Está en la página 1de 29

¿CÓMO INTERPRETAR ESTA GUÍA TEMÁTICA?

Las guías temáticas de MONU-FD son introductorias y buscan orientar la


investigación individual que debe hacer cada uno/a de los/as delegados/as sobre los
temas a tratar durante el Modelo.

El Comité Organizador de MONU-FD recomienda el uso de otras fuentes de


información confiables y legítimas, tales como: documentos oficiales de organismos de
Naciones Unidas, informes académicos y artículos periodísticos.

Las Resoluciones, Tratados, Convenciones, Conferencias y demás instrumentos


oficiales expedidos por los órganos de Naciones Unidas explicados en esta guía tienen
fines ilustrativos. En ninguna circunstancia deberán ser la única fuente de consulta para
los/as delegados/as, quienes deberán buscar nuevas actualizaciones, documentos
emitidos en paralelo y otros de carácter complementario. En adición a esto, cabe
señalar que las Guías temáticas no enumeran todos los instrumentos oficiales existentes
en lo relativo a la temática.

La lectura de las Guías no reemplaza la investigación individual o la lectura de los


documentos en ella citados.

Además, el/la delegado/a deberá analizar la situación particular de su Estado


Miembro respecto al tópico, constituyendo una postura concreta en línea con la posición
del país que se le ha asignado. Para ello, deberá realizar la investigación mencionada
anteriormente y formular sus propias ideas y propuestas para plantear durante el
debate.

Para más información sobre cómo prepararse para la competencia, dirigirse a la


“Guía para delegadas y delegados”, apartado II.

MONU-FD no tolerará ningún tipo de plagio en los documentos presentados por


los/as delegados/as, ya sea antes o después de la competencia. El plagio se define
como el uso de artículos, ideas, lenguaje, estructura o cualquier otro tipo de obra sin cita
de su autor y su fuente. Los documentos de posición y los proyectos de resolución
presentados por los/as delegados/as serán evaluados por miembros del Comité
Organizador de MONU-FD, quienes tienen un profundo conocimiento de los tópicos.
Ellos/as podrán identificar y reportar estas situaciones a la Secretaría General, que
tomará las medidas que correspondan.

1
ÍNDICE
LEGÍTIMA DEFENSA PREVENTIVA ............................................................................... 3

LA LEGÍTIMA DEFENSA PREVENTIVA EN LA ONU......................................................................................................3


MARCO INTERNACIONAL ............................................................................................................................................ 6
LA LEGÍTIMA DEFENSA PREVENTIVA Y LA PRÁCTICA INTERNACIONAL ................................................................. 8
La crisis de los misiles en Cuba (1962) ......................................................................................... 8
La Guerra de los Seis Días (1967) ...................................................................................................... 8
El bombardeo de la planta nuclear iraquí “Osirak” (1981).............................................. 9
DOCTRINA BUSH Y TERRORISMO .............................................................................................................................. 9
DESAFÍOS ACTUALES ................................................................................................................................................... 11
CONCLUSIÓN............................................................................................................................................................... 12

PROTECCIÓN DE CIVILES EN CONFLICTOS ARMADOS ............................................. 14

EL CONSEJO DE SEGURIDAD Y LOS CONFLICTOS ARMADOS............................................................................. 14


MARCO INTERNACIONAL ........................................................................................................................................... 15
PROTECCIÓN DE CIVILES EN CONFLICTOS CON MISIONES DE PAZ .................................................................... 19
DESAFÍOS ACTUALES ................................................................................................................................................. 22
Impedimentos burocráticos y administrativos: ................................................................... 23
Interacción con grupos armados no estatales ...................................................................24
Consecuencias negativas de las medidas de lucha contra el terrorismo.....24
Hostilidades y ataques contra el personal y los activos humanitarios .............25
CONCLUSIÓN.............................................................................................................................................................. 27
INTERROGANTES .........................................................................................................................................................28

2
LEGÍTIMA DEFENSA PREVENTIVA

La legítima defensa preventiva en la ONU

El principio fundamental establecido por el sistema de seguridad


internacional de las Naciones Unidas, es la prohibición del uso o de la amenaza
de uso de la fuerza en las relaciones internacionales. Este principio quedó
plasmado en la Carta de las Naciones Unidas, firmada el 26 de junio de 1945 en
San Francisco1, en su artículo 2.4, el cual establece:

“Los Miembros de la Organización, en sus relaciones


internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la
fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de
cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los
Propósitos de las Naciones Unidas”.

Ahora bien, para que el sistema de seguridad colectiva establecido por las
Naciones Unidas sea realista, deben existir excepciones a este principio. Las
excepciones posibles son tres: el ejercicio del derecho a la legítima defensa
individual o colectiva, el uso de la fuerza autorizado por el Consejo de Seguridad,
y el uso de la fuerza por un organismo regional previa autorización del Consejo
de Seguridad. 2

De acuerdo a los tópicos delimitados para el desarrollo del IV Modelo de


Naciones Unidas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires,
nos enfocaremos en el primero, particularmente en la legítima defensa
preventiva. Para comprender de qué se trata la legítima defensa preventiva,
primero debemos conocer qué es la legítima defensa.

La legítima defensa está reconocida en el artículo 51 de la Carta, de la


siguiente manera:

Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho


inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de

1
ONU, Carta de las Naciones Unidas, 194.5
2
MÁRSICO, O., “El uso de la fuerza en las relaciones internacionales” en GONZÁLEZ NAPOLITANO, S.
(2015), Lecciones de Derecho Internacional Público, Errepar, pg. 833

3
ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto
que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias
para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas
tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa
serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no
afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del
Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier
momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales.

La legítima defensa, es un recurso excepcional y temporario que permite


el uso unilateral de la fuerza por un Estado sin autorización previa del Consejo
de Seguridad en caso de una agresión armada, es temporario puesto que debe
cesar con la intervención del Consejo. La legítima defensa, debe cumplir con dos
requisitos: por un lado, la existencia de un ataque o agresión armada con
comunicación inmediata al Consejo de Seguridad, y por el otro, la existencia de
necesidad, proporcionalidad e inmediatez. Estos elementos, tal como ha
afirmado la Corte Internacional de Justicia, son determinados en base al
derecho internacional consuetudinario. 3

Necesidad significa que el uso de la fuerza es el único medio al que puede


recurrir el Estado agredido, es decir, no tiene a su alcance otros medios para
detener la agresión. La proporcionalidad refiere a que la acción defensiva debe
ser proporcionada a la agresión sufrida y suficiente sólo para detener o repeler
el ataque armado, no agredir. La inmediatez es que la acción realizada como
legítima defensa debe guardar una razonable relación de inmediatez temporal
con relación a la agresión sufrida. 4

