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Romanos 15:7 7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para
gloria de Dios.
Las diferencias no son malas, gracias a Dios, porque cuando dos personas no tienen diferencias,
una de ellas no es necesaria. No hay que buscar cambiar las diferencias del otro, sino aceptarlas
de la mejor manera.
2. Agrádense el uno al otro
Una caricia, una llamada telefónica, un regalo, una cortesía, una amabilidad, etc. Las pequeñas
cosas son las que hacen la diferencia en el matrimonio. Demuestra una buena actitud y colabora
para crear una buena atmósfera, más allá de cómo fue nuestro día. A veces pasa que en el
noviazgo tratamos de agradar todo el tiempo y cuando nos casamos, ya todo cambia, porque
logramos lo que queríamos. Esto NO debe ser así. Hay que agradar en todo lo posible. Si tenemos
que aprender a expresar amor, hay que hacerlo. Si nunca recibiste amor es posible que no sepas
darlo tampoco, pero se aprende. Todos necesitamos ser apreciados de alguna manera. La raíz del
menosprecio es el “EGOíSMO”, así como de casi todos los problemas, no ceder, pensar solo en
uno mismo. Así no podemos afectar a la otra persona, lo mismo con los hijos, ya no estoy soltero.
Los conyugues al momento de separarse dicen que son incompatibles, y no es así. Ambos están
rechazando querer cambiar debido a su propio egoísmo. Nadie cede, nadie se esfuerza, nadie
afloja. La regla de oro es “no hagas lo que no te gusta que te hagan”. Hay que cambiar el YO por
NOSOTROS.
b) Carencia de comunicación
Para que el matrimonio se mantenga estable hay que comunicarse “en amor”.
Efesios 4:15
sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo,
Cuando la verdad se habla en amor, trae sanidad al corazón. Una pobre o carente comunicación,
va a producir mucha presión en el matrimonio, porque nunca se resuelve nada, hay temas que no
se tocan, pero la realidad es que hay que hablarlos, solucionar cuestiones. Hay cosas que los
maridos no hablamos y la Biblia nos dice
Efesios 4: 26-27 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar
al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno,
para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga
de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los
oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Nos podemos enojar, pero no pecar, cuidado con las palabras que son destructivas y pueden
lastimar el corazón de otras personas. Evitemos toda comunicación obscena, por más enojados
que estemos, no tenemos que agredir al otro, ni intimidarlo. Hablemos solo lo que edifica. Cuando
aflora la violencia verbal o física es porque a la persona se les acabaron los recursos y no saben
como relacionarse, salvo de esa manera. Aparecen las frustraciones. Debemos ser amorosos,
compasivos, bondadosos.
1 Corintios 13:5-7 – El amor -5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor; 6 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta.
No tenemos que enfocarnos en quien tiene la culpa de algo, sino en la solución. Nosotros como
cristianos tenemos que enfocarnos en lo que la Palabra dice, como un estilo de vida, con los
valores del Reino (ver Mateo 5 – Sermón del Monte). Es una vida diferente donde nosotros
marcamos las diferencias respecto a como se vive en el mundo.
4 Formas de hacer sentir culpable a su cónyuge:
a) Cuando exageramos: “nunca hice eso”, “siempre la misma cosa”, usamos la
exageración para impactar, para influir en nuestras decisiones.
b) Cuando etiquetamos: esto es “difamar”, esta relacionado con la amargura,
“eres un mentiroso”, “igual que tu padre”
c) Cuando recordamos el pasado: esto es traer cosas del pasado para culpar o
agredir.
d) Cuando hacemos preguntas ofensivas: no por que esperemos una respuesta,
“¿que no puedes hacer nada bien?”, lo hacemos porque es más fácil y más
directo.
e) La confusión en los roles y responsabilidades de cada uno.
Dios nos da las bases en Su Palabra
Efesios 5:22-23 Someteos los unos a los otros 21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22 Las
casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la
mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que,
como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a
sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás
a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos
miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este misterio; más yo
digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a
su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
La palabra de Dios dice que el amor debe ser recíproco. La manera como tratamos a nuestra
esposa/o es la manera como nos construimos o nos destruimos. El marido debe tratar a su esposa
como Cristo trata a la iglesia. El amor esta en que Dios ama tanto a su iglesia que ofreció su hijo
en sacrificio por ella, la ama, la cuida, la bendice, la pone en primer lugar en su vida, suple sus
necesidades.
