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Ustedes han venido ante la presencia de Dios para celebrar su matrimonio.

Escuchando su
palabra y orando juntos vamos a pedir la bendición de Dios sobre ustedes y sobre su
matrimonio. En la Biblia leemos: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
QUÉ ES EL MATRIMONIO DESDE LA PERSPECTIVA BIBLICA?

Es un pacto de compañerismo. Un pacto es la decisión voluntaria de estar dispuesto a


cortar o perder mi vida con el objetivo de cumplir una promesa. LECTURA: MATEO 26:17-
28. "…Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados" (v.28)

II PROPÓSITO DIVINO DEL MATRIMONIO 1. Humildad: Romper el orgullo, perder mi


vida para ganarla, crear en mi carácter las virtudes divinas. Génesis 2:18 2.
Compañerismo: La soledad es uno de los sentimientos que mas teme el hombre y es por
eso que nuestro Amoroso Creador ideo esta relación. Eclesiastés 4:9-12 3.

Procreación: El plan de Dios que garantiza la supervivencia humana consiste en que una
pareja que se ama, después de haber fructificado espiritualmente (Gálatas 5:22-23) pueda
multiplicarse y conseguir de esta manera construir una sociedad sana. 4.

Placer sexual: Dios es quien creó el placer en nosotros y su plan perfecto de máxima
realización del ser humano en todos sus aspectos, únicamente se cumple dentro del
contexto del matrimonio, ya que buscarlo fuera de el, es lo que ha acarreado los grandes
males dentro de nuestra sociedad, como la desintegración familiar, la crisis moral, los
sentimientos de culpabilidad, las enfermedades, etc. Ecl. 9:9, 1 Cor. 7:3-4, Pr. 5:16-19. 5.

Prevención de fornicación y adulterio: Cuando no se respeta el orden establecido por Dios


en el matrimonio, confiando en que lo que El nos dice, es lo que nos da mayor placer,
caemos fácilmente ante la tentación de tratar de obtenerlo a nuestra manera, lo cual nos
llevara a la frustración y al fracaso. 1 Cor. 7: 2-5, 8-9. 6.

Testimonio: La relación matrimonial según los principios bíblicos es una poderosa


revelación y testimonio, del misterio de la relación del Creador en su papel de esposo de
sus escogidos. Efesios 5, Oseas, Cantar de los Cantares.

CONCLUSIONES: Para tener un matrimonio a prueba de divorcio, es importante iniciarlo


derribando todas las falsas expectativas e ideas anti bíblicas acerca del propósito de este.

ORACION

¡Oh Dios, creador de todo! Tú das en el matrimonio al hombre y a la mujer como


compañeros uno del otro. Te agradecemos, porque también el matrimonio refleja

la bondad y la belleza de tu obra creadora. Dale tu bendición a la unión de NN y de NN, para


que ellos puedan cumplir en ella con la misión, que les has confiado y puedan recibir
agradecidos los dones de la vida. Escúchanos, tú, que eres la fuente de toda bondad.

¡Oh Padre celestial!, que en tu amor has establecido el matrimonio y has llamado a los
cónyuges a vivir de acuerdo a tu palabra. Ayúdalos a amarse uno al otro, tal como Cristo amó
a su iglesia. Ayuda a la pareja a mantener su matrimonio como santo y a cumplir en sus vidas
tu voluntad. Dales fuerzas para que se conserven fieles uno con el otro. Escúchanos te lo
pedimos por medio de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

Lectura bíblica
1 Co. 13:1-8, 13 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como
metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios
y toda la ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo
amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase
mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada

indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se


goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca
deja de ser. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de
ellos es el amor. ´

Ef. 4:32-5:2

Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y
andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante.

Fil. 4:4-7 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea
conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.

Col. 3:12-14 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos
a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor,
que es el vínculo perfecto.