3
Corte Internacional de Justicia (CIJ), Opinión Consultiva sobre la legalidad de la amenaza o el
empleo de armas nucleares, 1996, pg. 21
4
TORRES, J.(2002), La legítima defensa preventiva y la nueva doctrina de seguridad del
presidente Bush, Síntesis de la ponencia elaborada para el Primer Congreso en Relaciones
Internacionales del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata

4
La agresión armada puede tener distintas formas: invasión, bombardeo de
un territorio, ataque a un buque o aeronave estatal, o incluso el apoyo de fuerzas
irregulares que actúan en el territorio de otro Estado. 5

Ahora bien, existe una extensa discusión sobre el alcance del concepto de
“ataque armado” del artículo 51 ¿Qué sucede cuando el ataque no se ha
consumado pero las circunstancias indican que es inminente su ejecución?
¿Puede un Estado tomar medidas preventivas que impliquen el uso de la fuerza
para contener o contrarrestar el presunto ataque armado cuando el mismo
aún no se ha producido? ¿El recurso de la legítima defensa está habilitado sólo
para un ataque consumado o también puede ejercerse ante la inminencia de
un ataque? Aquí es donde aparece el instituto de la legítima defensa preventiva.

La legítima defensa preventiva no se encuentra expresamente prevista en


la Carta, sin embargo, los Estados la han invocado en varias ocasiones en el
pasado. Este instituto surge de interpretaciones del artículo 51 de la Carta, de las
que podemos diferenciar dos corrientes interpretativas: una restrictiva y una
amplia. La parte de la doctrina restrictiva considera que el artículo 51 sólo
autoriza el uso de la fuerza frente a un ataque armado consumado, ya que el uso
de la fuerza en sí mismo es contrario a su prohibición general del artículo 2.4, por
lo que no existiría un derecho a la legítima defensa preventiva como tal. La parte
de la doctrina amplia, realiza una interpretación más permisiva del artículo 51,
pues considera que frente a amenazas inminentes de un ataque o frente a
situaciones como la existencia de armas de destrucción masiva -como armas
químicas o nucleares- que no brindan una “segunda oportunidad”, no es realista
exigirle a un Estado que se “siente a esperar” la consumación de un ataque6.

Como vemos, existen varias interpretaciones de la legítima defensa


preventiva, independientemente de cuál posición tome un Estado, lo primordial
será siempre tener en miras el principio de no uso de la fuerza, de un modo

5
Asamblea General (ONU), Res. 3314(XXIX), 1974, Art. 3.
6
MÁRSICO, O., “El uso de la fuerza en las relaciones internacionales” en GONZÁLEZ NAPOLITANO, S.
(2015), Lecciones de Derecho Internacional Público, Errepar, pg. 835-836

5
razonable con la realidad, para de ese modo mantener la paz y seguridad
internacional siempre y cuando sea posible.

Marco Internacional

En pocas ocasiones se ha tratado la legítima defensa en el marco de la


ONU, especialmente se ha hecho sobre situaciones específicas para determinar
si las mismas encuadraban o no dentro de la legítima defensa preventiva para
eximir o no de responsabilidad internacional a un Estado.

Sin embargo, existen dos informes del Secretario General -en aquel
momento, cargo ocupado por Kofi A. Annan-, en los que puede decirse que se
ha adoptado una postura.

En dichos informes reconocen la legítima defensa anticipada en sentido


amplio, esto es, ante la amenaza de un ataque inminente y la acción armada
preventiva ante amenazas latentes tras recibir la autorización del Consejo de
Seguridad. En cambio, no es posible afirmar la licitud de la legítima defensa
preventiva ante el ataque armado que todavía no ha sido lanzado o cuyo inicio
no es inminente ni comprobable. 7

En ocasión del 60° aniversario de las Naciones Unidas, el Secretario General


encargó a un “Grupo de Alto Nivel” la redacción de un Informe, con
recomendaciones sobre la reforma de la ONU. El Informe presentado en
diciembre de 2004, considera que un Estado no puede alegar su derecho a la
legítima defensa para prevenir una amenaza que no sea inminente ni próxima,
puesto que para ello existe el Consejo de Seguridad. A su vez, añade:

Si el Consejo de Seguridad decide no hacerlo [no autoriza la


fuerza], por definición habrá tiempo para estudiar otras estrategias,
entre ellas la persuasión, la negociación, la disuasión y la contención,
antes de volver a la opción militar. A quienes esa respuesta suscita
impaciencia hay que decirle que, en un mundo lleno de amenazas que
se consideran posibles, el riesgo para el orden mundial y para la norma
de la no intervención en que sigue basándose simplemente es

7
COCCHINI, A., Intentando definir la legítima defensa preventiva, en Anuario Español de Derecho
Internacional Vol.34, 2018

6
demasiado grande como para aceptar la legitimidad de la acción
preventiva unilateral, en contraposición a la aprobada colectivamente.
Dejar que uno lo haga es dejar que lo hagan todos”.8

A pesar de ello en los párrafos anteriores reconoce la legítima defensa


anticipada en los siguientes términos:

“Sin embargo, según un principio de derecho internacional bien


establecido, el Estado amenazado puede recurrir a la acción militar
siempre que la amenaza de agresión sea inminente, no haya otro
medio de impedirla y la acción sea proporcional. El problema se
plantea cuando la amenaza no es inminente pero se puede aducir que
es real como ocurriría, por ejemplo, con la adquisición, con un propósito
presuntamente hostil, de la capacidad necesaria para fabricar armas
nucleares”.9

En este mismo sentido, el Secretario General en su informe de marzo de


2005 expresó:

“Las amenazas inminentes están plenamente previstas en el


Artículo 51, que salvaguarda el derecho inherente de los Estados
soberanos a defenderse de un ataque armado. Los juristas han
reconocido hace tiempo que esto abarca tanto un ataque inminente
como un ataque ya ocurrido”.10

A pesar de la postura del Secretario en la Res. A/59/2005, cabe destacar


que el reconocimiento a un derecho a la legítima defensa no es comúnmente
aceptado entre estudiosos del derecho internacional, puesto que sería contrario
al principio de no uso de la fuerza del artículo 2.4 de la Carta.11 En este sentido se

8
Informe del Secretario General a la Asamblea General (ONU), A/59/565, 2004, par. 190-191
9
Ídem nota 8
10
Informe del Secretario General a la Asamblea General (ONU), A/59/2005, 2005, par. 124.
11
REGUERO DUBRA, R. (2012), La legítima defensa en derecho internacional, Instituto Universitario
General Guitiérrez Mellado de Investigación sobre la Paz, la Seguridad y la Defensa, pgs. 129-185

7
ha pronunciado el Institut de Droit International, organización dedicada al
estudio y desarrollo del derecho internacional, que ha expresado “No existe
ninguna base en el derecho internacional para la doctrina de la legítima
defensa preventiva en ausencia de un ataque armado real o manifiestamente
inminente”. 12

Asimismo, la Corte Internacional de Justicia adoptó su posición negando


el derecho a la legítima defensa preventiva en el caso “Nicaragua c. Estados
Unidos” en el que expresó que “no se admite la licitud del uso de la fuerza por un
Estado en respuesta a un hecho ilícito del que él mismo no ha sido víctima,
cuando dicho hecho ilícito no es un ataque armado”13.