Por eso es muy importante que le pidamos a Dios que nos de una revelación de lo que es nuestra
iglesia. Así entendemos como amar a nuestras esposas/os como Cristo amó a la iglesia. Si no, no
entenderemos la dimensión espiritual y el efecto de luz en medio de las tinieblas, que lleva el
matrimonio. La familia cristiana es un impacto muy fuerte en medio de la sociedad, en la medida
que el Reino de Dios se manifiesta en ella. Algo va a cambiar en el barrio donde vivimos, debido
al cambio en el mundo espiritual. Para los maridos, tenemos que ser líderes primeramente en su
hogar. Esto habla del testimonio en casa, de la sujeción de los hijos. Ser líder espiritual de la familia
es el principal rol de un esposo. Así como estar dispuesto a dar la vida por su esposa, amarla,
respetarla, etc. No es un dictador, sino un siervo de su esposa y de su familia. Así su esposa no
tendrá objeción de seguir su liderazgo. Al estar bien con nuestras esposas, la Biblia dice que
nuestras oraciones no tendrán estorbo. Esto garantiza de que toda la familia seguirá el liderazgo
de la esposa. Tiene que haber una correlación entre como nos comportamos en casa y fuera de
ella. No podemos ser espirituales fuera de casa y en familia no.
Dios no pide a las esposas que sean inferiores o no tener opinión, no es sometimiento
involuntario. Ser sumisa/o significa ser como Jesús.
Filipenses 2:3-11 3 Nada hagáis por egoísmo[a] o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada
uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, 4 no buscando cada uno
sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. 5 Haya, pues, en[b] vosotros esta
actitud[c] que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí
mismo[d] tomando forma de siervo, haciéndose[e] semejante a los hombres. 8 Y hallándose en
forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo
nombre, 10 para que al[f] nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la
tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios
Padre.
Esto es sumisión. Jesús fue sumiso y lo aprendió, estuvo sometido a la voluntad de sus padres.
Hay cosas que las mujeres a veces no están de acuerdo, pero que deben apoyar a su marido,
porque también es su líder dentro de la familia. No hay 2 cabezas en el hogar. No hay posiciones
dentro del hogar, simplemente son funciones distintas. Ser cabeza de la familia es una función,
no un rango. Las esposas deben sujetarse, pero de buena voluntad. La autoridad del esposo se
gana, no se impone, se gana con el ejemplo y teniendo un corazón de siervo. Tengamos en cuenta
que los problemas se originan al no seguir las instrucciones de Dios. Si usamos el liderazgo de
manera prepotente, se transforma en abuso de autoridad, autoritarismo. No es autoridad
delegada por Dios. Nunca debemos pelear contra alguien, porque Dios ya nos dio la autoridad, y
quien pelea con nosotros, pelea con Dios. Pelear es buscar una posición, lo hace porque no tiene
la seguridad de que Dios ya te a dado esa autoridad, pero también puede quitártela.
El esposo tiene la responsabilidad de marcar los límites, lineamientos, liderazgo, camino, visión
de una familia, según el modelo de Dios. Dios va a pedir cuentas a cada esposo. Hombres que no
tratan bien a sus esposas y mujeres que resisten la autoridad de sus maridos, van en contra de un
principio espiritual. Cuando el esposo no tiene un liderazgo espiritual, quizás porque no conoce a
Dios, la Biblia habla de que la mujer NO abandone a su marido, porque Dios cree que ese marido
puede ser tocado por tu testimonio, pero hay principios que no se pueden negociar. La sujeción
al marido llega hasta donde se comienzan a hacer las cosas que sabemos que a Dios no le agradan,
porque la salvación es personal y Dios va a pedir cuentas de tu vida espiritual. Tanto el hombre
como la mujer deben permanecer en obediencia a los principios divinos. Tiene que ver con su
relación con Dios. Probablemente nuestro matrimonio nos llene por su estado actual de angustias
y temores. Es momento que nos acerquemos al oportuno trono de Gracia con fe y clamemos a
Aquel que dijo “Clama a mí y yo te responderé y te mostraré cosas ocultas que no conoces” (Jer.