1 Jn. 4:9, 11-12 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su
Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos
también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a
otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

Apreciados novios, NN y NN (nombre de pila), congregación aquí reunida / apreciados


participantes a las bodas. Dios mismo ha establecido el matrimonio ya desde el amanecer de la
creación. Nuestro Señor Jesucristo ha puesto en relieve su significado, al decir: “Lo que Dios
juntó, no lo separe el hombre.” Cuiden por lo tanto, su unión. Pues, haciéndolo así, ustedes
recibirán en sus vidas felicidad y bendición. Sean humildes y respétense recíprocamente, en
forma tal, que la relación mutua de ustedes se conserve en la vida cotidiana matrimonial.
Dejen, que Cristo entre en el hogar de ustedes. Que la palabra de Dios sea como luz en el
común andar de ustedes. Entonces, su Espíritu podrá influir en sus corazones, en forma tal,
que el amor de ustedes se fortifique y se profundice. Recuerden el recurso de la oración.
Alaben en los días buenos la bondad de Dios y en los días difíciles refúgiense en su socorro. El
Apóstol exhorta a los cristianos a sobrellevar los unos las cargas de los otros. Compartan, pues,
las alegrías y las penas, que la vida les traiga. Pidan perdón y estén listos para perdonar uno al
otro. Sirvan al otro con los dones, que han recibido de Dios. La fidelidad, el amor y la fe en Dios
crearán en la unión de ustedes un fundamento firme. Entonces, podrán experimentar la
bendición, que Dios ha prometido a los cónyuges. [¡Familiares y amigos! Hoy ustedes se
alegran con NN y con NN (nombre de pila) y los acompañan en su viaje, deseándoles felicidad y
bendición. Sean su apoyo, también en lo cotidiano de la vida. Acuérdense de ellos en sus
oraciones.

El amor es el más fuerte de los sentimientos. Sin embargo, éste no es solamente un sentir. El
amor verdadero os llama a cuidaros mutuamente uno del otro, en medio de la vida cotidiana.
Se puede crecer en el amor, pero para su bien hay que actuar y además, a éste se le debe
cuidar. Dios es la fuente del amor. Él ha establecido el matrimonio al crear al ser humano,
como hombre y como mujer. Precisamente en esta unión se hacen realidad, en su mejor
forma, la alegría y la felicidad. Así nuevamente, él nos permite experimentar algo de la bondad
y del amor. También en su mejor forma, en el matrimonio se enfrentan problemas. Hablad
entre vosotros también de las cosas difíciles y escuchaos uno al otro. Jesús mismo aceptó entre
sus amigos a personas equivocadas e incompletas. Así, él nos dio a nosotros el ejemplo. El
pedir perdón y el saber perdonar son dones de Dios. Vuestra congregación os da en este día de
fiesta la Biblia. En ella hay muchos consejos y normas para el camino común. Sin embargo, lo
mejor de la Biblia no son ni sus consejos ni sus normas, sino las promesas de Dios. Él ha
prometido estar con los suyos también en lo más ordinario de la vida.

En este memento el ministro dirá el nombre completo del novio, y


seguidamente:
¿Quieres prometer delante de Dios y estos testigos, así como lo has prometido
ante las autoridades civiles, tener a esta mujer (el ministro dirá el nombre
de la novia) como tu legítima esposa para vivir con ella, conforme a lo ordenado por
Dios, en el santo estado del matrimonio? ¿Prometes amarla, consolarla, honrarla,
conservarla en tiempo de enfermedad o de salud], y renunciando a todas las otras,
conservarte solamente para ella mientras los vivieren

Nombre completo de la novia, ¿tomas a Nombre completo del novio para ser tu esposo, para
vivir juntos según la santa ordenanza de Dios en el estado sagrado del matrimonio? ¿Lo
amarás, lo confortarás, lo honrarás y protegerás, en enfermedad y en salud, y rechazando a
todos los otros, te mantendrás solo para él mientras los dos vivieren? Por favor, responda: «Lo
haré». La novia dice: Lo haré

Lectura de la Escritura: Puede ser una porción que sea significativa para la pareja que
contraerá matrimonio o una que se haya usado como base para la consejería prematrimonial.
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de
bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen
si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Que gobierne en sus
corazones la paz de Cristo, a la cual fue-ron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyan-se y aconséjense
unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con
gratitud de corazón (Colosenses 3.12-16).
Votos: El ministro coloca la mano de la novia en la mano derecha del novio

y le pide al novio que repita lo siguiente:

Yo, ___NOMBRE_DEL NOVIO te tomo a ti NOMRE____ DE LA NOVIA__ para que seas mi


esposa, para tenerte y mantenerte de este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o
en pobreza, en enfermedad y en salud, para amarte y protegerte, hasta que la muerte nos
separe, de acuerdo a la santa ordenanza de Dios; y para esto te empeño mi fe.