La legítima defensa preventiva y la práctica internacional

La crisis de los misiles en Cuba (1962)

La Crisis de los Misiles de Cuba, en la que el Presidente estadounidense


impuso un bloqueo naval en respuesta a la instalación por parte de la U.R.S.S. de
un sistema de misiles nucleares de alcance medio en Cuba, es citada a menudo
como un precedente de la nueva estrategia preventiva de EE.UU. En esta ocasión
el Consejo de Seguridad no sancionó las acciones anticipatorias dispuestas por
el gobierno de EE.UU.14

La Guerra de los Seis Días (1967)

Posterior que la entonces República Árabe Unida fuese informada-


aparentemente de forma errónea- que Israel estaba planeando un ataque
contra dicho país, el presidente de la República Árabe Unida tomó ciertas
medidas “amenazantes” en contra de Israel (tales como declaraciones públicas

En el mismo sentido, GUTIÉRREZ ESPADA, C. (2005), El “uso de la fuerza” en el informe del Secretario
General de Naciones Unidas preparatorio de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno
(septiembre de 2005), Revista Electrónica de Estudios Internacionales,
12
Institut de Droit International, 10A Resolution, Present Problems of the Use of Armed Force in
International Law, 27 de octubre de 2007
13
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA, Caso Nicaragua c. Estados Unidos, 1986, par. 211
14
ESQUIVEL, L(2014), Legítima Defensa Preventiva en el Derecho Internacional, en Departamento
de Investigaciones de la Universidad de Belgrano

8
de eliminar a Israel y el cierre de fronteras contra dicho país). Consecuentemente
a ello Israel lanzó un ataque aéreo masivo contra la República Árabe Unida,
argumentando que era un ataque justificado por los actos de guerra inminente
comenzados por la República Árabe Unida.

Tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General, los actos


de Israel fueron considerados legítimos en el marco de la legítima defensa
preventiva.15

El bombardeo de la planta nuclear iraquí “Osirak” (1981)

Cazabombarderos israelíes destruyeron un reactor nuclear ubicado en


Iraq por considerarlos una amenaza a Israel, y de manera subsiguiente, Israel
procedió a iniciar un ataque como “legítima defensa”, puesto que según
declaraciones oficiales, Saddam Hussein habría mencionado que los reactores
estaban siendo construidos en contra de Israel.

Israel fundamentó que Iraq estaba en estado de guerra con Israel, por lo
que al “al destruir esta terrible amenaza nuclear a su existencia”, Israel solo
estaba ejercitando su derecho legítimo de defensa propia.

El Consejo de Seguridad unánimamente condenó el ataque militar por


parte de Israel en violación flagrante de la Carta de la ONU y de las normas de
conducta internacionales16, lo mismo hizo la Asamblea General17.

Doctrina Bush y terrorismo

Desde comienzos del Siglo XXI y especialmente con posterioridad a los


Atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, comenzó a hacerse eco
las preocupaciones globales por nuevas formas de terrorismo.

Es a partir del 2002 que los equipos de seguridad estadounidenses


introdujeron la denominada “Doctrina Bush” que sostiene la existencia del
derecho a la legítima defensa preventiva por lo que un Estado no necesitaría
sufrir una ofensa armada para defenderse de un peligro inminente. La conclusión

15
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/233, 1967; Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/234, 1967
16
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/487, 1981
17
Asamblea General (ONU), A/RES/36/27, 1981

9
de la Doctrina Bush era que se necesitaba una nueva reinterpretación de la
legítima defensa anticipada en un sentido amplio18. Una nueva interpretación
que permitiría su ejercicio en vía preventiva, frente a una amenaza, no solo
inminente, sino incluso eventual y suficiente a poner en peligro la seguridad
nacional19, propone rediseñar la noción de inminencia de la amenaza de un
ataque y suavizar el requisito consuetudinario de la necesidad.

Lo que Estados Unidos desea evitar es que un grupo terrorista cometa


atentados a gran escala contra las fuerzas militares, la población civil o los
intereses de la nación dentro y fuera del país. En suma, Estados Unidos se reserva
el derecho de lanzar ataques armados preventivos para impedir que un grupo
terrorista cometa un ataque a gran escala contra sus intereses, población civil o
fuerzas armadas o los de sus amigos y aliados; para acabar con la ayuda que
un Estado presta al terrorismo mundial, ocupando su territorio y derrocando a su
régimen político si se considera necesario, o contra un Estado que intenta
adquirir o utilizar para amenazar o atacar a Estados Unidos o a sus amigos y
aliados armas de destrucción en masa. Estos ataques preventivos podrán
llevarse a cabo en cualquier parte del mundo y a lo largo de un período indefinido
de tiempo . En todos los casos las decisiones que se tomen se fundamentarán
en el juicio sobre la situación al que unilateralmente el Gobierno de los Estados
Unidos haya llegado.

Esta doctrina es también denominada doctrina de la “guerra preventiva”,


en la que los Estados Unidos corre en la actualidad el peligro más grave a causa
del terrorismo, contra lo que dicho país afirma que"actuará contra esas
amenazas en surgimiento antes de que éstas terminen de formarse"20. Es en base
a esta doctrina que el gobierno de Estados Unidos justificó su decisión de invadir

18
COCCHINI, A. (2018), Intentando definir la legítima defensa preventiva, en Anuario Español de
Derecho Internacional Vol.34, 2018
19
SECURITY COUNCIL OF USA, The National Security Strategy of the United States of America(2002),
epígrafe V
20
SECURITY COUNCIL OF USA, The National Security Strategy of the United States of America(2002),
epígrafe V

10
Iraq en el año 2003, basada en una amenaza supuestamente garantizada que
debía ser detenida antes de su comisión.

Desafíos actuales

Con una lectura estricta de la Carta de la Organización de las Naciones


Unidas parecería que el derecho a la legítima defensa preventiva es
incompatible con los principios allí establecidos, sin embargo, con las distintas
posturas que ha tomado la comunidad internacional, resulta imperiosa la
necesidad de impartir una postura determinada desde el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas.