33:3). Cuando nos acercamos más a Dios, más nos acercamos a nuestro cónyuge.
Esta hablando del compromiso del matrimonio de convertirse los 2 en 1, están fundidos juntos,
como dos papeles pegados. Dios creó el matrimonio para que sea permanente, según su diseño.
Es un voto ante Dios, no un papel firmado. Por eso debemos reforzar el nivel de compromiso en
nuestro matrimonio. No es probar mientras todo va bien y si no nos separamos, es un compromiso
ante Dios, y es para siempre, pase lo que pase. Teniendo un compromiso alto, los roles se
desarrollan de la mejor manera y el hogar se establece. Como se resuelve esto:
1. Tira lejos tu paracaídas/quemando los barcos: significa que el viaje hay que terminarlo.
Como los conquistadores que llegaron a América, lo primero que hicieron fue quemar
las naves, como para que nadie pueda volver. En el matrimonio tiene que existir la
palabra perdón, restauración, otra oportunidad, etc. Es la voluntad, el plan y el diseño
de Dios. Hay que aprender a madurar en el amor. El divorcio no es una opción, si nos
va mal, nos va mal a los dos. No se trata de que UNA persona cambie de los dos,
tenemos que pedir a Dios sabiduría, quebrantamiento para entender las situaciones
adversas, que cambie nuestro corazón para mejorarlo, nada de huir a lo de mamá. Si el
matrimonio no tiene un compromiso serio, será inestable en medio de las crisis.
2. Desarrolla tu vida espiritual: haz a Dios el centro de tu matrimonio y Él unirá
fuertemente tu matrimonio y este último será abrigo para las tormentas. Puede ser de
gran ayuda o un causante de estrés. Pero si nuestra vida en el hogar es estable, es fuerte
y confortable, juntos vamos a poder pasar situaciones extremas. Dios nos va a dar la
sabiduría para salir juntos. Necesitamos ser sensibles a las necesidades del cónyuge. No
es “lo mejor para mí”, sino “lo mejor para nosotros”. Esto es un proceso que tenemos
que lograr. Si queremos que Dios edifique nuestros hogares, tenemos que darle el lugar
central a Dios en la familia. Eso implica tomar los valores del Reino, poner en práctica
los principios de DIOS, y poner esas reglas en nuestra casa para la convivencia de la
familia, respaldando la idea de Dios. Es bueno ser vulnerable, porque eso muestra que
necesitamos de la esposa y de la familia. Cuando uno es vulnerable y transparente,
ayuda a crecer en unidad en el matrimonio. Es bueno que los hijos vean que los padres
mejoran, van creciendo y madurando juntos, sin escondernos de nuestros errores.
Pidamos ayuda a Dios por nuestro matrimonio y familia, perdonémonos unos a otros,
soportémonos en amor, porque esto trae vida a nuestros hogares.
Papel de la esposa: según las escrituras el papel de la esposa es sumisión. Esta sumisión
se expresa como respeto entre otras formas. Es imposible ser sumiso si no hay respeto.
Me pueden obligar a obedecer, pero no a respetar. La palabra de Dios no se refiere a
tratar a la mujer despectivamente, sino que indica un modelo de autoridad para el
matrimonio y por extensión en la familia. Lo opuesto de someterse es resistir, pero la
resistencia trae sus consecuencias espirituales. Por eso, si queremos que nuestra
esposa esté sujeta a nosotros, debemos respetarla.
Papel del esposo: es más el amor de la voluntad que del sentimiento. El sentimiento
para con la mujer puede o no estar, pero la Palabra de Dios dice “debe” amarla y
respetarla, como Cristo amó a la Iglesia, no es un acto de voluntad sino un deber. Luego
los sentimientos se unen en un acto, ya que el amor bíblico no es una decisión sino un
ACTO. Lo opuesta a AMAR es ODIAR, y la forma mas explicita del odio es la
INDIFERENCIA. Si practicamos esto, va a haber claridad en el rol del esposo, la
estructura va a estar en orden divino.