El novio suelta la mano de la novia, y la novia toma la mano derecha del novio y repite lo
siguiente:

Yo, Primer nombre de la novia, te tomo a ti, Primer nombre del novio, para que seas mi
esposo, para tenerte y mantenerte de este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o
en pobreza, en enfermedad y en salud, para amarte y protegerte, hasta que la muerte nos
separe, de acuerdo a la santa ordenanza de Dios; y para esto te empeño mi fe.

Ceremonia de los anillos: Como prenda de este pacto, ustedes van a intercambiar sus anillos
de boda.
El círculo ininterrumpido, emblema de eternidad, y el oro, emblema de aquello que menos se
mancha y más perdura, muestran cuán duradero es el pacto que se ha hecho uno al otro.

La novia entrega el ramo de flores a la dama de honor.


La dama de honor entrega el anillo a la novia mientras el caballero de honor entrega el anillo al
novio.

¿Qué prenda le entregas como testimonio de tus promesas?"


El novio pondrá el anillo sobre el libro que tiene el ministro en la mano,
y el ministro tomando el anillo, hará que el novio pronuncie las siguientes palabras:

Con este anillo, te desposo, uniendo contigo mi corazón y mi vida, y te hago partícipe de todos
mis bienes".
Luego el ministro dirá, entregando el anillo al novio para que lo coloque sobre el dedo anular
de la novia
: "Que este anillo sea el símbolo puro e inmutable de vuestro amor". (Se hará de igual manera
cuando la novia entregue el anillo al novio)

. Luego se arrodillan los novios, si así se creyese convenientemente, y el ministro dirá: "En
señal de vuestra fidelidad a los votos que os habéis hecho, daos mutuamente la mano
derecha".
El ministro colocará entonces la mano derecha sobre las manos unidas de los novios, y elevará
una oración, en la cual incluirá las siguientes peticiones:

"Dios eterno, creador y consolador del género humano, dador de toda gracia espiritual, autor
de la vida eterna: bendice a este hombre y a esta mujer, a quienes bendecimos en tu nombre,
a fin de que cumplan y se guarden siempre en paz y amor, viviendo conforme a tus santos
mandamientos, y ordenando su hogar y vida en armonía con tu Santa Palabra, mediante
nuestro Señor "Te rogamos, oh Dios Todopoderoso, que seas Salvador guía de sus almas
inmortales, para que alcancen mediante la redención de nuestro Señor, la eterna gloria,
Amén." Al terminar la oración el ministro se dirigirá a los concurrentes diciendo: "A los que
Dios ha unido, ningún hombre los separe." "Por cuanto (nombre de ambos) han consentido
ingresar en el estado de matrimonio, y en efecto han celebrado el contrato matrimonial,
primero delante de las autoridades civiles, y después aquí delante de Dios y estos testigos,
habiéndose dado y empeñado, su fe y palabra el uno al otro, lo cual han

manifestado por la unión de las manos, yo los; declaro marido y mujer en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén." `
Al terminar el acto el ministro colocará su mano derecha sobre las manos de los novios y
pronunciará la siguiente bendición.

"El Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo os bendiga, conserve y guarde. El Señor
por su misericordia vuelva a vosotros los ojos de su favor y os colme de tal manera de su gracia
y bendiciones espirituales que viváis en este mundo en su santo temor y gocéis en el otro de la
vida celestial Amen. CEREMONIA (II)

LOS LAZOS PARA LA

También pueden incluir el ritual del lazo, en el que los novios son
envueltos con un lazo como símbolo de su unión sagrada e
indisoluble. Los contrayentes deben estar arrodillados en señal de
adoración a Dios, mientras que “los padrinos de lazo” los rodearán con
este elemento, que puede ser un cordel rústico o un lazo con perlas,
entre otras opciones.

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