Es una realidad que, las principales amenazas para la paz y la seguridad


internacional son las armas de destrucción masiva y el terrorismo 21, a lo que en
principio parece que la única oportunidad de evitar la consumación de dichos
ataques es la utilización de la legítima defensa preventiva, puesto que no es
posible exigirle a un Estado que absorba un primer ataque que podría poner en
peligro su existencia misma.

En razón de que no existen resoluciones que traten pura y exclusivamente


la legítima defensa preventiva, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
debe ocuparse de unificar sus alcances y límites objetivos, para que la decisión
de su uso no quede en la simple valoración subjetiva y percepción del Estado
que busca utilizarla.

Debe tomar una decisión de las situaciones en las que se tolerará el uso
de la fuerza por parte de un Estado en el marco de la legítima defensa preventiva,
definir cuándo es inminente la necesidad de la defensa, ante qué tipo de
amenazas se permitirá, qué tipo de armas están permitidas, la posibilidad de
tomar otras medidas políticas o diplomáticas, y el plazo del Consejo de
Seguridad para pronunciarse sobre la legitimidad de la acción.

21
BELLIER, S.(2006), Unilateral and Multilateral Preventive Self-Defense, en 57 Main Law Review
pgs. 508-542

11
Conclusión

Al aceptar la legítima defensa preventiva, tal vez nos vemos en problemas


de apreciación del elemento necesidad al momento de reaccionar, se dejaría a
los Estados evaluar la presencia de una amenaza para su seguridad, según una
escala fluctuante de apreciación muy subjetiva.

Las afirmaciones del Secretario General en su Informe pueden ser


discutibles desde el punto de vista del Derecho internacional en vigor en unos
casos o limitadas en otros desde una perspectiva realista. La asunción del
derecho a la legítima defensa por parte del Secretario General revela la
existencia de una tendencia a flexibilizar el concepto de legítima defensa y de la
prohibición del uso de la fuerza consagrados por la Carta con su adopción. Esto
no quiere decir que en determinados supuestos estas acciones preventivas sean
necesariamente rechazables.

El Derecho internacional, convencional y consuetudinario, debe encontrar


una solución intermedia entre una interpretación demasiado estricta y una
demasiado amplia del artículo 51 que permita a los Estados atacados cierto
margen discrecional para defenderse. Las normas sobre la legítima defensa
deben interpretarse de forma razonada, conforme al sentido corriente atribuido
a los términos utilizados, según el contexto y teniendo en cuenta sus objetivos y
fines. En el peor de los escenarios, la legítima defensa preventiva siempre debe
proceder de la manera menos lesiva posible, utilizando la fuerza únicamente
como recurso de ultima ratio.

INTERROGANTES

- ¿Cuál consideran que es una postura respetuosa y realista de


la interpretación del artículo 51?

- ¿Cuándo un ataque en el marco de la legítima defensa


preventiva es necesario?

- ¿Es la legítima defensa preventiva una respuesta efectiva a las


amenazas contra la paz?

12
- ¿Cuál es el riesgo del uso legítima defensa preventiva y las
llamadas “guerras preventivas”?

- ¿Es posible que un Estado pretenda cometer verdaderos actos


de agresión a través del “escudo” de la legítima defensa preventiva?

- ¿Qué tipo de amenaza es suficiente para activar los


mecanismos de la legítima defensa preventiva?

- ¿En qué momento nacería el derecho a ejercer la legítima


defensa preventiva -comienzo de la ejecución, planificación,
comunicación de intención, etc.-?

13
PROTECCIÓN DE CIVILES EN CONFLICTOS ARMADOS

El Consejo de Seguridad y los conflictos armados

El derecho internacional humanitario entiende a los civiles como personas


que no sean miembros de las fuerzas armadas.22 Entre ellos se incluye a
periodistas, personal médico y de ayuda humanitaria. A su vez, los miembros de
fuerzas armadas que hayan depuesto las armas o se hallen considerados hors
de combat23 por diferentes motivos son incluidos en este grupo. Estas personas
deberán ser tratadas humanamente sin distinción alguna por color, religión,
sexo, situación económica o cualquier otro criterio similar.24

En lo relativo a “conflictos armados”, no hay una definición adoptada en un


tratado. Sin embargo, de la práctica estatal y de la doctrina deriva la conclusión
de que hay dos tipos de conflictos armados. Por un lado, existen los conflictos
armados internacionales (IAC, por su siglas en inglés), que son conformados por
dos o más Estados. Por otro lado, el derecho internacional humanitario entiende
que existen los conflictos armados no internacionales (NIAC, por sus siglas en
inglés).25

En este sentido, la Carta de Naciones Unidas confiere al Consejo de


Seguridad distintas formas de actuación frente a controversias susceptibles de
alterar la paz y seguridad internacionales,. El Capítulo VI de la Carta refiere al
arreglo pacífico de controversias. En él, el artículo 33 le atribuye al Consejo de
Seguridad la potestad de instar a las partes a lograr la solución del conflicto sin
el uso de la fuerza, mediante herramientas como la negociación, conciliación,
arbitraje judicial, entre otras.

22
Treaties, States parties, and Commentaries - Additional Protocol (I) to the Geneva
Conventions, 1977 - 50
23
Hors de combat - UNTERM
24
Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de
guerra, 1949, Parte I, Art. 3.
25
Counter-Terrorism Module 6 Key Issues: Categorization of Armed Conflict; How is the Term
"Armed Conflict" Defined in International Humanitarian Law? - International Committee of the
Red Cross (ICRC) Opinion Paper, March 2008

14
Ahora bien, si un conflicto escalara al punto tal de constituir un
quebrantamiento de la paz o actos de agresión, el Consejo actuará de
conformidad con el Capítulo VII de la Carta, siendo sus resoluciones vinculantes
en este aspecto. El artículo 41 le permite ejercer medidas tendientes a alcanzar
el cumplimiento de sus decisiones a fin de alcanzar la paz. Estas medidas, que
no involucran a las fuerzas armadas, incluyen la interrupción total o parcial de
relaciones económicas así como también la interrupción de comunicaciones
marítimas, ferroviarias, aéreas y de otros medios de comunicación, así como la
ruptura de relaciones diplomáticas. En caso de que tales medidas no resultaran
suficientes, la Carta de las Naciones Unidas otorga al Consejo de Seguridad la
potestad de hacer uso de la fuerza en su artículo 42. Así, podrá ejercer la acción
que sea necesaria, por vías navales, aéreas o terrestres, para restablecer la paz
y seguridad internacionales. El uso de la fuerza siempre será con el objetivo del
mantenimiento de la paz y no comprenderá acciones ofensivas, reservándose
siempre el derecho a la autodefensa, previsto en el artículo 51 de la Carta de
Naciones Unidas.