De la combinación de sumisión, resistencia, amor y odio, surgen 4 tipos de matrimonios:
a) Matrimonio Odio/resistencia: es la peor clase de matrimonio, ambos son egoístas,
infelices, los dos buscan su propio beneficio, la mujer se queja de su esposo y busca
cualquier escusa para irritarlo. Es irrespetuosa con él y lo demuestra en público. El
esposo trata a su esposa rudamente, es desconsiderado con los sentimientos de ella y
toma decisiones sin consultarla. Él es irrespetuoso y violento con ella en privado y en
público es amoroso.
b) Matrimonio Odio/sumisión: es el mas común de los matrimonios con problemas, él es
altivo, beligerante, autoritario, con opiniones propias y desconsideradas, dominante de
su esposa e hijos, demuestra delante de sus amigos que el tiene el control TOTAL de la
casa, que nadie lo domina, aunque por lo general, son esclavos de algún vicio (cigarrillo,
vino, alcohol, pornografía, ira, violencia, etc.). Son egoístas y piensan en su propio
beneficio, y consideran que los demás están a disposición de él (“porque lo digo yo”).
Colosenses 3:19 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
1 Pedro 3:7 Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras
mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera
de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
1 TIMOTEO 5:8 Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha
negado la fe y es peor que un incrédulo.
Como esposos tenemos que acompañar estos momentos, con amor, compañerismo,
sostenimiento, si hay temores ver como superarlos, estar informados como pareja, para
poder tomar decisiones adecuadas, las mujeres deben hacerse estudios hormonales
completos de rutina.
2- SUDORES NOCTURNOS: Los sudores nocturnos son una variante de los sofocos.
En algunas mujeres, ocurren predominantemente en la noche, provocando una
intensa sudoración durante el sueño. En muchos casos, perturban el sueño y
agravan los síntomas de fatiga e irritación de la perimenopausia. El consumo de
bebidas alcohólicas durante el día y habitaciones sin aire contribuye al
empeoramiento de los calores.
10- MALA MEMORIA las mujeres pueden comenzar a tener lapsos de memoria a
corto plazo, volviéndose cada vez más frecuentes los olvidos del trivial, como
dónde puso las llaves, cumpleaños y fechas de reuniones. En general, no es nada
serio. Los lapsos de memoria son más comunes en mujeres deprimidas, estresadas
o demasiado cansadas.
13- PIEL SECA Está relacionada con una caída en la producción de colágeno, que es la
sustancia que mantiene nuestra piel firme y con buena apariencia. La sequedad de
la piel puede causar picazón, que en algunos casos puede ser muy desagradable.
14- PÉRDIDA DE CABELLO La mujer comienza a notar que hay un cambio en la calidad
del cabello, cada vez más seco, frágil y cayendo con más facilidad. Esta situación
tiende a empeorar en la menopausia.
15- UÑAS DÉBILES, Así como la piel y el cabello, la salud de las uñas también sufre con
los niveles reducidos de estrógeno. Las uñas comienzan a quedarse más secas y
débiles y pueden romperse fácilmente.
18- DOLOR EN EL PECHO Mastodinia es el término usado para el dolor en las mamas.
Este síntoma es muy común en los primeros años de la premenopausia, pero se
vuelve más brando a medida que se acerca la menopausia. En general, desaparece
en el climaterio.
19- DOLOR DE CABEZA Hay un tipo de migraña que se relaciona con el período
menstrual, que ocurre en forma cíclica todo el mes, justo antes de la menstruación
bajar. Las mujeres que tienen este tipo de dolor de cabeza pueden notar un
empeoramiento de esta cuando entran en la premenopausia y va intensificándose
conforme el ciclo menstrual se hace cada vez más irregular.
21- INFECCIÓN URINARIA, Así como ocurre con la vagina, la uretra, canal que
transporta la orina originaria de la vejiga, es revestida por un tejido muy sensible al
estrógeno. Durante la premenopausia ella se vuelve más fina, resecada, menos
elástica y más irritable, facilitando la invasión por bacterias. Algunas mujeres
pueden pasan a tener infección urinaria de repetición a partir de la menopausia,
que puede ser minimizada con la aplicación de estrógeno vaginal.
23- HUESOS DÉBILES A la medida que envejecemos, nuestros huesos se vuelven más
débiles. Este proceso se acelera debido a la falta de estrógenos en la menopausia,
haciendo con que las mujeres estén más sujetas a la osteoporosis y fracturas, como
del cuello femoral, que los hombres.
