sin embargo, todas estas dimensiones del poder empresarial no
deben oscurecer una dimensión, obvia pero con frecuencia negada, de su poder:
la influencia sobre los partidos políticos y los gobiernos. En conclusión, el objetivo
de la ética profesional es dejar de lado los beneficios individuales, y trabajar en
conjunto por el bien común. Si a la empresa le va bien los trabajadores tendrán
estabilidad laboral, pero si se realizan acciones que perjudiquen directamente a
la organización, las consecuencias pueden afectar a muchas personas.

Referencias bibliográficas

FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, J. L. CAMACHO LARAÑA, I. ; GONZÁLEZ FABRE, R. Ética


y responsabilidad empresarial. ed. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer, 2014. 337 p.
Disponible en: https://elibro.net/es/ereader/bibliotecauv/113690?page=62. Consultado
en: 08 Mar 2023

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