Dentro del marco de la respuesta a conflictos mediante el uso de la fuerza,


surgen las Misiones de Paz de las Naciones Unidas, las cuales están conformadas
por personal militar, civil y policial. Tales misiones se despliegan en la zona donde
se desarrolla el conflicto, con el objetivo de alcanzar el mantenimiento de la paz
ejecutando distintos tipos de tareas.

Marco internacional

En materia de derecho internacional humanitario, los Convenios de


Ginebra son considerados normativa vinculante para todos los Estados, más allá
de cuáles los hayan firmado, en tanto son parte de la costumbre internacional.26
En primer término, esto fue reconocido por la Comisión de Derecho Internacional
de las Naciones Unidas en 1980. 27
Más adelante, en 1993, el entonces Secretario
General Butros-Ghali reafirmaría esta idea en su informe al Consejo de
Seguridad sobre el establecimiento del Tribunal Penal Internacional para la Ex

26
La costumbre internacional constituye una de las fuentes del Derecho Internacional, conforme
al Artículo 38(1)(b) del Estatuto de la CIJ
27
Customary International Law - Doctors without borders

15
Yugoslavia.28 En su resolución 827, el Consejo de Seguridad aprobó el
mencionado informe. 29

El Cuarto Convenio de Ginebra sobre la Protección de Civiles en Tiempo de


Guerra, impone a los Estados el trato con humanidad respecto de los civiles y
establece una serie de prohibiciones respecto de estas personas, entre otros la
toma de rehenes y los atentados contra la vida, integridad corporal y dignidad.
30
A su vez, establece que deberán ser cuidados los heridos y enfermos, pudiendo
los Estados solicitar ayuda de cualquier organismo humanitario, como lo es el
Comité Internacional de la Cruz Roja. 31
Respecto de este instrumento, es
importante tener en cuenta además los dos protocolos adicionales que se
agregaron en 1977, a fin de garantizar la protección de civiles tanto en conflictos
internacionales como no internacionales. En particular, el artículo 51 del Protocolo
I establece el principio de proporcionalidad, el cual prohíbe la ejecución de
ataques que podrían llegar a afectar a civiles accidentalmente, o crear daños
excesivos respecto de las ventajas militares. 32

Las Convenciones de Ginebra se aplican tanto a los Conflictos Armados


Internacionales (CAI) cómo a los Conflictos Armados No Internacionales
(CANI). El CAI es aquel “conflicto armado que surja entre dos o varias de las Altas
Partes Contratantes, aunque una de ellas no haya reconocido el estado de
guerra.”33. El CANI es el “conflicto armado que no sea de índole internacional y
que surja en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes”, por ejemplo,
entre un grupo armado y el Estado, en el territorio de este último. 34

28
Carta del Secretario General de la ONU al Presidente del Consejo de Seguridad, S/25274, 2005.
29
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/827, 1993.
30
IV Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de
guerra (1949), art. 3.
31
Ibidem, art. 3(2).
32
Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las
víctimas de los conflictos armados internacionales, (1977), art 51.
33
ídem nota 30, art. 2.
34
ídem nota 30, art. 3.

16
La protección de civiles fue incorporada como tópico de la agenda del
Consejo de Seguridad por primera vez en el año 1999, mediante la Resolución
1265. En tal sentido, el Consejo condena los ataques contra civiles y subraya “la
importancia de que el personal humanitario tenga acceso sin restricciones y en
condiciones de seguridad a la población civil en las situaciones de conflicto
armado, incluidos los refugiados y los desplazados internos, y de que se proteja
la asistencia humanitaria destinada a esas personas.” 35 De esta manera, no solo
se manifiesta expresamente en contra de la violencia contra civiles sino que
además establece de lleno la necesidad de asistencia humanitaria, al subrayar
“la necesidad de que los combatientes garanticen la seguridad y la libertad de
circulación del personal de las Naciones Unidas y el personal asociado, así como
del personal de las organizaciones humanitarias internacionales.”

En este sentido, es importante destacar que la Carta de las Naciones


Unidas no menciona explícitamente la protección de civiles en conflictos
armados, pero ha sido el propio Consejo de Seguridad el que ha establecido en
su Resolución 1674 del 2006 36 que los ataques dirigidos deliberadamente contra
aquellos constituyen una violación flagrante del derecho internacional
humanitario. Esta resolución es de las más importantes a la hora de evaluar lo
aprobado por el Consejo de Seguridad en esta temática. En ella, se insta a los
Estados a respetar los Convenios de la Haya de 1899 y 1907 y se reafirma el
Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005 en el que se reconoce la
responsabilidad de proteger (R2P, por sus siglas en inglés) a las poblaciones del
genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa
humanidad. 37

Tras el atentado del 11-S y las respuestas de Estados Unidos, el Sec. Gral. de
la ONU, Kofi Annan, identificó como uno de los principales puntos de
desencuento, previo a la conferencia Mundial del 2005, las discrepancias sobre
si los Estados tienen el derecho (o la obligación) de utilizar la fuerza armada

35
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/1265, 1999.
36
Consejo de Seguridad (ONU) S/RES/1674, 2006.
37
Asamblea General (ONU), A/RES/60/1, 2005.

17
como protección, para salvar vidas de ciudadanos de otros Estados de un
genocidio o de crímenes comparables (R2P). 38

La R2P se ha abordado en una serie de conflictos como la República


Centroafricana, Libia, Yemen, Malí, Siria y, más recientemente, en relación con la
situación en Sudán del Sur. 39

La resolución 1973 (2011) del Consejo de Seguridad sobre "La situación en


Libia" es un claro ejemplo del uso de la RdP en lo que respecta a la respuesta del
Consejo en la guerra civil de Libia contra el régimen de Muammar Gaddafi. La
resolución autorizaba a los Estados miembros a, excluyendo la ocupación, utilizar
todos los medios necesarios para proteger a los civiles afectados por el conflicto
en curso y también establecía una "zona de exclusión aérea", que prohibía la
mayoría de los vuelos en el espacio aéreo de Libia. 40

En la actualidad, la Federación Rusa utiliza el argumento de “R2P” para


justificar el conflicto con Ucrania. Rusia argumenta que Ucrania estaba
cometiendo un genocidio contra grupos pro-rusos en las zonas de Donetsk y
Lugansk, y que bajo la obligación de proteger, debía actuar en su defensa. 41

La utilización por parte de los Estados y las Organizaciones Internacionales


del R2P ha despertado severas críticas respecto a cuáles son sus límites,
especialmente respecto de la soberanía de los Estados, reconocida en el Art. 2(1)
de la Carta de la ONU.