24- DESEQUILIBRIO Y MAREOS Episodios repentinos de mareo y pérdida del
equilibrio se vuelven más frecuentes en la perimenopausia. Las causas todavía no
están bien aclaradas, pero, como todos los síntomas de la menopausia, hay un
componente importante de la falta de estrógenos.
Como mujeres tendrán que aceptar que su organismo está cambiando. El espejo puede
mentir, pero lo que el Señor ha hecho en cada una, esta en el corazón de ellas. Cada
etapa hay que disfrutarla, sino se transforma en un síndrome, nos aflora la adolescencia
nuevamente. En el Hombre sucede lo mismo y se llama andropausia. Hay que tomarlo
como el inicio de una nueva etapa, para disfrutar (no van a quedar más embarazadas)
Necesitamos hacer ejercicios físicos, cambiar malos hábitos por otros más saludables. La
cooperación de los hombres es fundamental
Muchos de los problemas de esta etapa se pueden prevenir, con controles médicos, dietas,
etc.
Todos estos cambios tenemos que enfrentarlos con sanidad en el campo de las emociones,
teniendo bien claro quiénes somos y hacia dónde vamos, porque simplemente es una
etapa en nuestra vida. Si Dios nos ayudó en todas las etapas de nuestra vida, seguro no
nos va a dejar en esta etapa. Luego vendrá la etapa mas hermosa de la vida, cuando llegan
los nietos. Por eso debemos bendecir la etapa que estamos pasando. Toda discrepancia en
el matrimonio ayuda a ambos a crecer.
Así como invertimos en una jubilación a futuro, tenemos que hacer lo mismo en lo que se
refiere a lo espiritual. Tampoco esta bueno manipular a todos los que tenemos alrededor,
aprovechándose de la situación, porque a veces nos juega en contra y dejamos de ser
creíbles. Sea sincera cuando hable con su esposo, dígale que necesita 5 minutos para
respirar, 5 horas de esparcimiento, un rato de tranquilidad, etc.
Síndrome de Nido vacío: esto viene de que el águila, llegado el momento de que los
pichones se larguen a volar, si no lo hacen, se pone como loca y destruye su nido para que
estos se vean obligados a dejar el nido, porque no sobrevivirán de otra manera. Como
mujeres invertimos en nuestros hijos, y ellos van a hacer su vida algún día. Por eso cuando
tengamos que largarlos, debemos estar preparados. Aparecen así las suegras en el nuevo
nido de los hijos. Así que tenemos que madurar en esta etapa, para no hacerle daño a la
nueva pareja. Es un proceso normal, que tiene que suceder.
Existen, incluso, casos en los que los padres viven la marcha de su hijo como una liberación,
ya que ven cumplidas sus metas de enseñarles a volar solos y por fin les llega a ellos el
momento de dedicarse a sí mismos y a su pareja. Sea cual sea la situación, "la actitud de
los padres ante el hecho de que sus hijos se marchen fuera y se independicen es crucial a
la hora de desarrollar o no el síndrome del nido vacío y otros problemas psicológicos
(ansiedad, depresión, problemas de pareja, etc.).
De repente, todo se echa de menos, esto explica que los familiares, tanto padres como
hermanos que aún quedan en casa, se deben organizar de otra manera para adaptarse a
las nuevas rutinas. Para ello es muy importante el trabajo que se haya hecho antes, es
decir, justo en el año previo antes de que sus hijos salieran de casa. Lo ideal es que en ese
momento se priorice la autonomía del estudiante, tanto en la elección de carrera, o bien
en su nueva profesión o ciudad donde desempeñarla. Esto no quiere decir que no se
participe del proceso, pues la participación debe ir dirigida a acompañar al hijo en esta
elección y asesorarle en caso de que sea necesario. "Si se equivoca, no se debe catalogar
como un error, sino más bien como una fase más de su proceso de crecimiento. Una vez
que los hijos se han marchado de casa, de repente, "todo se echa de menos". De pronto,
la casa se hace más grande, hay más espacios libres, la nevera está más vacía, etc. A partir
de este momento, se inicia un periodo de adaptación, de reajuste y de elaboración de
nuevos roles y patrones de interacción en la familia. Si los padres viven el cambio como un
abandono o una pérdida, desarrollarán el síndrome del nido vacío y surgirán en ellos las
emociones negativas implícitas en una etapa de duelo ( tristeza, soledad, sentimiento de
vacío, melancolía,etc). Por ello, es importante vivir el proceso de cambio como algo normal
y darse tiempo para que cada uno se acople. "Los padres que han fomentado a lo largo de
los años la autonomía de los hijos, vivirán mejor este momento". Es decir, en función
del grado de dependencia que se haya establecido entre hijos y padres, el ajuste a la nueva
situación será más o menos difícil.