Ahora bien, a la hora de tratar la temática de la protección de civiles en


conflictos armados, no se debe dejar de lado la presencia de grupos vulnerables
dentro de estas poblaciones. En este sentido, la Declaración sobre la protección
de Mujeres y Niños en estado de emergencia o conflicto armado42, establece que

38
Informe del Secretario General a la Asamblea General (ONU), A/59/2005, 2005, par. 122
39
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/2514, 2020.
40
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/1973, 2011
41
Memorial de la Federación Rusa en el caso: CIJ “Alegaciones de genocidio en virtud de la
Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (Ucrania c.la Federación
Rusa)” (2022)
42
Asamblea General (ONU), A/RES/3318 (XXIX), 1974.

18
las mujeres y niños son los grupos más vulnerados y condena la violencia sobre
los mismos.

Recientemente, el Consejo de Seguridad hizo especial énfasis en las


personas con discapacidades a la hora de tratar la temática de la protección de
civiles: en su resolución de 2475 de 2019 se destaca “la importancia de incorporar
las opiniones de las personas con discapacidad en los planes de respuesta
humanitaria y en la planificación de la recuperación y reconstrucción después
de los conflictos, en particular en lo que respecta a la accesibilidad y la
realización de ajustes razonables.”43.

Desde la incorporación del tema en su agenda, el Consejo de Seguridad


ha aprobado una gran cantidad de resoluciones sobre la protección de civiles
en conflictos armados que no fueron mencionadas en esta sección, entre ellas
se incluyen: 2573 (2021), 2475 (2019), 2474 (2019), 2417 (2018), 2286 (2016), 2175
(2014). En todas las resoluciones al respecto, se reafirma la importancia de
obedecer el derecho internacional humanitario y los convenios de Ginebra, a la
vez que se condenan los ataques deliberados contra civiles y personal
humanitario que busca ayudar a quienes ven su vida en riesgo por estar en
medio de un conflicto armado.

Protección de civiles en conflictos con misiones de paz

Las Misiones de Paz implican el despliegue de personal humanitario en


distintos conflictos y están conformadas por militares, policías y civiles. No
cuentan con fuerzas militares propias, por lo que el personal y medios necesarios
son aportados por los Estados Miembros. Dicho personal proveniente de
diferentes naciones, conforma lo que se conoce como “Cascos Azules”.

Las misiones fueron formalmente incorporadas en 1992, a través del


manifiesto “Un Programa de Paz” desarrollado por el ex Secretario de Naciones
Unidas Boutros-Ghali, en donde se definieron cuatro áreas de actuación para
llevar a cabo dichas misiones.44 Tales áreas incluyen; la diplomacia preventiva,

43
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/2475, 2019.
44
Las operaciones de mantenimiento de la paz en el contexto de reforma de las Naciones
Unidas, Alvaro M Barea Ripoll, 2009.

19
peacekeeping (mantener la paz), peacemaking (establecer la paz) y
peacebuilding (consolidación de la paz), las cuales variarán según el tipo de
conflicto, como se mencionó anteriormente.

Boutros-Ghali define el mantenimiento de la paz (peacekeeping) como:


«El despliegue de una presencia de Naciones Unidas en el terreno, hasta ahora
con el consentimiento de todas las partes interesadas y, como norma, con la
participación de personal militar o policial de Naciones Unidas y,
frecuentemente, también de personal civil. Las actividades de mantenimiento
de la paz constituyen una técnica que aumenta las posibilidades de prevenir los
conflictos y establecer la paz» .45 Asimismo, define diplomacia preventiva como:
«Las medidas destinadas a evitar que surjan controversias entre dos o más
partes, a evitar que las controversias existentes se transformen en conflictos y
evitar que éstos, si ocurren, se extiendan» . Por establecimiento de la paz
(peacemaking) se entiende: «Las medidas destinadas a lograr que las partes
hostiles lleguen a un acuerdo, fundamentalmente por medios pacíficos como
los previstos en el Capítulo VI de la Carta de Naciones Unidas» . Y por último, a la
consolidación de la paz (peacebuilding) cómo: «Las medidas destinadas a
individualizar y fortalecer estructuras que tiendan a reforzar la paz a fin de evitar
una reanudación del conflicto» .

A mediados de los años 90, frente al drástico ataque de civiles en misiones


como la UNAMIR en Rwanda, surge la protección de civiles en conflictos armados
como lineamiento base de las Misiones de Paz. En este sentido, se establece
como objetivo la protección preventiva de los civiles, a través del asesoramiento
y apoyo técnico y logístico, a la vez que se reserva como último recurso la
protección física de civiles.46 A su vez, dentro de las tareas encomendadas al
personal de las misiones se hace especial hincapié en la protección de niños y
la prevención de la violencia sexual contra las mujeres. En la mencionada

45
Un Programa de Paz, Boutros Ghali 1992.
46
Protección de los civiles | Naciones Unidas Mantenimiento de la paz

20
Resolución 1674, el Consejo de Seguridad posiciona a la protección de civiles
como uno de los mandatos principales de las misiones de paz. 47

En las Misiones de Paz, la protección de civiles se desarrolla de diversas


maneras, no solamente por el personal militar sino que en conjunto, de manera
global, con el personal policial y civil. Las actividades se centran específicamente
en la apertura de mesas de diálogo mediante el acercamiento de las partes, en
la protección física de civiles y en la generación de un entorno seguro para los
mismos. Empero, Las Naciones Unidas mantienen como principio fundamental
que la responsabilidad respecto de la protección de civiles recae principalmente
sobre los gobiernos, afirmando que la labor del personal de las misiones no suple
en modo alguno el deber de los gobiernos de dedicar sus esfuerzos al resguardo
de los civiles.

En lo relativo al accionar del personal de las Naciones Unidas, en mayo de


2015 fueron adoptados los Principios de Kigali sobre la Protección de Civiles. Estos
18 principios no vinculantes se dirigen a los aspectos más importantes de la
preparación de Misiones de Paz, como lo son el entrenamiento del personal y la
generación de sistemas de responsabilidad. Su correcta aplicación no sólo
beneficiaría a las operaciones de mantenimiento de paz en lo relativo a la
protección de civiles, sino otros aspectos que hieren en general la credibilidad e
imagen de las operaciones y el personal de Naciones Unidas. Actualmente, más
de cuarenta países, entre los que se encuentran las naciones que aportan la
mayor cantidad de recursos humanos a las operaciones, han adoptado los
Principios de Kigali. 48

Si bien el Consejo despliega misiones de paz por varias razones como la


facilitación de procesos políticos, asistencia en el desarme, promoción de
derechos humanos, restaurar el Estado de Derecho o ayudar la organización de
elecciones, entre otras, el 95% de las operaciones de mantenimiento de paz
tienen el mandato de proteger civiles. 49 En este sentido, el Grupo Independiente

47
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/1674, 2006.
48
The Kigali Principles on the Protection of Civilians
49
Protecting civilians | United Nations Peacekeeping

21
de Alto Nivel sobre las Operaciones de Paz formado por el Secretario General en
2014 concluyó que la protección de civiles en conflictos armados constituye una
obligación básica de las Naciones Unidas, al mismo nivel que el mantenimiento
de la paz. Así, se entendió que las expectativas de la Organización deben
coincidir con la capacidad de su personal. La ONU debe fortalecer el
cumplimiento de sus responsabilidades de protección y aprovechar
debidamente toda la plantilla civil, militar y policial disponible. 50

Como ya fue mencionado, la presencia de una misión de las Naciones


Unidas u otros agentes de protección no disminuye la obligación de los
gobiernos receptores de hacer todo lo posible para proteger a sus propios civiles.
A su vez, esta responsabilidad estatal no diluye la obligación de las misiones de
las Naciones Unidas de actuar dentro de sus capacidades cuando el gobierno
receptor no está dispuesto o capacitado para proteger a sus ciudadanos. 51

Desafíos actuales

En general, el desafío principal que interpela a la protección de civiles tiene


que ver con el desbalance entre lo que se espera de las Naciones Unidas y lo que
realmente ésta puede hacer de acuerdo a sus capacidades y limitaciones.

Por ello, a la hora de debatir esta temática es importante tener en cuenta


dos aspectos claves mencionados anteriormente. En primer lugar, la adaptación
de las expectativas de la ONU a su verdadera capacidad. En segundo lugar, la
responsabilidad principal de los Estados de velar por la protección de sus civiles
en conflictos bélicos. En este sentido, si bien las Naciones Unidas pueden
interceder en zonas de conflictos armados y enviar ayuda humanitaria, es
importante recordar que su accionar estará limitado no sólo a cuestiones
logísticas y presupuestarias, sino también y esencialmente al aval de los
Gobiernos, reconociendo la soberanía sobre sus territorios.

50
Informe del Grupo Independiente de Alto Nivel sobre las Operaciones de Paz: aunar nuestras
ventajas en pro de la paz - política, alianzas y personas A/70/95 – S/2015/446, 2015.
51
Íbid..

22
Específicamente, en su informe de fecha 10 de mayo de 202252, el Secretario
General de Naciones Unidas hace referencia a distintos desafíos actuales a los
cuales se enfrentan la Misiones de Paz a la hora de velar por la protección de
civiles. Tales cuestiones refieren particularmente a cuatro áreas problemáticas,
siendo éstas: los impedimentos burocráticos y administrativos, la interacción del
personal humanitario con grupos armados no estatales, las consecuencias de
las medidas de lucha contra el terrorismo, y los ataques hacia el personal
humanitario. Además, si bien hace mención específica de estos problemas, no
deja de mencionar también las problemáticas que surgen de las mismas
condiciones físicas de la zona de cada conflicto, las cuales debido a su hostilidad
suelen dificultar el acceso de los civiles a ayuda humanitaria. Asimismo, hace
particular mención de los conflictos de Etiopía, La República Centroafricana y
Yemen, en donde las dificultades complicaron el acceso de elementos para la
supervivencia, especialmente de los alimentos.

Impedimentos burocráticos y administrativos:

Como se mencionó anteriormente, para ahondar en el entendimiento


acerca de la puesta en práctica de la protección de civiles, es esencial
comprender que para operar es necesario el aval de los Estados y
consecuentemente todos los permisos y habilitaciones que esto conlleva.
Asimismo, en muchos casos tales disposiciones administrativas hacen a la
limitación del accionar de las Misiones de Paz y más importante aún, a la
obstaculización del acceso a la ayuda humanitaria por parte de los grupos de
civiles vulnerados.

En su informe, el Secretario General hace referencia a problemas


específicos que engloban procesos engorrosos de inscripción de las
operaciones humanitarias, complicaciones con los visados y documentos de
entrada, retrasos administrativos, y discrepancia entre la política central y local.
Tales complicaciones y restricciones además, según lo referido por Guterres,
hacen que el personal humanitario sea más vulnerable a incurrir en
responsabilidad respecto de leyes locales. Se hace especial referencia a los
casos de Afganistán, donde se interfirió con las actividades prestadas por

52
Informe del Secretario General al Consejo de Seguridad (ONU), S/2022/381, 2022.

23
personal femenino para mujeres y niñas; en Etiopía, donde se vieron grandes
dificultades para trasladar suministros a Tigré; y el este de Ucrania entre otros,
donde la actividad se vio obstaculizada por los procesos de registración en las
zonas controladas y no controladas por el Gobierno.

Interacción con grupos armados no estatales

Es una realidad que en diversos conflictos armados, suele haber zonas


bajo el completo control de grupos armados, donde la autoridad estatal queda
excluida y consecuentemente se limita aún más el accionar de los operativos
humanitarios. Al respecto, el Secretario General refiere en su informe que más de
160 millones de personas viven en zonas controladas directamente por grupos
armados no estatales. De allí la urgente necesidad genérica de trabajar por el
mantenimiento de la paz, pero específica de accionar en pos de la protección de
civiles. Es así que se establece la necesidad de interacción humanitaria con los
grupos armados no estatales, a fin de lograr el objetivo último, que es la
protección de los grupos civiles que residen en la zona de conflicto, a través de
diversas negociaciones y conciliaciones.

Tal necesidad de interacción coherente con los grupos armados fue


reconocida por el Consejo de Seguridad en su declaración Presidencial del 12 de
febrero de 2013. 53
En esta instancia, si bien reafirma la imperancia de la
impugnación de las violación al derecho humanitario y en la responsabilidad
estatal al respecto, manifiesta la necesidad de un intercambio permanente con
los grupos armados, a fin de cumplir con el derecho humanitario 54. Al respecto,
el Secretario General en su último informe refiere: “En virtud del derecho
internacional humanitario, toda organización humanitaria imparcial puede
ofrecer sus servicios a cualquier parte en un conflicto armado en beneficio de
personas que no estén combatiendo, tanto si se trata de un Estado como de un
grupo armado no estatal, independientemente de las sanciones a que esté
sometida o de la designación de la parte de que se trate como terrorista.”

Consecuencias negativas de las medidas de lucha contra el terrorismo

53
Declaración de la Presidencia del Consejo de Seguridad, S/PRST/2013/2, 2013.
54
Ibid.

24
Como es de público saber, en diversas áreas de conflictos se desata
actividad terrorista, y como consecuencia de ello los Estados despliegan una
serie de medidas antiterrorismo o de lucha contra el terrorismo, tendientes a
socovar el asunto. La problemática en este punto se desata a la hora de
interactuar estas medidas contra el terrorismo con las acciones de las
operaciones humanitarias. En tal sentido, se registraron situaciones en las que
surgen incompatibilidades entre ambas, que a fines de cuentas terminan
entorpeciendo los procesos operativos tendientes a la protección de civiles. 55

Esto, según lo informado por el Secretario General sucede, por ejemplo, en


situaciones en las que los Estados impiden el ingreso de suplementos
considerados de “doble uso”, es decir que puedan ser utilizados tanto con fines
civiles como militares, como las bombas de agua. Por otro lado, se imponen
medidas restrictivas tendientes a evitar que las operaciones humanitarias
beneficien a las partes involucradas en los grupos terroristas.