Reajuste en la estructura familiar: Como todo en la vida, se necesita tiempo para adaptarse
a la nueva situación. El proceso de adaptación no sólo tiene que ver con los hijos, sino que
es determinante en la relación de pareja. Cuando los hijos están en casa, muchas
conversaciones del día a día tienen que ver con ellos: los deberes, las clases extraescolares,
las salidas con los amigos, etc. Ahora que ya no existe esa rutina, "la pareja tiene que
reinventarse de nuevo y evolucionar al igual que evoluciona la vida de sus hijos haciéndose
mayores y adaptarse de una forma positiva al cambio. Si la pareja no se adapta
adecuadamente corre el riesgo de romperse, ya que durante muchos años se ha
mantenido unida únicamente a través de los hijos". Algunos consejos que ofrecen son los
siguientes: comunicarse más, volver a ser amigos además de pareja, retomar los
momentos íntimos y revivir la sexualidad en la pareja y buscar actividades de ocio
comunes, por ejemplo, pasear. "Los cambios (aunque sean a mejor) son un elemento
estresante para todas las personas y eso afectará a la relación de pareja. Ser pacientes con
el otro (si por ejemplo se muestra más irritable), escucharle y acompañarle en esta etapa
es fundamental". Por otro lado, cuando queda aún algún hijo más en la casa, el impacto de
la marcha del primero es menor, lo cual favorece la adaptación. Aunque se eche de menos
al hijo que se ha ido, el cambio que se produce en casa puede ser positivo. Los padres
tienen algo más de tiempo disponible que se puede emplear pasando ratos con los hijos
que aún quedan en la casa. Las entradas y salidas en horarios posiblemente disruptivos
habrán disminuido. Y puede que incluso haya menos discusiones al haber un miembro
menos. "Es muy conveniente fomentar que los hermanos mantengan entre ellos el
contacto (ya sea mediante móvil, email, etc.) como con visitas, si la edad lo permite. Esta
continuidad en el contacto en ese primer momento de separación en sus vidas, les
permitirá mantener el vínculo tan importante que supone tener hermanos", aconseja la
especialista. Para aprender a vivir esta nueva vida, encajando los sentimientos positivos
con los otros no tan buenos como la nostalgia o la pena de que tu hijo no viva ya contigo,
es importante, reconocer y aceptar que, aunque sea ley de vida, la pérdida produce dolor.
Compartir esos sentimientos con otros padres en la misma situación y por supuesto no
perder el contacto telefónico con los hijos, hacerles visitas, y aprovechar así para conocer
más en profundidad la ciudad en la que vive su hijo. Es muy importante, aprovechar esos
momentos de conversación telefónica para decirle a su hijo cosas positivas, como que le
quiere o le echa de menos, pero nunca trasmitirle los sentimientos negativos. Por
supuesto, es fundamental que los padres retomen actividades o inicien otras nuevas
(hobbies, paseos, quedadas con gente etc.) para evitar el bajo estado de ánimo y para ir
desarrollando nuevos roles. En cualquier caso, no hay que olvidar que el síndrome del nido
vacío tiene una duración limitada: el tiempo que tarde la pareja en adaptarse a la nueva
situación. El paso del tiempo irá atenuando las emociones negativas, y la distancia puede
incluso, en algunos casos, mejorar la calidad de la relación.
El síndrome de nido vacío no tiene que ser un cambio para peor, puede ser divertido ir a
visitar a sus hijos, tendremos mas tiempo para disfrutar a nuestro cónyuge, podremos
ahorrar dinero, tiempo para pasatiempos personales, hobbies, carreras, desarrollar
nuestros propios intereses, desarrollar nuestra identidad, etc.