En relación a esto, el Consejo de seguridad insta a los Estados en sus


resoluciones 2462 (2019) y 2482 (2019) a cumplir con el derecho internacional
humanitario y no obstaculizar el accionar imparcial de los operativos
humanitarios.

En este sentido, es importante que los Estados, dentro del deber de luchar
contra el terrorismo, reconozcan la gran afectación de los grupos civiles y en
base a ello dispongan el espacio y flexibildiad suficiente para el cumplimiento
del derecho internacional humanitario y la efectiva protección de civiles en este
contexto.

Hostilidades y ataques contra el personal y los activos humanitarios

En muchos casos de conflictos armados, se generan ataques al personal


humanitario que, además de derivar en consecuencias letales, obstaculizan en
gran medida la operación humanitaria. Según el Informe del Secretario General
de 2022 al respecto: “en los últimos cinco años, 408 trabajadores humanitarios
fueron asesinados, 459 resultaron heridos y 367 fueron secuestrados en los
siguientes nueve países: el Afganistán, Libia, Malí, Nigeria, la República Árabe

55
Ibid.

25
Siria, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Somalia
y el Yemen. De los 604 incidentes relacionados con la seguridad ocurridos en
esos países en los últimos cinco años, como mínimo el 28 % fueron secuestros,
el 19 % fueron tiroteos, el 17 % fueron consecuencia de bombardeos aéreos y el 16
% fueron agresiones corporales o sexuales. Entre las formas más mortíferas de
ataques contra el personal humanitario figuraban los tiroteos (35 % de las
muertes) y los bombardeos aéreos (28 % de las muertes).” 56

En base a ello, el personal humanitario ha recurrido en los últimos tiempos


a solicitar la protección por parte de personal militar y seguridad privada,
imponiendo incluso en algunas ocasiones escoltas armados. Sin embargo, esta
práctica puede llevar ciertos riesgos, incluyendo la producción de ataques, la
violación al derecho internacional humanitario y la obstaculización de las
operaciones humanitarias. Al respecto, Guterres manifiesta: “Las organizaciones
humanitarias deben anticipar y gestionar esos riesgos y actuar con la diligencia
debida en relación con los contratistas militares y de seguridad privadas que
contraten. Los escoltas armados deben utilizarse solo en circunstancias
excepcionales como último recurso y siempre deben considerarse primero las
consecuencias y las alternativas.”57

Por otro lado, la resolución 2573 de 2021 hizo particular referencia en lo que
respecta al acceso de la ayuda humanitaria y la protección de infraestructuras
y bienes indispensables para la supervivencia de los civiles. Es así que se instó a
las partes de los conflictos a no obstaculizar la ayuda y protección de civiles y
específicamente a realizar una pausa humanitaria para garantizar el cuidado y
supervivencia de los mismos. Por otra parte, se instó a las partes a efectuar una
mayor especialización técnica del personal humanitario, a la vez que se
promovió una mayor coordinación entre las partes internacionales, incluyendo
la ONU y otros organismos internacionales. Asimismo, se le solicitó al Secretario

56
Ibid.
57
Ibid.

26
General que incluyera como subtema la protección de los bienes indispensables
para la protección de civiles. 58

Conclusión

En la actualidad, los conflictos armados subsisten en diferentes partes del


mundo. De ello surge, no sólo el deber de la ONU y la comunidad internacional de
velar por el mantenimiento de la paz, sino también de proteger a los civiles
involucrados en conflictos armados quienes en el día a día se ven afectados.
Todo esto conforme al marco internacional anteriormente citado,
principalmente el IV Convenio de Ginebra y las varias resoluciones del Consejo
de Seguridad al respecto.

Para lograr tal objetivo, es importante recordar la responsabilidad de los


Estados de proteger a sus civiles y con ello los deberes que de ésta derivan, como
ser la agilización de los trámites administrativos para el personal humanitario, la
no obstaculización del ingreso de elementos de supervivencia y la no incidencia
de las medidas antiterroristas con la ayuda humanitaria. Si bien se entiende la
delicadeza que conlleva una situación de conflicto armado, es importante velar
por los derechos humanos de los civiles afectados, apuntando siempre al
mantenimiento de la paz.

Es importante también que las Naciones Unidas asuman la


responsabilidad de promover la protección de civiles dentro de sus capacidades
y limitaciones, explotando al máximo los recursos conferidos, específicamente
en lo que refiere a las Misiones de Paz.

Por último, es importante determinar cuales son los verdaderos límites de


la “R2P”, teniendo en cuenta para ello el derecho internacional humanitario y la
soberanía estatal, ya que, si bien no se cuestiona la responsabilidad de los
estados de proteger a sus civiles, tal principio no debería ser utilizado como
excusa a otros fines políticos, que desaten consecuencias contrarias al
mantenimiento de la paz y seguridad internacional.

58
Consejo de Seguridad (ONU), S/RES/2573, 2021.

27
Interrogantes

- ¿Qué grupos se consideran vulnerables? ¿Cómo se ven


afectados? ¿Merece la pena prestarles una atención especial en medio de
un gran número de civiles amenazados?

- ¿Qué misiones de mantenimiento de la paz han tenido éxito o


han creado un impacto positivo y cuáles, en cambio, han tenido
repercusiones negativas sobre los civiles y por qué? ¿Cómo puede la
comunidad internacional aprender de estas experiencias?

- ¿Qué lagunas existen en el sistema y cómo puede abordarlas


el Consejo de Seguridad? ¿Están estas lagunas relacionadas con la
recopilación de datos, el cumplimiento del derecho internacional o la
rendición de cuentas?

- ¿Debería el Consejo de Seguridad adoptar un enfoque


completamente nuevo, dedicando tiempo, presupuesto y esfuerzos a
prevenir y/o resolver primariamente los conflictos? o ¿Debería centrarse en
la protección de los civiles afectados por los conflictos?

A pesar de que a lo largo de toda esta guía no fue posible utilizar sustantivos de
género neutro y se utilizó, en algunas ocasiones, la fórmula binaria “os/as”, MONU-FD
acoge y respeta todo tipo de identidad de género e insta a sus participantes a
conducirse con consideración y respeto. No se tolerarán actos discriminatorios en
función del género, la religión, la elección sexual, la condición social, ni de ningún otro
tipo.

MONU-FD es un modelo organizado por estudiantes para les, las y los estudiantes.

28

También podría gustarte